propuesta. planificaciones desde tales a platón

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Propuesta docente para el área de la filosofía. Rodolfo Méndez Sura. Propuesta: La historia de la filosofía. Mi propuesta para las clases de filosofía se orienta, fundamentalmente, en el estudio de la historia de la misma. Mi interés principal es que, efectivamente, acontezca en la sala lo propiamente filosófico, que esto no desaparezca tras otros intereses aparentemente más urgentes y útiles. Yo pienso, e inmediatamente me encargaré de fundamentarlo debidamente, que la mejor manera de realizar esto es permaneciendo lo más cerca posible de la filosofía, y ello implica, a mi entender, que, por lo menos en un marco general, se aborde “la historia” del pensamiento y sus problemas de manera coherente. La intención fundamental es que los alumnos participen del asunto de la filosofía, que sean tocados de alguna manera por éste, o bien, para decirlo más directamente, que tengan una experiencia del filosofar. Ahora bien, es fácil hacer ver que esto no pasa de ser una mera generalidad, y, por lo tanto, una superficialidad: que los giros de “lo propiamente filosófico”, “permanecer cerca de la filosofía”, “participar del asunto o tener una experiencia del filosofar”, son palabras vacías mientras no se aclare qué se entiende por “filosofía”, “filosofar”. Sin embargo, podría objetarse enseguida también a esto si acaso no es una vana pretensión dogmática afirmar tener una respuesta definitiva a lo que sea filosofía y filosofar, si acaso esto, “filosofía y filosofar”, no es más bien la meta todavía no aclarada de toda la intención “filosófica”, y de ninguna manera un supuesto que sirva de base. Estas objeciones, contrapuestas entre sí, no debieran impedirnos sin embargo seguir adelante con nuestra propuesta. Una “definición” demasiado general es superflua y por lo tanto innecesaria, pero una delimitación demasiado concreta puede ser parcial y dejar afuera pensamientos que nosotros todavía quisiéramos llamar “filosóficos”. Con todo, puede decirse que no cualquier reflexión es filosófica, que filosofar es, efectivamente, “algo”, que hay una “esencia” –no fija- del filosofar, y todo esto, prescindiendo completamente de la necesidad de dar una definición. En el fondo, podemos afirmar que existe un “asunto de la filosofía”, que filosofar es “participar de él”, etc., sin pretender haber cubierto con tales “definiciones” lo que la filosofía es; estas expresiones, que serán aclaradas luego, tan sólo deben servirnos como Propuesta de clases: historia de la filosofía. Intención: focalizada en los alumnos. Una experiencia del filosofar. ¿Qué es filosofía y filosofar? Primeras dificultades sobre presuponer la esencia de la filosofía. La insuficiencia de las definiciones. Sentido orientador provisional del término “filosofía” como guía para una verdadera experiencia de la misma

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Propuesta docente para el rea de la filosofa. Rodolfo Mndez Sura. Propuesta: La historia de la filosofa. Mi propuesta para las clases de filosofa se orienta, fundamentalmente, en el estudio de la historia de la misma. Mi inters principal es que, efectivamente, acontezca en la sala lo propiamente filosfico, que esto no desaparezca tras otros intereses aparentemente ms urgentes y tiles. Yo pienso, e inmediatamente me encargar de fundamentarlo debidamente, que la mejor manera de realizar esto es permaneciendo lo ms cerca posible de la filosofa, y ello implica, a mi entender, que, por lo menos en un marco general, se aborde la historia del pensamiento y sus problemas de manera coherente. La intencin fundamental es que los alumnos participen del asunto de la filosofa, que sean tocados de alguna manera por ste, o bien, para decirlo ms directamente, que tengan una experiencia del filosofar. Ahora bien, es fcil hacer ver que esto no pasa de ser una mera generalidad, y, por lo tanto, una superficialidad: que los giros de lo propiamente filosfico, permanecer cerca de la filosofa, participar del asunto o tener una experiencia del filosofar, son palabras vacas mientras no se aclare qu se entiende por filosofa, filosofar. Sin embargo, podra objetarse enseguida tambin a esto si acaso no es una vana pretensin dogmtica afirmar tener una respuesta definitiva a lo que sea filosofa y filosofar, si acaso esto, filosofa y filosofar, no es ms bien la meta todava no aclarada de toda la intencin filosfica, y de ninguna manera un supuesto que sirva de base. Estas objeciones, contrapuestas entre s, no debieran impedirnos sin embargo seguir adelante con nuestra propuesta. Una definicin demasiado general es superflua y por lo tanto innecesaria, pero una delimitacin demasiado concreta puede ser parcial y dejar afuera pensamientos que nosotros todava quisiramos llamar filosficos. Con todo, puede decirse que no cualquier reflexin es filosfica, que filosofar es, efectivamente, algo, que hay una esencia no fija- del filosofar, y todo esto, prescindiendo completamente de la necesidad de dar una definicin. En el fondo, podemos afirmar que existe un asunto de la filosofa, que filosofar es participar de l, etc., sin pretender haber cubierto con tales definiciones lo que la filosofa es; estas expresiones, que sern aclaradas luego, tan slo deben servirnos como

Propuesta de clases: historia de la filosofa.

Intencin: focalizada en los alumnos. Una experiencia del filosofar.

Qu es filosofa y filosofar? Primeras dificultades sobre presuponer la esencia de la filosofa. La insuficiencia de las definiciones. Sentido orientador provisional del trmino filosofa como gua para una verdadera experiencia de la misma

orientacin a fin de que el preguntar marche hacia la direccin en que ste puede tornarse filosfico. Por lo pronto, slo debe quedar en claro que la intencin fundamental apunta a los alumnos, que estos lleguen a algo as como un aprendizaje de la filosofa, filosofando. Ahora, en la fundamentacin veremos en qu sentido se toma todo esto y por qu. En la metodologa veremos cmo se pretende lograrlo. Fundamentacin. La filosofa acontece solamente en el filosofar. Esto no es ningn pleonasmo. En efecto, habitualmente se hace una separacin entre ambas cosas, y de ello resulta algo muy perjudicial. Kant ha dicho, y la cita es famosa, que l no ha pretendido ensear filosofa, sino que desea ensear a filosofar. Esto es justo si consideramos que normalmente sucede que la erudicin acerca y sobre la filosofa parece estar todo el tiempo ocupndose de la filosofa, y con todo, se ocupa de todo menos de ella. Hegel ha dicho en sus lecciones que estos eruditos se asemejan a los animales por cuyos odos entran los sonidos musicales pero que, no obstante, son incapaces de captar la armona de los mismos. Todo esto es justo. Pero es claro que esta erudicin en torno a la filosofa, este hablar e investigar sobre ella, no es filosofa, y-esto es importante distinguirlo-, tampoco historia de la filosofa. Sera ms exacto que de aqu en adelante nos refiriramos a este comportamiento erudito como historiografa de la filosofa, reservando para la palabra historia un aspecto mucho ms esencial. La historia de la filosofa, en efecto, sera la filosofa misma, sin ms. Luego, la antinomia filosofa / filosofar es en realidad una contradiccin dinmica de sentido, no un conflicto insoluble. Se filosofa slo cuando hay un pensar polmico, una lucha interrogante con la historia, esto es, con la filosofa. Filosofar es preocuparse de la tradicin de un modo esencial, es decir, siendo todava ms inicial y originaria que ella: slo as es posible ir ms all de la tradicin, slo as es posible filosofar histricamente. Enseguida aclararemos cmo es posible esto. De momento, todo esto queda dicho por la posible objecin de que ocuparse de la historia de la filosofa sea un modo de evadirse de la tarea de filosofar. Con todo, tal vez nuestra afirmacin de que la historia de la filosofa es la filosofa puede resultar algo desconcertante. Pero hay que tener en cuenta que no se trata de una definicin. Puede concederse fcilmente que la

Contraposicin aparente entre filosofar y la filosofa como tal. Referencias a Kant y Hegel. Diferencia entre la historiografa (erudicin externa) y la historia de la filosofa (la filosofa misma). Verdadero sentido de la antinomia filosofa / filosofar: el pensar polmico.

historia es una cosa y la filosofa otra, cuando se piensa la historia en el sentido de la historiografa y no de manera esencial. En efecto, hay una historiografa de la religin, del arte, y, tambin, por qu no, de la filosofa. Tambin se habla de la historiografa de determinados pueblos o culturas y, finalmente, hasta de una historiografa universal. Se comprende de suyo que, en estos casos, la investigacin y su objeto sean cosas totalmente distintas. Pero en el caso de la historia de la filosofa, ambas cosas van de la mano y no puede pensarse la una sin la otra. La razn no estriba en cierta soberbia grandilocuente, como podra pensarse, sino en un reconocimiento mucho ms simple y sencillo, a saber: que cada filosofa, a lo largo de la historia, en la medida en que es filosofa, es un ejercicio real de la misma, y no un mero ensayo o tentativa de aproximacin a la verdad o a la filosofa. En efecto, quien primero se ocup ac en Chile de la historia de la filosofa, o por lo menos segn lo que el ttulo permite inferir, fue Ventura Marn, para quien la historia de la filosofa prestara la utilidad de reconocer, por medio de ella, la debilidad de la razn. De este modo, conociendo los errores el filsofo no ser tentado a repetir especulaciones falaces 1. Este modo de justificar la historia de la filosofa es anti-filosfico. Como si las sentencias de cada pensador pudiesen caer bajo las categoras de verdadero y falso. Si as fuese, llegaramos a la conclusin de que todos los sistemas filosficos son falsos, que ninguno se ha ajustado completamente a la verdad y que, por lo tanto, nunca ha habido en realidad algo as como la filosofa. Si esta manera de reflexionar fuese consecuente consigo misma, llegara a la conclusin de que, en realidad, la filosofa o la verdad son una meta inalcanzable, un ideal que solamente se persigue pero que nunca se podr poseer completamente. Esto es aplicable a las ciencias experimentales, que persiguen objetos determinados o ciertas regiones entitativas de manera especial, pero no conviene a la naturaleza de la filosofa. Esta, por el contrario, es la filosofa cada vez que es capaz de re-plantear su pregunta fundamental. La filosofa, a diferencia de las ciencias empricas, no persigue resultados, sino que consiste slo en preguntar ms profunda o originariamente por lo mismo que siempre ha preguntado. La capacidad de lograr interrogar ms profundamente por aquello mismo que precisaremos ms adelante-, sin ser una mera y superflua repeticin, supondr una configuracin histrica diferente1

Explicitacin y sentido de la tesis: la historia de la filosofa es la filosofa misma. Referencia a Ventura Marn y la historia como prueba de la debilidad de la razn. Contraste entre la aspiracin infinita de las ciencias y el preguntar filosfico acerca de lo mismo como ejercicio real.

Una disciplina de la distancia. Cecilia Snchez. Pg, 55.

en cada caso, pero no necesariamente equivale a un progreso dialctico- o a una decadencia. La bsqueda o el inters histrico por la historia de la filosofa es necesario slo en tanto que ella todava esencia como fundamento de nuestra facticidad o nuestro presente histrico ineludible. Si se tratara de meros errores o aproximaciones, de puras opiniones doxa-, todas del mismo valor un valor, por lo mismo, nulo-, entonces sera superfluo ocuparse de estudiarla. Pero no es ese el caso y el estudio de la historia de la filosofa es, por el contrario, lo ms necesario. Pero podra ponerse atajo todava a todo esto y afirmar, soslayando todo lo que hemos dicho, que en realidad tal estudio de la tradicin histrica entorpece o de alguna manera imposibilita el pensar propio y autnomo. Esta es una objecin frecuentsima y que opera en muchos niveles del discurso. Pero no es difcil demostrar cun peregrina es esta pretensin de originalidad. En realidad, algo as como el pensamiento propio cuando se la pone como principio y no como anhelo- es la ilusin de la reflexin no crtica clsica del individuo pretencioso. Ni siquiera los ms grandes genios ya sea en el arte o en la filosofa- empezaron sencillamente de la nada, y an el primer filsofo, Tales, tena a su haber ya una cierta mitologa o materia por tratar. No en vano Giannini dice2 a propsito que partir desde la nada en el plano de las suposiciones o en el plano que sea- es lo mismo que no partir en lo absoluto. La sociologa nos ensea que la sociedad es anterior al individuo el individuo genuino, a decir verdad, es algo mucho ms rico y, por lo tanto, difcil de lograr-: el individuo no se inventa, al momento de nacer, su propia lengua que ya implica muchas categoras y ritmos del pensar-, ni, en general, no escoge ni crea nada. Dnde est, pues, su pensamiento propio y original? El individuo cree tener un pensamiento propio, pero solamente lo cree, y tal creencia es una ingenuidad. En realidad, lo que sucede es que repite irreflexivamente la tradicin, o bien, para decirlo de una manera que esperemos clarifique muchas cosas: justamente por no ocuparse de la historia y la tradicin filosfica, es incapaz de liberarse de ella y es slo una consecuencia de la misma. La originalidad, en caso de existir, la logra slo aquel que es capaz de sondear a fondo la historia de la cual l mismo proviene. Slo as es capaz de acercarse un poco a s mismo. Por todo esto, pretender un pensamiento propio2

La filosofa como fundamento esencial de la facticidad Necesidad de su estudio.

La objecin del pensamiento propio: una ilusin. Referencia a Giannini y el partir desde la nada. La anterioridad de la sociedad al individuo. El pensamiento propio como creencia ingenua irreflexiva repeticin inconsciente de la tradicin.

El mito de la autenticidad.

en este plano resulta algo sumamente vanidoso. Como si la verdad pudiese ser, en algn sentido, ma. Todos hablan de querer mostrar o exhibir sus verdades, y con esto no hacen sino afirmar su propia subjetividad o lo que creen es su subjetividad-, pero se despreocupan de la verdad, que si bien no puede ser objetiva ni dada, no por eso es una mera creacin subjetiva. Pero este es un absurdo; en realidad, uno siempre es subjetivo: no hay necesidad de vanagloriarse por pensar como slo yo puedo pensar respecto a alguna cosa cuando, en realidad, la perspectiva que uno tome no tendr ms remedio que ser la ma. Todo es, inevitablemente, interpretacin. Pero la verdadera interpretacin a diferencia de la mera opinin- es mirada que ve lo que es. Esto de la subjetividad no es censurable, pero de ella se desprende, como hemos visto, un gran malentendido. En realidad, un sistema filosfico no es jams algo objetivo, en el sentido en que se da a esa palabra hoy, como si fuera algo dado e inmutable que oprime la reflexin personal. Cierto es que Hegel, por ejemplo, habla del pensamiento objetivo, es decir, de la Idea, pero esto slo quiere decir que se trata del pensamiento de la cosa misma que, dicho sea de paso, es lo menos positivo y objetivo que puede existir-, no de algo que no pudiera ser expresado de otra forma. Kierkegaard, el campen del pensamiento subjetivo, que escribi todo un libro contra el sistema a fin de mostrar la dificultad que hay en llegar-a-ser-subjetivo, sera muy mal interpretado si se lo utilizara como un defensor de la vanidad irreflexiva del individuo en su inmediatez. Llegar-a-ser-subjetivo es lo ms difcil de lograr, porque significa llegar a ser autnticamente uno mismo. Quizs podra parecer que contradice lo que recin dijimos, a saber, que era innecesario ostentar la propia subjetividad del parecer cuando ste no tena ms remedio que ser, efectivamente, nuestro parecer. Pero hay una diferencia: ser autnticamente uno mismo, ocuparse de lo que uno, en apariencia, ya es, es lo ms importante, y es diferente del mero ser -sin ms- lo que se es. Pero si uno fuera real y autnticamente uno mismo, entonces, habra una diferencia infinita respecto de la manera de ser, y nuestros pareceres no seran meros pareceres, sino el parecer3 de la propia existencia en s misma.

La verdad no es propiedad de nadie: no es una creacin subjetiva. Imposibilidad de renunciar a la interpretacin. Diferencia entre opinin e interpretacin. Los sistemas filosficos no son objetivos, sino expresin de la cosa misma. Referencia a Hegel y el pensamiento objetivo. Referencia a Kierkegaard y el llegar-aser-subjetivo como determinacin existencial de la subjetividad. Contraste entre la subjetividad autntica, que es un devenir existencial, y la inmediata conviccin en el parecer propio ingenuo.

3

En el sentido de aparecer.

Otra objecin, directamente enlazada con la anterior y todava ms ilusoria que sta, es la de la supuesta negacin del pensar que existira por parte de la tradicin de la filosofa occidental sobre nuestra condicin latinoamericana. Esta objecin enseguida da muestra de lo que es en tanto que desde ya tiende a considerar la tradicin filosfica desde un regionalismo -en vez de ver en ella la libre actividad del pensar humano-. En efecto, segn esta manera de ver, la tradicin filosfica sera la tradicin europea, no nuestra tradicin. Es innegable que la filosofa est ntimamente enlazada con las condiciones histricas en la cual surge, pero tal intimidad es posible slo en tanto se comprende que la historia es la historia de la esencia misma del hombre. En ese sentido, si bien hay que conceder que el pensar no es independiente de su facticidad histrica, por otro lado hay que decir igualmente que tampoco es una mera consecuencia de sta. Lo que se mueve en lo histrico es la esencia del ser humano mismo, pues slo la libertad que supone la apertura al sentido de las cosas abre el espacio de juego de la decisin que escapa a la mera necesidad natural. Lo histrico es un acontecimiento fenomenolgico, pues en l se revela o aparece el ser, el fenmeno como fenmeno, y no la cadena causal del orden de los fenmenos en tanto que apariencia necesaria. Convendra eliminar la nocin de causalidad e influencia cuando se trata de lo histrico. Ahora bien, respecto a este problema, exteriormente podra hacerse notar que incluso en el terreno de los hechos Europa ejerci una determinacin bastante notoria sobre Amrica, la cual sera negligente desconocer. Algo as como Chile no se entiende sin tal conquista, dependencia, independencia o como se le quiera llamar. Pero es claro que tampoco se debe slo a eso. El problema de esta objecin estriba solamente en que, en vez de criticar desde adentro la tradicin, pretende evadirla como si se tratara de algo completamente extrao. Tal evasin es un provincialismo inaceptable tratndose de algo tan libre como el pensar filosfico. En realidad, quien pretenda dedicarse a la filosofa, debera intentar dar una mirada en la medida de lo posible- a la totalidad, no slo a su pas, sino hacer un examen abierto en todo lugar en donde parezca despuntar el pensamiento. Tal sera, por cierto, la postura ms sensata: abrir las fronteras al conocimiento. Por lo dems, basta observar la misma filosofa europea para advertir que ella es una sntesis de elementos heterogneos. Los mismos griegos supieron, en

Crtica de los regionalismos filosficos. La historia como historia de la esencia misma del hombre. Inaplicabilidad de la categora de causalidad natural a lo histrico. Denuncia de la cmoda evasin de la tradicin que existe en estos reparos. Apertura de las fronteras y los lmites del pensar. La apropiacin como afirmacin de s. Ejemplos de apropiacin en la religin griega y la filosofa alemana.

su religin, asimilar lo ajeno y hacerlo suyo propio. La filosofa alemana, a su vez, nos ensea cmo existe en ella una clara apropiacin de algo otro, a saber, la filosofa griega --y qu relacin hay entre los griegos antiguos y los alemanes?-. El punto est en que esa apropiacin debe afirmarse el s mismo del presente histrico y no ser un mero atender o repetir el pasado. Slo as se tratara de una verdadera apropiacin. Ahora, respecto de la cuestin de si es posible o no la filosofa en Latinoamrica, debemos decir que se trata de un asunto totalmente carente de significado. Como si en Latinoamrica los hombres estuviesen privados de pensamiento. En realidad, dedicarse a este pseudoproblema es evadir la tarea de filosofar. En Chile, por lo dems, ya existe una tradicin filosfica: Juan Rivano, Juan de Dios Larran o Humberto Giannini, por nombrar slo a algunos, no necesitaron demostrar esto antes de resolverse, sencillamente, a filosofar. De lo anterior se desprende lo siguiente: la tradicin slo puede adquirir sentido en la medida en que ella potencialmente puede todava ser re-pensada, resignificada o re-activada, digamos, por las necesidades del pensar presente. La filosofa de tal o cual pensador no permanece ni adquiere su valor para nosotros por su general reconocimiento pblico, o por su prestigio dentro de ciertos crculos acadmicos, etc.,-, sino slo en tanto que su contacto moviliza nuestro propio pensamiento pensante. Slo en la medida en que ella tiene algo que decirnos hoy, podemos extraer un fruto de la confrontacin. El nfasis y el inters, por ello, no est en la filosofa como rea o ejercicio aislado y acadmico de la disciplina, sino en la filosofa como esfuerzo por desarrollar un preguntar que abra ciertas dimensiones no reconocidas todava, pese a que tales dimensiones son extradas de la aparente trivialidad u obviedad de la cotidianidad que hoy nos rodea. Por eso, la historia de la filosofa como propuesta de enseanza no implica una suerte de abstraccin y marginalidad de la temtica, como si ocuparse de la filosofa en s misma equivaliera a encerrarse en una torre de marfil y cerrar los ojos a la realidad circundante. Esta realidad circundante, la realidad que nos pone a prueba y exige de nosotros determinados posicionamientos, sera una cscara vaca si no fuese vivificada y colmada de sentido, ante todo, por una mirada que interprete y reconozca los fundamentos ms ntimos de las cosas.

Improcedencia de la pregunta acerca de la posibilidad o imposibilidad de la filosofa en Latinoamrica. Filosofa en Chile.

La tradicin adquiere sentido desde las necesidades ntimas del presente. Su valor depende de cunto es capaz de movilizar en nosotros, el pensamiento pensante. El nfasis de esta propuesta no es, por lo mismo, acadmico, sino que se orienta desde la realidad cotidiana o circundante; es sta realidad circundante, justamente, la que se pretende iluminar a travs de la filosofa y su historia.

Ahora bien, esto ltimo, es decir, el hacer en cierto modo depender el inters de las necesidades del presente no contradice en modo alguno nuestro fin de ocuparnos de la filosofa en cuanto tal, de su historia. Lo que sucede es que existe una malinterpretacin de lo que es el pensamiento filosfico: este malentendido suele ver en l algo meramente pensado, puramente para s, sin contacto alguno con lo real. Esto no deja de ser curioso, cuando en general hay que ver que la filosofa es, de un modo eminente, aquella que pregunta qu es lo real -siendo, quiz, la nica que hace esa pregunta abiertamente (asumiendo la penosa responsabilidad que conlleva). Es, en efecto, un reproche comn aquel que se le hace a la filosofa de consistir slo en una abstraccin gloriosa que no aprovecha a nadie, como si se tratara de un lujo de la razn, por lo dems, superfluo. Y es que, por cierto, al representrsela como mero pensamiento, por remitirla nicamente a la reflexin subjetiva, se le hace la crtica de presuntamente permanecer slo en el preguntar y en la indecisin de todo decidir, o bien, lo que es lo mismo, se la condena por su aparente falta de aplicacin y efecto adems de su disociacin, en tanto que teora, de la prctica (que, por lo general, es entendida polticamente y por cuyo medio se acusa a la filosofa de reaccionaria)-. A todo esto hay que oponer lo siguiente: que la filosofa es el nico pensar real, y que lo es precisamente porque es el pensar de lo real. Esto no quiere decir que la filosofa sea algo objetivo, como hemos visto anteriormente, sino que ella es, en realidad, la reflexin de la cosa en s misma -del ser-, que es lo esencial. Digmoslo de una vez -puesto que ya se adivina-, sin ms rodeos: la filosofa es el pensar del ser. Con todo, se debe advertir que hay que tomar esto ms como hilo conductor de la experiencia que como una respuesta anticipada o una frmula a la cual deba echarse mano cada vez que se pregunte: Qu es filosofa? Pero, entonces, a qu se apunta de momento con esta afirmacin de que la filosofa es el pensar del ser? Principalmente, al hecho de que ella tiene un asunto propio 4, es decir, que ella es un pensar que piensa, un pensar pensante, no una telaraa mental. La filosofa, entendida de este modo originario, no acadmico, ni poltico, sino slo en s misma, tal y como es, ya es, por s, un ir ms all de la mera representacin y formalidad o abstraccin del pensamiento. Por eso Hegel ha dicho que filosofar es aquel4

No hay contradiccin entre la bsqueda de la filosofa por s misma y su relacin con las necesidades de la realidad circundante presente. El reparo que considera a la filosofa como mero pensamiento, como reflexin subjetiva sin aplicacin y efecto. La filosofa es el nico pensar real. La filosofa es el pensar del ser, en el sentido de pensamiento pensante. Referencia a Hegel. El pensamiento que piensa es el pensar que concibe.

No el sentido de propiedad excluyente; ms bien lo contrario: un asunto que se deja apropiar, que apropia y es apropiado.

pensar que concibe, y concebir qu otra cosa es sino captar, capturar algo, o bien, en sntesis, dar a luz? (cum-capio (= agarrar)). Ahora bien, para dar a luz un pensamiento, es necesario que ste, en s mismo, en su repliegue, sea capaz de un acoger lo Otro, esto es, el ser. Un concepto, si es un concepto filosfico, no es una representacin general bajo la cual se subsuman ciertas especificidades, es decir, no es muerte, sino que es vida, experiencia de lo otro como s mismo. Si esto logra comprenderse, entonces nos ser menos arduo salir de ciertos reparos que, aunque aparentemente procuran darnos o mostrarnos lo ms importante y vital las preocupaciones sociales y polticas, la realidad-, escamotean la esencia misma de la filosofa y abandonan todo a una prctica que ilusoriamente se tiene por reflexiva, pero que, en realidad, obedece siempre a intereses condicionados. En efecto, de acuerdo a lo anterior, es evidente que la filosofa, en s, corresponde al sentido de la llamada realidad circundante, puesto que el espritu de sta es justamente lo que el verdadero ejercicio filosfico crtico-histrico capta. Ahora bien, captar o dar a luz un concepto ya es, de por s -esto es, por ser un filosofar originario que no se conforma con reproducir lo pensado, una transformacin de la mirada, y en cuando esta mirada es posible slo por medio del preguntar filosfico, el concepto abre, con la perspectiva de su interrogante, una nueva regin en la misma realidad. En virtud de ello, a mi modo de ver, no debe subordinarse expresamente el estudio de la filosofa a la accin poltica, por dar un ejemplo, y no slo porque la filosofa sea, en cierto sentido, un pensar libre y sin ligaduras, sino porque la accin y la prctica, cuando estn disociadas e incluso vueltas contra la teora, avanzan siempre por supuestos incuestionables y no explicitados en s mismos. Esto que afirmo no significa que la poltica no pueda ser abordada desde la filosofa, que sea una cosa extraa totalmente a ella: esto sera caer en el extremo opuesto y pecar de la misma falta de sentido, como si la filosofa fuese, justamente, mero pensamiento. Si la filosofa no es mero pensamiento y telaraas mentales, entonces ella s se ocupa de la poltica, de lo comn, pero la diferencia es que no lo hace subordinado a ella, sino que va delante, iluminando su paso. Por eso, nosotros podramos responder de la misma manera que Anaxgoras, quien, ante la pregunta de alguien de si ya no le quedaba cuidado por los asuntos de la patria respondi, sealando el cielo, yo venero en extremo la patria. En ese sentido, hablar de poltica en una sala de clases no puede ser al mismo tiempo

Etimologa y sentido de concebir como captar y dar a luz. El concepto es vida, experiencia de lo Otro como s mismo.

La filosofa capta el espritu de la realidad circundante. La filosofa no debe subordinarse a otros intereses: la accin poltica, etc. En qu sentido la filosofa considera y se ocupa de la poltica. Referencia a Anaxgoras.

una arenga poltica, no puede significar una declaracin de partido y una bsqueda de proslitos. La esencia de la poltica, que est en juego en nuestro presente histrico, tal esencia, no es al mismo tiempo algo poltico, sino algo mucho ms profundo cuyo sentido y tarea la filosofa debe develar a los alumnos. Por qu el hombre es esencialmente poltico, en qu sentido lo es hoy y de qu manera puede seguir sindolo conforme a su ms profundo s mismo, que es su futuro y lo que, desde ya, lo llama, tales son los problemas que la filosofa debe abordar. Todo esto no quiere decir que el profesor no pueda ser comprometido con ciertas posturas, que manifieste abierta y sinceramente su manera de pensar y que, asimismo, exponga debidamente ciertas problemticas polmicas, pero debe hacerlo de tal manera que no suprima ni impida que sea la propia reflexin de los alumnos la que, en ltima instancia, decida. Conforme a todo lo anterior, decimos pues, finalmente, para concluir esta fundamentacin, que el inters de nuestra propuesta se articula con el fin de poner verdaderamente en contacto a los alumnos con la filosofa, con el filosofar, que esto no se pierda de vista en la sala de clases bajo la aparente indeterminacin que implica ensear y aprender filosofa. Ahora, en la metodologa, veremos concretamente cmo pretendo lograr esto. Metodologa. Ante todo, hay que considerar que lo que aqu consignaremos como metodologa slo es un marco general para mis propias clases, las cuales, obviamente, en su detalle, pueden echar mano entre s a distintas alternativas que me encargar de precisar a su debido tiempo (en las planificaciones). Pues bien, la metodologa que voy a seguir, en estas clases, consta de tres ejes principales en lo concierne propiamente a la enseanza: el dilogo, la exposicin y la lectura de textos filosficos. El dilogo. El dilogo lo entiendo, de un modo bastante amplio, como la conversacin alumno / profesor o intervencin con sentido por parte de los alumnos a lo largo de la clase; cuando sea pertinente trabajos en grupo, etc.,-, como es lgico, el dilogo debe ser entre los mismos alumnos. Ahora bien, el dilogo, segn mi manera de ver, puede y es deseable que acontezca durante toda la clase, pero en principio, ser utilizado como introductor o

Las problemticas polticas o controvertidas deben ser tratadas, pero sin atropellar la reflexin autnoma de los alumnos.

Metodologa general; divisin fundamental: dilogo, exposicin y lectura de textos filosficos.

El dilogo como conversacin debe acontecer, si es posible, durante toda la clase, si bien, en principio, tiene la funcin de abrelatas por medio de una pregunta abierta.

abrelatas de la problemtica. En ese sentido concreto, el esquema del dilogo, con el que se abre la clase, se estructura as: el profesor lanza una pregunta abierta a los alumnos de manera bastante simple a fin de que estos reflexionen y expongan en cierto modo las representaciones inmediatas que respecto de tal interrogante se tengan. La idea es que varios alumnos expongan su punto de vista. El profesor las recoge y, a partir de ellas, o bien, criticndolas positivamente-, direcciona la conversacin hacia el tema de la exposicin. ste es el primer sentido. Ahora bien, durante la exposicin, el dilogo toma la forma de intervenciones o preguntas por parte de los alumnos. Si esto no acontece, el mismo profesor las har de vez en cuando a los alumnos a fin de cerciorarse hasta qu punto estn comprometidos con la problemtica. Ms flexible en cuanto a la forma es el dilogo durante la lectura de los textos filosficos. En esta instancia, se interroga y conversa constantemente respecto del sentido de determinados trminos y conceptos. Yo pienso que el dilogo es fundamental en filosofa, ya que el habla moviliza el pensar de un modo esencial. Si no hablamos, si no conversamos, no podemos saber si existe o no vinculacin con el otro. El habla entendida no slo como expresin oral, sino en toda su dimensin (somtica, etc.)- es aquello que distingue a los seres humanos, aquello que les permite justamente abrirse al sentido de las cosas: es, para decirlo en una palabra, el fundamento de nuestra existencia como seres humanos. De ah su importancia en filosofa. En el Alcibades I de Platn podemos ver incluso que el alma esto es, la esencia del hombre-, ya es, en s misma, un dilogo. La filosofa misma es definida de este modo: la filosofa es un dilogo del alma consigo misma en torno al ser. Sin embargo, en ese mismo dilogo platnico, podemos ver que el dilogo genuino no es sino aquel que involucra, por decirlo as, dos almas, dos s-mismos. El ojo no puede verse a s mismo si no es a travs del reflejo de otro ojo. Slo all hay reconocimiento. En Hegel, igualmente, como consta en La Fenomenologa del Espritu, esto es lo que caracteriza a la autoconciencia por sobre el mero entendimiento, a saber: que la conciencia slo puede reconocerse a s misma en otra conciencia. Pero lo que est en la base del dilogo son las palabras. Por todo esto, es indudable que una clase de filosofa que pretenda poner en contacto a los alumnos con la experiencia misma del filosofar, no puede prescindir del dilogo. Ahora bien, en este caso de las clases, se trata, como es natural, de un

Durante la exposicin, toma la forma de intervenciones y preguntas; durante la lectura, es a la manera de comentario y conversacin abierta.

La necesidad del dilogo en filosofa. El habla y su relacin con la esencia del hombre. Referencia al Alcibades I de Platn. El argumento del ojo. El dilogo implica, necesariamente, dos almas. Referencia a la Fenomenologa del espritu de Hegel, seccin Autoconciencia. La autoconciencia slo es tal por medio del reconocimiento de s misma en otra autoconciencia. La intencionalidad del dilogo en la sala de clases.

dilogo intencionado, de un dilogo que va a la caza de algo, y no de un mero hablar por hablar. De ah que anteriormente yo especificara qu tipo de dilogo quiero proponer en clases. No es mi intencin que sta se pierda en divagaciones ajenas o que se acalore en disputas y debates sin sentido. El dilogo persigue comunicar al otro lo que uno tiene, hacerlo partcipe de un mismo asunto. Este asunto es la filosofa y para esto es necesario el dilogo. La exposicin. La exposicin es la parte central de la clase, la que sirve de mediacin, digamos, entre la reflexin y dilogo primeros en torno a las representaciones inmediatas concernientes a la problemtica y el estudio de los textos. La exposicin est a cargo del profesor, y, fundamentalmente, consiste en referir detallada y conceptualmente, de manera clara, la problemtica filosfica a tratar. Con todo, el esquema no es ascendente, como si lo menos importante fuese la reflexin de los alumnos, el puente -la exposicin-, lo intermedio, y la meta los escritos filosficos. Es esperable que la trayectoria sea de ida y vuelta, que, una vez iniciada la marcha, los textos mismos lleven a reflexin y de aqu a la realidad. Ahora bien, qu sentido tiene la exposicin en la clase de filosofa? Principalmente, segn lo que yo mismo me propongo, la exposicin tiene como fin poner a la luz un problema, esto es, el problema de la filosofa. Exponer, por lo tanto, no es dar cuenta de una doctrina filosfica, sino, por el contrario, abrir la mirada a una pregunta que, tal vez, no sera tan fcil de descubrir sin la mediacin de otro -el profesor- que marque un poco el paso. La exposicin, entendida de esta manera, es necesaria, porque la lectura de textos y la reflexin inmediata, por s solas, no siempre son capaces de poner en contacto a los estudiantes con la experiencia de la cosa. Quisiera recordar aqu, aunque parezca meramente anecdtico, las palabras del profesor de filosofa contempornea Jorge Acevedo, quien aseguraba que la filosofa se transmite por contagio, esto es, por mediacin de ciertas personas que son cercanas a la problemtica y comparten un entusiasmo intelectual muy vivo por sta. Esto no est muy lejos de aquella afirmacin de Kierkegaard de que todo cristiano ha tenido siempre consigo su mesas terrenal. La erudicin historiogrfica en torno a la filosofa normalmente surge a falta de esta mediacin. Y lo mismo puede decirse de la reflexin ingenua subjetiva. En realidad, la figura del maestro es necesaria como una gua, como una seal en el camino. Sin esta seal, lo ms probable es que nosDurante la exposicin, toma la forma de intervenciones y preguntas; durante la La exposicin. El rol del lectura, es a la manera de profesor como comentario y conversacin mediador. abierta. Horizontalidad de los elementos de la metodologa. La exposicin como poner a la luz un problema o pregunta ms que la transmisin de respuestas o resultados. La filosofa y el contacto contagioso desde Acevedo. Referencia a Kierkegaard y el mesas terrenal. El maestro como gua o seal. La exposicin. El rol del profesor como mediador. Horizontalidad de los elementos de la metodologa. La exposicin como poner a la luz un problema o pregunta ms que la transmisin de respuestas o resultados. La filosofa y el contacto contagioso desde Acevedo. Referencia a Kierkegaard y el mesas terrenal. El maestro como gua o seal.

perdamos mucho tiempo antes de encontrar nuevamente la senda. Ahora bien, el maestro no pretende ahorrarnos ciertos baches, ciertos extravos, como ponindonos a resguardo del error; mas bien lo que sucede es que l nos lleva ms directamente a los rodeos y extravos esenciales de la filosofa, al peligro de pensar. Su tarea es, pues, de suma importancia, ya que con l comenzamos justamente a complicarnos. La lectura de textos filosficos. La lectura de textos filosficos tiene como fin, principalmente, poner a los estudiantes en contacto con los pensadores de la historia de la filosofa de un modo directo. Normalmente vemos que la filosofa se ensea a partir de manuales o textos de segunda mano, recopilaciones, comentarios y sabe Dios qu ms. Esto, a mi modo de ver, es muy perjudicial: hay una gran diferencia entre leer el comentario de Platn de un autor del siglo XXI que, rara vez, es, l mismo, un pensador- y leer a Platn mismo. No es mi intencin ser despreciativo, ni nada por el estilo, pero creo que, si no siempre podemos leer al autor en su idioma original, por lo menos podamos hacernos con una traduccin directa de las obras y cotejar con el original, ya que el habla misma de un pensador es muy difcil de reproducir en comentarios y recensiones. Todo esto no un academicismo ni ninguna pretensin, al contrario: es tener esperanza en que los alumnos pueden beber de las mismas fuentes y sacar en provecho verdadero de ello. Ahora bien, mi intencin, en sentido muy concreto, es que podamos revisar, con cierta detencin, secciones de determinados textos en la misma clase e ir comentando qu es lo que se entiende y qu no. No pretendo mandar lecturas para la casa para comprobar luego si leyeron. Se trata ms bien de hacer el ejercicio de una lectura filosfica en conjunto. Ahora bien, es indudable que, para introducirse en la filosofa, es necesario leer y comprender. Si no se lee filosofa cmo se espera ingresar en ella? Cada pensador, cada obra, es un mundo. Por eso, si el profesor no es lo suficientemente arrogante como para creer que con l solo basta para que los alumnos se hagan una idea clara de la filosofa, entonces hay que hacerlos leer las obras de los pensadores, aunque sea parcialmente. Prefiero que lo alumnos lean un prrafo de Kant, o un aforismo de Herclito, a todo un tratado sobre ellos. No creo, pues, que haya que justificar esto en demasa. Con todo, frente a la pregunta de a quin y qu se lee? hay que decir algunas cosas: en primer lugar, que las lecturas surgen desde la

La lectura de los textos filosficos. Diferencia e importancia de conocer los escritos originales de los pensadores. Confianza en la capacidad de los estudiantes. Ejercicio de lectura en conjunto en la misma sala de clases.

La importancia de la lectura. Intencionalidad y criterio de seleccin de los textos.

necesidad de la misma problemtica, y no de acuerdo a un plan histrico-cronolgico; por lo mismo, el qu se lee est orientado desde la pregunta conductora por ejemplo, qu es el ser?-. En segundo lugar, no se trata de leer a tal autor porque es reconocido, importante, etc.; se lo lee porque nos ayuda ms a comprendernos a nosotros mismos filosficamente en cierto extremo de la problemtica en que estemos metidos. En ese sentido, el quin se corresponde ntimamente con el qu. Ahora bien, desde luego que en esta seleccin existe una intencionalidad del profesor. La idea es que esta sea consciente, y, asimismo, no arbitraria, sino lo ms amplia posible. Las lecturas no deben estrechar ni constreir la mirada comprensiva de los estudiantes, sino elevarla lo suficientemente alto como para que, desde tal cima, abarque una serie de interrogantes que de otro modo seran invisibles. Evaluacin. La evaluacin implica o refleja el inters que el profesor tiene en el estudiante desde el punto de vista pedaggico, es decir, en su aprendizaje. No es una manera de jerarquizar o discriminar. Por eso, evaluar y dar con los criterios es una responsabilidad enorme si se mira con profundidad. Ella, en ese sentido, no es un premio o un castigo para cada estudiante al finalizar o acabar de pasar una materia. Ms bien es una herramienta, un termmetro pedaggico, que permite averiguar qu es lo que falta, qu camino hay que seguir en la enseanza. Toda evaluacin, aunque formalmente se hagan distinciones, tiene, en su generalidad, algo de diagnstico. Si el buen mdico, que cuida el cuerpo, es el que hace un buen diagnstico, el buen profesor, que cuida el alma tambin el profesor de educacin fsica cuida el alma, si se mira bien-, deber hacer otro tanto. Yo s que, habitualmente, se entiende que la prueba de diagnstico es la que se hace antes de. Pero pienso que el antes de y el despus de no son tan importantes como el durante, pues all es donde hay que tomar decisiones, y eso tambin es una suerte de diagnstico, de saber en qu est y cmo va el aprendizaje del estudiante. Ahora bien, como se ve, esta propuesta, de momento, aborda el asunto slo desde la generalidad. Difcilmente puede darse aqu, al principio, un detalle de los procedimientos evaluativos. Sin embargo, a pesar de ello, creo que es posible establecer, de momento, ciertas directrices, sobre las cuales posteriormente podrn circular los detalles de la evaluacin:

Evaluacin como inters pedaggico en el aprendizaje del estudiante. No es una manera de discriminar. La evaluacin como termmetro y diagnstico o constante.

Tipos de evaluaciones: prueba o control escrito, participacin en clases, y el ensayo filosfico.

Yo quisiera articular la evaluacin desde tres ejes principales. La prueba o control escrito, una evaluacin por participacin en clases, y, en tercer lugar, un ensayo filosfico. No es que hayan necesariamente, en conformidad, tres notas: el nmero de evaluaciones puede variar y extenderse cuanto sea necesario. Se trata ms bien, de los distintos aspectos que tales evaluaciones observan. En primer lugar, la prueba escrita se refiere, principalmente, a lo que en la metodologa corresponde, a la exposicin, sumndose a ello, adems, obviamente, y lo que es ms importante, el propio pensamiento del estudiante. Una prueba, a mi entender, supone ya el manejo de ciertos conceptos por parte del alumno. La idea es que las preguntas que establezca el control lo haga moverse libremente entre ellos y llegar, con coherencia argumentativa, a una conclusin al respecto. En segundo lugar, tenemos la evaluacin por participacin en clases. Esta evaluacin se construye a lo largo de todo el proceso segn las intervenciones, comentarios, preguntas que los estudiantes hagan. En ese sentido, es una nota promediada. Ella corresponde, pues, como se ve, a lo que en la metodologa denominbamos dilogo. En tercer y ltimo lugar, tenemos el ensayo filosfico. Aqu es donde entra en juego todo, pero fundamentalmente tambin, la bibliografa y los escritos consultados, es decir, los textos filosficos. No se trata de que se haga un comentario en torno a un texto, se comprende, pero la problemtica abordada debe estar debidamente fundamentada, y para ello se exigir que se consignen ciertas referencias. Este trabajo tendr un seguimiento prolongado con varias entregas, a fin de estar bien cerca del pensamiento de los alumnos, de su desarrollo. Adems, puede existir una evaluacin adicional consistente en una exposicin oral por parte de los estudiantes cuando ellos los soliciten o lo necesiten.

Correspondencia entre la metodologa y las distintas evaluaciones contempladas.

Colegio Dagoberto Godoy. Filosofa, cuarto medio, introduccin. Palabras preliminares. Como se ve, lo que me corresponde, en este caso, es ocuparme de la introduccin a la filosofa. Ahora bien, yo me pregunto si acaso no est aconteciendo siempre algo as como una introduccin a la filosofa cuando se est en torno a su problemtica esencial, si acaso tal clase no es, justamente, la ms decisiva de todas. En efecto, aqu est en juego el cambio en la perspectiva de la mirada, la presentacin del asunto de la filosofa. Tal es, por cierto, la tarea: poner a los alumnos frente la experiencia ntima que motiva el pensar filosfico, lo obvio que ella problematiza o revela a la mirada fenomenolgica: cmo es que las cosas llegan a ser lo que son, su venir a la presencia o esta presencia misma, que constituye su naturaleza. Yo pienso que si no se logra indicar aqu aquello de lo que se trata, si no se logra mostrar esto como lo ms digno de ser interrogado, entonces, me parece, toda la actividad filosfica pierde sentido. De acuerdo con lo siguiente, la planificacin de la clase podra articularse ms o menos como sigue:

Planificacin, Mes de Abril. Introduccin. Unidad 15 horas pedaggicas.

CMO: Distincin entre preguntas empricas y filosficas. Las preguntas filosficas como preguntas frente a cada una de las cuales se han articulado rangos abiertos pero acotados de respuestas inteligibles y racionalmente defendibles que, en ocasiones, llegan a contradecirse sin perder por ello el respeto mutuo. La filosofa como una pluralidad abierta pero acotada de visiones globales del mundo y del conocimiento que dan sentido a la vida humana tanto internamente como en dilogo unas con otras. AE: Valoran la precisin del lenguaje en la argumentacin filosfica 5. Distinguen las preguntas empricas de las formales y las filosficas6. Comprenden el dilogo filosfico como un intercambio de opiniones, respaldadas por argumentos racionales acerca de, por lo menos, la naturaleza ltima del mundo y del

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Anlisis de los trminos griegos del fragmento de Anaximandro, el poema de Parmnides y los fragmentos de Herclito. 6 Especialmente, en el comentario al texto de Nietzsche sobre Tales, que toca ese problema y que debe ser considerado.

conocimiento7. Conoce un vocabulario bsico de trminos filosficos (por ejemplo, experiencia y razn; realidad y apariencia; ser y devenir8). Conocen y comprenden el pensamiento filosfico de algunos autores, su coherencia interna y sus relaciones argumentativas mutuas. Reconocen que frente a una pregunta filosfica existe un rango abierto pero acotado de respuestas que son por igual inteligibles y racionalmente defendibles. Reconocen el valor que tiene la variedad de posiciones frente a los asuntos filosficos para el desarrollo del pensamiento. Intencionalidad: Se busca despertar en los estudiantes la inquietud por la interrogante clave de la historia de la filosofa como una experiencia del asombro, a fin de introducirlos propiamente al asunto de la filosofa -esto es, la pregunta en torno al ser-, de un modo genuino y radical (genuino, es decir, de manera propia, acorde a la pregunta misma, sin mistificaciones; radical, es decir, buscando la raz del problema); todo esto, asimismo, con el fin de que ellos puedan comprender de mejor manera tanto a s mismos como a la realidad en cuanto tal, pues si bien es cierto que poseen una experiencia del mundo y de las cosas, la realidad o el sentido ontolgico de las mismas, no es una dimensin inmediata y comprensible de suyo para ellos. Al mismo tiempo se busca mostrar que este cuestionamiento por el ser, este asombro, es el hilo conductor de toda9 la historia de la filosofa; en ese sentido, se espera que los estudiantes, a travs del estudio de los pensadores iniciales, ingresen, tengan contacto con la tradicin y lleguen a desarrollar la crtica de esta historia. Por otro lado, esta introduccin sirve de base para la unidad siguiente, que versa sobre la pregunta metafsica en Platn y Aristteles, as como tambin de contrapeso al enfoque epistemolgico que le sigue.

El contenido didctico es la pregunta filosfica en torno al ser. Este contenido, bien mirado, no es meramente disciplinar, como si fuera algo aparte que slo le importara a los cultores de semejante disciplina. El hombre en cuanto tal no slo los filsofostiene una relacin con el ser. Es ms, su esencia se articula histricamente en cada caso en virtud de dicha relacin. Natural o inmediatamente, sin embargo, no solemos percatarnos de esta relacin, justamente por lo cercana y fundamental que es. Por tal motivo, es necesaria la filosofa. Esto se corresponde, me parece, con los contenidos

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El estudio especial de los pensadores iniciales (Tales, Anaximandro, Anaxmenes, Pitgoras, Parmnides ste, especialmente, en lo que concierne a la racionalidad de la argumentacin filosfica- y Herclito) bajo la mirada general de una misma problemtica (el problema del ser), cumplira esta funcin. 8 No slo conocen cierto vocabulario, sino que asisten a la gnesis histrica de estos conceptos. 9 Esta afirmacin no es dogmtica ni parcial. No existen tipos de filosofa. Existen filosofas. Juntas, constituyen la historia de la misma. La historia, pese a las diferencias, presupone una continuidad. Hay algo que las hace ser filosofa. Aqu intentaremos mostrar que ese hilo es la pregunta por el ser. Es un hilo bastante flexible, quizs ms flexible de lo que pudiera parecer de buenas a primeras. Respecto a lo que es una interpretacin, creo haber expresado mi pensamiento en la fundamentacin de la propuesta.

obligatorios, pues tal es el fin de una introduccin a la filosofa: intentar que los alumnos se acerquen a la regin que ella problematiza. Los estudiantes tienen que aprender esto porque esta problemtica es esencial en un sentido profundamente humano: principalmente, porque con ella se comienza a pensar. Habl sobre el sentido del pensar, del pensar pensante, conceptual o especulativo, en la fundamentacin. Slo quiero aadir aqu que el pensamiento del ser, que es la filosofa, se presenta en el inicio de la reflexin griega por primera vez de manera clara como pregunta por el principio ontolgico arj-, que esta reflexin no es en modo alguno algo fortuito, sino el primer despertar de la conciencia como cuidado de s -epimeleia heaut10-, y por tanto, de la filosofa en general.

Planificacin especfica de la primera clase: 3 horas pedaggicas. Fecha: 05 de Abril de 2012. - Preguntas de acercamiento al dilogo. La pregunta que abrir la clase retomar en cierto modo lo que ya vena dicindose previamente en la clase del profesor gua acerca de la pregunta radical y la pregunta por el sentido. Esta vez, para orientar nuevamente la temtica, comenzar refiriendo una ancdota acerca de Scrates y cierto Sofista: Y la otra historia nos la cuenta un famoso erudito griego de la poca de Scrates. Se sola llamar a esta gente sofistas, porque parecan ser filsofos, pero no lo eran. Un tal sofista regresaba a Atenas, un da, tras dar exitosamente una serie de discursos en el Asia Menor, encontrado all en la calle a Scrates. Y, -as interpelo ste a Scrates-, an andas dndote vueltas por las calles hablando siempre lo mismo? Por cierto, -respondi Scrates, so es lo que yo hago; t, al contrario, siempre con tus constantes novedades, no eres, de ninguna forma, capaz de decir lo mismo sobre lo mismo (Heidegger, Europa y la filosofa alemana). La pregunta, entonces, sera ms o menos sta: A qu se refera Scrates con aquello de lo mismo? Y qu ser decir lo mismo de lo mismo? Cuando yo digo, que este lpiz es un lpiz. Qu estoy diciendo? Otro ejemplo, t eres diferente a tu compaero Crees que hay algo que en algn sentido sean lo mismo? Se puede ser lo mismo y diferente? Por qu? Otro ejemplo, una semilla y la planta de una flor Son lo mismo o diferente?

Lo extraordinario en lo ordinario. Referencia a Herclito y la esencia del daimon. Referencia a la Matrix. El ser es lo mismo. Todo ente es el ser.10

Cfr, La hermenutica del sujeto en Foucault.

Explicitacin: Lo mismo, la mismidad, es el ser. Todo lo que es, es por participacin del ser. El ser es la mismidad ms general. Ahora bien, esto, que las cosas, ordinarias, sean, esto, es lo extraordinario. La referencia a Herclito es la siguiente. Cito a Heidegger: Se cuenta un dicho que supuestamente le dijo Herclito11 a unos forasteros que queran ir a verlo. Cuando ya estaban llegando a su casa, lo vieron calentndose junto a un horno. Se detuvieron sorprendidos, sobre todo porque l, al verles dudar, les anim a entrar invitndoles con las siguientes palabras: Tambin aqu estn presentes los dioses12 La referencia a la Matrix es una recreacin moderna de esto mismo. Neo va a preguntar a la pitonisa si l es el elegido y sta, se encuentra en la cocina, preparando unas galletas. Quisiera aprovechar este motivo como un gancho ms atractivo para los estudiantes que, seguramente, han visto esa escena. Alto reflexivo. Preguntas: Qu es aquello que sigue estando presente en todas las cosas, incluso las ms triviales y cotidianas? Qu tienen en comn todas las cosas? Puede eso ser una cosa tambin? Qu quiso decir Herclito con eso de que, incluso all, en esa situacin cotidiana, estaban presente los dioses tambin? Eso comn que sigue estando presente en todo, puede ser investigado? 2.- Exposicin. Ahora bien, eso comn y mismo, lo extraordinario en lo ordinario, no slo puede ser investigado, sino que lo ha sido ya. En efecto, el primero de todos los filsofos, Tales, dio comienzo a la filosofa porque fue el primero en dedicarse a investigar aquello comn y mismo. Pero, quin era Tales? Alguien ha odo hablar de l? Referir la vida de Tales. Contar sus hallazgos en otras reas del saber, su reputacin de sabio etc., pero distinguindolo todava de la filosofa. Introducir la proposicin fundamental de Tales, el agua es el principio de todas las cosas.11 12

Dar referencia histrica de Herclito, para contextualizar. De las partes de los animales, I, 5, 645a 17. As como se cuenta qu dijo a Herclito a los extranjeros que queran visitarle, quienes se detuvieron tan pronto como vieron, al presentarse, que estaba calentndose en la chimenea: les invit, pues, a acercarse sin miedo, pues all tambin haba dioses; as tambin hay que acercarse sin vergenza a la investigacin relativa a cada uno de los animales, en tanto hay en todo algo natural y bello.

Argumento que una el relato Tales, su vida y su pensamiento. El primer filsofo: por qu Tales es el primer filsofo. Todo esto se relaciona con lo anterior porque la filosofa de Tales supone ya la pregunta por el ser. Esto es lo que refleja la interpretacin de Nietzsche, segn la cual, la proposicin fundamental de Tales de que el principio de las cosas era el agua es una manera de asumir la unidad del todo en el ser: la mismidad esencial. Las referencias a Digenes Laercio son biogrficas, para contextualizar. Aristteles, para suprimir algunas incomprensiones. Las lecciones de Hegel, por su parte, para aprehender conceptualmente aquello de la mismidad del ser: lo simple. El dilogo previo, como se ve, no es una excusa innecesaria. Aqu se sigue hablando de lo mismo, pero ya haciendo el camino de la historia de la filosofa, que es mi propuesta pedaggica.

3.- Lectura de textos. Lectura en conjunto del pargrafo 3 del texto de Nietzsche La filosofa en la poca trgica de los griegos. Tales La lectura de este texto est, pues, en consonancia con todo lo dicho. En tal pargrafo est en juego de un modo vibrante la pregunta por la naturaleza de la filosofa. Preguntas problematizadoras Texto 1.Texto 1. La filosofa en la poca trgica de los griegos. Friedrich Nietzsche. (Fragmento) La filosofa griega parece empezar con una proposicin absurda, con la afirmacin: el agua es el origen y la matriz de todas las cosas. Es que realmente debemos permanecer tranquilos y serios al or semejante proposicin? S, por tres razones: en primer lugar, porque la proposicin dice algo del origen de las cosas; en segundo lugar, porque lo dice sin imgenes ni expresiones msticas, y, por ltimo, en tercer lugar, porque en ella est contenido, si bien larvado, el pensamiento: todo es uno. Es digno de notarse cun violentamente procede esta afirmacin contra toda empiria; precisamente en Tales se echa ver cmo ha procedido la filosofa en todos los tiempos cuando ha querido rebasar los lmites de la experiencia para alcanzar sus mgicos fines. Se muestra ligera en su marcha: la esperanza y el presentimiento ponen alas a sus pies. La inteligencia calculadora camina pesadamente, jadeando tras ella, y busca los mejores procedimientos para encontrar tambin en ella al mismo resultado que ya ha alcanzado su divina compaera. Pudiramos compararlas a dos viajeros ante un arrollo del bosque que arrastrase en su corriente piedras de diversos tamaos: el uno saltara con ligereza, apoyando el pie levemente en los guijarros, aunque stos rodasen al fondo despus de pasar l. El otro se encontrara sin auxilio, buscara un sitio donde poner el pie, su pie grave y circunspecto, pero sin conseguirlo, sin que acudiese ningn dios en su ayuda. Qu es, pues, lo que tan rpidamente conduce el pensamiento filosfico a su meta? Es que slo se diferencia del pensamiento que calcula y que mide en su rpida marcha a travs de los grandes espacios? No, pues su pie es movido por un impulso extrao e ilgico: la fantasa. Lanzado por sta, salta de posibilidad en posibilidad, que, provisionalmente, toma por seguridades. Un presentimiento genial le gua; adivina desde lejos estas seguridades, que de cerca no parecen ms que probabilidades. La fuerza de la fantasa es especialmente fecunda en concepciones rpidas y en la percepcin de semejanzas, que la reflexin viene despus, con sus medidas y patrones, y trata de sustituir por causalidades. Pero aun cuando esto no es posible, aun en el caso de

Tales, el filosofar sin pruebas todava tiene un valor; a pesar de toda la transgresin lgica que supone el pasar empricamente a la proposicin todo es agua, todava quedan restos del edificio cientfico derruido, y, precisamente en estos restos se oculta una fuerza impulsiva, y, por decirlo as, la esperanza de resultados fecundos en el porvenir. () La ciencia se apoya () en todo lo que se puede saber, en el ciego impulso de conocer a toda costa todo lo que se puede conocer; el pensamiento filosfico, por el contrario, persigue siempre cosas dignas de ser sabidas, el conocimiento ms grande y ms importante; lo que sucede es que el concepto de lo grande cambia, tanto en el campo de la moral como en el de la esttica: por eso empieza la filosofa con una legislacin sobre lo grande y su lxico. Esto es grande, dice la filosofa, y de este modo eleva al hombre sobre el instinto ciego del conocimiento. Por el concepto de lo grande doma este instinto, y sobre todo por la circunstancia de que considera accesibles los conocimientos ms importantes, como son la esencia y el interior de las cosas. Cuando Tales dice todo es agua, eleva al hombre sobre las ciencias particulares que se arrastran torpemente como gusanos, presiente la ltima solucin de las cosas y vence, por este presentimiento, vil cautividad de los grados inferiores del conocimiento. El filsofo trata de hacer repercutir dentro de s mismo, y de expresarla en conceptos, la armona del mundo: si se conduce contemplativamente, como el artista plstico; si compasivamente, como el hombre religioso; si acecha los fines y causas, como el hombre de ciencia; si se siente elevado al microcosmos, conserva, al mismo tiempo, la facultad de considerarse framente como el reflejo del mundo, es decir, conservar aquella facultad que posee el artista cuando se transforma en sus mismos personajes, cuando habla su boca, y, sin embargo, sabe expresar esta metamorfosis proyectndola al exterior de los versos que escribe. Para el filsofo el pensamiento dialctico es lo que los versos para el poeta: tiende hacia l para retener su encanto, para petrificarle. Y as como para el poeta dramtico la palabra y el verso no son ms que el tartamudeo en una lengua extraa, para decir en ella lo que l suea y ve y lo que slo podr expresar directamente por los gestos y la msica, la expresin de aquella profunda intuicin filosfica por medio de la dialctica y de la reflexin crtica es, s, el nico medio de comunicar lo intuido; pero es un medio imperfecto, en el fondo metafrico, es una traduccin completamente infiel a una esfera y un lenguaje diferentes. As concibi Tales la unidad del ser, y quiso expresarla hablando del agua.

Planificacin especfica para la segunda clase de la Unidad. 3 horas pedaggicas. 12 de Abril de 2012.

1.-Dilogo. Preguntas de acercamiento. La clase comienza, en primer lugar, con una recapitulacin de lo abordado en la sesin anterior. Se pregunta inicialmente, a fin de situar la clase en el curso ya previamente esbozado, cul era el asunto que preocupa la filosofa. Los alumnos ya estn preparados para responder estas cosas, de manera que las preguntas pueden ser un poco ms abstractas. Recuerdan de qu hablamos en la clase anterior, la ancdota de Scrates y el sofista? Qu era lo mismo? Cmo determinaba Tales, el primer filsofo, el origen de todas las cosas? En qu consista la diferencia ontolgica? Qu caracteriza propiamente a la filosofa, qu la diferencia de la religin y el entendimiento calculador de las ciencias? Cmo buscaba Tales tal determinacin, a partir de qu?

Una vez situada ya la conversacin en el nivel requerido, el profesor ahonda en la problemtica de lo mismo y la diversidad con la idea de mostrar el hilo conductor de la historia de la filosofa. Se vuelve a insistir, pues, en lo mismo. -Se han fijado que, pese a que lo ente13 es en s mismo diverso y diferente, posee, de todas formas, algo en comn? Qu es esto? Pues bien, de la misma manera como la diversidad puede ser, respecto de lo esencial, lo mismo, las diversas filosofas, aunque diferentes en su manera de preguntar y responder, siguen siendo lo mismo, esto es, filosofa. Ahora bien, slo pueden ser filosofa en tanto que preguntan ms originariamente por lo que, en sentido eminente, es lo mismo. Qu es esto? Se introduce entonces, una vez aclarado hasta cierto punto el sentido de la historia de la filosofa, el pensamiento de Anaximandro. Ahora bien, al igual que Tales, para quien el principio del ser era el agua, Anaximandro ha intentado comprender algo respecto de lo mismo. Pero, Quin era Anaximandro? 2.- Exposicin. Vida y pensamiento de Anaximandro. Sobre la vida de Anaximandro, como primera fuente, observaremos a Digenes Laercio. De aqu, los siguientes datos: -Fue Milesio, como Tales, de quien fue amigo, Este no pudo convencerle de que todo estaba hecho de agua (Cicern, Acad. Quaest. IV, 37)14. Naci, aproximadamente, el ao 610 a.c. Vivi en la isla de Samos, bajo el tirano Polcrates. Respecto a sus opiniones cientficas, tenemos que segn Digenes-, postul que la Tierra era esfrica y estaba en el centro del Universo; que la luna luce con luz ajena, pues la recibe del Sol, que ste el Sol- no es menor que la tierra y es fuego pursimo. De aqu se remarca nuevamente la vocacin ilustrada de los filsofos griegos, o, por mejor decir, su bsqueda del fundamento de las cosas a partir del pensamiento y no ya de la poesa y la mitologa en general. Contraste, para mostrar esto, entre el Sol como Helios y esta opinin de Anaximandro de que el Sol es fuego pursimo 15. Recordar que Anaxgoras fue acusado formalmente de impiedad por esto mismo. Si cabe, es posible, para reforzar an ms esto, servirse de lo siguiente: referir la historia de Faetn. El concepto de hybris y, por ltimo, la respuesta de Aristteles en la metafsica de que dios no es envidioso. Contraste entre la postura religiosa, que marca un lmite, y la filosofa, que abre camino a la investigacin de las primeras causas.13

El ente y el ser. Esta diferencia conceptual ya fue introducida y es conocida en los estudiantes como la diferencia ontolgica. 14 Referencia indirecta, cfr. Lecciones sobre la historia de la filosofa de Hegel. 15 Me sirvo aqu, fundamentalmente, del Libro Mitologa Clsica de Antonio Ruiz de Elvira.

Sobre el pensamiento de Anaximandro, tenemos, en primer lugar, el apeiron, o lo indeterminado. Referir el contraste entre Tales, que an apelaba a una metfora sensible como determinacin conceptual el agua-, y Anaximandro, que aqu ya se vale nicamente del pensamiento mismo. Si para Tales, como podamos deducir, el agua es lo informe, para Anaximandro el principio es lo indeterminado. Anlisis del trmino griego a-peirn. peras-lmite. Ahora, a diferencia de Tales, de quin sabamos slo por terceros, de Anaximandro poseemos el primer escrito filosfico de la historia, en el cul se explicita el sentido del apeiron. 3.-Lectura y anlisis de textos filosficos. Lectura del pargrafo 4 del texto de Nietzsche La filosofa en la poca trgica de los griegos. Anaximandro. Se entrega a los alumnos para la lectura grupal el texto de Nietzsche. Luego, se esperan preguntas por partes de los alumnos que tengan de lo ledo a fin de comprender el texto-. De lo previo, se articula una crtica a la interpretacin nietzscheana. Consideracin de los trminos de justicia, injusticia, condena. Puesta en entredicho de la interpretacin de la sentencia como concepcin moral del mundo. Anlisis de los trminos griegos. Lectura en conjunto de la sentencia de modo grupal. Texto 2.

La filosofa en la poca trgica de los griegos (1873). Friedrich Nietzsche. Pargrafo 4. Anaximandro.

Mientras que el tipo general del filsofo se muestra en Tales como rodeado de una neblina, la figura de su insigne sucesor aparece ya ms distinta a nuestros ojos. Anaximandro de Mileto, el primer escritor de la antigedad, escribi ya como escribir el filsofo tpico mientras extraos imperativos no le hayan arrebatado la ingenuidad y la espontaneidad. Su temperamento contemplativo se traduce en escritos enfticos y en frases lapidarias, en axiomas. El pensamiento y su forma son jalones en el camino de la alta sabidura. Con esta fuerza lapidaria dice Anaximandro en cierta ocasin: Debemos estudiar el origen de las cosas, su necesidad, pues deben hacer penitencia y ser juzgadas por sus injusticias conforme al orden de los tiempos. Enigmtica expresin de un verdadero pesimista, orculo escrito en el hito de la filosofa griega!, cmo habremos de interpretarte? El nico moralista serio de nuestro Saeculum expone en su Parerga (tomo II, captulo 12, apndice a La doctrina del dolor en el mundo, suplemento) una consideracin parecida. La verdadera medida para juzgar a cada hombre es la idea de que, en realidad, es un ser que no debi existir y que, en consecuencia, expa el pecado de haber nacido por multiplicados dolores y por la muerte; qu podemos esperar de tal criatura? No somos todos pecadores condenados a muerte? Expiamos nuestro nacimiento, primeramente por la vida y luego por la muerte. El que acierte a leer esta sentencia en la fisonoma de nuestro destino general y reconozca el mal fundamental de cada vida humana en el hecho de que ninguna de ellas puede ser observada atentamente y de cerca si bien nuestro tiempo, habituado al contagio de la peste biogrfica, parece pensar de otra manera, muy impuesto de la dignidad del hombre-, quien como Schopenhauer oy desde las alturas areas de la India la sagrada palabra del valor moral de la existencia, no podr menos de hacer una metfora antropomrfica sacada de la melanclica doctrina de la limitacin de la vida humana y aplicarla al carcter general de toda existencia. Podr no ser lgico, pero indudablemente es muy humano, y adems muy propio del salto filosfico antes descrito, considerar, con Anaximandro, todo devenir como una emancipacin del eterno ser digna de castigo, como un pecado que es castigado con la

muerte. Todo lo que es, est condenado a dejar de ser, ya sea la vida humana, o el agua, o el calor, o el fro; por dondequiera que percibimos una determinada cualidad, podemos profetizar, por una dolorosa experiencia, la destruccin, la desaparicin de esa cualidad. Por consiguiente, nunca podr ser el principio de todas las cosas un ser que posee determinadas cualidades y en ellas consiste; y de aqu deduce Anaximandro que el verdadero ser no puede poseer ninguna cualidad determinada, ninguna determinacin; de lo contrario, habra tenido un origen, como todas las dems cosas, y como ellas tendra un fin. Para que el devenir no se detenga, el ser originario debe ser indeterminado. La inmortalidad y eternidad del ser primordial no consiste en que se infinito y no se agote nunca como vulgarmente admiten los comentadores de Anaximandro-, sino en que est desprovisto de toda determinacin, de toda cualidad destinada a transformarse y desaparecer. Por esto tambin es por lo que le da el nombre de lo indeterminado. Este ser primordial as denominado est por encima de todo devenir, y por lo mismo garantiza la eternidad y el curso libre del devenir. Esta ltima unidad en aquel indeterminado, gnesis de todas las cosas, slo puede ser expresada de un modo negativo, como algo a lo que no conviene ningn predicado del actual mundo del devenir, y que equivale, por lo mismo, a la cosa en s de Kant. La cuestin de la naturaleza de este ser primordial, si es, por ejemplo, algo intermedio entre aire y agua, o quizs entre aire y fuego, es completamente ajena a la concepcin de nuestro filsofo; y eso mismo les hemos de responder a los que seriamente preguntan si Anaximandro se haba imaginado esta materia primordial como una mezcla de todas las materias existentes. Debemos, por el contrario, parar mientes en que Anaximandro, con arreglo a la citada frase lapidaria, ya no poda tratar la cuestin del origen de las cosas de una manera puramente fsica. Al ver en la multitud de seres creados una suma de expiaciones, demuestra haber sido el primer pensador griego que seal con puntera certera la entraa del profundsimo problema tico. Cmo ha de perecer aquello que tiene un derecho a la existencia! Por qu ese incesante perecer y nacer? Por qu ese inacabable grito de muerte en todos los campos de la existencia? Anaximandro, huyendo de este mundo de injusticia, de insolente descomposicin de la primitiva unidad de las cosas, se refugia en un castillo metafsico, desde el cual extiende la mirada, para dirigir finalmente, despus de un pensativo silencio, la siguiente pregunta a todos los seres: Cul es el valor de vuestra existencia? Y si vuestra existencia no tiene valor alguno, por qu exists? Y yo os digo: vosotros exists por vuestra culpa. Y esta culpa la expiaris con la muerte. Mirad cmo se marchita vuestra tierra: los mares retroceden y se secan; las conchas que se encuentran en las montaas os demuestran que en otro tiempo hubo all mares, que se han secado; el fuego acecha ya vuestro mundo, que pronto se convertir en vapor y humo. Pero de nuevo se formar otro mundo de las ruinas de ste. Quin os redimir de la maldicin del devenir?.

Intermezzo: Planificacin breve de la tercera clase de la unidad. 2 horas pedaggicas. Clase 19 de Abril de 2012. Anaxmenes y los pitagricos.

La clase comienza con una revisin del camino andado. Se muestra, en general, la trayectoria que se ha seguido en la historia de la filosofa desde Tales y Anaximandro. Ahora se har un pequeo puente, a travs de la filosofa pitagrica, al pensamiento de los dos pensadores iniciales fundamentales de la filosofa: Parmnides y Herclito. El sentido es el siguiente: El primer destello, el comienzo de la filosofa, contempla los siguientes aspectos: el principio y lo simple (Tales); la relacin del principio con los entes como surgir y retorno, esto es, un nacer y perecer-, a lo indeterminado o apeiron -el principio en su distincin de lo determinado el ser como negacin de lo finito (Anaximandro)-. A lo cual se aade, inmediatamente, el pensamiento de Anaxmenes: Anaxmenes. 55 y 58 Ol. (560-548 a. C.). Natural de Mileto. Su principio es el aire (aera). No es demasiado importante lo que podemos decir acerca de este pensador, puesto que,

realmente, contina sencillamente la senda de Tales, y no conocemos las razones por las cuales l piensa que el principio es el aire. Pueden, sin embargo, hacerse conjeturas respecto a que este elemento es de naturaleza todava ms sutil que el agua. Adems, es importante la referencia que hace de su principio al aliento (pneuma), pues de esta manera vincula el principio con el alma, siendo el primer pensador en hacerlo. Sin embargo, no es mucho ms lo que podemos decir de l. En segundo lugar, tenemos el puente que hace la filosofa pitagrica entre las determinaciones elementales o fsicas, a travs del nmero (arithms) como esencia o principio de lo ente, y el pensamiento puro de Parmnides. El nmero aparece, pues, como mediacin lgica entre los elementos iniciales y el pensar del ser de Parmnides16: Los pitagricos. Respecto de la Vida de Pitgoras, cfr, las lecciones de Hegel, tambin las Vidas de Digenes Laercio. Las consideraciones previas acerca de lo dudosa que resultan sus biografas. Nace en 584 a. C. aprox. Contemporneo de Tales y Anaximandro. Isla de Samos. Viaje a Egipto. Fue considerado sacerdote egipcio turbulencias en Samos se va al sur de Italia. Crotona. Digenes Laercio dice que fue el primero en llamarse a s mismo filsofo. (philsofos). La liga pitagrica. Orden sacerdotal voluntaria. Noviciado de 5 aos. Cuando ingresaban a la orden tenan que transferir a ellas sus bienes, que le eran devueltos al salir. Abstencin de ciertos alimentos y la utilizacin de vestimenta distintiva (tnicas de lino, como el maestro). La veneracin de las judas. La disciplina del silencio (exemutha)17. La funcin moral de las enseanzaslo dems era lo clsico (Homero, Hesodo, msica). La persecucin de la orden. Su trascendencia limitada. Filosofa. Aristteles Met, I, 5, el nmero es la esencia de todas las cosas. Unidad (mnas); la imitacin (mmesis). La relacin, dualidad (dus) par e impar. Dualidad indeterminada absoluta. Las categoras pitagricas: Par e impar; lmite e infinito; unidad y pluralidad; derecha e izquierda; masculino y femenino; quietud y movimiento; recto y curvo; luz y sombra; bueno y malo; cuadrado y paralelogramo. Lo igual y lo desigual. La unidad absoluta. Trinidad (tras) y cuaternidad (tetraktis). La dcada. La aplicacin de los cuatro nmeros al espacio (punto, lnea, superficie, volumen). La aplicacin a la msica (los tres factores del sonido en una cuerda: longitud, espesor, tensin, las proporciones 1:2, la octava; 2:3, quinta, 3:4, cuarta). La aplicacin al universo. La msica de las esferas. Los diez cuerpos celestes: la Antitierra. En tercer lugar, se da el paso a los eletas. Parmnides. Exposicin. Vida y pensamiento de Parmnides.

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De aqu se prepara el camino para la primera aparicin de la conciencia del ser que determina la historia de la metafsica desde el hilo conductor del pensar y la superacin especulativa de la diferencia ontolgica (el olvido del ser): el nous de Anaxgoras, el nthropos de Protgoras, las definiciones de esencia lo universal (katholou)- de Scrates, para arribar, finalmente, a la episteme de Platn, la idea, y la entelequia aristotlica. 17 El silencio y su contraposicin al pensamiento propio. El or esencial.

Ciudadano de Elea (Sobre la costa de Lucania en la Italia meridional) Segn Digenes Laercio (IX, 23) su akm fue en la 69 Olimpiada, es decir, 504-501 probablemente tomado de las Crnicas de Apolodoro, gramtico ateniense s. II a.C. De acuerdo con esto, habra nacido hacia los aos 544-541 a.C. Encuentro de Scrates y Parmnides. Cfr. Parmnides, Teeteto, (183 e), Sofista 217c) Scrates muri el 399 a los 70 aos; Parmnides habra nacido alrededor del 515 /Reunin con Scrates 450 a.C. Sobre su vida: (Estrabn, VI, 1, 252; Plutarco, Adv. Col. 32. 1126.a), relatan que fue legislador de su patria, y la segunda de ellas agrega adems que todos los aos los magistrados de Elea obligaban a os ciudadanos a jurara que acataran las leyes de Parmnides. Elea fue fundada el ao 535 a.C. por colonos de Focea, una ciudad griega de Asia Menor. Discpulo de Jenfanes de Colofn: Platn, Sofista (242c-d) y Aristteles, Metafsica (I, 5, 986b22). Digenes Laercio dice que estuvo asociado con el pitagrico Amenas (IX, 21) Un solo poema: dividido en 19 fragmentos. Simplicio, neoplatnico del siglo VI, en su comentario a la fsica de Aristteles. El Poema est escrito en hexmetros, (la misma medida de la Odisea y la Ilada, y tambin de Hesodo). Se hace entrega de los fragmentos del Poema de Parmnides a los alumnos.

Planificacin de la tercera clase de la unidad. Parmnides. 3 horas pedaggicas. Clase 26 de Abril de 2012. Contenido disciplinar: El ser en Parmnides, las vas de la verdad, la justificacin racional del discurso filosfico. Contenido Didctico: lo esencial de la filosofa es reflexionar en aquello que sera la verdad en cuanto discurso racional. Ya se ha hecho entrega del texto de Parmnides, se ha problematizado y abordado la exposicin de su vida. El abordaje a su pensamiento, al problema que l inaugura y desarrolla, se har a partir de la lectura del poema, por ser ste suficientemente claro y explcito en s mismo como para hacerse una idea del planteamiento de Parmnides. As lo ha hecho Hegel, por ejemplo. Estas tres horas, por tanto, estarn dedicadas nica y exclusivamente a la lectura e interpretacin conjunta del poema. De esta actividad didctica, se espera lograr la comprensin filosfica de su filosofa. As que puede considerarse como punto 3 en la metodologa de manera intensiva. En el fondo, la exposicin y el dilogo quedarn comprendidas en esta lectura, razn por la cual, la planificacin, en este caso, consiste nicamente en un seguimiento de los versos de manera interpretativa. La lectura la realizan los alumnos, leyendo cierta cantidad de versos cada uno en voz alta. Me sirvo mucho, en este caso, de las interpretaciones del profesor chileno

Alfonso Gmez Lobo, aunque me aparto de su traduccin en ciertos casos y mantengo las versiones ms tradicionales si bien, transcribo y adhiero, en general, a su traduccin, que aparece aparejada al griego original-. Tambin considero las indicaciones que hay en las lecciones de Hegel las cuales tambin desarrollan, sencillamente, una lectura del poema-, las citas y comentarios de Rodolfo Mondolfo (El pensamiento antiguo, primer tomo, IV, 2), la sugestiva interpretacin de Heidegger en sus clases sobre Parmnides (Parmnides), las conferencias de Nietzsche sobre la filosofa en la poca trgica de los griegos y, por ltimo, el valioso texto de Miguel Da Costa Leiva, del Instituto de filosofa de la Universidad de Concepcin, Los filsofos presocrticos. Lectura, preguntas y anlisis interpretativo del poema. Fragmentos del poema Parmnides. Anlisis del primer fragmento, B1, Proemio.B1. Proemio. 1Las yeguas que (me) llevan tan lejos cuanto (mi) nimo 18 (thymos) podra alcanzar, (me) iban conduciendo luego de haberme guiado y puesto sobre el camino abundante en palabras (polyfemon) De la divinidad, que por todas las ciudades (?) lleva al hombre vidente19 . Por l era llevado. Por l, en efecto, me llevaban muy atentas yeguas 5 Tirando del carro. Unas doncellas empero iban mostrando el camino. En el eje de los cubos emita un sonido silbante Al ponerse incandescente pues lo aceleraba un par de bien torneadas ruedas, una por cada lado- cuando apresuraban la conduccin las doncellas Helades20 que antes haban abandonado las mansiones de la Noche 10 hacia la luz21 y se haban quitado de la cabeza los velos con sus manos. All estn las puertas de las sendas de la Noche y el Da Enmarcadas por un dintel y un umbral de piedra. stas, etreas22, se cierran con enormes hojas De las cuales la Justicia, prdiga en castigos23, posee las llaves de usos alternos. 15 A ella la aplacaron las doncellas con suaves palabras Persuadindola hbilmente de que para ellas el cerrojo asegurado Quitara pronto de las puertas. stas, al abrirse, Produjeron un insondable hueco entre las hojas, Cuando giraron en sus goznes uno tras otro los ejes guarnecidos de bronce 20 y provistos de bisagras y pernos. Por all, a travs de ellas, Derechamente las doncellas condujeron por el ancho camino el carro y las yeguas. La diosa me acogi con clido afecto y tomando mi diestra en la suya. Se dirigi a m y me habl de esta manera: Oh, joven, compaero de inmortales aurigas, 25 T que con las yeguas que te llevan alcanzas hasta nuestra casa, Salud! Pues no es un mal hado el que te ha inducido a seguir18 19

Thymos, impulso vital, nimo vital El iniciado, los misterios Eleusinos. 20 Hijas de Helios, el conocimiento claro, el Sol como imagen del Ser, cfr Platn, la Repblica. 21 Eis faos, hacia la luz 22 Punto de interseccin entre el Cielo (ouranos) y la Tierra (gaya o gea) 23 Dike, Justicia de las cosas en s misma. No diferenciacin entre Dik (ley humana) y Thim (ley de los dioses). Relacin de ella, al mismo tiempo, con la necesidad. La justicia, prdiga en castigos, polypoinos, que marca los lmites de lo ente.

Este camino que est, por cierto, fuera del transitar de los hombres-, Sino el Derecho y la Justicia24. Es justo que lo aprendas todo, Tanto el corazn imperturbable de la persuasiva verdad 30 Como las opiniones de los mortales, en las cuales no hay creencia verdadera25. No obstante aprenders tambin esto: cmo las apariencias Habran tenido que existir genuinamente, siendo en todo (momento) la totalidad de las cosas 26.

Interpretacin del proemio y planteamiento de preguntas. Palabras previas, recapitulacin del tema de la clase anterior. Preguntas introductorias: de qu trata el proemio? Qu imgenes presenta? Qu tipo de discurso se presenta en el poema? Cmo lo consideran, es un discurso argumentativo o alegrico? Relata Parmnides un hecho real, acontecido, y si, no, de qu trata? Consideracin de las respuestas de los estudiantes. Reflexin conjunta. (Interpretacin) Parmnides antepone este proemio a la exposicin de su pensamiento. El proemio tiene referencias mitolgicas que lo legitiman desde la tradicin potica de Homero y Hesodo es decir, el horizonte cultural o humano de los griegos- quienes tambin escribieron en hexmetros. Ahora bien, el punto medular, es el viaje del pensador ante la diosa que le expondr la va de la verdad. Algunos estudiosos, como Diels y Bowra, sostienen que esto habra sido deliberadamente as para legitimar religiosamente el discurso, ms all del camino de los mortales, como algo en s mismo divino. Sin embargo, ya al interior del poema y su objeto, podemos ver que reiteradamente el discurso de la diosa incita a juzgar y reflexionar estas verdades, a someterlas a crtica racional as, por ejemplo, ocurre en los dos ltimos versos del fragmento B7-; bajo este punto de vista, la supuesta intencin religiosa palidece frente al despliegue terico (theorein), especulativo-. De la referencia a Helios, las doncellas hijas del dios de la luz del conocimiento, de las puertas de la Noche y el Da, podemos inferir que Parmnides alcanza el extremo y lmite de lo que es posible pensar, de la determinacin del objeto del pensar como ser puro-, y plantea la fundamentacin lgica y ontolgica del conocimiento verdadero. Concepto tratado: Distincin entre la persuasiva verdad, y las opiniones de los mortales. Anlisis del segundo fragmento.B2 1 Pues bien, yo (te) dir t preserva el relato27 despus de escucharloCules son las nicas vas de investigacin que son pensables28: Una, que es y que no es posible que no sea, Es la senda de la persuasin, pues acompaa a la verdad.24

Fuera del transitar de los hombres, fuera de la comprensin corriente y vulgar de las cosas. Fuera del mal hado, de la muerte que supone el conocimiento de tales asuntos. 25 Introduccin al problema, palabras centrales del proemio. Distincin entre la verdad y las opiniones de los mortales no olvidar que habla una diosa-. 26 Sentencia problemtica. Aparente contradiccin. El sentido de dar cuenta del otro camino. La referencia de Nietzsche de la mirada paternal de Parmnides a su anterior sistema fsico del mundo. 27 Mithon, mithos, Mito, relato. 28 Las nicas vas que son pensar. aiper odoi mounai didssios eisi noesai

5 La otra, que no es y que es necesario que no sea, sta, te lo sealo, es un sendero que nada informa Pues no podras conocer lo que, por cierto, no es (porque no es factible) Ni podras mostrarlo.

Planteamiento de preguntas. Cules son las vas que plantea Parmnides? Para qu son un camino? La primera va, que es, y que no es posible que no sea, qu quiere decir? Qu es lo que Parmnides dice que es? Cul es el sujeto de predicacin? Cul es la funcin del verbo ser en la expresin que es? Es lo mismo decir que este lpiz es rojo a decir que ste lpiz es? Cul es la diferencia? Y en el caso de la primera va, cul es la funcin predicativa del verbo ser? El sentido existencial y copulativo del verbo ser. Que es y qu es. Interpretacin del fragmento B2. Lo que es, el sujeto, es cualquier objeto posible de investigacin. Se trata sobre demostrar la necesidad que gobierna la investigacin, de cuestionar el camino (odos, methodos). Todas las ciencias y saberes particulares se refieren a objetos de los cuales su existencia no se duda, ni se justifica, sino que se toma como viene, como una realidad dada de por s, y que ellos dan por supuesta. Tienen una confianza ingenua en el conocimiento, y proceden como tanteando entre sombras ms o menos definidas. La filosofa, que estudia la todalidad que no es vaca ni general, por el contrario, precisa, para ser filosofa o saber real pensamiento pensante-, dar cuenta de la posibilidad del objeto de conocimiento, cul ha de ser la naturaleza de ste para que efectivamente se trate de un conocimiento; necesita dudar sobre l, someterlo a crtica respecto de su consistencia y presenciabilidad. Parmnides, a diferencia de los pensadores anteriores, no se lanza directamente a establecer relaciones o conjeturas hipotticas acerca de la luna, el Sol, sino que antes de todo eso se pregunta por su punto de partida y las condiciones bsicas que ha de satisfacer una investigacin o preguntar teortico, sea de la ndole que sea. Por supuesto que no podemos interpretar la filosofa de Parmnides como una mera fundamentacin de las ciencias, pues stas, en su tiempo, todava no se distinguan claramente entre s como saberes particulares. Es Aristteles quien da, por vez primera, una clasificacin o ordenamiento racional de las ciencias de acuerdo a su objeto de estudio, distinguiendo claramente la filosofa primera de las ciencias particulares de lo ente. Por lo tanto, la va de la verdad parmendea trata de cualquier objeto posible, en sentido absoluto, como saber en general, y su crtica de las opiniones o su dialctica de lo determinado posee al mismo tiempo un resultado filosfico positivo, puesto que es ser, y el ser es la verdad. El ser es el primer producto que el pensamiento se da a s mismo, es la experiencia y consciencia inmediata de s mismo, si bien bajo la forma de enajenacin o posicin abstracta de este pensamiento como algo que pertenece y obedece ms bien a la necesidad de la cosa en s misma. Pero pese a que este pensamiento no es consciente de que es pensamiento, sino que, a la inversa, considera que el pensar slo es posible en la medida en

que hay ser, constituye ya la primera expresin de la filosofa como pensamiento que se piensa a s mismo en forma de conceptos. Puede decirse, entonces, que el ser de Parmnides es la primera determinacin de la conciencia pura. El concepto de ser, la unidad inmediata que supone, es la base de toda la historia de la filosofa. Por tanto, hay dos vas de aproximacin. Que es (opos estin), y que no es posible que no sea (os ouk esti me einai), y que no es -os ouk estin- y es necesario que no sea (os khreon esti me einai). El conocimiento se sigue necesariamente del ser, no de algo que no es. Ahora bien: Anlisis del fragmento B3B3 1Pues lo mismo es pensar y ser29.

Palabras preliminares y preguntas acerca del fragmento. Esta es una sentencia fundamental de la filosofa. Frente a ella, no hay aceptacin ni refutacin que valga, a no ser la disposicin a penetrar en su misterio. Pero, qu quiere decir esto de que el pensar y el ser son lo mismo? Preguntas para despejar las interpretaciones unilaterales: Todo lo que tiene un ser, todo lo que existe, piensa? Las piedras piensan? Las montaas piensan? Es eso lo que quiere decir Parmnides? Todo lo que se puede pensar, existe? Las sirenas, los unicornios, los centauros, existen? Es eso lo que quiere decir Parmnides? Pensar demuestra mi propia existencia? Interpretacin del fragmento B3 Slo lo que es ser, es pensar, y slo lo que es pensar general, es tambin ser. Pero pensar y ser, aqu, no dejan de ser distintos; su unidad no debe ser concebida como identidad plena, intercambiable, de A=A, sino como una re-unin del pensar y el ser. Tal mismidad se logra a partir del sentido del ser en general, no de una manera de ser determinada as o as. No se habla aqu de identidad como determinacin de algo que ya es, como si Scrates no pudiera ser un barco, pues tanto un barco como Scrates son cosas determinadas, que pueden pensarse tanto existiendo como no. Es evidente que un barco, que es, es distinto del pensar. Pero el sentido del ser en general, la mismidad, pertenece al pensar. Slo el pensar general que es la filosofa, el pensar del todo, es ser, y, a la inversa, slo el ser general, el ser en cuanto tal, es inmediatamente uno con el pensamiento. No hay que olvidar la indicacin de29

To gar auto noein estin te kai einai. .

Heidegger: La mismidad de pensar y ser que habla en la frase de Parmnides, procede de ms lejos que la identidad determinada por la metafsica a partir del ser y como un rasgo de ste30. Hay que decir, pues, que la percepcin (pensar) y el ser son recprocamente correspondientes. El ser en general es el venir a la presencia de lo presente, venir que acontece en el pensar. Anlisis de B4B41 Observa empero las cosas que, aunque ausentes, estn firmemente presentes para la mente31, Pues no zanjar la conexin de lo que es con lo que es, Ni dispersndolo por todas partes ordenadamente Ni reunindolo.

Palabras preliminares y preguntas acerca del fragmento B4. Aqu analizaremos slo el primer verso, puesto que los que le siguen parecen hacer referencia a un desarrollo posterior. De qu ausencia habla Parmnides? Consideremos lo siguiente: si hoy no vino un alumno, por ejemplo, decimos que est ausente. Esta ausencia hace referencia a una manera determinada de estar presente que se experimenta por su falta. Estamos acostumbrados a verle sentado all, en ese puesto, a la lado de tal compaero. Ante la muerte de un ser cercano, asimismo, se hacen una serie de ritos o formalidades que en cierto modo evidencian y evocan su presencia, si bien est claro que sta ya no volver a presentarse. En todos estos casos, la presencia se presenta en el representar o, como dice Parmnides, en la mente o pensamiento. Sin embargo, la ausencia que es para el pensar, paradjicamente, lo ms firme y consistentemente presente, bajo ningn respecto, se puede llegar a presentar de esta manera contingente en un tiempo y espacio posible o acecido, y mucho menos, en el mero representar. Su ausencia es absoluta, de la misma forma como su presencia es absoluta para el pensar. Si antes, en Anaximandro, el ser, por negacin de lo finito, era concebido como lo ausente, lo inefable, lo simple, lo inapresado, aquello que, siendo el principio de la presencia, se diferenciaba de lo presente, ahora, por el contrario, llega a ser lo mximo y nicamente presente -y lo que antes se llamaba presente, ahora es considerado algo nulo e intransitable, una sombra