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II CONGRESO DE LA AVPA ZARAGOZA, 4 noviembre 2004

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ECOGRAFÍA: APLICACIONES PRÁCTICAS DEL DIAGNÓSTICO

REPRODUCTIVO.

D. Roberto Jiménez Gutiérrez. Servicio Técnico de IMPORT-VET, SA

Desde hace unos años la ecografía en porcino se ha ido imponiendo en la mayoría de

las granjas como instrumento de diagnóstico de gestación y detección de problemas en el

ámbito reproductivo.

Al principio, se utilizaban otros aparatos como son los del tipo de ultrasonidos tipo A,

pero se han ido relegando a un segundo plano a favor de los ecógrafos portátiles, debido a la

alta fiabilidad, rapidez y manejabilidad.

Así mismo también se ha observado una evolución en los ecógrafos; en el sentido de ir

reduciendo el tamaño y peso, sin por ello recortar la calidad de imagen.

La imagen ecográfica, se produce gracias a la emisión por parte de la sonda de unos

ultrasonidos que chocan contra los órganos, y, dependiendo de la densidad y velocidad de

propagación del sonido a través de ellos generan una imagen más o menos ecogénica.

Para esto es necesaria la aplicación de una cantidad mínima de gel entre la sonda y la

piel, ya que el ultrasonido no se transmite a través del aire.

La sonda se situará a nivel del pliegue inguinal con una ligera presión en dirección

urogenital. Esta acción, que puede realizarse por ambos lados, es preferible hacerlo por el lado

derecho por la anatomía del animal.

Es muy importante tener en cuenta la edad de gestación de la cerda, así como, si es

multípara o nulípara, pues esto hace que debamos poner la sonda más retrasada o más

adelantada.

En el caso de una cerda joven, podemos iniciar el diagnóstico de gestación a los 21

días, situando la sonda muy retrasada, buscando la referencia de la vejiga para localizar la

matriz, y así, poder determinar con seguridad la posible gestación.


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En cerdas multíparas, también iniciaremos el diagnóstico a la misma edad y situando la

sonda hacia atrás. Pero conforme aumentan los días, desplazaremos la más rápidamente en

dirección craneal, ya que estas cerdas tienen la matriz más dilatada, debido a los partos

anteriores.

A medida que van aumentando los días desde que fue cubierta, y en el caso de estar

preñada, podemos ir situando la sonda más hacia delante, pues la matriz, que cada vez va

teniendo más contenido, aumenta su peso y se desplaza en dirección craneal.

Realizando una correcta exploración podemos detectar con toda seguridad las hembras

no gestantes para tomar una decisión sobre éstas y así, reducir los días no productivos.


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Diagnosticaremos las causas de infertilidad de origen uterino como son las piómetras,

y de origen ovárico como son los quistes foliculares y luteínicos.

Detectaremos las hembras en las cuales se han producido o se están produciendo

reabsorciones embrionarias, así como en caso de fetos momificados.

Diagnosticaremos las hembras que retornan en celo en su momento o tardíamente.

Identificaremos el tiempo de gestación de las hembras en caso de errores de anotación,

montas incontroladas o cubriciones de hembras no preñadas.

Detectaremos los fetos que aun permanecen en el interior de la matriz en el caso de

partos distócicos.

Con todo esto, mejoraremos el manejo reproductivo, en el sentido de incrementar la

vigilancia de retorno en celo de las hembras diagnosticadas como no preñadas y así el

ganadero tendrá un control exacto del estado reproductivo de sus animales.

Una buena parte de la imagen ecográfica obtenida no corresponde realmente con

estructuras internas y, por tanto, no refleja ninguna lesión o anomalía real. El reconocimiento

de estas imágenes fantasmas o irreales es fundamental para poder establecer posteriormente

un diagnóstico certero.

En ocasiones estos artefactos son de utilidad diagnóstica; en otros casos sólo ensucian

la imagen y entorpecen su interpretación. Por ello se hace realmente difícil el poder congelar

una imagen para su posterior análisis.

Los artefactos más frecuentes que encontramos a nivel reproductivo en las cerdas son:

Reverberación, que se le denomina a la serie de líneas paralelas consecutivas que

aparecen en la pantalla. Se puede producir por el no acoplamiento entre la sonda y la piel por

falta de gel.


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Sombra acústica, que se le denomina a la sombra que aparece en la pantalla tras

estructuras muy ecogénicas. Se crea así una ausencia o escasa presencia de ecos. La más

frecuente, es la producida por un asa intestinal que contiene gas.


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Otra sombra acústica que a veces encontramos, se da tras la columna vertebral de los

fetos.

Efecto margen, imagen especular, refuerzo posterior y sombra lateral, son otros

artefactos que nos podemos encontrar pero en mucha menos frecuencia.


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DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN

Cerda vacía

Para una correcta interpretación hemos de tener claro la imagen de una cerda vacía. Se debe localizar con claridad la matriz, ayudándonos, si es necesario, con referencias válidas, como son los intestinos, que se sitúan por debajo de la matriz, o la vejiga que se sitúa normalmente a la izquierda en la imagen ecográfica.

Una vez localizada la matriz, procederemos a hacer un barrido general con el fin de encontrar las vesículas embrionarias o el feto, que nos indique la gestación positiva. Así la diagnosticaremos negativa cuando nos aseguremos la no presencia de estas imágenes.


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Gestación de 18 días

Cuando comencemos a realizar el diagnóstico de gestación a 18 días, podremos ver el interior de la matriz en la parte superior de la pantalla. Rara vez encontraremos vesículas embrionarias, pero sí frecuentemente la vejiga al lado de la matriz. Las asas intestinales, en la parte inferior, nos delimitarán hasta dónde podemos explorar la matriz.

Gestación de 19 días A medida que van aumentando

los días, la probabilidad de encontrar una vesícula embrionaria aumenta; ocasionalmente a estos días podemos ver alguna. Es bueno comprobar, para cerciorarse del diagnóstico positivo de gestación, que la cerda no se está preparando para la ovulación, pues es, en estos días, cuando ya se nota con una cierta claridad.


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Gestación de 20 días A los 20 días, en la mayoría de

los casos, podemos diagnosticar la presencia de alguna vesícula embrionaria. La dificultad de encontrarlas se debe a la escasa presencia de líquido amniótico y al bajo número de vesículas presentes.

Gestación de 21 días La imagen de la matriz sigue

siendo la misma, delimitada por la parte inferior de la pantalla por los intestinos, pero prácticamente en todas las cerdas se aprecia la presencia de alguna vesícula embrionaria, cuyo contenido, de líquido amniótico, es totalmente negro y bien delimitado por todas sus partes.


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Gestación de 22 días Cada vez se va acumulando

más líquido en la matriz y las vesículas embrionarias van siendo más grandes, el número de éstas aumenta y así mismo la facilidad de dar un diagnóstico positivo.

Gestación de 23 días Tal y como hemos apreciado,

entre los 19 y 23 días de gestación, la vesícula ha crecido de un modo que podemos calificar de exponencial. Es muy importante saber exactamente cuántos días de gestación tiene la cerda, para no cometer ningún tipo de error, pues la imagen cambia notablemente de un día a otro.


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Gestación de 24 días El diagnóstico a estos días se

realiza ya de una forma rápida y sencilla debido al tamaño y número de las vesículas. Ocasionalmente podemos ver la vejiga, que se diferencia, normalmente, por su mayor tamaño, ya que el contenido anecogénico, es prácticamente igual.

Gestación de 25 días La presencia de intestinos es

cada vez menos evidente. El contenido de la matriz, hace que estos se desplacen hacia abajo y que prácticamente sólo veamos las vesículas embrionarias. A partir de esta edad de gestación, éstas irán creciendo más lentamente hasta los 30 días, donde alcanzarán su mayor tamaño.


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Gestación de 26 días En ocasiones podemos ver en

el interior de las vesículas, una estructura ecogénica que corresponde al embrión. Por su tamaño es especialmente difícil poder recogerlo ecográficamente.

Gestación de 28 días El embrión suele situarse en

uno de los márgenes de la vesícula, tal y como se puede apreciar en esta secuencia. El tamaño de la vesícula suele ser tan grande y evidente, que en pocos segundos podemos detectarla con toda facilidad.


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Gestación de 30 días Ya hemos alcanzado el mayor

tamaño de la vesícula respecto al tamaño del embrión. Prácticamente toda la pantalla está ocupada por vesículas embrionarias totalmente anecogénicas, donde queda poco espacio para ver la matriz. Los intestinos, por la presión del útero grávido ya no volverán a apreciarse en todo el resto de la gestación.

Gestación de 32 días Las dimensiones de la vesícula

se van a ir reduciendo poco a poco, pero las del embrión siguen aumentando constantemente. La proporción de líquido y masa embrionaria va cambiando a favor de ésta.


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Gestación de 35 días A partir de estos días el

diagnóstico de gestación se tornará más dificultoso, sobre todo, debido a la escasa presencia de líquido amniótico a nivel ecográfico.

Gestación de 38 días En éstas imágenes podemos

apreciar en el interior de las vesículas, la presencia de un feto, que en este caso, se le ha hecho un corte longitudinal, en el que se pueden diferenciar de izquierda a derecha, las extremidades posteriores, el tronco y la cabeza.


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Gestación de 42 días En estos días, la dificultad del

diagnóstico ha aumentado. Nos referimos a la velocidad a la cual realizamos la exploración, no a la fiabilidad, que continúa siendo de 100%. Ello se debe a la escasa cantidad de líquido que se aprecia entre los 40 y 50 días. También podemos comprobar cómo el calcio se ha depositado en los cartílagos fetales y se empieza a perfilar un tono más ecogénico en alguna parte del feto.

Gestación de 45 días El número de vesículas que

vemos en la pantalla ha disminuido, no así el tamaño de ellas, que va aumentando a la par con el feto. Ya se van diferenciando, ayudadas por la visualización del esqueleto, las diferentes partes de éste y los diferentes cortes que podemos realizar a un mismo feto.


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Gestación de 50 días A partir de esta edad de

gestación, se hace más evidente la presencia de líquido amniótico y el diagnóstico se torna más fácil. Es prácticamente constante, la visualización de uno o más fetos en el interior de la matriz, con casi la totalidad de los huesos, en parte, calcificados.

Gestación de 60 días La cantidad de líquido

amniótico sigue siendo clara, lo cual nos ayuda gratamente al diagnóstico positivo de gestación. En el interior de la matriz, el feto destaca, sobre todo, por la ecogenicidad de su esqueleto, que se debe fundamentalmente al de las costillas. Otros órganos, como el corazón, con su latido cardíaco, se comienzan a vislumbrar con una cierta claridad.


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Gestación de 70 días A pesar de verse poco líquido

amniótico en la pantalla y que el feto es cada vez más grande, no hay ninguna duda a la hora de hacer el diagnóstico; eso sí, con una dificultad en aumento hasta el final de la gestación, debido fundamentalmente a la no-visión de contrastes tan claros blanco-negro, como se veían a los 30 días de gestación.

Gestación de 80 días Tal y como vemos en estas

imágenes, el considerable tamaño del feto hace que, en la pantalla sólo podamos visualizar un feto, o parte de él, donde ya empieza a destacar el estómago y el corazón, además del esqueleto. Las dimensiones del feto hacen que con frecuencia se superpongan dos fetos en una misma imagen.


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Gestación de 90 días En este caso podemos apreciar

con una gran nitidez el corazón, como una estructura anecogénica, partida por el septo interventricular, y localizada en el vértice donde se acercan cranealmente las costillas.

Gestación de 100 días Nos acercamos al final de la

gestación y la dificultad del diagnóstico es notoria. Éste lo hemos de realizar a base de diferenciar estructuras antes mencionadas como son, esqueleto, estómago, corazón,.... pues el feto es tan grande que con las dimensiones de la pantalla, no se puede visualizar entero. En esta imagen destaca con notoriedad, el estómago de uno de ellos, que se ve como una estructura anecogénica y redondeada a la izquierda de la pantalla.


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Gestación de 109 días Prácticamente no hay muchas

diferencias respecto a imágenes anteriores, tan solo el tamaño de las diferentes estructuras que, obviamente se ven con mayor nitidez.

Esta es la imagen que deberemos encontrar en caso de parto distócico, para ver si hay, o no, presencia de algún feto.


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OTROS DIAGNÓSTICOS Salida en celo Para el correcto diagnóstico de

celo hemos de tener en cuenta dos situaciones. Primero, a nivel ovárico: Lo veremos como una estructura donde destacan, ante todo, los folículos, que son negros y redondeados y en un número considerable. El tamaño de estos va en aumento conforme nos acercamos a la ovulación, con un tamaño máximo de 10 milímetros.

Y segundo, a nivel de matriz: En la pantalla veremos una abundante cantidad de líquido que se perfila entre la matriz, debido al aumento de estrógenos durante el celo.


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Quistes ováricos Diagnosticaremos los quistes

como estructuras totalmente redondas, negras, de paredes finas y normalmente numerosos y juntos. Este es el caso de un ovario poliquístico, donde el tamaño varía entre 15 y 35 milímetros. Normalmente aparece junto a la vejiga, sobre todo en el caso de que ésta esté llena. Puede darse el caso de ovarios con menos quistes o más pequeños, pero la forma y la ecogenicidad seguirá siendo la misma.

Fetos momificados Una de las imágenes más

anecdóticas que podemos encontrar es la de los fetos momificados. Destacan por la presencia de una masa amorfa y calcificada que en nada se parece, en este caso, al feto vivo.

Dependiendo del estadío de la cerda, podemos ver más o menos presencia de líquido amniótico.


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Piómetra Diagnosticaremos la piómetra

cuando comprobemos la presencia de un líquido, que en la ecografía se ve gris oscuro y con la particularidad de que varía la ecogenicidad en las diferentes partes de éste. Esto es debido a que es un fluido heterogéneo en cuanto a su densidad, y por tanto, a nivel ecográfico se aprecian estos cambios.

Si la densidad del pus es baja, podía equivocarse con una gestación, pues cuando hay mucha cantidad se ven como vesículas embrionarias, pero el contenido es diferente.

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