musicoterapia en el paciente oncológico

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  • Cultura de los Cuidados

    1er. Cuatrimestre 2011 Ao XV - N. 29 57

    Music therapy in cancer patients

    ABSTRACTAmong the complementary therapies, the

    use of music therapy provides bene ts in the binomial health-disease, at`s as cheap and free of side e ects instrument of care. is pa-per will discuss the bene ts of music therapy occurs in the physical, psychological and be-havioral e ects of the person with cancer. Sci-enti c studies say that this alternative therapy can help people with disease-related symptoms such as pain, gastroinstestinal symptoms, anx-iety, fear, depression, anger,... Of course, also a support to address the situation, encouraging them to collaborate and communicate.

    Keywords: music therapy and cancer; mu-sic therapy; nursing and music therapy.

    Musicoterapia aplicada ao paciente oncol-gico

    RESUMO Dentro das terapias complementares, a uti-

    lizao da musicoterapia traz benefcios pes-soa no processo sade-doena, sendo ela um instrumento de cuidados isento de efeitos secundrios e de nus nanceiro. No presente trabalho, abordaremos os benefcios que pro-duzem a terapia com msica nas esferas fsica, psquica e de comportamento na pessoa que padece de cncer. Diversos estudos cient cos a rmam que a terapia alternativa pode aju-dar as pessoas com cncer no enfrentamento dos sintomas relacionados com a doena, tais como dor, sintomas digestivos, imunolgicos, medo, depresso, raiva, etc, alm de possibili-tar um suporte para enfrentar a situao vivi-da, animando-as a colaborar e a se comunica-rem.

    Palavras chave: Musicoterapia e cncer, Terapia Musical, Enfermagem e Musicotera-pia.

    RESUMEN Dentro de las terapias complementarias, la

    utilizacin de la musicoterapia aporta bene -cios en el binomio salud-enfermedad, siendo sta un instrumento de cuidados barato y carente de efectos secundarios. En este docu-mento abordaremos los bene cios que produ-ce la terapia con msica en las esferas fsica,

    Musicoterapia en el paciente oncolgicoMusic therapy in cancer patients

    Musicoterapia aplicada ao paciente oncolgico Beatriz Yez AmorsDiplomada en Enfermera

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    psicolgica y conductual de la persona que padece de cncer. Diversos estudios cient cos a rman que esta terapia alternativa permite ayudar a las personas con cncer a afrontar los sntomas relacionados con la enfermedad como el dolor, sntomas digestivos, sntomas inmunolgicos, ansiedad, miedo, depresin, ira, Y, como no, tambin como soporte para afrontar la situacin, animndoles a colaborar y comunicarse.

    Palabras clave: Musicoterapia y cncer, Terapia musical, Enfermera y Musicoterapia.

    1. INTRODUCCIN1.1 JUSTIFICACIN DEL ESTUDIO

    La musicoterapia como disciplina cient -ca se remonta desde hace siglos. Las socieda-des primitivas ya tenan conocimiento de las cualidades teraputicas de la msica y la in-cluan como un elemento ms en sus rituales de sanacin. Pitgoras es considerado el padre de la musicoterapia y la utiliza para tratar en-fermedades mentales. Platn habla de los efec-tos de la msica para crear distintos estados morales en los pacientes. Aristteles, por su parte, cree que la msica sirve para ayudar en la educacin, ya que in uye en el carcter de la persona.

    En los ltimos aos el empleo de la mu-sicoterapia ha ido ganando un sitio cada vez ms importante dentro de las Terapias Alter-nativas, ya que sus resultados son excelentes para enfermedades de diversa ndole constitu-yendo parte importante de la rehabilitacin y crecimiento emocional en el paciente y en las personas de su entorno.

    La musicoterapia no slo es la fusin de los trminos msica y terapia, sino mucho ms que eso. Es una terapia de apoyo a la terapia farmacolgica, es un concepto que an no po-

    see identidad propia, muchos musicoterapeu-tas han puesto todo su empeo en aproximarse a una nica de nicin simple y completa que pueda aportar a cualquier persona experta o no en musicoterapia. Existen de niciones va-riadas como las defendidas por: - Asociacin Americana de Musicoterapia

    (1995): es el uso de la msica en la conse-cucin de objetivos teraputicos: la restaura-cin, el mantenimiento y el acrecentamiento de la salud tanto fsica como mental.

    - Juliette Alvin (1967): uso dosi cado de la msica en el tratamiento, rehabilitacin, educacin y adiestramiento de adultos y ni-os que padecen trastornos fsicos, mentales y emocionales.

    - Rolando Benenzon (1981): la especializa-cin cient ca que se ocupa del estudio e investigacin del complejo sonido-ser hu-mano, sea el sonido musical o no, tendente a buscar mtodos diagnsticos y los efectos teraputicos de los mismos.

    - Bruscia (1998): ...un proceso de interven-cin sistemtica, en el cual el terapeuta ayu-da al paciente a obtener la salud a travs de experiencias musicales y de las relaciones que se desarrollan a travs de ellas como las fuerzas dinmicas para el cambio.

    El musicoterapeuta hace uso de recur-sos espec cos como silencio, ruido, sonido, msica y todas las formas rtmicas y acsticas vivenciadas o expresadas a travs del cuerpo, la voz, los instrumentos musicales, los objetos y los medios analgicos y digitales de produc-cin, reproduccin, edicin y comunicacin para generar procesos conducentes al bienes-tar fsico, psquico, social y cognitivo.

    Las formas de implementacin teraputi-cas pueden ser (Rodrguez, 2005):

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    1. Musicoterapia pasiva. La persona nor-malmente escucha y la msica persuade, o acta en forma subliminal. No hay instru-mentos ni movimientos.

    2. Musicoterapia activa. Permite que el pa-ciente cree sonidos, componga, realice movimientos o baile, cante o simplemente susurre sonidos que l ha creado con dife-rentes instrumentos. Este tipo de terapia tiene un gran componente participativo y dependiente del paciente.

    3. Musicoterapia mixta. Incluye los dos aspec-tos anteriores. O puede estar acompaada de expresin corporal, voz, movimientos gestuales.

    4. Musicoterapia receptiva. La terapia tiene lugar como resultado de la escucha del pa-ciente, entrando en ella, o recibiendo la m-sica misma (msica vibro-acstica).

    5. Musicoterapia creativa. La persona crea msica a partir de ritmos, intensidades, tonos, puede utilizar o no la voz o instru-mentos, o movimientos corporales. Permite una forma de expresar lo siente respecto a ciertos temas.

    La utilizacin de la musicoterapia en insti-tuciones sanitarias es una realidad en diversos pases de Europa y en Estados Unidos. Incluso, la seguridad social en pases europeos como Reino Unido, Alemania, incluye las sesiones de musicoterapia como tratamiento comple-mentario (Aldridge, 2003). En Espaa es an una terapia relativamente joven, siendo mlti-ples hospitales los que la ofertan a sus pacien-tes.

    Se ha demostrado en diversos estudios la efectividad de la musicoterapia aplicada a los cuidados de salud mejora el bienestar de los pacientes y de sus familiares. En los cuidados oncolgicos es muy difcil conseguir el bien-

    estar de la persona, a menudo los pacientes re eren dolor, nauseas y vmitos, ansiedad, di cultad para conciliar el sueo,... (Downer, 1998). Estos problemas pueden in uir en pa-rmetros siolgicos como la presin arterial, frecuencia cardiaca, respiracin, etc inducien-do al paciente a un mayor malestar. Por ello, consideramos que la musicoterapia es un m-todo para alcanzar ese bienestar. Durante las sesiones de musicoterapia se utilizar un tipo de msica u otra (ritmo, volumen y frecuencia determinados) dependiendo del pronstico y la gravedad del paciente oncolgico. Tambin se utiliza dicha terapia como soporte para afrontar la situacin, animndoles a colaborar y comunicarse (Smith, 2001; Evans, 2002).

    Esta terapia complementaria permite una visin holstica del paciente y est teniendo gran aceptacin por su bajo coste, exibilidad y variedad de aplicaciones.

    1.2 OBJETIVO DEL ESTUDIOEl objetivo del presente trabajo es anali-

    zar la informacin disponible basada en la evidencia sobre los efectos bene ciosos de la musicoterapia en pacientes oncolgicos en el campo de la salud y ms concretamente en los cuidados enfermeros abarcando los aspectos biolgicos y psicosociales.

    2. METODOLOGASe realiza una revisin narrativa sobre la

    msica como terapia complementaria y su re-percusin en la salud del enfermo oncolgico. Se realiza una bsqueda en Medline, Bibliote-ca Cochrane, PubMed, CINHAL, EMBASE, CUIDEN, TESEO y Google Acadmico. Y algunos libros de texto extrados de diversas bibliotecas y otros comprados en una libre-ra. Las palabras clave fueron: musicoterapia y cncer, radioterapia y msica, quimioterapia y

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    msica, trasplante de mdula y msica, cncer, ansiedad, estrs, enfermera, msica, terapia musical, msica y salud, terapia complemen-taria, Enfermera y Musicoterapia. Se incluye-ron artculos publicados en revistas sanitarias y pginas Web, escritos en espaol o ingls. Se excluyeron pginas de msica, y los publicados en idioma diferente del espaol o ingls. En to-tal se analiz 30 documentos: 25 de carcter cient co (nacionales 10 e Internacionales 15) y 5 referidos a Congresos.

    3. DESARROLLO DEL TEMA3.1 FISIOLOGA DE LA MSICA

    Tradicionalmente se ha identi cado al he-misferio derecho de nuestro cerebro como el lugar de la apreciacin musical. Sin embargo, ningn estudio ha encontrado evidencia de un centro de la msica en el cerebro.

    El sonido circula a travs del crtex audi-tivo, activando al sistema lmbico, responsa-ble de nuestras experiencias emocionales, as como de las respuestas metablicas bsicas. La escucha sonora puede sintetizar la produccin de ciertos agentes llamados pptidos, o estimu-lar sustancias qumicas que nuestro organismo genera, por ejemplo las endor nas, opiceos naturales segregados por el hipotlamo y que inducen relajacin y sensacin de bienestar.

    Otro estudio sostiene que la msica acti-va el cerebro de la misma forma que un esti-mulante qumico, originando elevados senti-

    mientos de placer, emocin o satisfaccin. Al inducir los mismos sentimientos que el sexo o las drogas, la msica produce una respuesta qumica por la cual los circuitos neurales im-plicados en el sistema de recompensa ayudan a modular en el cerebro los niveles de dopami-na, la llamada hormona del bienestar (Levi-tin y McGill, 2007). Tambin activa el ujo de materiales de memoria archivados a travs del cuerpo calloso (Cicchetti, 2004).

    3.2 CUALIDADES DE LA MSICA COMO HERRAMIENTA TERAPETICA

    La musicoterapia hace uso de sonidos, tro-zos musicales y estructuras rtmicas para con-seguir diferentes efectos teraputicos directos e indirectos a nivel siolgico, social, psicol-gico e intelectual (Cicchetti, 2004; Rodrguez, 2005):

    Bene cios siolgicos:- Acelera o retarda las principales funciones

    orgnicas: ritmo cerebral, circulacin, respi-racin, digestin, metabolismo,..

    - Acta sobre el sistema nervioso central y perifrico; su accin se traduce en sedante, excitante, enervante.

    Bene cios sociales:- Da la oportunidad de que personas con di-

    cultades tengan experiencias sociales pla-centeras, positivas y grati cantes.

    - Su estructura y naturaleza intrnseca tiene la capacidad de autoorganizarnos interior-mente y de organizar el grupo.

    - Disminuye la sensacin de aislamiento.- Facilita la expresin emocional a travs de la

    comunicacin no verbal y en personas con di cultades comunicativas.

    - Ayuda a establecer, mantener y fortalecer la relacin profesional/paciente.

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    - Ayuda a la comunicacin con la familia.- Es una modalidad exible, esttica y adapta-

    ble a diferentes casos y circunstancias.

    Bene cios psicolgicos:- Estimula los sentidos, evoca sentimientos y

    emociones as como facilita respuestas sio-lgicas y mentales.

    - Energiza el cuerpo y la mente.- Alivia los temores y las ansiedades.- Fortalece la conciencia de identidad y de

    autoestima (aumentando la consciencia de uno mismo, de los dems y del entorno).

    - Ofrece al paciente aliviar el sufrimiento, faci-litar la aceptacin de la muerte y mejorar la calidad de vida.

    - Promueve la relajacin psicofsica, disminu-yendo la percepcin de dolor, y facilitando el contacto con los aspectos espirituales (ex-periencias sociales, placenteras, positivas y grati cantes).

    Bene cios intelectuales:- Desarrolla la capacidad de atencin. Estimu-

    la la imaginacin y la capacidad creadora.- Desarrolla la expresin musical, la memoria.- Inicia a quien la practica a la meditacin o

    re exin.- Mejora la memoria reciente y estimula la me-

    moria a largo plazo.

    La prctica musicoteraputica se imple-menta en nios, adolescentes, adultos y en tercera edad. Se desarrolla en tres reas: la pre-vencin, la asistencia teraputica y la rehabili-tacin, trabajando en forma independiente as como tambin integrando equipos interdisci-plinarios.

    En la bibliografa revisada no hay datos que revele que la musicoterapia tenga con-traindicaciones. Salvo, en dos artculos como

    Music therapy as Complementary Medicine, Hanser (2000) a rma que la terapia musical est contraindicada en pacientes con prdida de audicin; y otro artculo sostiene que pa-cientes analfabetos y tambin aqullos con fuerte compromiso mental agudo deben ser excluidos de los programas de musicoterapia (Salas Pino, 2004). Se consideran contraindi-caciones de escasa importancia, ya que existen mltiples investigaciones acerca de los bene -cios que avala la musicoterapia en la sordera, en el analfabetismo y en la psiquiatra.

    La msica debe ser seleccionada e indivi-dualizada adecuadamente por un experto en musicoterapia segn el estado clnico y los gustos musicales del paciente, que se darn a conocer a travs de un cuestionario dirigidos a l o la familia, de esta manera obteniendo efectos agradables o desagradables para los pa-cientes (Barthomieu, 2004). Sin embargo, en intervenciones musicales a cargo de personas sin preparacin puede ser ine caz e, incluso puede provocar un aumento del estrs y el ma-lestar.

    3.3 LA MUSICOTERAPIA COMO INTER-VENCIN DE ENFERMERA

    La musicoterapia forma parte de una de las terapias complementarias recomendadas por la Organizacin Mundial de la Salud (O.M.S) a los enfermeros como una de las estrategias para alcanzar el objetivo de Salud para todos en el ao 2000.

    Actualmente existe un creciente inters por desarrollar intervenciones de enfermera que alivien la ansiedad, malestar e incomodidad de los pacientes durante la hospitalizacin, ya que este perodo puede resultar especialmente estresante e in uir negativamente sobre su sa-lud (Rodrguez, 2002; Almansa, 2003; Sobrin, 2005).

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    Florence Nightingale en su obra Notas de Enfermera destaca las cualidades bene cio-sas de la msica. La utiliz como parte de los cuidados que prest a los soldados en la guerra de Crimea usando la voz y los sonidos de las autas con el n de provocar efectos favorables sobre el dolor. Segn su modelo basado en el entorno, la enfermera debe controlar el mismo favoreciendo la promocin de la salud y cura-cin del paciente.

    Segn la clasi cacin de intervenciones de enfermera (Nursing Interventions Classi ca-tion, NIC), la terapia musical establece como intervencin enfermera y la de ne como la utilizacin de la msica para ayudar a conse-guir un cambio especi co de conductas, senti-mientos o a nivel siolgico .

    Para abordar dicha intervencin enferme-ra es necesario trabajar desde una perspectiva interdisciplinar, donde cada profesional apor-te su grano de arena en un objetivo comn colaborando entre ellos en la plani cacin y puesta en marcha de un plan de cuidados: cui-dar, mejorar y ayudar al paciente oncolgico que necesita atencin. La intervencin de en-fermera en este caso tiene una caracterstica muy espec ca que puede resultar relevante en el resultado nal del abordaje. En la prctica diaria son mltiples las ocasiones en las cuales el paciente acude a la enfermera para consultar dudas, comentar sensaciones, expresar proble-mas, compartir buenas noticias, alegras, sen-saciones agradables y proyectos de futuro. Esta realidad debe ser tenida en cuenta en todo programa de intervencin de enfermera.

    Para llevar a cabo una sesin de musico-terapia, la enfermera formada o experta en Musicoterapia, debe realizar una valoracin general previa al paciente oncolgico bajo consentimiento informado de ste ltimo. Du-rante el proceso de valoracin hay que tener

    en cuenta su estado general, su estado fsico y pronstico de su enfermedad con el n de evitar problemas relacionados con los efectos que se quiere perseguir. No se pueden dar unas consignas generales a todos los pacientes, ya que en funcin de sus caractersticas la elec-cin de los elementos de la sesin vara.

    Toda sesin de musicoterapia est consti-tuida por distintas fases (Rodrguez, 2005):

    a) Caldeamiento. Es la etapa en la que el paciente se ubica en el contexto determina-do para ser llevada a cabo la actividad. Es el momento de la exploracin del espacio, de los instrumentos musicales y dems materiales y recursos que utilizaremos para llevar a cabo el desarrollo de la sesin.

    b) Desarrollo de la sesin. En esta etapa se lleva a cabo las actividades organizadas por el terapeuta en base a los objetivos planteados y a los datos recopilados sobre el paciente.

    c) Puesta en palabra con el paciente de lo ocurrido en la sesin. Es la etapa centrada bsicamente en la relacin de ayuda y la ms importante. La sesin se cierra por medios no verbales como verbales. Muchas veces exis-te por parte del paciente la necesidad de co-municar la vivencia experimentada a lo largo de la sesin, de verbalizar, de exteriorizar sus emociones y sentimientos con la enfermera y su familia.

    Son sumamente escasos los artculos en-contrados sobre cuidados de enfermera y la musicoterapia, pero varias investigaciones a rman en que cuando la enfermera desa-rrolla su capacidad para la empata, facilita la comprensin y opta por actitudes positivas y optimistas, los pacientes tienden a estar ms con ados y relajados. El uso de la msica fa-cilita la relacin de ayuda entre las enfermeras y el paciente o familia al nal de las sesiones.

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    Todo enfermero experto en terapia musical debe trabajar ciertas habilidades para afrontar el trabajo con los pacientes oncolgicos. En el transcurso de la intervencin teraputica se han de tener en cuenta algunas actitudes para enfrentarnos a la terapia (ANEXO 1).

    Como conclusin cabe decir que el enfo-que del paciente oncolgico debe ser holstico y cumplir el objetivo de asegurar el mximo bienestar posible. Y para ello vamos a aprove-char al mximo los bene cios de la musicote-rapia en el campo del cuidado oncolgico.

    3.4 EJES DE INTERVENCIN DE LA MU-SICOTERAPIA EN EL PACIENTE ONCO-LGICO

    En Oncologa existen numerosos trata-mientos que permiten aliviar, curar, aportar una remisin (destacaremos los ms utilizados hoy en da): quimioterapia, radioterapia, ciru-ga y trasplante de mdula sea.

    La calidad de vida de una persona que pa-dece cncer puede verse mermada de diversas

    maneras. Entre ellas, los efectos secundarios de los tratamientos mencionados anteriormente y las frecuentes visitas al hospital alteran las rela-ciones familiares y las de su alrededor.

    La persona receptora de tratamiento para un cncer puede sentirse impotente por no poder llevar una vida como la anterior del diagnstico: se sienten fsicamente mal, sopor-tan tratamientos altamente agresivos, experi-mentan cambios en su cuerpo, se someten a frecuentes revisiones mdicas. Pero esta hosti-lidad del paciente tambin oculta expresiones y emociones difciles de exteriorizar (De Trill, 2006).

    La enfermera, experta en Musicoterapia, de la Unidad Oncologa o Cuidados Paliativos para abordar sus planes de cuidados oncolgi-cos relacionados con los tratamientos oncol-gicos debe utilizar como marco de referencia la taxonoma diagnstica de la NANDA, donde de nen los problemas espec cos del paciente oncolgico, cuyas intervenciones enfermeras son dependientes. Se abordar la intervencin

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    musicoterpica desde dos perspectivas: as-pectos biolgicos (dolor, sntomas digestivos, sntomas inmunolgicos) y aspectos psicoso-ciales (sntomas neuropsicolgicos, problemas de comunicacin y exteriorizacin de emocio-nes y el proceso de duelo) acordes con el esta-do clnico y los gustos musicales del paciente oncolgico. Y tambin se har hincapi en el abordaje de la msica en el estrs del cuidador principal.

    3.4.1 ASPECTOS BIOLGICOS3.4.1.1 DOLOR

    El dolor es uno de los sntomas ms fre-cuentes en el enfermo de cncer y se encuen-tra en todas las fases y todo tipo de tumores, incluido en algn momento durante su trata-miento. El dolor est presente en el 50 % de los pacientes (Centeno, 1996; Cepeda, 2008). Predomina los tres tipos de dolor: somtico, neurolgico y visceral.

    La msica es una de las herramientas dis-ponibles para el alivio del dolor, es fcil de ad-ministrar, libre de efectos adversos y no es cos-tosa. Pero no resulta aconsejable como nico tratamiento analgsico, sino como tratamiento complementario.

    La msica fomenta la liberacin de endor- nas que son neurotransmisores que permiten enmascarar el dolor. Esto se potencia cuando se realizan mtodos de musicoterapia como activa, pasiva, mixta y receptiva. Ejercicios de visualizacin (imaginacin guiada), donde el paciente con ayuda de la msica se concentra en una imagen que le evoca sensaciones pla-centeras.

    En 2008, en e Cochrane Library, con musicoterapia, se plante suavizar el dolor tras operaciones quirrgicas y utilizarla como re-fuerzo a los analgsicos en una investigacin controlada. Los pacientes oncolgicos que es-

    cucharon msica despus de la operacin se quejaron menos dolor que los no expuestos a ella. La msica tambin redujo la necesidad de opiceos. Cepeda cree con rmado con el estu-dio que al menos en el caso de dolor postope-ratorio agudo la msica disminuye las necesi-dades de analgsicos y la intensidad del dolor (la musicoterapia aliviaba en casi un punto el dolor de los afectados en la escala del dolor EAV del 1 al 10) y necesitaban 1 mg menos de mor na que los dems, dos horas despus de la intervencin y, al da siguiente, casi 6 mg menos.

    La revisin de la Colaboracin Cochrane analiz 51 ensayos para comprobar el efecto de la msica sobre el dolor, pero los resulta-dos de otros estudios no eran su cientemente congruentes para concluir si la msica aliviaba el dolor asociado al cncer, o las pruebas diag-nsticas.

    Existen varios estudios han demostrado que diversas tcnicas de Musicoterapia han sido efectivas en el tratamiento clnico del do-lor oncolgico:

    Dileo y Bradt (1999) sostienen que la musi-coterapia ha sido demostrada como una inter-vencin efectiva en una variedad de pacientes oncolgicos y situaciones clnicas mediante mtodos receptivos y activos.

    Otro mtodo de Musicoterapia que podra incluirse en el abordaje del dolor oncolgico (Zain, 2008) es la musicoterapia vibroacstica a travs de cuencos sonoros tibetanos y el did-geridoo (instrumento de viento ancestral utili-zado por los aborgenes de Australia).

    Los pacientes que recibieron estas tcni-cas de musicoterapia informaron una menor intensidad del dolor y, a veces, han requerido menos medicacin para el dolor. A travs de los diversos tipos de terapia musical mejora el confort y la calidad de vida del enfermo onco-

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    lgico. Es un recurso inestimable para dismi-nuir el sufrimiento en el cncer avanzado. El profesional a travs de una cuidadosa valora-cin puede facilitar la exploracin del paciente de los muchos factores que contribuyen a la compleja experiencia del dolor.

    3.4.1.2 SNTOMAS DIGESTIVOS.Los efectos secundarios causados por la

    quimioterapia y radioterapia (zona plvica o abdominal) dependen de qu medicamento o combinacin de medicamentos se est usando, de qu nivel de emisin de radiacin. La seve-ridad de los efectos secundarios vara de una persona a otra.

    Las personas vinculan frecuentemente al tratamiento de quimioterapia y radioterapia con las nuseas y los vmitos.

    La forma ms e caz de tratar las nuseas y los vmitos que presentan es previnindolos. Esto se puede lograr usando medicamentos contra las nuseas y vmitos que funcionan en cada tratamiento de quimioterapia y ra-dioterapia, especialmente en el primero. La musicoterapia se ha usado con cierto xito en pacientes que han desarrollado nuseas y v-mitos como se demuestra en las investigacio-nes de Ezzone et al (1998), que realizaron un estudio entre grupos de pacientes sometidos a quimioterapia el cual estableci comparati-vas de dos grupos a un total de pacientes se

    incluyeron en el anlisis de datos, con 17 en el grupo control (con frmacos antiemticos) o el grupo experimental (antiemticos habitua-les adems de msica de intervencin durante las 48 horas de altas dosis de ciclofosfamida se administra como rgimen de preparacin). Se encontraron diferencias signi cativas entre las puntuaciones del grupo en una escala analgi-ca visual (EVA) para las nuseas y el nmero de episodios, lo que demuestra que el grupo experimental experimentaron menos nuseas y menos casos de vmitos.

    La aplicacin de msica para las nuseas y vmitos es la musicoterapia receptiva en el que se utilizan sonidos dotados de notas graves a bajo volumen que resultan agradables al odo como msica de movimientos de olas, el con-trabajo, el oboe y el violonchelo.

    Algunos frmacos de quimioterapia tam-bin pueden ocasionar estreimiento y diarrea como efectos secundarios. En el estreimiento es idneo trabajar tambin con msica de tipo receptiva, es decir, con musicoterapia vibro-acstica a travs de cuencos tibetanos sono-ros, en el que se trabaja la parte rtmica del movimiento peristltico del intestino grueso (Zain, 2008) si las condiciones fsicas del pa-ciente lo permiten. Sin embargo, en la diarrea es preferible que el paciente escuche msica pasivamente a travs de notas musicales cl-sicas como Renacimiento del arpa (Stivell), Concierto de oboe (Vivaldi), Claro de luna (Debussy) y Adagio (Albinoni).

    3.4.1.3 SNTOMAS INMUNOLGICOSLa quimioterapia y la radioterapia generan

    una sobrecarga txica que tiene una accin pa-radjica sobre el sistema inmunolgico que lo debilita y destruye con riesgo de infecciones y complicaciones.

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    Un estudio ha demostrado, que tras cantar, haba aumentado considerablemente las con-centraciones de sangre de inmunoglobulina A e inmunoglobulina G. En cambio, despus de escuchar pasivamente la misma msica, sin cantarla, los valores eran normales. Otra ventaja de la msica es la aceleracin de pro-duccin de clulas sanguneas tras comparar la evolucin de 42 pacientes, con edades com-prendidas entre los 5 y los 65 aos, ingresados por diferentes tipos de cncer (linfomas, leu-cemias y tumores slidos) en un centro on-colgico.

    Otro estudio cient co realizado revel que escuchar 15 minutos de msica, incrementaba los niveles de Interleuquina 1 en la sangre de 12,5 a 14 %. (Bartlett, 1993). Dicha sustancia es una citoquina fundamental para el sistema inmune ya que participa muy activamente en las funciones de defensa del organismo.

    Se concluye que cantar refuerza el sistema inmunolgico y consecuentemente, palia los efectos de la enfermedad oncolgica mejoran-do el estado de nimo y los niveles de cortisol (responsable de la hormona del estrs).

    3.4.2 ASPECTOS PSICOSOCIALES3.4.2.1 SNTOMAS NEUROPSICOLGICOS

    El diagnstico de cncer y la evolucin de la propia enfermedad generan frecuentemen-te un malestar emocional importante, ya que

    suele afectar al paciente globalmente, tanto a nivel fsico, como psquico y social.

    Mat et al (2004) hacen mencin los tres sntomas neuropsicolgicos ms frecuentes en el paciente con cncer: insomnio, ansiedad y depresin.

    La di cultad para dormir satisfactoria-mente durante la noche se traduce en fatiga, intolerancia al dolor y depresin del sistema inmune, as como a nivel emocional con au-mento de irritabilidad y depresin.

    Estudios cient cos demuestran que la m-sica eleva los niveles de melatonina que es una hormona que est ligada al sueo. Escuchar msica clsica interpretada por un piano, por ejemplo, genera una respuesta a las propias on-das cerebrales y con ello, se mejora la calidad del sueo segn investigaciones de la Univer-sidad de Toronto.

    Un estudio de la Universidad de Louisville, un grupo de personas con insomnio fue ex-puesto a msica en el momento de iniciar su descanso. Los resultados son contundentes, en ms de 20 casos, las personas participantes en la investigacin se durmieron ms rpidamen-te, lo hicieron por perodos ms largos o regre-saron al sueo con mayor agilidad despus de una interrupcin nocturna.

    Para este propsito, los temas musicales deben ser suaves, meldicos y lentos. Para la investigacin se utiliz Msica del agua, de Haendel, Canon en Re, de Pachelbel y Las cuatro estaciones, de Vivaldi. Sin embargo, otros especialistas tambin aconsejan ms pie-zas para combatir el insomnio como algunos fragmentos de Nocturnos, de Chopin y Pre-ludio para la siesta de un Fauno, de Debussy. Se aconseja que se elimine todo movimiento e intente respirar profundamente al mismo tiempo.

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    Consideramos que la ansiedad, otro de los sntomas neuropsicolgicos, se puede ma-nifestar en el momento del diagnstico de la enfermedad neoplsica o de la recidiva, cuan-do el paciente est esperando el nuevo trata-miento (quimioterapia, radioterapia, ciruga o trasplante de mdula), durante el mismo y en los estadios avanzados o terminales.

    La terapia musical ayuda a reducir la an-siedad, a enfrentarse a los problemas fsicos y a aliviar las emociones que causa el cncer, segn muestra las conclusiones de una inves-tigacin llevada a cabo en 2008 en el Cen-tro Integral del Cncer de la Universidad de Michigan (EEUU), tutelada por el profesor O`Callaghan. Similar a este estudio, Takahashi (2007) realiz una investigacin sobre pacien-tes que estn llevando a cabo operaciones de cncer digestivo asignados aleatoriamente en dos grupos (grupo de terapia de msica y gru-po de control). El efecto de la musicoterapia sobre la ansiedad en el grupo de terapia fue signi cativamente inferior que el de los pa-cientes de control, demostrando la efectividad de la terapia para reducir la ansiedad. Para ello se utiliz el Inventario de los Rasgos del Estado de Ansiedad (STAI).

    Segn este estudio, recomienda escuchar msica en vivo o grabada, y sugiere tocar al-gn instrumento como la guitarra, el piano o simplemente sacudir una pandereta. Adems, a rma que la terapia tambin puede consistir en la composicin de canciones o la discusin del signi cado de sus letras. No es necesario que el paciente tenga antecedentes musicales para que experimente la musicoterapia.

    Inicialmente aconseja escuchar msica calmante, de modo que el latido del corazn cambie para adaptarse al tempo de la msica que se escuche; acostumbrarse a usar un apa-rato mp3 con msica autoseleccionada en la

    espera previa a la radioterapia, en las cita con el onclogo ya que ayuda en el tiempo de es-pera a reducir la ansiedad; acudir a conciertos en vivo y a analizar y re exionar sobre aquellas letras que ms pueden gustar al enfermo, ya que puede dar al paciente una gran variedad de emociones.

    Trallero Flix (2008) en su investigacin con 6 pacientes oncolgicos (4 mujeres con cncer de mama, 1 con mieloma mltiple y otra con linfoma de Hodgkin) en una Asociacin con-tra el Cncer utiliz la musicoterapia creativa utilizando la propia voz, el canto y la improvi-sacin, a partir de la capacidad musical innata en cada persona. Para ello, se utiliz como sis-temas de medida y evaluacin el cuestionario de los Rasgos de Estado de Ansiedad (STAI). Los pacientes consideraron que el tratamiento les ayud a afrontar sus estados de ansiedad, preocupacin e inquietud.

    Las reacciones depresivas surgen por una difcil adaptacin del paciente a su nuevo en-torno. La musicoterapia puede ayudar a supe-rar el autoaislamiento, muy comn en pacien-tes oncolgicos, lo que lleva a una gran tensin y una consiguiente prdida de contacto social. La msica tiene efectos positivos en los pa-cientes, ya que les ayudan a abrir sus mentes de manera gradual favoreciendo la comunica-cin e interaccin continua con el terapeuta y con su familia.

    Un estudio de la Universidad de Stanford, en el cual participaron una parte importante de las personas en un estudio durante el cual escucharon piezas musicales conocidas mien-tras desarrollaban tcnicas de relajacin, re-dujeron de manera importante la depresin que registraban y mejoraron ostensiblemente su nimo. En cambio, otro grupo que tambin form parte del estudio pero que no se some-ti a la msica ni a la relajacin no consigui

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    mejorar su situacin. Adems, vale remarcar que los grupos analizados (alrededor de los 60 aos), que desarrollaron el estudio durante un perodo de ocho semanas, no fueron orienta-dos por un musicoterapeuta, lo que quizs hu-biera mejorado an ms los resultados.

    Siguiendo otras consideraciones, la msica ms adecuada para evadir la depresin seran temas alegres, enrgicos y rtmicos. Pero no se excluye a la msica clsica, ya que piezas como Concierto para piano n 5 de Rachmaninov, Sinfona n 8, de Dvorak o Concierto para violn, de Beethoven tambin seran buenas alternativas.

    La investigacin sobre la relacin entre la musicoterapia y la depresin sugiere que el experto en musicoterapia debe ser extremada-mente cuidadoso con la aplicacin de la msi-ca en el paciente oncolgico.

    3.4.2.2 COMUNICACIN Y EXPRESIN DE EMOCIONES

    El silencio y la no comunicacin verbal son, muchas veces, una defensa de los pacien-tes oncolgicos. Dichas consecuencias pueden traducirse en serios problemas emocionales para el enfermo oncolgico: se crea una barre-ra de comunicacin y se inhabilita al paciente para que pueda cerrar asuntos importantes que l podra resolver (testamento, aspectos emocionales,). Dicha situacin puede apor-tar di cultades en el paciente y en el cuidador familiar para la elaboracin de su proceso de duelo.

    La msica como agente relajante y por su funcin comunicativa proporciona al paciente oncolgico la capacidad de expresar sus emo-ciones y sus preocupaciones facilitando as su expresin de inquietudes, sentimientos espiri-tuales, dudas, angustia, miedo e interrogantes sobre el sentido existencial. La experiencia

    activa y pasiva de la msica, ayuda, directa-mente, al bienestar del paciente y del cuidador principal; indirectamente, tiene efecto relajan-te y diverge la atencin de los estmulos que provocan el estrs (Gmez Sancho, 1998; Ma-gill, 2009).

    En la mayora de las tcnicas de interven-cin musicoterpica utilizadas en los pacientes oncolgicos de cualquier edad para la expre-sin de emociones es la participacin activa a travs de la produccin musical propia, bien con la voz o con ayuda de instrumentos de fcil manejo, utilizando el lenguaje musical como medio de comunicacin y el musicote-rapeuta extrae la informacin necesaria que permite establecer objetivos espec cos para cada paciente en funcin de sus necesidades y caractersticas. Con estas sesiones se pretende mitigar el impacto emocional del diagnstico y la evolucin de la enfermedad, favorecer la adaptacin a la nueva realidad, aumentar la autoestima, aumentar el control de la situacin y facilitar la comunicacin.

    3.5. EJES DE ACTUACIN DE LA MUSI-COTERAPIA EN EL CUIDADOR PRINCI-PAL.3.5.1 CUIDADOS MUSICALES AL CUIDA-DOR PRINCIPAL

    De manera general, los cuidadores o fa-miliares estn en permanente contacto con pacientes enfermos. Los cuidadores son un colectivo de alto riesgo debido a su continuo contacto con las situaciones de necesidad que viven aquellas personas a quienes prestan ser-vicio. A ello se aade su alto grado de impli-cacin emocional. En casos extremos, el des-gaste y la fatiga emocional pueden hacer mella en su salud y llevarles a padecer burnout, un sndrome que se puede solucionar si se aborda a tiempo. Ante esta problemtica hay escasos

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    estudios sobre el abordaje de la msica en el estrs del cuidador.

    En el cuidado y tratamiento del paciente con cncer, el musicoterapeuta de vez en cuan-do imparte sesiones en presencia de los cui-dadores. La msica contribuye ventajas para el cuidador aportando efectos bene ciosos a travs de la ilustracin de sus experiencias vi-vidas y el impacto psicosocial en su contexto. Para ello se sirve de unas estrategias simples de musicoterapia en sus sesiones con los pa-cientes de cncer: el uso de la voz como medio de comunicacin, la creacin de grabacin de audios, escuchar msica. Para ellos la msica es comodidad, alegra, alivio de angustia, sig-ni cado emocional, belleza esttica y paz (Ma-gill, 2009).

    Trallero Flix y Oller Vallejo en su libro Cuidados musicales para cuidadores, pu-blicado en el ao 2008, aplican un innovador mtodo denominado Musicoterapia Autorrea-lizadora Creativa (MTA) basado en la impro-visacin con instrumentos musicales y voz de forma grupal.

    Este mtodo se ha puesto en marcha re-cientemente, como proyecto piloto, en diver-sos Servicios de Oncologa destinado para los familiares y cuidadores de pacientes oncolgi-cos. El propsito de este estudio es examinar los efectos de cuidador implementadas en las

    aplicaciones de msica en la colaboracin con su receptor del cuidado. Y no hay todava re-sultados al respecto.

    Se concluyen que las aplicaciones de la mu-sicoterapia son e caces para aumentar el com-promiso mutuo en la pareja paciente-cuidador que reciben cuidados.

    3.5.2. EL DUELO Y LA PRDIDA EN EL CUIDADOR PRINCIPAL O FAMILIAR

    El dolor por la prdida de un ser querido es el perodo de sufrimiento y duelo despus de una muerte. El llorar a alguien es una parte del proceso normal de reaccin ante una prdida. El sufrimiento puede experimentar como una reaccin mental, fsica, social o emocional. Las reacciones mentales pueden incluir el enojo, la culpabilidad, ansiedad, tristeza y desespe-racin. Las reacciones fsicas pueden incluir problemas para dormir, cambios en el apetito, problemas fsicos o enfermedades.

    En mi bsqueda de recursos bibliogr -cos, he podido contemplar que existen escasos datos acerca del abordaje del duelo a travs de la Musicoterapia. El trabajo de la msica en el duelo, en el que el cuidador est particular-mente vulnerable, debemos ser extremada-mente cuidadosos (Ballesteros, 2010) ya que implica el riesgo de poder abrir heridas, que el propio terapeuta no tenga cerradas.

    El trabajo con la msica lo ha de hacer el cuidador, pero ser labor del terapeuta expe-rimentar, investigar, discutir, hablar y buscar las razones por las que el paciente no consigue motivarse, expresarse o implicarse en el pro-ceso.

    Las actividades basadas en la Musicotera-pia Creativa para la intervencin del duelo son la improvisacin con instrumentos musicales, canto, composicin, construccin de instru-mentos, danza, dibujo, etc, planteadas por la

  • 1er. Cuatrimestre 2011 Ao XV - N. 29

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    musicoterapeuta y psicloga Raquel Balles-teros en su libro Musicoterapia y psicologa aplicadas al duelo y la prdida:- Liberacin y transformacin emocional

    (a travs de la improvisacin). Se le pide al cuidador que piense en un sonido que pue-da representar la emocin que tiene en esos momentos y que marque aquellos adjetivos que de na esa sensacin o emocin. Poste-riormente que lo exprese mediante un ins-trumento musical que l desee y a travs de la improvisacin.

    - Biografa musical del fallecido (seleccin musical y audicin activa). Se le pide al cui-dador o al familiar que construya la biografa de la persona fallecida a travs de canciones preferidas de este ltimo, letras que resulten signi cativas para l para con posterioridad animar a que haga un recopilatorio en un CD estas canciones y las escuche.

    - Autobiografa musical del cuidador o fami-liar (seleccin musical y audicin). Se le pide al doliente que construya su autobiografa a travs de canciones, sobre todo prestar aten-cin a la prdida de su ser querido.

    - Cancin de adis (audicin, anlisis de letras, composicin). Se selecciona canciones de

    despedida, re exionar acerca de ella y, adap-tar la cancin a su situacin personal acorde a sus necesidades y situacin actual.

    Una vez nalizada cada una de las activida-des es necesario canalizar y poner en su lugar las emociones que han surgido (Ballesteros, 2010)

    Para la realizacin de las mismas se bas en manuales de diferentes disciplinas como arteterapia, psicologa cognitiva, Gestalt, tea-troterapia etc...

    3.6 . NECESIDAD DE NORMAS Y PRIN-CIPIOS TICOS APLICADOS A LA MUSI-COTERAPIA

    Toda relacin teraputica conlleva un com-portamiento tico. La actividad que realiza el musicoterapeuta constituye un acto de respon-sabilidad, ya que derivan bene cios y riesgos.

    Las actividades musicoterapeticas deben estar reguladas ticamente, porque bene cian al paciente y a los profesionales de la musico-terapia.

    Los principios de tica y deontologa que deben regir la actuacin del musicoterapeu-ta son autonoma del paciente (informacin, consentimiento), bene cencia, no-male cen-cia y justicia.

    3.6.1 PRINCIPIO DE AUTONOMIA DEL PACIENTE

    El paciente puede y debe ser informado sobre las distintas fases de tratamiento, cono-ciendo en todo momento los bene cios y ries-gos de la terapia que realiza, la duracin del tratamiento, el mtodo de trabajo empleado y sus caractersticas as como los objetivos pre-vistos en cada momento.

    Dicho principio se basa en el respeto de la sociedad para la capacidad de los individuos

  • Cultura de los Cuidados

    1er. Cuatrimestre 2011 Ao XV - N. 29 71

    a tomar decisiones informadas sobre asuntos personales.

    3.6.2 PRINCIPIO DE BENEFICENCIAEn el contexto mdico, esto signi ca tomar

    acciones que sirvan a los mejores intereses de los pacientes. El principio de bene cencia se traduce en que se tiene que hacer el bien a las personas, teniendo en cuenta que el concep-to de bien es subjetivo, con lo cual nuestro bien no tiene porque coincidir con el bien del otro; por eso es preciso comunicarse de forma efectiva con la persona, descifrar su vo-luntad y respetarla.

    3.6.3 PRINCIPIO DE NO-MALEFICENCIAEl principio de la no male cencia supone

    que no se puede hacer dao al otro, incluso siendo ste el que nos lo pida y obliga a tratar a las personas con igual consideracin y respeto.

    3.6.4 PRINCIPIO DE JUSTICIA La musicoterapia es un bien escaso; debe-

    ra tener acceso a todo lo que necesiten, dentro de sus posibilidades econmicas de la socie-dad. En conclusin, se debe potenciar centros de asistencia gratuitos (por ejemplo dentro de la seguridad social) para casos de demostrada e cacia en el campo de la Oncologa.

    4. CONCLUSIONESLa musicoterapia como terapia comple-

    mentaria aplicada al mbito sanitario est en vas de desarrollo, aunque todava quede un largo camino por recorrer. Esta terapia nunca fue, es y ser un sustituto de la terapia farma-colgica sino ms bien como un complemento. Aplicar terapia musical a un paciente oncol-gico precisa de una valoracin general previa muy cuidadosa bajo la supervisin de una enfermera formada en Musicoterapia en con-

    tinua interrelacin con el equipo interdiscipli-nar de la Unidad donde permanece el paciente.

    La terapia musical est indicada para todo paciente oncolgico (desde la patologa ms moderada hasta la ms grave, e incluso en fase agnica) siempre teniendo en cuenta su grave-dad, su pronstico y estado general. Es una te-rapia segura y carente de efectos secundarios.

    Cient camente est demostrado que la musicoterapia reduce los niveles de intensi-dad de dolor y la necesidad de opiceos, pero la magnitud de estos bene cios es pequea y, por lo tanto, su importancia clnica es incier-ta. Otros estudios sostienen que con la musi-coterapia facilita la expresin de emociones, preocupaciones, inquietudes, sentimientos espirituales, dudas, angustia, miedo e interro-gantes sobre su sentido existencial, que contri-buir una mejor aceptacin y buen desarrollo de los diferentes tratamiento sometidos al paciente oncolgico como la quimioterapia, radioterapia, ciruga o trasplante de mdula sea).

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    ANEXO 1. ACTITUDES DE UN

    TERAPEUTA MUSICAL

    ACTITUDES A EVITAR- Mostrar una actitud directiva.- Poner etiquetas o nombre a sus sen-

    timientos (esto est bien, esto est mal, cunta tristeza sientes?)

    - Usar frases del tipo deberas. - Mostrarnos impacientes ante la falta

    de avance y progreso del paciente. - Usar frases estereotipadas de consue-

    lo, del tipo ya pasar, el tiempo lo cura todo, la vida es as, todo sal-dr bien.

    ACTITUDES A FOMENTAR- Mostrarnos abiertos a hablar de nues-

    tras prdidas. (he pasado por expe-riencias similares y comprendo como te sientes.

    - Abrir la puerta a la comunicacin. - Mostrar una actitud sosegada y rela-

    jada. - Mantener una actitud de escucha y

    atencin a las distintas seales verba-les y no verbales del paciente.

    - Fomentar la actitud colaboradora del paciente.

    - Mostrar cercana y proximidad fsica. - Respetar la resistencia del paciente.