psico social huici1996

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    INTRODUCCCIN

    La presente revisin sobre el campo de la psicologa de los grupos en sentido

    amplio trata de cubrir el periodo de dos aos, a partir de un trabajo de la mis-ma naturaleza llevado a cabo por Ayestarn (1993).

    Se ha tomado como base para la revisin dos revistas estadounidenses:Jour-nal of Personality and Social Psychology ySmall Group Research, dos revistas euro-peas: European Journal of Social Psychology y European Review of Social Psychology, yuna espaola, laRevista de Psicologa Social. En cuanto a los monografias y ma-nuales en 1994 se publicaSmall Group Research: a Handbook de Hare, Blumberg,Davies y Kent, cuyo mayor problema es el haber sido publicado con gran retra-

    so, por lo que su contenido en gran medida se solapa con el periodo revisado porAyestarn que cubra del 87 al 93.Otras obras de grupo a destacar en estos dos ultimos aos son, en el campo

    de la teora, el libro sobre motivacin de grupo de Hogg y Abrams (1993) o so-bre desarrollo de grupo de Wheelan (1994), los relativos a comunicacin en losgrupos (Frey, 1994, Ellis y Fisher, 1994); en el de la aplicacin los de Bertcher(1994) y Morgan sobre tcnicas de grupo. Por otra parte, losAdvances in Group

    Processes editados por Lawler, de carcter anual incluyen captulos sobre grupos.En el presente trabajo se abordan las relaciones intergrupales y las intragru-

    pales asi como las contribuciones ms recientes en el campo de la influencia mi-noritaria. Tambin se har referencia a estudios actuales sobre representacionessociales en el que se pone un nfasis en las relaciones intra o intergrupales. Semantendr el margen temporal antes sealado, slo con pequeas desviacionespara dar cabida a desarrollos que se consideran importantes.

    RELACIONES INTERGRUPALES

    En el campo de las relaciones intergrupales se advierte un predominio de lostrabajos derivados de la teora de la Identidad Social y de la Categorizacin delYo. Esto es ms notorio en el caso de las revistas europeas, pero tambin se ad-vierte una entrada en las publicaciones norteamericanas de la teora de la Iden-tidad Social. Es a esta perspectiva a la que se dar aqu prioridad, sealando susdesarrollos ms importantes.

    La Identificacin Social

    En cuanto a la Identificacin Social se trata como variable mediadora de la di-ferenciacin intergrupal en linea con la formulacin clsica de la teora, y tam-bin como variable independiente o dependiente. As hay trabajos que sealanel aumento de identificacin en funcin del tamao de grupo, siendo los gruposminoritarios, de distintividad moderada, los que proporcionan bases ms cen-trales para la identificacin (Abrams, 1994). Tambin parece depender del gra-do en que existan posibilidades de abandonar el grupo y en funcin del statusdel mismo, en grupos de status bajo se reduce la identificacin cuando se puedesalir de ellos, pero lo opuesto sucede con grupos de alto status (Ellemers, 1993).El aumento de la identificacin causada, bien por amenazas con la consiguientereduccin de la autoestima (Branscombe y Wann, 1994) o porque se dan condi-ciones irritantes (igual status y tamao del exogrupo) (Blanz y col. 1995) pro-ducen una denigracin del exogrupo. Dado que la mayora de los resultados en

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    el marco de esta teora se refieren a favoritismo endogrupal ms que a denigra-cin del exogrupo estos ltimos resultados tienen inters porque pueden abrir lavia para el estudio del paso de la diferenciacin civilizada que se ha venido es-

    tudiando a formas ms abiertas de rechazo de los exogrupos.Por su parte Kelly (1995) ha puesto de relieve que en grupos polticos dondela orientacin es colectivista y comparativa, y de acuerdo con lo hipotetizado porHinkle y Brown (1990), la identificacin se relaciona con la diferenciacin inter-grupal, y con el aumento de la homogeneidad endogrupal, que en este contextotiene un valor estratgico al presentar un frente unido de cara a los competidores.Tambin en estos grupos el aumento de la identificacin promueve la accin co-lectiva a travs de percepciones compartidas acerca del valor y la probabilidad del

    cambio social. Esta misma autora seala el papel mediador que la identificacinpuede producir tras la percepcin de la deprivacin relativa colectiva.

    Niveles de Identificacin

    A travs de la influencia de la teora de la categorizacin del yo, se dan unaserie de trabajos que tienen en cuenta niveles de identificacin de forma verti-cal, es decir con categoras de distinto nivel de inclusividad (por ejemplo iden-

    tificacin regional, nacional y supranacional). Adems de los trabajos sobre iden-tidad comparativa llevados a cabo en nuestro pais (Ros y col. 1988; Ros y col.1994, Huici y Ros, 1993) que tratan de poner en relacin el grado de identifi-cacin simultnea con la categora regional y nacional con diferenciacin inter-grupal, y la valoracin de entidades supranacionales, un trabajo reciente de Si-mon y col. (1995) indica que un nivel ms alto de diferenciacin regionalconlleva una bsqueda de mayor distintividad del endogrupo nacional y unamayor percepcin de la homogeneidad regional que nacional. El autor seala la

    aplicabilidad de la teora de la IS a contextos sociales que incluyen grupos dife-rencialmente inclusivos en lugar de exogrupos mutuamente excluyentes.Otro estudio en el que se tienen en cuenta los niveles ms o menos inclusivos

    de categorizacin y sus relaciones lo representa el estudio transcultural en el que setrataba de ver como afectaba a la representacin social de la categora supraorde-nada Europa las comparaciones entre regin-estado (Echevarra y Gonzalez 1993).

    Cercano a estos trabajos, aunque partiendo de una teorizacin independientecabe encuadrar el modelo de distintividad ptima de Marilyn Brewer (1991), deacuerdo con el cual la identidad social se ve como una reconciliacin entre las ne-

    cesidades opuestas de asimilacin y de diferenciacin de otros. De acuerdo consu posicin, los individuos tratan de evitar autodefiniciones que sean demasiadopersonalizadas, o sean demasiado inclusivas, es decir, por medio de categoras de-masiado generales, y prefieren autodefinirse en trminos de categoras distinti-vas. Se supone que tanto la identificacin con el grupo como la lealtad hacia lson ms altas en aquellas categoras que a la vez proporcionan sentido de perte-nencia y distintividad. Tras haber obtenido apoyo preliminar para su modelo eninvestigacin de laboratorio ha emprendido un amplio trabajo de campo con

    grupos en situaciones naturales.

    La Medida de la Identidad

    Uno de los desarrollos relativamente recientes tienen que ver con la medidade la identidad social. La elaboracin de la medida de Autoestima Colectiva deLuhtanen y Crocker (1992) ha servido para enfrentar uno de los problemas que

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    se planteaba la investigacin en este campo, como es el de los efectos de la dis-criminacin intergrupal en la autoestima que no siempre se han constatado, pe-ro probablemente debido a que se medan tales efectos en la autoestima indivi-

    dual y no en la derivada de la pertenenecia a grupos. As lo sealan, por ejemplo,Branscombe y Wann (1994).

    Entre las subescalas incluidas en la Escala de Autoestima Colectiva est la su-bescala de identidad que puede tomarse como una medida de saliencia de la ca-tegorizacin.

    Recientemente Deaux y col. (1995) llevaban a cabo un estudio de los princi-pales tipos de identidades sociales y de las dimensiones que las diferencian. Lostipos de identidades encontradas son los siguientes: relaciones personales; voca-

    ciones; afiliaciones polticas; grupos tnicos y religiosos; y grupos estigmatiza-dos. A cada tipo de identidad correspondan distintos dimensiones aplicables aellas.

    El estudio de las variables socioestructuralesen la diferenciacin intergrupal

    Otro mbito que ha tenido un importante desarrollo en la investigacin tie-ne que ver con el efecto de las variables como status, y poder, tamao de grupoy permeabilidad de las fronteras de grupo. Este tipo de variables haba recibidomucha menor atencin en la investigacin anterior en la SIT. Pero comenzarona recibirla a partir de los trabajos de Sachdev y Bourhis. En uno de los ms re-cientes (Sachdev y Bourhis 1991) muestran que los grupos dominantes de altostatus y mayoritarios discriminan ms que los subordinados y que cuando ungrupo adems de no tener poder es minoritario y de bajo status muestran favo-ritismo exogrupal. Numerosos trabajos han puesto de manifiesto la superior dis-

    criminacin en los grupos de alto status (Kirchler y col. 1994). En un trabajo deBlaz y col. (1995) se puso de manifiesto una tendencia natural a sobreestimarel tamao y el status del endogrupo, lo que contrarresta la discriminacin nega-tiva, pero cuando se hace explicita la semejanza de status tambin se produce esetipo de discriminacin.

    En nuestro pas hay que citar el trabajo de Montalbn y Gmez (1993) sobreefectos de la desigualdad de status en la diferenciacin intragrupal e intergrupaly los relativos a la discrepancia de status individual y grupal, y la estabilidad de

    la diferenciacin percibida sobre el comportamiento intergrupal (Montalbn yGmez, 1995).Lindeman y Koskela (1995) ponen de relieve la importancia de las variables

    como tamao de grupo y controlabilidad de la pertenencia, teniendo en cuentatambin la dimensin de comparacin. Cuando la pertenencia al grupo no escontrolable, las mayoras discriminan ms que las minoras en la dimensin re-levante para la tarea. La minora lo hace en la irrelevante.

    Los trabajos realizados por Ellemers (1993) tratan de ver los efectos de del sta-tus relativo, la permeabilidad de las fronteras y la legitimidad del status sobre laidentificacin de grupo. Se da ms identificacin con alto que con bajo status pe-ro ello viene modulado por la capacidad o no de dejar el grupo,tal como se se-al anteriormente.

    Un trabajo ms reciente (Lalonde y Silverman, 1995) trata de ver el efecto dela permeabilidad del grupo en las estrategias individuales o colectivas empleadaspor los individuos, teniendo en cuenta la saliencia de la categorizacin. Las estra-tegias individuales se dan en situaciones de posibilidad de abandono del grupo, y

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    las colectivas en condiciones de grupo cerrado cuando la categorizacin es pro-minente, muy en linea con las predicciones de la teora de la identidad social.

    Otras variables y otras medidas de la diferenciacin

    En un trabajo reciente, empleando el Paradigma del Grupo Mnimo, Hars-tone y Agostinos (1995) ponen de relieve la importancia de la presencia de msde un exogrupo en la diferenciacin intergrupal, pues cuando hay ms de unosta no se produce. Este resultado hace que se vuelva a plantear el problema delefecto de la demanda, pues parece que la estructura de dos grupos da lugar a una

    orientacin competitiva.Duck y col. (1995) observaron el efecto de diferenciacin en la estimacin delimpacto de los medios de comunicacin, comprobado como el efecto de la ter-cera persona (a los dems les influye pero no a m) se extiende al exogrupo,cuando se trata de valorar el efecto de los mensajes contraactitudinales.

    Otro modo de mostrar el favoritismo endogrupal se ha observado en las pre-ferencias de pareja para una cita en un contexto multicultural (Liu y col. 1995).

    Cabe referirse al estudio del favoritismo endogrupal en un contexto empresa-rial entre hombres y mujeres directivos. Se comprob el favoritismo en ambosgrupos aunque tambin una tendencia ms poderosa al autoensalzamiento indi-vidual. Es decir, que identidad personal tiene ms fuerza que la identidad social(Lindeman 1995 ).

    Recientemente Maas y col. (Maas y Arcuri, 1992, Maas y col. 1995) han tra-tado del sesgo linguistico a favor del endogrupo, que permite de forma sutilmantener y transmitir una percepcin ms favorable a ste. Tiene que ver con elempleo de lenguaje abstracto o concreto para referirse a conductas positivas o ne-gativas. Asi las conductas positivas del endogrupo se expresan de forma abstrac-

    ta y las negativas de forma concreta, dndose el patrn opuesto cuando se tratadel exogrupo. En el trabajo ms reciente (Maas y col. 1995), se trata de ver losmecanismos que estn a la base de ese sesgo: la proteccin del endogrupo o laexistencia de expectativas diferentes concernientes a los grupos. Los resultadosapoyan esta segunda interpretacin.

    El efecto de Homogeneidad del Endogrupo

    Este efecto ha sido estudiado por Simon (1992) quien, en contraste con los es-tudios anteriores de la homogeneidad exogrupal, sita el efecto de homogeneidadendogrupal en el contexto intergrupal y pone de relieve que tres son los determi-nantes de la percepcin de mayor homogeneidad del endogrupo: la condicin ma-yora-minora dndose en sta ltima; la relevancia de los atributos para la iden-tidad social, pues la homogeneidad se da slo en los relevantes; y el contenido delos estereotipos de los grupos que se daban en un determinado contexto social. Elefecto de homogeneidad endogrupal ha sido recientemente puesto en cuestinpor Bartsch y Judd (1993) quienes lo consideran una anomala de la tendenciageneral a considerar ms homogeneo al exogrupo y atribuyen el efecto a que se dauna confusin con el tamao de grupo (los grupos pequeos son mas homogene-os). Estas objeciones han sido a su vez replicadas por Simon quien seala los dis-tintos modos empleados en su investigacin para separar el efecto del tamao y asu vez critica la investigacin de Barstch y Judd al no tener en cuenta el marcode referencia intergrupal presente en ella (Simon, 1995).

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    En cuanto al efecto de aumento de la homogeneidad del endogrupo, en gru-pos minoritarios tendra el valor de incrementar la percepcin de cohesin, loque puede tener un carcter estratgico tal como destaca Kelly (1995) a prop-

    sito de los grupos polticos. En un trabajo reciente en el que se muestra la ma-yor tendencia a la autoestereotipia en miembros de la minora y en miembros degrupos de alto status minoritarios (Simon y Hamilton, 1994) los autores sugie-ren que el efecto de homogeneidad endogrupal est relacionado con la autoeste-reotipia.

    El Efecto Oveja Negra

    En una trabajo de Marques y Pez (1994) se revisa la investigacin sobre elllamado efecto oveja negra, consistente en que se puede simultanear el sego en-dogrupal y el denigrar a los miembros indeseables del grupo. Los autores sea-lan que aunque guarde un paralelo con el rechazo al desviante en la investiga-cin de pequeos grupos, el efecto deriva directamente de la categorizacin y dela influencia informativa referencial. El control que se ejerce es fruto de un jui-cio subjetivo que deriva de la categorizacin. La evaluacin de los miembros del

    grupo trata de defender la identidad de grupo frente a la amenaza interior, paraasegurar la uniformidad subjetiva. Se trata de un fenmeno de diferenciacin si-multnea intra e intergrupal.

    Una vez revisadas las principales contribuciones recientes en el dominio de laidentidad social y de desarrollos paralelos convendra resaltar la necesidad de unnuevo trabajo de revisin crtica de la produccin en estos ltimos aos parale-lo al realizado por Abrams y Hogg en el ao 1990Social Identity Theory Cons-tructive and Critical Advances, donde se incluyeron captulos muy influyentes en

    el desarrollo posterior, como por ejemplo, el de Hinkle y Brown significativa-mente llamado Comparaciones intergrupales e identidad social algunos nexosy lagunas. Es de esperar que el prximo texto de Deschamps, Morales, Pez yPaicheler Current perspectives on social identity and categorization lo proporcione.

    De momento hay que destacar una contribucin reciente de carcter crticollevada a cabo en nuestro pais, como es la formulada por Ibez (1994) insis-tiendo en la importancia de tener en cuenta la dimensin ideolgica en el estu-dio de las relaciones intergrupales, sealando el peligro de su descontextualiza-cin, la necesidad de tener en cuenta el contexto sociohistrico que constituyelas coordenadas societales en los que se producen, la necesidad de un enfoque in-terdisciplinar con particular atencin a las prcticas de lenguaje como vehculoprivilegiado de la ideologa.

    Representaciones Sociales y Relaciones Intergrupales

    No se pretende aqu hacer una revisin del campo sino simplemente aludir aciertos desarrollos dentro de este rea que la aproximan a la de las relaciones in-tergrupales. As, por ejemplo Wagner (1995) al ocuparse de problemas concep-tuales relativos a la RS y a los criterios de definicin y a los lmites de su aplica-cin, critica el enfoque centrado en el individuo que no presta atencin alproceso social y comunicativo que tiene lugar en el grupo, asi como seala la im-portancia de la confrontacin. Segn observa no basta con que una representa-cin social tengan un carcter compartido sino que deben implicar un metaco-

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    nocimiento sobre los lmites de su aplicacin (al endogrupo o a otros exogrupos).Pone en relacin las RS con el conflicto social y con las relaciones antagnicas.

    Por su parte Echevarra y col. (1994) parten de una de definicin restrictiva

    de las RS asociadas a la dinmica intergrupal y a la defensa de la identidad. Porello hay que tratar de asociar las representaciones sociales al conflicto intergru-pal. En un estudio emprico se aborda las RS acerca de los fumadores, y mues-tra como ciertas representaciones de corte defensivo se activan al explicitarse elconflicto entre fumadores y no fumadores.

    Millward (1995) seala el inters de poner en relacin la teora de la Identi-dad Social con la de las representaciones sociales en un trabajo sobre las RS deenfermeras de distinto status. Parte de la definicin de RS aportada por Purk-

    hardt (1993) como universo consensuado de significados comunes en los quelos miembros de grupo se comunican e interactan (p. 75, cfr. Millward, 1995)y cita la sugerencia de Breakwell (1993) sobre la utilidad de poner en relacinIS y RS para comprender, el origen uso y distribucin de las RS. Ya que stas sepueden entender en funcin de los intereses grupales e intergrupales.

    Por ltimo un trabajo muy reciente de Elejebarrieta y Torregrosa (1995) seenfoca el prejuicio como RS negativas creadas por grupos dominantes para man-tener ciertas relaciones. Las posiciones de los grupos son las que determinan unacierta construccin del prejuicio. En el mencionado trabajo se tiene en cuenta elcarcter de grupo dominante o dominado y las caractersticas de las fronteras degrupo como abiertas o cerradas.

    Vemos pues, que en los trabajos revisados, sin duda una pequea muestra dela teorizacin y la investigacin en el campo, se advierte una tendencia a la con-vergencia entre RS y relaciones intergrupales, o un nfasis en la necesidad de esaconvergencia.

    La reduccin del conflicto intergrupal

    En este terreno los desarrollos ms recientes representados por los trabajos deGaertner y col. (1993 y 1994), tanto en laboratorio como en trabajos de campohacen hincapie en el proceso de recategorizacin como un elemento importantepara la reduccin del conflicto. Cuando los miembros de grupos distintos pue-den recategorizarse a travs de la pertenencia a categoras supraordenadas (ha-ciendo saliente la nueva categora, o a travs de tareas comunes o destino comn)

    se supone que esta recategorizacin tiene un papel mediador entre condicionesde contacto intergrupal positivo y la reduccin del sesgo. Ahora bien, un traba-jo de Snchez Mazas y col. (1994) pone de relieve que los efectos de la recatego-rizacin y del empleo de categoras supraordenadas se ven influidos por las acti-tudes previas de los individuos, pues cabe tanto la recategorizacin del exogrupocomo endogrupo, como el proceso inverso, dado que no se puede garantizar laidentificacin con la nueva categora.

    INFLUENCIA MAYORITARIA Y MINORITARIA

    Un debate de laRevista de Psicologa Socialen el que se plantean cuestionescandentes en relacin a la influencia minoritaria puede servir de base para la re-ferencia a los desarrollos recientes ms importantes en este mbito. Hay que co-menzar por destacar el estudio sobre el recorrido histrico en este dominio lle-vado a cabo por Gonzlez y Canto (1995) en el que se establecen tres etapas: la

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    de trabajos iniciales, la de aparicin de modelos y la de diversificacin de los mo-delos. El trabajo pone de relieve la enorme complejidad tanto terica como de lainvestigacin en este campo. Del conjunto resultan aparentes algunas contro-

    versias pendientes que son resumidas por Mugny y Falomir (1995 p.120-121):la frecuentemente citada por los revisores del rea como es la de un proceso ni-co o doble; la controversia sobre el impacto de la credibilidad o negacin de lafuente que da lugar a resultados aparentemente contradictorios; y la controver-sia sobre la influencia del endogrupo y del exogrupo y cual es el papel en los efec-tos latentes de la categorizacin y la identificacin.

    Uno de los desarrollos ms recientes el modelo de Elaboracin del Conflictopropuesto por Prez y Mugny (1993) supone hacer frente a esas cuestiones sin

    resolver, pero sobre todo es un importante intento de integracin de teoras e in-vestigaciones en el dominio de la influencia social, teniendo en cuenta la multi-plicidad de tareas que se han empleado para medir la influencia, fuentes, nive-les de influencia y procesos a travs de los que se da la influencia. El modelopropone el empleo de la nocin comn de Elaboracin del Conflicto. Esta nocinse refiere al hecho de que en todo intento de influencia se trata de dar significa-do a la divergencia con otras personas relevantes o fuentes de influencia. Comosupuestos bsicos de la teora de elaboracin del conflicto se hacen los siguien-tes: en primer lugar, habida cuenta de que los blancos de influencia se ven afec-tados tanto por la fuente como por el mensaje, proponen que con un mismo gra-do de divergencia distintas fuentes producirn distintas elaboraciones delconflicto. En segundo lugar, manteniendo la misma divergencia y la mismafuente y variando las tareas (objetivas/de aptitudes/de opiniones y tareas que noimplican socialmente), se elaborar el conflicto de distinta manera pues las ex-pectativas epistemicas son distintas (expectativa de consenso/importancia delerror/ significado social del juicio). En tercer lugar, la proposicin de la teora esque los distintos modos de elaboracin del conflicto darn pie a distintas formas

    (latente y manifiesta) de influencia en funcin de la naturaleza de la tarea, natu-raleza de la fuente, y grado de divergencia. La propuesta de Prez y Mugny vaencaminada, en lugar de a buscar una teora nica, a especificar las condicionesen las cuales cada teora se ajusta mejor a los procesos.

    Si se enfoca ahora a la investigacin emprica vemos que los trabajos versan so-bre algunos de los puntos de las controversias citadas, as el de Clark (1994) so-bre los efectos de la censura en la influencia minoritaria, el de Mucchi-Faina(1994) sobre el status de la fuente, y la actitud hacia el blanco sobre los efectos de

    influencia directa e indirecta. Kozakai y col. (1994) ponen en relacin la cohesinde la fuente adems de su caracter endo y exogrupal con los efectos de conversino polarizacin latente. El trabajo de Prez y col. (1995) muestra la eficacia para elcambio de actitud de la internalizacin del conflicto suscitado por la fuente mi-noritaria. Entre los trabajos llevados a cabo en nuestro pais se observa que enfo-can los estilos de conducta de la fuente minoritaria, en concreto la consistenciadiacrnica frente a la denegacin y la censura (Canto y col. 1993b) y las fuentesendo y exogrupales connotadas positiva y negativamente (Canto y col. 1993a) yel tipo, grado de conflicto y categorizacin de la fuente (Canto y Gmez, 1993).

    Un trabajo reciente que merece destacarse es el llevado a cabo por Gebhardty Meyers (1995) en el que se trata la consistencia minoritaria desde una pers-pectiva comunicativa. Sealando una carencia en la investigacin en este campoconsistente en no enfocar como se lleva a cabo la comunicacin en la toma de de-cisin real. En un estudio de 16 grupos de toma de decisin se codificaron lasinteracciones de los subgrupos que pueden ajustarse a lo que ellos definen comoconsistencia: promocin activa de un punto de vista frente al de los oponentes,

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    acuerdo entre miembros y no con la oposicin y resistencia a los intentos de in-fluencia del otro grupo y mantenimiento de la posicin a lo largo del tiempo.Segn se pudo comprobar la influencia en la decisin final de grupo estaba rela-

    cionada con la promocin de la propia decisin y el acuerdo con los miembrosdel subgrupo asi como en el mantenimiento de la posicin a lo largo del tiem-po, apoyando as los resultados acerca de la importancia de la consistencia comovariable de influencia minoritaria.

    En recientes revisiones sobre influencia minoritaria y mayoritaria (Levine yMoreland, 1990) se seala que se inicia el estudio de la innovacin fuera del la-boratorio.

    Por su parte Worchel (1994), indica que, frente a la tendencia dominante a

    estudiar el tipo de pensamiento creado al conocer la opinin de la minora, ha-bra que tener en cuenta cual es el impacto de la minora en la dinmica de gru-po o, en los factores de grupo que influyen en el impacto de la minora, tratan-do as de incluir el estudio de la influencia minoritaria en el marco de grupo.

    EL ESTUDIO DE LA DINMICA INTRAGRUPAL

    Una revisin de este rea resulta mucho ms compleja por una serie de razo-nes que se sealan a continuacin. Ante la imposibilidad de llevar a cabo un co-mentario detallado y exahustivo de los trabajos, se trata de dar una visin de con-junto, basada en las evaluaciones de otros revisores recientes, evaluaciones que,en ocasiones, resultan contrapuestas. Tambin se destacan a grandes rasgos as-pectos tericos y metodologicos que parecen caracterizar este campo de trabajo.

    En cuanto a las razones que dificultan la revisin de este rea las sealan Le-vine y Moreland en su trabajo de 1990 cuando diagnostican que est gravementefragmentada debido a la interdisciplinariedad, que hace que las publicaciones se

    dispersen en distintas revistas, propias de cada disciplina, lo que, segn ellos, lle-va a que los logros y desarrollos sean poco visibles. As observan que el estudiode los grupos goza de buena salud pero fuera de la psicologa social que ha per-dido la dominancia del rea. En su opinin, el relevo lo han tomado los psiclo-gos organizacionales. Cabra aadir el inters mostrado por los comuniclogos,quienes tambin se ocupan de este dominio de investigacin.

    En cuanto a las evaluaciones contrapuestas, vemos que Steiner en su trabajode 1986 Paradigms and Groups en el que se refiere en primer lugar a su pre-

    diccin en el de 1974, pronosticando un resurgir de los grupos, prediccin que,segn l, ha resultado fallida, apunta a una serie de razones de ello, siendo el ar-gumento general que en la psicologa social dominan teoras y mtodos que nofacilitan el estudio de los grupos. Para resumir su posicin podra decirse, con-traparafraseando a Eugene ONeill, que a la psicologa social le sienta mal el gru-po. Cita por ejemplo un trabajo de Lewicki (1982) en el que se consultaba a psi-clogos sociales prominentes cuales seran los temas de inters en la prximadecada, mientras que el 14% sealaba que la dinmica de grupo, el 73% indi-caba que la psicologa social cognitiva. Entre las razones apuntadas por Steinerpara este estado de cosas destaca las siguientes: la observacin de la interaccinno es lo ms frecuente, interesa ms lo que sucede dentro del individuo que unpatrn de secuencias de actos observables. Pocas veces las variables dependientesson otras cosa que autoinformes, esto es, no suelen ser tomadas por observadoresexternos; la dificultad de poner en relacin los eventos observados. Esto se haceparticularmente importante en el terreno de los grupos en que hay que enfren-tarse a una multiplicidad de variables que operan simultneamente y donde se

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    da un proceso constante, adems de tener que enfrentar el problema de la reci-procidad. Otra fuente de dificultad es la necesidad de tener en cuenta secuenciasde actos, cuando la tendencia dominante es a concentrarse en segmentos muy

    cortos de accin. Finalmente el empleo de la metodologa experimental que nofavorecera el estudio de procesos longitudinales.En un trabajo mucho ms reciente de Worchel (1994) significativamente titu-

    lado Puedes volver a casa otra vez: haciendo volver la investigacin de grupo alcontexto de grupo con la vista puesta en las cuestiones de desarrollo, el autor tra-ta de precisar por qu el desarrollo de grupo ha recibido menos atencin en la in-vestigacin, y hace una serie de comentarios generales que en parte coinciden conla visin de Steiner. Al hacer un diagnstico de la situacin actual como contra-

    puesta a la investigacin clsica en este campo, como la de Sherif o Lewin, en laque predominaba la visin de los grupos como sistemas activos, indica que en elpresente las conductas que ocurren en grupos se extraen del contexto de grupo yson sujetas a examen microscpico y son descritas como efectos y puntos finales deuna cadena. El inters se centra en los procesos cognitivos ms que en la interac-cin social y en la dinmica de grupo. Segn el autor, uno de los peores golpes, porser adems no intencionado, lo ha dado el trabajo desarrollado en el campo de laidentidad social y de la categorizacin social a travs del empleo del paradigma delgrupo mnimo, promocionando el estudio de grupos no interactivos.

    uno puede leer muchos descripciones de procedimientos actuales de investigacin en grupos sinencontrar para nada un grupo de sujetos real.....los sujetos son examinados como individuosmientras que el grupo se esconde fuera de la habitacin o slo est en la mente de los sujetos(p. 207).

    Estas opiniones no son compartidas por otros revisores as Hare y colabora-dores (1994) en el reciente Handbook of Small Group Research se refiere a un de-clive aparente que coexiste con una gran produccin en el campo. En mi opi-

    nin, el declive y la productividad no tienen porque ser incompatibles. Por otraparte, indican la necesidad, apuntada por numerosos autores, de un enfoque msglobalizador del estudio de los pequeos grupos y de situar su estudio en un con-texto ms amplio. Levine y Moreland (1990) indican que el nfasis en el campoest en los aspectos prcticos de mejora del funcionamiento de los pequeos gru-pos lo cual conlleva centrarse en problemas ms complejos e interesantes.

    Aspectos tericos en la Investigacin sobre dinmica intragrupal

    Levine y Moreland (1990) observan que la investigacin, a pesar de su enfa-sis prctico, no resulta aterica sino que contribuye al desarrollo de la teora.

    Hare y colaboradores (1994) destacan como teora ms globalizadora la deBales y col.: Symlog o sistema de observacin mltiples de grupo. (Bales, 1985;Bales y Cohen, 1979; para una revisin de esta posicin ver Hare, 1989). Se se-ala la reintegracin de la teora de campo a cargo de Fine (1986). Otro de losdesarrollos supone la aplicacin del enfoque dramatrgico a los pequeos gru-pos incluyendo los propios trabajos de Hare y colaboradores en esa direccin.Tambin desde teoras relativamente recientes se enfoca el grupo como sistema(von Cranach y col. 1986).

    Dos numeros especiales de la revistaSmall Group Research se dedican a exponeren extensin algunas orientaciones tericas e investigaciones asociadas. As Fiskey Goodwin (1994) intentan mostrar la posibilidad de convergencia entre la cog-nicin social y la investigacin en pequeos grupos. Empiezan por sealar que de

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    las crticas formuladas en relacin a la cognicin social la ms justificada es la re-lativa al hecho de no tener en cuenta la interaccin y considera que el marco delos grupos pueden servir para reducir estas carencias. As, por ejemplo, la exacti-

    tud en la percepcin interpersonal sera definida en este contexto como consensode los observadores. En segundo lugar, el proceso de dar significado a la realidadno es un puro proceso intrapsquico sino que adquiere importancia el significadocompartido, tanto como fruto de la interaccin como para dar pie a ella. Los pro-cesos que permiten dar sentido a la realidad no son unicamente intragrupales si-no tambin intergrupales. Tambin seala como cuando existen relaciones de in-terdependencia se busca una mayor exactitud en la comprensin del otro. Encuanto a los beneficios que la investigacin en pequeos grupos puede obtener de

    la cognicin social, cita como la ecologa tanto fsica como social de los grupospuede afectar la capacidad de procesamiento. En cuanto a la composicin de gru-po, el aumento del tamao de grupo, que suele ir acompaado del descenso en lasatisfaccin, puede relacionarse con cuestiones de capacidad y uso de recursoscognitivos. Otro ejemplo de cmo aunar composicin de grupo y cognicin so-cial lo representa los estudios sobre el status slo y sobre sus efectos.

    Por lo que se refiere a la estructura de grupo, seala la influencia de los es-quemas en la definicin de normas y roles, o la importancia del proceso de com-paracin para el establecimiento del status dentro del grupo. En cuanto al con-flicto, destaca la importancia de las cogniciones de los miembros sobre lo que seest comunicando. En el dominio de las relaciones de poder, hace notar como s-tas influyen en la evaluacin del poderoso y del que no tiene poder, o la distin-ta distribucin de atencin individualizada que recibe el primero frente a la ten-dencia a estereotipar a los poco poderosos.

    Como ejemplo de trabajos que entran dentro de esta propuesta, est el deHinsz (1995) quien destaca la importancia de los modelos mentales acerca de c-mo los individuos interactan con los sistemas sociales, teniendo en mente los

    atributos del sistema y de la interaccin.Otros de los desarrollos tericos recientes tienen que ver con extensiones de la

    teora de la interaccin de Bales y se han centrado en el status (tanto emergentecomo generalizado a partir de otras situaciones) que organiza la interaccin. Ensu revisin de esta orientacin Shelly (1995, pp. 316-18 ) indica que los desarro-llos ms recientes se enfocan en las propiedades relacionales que unen a los acto-res en la interaccin y en cmo los actores procesan la informacin mutua y acer-ca de los nexos entre ellos (Fisek, y col. 1991; Wagner y Berger 1993). En las

    teoras de los estados de expectacin se pone el nfasis en cmo se forman expec-tativas sobre la conducta mtua y en cmo se traducen estas expectativas en con-ductas. As pues, en los grupos se emplea cualquier informacin que sirva paradiferenciar a uno de los dems del grupo o que posee valor de status... Una ca-racteristica posee ese valor si los miembros de la sociedad se lo asignan y si el gru-po no es homogneo respecto a ella... Esta informacin de status sobresaliente se-r relevante para la tarea a no ser que se haga irrelevante de forma explcita (p.317). Las expectativas organizan la interaccin y dan lugar a un orden de poder yde prestigio. Se distingue entre procesos de organizacin de estados que son pro-piedades dinmicas de la interaccin que llevan a caractersticas estructurales du-raderas, y caractersiticas de organizacin de estados que son elementos de la si-tuacin que se evalan de forma diversa por los actores y cuyo impacto sobre losprocesos se da a travs de la formacin de expectativas... As el status es una pro-piedad organizadora de estados que afecta a los procesos de interaccin que danlugar un orden de prestigio y de poder (pp. 317-18). Lovaglia (1994) en un tra-bajo reciente examina las relaciones entre status y poder.

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    Un ltimo trabajo que voy a destacar entre los nuevos desarrollos tericos esel de Sabino Ayestarn (1996) El grupo como construccin socialen el que se presentauna visin del grupo social como sistema abierto a otros grupos sociales y al en-

    torno sociocultural. El grupo es una construccin sociocognitiva de los miem-bros lo que permite una reconstruccin de significados y de relaciones sociocul-turales en la interaccin. Sita como eje central el manejo de los conflictos,teniendo en cuenta distintos niveles de anlisis. Este trabajo, en este momentoen prensa, aporta una teora integradora y articuladora de niveles de los princi-pales procesos de grupo, de la que el campo est bien necesitado.

    Aspectos MetodolgicosUn nmero especial delSmall Group Research se haca eco de algunos de los

    problemas metodolgicos presentes en esta rea de investigacin (Keyton 1995).Entre ellos, cabe destacar los resultantes del hecho de estudiar a nivel grupal

    variables que deben estudiarse a nivel individual y a la inversa. As por ejemplolos derivados de recoger datos a nivel individual para inferir los efectos de pro-cesos grupales sobre el individuo (Hoyle y Crawford, 1995). Diversos autores se-alan la necesidad de un enfoque multinivel.

    En segundo lugar los aspectos derivados de la dependencia de observaciones.As cuando se adopta el nivel de anlisis individual y no se tiene en cuenta quelos individuos pertenecen a un mismo grupo, con la posible dependencia de lasobservaciones (Burlingame y col. 1995). Proponen entre otras soluciones, el bus-car tcnicas de anlisis alternativas al ANOVA como el Bootstrap.

    Desde el paradigma naturalista Frey (1995) hace una crtica ms drstica dela investigacin en el rea de comunicacin en pequeos grupos proponiendo co-mo soluciones las siguientes: El estudio de los grupos en su contexto; el estudio

    preferente de ciertos tipos de grupos: con fronteras estables pero permeables conel entorno y que guarden una interdependencia con el sistema social; el ampliarel campo temtico ms all de la toma de decisiones en grupos de trabajo, asi co-mo ampliando los procedimientos metodolgicos, dando prioridad a la entre-vista en profundidad.

    Esta visin sobre el campo de la comunicacin en grupos no la compartenotros autores como Levine y Moreland quienes sealan que el hecho de que esthabiendo un dominio de intereses prcticos, hace que los grupos se esten estu-

    diando en contextos ms naturales, eso si, con un predominio de los grupos detrabajo y de toma de decisiones.Por otra parte hay dominios concretos, como el estudio del pensamiento de

    grupo donde se da mucho ms el estudio de casos que los estudios experimen-tales, de cada cinco estudios slo uno es experimental (Mullen y col. 1995).

    Finalmente el empleo de nuevas tcnicas de anlisis de la interaccin de gru-po como, por ejemplo, las propuestas desde el Modelo de las Relaciones Sociales(Kenny y La Voie, 1984,) tal como indican Ayestarn y col. (1992) puede servirpara abrir una nueva va al trabajo en este campo.

    CONCLUSIONES

    Hemos podido ver que el campo de las relaciones intergrupales muestra ungrado de integracin y desarrollo coherente a partir de la dominancia de dos im-portantes teoras. Tambin que en este campo sera importante un esfuerzo por

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    integracin de resultados y crtica. Entre los desarrollos iniciados que resultanprometedores est los estudios de campo de carcter longitudinal como el de Et-hier y Deaux (1994) en el que se estudia los procesos de mantenimiento de la

    identidad en situaciones de amenaza por cambio de contexto, a travs de la bs-queda de nuevos puntos de anclaje de esa misma identidad.En el terreno emprico cabe destacar la atencin depertada, tanto desde la

    perspectiva intergrupal como desde los desarrollos recientes en el dominio in-tragrupal, por el estudio del status y su impacto en las relaciones intergrupalese intragrupales.

    En el rea de influencia mayoritaria y minoritaria lo ms notorio es el inten-to de integracin terica de los diversos procesos de influencia que pueda servir

    de marco para dar cuenta de los resultados de investigacin. En este terreno y,siguiendo las orientaciones de algunos crticos, sera de inters el estudiar losprocesos de influencia enmarcados en la dinmica grupal y teniendo en cuentala variable tiempo.

    Por lo que se refiere al rea de la dinmica intragrupal, en mi opinin es laque plantea ms problemas. Subscribo ms bien la posicin de Worchel, sobrela necesidad de estudiar grupos en su contexto y teniendo en cuenta el desarro-llo temporal. Como este autor, creo que hay que mover el pndulo y frente a verlos grupos como esquemas ms o menos fijos, hay que enfocar sus aspectos di-nmicos y su evolucin en contextos naturales. Lo que implica aumentar los tra-bajos de campo frente a los experimentales.

    De los desarrollos tericos recientes, y dada la dominancia de la cognicin so-cial, no creo que la solucin vengan de ese lado, a pesar de las muchas aporta-ciones que pueden proceder de ah. Me inclino mucho ms como los multiplesrevisores de este campo por esfuerzos globalizadores que vean al grupo como unsistema abierto y tratando de llevar a cabo una articulacin de niveles, en lineacon el modelo propuesto por Ayestarn.

    Otra cuestin es, cmo puede abordarse su estudio, pues a pesar de los avan-ces metodolgicos, el grupo, como seala Steiner, exige un enfoque multifactor.No me parece casual que los investigadores se hayan ido inclinando por el tra-

    bajo en otras reas. Puede que simplemente se dejen guiar por criterios prag-mticos. Esta opinin parece ser compartida al menos por algunos. As Solano(1988) habla de las dificultades de los estudios de interaccin en grupo, por elnmero de sujetos que resultan imprescindibles, mayor dificultad en la recogi-da de los datos, y en los anlisis ms sofisticados que exigen. Si pensamos en el

    investigador como un tctico motivado, segn la ltima metfora proceden-te de la cognicin social, la investigacin en este dominio resulta menos renta-ble dado que, como pone de relieve Worchel (1994), el rigor metodolgico esms dificil de mantener y ello choca con los criterios estrictos de los gatekee-pers de las revistas cientficas. La revisin del campo hace que uno llegue a sos-pechar que lo que en realidad sucede es que a la psicologa social le cuesta mu-cho el grupo.

    Por otra parte, se echa en falta una teora que logre concentrar los esfuerzosde un buen nmero de investigadores en una direccin coherente, tal como ha

    sucedido en el campo de las relaciones intergrupales.

    Notas

    1 Una versin de este trabajo fu presentada como ponencia en el V Congreso Nacional dePsicologa Social. Salamanca. Diciembre de 1995.

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