tapatío 29 de abril

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SECCIÓN B AÑO XCV TOMO CCCLXVI NÚMERO 34024 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G. GUADALAJARA, JALISCO, DOMINGO 29 DE ABRIL DE 2012 Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected] CUADERNO DE LECTURA Darwinismo en 140 caracteres. ¿Cuáles tuits captan más nuestro interés? De niños conocíamos a un fotógrafo. Cuando revelaba los rollos fotográficos, quedaba un carretito de metal al centro; íbamos a que nos los diera. En algu- na ocasión mi mamá nos puso ahí porque yo creo que no tenía ninguna foto de nosotros. De mi hermano el grande y de mi hermana la grande, sí tiene, pero de nosotros, que yo tenga recuerdo, es la única. (Fernando Garza no la consiguió para esta pieza, NDLR) Nací en Colima, aunque mi padre me registró en Saltillo; llegé a Guadalajara a los nueve años.Tuve una niñez muy feliz; mi padre, siempre muy cerca de nosotros. Recuerdo que con frecuencia íbamos al mar, al rancho. Mi padre tenía un rancho, mis tíos tenían un rancho en el municipio de Coquimatlán. Entonces era andar a caballo, me- ternos a bañar al río. Cada verano eran prácticamente vacaciones obliga- das con mi abuelo en Michoacán, en Coalcomán. La única forma de llegar era en avioneta, era una aventura. Ahí tenía un primo que hacía arcos y fle- chas. Íbamos con el herrero a que nos hiciera puntas y veíamos, inclusive nos las templaba, quedaban muy resistentes y nos íbamos al cerro dizque de ca- cería. Nunca cazábamos nada, soy pésimo para todo esto. Me encantaba jugar en la calle, desde futbol, que era lo que más me gustaba, hasta guerra de pedradas. En una de esas me descalabra- ron, aquí traigo todavía la cicatriz. En mi casa nunca hubo recursos excesivos, vivimos modestamen- te, pero vivimos muy felices. Nunca tuve una bicicleta, pero mi papá me regaló un patín del diablo, y me iba a la escuela en él. Aunque ese era un juguete muy preciado, mi favorito fue el balón. Llegué a jugar en las reservas de la Universidad de Guadalajara, cuando estaban en segunda división. De un tiempo a esta parte Sus seguidores están orgullosos de ellos, otros dirán: “¿y luego, qué les pasó?” Los candidatos al Gobierno del Estado recuerdan pasajes de su infancia Página 11 Con los pies descalzos. Nacidos para correr, un libro de Christopher McDougall Página ocho Sam Walton se retuerce en su tumba. Perfil del fundador de Wal-Mart Página cinco “La política me hizo vago, pero durante la infancia siempre me mantuve en el camino correcto. Mis re- cuerdos entre llanos pateando un balón y mis figu- ritas de acción de Star Wars continúan indelebles en mi mente. El futbol es, fue y será mi pasión. Los cumplea- ños y navidades que pasé en compañía de mi familia unida no fueron excepcionales, pero gracias al cari- ño con que las viví las imágenes se mantienen alber- gadas debajo de donde alguna vez el cabello existió. Hans era mi perro. Un Pastor Alemán que quise mucho. Tuve otros, pero él fue una masco- ta excepcional. Lucas también se paseó por los pasillos de mi casa; de hecho, siempre tuvimos un perro ahí. Hoy la tradición se ha roto. Una de mis hijas es alérgica a sus pelos, aunque todos los días me exigen que les lleve uno. Ya hallaré la forma de complacerlas. Recuerdo que la primaria y la secundaria me forjaron; la verdad sí era bueno en el estudio. Ya en la prepa le bajé el ritmo, aunque en la facultad vol- ví a echarle los kilos, y al seguirme en los estudios, modestia aparte, sí destaqué. El gusto por la patada me hizo decidirme a fes- tejar uno de mis cumpleaños con una cascarita. Y antes de que el balón tocara cualquier portería, va- rios de los jugadores del equipo Leones Negros lle- garon. Las navidades que pasé con mis padres es- peraba ansioso los regalos por la mañana, aunque antes debía aventarme todo el ritual del pa- vo y villancicos. Ahora es una tradición que quie- ro y trato de cuidar. Cuando la tarea que la maes- tra nos dejaba estaba hecha, mis ratos de ocio los acompañaba con la pandilla de Don Gato, además de que Los Supersónicos y Los Picapiedra. En esta foto tenía cuatro años. Estoy en casa de mi abuela materna, en la colonia Independencia. Mi infancia fue muy feliz. Me gustaba mu- cho estar en casa de mis abuelos. Mi abuelo me recogía en el kínder y me iba toda la tarde a su casa. Él tenía una tienda de abarrotes; ahí me surtía de dulces y los viernes por la noche veía el box con él. Mi abuela hacía nata, queso… me la pasaba comiendo, jugando, a veces iban mis pri- mos, pero sobre todo la pasaba en la tienda. Siempre fui el chiqueado de mis abuelos. De chiquito quería ser bombero, pero también me gustaba la construcción. Ya cuan- do tenía siete, ocho años, un presidente mu- nicipal fue a mi escuela y desde ahí quise ser alcalde de Guadalajara. Mi padre no influyó en lo anterior. De ni- ño, yo no sabía qué hacía mi padre. Lo veía a la hora de la comida, por la noche y los sába- dos en la tarde y los domingos, que era el día que lo aprovechaba al máximo En la escuela fui muy amiguero. Me gus- taba mucho incluir a todos, irme a jugar a la casa de otros niños, era el típico que se ena- moraba de la maestra… también fui peleone- ro. Era aguerrido. De chiquito me enojaban los niños abusivos o las injusticias a mis her- manas. Por lo regular ganaba, aunque a veces sí me ponían unas buenas. Mis mejores recuerdos son cuando mi pa- dre me llevaba a jugar futbol; cuando iba al ca- tecismo para que me dieran boletitos que jun- taba para la súper kermés; cuando mi abuelo me llevaba al estadio, veía el box conmigo o me llevaba en la parte de atrás de su bicicleta. Él siempre andaba en bici. Mi infancia la pasé en México DF, ahí crecí en la colonia del Valle, mi mamá aún vive ahí. Un 30 de abril fue cuando yo me recibí de abogado, hace ya 32 años. Mi infancia fue muy alegre, como la de todos los ni- ños. Los niños viven felices. Dicen que cuando uno tiene una tristeza o un problema o algún disgusto tiene que po- ner la vista atrás, cuando era niño, porque siempre había una ilusión. Soy el mayor de cinco; mi madre siempre fue ca- riñosa,amorosa,muyenérgica,tengomuybonitosrecuerdos. Sin embargo, la muerte de mi papá, esa sí me impactó. De pe- queño me gustaba jugar mucho canicas, trompo, jugaba resortera; soy muy bueno para calcular y, como todo pe- queño, le tiraba a los pajaritos, a las lagartijas. También ju- gaba a la carretera, la pintábamos, y con los aviones tam- bién nos divertíamos. Siempre he sido una persona alegre, entusiasta, sobre todo para los deportes. Con mis hermanos siempre me he llevado bien, aunque ellos se quejan al decir que les daba muchas órdenes, pero eso lo dicen ellos. De niños, sí llega- mos a tener pleitos, normales. Los recuerdos de mi infan- cia son agradables, pero una anécdota que recuerde, creo que se acuerdan más mis hermanos de alguna, yo veo más hacia adelante. Una vez, estando medio adolescente uno de mis mejores amigos estaba molestando a uno de mis hermanos chicos y pues me metí a defenderlo y nos pelea- mos, a golpes. Pasó el tiempo, y seguimos siendo amigos. Siempre fui una niña muy participativa en todo. Era la que levantaba la mano para decir: yo, yo yo, siem- pre. Pedían: ¿Quién quiere bailar en tal fiesta? Yo. Siempre salía, no sólo en los festivales de la escuela a la que pertenecía, sino que hasta partici- paba en otras. Siempre me gustó mucho bailar. Esta fotografía, en la que tenía siete años, me trae muy gratos recuerdos de mis amigas de la in- fancia y de toda esa alegría que siempre tuve des- de que nací y que sigo teniendo. Esta imagen es de un evento que se presentó para unas fiestas del pueblo (Etzatlán) en septiem- bre. Participamos con un bailable tipo ruso. No nos quedaron las botas porque éramos de piernas gruesas, entonces tuvimos que usar calcetas, a mí no me quedaron ni a otra compañerita. Eso no nos quitó tener esa chispa. Me acompañan en la fotografía Carmelita (de derecha a izquierda), yo soy la segunda, Laura y An- gélica; todas son vecinas de Etzatlán con las que con- vivía muchísimo. Esa imagen me genera el deseo to- davía de bailar. Tuve una infancia muy feliz. Solo tuve un evento que fue un poco traumático porque me entrellevaron unos caballos; venían en tropel. Salí ilesa de esto, pero después tuve un shock nervioso. Pasados unos días, todo volvió a la normalidad. Siempre fui una niña muy alegre, la más pe- queña de la familia, querida y cuidada por todos. Era muy “hablantina”, demasiado sociable. También me gustaba cocinar. Y desde niña también jugaba a ser maestra. “La política me hizo vago” ENRIQUE ALFARO Movimiento Ciudadano “Siempre me gustó mucho bailar” MARÍA DE LOS ÁNGELES MARTÍNEZ VALDIVIA, Partido Nueva Alianza “Nunca tuve una bicicleta, pero mi papá me regaló un patín del diablo” FERNANDO GARZA, Partido de la Revolución Democrática “Como todo pequeño, le tiraba a los pajaritos, a las lagartijas” FERNANDO GUZMÁN, Partido Acción Nacional “Era súper amiguero, y también peleonero” ARISTÓTELES SANDOVAL, Partido Revolucionario Institucional

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Tapatío 29 de abril

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Page 1: Tapatío 29 de abril

SECCIÓN

BAÑO XCV

TOMO CCCLXVINÚMERO 34024 Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.

GUADALAJARA, JALISCO,DOMINGO 29 DE ABRIL DE 2012

Supervisor: Eduardo Castañeda H. [email protected] / Ana López [email protected]

CUADERNO DE LECTURADarwinismo en 140 caracteres. ¿Cuáles tuitscaptan más nuestro interés?

Deniñosconocíamosaunfotógrafo.Cuandorevelabalosrollosfotográficos,quedaba un carretito de metal al centro; íbamos a que nos los diera. En algu-na ocasión mi mamá nos puso ahí porque yo creo que no tenía ninguna fotode nosotros. De mi hermano el grande y de mi hermana la grande, sí tiene,pero de nosotros, que yo tenga recuerdo, es la única. (Fernando Garza no laconsiguió para esta pieza, NDLR)

Nací en Colima, aunque mi padre me registró en Saltillo; llegé aGuadalajara a los nueve años.Tuve una niñez muy feliz; mi padre,siempre muy cerca de nosotros. Recuerdo que con frecuencia íbamosal mar, al rancho. Mi padre tenía un rancho, mis tíos tenían un ranchoen el municipio de Coquimatlán. Entonces era andar a caballo, me-ternos a bañar al río. Cada verano eran prácticamente vacaciones obliga-das con mi abuelo en Michoacán, en Coalcomán. La única forma de llegarera en avioneta, era una aventura. Ahí tenía un primo que hacía arcos y fle-chas. Íbamosconelherreroaquenoshicierapuntasyveíamos, inclusivenoslas templaba, quedaban muy resistentes y nos íbamos al cerro dizque de ca-cería. Nunca cazábamos nada, soy pésimo para todo esto.

Me encantaba jugar en la calle, desde futbol, que era lo que másme gustaba, hasta guerra de pedradas. En una de esas me descalabra-ron, aquí traigo todavía la cicatriz.

En mi casa nunca hubo recursos excesivos, vivimos modestamen-te, pero vivimos muy felices. Nunca tuve una bicicleta, pero mi papáme regaló un patín del diablo, y me iba a la escuela en él. Aunque eseera un juguete muy preciado, mi favorito fue el balón. Llegué a jugaren las reservas de la Universidad de Guadalajara, cuando estaban ensegunda división.

De un tiempoa esta parte

Sus seguidores están orgullosos de ellos, otros dirán: “¿y

luego, qué les pasó?” Los candidatos al Gobierno del

Estado recuerdan pasajes de su infancia

Página 11Con los pies descalzos. Nacidos para correr,un libro de Christopher McDougall Página ocho

Sam Walton se retuerce en su tumba.Perfil del fundador de Wal-Mart Página cinco

“La política me hizo vago, pero durante la infanciasiemprememantuveenelcaminocorrecto.Misre-cuerdos entre llanos pateando un balón y mis figu-ritas de acción de Star Wars continúan indeleblesen mi mente.

El futbol es, fue y será mi pasión. Los cumplea-ños y navidades que pasé en compañía de mi familiaunida no fueron excepcionales, pero gracias al cari-ño con que las viví las imágenes se mantienen alber-gadas debajo de donde alguna vez el cabello existió.

Hans era mi perro. Un Pastor Alemán quequise mucho. Tuve otros, pero él fue una masco-ta excepcional. Lucas también se paseó por lospasillos de mi casa; de hecho, siempre tuvimosun perro ahí. Hoy la tradición se ha roto. Una demis hijas es alérgica a sus pelos, aunque todoslos días me exigen que les lleve uno. Ya hallaréla forma de complacerlas.

Recuerdo que la primaria y la secundaria meforjaron; la verdad sí era bueno en el estudio. Ya enla prepa le bajé el ritmo, aunque en la facultad vol-ví a echarle los kilos, y al seguirme en los estudios,modestia aparte, sí destaqué.

Elgustopor lapatadamehizodecidirmeafes-tejar uno de mis cumpleaños con una cascarita. Yantes de que el balón tocara cualquier portería, va-rios de los jugadores del equipo Leones Negros lle-garon. Las navidades que pasé con mis padres es-

peraba ansioso los regalos por la mañana,aunqueantesdebíaaventarmetodoelritualdelpa-vo y villancicos. Ahora es una tradición que quie-ro y trato de cuidar. Cuando la tarea que la maes-tra nos dejaba estaba hecha, mis ratos de ocio losacompañaba con la pandilla de Don Gato, ademásde que Los Supersónicos y Los Picapiedra.

En esta foto tenía cuatro años. Estoy en casa demi abuela materna, en la colonia Independencia.

Mi infancia fue muy feliz. Me gustaba mu-cho estar en casa de mis abuelos. Mi abuelo merecogía en el kínder y me iba toda la tarde a sucasa. Él tenía una tienda de abarrotes; ahí mesurtíadedulcesy losviernespor lanocheveíaelbox con él. Mi abuela hacía nata, queso… me lapasabacomiendo, jugando,avecesibanmispri-mos, pero sobre todo la pasaba en la tienda.Siempre fui el chiqueado de mis abuelos.

De chiquito quería ser bombero, perotambiénmegustaba laconstrucción.Yacuan-do tenía siete, ocho años, un presidente mu-nicipal fue a mi escuela y desde ahí quise seralcalde de Guadalajara.

Mi padre no influyó en lo anterior. De ni-ño, yo no sabía qué hacía mi padre. Lo veía a

la hora de la comida, por la noche y los sába-dos en la tarde y los domingos, que era el díaque lo aprovechaba al máximo

En la escuela fui muy amiguero. Me gus-taba mucho incluir a todos, irme a jugar a lacasa de otros niños, era el típico que se ena-moraba de la maestra… también fui peleone-ro. Era aguerrido. De chiquito me enojabanlos niños abusivos o las injusticias a mis her-manas. Por lo regular ganaba, aunque a vecessí me ponían unas buenas.

Mismejoresrecuerdossoncuandomipa-dremellevabaa jugar futbol;cuandoibaalca-tecismo para que me dieran boletitos que jun-taba para la súper kermés; cuando mi abuelome llevaba al estadio, veía el box conmigo ome llevaba en la parte de atrás de su bicicleta.Él siempre andaba en bici.

Mi infancia la pasé en México DF, ahí crecí en la coloniadel Valle, mi mamá aún vive ahí.

Un 30 de abril fue cuando yo me recibí de abogado,hace ya 32 años.

Mi infancia fue muy alegre, como la de todos los ni-ños. Los niños viven felices. Dicen que cuando uno tieneuna tristeza o un problema o algún disgusto tiene que po-ner la vista atrás, cuando era niño, porque siempre habíauna ilusión. Soyelmayordecinco;mimadresiemprefueca-riñosa,amorosa,muyenérgica,tengomuybonitosrecuerdos.Sinembargo,lamuertedemipapá,esasímeimpactó.De pe-queño me gustaba jugar mucho canicas, trompo, jugabaresortera; soy muy bueno para calcular y, como todo pe-queño, le tirabaa lospajaritos,a las lagartijas.También ju-gaba a la carretera, la pintábamos, y con los aviones tam-bién nos divertíamos.

Siemprehesidounapersonaalegre,entusiasta,sobretodo para los deportes. Con mis hermanos siempre me hellevado bien, aunque ellos se quejan al decir que les dabamuchasórdenes,peroeso lodicenellos.Deniños, sí llega-mos a tener pleitos, normales. Los recuerdos de mi infan-cia son agradables, pero una anécdota que recuerde, creoqueseacuerdanmásmishermanosdealguna,yoveomáshacia adelante. Una vez, estando medio adolescente unode mis mejores amigos estaba molestando a uno de mishermanos chicos y pues me metí a defenderlo y nos pelea-mos, a golpes. Pasó el tiempo, y seguimos siendo amigos.

Siempre fui una niña muy participativa en todo. Erala que levantaba la mano para decir: yo, yo yo, siem-pre. Pedían: ¿Quién quiere bailar en tal fiesta? Yo.

Siempre salía, no sólo en los festivales de laescuela a la que pertenecía, sino que hasta partici-paba en otras. Siempre me gustó mucho bailar.

Esta fotografía, en la que tenía siete años, metrae muy gratos recuerdos de mis amigas de la in-fancia y de toda esa alegría que siempre tuve des-de que nací y que sigo teniendo.

Esta imagen es de un evento que se presentó

paraunas fiestasdelpueblo (Etzatlán)enseptiem-bre.Participamosconunbailable tiporuso.Nonosquedaron las botas porque éramos de piernasgruesas, entonces tuvimos que usar calcetas, a míno me quedaron ni a otra compañerita. Eso no nosquitó tener esa chispa.

Me acompañan en la fotografía Carmelita (dederechaaizquierda),yosoy lasegunda,LaurayAn-gélica;todassonvecinasdeEtzatlánconlasquecon-vivíamuchísimo.Esa imagenmegeneraeldeseoto-davía de bailar.

Tuve una infancia muy feliz. Solo tuve unevento que fue un poco traumático porque meentrellevaron unos caballos; venían en tropel.Salí ilesa de esto, pero después tuve un shocknervioso. Pasados unos días, todo volvió a lanormalidad.

Siempre fui una niña muy alegre, la más pe-queña de la familia, querida y cuidada por todos.Era muy “hablantina”, demasiado sociable.

También me gustaba cocinar. Y desde niñatambién jugaba a ser maestra.

“La políticame hizo vago”ENRIQUE ALFAROMovimiento Ciudadano

“Siempre me gustó mucho bailar”MARÍA DE LOS ÁNGELES MARTÍNEZ VALDIVIA, Partido Nueva Alianza

“Nunca tuve una bicicleta,pero mi papá me regaló unpatín del diablo”FERNANDO GARZA,Partido de la Revolución Democrática

“Como todo pequeño,le tiraba a los pajaritos,a las lagartijas”FERNANDO GUZMÁN,Partido Acción Nacional

“Era súper amiguero,y también peleonero”ARISTÓTELES SANDOVAL, Partido Revolucionario Institucional

Page 2: Tapatío 29 de abril

PÁGINA 2-B Domingo 29 de abril de 2012EL INFORMADOR

Calderón dijo hace algunos días que la migra-ción de trabajadores mexicanos a Estados Uni-dos cayó gracias a las oportunidades que su Go-bierno ha creado en materia de empleo. O sea,ya lo estamos perdiendo. Se necesita una enor-me dosis de negación de la realidad, para no verla obviedad de los verdaderos motivos: la con-tracción de la economía de nuestro vecino, el en-durecimiento de las leyes migratorias y la seve-ridad de la vigilancia en la frontera.

ParainfortuniodeCalderónapenasacababadecolocarse la estrellita en la frente, cuando Janet Na-politano, del comité de seguridad interna estadou-nidenseentregóelmiércolespasadounreportepun-tual sobre el tema. En efecto la salida de mexicanoshadescendido53%entresaños,peroesoesporquelos agentes fronterizos han aumentado a casi al do-ble (10 mil a 19 mil), se comenzó a aplicar tecnolo-gía punta en la vigilancia y las sanciones a los em-pleadores de ilegales crecieron exponencialmente.No es el empleo en México lo que ha crecido comoquiere hacernos creer el Presidente, sino el desem-pleo en Estados Unidos.

En descargo de Calderón habría que decirque por lo general todos los soberanos suelenterminar encerrados en sus torres de marfil. Sealimentan exclusivamente de la información “amodo” que les ofrece el círculo cerrado que lesrodea. Mientras existan funcionarios que siganrespondiendo “las que usted diga, señor” a lapregunta ¿qué horas son?, los presidentes vivi-rán en su burbuja personal.

Quizá porque nunca tuvo apetito real por elpoder y llegó a Los Pinos por mera circunstancia,Ernesto Zedillo se inventó un buen recurso paraescapar a la jaula de oro. Cuando hacía giras poralguna ciudad, se tomaba media tarde para ha-blar con líderes locales. Uno a uno y durante 20minutos por persona recibía a un rector, algúnpresidente de ganaderos, un director de periódi-co local (era mi caso en Guadalajara), un intelec-tual destacado, etc. Durante la conversación a so-las, sin secretarios o funcionarios presentes,Zedillo exhortaba a su interlocutor a externar suopinión sobre el Gobierno federal y el estado decosas en la Entidad. Supongo que muchos elogia-rían al Presidente, pero me consta que algunosaprovechábamos la ocasión para expresar críti-cas y diferencias de criterio. Luego de la primerasesión, en la que fui particularmente severo conalgunas de sus decisiones, asumí que nunca mássería invitado a otro ejercicio similar. Para mi sor-presa tuve otras dos “encerronas” con el presi-dente giras posteriores.

Supongo que si Zedillo hizo esto a lo largode todo el país su visión de la realidad debió sermucho más rica y compleja que los descafeina-dos y pasteurizados reportes que le ofrecíansus subordinados. (A mi parecer Zedillo ha si-do el más republicano de los últimos presiden-tes. No sólo permitió la alternancia política ylas reformas que llevaron a ella, contra la opi-nión de buena parte de su partido; me parecetambién que ha sido el menos avorazado en tér-minos de corrupción y enriquecimiento perso-nal. Para su desgracia y la de todos los mexica-nos, cometió el más grande error de la historiamoderna del país: el brutal endeudamiento de-rivado del Fobaproa. Y no es el rescate finan-ciero lo que se cuestiona, sino la manera abu-siva en que fue aplicado, pero esa es otrahistoria).

Abrirse a otra información no ha sido el fuer-te de Calderón. En los cuatro encuentros en losque he participado por razones periodísticas du-rante su presidencia, el michoacano se ha carac-terizado por su propensión a polemizar. Los tes-timonios concuerdan; el Presidente utiliza todaconversación o encuentro en palestra unilateralpara difundir sus razones. Oye pero no escucha.Mucho menos a sus subordinados que viven ate-morizados por sus regaños o sus reacciones ira-cundas frente a reportes adversos. En beneficiodel mandatario habría que decir que en algunasmaterias parece un profundo conocedor de losdetalles. Siempre maneja cifras y conoce la legis-lación respectiva. Pero es una selección de esta-dísticas invariablemente parcial; sólo aquellasque favorecen sus argumentos.

Hace una semana Calderón aseguró enWashington que la providencia había colocadoa la “gente acertada en el momento adecuado”,refiriéndose a su cruzada personal en contradel narco. Nunca fue fácil dialogar con el Pre-sidente, mucho menos ahora que recurre a ex-plicaciones de origen celestial, para justificarsus actos. No hay manera de cuestionar y mu-cho menos de modificar su estrategia contra elcrimen organizado si, como él dice, es resulta-do de la volunta divina. Mala cosa cuando la de-sinformación y el fundamentalismo terminangenerando un universo paralelo. La Disneylan-dia de Fox me resultaba más inofensiva y frívo-la que ésta extraña Calderolandia en la que seestá deslizando el Presidente.

www.jorgezepeda.net@jorgezepedap

Calderolandia supera a Foxilandia

Jorge Zepeda Patterson

Hoyestamosyaacostumbradosaverlosgrandesmo-mentos de nuestros deportes favoritos en televisión,repetidos una y mil veces. De modo que cuando el ci-ne trata de representarlos artificialmente en toda suintensidad emocional, sentimos frecuentemente unaciertadecepción:nosparecenpocoauténticos.Comonunca veo partidos de fútbol, el que aparece en Eva-sión o Victoria de John Huston, con Pelé y compañía,me resulta de lo más apasionante, pero mis amigosfutboleros me han desengañado: tiene que ver pococon la realidad, ningún partido es así. Comprendo suobjeción escéptica, porque a mí me pasa tres cuartosde lo mismo en muchas películas que pretenden re-crearcarrerasdecaballos.Loscorcelesprotagonistasremontan desventajas imposibles para luego ganarcómodamente,cuandoeljinetenosecaeyluegovuel-ve a montarse pero en el caballo equivocado comoHarpo en Los hermanos Marx en las carreras. Todomuy entretenido, aunque dolorosamente irreal. Qui-zá Seabiscuit sea una de las pocas que se salva de es-tas objeciones resabiadas…

Por eso he disfrutado tanto, como muchos otrosaficionados al turf, con la excelente serie Luck prota-gonizada por Dustin Hoffman, cuya primera y únicatemporada acaba de terminar en nuestras cadenas.Además de contar con un elenco de magníficos intér-pretes, de esos que en las series americanas e ingle-sas nunca suelen faltar pero que en esta destacan es-pecialmente (entre ellas el exjockey campeón GaryStevens,alquetantasvecesviganarencarnemortal),ofreceunaversiónrealistadelascarreras.Nosóloes-tánbienfilmadas,sinoqueelargumentode losepiso-dios no se enreda en un rosario de amaños, trampasydopajes—comosuelepasar—paramostrarencam-bio las rivalidadesy alegríasde la pugna hípica tal co-modebeser.Las ilusionesagridulcesdelospequeñospropietarios, losorgullosydesengañosdelosjóvenesjinetes…odelosveteranos, lanecesariadurezadelos

preparadores y el misterioso e inconfundible amor alpurasangre. También está presente la pasión por eljuego,cierto,peroensus justasproporcionesynofal-tan los gángsters, aunque dedicados a intentar apro-piarse de los beneficios de los hipódromos y no a fal-sificar carreras.

Esta serie tan adictiva (al menos para algunosde nosotros, que bostezamos con Perdidos e inclu-so con Mad men) ha sido suspendida —al menostal es el pretexto oficial— porque tres caballos mu-rieron en accidente durante su rodaje. Coincide es-ta supresión con cierto vocerío que pide nada me-nos que la abolición del Grand National, la célebrecarreradeobstáculoscelebradaenAintree,porqueen la edición de este año han muerto en accidentedos caballos, entre ellos el favorito Synchronised.Desde hace años, los saltos del National vienen re-bajándose y aliviándose, lo cual no impide que si-gan ocurriendo accidentes mortales (que tambiénpueden suceder en carreras lisas, como yo he vis-to tantas veces). Y es que a los caballos de carrerassuele pasarles como a los humanos, que se muerenhaciendo cosas: nosotros cayéndonos de un anda-mio, jugando al fútbol o saliendo en coche de vaca-ciones y ellos corriendo, saltando o hasta acalora-dos al cubrir una yegua. Pero cuando no hagannada para no correr riesgos, los caballos no se mo-rirán de uno en uno sino todos de golpe: ya no seles utiliza para el transporte o la guerra y apenaspara labores agrícolas, pero además no sirven co-mo animales de compañía. De modo que en cuan-do desaparezcan de los deportes y las películas, se-rán dulcemente borrados de la faz de la tierra.

Eslaeutanasiaparalaespeciecriadaporelhom-bre, la misma solución que se propone para los torosbravos, la compasión exterminadora. No lloremospor ellos: con tantos benefactores como hay en elmundo antes o después nos tocará a nosotros…

Good luck!Fernando Savater

Como habitantes de esta noble y leal, sufrimos laquemazón de una buena parte del Bosque La Pri-mavera, lo cual, es un daño muy difícil de medir, yperdóneme que yo sea tan escéptico respecto de loqueelgobiernoinforme.Estalmiescepticismoquesi el gobierno nos anunciara que nos iba a fregar —lo que es lo habitual— yo no le creería, así que di-gamos que nos quedaremos simplemente con quesomos damnificados con el doloroso incendio, delque lo único cierto es que tardaremos mucho en re-ponernos de los daños que el fenómeno causó.

La noticia comenzó entre quienes frecuentanlas redes sociales, son ellos y no otros quienes ini-ciaron la organización y defensa del bosque, no sécómo lo hicieron pero pronto, como por debajo delas brasas, comenzaron a aparecer los brigadistas—a quienes rindo mi más sentido homenaje, por suvalor y dedicación y gran calidad humana— y a to-dos los que desde las redes los estimularon y apo-yaron, y de los que sólo se me ocurre parafrasean-do al Cid decir: “ Ay Dios, que buenos vasallos sihubiera un buen señor”. Pero el gobierno llegó co-mo siempre tarde y a confundir, para empezar de-cretaron que el vocero sería un secretario de algoapellidado García, sí ya adivinó usted, ese secreta-rio famoso por el uso indebido de recursos públi-cos en sus ranchos familiares; hecho, que según losmedios, reconoció públicamente que sí abusó, pe-ro nada más tantito, que lo hizo porque es su formade ayudar a la gente, de ahí que sus declaracionespues no pueden ser serias.

Cuando hay desinformación cualquier hipóte-

sis es válida y así se habló, desde luego, en todoslos casos, sin pruebas de que eran intereses de de-sarrolladores inmobiliarios que quieren hacer de-sarrollos de vivienda ahí, otros dijeron que se hizoporórdenesdeunseñorGonzálezMárquezquese-ría cercano al tlatoani.

Declaró el vocero que este desastre había sidoprovocado, lo cual implica que, con mayor o menorgrado de culpa, hay un responsable y si lo hay es obli-gacióndelestadodetenerlo,por tantoesperemosquemantendremosennuestramemoriaquehayunaacu-sación formal y espero recordársela hasta que cum-pla su obligación y no admitiremos, que como es sucostumbre, nos presenten a chivos expiatorios.

El incendio de bosques se da en todo el mun-do, desconozco y no es mi labor determinar culpa-bles, pero lo que sí puedo esperar es que el gobier-no debe reaccionar de inmediato con toda la fuerzay no lo hizo, lo único que hizo fue hacer declaracio-nes estériles que más que ayudar estorbaron la ac-ción valiente de los ciudadanos que actuaron en unacto de legítima defensa, defendiendo ese pulmónque junto con Chapala y la barranca hacen quenuestra ciudad pueda diferenciarse del desierto deSahara, con el que dicho sea de paso compartimosun paralelo terrestre.

Si no fuera por la extraordinaria reacción delos brigadistas, con valor y sin recursos, y la fuer-za de los tapatíos libres, este suceso sería una fe-cha para la historia de la ignominia de nuestra tie-rra. Una más.

[email protected]

Ecos de la quemazón

Carlos Enrigue

AYER DECÍAMOS

Tres etapas en la vida del hombre y de las socieda-des también. ¿En cuál se ubica México? Es la res-puesta a que se enfrentará la población a partir delsexenio venidero, y no por el cambio de persona-jes en los Poderes, sino por el imperativo de la glo-balidad.

La globalidad está impulsada por la inconte-nible tecnología donde el imperativo es cambioconstanteyla leyoperaenfuncióndelconocimien-to por encima de la experiencia. Su aplicación esestricta para los desposeídos, como la verdad pa-ra los engreídos y la legalidad para los poderosos.

Ya desde ahora los valores fácticos son: crédi-to, ciberespacio y sustento. Para 2020, por lo mis-mo, los conceptos de difamación que es descrédi-to y calumnia que es falsedad; quedaránentredicho a la par del, hasta hoy, sobreexplotadodenuesto.

El lenguaje de las computadoras atrajo laexactitud de las comparaciones, por desgracia,aparejado al incontenible atractivo de la manipu-lación. En sentido exponencial, ha formulado se-rioscuestionamientosa lasencuestasabriendoex-pectativas para promesas, pero tambiénprogramasyproyectosconvertiblesencompromi-sos.

Ya no basta la mención de la carencia y su-puesta solución. Es imprescindible la fórmula de“cómo” se va a dar y en la fecha de que ello debe-rá ocurrir. Han comenzado a surgir los primerossíntomas del cambio en cuanto a exigencia; sólofalta la aplicación rigurosa de la Ley.

Este año, los egresados del sexto año, en tiem-po de las próximas pasadas elecciones para presi-dente, tendrán derecho a votar y van a hacerlo enfunción de un dictado de conciencia sustentado enla reflexión de un conocimiento global con accio-nes y reacciones cuantificables de estricto orden ycomparación con hechos de regiones en cualquierparte del mundo, constituidas en ejemplo y pará-metro aplicable a nuestra circunstancia.

La percepción generalizada es de premuraque aparenta acortar el tiempo y acercar aconteci-mientos. Ahora mismo ya vivimos la conclusióndel primer tercio del año. Y aunque el reloj es elmismo, el ritmo es diferente. El anciano medita, eladulto realiza y el joven alberga sus ilusiones; pe-ro los tres con dinámica presión desconocida. Es-to deberán apreciarlo candidatos y gobernantes, sies que quieren culminar su mandato y dejar hue-lla digna en su trayectoria. Es tiempo de campañay también de reflexión para quienes sean postula-dos y también electos.

Quienes asuman cargo público en el segundosemestre del año en curso van a responder a unaresponsabilidad desconocida y mayor a las de susantecesores, por la simple razón de actuar bajo lalupa de creciente, estricto y mayor cumplimientoy exigencia por parte de una población en procesode realización; lo que implica esfuerzo y para el fu-turo cercano: reflexión.

Dios nos guarde de la discordia.

[email protected]

Esperanza, realización y reflexión

VISIÓN Y DECISIÓN

Carlos Cortés Vázquez

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Domingo 29 de abril de 2012 PÁGINA 3-BEL INFORMADOR

La tuyaen bicicleta

Por Karla Suárez

DesdejovencitasiempresoñéconParís.Meimaginabacaminandoporsuscalles,visitando museos, tomando un cafédonde lo habían hecho losartistaso persona-jes de ficción que yo admiraba, pero también y, esto era un deseo muy personal,soñaba con recorrer los Campos Elíseos en bicicleta. Años después, cuando lle-gué a vivir en la ciudad, descubrí que, entre el tráfico delirante y las aceras aba-rrotadas de turistas, en la famosa avenida quedaba muy poco espacio para reali-zar mi sueño. Decidí posponerlo y, mientras tanto, me dediqué a recorrer lugaresmásaccesibles.Aúnnorentabanbicicletascomoahora,peroyoteníalamía; tam-poco existían muchos carriles ciclísticos y andar por la calle era peligroso, perome daba igual. Una ciudad existe para mí cuando la tengo en mis pies (o en misruedas). Eso era lo importante.

Así comencé a conocer París de otro modo, porque cuando te desplazas enbici, el mundo se mueve despacio. Hay tiempo de mirar y hasta detenerse si algollama la atención. Los olores llegan a tu nariz. Y la lluvia a tu cuerpo. Cuando in-ventaron el “Vélib” que es como se llama el servicio de renta, las calles empeza-ron a llenarse de parqueos de bicicletas y de carriles y semáforos reservados a sucirculación. Era como ver nacer unmundodejuguetedentrodelmundodemotores y bocinas. La pequeña ciudadde nosotros, los ciclistas.

Uno de mis viajes de rutina teníaun largo trecho bordeando el río y esome encantaba, porque después de su-perar el complicado cruce del Puentedel Alma, me incorporaba a la ciclo-vía donde todo era calmo. De un ladola calle con sus prisas, del otro el ríocon sus rumores y sus barcas, en elmedio yo pedaleando entre árboles. Tan tranquilamente que nunca pude evi-tar separar las manos del manubrio, mientras canturreaba aquello de: “voypor la vereda tropical…”, porque eso parecía.

¿Malos momentos? El invierno, sobre todo el primero, cuando la cara me ar-día por el frío y ni tres pares de guantes fueron suficientes para no sentir las ma-noscongeladas.Tambiénfuemaloeldíaquefuiabuscarmibiciylaencontrédon-de la había dejado, amarrada en la calle, pero sin sillín, y me tocó regresar a piearrastrando su esqueleto mutilado y luego comprar otro asiento y encadenárse-lo al cuerpo. Paris está llena de cadáveres de bicicletas, es como si existiera unejércitosecretoque lasvadesmembrandosipermanecenmuchotiempoen laca-lle.Paraevitarnuevassorpresas,yoandabacontrescadenas:dosparaambasrue-das y una para el sillín.

¿Momentos buenos? Casi todos los viajes, sobre todo cuando el tiempoera lindo. Los recovecos que descubrí, los paseos por el bosque de Bologna.Y claro, finalmente mi sueño. Aquel primer agosto en que la ciudad quedó me-dio vacía, sin muchos autos debido al éxodo de las vacaciones y supe que elmomento había llegado. Agarré mi bici, salí a la calle, subí por la avenida dela Grande Armée hasta llegar al Arco del Triunfo que tiene una ciclovía dán-dole la vuelta y una vez allí, en la cumbre, me dejé rodar avenida abajo. Reco-rrí los Campos Elíseos en bicicleta, mientras los pocos choferes que había memiraban extrañados y hasta un poco molestos, pero no les hice caso. Lo im-portante en ese momento éramos París y yo, porque esa tarde sentí que, de-finitivamente, había logrado tenerla “a mis ruedas”.

El servicio de rentade bicicletas auto-matizado para cual-quier persona en Pa-rís inició en 2007, yse llama “Vélib”, unjuego de palabras enfrancés (Velo: bici-cleta y Liberte: liber-tad) y está diseñadopara reducir el tráfi-co y fomentar de és-te transporte. En suinició el proyectocontaba con mil 400estaciones y más de20 mil bicicletas.

París

VélibLIBERTÉ

París a mis ruedas

Andar por la calle era peligroso,

pero me daba igual. Una ciudad

existe para mí cuando la tengo en

mis pies (o en mis ruedas). Eso

era lo importante

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EL INFORMADORPÁGINA 4-B Domingo 29 de abril de 2012EL INFORMADOR

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Domingo 29 de abril de 2012 PÁGINA 5-BEL INFORMADOR

El hombre detrásde Wal-MartTodo comenzó hace 50 años. Sam Walton, quien falleció en

1992, revolucionó el modelo de las ventas minoristas en el

mundo. Ahora, la multinacional aparece en la escena pública

tras haber sido acusada por prácticas corruptas en México

am Walton es el prototipo perfectodel sueño americano. De ser un ni-ño nacido en un pueblo pequeño yatravesar severas crisis económi-cas, pasó a ser el hombre más rico

del mundo. Sin embargo, aunque su historia pa-reciera estar inspirada en una novela best-seller,su figura también ha sido objeto de duras críticasy reproches.

En 1962, a sus 44 años de edad,Walton abrió su primera tienda Wal-Mart en Rogers, Arkansas. Aunquepreviamente había tenido éxito en elmundo de los negocios, nunca imagi-nó que su fórmula fuera a revolucio-nar el modelo de las ventas minoris-tas en el mundo. Su nueva marcacreció rápidamente a lo largo y anchodel territorio estadounidense, y pos-teriormente comenzó a extenderse atodos los rincones del orbe.

La expansión de la compañía enMéxico ha sido sorprendente, des-pués de que se pusiera en marcha elprimer Sam’s Club (filial de Wal-Mart)enelpaísen1991.Así, el escán-dalo revelado por The New York Ti-mes puede suponer un nuevo golpepara la imagen pública de la minoris-ta, que a menudo es blanco de activis-tas que argumentan que paga mal a sus trabajado-res y que sus tiendas en expansión sacan delnegocio a las más pequeñas. El rotativo expusoacusaciones de soborno, que data de 2005, por másde 24 millones de dólares para la obtención de li-cencias y permisos de construcción en México.

Sam Walton nació el 29 de marzo de 1918 enOklahoma, Estados Unidos. Creció en la granjaque sus padres poseían y demostró un carácterambicioso y determinado desde que era apenasun niño. Cuando Sam tenía tan sólo 11 años deedad, la Gran Depresión que azotó la economíaestadounidense cambió drásticamente la situa-ción económica de su familia. En los duros añosde la crisis, Sam se vio en la necesidad de traba-jar como lechero y repartidor de periódicos pa-ra contribuir con los ingresos familiares.

Pese a las dificultades, Walton obtuvo un títu-lo en Economía por la Universidad de Missouri. Pa-ra ello trabajó como mesero y salvavidas en la pis-cina de la universidad.

Su primera experiencia en el comercio mino-rista la tuvo en 1940, cuando comenzó a trabajarpara la cadena de JcPenney. Dos años después,Sam renunció a su puesto para incorporarse alcuerpo militar estadounidense que combatía la enSegunda Guerra Mundial. Mientras le asignabansu cargo, vivió cerca de Tulsa, Oklahoma, en don-de conoció a Helen Robson, quien tiempo despuésse convertiría en su esposa.

Tras haber contraído matrimonio, Sam fue en-viado a servir al servicio de inteligencia del ejérci-to estadounidense como supervisor de seguridaden plantas aeronáuticas, así como en campos deprisioneros. A su regreso en 1945, el padre de su es-posa, quien era un banquero acaudalado, apoyó aSam para abrir su primera tienda con un crédito de20 mil dólares.

Walton comenzó a materializar sus innovado-ras ideas en el comercio minorista. En realidad,conceptos que actualmente parecen casi obvios,fueron ideados por este empresario norteamerica-no. El visionario ubicó su tienda en un punto cén-trico para atraer a un mayor número de personas,su negocio permanecía abierto más tiempo que lacompetencia y mantenía las estanterías llenas deartículos variados y a precios accesibles. Waltonfue pionero en compras por cantidad para obtenerprecios más bajos e introdujo el concepto de las ca-jas registradoras ubicadas en la salida de la tienda

Entre el dinero y el poder

Entre 1985 y 1988, Sam Walton fue considera-do como el hombre más rico del mundo, y se diceque de no haber muerto en 1992, su fortuna dupli-caría la de Bill Gates, fundador de la empresa Mi-crosoft. Poco antes de morir recibió la Medalla dela Libertad de manos del presidente George Bushy en 1998 la revista Time lo reconoció como una delas 100 personalidades más influyentes en el sigloXX. Tras su muerte, la fortuna y la compañía se di-vidieron entre sus hijos, quienes pasaron a contro-lar la empresa. Actualmente los ingresos de Wal-Mart alcanzan los 447 mil millones de dólares alaño y en 2011 ocupó el primer puesto en la lista For-tune 500, la cual enlista las mayores corporacionesestadounidenses.

Hasta este punto, la historia escrita por SamWalton parece estar caracterizada por éxito y en-vuelta en una atmósfera de prosperidad. Sin em-bargo, Walton ha sido un personaje admirado poralgunos y severamente criticado por otros.

Las acusaciones hacia Wal-Mart no son nue-vas, durante años se le ha reprochado el pagar sa-larios miserables, prohibir que sus empleados seafilien a sindicatos y mostrar tendencias monopo-listas que inhiben en desarrollo de comercializado-

ras más pequeñas y llevan a la quiebra a competi-dores de menor tamaño. Estas denuncias han de-teriorado la imagen de la compañía a tal grado queésta se ha visto obligada a renovar su publicidadpara limpiar su nombre, pues comenzaba a reper-cutir sobre sus ventas.

Aunque Wal-Mart —incluyendo sus filiales co-mo Bodega Aurrerá, Vips, Suburbia, Sam’s Club,Superama— es actualmente la principal generado-

ra de empleos en el país, con más de209 mil trabajadores, en los últimosdías el nombre de la compañía ha es-tadoenelojodelhuracán,pueslaem-presa se encuentra bajo investiga-ción por prácticas de corrupción.Ésta es señalada de haber pagado so-bornos por más de 24 millones de dó-lares a funcionarios locales para ca-talizar su crecimiento. El detonantedelescándalofueunartículopublica-do recientemente por The New YorkTimes, diario estadounidense que re-portó las anomalías de la empresa.

Aunque no se especifican nom-bres, menciona que los funcionariosmexicanos sobornados son princi-palmente alcaldes, planificadoresurbanos y burócratas que expidieronpermisos de construcción. Sin em-bargo, el artículo sí identifica a ejecu-

tivos de la compañía estadounidense.El artículo pone el reflector sobre Eduardo Cas-

tro-Wright,quienfueDirectordeWalmartMéxicode2002 a 2004 y de Walmart US de 2005 a 2008, y argu-menta que su nombre está implicado en el escánda-

PERSONAJE

S

Por Gilda Colin Bracamontes

SAM WALTONlo de corrupción de la empresa. Según el medio

norteamericano, la denuncia fue presentada porSergio Cicero Zapata, abogado que prestaba

servicios de bienes raíces para la compañía.Tras casi una década de trabajar para Wal-

Mart, Cicero Zapata renunció a su pues-to en 2004.

El Comité de Auditoría de la em-presadeclaraquedesdehaceseisme-sesrealizaunaaveriguacióninternarespecto a las prácticas de corrup-ción descritas por The New YorkTimes, no obstante, el diario ase-

guraqueMikeDuke,actualCEO de la compañía, y supredecesor, Lee Scott, te-nían conocimiento sobre

las mismas.En el Estatuto de Prác-

ticas Corruptas en el Extranjero,la legislación estadounidenseprohíbe explícitamente los sobor-nos de empresas norteamericanas

en territorio ajeno. Como conse-cuencia, la compañía minorista se

encuentra bajo la indagación del De-partamento de Justicia de Estados Uni-

dos. Por su parte, la Secretaría de la Fun-ción Pública (SFP) inició una

investigación sobre los permisos y trámitesrealizados por Wal-Mart para la apertura y

operación de sus sucursales en México.Las inculpaciones de corrupción tendrán

como resultado un largo y costoso proceso deinvestigación que podría provocar el recorte

de algunos de los altos ejecutivos de la em-presa. Además de las repercusiones lega-

les y económicas que asegura el escán-dalo, el proceso también pone en riesgola reputación de la compañía y sus di-rectivos, pues el consejo de Wal-Mart,conformado por personalidades de re-nombre, tendrá que determinar quié-nes y desde cuándo tenían conoci-miento de lo ocurrido.

Como bien establece el periodis-ta mexicano, Sergio Sarmiento, eltan sonado caso Wal-Mart pone enevidencia que tristemente la co-rrupción es un costo habitual al ha-cernegociosenMéxico,nosólopa-ra la compañía fundada por SamWalton hace medio siglo, sino paracualquierotraempresaquepreten-da operar en el país. Si bien el com-portamiento de aquellos implica-dos en el escándalo esabsolutamente reprobable, no sepueden ignorar las profundas ca-rencias de la cultura mexicana entérminos de legalidad y transpa-

rencia que permiten que estas prác-ticas se ejecuten con regularidad.

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La Procuraduría General de laRepública inició la recopilaciónde los informes enviados pordependencias federales rela-cionadas con la expansión yoperación de Wal-Mart en Méxi-co y solicitó a las autoridadesde EU informes de la empresa.Con el inicio de un acta circuns-tanciada, indagan posibles ac-tos de corrupción de funciona-rios públicos que hayanotorgado licencias, permisos yconcesiones a la empresa.

OPERACIÓN WMIndagan

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PÁGINA 6-B Domingo 29 de abril de 2012EL INFORMADOR

XEl cadáver seguía ahí, como debía, enla cajuela del coche donde lo había de-jado. Un cadáver sin cabeza no puedepensar y una cabeza sin lengua no pue-de gritar, pensó Beto mientras cerrabala cajuela. Se sintió ridículo verifican-do que el muerto no se hubiera movidode lugar, pero el impulso de comprobarque efectivamente estuviera ahí fue su-perior a sus fuerzas. Pasaba de la me-dia noche, había sido un día eterno y to-davía tenía que ir a entregar el cadávera la morgue. Sabía que las fotos que tra-ía del muerto de Ahualulco valían la pe-na y que el caso de la viuda de Lafitte,a la que había bautizado en su nota co-mo la Viuda Negra le iban a dar traba-jo, fama y reconocimiento interno en elperiódico.

Llegó al Semefo casi a la una de lamañana. Era una noche tranquila y ha-bía un silencio sepulcral. El olor le tra-jo recuerdos de su padre. La morguehuele a una extraña mezcla entre hos-pital y carnicería. No era raro, a fin decuentas eso era: la última etapa de unproceso hospitalario y la primera delrastro humano; el espacio intermedioentre la muerte médica y la muerte ofi-cial. La primera vez que había entradoa la morgue lo hizo de la mano de su pa-dre, a los nueve años de edad. Desdeentonces aquel recinto que tantos ho-rrores provocada en el común de losmortales para Beto era parte de su vi-da. Reconocía el olor, y no es que le gus-tara, pero le traía buenos recuerdos.

—Ya era hora, se oyó desde el fon-do de la oficina el grito del comandan-te Peláez.

Beto caminó cargando la bola ne-gra en el hombro y se asomó a la puer-ta de la oficina del Ministerio Públicodonde estaba Peláez

—No te puedo decir que tu cadáverviene enterito, pero sí con todas las pie-zas.

—Seguro que no perdiste la len-gua, es mi prueba de pruebas.

—Si quieres hacemos inventario,háblale al contador.

—Déjalo en el refri y vente a tomarun café. Termino guardia en 15 minu-tos.

Todas las morgues son iguales, pe-ro algunas son más deprimentes queotras. Todas tienen mangueras para la-var las planchas de autopsia, pero notodas están parchadas y con chisguetesque salen para todos lados, lo que haceimposible tener un lugar seco. En todashay gente que come al lado de los muer-tos, pero no en todas huele a chorizo yhuevo, lo que, paradójicamente a Betole resulta repugnante. Dejó el cadáversobre una mesa y regresó a la oficina dePeláez a tomar café, bueno eso queellos llamaban café y que no era sinoNestcafé con agua tibia, tal como salíade la llave de agua caliente del lavama-nos, donde Peláez llenaba las tazas. Leagregaba el polvo soluble directo delbote, a ojo de buen cubero y lo batía conuna pluma Vick que luego chupaba co-mo si se tratara de una golosina.

—Sale pues, Peláez, dame ese bre-baje que le dices café.

—Ya lo quisieras para un fin de se-mana, y con Brandy Presidente es lomejor que puedes tomar después de las12 de la noche. Este es el único café querealmente quita el sueño. ¿Lo quierescon piquete o simple?

—Yo simple, ya ves que a eso del al-cohol no le hago porque es hereditario.

—Tu papá si era bueno pal trago.—Y yo también, por eso mejor no

tomo. A ver cuéntame, ¿a quién reco-giste en Ameca?

—Una mujer. Te la perdiste Beto.Treintañera, trigueña, de muy buencuerpo. La dejaron en una tumba delpanteón casi desnuda, sólo con unatanga. Para que veas que no soy gachotomé unas fotos por ti.

Peláez le pasó a Beto un paquete de

nueve fotos. Efectivamente era unamujer hermosa. Alta, con unas piernasextraordinarias y la habían acomoda-do de manera que los brazos le taparanlos pechos.

—Esta es una niña rica, dijo Betocon toda certeza. Los calzones son ca-ros y el acomodo del cadáver está pen-sado para que la foto sea publicable.¿Ya la identificaron?

—Sí, pero no te lo voy a decir. Esuna muchacha de mucho billete de aquíde Guadalajara y repartieron mucha la-na para que no saliera en la prensa. Amí me pagaron para que no te dijera elnombre, pero nadie me dijo nada de lasfotos. Son tuyas. Si averiguas el nom-bre ya tienes nota.

—Si algo he aprendido Peláez, esque un vivo puede engañar a todos consu vestimenta, un muerto no. Tarde o

temprano el cadáver siempre enseñalos chones, y los calzones hablan másdel muerto que la misma cara. Esta esla señora Fernández de Guizar que te-nían secuestrada. Por la manera en quela dejaron esto es una venganza fami-liar. ¿Ya investigaste al marido?

—¿Pos quién crees que repartió lalana? Esa es tu chamba Beto, investíga-le; a mí ya me pagaron y quedé conten-to.

—¿Y del rompecabezas que meprestaste?

—De la familia Romero. Lo mata-ron por chivato, como bien habías di-cho. Era soplón. Nadie sabe más que túde estos dos casos. Al resto de tus cole-gas les entregamos boletines y fotos deotros dos muertos en accidentes y sefueron encantados.

—¿Lo de Romero es publicable?—Todo lo que averigües es tuyo,

pero yo no te voy a decir nada, excep-to que se llamaba Arturo, trabajaba pa-ra el Señor de los Cielos y para el gene-ral, tenía 35 años y fueron los Arellano.Lo demás tú lo inventas, como siempre.

Beto sonrió. Tenía una extraordi-naria historia para el periódico y unahermosísima foto para su archivo. Sa-bía que en cuanto llegara al periódicomañana se encontraría con la orden deldueño de no publicar nada de la seño-ra Fernández de Guizar.

—Gracias Peláez, dijo levantandola tasa. Ya te debo tres, pero para com-pletar que sean cuatro y traerte una ca-ja completa de Brandy y no botellassueltas, una última: ¿Me puedes inves-tigar en el archivo todo lo que tengas enque aparezca el nombre de la viuda deLafitte o del doctor Alfonso Parra delRosal?

—Andas caliente con ese tema,¿verdad?

—Más mi jefe que yo, pero sí me ha-rías un parote. Seguramente no hay na-da en el Semefo, porque para eso esta-ba el doctor, para hacer que todopareciera muerte natural. Pero si tú selo pides al registro civil de Chapala tevan a contestar en friega, y a mí me vana hacer dar vueltas a lo buey.

—Cuenta. Ya con esto me debesuna caja completa. Búscame mañana.

UNA NOVELA DE DIEGO PETERSEN POR ENTREGAS/ CAPÍTULO X

COMO MOSCA EN PARABRISAS

Continuará...

PREVIAMENTE. En el ataúd donde se suponía tenía que estar elcadáver de la viuda de Lafitte no había nada. Beto, reportero denota roja sigue el caso. Manuel, el director del periódico contó asu amigo Mike que las autoridades investigan a su madre, puescreen que fingió su muerte y suponen que ayudó a bien morir asus ex maridos.

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Domingo 29 de abril de 2012 PÁGINA 7-BEL INFORMADOR

Leí alguna vez a un sujeto que aseguraba que antes de escribir cual-quier texto,unodebería teneruna ideaclara, rotunda,dequiénes.De-cirse, por ejemplo: “Tengo 22 años, soy de Campeche, mi familia es deizquierda católica, este es el año 2012”. La escritura, por tanto, seríaun proceso que comenzaría con la respuesta a una duda particular:“¿Qué debería escribir en el año del señor 2012 un tipo de 22 años, na-cido en una familia de izquierda católica del Estado de Campeche?”.

Tengo para mí que esto es una falsedad. Supongo que uno deberíacontarconunaideaaproximadadequiénes—almenosporconvenien-cia administrativa—. Lo que no puede tenerse es una idea de quién esal escribir antes de hacerlo. La escritura debería ser un acto que trans-forme, que modifique nuestras ideas sobre literatura y realidad. No ha-blo del acto mecánico de acomodar frases, sino del proceso completo:la reflexión previa, la concepción primaria, la redacción, la corrección.Creoquelaprimerapreguntadeberíasercómoseconcibeuntextocual-quiera (reflexivo, poético, narrativo, lo mismo da, puesto que lo cardi-nal es saber cómo se pasa de la nada al inicio de algo).

Algunos autores, siguiendo lo preco-nizado por Nabokov (quien como pasoprevio a la redacción conformaba ficheroscon cientos de tarjetas, una suerte de ba-tallón de notas de apoyo), dan forma men-tal a lo que harán mucho antes de ponerloen práctica. Otros, en línea con lo estable-cido por Papini, quien veía al proceso deescritura como una suerte de confesión enla cual la naturalidad resultaba indispen-sable, dejan a sus ideas “fluir”. En cual-quier caso resulta claro que la exploraciónde la personalidad y el conocimiento dellugar desde el cual se escribe (la lengua, lageografía, el ideario)nosonunasuntome-

nor. Sin ideas sobre la lengua y el entorno y sin una percepción pro-pia, la escritura es sencillamente un pasatiempo.

El principal defecto de ciertos textos consiste, no casualmente,en que están escritos desde ningún sitio en concreto. Ni a favor nien contra de nada en términos estéticos, con una prosa intercam-biable y serena, a veces arropada por el pretexto de la universalidad,son en realidad mecanismos que pretenden entretener lectores pe-ro nunca consiguen cimbrarlos. Porque el hecho de que el lugar des-de el que se escribe un texto resulte cuando menos ambiguo (un me-xicano que escribe sobre aventuras nazis, se me ocurre) no sueleser una ventaja, sino una resignación del autor a la inercia. ¿Quépuededecirsesobre laexperienciadevidabajounrégimennazides-de Xochimilco? Con bastante probabilidad, lo que las enciclopediasy los libros de historias y las memorias de los verdaderos testigoshayan establecido ya. Es decir, lo sabido. Y son pocos quienes con-siguen dominar el arte de adoptar los ropajes de un mundo extrañopara hacer lo que le corresponde a un escritor: hablar, con pleno co-nocimiento de causa, del propio.

Los nazis contadosdesde Xochimilco

EL MUNDOALUCINANTE

Antonio Ortuño

Que alegría tener tantos días de descanso,cómo se lo agradecemos al calendario quenos regale asuetos al por mayor, es mas que-remos muchos días festivos e inventen to-das las fechas conmemorativas que quie-ran,contaldenoirnia trabajarniaestudiar.

Es que trabajamos tanto, que urgen ho-ras de reposo. Nuestra fatiga exige acostar-nos a dormir por horas, para reponer las pe-sadas jornadas de trabajo. Y eso, sólo lopodemos hacer cuando nos regalan un ma-ravilloso puente.

No se trata de ir a ningún lado ni mu-cho menos a divertirnos en un balneario o playa, son asuetos pa-ra quedarnos quietos y recuperar las energías perdidas.

Nos gusta que sea así, valoramos mucho la cultura de las va-caciones y los días libres. Somos adeptos al san lunes y a doñapuente. Simplemente somos cazadores de espacios disponibles,para ausentarnos de nuestras responsabilidades. Si no, pregún-tenle a los diputados que han mostrado especiales aptitudes pa-ra manejar los días de libertad, y además seguir con su indispen-sable dieta salarial.

Algunos sostienen que promover lospuentes, cooperan con la derrama turística,quesindudaalguna,realizanlosansiososva-cacionistas, adeptos a salir como estampida,a un lugar de recreo.

Pongamos veladoras e incienso a loscreadores de tan agradable idea, los pre-cursores de los puentes merecen el nom-bre de una gran avenidas o el de un aero-puerto, y si no, al menos el de algún famosopuente vehicular.

Ánimo valientes peregrinos, prepararlas maletas para asaltar los camastros de

playa o la pijama, para dormir en una hermosa cabaña demontaña.

Ungir los sables de la victoria, para vencer la pereza y eldesánimo, descansando una vez mas a la orilla del no hacernada y escalar las cumbres del ocio con singular destreza. Alfin y al cabo, no hay nada más que hacer que descansar detanto pesar.

No queda más que disfrutar, un regalo exquisito de los due-ños del calendario que están en el Olimpo.

EXPLORANDO EL MUNDO

Guillermo Dellamary

Puentes y más puentes

No queda más que

disfrutar, un regalo exquisito

de los dueños del calendario

que están en el Olimpo

Y son pocos

quienes consiguen

dominar el arte de

adoptar los ropajes

de un mundo

extraño

Hace poco más de siete años, Enrique Peña Nieto tenía como má-ximaaspiraciónsersenador.Habíaesperadoqueelgobernadordelestado de México, Arturo Montiel, lo iluminara con su dedo y lo hi-ciera el candidato sucesor. Peña creía, sin embargo, que la desig-nación recaería en el entonces procurador, Alfonso Navarrete Pri-da. Lo mismo pensaba él, e ignoraba las insistentes llamadastelefónicas que le hacía.

A través de un tercero, Peña Nieto logró un encuentro con Na-varrete Prida en el Churchill´s, un decadente restaurante en la ciu-dad de México, lugar donde algunos de sus negociaciones políti-cas en los últimos años se forjaron. Le planteó un pacto: si el otroera seleccionado por Montiel como candidato, el perdedor lo apo-yaría. Peña Nieto sentía que Navarrete Prida no lo tenía entre susafectos, pero quería amarrar un acuerdo para que en el momentoen que fuera ungido, lo ayudara para ir al Senado.

Contra lo que esperaba Peña Nieto, a él escogió Montiel, en unacto consistente con el proyecto político que había impulsado ungrupo de jóvenes en su equipo, encabezado por su secretario par-ticular, Miguel Sámano, llamado Los Golden Boys. El mote habíasalidode laoficinadelsecretariodeGobiernomexiquense,ManuelCadena, político de una generación arriba de esos jóvenes, que losllamaban así porque brillaban colectivamente.

Individualmente sólo Sámano acumulaba y ejercía el poder.Era la cabeza de un pelotón de jóvenes políticos donde Peña Nie-to era el menos conspicuo. Detrás del poderoso secretario par-ticular de Montiel se encontraba Carlos Rello, que había sido co-ordinador de su campaña para gobernador y en el gobierno lehabían encomendado la Secretaría de Economía. Después esta-ba Luis Miranda, subdirector de Asuntos Jurídicos del gobier-no, pero responsable de establecer la relación política y mante-ner los lazos bien aceitados con algunas de las celebridades delPRI, como el ex presidente Carlos Salinas. Peña Nieto, más tí-mido que el resto, venía en la cola.

La diferencia entre Peña Nieto y el resto, era que tenía la al-curnia mexiquense. Había nacido en Atlacomulco, pero no co-mo Sámano, nativo también de ese municipio, que tuvo que cons-truir su carrera a codazos, sino entre sábanas de seda. Teníaparentesco con el ex gobernador Alfredo del Mazo, quien fueprecandidato a la Presidencia de la República, y un vínculo le-jano con el mismo Montiel, lo cual, en la pirámide jerárquica delpoder, ayudó. Qué tanto influyó esto en su designación comocandidato, no es algo de lo que se hable, como sí de la influen-cia de Los Golden Boys sobre Montiel.

Peña Nieto fue candidato exitoso y gobernador del estadode México. A Navarrete Prida, con quien había hecho un pacto,simplemente lo ratificó en el cargo de procurador y luego lo hi-zo diputado federal. A Sámano, su ex jefe políti-co, lo hizo a un lado, y sólo ha podido rehacer sucarrera en el Partido Verde. Rello, que fue perse-guido junto con Montiel por enriquecimiento, esconsultor privado exitoso. Sólo Miranda, de esegrupo, siguió con poder.

Miranda era el alter ego de Peña Nieto, que lohizo secretario de Gobierno. Él era realmente su del-fín en el estado de México, pero era legalmente im-posible, pues por estatuto no podía aspirar a lagubernatura sin antes haber tenido un puestode elección popular. Peña Nieto, que es prag-

mático, no quiso gastar capital político en esa pelea, porque esta-ba guardando municiones para su candidatura presidencial.

Cuando llegó el momento de elegir sucesor, su primo segun-do Alfredo del Mazo, presidente municipal de Huixquilucan, era elhombre. La decisión, tomada un jueves, cambió el viernes, cuandoal emisario que envió Peña Nieto para hablar con el finalista, Eru-viel Ávila, le respondió: entiendo la decisión; espero que entiendala mía. El mensaje no era críptico. Ávila había sido invitado por ellíder del PRD, Jesús Zambrano, a ser su abanderado. Si no iba porel PRI, iría por la izquierda. Peña Nieto reculó.

La elección para gobernador en el estado de México con Ávi-la como candidato del PRI, fue un día de campo. Arrasaron. Era laprueba final que necesitaba Peña Nieto. “Si no ganó en el estado deMéxico”, decía el gobernador, “no puedo ser candidato presiden-cial”. Estaba decidido. La estación de despegue para 2012, salía en2011. Fue la corroboración de que su carrera hacia la Presidenciaiba a toda velocidad.

Peña Nieto conquistó la candidatura sin despeinarse. En elcamino se fue quitando lastres y reajustando su equipo. Hacíatiempo que Los Golden Boys, como grupo político, había termi-nado su ciclo. El candidato se rodeó de nuevos aliados como LuisVidegaray, su coordinador de campaña, a quien conoció cuandose lo envió a Montiel el ex secretario de Hacienda salinista Pe-dro Aspe para que le limpiara las finanzas, o como el hidalguen-se Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Organización delPRI, de quien se hizo amigo cuando comenzaron juntos su ges-tión como gobernadores.

Pocos recuerdan al tímido Peña Nieto de hace 10 años, cuan-do iba detrás de Sámano, de Rello y de Miranda. Hoy no tiene lostemores y la incertidumbre de hace más de siete años, sino al con-trario. Está empapado de poder y ambición, de confianza y, tam-bién, no poca cosa, de la soberbia de quien se siente ganador en el

pasado, y vencedor en el presente. Le faltan,sin embargo, escasos dos meses para

que lo que piensa sea realidad y elGolden Boy llegue a una meta que

no había soñado.

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twitter: @rivapa

El Golden BoyRaymundo Riva Palacio

PORTARRETRATO

ESPEC

IAL

Enrique Peña Nieto.

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PÁGINA 8-B Domingo 29 de abril de 2012EL INFORMADOR

os seres humanos naci-mosparacorrer,afirmaelautor ChristopherMcDougall. Sin embar-go, para el escritor esta

acciónnoselimitaúnicamenteaunhobby,sino que va más allá: es una práctica quelos hombres han realizado durante millo-nes de años en su lucha por sobrevivir. LanovelaNacidosparacorrer(Debate,2012)fue inspirada en los tarahumara, a los queconsidera superatletas.

McDougall es originario de EstadosUnidos. En 1985 se graduó de HarvardUniversity y tiempo después comenzó atrabajar para Associated Press (AP). Apesar de tener poca experiencia comoredactor de noticias, Chistopher fue en-viado a Angola, Congo y Ruanda comocorresponsaldeguerra.AlregresaraEs-tados Unidos comenzó a publicar su tra-bajo en revistas de renombre. Ha escri-to para Esquire, The New York TimesMagazine, Outside, Men’s Journal yNew York. Actualmente escribe para larevista Men’s Health.

En realidad, el encuentro de Chris-topher con la cultura tarahumara fue unaccidente.ElautorllegóaMéxicoporasig-nación de The New York Times Magazinepara realizar una investigación sobre Glo-riaTrevi,yaquetraselescándaloenelqueestuvo implicadadesapareció.Durantesuestancia en Chihuahua, Christopher acci-dentalmente tomó una revista cuya porta-da era la foto de un indígena tarahumaraque había logrado correr más de 160 kiló-metros descalzo y sin entrenamiento. Lahistoriaintrigóalperiodistaeinicióunain-vestigación sobre estos atletas.

McDougall comprendió que el há-bito de correr distancias largas estababien arraigado a la cultura tarahumara.Con la llegada de los conquistadores es-pañoles a la región, estos indígenas te-nían dos opciones: pelear o correr. Lostarahumaras decidieron correr. Se refu-giaron en las alturas de la Sierra MadreOccidental en vez de recurrir a la violen-cia. Según el autor esta decisión no sóloexplica por qué aún existe esta cultura,sino también por qué estos indígenasson corredores de fondo rápidos.

No obstante, existe otra particulari-dadquellamólaatencióndeMcDougall.Los indígenas tarahumaras corren dis-tancias largas descalzos. Con este ha-llazgo, Christopher dedujo que los zapa-tos especializados son lo que provocanlesiones al correr. Además, los hábitosde estos indígenas se traducen en unaextraordinaria salud, libre de enferme-dades como el cáncer y la diabetes.

Sorprendido,McDougallescribió lanovela Nacidos para correr. Ésta trans-porta al lector al corazón de las Barran-cas del Cobre, Chihuahua, y narra unaaventuraépicaenlaqueintervienenper-sonajes inolvidables. Con la ayuda deCaballo Blanco, un hombre norteameri-cano que tiempo atrás se internó en lasbarrancas, McDougall conoció los se-cretos de este pueblo y descubrió el co-rredor que llevaba dentro.

La estancia del escritor en la SierraTarahumara concluyó con una carrerade 80 kilómetros en las Barrancas delCobre, en la cual participaron atletas es-tadunidenses y tarahumaras. Aunquepensó que sería sumamente difícil co-rrerunadistancia tan larga,Christopherasegura que fue capaz porque la filoso-fía de los indígenas lo hizo aprender elarte de este ejercicio. No hubo más mo-tivación que el simple placer de correrpara completar la proeza.

Christopher narra que original-mente escribió la novela con el único ob-jetivodeque los lectoresdisfrutaranunahistoria de aventura, pero nunca imagi-nó que el libro fuera a despertar tal inte-rés por la técnica de correr descalzo,hasta convertirse en una tendenciamundial. Al margen de este fenómeno,el escritor estadounidense considera

que Nacidos para correr pretende hacerreflexionar al lector que los seres huma-nos estamos hechos para correr, convi-vir y divertirnos mientras practicamoseste ejercicio.

—¿Quéfue lomássorprendentedeconocer a los tarahumara?

—Para mí era difícil creer que perso-nas de 50, 60 o 70 años pudieran corrermás de cien millas (unos 160 kilómetros)descalzos. Cuando los vi correr por pri-mera vez comprendí que algo mágico su-cedía. Sus movimientos eran suaves y li-geros, como si estuvieran flotando.

—¿Qué considera que los mexica-nos deberían aprender de la cultura ta-rahumara?

—Tienen una posición muy privile-giada al estar tan cerca de estos filóso-fos del deporte. Me gustaría motivarlosa involucrarse con la cultura tarahuma-ra y difundir todas las maravillas que sa-ben y conocen.

—¿Cómo logran estos indígenascorrer cientos de kilómetros sobre su-perficies tan adversas?

—Creo que la razón es porque lamayoría de nosotros al correr, espera-mos que los zapatos especiales que uti-lizamos hagan el trabajo. Sin embargo,los tarahumaras no dependen de zapa-tos, sino que utilizan las formas natura-les del pie. Es por esto que son tan ágilesy ligeros.

—¿Qué ventajas tiene correr des-calzo sobre utilizar tenis especiales?

—Al principio era muy escéptico deesta técnica. Sin embargo, cuando em-pecé a correr descalzo me di cuenta quetodas laspartesdelpieseactivanydees-ta forma, el cuerpo encuentra su propiobalance. Cuando utilizaba tenis sufríamuchas lesiones, pero esta técnica mepermite correr distancias muy largas sinlastimarme ni sentir dolor.

—¿Cuál fue el mayor desafío queenfrentó al escribir su novela?

—El primer desafío fue lograr quelos tarahumaras me hablaran, pues du-rante mucho tiempo no me dijeron unasola palabra. El segundo reto fue en-contrar a Caballo Blanco, quien ha-

bíavividoconlos indígenasdurantemásde 20 años. Sin embargo, el mayor desa-fío fue aprender cómo correr como unindio tarahumara y después participaren una carrera de 50 millas (80 kilóme-tros) en los cañones.

—¿Con qué personaje de su nove-la se identifica más y por qué?

—En realidad me involucré muchocon todos los personajes y he manteni-do contacto con las personas que cono-cí en los cañones. Durante mucho tiem-po, me identifiqué con Caballo Blancoporque tenemos casi la misma edad, lamisma estatura, el mismo peso, calza-

mos del mismo número y compartíamosla misma meta. Sin embargo, con eltiempo me he dado cuenta de que meidentifico mucho con Ted Descalzo por-que es alguien imaginativo, medio locoy con un espíritu muy libre.

—¿Porquécreequesuexperienciacon los tarahumaras lo convirtió en unatleta?

—Primero, porque me di cuenta deque hay algo ahí que debía aprender.Siempre había creído que correr impli-caba únicamente esfuerzo, pero nuncahabía pensado que en realidad era unahabilidad,comosabertocarelpiano,el violín o pintar. Una vez que

desarrollas esta potencia, cada vez esmás sencillo correr.

—Además del entrenamiento físi-co, ¿qué preparación debe tener un co-rredor?

Creo que la clave para tener una pre-paración óptima es entrenar como lo ha-ría un niño. Si observamos cómo apren-denlosniñosnosdamoscuentaqueellos,más que entrenar juegan y disfrutan.Creo que el éxito de entrenar dependeprecisamente en esta capacidad dedisfrutar y encontrar la diversiónmás que en forzar tus propioslímites. Además, un corre-dor debe aprender a libe-rar cuerpo y mente paraencontrar el equilibrio.

—¿Qué relaciónencuentra entre co-rrer una carrera y vi-vir la vida diaria?

—Tantoenunacarreracomoenlavi-da diaria, uno debe estar relajado para al-canzar la meta. Frecuentemente trata-mos de presionar las cosas para que éstasse hagan de forma inmediata, pero al co-rrerdistancias largastedascuentadequehay que aprender a relajarse y tomar lascosascomovienen.Corrermehaenseña-do a respirar y a ser paciente, enseñanzasque he adoptado como parte esencial demi vida personal.

LChristopher McDougall emprendió un viaje al corazón de las

Barrancas del Cobre, Chihuahua, para conocer la sabiduría

milenaria de los tarahumaras y sus técnicas atléticas

ENTREVISTA

Nacidos para correr

ElescritorCarlosMontemayoren“Lostarahumaras: pueblo de estrellas ybarrancas” (Aldus, 1995) escribióque los tarahumaras se designan a símismos como rarámuris (rará, quesignificapie;muri,quesignificacorrer,es decir, el que corre a pie).Además, de acuerdo con el antropó-logo William Merrill, los rarámuriscreen que si el cuerpo es lastimado,elbienestaryseguridadde lasalmas

se pone en peligro, y si las almas sonnegligentes o abandonan el cuerpo,la persona se enfermará y moriráigual que una casa que se convierteen ruinas si sus residentes la aban-donan. Aunque también en el sueñouna o más almas pueden viajar,mientras que otras se quedan cui-dando el cuerpo.“Los rarámuris emplean dos térmi-nos, ‘ariwá’ e ‘iwigá’, para ‘alma’,

que quieren decir ‘aliento’. No todoslos rarámuris están de acuerdo en elnúmero de almas que dan vida alcuerpo, el consenso es que los hom-bres tienen tres almas y las mujerescuatro. Éstas se alojan en el pechoporque ahí está el asiento de la vida,el vigor, las emociones y el habla; yen la cabeza, donde está el pensa-miento. El cuerpo es la casa de lasalmas”, describió Merrill.

El que corre a pie

CHRISTOPHER MCDOUGALL

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LÓPEZ

Por Gilda Colin Bracamontes

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EL INFORMADORDomingo 29 de abril de 2012 PÁGINA 9-BEL INFORMADOR

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PÁGINA 10-B Domingo 29 de abril de 2012EL INFORMADOR

Atmosféricas. El humo de la quemazón entriste-ce la ciudad. Cualquier cosa queda después de lapregunta: ¿cómo evitar que los incendios en elBosque La Primavera se sigan sucediendo? El ai-re se vuelve pesado y los ánimos oscilan entre laindignación y la resolución de hacer algo. A ladistancia, una línea de lumbre va recorriendo elcerro y una nube inmensa oscurece el Poniente.La dedicación y la bravura de los integrantes delas brigadas contra el fuego dejan un ejemploperdurableparapropiosyextraños.Todos losár-boles de la ciudad —todos sus habitantes— com-parten ahora, de alguna manera, la suerte de losque fueron alcanzados por las llamas.

**Los cien años del hundimiento del Titanic

trajeron un alud de noticias, de conmemoracio-nes y de reflexiones. A través de un documentalentre tantos se informa que de las cuatro monu-mentales chimeneas que arbolaba el inmensobarco, una era simplemente de adorno. Un gestoinútil y vanidoso para aumentar su impresión degrandeza: el aparato sobre la sustancia. Quizásen ese rasgo se encierre una de las claves de laarrogancia y la sinrazón que llevaron a la embar-cación mítica al error y al naufragio.

Dice Vicente Huidobro en Altazor:Todo eso acabóEl mar antropófago golpea a la puerta de las ro-cas despiadadasLos perros ladran a las horas que se muerenY el cielo escucha el paso de las estrellas que sealejan.Estás soloY vas a la muerte derecho como un iceberg quese desprende del poloCae la noche buscando su corazón en el océanoLa mirada se agranda como los torrentesY en tanto que las olas se dan vueltaLa luna niño de luz se escapa de alta marMira este cielo llenoMás rico que los arroyos de las minasCielo lleno de estrellas que esperan el bautismoTodas esas estrellas salpicaduras de un astro depiedra lanzado en las aguas eternasNo saben lo que quieren ni si hay redes ocultasmás allá

**Teoría de la hamaca. Algún gancho habrá

que tenga la resistencia y la geometría necesa-rias para resistir el peso de un vaivén que debedurar los años. Una distancia entre los muros desostén, o tal vez un poste, para asegurar que lacurvatura sea la precisa que el reposo exige. Másimportante todavía es hacia dónde mirará la ha-maca. Cuál fronda que se reúne con el cielo serála que el arco inverso enmarque, o cuál muro quedeclina el sol con la exactitud de una sombracambiante. De dónde, por fin, debe venir el aireque en las tardes desiertas mueva levemente loshilos tejidos, como preparando la llegada de al-guien en busca de un modesto vuelo quieto.

**El gato se asegura de que todos los rincones

sean suyos. Va estableciendo una invisible y fé-rrea red de lugares a través de los que componesu dominio de la casa. Tiene a su disposición to-do el día para holgazanear donde el momento lesorprende.Unaparticulardeclinacióndel sol,uncalor que quedó después de la tarde, un cierto si-lencio bajo las hojas del helecho: el gato es el ca-zador de sus propias obsesiones. Y las despliegasin miramientos ni remilgos, orgullosamenteocioso en medio de los ritmos del día. Arrebuja-doenunalejaníaaltiva,mirapasar losafanesconel desdén de un príncipe al que una remota sabi-duría hubiera alcanzado.

**La decisión del ojo. Un libro llegado a la me-

sa a través de los años y de los vaivenes del azar.Es de 1952, y es el famoso Images à la sauvette,(Imágenes a la carrera, se podría traducir), delgran Henri Cartier-Bresson. Espléndidas fotogra-fías en blanco y negro —muchas que se hicieroncélebres— publicadas por la editorial Verve, conportada de Matisse. En el prólogo, el fotógrafo ex-pone diversos puntos de vista sobre su oficio: “Es,para cada uno de nosotros, partiendo de nuestroojo, que comienza el espacio que se va agrandan-do hasta el infinito, espacio presente que nos gol-pea con mayor o menor intensidad y que inmedia-tamente se va a encerrar en nuestros recuerdospara allí modificarse. De todos los medios de ex-presión, la fotografíaeselúnicoque fijaun instan-te preciso. Jugamos con cosas que desaparecen, y,cuando han desaparecido, es imposible hacerlasrevivir.” “Se evitará, sin embargo, ametrallar, foto-grafiando rápida y maquinalmente, sobrecargán-doseasídeesbozosinútilesqueestorbanlamemo-ria y perjudicarán la limpieza del conjunto.” “Lafotografía es para mí el reconocimiento en la rea-lidad de un ritmo de superficies, de líneas y de va-lores; el ojo recorta el objetivo y el aparato no tie-nemásquehacersu trabajoquees imprimirsobrela película la decisión del ojo.”

Asombra, sin embargo, la sabiduría iniguala-blemente certera del fundador de la agencia Mag-num. La manera aparentemente natural como lo-gracomposicionesinolvidablessobreelmismofilode un instante entre todos. Muchas de sus imáge-nes tienen una condición que solamente puedeconciliarse con el aura inasible del gran arte. ¿Có-molograresaprecisatomadeWilliamFaulkneren1947, mientras hace un gesto orgulloso de señorsureño que sus perros repiten? ¿Cómo capturar elinstante en que el lavador de alfombras levanta lamanosobrelasuperficiedelaguaquereflejalama-jestad del puente de Isfahán haciendo una mezclaexacta de los trazos del tejido con las líneas de laarquitectura?Yla familiadeunvendedordeperió-dicos en México, dos mujeres yacentes sobre labanqueta a las que parece apenas sostener la hojaabiertadeldiarioqueelvendedordespliega:nounaimitación, ni un reporte perdido: una metáfora, unmisterio, una respuesta que dice más preguntas,más hondas, para cada espectador.

**Dice Octavio Paz: El hombre es sus visiones.

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DIARIO DE UNESPECTADOR

Hace un par de semanas un artículo mío entró en el hit parade de las no-ticias más vistas en elpais.com y subió hasta alcanzar el quinto puesto de laclasificación general y el tercero de la sección de cultura. Se da la circunstan-cia de que se trataba de un modesto texto proveniente de Lecturas Compar-tidas, una también modesta sección que publico en el suplemento culturalBabelia y en la que hablo de libros que me han gustado. Ni que decir tieneque, de todos los artículos que publico regularmente, ese es siempre, comoes natural, el que menos se lee (no es de actualidad, no es polémico, no tocatemas candentes, habla del minoritario placerde la lectura), así que su inclusión y ascenso enla dichosa lista me dejó tan flipada que me pu-se a pensar en cómo había podido suceder algotan extraño. Y enseguida llegué a unas conclu-siones que me parecen clarísimas.

Para empezar, el artículo estaba destacadoen la portada de elpais.com. Primer hecho evi-dente: vivimos en una sociedad tan atiborradade informaciónque,oconsigueshacervisible tumensajeresaltándolodealgúnmodo,o,pormuybueno y necesario que sea, pasará inadvertidoen medio del ruido general (¡gracias por desta-carme, amigos!). Pero además la pieza llevaba un titular estupendo y llama-tivo que sin duda atraía la curiosidad: “Eva Braun en la patética opereta delmal”. Por cierto que ese título no era mío, sino que lo ideó algún genial cole-ga deBabelia (¡gracias por retitularme tan bien!). Yo había puesto “Eva Brauny la banalidad del mal”, frase mediocre con la que seguramente no habríavendido ni un pirulí en el ranking de lo más visto. De manera que se da la cu-riosa circunstancia de que mi reseña alcanzó el hit parade gracias a dos fac-tores que no dependían de mí ni eran mérito mío, a saber, la visibilidad en lacolocación y el título. Porque, y este es el segundo hecho evidente, para en-trar en estas listas de lo más leído resulta crucial la manera en que nombrastu trabajo. Y esto es algo que sucede en todos los periódicos: mientras escri-bo esto, en el segundo lugar de lo más visto de elmundo.es está “Desnuditos”,simplemente así, esa palabra, que, cuando la pinchas, resulta que es un re-portaje sobre una exposición del Metropolitan de Nueva York sobre el des-nudo fotográfico (un texto culto, serio y sobrio que dudo muchísimo que hu-

biera suscitado tal avalancha de lectores de no ser por su nombre).Basta con analizar someramente los títulos que aparecen en estos lista-

dos para poder deducir algunos de los ingredientes que más venden: la vio-lencia y el sexo, desde luego, siempre que se expresen de una manera mor-bosa u original; la humillación de algún personaje famoso; opinioneschocantes; frases misteriosas… Me pregunto cómo podría titular este artícu-lo para que llamara la atención en esta sociedad de mirada superficial y ul-trarrápida. Veamos: “Eva Braun y los desnuditos”... No está mal. Pero lo mis-

mo hay gente que, de entrada, no reconoce o nosabe quién es Eva Braun. Así que, ¿por qué noponer “Eva Braun, Hitler y los desnuditos”? Se-guroqueasíresultaríamásatractivo,aunqueenel texto no se nombre a Hitler para nada, pero,total, cae cerca de Eva Braun y además la cues-tión es conseguir que cliqueen en el artículo,aunque luego no lo lean. Claro que, ya puestosa salirse del tema, ¿por qué no titular con algoverdaderamente llamativo, aunque no tenganada que ver con lo que digo? Una frase extra-vagante e irresistible… Por ejemplo: “Los gita-nos son los mejores amantes”. Esta sí que es re-

donda porque une el sexo a cierta incorrección política. Apuesto que, si ladestacaran en la oferta del periódico (recordemos que el primer ingredientenecesario es la visibilidad) terminaría en el hit parade.

Verán, soy ferviente partidaria de las nuevas tecnologías y una inter-nauta apasionada. Creo que la revolución microelectrónica tiene cosasmaravillosas, pero también ingredientes negativos. Lo cual es lógico sitenemos en cuenta que la red reproduce el mundo, y que en el mundo, yase sabe, hay de todo, canallas y santos, sabios y ceporros. Pues bien, unade las cosas negativas de internet es que puede fomentar la arbitrariedad,la frivolidad, la vaciedad. Si no aprendemos a discriminar y a movernosen este nuevo barullo cibernético, y si nos rendimos como papanatas a lavertiginosa magia de los clics millonarios e instantáneos, corremos elriesgo de considerar que “lo mejor” es lo que “se ve más”, cuando eso quese ve más puede que sólo sea una carambola banal de casualidades, sen-sacionalismo y apariencias.

Rosa Montero Los gitanos sonlos mejores amantes

Si nos rendimos como papanatas a la vertiginosamagia de los clics millonarios e instantáneos,corremos el riesgo de considerar que “lo mejor”es lo que “se ve más”, cuando eso que se vemás puede que sólo sea una carambola banal decasualidades, sensacionalismo y apariencias

Juan Palomar

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Domingo 29 de abril de 2012 PÁGINA 11-BEL INFORMADOR

Las matemáticasexhiben a Twitter¿Cómo se convierte en un trending topic (tema del momento, muy

comentado) y adquiere popularidad y persistencia en la red? Un

grupo de expertos subraya la competencia por captar la atención

de los usuarios de esta red social como elemento crucial

as ideas (o memes, como lasllama el zoólogo Richard Da-wkins en alusión a que son“genes” culturales) puedenpropagarse como un virus e

infectar a millones de mentes. Esto quedó demanifiesto durante sucesos como las revuel-tas en el mundo árabe en 2010-11, donde losinformes difundidos por las redes sociales online tuvieron un papel decisivo.

Pero, ¿qué hace viral a un mensaje pro-pagado a través de la plataforma digital deTwitter? ¿Cómo se convierte en un trendingtopic (tema del momento, muy comentado) yadquiere popularidad y persistencia en lared? Un equipo de investigadores de la Uni-versidad de Indiana (IU), en EU, ha genera-do y evaluado por primera vez un modelo di-námico matemático que explica el proceso.

El modelo asume que en un mundo satu-rado de información —proveniente tanto delos medios tradicionales como los canalesabiertos en las redes sociales digitales— laatención de cada persona está sumamente li-mitada, y por ende la competencia por cap-tarla puede influir en la popularidad, diversi-dad y tiempo de vida de un “meme” o ideatransmitida.

“Explicamos la heterogeneidad en po-pularidad y persistencia de memes como re-sultado de una combinación de la competen-cia por nuestra limitada atención y laestructura de la propia red social”, refierenlos académicos en su artículo Competitionamong memes in a world with limited atten-tion, difundido en la reputada revista cientí-fica Nature.

L

Por Guillermo Cárdenas/ El Universal

millones de cuentas de Twi-tter existen en nuestro país.

REDES ON LINE

4.1

Los autores del trabajo Lilian Weng,Alessandro Flammini, Alessandro Vespig-nani y Filippo Menczer consideran que es-tudiar la dinámica de competencia entrelas ideas, información, conocimiento y ru-mores no sólo es muy útil en el contexto delas redes sociales digitales, sino también“crucial dentro de un amplio rango de es-cenarios que va del marketing viral al des-cubrimiento científico”.

Darwinismo digital

En el mundo natural, donde la compe-tencia por los limitados recursos disponiblesresulta ardua, es usual que sólo sobrevivanlos individuos mejor adaptados. En el entor-novirtualdeTwittersucedealgosimilar,pues—segúnlosautores—permanecenmástiem-po y se propagan los mensajes que captanmayormente el interés de los usuarios.

“Los ‘memes’ compiten (en el mundodigital) por recursos limitados y sólo losque captan suficiente atención logran so-brevivir y replicarse, en una suerte de es-quema darwiniano”, dice en entrevistaelectrónica Menczer, director del Centro deInvestigación en Sistemas y Redes Comple-jas de la IU. Sin embargo, reconoce que “lapresión selectiva involucra varios otros fac-tores, como lo apropiado del ambiente o lacomunicación misma”.

Es decir, “la atención es el mayor de es-tos factores, pero no el único”, añade elacadémico, quien reconoce que otros ele-mentos externos (como la exposición de

una idea a los medios tradicionales) tam-bién pueden influir en su popularidad ytiempo de vida. Otro factor que determinala vigencia de un tema es su carácter co-yuntural, como en casos de sismos.

Estas conclusiones asimismo corrobo-ran una famosa tesis del estudioso de la co-municación Marshall McLuhan: “nuestroshallazgos constituyen un ejemplo en el queel medio es el mensaje, dado que las redessociales (digitales) en las cuales los memescompiten y se difunden —junto con nues-tra limitada atención— pueden determinara las ideas ganadoras y perdedoras”, re-marca Menczer.

Basados en su modelo matemático y enlo que ya se sabe sobre la difusión de infor-mación en las redes digitales, los estudiososhicieron algunas predicciones teóricas. Lue-go las cotejaron con los datos recopilados demás de 120 millones de mensajes reenviadosdurante 2011, en los que participaron 12.5millones de tuiteros.

Paraanalizartalcúmulodeinformación,los científicos observaron y registraron las

condiciones normales en las que cada usua-rio interactuaba con sus seguidores o amigosy recibía o transmitía mensajes tras revisarsu lista de entrada.

También usaron un mecanismo de “me-moria” para marcar los tópicos relevantes,utilizando las etiquetas (hashtags) como mo-do de identificar memes.

“El modelo está inspirado en la vieja tra-dición de representar la propagación de in-formación como un proceso epidémico, don-de la infección se disemina por los nodos(puntos) que forman la red subyacente”, de-tallan los autores en su reporte académico.

Con esto procesaron la información degrandes temas vigentes a finales de 2010 einicios de 2011 y la representaron gráfica-mente. “Para el ‘meme’ #Japan observa-mos una estructura en forma de árbol quees típica de la difusión de noticias sobre unevento, mientras que el tópico #Egypt (conuna red más densa) se parece más a un fo-ro de discusión/coordinación con mensa-jes bi-direccionales y más nodos”, explicaFilippo Menczer.

• Aspecto de la imagen captada por el fotoperiodista Samuel Aranda, ganadora del WorldPress Photo 2012. La Primavera árabe fue ampliamente difundida en Twitter.

EL MEJOR ADAPTADO, SOBREVIVE

millones de ellas solamentese consideran como activas.

2.5

millones de tuits o mensajesson enviados al día por esta redsocial digital en todo el mundo

50

de internautas en el país seconectan diariamente a lasmismas .

El Universal

60%

SAM

UEL

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PÁGINA 12-B Domingo 29 de abril de 2012EL INFORMADOR

El ejercicio de la política es la mayor y más pode-rosa fuente del agnosticismo mexicano. Todo loqueestamosoyendoenlasactualescampañasnoes sino la inveterada repetición de una técnica:el arte de prometer, y de un recurso: larga seriede ofrecimientos que se nos hacen a tenor de laslimitaciones más sentidas del momento presen-te: seguridad, desempleo, obra pública, pobrezay empobrecimiento.

Como luego de tantos y tantos sexenios depromesas incumplidas, resulta realmente muy di-fícilseguirprometiendo,hacealgunosañosinven-taron los imaginativos candidatos o sus desintere-sados asesores, el recurso a los compromisosnotariados; trabajo quedesde luego muchosotrosni siquiera se tomaron, por más que con ello pu-dieran dar trabajo a los notarios. Prometen lo mis-mo pero ahora se obligan a cumplirlo en acta pú-blica, con todo el rigor y la obligatoriedad quepuede darle un señor notario. No sabemos si enesas actas estipulan las sanciones a que se haránacreedores en caso de quedar mal, pero a fin decuentas lo que prometen, sea cual sea la forma enque lo hagan, no llena ya las aspiraciones de la so-ciedad mexicana, harta de discursos y placebosquesolamentehanprolongadoyagravadolosma-les endémicos que padecemos.

Queremos candi-datos que, de llegar, seobliguen a cumplir consu mandato, sujetándo-se a una revisión perió-dica de su desempeño;queremos funcionariosalosqueselespaguedeacuerdo a sus resulta-dos, y se les despida encaso de no cumplir se-gún plazos cortos, y notodo el tiempo que duraun periodo. Queremosque se obliguen los queganenaadelgazardrás-ticamente la nóminaburocrática,areduciralmínimo las partidasotorgadasalospartidospolíticos,arebajarselossalarios y las inauditasprestacionesquesedana sí mismos los “servidores” públicos de los altos ni-veles. Queremos que los partidos integren legislatu-rasconmuchosmenosintegrantes,peroprofesiona-les en su campo, y que dejen de seguir compitiendocada tres años por lograr ser peores que la legislatu-ra anterior.

Los compromisos que quisiéramos escu-chary todavíanooímos,novanenla líneadepro-mesas populistas para ganar la silla de gobiernoo la curul, sino de compromisos para sacar al pa-ís del abismo de corrupción e impunidad en quese halla, y que tiene en la clase política su más al-ta expresión. Compromisos para acercar a lasfunciones del Estado y de la administración a laspersonas más capaces, no a los que ayudaron apegar propaganda o acarrearon mayor númerode gritones; y desde luego, el gran compromisode llegar al cargo sin compromisos deshonestos.

Por el contrario lo que vemos son mítinesconvertidos en espectáculos denigrantes, o por-que se manejan como conciertos rockeros, o por-que se vuelven el tianguis de los milagros por ve-nir,oporquesontanplanosyhuecosquesehaceninsoportables. Es muy lamentable pensar quequien quiera sea el que gane, a juzgar por lo quevemos, nos recetará otros seis años de lo mismo,pero agravado.

LOS COLORES DELTIEMPO

ArmandoGonzález Escoto

En la semana que acaba, Beatriz de Moura, direc-tora de Tusquets, dio a conocer la noticia de quePlaneta compró una parte sustancial de las accio-nesdesucompañía,ydiocomoprincipal razónque“una editorial mediana independiente tiene los dí-as contados si no se blinda”. Tusquets, fundada en1969, tiene un catálogo de cerca de dos mil títulosy está entre las editoriales literarias más importan-tes, además de ser la que produce más libros tradu-cidosdeotras lenguas.LaseñoraMouraafirmaqueseguirá al frente de la editorial y que no cambiarásu línea; pero más allá de las ventajas que mencio-na en términos financieros, de producción y de dis-tribución, el acuerdo con el gigante Planeta no de-ja de ser un paso más en el proceso de aceleradaconcentración de la industria editorial que deberíaser motivo de reflexión para todos los habitantesde la república de las letras. La Barcelona de la lar-ga tradición editorial, nacida en el siglo XV prácti-camente junto con la imprenta, va menguando yencogiéndose como piel de zapa ante nuestrosojos, ejemplo palmario de lo que ocurre hoy en díaen todo el mundo en la industria del libro.*

Cuando en la segunda parte de la novela donQuijote va a Barcelona, visita por supuesto una im-

prenta, donde pregunta al librero si publica por di-nero o por amor al arte. El catalán, dando pruebade los proverbiales rasgos de seny y sentido del ne-gocio, le respondequeprestigioya tiene,peroagre-ga: “provecho quiero, que sin él no vale un cuatrínla buena fama”. Barcelona fue sede de incontablescasas editoriales chicas y grandes que durante mu-chos años alimentaron el mercado del libro en len-gua española: Espasa, Sopena, Salvat, Janés, SeixBarral, Caralt, Nadal, Gustavo Gili, Destino, Gre-dos... Nadie que haya tenido una infancia lectorapuededejardevenerarselloscomoBrugueraoMo-lino (con la serie de cuentos magníficamente ilus-

trados por Emilio Freixas, además de Verne y Sal-gari), o Juventud (¿cómo agradecerle haber cono-cido a Tintín y a Enid Blyton?)

Hay que tener en mente aquella Barcelona yaquella extraordinaria irradiación cultural de suseditoriales, antes de que los catalanes naufragaranen su actual fase de parroquialismo nacionalista(entiéndase mamonería absoluta, que en términoseditoriales se tradujo hace poco en no invitar a laferia de Francfort a los autores catalanes que escri-ben en castellano). Y hay que esperar que con elacuerdo entre Tusquets y Planeta no aumente la yatremenda confusión entre ser editor y ser merca-der de papel impreso ni la tendencia cada vez másominosa a descuidar la calidad literaria y editorialen aras de la ganancia rápida y las ventas masivasal público más ignaro.

*Unabuenarecensiónsobrecómodesdeladé-cada de 1980 la industria editorial de lengua espa-ñola ha ido siendo absorbida por los grandes con-sorcios en:

http://fichacorrida.word-press.com/2012/04/28/el-editor-independiente-busca-refugio/

Planeta: otra raya al tigre

DE LECTURAS VARIAS

María Palomar

Compromisosnotariados

Hay que esperar que con el acuerdo entre

Tusquets y Planeta no aumente la ya

tremenda confusión entre ser editor y ser

mercader de papel impreso ni la tendencia

a descuidar la calidad literaria

Es muy lamentable

pensar que quien

quiera sea el que

gane, a juzgar por lo

que vemos, nos

recetará otros seis

años de lo mismo,

pero agravado