criptpcpcoss cutánea en gato

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Dr. Carlos Morales Mendoza Veterinaria ANUBISVET La presencia de criptococosis en gatos es un hallazgo muy raro en la clínica de animales menores, lo es más aún, si la presentación es “cutánea”, como en el presente caso, de la gata DUDDY, cuya historia ocurre en 3 actos: 1° Me remiten una biopsia para diagnóstico, dando como resultado que se requiere de una coloración especial para determinar la presencia del patógeno responsable. 2° Dos semanas después me remiten al paciente (gato DUDDY) para una segunda opinión. Recomiendo la eutanasia. 3° Dos semanas después recibo los órganos de la necropsia de DUDDY, para un análisis histopatológico. ANTECEDENTES.- Duddy había recibido tratamiento con corticoides y antibióticos, debido a unas “nodulaciones cutáneas, sospechosas de abscesos y/o dermatitis, sin resultado alguno. Por dicho motivo se sometió a una cirugía y se remitió muestras para un examen histopatológico, el cual no fue concluyente debido a la necesidad de realizar coloraciones especiales para identificar el agente casal, hecho que no fue asumido por el cliente. Es así que al poco tiempo las nodulaciones volvieron a desarrollar y alcanzaron un mayor tamaño. EXAMEN CLINICO.- Por fin tuve la oportunidad de ver a DUDDY en vivo y en directo y pude comprobar que las nodulaciones eran muy voluminosas y compactas, abarcaban casi al 70% de la superficie cutánea. La más grande cubría casi toda la pared costal y se mostraba ulcerada, casi coalescia con una abdominal-lateral donde aún persistían los puntos de una cirugía previa de 2 semanas atrás. El animal se mostraba muy decaído, casi en estupor. Al conversar con la dueña pude enterarme que el gato había sido traído del Canadá, hace pocos meses, notándose los primeros nódulos cutáneos al poco tiempo de su estadía en Lima-Perú. En mi opinión le expresé que no lo veía en condiciones para ser operado, debido a su precario estado y a que el retiro de las nodulaciones no permitiría un posterior acercamiento de los extremos de piel, para la sutura, debido al exagerado tamaño de las nodulaciones, las mismas que mostraban clínicamente un estado similar a una neoplasia, pero en la histopatología realizada se había descartado. Por otro lado no había posibilidad de sugerir algún tratamiento, debido a que para ello se requería tener un diagnóstico preciso y ello aún no existía. En el mejor de los casos no se podía asegurar que el animal se cure con el tratamiento debido a lo avanzado del problema. Por ello recomendé la eutanasia. Las dueñas (2 señoritas) se fueron en llanto y en esa emotividad no creo haber sido entendido en mis apreciaciones, pues me dio la impresión que se aferraban a salvarlo. Por ello lo volvieron a llevar a su veterinario.

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Dr. Carlos Morales Mendoza Veterinaria ANUBISVET

La presencia de criptococosis en gatos es un hallazgo muy raro en la clínica de animales menores, lo es más

aún, si la presentación es “cutánea”, como en el presente caso, de la gata DUDDY, cuya historia ocurre en 3 actos:

1° Me remiten una biopsia para diagnóstico, dando como resultado que se requiere de una coloración especial para determinar la presencia del patógeno responsable.

2° Dos semanas después me remiten al paciente (gato DUDDY) para una segunda opinión. Recomiendo la eutanasia.

3° Dos semanas después recibo los órganos de la necropsia de DUDDY, para un análisis histopatológico.

ANTECEDENTES.- Duddy había recibido tratamiento con corticoides y antibióticos, debido a unas “nodulaciones cutáneas, sospechosas

de abscesos y/o dermatitis, sin resultado alguno. Por dicho motivo se sometió a una cirugía y se remitió muestras para un examen histopatológico, el cual no fue concluyente debido a la necesidad de realizar coloraciones especiales para identificar el agente casal, hecho

que no fue asumido por el cliente. Es así que al poco tiempo las nodulaciones volvieron a desarrollar y alcanzaron un mayor tamaño.

EXAMEN CLINICO.-

Por fin tuve la oportunidad de ver a DUDDY en vivo y en directo y pude comprobar que las nodulaciones eran muy voluminosas y compactas, abarcaban casi al 70% de la superficie cutánea. La más grande cubría casi toda la pared costal y se mostraba ulcerada, casi

coalescia con una abdominal-lateral donde aún persistían los puntos de una cirugía previa de 2 semanas atrás.

El animal se mostraba muy decaído, casi en estupor. Al conversar con la dueña pude enterarme que el gato había sido traído del Canadá, hace

pocos meses, notándose los primeros nódulos cutáneos al poco tiempo

de su estadía en Lima-Perú.

En mi opinión le expresé que no lo veía en condiciones para ser operado,

debido a su precario estado y a que el retiro de las nodulaciones no permitiría un posterior acercamiento de los extremos de piel, para la

sutura, debido al exagerado tamaño de las nodulaciones, las mismas que

mostraban clínicamente un estado similar a una neoplasia, pero en la histopatología realizada se había descartado.

Por otro lado no había posibilidad de sugerir algún tratamiento, debido a

que para ello se requería tener un diagnóstico preciso y ello aún no existía. En el mejor de los casos no se podía asegurar que el animal se

cure con el tratamiento debido a lo avanzado del problema. Por ello recomendé la eutanasia.

Las dueñas (2 señoritas) se fueron en llanto y en esa emotividad no creo

haber sido entendido en mis apreciaciones, pues me dio la impresión que se aferraban a salvarlo. Por ello lo volvieron a llevar a su veterinario.

Dos semanas después eutanizaron a DUDDY, me remitieron sus órganos vitales para un análisis histopatológico, pero parece que no

llegaron a comprender la necesidad de una coloración especial, hecho que tuve que realizar por mi cuenta para cerrar el presente caso.

Las fotografías anteriores muestran secciones de piel remitidas para un estudio histopatológico.

Empleando la coloración de H-E se aprecia en el tejido subcutáneo una severa infiltración de formas encapsuladas compatibles con el

criptococcus, aunque no logré apreciar los macrófagos que reporta la bibliografía, quizás por la zona tan densa de infiltración criptococosica.

En la zona superficial de la piel, la densidad de criptococus era mucho menor. La epidermis muestra atrofia y severa hiperemia. El sector

de las glándulas sudoríparas y sebáceas no muestra alteraciones, pero si formas criptococósicas en su periferie.

Con la coloración especial de PAS, detectamos en piel superficial la presencia de criptococus tanto sobre la dermis como en la dermis superficial, hecho que me llamó la atención, acerca de las posibilidades de contagio para las dueñas como para los colegas que estuvieron

en contacto con DUDDY, debido a que los hongos estaban sobre la superficie cutánea.

En la dermis profunda la coloración de PAS permitió un diagnóstico certero al verse la capsula del criptococo nítidamente coloreada, debido a su presencia de mucopolisacáridos abundantes.

Confirmando mis apreciaciones al estudiar inicialmente la primera biopsia con H-E.

En este nivel el diagnóstico estaba seguro.

Lo curioso del caso es haber encontrado agrupaciones de criptococus en riñones y pulmones, ambos en el tejido intersticial, sugiriendo la

existencia de una diseminación vía hematógena.

Las fotos corresponden a Pulmón, donde apreciamos enfisemas alveolares, hiperemia e infiltración en tejido inersticial de ubicación multifocal de agrupaciones de criptococus, generando poca respuesta inflamatoria.

Las fotos corresponden a tejido renal donde apreciamos acumulación focal de criptoccus en tejido intersticial renal acompañado de

descarga de fibrina y un glomérulo con criptococus en los capilares glomerulares (émbolos).

Fotos de túbulos renales destruidos, de los cuales solo queda la imagen periférica y el interior está invadido de criptococus.

De modo que lo que inicialmente aparentaba ser un cuadro cutáneo primario, es posible que sea un cuadro cutáneo- sistémico.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA.- La criptococosis es una infección causada por Cryptococcus neoformans, hongo levaduriforme encapsulado de distribución mundial y que actúa como saprofito en la naturaleza. El microorganismo es oval, de 4-12 µm de diámetro,

encerrado en una cápsula gelatinosa rica en mucopolisacáridos, visible mediante las tinciones con metenamina-plata, azul de metileno, azul alcián o mucicarmín (Iacobellis FW, Jacobs MI, Cohen RP. Primary cutaneous cryptococcosis. Arch Dermatol 1979;115:984-5.).

Existen dos variedades del criptococo con diferente distribución geográfica: C. neoformans variedad neoformans, de predominio en Europa

y EE. UU., y C. neoformans variedad gattii, más común en África y áreas tropicales. Ambos grupos se corresponden con cuatro serotipos, A y D para la variedad neoformans y B y C para la variedad gattii (Hay RJ. Cryptococcus neoformans and cutaneous cryptococcosis. Semin

Dermatol 1985;4:252., Naka W, Masuda M, Konohana, et al. Primary cutaneous cryptococcosis and Cryptococcus neoformans serotype D.

Clin Exp Dermatol 1995;20:221-5.).

En humanos, la infección ocurre habitualmente en adultos, especialmente en pacientes inmunodeprimidos, con linfoma, sarcoidosis,

conectivopatías, neoplasias, terapias inmunosupresoras y SIDA. En este último grupo la incidencia de criptococosis oscila entre el 5 y el 10%. En estos pacientes la diseminación ocurre hasta en el 50% de los casos comparado con los pacientes no inmunodeprimidos (Dronda

F, González-López A, Fernández Martín JI, et al. Criptococosis cutánea primaria y neumonía bacteriémica por Pseudomonas aeruginosa en

el SIDA: caso clínico y revisión de la literatura. Enferm Infecc Microbiol Clin 1996;14:101-5.).

Las lesiones cutaneomucosas en la criptococosis diseminada ocurren aproximadamente entre el 10-15% de los casos y su aspecto puede ser

muy polimorfo: máculas, pápulas tipo molluscum contagiosum , pústulas y lesiones simuladoras de herpes (simple y zoster) , equimosis,

púrpura palpable y lesiones simuladoras de sarcoma de Kaposi , nódulos subcutáneos, úlceras tipo pyodermia gangrenosa , lesiones granulomatosas , gomas, abscesos y lesiones pseudotumorales (. Manfredi R, Mazzoni A, Naneti, et al. Morphologic features and

clinical significance of skin involvement in patient with AIDS-related cryptococcosis. Acta Derm Venereol 1996;76:72-4.).

La afectación exclusivamente cutánea por Cryptococcus neoformans es excepcional y se produce por la inoculación directa del hongo.

La criptococósicas tiene una distribución mundial y es frecuentemente recuperado de las deposiciones de las palomas, de la tierra y de algunas frutas, así como también de otros lugares naturales. La presencia de la cápsula está relacionada con la virulencia del microorganismo, pues inhibe pasivamente la fagocitosis por macrófagos. La afectación cutánea primaria, es localizada y poco común (que resulta de la inoculación primaria del hongo sobre la piel).13 La inoculación percutánea es la vía más probable, y se ha encontrado como antecedente traumatismos repetidos. Neuville y cols. realizaron una revisión de casos de criptococosis con afección a piel. De un total de 108 pacientes, encontrando que 28 pacientes presentaron la forma primaria y 80 pacientes la secundaria. La evidencia de la forma primaria incluyó ausencia clínica de diseminación, lesión solitaria en sitios expuestos, antecedente de herida en piel y el aislamiento de Cryptococcus neoformans serotipo D. Sugiriendo que la criptococosis primaria es una entidad epidemiológica diferente, con buen pronóstico.

Revenga reportó otro caso de criptococosis primaria en un paciente de 46 años con antecedente de una herida con un objeto metálico en el sitio de aparición de la dermatosis, descartándose criptococosis sistémica y con buena respuesta a itraconazol 200 mg/día durante 10 semanas.