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  Maurice Dobb. Political Economist es, según nos advierte el autor, más que una tradicional biografía centrada en la vida del célebre economista británico Maurice Dobb, un ensayo biográfico que pretende reconstruir sus principales ideas, relacionándolas con el contexto histórico en el que fueron concebidas. Para ello, parte de un conjunto variado de fuentes, compuesto por trabajos publicados, trabajos sin publicar, entrevistas, correspondencia, entre otras. El título de la obra ya anticipa un enfoque particular sobre el autor estudiado. Dobb, nacido en 1900, no es presentado como un economista, sino más bien como un “economista político”.La utilización de este término (que era el que utilizaba Dobb para caracterizar sus trabajos), por un lado, ubica a Maurice Dobb en una tradición que se remonta a Adam Smith, y, por sobre todo, a Karl Marx. Siendo Dobb un reconocido miembro del Partido Comunista, esto no sorprende al lector. P ero, más importante aún, laidea de economista político busca relacionar a Dobb con el análisis de la historia desde una perspectiva totalizante. Dobb creía que el economista solo se detenía en los problemas microscópicos, entre los que ubicaba al intercambio y al mercado. El economista político, en cambio, se concentra en los fenómenos macroscópicos de la sociedad. Mientras que el espectro de la economía es reducido, la economía política ofrece unavisión más completa de la sociedad que incluye a las disputas por el poder ylos cambios económicos, entre otros aspectos. El enfoque adoptado por Dobb, nos dice Shenk, es obviamente, el resultado de su compromiso político. Dobb se inclina hacia el comunismo poco después de la revolución rusa, rondando los veinte años de edad. Mientras en Cambridge, donde realiza sus estudios de grado, el paradigma marshalliano establece la obsesión por la utilidad marginal, Dobb comienza MANUEL R ÍO S . R ESEÑA DE “MAURICE DO BB . P OLITICAL E CONOMIST 105 Maurice Dobb. Political Economist , Basingstoke, Palgrave MacMillan, 2013. Timothy Shenk Por Manuel Ríos F acultad de Filosofía y Letras -UBA [email protected]

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Hic Rodhus 6-10

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  • Maurice Dobb. Political Economistes, segn nos advierte el autor, ms que una tradicional biografa centrada en la vida del clebre economista britnico Maurice Dobb, unensayo biogrfico que pretende reconstruir sus principales ideas, relacionndolas con elcontexto histrico en el que fueron concebidas. Para ello, parte de un conjunto variadode fuentes, compuesto por trabajos publicados, trabajos sin publicar, entrevistas, correspondencia, entre otras.

    El ttulo de la obra ya anticipa un enfoque particular sobre el autor estudiado. Dobb,nacido en 1900, no es presentado como un economista, sino ms bien como un economista poltico.La utilizacin de este trmino (que era el que utilizaba Dobb para caracterizar sus trabajos), por un lado, ubica a Maurice Dobb en una tradicin que se remonta a Adam Smith, y, por sobre todo, a Karl Marx. Siendo Dobb un reconocido miembrodel Partido Comunista, esto no sorprende al lector. Pero, ms importante an, laidea deeconomista poltico busca relacionar a Dobb con el anlisis de la historia desde una perspectiva totalizante. Dobb crea que el economista solo se detena en los problemasmicroscpicos, entre los que ubicaba al intercambio y al mercado. El economista poltico, en cambio, se concentra en los fenmenos macroscpicos de la sociedad. Mientrasque el espectro de la economa es reducido, la economa poltica ofrece unavisin mscompleta de la sociedad que incluye a las disputas por el poder ylos cambios econmicos, entre otros aspectos. El enfoque adoptado por Dobb, nos dice Shenk, es obviamente, el resultado de su compromiso poltico.

    Dobb se inclina hacia el comunismo poco despus de la revolucin rusa, rondando losveinte aos de edad. Mientras en Cambridge, donde realiza sus estudios de grado, elparadigma marshalliano establece la obsesin por la utilidad marginal, Dobb comienza

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    Maurice Dobb. Political Economist,Basingstoke, Palgrave MacMillan, 2013.

    Timothy Shenk

    Por Manuel RosFacultad de Filosofa y Letras -UBA

    [email protected]

  • a inquietarse por las disputas de poder que marcarn todo el siglo XX. Su inters porcomprender la historia y la economa desde una perspectiva totalizante es una respuesta a lo que Dobb cree que es una visin demasiado estrecha de la realidad la de loseconomistas, visin que no tiene en cuenta la posibilidad de cambios ms o menosabruptos en la distribucin del poder. Dobb est pensando, en todo momento, en larevolucin socialista. Esto es quiz el punto ms interesante del trabajo de Shenk, quenos presenta a Dobb como un intelectual fuertemente vinculado a la poltica, cuya produccin bibliogrfica y docente est directamente orientada a alimentar la posibilidadde desarrollar el comunismo en el Reino Unido, y, por qu no, en el mundo. SegnShenk, cuando Dobb escribe sobre el desarrollo industrial del siglo XIX, o cuando escribe sobre los mercaderes del siglo XIII, tiene en mente una sola cuestin: la revolucin yel desarrollo del socialismo. As pues, la comprensin de los fenmenos histricos previos solo tiene sentido si sirve para combatir a la poltica burguesa.

    La obra de Shenk sigue, como es de esperar en una biografa, un orden cronolgico.Normalmente, los captulos se dividen por ejes temticos centrados en las produccionesde Dobb, si bien en los ltimos quiz es ms determinante el contexto histrico que laorientacin del mismo Dobb.

    Dobb comienza a formar parte de grupos de radicales desde fines de la dcada de1910, donde dicta cursos de marxismo: un marxismo que, en palabras de Dobb, tenamuchas dificultades en comprender en ese entonces. Cuando ingresa en Cambridge,Dobb rpidamente se suma a los pequeos grupos de izquierda que se estaban organizando all. Lejos de conformar sectas acadmicas, estos grupos se involucran activamente en las luchas polticas de la clase obrera inglesa, colaborando en la organizacin deuna huelga de transporte y mineros en 1922. Por estos aos Dobb llama la atencin deun destacado miembro de Cambridge, John Maynard Keynes, quien si bien consideraque la tradicin marxista no es ms que un conjunto vetusto de panfletos incendiarios,parece tener cierto inters en el pensamiento de Dobb, a quien invita a participar de lasreuniones del club de economa poltica.

    En 1922 Dobb se afilia al Partido Comunista, y en 1925 publica su primer libro:Capitalist Enterprise and Social Progress. Parida en Cambridge, pero con el sello de Dobb,la obra combina una fuerte impronta marxista con elementos tomados de los marginalistas. Dobb presenta al empresario como un verdadero homo economicus que poda percibir, con claridad, el rendimiento que le traera cada centavo extra que gastase. Pero,asimismo, Dobb se pregunta por qu el capitalista tena derecho a la ganancia. Y la respuesta la encuentra en el monopolio. Escrito poco tiempo despus de la publicacin dela monumental obra de Lenin sobre el imperialismo, el primer libro de Dobb sugeraque el rdito se explicaba por el control que tena un grupo reducido de empresariossobre el capital. Esto no solo explicaba la ganancia, sino que morigeraba la competenciay potenciaba el beneficio del capital. De este modo, Dobb adopta una fuerte improntaclasista, en un contexto acadmico que no tena mucho aprecio por la misma. La obra deDobb retrocede hasta el ao mil, contexto del nacimiento de un tica capitalista (lo que,segn Shenk, era una aproximacin, ms que a Marx, a Hegel). El desarrollo del capitalismo, a lo largo del tiempo, haba sido posible, segn Dobb, por la formacin de monopolios que aseguraban el margen de ganancia. Pero, desde una perspectiva dialctica,Dobb vea en el mismo germen del capitalismo los elementos de su destruccin. El crecimiento de los monopolios haba impulsado un imperialismo salvaje que estaba empujando al mundo a la guerra, y al mismo tiempo, potenciaba polticamente a un movimiento comunista que pona en tela de juicio el dominio del capital sobre la produccin.

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  • Analizando tanto las variables polticas como econmicas, Dobb busca en su obra analizar los orgenes del capitalismo, su desarrollo, para dejar planteado el final evidente:su cada. El socialismo est siempre presente en la pluma de Dobb.

    En 1925 eleconomista ingls visita, junto a Keynes, la Unin Sovitica. Dobb quedaimpactado por la realidad rusa. Si bien reconoce que la libertad poltica rusa deja muchoque desear, Dobb evala todo en su contexto. Ve un pas que sale de una guerra civil (ymundial) que lo ha devastado. Sin embargo, el mismo muestra evidentes signos de recuperacin econmica, que no dejan de impresionarlo. En 1928, estas impresiones sonplasmadas en una nueva produccin de Dobb, intitulada Russian Economic Development.El sentido de la obra queda expuesto en el ttulo: Dobb busca comprender la economasovitica, siempre con el propsito de aportar a la propagacin del socialismo. Dobbretoma aqu sus dos grandes influencias, Marx yMarshall, agregando, segn Shenk, unanueva perspectiva: el leninismo. El desarrollo econmico ruso, segn Dobb, encontrabasus pilares en los trabajadores, en los ingenieros y gerentes de las industrias, y en el liderazgo de los dirigentes bolcheviques. Despus de todo, sin la dirigencia poltica, la revolucin socialista jams habra sido posible en un pas conformado en su amplia mayorapor campesinos. Lenin haba sido el artfice de la base poltica de la revolucin: la alianza obrerocampesina. Y la Nueva Poltica Econmica (NEP), no solo una salida econmica a la crisis rusa, sino ms bien, y por sobre todo, una poltica necesaria para conservar esa alianza fundamental. En la evaluacin de la NEP, Dobb deja ver toda su impronta marshalliana, al postular a la estructura de precios como el mejor sistema de asignacin de recursos. Sin embargo, especificaDobb, no era el equilibrio el objetivo principalde la revolucin: era la destruccin de los enemigos de clase. Afortunadamente, amboscoincidan en la NEP. La aniquilacin de la estructura de clase haca que los precios indicasen, con mayor fidelidad, las necesidades de la poblacin.

    Irnicamente, la obra de Dobb sobre Rusia ya es vetusta cuando se termina de imprimir, ya que en 1927 Stalin anuncia el fin de la NEP. Un apndice a la edicin de 1929busca salvar los errores, pero omite el auge de Stalin, la persecucin, el terror, la luchay el exilio de Trotsky. Mientras tanto, Stalin denuncia (y hasta ejecuta, en algunos emblemticos casos) a los ingenieros marshallianos laureados por Dobb. En ese contexto,emerge en Cambridge la figura de quien sera un amigo e influyente pensador en la vidade Dobb, Pierro Sraffa. Sraffa critica duramente al marginalismo marshalliano, causando una fuerte influencia en Dobb. En un artculo, Dobb sentencia al marginalismo, considerando que su concentracin en los precios desfigura la realidad al obviar las relaciones de clase. Los prximos aos, ms caracterizados por la intensa actividad poltica,vern a Dobb retornar sobre la teora del valor trabajo para concentrarse en el porqu delos precios (y el valor). As, en 1937, hace su aparicin Political Economy and Capitalism,un recorrido por la obra de los grandes economistas que concluye en la evaluacin delas crisis del capitalismo.

    En 1940, emerge en la escena historiogrfica Christopher Hill, quien le otorga un roldeterminante en la transicin al proceso revolucionario ingls, al ser el escenario de triunfo del capitalismo sobre el feudalismo, lo que genera un debate en la comunidad acadmica, y en particular en el marxismo, ya que otras lneas sugeran que el desarrollo y triunfo del capitalismo era previo a la revolucin, mientras que la revolucin del siglo XVII erade hecho un aplastamiento del ltimo suspiro feudal. Dobb, que simpatiza con la posicinde Hill, no puede sin embargo dejar de pensar que el desarrollo y la primaca del capitalismo sobre el feudalismo eran previos a la revolucin, y evidentes ya para finales del sigloXVI. Este debate se extendi en el Labour Monthly, evidenciando el surgimiento de una

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  • camada de autores fuertemente arraigados en el marxismo: Christopher Hill, EricHobsbawm, E. P. Thompson, y Georges Rud, entre otros. En este contexto, Dobb escribelo que posiblemente sea uno desus trabajos ms conocidos, Estudios sobre el desarrollo delcapitalismo, cuya primera edicin en ingls se publica en 1946.

    El ttulo elegido por Dobb evidencia su conocimiento y recuperacin de la obra sobreel desarrollo capitalista en Rusia de Lenin. La obra, que como las anteriores, no es elresultado de un largotrabajo de archivo, rastrea los orgenes del capitalismo hasta elsiglo XV, concentrndose en el caso ingls, si bien tambin recurre a Europa continental.En este trabajo, Dobb hace un gran nfasis en la lucha de clases como motor de la historia, recuperando el legado del Manifiesto Comunista, y estableciendo, como reconoceraEric Hobsbawm aos ms tarde, uno de los lineamientos fundamentales del marxismobritnico. Dobb plantea que el feudalismo no haba sido erosionado por el comercio,sino que el mismo viva en los poros del sistema feudal, como haba sugerido Marx.Eran, en cambio, las contradicciones internas del sistema las que haban terminado pordestruirlo. El exceso de explotacin de los siervos haba alimentado su fuga, lo que habatenido efectos distintos en los casos analizados, en funcin de la cantidad de mano deobra disponible. Esto haba debilitado al sistema, posibilitando el ataque al mismodesde la burguesa. Retomando la idea de la transicin realmente revolucionaria quesugera Marx, en la que las clases capitalistas derrocaban a la aristocracia feudal, Dobbpostulaba una burguesa industrial que buscaba destruir la estructura de gremios yobtener un mayor control sobre el estado. La alianza con los arrendatarios rurales forjel bloque poltico que derroc a la monarqua, bloque que se quebr en la medida en laque los industriales adoptaron posiciones conservadoras, apoyando el retorno de lamonarqua. Dobb tambin se introduce, en Estudios, en la cuestin de la acumulacincapitalista. Oscilando entre Marx y Smith, sugiere que si bien la apropiacin violenta demedios de produccin fue un factor determinante, los capitalistas britnicos actuaronracionalmente a la hora de direccionar el capital. En una segunda etapa, esto deriv enuna expansin de ultramar que potenci la ganancia del capital, gracias a los beneficiosdel monopolio. En la medida en que el libro se adentraen el siglo XX, segn Shenk, Dobbasume una postura ms afn a la ortodoxia del Partido Comunista, partido ms preocupado por la historia reciente que por los sucesos lejanos. Se vuelca al estudio de las crisis, clara expresin del fracaso del capitalismo, considerando que la excesiva concentracin de capital, origen del imperialismo, y la tendencia al subconsumo, llevaron a la crisis del 30. El fascismo, intento de salida de la crisis, es asumido as como la etapa msacabada del capitalismo imperialista.

    Estudios es una obra apuntada a explicar el fracaso del capitalismo, por lo que Dobb,siempre comprometido con la poltica que lo rodea, debe ofrecer una alternativa a ladebacle capitalista. En 1950, Dobb publica Soviet Economic Development since 1917, secuela de su obra precedente sobre la Unin Sovitica. En este trabajo, la ortodoxia comunista de Dobb es particularmente visible, no solo por la imagen altamente positiva deStalin, sino tambin por destacar la superioridad de la planificacin de estilo soviticosobre cualquier otra forma de organizacin econmica. A partir de esto, Dobb se desliza al terreno de la crtica de la teora econmica, y sugiere que los economistas, incluido Keynes, no haban podido abandonar la obsesin por el equilibrio en la asignacinde recursos, mientras que el caso ruso demostraba que el eje central no deba ser el equilibrio, sino ms bien el crecimiento. Su oda a la planificacin se sustenta en una notablebase estadstica. Pero esta misma base estadstica, que segn Shenk atrofia el texto alpunto del aburrimiento, sirve tambin para ocultar los aspectos cruentos de la planificacin. Dobb, si bien los menciona (en parte), rpidamente los justificaba en pro del cre

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  • cimiento. Esto, nos dice Shenk, marca un abandono de Dobb de su tradicional perspectiva totalizante, abandono evidentemente ligado a su afiliacin al Partido Comunista.

    Luego del anlisis de Estudios, el lector aguarda, con ansiedad, la llegada de la polmica. Shenk se introduce en el debate sobre la transicin del feudalismo al capitalismo,que se inaugura con la publicacin de una crtica al trabajo de Dobb realizada por PaulSweezy. Sweezy le critica a Dobb algunos puntos dbiles en la base emprica de Estudios,lo que es de esperarse en una obra sin considerable trabajo de archivo. Pero, como esampliamente sabido, su principal crtica estribaba en el lugar marginal (o incluso nulo)quele daDobb al comercio como factor diluyente del orden feudal. El debate rpidamente se ampla, con la participacin de Rodney Hilton, Kohachiro Takahashi, ChristopherHill, Georges Lefebvre. Sin embargo, el mismo se ve cortado por la persecucin macartista que encarcela a Paul Sweezy. No obstante, nosdice Shenk, la envergadura del debate, y su extensin mundial, muestra inconfundiblemente el lugar fundamental que haalcanzado el marxismo en la vida acadmica. Dobb, de intelectual cuestionado por suizquierdismo, se ha convertido en una suerte de celebridad intelectual, lo que lgicamente tiene su correlato a nivel porfesional, con la marcada consolidacin del economista ingls en el mbito de Cambridge.

    Los aos posteriores a 1950 son muy duros para los comunistas britnicos. Por unlado, la bonanza econmica frena las perspectivas de inminente llegada del socialismoque se vivan a la salida de la segunda guerra. Contra las teoras keynesianas, Dobbplantea que el xito del estado de bienestar se debe, esencialmente, al rol jugado por lostrabajadores a travs de sus organizaciones y la lucha poltica. Pero, ms difcil an, eshacer frente a las violentas represiones de 1956 y al posterior blanqueo de las polticasestalinistas. Dobb decide permanecer en el Partido Comunista, con la idea de que abandonarlo en ese momento implica ceder ante las fuerzas ms conservadoras del mismo.Desde esta perspectiva, comienza a trabajar en lo que sera Welfare Economics, donde criticaa Stalin, y al exceso de centralizacin, buscando recuperar el rol de los precios en laeconoma socialista. En sus ltimas producciones acadmicas antes de su jubilacin,Dobb retorna al entrelazamiento de la economa marxista con la burguesa, afirmando,sin embargo, que la primera no debe temer a la segunda, siempre y cuando fuese el marxismo el que marcase la orientacin poltica. La economa, despus de todo, no es algoaislado del resto de la sociedad. Desde lo poltico, Dobb plantea la necesidad de renovar y democratizarla direccin sovitica, a la que un ao ms tarde tildara de burocracia esclertica. En una curiosa irona de la historia, en el ao de su lanzamiento, los tanques soviticos ingresan en Praga, demostrando la voluntad de regeneracin polticaque primaba en el Politbur del Partido Comunista. Dobb, presionado por el Partido,debe retractarse. El shock parece desorbitar polticamente a Dobb, que revisa sus posiciones reconociendo la importancia de la direccin poltica del Partido, preguntndosehasta qu punto era evitable el estalinismo. Trotsky, considera Dobb, era despus detodo, igualmente autoritario. En sus ltimos aos de vida, si bien critica en ocasiones larepresin sovitica, Dobb se distancia del presente, y se vuelca al estudio de los primeros aos del socialismo. Shenk, categrico, afirma: No se estaba escondiendo del capitalismo, se estaba ocultando del estalinismo (p. 211).

    El trabajo concluye con una reevaluacin del aporte y la perspectiva de Dobb. Shenkplantea, que si bien el enfoque totalizante fue el predilecto de Dobb, en reiteradas ocasiones, posiblemente movido por su membresa al Partido Comunista, el economistaingls termin recayendo en un materialismo por momentos vulgar. Con todo, Shenkdecide recuperar la figura de Dobb, que ms all de sus limitaciones, represent, y

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  • representa, para el autor, un ejemplo del intelectual comprometido. As, Shenk logradarle coherencia a lo que se propone inicialmente. En todo momento, el lector tiene enmente a un Dobb muy poltico, preocupado antes por el presente que por el pasado,buscando las vas al socialismo en todo momento. Esto nos permite comprender la praxis intelectual de Dobb: una perspectiva totalizante que en (casi) todo momento relaciona la cuestin econmica con las disputas polticas. Sin duda alguna, este es el verdadero mrito del autor, y de su obra.

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