farmacos y plantas antiguas

FÁRMACOS Y PLANTAS ANTIGUAS.

Fundación Universitaria Autónoma de las Américas – Pereira - Colombia

Facultad de Medicina – Historia de la Medicina I. – Nov- 7-12

VANESA GIRALDO

WILDERT VASQUEZ

CRISTIAN CAMILO CAMPO

LUISA MARIA VALENCIA

Introducción

El Hombre en uso como método de supervivencia.

Origen Antiguo

Uso de Plantas en el Ámbito Medicinal.

Creencias, Ritos, Culturas y Sanación.

Uso especifico y Direccionado.

Evolución Medica.

Perfeccionamiento de acuerdo a las necesidades.

Conservación Natural.

Pla

nta

s S

ola

nác

eas

• Alucinógenas.

• Beleño, Belladona y Mandrágora.

• Pertenecen al Medio y Extremo

Oriente.

• Fenómenos de levitación y fantásticas

proezas físicas.

• América no conoce estas

drogas hasta el descubrimiento.

• Se fuman, se mascan y se beben desde

Canadá hasta la Patagonia.

Pla

nta

s V

isio

nar

ias

• Europa y en Asia no hay testimonios

antiguos claros.

• Solo los Chamanes de Siberia parecen

haber tenido siempre rituales con setas psicoactivas.

• En América, conocen docenas

de plantas de tipo visionario a partir del siglo X a.C.

aparecen piedras-hongos en Guatemala E

stim

ula

nte

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uro

s

• Los estimulantes puros basados el la cafeína y la cocaína, El arbusto del coca es originario de los Andes y data del

siglo III a.C.

• Son americanos el guaraná y el mate y

por otro lado el cacao (que contiene

teobromina).

• En China se usa desde hace cuatro o cinco milenios el té

que contiene cafeína y teína y la efedra, un estimulante mucho

más concentrado.

• El efecto de estas drogas es

energético, que ayudaba a comer menos y trabajar

más.

Las propiedades de la amapola fueron descubiertas por los antiguos griegos.

Generan estados de trance durante las ceremonias religiosas.

En el arte, el Dios del Sueño y también el de la Muerte eran representados con ramos de adormideras en los brazos.

Hipócrates, Aristóteles, Teócrito y otros pensadores o científicos antiguos hicieron alusión a la flor como un narcótico en sus textos.

Narcótico divino de la antigua India.

Diferente a la mayoría de los alucinógenos narcóticos, considerados mediadores con lo divino, el soma fue reconocido como un dios por sí mismo.

Este alucinógeno ganó un privilegiado lugar en las ceremonias mágico-religiosas de los arios que, hace 3500 años, bajaron del norte hacia el Valle del Indo, donde propagaron su culto.

Era una importante bebida ritual entre los antiguos indoiranios, y las culturas civilización védica (antes del hinduismo) y las grandes culturas persas.

En el texto Avesta, el soma o haoma tiene unyasht (capítulo) entero dedicado a él. En la tradición irania, Haoma (que es el mismo dios védico Soma cuenta a Zaratustra que fue Viuanjant (el dios del sol) el primero que lo filtró.

Cualidades energizantes y embriagantes.

Utilizado como analgésico y calmante, tanto en pomadas como por vía oral y rectal.

El opio tebaico aparece mencionado ya por Homero (en la Odisea) como algo que «hace olvidar cualquier pena», y simbolizaba la máxima calidad en toda la cuenca mediterránea.

Nerva, Trajano, Adriano, Septimio Severo y Caracalla emplearon opio puro en terapia agónica y como eutanásico.

Adormece el primer día y vuelve loco.

En la medicina antigua las hojas de mandrágora hervidas en leche se aplicaban a las úlceras.

La raíz fresca se usaba como purgante.

Macerada y mezclada con alcohol se administraba oralmente para producir sueño o analgesia en dolores reumáticos, ataques convulsivos e incluso de melancolía.

En tiempos de Plinio se empleaba como anestésico dándole al paciente un pedazo de raíz para que la comiera antes de realizar una operación.

China, (hacia el 4000 a.C.). Un

tratado de medicina escrito

después en el siglo I afirma que “

el cáñamo tomado en exceso hace

ver monstruos pero si se usa largo

tiempo puede comunicar con los

espíritus y aligerar el cuerpo”

Se cree que agiliza la mente,

otorgando larga vida y deseos

sexuales potenciados.

En la Edad media servía para ocasionar sueños dolorosos o bien una gran alegría o un furor terrible, producía sueños y graciosas ilusiones y siempre según la dosis pesadillas y la aparición de cuadros fúnebres, eran unas circunstancias muy especiales con las que contaban los brujos y las brujas.

Los magos se servían de la infusión de los granos del beleño, los usaban principalmente para procurar locura momentánea.

En resumen los brujos de la edad media y el renacimiento se servían del beleño como de una sustancia que, sus efectos aterrorizaba el ánimo y ocasionaba un delirio en el que los objetos más pequeños tomaban grandes proporciones.