turismo y cooperación internacional para el...

Turismo y CooperaciónInternacional para el Desarrollo

Organizado por OMT y Fundación UNWTO.Themis

en colaboración con la UOC (e-learning)

Módulo 0

EL TURISMO: ELEMENTOS PARA ENTENDER

LA ACTIVIDAD TURÍSTICA

Fundación UNWTO.THEMIS Turismo y Cooperación Internacional para el Desarrollo

Material elaborado por; Aurora Pedro Bueno Material educativo perteneciente a;

ÍNDICE EL TURISMO: ELEMENTOS PARA ENTENDER LA ACTIVIDAD TURÍSTICA.... 1 1- EL TURISMO...................................................................................................... 1

1.1. El turismo como actividad económica ........................................................................ 3

1.2. Determinantes del mercado turístico .......................................................................... 5

2. Tendencias en el turismo mundial: Panorama 2020 ...................................... 6 2.1. Tendencias cuantitativas ................................................................................................ 7

2.2. Tendencias cualitativas................................................................................................. 10

3. Paradigmas empresariales en turismo.......................................................... 11 3.1. Elementos de los paradigmas en turismo ............................................................... 12

3.2. Paradigmas en turismo ................................................................................................. 14

4. Turismo y Territorio: Destino Turístico y Producto Turístico........................... 16

4.1. Características de los destinos turísticos ................................................................ 17

4.2. Destinos turísticos y clusters: la visión porteriana................................................ 20

4.3. El ciclo de vida de un destino turístico ..................................................................... 21

5. Turismo y desarrollo....................................................................................... 22 5.1. El turismo como opción de desarrollo ...................................................................... 22

5.2. Crecimiento turístico y desarrollo turístico .............................................................. 25

5.3. Los agentes implicados ................................................................................................ 26

6. Turismo sostenible ......................................................................................... 27 6.1. Desarrollo sostenible y turismo sostenible.............................................................. 28

6.2. Capacidad de carga....................................................................................................... 30

Bibliografía........................................................................................................... 33

Fundación UNWTO.Themis Turismo y Cooperación Internacional para el Desarrollo

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EL TURISMO: ELEMENTOS PARA ENTENDER LA ACTIVIDAD TURÍSTICA

1- EL TURISMO

Por turismo entendemos el conjunto de hechos y relaciones que resultan de la interacción de los

turistas, los agentes privados encargados de desarrollar actividades turísticas, las distintas

administraciones públicas y la población residente en el destino turístico, en el proceso de

atracción y alojamiento de dichos turistas. En este sentido, es importante destacar que como

turismo también se entienden las actividades llevadas a cabo antes y durante la estadía en el

destino turístico.

La OMT define el turismo como las actividades que llevan a cabo las personas durante sus viajes y estadías en lugares distintos a su entorno habitual por un periodo de tiempo inferior a un año, con fines de ocio, por negocio u otros.

En su definición, la OMT destaca los elementos clave para la conceptualización y delimitación de la

actividad turística:

• Precisa qué motivos son considerados como turísticos (por ejemplo, ocio o negocios), y

descarta como tales otro tipo de razones que pueden inducir a un desplazamiento (cambio

de residencia, enfermedad, etc.).

• Delimita temporalmente el periodo –menos de un año– para su consideración como

actividad turística, a pesar de que, por un lado, los periodos legalmente establecidos como

vacacionales se sitúan en general en torno al mes, y por otro, los visados de turismo

emitidos por los gobiernos no suelen superar los tres meses. Este horizonte temporal

permite considerar como turismo aquellos desplazamientos que se prolongan más allá de

lo que se considera habitual por razón de ocio o vacaciones.

• Especifica que la estadía se realice en un lugar diferente al del entorno habitual con el

propósito de excluir de la definición de turismo los viajes dentro del área situada alrededor

de la residencia habitual, y aquellos derivados de los flujos residencia-trabajo.

El turismo, tanto si lo consideramos una actividad económica o una disciplina, es un fenómeno muy

complejo. La satisfacción de los deseos de los consumidores turísticos se basa en el consumo de

bienes y servicios de muy diversa tipología, cuyos componentes básicos proceden de otros

sectores económicos. La heterogeneidad constituye otra de sus características fundamentales al


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estar compuesto por un conjunto de actividades muy variadas (alojamiento, restauración,

transporte, etc.).

La oferta turística se entiende como una combinación de bienes y servicios de alojamiento,

restauración, ocio, etc., que dan sentido a la estadía del turista en el destino en cuestión. La

industria turística constituye un entramado de empresas y organizaciones que producen estos

bienes y servicios. Del mismo modo, dentro de la industria turística también hay que incluir al

conjunto de organizaciones y entidades que llevan a cabo las acciones de información y

comercialización de los productos turísticos.

El turismo es una combinación de bienes y servicios que comprende tanto los propios del consumo turístico (alojamiento, restauración, etc.), como los de información y comercialización de los productos turísticos.

En todo caso, el objetivo de los servicios y productos turísticos es la satisfacción de las

necesidades de los turistas, independientemente de la causa de su viaje.

Los flujos de turistas se clasifican en:

1) Turismo internacional

a) Turismo de entrada o receptor: visitas a un país por no residentes.

b) Turismo de salida o emisor: visitas por residentes de un país a otro país.

2) Turismo interno: visitas efectuadas por residentes de un país dentro de su propio país.

3) Turismo doméstico: la suma del turismo interno más el turismo internacional, que

configurará el mercado turístico para las empresas de alojamiento, restauración y ocio de

ese país.

4) Turismo nacional: la suma del turismo interno más el turismo internacional de salida, que

constituirá el mercado turístico para agencias de viajes y compañías aéreas del país.

Esta doble vertiente del fenómeno turístico –emisor, receptor– tiene importancia, ya que permite

establecer un paralelismo, por ejemplo, entre turismo receptor y generación de riqueza en un país.

Así, los turistas generarán un consumo asociado a la estadía turística en dicho país receptor,

mientras que el turismo emisor “exporta” riqueza, y serán las economías de otros países las que se

beneficien de estos ingresos.


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1.1. El turismo como actividad económica

Durante el siglo XX el turismo ha experimentado cambios sustanciales en cuanto a su concepción,

planificación y desarrollo como actividad económica. La expansión de la actividad turística se inicia

en la segunda mitad del siglo XX. Con anterioridad, el turismo era una actividad sólo al alcance de

los más ricos. El desarrollo del estado del bienestar, que comportó unos mayores niveles salariales

de los trabajadores, reducción de la jornada laboral, periodos de vacaciones, etc., ha convertido al

turismo en una de las principales fuente de generación de riqueza de muchas economías

occidentales. La creciente expansión de su actividad ha convertido a este sector en la principal

esperanza para los países en vías de desarrollo como generador de desarrollo.

El turismo como actividad económica se caracteriza por la diversidad de subsectores productivos implicados en el desarrollo de dichas actividades, así como por la compleja red de actores económicos que participan en la elaboración de los servicios y productos turísticos.

El turismo contribuye considerablemente a la formación del valor añadido bruto del conjunto de la

economía. Esta actividad se considera como una exportación de servicios para el país o región

receptores de turistas. El impacto económico de un tejido productivo, donde el sector turístico tiene

relevancia, reúne múltiples efectos: la actividad económica y el nivel de ocupación aumentan, los

requerimientos de servicios que diversifican los productos turísticos se incrementan, el número de

empresas dedicadas a ofertar dichos servicios crece, se requieren trabajadores formados en

turismo, la entrada de divisas en el país de destino se incrementa, se demandan mayores niveles

de inversión pública en infraestructuras, etc. Un diseño adecuado y planificado de la actividad,

donde intervengan tanto agentes públicos como privados, permite la diversificación del tejido

productivo y, por tanto, la optimización de los efectos positivos en la estructura económica.

Podemos diferenciar algunos de los principales efectos económicos derivados del turismo: efecto

multiplicador, impactos provocados entre diversos sectores económicos y efectos redistributivos en

la renta:

1) El primero de los efectos señalados se fundamenta en el concepto teórico keynesiano

del multiplicador de la renta. Básicamente, se basa en que un aumento en la demanda

agregada de la economía (por ejemplo, consumo asociado al turismo o inversiones

públicas destinadas a mejorar las posibilidades productivas del sector) provoca un aumento

igual en la producción y en la renta. Fruto de esta subida de la renta, se volverá a

incrementar la demanda agregada por el aumento en el consumo derivado del mayor nivel


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de renta de los trabajadores. El incremento de la actividad turística repercute positivamente

en la capacidad de gasto del sector público, puesto que al aumentar la actividad

económica, aumenta también la recaudación fiscal, tanto por los impuestos directos como

por los indirectos. Con ello, el sector público puede ejecutar partidas de gasto, tanto

aquellas destinadas a mejorar el tejido productivo turístico, como cualquier otra partida de

gasto público. Esto, a su vez, incrementa la demanda agregada, y así sucesivamente.

2) En segundo lugar, dada la interdependencia y diversidad de los distintos sectores

implicados (construcción, ofertas culturales, restauración, transporte, etc.), el turismo

genera impactos en muchos sectores de la economía de un país.

3) En cuanto a los efectos redistributivos, la actividad turística puede desarrollarse en

zonas deprimidas o menos desarrolladas, lo que significa que en estas zonas puede

compensarse la ausencia de actividad industrial (es decir, de empleo industrial) con empleo

turístico, lo cual es, en muchos casos, una de las pocas opciones de desarrollo. La

inversión en infraestructuras y demás servicios necesarios para el desarrollo turístico

tendrá un impacto positivo en la región o zona en cuestión.

Como actividad económica que es, podemos medir el impacto del turismo en el conjunto de una

economía por la generación de renta y riqueza y la creación de empleo. Dicha medición es clave,

tanto para los países con fuerte especialización turística, donde es recomendable conocer el peso

real de esta actividad en el conjunto de la economía, como para aquellos otros que pretendan

incentivar esta actividad económica en sus economías.

La cuenta satélite de turismo es el instrumento idóneo para obtener un mayor y mejor conocimiento del peso relativo del turismo en la economía de un país y permite, además, disponer de un instrumento indispensable para la investigación y el análisis de este sector económico.

La cuenta satélite del turismo permite medir el peso de la actividad turística en el conjunto de la

economía nacional y mejorar el conocimiento del sector turístico de un país.


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1.2. Determinantes del mercado turístico

Como hemos visto, la oferta y la demanda turística están condicionadas por una serie de

determinantes. Destacamos a continuación algunos de los más importantes que afectan al

mercado turístico.

a) Cambio demográfico y social. Los países más avanzados, aquellos que constituyen

los principales mercados emisores, están registrando cambios importantes en su pirámide

poblacional. Desde hace unos años se observa el envejecimiento de la población europea

y la reducción del tamaño de las familias. La creciente incorporación de la mujer al

mercado de trabajo ha favorecido, entre otros aspectos, el descenso de la tasa de

natalidad. También se confirma el aumento de las personas que viven solas, tanto

personas mayores como jóvenes. Todos estos cambios tendrán importantes

consecuencias en el sector turístico, al cambiar el tipo de demanda y sus necesidades.

b) Las infraestructuras de transporte. El transporte aéreo se ha abaratado notablemente

en las últimas décadas. Esto ha permitido que aumenten las posibilidades de viajar a

destinos lejanos. Además, la red de autobuses está muy desarrollada en Europa, mientras

que en Norteamérica predomina el desplazamiento en automóvil privado. El transporte

ferroviario está siendo objeto de una profunda transformación, tanto en Europa como en

Estados Unidos. La Unión Europea aprobó el diseño de la red de alta velocidad que

conecta las principales capitales europeas. En Estados Unidos se está dotando a los

trenes de mayores comodidades y servicios para favorecer los desplazamientos largos.

Estas líneas de alta velocidad reducen extraordinariamente el tiempo de viaje y compiten

directamente con el transporte aéreo entre algunas ciudades.

c) Cambios en el comercio. En las últimas décadas hemos asistido a la reducción de los

aranceles y otras trabas proteccionistas para el comercio internacional. La creación de la

Unión Europea se ha iniciado en Europa con el mercado único (de mercancías, capital y

personas). La reducción o eliminación de los aranceles reduce el coste del intercambio

comercial y, en consecuencia, lo favorece. Otro de los grandes cambios es el comercio en

línea. La facilidad de acceder directamente a los productores puede reducir los costes que

suponen los intermediarios en los mercados. Esto tendrá importantes consecuencias para

el turismo. Pensemos, por ejemplo, en las consecuencias que puede tener para las

agencias de viaje.

d) Cambios en los productos ofrecidos por los destinos. La mayor competencia en el

mercado turístico exige ofrecer un mejor producto y servicio con la finalidad de mejorar la


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satisfacción de los clientes. Puesto que el cliente es cada vez más exigente, los destinos

turísticos se ven obligados a centrarse en determinados grupos o segmentos. Recordemos

que el turista demanda diversificar sus actividades cada vez más. Los destinos turísticos

tienen que afrontar la creciente competencia vía una mayor innovación en sus productos.

e) Cambios políticos, legislativos y de regulación. El cambio político más importante

desde la década de los ochenta es la transformación de los países centralizados socialistas

en economías de mercado, así como la progresiva desaparición de los gobiernos

totalitarios. Esto representa en general menores problemas a la hora de efectuar

desplazamientos, así como la apertura de nuevos mercados. Por otro lado, la regulación o

nacionalización de determinadas actividades (líneas aéreas, ferrocarril, servicios básicos)

ha dado paso a procesos de desregulación o de privatización.

f) Cambios tecnológicos. Como cambios tecnológicos más importantes, destacaremos

los que afectan a los medios de transporte y, muy especialmente, a aquellos que mejoran

los canales de información, comercialización y distribución. Los sistemas de reserva han

permitido mejorar notablemente las tareas de compra y distribución y, sin duda, la

extensión del uso de Internet cambiará la forma en que los consumidores se informan y

compran.

g) Recursos humanos. Los recursos humanos de la empresa turística han dejado de

verse como un simple coste de producción para pasar a ser considerados un elemento

clave para la calidad del servicio. Hay que tener presente que el servicio turístico implica

una interfaz permanente con el cliente. Una mano de obra desmotivada puede tener

efectos muy negativos para el servicio turístico. Sin embargo, debemos tener en cuenta

que el mercado laboral en este sector presenta características muy diferentes al resto de

sectores económicos: estacionalidad en el trabajo, horarios discontinuos, mano de obra

escasamente preparada, mano de obra inmigrante, estudiantes, etc.

2. Tendencias en el turismo mundial: Panorama 2020

La OMT destaca la necesidad de investigar y prever las tendencias para lograr un adecuado

proceso de planificación e implementación de la actividad turística. En esta línea, se elaboró una

previsión sobre el turismo mundial en las dos primeras décadas del siglo XXI para intentar conocer

cómo se comportaría el turismo tanto cuantitativa como cualitativamente. Este documento de

trabajo se conoce como Panorama 2020.

Los objetivos que se pretendían conseguir con Panorama 2020 eran:


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• Conocer las tendencias y los comportamientos tanto de la oferta como de la demanda a

escala mundial, diferenciando también por regiones mundiales.

• Estimar el impacto en los distintos sectores implicados en el sector turístico.

• Establecer las implicaciones de dicha tendencia en la política turística y cómo se verán

modificadas las estrategias de planificación y gestión turística.

2.1. Tendencias cuantitativas

Se estima que la llegada de turistas internacionales en el horizonte 2020 alcanzará la cifra de

1.600 millones, lo que supondrá 2,5 veces el volumen registrado en la década de los noventa. Por

lo tanto, las previsiones mantienen la continuidad en la expansión del fenómeno turístico que se

inició en la segunda mitad del siglo XX. De este volumen de llegadas a escala mundial en el 2020,

1.200 millones serán intra-regionales y 400 millones serán de larga distancia.

Las llegadas totales de turistas por regiones se estiman en 720 millones para Europa, en 400

millones para Asia oriental y el Pacífico, en el continente americano 290 millones, seguidas de


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África, Oriente Medio y Asia Meridional. Asia Oriental y el Pacífico, Asia Meridional, Oriente Medio

y África registrarán, según las previsiones, índices de crecimiento superiores al 5 por ciento anual

frente a una media mundial del 4,1 por ciento. Todo apunta, además, a que las regiones más

maduras, Europa y América, tendrán ritmos de crecimiento inferiores a la media. Europa

mantendrá la cuota más elevada de llegadas mundiales, pero ésta se reducirá del 60 por ciento del

año 1995 al 46 por ciento en el año 2020.

Por lo que respecta al volumen de ingresos derivados de la actividad turística, el estudio prevé que

alcanzan la cifra de 2 billones de dólares americanos, con un gasto diario en turismo de más de

5.000 millones de dólares. Las estimaciones en cuanto al crecimiento económico mundial, según el

Banco Mundial, se sitúan en una tasa del 4% anual, y en el 2,5% en los países industrializados.

Por lo tanto, un mayor volumen de ingresos por parte de la población y un mayor número de


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turistas potenciales generarán un aumento en la demanda de servicios turísticos, más aún cuando

se estima que la cantidad de ingresos que se destinen a turismo será mayor que en la actualidad.

Los viajes de larga distancia en todo el mundo crecerán a un ritmo del 5,4% anual durante el

periodo 1995-2020, un porcentaje superior al de los viajes intra-regionales, que aumentarán un

3,8%. Por consiguiente, la relación entre viajes intra-regionales y viajes de larga distancia variará

de una ratio aproximada de 82:18 en 1995 a casi 76:24 en 2020.

Aunque el estudio citado se centra en el turismo internacional, cabe destacar el extraordinario

desarrollo que también presentará el turismo interior, ya que se prevé que este turismo se

generalice en los países industrializados a prácticamente el conjunto de la población. En los países

en desarrollo, dada su situación actual más incipiente, se experimentarán tasas de crecimiento

mayores en el turismo interior, donde aumentará de manera considerable el número de personas

que consuman servicios turísticos “nacionales”.

A continuación se recogen los primeros diez países emisores mundiales según las proyecciones de

la OMT, con estimación del volumen de llegadas generado y de la tasa de crecimiento anual.

También se recogen las proyecciones sobre los principales destinos mundiales con la estimación

del volumen de llegadas y la tasa de crecimiento anual.


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2.2. Tendencias cualitativas

La previsión de la evolución turística estimada por el estudio Turismo: Panorama 2020, indica las

siguientes tendencias de carácter cualitativo:

a) Aumento de la conciencia social y medioambiental. Previsiblemente, se demandará

mayor protección de los espacios naturales, una utilización más eficiente de la energía no

renovable, mayor consideración y respeto hacia las sociedades y su herencia cultural. El

turista requerirá entornos, cada vez más cuidados y sostenibles desde la perspectiva

sociocultural y medioambiental.

b) Mayor presencia e importancia de la tecnología electrónica, lo cual modificará el

modo como los productos y destinos turísticos se promocionan y comercializan. Tanto la


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oferta como la demanda tendrán la posibilidad de acceder en tiempo real a la información

necesaria, tanto para planificar y gestionar la oferta como para acceder a una mayor y más

variada oferta turística (demanda).

c) El destino turístico como elemento de moda, lo cual presionará a los gestores del

destino a competir con otros destinos con criterios de calidad. La imagen del destino

turístico será central en este juego de mercado.

d) Polarización de los gustos turísticos, que responderá a la creciente polarización

e) Globalización y localización. El proceso de globalización provocará cambios en la

gobernabilidad económica a escala mundial. En el sector turístico se prevé que unas pocas

multinacionales aumentarán su poder económico. La actuación en espacios concretos

(locales) exigirá mayores esfuerzos de adaptación y de compromiso con la sociedad local.

Los grupos sociales y étnicos, ante el riesgo de una mayor uniformidad social y cultural,

exigirán derechos y reconocimiento.

f) Reducción del “mundo del turista”. A pesar de los recientes atentados terroristas, se

prevé que en el largo plazo no haya tensiones políticas y sociales extremas que desanimen

extraordinariamente al sector. La reducción de las barreras para visitar países y la mejora

del transporte ampliarán extraordinariamente los desplazamientos.

g) Aumento de los productos objetivos o temáticos que respondan a la mayor

demanda de entretenimiento, excitación y educación.

h) Interés por el turista asiático, dadas las previsiones de crecimiento económico para la

zona, especialmente para China.

3. Paradigmas empresariales en turismo

El concepto de paradigma tiene su origen en el campo de la filosofía de la ciencia. Un paradigma

científico sería: “El conjunto de creencias y conceptos sobre una cierta ‘realidad’ que la explican

mejor que otro conjunto de creencias.”

A partir de la idea de paradigma científico, definimos el paradigma empresarial.

“El conjunto de valores, creencias, métodos, herramientas, aplicaciones, actitudes, reglas, estándares, prácticas, leyes, teorías, etc., que condicionan la práctica empresarial.”


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Mientras el paradigma dominante sea capaz de ofrecer herramientas y mecanismos de actuación

adecuados para la realidad económica y empresarial que rodea a la empresa –su entorno–, la

mayoría de las empresas se adscribirán al paradigma dominante. Es la etapa de normalidad. El

cambio de paradigma se produce cuando se detectan anomalías y aberraciones en la capacidad

de respuesta de las técnicas empresariales utilizadas ante las exigencias del mercado.

El reemplazo de éste transforma por completo los métodos, leyes, actitudes, teorías, etc., utilizados

por las empresas.

Tres fuerzas principales determinan un paradigma empresarial:

• Los cambios tecnológicos

• El desarrollo económico

• La competencia global

Los cambios producidos en estos tres elementos provocan cambios, a su vez, en el paradigma

empresarial. Esta dinámica, en un mundo cada vez más cambiante, implica que debe existir una

mejora continua que afectará principalmente a dos áreas de la organización: los sistemas

organizativos y la estrategia de valor del cliente.

Las organizaciones con éxito serán aquellas capaces de adaptarse al nuevo paradigma de forma

más eficiente; es decir, las que sepan responder a las nuevas reglas para hacer negocios y

mantener su competitividad.

3.1. Elementos de los paradigmas en turismo

Siguiendo el análisis elaborado por A. Poon (1993) sobre los cambios y transformaciones que se

están produciendo en el turismo, distinguiremos cinco áreas diferentes de análisis.

a) Consumidores

En general, el viejo turista buscaba principalmente destinos de sol y playa. Por ejemplo, los

principales mercados emisores en Europa –los países del norte– buscaban en los países

mediterráneos la posibilidad de disfrutar de una temperatura y unas playas que no tenían en sus

países (broncearse). Podríamos afirmar que era un turista inexperto, sin mucha experiencia, y que


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buscaba aquellos destinos donde los precios eran bajos y el número de visitantes era elevado

(seguridad en los números).

El nuevo turista, sin embargo, busca más entretenimiento, ya no sólo broncearse en la playa.

Prefiere destinos donde pueda practicar otras actividades deportivas, culturales o de ocio en

general (mantiene la ropa puesta). Ya es un consumidor experto, que ha viajado y puede comparar

(precios, calidad de los servicios, etc.). Además, ya no quiere identificarse con los destinos

masificados; quiere ser diferente, y para ello, buscará lo novedoso y menos masificado, la

experiencia única y nueva.

b) Tecnología

El viejo turismo se caracterizaba por una tecnología poco amigable, de uso limitado e individual

(stand alone).

La tecnología del nuevo turismo permite una mejor y más fácil comunicación (talk to each other, all

players are users) entre los agentes implicados en el negocio turístico, da lugar a tecnologías

integradas y a efectuar on-line tanto tareas de marketing, como de gestión y de información.

c) Producción

La competencia en el viejo turismo se daba principalmente vía precios. Recordemos las políticas

agresivas de devaluación de la moneda con la finalidad de aumentar la demanda de los servicios

turísticos. La venta de paquetes rígidos estandarizados y la presión de los tour operadores

(TT.OO.) sobre los precios afecta de forma negativa a los destinos turísticos al homogeneizar

excesivamente la oferta y no permitir estrategias de diferenciación de los productos ofertados.

El aumento del tamaño de la empresa permitía obtener economías de escala; es decir, la

producción crecía en mayor medida que los factores productivos. Por ello, la integración vertical

(cuando se compran o fusionan compañías que cubren diferentes actividades turísticas, aunque

relacionadas, como hoteles, agencias de viajes, compañía de transporte) y la integración horizontal

(cuando se adquieren empresas que se dedican a la misma actividad, como la compra de hoteles

de la misma categoría o de categoría diferente para abarcar más mercado) era una práctica

habitual entre las empresas del sector.

La competencia en el nuevo turismo ya no se da principalmente vía precios, sino vía innovación y

diferenciación, mientras que se siguen buscando a largo plazo las economías de escala y de

especialización (al repetir la tarea, el costo es menor). La búsqueda de estas ventajas en el largo

plazo determina el predominio de la integración diagonal; esto es, tanto horizontal como vertical.


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d) Gestión

El factor trabajo en el viejo turismo (recursos humanos) era considerado principalmente como un

coste de producción. Por ello, el ajuste en los precios se efectuaba fundamentalmente por el ajuste

del número de trabajadores y/o la reducción de los salarios. El objetivo principal de la empresa era

maximizar la capacidad de producción y vender todo lo que se producía. El trabajo en el nuevo

turismo es la clave para la calidad, mientras se practica el yield management y se presta una

atención especial a los consumidores (“se escucha a los consumidores”). La finalidad es la mejora

de la calidad y de la eficiencia.

e) Condiciones marco

El entorno en el viejo turismo estaba dominado por la idea de maximizar el crecimiento económico.

Ello determinaba la intervención pública en el mercado a través de la regulación de precios,

actividades, etc. (en el caso de Estados Unidos, con empresas como las de transporte aéreo,

agua, gas, electricidad, etc.) o de creación de empresas públicas o nacionalización de las

existentes (en Europa, con el mismo tipo de empresas). Por otro lado, el crecimiento de algunas

actividades se llevaba a cabo de forma espontánea y sin control.

La tendencia principal en el nuevo turismo, y la más notable en estas condiciones marco, ha sido la

desregulación de la actividad privada (en el caso de Estados Unidos) o privatización (en el caso de

Europa). Por otro lado, asistimos a una profunda reestructuración de la actividad productiva, tanto

entre sectores (agricultura, industria, turismo, etc.) como dentro de cada sector, con ciertas

actividades que ganan terreno a otras (parques temáticos, etc.). Las relaciones entre el sector

público y el sector privado también han registrado una profunda transformación, desde un

distanciamiento y, en todo caso, control del primero sobre el segundo, hasta una situación en la

que se prima la colaboración (partnership público-privado) y el debate en los problemas que

afectan al sector. En el contexto general, se aceptan progresivamente los límites al crecimiento: ya

no se puede crecer como antes, con un modelo que primaba el uso indiscriminado de energía no

renovable. Este hecho tiene especial trascendencia en el mundo del turismo, que se basa en los

recursos naturales y depende de éstos, por lo que la conservación y regeneración de los mismos

ha dado lugar a prácticas nuevas dentro del sector.

3.2. Paradigmas en turismo

A la vista de lo expuesto, podemos identificar tres paradigmas diferentes en la evolución registrada

por el turismo: la era artesanal, la era fordiana y la nueva era del turismo (NET).


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a) Era artesanal

La era artesanal llegaría aproximadamente hasta 1950. Se caracterizaba por el nacimiento

espontáneo, atomizado y desconexo de la actividad turística, con una demanda reducida y

proveniente de segmentos de población con ingresos elevado. El gran tour británico es un buen

ejemplo del tipo de turismo desarrollado: los aristócratas británicos enviaban a sus hijos a un tour

por algunos países europeos, como Italia, Grecia, Francia, etc., para obtener experiencias y

cultura.

b) Era fordiana

A partir de 1950, una serie de acontecimientos provocarán un cambio rotundo en el turismo, y

darán inicio a lo que se conoce como turismo de masas. Entre los elementos desencadenantes

debemos destacar, en primer lugar, los avances tecnológicos que van a permitir un abaratamiento

del transporte (especialmente el aéreo) y en la comercialización y la distribución del producto; la

ampliación de las ayudas del estado del bienestar (derecho a vacaciones pagadas, a la educación,

a la sanidad, a las pensiones, etc., beneficios que reducen la necesidad de ahorrar), el aumento de

renta en los países más avanzados, etc. La estrategia de los tour operadores será la venta de

paquetes estandarizados, principalmente en destinos de sol y playa.

El desarrollo turístico en algunos países (como algunos del Mediterráneo) se caracterizará por la

espontaneidad, la ausencia de una normativa adecuada que ordene dicho crecimiento, y por un

crecimiento acelerado en la oferta turística para hacer frente a la creciente demanda. La

competencia se da fundamentalmente en los precios y existe una gran facilidad para sustituir unos

destinos por otros (homogeneidad de la oferta, bienes sustitutivos próximos). En aquellos países

en vías de industrialización, el sector del turismo será utilizado para conseguir divisas destinadas a

financiar otras importaciones necesarias para la economía.

c) Nueva era del turismo

A partir de 1980 vuelven a producirse cambios importantes en el entorno económico- social que

tendrán un gran impacto en la actividad turística, especialmente en lo que se refiere al papel de las

nuevas tecnologías, a la importancia que adquiere la información y a los cambios que se producen

en la demanda turística. Además de estos factores desencadenantes, debemos tener en cuenta

otros cambios que también afectan a la actividad turística, como el desmantelamiento de los

aranceles comerciales o la creación de grandes áreas económicas que suponen una

transformación profunda de las funciones del Estado-Nación.


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Estos factores van a configurar un nuevo contexto, donde se requiere el ajuste y la adaptación de

la empresa turística. La competencia en los precios da paso a la competencia en la diferenciación

de producto, especialmente en destinos turísticos maduros, mientras que las nuevas tecnologías

permiten avanzar en la atención de grupos específicos; una mayor segmentación que puede

ampliarse hasta el cliente individual (Sol Meliá, Marriot, etc.). El riesgo de congestión y agotamiento

de los recursos naturales, elemento base de la actividad turística, va a exigir el cambio de actitud

de todos los actores del negocio turístico. La investigación de mercado, el posicionamiento y la

estrategia constituyen elementos clave de este nuevo paradigma, en el que se concibe el turismo

como un sistema con componentes muy interrelacionados que exige la implicación de todos los

agentes (públicos, privados, voluntarios) presentes en un destino turístico.

El paso desde la era fordiana a la nueva era del turismo lleva consigo cambios notables en este

mercado. De la distribución y venta de paquetes rígidos, estandarizados, del turismo de masas y el

crecimiento de la empresa para obtener economías de escala en el largo plazo, se ha pasado a un

mercado con nuevos consumidores, nuevas tecnologías, nuevas formas de producción, nuevos

estilos de gestión y nuevas condiciones marco que afectan a la actividad turística. Podríamos

resumir los cambios insistiendo en la transformación de las conocidas cuatro “eses”: sun, sea,

sand, sangria, por otras cuatro dimensiones diferentes: sofisticación, especialización,

segmentación y satisfacción.

4. Turismo y Territorio: Destino Turístico y Producto Turístico

Las diferentes aportaciones teóricas sobre actividad y sistema turístico ponen de relieve la

vinculación entre oferta, producto y destino turístico. Hay un reconocimiento explícito de la base

territorial del producto turístico. La agregación de recursos, infraestructuras generales y servicios

turísticos se asienta sobre una base territorial.

No disponemos de una definición única y de aceptación general del concepto de producto turístico.

En general, se distinguen tres enfoques distintos:

1) Un primer enfoque, según el cual el producto turístico está orientado al consumo de la

demanda turística.

2) Un segundo enfoque centrado en el proceso de producción turística, que considera que

el único producto susceptible de identificarse como turístico es el programa de

desplazamiento de ida y vuelta que se propone llevar a cabo un turista, ya sea elaborado


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por el propio turista (autoconsumo) o confeccionado por un agente profesional

(generalmente, una agencia de viajes) como un paquete turístico convencional.

3) El tercer enfoque concibe la oferta turística como un producto global: un conjunto

interrelacionado de bienes y servicios turísticos que determinan la satisfacción de la

experiencia turística del viajero. Los componentes del producto global incluyen la existencia

de recursos y atractivos de diverso tipo que motivan los flujos turísticos hacia un destino

determinado, diferentes servicios públicos y privados con una orientación turística variable

(hospitales, hoteles, restaurantes, etc.), bienes públicos como las playas e incluso

intangibles, del estilo de la actitud de la población local hacia los turistas o los estilos de

vida de la población local. A lo anterior deberíamos añadir la satisfacción del turista, que

dependerá en buena medida de sus expectativas y de su percepción de los diferentes

componentes del producto.

El último enfoque coincide con el de la OMT (1994), que concibe el destino turístico como un

producto que consta de diversos componentes, en la línea del concepto de producto turístico

global. Con esta conceptualización de destino turístico, la creación y desarrollo de productos puede

verse como un proceso de ensamblaje e integración tanto del producto turístico global, como de

combinaciones específicas de elementos del lugar de destino y que llegan a generar productos

específicos. Estos estarán orientados a segmentos de mercado determinados como el turismo de

salud o el de aventura.

La gestión del espacio se convierte en un elemento central si tenemos en cuenta que, en este sector, los productos turísticos se consumen en el mismo lugar en que se producen.

El lugar o territorio se convierte en espacio de producción y de consumo. Esto marca una

diferencia importante con otros sectores económicos y debe constituir elemento de reflexión para

entender la importancia de la ordenación de la actividad, su planificación y su gestión.

4.1. Características de los destinos turísticos

La utilización de criterios se lleva a cabo, en general, con la intención de delimitar espacios en

donde la actividad turística tiene un comportamiento homogéneo, de acuerdo con los parámetros

estadísticos más comunes. El ámbito que cumple con estas características es el destino turístico.


18

Existe una amplia bibliografía en la que se puede encontrar el término destino turístico, aunque

paradójicamente, y a pesar de las enriquecedoras aportaciones de muchos investigadores, este

término no cuenta con una definición uniforme y homogénea en cuanto a su concepto, su

estructura y su delimitación.

Podemos dividir las definiciones de destino turístico según las que enfatizan la perspectiva de la

demanda o de la oferta:

1) Desde la perspectiva de la demanda podemos destacar:

a) La perspectiva “psicológica”, que entiende el destino como el objetivo del turista, aunque

algunos autores destacan la pernocta como requisito para considerar un destino turístico

como tal.

b) Para otros, el destino turístico sería un lugar o enclave hacia donde se dirige el turista,

que puede estar dimensionado de modos distintos (en forma de región, de municipio, etc.)

pero el factor principal es que el destino turístico constituye el objetivo del turista.

2) Desde la perspectiva de la oferta, las definiciones se basan en las dimensiones físicas del

destino. Así, la mayoría de los autores hacen referencia a una amalgama o compendio de

facilidades y servicios, que remiten a su vez al término –proporcionado por Porter (1990)– de

cluster como una concentración geográfica de empresas productoras de inputs especializados

(maquinaria, servicios, infraestructura, etc.) e instituciones (entidades gubernamentales,

universidades, asociaciones empresariales, etc.) interconectadas o relacionadas entre sí en un

determinado campo.

Si tenemos en cuenta las dos vertientes y hacemos una definición conjunta, se podría definir el

destino como una amalgama de productos y servicios que conforman el principal objetivo del

turista y tienen como fin la satisfacción del mismo.

La OMT define un destino turístico local como un lugar físico en el que el visitante pasa al menos una noche. Incluye productos turísticos tales como los servicios de apoyo y atracciones, y recursos turísticos que pueden visitarse en desplazamientos de un día. Tiene límites físicos y administrativos que definen su gestión, e imágenes y percepciones que definen su competitividad en el mercado. Los destinos turísticos locales incorporan diferentes agentes participantes, entre los cuales suele haber una comunidad local, y pueden dar lugar a destinos de mayor tamaño.


19

Destaquemos algunas características de esta definición:

a) Incorpora tanto la visión estática de los destinos turísticos como la dinámica. En este

sentido, se entiende por visión estática la que trata de analizar los elementos

“permanentes” del destino (concepto, límites y estructura). Por otro lado, la visión dinámica

contempla las relaciones entre agentes y sus repercusiones en el destino.

b) Incluye la noción de entramados compuestos por una red diversa y compleja de

recursos y atractivos, infraestructuras, equipos y servicios de toda clase y numerosas

empresas relacionadas y de apoyo.

c) Reconoce la complejidad a la hora de delimitar los destinos turísticos, de modo que se

puede decir que los destinos turísticos, dado su carácter dinámico y cambiante, no tienen

límites ni fronteras determinados ni fijados a priori.

En definitiva, definir el concepto de destino turístico entraña una gran complejidad.

Pueden tenerse en cuenta los siguientes criterios para determinar la configuración de un destino

turístico, independientemente de la localización de las actividades desarrolladas por un agente o

una empresa:

a) La distancia física. Según este criterio, los límites se fijarían en función de la distancia

que mantenga cada una de las organizaciones que toman decisiones en el destino con

éste.

b) El grado de interacción. Este criterio hace referencia al volumen de intercambios que

mantienen las empresas y los agentes entre sí. Habría que fijar un porcentaje mínimo de

volumen de intercambios entre empresas a partir del cual una empresa se consideraría o

no parte del destino turístico.

c) El mercado. Este tercer criterio de delimitación de un destino turístico pretende utilizar el

mercado, la demanda o la clientela como factores capaces de establecer unos límites que

coincidirán con el segmento donde se hallen. De este modo, el posicionamiento del destino

será la variable que logre identificar y diferenciar unos destinos de otros.

d) El criterio administrativo. Este cuarto criterio se refiere a la delimitación de los destinos

en función de la división administrativa del estado en que se hallen. En este caso, los

límites del destino coincidirán con los de las regiones, provincias o comarcas.


20

4.2. Destinos turísticos y clusters: la visión porteriana

En su aportación teórica sobre la competitividad, Porter destaca la ubicación geográfica y acentúa

los vínculos entre compradores, proveedores y distintas organizaciones que las empresas

establecen en los ámbitos geográficos en los que operan, no sólo para aumentar la eficiencia, sino

también para elevar la tasa de innovación. Las empresas altamente competitivas en el nivel

mundial tienden a agruparse en espacios relativamente pequeños.

Un cluster es una aglomeración geográfica de empresas de una industria o de industrias relacionadas.

En la aportación de Porter, un cluster es un grupo geográficamente próximo de empresas

interconectadas e instituciones asociadas. Estas empresas e instituciones centran su actividad en

un campo particular y están vinculadas por características comunes y complementarias. La

dimensión de los clusters variará según el caso, y puede abarcar una ciudad, un estado u otro

país.

La definición de destino turístico de la OMT recoge las características del cluster

porteriano:

• Actividades relacionadas: hoteles, restaurantes, parques temáticos, etc.

• Empresas que interaccionan

• Concentración geográfica

• Economías de localización y externalidades positivas

Suele haber la tentación de identificar destino turístico con municipio. Es cierto que la figura del

municipio responde a las características de los destinos turísticos, es decir, podemos hallar

recursos, atractores, sistemas de apoyo (bancos, servicios médicos, etc.) y, en la definición

porteriana, empresas que interactúan por existir una agrupación geográfica de las mismas, etc. No

obstante, también pueden considerarse destinos turísticos zonas de mayor extensión territorial que

un municipio.


21

4.3. El ciclo de vida de un destino turístico

Podemos aplicar la noción de ciclo de vida de un producto al destino turístico. De hecho, si

comparamos la evolución en el tiempo de un destino turístico con relación al número de visitantes

podemos determinar varias etapas, que se reflejan en el gráfico siguiente.

A la hora de analizar un destino turístico es importante saber en qué etapa estamos. En las etapas

iniciales (introducción, crecimiento) la gestión y planificación del destino turístico debe garantizar

que el aumento de la actividad turística tenga lugar de forma ordenada, que minimice el consumo

de recursos naturales, territoriales, etc. En las etapas intermedias (madurez, saturación) los

objetivos de la política turística y, por tanto, de la planificación, serán diferentes. El número de

visitantes aumenta poco y puede que se estanque e incluso que comience a disminuir. La

actuación mediante la planificación debe prevenir el declive y articular mecanismos para que el

destino turístico rejuvenezca.


22

5. Turismo y desarrollo

La responsabilidad principal de los gobiernos es mejorar el bienestar de sus ciudadanos. El

aumento del bienestar viene determinado, principalmente, por el crecimiento de la actividad

económica del país y de su desarrollo económico. Este crecimiento supone un aumento del empleo

y del stock de capital, y permite el progreso técnico. El problema está en conocer la mejor opción

para aumentar la actividad económica, es decir, el empleo, la producción y la renta del país.

El desarrollo económico, el paso de una visión cuantitativa basada en el crecimiento económico a

una visión que incorpora aspectos cualitativos, implica que las mejoras alcancen a la población

(educación, sanidad, infraestructuras, etc.). El papel del gobierno es, pues, fundamental, no sólo

para establecer unas condiciones adecuadas para generar un mayor crecimiento económico, sino

para transformar crecimiento en desarrollo.

Estas actuaciones revisten una dificultad especial en los países en vías de desarrollo y en los

países menos adelantados (PMA) por la complejidad social, económica y política que presentan, y

las escasas oportunidades de acceder a actividades rentables más allá de la explotación de sus

recursos. Así, las posturas extremas que insisten en, por un lado, acentuar la estrategia del

crecimiento reduciendo las políticas sociales o redistributivas a la mínima expresión y, por otro,

enfatizar estas últimas para garantizar que el beneficio alcance a toda la población, deben

aproximar posturas en un contexto de extrema debilidad económica y social.

Estas transformaciones que se producen a largo plazo suponen importantes cambios estructurales

en la sociedad. Entre las principales, y puesto que estamos ante procesos dinámicos, debemos

destacar la progresiva sustitución de sectores tradicionales por sectores productivos nuevos. En las

sociedades industriales, la idea de desarrollo económico ha estado muy vinculada al paso de la

agricultura a la industria. La crisis energética y económica de los años setenta puso en evidencia

las dificultades del sector industrial para generar suficiente empleo. La intensificación del proceso

de globalización en las últimas décadas ha añadido complejidad a los objetivos tradicionales

ligados al sector industrial como motor de desarrollo, precisamente por los procesos de

relocalización industrial. En este contexto, el sector servicios en general y el turismo en particular

está siendo objeto de atención creciente como actividad que puede contribuir decisivamente al

aumento del empleo, la renta y el bienestar de las sociedades.

5.1. El turismo como opción de desarrollo

Para los países en desarrollo, el turismo puede llegar a ser una poderosa herramienta de crecimiento.


23

La preocupación de los gobiernos por generar actividad económica en su país ha llevado a prestar

mayor atención al turismo. Como sector económico, esta actividad tiene grandes posibilidades de

contribuir a mejorar el nivel de bienestar de los países menos desarrollados. La llegada de turistas

con mayores posibilidades económicas abre nuevas posibilidades, debido al mercado que se

puede generar para los empresarios locales.

Algunas cifras ofrecidas por la OMT (2003) son suficientemente significativas:

• El turismo constituye una de las principales exportaciones para el 83% de los países en

desarrollo y la más importante en la tercera parte de ellos.

• Los países en desarrollo registraron 292,6 millones de llegadas internacionales en el año

2000, lo que supone un crecimiento de casi el 95% con respecto a 1990. Los cuarenta y

nueve países menos adelantados (PMA) registraron 5,1 millones de llegadas

internacionales en el año 2000 y alcanzaron un crecimiento de casi el 75% respecto a

1990.

• El 80% de los pobres del mundo, los que subsisten con menos de un dólar americano al

día, vive en doce países. En once de ellos el turismo es importante y está creciendo.

• Los países en desarrollo están atrayendo un porcentaje creciente del total de llegadas

internacionales, que ha pasado del 20,8% en 1973 al 42% en el 2000. El turismo interno es

un mercado significativo y en rápido crecimiento en algunos países en desarrollo, aunque

por lo general no sucede igual en los países más pobres.

• Los países en desarrollo, y especialmente los PMA, lograron un mayor crecimiento de los

ingresos por llegada internacional entre el año 1990 y el 2000 del que alcanzaron los

países de la OCDE o de la Unión Europea. Los PMA registraron un aumento del 45% entre

1990 y el 2000 y los países en desarrollo de casi un 20% frente al 18% correspondiente a

los países de la OCDE y al 7,8% de la Unión Europea.

• En el año 2000, el turismo ocupó el tercer puesto en la lista de los principales sectores de

exportación de mercancías, tanto en los países en desarrollo como en los PMA. Si se

excluyen las exportaciones relacionadas con la industria del petróleo (que sólo son

significativas en tres de ellos), el turismo es la principal fuente de divisas de los PMA.

El turismo puede impulsar la creación de empleo, la mitigación de la pobreza, la reducción de las

desigualdades de género y la protección del patrimonio natural y cultural. Lo anterior es posible

porque:

• Diversifica la actividad económica.

• Puede ser un sustituto de industrias en declive.


24

• Contribuye al aumento de las exportaciones y la obtención de divisas.

• Equilibra la balanza turística.

• Permite poner en marcha negocios de pequeña envergadura, pero intensivos en mano de

obra.

• Es una actividad que necesita de otros sectores industriales (construcción, transporte,

comercio, agricultura, etc.).

• Puede desarrollarse en zonas pobres y marginales con pocas oportunidades de que se

asiente otro tipo de actividad económica.

• Permite capitalizar los recursos naturales, culturales y patrimoniales de los países más

pobres.

• Mejora la educación y formación.

• Mejora los estándares de vida.

• Mejora las condiciones de trabajo.

• Ofrece oportunidades de trabajo a las mujeres.

• Refuerza la comunidad y la implica en el proceso.

• Internacionaliza la cultura del país.

• Incentiva una mayor concienciación sobre los recursos naturales y culturales.

• Promueve una mayor protección y conservación de los hábitats y del medioambiente.

No obstante, aun considerando estas razones, el desarrollo de la actividad turística también

presenta riesgos. Nos referimos, en primer lugar, a las fluctuaciones que puede registrar la

demanda, tanto a las estacionales como a las ocasionadas por crisis económicas y de seguridad,

que tienen incidencia en el mercado turístico internacional y muy especialmente en los países

emisores.

En segundo lugar, pueden producirse “fugas” importantes que reduzcan el impacto económico

positivo del turismo. Estas fugas se producen cuando sólo un porcentaje muy bajo de las rentas del

turismo permanece en el mercado local, regional o nacional. En el momento en que pueda

garantizarse que la mayor parte de los productos y servicios que el turista consume es de origen

local (regional, nacional), podremos reducir las fugas y garantizar un mayor beneficio económico

para la población del lugar.


25

Existen poderosas razones para desarrollar el turismo en países atrasados. Sin embargo, el desarrollo de esta actividad también reviste riesgos y se enfrenta a grandes dificultades de tipo estructural

Además de los riesgos que entraña el turismo como actividad económica, debemos tener en

cuenta otra serie de complicaciones o impactos negativos que puede tener la actividad turística:

efecto demostración, comercialización de las tradiciones culturales, mercantilización del patrimonio

cultural, etc.

5.2. Crecimiento turístico y desarrollo turístico

Al igual que el concepto de crecimiento económico, el crecimiento turístico hace referencia al

aumento cuantitativo de la actividad turística. Para su medición se utilizan indicadores económicos

que cuantifican la actividad a partir de, por ejemplo, el número de turistas en un periodo de tiempo,

los ingresos obtenidos, el número de pernoctaciones o estimaciones sobre el gasto que realizan

los turistas durante su estadía.

La idea de crecimiento económico/turístico se asocia tradicionalmente a la de progreso y se

identifica con mejoras en los indicadores cuantitativos. Sin embargo, aunque estos indicadores

están estrechamente vinculados a procesos económicos, rara vez se consideran los procesos

sociales y culturales en los que repercuten.

El desarrollo económico debe contemplarse como un proceso continuo para mejorar el bienestar humano.

La idea de desarrollo turístico incorpora, al igual que el desarrollo económico, otros aspectos que

tienen una dimensión más cualitativa, relacionados con la población residente (aumento de la

calidad de vida, educación y formación, sanidad, etc.), la mejora de las infraestructuras, la calidad

de los servicios que consumen tanto residentes como turistas, etc.

En los últimos tiempos se otorga un énfasis especial a la idea de bienestar. Los trabajos en este

ámbito se centran en el desarrollo de algún indicador que cuantifique este concepto (bienestar

económico neto, producto nacional de bienestar), aunque todavía no se ha llegado a ningún

acuerdo generalizado. Este concepto incorporaría las siguientes dimensiones:

• El medioambiente


26

• Las condiciones sociales

• La cultura

• Las condiciones económicas

Como hemos comentado, el turismo puede ser una poderosa herramienta para el desarrollo. Para

que el turismo contribuya al desarrollo económico local y a la reducción de la pobreza, se proponen

las siguientes líneas de actuación:

• Apoyar a las pequeñas y medianas empresas y microempresas locales por su intensiva

aportación en mano de obra.

• Proporcionar empleo a la población local, así como la educación y formación necesarias.

• Favorecer la adquisición de bienes y servicios locales.

• Establecer asociaciones justas y equitativas con las comunidades locales.

• Implantar la gestión local del turismo y apoyar la creación de asociaciones.

• Mejorar la infraestructura y la planificación.

• Desarrollar productos complementarios.

• Aumentar el gasto de los visitantes.

• Prolongar la estadía de los turistas.

• Reducir la estacionalidad.

• Atraer segmentos de mercado más rentables.

• Ampliar geográficamente los beneficios del turismo.

En definitiva, se trata de diseñar y desarrollar políticas y actuaciones con la perspectiva de un

“turismo en favor de los pobres” o, lo que es lo mismo, llevar a cabo actuaciones que discriminen

positivamente a los pobres. En esta labor, los gobiernos centrales, regionales y locales tienen una

gran responsabilidad.

5.3. Los agentes implicados

Aunque sea brevemente, conviene especificar aquellos agentes que están directa o indirectamente

involucrados en el proceso de desarrollo, con especial atención a la actividad turística como medio

para alcanzarlo.

Podemos distinguir los siguientes agentes y sus funciones más relevantes:


27

a) En primer lugar, destacaremos a los gobiernos, que tienen una gran responsabilidad a la

hora de diseñar las estrategias y políticas que se vayan a seguir, regular el sector y

coordinar los diferentes agentes que participan en el proceso.

b) En segundo lugar, el sector privado, que cumple un papel central en la generación de

actividad, empleo y renta, y actúa como socio, ejecutor, cliente, promotor, catalizador

financiero y asesor.

c) La población, que actúa como productora y proveedora y proporciona mano de obra,

siendo participantes y responsables.

d) La sociedad civil también tiene un papel relevante a la hora de centrar las actuaciones

en la pobreza. Aquí incluimos tanto las instituciones de enseñanza (a todos los niveles)

como las asociaciones profesionales o las organizaciones sociales y las ONG, así como los

medios de comunicación.

e) Los agentes donantes, que pueden incidir para que el turismo se convierta en una

opción de desarrollo en los países, favoreciendo una discriminación positiva de los pobres

y ofreciendo asistencia técnica, además de financiar proyectos y contribuir con su

experiencia en el sector.

6. Turismo sostenible

Comencemos con un breve y sencillo repaso histórico de los acontecimientos más relevantes que

desembocan en el cuestionamiento de la forma de producir y en la aparición del concepto de

turismo sostenible.


28

El cuestionamiento de la forma en que se desarrolla el turismo se corresponde con la evolución

general para el conjunto de las actividades económicas. Debemos destacar a Krippendorf (1975),

quien critica algunos desarrollos turísticos y exige una mayor sensibilización sobre los daños que

provoca el turismo en los entornos en que se desarrolla.

6.1. Desarrollo sostenible y turismo sostenible

En la segunda mitad de los años ochenta, aparecen los términos sostenibilidad y desarrollo

sostenible. La Comisión Bruntdland (1987) definió desarrollo sostenible como aquel desarrollo que

cubre las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras

para cubrir las suyas.

El World Conservation Union (IUCN) define el desarrollo sostenible como “el proceso que permite

el desarrollo sin degradar o agotar los recursos que lo hacen posible”. De esta definición se

desprende una pauta de comportamiento, es decir, la sostenibilidad se conseguirá utilizando más

intensamente aquellos recursos que son renovables o desviando el uso desde los recursos que se

regeneran más lentamente hacia los que lo hacen más rápidamente.

A partir de esta definición, se aplica la idea de desarrollo sostenible en turismo:


29

“El desarrollo del turismo sostenible cubre las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras mientras se protegen y refuerzan las oportunidades para el futuro. Se prevé que sea posible la gestión de todos los recursos de manera que las necesidades económicas, sociales y estéticas puedan satisfacerse sin perder la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y el sistema de apoyo de la vida.”

Earth Council (1995). Agenda 21 for tourism industry. WTO, WTTC.

Los principios del desarrollo turístico sostenible son:

1) Sostenibilidad económica: garantiza que el desarrollo económico es equitativo y

eficiente, y que los recursos son gestionados de forma que pueden apoyar a futuras

generaciones.

2) Sostenibilidad sociocultural: garantiza que el desarrollo aumenta el control de la gente

sobre sus vidas y es compatible con su cultura y valores, y mantiene y refuerza la identidad

de la comunidad.

3) Sostenibilidad medioambiental: garantiza que el desarrollo es compatible con el

mantenimiento de los procesos esenciales, la diversidad biológica y los recursos

biológicos.

Los agentes implicados en la actividad turística son diversos; entre ellos, destacan la autoridad

pública, el sector privado turístico, la comunidad local y los grupos medioambientalistas o

ecologistas. Respecto a las relaciones que se establecen entre ellos, debemos destacar

diferencias notables entre lo que podemos denominar “viejo estilo” y la forma como se relacionan

dentro del esquema del turismo sostenible. Mientras que en el viejo estilo, las relaciones,

negociaciones, etc., se establecían básicamente entre grupos, pero sin la idea de totalidad entre

todos ellos (por ejemplo, el sector público y el privado; el sector público y la comunidad local; etc.),

en el nuevo esquema predomina la idea de interrelación de todos los agentes participantes, de

todos aquellos que de una manera u otra están implicados en la actividad turística. El objetivo no

es sólo implicar a todos los agentes, sino alcanzar el acuerdo o consenso sobre las líneas de

actuación que debe seguir la actividad turística.

La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible estableció como objetivo global del desarrollo

sostenible:

1) En el ámbito social, la erradicación de la pobreza.

2) En el ámbito económico, cambiar los patrones no sostenibles de consumo y de

producción.


30

3) En el ámbito medioambiental, gestionar de manera sostenible los recursos naturales

para el desarrollo.

El concepto de sostenibilidad está ligado a tres factores importantes: calidad, continuidad y equilibrio

Así, el turismo sostenible constituye un modelo de desarrollo que pretende

(OMT, 1998):

a) Mejorar la calidad de vida de la población local, es decir, de la gente que vive y trabaja

en el destino.

b) Proveer mayor calidad de experiencia para el visitante.

c) Mantener la calidad del medio ambiente, del que la población local y los visitantes

dependen.

d) Conseguir mayores niveles de rentabilidad económica de la actividad turística para los

residentes locales.

e) Asegurar la obtención de beneficios por parte de los empresarios turísticos.

6.2. Capacidad de carga

La definición de turismo sostenible es indudablemente vaga. Apunta hacia un comportamiento,

pero no dice nada de cómo conseguirlo. Sin embargo, la idea de no agotar los recursos exige su

conservación y esto sólo puede hacerse limitando o, en un caso extremo, prohibiendo. El concepto

de capacidad de carga está, pues, estrechamente relacionado con la idea de la sostenibilidad.

La capacidad de carga sugiere que los destinos tienen límites en el volumen e intensidad de desarrollo turístico que un área determinada puede soportar antes de que los daños sean irreparables.

Siguiendo a Holloway (1985), podemos distinguir los siguientes aspectos:

a) Capacidad de carga social: nivel de actividad turística por encima del cual se produce

una reacción negativa en la población local.


31

b) Capacidad de carga del turista: número máximo de turistas que un área puede

acomodar sin iniciar un declive en la percepción general del atractivo del área.

c) Capacidad de carga ecológica: número máximo de turistas que un área puede absorber

sin que se produzca un declive ecológico.

d) Capacidad de carga económica: nivel de actividad económica compatible con el

equilibrio entre los beneficios económicos que proporciona el turismo y los impactos

negativos que genera.

Debemos considerar también los factores que condicionan la capacidad de carga, es decir, que

contribuyen a determinar los límites de la actividad turística desde una perspectiva sustentable

(Williams y Gill, 1994):

a) Factores físicos: alojamiento, territorio disponible, agua (suministro), capacidad de

recogida de basuras, acceso (transporte).


32

b) Sistemas ecológicos: fauna, vegetación, agua, aire, terrenos.

c) Experiencia del visitante: volumen, comportamiento, nivel del servicio, grado de acogida,

expectativas.

d) Experiencia de los residentes: privacidad/acceso, grado de implicación, beneficiarios,

comportamiento de los turistas.

e) Factores económicos: inversiones, tecnología, gasto turístico, costes de mano de obra,

coste de vida.

f) Factores administrativos y políticos: capacidad, competencias, prioridades, objetivos.


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