la testadura no. 26: bastet

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UNA LITERATURA DE PASO #26

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La Testadura, una literatura de paso no. 26: "Miss Stump" y otros relatos por Bastet.

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Page 1: La Testadura no. 26: Bastet

UNA LITERATURA

DE PASO #26

Page 2: La Testadura no. 26: Bastet

Coordinación editorial:

Mario Eduardo Ángeles.

Equipo editorial:

Mo. Eduardo Ángeles, Pedro Serrot, Jesús Reyes, Lizeth

Briseño.

Consejo Editorial: Miguel Escamilla, Salvador Huerta, Pedro M. Serrot, Erich Tang, Mo. Eduardo Ángeles,

Jesús Reyes.

Agradecimientos especiales a la Facultad de Lenguas y Letras de la Universidad Autónoma de Querétaro, a Roxana Jaramillo, Diana Isabel Enríquez, Cristian Padi-

lla, Tzolquín Montiel, Enrique Ibarra y David Morales.

Contacto:

[email protected]

[email protected]

México, Diciembre 2012.

Los derechos de los textos publicados pertenecen a sus auto-

res. Cuida el planeta, no desperdicies papel.

Page 3: La Testadura no. 26: Bastet

Carmen Ancira

(Bastet)

(Querétaro,

Qro., 1987)

Licenciada en

Lenguas Modernas - Español. Publi-

caciones en varios medios electróni-

cos e impresos, última colaboración

hecha para el congreso de Tlaxcala

"VIII Encuentro Internacional de Lite-

ratura Hispanoamericana 2012"

Page 4: La Testadura no. 26: Bastet
Page 5: La Testadura no. 26: Bastet

CONTENIDO

Rafflesia arnoldii

Reminiscencia

Miss Stump

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Rafflesia arnoldii

“(...)el que no va a dejar opción a la duda o al rescate milagroso, ne-

cesita una gran determinación y

planea bien su muerte(...)”

Pedro de Isla

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Rafflesia arnoldii

Y me preguntas de nuevo porqué

huele a carne muerta... es simple, niño.

De tantas veces que te lo he contado no

se como es que lo olvidas; o será que te

gusta escucharlo para poder imaginarlo

a través de mis palabras, una y otra vez.

Lo último que se supo de tu abuelo

fue que salió a dar un paseo al jardín

que colinda con el bosque, donde el lími-

La Testadura 1

Page 8: La Testadura no. 26: Bastet

te entre la flora doméstica y la vegeta-

ción salvaje no se puede distinguir con

facilidad, ahí donde las sombras se en-

trelazan con los aromas para crear un

ambiente sofocante y dulzón, como los

perfumes que usaba la abuela en vida, a

quien tú no conociste. Siempre pensa-

mos que esa era la razón por la que el

abuelo gustaba tanto de ir a ese lugar,

de perderse por horas en el ambiente

fascinante donde evocaba a su fracción

de alma que partió de su cuerpo antes

que el resto.

Tiempo antes de su desaparición,

nos advirtió que conservaba un espacio

La Testadura 2

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Page 10: La Testadura no. 26: Bastet

libre de vegetación para colocar una

planta muy especial y a la que esperaba

con una gran inquietud. Nosotros rara

vez visitábamos ese lugar debido a su

contagiosa melancolía, pero un día nos

pidió con especial atención que lo

acompañáramos, para mostrarnos el

sitio elegido. No sabíamos a qué planta

se refería pero nos dio indicaciones de

cómo cuidarla, y con cierta sensación de

alejamiento anticipado, nos pidió que la

dejáramos vivir en ese sitio, por más

inconvenientes que representara. No

tuvimos objeciones y la conversación

sobre la nueva flor finalizó ahí.

La Testadura 4

Page 11: La Testadura no. 26: Bastet

El abuelo siguió cuidando del jardín

probablemente con más esmero e inte-

rés de lo que se cuidó a sí mismo. Las

personas mayores suelen cuidar plantas

porque siempre permanecen en su sitio

y en lugares estratégicos, formando par-

te de su vida cotidiana y escapando así

del olvido momentáneo o permanente.

Ellos se contagian de tranquilidad y es-

peranza, pues los efectos de sus reduci-

dos esfuerzos resultan placenteros a la

vista, gratificándose en la belleza natu-

ral, esa que ellos han perdido.

Como sabes, el abuelo estaba enfer-

mo y fue empeorando, al punto en que

La Testadura 5

Page 12: La Testadura no. 26: Bastet

tuvieron que amputarle partes de ambas

piernas y por lo tanto debía utilizar una

silla de ruedas. Al ver reducidos sus pa-

seos por el jardín, su desapego por la

vida fue en aumento. Una tarde, cuando

quedaban pocos minutos de luz natural,

nos comunicó el gran deseo que tenía

de ver su jardín con esas tonalidades y

lo fresco del momento. Lo llevamos has-

ta allí y al poco tiempo nos pidió que lo

dejáramos solo. Caminamos de regreso

unos minutos, entramos a casa y una

hora después decidimos ir a buscarlo.

A pesar de su condición médica,

él ya no estaba ahí. La silla estaba justo

La Testadura 6

Page 13: La Testadura no. 26: Bastet

en el lugar donde la colocamos, pero el

cuerpo había desaparecido. Lo busca-

mos toda la noche y no logramos encon-

trarlo, examinamos el lugar al día si-

guiente y al que siguió a ese. Días ente-

ros pasaron mientras diferentes grupos

de personas nos turnábamos para entrar

al bosque o continuar la búsqueda por

los alrededores. Más que tristeza, cierta

consternación con un poco de alivio nos

embargaba. Pasó lo que nos había anti-

cipado, se había ido.

Fue muy extraño para los demás

pero no para nosotros, su familia. Nues-

tro vínculo transmitía mucho más que

La Testadura 7

Page 14: La Testadura no. 26: Bastet

palabras y a través de un olor fétido que

surgió pocos días después de su desa-

parición y se apoderó de cierta parte del

jardín, sabíamos que no nos había

abandonado.

El olor era hasta cierto punto sopor-

table y pese a que jamás encontramos

el cuerpo, oler las entrañas de un cadá-

ver entre lo sublime de aquel lugar nos

hacía dudar de la lógica. Finalmente lo

encontramos, aquel olor provenía de un

cuerpo que vivía; una nueva flor roja,

inmensa, que ahora ocupaba el lugar

reservado. Quizá no fue la mejor de las

metamorfosis, pero un logro semejante

La Testadura 8

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no se había oído jamás en la tierra.

Ahora él nos cuida desde su nueva

estadía, desde ese lugar que no puede

abandonar y donde se encuentra rodea-

do de todo aquello a lo que siempre

amó, concibiendo un aroma peculiar

que ninguna otra flor desprende y que

forma una amalgama de esencia de

muerte corporal con melancolía alusiva

a la ascendencia. Y cuando éste, su nue-

vo ciclo, expire, el resto de su alma po-

drá huir y encontrará a su complemento

que lo aguarda en el infinito, junto con

los astros. Dime ahora, niño ¿crees lo

mismo que nosotros?

La Testadura 10

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Reminiscencia

“Todo nada, todo flota delante de mí cubierto con una espesa nube, y yo me entro en ese caos de sueños,

sonriendo.”

Johann Wolfgang von Goethe

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“Así es el enigma del corazón hu-mano. Nunca he comprendido cómo

pudo abandonarme de aquella for-ma tan poco ceremoniosa, sin tan

siquiera un adiós, sin siquiera mi-rar atrás ni una sola vez. Es un do-

lor que me parte el alma como un

hacha.”

Yann Martell

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Reminiscencia

En días fatídicos como este es cuan-

do regreso a ti a través de la memoria.

Los recuerdos me rasguñan, me llaman,

me persiguen y finalmente se manifies-

tan en sueños, donde me resulta imposi-

ble huir de ellos. Llevo varios minutos

contemplando la última fotografía que

nos tomaron juntos en aquel viaje re-

pentino a Winnipeg, cuando aún ignora-

La Testadura 13

Page 20: La Testadura no. 26: Bastet

ba la verdadera razón de aquella excur-

sión.

Recuerdo muy bien tu súbita deci-

sión aquel jueves por la tarde, cuando

decidiste que viajaríamos al día siguien-

te a Winnipeg para ver la más reciente

atracción de la ciudad durante ese in-

vierno: una docena de caballos atrapa-

dos en un río congelado. Por alguna

extraña razón, la idea te atraía sobrema-

nera y es que en realidad era el origen

de toda una significativa confabulación

en tu mente para modificar el curso de

tu vida, la cual no me incluía.

Durante el viaje en auto, hablamos

La Testadura 14

Page 21: La Testadura no. 26: Bastet

poco y el mal clima nos obligó a descan-

sar un par de horas en un hostal algunos

kilómetros antes de llegar a nuestro

destino, donde bebimos un poco de café

para reanimarnos y en algún momento

me contaste sobre la filosofía oriental

acerca de los caballos y el íntimo vínculo

con el acontecimiento del que seriamos

testigos. Aún recuerdo la escena: tu cara

apacible y los labios moviéndose en

armonía con las palabras que pronun-

ciabas. Me dijiste que en oriente la figu-

ra del caballo representa los cinco senti-

dos del cuerpo humano y cómo a través

de él creamos lazos con el plano existen-

La Testadura 15

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cial de lo físico o material en el mundo.

Conocía de tu parte mística tan po-

co, que la mera idea de saber quien eras

me parecía ya un hecho ficticio, y ese

simple pero contundente suceso dio

paso a una insurrección de sentimientos

contradictorios en mí. Debí suponer que

era el primer presagio de una catástrofe

que sería terminante pero no inmedia-

ta.

Cuando continuamos con el viaje,

descubrí entonces el motivo por el cual

la única canción que escuchábamos

una y otra vez era “Goodbye horses” de

Q Lazzarus y pude interpretar el significa-

La Testadura 17

Page 24: La Testadura no. 26: Bastet

do que envolvía la letra, para finalmente

asociarlo con tu singular pasión al can-

tar específicamente la frase “Good-bye

horses, I'm flying over you”.

Finalmente, al llegar al sitio, tenías

un entusiasmo poco común y súbita-

mente comenzaste a relatarme tu teoría

sobre como los lazos que te unían con lo

terrenal ahora estaban rotos debido a la

muerte de esos caballos y que ahora

estabas obligado a trascender esas limi-

taciones. Queriendo otorgar una razón

lógica a mi fatídico futuro, argüí que

algún conocido tuyo, sabiendo el tipo de

inusitadas ideologías que tenías, cumplió

La Testadura 18

Page 25: La Testadura no. 26: Bastet

con la misión de informarte sobre el

suceso.

Ya estando a pocos metros del inci-

dente, nuestra sorpresa fue grande,

pues a pesar de ser el nuevo suceso del

lugar, había muy pocas personas cerca,

así que avanzamos y pagamos una pe-

queña cuota para tomar fotografías. Era

diferente a como lo habíamos imagina-

do, pues de los caballos sólo se podían

ver sus cabezas. El infausto aconteci-

miento dio paso a un espectáculo mór-

bido rodeado por una atmósfera omino-

sa que causaba cierto tipo de terror

ancestral, pues tales caras de sufrimien-

La Testadura 19

Page 26: La Testadura no. 26: Bastet

to y desesperación en animales por na-

turaleza hermosos e imponentes causa-

ba desconcierto, lo que hacia nacer en

la mirada de cualquier testigo un senti-

miento de culpa e incomodidad que los

alejaba paulatinamente.

Fue a través del guardia como nos

enteramos de lo que realmente sucedió:

a pocos kilómetros del rio, hacia el nor-

te, había una pista de carreras en la que

un granero se incendió hacía un par de

días al anochecer, por lo que los caba-

llos huyeron por instinto en dirección al

río, sin reparar en que estaba congela-

do; y a pesar de que tenía una gruesa ca-

La Testadura 20

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Page 28: La Testadura no. 26: Bastet

pa de hielo en la superficie, el peso y la

fuerza de los caballos fue tal que lo rom-

pieron y terminaron atascados en él

quedando congelados a los pocos minu-

tos, sólo con el cuello y la cabeza al aire,

donde a través de sus facciones se po-

día observar el sufrimiento y la agonía

por la que pasaron antes de morir. Por

supuesto, la responsable de mantener

semejante exhibición surrealista indem-

ne, gracias a la baja temperatura, era la

estación del año.

Nuestros estados de ánimo eran por

completo discordantes: mientras mis

sentidos semejaban la atmósfera del mo-

La Testadura 22

Page 29: La Testadura no. 26: Bastet

mento estando abrumados y con cierto

sentimiento de hastío y repudio hacia

todo; tú estabas de lo más cómodo y

feliz, incluso sonriendo, razón con la que

hacías crecer el vacío que se había ins-

talado en ese lugar de mi alma que te

pertenecía, provocándome una apatía

mortal.

Fui presa de una ansiedad carroñera

de la poca dicha que aún tenía y quise

que nos marcháramos de inmediato.

Entendí que no podía hacer nada más

cuando aún con una sonrisa formidable,

anunciaste que te quedabas por tiempo

indefinido. Recuerdo que no aparté la

La Testadura 23

Page 30: La Testadura no. 26: Bastet

vista de tu figura al alejarte en dirección

al auto y volver con algunas de tus co-

sas, de las cuales, por cierto, tampoco

noté el momento en que las empacaste

en casa. Haciendo uso de la poca razón

que me quedaba y de un comportamien-

to maduro que escasamente se planta

en mí, decidí no hacer pregunta alguna y

despedirme con un beso en la mejilla.

Quizá si me hubiera expresado y te

hubiera retenido un poco más las cosas

no hubieran resultado de este modo.

Pero tampoco hubieras sido feliz, pues a

pesar de lo bien que ocultabas tu dis-

conformidad, siempre quedaba un res-

La Testadura 24

Page 31: La Testadura no. 26: Bastet

coldo en tu rabillo del ojo y tu espalda

indicándome que algo no andaba bien.

Finalmente, pude aceptar que esos

caballos significaban para ti una espe-

cie de representación apocalíptica a

través de la cual llegó un mensaje de

cambio inminente en tu vida. Regresé

sola a Calgary y te esperé una, dos, tres

semanas que se convirtieron en uno,

dos, tres meses que por último, se acu-

mularon hasta formar un año, antes de

verte de nuevo.

Y fue exactamente un año después

que se repitió la historia en el río conge-

lado, pero esta vez sólo hubo una muerte:

La Testadura 25

Page 32: La Testadura no. 26: Bastet

la tuya. Vaya coincidencia fatídica de la

vida, que queriendo recordarme, te unis-

te a mi memoria hasta el fin de mis días.

Lo que tú tampoco supiste es que pude

ser la culpable de tu partida, pues uno

de mis deseos inconscientes fue que

desaparecieras en aquel sitio, gracias al

cual, en aquella visita juntos, asimilé la

obsesión de la naturaleza humana por

lo subrepticio.

Cuando te volví a ver, te encontrabas

en un lustroso ataúd y te sentí tan cer-

cano, que en un impulso afectivo no

pude más que abrazarte, y estabas tan

frío como los pequeños copos que caían

La Testadura 26

Page 33: La Testadura no. 26: Bastet

afuera y se instalaban cómodamente en

la pequeña jardinera debajo de la venta-

na.

Todos necesitamos tener pequeños y

quizá insignificantes secretos, y lo que

no te dije aquel día era que habías deja-

do al descubierto que estábamos en

diferentes planos existenciales, por más

que compartiéramos los terrenales. Y lo

que tú no supiste y tampoco pudiste ver

en mis ojos es aquello que jamás plas-

me en papel o por cualquier otro lengua-

je, y fue que desde hacia un tiempo te

sabía perdido en una desesperanza

atemporal que habías ocultado y segui-

La Testadura 27

Page 34: La Testadura no. 26: Bastet

rías ocultando hasta la perfección antes

y aún después de mí.

Ahora sólo eres una voz que se difu-

mina y se pierde cada vez más y el sólo

hecho de pensarte en el olvido me abru-

ma por completo. Por eso todas las no-

ches voy a encontrarte a la habitación

sin luz, donde te veré en sueños y serás

eternidad durante mi existencia, donde

aún puedo encontrar una leve reminis-

cencia de lo que alguna vez fuiste.

La Testadura 28

Page 35: La Testadura no. 26: Bastet

Miss Stump

Page 36: La Testadura no. 26: Bastet

Miss Stump

El certamen de belleza alternativa

“Miss Stump” se complace en anun-

ciar la apertura de su convocatoria

para el año 2012.

Page 37: La Testadura no. 26: Bastet

Bases del concurso:

1)Podrán participar las personas de

género femenino nacidas entre 1985 y

1993, cumpliendo ya con la mayoría

de edad al momento de enviar sus

documentos.

2)Cualquier nacionalidad es aceptada,

dado que esta es un certamen de ca-

rácter universal.

3)La concursante deberá ser de comple-

xión esbelta* y grácil; dotada, ade-

más, de una belleza particular en el

rostro.

La Testadura 31

Page 38: La Testadura no. 26: Bastet

4)Debido a la existencia de nuestras

diversas categorías, se recomienda

realizar un análisis previo para poder

escoger la categoría adecuada en la

que se participará y deberá ser anota-

da en una hoja anexada al portafolio

personal, de tal manera que se pueda

agilizar el papeleo en las oficinas.**

5)Sólo podrán participar mujeres con

mutilaciones físicas exteriores

(visibles).

6)El motivo de las mutilaciones

(naturales o autoinfringidas) debe ser

especificado al reverso de las fotogra-

fías anexadas en el portafolio personal

La Testadura 32

Page 39: La Testadura no. 26: Bastet

solicitado.

7)El portafolio deberá ser enviado en el

transcurso del mes de octubre, tenien-

do como fecha límite el día 2 de no-

viembre.

* Debido a las alteraciones corporales,

no existe una medida en cuanto a centí-

metros o kilogramos máxima o mínima

requerida.

** Las categorías están especificadas

en el anexo I.

La Testadura 33

Page 40: La Testadura no. 26: Bastet
Page 41: La Testadura no. 26: Bastet

Portafolio personal:

1)Compuesto por ID, 5 fotografías de

cuerpo (in)completo (incluyendo un

desnudo cuidado y profesional) 5 foto-

grafías del rostro, de diversos ángulos

y distancias, sin retoque.

2)Añadir por escrito, por lo menos en

una cuartilla, las razones por las que

desea participar en el concurso.

3)Redactar otro documento donde expli-

que cómo ha cambiado su vida (tanto

física como psicológicamente) des-

pués de perder alguna parte de su

La Testadura 35

Page 42: La Testadura no. 26: Bastet

cuerpo. Si la mutilación fue autoinfringi-

da, especificar el motivo de manera más

extensa que lo descrito detrás de la(s)

fotografía(s).

4)En caso de utilizar muletas, silla de

ruedas o cualquier otro artículo para

discapacitados, estos deberán ser

fotografiados por separado (añadir 5

fotografías de los aparatos).

5)Anexar en un sobre datos personales y

Medidas antropométricas de adiposi-

dad, como el índice de masa corporal

(IMC), la razón cintura-cadera (RCC) y

la circunferencia de cintura (CC).

La Testadura 36

Page 43: La Testadura no. 26: Bastet

ANEXO I

Categorías según el grado de mutilación

del cuerpo:

A.Mutilación de primer grado (pequeña

o superficial). Una falange de cual-

quier dedo, oreja(s), nariz, ojo(s), algu-

nos centímetros de músculo, seno(s),

partes del cuero cabelludo, dientes,

lengua.

B.Mutilación de segundo grado (50%

del miembro). Antebrazo(s), antepier-

na(s).

C.Mutilación de tercer grado (miembros

completos). Piernas, brazos.

La Testadura 37

Page 44: La Testadura no. 26: Bastet

Premiación:

1)La premiación se llevará a cabo el día

30 de diciembre del año en curso, a

las 19:00 horas, en el palacio Zwinger

de Dresden.

2)El jurado estará conformado por los

integrantes del comité y la ganadora

Miss Stump del año anterior (quien

coronará a la siguiente ganadora), dos

médicos profesionales especialistas

en amputaciones, un psicoanalista ,

una entrenadora personal (con años

de trayectoria satisfactoria en el me-

dio del espectáculo) y tres fetichistas

La Testadura 38

Page 45: La Testadura no. 26: Bastet

de muñones.

1)Se harán tres premiaciones: primero,

segundo y tercer lugar.

1° Lugar:

I. Será la portadora de la corona y del

cetro Miss Stump por todo un año, has-

ta el día del concurso del siguiente año.

II.$2,500,000.00 euros, pago efectuado

en una sola exhibición.

III.Ser socialité en todos los eventos pro-

gramados, a los que deberá asistir con

el acompañante elegido para la oca-

sión.

La Testadura 39

Page 46: La Testadura no. 26: Bastet

IV.Manutención por un año de la gana-

dora en una suite presidencial en uno

de los mejores hoteles en Alemania

por todo un año.

V.Viajes por diversos países para realizar

conferencias sobre las mutilaciones

corporales.

VI.Viajes de placer con todo pagado a

10 destinos paradisíacos al rededor

del mundo, a escoger.

2° Lugar:

I. $100,000.00 euros mensuales por

todo un año.

La Testadura 40

Page 47: La Testadura no. 26: Bastet

II.Realizar campañas publicitarias foto-

gráficas y en video.

III.Realizar los comerciales publicitarios

de la marca Wagner©, artículos para

discapacitados.

IV.Asistir a eventos sociales donde será

la representante de Miss Stump.

V.5 viajes de placer con todo pagado a

diferentes destinos paradisíacos al

rededor del mundo.

3° Lugar:

I. $50,000.00 euros mensuales por to-

do un año.

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Page 48: La Testadura no. 26: Bastet

II.Realización de campañas comerciales

de la marca Wagner© en persona y en

folletos.

III.Asistir a eventos y plazas comerciales

con el staff de Miss Stump.

IV.2 viajes de placer con todo pagado a

dos destinos paradisíacos en el mun-

do.

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Page 49: La Testadura no. 26: Bastet
Page 50: La Testadura no. 26: Bastet

Adverising spots

(Greguerías anómalas)

I. Los organizadores de Miss Stump sa-

bemos que no hay nada más bello que

un muñón, resultado de una mutila-

ción limpia y bien hecha.

II.Atrévete a mostrarle al mundo tu ex-

traordinaria belleza, otorgando placer

visual.

III.El cuerpo humano fue creado para ser

contemplado, las modificaciones cor-

porales enfatizan tu personalidad indi-

vidual.

La Testadura 44

Page 51: La Testadura no. 26: Bastet

IV.¡No lo pienses más, sabes que esa

extremidad siempre te ha estorbado!

V.Esos tres kilos que te impiden a llegar a

tu peso ideal se encuentran en tu brazo

¿necesitas mas motivos?

VI.¡Contamos con el mejor directorio de

ferreterías de todas las ciudades en

cualquier país!

VII.No seas como las demás, lo que ver-

daderamente te hace original no es la

ropa o el maquillaje. Tampoco tu perso-

nalidad.

VIII.Nunca dejes en manos de cualquier

persona lo que deben hacer los profe-

sionales, tu vida depende de ello.

La Testadura 45

Page 52: La Testadura no. 26: Bastet

IX.Podrás preservar tus miembros ampu-

tados, no tienes que despedirte de

ellos de por vida.

X.Para la conservación, el formol es

nuestro mejor amigo.

La Testadura 46

Page 53: La Testadura no. 26: Bastet

EXCEPCIONES:

I. No se aceptarán a mujeres que hayan

tenido mutilaciones internas

(extirpaciones) de cualquier tipo de ór-

gano no vital e incluso vital (se incluyen

los abortos como mutilación interna).

II.El principal motivo, es que se requiere

de la participación física de la ganadora

y de su presencia en diversos actos pos-

teriores, sin encontrarse en estado de

putrefacción.

III.El segundo motivo es que este concur-

so está basado en la fisonomía

La Testadura 47

Page 54: La Testadura no. 26: Bastet

visible, en el aspecto externo.

IV.No se aceptan personas con cambio

de sexo (transexuales).

La Testadura 48

Page 55: La Testadura no. 26: Bastet

Historia del concurso

Este concurso inició en 1942 y fue

creado por el Doctor Erich Wagner y su

esposa Amelia Earhart, en Buchenwald,

Alemania. La pareja se conoció gracias

a su afición por los cuerpos mutilados

(gusto que nació en ellos desde jóvenes)

precisamente en la operación para reali-

zar la amputación de una antepierna,

siendo el Doctor el futuro esposo y la pa-

La Testadura 49

Page 56: La Testadura no. 26: Bastet

ciente, Amelia. Fue el inicio de un idilio

donde las heridas se atendían con peró-

xido de hidrógeno y se cubrían con ga-

sas.

La pareja luchó arduamente por la

legalidad de las mutilaciones corporales

sin razones médicas, infringidas a otros

individuos o a sí mismos. Sus argumen-

tos más fuertes aludían al suicidio, a la

eutanasia, o la inmolación tanto como

la autoinmolación. Sus razones más

fuertes eran la libertad y autonomía indi-

viduales y el derecho a elegir sobre el

propio cuerpo. Después de tres largas

décadas de afrentosos debates, obtuvie-

La Testadura 50

Page 57: La Testadura no. 26: Bastet

ron la aprobación por parte del gobierno

y dieron inicio a las acciones correspon-

diente para dar vida a su proyecto.

Amelia continúo permitiendo a su

esposo la realización de diversas mutila-

ciones en su cuerpo, con el único fin del

placer para ambos. Era una mujer suma-

mente bella y cuyo brillo interior aumen-

taba cada vez más, conforme su cuerpo

se unificaba en un solo muñón.

El primer concurso de llevó acabo y

con el llegó el momento de la principal

premiación y no pudo haber salido me-

jor. La recepción, la audiencia, las parti-

cipantes, los medios de comunicación...

La Testadura 51

Page 58: La Testadura no. 26: Bastet

Fue un éxito total. Era un espectáculo

impresionante: cuerpos mutilados por

doquier, personas lisiadas y humanos

cercenados, todo rodeado por una at-

mósfera de belleza y elegancia que con-

fluían y creaban un ambiente por com-

pleto trasgresor y original que embriaga-

ba a todos los concurrentes y los trans-

portaba, a través de una extravagante

atmósfera, a un paraíso idílico único.

La ganadora fue una mujer de 23

años de edad, cuyo nombre fue oculto

tiempo después, por respeto a Amelia.

Después de algunas semanas, fue adop-

tada por el matrimonio. Amelia, en ese

La Testadura 52

Page 59: La Testadura no. 26: Bastet

tiempo, ya era sólo un ángel sin extremi-

dades, un torso con cabeza. Un par de

meses después, estaba lista para la

última mutilación posible. A ella, el ce-

rebro no le interesaba tanto como el

corazón. No le dolía el intelecto tanto

como el alma. Tras una charla de lo más

cordial con su aún esposo, llegaron a la

conclusión de extirpar el corazón. La

amputación se realizó en el quirófano

donde se conocieron y que únicamente,

después de aquel acontecimiento, ha-

bía utilizado con su esposa.

Escogieron su fecha de aniversario

para realizar el último pacto de amor. A-

La Testadura 53

Page 60: La Testadura no. 26: Bastet
Page 61: La Testadura no. 26: Bastet

ilustración: pulpo santo

Page 62: La Testadura no. 26: Bastet

melia se fue consciente de que el ca-

mino que había escogido acabaría con

ella rápidamente, pero la tranquilizaba

saber que a la siguiente le pasaría lo

mismo. Él, a modo de pacto final, le

otorgó la mitad de su propio corazón,

que introdujo en el cuerpo de Amelia

tras su muerte.

El quirófano utilizado como templo

para poner fin a su amor, precisamente

donde éste comenzó, fue cerrado por

largos años. Después de esto, se abrió

de nuevo y se inauguró con la modalidad

de pequeño museo, donde actualmente

se exhiben los primeros instrumentos de

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mutilación utilizados en humanos.

En los primeros años, el concurso

tenía índole nacional. Era sorprendente

la cantidad de solicitantes que enviaban

sus documentos desde otros países, aún

sabiendo que la convocatoria se limita-

ba a un sólo país. Debido a este motivo,

el concurso adoptó un carácter mundial.

El trabajo se volvió mucho más pesa-

do y fue entonces cuando Erich hizo una

convocatoria para formar un staff, que

se encargara de realizar todo lo necesa-

rio para la continuidad efectiva del con-

curso. Amigos y seres queridos fueron

los elegidos.

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Pasaron los años y Erich murió debi-

do a un ataque cardíaco a sus 85 años

de edad, otorgado placenteramente por

su séptima esposa, mediante una fela-

ción. Su doctor afirmo que murió feliz y

sus allegados lo corroboraron en el fu-

neral, pues en el ataúd se podía obser-

var una enorme sonrisa en su pálido

rostro.

Desde entonces, el staff continúa la

labor de Erich Wagner y Amelia Earhart.

Decidieron obedecer la observación de

Erich, como lo dejó por escrito, en su

testamento. Entre otras cosas, redactó

que habría muchos problemas para deci-

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dir sobre una sola persona que conti-

nuara a cargo de tomar las decisiones

más importantes, y que quizá habría

desacuerdos sobre quién lo haría. Por lo

tanto, aconsejaba que el mando queda-

ra a cargo de todos, de manera equitati-

va.

Fue enterrado en el cementerio de

Ohlsdorf, en Hamburgo, Alemania. Se

puede leer en el epitafio de su tumba:

“E. Wagner, sólo tu pudiste cercenar los

clichés a la humanidad.”

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