la gatera de la villa 15

120
El Museo Cerralbo L L a a G G a a t t e e r r a a d d e e l l a a V V i i l l l l a a Ilustra, entretiene y además es ecológica. La primera revista digital sobre Madrid F F o o t t o o g g r r a a f f í í a a : : " " S S a a l l ó ó n n d d e e b b a a i i l l e e e e n n e e l l M M u u s s e e o o C C e e r r r r a a l l b b o o " " A A u u t t o o r r : : Á Á n n g g e e l l R R o o l l l l ó ó n n El Cerro de La Gavia. Un poblado de la II Edad del Hierro en Villa de Vallecas Glosario arquitectónico madrileño: Chapitel El churrigueresco en Madrid Número 15 / Septiembre de 2013 El Torreón de Puerta Cerrada Floristas, ramill e e teras y violeteras

Upload: polarograma

Post on 04-Sep-2015

224 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

La Gatera de La Villa

TRANSCRIPT

  • EEll MMuusseeooCCeerrrraallbboo

    LLaa GGaatteerraa ddee llaa VViillllaaIlustra, entretiene y adems es ecolgica. La primera revista digital sobre Madrid

    FF oott oo

    gg rraa ff

    aa::

    "" SSaa ll

    nndd ee

    bb aaii ll ee

    ee nnee ll

    MMuu ss

    ee ooCC ee

    rr rraa ll

    bb oo""

    AA uutt oo

    rr :: nn

    gg eell RR

    oo llll

    nn

    El Cerro de LaGavia. Un pobladode la II Edad delHierro en Villa deVallecas

    Glosarioarquitectnicomadrileo:Chapitel

    El churriguerescoen Madrid

    Nmero 15 / Septiembre de 2013

    EEll TToorrrreenn ddeePPuueerrttaa CCeerrrraaddaa

    FFlloorriissttaass,, rraammiilllleetteerraass yy vviioolleetteerraass

  • gv 2

    Fotografa del Sector D del yacimientoarqueolgico del Cerro de la Gavia

    n 15

  • Como Isidro Labrador, Isabel Tintero era una madrilea de a pie queno lleg a ocupar altos rangos en la jerarqua eclesistica ni escribi sesudos estudios teolgicos al estilo de San Agustn o de San Isidoro. Sinembargo, la f sencilla de ambos dio origen a un apego por parte de miles de habitantes de la Villa que contina en nuestros das.

    Cuando el reinado de Carlos III ya estaba rozando su ltimo ao, Isabel Tinterorestaur un lienzo con el que jugaban unos nios, abandonado vaya usted a saberpor quin, en el que se representaba a Mara, madre de Jesucristo, y en torno aesa imagen dio comienzo a una veneracin con ms y ms personas en torno aella. El culto llenaba primero la vivienda particular de Isabel, luego una capilla, yluego la actual iglesia neomudjar de principios del siglo XX.

    La celebracin catlica vio nacer a su alrededor una verbena cuya trascendenciasuper pronto los pequeos lmites de las callecitas aledaas a la de la Paloma, yse hizo parte inseparable del folklore como si hubiese estado all desde la fundacin de la ciudad. A ello contribuy la aparicin en 1894 del sainete lrico de famauniversal, que junto a las obras de teatro (cantadas o no) de otros autores, establecieron cierto "canon" de lo "genuinamente madrileo", aunque a veces conexageraciones notorias. Los bomberos del cercano parque de la Puerta de Toledotambin se acabaron sumando a la fiesta, y tuvieron alguien que intercediera porellos ante el Altsimo como tenan los marinos, los artilleros, la infantera y otrasgentes de uniforme.

    Cuando el reinado de Carlos III ya estaba rozando su ltimo ao, nadie imaginaba la aparicin de movimientos intraeclesiales como el del Camino Neocatecumenal, al que hoy se vincula la iglesia de la Paloma. Tampoco nadie imaginabaque en Madrid se volvera a celebrar Hannukah o el Ramadn, o que la ReformaProtestante, que haba sido combatida y abortada dentro de nuestras fronteras,llegara aqu tras experimentar un viaje de ida y vuelta de Centroeuropa a lasAmricas y de ah a las Espaas. Todos esos cambios han dado lugar a situacionesde todo tipo, desde demagogos vidos de bienes terrenales predicando por la televisin a creyentes honrados y sinceros que recuperan el espritu de las primitivasiglesias de la poca de San Pablo.

    Las fiestas de la Paloma de 2013 han vuelto a acoger a todos ellos. Al creyentey al escptico, al soltero, al casado y al clibe, al borrachn y al abstemio, al vegetariano y al carnvoro, al castellano viejo y al hombre cosmopolita del mundo globalizado. Los proyectos olmpicos pueden haber quedado en agua de borrajas,pero Madrid ya dispone de mecanismos requetecomprobados para hacerse ciudadabierta y amigable a locales y forneos.

    Por ser la Virgen de la Paloma

    gv 3

    n 15

  • gv 4

    CRDITOS

    La Gatera de la Villa la forman:

    Director: Juan Antonio Jimnez Torres Redactor jefe: Alfonso Martnez Garca Jefe de secciones: Juan Pedro Esteve

    Garca Redactor: Mario Snchez Cachero Editor: Julio Real Gonzlez Jefe de cierre: Pablo Jess Aguilera

    Concepcin

    Diseo y Maquetacin: Sandra Ruiz Martnez Alfonso Martnez Garca Mario Snchez Cachero Juan Antonio Jimnez Torres

    Portada Saln de baile del Museo Cerralbo. Esta

    foto pertenece al reportaje sobre dichomuseo llevado a cabo por el fotgrafo ngelRolln.

    Contacto

    Puedes escribirnos o enviarnos tuscolaboraciones a:

    [email protected]

    http://www.fotomadrid.com/gateravilla.php

    La Gatera de la VillaAo IV, Nmero 15, SEPTIEMBRE 2013

    ISSN19899181

    Foto

    :Al

    ejan

    dro

    Blan

    co

    Editorial n 15.Por ser la Virgen de la Paloma

    Crditos e ndice

    Por el Madrid de la Guerra CivilJUAN PEDRO ESTEVE GARCA

    El torren de Puerta CerradaJULIO REAL GONZLEZ Y MARIO SNCHEZ CACHERO

    El Museo CerralboNGEL ROLLN

    El estilo churrigueresco en MadridNGELA M. VELASCO

    El Cerro de La Gavia. Un poblado de la IIEdad del Hierro en Villa de VallecasJORGE MORN DE PABLOS, AMALIA PREZJUEZ GIL, ERNESTO

    AGUST GARCA, RAFAEL BARROSO CABRERA , MARTA ESCOL

    MARTNEZ, ANTONIO MALALANA UREA Y DIONISIO URBINA

    MARTNEZ

    Los relatos del Grupo Andn: PorvenirMARA JOS CODES

    Chocolate o el sueo de GasparADRIANA SNCHEZ GARCS

    Glosario arquitectnico madrileo.ChapitelJULIO REAL GONZLEZ Y MARIO SNCHEZ CACHERO

    Publicidad... de hace ya un tiempoALFONSO MARTNEZ

    Robles de la Ermita del Cura del Parque de"El Capricho"JOS MANUEL GARCA VALLES

    Floristas, ramilleteras, violeterasAves de Primavera?ALFONSO MARTNEZ

    El fotogato: El edificio CarrinNGEL ROLLN

    Laberinto gatunoGATN DE ORO

    3

    4

    5

    12

    18

    34

    40

    61

    62

    68

    87

    98

    110

    118

    120

    http://www.fotomadrid.com/gatera-villa.php
  • Foto

    :Al

    ejan

    dro

    Blan

    co

    Por el Madrid de la Guerra CivilTodava, a da de hoy, se suele criticar a los cineastas con el argumento de quehacen demasiadas pelculas sobre la Guerra Civil Espaola. Qu otroacontecimiento de nuestra historia puede ser ms trasladable al Sptimo Arte?. Unpas que llevaba ms de un siglo desempeando un papel muy perifrico y muysecundario en Europa, de un da para otro pas a ser, all por 1936, el foco de laatencin mundial, como lo fue Vietnam en 1970 o lo fue Irak en 1991 y 2003, o Libiaen 2011. Nadie con dos dedos de frente en los Estados Unidos critica a sus directoresde cine por hacer tantas pelculas sobre su guerra civil de 1861, pues ah estnmuchos de los cimientos de la Amrica de hoy, tanto con sus virtudes como con susdefectos. En Madrid todo el mundo sabe perfectamente que, entre 1936 y 1939,hubo una guerra, pero muchos de los detalles de aquel asedio daran, incluso hoy,materia para seguir sacando de ellos pelculas, novelas y cualesquiera otrasmanifestaciones artsticas.

    Texto: Juan Pedro Esteve Garca

    Antecedentes: El Frente Popular.

    En varios pases de la Europa de los aos30 se llam a la colaboracin de los distintos partidos de la izquierda para solventar las rencillas surgidas de la escisinde la III Internacional, y crear bloques que en losprocesos electorales pudieran vencer a los partidosde derechas, entre los que el fascismo iba siendouna opcin cada vez ms apoyada. En Espaa, elFrente Popular gan las elecciones del 16 de febrero de 1936, y pudo gobernar con cierta tranquilidad durante unos meses. Fue elegido ManuelAzaa, jefe de gobierno del primer bienio, comonuevo jefe del Estado Espaol.

    Espaa en guerra.

    El 18 de julio de 1936 se produjo en Espaa ungolpe de estado, cosa que en principio no extraa nadie, pues desde el siglo anterior llevbamosunos cuantos. Contra la propia Segunda Repblicaya haba habido tentativas fracasadas, como la deSanjurjo, y de hecho, desde la victoria del FrentePopular en las elecciones de principios de aquelao, todo el mundo daba por hecho que los sectores ms extremos de las fuerzas conservadorasiban a tratar de frenar como fuera el que vinieraotro perodo izquierdista como haba sido el bienio193133. Sin embargo, el cuartelazo de 1936 ya noiba a ser lo mismo que el de Primo en 1923, u

    otros tantos de las dcadas anteriores, y la guerrade 1936 no iba a ser un mero calco de las de carlistas contra liberales, pues con el tradicional conflicto histrico de las dos Espaas se iban a solaparlas siguientes problemticas:

    Rivalidad entre el Tercer Reich Alemn, por unlado, y la Unin Sovitica, por otro, por ser la potencia hegemnica en Europa tanto a nivel militarcomo de liderazgo ideolgico y cultural.

    Rivalidad dentro de la propia Unin Soviticaentre los partidarios de Iosif Stalin por un lado, ymuchos de los propios fundadores de la Uninveinte aos antes, por otro. Stalin se impuso comolder indiscutible del comunismo, pero a costa depasar por las armas, o enviar al destierro, a muchos comunistas de la primera ola. A Espaa tambin se iban a trasladar estas purgas y disputas.

    Exterminacin sin piedad del movimientoanarquista, que iba a ser perseguido en esta guerra espaola tanto desde un bando como desdeotro.

    Rivalidad dentro de la derecha espaola, entrelos partidarios del mantenimiento de las oligarquas tradicionales de reyes, curas y latifundistas ylos partidarios de mimetizarse con las nuevas dictaduras de tipo fascista surgidas en Italia en 1922y en Alemania en 1933.

    Crnica gatuna

    gv 5

  • La Guerra Civil Espaola fue el ensayo generalpara la Segunda Guerra Mundial, y a su vez, en algunos episodios de la Segunda Guerra Mundial hubo combatiendo fuerzas armadas de las dosEspaas.

    El plan original de los generales que dieron elgolpe del 18 de julio, liderados por Emilio Mola,fue el de sublevaciones simultneas de variasguarniciones en ciudades a lo largo y ancho de todo el pas. Una vez fracasada la sublevacin deMadrid, que estaba acaudillada por el general Fanjul en el Cuartel de la Montaa (situado en el actual emplazamiento del Templo de Debod) y quefue rpidamente sofocada por los republicanos, elplan de los golpistas pas a ser el de que variosejrcitos procedentes de las provincias perifricasavanzaran sobre Madrid para poder tomar las sedes del poder poltico, destituir al gobierno delFrente Popular y constituirse en nuevo gobierno encuestin de algunas semanas. Todava no estabamuy claro si lo que se quera implantar era unacontinuidad de la Repblica, pero con directricesde derechas, una restauracin de la monarqua, oun rgimen totalmente nuevo a imitacin del deHitler. El avance sobre Madrid desde el norte, dehecho, estaba compuesto por carlistas de Navarra,que de haber logrado su objetivo de alcanzar lacapital va Soria y la Sierra Norte, habran tenidoproblemas para formar gobierno ante su notoria rivalidad con las otras fuerzas implicadas en el golpe, caso de los partidarios de la vuelta de la otrarama borbnica, la de Alfonso XIII, o caso de losfalangistas, que no queran monarquas bajoningn concepto, fueran de la dinasta que fueran.Lo cierto es que esos carlistas no consiguieronadentrarse ms que algunos kilmetros en la zonade la Cordillera Central, aunque el temor a que pudieran prosperar avances desde ese lado llev algobierno de la Repblica a fortificar, por si acaso,algunos puntos al norte de Hortaleza, donde ennuestros das se construye el futuro parque de Valdebebas.

    Avance desde el suroeste.

    Las tropas que consiguieron poner sitio a Madrid no vinieron por el norte o nordeste, sino quefueron las que se sublevaron contra la Repblicaen Andaluca y Extremadura. Adolf Hitler envi alos golpistas espaoles varios aviones de transpor

    te de tropas Junkers52, trimotores, con los que seestableci un eficaz puente areo sobre el estrecho de Gibraltar para pasar miles de soldados, enpocos das, desde Marruecos a la Pennsula Ibrica. Tras el particular reparto que hicieron de fricalas naciones europeas entre los siglos XIX y XX,Marruecos estaba dividido entre una zona de colonizacin espaola y otra francesa, y de la zona espaola salieron multitud de tropas con las quesurtir el ejrcito golpista. A las pocas semanas delgolpe del 18 de julio, los sublevados ya dominabanla Andaluca Occidental y buena parte de Extremadura, gracias al puente areo del Estrecho, a lasacciones de guerra psicolgica llevadas a cabo porla radio desde Sevilla por el general Queipo de Llano, y al apoyo conseguido por el exrey AlfonsoXIII en su exilio italiano para que Mussolini hicieralo mismo que Hitler y empezara a enviar aviones ypersonal.

    La dictadura portuguesa de Oliveira Salazar, deseosa de vengarse de la Repblica Espaola por elapoyo que haba prestado Azaa a una fracasadatentativa de derrocarle, abri enseguida el pasopor su sistema de carreteras y ferrocarriles a lascadenas logsticas de suministro de los golpistas,con lo que se pudo ir asegurando su triunfo en toda la franja de Espaa fronteriza con el pas luso,desde Galicia hasta Huelva.

    El avance desde Andaluca a Extremadura, deExtremadura a Toledo y de Toledo a la periferia deMadrid se hizo en poco ms de tres meses. Aunas, analistas militares hay que afirman que podahaberse conseguido en todava menos tiempo si sehubiese focalizado todo el ataque hacia Madrid enlugar de tomar la ciudad de Toledo, pero FranciscoFranco que el 1 de octubre se haba autoproclamado como Generalsimo eclipsando el liderazgode otros compaeros de armas saba que rescatando a los derechistas que se haban refugiado enel Alczar de dicha ciudad obtendra un golpe deefecto propagandstico de enorme valor ante laprensa extranjera, y de enorme valor para consolidar su puesto de jefe de la rebelin, ante tentativas de otros jefes de las derechas que quisieranvolver al modelo inicial de una junta militar o implantar modelos de jefatura de estado con menospredominio de los militares sobre los polticos.

    En noviembre de 1936 el ejrcito golpista yahaba ocupado algunas poblaciones del sur de Ma

    Crnica gatuna

    gv 6

  • drid, como Legans, los Carabancheles, y especialmente Getafe, sede de una importante Base Areadesde la que poder bombardear la capital ahorrando a los aviones desplazamientos ms largos desde otros aerdromos. Ante la que parecainminente prdida de la ciudad, el gobierno espaol decidi trasladarse a Valencia, pues la mayorparte del Levante y de la Mancha eran zonas seguras, y de hecho permanecieron fieles a la Republica hasta el final de la guerra en el ao 1939.

    La Junta de Defensa.

    La partida del gobierno se materializ el 7 denoviembre de 1936, y se encarg la resistencia deMadrid al general asturiano Jos Miaja y a unaJunta de Defensa en la que destac otro general,Vicente Rojo. Puede decirse que es entonces cuando la guerra pasa ya al trmino municipal de Madrid, pues por entonces Carabanchel Alto yCarabanchel Bajo eran todava ayuntamientos independientes. Los acontecimientos de esos dasconvirtieron definitivamente las secuelas de ungolpe militar en una guerra consolidada con visosde hacerse larga. El 8 de noviembre el ejrcito deFranco se adentra en la Casa de Campo con vistasa tomar el cauce del Manzanares, y al da siguientese salta un nuevo peldao en la internacionaliza

    cin del conflictoespaol: llegan aMadrid las primerastropas de las Brigadas Internacionales, reclutadasen multitud de pases por gobiernosafines al Frente Popular o simplemente simpatizantescon la causa de laRepblica. Para entonces la Unin Sovitica ya estabaenviando tambin aEspaa armamentoy personal.

    El 15 de noviembre de 1936las primeras tropasfranquistas consi

    guieron cruzar el ro Manzanares e internarse en laCiudad Universitaria. Los flamantes edificiosacadmicos, algunos de ellos recin terminados deconstruir, iban a convertirse desde entonces enuna jungla de hormign. El complejo de edificiosen el que tanto empeo haban puesto los gobiernos de Miguel Primo de Rivera y de la Repblicapara que fuera el criadero de nuevos espaolescultos y regenerados, inici su camino hacia la demolicin por medios areos, terrestres e inclusosubterrneos, pues a la guerra de trincheras siguila de minas, en la que cada bando trataba de excavar lo que poda bajo las lneas del otro para socavar sus fortificaciones. Los primeros vados ypasarelas provisionales de los franquistas dieronpaso a estructuras ms estables, como el llamadoPuente del Generalsimo, por el que se pudieronir introduciendo ms y ms armas y soldados en laCiudad Universitaria, que qued para el resto de laguerra como el gran bastin de Franco en Madrid,junto con algunas zonas del Parque del Oeste. El17 de noviembre algunas tropas consiguieron llegar hasta la Plaza de Espaa, pero fueron expulsadas de all enseguida y hasta 1939 los frentesterrestres de Madridcapital quedaron bastante estabilizados. Aun as, se tendi una linea de fortificaciones republicanas desde el hospital de la CruzRoja, junto a Cuatro Caminos, hasta la zona de laPlaza de Espaa, por si se producan nuevas ten

    Crnica gatuna

    Bnker de hormign junto al puente del Jarama en el ferrocarril de Arganda.Foto: Juan Pedro Esteve Garca.

    gv 7

  • tativas. Estas fortificaciones podan ser desde muros que cortaban el hipottico paso de vehculospor las calles (como ocurri en Argelles) a adaptaciones de estructuras existentes, como la Acequia de Riegos del Sur, o canalillo, queserpenteaba por la zona de la calle Guzmn elBueno y que funcionaba como una gran trinchera.

    Los bombardeos areos.

    Una vez se vio que el avance sobre la ciudadpor el oeste haba quedado cortado en la zona dela Ciudad Universitaria y Parque del Oeste, los esfuerzos destinados a minar la moral de la Junta deDefensa y de la poblacin civil se hicieron por lava de los bombardeos indiscriminados sobre laciudad. Hasta entonces, las guerras en Europahaban sido bsicamente un asunto de militarescontra militares, y las vctimas civiles eran casisiempre colaterales. La guerra de Espaa introdujolas crueles vendettas contra la poblacin civil quepor desgracia se haran comunes en el resto delcontinente durante la dcada de 1940, abriendo elcamino a salvajadas como la destruccin de Coventry por los nazis o la de Dresden por los britnicos.

    Muchos nios fueron evacuados a la Espaa rural para evitarles sufrimientos. Algunos nunca volveran a reencontrarse con sus familias, o lo haranpasados muchos aos o en pases extraos. La Cibeles y otros monumentos fueron protegidos porunas curiosas estructuras de arena para defenderlas de las bombas. En el Museo del Prado, el pintorextremeo Timoteo Prez Rubio y varios conservadores, empezaron a gestionar, a veces con riesgofsico para sus propias personas, la evacuacin delas obras de arte a museos extranjeros. Gracias aestos hroes de la cultura, hoy en da podemos seguir admirando los mismos cuadros que haba enel inventario de la pinacoteca antes de 1936.

    Se improvisaron multitud de refugios antiareospara cobijar en lo posible a los madrileos, y conel mismo fin se habilitaron varias estaciones delMetro, aunque la escasa profundidad a la que discurran algunas de las lneas de este ferrocarrilsubterrneo haca que a veces alguna bomba consiguiera perforar el suelo y dejar los tneles a lavista, como lleg a ocurrir en la Puerta del Sol. Para entonces Madrid ya se haba convertido en un

    nido internacional de espas, unos movidos porideales polticos, otros meros oportunistas deseosos de vender informacin confidencial al mejorpostor. Los pilotos de Franco, de Hitler o de Mussolini tenan instrucciones de no bombardear elbarrio de Salamanca, en primer lugar para asegurar cierta paz a las sedes diplomticas ubicadas enesa zona, pero tambin para tener tranquilas aciertas oligarquas con las que habra que pactarcuando acabara el conflicto. Mientras tanto, personajes todava ms miserables que el propio Hitlerse dedicaban a almacenar mercancas y bienes deconsumo en oscuros stanos, pues saban que unavez acabara la guerra, su valor se habra multiplicado varias veces.

    Los frentes se estancan en Madridciudad.Cambios de posiciones en los municipios delos alrededores.

    La intensidad de los combates en la Ciudad Universitaria en los ltimos meses de 1936 fue de unacrueldad inusitada. El Hospital Clnico, concebidopara ser un lugar de sanacin y de silencio, fueescenario de combates cuerpo a cuerpo, y de escaramuzas donde la frontera entre las dos Espaasno era una lnea trazada por el suelo, sino quetena trazados en tres dimensiones a lo largo delas distintas plantas del edificio. Por los huecos delos ascensores no circulaban ascensores, sino granadas. El 19 de noviembre mora en la Universitaria el lder anarquista Buenaventura Durruti, en unepisodio a da de hoy todava no aclarado. Le dispar por error uno de sus propios hombres? Ledispar un soldado de Franco? Le dispar unagente de los servicios secretos de Stalin, paraquitar rivales al Partido Comunista en el control dela Repblica?. Cualquiera de las tres hiptesispoda ser vlida en un batiburrillo en el que apartede los ejrcitos propiamente dichos combatanmultitud de milicias y de fuerzas irregulares armadas por los distintos partidos y sindicatos de lapoca.

    Todas las destrucciones y sufrimientos de laUniversitaria fueron de escasa utilidad militar tantopara la Repblica como para Franco, y en diciembre de 1936 se haba llegado a una situacin similar a la de algunos frentes de la guerra detrincheras de la Primera Guerra Mundial, en la queera imposible para cualquiera de los contendientes

    Crnica gatuna

    gv 8

  • avanzar ms de algunas decenas de metros. Tantopara unos como para otros, la batalla de la Universitaria fue una victoria puramente propagandstica.Franco poda presumir ante sus aliados internacionales de tener un ejrcito que haba conseguidoconquistar parte de la ciudad de Madrid, y la Repblica poda presumir ante sus aliados internacionales de tener un ejrcito que haba conseguidoconservar el grueso de la ciudad de Madrid. Sinembargo, la densidad de municin que se lleg adisparar fue tal que hasta hace muy pocos aos,cuando el Consorcio Urbanstico de la Ciudad Universitaria haca obras para cavar un stano o adecentar una zona de arbolado, a menudo tena quellamar a los artificieros del Ejrcito o de la Policapara notificar el hallazgo de un proyectil o bombasin explotar.

    A principios de 1937 la estrategia de los franquistas pas por trasladar la guerra desde el cascourbano a los municipios de la periferia. De la guerra de trincheras y de edificios se pas a la guerrade carreteras y de vas frreas. Ya que no se habapodido tomar la ciudad de manera directa, se tratara de provocar su rendicin cortando los suministros que le llegaban desde otros puntos de laEspaa republicana. La opcin de cortar a Madridel suministro de agua era imposible, pues la Repblica se haba encargado de fortificar muchos recovecos del Valle del Lozoya para proteger losembalses y canales que bajaban desde ellos a Madrid. Las opciones que se aprobaron consistieronen tomar puntos de las carreteras de Madrid a Valencia y de Madrid a Zaragoza para romper la continuidad de dichas vas de comunicacin en manosde los rojos, como se llamaba genricamente atodos los componentes del bando con capital enValencia.

    La guerra iba a ser larga, muy larga. Mientrastanto, la Repblica persista en uno de los erroresms graves que le fueron restando credibilidad,cual fue el de presentar su lucha como una continuacin de la guerra espaola contra Napolen Ientre 1808 y 1814, cuando los valores europestasde los profesores de la Institucin Libre de Enseanza en los que se haban forjado gran partede los lderes que haban trado la Repblica de1931 estaban ms prximos a los de la efmeramonarqua afrancesada de Jos I que a la de Carlos IV o Fernando VII.

    Guerra incivil entre republicanos

    La etapa final de la Guerra Civil Espaola estuvomarcada por importantes desavenencias dentro delos partidos y organizaciones que participaron en elgobierno de la Repblica. En Madrid, estasdisputas acabaron derivando directamente a unenfrentamiento armado puro y duro, que puso aFranco en bandeja de plata su victoria final.

    La guerra era, como habamos comentado, ungran laboratorio para los grandes totalitarismoseuropeos. La URSS, por entonces, estaba atravesando un periodo de conflicto interno, pues LevTrotski, uno de los pioneros de la revolucin de1917, se haba enfrentado con Stalin, el todopoderoso zar rojo, al que con ms razn que un santo acusaba de haber traicionado los ideales deaquella revolucin para convertir al estado sovitico en un imperialismo ms. Trotski acab exiliadoen Mxico (lo que no le salv de acabar asesinadopor un sicario de Stalin) y otros crticos con Stalinni siquiera tuvieron la posibilidad de escapar deRusia, pues fueron sometidos a juiciosfarsa y ejecutados por traidores.

    Con estas purgas, Stalin quedaba como amoabsoluto de la Unin Sovitica, y para completar latarea de acabar con los disidentes, extendi laspersecuciones a los dems pases a travs del servicio secreto NKVD (precursor del KGB). En Espaa, las persecuciones comunistas se dirigieroncontra un partido llamado POUM (Partido Obrerode Unificacin Marxista) al que acusaban de simpatizar con Trotski, y contra el que lanzaron unaenorme campaa meditica de desprestigio (lesllamaban nada menos que colaboracionistas deFranco). El lder del POUM, Andreu Nin, fue secuestrado, torturado en Alcal de Henares y asesinado el 23 de junio de 1937 en algn lugar a lasafueras de esa ciudad. El paradero exacto de susrestos sigue siendo un misterio.

    El bulo de que Nin haba salido de Espaa gracias a la ayuda de agentes nazis solo se lo creyeron los comunistas ms recalcitrantes, y el crimenabri una brecha, ya imposible de cerrar, entre elPCE y el resto de las organizaciones implicadas enla guerra. El enfrentamiento final se produjo casidos aos ms tarde, en marzo de 1939, cuando laguerra estaba ya acabada y la Repblica solamente controlaba las provincias de Cuenca, Albacete,

    Crnica gatuna

    gv 9

  • Murcia, Almera, Alicante, Ciudad Real y algunasporciones de las de Madrid, Badajoz, Crdoba,Granada y Valencia. Parte de los lderes republicanos eran partidarios de parar la guerra para evitarms sufrimientos al pas (caso de Azaa). Otroseran partidarios de continuar una resistencia numantina en las provincias del sureste, para empalmar con una Segunda Guerra Mundial que todossaban inminente, lo que hara intervenir contraFranco a ms pases que la URSS. Este dilema sesolap con la divisin entre comunistas y nocomunistas, dando lugar a un golpe de estado el 5 demarzo.

    El jefe de estos golpistas era el coronel Segismundo Casado, partidario de acabar con las injerencias soviticas en la poltica espaola,personalizadas en Juan Negrn, ltimo presidentede gobierno de la Repblica. Negrn era un eminente mdico, maestro de Severo Ochoa, y tericamente perteneca al PSOE, aunque en la prcticase le consideraba teledirigido por el PCE y el PCUS.

    El plan de Casado quera evitar como fuera la prolongacin de la guerra, aunque ello tuviera queimplicar una negociacin con Franco.

    Entre el 5 y el 13 de marzo de 1939 Madrid vivi, por tanto, una guerra con tres bandos: Losprocomunistas de Negrn, los anticomunistas delConsejo Nacional de Defensa del coronel Casado ylos franquistas que estaban esperando el desenlace de estos sucesos para ocupar de una vez la ciudad. Hubo combates en el paseo de Recoletos y enel de la Castellana, en la carretera de Aragn y enlos bulevares. El CND pudo crear un bastin en elcentro de Madrid y fue apoyado por la Fuerza Area y los anarquistas (deseosos de vengar las persecuciones a las que les haba sometido el PCE enBarcelona). Se acabaron imponiendo los partidarios de Casado y los comunistas se rindieron. El 18de marzo de 1939, lo que quedaba de la SegundaRepblica espaola orden la supresin de las estrellas rojas de los uniformes de sus ejrcitos.

    Esta guerra madrilea fue muy corta, pero trajounos 2000 muertos ms que sumar a los del totalde la guerra civil, y trajo rencores y divisiones a lasizquierdas espaolas, que no se terminaron de finiquitar hasta la poca de la Transicin democrtica. Negrn fue expulsado del PSOE en 1946 por suactitud servil a la URSS, y no fue rehabilitado pstumamente nada menos que hasta 2008. TantoCasado como Negrn creyeron que hacan lo mejorpara Espaa, y a ninguno de ellos corresponde laverdad absoluta ni la razn absoluta. Si se hubieran impuesto las tesis de Negrn, Espaa habratenido que sufrir otros seis aos de guerra ms,aunque el beneficio habra venido a largo plazo,pues el franquismo habra sido derrocado en 1945(como sus protectores italianos y alemanes) y nohabra perdurado hasta 1975. Casado tambin fueconsiderado por muchos como un traidor, perohaba muchos que estaban con l y que preferanentregar Espaa a otro ejrcito espaol (aunquefuera de derechas) que a un ejrcito extranjero.

    Ya hemos pasao

    En los ltimos das de marzo de 1939 las tropasde Franco entraron en Madrid. Casi antes que lossoldados, lleg el corresponsal de guerra BobbyDeglan, que por entonces era fotgrafo y autorde artculos, pero que estaba destinado a ser uno

    Josif Stalin. La presencia sovitica en la EspaaRepublicana haba permitido la llegada de numeroso

    material blico, pero tambin haba generado enormestensiones entre los distintos partidos y organizaciones. Las

    injerencias de Stalin para pasar por las armas a losrepublicanos que no le rean las gracias (como Nin)

    acabaron llevando a la ruptura y al estallido de una guerradentro de la guerra.

    Crnica gatuna

    gv 10

  • Crnica gatuna

    de los locutores de radio de ms predicamento enla Espaa franquista.

    La guerra haba terminado sobre el papel, por lomenos en las ciudades y en los valles. En las montaas, las guerrillas o maquis del PCE y de losanarquistas continuaron la lucha durante diez aosms. Los montes que separan vila de Toledo, ylas zonas prximas de la provincia de Madrid comoSan Martn de Valdeiglesias, fueron escenario deesta guerra de guerrillas, en la que se curtieronpersonajes de lo ms variopinto, desde militantespolticos ultradisciplinados y ultraorganizados, aquijotes que hacan la guerra por su cuenta, comoAdolfo Lucas Reguiln Garca, alias Severo Eubelde la Paz, que lleg a hacer incursiones por lasierra de Guadarrama. En tiempos recientes, el investigador britnico David Baird ha sacado a la luzlas conexiones de algunos maquis con la Oficinade Servicios Estratgicos (OSS) de los Estados Unidos, precursora de la CIA. Esto parece absurdovisto con los ojos de hoy, pero no lo es tanto en lamedida de que durante la presidencia de Roosevelt, el gobierno norteamericano no vea con muybuenos ojos a Franco. Luego ya fue cuando Amrica se volvi a derechizar, y no solo apoy a Franco, sino que la CIA opt directamente porcolaborar con exnazis y personajes similares.

    Mientras tanto, llegaban las primeras revanchas.La cantante y actriz Celia Gmez copaba las emisoras de radio de 1939 con esta cancin, rplica alNo Pasarn de la Pasionaria.

    Ya hemos "pasao"

    IEra en aquel Madrid de hace dos aos,donde mandaban Prieto y don Lennera en aquel Madrid de la cochambre,de Largo Caballero y don Negrn.Era en aquel Madrid de milicianos,de hoces y martillos y soviet,era en aquel Madrid de puo en alto,donde gritaban todos a la vez:

    No pasarn,decan los marxistas.No pasarn,gritaban por las calles.No pasarn,se oa a todas horas,

    por plazas y plazuelas,con voces miserables.No pasarn,la burla fue, y el reto,No pasarn,pasqun de las paredes,No pasarn,gritaban por el micro,chillaban en la Prensa,y en todos los papeles.No pasarn.

    IIEste Madrid es hoy de yugo y flechas,es sonriente, alegre y juvenil.Este Madrid es hoy brazos en alto,que signos de la paz llevan cual nuevo abril.Este Madrid es hoy de la Falange,siempre garboso y lleno de su fe.A este Madrid, que cree en la Paloma,hoy que ya es libre, as le cantar:

    Ya hemos pasao,decamos los facciosos.Ya hemos pasao,gritamos los rebeldes,Ya hemos pasao,y estamos en el Prado,mirando frente a frentea la se Cibeles.Ya hemos pasao,y estamos en la Cava,Ya hemos pasao,con alma y corazn,Ya hemos pasao,y estamos esperandopa ver caer la bolade la Gobernacin.

    Como a Bobby Deglan, estas adhesiones inquebrantables le supusieron a doa Celia el asegurarse un destacado papel en el establishmentmeditico de las siguientes dcadas.

    gv 11

  • Entre las antigedades que evidentemente declaran la nobleza y fundacin antiguade este pueblo, ha sido una, que en este mes de junio de 1569 aos, por ensancharla,la puerta cerrada derribaron. Y estaba en lo ms alto de la puerta en el lienzo de lamuralla labrado en piedra berroquea un espantable y fiero Dragn, el cual traanlos Griegos por armas, y las usaban en sus banderas, como aparece en lashistorias, Y siendo yo de pocos aos me acuerdo que el vulgo no entendiendo estaantigedad, llamaban a esta puerta la puerta de la culebra, por tener este Dragnlabrado bien hondo, y con unas imgenes que en yeso sobre esta culebra se pusieronse tap, de manera que no poda ser visto.[1]

    [1] Carta al Ayuntamiento de esta Villa de Madrid, de la Historia y relacin verdadera de la enfermedad, felicsimo trnsito ysuntuosas exequias de la Serensima Reina de Espaa Doa Isabel de Valois. Por el Maestro Juan Lpez de Hoyos. Ao de1569

    [2] A la muy antigua, noble y coronada Villa de Madrid. Historia de su antigedad, nobleza y grandeza. Por el LicenciadoGernimo de Quintana. Madrid, ao 1629.

    Texto: Julio RealFotografas: Mario Snchez Cachero, salvo indicacin de otra fuente

    El torren de Puerta Cerrada

    El prrafo precedente, cuya ortografa hasido actualizada, es la primera referenciadocumental escrita que describe, muysucintamente eso s, la desaparecidaPuerta Cerrada, cuyo topnimo subsiste an hoyen da en su plaza homnima. Su autor, el maestroD. Juan Lpez de Hoyos (15111583), prroco dela iglesia de San Andrs Apstol, habla comotestigo presencial, ya que conoci el monumentoen pie, y cuando la puerta fue demolida en 1569ya contaba el pedagogo con unos respetables 58aos. Por ello el valor de su descripcin, ya quefue el nico de los cronistas matritenses que laconoci en vida los escritores que le sucedierondescribieron la desaparecida puerta basndose enreferencias ajenas.

    No obstante, hubo autores posteriores que, sinconocerla materialmente, hicieron una descripcinms completa, aportando detalles que permitenuna reconstruccin hipottica de su aspectomucho ms pormenorizada. Es el caso dellicenciado Gernimo de Quintana (15761644),que refiere lo siguiente, en ortografa igualmenteactualizada a las actuales reglas:

    La PuertaCerrada tena la misma fortalezaque las dems. El sitio donde estuvo (que fue enuna plazuela que hoy retiene el mismo nombre

    entre la Cava de San Miguel, y la Cava Baja deSan Francisco, mira algo al medioda. Tuvo laentrada angosta, derecha al principio al mediohaca una vuelta a lnea recta, y al cabo haca otrapara entrar al pueblo, de suerte que ni los dedentro podan ver a los de fuera, ni al contrario losde fuera a los de dentro. Llamronla antiguamentela Puerta de la Culebra, como lo dice el MaestroJuan Lpez, por tener encima de ella la piedra enque estaba esculpida aquella Culebra o Dragnque dijimos arriba tena la cual dur hasta el mesde junio de mil y quinientos y sesenta y nueve, quederribaron la puerta para ensanchar el paso. Elllamarse cerrada fue, porque como era tanestrecha, y tena aquellas revueltas, escondanseall de noche gente facinerosa, y robaban ycapeaban a los que entraban y salan por ella,sucediendo muchas desgracias, con ocasin deun peligroso paso que haba a la salida de ella, enuna puentecilla que haba para pasar la Cava, queera muy honda, de suerte que nadie se atreva aentrar ni salir por ella, ni an de da y porremediar tan grande dao, la vinieron a cerrar,estndolo por algn tiempo, hasta que poblndoselo de la otra parte, se torn a abrir por lacomunicacin del Arrabal y de la Villa[2].

    Las puertas medievales de Madrid sucumbieronal devenir de los tiempos. Apenas quedan unos

    gv 12

    El maullido diario

  • restos de cimentacin del torren sur queflanqueaba la emiral Puerta de la Vega, junto alparque del Emir Mohamed I. Posiblemente quedenrestos arqueolgicos de la Puerta de Guadalajarabajo el asfalto de la calle Mayor, prximos a suconfluencia con la Cava de San Miguel y Plaza delComandante Las Morenas. Si la calle Mayor llegaraa ser peatonalizada, sera de gran inters efectuarlas correspondientes catas arqueolgicas que, deser positivas, permitira a los madrileos yforneos llegar a conocer los cimientos de la quefue la puerta ms importante del medievomadrileo.

    Y quedar algo de la Puerta Cerrada, objeto delos comentarios descriptivos de los cronistas delsiglo de oro espaol que acabamos de repasar?

    Puede que s, pero ser difcil saberlo conseguridad mientras la calle de Segovia, en surecorrido entre la Plaza de Puerta Cerrada y suconfluencia con la calle de Beatriz Galindo bajo elviaducto, no llegue a ser peatonalizadasuprimiendo el absolutamente inadecuado trnsitorodado moderno por la misma. Una va quediscurre en pleno corazn del Madrid medieval,que si relativamente ancha y recta en su partefinal, gracias al decreto de Felipe II en el terciofinal del siglo XVI, segn se va introduciendo en laVilla, se estrecha, serpenteando penosamenteentre mansiones solariegas, algunas de origenmedieval, hasta alcanzar el punto culminante de laplaza de Puerta Cerrada.

    Mientras se produce o no la cata arqueolgicaque determine la subsistencia actual de restosarqueolgicos de la Puerta Cerrada, felizmentetenemos la constancia de la existencia de restosdel recinto fortificado del que formaba parte, ensus mismos aledaos.

    En el ao 2011 se produjo la demolicin de unantiguo inmueble, exactamente el correspondienteal n 4 de la Plaza de Puerta Cerrada. De estrechafachada, cada planta dispona de dos balconesvoladizos de forja. Por su configuracin, podradatar de finales del siglo XVIII, segn informacinrecopilada por el desaparecido profesor MonteroVallejo[3]. El solar resultante, aunque estrecho,

    tiene considerable profundidad, y ha dejado aldescubierto los muros medianeros de las fincas n5 (reedificada en los comienzos de los 90 del sigloXX), y n 3 este ltimo, edificio de viviendasconstruido en 1885 y actualmente enrehabilitacin.

    Este conjunto de edificios forma parteintegrante de la antigua Manzana n 150, segn laPlanimetra General de Madrid publicada en 1757,que fue dividida en dos en 1867 al prolongarse lacalle del Almendro hasta la Cava Baja. Desde esemomento estas viviendas pasaron a referenciarsecomo pertenecientes a la manzana n 150 bis.Esta largusima manzana, que se prolongabadesde la Puerta de Moros hasta el puntotopogrfico que estamos historiando, tena comoespinazo un largo tramo de muralla medieval

    Foto 1.Plano de situacin de los restos de muralla aparecidosen la antigua manzana n 150 bis, con la situacin de la fincan 4 de la Plaza de Puerta Cerrada (Fuente: Madridmusulmn, judo y cristiano. Las murallas medievales deMadrid. Gea Ortiga, Isabel Castellanos Oate, JosManuel).

    [3] Montero Vallejo, Manuel: Madrid Musulmn, Cristiano y Bajo Medieval (1990), en la pgina 75.

    gv 13

    El maullido diario

  • edificado en el siglo XII, reforzado por una seriede cubos o torreones, de forma semicircular,algunos de cuyos restos han sido rehabilitados ymusealizados en los patios o dependenciasinteriores de las fincas en que se conservan. Porsupuesto, en el tramo de la manzana en que sehalla el solar objeto de nuestro estudio, tambinse ha constatado la subsistencia de varios tramosde la fortificacin medieval (foto 1)

    De esta manera, al producirse la demolicin dela referida finca n 4, no ha supuesto una gransorpresa la aparicin de restos del recintoamurallado, los cuales se presuponan debido aprevios sondeos e investigaciones efectuadas conanterioridad en fincas aledaas.

    En concreto, a lo largo delao 1993 y con motivo de lasobras de rehabilitacin queefectuaba la Empresa Municipalde la Vivienda en otro antaninmueble de viviendas, tambindatado en el siglo XVIII, y en elnmero 6 de la Plaza de PuertaCerrada, se pudo constatar lapresencia de muralla cristianadel siglo XII en las plantas 1,2 y 3 (foto 2).

    Supuso una sorpresa elencontrar un tramo de murallaconservado en su altura deorigen, aproximadamente unos13 metros, incluyendo lacimentacin, de los cuales dosmetros se encuentran pordebajo de la actual rasante de lacalle. Ya se conoca, conanterioridad a estos trabajos, laexistencia en el stano de unmesn llamado La Esconda deun lienzo de esta muralla de2,30 m. de altura por 2,25 deancho sin embargo losespecialistas no esperabandescubrir que se hubieraconservado su altura en sutotalidad, llegando a constatar laexistencia del adarve, del pretile, incluso de un merln ansubsistente. Tan completa se

    conserva la estructura defensiva en este tramoque se lleg a constatar la existencia de un pasillo,recubierto de ladrillo (foto 3), que permita elacceso hacia la terraza defensiva del torren desdeel adarve de la muralla.

    La demolicin del inmueble del n 4 de la Plazade Puerta Cerrada ha permitido certificar lasubsistencia, asimismo, de este cubo o torren,aparentemente de forma semicilndrica,notablemente intacto en su parte inferior, que secorrespondera con las plantas stano, baja yprimera de dicho inmueble (foto 4) y el del n 6de la misma plaza.

    Por lo que se observa a la vista, tanto deltorren como del fragmento de muralla, se

    Foto 3. Muralla cristiana localizada como muro medianero entre las fincas de laPlaza de Puerta Cerrada, n1 6, de la Cava Baja, n 4, y conservada en toda su altura,desde el stano hasta la planta 3 (Fuente: Conservar y Restaurar. Cuatro aos de actuaciones. Comunidad de Madrid, 2003).

    gv 14

    El maullido diario

  • Foto 3. Pasadizo de ladrillo que comunica el adarve de la muralla con un cubo o torren. (Fuente: Madrid. Gnesis yevolucin de la muralla del siglo XII. Malalana Urea, Antonio. Madrid, 2011)

    Foto 4. Cara noroccidental del cubo o torrende muralla, y parte del lienzo de la misma, aldescubierto tras la demolicin de la finca de laPlaza de Puerta Cerrada, n 4

    gv 15

    El maullido diario

  • encuentran formados por grandes mampuestos de slex gris, y algunos negros intercalados, llagueadosde abundante argamasa.

    La escalera que asciende en su parte media (foto 5), con escalones perfilados en poca coetnea a laconstruccin de los inmuebles que engulleron el torren, evidentemente permiti la comunicacin entrelas dos fincas urbanas ya comentadas. Pero pudo existir como elemento original al ser edificado estetramo de la muralla? Quiz para comunicar el cubo o torren con su terraza defensiva, o con el adarvede la muralla? Mientras no se publique la memoria de la cata arqueolgica no tendremos certeza en estesentido.

    Y mientras siguen las labores de investigacin arqueolgica, nos preguntamos el destino de este solaren el que han aparecido restos de tanto inters histrico para Madrid. Ser nuevamente reedificado conun pequeo edificio de apartamentos, y torren y lienzo de muralla nuevamente ocultados a la vista? Sehabilitar el solar como espacio pblico y se mostrarn estos restos, debidamente restaurados yexplicados para conocimiento y disfrute de los ciudadanos? An no lo sabemos.

    Y, ya para finalizar, nos preguntamos si no sera posible excavar el resto del solar, en cuyo subsueloquiz an permanezcan enterrados los cimientos de la torre sur de la mtica Puerta Cerrada. Unasugerencia, nada ms

    Vista de la escalera que asciende por el sector medio del torren, en direccin al adarve de la muralla?

    gv 16

    El maullido diario

    http://www.bubok.es/libros/224776/El-levantamiento-del-2-de-mayo-de-1808
  • EEll lleevvaannttaammiieennttoo ddeell22 ddee MMaayyoo ddee 11880088El primer libro editado por La Gatera de la Villa.

    La amenidad no est reida con el relato histrico generalmente se atribuye esacaracterstica a todo relato novelado. No obstante, estamos ante un ensayo histricoresultado de la rigurosa y exhaustiva labor recopilatoria y de investigacin histricarealizada por su autor. Y la calidad literaria le respalda. El autor nos introducemagistralmente en la epopeya pica y dramtica del alzamiento de los madrileoscontra el ejrcito ocupante francs, narrando pormenorizadamente los antecedentes.

    El libro se puede adquirir tanto en acabado en rstica como en formato electrnicoMs informacin en:http://www.bubok.es/libros/224776/Ellevantamientodel2demayode1808

    http://www.bubok.es/libros/224776/El-levantamiento-del-2-de-mayo-de-1808
  • Museo CerralboEn la calle Ventura Rodrguez, entre las calles de Ferraz y de Mendizbal est elpalacio que mand construir el decimosptimo marqus de Cerralbo, D. Enrique deAguilera y Gamboa. All se celebraron fiestas suntuosas, y en l residi hasta sumuerte aquel prcer que, habiendo reunido en esa su residencia un enorme tesoroartstico, lo ha legado a la nacin como museo1.

    Fotografas y texto: ngel Rolln

    El marqus de Cerralbo

    D. Enrique de Aguilera y Gamboa, Contreras,Pacheco, Montezuma, Guzmn, Meneses, Escny Melo de Portugal, decimosptimo y ltimo mrqus de Cerralbo, de Almarza y CampoFuertedcimo conde de Alcudia, de Villalobos y Foncalada dos veces grande de Espaa, y marqus delSacro Romano Imperio de Austria, naci en Madrid el 8 de Julio de 18452. Estaba emparentadocon la Casa de Alba, la Casa de Osuna y la de Medinaceli.

    Durante su infancia estudia en las Escuelas Pasde San Fernando, donde recibira una educacinbasada en la fe y la tradicin, algo que le marcaraa lo largo de toda su vida. Curs estudios de Filosofa y Letras y Derecho en la Universidad Centralde Madrid. Mostrando desde la adolescencia unagran sensibilidad hacia las Bellas Artes, y unas dotes naturales para el dibujo, la poesa y la pintura,ser en su etapa universitaria donde manifestarsu inters por la literatura y por el coleccionismo.

    Como hemos podido comprobar, el marqus,aunaba en su persona numerosos ttulos (algo habitual en la vieja nobleza de sangre) a la par queuna gran fortuna que se vio incrementada tras suboda con Mara Manuela Inocencia Serrano y Cerver, viuda, que tambin aportara a la familia doshijos habidos de su anterior enlace.

    A raz de su matrimonio, y acompaado de sufamilia, recorrer gran parte de Espaa y Europadonde comenzar a adquirir objetos artsticos parasu coleccin, una aficin alentada por su mujer ala que una el afn altruista de construir un futuromuseo, al estilo de las galeras italianas.

    El marqus es un personaje con grandes y variadas inquietudes. En el apartado poltico hay quesealar que ingres, con 24 aos, en el partidocarlista y fue un tenaz defensor de los ideales mstradicionalistas. Tres aos ms tarde sera elegidodiputado a Cortes por Ledesma (Salamanca) yacabara siendo senador, en la Cmara Alta, porderecho propio. En 1899, decepcionado por la situacin de su partido y por la prdida de las colonias espaolas, abandona la poltica, aunque nopara siempre pues, de 1913 a 1919, asumira nuevamente la jefatura del partido tradicionalista.

    Con el inicio del nuevo siglo, y tras su abandonode la poltica, el marqus vuelca todos sus esfuerzos en la investigacin arqueolgica. Realiz des

    El Marqus de Cerralbo (Fuente:http://www.madridvillaycorte.es/marquesdecerralbo.php)

    1 Las calles de Madrid de Pedro de Rpide2 ABC del 29 de Agosto de 1922

    gv 18

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • cubrimientos arqueolgicos que le proporcionarongran prestigio y reconocimiento cientfico nacionale internacional. Coste y dirigi ms de un centenar de excavaciones en el alto Jaln, siendo la deTorralba del Moral la ms importante al ser una delas primeras estaciones prehistricas existentes enel mundo. A su vez potenci mtodos modernosde prospeccin y de documentacin, como la fotografa de campo, y colabor activamente en la redaccin de la ley de excavaciones de 1911, cuyapromulgacin limit la salida del pas de obras dearte y restos arqueolgicos.

    Todos estos esfuerzos y dedicacin tuvieron surecompensa al concederle, en 1911, el PremioInternacional Martorell por su obra Pginas dela Historia Patria por mis excavaciones arqueolgicas as como diferentes nombramientos tanto anivel nacional: miembro de la Real Academia Espaola, de la Historia y de las Bellas Artes de SanFernando como internacional: correspondiente delInstituto Imperial de Berln, de la Pontificia de Roma, miembro honorario de la Sociedad Arqueolgica de Burdeos

    Fiesta en el Saln de Baile del palacio del Marqus de Cerralbo (Fuente: www.madridvillaycorte.es/marquesdecerralbo.php)

    Reportaje fotogrfico

    Para realizar el reportaje fotogrfico queacompaa al artculo visit el Museo en dosocasiones con dos equipos diferentes. Porun lado utilic la cmara Canon 5D Mark IIcon el objetivo Canon 24105mm f/4 y en lasegunda ocasin utilic la Olympus EM5OMD con un objetivo fijo Panasonic 14mmf/2.5.

    El mayor problema para hacer las fotoslo presenta la escasez de luz, principalmente, por lo que hay que subir mucho el ISO(en algunos casos hasta 3200), usar diafragmas muy abiertos y velocidades muybajas (hasta 1/15) por lo que os recomiendo usar objetivos muy luminosos y, si tenisoportunidad, algn tipo de estabilizacin,bien en la cmara o bien en el objetivo.

    gv 19

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • Escalera de Honor

    gv 20

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • El 27 de agosto de 1922, y tras padecer unagrave afeccin cardiaca, falleca en su palacio de lacalle Ventura Rodrguez. El marqus de Cerralbocedi al estado para gozo y deleite de los espaoles este palacio con todas sus obras de arte3. El Estado acept el legado testamentario porReales rdenes de 10 de abril y 24 de septiembrede 1924.

    El Palacio

    Es preciso haberlo visto en una de esas grandesfiestas con que obsequian a la sociedad aristocrtica, iluminadas esplndidamente todas las estancias, perfumado el ambiente con profusin deflores y lleno el espacio de deliciosas armonas quedesde la elevada tribuna deja escuchar la orquestapara comprender lo que es aquella residencia deprncipes4.

    Al inicio de su matrimonio, el marqus de Cerralbo y su esposa, viven en el 19 de la calle Pizarro de Madrid, esquina a la calle del Pez, peropronto se evidenciar la falta de espacio para al

    3 El Baluarte Ao IV n 471 8 de enero de 18964 Ilustracin Artstica. Tomo XVII Ao XVII n 860 20 de junio de 1898

    Escalera de Honor

    Detalles de la escalera de Honor

    gv 21

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • Saln amarillo

    Detalle del Saln Vestuariogv 22

  • bergar su creciente coleccin de pintura, escultura,arqueologa, muebles, armaduras lo que les impulsar a construir una nueva residencia dondepoder vivir y alojar su coleccin.

    Con tal fin se inici la construccin de la nuevaresidencia en un solar de 1709 m2 del modernobarrio de Argelles, fruto del anteproyecto de ensanche de Madrid que el ayuntamiento haba aprobado en 1860 para ayudar al crecimientodemogrfico de la ciudad y paliar el encarecimiento del precio del suelo.

    Este nuevo barrio se ver beneficiado con la introduccin en sus calles de las innovaciones delmomento, tales como el alumbrado publico, alcantarillado y agua corriente, tendido elctrico, telfono, transporte pblico y pavimentacin. Esto harque no sean pocos los miembros de las clases altas que decidan trasladarse del ncleo cerrado yhacinado del centro de la ciudad a este nuevo paraso de la modernidad y de espacios abiertos.

    Las obras para la construccin del palacio seiniciaron en el ao 1883 y se terminaron, 10 aosdespus, en 1893. Los arquitectos que trabajaronsucesivamente durante este tiempo, siempre siguiendo las directrices del marqus, fueron: Alejandro Sureda, Luis Cabello y As y Luis CabelloLapiedra.

    La arquitectura de la fachada del palacio responde a la corriente del historicismo eclecticistajunto a movimientos neo de la poca, combinandoladrillo y piedra.

    Siguiendo el criterio imperante en el siglo XIX ladistribucin interior se desarrolla en torno a un patio central y las estancias se distribuan en cuatroplantas. El semistano y las buhardillas se dedicaban a los servicios del palacio: cocinas, despensas,cocheras, cuadras, calderas y cuartos de criados.En el primero, o entresuelo, estaba destinado a lavida cotidiana de los marqueses, y el segundo, oprincipal, a la vida social y recepciones.

    Saln de Baile

    gv 23

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • Las distintas colecciones de los marqueses sedistribuan por el vestbulo, escalera de honor yplanta principal.

    El museo

    Que perduren siempre reunidas y sirvan para elestudio de los aficionados a la ciencia y el arte,() tal y como se hallan establecidas y colocadaspor m, sin que jams se trastoquen ni por ningnconcepto, autoridad o ley se trasladen de lugar, secambien objetos ni se vendan5.

    Con el fin de ser lo ms fieles posible a la voluntad del marqus, expresada en su testamento,la direccin del museo, tras seis aos de obras,han conseguido volver al diseo original, recreando el palacio, de forma ms que notable, tal y como se encontraba a la muerte del marqus. Dichotrabajo mereci el galardn Premio EuropaNostra (2008), con una Medalla en la categora deConservacin del Patrimonio.5 Testamento abierto otorgado por el Excmo. Sr. Don Enrique De Aguilera y Gamboa, Marqus de Cerralbo y otros ttulos.

    Jardn

    Detalle del Jardn

    gv 24

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • Armera

    gv 25

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • La coleccin

    En vida del marqus, el conjunto fue considerado como una de las ms importantes coleccionesprivadas del pas, as como una de las ms completas de su tiempo. Distribuidos por todo el museo se pueden contemplar diversidad de objetos:esculturas, dibujos, monedas, medallas, piezas arqueolgicas, armas, armaduras, pintura europeade los siglos XVI al XIX, as como relojes (setentavaliosos ejemplares, en perfecto funcionamiento),lmparas, joyas, cermicas, muebles. As hasta untotal de cincuenta mil objetos. Entre los cuadrosde la coleccin destacan algunos de artistas tandestacados como El Greco, Zurbarn, Alonso Canoy Goya.

    Visita del Palacio

    Cuando uno accede al hall de entrada, tan austero en sus formas y decoracin, no sospecha loque se va a encontrar en el interior del museo, pero todo cambia radicalmente en cuanto traspasamos las puertas de entrada y nos encontramos con

    Comedor de Gala

    Galera Primera

    gv 26

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • el Gran Portal y la Escalera de Honor, una delas piezas ms espectaculares del palacio, a la quevolveremos ms tarde.

    La visita al Museo comienza en el entresuelo, enel Recibimiento del ala de verano y una galera, en la que se exhibe pintura de temtica religiosa, que nos conduce directamente al jardn.Desgraciadamente no se conserva documentacinsobre el proyecto del mismo, salvo un apunte delpropio marqus, por lo que el que podemos contemplar, de corte clsicoromntico, es una recreacin de 1995.

    Volvemos sobre nuestros pasos, entrando denuevo al edificio, para recorrer una sucesin deestancias, comunicadas entre s, que deben sunombre, siguiendo la costumbre de la poca, altono de sus tapiceras. En primer lugar nos encontramos con el Saln Rojo, despacho donde elMarqus atenda a administradores y proveedores.Destaca en esta estancia el retrato de Fernando deAguilera y Contreras, XV marqus de Cerralbo. Lasiguiente estancia es el Saln Amarillo que era

    Detalle del Comedor de Gala

    Galera Segunda

    gv 27

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • Detalle del techo del Saln Chafln

    gv 28

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • utilizado como comedor en la poca estival. A destacar en este saln el papel pintado de las paredesque es el nico original que se conserva en el palacio. De aqu pasamos a la Salita Rosa en la quese ha recreado el gabinete de la marquesa de VillaHuerta. En clara contraposicin con estas salas,opulentas y vistosas en su decoracin, la siguienteestancia es el dormitorio del marqus de Cerralbo en su viudedad, sobrio y austero, quecuenta con parte del mobiliario original. Y por ltimo, en esta planta, pasamos por un pasillo queera utilizado por los criados y que actualmenteest decorado con algunos recuerdos carlistas.

    Para continuar con la visita subimos por la Escalera de Honor, una de las piezas fundamentales del palacio y reflejo del prestigio social de lospropietarios de la casa, que arranca con una balaustrada y peldaos de mrmol y siguiendo conuna barandilla de hierro forjado que perteneci alantiguo monasterio de las Salesas Reales6. En lasparedes del Gran Portal podemos contemplarmltiples elementos alusivos al origen aristocrticodel propietario: el escudo de armas del matrimonioCerralbo flanqueado por dos tapices del siglo XVII.A destacar tambin el cuadro de Santo Domingoen Soriano obra de Antonio de Pereda. En el pri

    Detalle del Saln Chafln

    Saln Chafln

    6 En la actualidad es el Palacio de Justicia de Madrid.

    gv 29

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • Biblioteca

    gv 30

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • 7 A fecha 1 de junio de 2013 el ala de invierno estaba cerrada al pblico.

    mer descansillo de las escaleras nos encontramoscon el acceso al ala de invierno7 en el que se encuentran el Recibimiento de invierno en el que,aparte de otro mobiliario, hay un gran espejo decuerpo entero para que las visitas se retocasenantes de ser recibidas la Capilla y el Saln deConfianza estancia en la que los marqueses reciban a sus visitas de diario. A destacar en estasala una gran lmpara de cristal de Murano. Elsaln est comunicado con el Saln Comedorque tambin haca las funciones de sala de estar alser una de las zonas ms caldeadas del palacio. Acontinuacin estaba el Saln de Msica donde lamarquesa de VillaHuerta realizaba sus prcticasde piano.

    Abandonamos el ala de invierno y seguimos ascendiendo por los peldaos de la escalera de Honor hasta llegar al piso principal, destinado alprotocolo y que se habra, nicamente, para recepciones, fiestas y bailes, por lo que su decoracin es mucho ms suntuosa y artstica.

    Comienza la visita, a esta planta, por la Armera, en la que se exponen ms de 400 piezas,

    Detalle del Saln Estufa

    Dormitorio del Marqus

    gv 31

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • Saln de Billar

    Detalle del Saln de Billar

    gv 32

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • FUENTES CONSULTADAS

    Las fuentes han sido pocas, principalmente losdocumentos que tienen colgados en la web delMuseo:

    El cuaderno de Salas:http://museocerralbo.mcu.es/web/docs/casamuseo/cuaderno_de_salas_2011.pdf

    Historia del Museo :http://museocerralbo.mcu.es/laCasaMuseo/historiaDelMuseo.html

    Historia del Edificio:http://museocerralbo.mcu.es/laCasaMuseo/historiaDelEdificio.html

    Dossier de Prensa:http://museocerralbo.mcu.es/web/docs/prensa/dossierreapertura.pdf

    adems de:

    Las calles de Madrid de Pedro de Rpide

    ABC del 29 de Agosto de 1922

    El Baluarte Ao IV n 471 8 de enero de 1896

    La Ilustracin Artstica. Tomo XVII Ao XVII n 860 20de junio de 1898

    Blanco y negro (Madrid) 15 de abril de 1934, pgina154

    donde destacan las armas y armaduras, expuestasal modo de las salas de armas medievales. En medio del pasillo, que conforma la Armera, encontramos una pieza poco habitual en una casa definales del siglo XIX: una Sala de Bao con unabaera de mrmol y grifera de agua caliente yfra. A continuacin se halla la Sala rabe, estancia esencialmente de uso masculino pues estabaasociada al consumo de tabaco. Su decoracinpretenda imitar el interior de una jaima y estuvomuy de moda desde el siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX. Al final del pasillo llegamos al SalnEstufa concebido, inicialmente, como invernaderopero que qued convertido en un gabinete dondemostrar las piezas de arqueologa.Para continuarcon la visita tendremos que volver sobre nuestrospasos para encontrarnos con la Sala de las Columnitas, a la que da nombre el conjunto dispuesto sobre la mesa central, y el SalnVestuario dos piezas del palacio donde acostumbraban a reunirse los caballeros. Las damas lohacan en la Salita Imperio que estaba a continuacin de los anteriormente citados. Siguiendonuestro trayecto tenemos dos estancias que sobresalen por encima de otras: el Comedor de Gala,donde tuvieron lugar las cenas de etiqueta en sugran mesa de caoba y nogal para veinticuatro comensales, y el Saln de Billar con su espectacular mesa de carambolas y la lmparahorizontal que ilumina toda la mesa por igual. Justo antes de salir a las Galeras, donde podemoscontemplar las obras pictricas ms importantesde la coleccin, se encuentra el Saln Chafln

    concebido para la tertulia y el descanso entre bailey baile. El techo de este saln se halla decoradopor pinturas alusivas a la msica y a la pintura ysus murales representan escenas variadas decarcter popular.

    Casi al final de la visita al palacio podemos contemplar dos de las estancias que ms reflejan ellado cultural del Marqus como hombre de Letrasy de Ciencias: el Despacho, lugar de recepcin deilustres visitas y la Biblioteca donde se albergandiez mil volmenes de diferentes materias (Arqueologa, numismtica, historia, geografa) ascomo una coleccin de sellos y de monedas.

    Para finalizar, otra de las joyas del edificio, elSaln de Baile decorado con gatas, mrmoles ygrandes espejos venecianos y frescos en el techo,representando la historia del baile, que conformanun conjunto difcil de olvidar. Un espacio pensadopara el divertimento de los invitados de los marqueses pero que tambin se us, en diversas ocasiones, para exposiciones de arqueologa ynumismtica as como para veladas literarias.

    Estas son, a grandes rasgos, las bellezas queatesora el Museo Cerralbo, tan poco conocido yque bien debiera ser admirado por todos paraorgullo de cuantos an rinden culto a laespiritualidad que se manifiesta en el Arte y en laHistoria con ms pujanza que en cualesquiera otraexpresin de la vida 8.

    8 Ceballos Blanco y negro (Madrid) 15 de abril de 1934, pgina 154

    gv 33

    Gatpolis, por tejados y jardines

  • El estilo churrigueresco en MadridEl churrigueresco es un estilo arquitectnico netamente espaol que surge en laltima etapa del Barroco y del Plateresco. Sus primeras manifestaciones seprodujeron en el siglo XVII, y su desarrollo alcanza hasta muy entrado el sigloXVIII. Su caracterstica ms notoria era una recargada ornamentacinespecialmente observable en la retablstica la iglesia y el sector de la noblezamenos afn a la dinasta borbnica fueron los grandes valedores de este estilo quehaba nacido del gusto patrio.

    Fotografas y texto: ngela M. Velasco

    Para comprender la aparicin de este estilo, hay que tener en cuenta que el Madriddieciochesco, cada vez que un alto dignatario de otra nacin vena a la corte espaola, era prctica comn la construccin deestructuras que simulaban nobles portones triunfales y majestuosos edificios que no tenan otro objeto que el de dar una imagen de la ciudad queestuviera ms acorde con la que se supona debatener la capital de un estado. De esos efmeros escenarios teatrales, naci el deseo de convertir enrealidad esas arquitecturas soadas, y en esa idease volcaron una serie de arquitectos que vertiendotodo su afn en unas magnficas fachadas en lasque stas eran simples soportes de ornamentos,cuanto ms abundantes y ms complejos mejor, yen los que el desarrollo arquitectnico del interiordel edificio no reciba el mismo trato.

    Sus mximos representantes, y los que otorganel nombre a este estilo, fueron los miembros de lafamilia Churriguera.

    El trmino churrigeresco fue acuado en sentidodespectivo por los neoclasicistas, que no compartan la idea de la profusin ornamental y la extravagancia acadmica de Churriguera, noobstante, el churrigueresco se consolid, y es considerado la tercera gran etapa y culminacin delbarroco espaol.

    La familia Xuriguera, de origen cataln, de Barcelona concretamente, en un principio cambi suapellido, por el de Sorriguera para posteriormentecastellanizarle en Churriguera, eran conocidos como tallistas y ensambladores de retablos a finalesdel siglo XVII.

    El primer Churriguera que se instala en Madridfue Jos Simn, que lleg a esta ciudad antes de1665. En este mismo ao contrajo matrimonio conMara de Ocaa, de esta unin naceran tres hijos:Jos Benito, que marc una pauta importante enel desarrollo de la arquitectura madrilea de la primera mitad del siglo XVIII. Joaqun, arquitecto yescultor y Alberto, que se ocup entre otras mu

    Crnica gatuna

    gv 34

  • chas cosas, de la maravillosa plaza Mayor de Salamanca.

    La labor de Jos Simn (padre) en Madrid, se limit a tareas de tallista y ensamblaje de retablos,y ha sido documentada por Rodrguez de Ceballos. Se hace mencin en ese estudio a los retablos del Cristo de la Fe, contratado en 1670, parala iglesia de San Sebastin, y al retablo de la iglesia del Hospital de Montserrat, realizada en 1674.

    A esta exigua lista de obras, de las que ningunase conserva, hay que aadir otra obra, el retabloque el artista cataln realiz para la capilla delSanto Cristo de Burgos en la iglesia de San Nicols, de Madrid, que, aunque tambin ha desaparecido, viene a enriquecer el conocimiento sobre elartista, ya que adems es el nico que traz y realiz personalmente, sin basarse en dibujos y diseos de otros. Tanto este retablo como elconstruido por uno de sus seguidores, Diego deGuzmn, para la iglesia de San Gins podran haber sido destruidos por la fobia a este estilo que sedesarroll en Madrid a partir de la segunda mitaddel siglo XVIII.

    Un hallazgo en el Archivo Histrico de Protocolos de Madrid permite dar a conocer las caractersticas y las condiciones con que haba de realizarsela obra de la iglesia de San Nicols. La escritura deobligacin se firm el 20 de marzo de 1670 ante elescribano Antonio Gonzlez de Santalla y en ella sedice que: los seores don Juan del Castillo y donJuan de Saguti mayordomos consiliarios de laCongregacin de esclavos de el santsimo xpto.De burgos sita en la Parrochial de san nicolas deesta corte, don francisco gonzalez diputado, Miguel Alonso del Prado tesorero, don BernardinoEnrriquez contador, don francisco Ramirez secretario, don eujenio gallego, don Miguel Enrriquezesclavos de dha. Congregacin tienen ajustado yconzertado con Joseph de Sorriguera maestroemsablador vezino de esta corte que aya de hazerun retablo en conformidad de una planta que tieneecha el suso dho. Para el altar de la Capilla que enla dha. Parrochia estn fabricando para el santoxpto. de burgos (A.H.P. Protocolo 10.009, fols.680683).

    A cambio de este trabajo la Congregacin de losEsclavos del Santo Cristo de Burgos pagara al artista la cantidad de 20.000 reales. El retablo debera ceirse a unas ciertas condiciones.

    Lo que ms sorprende es que no hay referencias de dicho retablo en la literatura artstica espaola por parte de los historiadores de arte de lossiglos XVIII y XIX, ya que ni lvarez Baena, CenBermdez, Ponz y Madoz, citan dicha obra, lo quehace pensar que es posible que no se llegara aconstruir.

    Otro retablo, igualmente desaparecido, es elque el maestro arquitecto Diego de Guzmn, construy para la iglesia de San Gins, de Madrid.

    Crnica gatuna

    FUENTES CONSULTADAS

    CAL MARTNEZ, Rosa. La Gazeta deMadrid y la Guerra de Sucesin.Cuadernos Dieciochistas, N. 3. Edicionesde la Universidad de Salamanca, 2002.Pgs. 3556.

    DOMINGUEZ SALGADO, M. del Pilar.Inquisicin y Guerra de Sucesin.Espacio, Tiempo y Forma, Serie IV,Historia Moderna. Tomo 8. UNED,Facultad de Geografa e Historia, 1995.Pgs. 175189.

    HUARTE, Amalio. Papeles festivos delreinado de Felipe V. Revista deAtrchivos, Bibliotecas y Museos. Tomo LI,enero a marzo de 1931.

    SANZ, Virginia. El reinado delarchiduque Carlos en Espaa: lacontinuidad de un programa dinstico degobierno. Manuscrits, revista dhistoria

    moderna, nm. 18. 2000. Pgs. 4162.

    LEN SANZ, Virginia. La dimensin civilde la Guerra de Sucesin espaola en lahistoriografa actual. Cuadernos deHistoria Moderna, n 10. Edit. UniversidadComplutense. Madrid, 1989. Pgs. 183194.

    SAN FELIPE, Marqus de, Comentarios dela Guerra de Espaa, e Historia de su ReyPhelipe V. el Animoso desde principio desu reynado hasta la Paz General del aode 1725. Tomo I. Imprenta de MatheoGarviza. Gnova, 1725

    Revista de Archivos, Bibliotecas yMuseos, Nm. 22, 30 de noviembre de1872.

    Revista de Archivos, Bibliotecas yMuseos, Nms. 23 y 24, 31 de diciembrede 1872.

    gv 35

  • San Gins es una de las parroquias ms antiguas de Madrid, casi seguro, aunque no hay prueba documental, fue una de las mozrabes delMadrid musulmn, situada fuera del recinto amurallado de la Villa. La iglesia sufri tres incendios(1724, 1756 y 1824), seguidos de otras tantas restauraciones y saqueos despojndola de sus tesorosartsticos. En ella fue bautizado Quevedo y casLope de Vega. Nada queda de su aspecto primitivo.

    Gracias a Virginia Tovar Martn (Arquitectos madrileos de la segunda mitad del siglo XVII), se sabe que fue, precisamente, en 1645 cuando secomenz la reedificacin de la iglesia, situando laterminacin hacia 1678. En ese mismo ao, el cardenal Portocarrero, arzobispo de Toledo, da licencia al Cura y Mayordomo de fbrica de la IglesiaParroquial de sn. Gines de la Villa de Madrid paraque pongan en execucin la obra del retablo de suCapilla maior y para que en razn de ello otorguenlas scripturas necesarias con Diego de Guzman,Maestro de Architectura". La escritura de obligacin se firm el 20 de septiembre de 1678 y enella se estableca que el retablo deba ceirse aunas ciertas condiciones impuestas y el elegido para realizar dicho retablo sera Diego de Guzmn,cobrando por ello al finalizar la obra, cien mil reales de velln.

    El lugar central de este retablo lo pint Francisco Ricci (fue aprendiz de Vicente Carducho), representando El martirio de San Gins, aunque segntestimonio de Antonio Palomino fue retocado porDonoso. Hasta el da de hoy se ha venido atribuyendo el diseo del retablo de San Gins al propioRicci, pero en ciertos documentos el nombre deFrancisco Ricci no aparece por ninguna parte, porlo que se piensa que su intervencin se limit a la

    pintura central. El hecho de que a Diego deGuzmn se le nombre maestro arquitecto abonaesta hiptesis.

    El retablo de Guzmn escandaliz a Ponz, que lodescribe de la manera siguiente: el altar es ungran depsito de pino, siendo de rer que aquellasenormes columnas sienten sobre cuatro ngeles,que ms parecen figuras de pellejos, que otra cosa, Antonio Ponz: Viaje de Espaa, Tomo V. 3edic. Madrid, 1793.

    Muchos de los grandes retablos barrocos del siglo XVII corrieron la misma suerte que la obra deDiego de Guzmn, debido a la furia neoclsicacontra todo lo que no fuera orden y medida. Elcuadro de Ricci fue respetado y colocado en elnuevo retablo, aunque poco dur la obra en su sitio, ya que un violento incendio se declar en laiglesia de San Gins perdindose el gran cuadro deRicci y el retablo nuevo el que hoy existe en laiglesia es neoclsico y fue realizado durante el reinado de de Fernando VII. Diego Guzmn es unperfecto desconocido entre los arquitectos madrileos del siglo XVII.

    Crnica gatuna

    gv 36

  • De cualquier manera, este tipo de retablosconstruidos por imagineros y ensambladores a lolargo del siglo XVII y parte del siglo XVIII no hansido estudiados con toda la minuciosidad que merecan, en parte porque muchos de ellos han desaparecido, y esto es as porque el estilo tuvomuchos detractores que trataron por todos los medios de hacer desaparecer esta obras cuando tuvieron oportunidad.

    Jos Benito de Churriguera y el Marqus deGoyeneche.

    El siguiente en la dinasta y mayor responsablede la nueva esttica, fue su hijo Jos Benito deChurriguera, cuya fama como arquitecto y retablista ha contribuido a eclipsar la figura de su padre,Jos Simn, de una manera casi total.

    Inici su actividad en el taller familiar interviniendo en la construccin de distintos retablos. Enel ao 1689 realiz su primera obra: el catafalcode los funerales de la reina Mara Luisa de Borbn,y fue nombrado Ayudante de Tracista de las obrasreales. En 1692 se traslad a Salamanca para realizar el retablo de la capilla del sagrario en la Catedral. All realiz tambin el proyecto para la Capilladel Colegio de Cuenca y el retablo del convento deSan Esteban. De vuelta en Madrid, realiz el retablo de San Salvador de Legans.

    Su obra ms notoria la realiz entre 17091713cuando entra al servicio de Juan Goyeneche, parael que proyecta y realiza el poblado de Nuevo

    Baztn, y un palacio en la calle Alcal de Madridque actualmente es la Academia de San Fernando.

    El Nuevo Baztan se trata de todo un pueblo encuadrado en lo que se denomin Las FbricasReales, que constituyeron una experiencia singularen el siglo XVIII. En este caso la industria que semont era de vidrio.

    Est dominado por la iglesia y el palacio, y fueron construidos formando un bloque nico alargado y torreado, con dos amplias plazas a este yoeste. Abierta y ajardinada la primera, y cerrada yporticada la segunda.

    El palacio fue el lugar de residencia del fundador Juan de Goyeneche. Posee una planta rectangular elevada en dos plantas. El edificio sedesarrolla en torno a un patio en forma de claustrocon arcos de medio punto en el nivel inferior y rebajados en el superior. El edificio se encuentraadosado a la Iglesia y posee una torre: la Torre dePalacio. La entrada al palacio y las ventanas ostentan el escudo del valle de Baztn que consta deun juego de ajedrez escaquado de blanco y negro,concedido por Sancho VII el Fuerte tras el heroicocomportamiento de los baztaneses en la Batalla delas Navas de Tolosa.

    En cuanto a la estructura urbanstica del pueblo,se centra en un eje viario principal y responde aun trazado ortogonal simple, en el que se integranseis manzanas de casas, la ltima de las cuales, enla calle Nueva, es de construccin reciente. En elrecinto, palacio e iglesia se convirtieron en un signo de poder y de prestigio. El rectngulo de laiglesia se articula con austeridad, a excepcin delRetablo mayor, cuyo medalln de signo clsico seenvuelve en cortinaje de pliegues agitados concierto efecto escenogrfico. La fachada en vertical,en dos planos superpuestos y columnas corintias,tiene cierto recuerdo palladiano, coronada porhornacina y aletones con pinculos.

    Del palacio de Goyeneche en la calle Alcal solose conoce lo que ofrecen los dibujos que Diego deVillanueva realiz para remodelarlo en 1773, cuando ya era la sede de la Academia de San Fernando. En ellos queda de manifiesto que a pesar de laincorporacin de elementos barrocos, Churriguerase mantuvo siempre en el concepto de arquitectura monumental.

    Crnica gatuna

    gv 37

  • Jos de Churriguera falleci en Madrid el 2 demarzo de 1725.

    Este estilo no slo fue practicado por la familiaChurriguera, tambin tuvo sus seguidores. En Madrid tuvo especial relevancia Pedro de Ribera, contra cuya arquitectura tambin se han dirigido lasms agrias crticas.

    Ribera adquiri una esmerada formacin en elcampo de la arquitectura a la sombra de Ardemans arquitecto real con el que colabor en las obrasdel Ayuntamiento de Madrid. Entr en contactocon el Marqus de Vadillo, que en ese momentoera corregidor de la Villa, quien lo tom como brazo ejecutor de sus proyectos, al igual que Goyeneche haba hecho con Churriguera. El primerproyecto que realiz fue el diseo del nuevo puente de Toledo sobre el Manzanares. El proyecto nose pudo llevar a cabo en su totalidad, y la destruccin que sufri la parte realizada, hace que hoy enda sea apenas reconocible.

    A pesar de lo monumental de sus dimensiones,consigui mediante el diseo de los grandes cuer

    pos curvos que se levantan sobre los tajamares, yque se proyectan sobre la calzada en acogedoresespacios, que perdiera la frialdad de una obra deingeniera. El centro del puente quedaba marcadopor los templetes que acogen las estatuas de SanIsidro y Santa Mara de la Cabeza que hara el escultor Juan Ron, y que son de lo poco que han sobrevivido de este estilo.

    La ermita de la Virgen del Puerto fue encargadaa Ribera como capilla sepulcral para el Marqus deVadillo y su familia. El anlisis de esta obra nosmuestra un arquitecto capaz de sutilezas y juegosarquitectnicos, que con un octgono con exedras,dos capillas de planta circular, un camarn en altotras el altar, y una tribuna a los pies, crea un espacio especialmente agradable.

    A pesar de lo reducido de su tamao, el esquema es complejo. La triple fachada de la iglesia dapaso a espacios diferentes. Las laterales a las escaleras de las tribunas, dejando a la central comonica entrada al octgono.

    La misma fachada sorprende por las solucionesque aporta, introduciendo vanos ovalados y un impresionante boceln como moldura para la puerta.

    Pero el delirio ornamental lo alcanz Ribera ensus obras ms importantes y monumentales: elHospicio de Madrid, la fachada del cuartel del Conde Duque y la torre de la Iglesia de Montserrat.

    En todas ellas lo primero que destaca es unafortsima plstica escultrica que produce un notable contraste lumnico. Se prodiga en la utilizacinde estpites, cortinajes, carnosas volutas, durasplacas a bisel, mascarones, florones y guirnaldas.Todos ellos en un abigarrado conjunto de motivosviejos y nuevos, tradicionales espaoles unos, ytomados del arte francs o alemn otros que seconvierten en verdaderas fachadas retablo, de lasque sin duda la ms espectacular es la del hospiciode Madrid.

    Presidida en el cuerpo alto por la imagen de SanFernando, obra de Juan Ron, se rodea de cortinajes que caen pesadamente a ambos lados. Aunqueel esquema es en dos cuerpos, el ritmo no es ascendente, pues en el efecto total impera muchoms el volumen de los relieves, que dan un efectode descenso, generado por su propio peso. La

    Crnica gatuna

    Vista del Palacioiglesia de Nuevo Baztn (17091713)

    gv 38

  • FUENTES CONSULTADAS

    Crnica gatuna

    profusin de estos relieves es tal que llega a asfixiar el propio vano de la puerta haciendo que sepierda el enmarque arquitectnico.

    Esta obra, criticada y exaltada hasta la saciedad, no tiene parangn, ni siquiera con otras obrasrealizadas por este autor.

    La fachada del Cuartel del Conde Duque muestra un estilo infinitamente ms severo, limitndosea introducir someramente los cortinajes, y buscando de sacar todo el partido posible de los motivosde las armas reales que se incorporan como temtica ornamental.

    La estructura arquitectnica del edificio es encambio de una simplicidad extrema. Construido entorno a patios, sigue un esquema de construccintradicional, respetando, ante todo, su funcin utilitaria por encima de posibles gustos personales.

    Planta de la ermita

    BARRIO MOYA Jos Luis. Dosdesaparecidos retablos madrileos delsiglo XVII. Revista de la BibliotecaArchivo y Museo del Ayuntamiento de deMadrid, Nmeros 9 y 10. Ao 1981Madrid

    MENENDEZ PIDAL Ramn. Historia deEspaa. Tomo 29 **

    gv 39

  • La construccin de la L.A.V. MadridFrontera Francesa. Subtramos 0 y I hapermitido plantear el estudio de diferentes yacimientos afectados por la traza. Entretodos ellos destaca, por su importancia, el yacimiento de la II Edad del Hierro delCerro de La Gavia. Las excavaciones con una extensin de 4.000 m2 han permitidodistinguir cuatro fases de ocupacin diferentes: paleoltico, II Edad del Hierro,tardoantigedad y guerra civil espaola. En el ao 2010/11 se realiz una nuevacampaa en la zona del yacimiento en la margen izquierda del Manzanares. La fasede ocupacin ms importante corresponde a un poblado de la II Edad del Hierro contres momentos constructivos diferenciados y una presencia humana en el lugaratestiguada desde el s. IV a.C. hasta el I. d.C. El primer momento apenas conservarestos de sus estructuras. Una segunda fase se levanta sobre las estructuras de laanterior, correspondiendo a un poblado articulado a partir de dos calles. Lasexcavaciones han puesto al descubierto la calle Este, una hilera de casas quecerraba el poblado por su parte oriental, y la manzana central del poblado. Lascasas que dan a la parte septentrional del yacimiento se levantaban sobre unaterraza artificial y sus traseras serviran a modo de muro de fortificacin. Lamanzana central, por su parte, cuenta con dos filas de casas en su parte media quedeban tener acceso por las dos calles que la delimitaban. Provisionalmente esta fasese fecha entre finales del s. III y comienzos del siglo II a.C. En esta poca lapoblacin desborda el ncleo encastrillado originario y se extiende por las lomasprximas y la margen izquierda de la ribera del Manzanares, donde se ubic unazona de vivienda y de procesado de productos agrcolas. Este hbitat se abandonahacia mediados de la segunda centuria. El abandono del poblado no se dilat muchoen el tiempo, ya que la tercera fase se levanta prcticamente sobre la planta de lafase anterior. El poblado estuvo habitado hasta finales del siglo I. d.C., comoatestigua la presencia en el mismo de TSH, TSHB, etc. Con posterioridad en el Cerrode la Gavia se utiliz para un cementerio de poca tardoantigua y luego un hbitatandalus, aprovechando las cuevas de los farallones yesferos.

    Fotografas y textos: Jorge Morn de Pablos, Amalia PrezJuez Gil, ErnestoAgust Garca, Rafael Barroso Cabrera , Marta Escol Martnez, AntonioMalalana Urea y Dionisio Urbina Martnez[1]

    El Cerro de La Gavia. Un poblado de la IIEdad del Hierro en Villa de Vallecas(Madrid capital)

    [1] Departamento de Arqueologa, Paleontologa y Recursos Culturales de AUDEMA

    Calle de Santorcaz, 4 28002 Madrid.

    www.audema.com [email protected]

    gv 40

    Crnica gatuna

  • La intervencin arqueolgica realizada en el yacimiento del Cerro de La Gavia (Villa de Vallecas,Madrid) form parte de los trabajos de proteccin al patrimonio arqueolgico que se estndesarrollando para la Lnea de Alta Velocidad MadridBarcelona Frontera Francesa, tramoMadridZaragoza, subtramos 0 (A.C.S.) y I. (CorviamCorsan). Los trabajos arqueolgicosfueron costeados por el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (G.I.F.), promotor del proyecto de obracivil, y se desarrollaron en los aos 1999 y 2000. La intervencin arqueolgica realizada en el ao2010/2011 ha permitido localizar una nueva zona de ocupacin del poblado de la Segunda Edad delHierro del Cerro de la Gavia. La intervencin arqueolgica estuvo motivada por la ampliacin de la va porel ADIF y el promotor del proyecto fue la constructora ALDESA. Los trabajos se desarrollaron entre 2010y 2011. El proyecto cont adems con la supervisin y el apoyo de los servicios tcnicos de arqueologade la Direccin General de Patrimonio HistricoArtstico de la Comunidad de Madrid.

    Los trabajos de proteccin al Patrimonio arqueolgico en la Lnea de Alta Velocidad MadridFronteraFrancesa, tramo MadridZaragoza, subtramos 0 y I se estructuraron en tres fases: campaa deprospeccin sistemtica de cobertura total campaa de sondeos en zonas con alta potencialidadarqueolgica y, por ltimo, la excavacin en rea de los yacimientos afectados por las obras. Una vezrealizadas las dos primeras fases se plante la necesidad de efectuar excavaciones en rea en dos zonas.El ncleo ms importante era el yacimiento del Cerro de La Gavia, ubicado en un promontorio en formade pennsula junto al arroyo de Las Barranquillas. La segunda zona de actuacin arqueolgica seestableci en un pequeo cerro en la segunda lnea del reborde del pramo, junto a las proximidades delCerro de San Antonio.

    Fig. 01. Planimetra del Cerro de la Gavia con los sectores excavados.

    gv 41

    Crnica gatuna

  • Los trabajos de excavacin en el Cerro de San Antonio comenzaron en julio de 1999, finalizando enseptiembre del mismo ao. En el Cerro de La Gavia, por su parte, las excavaciones se ejecutaron entreabril y octubre de 2000. La superficie abierta ha sido de unos 4000 m2, excavndose ntegramente lazona afectada por las obras. Una vez finalizados los trabajos de campo, comenz la fase de trabajos en ellaboratorio, donde se procedi a la restauracin de los materiales se estudiaron los restos seos, tantolos humanos como de fauna, y se analizaron diversos materiales orgnicos encontrados en la excavacin:semillas, maderas, etc [2]

    La intervencin arqueolgica realizada en el ao 2010/2011 ha permitido localizar una nueva zona deocupacin del poblado de la Segunda Edad del Hierro del Cerro de la Gavia. Esta nueva ocupacin sedesarroll en la llanura de inundacin del ro Manzanares, como se ha sealado con anterioridad sobreuna cota +15 ms. Nos encontramos con la fase de ocupacin ms antigua, tal y como han confirmado lasdataciones de C14, en torno al s. IV/III a.C. Con posterioridad se producira el encastrillamiento delyacimiento y, por ltimo, de nuevo el poblado desbord el recinto amurallado para situar las instalacionesindustriales, que tambin se han podido localizar en el transcurso de las excavaciones. (Figs. 1 a 4).

    Fig 02. Vista area del Cerro de la Gavia con los sectores excavados.

    [2] Los trabajos de restauracin de los materiales fueron realizados por Da. Francisca Romero, el estudio antropolgico porDa. Elena Nicols Checa el estudio faunstico por Da. Beatriz Pino el estudio antracolgico por Da. Ethel Allue deARQUEOCAT las muestras arqueobotnicas y las improntas en adobes, por Da. Natalia Alonso Martnez deARQUEOCAT y, por ltimo, el C14 por D. Romualdo Seva de la Unidad de Arqueometra de la Universidad de Alicante.

    gv 42

    Crnica gatuna

  • Fig 03. Estadios constructivos del Cerro de la Gavia. gv 43

    Crnica gatuna

  • 1. EL YACIMIENTO DEL CERRO DE LA GAVIA

    La excavacin en el yacimiento del Cerro de La Gavia se desarroll sobre tres sectores. Al que habraque sumar la zona excavada en la ribera izquierda del Manzanares en la campaa de 2010/11. Ladecisin de excavar estas tres reas se llev a cabo despus de efectuar una prospeccin de coberturatotal y cuadricular la zona afectada por las obras para evaluar las concentraciones de materiales,complementado con una campaa de sondeos manuales. A partir de estos trabajos previos, se pudocomprobar que existan tres zonas con restos de estructuras inmuebles. Los Sectores A y B, ubicados enla segunda lnea del reborde del pramo yesfero, y el Sector C, un pequeo cerro que sobresale de laprimera lnea del frente de escarpe. Los restos materiales localizados permitan plantear a priori laexistencia de un hbitat de la II Edad del Hierro, aunque muy alterado por los procesos erosivos yantrpicos (Segunda lnea republicana para la defensa de Madrid, viviendas rupestres de la postguerra yobras de la L.A.V. MadridSevilla). En el caso de la zona del yacimiento que ocupaba la margen izquierdadel ro, contaba con una ocupacin ms antigua y con un poblamiento andalus, tanto hbitat, comonecrpolis. (Fig. 5)

    Fig.04. Vista area con el foso y la muralla del Cerro de la Gavia.

    gv 44

    Crnica gatuna

  • Sector A

    El primero de nuestros sectores est situadosobre una pequea loma del Cerro de San Antonio,a una cierta distancia del curso del Manzanares yseparado del Cerro de la Gavia por el curso de dosarroyos y una pequea loma. La zona se encuentramuy afectada por la erosin diferencial, lo que haprovocado la ruina total de buena parte de lasestructuras existentes, en especial en las partesaltas.

    Se han podido localizar en el transcurso de lostrabajos arqueolgicos las cimentaciones y alzadosde al menos seis edificaciones construidas conpiedras sin desbastar, colocadas a hueso, y lainclusin de algunos elementos amortizados comomolinos de granito. Las construcciones excavadassiguen una orientacin NorteSur, formandoestructuras rectangulares amplias. Slo en un casose ha documentado una compartimentacin entres ambientes.

    La edificacin de mayor tamao, denominadanmero I, y que ocupa una posicin central en la

    loma, es de planta rectangular y cuenta con tresestancias. Se trata del edificio mejor conservadode todo el sector, ya que el muro Sur de la mismaactu de freno a la erosin reteniendo los nivelesarqueolgicos. La construccin se ha encajado enla topografa de la loma, excavndose algunosmuros en los yesos cristalizados que constituyen elnivel geolgico del cerro. Los muros perimetrales,de los que se han conservado el Este, Sur y partedel Norte, son de mayor grosor que los murosmedianeros y las piedras utilizadas (yesos, calizasy pedernales) presentan tambin un mayortamao. En el caso de los muros Este y Sur sehan documentado las zanjas de cimentacinexcavadas en los yesos. Las estancias 1 y 2presentaban todava parte de los suelos dehabitacin, documentndose en la primera unpoyo de adobe enlucido con yeso (U.E. 13) y unpie derecho de granito en el centro de la estanciaque servira de soporte a la techumbre, as comolos restos de un gran recipiente cermico del tipodolium. En la estancia 2 se pudo comprobar laexistencia de un hogar rectangular en el centro dela misma, as como una pequea estructurafabricada con adobes adosada al muro medianero

    Fig. 05. Planta del Sector A del Cerro de la Gavia.

    gv 45

  • que separaba la estancia 1 de la 2 y al muroperimetral Este. La estancia nmero 3, situada enla parte Norte, no conservaba el suelo original ypoco se puede decir acerca de su funcionalidad.De los rest