la gatera de la villa pausa

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La Gatera de La Villa

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    A estas alturas nadie estar en desacuerdo con nosotros en que vivimos una era decambios. Paradigmas que parecan ms slidos que la Puerta de Toledo se derrumbancual decorados cinematogrficos de cartn piedra. Eso en principio no es bueno ni malo,aunque pueda traer cambios para bien o para mal.Gran parte de nuestra vida diaria estregida por una obra de ingeniera poltica llamada Constitucin de 1978, que no apareci de unsegundo para otro en ese ao, sino que hereda muchos conceptos de cuando Italia (en 1947) y laAlemania Occidental (en 1949) recuperaron sus libertades ciudadanas. Los cerebros ms sensatosde Espaa trabajaban desde la dcada de 1960 para salir de la mecnica siniestra en la quellevbamos metidos desde la dcada de 1820: guerras internas y coloniales, analfabetismo, golpesde estado, revueltas, dictaduras y disturbios de toda clase.

    Gran parte del malestar actual, sin duda, no viene de que la Constitucin sea mala, sino de laescasa aplicacin real que han tenido algunos de sus postulados, caso del derecho al trabajo o a lavivienda, que en los pases nrdicos s suelen estar garantizados de facto. Ya dentro de nuestrarea habitual de trabajo, vemos que hay dos artculos, el 44 (promocin de la ciencia, lainvestigacin y el acceso a la cultura), y el 46 (conservacin y enriquecimiento del patrimoniohistrico) que igualmente llevan demasiado tiempo siendo papel mojado. El pobre 44 y el pobre 46no eran respetados ni siquiera en los aos de prosperidad, y de ah tambin vienen problemas denuestros das: no nos extraemos luego de lo de la manzana de Canalejas ni de que el espaciodestinado al debate en la televisin, que en tiempos era La Clave, ahora parezca ser Slvame.Igual no es mucho pedir que, cuando el guirigay actual acabe pasando y vengan tiempos de mayorsensatez ms tarde o ms temprano, en vez de poner patas arriba todo el edificio constitucional, sehagan cosas ms simples, pero ms efectivas, como renumerar esos dos artculos y aadirlos alncleo duro de la Constitucin, el que ahora alberga los artculos del 15 al 29, donde est elbloque de derechos que cuenta con mayores blindajes y protecciones.

    En "La Gatera de la Villa" tambin estamos pasando por una poca de cambios, con la suerte deque s tenemos claro hacia dnde queremos ir. Hace aos lanzamos un proyecto modesto, casi dequedadas en el bar para pasar el rato, que hoy se han convertido en esta revista electrnica, enuna pgina web, en espacios de redes sociales, en algunas apariciones en la radio, e incluso en elprimer libro de nuestra aventura como editores. En los prximos meses vamos a mejorar algunosdetalles de la web (...y hasta aqu podemos leer, que dira Mayra Gmez Kemp) y van a aparecerms libros, pero para que sean posibles esos cambios, pedimos a nuestra variada comunidad delectores que nos permita un parntesis en la periodicidad de esta revista, que hasta ahora haaparecido puntualmente cuatro veces al ao, llevada a cabo por un equipo de solamente seispersonas, y a pesar de las limitaciones del momento y de la proteccin que se otorga a locultural en nuestra Celtiberia. No es esto una desaparicin, sino una parada para retomar fuerzastras una caminata de muchos kilmetros.

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  • De la fecunda mano de mi amigo DonLope han ido naciendo, una tras otra,comedias, loas y entremeses, sin queapenas medie entre ellas ms tiempoque el recorrido por el sol en su jornada.No sesolaz en la molicie el gran Alejandro tras vencer alPersa, si no que prosigui ms all, persiguiendosu quimera de domear el mundo hasta susconfines, do el Indo vierte sus aguas en el padreOcano.

    Ni siquiera descans Heracles cuando, juguetede Euristeo, encaden al Cerbero, venci al lende Nemea o decapit a la monstruosa Hidra, la delas innumerables cabezas.

    Mas estos, mis amigos de "La Gatera",arropados con vanas excusas, escudados enjustificaciones, quejas y melindres anuncian suintencin de cesar en su labor de cronistas yescribidores de la Historia, nuestra Historia. Antemis reproches esgrimen la falta de tiempo y

    recursos y se parapetan en la promesa de retornarcon el nuevo ao, renacidos como ave fenix de suscenizas.

    Por los bigotes de mi abuelo!No dobleg Pizarro al orgulloso Inca con

    apenas un puado de hombres?No le bast al genial Velzquez ms que sus

    pinceles y pinturas para plasmar la luz y an el aireque media entre sus rayos?

    Acaso no requiri ms que de su pluma elPrncipe de los Ingenios para inmortalizar al msdesventurado de cuantos caballeros andantes hanpoblado la faz de la Tierra?

    No quedan ya hombres dispuestos a empuarla pluma sin denuesto en su labor, en pro de lacultura y prez de su ciudad?

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  • Para conocer la dimensin de las cosas espreciso hacer de vez en cuando algunosnmeros, algo harto pesado si no se tieneaficin a ello como es mi caso. Aparte demuchas cosas los 18 ejemplares de "La Gatera"son casi 5 aos, o sea unos 1.825 das, que estono es jornada laboral y de noche, incluso ensueos, se han resuelto temas, hecho tareas ovenido ideas. Son, ms o menos, 1.492 pginas yunas 1.900 imgenes, todos ellos elementos vistosuno a uno, despacio y con mimo. Hay msnmeros pero no es cosa de cansar.

    Si se mira bien puede parecer poco encantidades absolutas pero aseguro que, cuando losque se encargan de estas cifras son muy pocos,necesitan trabajar para sustentarse y esta no es sunica ocupacin, se puede llegar a convertir enuna tarea ardua.

    No procede contar qu es esta revista, quien hallegado hasta esta pgina es casi seguro que ya losabe y la conoca de antes, pero lo que a m me hallamado siempre la atencin y quisiera destacar deella es la ilusin, la que en principio pusieron todoslos que la forman. Esa ilusin, absolutamentedesinteresada en lo econmico, tiene su coste enotras parcelas que no son evaluables fcilmente.

    Ni que decir tiene que en todo este tiempo laconvivencia intelectual y/o prctica de los

    componentes del equipo no ha sidonecesariamente una Arcadia feliz. Se han tenidodiscrepancias, discusiones, acuerdos, desacuerdosalgo totalmente normal cuando se quieren llevarlas cosas bien o a veces como mejor se sabe. Larealidad es que esta revista, que naci en esediciembre del 2009 ha crecido. Una cantidadimportante de gente, generosos colaboradores ylectores lo han hecho posible. As, recientemente,"La Gatera" se lanz a un mundo proceloso: el deedicin de libros con las tareas y costes aadidosque ello implica porque aunque hayan crecidotodas las cosas el equipo sigue siendo el mismo yno siempre con los mismos nimos y motivaciones.

    El hecho es que tiempo pasa para todo y todosy las ilusiones, por mil motivos, se agotan. Hayque renovarlas y, por supuesto, sentirlas. Todoproyecto es tendente a gastarse en s mismo. Es loque hace que "La Gatera" tenga que mudar depelaje, con lo que ello conlleva. Volver realmenteuna nueva versin de ella? Mis

    (que parece ser que se deca en lasCortes de Cdiz) as lo aseguran. No hay entoncesporque dudar de ello, pero lo que es seguro esque, difcilmente. sean los mismos individuos losque manejen sus pginas.

    Tal vez al que esto escribe le cabe despedirsecomo en el Quijote: Vale.

    gv 6

  • Y es que, en efecto, Alarife, tras aceptar elreto de definir cada trminoarquitectnico por orden alfabtico en suseccin de gatitectura, cada maanatrepaba a uno de los tejados del viejo Madrid, yoteaba el horizonte y las cercanas para encontrarun edificio en el que pudiera cribar el elementode arquitectura que buscaba, y una vez hallado lefaltaba tiempo para llegar a l. Primero se fijabaen su fachada principal y, si las tena, en laslaterales. Seguidamente, y sin hacer ningn ruidoacceda a su interior por la puerta contemplndolocon detenimiento para tener su visin de conjunto.Y, rpidamente, no fuera a olvidrsele, tomabanota del elemento que iba buscando para poderdefinirlo literaria y grficamente. Cumplido esteprimer objetivo ya poda dedicarse a explorar yobservar con detalle todos y cada uno de loselementos que componen el edificio visitado. Yhasta ahora son iglesias, templos cristianos losvisitados por Alarife y l lo razona en base a quelos glosarios arquitectnicos recogen elementospresentes en la arquitectura clsica y tradicional,preferentemente. Ya llegar el momento dedescribir edificios de funcionalidad diferente Esos, Alarife resalta la dificultad de acceder a edificioscomo palacios, o aquellos que alberganinstituciones pblicas o privadas, u oficinas degrandes empresas. Sin descartarlos, nuestrominino reconoce su preferencia por los mbitossacros, cuyo silencio y recogimiento, sobre todofuera de horas de culto, facilitan su labor decampo. Eso s, reconoce que a veces no se otorgantodas las facilidades de acceso y documentacinque seran naturales en estos mbitos, religiososs, pero tambin culturales.Bosteza nuestro gato est un poco cansado ymayor. Ya ha consumido una buena porcin de lassiete vidas con que le dot la naturaleza cuandovino al mundo en esta Villa antaona y

    vanguardista. Unasvacaciones le van asentar de maravilla.Desde su atalayade la parte alta de lacalle Mesn de Paosalza la mirada ycontempla los tejadosque se extienden anorte y sur: all puedever la cpula de SanIsidro de la iglesia deSan Andrs a suderecha, los cupulinesbulbosos de loscampanarios de SanMiguel seguidamente, la gran cpula de laColegiata de San Isidro se me escapaba la grantorre de Santa Cruz Y muchos ms que noenumero la lista es extensa.Y aquellas enormes moles? Ah! las llamanCTBA, qu modernos! Son las cuatro torres queabren Madrid a este siglo XXI un cuarto dekilmetro de altura cada una de ellas. Qupequeas se quedan la Torre de Madrid y TorreEspaa, paradigmas del progreso madrileo en laEspaa franquista de mediados del siglo XX. Hastalas torres inclinadas de Puerta de Europa, en laPlaza de Castilla, de las postrimeras del siglo XXparecen liliputienses si las comparamos con estosnuevos titanes.Decididamente, queda mucho trabajo paraseguir describiendo la arquitectura madrilea, sloen su trmino municipal Porque cuandotengamos que seguir en los restantes 178municipios de los que la Villa y Corte es cabeza,tendremos trabajo para dar y tomar. En fin, que lasvacaciones sern breves.

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