la gatera de la villa 13

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Nuestro cuartel general. El canalillo L L a a G G a a t t e e r r a a d d e e l l a a V V i i l l l l a a Ilustra, entretiene y además es ecológica. La primera revista digital sobre Madrid F F o o t t o o g g r r a a f f í í a a : : " " A A p p r r o o b b a a c c i i ó ó n n d d e e l l a a O O r r d d e e n n d d e e C C a a l l a a t t r r a a v v a a p p o o r r e e l l p p a a p p a a A A l l e e j j a a n n d d r r o o I I I I I I " " A A u u t t o o r r : : M M a a r r i i o o S S á á n n c c h h e e z z C C a a c c h h e e r r o o De Evacuatorios y papeleras Glosario arquitectónico madrileño: Crestería Lugares y aldeas en torno a la villa de Barajas Número 13 / Marzo de 2013

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La Gatera de La Villa

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  • NNuueessttrrooccuuaarrtteellggeenneerraall.. EEllccaannaalliilllloo

    LLaa GGaatteerraa ddee llaa VViillllaaIlustra, entretiene y adems es ecolgica. La primera revista digital sobre Madrid

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    DeEvacuatorios ypapelerasGlosarioarquitectnicomadrileo:Crestera

    Lugares y aldeasen torno a la villade Barajas

    Nmero 13 / Marzo de 2013

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    Cerradura de la cancela de la puerta de acceso ala Iglesia de las Calatravas, con el nombre delcerrajero y el ao de su realizacin. Foto deMario Snchez Cachero n 13

  • La actualidad de Madrid y de su alfoz va a estar marcada por una palabra clave:Eurovegas. Una sola palabra en la que se podran resumir tomos enteros depolmicas pasadas, presentes y futuras. Tras los fallidos intentos de traer anuestra regin los Juegos Olmpicos, la nueva Purga de Benito con la que sequieren atraer fondos a las maltrechas arcas de la comunidad parece ser estemacrocomplejo de ocio.

    A corto plazo, las ventajas del proyecto son innegables: un gran volumen deobra de infraestructura en unos terrenos hoy rurales comprendidos entre el cascourbano de Alcorcn y el Ventorro del Cano, con lo que se podr mitigar durante untiempo el enorme paro que lleva sufriendo ao tras ao la zona centro de Espaaentre las profesiones vinculadas a la construccin. El encofrador volver a serencofrador, el operador de gra, operador de gra, y el ferrallista, ferrallista.

    A largo plazo, si no se hacen las cosas con un poco de cuidado, el proyectoEurovegas puede ser un boomerang que se vuelva contra los madrileos. Ya enlos aos 20 del siglo pasado, un gobernante situado a un lado del espectro poltico(el general Primo de Rivera) se opuso a los casinos por lo que podan tener defoco de atraccin de actividades poco ticas. Casi una centuria ms tarde, desdeel otro lado del arcoiris del poder nos advierten de esos mismos riesgos.

    Pero mucho nos tememos que en lo que ni unos ni otros polticos se estnfijando sea en el carcter de Eurovegas como retorno a los valores que trajeron elactual cataclismo econmico. Aunque esta crisis financiera es internacional, en elcaso espaol ha tenido tanta incidencia debido al culto cuasirreligioso a laspirmides de este tipo que hubo desde que con los Juegos Olmpicos de 1992 seiniciara la costumbre de que cada regin se embarcara en autobombos dehormign desproporcionados para no ser menos que las regiones vecinas, con elresultado que hemos sufrido. La crisis habr sido til a Espaa si con ella seescarmienta y se buscan modelos de actividad econmica que superen los crculosviciosos de las dcadas de 1990 y 2000. Si volvemos a tropezar en las mismaspiedras, todos los sufrimientos que venimos arrastrando desde 2008 habrn sidoen vano.

    Nuestra maltrecha patria obtuvo su ltimo premio Nobel en 1989. Demasiadotiempo. Debe venderse la "marca Espaa" tan solo a base de glorias deportivas yde pirmides de cemento? Va a ser que no, y la recuperacin de la confianza enun proyecto de pas debe empezar por volver a otorgar espacio a los intelectuales,ya sean de "ciencias" o de "letras". De los que pueden traernos premios Nobel deFsica o de Literatura. Merecen por lo menos el espacio que se ha otorgado en losltimos veinte aos a los "emprendedores" del ladrillo o a los "hroes" del pedal,del baln o de la raqueta.

    La decisin de construir Eurovegas ya est tomada, pero todava estamos atiempo de que la riqueza que genere se reinvierta, aunque sea en una mnimaparte, en proyectos culturales. Los griegos crearon hace mucho tiempo una loterapara financiar la restauracin de los templos de sus antepasados. Es mucho pediralgo similar para que las ruletas de Alcorcn contribuyan a sostener los costes demuseos o de laboratorios, por poner un ejemplo?

    Escarmentaremos?

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    n 13

  • 03 | Editorial n 1304 | Crditos e ndice06 | Viaje a Alatriste

    13 | Qu es Madrid para ti?

    29 | Jos Escudero

    34 | Nuestro cuartel general.El canalillo

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    CRDITOS

    La Gatera de la Villa la forman: Director: Juan Antonio Jimnez Torres Redactor jefe: Alfonso Martnez Garca Jefe de secciones: Juan Pedro EsteveGarca Redactor: Mario Snchez Cachero Editor: Julio Real Gonzlez Jefe de cierre: Pablo Jess AguileraConcepcinColaboraciones en este nmero:

    Nicols P.Rodrguez Eduardo Lpez Ernesto Barcenillas Pedro Garca Afotando, que es gerundio Elvira Martnez Jos Escudero Manuel Michelana JosLuis Berzal Paloma Torrijos Medina Adriana Snchez Garcs Teresa Servn Jos Manuel Garca Valls ngel Rolln Gatn de OroDiseo y Maquetacin: Sandra Ruiz Martnez Alfonso Martnez Garca Mario Snchez Cachero Juan Antonio Jimnez TorresPortada Mario Snchez CacheroContacto

    Puedes escribirnos o enviarnos tuscolaboraciones a:

    [email protected] http://www.fotomadrid.com/gateravilla.phpLa Gatera de la Villa

    Ao IV, Nmero 13, MARZO 2013ISSN19899181

    Foto:A

    lejandr

    oBlan

    co

  • 42 | De Evacuatorios ypapeleras

    48 | Glosario arquitectnicomadrileo: Crestera

    62 | Lugares y aldeas en tornoa la villa de Barajas

    68 | El Madrid de los judos ylos cristianos. Presenciade los conversos en lasfundaciones religiosas.

    74 | Siete estrellas

    78 | Microrrelatos. Cuentospara el andn79 | Ahuehuete del retiro

    82 | Por el Madrid del generalPrimo de Rivera86 | Travesa de las Vistillas

    88 | Publicidad... de hace yaun tiempo

    Foto:A

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    La Gatera de la Villa nose responsabiliza de lasopiniones de losescritores que participanen cada nmerogv 5

  • Viaje a AlatristeTexto: Nicols P. RodrguezFotografias: NicolsP.Rodrguez, Eduardo Lpez, Ernesto Barcenillas y PedroGarca, salvo indicacin de otra fuente

    El astado hubo razn de encorrer al alguacil. De cuatro cuernos all sobraban lomenos dos!!!

    De gatos, gatas y otros

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    La citaLa plaza Mayor de Madrid supone para muchos

    una evocacin de recuerdos, historias y leyendas,unas veces relacionadas con su funcionalidad como mercado de abastos, de tiendas, de aposentode ferias y mercadillos. Y otras por ser, a pie decalle y desde sus balconadas, testigo de festejosreales, ajusticiamientos, corridas de toros o proclamas. Hoy en da es cobijo de coleccionistas de filatelia y numismtica, mercadillo navideo, lugar deconciertos y deambulatorio para turistas, trasnochados y amantes de sus races. Para nosotros, elcolectivo del club de Ajedrez Tajamar, esa tarde deljueves primaveral y fro, del 19 de abril de 2012,era el lugar convenido, la cita desde donde bamosa viajar en el tiempo con nuestras ropas y artilugios del siglo XXI, para dar rienda suelta a nuestraimaginacin conforme nos acercramos a la vidade ese Madrid del XVII que empezar desde entonces a ser la sede definitiva de la Corte recordemos que poco antes, el 9 de febrero de 1601, losreyes Felipe III y Margarita de Austria hacan suentrada oficial en la ciudad de Valladolid comonueva sede oficial de la monarqua, sede que dursolo cinco aos, retornando de nuevo a Madrid en1606 .

    El hilo conductor, el pretexto planteado por los

    organizadores en nuestra visita, sera la figura deAlatriste. capitn a la sazn, que la historia se haobstinado en ocultar y que el periodista, escritor ycorresponsal de guerra, Arturo Prez Reverte, harecuperado para el deleite de lectores vidos deaventuras y desventuras, desarrolladas en el marco de un siglo XVII lleno de curiosidades, como lode pagar media con limpio, que significaba compartir habitacin y cama para dormir con un desconocido en una posada, a veces inmunda, con eldeseo de que fuera alguien limpio, sin sarna, piojos o pulgas, claro.

    Como empez todoCorra el ao 2006 cuando el actual ministro de

    Justicia, entonces alcalde de Madrid, Alberto RuizGallardn, acompaado por el escritor Arturo PrezReverte, presentaban el programa de Visitas Teatralizadas Verano 2006, que en dicha ocasin tenacomo argumento el "Madrid del capitn Alatriste",personaje de la serie de novelas escritas por elacadmico. La idea era que el pblico pudiera contemplar de primera mano diversos rincones histricos aderezados con escenas interpretadas poractores, con un capitn Alatriste en apuros, perseguido por callejones del casco antiguo, entre igle

    La Plaza Mayor desde el aire (fuente: Internet)

    Arturo Prez Reverte yAlberto Ruiz Gallardn, en la Plaza dela Villa (fuente: Internet).

  • sias barrocas y plazas recoletas, que nos recordaran permanentemente el costumbrismo del XVII.Todo se desarrollara en una calculada y entreverada aparicin de los protagonistas de la saga literaria. Y as se habran de recorrer en la visita, talcomo a nosotros nos ocurri en la nuestra, muchasplazas de empaque y relumbre como la Mayor, ladel Conde de Miranda, la de la Villa o la de Oriente, sin faltar la de Ramales. De esta manera la ideacentral est basada en el carcter misterioso deAlatriste, del que no se conoce su paradero, raznpor la que los personajes irn contactando con elpblico, cada uno por sus razones, con el fondo dearmario de tan singular personaje.

    La Carcel de Corte

    De la plaza Mayor sali nuestra comitiva la tardede marras por el arco de la calle Gerona hacia laplacita de Santa Cruz, donde rodeamos medio centenar de personas a nuestra gua, que con su microfonito adaptado, se esforzaba en explicarnoscon voz suave y seductora el marco arquitectnicoque nos rodeaba y el marco histrico del actual Ministerio de Asuntos Exteriores, frente a nosotros.El caso es que desde poca de Felipe IV, hasta1833 funcionara este edificio como Crcel de Corte, en la que Alatriste y otros condenados pasaronnoches toledanas para pagar sus culpas y en el caso que nos ocupa, por no pagar sus deudas. Enparalelismo con esta crcel tambin se alude en ellibro de Alatriste a las mazmorras del Santo Oficioen Toledo, del que reverberan, supongo, los gritosy lamentos de los condenados.

    Y en estas estamos cuando nuestros chavalesdel Club van captando paulatinamente con sus miradas de sorpresa, la atencin de la oradora, que

    apagada por los ruidos de la calle, pone pies depor medio hacia otras latitudes.

    Entre comercios histricosEl recorrido nos iba envolviendo, nos iba absor

    biendo, nos engulla frente a comercios centenarios y tiendas histricas con carisma, que hanpermanecido ancladas en el tiempo de un Madridde herreros, cuchilleros, alfareros, paeros y unsinfn de oficios, hoy con poca pujanza. Ahora estos comercios de merceras, zapateras, drogueras,(muchos de los cuales se remontan almomento expansivo de la segunda mitad del XIX,donde se generaliz la prctica del fiado Hoy nose fa, maana s), son an un testimonio quecautiva la mirada de aoranza y melancola del paseante y del comprador, que por segundos expresauna sonrisa ante tanta belleza y encanto. Hay quepensar, como no, en esa seora mayor, que siguecomprando aferrada a sus tradiciones, quien al pasar el umbral de sus puertas recibe todava un trato humano y cordial, cada vez ms en desuso.

    En Puerta Cerrada, y entre posadasMs tarde nuestro grupo lleg a Puerta Cerrada,

    entrando por Latoneros, donde la gua nos deleitde nuevo con su saber, entre el ruido del gento ylos cuatro ruedas. Nos ira desgranando entoncespormenores y cuestiones que nos habran de sumergir en el Siglo de Oro espaol y en el mundode las viejas posadas de la poca y de las que hoyquedan, muchas de las cuales son ahora restaurantes de renombre y pedigr. Es el caso de Botn,(1725), la Posada de la Villa, (1642) o la propiaTaberna del Capitn Alatriste, que toma, con su

    La Crcel de la Corte en un grabado antiguo(fuente: Internet)

    Tienda de Nicols Gesse (fuente: Internet)

    De gatos, gatas y otros

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  • permiso, el nombre de la obra del escritor, siendoel mismo dueo que el de las Cuevas de Luis Candelas y la Posada de la Villa, en el lugar que ocupla Taberna del Turco, mencionada en la obra. DiceReverte de ella en su novela: frecuentada por soldados, rufianes, poetas y espadachines, coraznde una ciudad fascinante y peligrosa, de callejuelas estrechas y mal alumbradas, conventos, tabernas, mancebas y garitos de juego, cuando entiempos del rey Felipe IV Madrid era, todava, lacapital del imperio ms grande de la tierra. En esta taberna pasaba muchas horas uno de nuestrospersonajes: La Lebrijana. Ms adelante, y sta nola vimos, se encuentra Casa Lucio (ubicada en elmismo lugar, que en 1749 se encontraba el mesnde San Pedro), hoy local de moda de polticos, actores y hombres de negocio, donde de cuando encuando, se ha pegado algunos homenajes de huevos estrellados con jamn nuestro monarca. Tambin dejamos de lado otros locales de pro, comoLa Chata, que adornan la Cava Baja, junto a locales de imitacin y franquicia, con nula solera y muypateados los fines de semana por muchos madrileos y turistas de la feria callejera.

    1er encuentro (el alguacil y su carta)Y en estas seguimos cuando se produce el pri

    mer encuentro con un alguacil de la novela en unacalle semidesierta. Aqu el actor sorprendi algrupo con inmediatez y realismo, realizando unteatro de calle escenificado, con mucho humor ymucho entretenimiento. La accin que desarrolla elpersonaje es la entrega de una carta manuscrita aalguien del colectivo elegido por l al azar paraque se la entregue a Alatriste cuando le encuentre,advirtindole, eso s, que la guarde a buen recaudo si no quiere pagar un gran precio por su prdida. Seguro que se encontrar con l, dice elalguacil, Madrid es muy pequeo!

    El barrio de los Austrias

    Por la calle de la Pasa, progresamos hacia laplaza Conde de Barajas y la de Condes de Miranda,inmersos ya en pleno barrio de los Austrias, tanantiguo como lleno de historias. El barrio se corresponde con un trazado medieval que posteriormente tendra su expansin urbanstica coincidiendo con el reinado de la Casa de los Austria,

    Portada de "Las aventuras del Capitn Alatriste"(fuente: Internet)

    Plano del Madrid de los Austrias (fuente: Internet)

    De gatos, gatas y otros

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  • desde Carlos I, 1516, hasta Carlos II, 1700, con elque se extingue la rama espaola de esta dinasta.El casco urbano se extenda entonces de oeste aeste, desde el Palacio Real hasta la Puerta del Soly, de norte a sur, desde la plaza de santo Domingohasta la plaza de la Cebada. La cuestin es que apartir de convertirse Madrid en sede de la Corte,sta crece apresuradamente, as en poca de Felipe IV, cuando se contextualiza la novela de Alatriste, en concreto, hacia 1625, la villa estabarodeada por una cerca, mandada construir por dicho rey, con un trazado por el norte, sobre las actuales calles de Gnova, Sagasta, Carranza yAlberto Aguilera, y hacia el sur, por las rondas deToledo, Valencia y Embajadores en tanto que hacia el este, cerraban los paseos del Prado y Recoletos y hacia el oeste, el valle del ro Manzanares.

    2 encuentro (la actriz Mara de Castro)Estaba ya anocheciendo cuando ingresamos en

    la calle del Codo, que nos recibi al ms puro estilo medieval, como cuando los espadachines sebatan a duelo. En ella se encuentra la Torre de losLujanes (torre en la segn parece vivi confinado aprincipios del XVI Francisco I, rey de Francia) yque ms tarde vio el nacimiento de la Asociacinde la Prensa de Madrid. Por otra parte, en la calledel Codo se encuentra el convento del Corpus Christi, ms conocido como el convento de Las Carboneras, lugar donde turistas y madrileos seregalan el paladar con excelentes dulces caseros.

    Pues bien, en esta calle estrecha y solitaria, tancuriosa y desconocida a la vez, nos apareci ataviada de poca, la emergente figura de Mara de

    Castro, que nos dio a conocer el lado humano deotro de los personajes de la novela. En un ir y venir, de palabra fcil y elegante, haca gala la actrizde su belleza y de sus dotes artsticas, describiendo en pocas pinceladas a Mara de Castro, queridadel rey y de Alatriste. Y con frases del tipo Reverte: Hube leccin provechosa de cuanto suelen lasapariencias imponerse a la verdad o el problemade las palabras es que una vez echadas no pueden volverse solas a su dueo, cautiv al pblicoe ilumin la cara de los ms pequeos.

    3er encuentro (Caridad la Lebrijana)El siguiente encuentro recogi el testimonio y la

    semblanza de una tabernera y mujer de cascos ligeros, conocida como Caridad la Lebrijana, mujerde desparpajo y salero, provocadora, sabedora desu lozana y de sus argumentos. La Lebrijana trabaj como actriz y ejerci la prostitucin. Ms tarde adquiri la Taberna del Turco, donde se dabade comer, beber y arder y adems se alquilabanhabitaciones, en una de las cuales se hospedabandurante sus estancias en Madrid, Diego Alatriste(del que Caridad era amante) e igo Balboa (protegido de Alatriste). En la taberna se reunan amigos y conocidos de Alatriste como Quevedo, ellicenciado Calzas, Sebastin Copons, el Tuerto Fa

    Placa cermica de la calle del Codo. (fuente: Internet)

    De gatos, gatas y otros

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  • drique, el Dmine Prez y Juan Vicua. Muchas veces, como deca Quevedo, el culpable de tantaafrenta era el rubio y poderoso caballero, que sigue siendo sota, caballo y rey de cualquier asunto

    El Madrid de los conventosEn la calle Sacramento se detuvo un momento

    nuestra cicerone para dar rienda suelta a la vidade los conventos, de los que segn consta lleg ahaber nueve mil en pleno siglo XVII en toda Espaa. Conventos llenos de hijas de familias hidalgas sin dinero, que no pudiendo matrimoniar,dice Reverte, hacanlas entrar en ellos eran mujeres sin vocacin las ms y con mucho furor, puesnobleza obliga. No era anormal en la poca que seprodujera el asalto masculino a los conventos a lasmenores de cambio.

    Cerca de donde nos daba las explicacionesnuestra gua se encontraba el convento del Santsimo Sacramento terminado en 1744 y derruido en1972, quedando su iglesia y un huerto, en el cualaconteci el siguiente acto de nuestra visita.

    4 encuentro (en el Huerto de las Monjascon Alatriste y el joven igo Balboa)

    Bajamos entonces por la calle del Rollo y llegamos a un curioso huerto, escondido de las miradas, con un jardn frondoso, fresco y con fuente,conocido como Huerto de las Monjas, que a decirde algunos vecinos y visitantes ocasionales anrezuma el sosiego propio de los espacios religiosos. Este huerto de las monjas Bernardas, es el

    nico resto del desaparecido convento de las Bernardas del Santsimo Sacramento, que fue demolido en 1972, como qued dicho.

    Y en el huerto, apoyado en la pared, con su capa y su sombrero calado, nos aguardaba el capitnAlatriste, protagonista de esta visita, quien por findaba la cara y a buen seguro que la tena, puesgozaba de prestigio por el manejo de sus armas ysus lances, adems de gran predicamento entrelas damas. La vida de Alatriste hasta entonces, con41 aos, haba sido azarosa y sin descanso desdeque se incorpor a los Tercios de Flandes, no parando de entrar en batallas, duelos y motines, incursiones, encarcelamientos, escapadas, en finuna vida llena de sorpresas y sobresaltos.

    En lo que al libro se refiere, en la aventura delos dos ingleses, Alatriste se enemista con el secretario del rey Luis de Alquzar, con el temible inquisidor fray Emilio Bocanegra y con el espadachnsiciliano Gualterio Malatesta.

    As define Reverte a Alatriste por boca de suprotegido, igo Balboa, en el comienzo de su novela:

    No era el hombre ms honesto ni el ms piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego

    Iglesia del convento del Sacramento (fuente: Internet)

    El capitn Alatriste e igo Balboa (fuente: Internet)

    El Huerto de las Monjas (fuente: Internet)

    De gatos, gatas y otros

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  • Alatriste y Tenorio, y haba luchado como soldadode los tercios viejos en las guerras de Flandes.Cuando lo conoc malviva en Madrid, alquilndose por cuatro maraveds en trabajos depoco lustre, a menudo en calidad de espadachnpor cuenta de otros que no tenan la destreza o losarrestos para solventar sus propias querellas. Yasaben: un marido cornudo por aqu, un pleito ouna herencia dudosa por all, deudas de juego pagadas a medias y algunos etcteras ms. Ahoraes fcil criticar eso pero en aquellos tiempos lacapital de las Espaas era un lugar donde la vidahaba que buscrsela a salto de mata, en una esquina, entre el brillo de dos aceros.En honor a nuestra visita, el capitn hizo su

    presentacin y el recitado de sus contiendas conotros espadachines, que como es sabido, eran celebrados en coplas y versos, y despus pas a reclamar lo suyo: su carta. Y cmo lo saba?, nospreguntamos todos. Madrid, es muy pequeo, dijo.

    Pero qu deca la carta?. Tras un juego de palabras entre l y su protegido, igo Balboa, leyalgo parecido a esto: A partir de ahora deja de visitarme si tienes en aprecio tu pellejo. MdC (Marade Castro).

    5 encuentro (Gualterio Malatesta)Deambulbamos por la Calle de San Nicols de

    Bari y junto a la iglesia del mismo nombre, coronada por su torre romnicomudjar. Esta iglesiapasa por ser la ms antigua de Madrid, (ya esnombrada en el Fuero de Madrid de 1202 y se creeque en origen pudo ser una mezquita musulmana.Su datacin ms probable la sitan en el siglo XII).Pues bien, a espaldas de la antigua iglesia y trasuna arcada, apareci entonces el temible personaje, Gualterio Malatesta, sicario siciliano a sueldodel secretario del rey, Luis de Alquzar y enemigomortal de Alatriste.

    A Malatesta, el actor de nuestra visita le retratde manera envidiable, embozado en su capa, silbando un tarareo cansino: tiruritat, con unasonrisa amistosa y siniestra que provocaba al pblico. El caso es que hablando un italiano macarrnico y demandando la presencia de unatraductora, que l eligi al azar para que entendiramos su perorata, habl no slo de Alatriste, si node s mismo, sobre lo asesino y malo que era. Elactor tuvo momentos sobresalientes en los que noslo resultaba gracioso si no convincente. Su encomienda asesina la haba realizado la malvadaAnglica de Alquzar, quien le contrat para queacabara con el capitn Alatriste.

    Frente al Palacio Real, la Catedral de LaAlmudena y los cielos velazqueos

    La puesta de sol frente al antiguo Alczar, loscielos velazqueos y la sierra, en ese momento tapados por un impresionante lienzo que actuabacomo teln de fondo: la catedral de la Almudena yel palacio de Oriente, daban paso a los ltimosrestos del da, ya languideciente. Y all, en ese

    De gatos, gatas y otros

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  • marco tan sugerente, nuestra gua se despachabadesasnndonos en el saber de Madrid de la poca, de los carruajes, de la comida, de los mentideros de la Corte y un largo enumerar de cosasinteresantes.

    El desenlace en la plaza de Ramales

    Por ltimo, el grupo lleg a la plaza de Ramales,donde se encontraba la antiqusima iglesia de SanJuan, mandada destruir por Pepe Botella, hermano de Napolen, quien nos fue impuesto como reyde Espaa en 1808. Pues bien este curioso rey,tambin conocido como Rey Plazuelas derrib laiglesia para construir una plaza ms espaciosa. Lotriste es que en dicha iglesia se encontraban losrestos de nuestro insigne pintor, Diego Velzquez,restos en paradero desconocido.

    As que en este espacio tranquilo y apacible,con una brillante y divertida escena llegamos aldesenlace de esta visita, donde los personajes

    coincidieron en toda suerte de lances y espadazosentre Alatriste y Malatesta, entre este ltimo yBalboa y entre Mara de Castro y La Lebrijana, queante la mirada del grupo y de otra serie de transentes, destapaban la traca final de su actuacinincluso tirndose de los pelos. De all salieron entreaplausos y vtores, fundindose actores, pblico ygua, habindonos hecho a todos la vida msagradable, mientras dur y a buen seguro que enmi memoria quedar por largo tiempo.

    De regreso a nuestros aposentosDesde Ramales pasamos junto a Cuchilleros y

    proseguimos por Cava Baja, donde se dan citanuevas y vieja tascas y tabernas, donde se apostan los camareros de faja, faca y trabuco y como sifuera la peticin de un condenado pusimos pie enCasa Revuelta, que con su bacalao rebozao y suvino pelen, todos los visitantes celebran esa liturgia del tapeo de los madriles. Eso s, el bacalao seacaba y a menudo te tienes que marchar sin tudosis. Nos despedimos con sonrisas y apretones demanos de los camareros inmortales desde quegastaban pantalones cortos.

    En fin, despus de varios kilmetros y muchasandanzas y leyendas, nos marchamos a nuestrosaposentos seguros de que ese no fue un da cualquiera. Eso s, de regreso al coche, nos cuidamosbien las espaldas de que algn embozado no acudiera a asaltarnos por esas callejuelas estrechas ymal alumbradas, refugio de soldados, rufianes,poetas y espadachines, corazn de una ciudadfascinante y peligrosa como Madrid, repleta deconventos, tabernas y mancebas, que todavaacechan a los despistados paseantes de la noche,algunos de los cuales incluso juegan al ajedrez.

    Casa Revuelta (fuente: Internet)

    De gatos, gatas y otros

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  • gv 13

    "Afotando, que es Gerundio" es un colectivo que nace de la aficin por la fotografade sus integrantes, y evoluciona a un grupo de amigos con muchas ganas defotografiar y disfrutar de la vida tras la cmara.A travs de la invitacin de la revista digital La Gatera de la Villa hemos tenidola posibilidad de participar en su nmero de Primavera, dando una visin deMadrid, nuestro Madrid, inmortalizando escenas que para nosotros representan estaciudad y que la llenan de personalidad y autenticidad.Esperamos que disfrutis con las fotos y gracias por hacernos partcipes en esteproyecto.

    Ciudad cultural, no solo de museos tambin los paseos de domingo nos acercan a los libros y a la cultura.

    Fotografias y textos:Afotando, que es Gerundio

    Qu es Madrid para ti?

    Cuesta de Moyano... por Inma.

    Imaginad que alguien, de repente, nos preguntase: Qu es Madrid para ti? Seguro que muchos nosabramos como responder a esa pregunta, pocos nos habremos alguna vez planteado queimpresin nos da esta ciudad, que nos inspira o que nos aporta a cada uno de nosotros.Ahora hemos planteado esta pregunta a un grupo de amigos y fotgrafos, que nos dan sus respuestasa travs del objetivo de sus cmaras y de sus propias palabras.As pues Qu es Madrid para ti?

    Madrid a vista de gato

  • La luz baaba las blancas piedras del viejo palacio, el cual, coqueto, miraba sus formas, reflejadas en elcercano estanque para que las efigies de los antiguos reyes, aquellos que nunca llegaron a habitar entre susmuros, pudieran contemplar la belleza de la arquitectura del edificio, cuyo suelo, cargado de historia, etc. Foto: Katrina

    La Gran Va es para m el corazn de lavida y del encanto de Madrid. La ciudad queno duerme, moderna, sin complejos, perosobre todo una ciudad que es de su gente yde la que disfruta su gente.

    Gran Va... por ClaraMadrid a vista de gato

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  • La luz baaba las blancas piedras del viejo palacio, el cual, coqueto, miraba sus formas, reflejadas en elcercano estanque para que las efigies de los antiguos reyes, aquellos que nunca llegaron a habitar entre susmuros, pudieran contemplar la belleza de la arquitectura del edificio, cuyo suelo, cargado de historia, etc. Foto: Katrina

    Madrid a vista de gato

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  • Madrid tiene muchas caras y nuestras plazas sin duda son un vivo reflejo de muchas de ellas. En la imagen una de esas caras,un sin techo lava su ropa en la emblemtica fuente "El nacimiento del agua" en Plaza de Espaa.

    Sin techo lava su ropa en la fuente de la Plaza de Espaa... por JaviMadrid a vista de gato

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  • Fotografia: KatrinaUno de los mejores planes para una tarde o para un fin de semana es pasear por las viejas calles del centro de la ciudad,disfrutando de sus rincones, sus tiendas y, tambin, sus tpicos bares y tabernas.

    Plaza de Isabel II... por RaquelMadrid a vista de gato

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  • El Palacio Real es smbolo del Madrid antiguo. Casa de los reyes, que abre ahora sus puertas a los turistas vidos de cultura. Simetra en sus formas, jardines y belleza en sus columnas. Restos del pasado que forman nuestro presente.

    Palacio Real... por KatrinaMadrid a vista de gato

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  • El Palacio Real es smbolo del Madrid antiguo. Casa de los reyes, que abre ahora sus puertas a los turistas vidos de cultura. Simetra en sus formas, jardines y belleza en sus columnas. Restos del pasado que forman nuestro presente.

    Madrid a vista de gato

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  • Un continuo trasiego de gente y de vehculos llena las calles de la ciudad Es una de las caras de una ciudad que nuncadescansa.

    Entre el incesante trfico, la gran ciudad esconde tranquilos y agradablesrincones en los que descansar, tumbarse tranquilamente a la sombra de losrboles y leer apaciblemente un buen libro.

    y tranquilidad... por Mario

    Bullicio... por MarioMadrid a vista de gato

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  • Las torres de Madrid que se alzan en el cielo como dos balas afiladas. Envueltas en color plateado, belleza del exterior queencierra un interior desconocido.

    En las alturas... por NataliaMadrid a vista de gato

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  • Sentado en la mesa de la plaza mayor te espero. La nochecall, la luna va asomndose y se eleva. Las terrazastodava vacas esperan impacientes la llegada de losvisitantes, la noche empieza..Y mientras sigo esperndote.

    Plaza Mayor... por Katrina

    Madrid a vista de gato

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  • Foto 15: Nave lateral del evangelio, cubierta de bvedas dearista y con paso a la nave centra a travs de arcos de mediopunto

    En la plaza de SanIldefonso, enfrente de laIglesia que la da nombre, se lepuede encontrar de vez encuando. Al verlo no pasadesapercibido que se trata de unapersona educada, correcta ydispuesta a colaborar y a agradaren la medida de sus posibilidades.Todo un ejemplo de integracin enel barrio de Malasaa, dondecada vez conviven ms personasprovenientes de diferentespases.

    Seor en la plaza... por MyriamMadrid a vista de gato

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  • Madrid, ciudad de llegada y de salida de idas y venidas deabrazos y despedidas. Junto al Parque del Oeste se oye el silbidodel tren, ya llega! La Almudena y San Francisco, difuminados alfondo en una niebla matutina, dan la bienvenida al nuevovisitante.

    Diosa de la Madre tierra que emerge entre la vibrante Gran Va y la soberbia Calle Alcal. Toma el pulso a la ciudadtodas las noches en su carro arrastrado por fieros leones acompaando a los madrileos en su larga noche yrecogiendo victorias madridistas.

    Diosa Cibeles ... por Nata

    Vas del Parque del Oeste... por LauraMadrid a vista de gato

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  • Foto 19. Vista del coro alto a los pies del templo, sustentadopor estilizado arco escarzado

    Foto 20: Capilla de la Virgen del Pilar. Vista del retablo conla imagen de la titular

    Las tradiciones espaolas estn muy arraigadas en la capital de Espaa, al igual que en resto de sus ciudades ypueblos. Sin embargo, en esta ciudad, las distancias de unos lugares a otros hacen que, a veces, cualquier lugar,sea un buen lugar para echar esa cabezadita. Cuando el sueo nos cierra los ojos, y la cama o el sof no estnal alcance, parques, jardines o bancos se convierten en los mejores lugares de descanso,...

    Siestero en el Retiro... por Myriam

    Madrid a vista de gato

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  • Madrid Rio... por RaquelMadrid a vista de gato

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  • Los espacios pblicos, como uno simples chorros de agua saliendo del suelo, dan alpaseante momentos de diversin y de vida. Madrid es una ciudad en continuo movimientoy en constante actividad.

    Madrid a vista de gato

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  • Junto con su empuje iniciativo Madrid es tambinagrupacin de tradiciones y costumbres del pas y, hoy enda, de muchas ms partes del mundo.

    Tradiciones... por InmaMadrid a vista de gato

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  • Jos Escudero: odio MadridDerrocha energa. Tras una gran sonrisa aparece l con sus palabras, sus proyectos,sus fotos. Con todo lo que hace parece increble que tenga algo de tiempo y aun asnos regala una buena porcin.

    Texto: Elvira MartnezFotografias: Jos EscuderoJos Escudero Ramos, fotgrafo desde lossiete aos, se considera ms bien de campo. Al menos en este momento. Yo odioMadrid, dice como si fuera la gran confidencia de su vida. Y matiza, descubres en la sierra lo pequea que es la ciudad. Pese a ser ungran amante de la naturaleza su desapego pornuestra capital no es tanto como parece, dice quele gusta ser consciente de dnde est y disfrutarde donde vive, as que su animadversin se apacigua y asegura tener unos cuantos rincones favoritos en la ciudad en la que naci. Claro que entreellos destacan las zonas verdes, perderte porcualquier senda de la Casa de Campo es mgico.

    Cuando Jos an era un cro, su padre le regaluna cmara de fotos. Bueno, en realidad regaluna a cada hermano. Los fines de semana salande excursin al Escorial, Aranjuez o incluso simplemente de paseo por el barrio y fotografiabancuanto vean. Como parte de la ceremonia, ellunes los carretes eran enviados a revelar y a lostres o cuatro das llegaban los ansiados sobres.Entonces tena lugar el tan esperado concurso:quin sera esta vez el mejor de la semana? Y ases como naci poco a poco este amor. Desdeentonces nuestro entrevistado no ha tenido a biendespegar sus manos de una cmara. Segn lmismo asegura, fue mirando como aprendi a mir

    De gatas, gatos y otros

    Jos Escudero en el patio de su casa. Fotografa: Elvira Martnez.gv 29

  • ar y as ahora nos obsequia con estupendas imgenes que ha recogido ya en varios libros y exposiciones.

    Tras un ao de misionero en la Selva deQuintana Roo, Mxico, el retorno al hogar se lehizo extrao: cuando volv a Madrid me encontrcon que no me gustaba nada lo que vea el consumismo, el ocio. Despus del encuentro con losindgenas, la capital le resultaba extremadamentesuperficial. De algn modo se dio cuenta en aquelmomento de que la fotografa tambin poda serun medio de ganarse el pan. As que pronto volvia montar el petate y puso su horizonte de nuevo

    lejos de nuestras fronteras. Esta vez rumbo aNueva York. All pas dos aos que califica de inspiradores y energticos. Tan creativos resultaronque an guarda ideas para trabajos futuros.

    De vuelta a casa una vez ms, cay en susmanos un libro de leyendas y decidi inmortalizarrincones y escenas que de algn modo las retrataban. A ojos de cualquiera no es sencillo representar aquello que ya no existe o que inclusojams tuvo presencia, no obstante para nuestroprotagonista no result tan complicado. Lo ciertoes que el haber colaborado regularmente en librosde texto le supuso un aprendizaje para resolver

    De gatas, gatos y otros

    Cuesta de los ciegos, uno de los rincones preferidos de Jos retratado para su primer libro.

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  • esos problemas: aprend a ver la belleza de unapapelera, a darle vida a una seal dice con unasonrisa. Eso s, no sera hasta unos aos ms tardecuando retomara el tema en forma de libro. Darlos primeros pasos no fue tan fcil. La idea grficasurga sola o incluso exista ya ahora bien, las palabras eran ms reticentes a brotar. Sin embargoeste primer volumen, Historias, curiosidades y algunas leyendas del antiguo y del moderno Madrid,marca ya el estilo de sus siguientes trabajos con laeditorial La Librera: la imagen como protagonistaindiscutible acompaada de textos breves en castellano e ingls que le dan un sentido especfico acada figura. Pasito a paso ha cogido confianza ensu propia retrica, tanto que ha habido un segundo, un tercer libro y anda preparando elcuarto. En Cocinando la Historia se alejaba de lasleyendas para adentrarse en un sabroso recorridopor curiosidades gastronmicas, lo que supuso todo un homenaje a su padre. Con el tercero vuelvea lo inexplicable. Misterios y enigmas de Madridpone de nuevo la vista en lo legendario, en blancoy negro como el primero, ahora con mucha mssoltura de su autor, cuyos textos se van extendiendo notablemente.

    Pero no slo de libros vive el fotgrafo. Almenos no ste, que reparte sus energas tambinen otros muchos asuntos. Con su proyecto Identidades pretende plantear quines somos en basea cmo nos vemos nosotros mismos y a cmo nosven los dems. Cmo juzgamos por los ojos, cmodamos por hecho que sabemos a quin tenemosante nosotros slo por su apariencia. En sus palabras, cmo nos vemos segn nuestro aspecto,nuestro peinado, la imagen que damos. La ideasurgi cuando, despus de haber tenido el pelolargo durante mucho tiempo, se rap al cero. Lavulnerabilidad que sinti le hizo reflexionar y durante tres meses colg cada da en su Facebook unautorretrato caracterizado de distintos modos,desde un rabe, hasta un bombero pasando porcasi cualquier personaje imaginable. Cuando tuvoun buen puado de reflejos diversos de s mismo,se decidi a elaborar un breve ensayo sobre laidentidad.

    Otra de sus ideas gira en torno a cmo unaspersonas son ngeles para otras, como cada unode nosotros podemos ser ngeles para los dems.Lo explica de este modo: cuando ests con una

    De gatas, gatos y otros

    Interior de la Iglesia de San Jos, donde transcurre en parte la leyenda de La dama de la rosa blanca, la favorita del autor.

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  • preocupacin, con la mente bloqueada por cualquier motivo y de repente hay algo, alguien que te mira,te sonre vas por el metro entre toda la masa y hay alguien que sobresale y te sonre te cambia elda: ests alegre y con otra energa. ste es para l un libro sin fin, al igual que Razones para vivir. Denuevo las redes sociales y los amigos fueron sus aliados. En este caso pregunt cules eran las razonesque tenan para ser felices y a cada respuesta, a cada motivo, le asign una instantnea realizada por ly una frase clebre. Toda esa labor pretende publicarla en forma de libro aunque de momento ya hizouna exposicin con una seleccin de 22 imgenes en el Palacio ducal de Medinaceli y una muestra audiovisual para una asociacin de enfermos de Lupus. Que nadie piense que el tema termina ah porque conl quiere cerrar un crculo de positivismo de modo que el dinero recaudado por este futuro libro se destine a ONGs. Y es que para Jos todo es energa que circula, que va de unos a otros, rebotando como luzen los espejos.

    Con la mirada puesta en el futuro va terminando su caf. Supongo que ya se han dado cuenta de queJos nunca deja de trabajar. Por eso nos confiesa que est trabajando en su cuarta publicacin para LaLibrera. A pesar de no desvelarnos su contenido, s nos permite una pista: es el final para muchagente para todos. Nos deja con la intriga: qu ser?

    De gatas, gatos y otros

    Uno de los estrambticos autorretratos de su proyecto Identidades.

    Publicaciones de Jos Escudero Ramos: Misterios y enigmas de Madrid 2012 . Cocinando la Historia. Curiosidades gastronmicas de Madrid 2011 . Historias, curiosidades y algunas leyendas del antiguo y del moderno Madrid 2009 .

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  • Los peligros de Madrid reflejados en el portal roto de Jos, una foto de su libro Misterios y enigmas de Madrid.

    De gatas, gatos y otros

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  • Nuestro cuartel general. El CanalilloEl Canalillo de la Dehesa de la Villa visto desde la nostalgia de quien lo ha vivido enprimera persona. Este artculo ha sido publicado por la Asociacin de Amigos de laDehesa de la Villa en su blog: Dehesa de la Villa. Naturaleza Viva(http://amigosdehesa.blogspot.com.es/) quienes nos han permitido su publicacin, locual les agradecemos cordialmente. Texto: Manuel MichelenaFotografias antiguas: Jos Luis BerzalDesde la Dehesa de la Villa, hasta ReinaVictoria, pasando por el puente deAmaniel y el Cao Gordo, era el canalillo nuestro teatro de operaciones. Allcogamos varas, de unos rboles que llambamosmalhueles y jugbamos a espadachines cuandofuimos creciendo, arrancbamos varas, y saltbamos de un lado al otro del canal utilizndolas comosi fueran prtigas.

    Pescbamos ranas, a las que luego hacamos fumar, abrindoles su gran boca. Tambin era divertido coger culebras que llevbamos al barrio paraasustar a las chicas. Haba un chico, que le llambamos Kadul al que admirbamos mucho, que se

    meta las culebras dentro de la camisa. Todos lemirbamos sorprendidos, y las chicas se preguntaban dnde estara la culebra, y nuestro buen amigo se la sacaba por debajo de los calzoncillos a laaltura de las rodillas. Era un chico un poco desgarbado, alto, moreno, ms bien casi negro, poco hablador pero que se haba ganado el respeto denuestra cuadrilla, ya que ninguno de nosotros eracapaz de hacer lo que l haca. Haba uno, elGins que se meta las ranas, pero eso ya no nosimpresionaba tanto. Yo alguna vez lo intent, paraquedar bien con los chicos, pero no era muy agradable. Te entraba un cosquilleo, y araaba un pocoy no paraba de moverse. Lo bueno era metersetres o cuatro a la vez.

    Malhuele es uno de los nombres populares que se le da al ailanto. En la imagen, unos chavales que podran ser perfectamentelos protagonistas de nuestro relato, cortan varas de ailanto en la orilla del Canalillo. En la esquina superior izquierda puedeverse un trozo del letrero donde se indica que es el ramal del Norte. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Crnica gatuna

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  • Alguien descubri un da unos pececillos pequeos y estuvimos inventando artilugios para poder pescarlos, pero no lo conseguimos. A m mefastidi ese fracaso y una maana cog un tenedorde mi casa, un alambre y cort una vara grandedel canalillo. Estuve cerca de dos horas intentandoensartar a los pobres bichos, pero no consegu nada. Se ve que de eso no dependa nuestra supervivencia, porque ahora veo reportajes en la TV y apersonajes medio desnudos, pescando con lanzas,aparentemente con facilidad. Bueno realmente mispeces eran bastante pequeos.

    Es curioso, que a pesar de que las aguas del canal iban generalmente limpias, y que apenascubra un metro, casi nunca nos babamos. Se veque eso de lavarse y baarse no se llevaba muchoen la clase obrera. Nuestro deporte consista generalmente en saltarnos el canal de una orilla a otra,ya que apenas tena dos metros de ancho, medidaaceptable para nuestra edad.

    A propsito de esto, recuerdo una historia queme ha quedado grabada, y que mis amigos han recordado pasado el tiempo con bastante frecuencia.

    Uno de los juegos de la pandilla era nombrar a unjefe, y hacer todo lo que l haca. Se llamaba eljuego seguir a la madre. Pues bien, se uni anuestro grupo un chaval del otro barrio, que noera habitual que estuviera con nosotros, y quisoentrar en el juego. Nosotros le dijimos que eramuy pequeo y que el juego era difcil jugarlo.Tanto insisti que al final lo admitimos. Hicimosbarbaridades por el barrio, y como siempre acabbamos en el canalillo. Nos colamos por las alambradas, que eran de pas, y pasbamos entremedias con todos los cuidados.

    Nuestro buen Mito, que as se llamaba el chaval,nos fue siguiendo a trancas y barrancas, pero llegla hora de ir saltando el canalillo siguiendo a lamadre, y aqu llegaron las dificultades para nuestropobre amigo. Falto de facultades no poda superarlos dos metros y tomando carrerilla, saltaba y sepegaba con el borde cayendo al agua, as que decidimos despus de jalearle todos, que lo cruzara apie. Al pobre le llegaba el agua por la cintura. Pareca un Cristo, y para ms Inri, en medio del juego apareci por una curva el guarda, que nos latena jurada. Como pjaros asustados, huimos en

    Dos nios caminan por el borde del Canalillo. Puede apreciarse perfectamente su anchura y profundidad tal como se mencionaen el relato. Obsrvese que los nios portan cntaros y una lechera seguramente iran a por leche a alguna de las variasvaqueras o majadas que haba por la zona. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Crnica gatuna

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  • desbandada saliendo por las alambradas como pudimos. Detrs un guarda enfurecido, tirndonospiedras, llamndonos cabrones, cagndose ennuestra puta madre y otras lindezas.Llegamos cada uno a nuestra casa como pu

    dimos y a la hora de comer ya se me haba olvidado el incidente, ya que era bastante habitual ennuestro programa de festejos. Estaba comiendo

    tan tranquilo en mi casa con mi madre y mis hermanos, y escuchamos un alboroto en el jardn, measomo, y veo en la puerta un montn de chicos yuna vieja llevando de la mano al Mito. El espectculo era jodido. Una vieja chillando, el Mitotodo mojado y con los pantalones rotos. Mi madreque se asom al ver el ruido de la vieja, acostumbrada un poco a las aventuras de su hijo, solo exclam ene ama! Que siempre deca cuando

    ocurra en casa alguna cosa fuerade lo corriente.

    La verdad, el nmero era impresionante. Cuando salimos deestampida con el guarda pisndonos los talones el chaval searrastr hasta las alambreras, yse enganch los pantalones. Yono saba qu hacer, y de repenteel Mito, sealndome con el dedole dijo a su abuela que no dejabade chillar, Ha zido eze! el pobrececeaba un poco. Salimos comopudimos del lance. El castigo demi madre fue varios das sin salir,

    Enternecedora imagen de un nio asomndose al Canalillo apoyado en las alambradas. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Otra vista de la alambrada del Canalillo, en este caso a su paso por la Dehesa de la Villa a la altura del Cerro de los Locos.En la esquina inferior izquierda puede apreciarse el letrero del Canal prohibiendo el paso. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Crnica gatuna

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  • Una pandilla de chavales juega con una carabina de perdigones en las proximidades del Canalillo, en la vaguada que habaentre las actuales calles del Almirante Francisco Moreno y del Camino de las Moreras. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Evocadora estampa de cmo eran las inmediaciones de la Dehesa de la Villa a mediados del s. XX. En la imagen, la c/ Tremp.A la izquierda, entre los rboles y el poste de la luz, puede verse la esquina del alero de una casa que todava pervive en elnmero 42. La acera derecha ha desaparecido completamente ntese en la esquina superior derecha el cartel anunciandoCasa Gorris. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Crnica gatuna

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  • y desde luego al Mito ya no le volvimos a admitiren nuestra pandilla.

    Ya he mencionado al guarda, quiero decir quenosotros le dbamos bastante trabajo y el hombresiempre estaba de mala leche. Cuando bajaba alas tiendas del pueblo a por tabaco o a tomarse unchatillo en la taberna del Sr. Fermn desaparecamos todos de la calle por donde l pasaba, y siquedaba alguno, era blanco de sus miradas amenazantes. Le llambamos Gazaparullo y se logritbamos siempre que estbamos lejos de su alcance y l, como siempre, nos llamaba cabrones ehijos de puta. A unos cuantos nos la tena jurada,pues ya nos conoca de otras veces. Sin embargo,lo que es la vida, hubo una circunstancia en la quepagamos por nuestro pecados con el guarda. Unda de correras, fuimos a los viveros, nuestro lmite del territorio con el cao Gordo, y estuvimos cogiendo moras y amajuelas, terminando nuestrajornada, entrando al canalillo a la altura del Colegio de Hurfanos de Ferroviarios, para tranquilamente salir por la puerta que siempre estabaabierta para el paso de los guardas, a la altura delmerendero de Casa Gorris.

    La verdad que bamos relajados, llenas las manos de moras y amajuelas, cuando de repente encontramos en la puerta un mozarrn fuerte, malencarado, que tapndonos la salida nos dice, conque Gazaparullo, eh! Nos puso en fila a todos loschavales para que saliramos y segn bamosatravesando la puerta, nos iba pegando una hostiaal tiempo que deca toma gazaparullo! No huboforma de escapar a ese convite, y all terminamostodos comulgando, sin haber odo misa, una tardede agosto. Al oficiante de la ceremonia le llamabanel Nene y era hijo del guarda. Pasado el tiempo, yya ms mayorcitos, nos hicimos amigos del guarday supimos que se llamaba Eugenio y nosotros leofrecamos tabaco, y algn que otro chatejo de vino y le gustaba que le llamramos Sr. Eugenio.Mira que erais perros, nos deca. Yo creo que erael exceso de salud que tenamos, que haba quegastarla de alguna forma.Otra de las aventuras del verano tambin en

    el canalillo, era la bsqueda de pelotas que secaan por encima de las tapias de la Piscina Tritnen la calle Valls Ferrera, cuyo lmite era el canal,todo lleno de zarzas, arboleda espesa, varas de

    Trasera de la calle Tremp en su lmite con el Canalillo, el lugar exacto de la entrada a Casa Gorris donde el relato sita elencuentro con el hijo del guarda. A la izquierda, las alambradas y, al fondo, la puerta de acceso. (Foto: J. L. Berzal, entre195060)

    Crnica gatuna

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  • El Canalillo en la vaguada que hoy ocupa el parque deOfelia Nieto. Puede apreciarse la frondosidad que semenciona en el relato. Adems, uno de los puentesdisponibles para cruzar el Canalillo y, a la derecha,una de las puertas de acceso. Obsrvese igualmente,detrs del rbol, un capirote del viaje de agua deAmaniel. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Terminados los juegos, los nios vuelven a sus casaspor el borde del Canalillo. (Foto: J. L. Berzal, entre195060)

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  • malhuele, etc. La gente esperaba el final del dapara a la salida ir en busca de la pelota que se leshaba colado. Tarea casi imposible para personaspoco acostumbradas a andar por esos matorrales,que nosotros conocamos como la palma de la mano. Tambin haba que saltar las alambradas deespino. Demasiado para unos chicos de ciudad.

    Un da a la semana, generalmente los lunes,llambamos a los chicos del otro barrio y juntosemprendamos la bsqueda de esos tesoros queno estaban al alcance de nosotros. Muchas vecesjugbamos al ftbol con pelotas de trapo. Terminada la jornada con dos o tres pelotas de botn, llegaba la hora del reparto. Ponamos una raya en elsuelo, y mediamos quince pasos, cogamos cadauno una piedra lo ms lisa posible (de las que usbamos para jugar al palmo y dao), y la tirbamospor orden intentando conseguir que cayera lo mscerca posible de la raya, y se repartan los trofeossegn el orden conseguido. Casi siempre ganbamos los mismos, y los del barrio de arriba estaban

    mosqueados y se empearon en que nos lo jugramos a los montones, cosa que yo me negabaporque saba que manejaban las cartas mejor quenosotros, y adems saban hacer trampas.

    A propsito de estas discusiones por este negocio, un da el Pichi que era un pandillero del otrobarrio empez a calentarnos a los dos jefes de barrio, como ya lo haba hecho en otras ocasiones,pero esta vez simulando un combate de lucha libreamericana. Por un lado el Ufano, y del otro el Pocholo, este era yo. Empezaron a jalearnos todoslos chavales, y ya harto del juego del Pichi, di unpaso al frente, sacando pecho y dije aqu hayuno!. Cosa curiosa, el Ufano se achant. Yo tenalas piernas temblando, pero nadie se dio cuenta.No veas como qued y el respeto que gan en lasdos bandas. Pasado el tiempo, siempre le he pedido a la vida que no me pusiera en situaciones violentas, y gracias a Dios, tengo ya 73 aos y nuncalas he tenido de importancia.

    Imagen de un tiempo y un escenario perdidos. Prcticamente irreconocible, se trata de la vaguada a continuacin de laAvenida Pablo Iglesias, entre las calles Almirante Francisco Moreno y Camino de las Moreras. Por entre la arboleda, discurrael Canalillo. Al fondo se distingue la cpula de las antiguas escuelas del Ave Mara de la c/ Mara Auxiliadora a la izquierda,las casas de las calles Valle de Arn, Tremp, Pirineos (puede verse el torren de la tristemente desaparecida Quinta ElMirador)... Enteramente, parece que fuera un pueblo, tal como se menciona en el relato. (Foto: J. L. Berzal, entre 195060)

    Crnica gatuna

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  • Hace poco ped a uno de mis hijos que me acercara a mi teatro de operaciones, el Canalillo de mis12 aos, ya que ahora vivo fuera de Madrid. Bloques de apartamentos, carreteras, jardines, callesasfaltadas, no pude reconocer ningn paisaje amigo. Algo se rompi dentro de m. Mi Canalillo,aquel amigo que estuvo presente en mi historia infantil haba desaparecido, se me haba ocultado. Micasa era un terrapln. Pase por las calles y no pude saludar a nadie. Me dieron ganas de llamar alas puertas de las casas para gritarles Soy el Pocholo! No os acordis de m?

    Pobre Canalillo, tambin t sentirs nostalgia delos tiempos pasados. Si tuvieras alma seguro quete acordaras de nosotros que siempre tuvimos unrincn para ti muy importante en nuestro corazn.Siempre te quisimos. Al despedirme de mi barrio yde ti he derramado alguna lgrima, posiblementetodava queda en mi cuerpo de hombre resto detus aguas. Me hubiera gustado que fuera rodandohasta tu viejo caudal conocido. Acaso me estoyvolviendo loco con estos pensamientos? Es posible.

    Algunos de los vestigios del Canalillo en la actualidad. Arriba, a la izquierda, ra en el parque de Ofelia Nieto a la derecha, elCanalillo en el cruce con la antigua carretera de la Dehesa. Debajo, a la izquierda, casas del Canal detrs del Colegio deHurfanos Ferroviarios a la derecha, uno de los postes de la antigua alambrada en el paseo del Canalillo en plena Dehesa dela Villa. (Fotos: A. Morato, 2010)

    Crnica gatuna

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  • DE EVACUATORIOS Y PAPELERASHace muy poco ms de un siglo que la Villa vio florecer en sus calles un nuevoartilugio: las papeleras, y pocos meses antes, tambin como gran novedad, se ponanbajo tierra los urinarios de la Puerta del Sol haciendo desaparecer los de superficieque venan dando servicio desde mediados del XIX.Texto: Alfonso MartnezCorra 1911 cuando el alcalde Jos FrancosRodrguez, junto con otras obras, dio enhacer estos cambios con intencin deque la ciudad se pareciese un poco ms,

    en la cosa de la higiene, a otras capitales europeas. Podra suponerse que todo el mundo estuvode acuerdo en ambas medidas, pero nada ms lejano de la realidad. Hubo a quien no gusto una uotra y a quien no gust ninguna de las dos. Los

    motivos eran diversos, pero bsicamente tres: elcoste, su duracin y la mera oposicin poltica.

    Francos Rodrguez nacido en 1862 y muerto en1931 fue un hombre polifactico: mdico, periodista, escritor, acadmico y poltico liberal. Comomdico ejerci junto al doctor Cortezo y conocide primera mano los problemas de las clases desfavorecidas especialmente los derivados de la falta

    de higiene. En tanto en cuantoperiodista fue director de El Heraldo de Madrid, La Justicia, El Pueblo y El Globo, pero sobre todo esconocido como presidente de laAsociacin de la Prensa de Madridentre 1920 y 1931 y por haber sido el impulsor definitivo del Palacio de la Prensa, en la Plaza delCallao. En poltica ejerci diversoscargos, entre ellos fue titular devarios ministerios, como el de Instruccin Pblica y el de Gracia yJusticia, y tambin fue lo que nosinteresa, alcalde entre 1910 y1912 y entre 1917 y 1918.

    DE EVACUATORIOSEn 1910, cuando an llevaba

    poco tiempo ejerciendo la alcalda,decide dar vida a las comisionesmunicipales, caracterizadas por supasmosa lentitud y activar proyectos que dormitaban en los despachos. Entre ellos el delsoterramiento de los mingitoriosde Sol. La cuestin era cerrar losya veteranos de superficie, ponerlos bajo tierra, darles mayor capacidad y mejorarlos acorde con lostiempos. Se construiran dos, seFrancos Rodrguez (Mundo Grfico 01/05/1912)

    Crnica Gatuna

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  • parados en el tiempo, pero en la misma plaza yambos para caballeros, con el proyecto de un tercero en Pontejos para seoras. El veintids de febrero se firmaban los contratos de obra y tres dasms tarde la comisin de vecinos de la Puerta delSol se personaba en la alcalda para protestar, cosaaparentemente incomprensible porque el bajar losurinarios al subsuelo eliminaba olores e higienizabala va pblica[1]. Realmente los que protestabaneran los comerciantes que lo que no queran eraque la entrada al evacuatorio (extraa palabra conque se haba bautizado a los retretes) cayera justodelante de la puerta de sus tiendas.

    La ejecucin se adjudic a la santanderina Corcho Hijos, Construcciones Metlicas, Saneamientoy Calefaccin, antigua y reputada firma de origenitaliano que ha pervivido dedicada a diversas acti

    vidades llegando, prcticamente, a nuestros das.El precio, uno de los motivos por los que clamparte de la prensa, fue de cincuenta mil pesetascada uno. Los trabajos comenzaron el catorce deabril, siendo la segunda de las quejas la duracinde los mismos, tan desmedida que en julio la empresa peda la concesin de una prrroga, a la cualse avino el Ayuntamiento, y que no bast. Por mucho que el alcalde urgiese a los constructores paraque acelerasen no se vea el fin[2], slo ms prrrogas. Como sera la cosa que Corcho e Hijos, asus expensas, decidi quitar las vallas, cubrir elhueco con baldosas de cristal y poner una barandilla provisional para disimular el desastre del retraso y estorbar lo menos posible. Por fin eldieciocho de abril de 1911 el Ayuntamiento recepcionaba las obras, abriendo al pblico el da veintitrs, habiendo pasado unos catorce meses desdesu inicio, plazo que pareci inmenso a muchos y esque los madrileos de principios del XX no estabanacostumbrados a lo que hemos tenido que padecersus descendientes.

    Fueron muchas las invectivas contra FrancosRodrguez. Desde el Eco de la Construccin alguien que firmaba como Pedro Taquilla[3] hizocampaa contra los evacuatorios, criticando desdeel nombre hasta la duracin pasando por el costesin dejar un resquicio para atacar a la Corporacin.Una de sus protestas es, actualmente, curiosa porponer en tela de juicio la resistencia del firme de laplaza a causa de las dependencias subterrneas:Pocos deben ser los madrileos ignorantes de laforma en que se encuentra el subsuelo de laPuerta del Sol: alcantarillas, caeras de agua ygas, canalizaciones de electricidad, etc., lo minan,y a esto debemos agregar (...) el del ya mencionado corraln [evacuatorio] es uno de los que mayorpeso ha de aguantar diariamente por el de la redtranviaria (un verdadero peligro para el ciudadano), el del trnsito de coches, carros, automvilesy viandantes. Preveo un hundimiento con el tiempo, y pobre del evacuatoriano que entonces sehalle en el evacuatorio! [4]

    El conservador Juan Prez de Ziga no se quedaba corto en sus pullas rimadas, cargando por loque entenda como suntuosidad, comparndolos

    Francos Rodrguez con Alfonso XIII en la inauguracin delas obras de la Gran Va. (Ilustracin Espaola y Americana08/04/1910)

    [1] La Correspondencia de Espaa (25/02/1910)[2] El Imparcial (25/08/1910)

    [3] Desconozco quien era la persona que estaba tras elseudnimo[4] El Eco de la Construccin (15/04/1910)

    Crnica Gatuna

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  • con las pirmides de Egipto, tanto por el tiempocomo por la supuesta magnificencia de la obra. Dijo que el agujero llegara a las antpodas o a los infiernos para construir un colosal monumentocabeza abajo, etc. Un ejemplo de sus versos:

    Al ver del evacuatorioque hay en la Puerta del Sollas escaleras marmreasel provinciano Melchor,de buena fe dijo a un guardia:Qu es esto? Es el pantende polticos ilustresque el Concejo proyect?[5]En Nuevo Mundo se escandalizaban preguntn

    dose cuanto tardaramos en hacer un metro a laparisina si estbamos tardando en hacer el evacuatorio ms que lo que se tard en hacer la TorreEiffel[6], en La Correspondencia de Espaa aseguraban que antes se pondra de moda que las mujeres llevasen pantaln que acabasen estas obras[7].Para encrespar ms los nimos se sumaron otrosproyectos municipales como hacer pasos subterrneos en la misma zona para facilitar el trnsito de

    los peatones, crear un parque enel sur a imitacin del del Oeste,etc. etc.

    A pesar de los pesares aquellocomenz a funcionar y las quejas siguieron, aunque se reconocieron las ventajas de los nuevosequipamientos que eran amplios,bien iluminados tanto con la luzdel da como con la elctrica,ventilacin por suelo y techo,sistema elctrico de absorcin deolores, amplios desages.Constaban de diecisis retretes ydiez urinarios de pared, lavabosy algunos bids. Tenan agua caliente y fra, las paredes estabancubiertas de baldosines, habacalefaccin y tenan un telfono![8] Esto ltimo fue motivo debromas, como la de GedenCualquiera iba a sospecharque en un subterrneo destinado al alivio de lasnecesidades encontrara el parroquiano serviciode escritorio, telfono y no sabemos si agente para la compra y venta de valores en Bolsa!"[9]

    Como el servicio no era gratuito los sinsaboresdisminuyeron cuando se supo que los denostadosservicios reportaban al magro erario municipal cincuenta pesetas diarias, porque ingresaban unassetenta y los gastos, personal incluido, eran deveinte.

    Hoy en da Madrid no dispone de ningn tipo deservicio similar al de estos evacuatorios de 1911.

    DE PAPELERASNo estaba frio el tema de los evacuatorios

    cuando naci el de las papeleras pblicas, inventodesconocido en Madrid. El propsito para implantarlas era el evidente: procurar atenuar la tradicional suciedad urbana consiguiendo que la gentetirase los papeles a un recipiente en vez de al suelo como era lo habitual. De nuevo la batalla ini

    [5] El Heraldo de Madrid (21/12/1910)[6] Nuevo Mundo (15/09/1910)[7] La Correspondencia de Espaa (2/8/02/1911)

    [8] La poca (18/04/1911), La Correspondencia de Espaa(19/04/1911)[9] Geden (21/04/1911)

    Vieta que nos muestra a dos municipales en los nuevos evacuatorios (VidaMartima 30/04/1911)

    Crnica Gatuna

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  • cial se librara en Sol e inmediaciones. A mediadosde agosto de 1911 los talleres municipales trabajaban construyendo los doce ejemplares destinadosa cumplir su higinica funcin a la vuelta del veraneo, primero en Sol y Alcal y posteriormente enSevilla, Carrera de San Jernimo, Arenal y Mayor.Se hizo una presentacin a la prensa, entre otrascosas, para que los madrileos pudieran darse porenterados de que lo era aquello[10].

    Tambin chorrearon las crticas, a veces contratoda lgica, desde el mismo lado a Francos Rodrguez. El Siglo Futuro se rasgaba las vestidurasporque el alcalde se dedicase a poner papelerasmientras gran parte de la calle de ODonnell estabapendiente de adoquinar, motivo por el cual se llenaba de barro cuando llova y se preguntaban quesi no haba dinero para poner los adoquines en toda su extensin cual era el motivo de haber empezado los trabajos . Incansable Prez Ziga juega

    con el contenido de los papeles destinados a tirarse en las papeleras. Para l es un gran invento ponerlos en el aduar madrileo porque as podrandejar en ellos sus poemas los vates modernistassollozantes, los cmicos con los papeles en queno puedan lucirse, las leyes y bandos incumplidos,las cartas amorosas y hasta podran servir de ensayo para los electores que despus metern laspapeletas en urnas y pucheros y, es premonitoriocuando dice porque mucho me temo que en tornode los cestos los papeles discurran por el suelo[11]

    El doce de octubre se procedi a ponerlas, ancladas en la pared y con un rtulo pequeo quedeca lo que eran, en la Puerta del Sol, Alcal yCarretas y al mismo tiempo que se inauguran algunos advierten que no son la solucin si no seacompaa de otras cosas, como posibles multaspara los que ensucien, tal y como sugiere El Heraldo Militar (14/10//1911). El Pas pone el dedo

    [10] La Correspondencia de Espaa, El Pas y varios otrosentre 17/08/1911 y 19/08/1911 [11] El Heraldo de Madrid (18/08/1911)

    Vieta poltica que nos muestra a Canalejas arrojando inaugurando las papeleras de Sol tirando La conjuncin delGobierno (El Heraldo de Madrid 17/10/1911)

    Crnica Gatuna

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  • en la llaga cuando dice que la suciedad no es imputable nicamente a los ayuntamientos sino, principalmente a los vecinos que arrojan de muchascasas sobras de comidas, papeles sucios, pelos,la basura, cscaras de meln y de naranja, conpeligro para los transentes. Todo ello achacablea la falta de amor a Madrid, al pueblo, a la localidad que existe en otras poblaciones y que hace atodos los vecinos celosos guardadores de la limpieza, del decoro de la ciudad. Finalmente aposti

    lla que en las dospapeleras puestas enGobernacin y ya llenashasta arriba si se hurgaconvenientemente loque se encontrar serla Constitucin y losdiscursos de Canalejas[12].

    Los vaticinios sobrenuestra incuria se cumplieron porque El Geden nos dice que laacera inmediata estaballena de papelitos[13].Mientras el Siglo Futurosegua protestando queen vez de haber puestolas papeleras bien sepodra haber arregladoPreciados, que era uncompleto barrizal[14] yLa Ilustracin Militar tilda, despectivamente, alalcalde de obsesionadocon evacuatorios y papeleras, segn ellos lonico que quedar desu paso por el cargo,mientras suprime el arbitrio de consumos ysube el impuesto del inquilinato haciendo queel precio de los alquileres se dispare[15].Sea como fuere las

    papeleras, afortunadamente, siguieron creciendopor la ciudad y en 1913 se peda su instalacin enel Parque del Oeste para que los nios que iban allpudiesen dejar en ellas los restos de la merienda.

    [12] El Pas (13/10/1911)[13] Geden (15/10/1911)

    [14] Es de entender que por obras. El Siglo Futuro(18/10/1911)[15] La Ilustracin Militar (30/10/1911)

    Vieta sobre Francos Rodrguez, cuando ya haba dejado la Alcalda (Geden 18/12/1912)

    Crnica Gatuna

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  • LA CORRESPONDENCIA DE ESPAA:25/02/1910, 18/06/1910, 21/07/1910, 08/10/1910, 28/02/1911,19/04/1911, 22/04/1911, 23/04/1911, 29/04/1911, 17/08/1911,21/08/1911, 09/09/1911. 01/11/1911 LA POCA:04/03/1910, 30/11/1910, 18/04/1911, 22/04/1911, 12/12/1911 EL ECO DE LA CONSTRUCCIN:01/04/1910, 15/04/1910, 15/09/1910, 15/12/1910, 01/01/1911,01/09/1911, 15/10/1911 EL PAS:14/04/1910, 17/04/1910, 19/04/1911, 30/07/1911, 17/08/1911,13/10/1911 EL HERALDO DE MADRID:21/02/1910, 20/08/1910, 21/12/1910, 24/02/1911, 18/04/1911,21/04/1911, 18/08/1911, 17/10/1911 EL DA DE MADRID:25/08/1910 EL IMPARCIAL:25/08/1910, 24/04/1911, 29/04/1911 NUEVO MUNDO:15/09/1910, 18/05/1911, EL FUSIL:24/12/1910, 04/03/1911, 29/04/1911, 06/05/1911 DIARIO OFICIAL DE AVISOS DE MADRID.:16/01/1911 LA LECTURA DOMINICAL:18/02/1911 EL SIGLO FUTURO:

    13/03/1911, 19/04/1911, 18/10/1911 EL LIBERAL:19/04/1911 GEDEN:21/04/1911, 20/08/1911, 15/10/1911, 22/10/1911 EL HERALDO MILITAR:25/04/1911, 14/10/1911 VIDA MARTIMA:30/04/1911, 30/08/1911 EL MOTN:11/05/1911 LA ILUSTRACIN ESPAOLA Y AMRICANA:30/08/1911 EL GLOBO:09/09/1911, 13/10/1911 LA CORRESPONDENCIA MILITAR:19/08/1911 MADRID CMICO:19/08/1911, 16/09/1911 LA ILUSTRACIN MILITAR:30/10/1911

    FUENTES CONSULTADAS

    Vieta de Vida Martima, de30/081911, que ensea unapapelera (no es el modelo real)

    Crnica Gatuna

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  • Glosario arquitectnico madrileo: CresteraEl alfabeto arquitectnico avanza inexorable. La letra C llama a la puerta, y elprimer elemento arquitectnico que queremos destacar en esta cuarta entrada noparece primordial y especialmente relevante para la configuracin de una estructuraedilicia. Nos referimos a la CRESTERA. Efectivamente, su existencia no esprimordial para la morfologa de los edificios, pero est creada para dotar dearmona y apariencia de acabado a un edificio que, sin su auxilio, estara carentede un remate que le dote de un sentido de goce para los sentidos. Algo puramenteesttico, cierto, pero la arquitectura ama los elementos que le dotan del alma y labelleza que apreciamos los seres humanos. Y en Madrid, encontramos un interesanteejemplo del uso de este elemento esttico en un edificio bien visible, en una de susprincipales calles, y, desde luego, no lo suficientemente conocido: la iglesia de lasCalatravas. Pero antes de desvelar las incgnitas de tan hermoso templo definamosa la protagonista de esta entrada Texto: Julio RealFotos: Mario Snchez, salvo indicacin de otra fuenteCRESTERA:(Derivado de cresta, y ste del

    latn crista): Elemento de remate decorativo arquitectnico que corona los edificios por encima de lacornisa, consistente en un motivo repetido en serie, generalmente de talla calada en piedra, decarcter geomtrico, vegetal o zoomrfico, y empleado sobre todo durante los perodos artsticosdel Gtico y del Renacimiento.

    Antes de mostrar el ejemplo de la presente entrada en el edificio madrileo seleccionado en elpresente artculo, podemos ver dos ejemplos decrestera de los referidos estilos artsticos.

    Un buen ejemplo del perodo renacentista, loconstituira la crestera que culmina el palacio deMonterrey en la ciudad de Salamanca (Foto 1)

    Y otro ejemplo, ste perteneciente al estilo gtico, lo descubrimos en la Capilla Real de la Catedralde Granada (foto 2).

    El ejemplo de crestera madrileo que hemosseleccionado lo encontramos en el magnfico edificio de la iglesia de las Calatravas (foto 3) en el quecentramos el presente reportaje. Podemos observar que la misma se encuentra constituida por grifos de vigoroso diseo, entre pinculos de diseorenacentista, que sustentan con sus patas delanteras el escudo de la Orden de Calatrava culminadopor corona real.

    Dicciogato de Gatitectura

    Foto 1: Crestera renacentista del Palacio de Monterrey, enSalamanca, obra de Rodrigo Gil de Hontan (1539)(Fuente: dicter.eusal.es)Foto 2: Crestera gtica de la Capilla Real de Granada, deEnrique Egas (1504)(Fuente: 1000reinogranada.blogspot.com)gv 48

  • Dicciogato de Gatitectura

    TEMPLO DE LA CONCEPCIN REAL DE CALATRAVAEsta es la denominacin cannica de laiglesia que nos disponemos a visitar ydescribir. Ubicada en el actual nmero 25de la tradicional y populosa calle de Alcal, y muy prxima a su centro viario de la Puertadel Sol, esta iglesia constituye uno de los templosmadrileos ms bellos del barroco del ltimo terciodel siglo XVII.

    Para entender la razn de su atribucin a unaorden religiosamilitar de raigambre exclusivamente espaola como es la de Calatrava hemos de darunas leves pinceladas, acerca de su origen, parapasar a explicar su incardinacin posterior en estetemplo de la Villa y Corte.

    Breve apunte del origen de la orden de Calatrava.

    En 1147 las tropas castellanoleonesas del reyAlfonso VII conquistaron la plaza fuerte de CalatRabaht, la actual Calatrava la Vieja, en el municipio ciudadrealeo de Carrin de Calatrava. Enco

    mendada su defensa a los templarios, los mismosejercieron su defensa durante diez aos, hasta1157, en que abandonaron dicha plaza ante lasrazzias cada vez ms apremiantes y prximas delos almohades. El monarca de aquel entonces,Sancho III, hizo un llamamiento a los magnates yseores de los distintos reinos y seoros cristianospara que colaboraran en su mantenimiento y defensa. Acudi tan slo un ministro del Seor, frayRaimundo Serra, abad del monasterio de Fitero lohizo, en principio, para que este monarca confirmase los privilegios otorgados por Alfonso VII a sumonasterio. Llegado a la corte de Toledo se enterde la peticin desesperada del monarca ante la inminente amenaza almohade y animado por sucompaero, fray Diego Velzquez, que antes derealizar los votos sagrados haba sido un notableguerrero, se ofreci al rey castellano para defenderla plaza. Concedido este arriesgado privilegio, elantiguo soldado y el abad reunieron un ejrcitoque se aprest a defender Calatrava la Vieja y, a lavista del xito obtenido en su defensa, decidicrear una orden religiosomilitar, la ms antigua delas creadas en Espaa (las otras son las de Santiago, Alcntara y Montesa), bajo las reglas de la Orden del Cster, integrada por religiosos ycaballeros: la Orden de Calatrava. Sus constitucio

    Foto 3: Vista detallada de una de las cresteras de la iglesia de las Calatravas.

    FUENTES CONSULTADAS

    CAL MARTNEZ, Rosa. La Gazeta deMadrid y la Guerra de Sucesin.Cuadernos Dieciochistas, N. 3. Edicionesde la Universidad de Salamanca, 2002.Pgs. 3556. DOMINGUEZ SALGADO, M. del Pilar.Inquisicin y Guerra de Sucesin.Espacio, Tiempo y Forma, Serie IV,Historia Moderna. Tomo 8. UNED, Facultadde Geografa e Historia, 1995. Pgs. 175189. HUARTE, Amalio. Papeles festivos delreinado de Felipe V. Revista deAtrchivos, Bibliotecas y Museos. Tomo LI,enero a marzo de 1931. SANZ, Virginia. El reinado delarchiduque Carlos en Espaa: lacontinuidad de un programa dinstico degobierno. Manuscrits, revista dhistoria

    moderna, nm. 18. 2000. Pgs. 4162. LEN SANZ, Virginia. La dimensin civilde la Guerra de Sucesin espaola en lahistoriografa actual. Cuadernos deHistoria Moderna, n 10. Edit. UniversidadComplutense. Madrid, 1989. Pgs. 183194. SAN FELIPE, Marqus de, Comentarios dela Guerra de Espaa, e Historia de su ReyPhelipe V. el Animoso desde principio desu reynado hasta la Paz General del aode 1725. Tomo I. Imprenta de MatheoGarviza. Gnova, 1725 Revista de Archivos, Bibliotecas yMuseos, Nm. 22, 30 de noviembre de1872. Revista de Archivos, Bibliotecas yMuseos, Nms. 23 y 24, 31 de diciembrede 1872.

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  • Dicciogato de Gatitecturanes seran aprobadas por el Papa Alejandro III enel ao 1164. La rama femenina de la orden serafundada en el ao 1219 y era requisito exigido para ingresar en la misma, que las candidatas aportaran pruebas de pertenecer a la nobleza.

    Trayectoria histrica del convento de las Calatravas.

    Las primeras religiosas de esta orden, denominadas comendadoras, procedan del monasterio deAlmonacid de Zorita (Guadalajara) y llegaron a Madrid en 1623, una vez conseguida la autorizacindel antedicho monarca. Hasta la construccin desu sede definitiva habitaron en distintas casas situadas en las calles de Santa Isabel, primero, y deAtocha, despus.

    La escritura de fundacin estableci como condicin para el otorgamiento de la construccin delconvento e iglesia a los maestros de obras Gregorio Garrote e Isidro Martnez, que siguieran las trazas dadas por el arquitecto fray Lorenzo de SanNicols *.

    Las obras de construccin discurrieron con rapidez inusitada, pues iniciadas en el mismo ao1670, estaban concluidas en 1678, llegando a supervisar la direccin de las mismas, en sus primeros aos, el anciano fray Lorenzo, quien lleg a verlas obras conclusas.

    El convento experiment una renovacin y reforma en su fachada en el ao 1858 promovidapor el rey consorte de Isabel II, D. Francisco deBorbn, que fue ejecutada bajo la direccin del arquitecto Juan de Madrazo y Kuntz en estilo neorrenacimiento. Tras la Gloriosa, revolucin quederroc a la referida monarca en 1868, el convento fue demolido en 1872. Dos aos antes el templose salv de este mismo destino gracias a la defensa que sobre el mismo realiz el general Prim, asesinado ese mismo ao (1870).

    Visita al templo.Situados en el nmero 25 actual de la calle de

    Alcal, hemos de elevar la vista para tener una visin de conjunto de su fachada (foto 4). Es fciladvertir que la misma se corresponde con el ladodel evangelio (lateral izquierdo) del templo. Tambin advertimos la inexistencia de torres, lo quehace resaltar el protagonismo de su gran cpula,cuyo tambor es de forma octogonal y muestra, deforma alternada ventanas rectangulares huecas yciegas, de molduras lisas. As, constatamos la gradacin de ensanchamiento que se produce desdeel punto culminante, el chapitel, descendiendo porla linterna, hacia la cpula encamonada, el tambor,los muros del crucero, y las fachadas de las naves,a modo de contrafuertes sustentadores de la gran

    * Fray Lorenzo de San Nicols (15951679): Religioso agustino recoleto. Arquitecto prctico y terico, de los ms destacadosde su tiempo, posey una erudicin enciclopdica sobre su especialidad, que puso de manifiesto en su obra Arte y uso dela arquitectura, tratado que elabor para aproximar a los arquitectos y maestro de obras de su poca a los conocimientostericos de la arquitectura, con un enfoque eminentemente prctico y realista.

    Foto 4: Imagen del templo de las Calatravas en la que resaltasu gran cpula.

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  • cpula.La fachada de las Calatravas se construy en

    mampostera y verdugadas de ladrillo, que actualmente no se muestran a la vista a consecuencia,como ya indicamos, de la reforma efectuada por elarquitecto neomedievalista Juan de Madrazo yKuntz (Madrid, 18291880), seguidor de la corriente restauradora inaugurada por el arquitectofrancs ViolletleDuc. Madrazo revoc toda la fachada dotndole de un vistoso color almagre, yadornando la parte inferior de la fachada con unesgrafiado en forma de despiece de sillares en loscuales entrelaz crculos que contienen las crucesde las rdenes militares espaolas. Asimismo abriun rosetn en la fachada del crucero meridional,bajo el frontn triangular, insertando una cruz calada de Calatrava.

    La fachada muestra dos puertas, una situada enel extremo del crucero del evangelio, y la otra, menor de tamao y la utilizada habitualmente, se correspondera con la segunda capilla del evangelio.Ambas puertas estn cobijadas por arcos de medio

    punto que amparan tmpano semicircular y portadaadintelada. La portada del crucero est culminadapor una hornacina con una pequea imagen de laInmaculada realizada en estuco por Sabino de Medina. En el segundo cuerpo de esta parte de la fachada aparecen dos hornacinas mayores que laanteriormente referida con las esculturas de losfundadores de la orden de Calatrava: San Raimundo de Fitero, obra del artista gallego Andrs Rodrguez, y San Diego de Velzquez, del escultormadrileo Jos Pagnuci.

    Nos disponemos a acceder al templo, pero nosin antes echar un vistazo a la esplendorosa cerrajera que asegura la portada de la cancela. Destacan sobremanera su cerradura (foto 5), defiligranas barrocas, y culminada por el escudo deCastilla y Len (foto 6). En el mismo resalta la cartela con el nombre del cerrajero y la fecha de elaboracin de estos elementos: Joseph Maiol mefecit. AO 1686

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    Foto 5: Cerradura de la cancela de la puerta de acceso, conel nombre del cerrajero y el ao de su realizacin.

    Foto 6: Detalle del escudo de Castilla y Len, en la partesuperior de la cerradura. gv 51

  • Magnfico interior espacial barroco.Y accedemos por fin al templo. Lo hacemos, co

    mo ya indicamos, por el lado del evangelio, e inmediatamente advertimos que nos hallamos en untemplo de planta de cruz latina, con crucero, cpula, capillas laterales y nave nica con bveda decan con lunetos (foto 7).

    La nave principal dispone de tres capillas a cadalado, si bien ya hemos visto que la segunda delevangelio es la que se utiliza como acceso al templo. A las capillas se accede a travs de arcos demedio punto (foto 8) asentados sobre basamentograntico labrado en molduras siguiendo la figurade las pilastras cajeadas, las cuales rematan en eltpico capitel del hermano Bautista, compuesto deovas, hojas de acanto y festones (foto 9). Asimismo resaltan con contundencia los grandes ventanales sobre las capillas cerradas con grandesrejeras a modo de jaulas.

    Vayamos por partes.Situndonos pues en el testero de los pies de la

    nave, seguiremos el recorrido por la parte de laepstola, la zona derecha de la iglesia. Y en

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    Foto 7: Vista general del interior del templo desde el crucerohacia los pies, culminado con el coro alto sobre arcoescarzano.

    Foto 8. Arcos de medio punto de acceso a las capillas.

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  • contrndonos bajo el coro, el primer elemento quedestaca es un crucificado realizado en el siglo XIXbajo la advocacin de Cristo de la Esperanza (foto10), de autora no concretada que muestra unsuave diseo y expresin serena, an prximo amodelos del neoclasicismo.

    La primera capilla del lado del evangelio se corresponde con la de San Francisco de Paula, de laque no ofrecemos imagen al impedirlo el gran reflejo que originaba el cristal que lo cubre, ya quedicho retablo est compuesto a modo de escaparate y dotado de gran teatralidad. Muestra a SanFrancisco, en talla del siglo XVIII, en su celda,cuando recibi la visin milagrosa que le inspir ellema de su orden: charitas.

    En esta misma capilla, con motivo de la restauracin han aparecido en su pared norte un diseo oplano (foto 11) que muestra un corte transversaldel templo que se estaba edificando, posiblementerealizado por el propio fray Lorenzo de San Nicols.

    La siguiente capilla sirve de paso a la sacrista yen la misma encontramos dos retablos del sigloXIX. El primero, sito en la pared este (foto 12)muestra una imagen contempornea de San Pancracio situado en hornacina de arco de medio pun

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    Foto 9: Vista de la parte superior de las pilastras cajeadas, con capitel del hermano Bautista, y cornisa sustentada pormnsulas pareadas.

    Foto 10: Imagen del Cristo de la Esperanza, bajo el Coro.Siglo XIX.gv 53

  • to la cual est englobada en retablo de madera dorada del siglo XIX.

    La pared oeste de esta capilla muestra un retablo de madera que imita mrmoles, tambin delsiglo XIX y de un solo cuerpo y calle, con hornacina con imagen de la Virgen del Pilar (foto 13).

    A continuacin, accedemos a la capilla de la Virgen de Montserrat. Esta advocacin proviene deldesaparecido Hospital de la Corona de Aragn, sitoen la Plaza de Antn Martn, donde tambin se veneraban la Virgen del Pilar (que representaba aAragn) y la Virgen de los Desamparados (por elreino de Valencia). El retablo (foto 14) es barrocodel siglo XVIII, reelaborado en el XIX. Dorado, yconstando de banco, un solo cuerpo y tres calles,el central est flanqueado por columnas salomnicas con sus fustes adornados de racimos de uvas,y alberga la imagen contempornea en hornacinade la virgen montserratina. Las calles laterales ostentan hornacinas algo ms pequeas con imgenes del siglo XIX de San Jorge y de Santa Eulalia.

    En el testero norte del crucero hallamos la

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    Foto 11: Diseoarquitectnico de la iglesia,posiblemente efectuado porfray Lorenzo de San Nicolsa sus maestros de obras. Foto 12: Retablo de San Pancracio. Siglo XIX.

    Foto 13: Retablo de la Virgen del Pilar. Siglo XIX.gv 54

  • Foto 15: Nave lateral del evangelio, cubierta de bvedas dearista y con paso a la nave centra a travs de arcos de mediopunto

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    puerta de acceso principal a la Sacrista (foto 15).Muestra las caractersticas orejeras de fines delsiglo XVII, pero su elemento ms destacado es elmagnfico escudo real de estilo rococ que lo culmina, sustentado a ambos lados por ngeles tenantes, a cuyos pies se hallan dos leones conorbes entre sus patas delanteras, smbolo de lamonarqua espaola. A pesar de su carcter netamente barroco, este magnfico escudo se realizdurante la reforma del templo en el siglo XIX, dirigida por Madrazo y Kuntz.

    En esta misma pared, y a la izquierda de lapuerta, podemos contemplar en sencillo retablohornacina de madera dorado de pilastras bicajeadas con capiteles de hoja de acanto y culminadopor veneras y cruz, una magnfica talla de SanJos con el Nio Jess, con dos pequeos querubines a sus pies entre nubes (foto 16). Datado amediados del siglo XVIII, se atribuye a la escueladel vallisoletano Luis Salvador Carmona.

    Seguidamente, nos encontramos con el machnoblicuo norte del crucero, en el que hallamos unnotable retablo de la escuela churrigueresca, ejecutado en 1727 por el escultor asturiano Juan deVillanueva y Bardales (16811765). Elaborado enmadera dorada (foto 17) es un retablo constituidopor banco, un solo cuerpo y una calle con hornacina, flaqueado por dos columnas de fuste estriadocon guirnaldas y capiteles compuestos, coronadocon frontn mixtilneo, con florones a ambos lados.La hornacina central contiene imagen de la VirgenDolorosa, vestida de luto, del siglo XIX.

    Foto 14: Retablo de la Virgen de Montserrat. Siglo XIX

    Foto 15: Escudo con ngeles tenantes sobre la puerta deacceso a la Sacrista. Siglo XIX.

    Foto 16: Talla de San Jos con el Nio. Siglo XVIII.Atribuido a la escuela de Luis Salvador Carmona.

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  • Cruzando ante el retablo mayor, sobre el quevolveremos despus, nos hallamos con el machnsuroeste del crucero, opuesto al anterior, el cualexhibe un retablo idntico al anterior y obra tambin de Villanueva y Bardales, y elaborado a la par,en cuya hornacina central (foto 18) podemos observar una imagen tallada de la Inmaculada, elaborada en el siglo XIX.

    Abandonando el crucero y dirigindonos hacialos pies del templo, la primera capilla que alcanzamos es la de Santa Rita de Casia (foto 19). El retablo barroco es de madera dorada, tallado conminuciosidad en sus detalles ornamentales. Del siglo XVIII, se compone de banco, un cuerpo, trescalles y tico. Las dos calles laterales, de diseocncavo, contienen sendas pinturas representandoa San Benito y a San Bernardo, tambin del sigloXVIII. La calle central est presidido, en difanahornacina, por la magnfica imagen de vestir deSanta Rita, elaborada en el siglo XVIII, y que procede del desaparecido convento agustino de SanFelipe el Real.

    Tras dejar atrs esta capilla y pasar frente a lapuerta por la que accedimos al templo, llegamos a

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    Foto 17: Retablo de la Dolorosa. Siglo XVIII.La imagen es del siglo XIX. Foto 18: Retablo de la Inmaculada. Siglo XVIII.La imagen es del siglo XIX.

    Foto 19: Retablo de Santa Rita de Casia. Siglo XVIII

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  • la capilla de San Antonio de Padua (foto 20). El retablo, de madera dorada, y con estucos que imitanmrmol es discreto dentro de su barroquismo ensu configuracin convexa, con banco, un cuerpo ytico, con delgadas columnas corintias que sirvende marco a la gran hornacina que cobija la imagendel santo portugus. sta es una magnfica escultura obra del vallisoletano de Nava del Rey, LuisSalvador Carmona (17081767).

    Una fantstica mquina barroca.Hemos preferido dejar para el final la descrip

    cin del elemento mueble ms impresionante, fastuoso y de mayor calidad artstica que cobija eltemplo actualmente, como es su retablo mayor(foto 21). Fue encargado en 1720 por la orden deCalatrava al gran arquitecto y entallador Jos Benito de Churriguera (Madrid, 16651725), realizndose en apenas tres aos, entre 1721 y 1724 eneste ltimo ao, consta que ya estaba dorado ypolicromado. Fue la ltima obra del gran artista yaque falleci en 1725, un ao despus de su finalizacin.

    Dicciogato de Gatitectura

    Foto 20: Capilla de San Antonio de Padua. Retablo eimagen del siglo XVIII. El santo, obra de Luis SalvadorCarmona. Foto 21: Retablo mayor de la iglesia de las Calatravas, deJos Benito de Churriguera. Ao 1724.

    Foto 22: Tabernculo del retablo mayor, y sagrario conpuerta de plata repujada con relieve de custodia. Siglo XVIII.gv 57

  • Dicciogato de GatitecturaObservando el retablo, podemos ver que est

    construido en madera dorada y policromada, y secompone de banco, cuerpo principal, y tico.

    El banco tiene un notable desarrollo en altura,y en la calle central muestra un escalonamientoque culmina en un arco de medio punto, rematadopor frontn curvo con culo con enmarcamientorococ a modo de relicario. Bajo este arco de medio punto se encuentra el tabernculo o manifestador (foto 22), con forma de templete centralizadoy compuesto por ocho columnas pareadas de orden compuesto, con fustes acanalados ornados deguirnaldas que sustentan entablamento, dobletambor octogonal, el superior de menor tamao, ycpula hemisfrica.

    La gran calle central del retablo muestra un desarrollo cncavo en altura, a modo de medio cilindro, estando flanqueada por dos pares de grandescolumnas tambin de capitel compuesto y fustesacanalados con guirnaldas vegetales y panopliasmilitares.

    Sobre el frontn curvo que culmina el manifestador podemos contemplar la escultura en bultoredondo de San Raimundo de Fitero (foto 23).Aparece ataviado no en su papel de abad, sino como guerrero fundador de la orden religiosomilitarde Calatrava. As, aparece con media armadura,integrada por peto con la cruz de Calatrava, espaldar, faldelln, yelmo con largas plumas, bastn demando, y medias botas de campaa, a la usanzade las utilizadas en las postrimeras del siglo XVII,comienzos del XVIIII.

    El tico del retablo presenta una estructura debveda de cascarn, resaltando en su parte inferior un arco de medio punto que cobija esculturade la Inmaculada Concepcin, titular del templo(foto 24).

    La parte superior del tico del retablo est culminada por la imagen en bulto redondo de el Salvador (foto 25), Cristo en acto de bendecir almundo con la mano derecha, sujetando el orbecon la izquierda y vestido de tnica roja y mantoazul, orlados de oro.Foto 23: Imagen de San Raimundo de Fitero, en el retablomayor.

    Foto 24: Imagen de la Inmaculada en el retablo mayor.

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  • Dicciogato de GatitecturaUna hermosa cpula.

    Se alza en la interseccin del transepto y de lanave principal (foto 26). Rematando la cpula seobserva la linterna, que exteriormente sustentachapitel, orbe y cruz de forja su funcin en el interior es facilitar la entrada de luz. La bveda de lacpula, hemisfrica, se sustenta por medio de parejas de pilastras que finalizan en el anillo inferiorde la linterna, la base de estas pilastras apoyan directamente sobre el tambor que muestra ventanasabiertas y ciegas para favorecer la iluminacin delcrucero, con pares de pilastras c