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BUENAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS CON LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA

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BUENAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS CON LA INFANCIA Y

ADOLESCENCIA

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2 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

DIRECCIÓN Academia SOS España COORDINACIÓN Escuela Nacional de Formación “Juan B. Belda”. Granada DISEÑO DE CUBIERTA E ILUSTRACIONES Ricardo de Arce MAQUETACIÓN Mª Teresa Londoño IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN Entorno Gráfico. Maracena (Granada) © Aldeas Infantiles SOS de España Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede reproducirse por ningún medio sin autorización escrita del editor Depósito legal: Gr-1.302-2008 Impreso en España – Printed in Spain

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Índice

Introducción a las buenas prácticas en educación

7

1. Aldeas Infantiles SOS

Figura de referencia y modelo familiar en Aldeas Infantiles SOS

9

16

2. Cómo promover el ajuste socioemocional en niños y adolescentes. Competencias a desarrollar

29

3. El decálogo de las buenas formas. Principios básicos del educador

35

4. Disciplina asertiva. El estilo inductor de apoyo. Consecuencias del comportamiento

39

5. Uso y abuso del castigo. ¿Cómo, cuándo y para qué?

71

6. Intervención ante conductas agresivas 95

7. El apoyo escolar 111

8. Los cuidados del cuidador 133

9. Un método de evaluación e intervención en situaciones especiales. Proyecto NACE

151

10. Estándares de calidad en el cuidado de niños, fuera de su familia biológica en Europa. Los Derechos del Niño

161

Bibliografía 171

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“Todo niño tiene derecho, y esta es la razón de ser de Aldeas Infantiles SOS, a que se le brinden excelentes posibilidades de ayuda a su crecimiento personal y social. Nuestra tarea es garantizar este derecho con las mejores oportunidades técnicas y humanas proporcionando una educación de calidad a los niños que la sociedad nos confía” Juan B. Belda Becerra Pedro Puig Pérez Presidente Director General

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INTRODUCCIÓN Con este manual pretendemos ayudar al educador en su esfuerzo y tarea educativa diaria, aportando modos especiales de afrontar situaciones y ofrecer las mejores soluciones posibles, con buenas prácticas nacidas de la experiencia y el estudio. La educación de un niño es un proceso largo que demanda paciencia, persistencia y predictibilidad en las acciones; supone “dar, poner y enseñar” al que está motivado para aprender y cuando se han creado las condiciones adecuadas para el aprendizaje.

Los educadores son los agentes activos responsables que intervienen en este proceso y tienen que actuar de manera consensuada, favoreciendo la motivación para los aprendizajes y generando las mejores condiciones para la asimilación de nuevas conductas o formas de responder; dicho en otras palabras, se trata de educar para dotar al niño/joven de recursos que favorezcan su resiliencia (conjunto de habilidades que nos ayudan a afrontar adecuadamente las situaciones adversas, de riesgo o estresantes).

Es fundamental dotar a los educadores de técnicas que favorezcan su resistencia y contribuyan a su bienestar personal y profesional. El proceso enseñanza-aprendizaje demanda de una resiliencia dual, tanto por parte del educador como del niño.

La tarea educativa que llevan a cabo los educadores requiere mecanismos e instrumentos que garanticen el

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“buen hacer”; estas herramientas deben ser más elaboradas, precisas y consensuadas cuando nos enfrentamos a un problema especial como es el caso del problema NACE (niños y adolescentes en condición/situación especial).

Los enfoques actuales de intervención ante los problemas de comportamiento enfatizan la importancia de adoptar posturas educativas pro-activas donde se ponga el acento de la intervención sobre los cambios en los estilos de vida del menor, el refuerzo de fortalezas y habilidades, la enseñanza y promoción de conductas alternativas. Estos nuevos enfoques educativos planteados desde el lado positivo, están más orientados a “poner” o enseñar habilidades al menor antes que a “quitar” o reducir conductas

El cambio de conductas del menor es más probable cuando se evita el deterioro de la relación que mantenemos con él; cuando lo dejamos participar y opinar en la búsqueda de soluciones a su problema, cuando focalizamos y vemos sus fortalezas y logros antes que sus déficits, cuando hacemos una verdadera labor de prevención, cambiando o modificando ambientes que sabemos invitan al comportamiento problema a aparecer.

En definitiva con este manual “Buenas Prácticas Educativas con la Infancia y Adolescencia” proponemos un método de trabajo orientado a maximizar la calidad de vida del menor y sus educadores.

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Aldeas Infantiles SOS

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ALDEAS INFANTILES SOS INTERNACIONAL

Aldeas Infantiles SOS está presente en 132 países. Es una Organización privada de ayuda a la infancia, internacional, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política.

En el mundo existen 457 Aldeas Infantiles SOS y 1.268 dispositivos SOS, esto es, residencias de jóvenes, colegios, hospitales, etcétera. Están en 132 países, atendiendo aproximadamente a 450.000 niños y jóvenes, coordinadas por SOS Kinderdorf International (Aldeas Infantiles SOS Internacional), que es la Federación de todas las Asociaciones Nacionales de Aldeas Infantiles SOS.

Ofrecemos a los niños una familia, un hogar estable y una formación sólida para alcanzar una vida autónoma. Adoptamos un modelo familiar de carácter universal, cuyo contenido está definido por las características sociales y culturales propias de cada país.

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La misión que define estos compromisos es la siguiente:

Creamos familias para niños que lo necesitan, los apoyamos para construirse su propio futuro y cooperamos en el desarrollo de sus comunidades.

� Creamos familias para niños que lo necesitan

Trabajamos a favor de niños huérfanos, abandonados o cuyas familias no pueden hacerse cargo de ellos. Les damos la oportunidad de crear relaciones duraderas dentro de una familia.

Nuestro enfoque de familia en las Aldeas Infantiles SOS se basa en cuatro principios: cada niño necesita una madre, y crece de la manera más natural en compañía de hermanos y hermanas, en su propia casa y dentro del entorno de una aldea que lo apoya.

� Los apoyamos a formar su propio futuro

Brindamos a los niños la posibilidad de vivir de acuerdo con su propia cultura y religión y de llegar a ser miembros activos de su comunidad.

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Ayudamos a los niños a descubrir y expresar sus habilidades, intereses y talentos individuales.

Nos aseguramos de que los niños reciban la educación y la formación en las habilidades que ellos necesiten para ser miembros activos y exitosos de la sociedad.

� Cooperamos en el desarrollo de sus comunidades

Participamos en la vida comunitaria y respondemos a las necesidades para el desarrollo social de sus miembros más vulnerables, los niños y jóvenes.

Proporcionamos las instituciones y programas que tienen como meta fortalecer a las familias y prevenir el abandono de los niños.

Unimos esfuerzos con los miembros de la comunidad para brindar educación, atención médica y respuesta ante emergencias.

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ALDEAS INFANTILES SOS DE ESPAÑA

Aldeas Infantiles SOS está presente en nuestro país desde 1967. En 1981 se constituye la Asociación Aldeas Infantiles SOS de España que coordinará la labor a nivel nacional, siendo, dos años después, declarada de utilidad pública por el Consejo de Ministros. La Presidencia de Honor la ostenta S.A.R. El Príncipe de Asturias. El 10 de febrero de 1999 Su Majestad la Reina hizo entrega a Aldeas Infantiles SOS de España de la Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social.

En España hay ocho Aldeas en: Barcelona, Pontevedra, Madrid, Cuenca, Granada, Zaragoza, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas.

También hay en funcionamiento una serie de centros y programas integrados en los Centros de Programas Sociales (C.P.S.) que complementan el trabajo de las Aldeas Infantiles SOS y dan respuesta a demandas sociales crecientes dentro del área de la infancia y juventud en riesgo: Centros de Día; Guarderías; Programas de Educador de Calle; Programas de asesoramiento a jóvenes que han pasado por la Organización; Centros de Primera Acogida, Valoración y Diagnóstico; Programas de Atención Familiar; Centros Especiales de Empleo, etcétera.

A diciembre de 2006 son atendidos un total de 3.563 niños y jóvenes de Latinoamérica.

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A diciembre de 2006 son atendidos un total de 2.361 niños y jóvenes en España.

ALDEAS INFANTILES SOS EN LATINOAMÉRICA

Aldeas Infantiles SOS de España se ha comprometido con otras Aldeas Infantiles SOS en Latinoamérica, financiando el mantenimiento de las Aldeas de: Choluteca (Honduras), Lima y Pachacamac (Perú), Mar de Plata (Argentina), Portoviejo y Ricaurte (Ecuador), San Jerónimo (Guatemala), Tijuana (México), Sonsonate y San Miguel (El Salvador) y Managua (Nicaragua).

A diciembre de 2006 son atendidos un total de 3.563 niños y jóvenes de Latinoamérica.

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FIGURAS DE REFERENCIA Y MODELO FAMILIAR EN ALDEAS INFANTILES SOS

Academia SOS España

En Aldeas Infantiles SOS conocemos, por el saber acumulado, por las evaluaciones de calidad educativa y por la experiencia de muchos años de trabajo con niños y adolescentes, que el desarrollo evolutivo saludable de estos requiere de unos ingredientes básicos para que el transitar por etapas cruciales de la vida consiga proporcionarles la percepción de sensaciones de bienestar.

La cuestión a resolver es: ¿qué elementos consideramos cruciales para que la evolución del niño y adolescente pueda desarrollarse adecuadamente y se traduzca en calidad de vida para ellos? Y más concretamente: ¿qué consideraciones especiales tendremos que tener en cuenta cuando estamos frente a una población infanto-juvenil que ha estado expuesta a situaciones o contextos que han provocado la desprotección infantil?

Muchas y variadas han sido las respuestas a esta cuestiones, pues cada una de ellas pone el acento en aspectos determinados del proceso, pero todas ponen de manifiesto la importancia de Personas y Contextos que provean al niño o adolescente de una base de seguridad a través de la cual se le garantice la satisfacción de sus necesidades básicas y que le

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permita explorar su entorno con la garantías de seguridad y protección.

Sabemos que niños y adolescentes que han estado expuestos a alguna modalidad de maltrato tienen que afrontar las tareas evolutivas sin la garantía de esta base de seguridad o andamiaje, y frecuentemente ocurre que han aprendido que el mundo es un lugar impredecible donde ellos poseen escasos recursos y habilidades de control ajustado, un lugar inseguro donde leer las pistas para su adaptación personal, donde “esa persona de confianza” se puede presentar desde la ausencia hasta lo errático de su presencia o actuación. No extraña, pues, que la falta de confianza en sí mismos para afrontar un mundo desconfiado sea el resultado de estos aprendizajes.

Es determinante dotar al niño o adolescente de personas de confianza que les ayuden a explorar la vida de forma confiada. Muchas son las características que se le atribuyen a estas personas vinculares o de referencia y que irán apareciendo en el escenario de la vida a lo largo del desarrollo y con las cuales se adherirán con una mayor o menor afinidad, pero algo resulta esencial: el papel que juegan las figuras vinculares en momentos donde la vulnerabilidad del niño es mayor, es decir, a su menor edad, a su mayor infancia. De aquí saldrán esquemas aprendidos, esenciales y profundos que tenderán a arraigarse y que le informarán acerca de lo que puede esperar de los demás, de lo que puede esperar de él, y lo que puede esperar del mundo y de su futuro. Aquí el papel de la prevención en la identificación y puesta en práctica de

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recursos y procedimientos de protección a niños en situaciones vulnerables es un factor decisivo.

A cualquier edad se puede aprender a confiar, sabemos que la infancia marca pero no enmarca; a cualquier edad del niño o adolescente se le puede dar una base de seguridad que lo haga capaz de enfrentarse al mundo, pero es importante que existan esas personas que lo cuiden, supervisen e indiquen los límites y con las que establezca lazos afectivos de unión que perduren en el tiempo. Estas personas son sus figuras de referencia.

La desprotección infantil enseña y educa así: no confíes, no sientas, no hables de eso, no…, y muchos desaciertos más. Nuestra labor como organización, en pos de una infancia y adolescencia saludables, pone sus esfuerzos en proporcionar y dar la posibilidad al niño y adolescente para que pueda vivir en un mundo donde los derechos que lo protegen garanticen la satisfacción de sus necesidades esenciales y la posibilidad de vivir en un contexto, el hogar, donde pueda desarrollarse. Sabemos que la intimidad de un hogar es un espacio único y el lugar privilegiado donde los niños pueden convivir.

Asistimos hoy a múltiples formas de agrupamiento familiar pero lo determinante, en cualquier caso, es saber desplegar aquellas prácticas que, en estos nuevos escenarios familiares, favorezcan el crecimiento, ajuste y bienestar de los actores que allí conviven y que hacen que se sientan un grupo íntimo, una familia.

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Por ello, desde Aldeas Infantiles SOS, tratamos de organizar los hogares en torno a un modelo de familia, donde un grupo de hermanos convive con otros a los que no siempre les une lazos consanguíneos, pero que formarán vínculos de apego que sabemos enlazarán y arraigarán en sus vidas. Esto es lo que nuestra experiencia, tras más de cuarenta años de hogares infantiles SOS en España, nos ha demostrado.

Estos hogares, los hogares SOS, estarán a cargo de personas de confianza para los niños y adolescentes. Son sus figuras de referencia que se organizan para llevar a cabo las tareas propias de una familia, promoviendo cuidados esenciales, leyendo las necesidades del niño y sintonizando afectos que favorecerán el encaje entre el niño y su cuidador. Estas responsables de hogar o cuidadoras - educadoras de referencia pretenden desplegar la tríada del apego que más estabiliza, a saber:

� Estar incondicionales: pase lo que pase, ahí estaré

� La disponibilidad: cuando me necesites o lea que me necesitas, me presentaré y estaré disponible

� La eficacia: te ayudaré y enseñaré a afrontar tus problemas y a cubrir tus necesidades

Estos sellos del apego estable que intentamos adherir en nuestros hogares, lo conseguimos gracias al tiempo

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compartido con ellos, la calidad de los cuidados, la proximidad, la comunicación, el involucrarse emocionalmente , el cariño y el afecto hacia los niños. Los hogares SOS para lograr las tareas familiares con una mayor eficacia son respaldados por personas de apoyo que facilitan a la cuidadora-educadora de referencia el que puede llevar a cabo este importante y trascendental cometido.

Sabemos que los niños provenientes del maltrato en muchas ocasiones son difíciles de leer, de interpretar sus señales, por lo aprendido en la escritura de contextos de desprotección; sabemos que si queremos conseguir ayudarlo y que nos considere personas significativas, tenemos que saber descifrar los mensajes que nos envía mediante reacciones que pueden pasar desde una presentación como niño ruidoso hasta la de un niño silencioso.

Conocemos muy bien que en el discurso inicial de un niño que proviene de la desprotección, tenemos que levantar la alfombra aparente de las posiciones rígidas (comportamientos difíciles) para descubrir el suelo de los verdaderos intereses y necesidades que tiene que cubrir (afecto, atenciones, cuidados, seguridad, etc.). Sólo actuando de esta forma podremos comprenderlo y, por ende, ayudarlo; por esta razón hacemos un esfuerzo especial para formar a estas educadoras de referencia antes de desarrollar sus tareas en los hogares de Aldeas Infantiles SOS y para conseguirlo pasan un tiempo de formación previo, una vez han tomado la decisión de hacerse cargo de un proyecto familiar de niños y adolescentes de ambientes de

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desprotección, con las implicaciones que a nivel de su propio proyecto vital eso conlleva.

Esta formación inicial les servirá de guía para iniciarse y sentirse más segura y orientada en esta su nueva y trascendental tarea vital que, en suma, es una tarea orientada a favorecer el bienestar y calidad de vida de niños y adolescentes. En definitiva, no es el ruido de un sonajero lo que hace que un bebé se ría, es el hecho de que es él, quien lo hace sonar. Pero para eso, hace falta que alguien se lo acerque.

Exponemos a continuación de manera resumida, cómo desde Aldeas Infantiles SOS organizamos esas personas y contextos que favorecen la base de seguridad que favorece el ajuste de los niños y jóvenes en las esferas personales, familiares, sociales y escolares/laborales.

Nuestro Objetivo Prioritario

Buscar formas de organización, personas y estrategias que velen por el bienestar y felicidad del niño y adolescente.

Las Personas de Referencia

Incorporamos en los hogares SOS la presencia de una persona de referencia continua (hombre, mujer o pareja) que acompañe, supervise, eduque y genere vínculos de apego con los niños y adolescentes.

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Adultos que se constituyan en modelos de actuación para que los niños y jóvenes puedan aprender, observándolos:

1. Modos de sentir

2. Interpretar y valorar

3. Actuar ante las distintas situaciones

Dotándoles de una base de seguridad desde la cual puedan explorar el mundo y así erradicar el modelo de pesimismo aprendido que adquirieron en contextos de desprotección.

Las vinculaciones de apego

Tratamos de favorecer vínculos de apego lo más estables posibles; sabemos que la infancia marca pero no enmarca; las personas de referencia tratan de vincularse con el niño a través de lazos afectivos que denoten incondicionalidad, disponibilidad y apoyo eficaz para que el niño o adolescente pueda afrontar las situaciones a las que se enfrenta. Nuestro objetivo, por tanto, es potenciar vínculos de apego seguro con una figura de referencia estable, que permita el desarrollo positivo e independiente.

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Los Hogares SOS, los Hermanos y los Grupos Familiares

Partimos del principio de que el contexto más favorecedor del ajuste afectivo de un niño es la intimidad del hogar y la familia.

Sabemos que la familia saludable es un importante factor protector que favorece el desarrollo evolutivo y garantiza la estabilidad socio-afectiva de la infancia y adolescencia; tratamos de organizar la vida de niños y adolescentes en riesgo, manteniendo al grupo de hermanos unidos, conviviendo en un hogar donde pueden estar presentes otros chicos.

Favorecemos núcleos familiares estables que faciliten un clima cálido y con cohesión donde el respeto entre sus integrantes sea el principal objetivo.

Los educadores de referencia tienen estructurados sus permanencias con los niños para que el tiempo y los momentos que pasan con ellos sean de calidad.

Nuestros hogares se estructuran en torno a un grupo de personas, unas con lazos consanguíneos y otras sin ellos, donde se estimulan las condiciones para que se puedan desarrollar las tareas educativas, afectivas y vinculares propias de un contexto familiar.

Nos esforzamos por favorecer el apoyo y respeto mutuo entre el grupo de hermanos y chicos que conviven en el hogar, sabiendo que muy probablemente éste será un grupo de referencia afectiva muy importante y determinante en el futuro del niño.

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Favorecemos y facilitamos la relación de estos niños y adolescentes con sus familias biológicas, siempre que no distorsionen de modo importante su estabilidad socio-emocional.

Los Cuidados del Cuidador

Conocemos que el bienestar de un niño depende en gran medida del de sus cuidadores; hacemos, por eso, un esfuerzo importante por favorecer los cuidados del cuidador.

Qué Promovemos. La Educación en el Hogar SOS

La educación emocional

Planteamos como factor clave la educación emocional de los niños y jóvenes para paliar los déficit que esta población sufre, haciendo un énfasis en el desarrollo de la capacidad empática, sensibilidad social y el auto conocimiento personal para favorecer niveles de autoestima adecuados.

El Desarrollo moral

Promocionamos un desarrollo moral en estos jóvenes priorizando valores y actuaciones de sus educadores que les permitan interiorizar principios como la participación, el respeto al otro y a sí mismos, la cooperación y el consenso grupal, y donde ser menos permisivos con las transgresiones morales y ser más

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sensibles al dolor ajeno, son subrayados que consideramos.

Respetamos y facilitamos su religión de origen.

Los Estilos Educativos

Promovemos estilos disciplinarios inductores de apoyo. Utilizamos la disciplina asertiva. El niño y adolescente con más seguridad personal es aquel que vive en un mundo donde es capaz de conocer sus reglas y límites y se auto controla para poderlas cumplir.

Fomentamos que los educadores de referencia sepan estructurar, planificar y organizar el ambiente donde el niño maltratado va a vivir, para que este pequeño mundo le sea al niño predecible, donde sus normas sean pocas y claras y donde los límites y sus consecuencias estén claramente definidos.

Evitamos estilos disciplinarios basados en un control excesivo de la conducta del joven porque estos jóvenes han desarrollado una gran resistencia ante el sufrimiento. Así mismo evitamos los estilos permisivos.

Hacemos un esfuerzo por evitar la sobreprotección de los niños; somos concientes de que la victimización de un niño promueve entre sus educadores de referencia el deseo de una protección excesiva; promovemos la auto -dirección del niño como elemento esencial de su bienestar personal y calidad de vida.

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Desarrollamos y estimulamos el proceso de socialización, favoreciendo la adquisición y desarrollo de habilidades sociales y de comunicación en nuestros niños.

El paso a paso

Pretendemos que los adultos de referencia favorezcan y promuevan la percepción de dominio en el niño; para ello han de ir estructurándole las situaciones a las que se enfrenta de manera progresiva (pequeños pasos), dotándolo de herramientas para que salga con éxito, y le han de ir interpretando sus fracasos como “problemas a revolver”, ayudándole a aceptar la adversidad cuando no es modificable. Intentamos aumentar su expectativas de auto eficacia - resultados y consiguiente aumento de autoestima.

La Formación Inicial y Continua de los Educadores Referentes

Nos esforzamos por dotar a las personas de referencia que conviven con el niño (sus educadores de referencia) de todas las habilidades y recursos necesarios para que conozcan el desarrollo evolutivo y emocional de niños y adolescentes provenientes de situaciones de maltrato para que puedan realizar la tarea educativa con la mayor eficacia y cariño posible.

Trabajamos el manejo de situaciones problemáticas enseñando formas alternativas a la agresión o inhibición con técnicas de regulación de conflictos.

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Enseñamos a resolver sus diferencias con los otros con métodos cooperativos:

Yo cedo, Tú cedes; Yo gano, Tú ganas.

Las Situaciones Especiales

Los efectos psicológicos del niño maltratado son frecuentes y difíciles de tratar tanto a corto como a largo plazo. Hemos elaborado un manual para el educador de referencia, el MANUAL TÉCNICO DE RECOMENDACIONES N.A.C.E -niños y adolescentes en situación/condición especial- para que trabajando el educador de referencia junto con su unidad educativa de apoyo, encuentren formas de abordaje de problemáticas especiales, evitando el deterioro de las relaciones personales con el niño y promoviendo estilos de vida que favorezca el bienestar personal del niño y su educador. Esta metodología de trabajo favorece la coherencia entre las actuaciones educativas que el niño recibe.

Los Centros de Programas Sociales (CPS)

Programamos actuaciones a través de los CPS para que estimulen y desarrollen el crecimiento personal y social de los jóvenes y se facilite así su integración socio-laboral.

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El Futuro

Proporcionamos un hogar más allá de la mayoría de edad, ofreciéndole al niño una seguridad personal de un futuro compartido con sus hermanos y de poder contar con la presencia de otras personas significativas.

Hacemos un seguimiento de egresados para conocer el nivel de ajuste personal-social y laboral de los jóvenes, proporcionándoles apoyo si lo necesitasen, una vez que se ha producido su emancipación.

Academia SOS España

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Cómo CÓMO PROMOVER EL AJUESTE

SOCIOEMOCIONAL EN NIÑOS Y

ADOLESCENTES.

COMPETENCIAS A DESARROLLAR

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COMPETENCIAS A DESARROLLAR EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

En este apartado se exponen brevemente qué factores generales son esenciales para la promoción del ajuste socioemocional infanto-juvenil. Introducimos los siguientes parámetros:

� Autonomía funcional � Percepción correcta de la realidad � Relaciones interpersonales adecuadas � Percepción de auto-eficacia � Buen autoconcepto � Estrategias adecuadas de afrontamiento del

estrés Autonomía funcional Enfatizaremos la importancia que tiene la promoción por parte del educador de la capacidad del niño para autodirigirse, enseñando al niño a que tome las decisiones más adecuadas y despliegue aquellas destrezas más validas, en función de los momentos evolutivos por los que vaya atravesando, y ante la presencia de las crisis accidentales con las que se pueda encontrar, y favoreciendo la menor dependencia posible de la presencia de figuras referenciales. Percepción correcta de la realidad Que el educador sea capaz de enseñarle al niño a interpretar los acontecimientos vitales con el menor número de distorsiones cognitivas posibles, realizando

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atribuciones correctas sobre la causalidad de los acontecimientos. Adaptación eficaz y respuesta competente a las demandas del entorno. Que el educador estimule en él habilidades y destrezas flexibles en su repertorio conductual para afrontar situaciones y generar respuestas que favorezcan su adaptación a ambientes cambiantes. Relaciones interpersonales adecuadas Garantizar que el niño disponga de competencias y recursos sociales y que su relación con los mismos favorezca la proximidad y la aceptación de los grupos y personas con las que se relaciona. Percepción de auto-eficacia Que el niño, ante las exigencias ambientales o personales, estime que dispone de los recursos personales para enfrentarse con cierta garantía de éxito ante tales exigencias. Buen autoconcepto Que realice evaluaciones ajustadas y adecuadas de sus aspectos físicos, escolares, sociales, familiares y personales para que pueda desarrollar una autoestima saludable. Estrategias adecuadas de afrontamiento del estrés Que utilice estrategias de afrontamiento del estrés, mediante estilos de afrontamiento dirigidos a metas, donde pueda operativizar el problema y definir un

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objetivo a alcanzar, así como las posibles alternativas de respuesta disponibles, analizando sus ventajas e inconvenientes de utilizar una u otra para acercarse de esta forma a la consecución de la meta. Asimismo, minimizar el uso de estrategias autoreferentes, que centran la atención para la resolución de los estados emocionales en detrimento del afrontamiento directo de los problemas.

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EL DECÁLOGO DE LAS

BUENAS FORMAS

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EL DECÁLOGO DE LAS BUENAS FORMAS. PRINCIPIOS BÁSICOS DEL EDUCADOR

1. Singularidad

Cada persona, es única y particular, y requiere de acciones específicas e individualizadas para su intervención educativa

2. Contextos El problema de un niño /adolescente, no está tanto en su mente, como en el contexto donde éste se desarrolla. Por lo que el “problema” es el resultado de la interacción del encuentro del niño con su entorno 3. Vínculos y Figuras de referencia Las personas de referencia del niño se vinculan de una manera estable, promoviendo la tríada del apego seguro: ser incondicionales, estar disponibles y ayudar al niño a resolver sus problemas. Esto se consigue gracias al afecto, la sintonía emocional y la proximidad con los niños y jóvenes. 4. Estilo disciplinario El estilo educativo del educador es el de ser amable y cariñoso, pero firme, consistente y coherente con las normas y límites. 5. Autodeterminación La participación del niño/joven y la consideración de sus valores, preferencias y elecciones, es fundamental en el afrontamiento de posibles situaciones problemáticas.

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6. Calidad de vida La calidad de vida del niño/joven supone fomentar su autoconfianza, el apoyo para el afrontamiento de situaciones nuevas y la persistencia ante situaciones difíciles. Favorecer su expresión y regulación emocional, así como promover las relaciones interpersonales y la participación en la comunidad. 7. Plan de apoyo al comportamiento positivo Hoy día está demostrado por la experiencia educativa, que el principio de “mano dura”, ante la presencia de problemas especiales de comportamiento, no supone la solución del mismo. Dotar al niño de comportamientos y habilidades alternativas, el refuerzo de sus fortalezas y logros es un camino que obtiene mejores resultados y más estables. 8. Apoyo especial En una situación problemática, debemos evaluar y prestar apoyos especiales tanto al niño/joven como al educador. 9. Trabajo en equipo El Equipo y/o Unidad Educativa trabajará coordinadamente para llegar a compromisos y acuerdos consensuados sobre cómo desarrollar el plan de apoyo ante la situación problemática. 10. El Autocuidado Los educadores promueven los cuidados del cuidador. La salud emocional de los niños depende, en parte, de la suya.

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DISCIPLINA ASERTIVA.

EL ESTILO INDUCTOR DE APOYO

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Objetivo

Que los educadores adquieran estilos disciplinarios que favorezcan el diálogo, la responsabilidad y la enseñanza de normas y límites, y sepan organizar un hogar donde sus normas estén claramente especificadas y éstas sean: pocas, claras y útiles.

Introducción

El entorno saludable donde vivimos es un ambiente presidido por normas y límites, máxime cuando éste es un espacio para la convivencia. El acto establecerlos y buscar los recursos para que se cumplan, es lo que habitualmente denominamos disciplina. Hemos pasado unos años donde la palabra disciplina era interpretada con connotaciones negativas, evocándonos “dureza”, ”rigidez” y “autoritarismo”etc.

Un entorno donde están claramente especificadas sus normas, límites, tareas y responsabilidades es un entorno saludable que garantiza que las personas que allí conviven ganan: seguridad, control, predicción y el desarrollo de hábitos del comportamiento que facilitan la realización de tareas y rutinas.

El problema, pues, no es la disciplina, sino el estilo disciplinario que pretendamos utilizar para conseguir que el niño o adolescente adquiera y cumpla estos compromisos.

Existen estilos donde se habla y se dialoga mucho pero donde el grado de exigencia en el cumplimiento de la norma, límite y responsabilidad es mínimo, perdiendo valor el diálogo y la palabra. El niño conoce lo que tiene que hacer y el porqué pero el hacerlo o no dependerá de su capricho. Esta disciplina así entendida es permisiva y a corto (niñez) y largo plazo (adolescencia-madurez) traerán consecuencias negativas.

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Otros estilos, los autoritarios, dialogan y razonan poco pero, por el contrario, exigen rígidamente su cumplimiento, e incluso, le imponen al niño/adolescente un nivel de responsabilidad sobre sus acciones para lo que estos aun no están preparados. Ver consecuencias en esquema

En el estilo negligente, el educador apenas se preocupa por el hecho educativo y menos aún por el tema de la disciplina. Existe un estilo de comunicación errático, o se habla mucho o no se habla; o se exige demasiado o nada. El niño se desconcierta pues no conoce cómo se presentará el educador y no se le dan las oportunidades para que interiorice las normas y responsabilidades, con lo que los hábitos de conducta estarán puestos en entredicho.

Nuestra propuesta educativa es un estilo disciplinario inductor de apoyo, donde se articula el diálogo y la comunicación y el apoyo a las dificultades de niño /adolescente con una cierto grado de exigencias en el cumplimiento de las normas y limites.

¿Qué es la disciplina?

Proceso educativo-formativo del individuo para que pueda lograr un adecuado auto-control y seguir normas de comportamiento apropiado para su propio beneficio y de quienes le rodean en el medio social en que se desenvuelva.

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43 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

¿Qué son las normas?

• Son reglas establecidas por los grupos para regular la conducta de sus miembros.

• Las normas sirven como una guía para la conducta de cada miembro del grupo y proporcionan una base para predecir y anticipar la conducta de los otros y poder así preparar una conducta adecuada.

• Las reglas ordenan el ambiente, lo hacen coherente y son una base de seguridad para el niño.

El principio básico de la disciplina asertiva:

Sé amable, pero firme

¿Cómo conseguir que las normas se cumplan?

Factor esencial:

• La consistencia en combinación con un sistema de refuerzo positivo.

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44 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

¿Por qué los niños y jóvenes quebrantan las normas?

- Porque no conocen con claridad las normas o no las recuerdan.

- Porque no entienden que tales normas se aplican a ellos.

- Porque no comprenden la necesidad de tales normas.

- De manera deliberada por conflictos personales.

- Por apatía o falta de motivación

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45 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Estilos disciplinarios

Autoritario

Se muestra poco afectivo y comunicador, exige un grado máximo en el cumplimento de las normas por parte de los niños

Democrático/Inductor de apoyo

Se muestra afectivo y comunicador y pretende el cumplimiento de las normas establecidas

Negligente

Mantiene un estilo poco afectivo y comunicador y no vigila el cumplimento de las normas

Permisivo

Se presenta como una persona afectiva y comunicadora, pero no exige el cumplimiento de las normas

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46 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Autoritario

Características Consecuencias educativas

- La razón es siempre de los padres (conductas de

privaciones junto con coerción verbal y física).

- No responden a las demandas de sus hijos.

- Consideran que el respeto de los hijos proviene del

temor.

- Los padres imponen las soluciones en los

conflictos que se plantean.

- Los padres dirigen y controlan todo el proceso de toma de decisiones.

- Critican a la persona ("eres un inútil"), no las acciones de la persona.

- Pueden generar en los hijos sentimientos de culpabilidad ante la imposibilidad de no cumplir los deseos de sus padres.

- Favorecen sentimientos de agresividad, de odio, al no sentir los hijos la suficiente autonomía personal.

- Potencian conductas engañosas en los hijos para poder pasar el control de los padres.

- Tienden a tener una pobre interiorización de valores morales (orientación más a los premios y castigos que hacia el significado intrínseco del comportamiento).

- Pueden tener una baja autoestima, dependencia y un locus de control externo.

- Tienden a ser poco alegres, coléricos, aprensivos, infelices, fácilmente irritables y vulnerables a las tensiones.

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47 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Características

Consecuencias educativas

Inductor de apoyo

- Los padres consideran que se pueden equivocar en las decisiones como cualquier ser humano.

- Buscan y potencian que los hijos puedan aprender autónomamente y que saquen lo mejor de sí mismos.

- Ayudan en la búsqueda de soluciones equidistantes del abandono y de la sobreprotección.

- Consideran que los problemas son un reto para la superación personal.

- Las relaciones entre padres e hijos están presididas por el respeto mutuo y la cooperación.

- Desarrollan en los hijos el sentido de responsabilidad para que asuman las consecuencias de sus actos.

- Tienden a tener niveles altos de autocontrol y autoestima.

- Son más capaces de afrontar situaciones nuevas con confianza.

- Son persistentes a las tareas que inician.

- Son interactivos, hábiles en las relaciones con los iguales, independientes y cariñosos.

- Suelen tener valores morales interiorizados.

- Inducen en los hijos habilidades de trabajo en equipo.

- Los hijos aprenden actitudes de cooperación, de toma de decisiones y respeto por las reglas.

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48 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Características Consecuencias educativas

Negligente

- Se manifiesta con un nivel bajo de exigencia y escasa relación afectiva.

- Está asociado a un tipo de maltrato, que sería el maltrato por abandono o negligencia

Permisivo

- Considera que los hijos son buenos y saben qué tienen que hacer (evitan hacer uso del control) .

- Que hay que darles todo lo que piden , especialmente aquello que los padres no pudieron tener.

- Tratan de evitar que sus hijos se enfrenten a las dificultades de la vida, y van quitándoles obstáculos.

- En los conflictos, los hijos siempre salen ganando.

- No hay una orientación dada por los padres; los hijos crecen sin pautas de conducta.

- Al no tener un código de conducta marcado, los hijos no suelen tener referentes, y por tanto, no saben a qué atenerse.

- Tienden a tener problemas para controlar sus impulsos.

- Tienen dificultades para asumir responsabilidades.

- Les faltan hábitos de esfuerzo, de trabajo para ponerse a la realización de un proyecto personal.

- Son inmaduros.

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49 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Proponemos el estilo EDUCATIVO INDUCTOR DE APOYO caracterizado por pocas normas, claras y útiles y donde el método educativo es ser consistente y sistemático en la aplicación de las consecuencias, ofreciéndole al niño una alternativa al comportamiento problema y expresándole las ventajas que para él supondrá esta nueva forma de actuar.

El educador trata de mantenerse calmado, amable pero firme en las decisiones educativas y se muestra “abierto”, empático, dialogador, comprensivo y negociador para llegar a acuerdos con el niño cuando buscan soluciones a los problemas de ambos. Huye de los procesos de coacción (ataque-contraataque) y actúa como modelo de conducta para que el niño aprenda cómo puede ejecutar el comportamiento, reforzando los comportamientos fortaleza del niño/joven así como las nuevas habilidades que va adquiriendo. Es un educador prescriptivo en el sentido de que organiza el entorno y el hogar proponiendo y promoviendo “qué se puede hacer” en lugar de lo que “no se puede hacer o está prohibido”; inculca, enseña y promueve como valor fundamental: la responsabilidad personal y la corresponsabilidad familiar y social para el bienestar común. Cuando se plantea un objetivo educativo no olvida que su consecución no puede ser a costa de un detrimento de la relación personal. 1

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50 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Grado de cumplimiento de normas Grado de cumplimiento de normas

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51 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Algunas directrices para elaborar y favorecer el

cumplimiento de una norma

• La norma debe ser clara: se especificará qué se debe hacer, cómo y cuándo, así como lo que no debe hacerse.

• Es preferible el uso de normas que indiquen lo que se debe hacer en lugar de abusar sobre normas que prohíban.

• Las normas se deben de programar para que se puedan cumplir con facilidad.

• Las normas deben tener prevista una conducta y una consecuencia por su cumplimiento o no.

• Las normas deben de ser razonables y adecuadas a la edad del niño.

• Debemos actuar como modelos ante los niños y jóvenes.

• No podemos exigir el cumplimiento de una norma hasta que estemos seguros de que el niño ha entendido lo que debe hacer y cuándo debe hacerlo; para ello practicaremos inicialmente con él hasta asegurarnos que la ha interiorizado. Debemos utilizar el refuerzo positivo cada vez que cumpla la norma y progresivamente pasar al refuerzo intermitente.

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52 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

• Es muy importante explicar una y otra vez al niño/adolescente el valor que tiene el cumplimiento de la norma, aclarándole las ventajas que tiene para él y los otros.

• Debemos dar al niño/adolescente la oportunidad de que pueda cumplir la norma, recordándole su cumplimiento y no actuando impulsivamente cuando observamos que la norma no se ha cumplido.

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53 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

REGULACIÓN DE CONFLICTOS EN EL SENO DE

LA FAMILIA

El conflicto es como la lluvia:

sí no está, tenemos sequía;

sí está en exceso,

tenemos inundaciones

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54 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Objetivo

Promover entre los educadores el recurso de la negociación como estilo más adecuado de gestión de conflictos, sirviendo éstos de modelos de actuación para que los niños y jóvenes puedan aprender, a través de la observación y el ensayo, el uso de habilidades y herramientas para afrontar sus diferencias con los otros.

Introducción

Tradicionalmente la cultura occidental ha transmitido e inculcado una visión negativa de los conflictos, proponiendo como primera medida, ante su presencia, la evitación y negación de los mismos como recurso habitual y sistemático de solución. Este planteamiento ante el conflicto, si bien en ocasiones es un buen recurso, en muchas otras, dista de ser la solución mejor para resolver las diferencias que pueden aparecer entre las partes en conflicto.

Otro planteamiento bastante habitual dentro de este enfoque tradicional ante el conflicto, ha sido la confrontación abierta (litigio) entre las partes donde se busca un vencedor y perdedor, uno que tiene la razón y el otro que no la tiene. Este enfoque escala habitualmente hacia agresividad y el deterioro de las relaciones personales entre las partes. Este hecho adquiere una mayor gravedad cuando se trata de personas que viven bajo el mismo techo y donde la calidad de las relaciones es un elemento nuclear para la estabilidad de sus integrantes

Convivir (vivir con) implica la interacción frecuente con personas a las que nos unen unos vínculos, ya sean: laborales, familiares, sociales, etc.; en este escenario

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55 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

de convivencia, las diferencias y semejanzas en cuanto a intereses, preferencias, opiniones es lo habitual, lo normal, lo esperable; el conflicto está servido, por ello debemos promover recursos y estrategias que nos faciliten el llegar a acuerdos entre las partes en conflicto, haciendo uso de recursos diferentes a la imposición, al abuso, sumisión, aceptación sin condiciones, etc.

Los niños y jóvenes tienen una poderosa capacidad de aprendizaje en estos periodos evolutivos; son momentos ideales para trasmitirles valores, actitudes, habilidades y conocimientos. La negociación es un procedimiento para la regulación y solución de conflictos en el que las partes en confrontación buscan acuerdos consensuados por ambos y donde la piedra angular para llegar al acuerdo es el ceder de un lado y de otro. Ceden ambos y los dos ganan. Los educadores se deben esforzar por practicar la negociación, una y otra vez, ante los posibles conflictos que surjan con compañeros y niños. Será esta enseñanza uno de los mejores regalos que le pueden hacer al niño y adolescente, pues estarán poniendo las bases de aprendizajes fundamentales en sus vidas, a saber: la cooperación, el acuerdo mutuo, el respeto por el otro, la aceptación de las diferencias, la asertividad y la corresponsabilidad. Valores y recursos de primer orden para la vida social y el bienestar personal.

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56 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

DEFINICIÓN DE CONFLICTO

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57 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

¿QUÉ FAVORECE LA REGULACIÓN DE CONFLICTOS?

• Prevención: para evitar una discusión, es bueno adelantarse a la situación que la puede causar.

• Deben resolverse previamente los conflictos entre los padres en relación a las normas y criterios a utilizar con los hijos.

• Se debe fijar una lista de prioridades que deje satisfechos a ambos. Soluciones negociadas.

• Nunca discutir delante de los hijos y menos si se

trata de un tema sobre ellos. • Mismas normas, distintos educadores. • Cuidar las formas. • Las normas deben ser pocas, claras y

fundamentales

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58 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

POSTURAS ANTE EL CONFLICTO

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59 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

INTERÉS ALTO EN LOS OBJETIVOS COMPETIDOR (el tiburón): "Hazlo como yo lo quiero, o no lo hagas”.

• Mucho interés en objetivos personales, poco interés en la relación

• Tratan de conseguir la victoria a toda costa. • Nunca se atemorizan ante el conflicto, nunca

retroceden • Disfrutan comentando una y otra vez lo que les

ha sucedido, con lujo de detalle y presumiendo de cómo vencieron a su contrincante

• Nadie está tranquilo a su lado • Prefiere que los demás: eviten o se acomoden. • Impaciente en el diálogo o conseguir

informaciones INTERÉS ALTO EN LOS OBJETIVOS Y EN LAS RELACIONES COLABORADOR (la lechuza): "Esto es nuestro problema...¿Cómo vamos a solucionarlo ?“

• Estrategias: juntar informaciones, buscar

alternativas, usar diálogo abierto para el entendimiento mutuo

• No desea empeorar innecesariamente la situación

• Se esfuerza por llegar a un compromiso entre ambas posturas contrapuestas

• Tiene por lo general, habilidades para resolver los conflictos

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60 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

INTERÉS AL 50% OBJETIVOS-RELACIÓN

BUSCAR COMPROMISO (el Zorro): "Voy a darte un poquito, si tú me das un poquito”.

• Interés mediano en objetivos personales, interés mediano para la relación

• Estrategias: negociar, adular, concesiones recíprocas

• Analiza el problema fundamental del conflicto • Trata de intervenir en los conflictos ajenos con

la intención de cuidar que las partes no terminen el asunto saliendo uno como ganador y el otro como perdedor

• Halla una solución que resuelva el conflicto de modo que se calme los ánimos y ya no se presenten en el futuro

INTERÉS BAJO EN LAS RELACIÓNES Y OBJETIVOS EVITAR (la tortuga) "¿Conflicto? ¿Qué conflicto?"

• Nunca expresa una opinión respecto a puntos

de vista diferentes • No quiere que los demás le molesten con sus

conflictos • Se esfuerza por dar respuesta justificativa de su

conducta, para evitar que se le acuse de cobardía

• Deja que el problema siga su curso sin ver lo que pasa.

• Ignora si las personas de su entorno tienen algún problema y necesitan ayuda

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61 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

ALTO INTERÉS EN LA RELACIÓN, BAJO INTERES EN LOS OBJETIVOS ACOMODAR (el Teddy): "Todo lo que digas...”

• Estrategias: Estar de acuerdo, rendirse, consentir, apaciguar, piropear

• Prefiere que los demás compitan • Cede siempre, transige siempre, calla siempre • Se le insulta, humilla, perjudica e incluso se le

pega • Por ningún motivo luchan contra otras personas

agresiva o más asertivas que ellas • Se convierten siempre en perdedores, siempre

se tienen que conformar • Pueden convertirse en fuentes de conflicto

debido a su carácter apacible y conciliador

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¿QUÉ HACER ANTE UN CONFLICTO?

MÉTODO PARA RESOLVER PROBLEMAS MÉTODO TODOS GANAN

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TIPOLOGÍA DE ADOLESCENTES

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USO Y ABUSO DEL CASTIGO

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72 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

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73 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Existen comportamientos puntuales como la conducta AGRESIVA y la conducta DESTRUCTIVA que no debemos dejar que se den, siendo importante conseguir un cambio.

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74 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

El castigo como técnica de cambio de comportamiento, para eliminar conductas puede ser eficaz, siempre y cuando se sepa hacer bien, o sea fácil de aplicar. Siempre que podamos sustituirlo por otra técnica con la que obtengamos nuestro objetivo, estaremos consiguiendo más.

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75 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Como resultado es posible que nos encontremos que:

� Alivio inmediato = utilización excesiva en perjuicio de técnicas más enriquecedoras

� Alto grado de resistencia en los niños � Asociación: persona que castiga con la

prohibición = en ausencia del educador, repetición del comportamiento.

� Que los niños nos imiten, utilizando el castigo para conseguir lo que quieren de otros niños o adultos.

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76 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Es la consecuencia negativa que se obtiene al llevar a cabo determinados comportamientos.

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77 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

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78 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

1.- El castigo ha de impartirse de forma inmediata al acto que deseamos eliminar, evitando castigar otras conductas.

2.- Si queremos que desaparezca un comportamiento es necesario que siempre que se presente, se castigue. es decir, no conseguiríamos eliminarlo, si solo lo recriminamos, de manera intermitente.

3.- Elegir bien cómo se va a castigar. es decir, que el castigo tenga verdadero poder para ser una consecuencia negativa para la persona a quien va destinado. no todo castigo es igualmente eficaz para todas las personas.

4.- Que la naturaleza, grado y duración del castigo se correspondan con la conducta que queremos eliminar. es decir, evitar castigos excesivos o desajustados para los niños que más que ayudarnos a corregir su conducta, provocará problemas graves.

5.- Es fundamental saber qué conducta queremos castigar. y estando bien definida, expresar a quien va ser castigado, qué es lo que queremos que cambie de su comportamiento.

6.- Para que un castigo sea verdaderamente eficaz, es aconsejable dar una alternativa distinta, al comportamiento que se desea eliminar. así, facilitamos que se pueda escapar o evitar el castigo tendiendo a realizar un comportamiento nuevo que consideramos más adecuado. es decir, se actuaría por refuerzo negativo.

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79 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

7.- No dirigir amenazas que no vayamos a cumplir: "como te coja te mato", "te echo de casa", "no sales ningún fin de semana más", "no esperes que te dirija la palabra nunca más", "ya has perdido toda mi confianza, hagas lo que hagas no tiene remedio",.... al expresarnos así, solo logramos perder credibilidad y anulamos toda posible eficacia del castigo.

8.- No permitir que nuestro estado de ánimo sea el termómetro que determine si castigaremos un acto o no.

Hagamos que la conducta no deseable, sea lo que castiguemos con el fin de cambiarla.

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80 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

CASTIGO O CONSECUENCIAS

“Educa al niño y no será necesario castigar al hombre” Pitágoras.

El castigo es una forma de modificar la conducta de los niños que conlleva muchos inconvenientes y no es nada fácil de impartir, con lo cual siempre es conveniente sustituirlo por otras técnicas con las que consigamos mejores resultados. Establecer límites y consecuencias de forma consensuada y pactada con los niños facilita que el niño entienda y acepte las decisiones que se tomen con respecto a su conducta, evitando que nuestro estado de ánimo sea el que determina la consecuencia ante la acción concreta, y la consiguiente sorpresa e incomprensión por parte del niño. Le hace partícipe y protagonista de su proceso educativo, logrando una adecuada implicación y mejores resultados en nuestra tarea por lograr un comportamiento social e individual adecuado.

Recuerda

Para no caer en estos graves errores en la educación de los niños es fundamental no dejarnos llevar por nuestras emociones.

Ser consecuentes con la conducta de nuestros niños, de un día para otro, así como de un educador a otro es la regla de oro para lograr un aprendizaje adecuado.

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81 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Aspectos a promover.

- Las consecuencias naturales y lógicas antes de imponer un castigo

- Todo acto tiene una consecuencia sea positiva o negativa

- La consecuencia debe producirse de forma inmediata al acto que deseamos eliminar

- Si queremos que desaparezca un comportamiento es necesario que siempre que se presente tenga una consecuencia

- Si aplicamos el castigo debe de ser eficaz, esto es que sea una consecuencia negativa para la persona a la que va destinado

- Definir claramente cuál es el comportamiento que queremos que el niño cambie y las consecuencias que ese comportamiento produce

- Intentar dar siempre una alternativa distinta al comportamiento que deseamos eliminar

- Enseñar a los niños a resolver los problemas utilizando el diálogo.

- Respetar como adultos las normas de convivencia que les pedimos a los niños que cumplan en el hogar y fuera de él

- Respetar a todos los adultos que forman el hogar

- Invitar a los niños a dialogar, escuchándoles y valorando lo que nos cuentan

- Formular las normas en positivo - Utilizar el refuerzo positivo como consecuencia

a los comportamientos adecuados - Las consecuencias deben ser apropiadas a la

edad y congruentes para que se puedan cumplir eficazmente

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82 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Aspectos a evitar

- Utilizar sólo el castigo como la única técnica para modificar una conducta inadecuada

- Que los niños aprendan a tener un alto grado de resistencia al castigo

- Que los niños asocien la persona que les castiga con la prohibición

- Evitar castigos que por su naturaleza, grado y duración son excesivos o desajustados

- Hacer amenazas que no vayamos a cumplir - Permitir que nuestro estado de ánimo sea el

termómetro que determine si castigamos o no - Combatir un acto violento con otro igualmente

violento - Ser jueces de los actos de los niños y

enojarnos por sus conductas - Rechazar al niño por portarse mal - Realizar expresiones violentas e intolerantes en

la relación con los demás, delante de los niños - Descalificar las reglas, sin razonar, que se les

exige cumplir a los niños en otros ámbitos fuera del hogar, por ejemplo centros escolares

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83 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Consecuencias de las consecuencias

El consensuar las normas del hogar ayuda a mejorar la autoestima y autocontrol del niño.

Con esta práctica conseguimos que los miembros del hogar se sientan responsables de la aplicación de las normas y asuman las consecuencias tanto de su cumplimiento como de su trasgresión.

Las consecuencias son un proceso de aprendizaje, donde el adulto, como educador, acepta al niño pero no su conducta, respeta al niño y es comprensivo, deja que el niño decida y no se convierte en su juez.

Hay que exigir a los niños, utilizando argumentos lógicos y directos que ayuden a éste a reflexionar sobre las consecuencias de su comportamiento y sobre cómo su conducta afecta a los demás.

A modo de ejemplo

Establecer límites y consecuencias de forma consensuada y pactada entre los niños y los adultos con respecto a las NOCHES FUERA, permite la normalización de los niños dentro de las actividades que hacen los chavales de su edad, la convivencia con familias normalizadas, y la independencia relativa del niño. Los adultos debemos tener confianza en el niño, dándole la opción de conocer otro hogar que no es el suyo, comprender la necesidad de su independencia. Pero no podemos prohibir salir una noche de casa, castigar sin la salida, cada vez que tiene la opción de pasar la noche fuera, ni permitir esto sistemáticamente sin saber dónde va o con quien, sólo por quitárselo de encima. No debemos consentir que los niños no informen de donde van, ni utilizar la salida como huida o chantaje.

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84 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Las consecuencias positivas por una adecuada conducta deben ser:

Las consecuencias negativas por una inadecuada conducta deben ser:

1. Permitir hacerlo más 2. Hacerle ver que la familia con la que

ha ido ha quedado contenta de su visita

1. El no permitir, durante un tiempo, repetir la experiencia, si el problema ha sido serio

2. El hacer ver al menor, que con esa actitud una familia no le va a aceptar como invitado

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85 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

DECÁLOGO DE QUÉ ES LO QUE COMO EDUCADORES NO PODEMOS HACER

1 Cualquier tipo de castigos físicos o amenazas a los niños

2 Agresiones verbales y/o humillaciones

3 Hablar despectivamente a los niños de su familia biológica

4 Insultar a los niños o utilizar comentarios racistas hacia su persona

5 Privar a los niños de comida, vestimenta, horas de sueño, higiene personal y el derecho a tener su propia imagen

6 Prohibir la entrada del niño a su hogar

7 Privarle del dinero de bolsillo

8 Privar al niño de los tratamientos médicos o psicológicos necesarios

9 Rebelar la identidad del niño, sus orígenes y su pasado

10 No guardar secreto profesional hacia las personas ajenas al niño y guardar información del menor a los responsables del mismo

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86 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

REFUERZOS Y CASTIGOS

REFUERZO Características y elección de los refuerzos

1. Que su elección sea variada y que suponga un refuerzo real para el niño /joven

2. Hagamos uso de los autos refuerzos en niños y educadores, sobre todo en los de mayor edad y más posibilidades cognitiva

3. Hacer uso de refuerzos dirigidos a incrementar el sentimiento de valía y autorrealización

4. Que sean fáciles de aplicar

5. Buscar actividades reforzantes

que sirvan para mejorar la relación del niño con su entorno y red social

6. Buscar situaciones y actividades

donde existan muchas probabilidades de que el niño despliegue comportamientos positivos para poder reforzar su aparición

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87 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

7. Para los niños silenciosos, el auto refuerzo es una buena opción; para niños ruidosos, buscar preferentemente refuerzos que impliquen actividad, acción, etc.

8. A partir de los diez años, los programas de

economía de fichas son una estrategia que, estando bien diseñada, resulta eficaz

9. Buscar actividades que faciliten las relaciones

interpersonales 10. Seleccionar, junto con el niño, qué actividades o

materiales pueden resultar más gratificantes, es garantía de éxito

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88 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

MÉTODOS DE ENSEÑANZA DEL REFUERZO

1. Sólo se puede exigir, si previamente se ha enseñado

2. Emplear estilos educativos inductores de apoyo (véase Cuidados del cuidador-Disciplina asertiva)

3. Utilizaremos el modelado como principal recurso para enseñar conductas

4. Hacer uso de instrucciones sencillas para la enseñanza de nuevas conductas

5. Hay que informar al niño/joven de los refuerzos y los beneficios que obtendrá por la realización de un Comportamiento Deseado y Fortaleza

6. Ser sistemáticos en su aplicación 7. Cumplir con el refuerzo pactado 8. Es imprescindible que los refuerzos a utilizar sean

conocidos por todos los educadores 9. Que se diseñe y planifique quién, cuándo y dónde

van a utilizar el refuerzo 10. Enseñar al niño que dialogue consigo mismo de

forma poco distorsionada y que aprenda a utilizar el auto refuerzo tras la realización de Comportamientos Ajustados

11. Hacer uso frecuente del elogio descriptivo según la fórmula:

Descripción de conducta + valor que supone + lo que significa esta conducta para él (auto refuerzo)

12. Facilitar la realización de tareas y responsabilidades dando instrucciones muy precisas sobre lo que hay que hacer, cómo hacerlo y qué resultados puede esperar

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89 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

13. Favorecer el método de las aproximaciones sucesivas con refuerzo de los eslabones de pequeñas logros o metas, sobre todo en aquellas tareas y situaciones que producen en el niño situaciones de inseguridad o de obtención de pobres resultados

14. Aplicar el refuerzo inmediatamente después de la presencia de la conducta a reforzar

15. Utilizar, para enseñar nuevos comportamientos o para comportamientos de baja frecuencia, programas de refuerzo de razón fija (siempre que la conducta ocurra obtiene consecuencia positiva), y pasar luego, al programa de refuerzo de razón variable (por la presencia del Comportamiento Deseado obtiene aleatoriamente una consecuencia de refuerzo)

16. Cuando se enseña una nueva conducta o habilidad deben especificarse con claridad los pasos o eslabones del proceso, aclarando por qué esta norma es importante y cómo repercutirá favorablemente sobre el niño y su ajuste social

17. Hacer contrato de conductas positivas, evitando en lo posible caer en la negociación de contratos de conductas negativas. El niño se resistirá con esta modalidad a negociaciones futuras y la probabilidad de que se cumpla el compromiso es baja

18. Establecer visibles recordatorios para el cumplimento de una norma, así como las consecuencias positivas que conlleva su realización

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90 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Sobre las conductas reforzadas

1. No olvidar que la conducta problema es un

comportamiento que habitualmente está siendo o fue muy reforzado

2. Buscar con creatividad y entre todos, Comportamientos Alternativos que cumplan la misma función (obtener las mismas consecuencias que los Comportamientos Problema)

3. Tenemos que buscar recursos para restarle fuerza a los Comportamientos Problema

4. Promover ambientes que estén presididos por normas sobre lo que se debe hacer en lugar de entornos donde presida lo que no se debe hacer

5. Recordar al niño/joven, ante la presencia de una conducta problema, la posibilidad de practicar la conducta alternativa

Al reforzar debemos: 1. Dirigirnos al refuerzo de Comportamientos

Fortaleza, Alternativos, Deseados o de Nuevas Habilidades

2. Reforzar rápidamente y sin demora la presencia de conductas alternativas y deseadas

3. Demorar al máximo el potencial refuerzo del Comportamiento Problema, si no es posible evitarlo

4. Utilizar aquellas actividades reforzantes para el niño (de alta frecuencia) como refuerzo positivo de los comportamientos que estamos iniciando su

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91 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

enseñanza o de aquellos otros de baja frecuencia o intensidad

5. Tener muy presente que muchos de los Comportamientos Problema en niños que provienen de ambientes desestructurados y/o con lagunas afectivas, son una forma de llamar la atención para reclamar el apoyo, la compañía y el afecto de personas que le proporcionan seguridad. Por ello, harán frecuente uso de esos comportamientos para conseguirlo. Debemos prestar máxima atención social (refuerzo), y no desaprovechar esta oportunidad

6. Reforzar más el esfuerzo por las realizaciones que por los resultados de las mismas

7. También hay que hacer cotidiano el refuerzo de la responsabilidad y la corresponsabilidad

8. Tener especialmente en cuenta todas las conductas que el niño realice que supongan o representen el apoyo mutuo y el cuidado de los otros

9. Eliminar, en la medida de lo posible, los refuerzos asociados a la conducta problemática (usar la extinción, recordar la Conducta Alternativa…)

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92 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

CASTIGO Indicaciones sobre el empleo del castigo : 1. ¡Nunca!, emplear el castigo

físico o moral 2. Utilizar castigos proporcionales a la gravedad del

acontecimiento 3. Evitar la escalada del castigo. Evitar el incremento

en la severidad del castigo como forma de reducir el Comportamiento Problema

4. Debemos tener estipulado con el niño/joven aquellos comportamientos que van a recibir castigo, especificando sobre qué actuaciones, cuándo ocurrirá y qué consecuencias negativas le acarreará

5. Utilizar consecuencias basadas en programas de castigo negativo

6. Se deben reunir la Unidad o Equipo Educativo, junto con el Equipo Técnico, para acordar los tipos de castigos que se van a utilizar, especificando qué tipo y situación así como los límites hasta dónde llegar

7. Aplicar los procedimientos de castigo: sin amenazas, sin chillar, cuidando la comunicación no verbal, recordando el comportamiento que va a ser castigado y cómo podría la próxima vez evitarlo. Proponer la conducta deseada que se podría practicar en el futuro así como una posible conducta alternativa

8. Debemos procurar que se cumpla la sanción estipulada y que todos apliquen para iguales

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93 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

comportamientos las mismas sanciones previamente consensuadas

9. Aplicar el castigo inmediatamente al comportamiento sancionado

10. Las amenazas suponen una forma de iniciar el proceso de coacción con muchos niños

11. No imponer castigos que luego sean difíciles de cumplir

12. No debemos utilizar el castigo cuando estemos acalorados o descontrolados emocionalmente

13. Procuraremos evitar crear ambientes donde nuestro estilo educativo esté basado en la prohibición o en lo que no se debe hacer

14. Hay que contemplar que, en muchas ocasiones, cuando creemos estar castigando, lo que realmente estamos haciendo es reforzar Comportamientos Problema que persiguen llamar nuestra atención; esto es, nuestro apoyo y cercanía

15. Recordar que cuando un niño está agresivo o muy enfadado, primero tenemos que procurar que se calme o disminuya el enfado, antes que intentar conseguir que cumpla una norma o tarea

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94 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

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95 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

INTERVENCIÓN ANTE

CONDUCTAS AGRESIVAS

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96 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

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97 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Introducción: El tema del comportamiento agresivo y sus posibles soluciones son un motivo habitual de búsqueda de asesoramiento y consulta entre las personas responsables de la educación de un niño o adolescente. Los insultos, amenazas, destrucción de objetos, negativas hostiles a realizar las tareas, desafío, agresiones físicas, etc.., se están presentando con mayor frecuencia y cada vez a edades más tempranas, entre los niños y jóvenes de sociedades desarrolladas.

Las causas de este incremento de conductas agresivas son múltiples y diversas: desde una sociedad de bienestar donde la frustración resulta cada vez más inaceptable, la presencia de estilos disciplinarios permisivos o muy tolerantes, estilos parentales impulsivos - explosivos, familias rotas donde los padres perciben pocas capacidades para ejercer su rol parental, a la abundancia de modelos de observación, que los niños imitan en medios de comunicación y otros agentes educativos, así como determinadas características del niño y de los padres que hacen probable la aparición de comportamientos agresivos

Está ampliamente documentado por la experiencia y la literatura científica que el comportamiento agresivo surgido a edades muy tempranas, que no se interviene ni resuelve de manera efectiva en estos periodos, puede escalar hacia comportamientos más agresivos y violentos en etapas evolutivas posteriores (adolescencia): este es el llamado principio de escalonamiento del comportamiento agresivo.

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98 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Recuerda:

Resulta, pues, determinante que los educadores identifiquen , lo más precozmente posible, los comportamientos agresivos en niños y adolescentes, elaboren un plan y diseñen estrategias y programas para la intervención temprana y la prevención de estos comportamientos, como una tarea prioritaria en la educación de un niño .

¿Qué entendemos por comportamiento agresivo?

Entendemos por “comportamiento” aquello que la persona hace o dice, se entiende como “comportamiento agresivo” aquel cuyo objetivo es dañar a una persona y/objeto. También ha sido definida como una conducta destructiva y perjudicial que socialmente es definida como agresiva. En general podemos afirmar que es un comportamiento cuyo fin es causar daño físico y/o psicológico a alguien o algo, ya sea animado o inanimado . Es fundamental que consideremos que una amplia variedad de comportamientos agresivos han sido aprendidos a lo largo del desarrollo evolutivo y por consiguiente son susceptibles de reeducación y de aprendizajes alternativos.

¿Por qué surge el comportamiento agresivo?

Nos referimos a las causas del comportamiento agresivo. Hemos de advertir que una buena intervención del comportamiento agresivo pasa por la prevención. En nuestro caso la prevención consistiría en la identificación, por parte de los educadores, de

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99 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

aquellas situaciones que hacen más probable la aparición de comportamientos agresivos en niños, adolescentes y adultos con la finalidad de diseñar recursos y cambios de ambientes para que hagan menos probables su aparición.

Podemos citar algunas causas probables:

- Frustración como emoción resultante de un obstáculo que se interpone entre el deseo de la persona y la consecución de éste

- Un problema inesperado - Recibir otra agresión - Formas de dar instrucciones - Factores físicos: cansancio, estrés, enfermedad,

etc. - Llamar la atención de otras personas, etc.

¿Para qué surge el comportamiento agresivo?

El comportamiento agresivo es funcional, pretende conseguir un propósito, es decir ganar y/o evitar determinadas consecuencias. Si con el comportamiento agresivo (insultar, amenazar, pegar, destruir objetos, etc...) conseguimos determinadas consecuencias (ganar atención de las personas, evitar hacer una tarea, ganar reconocimiento y poder, obtener el juguete, reducir estrés, proteger nuestra autoestima, etc.), entonces este comportamiento estará reforzándose, con lo que tenderá a repetirse una y otra vez y diremos que el comportamiento agresivo se ha convertido en un hábito de conducta. Éste es uno de los riesgos que los educadores han de prever y actuar en equipo, proponiendo soluciones.

Una buena intervención del comportamiento agresivo deberá llevar emparejada una evaluación completa por parte de la Unidad, o Equipo Educativo, del niño o adolescente que presente comportamientos agresivos.

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100 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Para llevar a cabo esta evaluación integral os podéis apoyar en la Guía Pasando a la Acción que se encuentra en el MANUAL TÉCNICO DE RECOMENDACIONES NACE y prestar especial atención a la sección VIII, la Senda del Comportamiento Problema.

Tipos de comportamiento agresivo

FÍSICO: Agresión física, destrucción de objetos, violencia, empujones, etc.

VERBAL: Insulto, descalificación, amenaza, oposición.etc

NO VERBAL: Factores no lingüísticos, gestos, ademanes, expresiones corporales, etc.

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Consecuencias de la conducta agresiva

- Deterioro importante de las relaciones sociales y personales

- Dificultades para la integración social, familiar, escolar

¿Qué características tienen los hogares donde hay más facilidad para que los niños /jóvenes aprendan y desplieguen comportamientos agresivos?

• Presencia de roles de abusador y víctima dentro de los contextos familiares, por lo que el niño puede aprender desde etapas muy tempranas estos roles, bien adquiriendo roles más próximos al comportamiento de abuso, donde expresa su agresividad de forma externalizada, o bien mediante una inhibición y represión de esta agresión expresándola de forma internalizada o silenciosa.

• Modelos familiares donde se regulan los conflictos con un estilo de gestión: ganador/perdedor, haciéndose uso y abuso del comportamiento agresivo como forma de resolver diferencias entre las partes.

• Presencia de modelos familiares donde se “entra en caliente” a regular conflictos, cayendo en la espiral ascendente del conflicto: ataque – contraataque.

• Hogares donde los padres perciben poco control en su capacidad para intervenir con el niño/joven.

• Padres que se perciben a sí mismos con poca competencia para educar, es decir, con falta de habilidades para educar al niño. A mayor

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102 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

percepción de incapacidad de su rol, mayor será su comportamiento agresivo.

• Percepción por parte de los padres de un niño como distraído, hiperactivo, con baja aceptación social. Suelen hacer uso de disciplina irritable y explosiva y consiguiente comportamiento agresivo de ambos (padre-hijo).

• Determinadas características o formas de actuar de los niños/jóvenes:

1. Problemas de adaptación: niño movido, hiperactivo, inquieto o con dificultades de adaptación social

2. Presencia de estallidos de ira, golpes y destrucción de objetos

3. Desobediencia en casa

• Ambientes familiares cargados de estrés.

• Falta de educación emocional donde el niño no es capaz de reconocer, nominar y encontrar fórmulas de expresar y regular sus emociones.

• La expresión descontrolada de la emoción de ira como emoción legal y normal dentro de esos contextos.

• Uso de elementos paralingüísticos (gestos, ademanes, expresiones corporales, etc.) y conductas verbales (amenazas, insultos, descalificaciones, etc.) que son propios de comportamientos agresivos y que el niño/joven reproducirá en múltiples contextos sin conocer el verdadero significado agresivo que contienen.

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• Normas y límites poco especificados y donde no se dan oportunidades para poder llevarlos a cabo.

• Contextos donde las normas y estilos de relación son cambiantes y caprichosos, responden a estilos educativos: negligentes, excesivamente permisivos o autoritarios.

• Contextos familiares desestructurados donde las situaciones con las que tienen que convivir los niños están caracterizadas por la incertidumbre y descontrol educativos y donde es fácil que aparezcan nerviosísimo y consiguiente conducta agresiva.

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104 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

-

-

Figura del “rol autoritario”

Características de un estilo explosivo-impulsivo generador de comportamientos agresivos en los niños y adolescentes

• El padre o educador se percibe incompetente para educar. Incapacidad para desempeñar su rol.

• No busca ayuda cuando se enfrenta a un problema educativo que le resulta difícil.

• Su estilo educativo está en función de su estado de ánimo.

• Se percibe con pocas oportunidades para ejercer su rol parental.

• Falta de apoyo para la educación.

• Falta de normas y límites, y las instrucciones para la realización de una tarea son inespecíficas y caprichosamente establecidas.

• Estilo educativo muy errático y cambiante.

• No tiene paciencia. No da tiempo para que se produzca la conducta deseada.

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Factores protectores frente a la aparición del comportamiento agresivo

Se establecen cinco factores que hacen menos probable la aparición de comportamientos agresivos de niño/adolecentes

1. Relaciones de apoyo padres – hijo

2. Métodos positivos de disciplina

3. Supervisión del niño por sus padres

4. Dedicación y cuidados de la familia al niño

5. Búsqueda de información y apoyo por parte de los padres

Promover y Evitar

1. Hay que tener presente que el comportamiento agresivo del niño/adolescente puede servir como herramienta para conseguir unos fines y que mientras que no tenga otra herramienta (otros comportamientos alternativos) que lo sustituyan, es muy probable que el comportamiento agresivo permanezca, existiendo una resistencia a su disminución y/o erradicación.

Proponemos, que si el comportamiento agresivo del niño/adolescente es habitual o presenta alta intensidad (gravedad), acudáis al MANUAL NACE para una evaluación completa.

2. Identificación de situaciones antecedentes que hacen probable la aparición de episodios

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106 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

agresivos en el niño o adolescente. Se trataría de identificar ante qué personas y situaciones es más probable que este comportamiento aparezca y diseñar estrategias para la prevención.

3. Si el comportamiento agresivo es de gran intensidad o es un hábito de conducta arraigado en el repertorio personal del niño, sería recomendable elaborar Plan de crisis (ver manual NACE donde se especifican los pasos para desarrollarlo).

4. Analizar las consecuencias que el niño obtiene con estos comportamientos. No olvidar que la atención prestada suele ser uno de los más potentes reforzadores que esta conducta pretende obtener, por lo que ignorarla puede ser un método en principio válido, siempre que este procedimiento pueda ser aplicado. Cuando resulta difícil la extinción (ignorar el comportamiento) debemos prevenir y evitar aquellas situaciones que sabemos incitarán al comportamiento agresivo hasta que vayamos instaurando nuevas conductas (comporta-mientos alternativos) que sustituirán a los comportamientos agresivos.

5. Evitar que el niño pueda obtener refuerzos (obtener lo que quiere, evitar tareas, atención, etc.) con la presencia del comportamiento agresivo.

6. Poner bajo protección la integridad física de otros niños, así como la del propio niño y los educadores.

7. No olvidar que en ambientes desestructurados y de maltrato se enseña a los niños y jóvenes a imitar modelos agresivos. Nosotros como

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107 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

educadores, debemos enseñar al niño para que nos imite, debemos actuar como modelo de solución de conflictos , esto es:

• Ante un conflicto, donde media el comportamiento agresivo, el educador mantiene la calma , no entra al contraataque, evitando así la escalada agresiva.

• Empatiza con la ira o el enojo del niño, reconociéndole su ira (no significa darle la razón a su argumento). Ver Técnica del desarme en MANUAL NACE

• Aplaza para un momento posterior, cuando el niño esté más calmado (si le es posible), el recordatorio de una norma o tarea a cumplir. Primero se debe reducir el comportamiento agresivo y la ira asociada, y sólo cuando éste esté controlado, debemos recordarle el cumplimento de una regla o norma.

• El educador debe proponer a los niños, cómo puede afrontar esta situación en ocasiones futuras, proponiéndole acciones concretas, practicándolas con él y reforzando con la atención y el elogio descriptivo, cualquier aproxima-ción a esta nueva conducta.

• Debe advertirle sobre las conse-cuencias que el comportamiento agresivo traerá para él, como modo habitual de resolver diferencias con los otros, o como forma de satisfacer sus deseos.

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108 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

• En el momento de crispación o enojo del niño, el educador debe evitar amenazas o anticiparle consecuen-cias de castigos, pues ésto habitualmente termina en una escalada agresiva. Recordad que en momentos posteriores, cuando el niño este más sereno, ya se tratará el tema de la consecuencias por el comportamiento agresivo.

• El educador debe enseñar al niño a gestionar los conflictos con los otros, mediante el método de ceder – ceder . Enseñar a regular un conflicto con métodos de negociación, donde el ceder de una parte conlleve la cesión de la otra y donde se busquen soluciones que satisfagan a ambas partes. Es importante que nos convirtamos en modelos coherentes entre lo que decimos y hacemos.

8. No entrar al contraataque frente a una conducta agresiva o provocación del niño.

9. Reforzar sistemáticamente los comportamien-tos de ajuste o comportamientos deseados , alternativos al comportamiento agresivo.

10. Evitar la etiquetación del niño.

11. Hacer crítica asertiva para los comportamientos inadecuados que presente el niño o adolescente.

12. Enseñarle a tolerar la frustración.

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109 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

13. Promover relaciones de calidad con los niños y jóvenes.

14. Favorecer estilos de vida saludables en el niño/adolecente, donde se incremente su calidad de vida (percepción de bienestar subjetivo).

15. Evitar situaciones de aburrimiento o de falta de actividad, pues es un potente factor de riesgo que favorece los comportamientos agresivos.

16. Atacar al problema, nunca a la persona.

17. Incluir al niño con comportamiento agresivo en programas de aprendizaje de competencias , tales como: “Habilidades Sociales”, “Comportamiento Asertivo”, “Defensa de Derechos Básicos”, etc. Como comportamien-tos alternativos al comportamiento agresivo.

18. Promover contratos de conducta positiva.

19. Evitar contratos de conducta negativa, no suelen ser eficaces para comportamientos agresivos.

20. Generar ambientes donde las normas sean claras , pocas y útiles

21. Utilizar estilos disciplinarios inductores de apoyo (ver apartado de disciplina asertiva de este manual). Recordar que el principio de la disciplina asertiva es: Sé amable pero firme, lo cual nos recuerda que los educadores no deben caer en la trampa del contraataque y permanecer con calma ante episodios agresivos con los niños poniendo en práctica el modelo de solución de conflictos.

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110 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

22. Cuando el niño/joven está enfadado o presenta conductas agresivas, evitar la proximidad física y expresiones del tipo: “tranquilízate”, “no te enfades”; pues sólo provocarán un incremento del enfado. Debemos distanciarnos del niño, no tocarlo.

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111 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

EL APOYO ESCOLAR

EL ESTUDIO

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112 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

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113 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Estudiar es la acción mental de interpretar, asimilar, retener y organizar determinados contenidos, de manera que puedan ser evocados posteriormente o utilizados en la vida práctica.

Estudiar no puede ser atiborrar de datos a nuestro cerebro, sino adquirir una buena formación mental que nos posibilite interpretar la realidad:

Comprender,

memorizar,

seleccionar y

evocar lo estudiado

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114 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

FACTORES QUE INCIDEN

EN EL RENDIMIENTO

FACTORES EXTERNOS

Dónde estudiar

Condiciones

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115 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

FACTORES INTERNOS

Atención

Foco que centra

Concentración

Grado superior de la atención

Asuntos personales

Anotarlos y posponer su atención para después

Condiciones personales

Descansamos cuando estemos

agotados o en el tiempo que el horario

elaborado contemple

La Motivación

Supone uno de los principales factores que explican el éxito de los estudiantes, junto con las aptitudes del alumno, los conocimientos básicos que posee y el manejo de las técnicas adecuadas.

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116 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

¿Qué podemos hacer para mejorar la motivación?

�� Ayudémosle a establecer objetivos diarios de estudio.

�� Valoremos más su esfuerzo que las calificaciones

obtenidas.

�� Reconozcamos y alabemos los logros aunque sean

mínimos.

�� Demos ejemplo dedicando una parte de nuestro tiempo

a la lectura.

�� Respetemos su tiempo de estudio intentando realizar el

menor ruido posible y evitando cualquier cosa que

pueda distraerlo.

�� Si notamos que necesita ayuda y por algún motivo nos

es imposible prestarle la que necesita, debemos

considerar la posibilidad de un profesor particular.

�� Mantengamos una buena comunicación con la escuela

y el tutor.

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117 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

�� Comentemos las ventajas que puede ofrecer una buena

educación.

�� No nos centremos en la actividad escolar como única

vía de su desarrollo cognitivo, necesita desarrollarse

también en otros ámbitos.

�� Enseñémosle a disfrutar de su tiempo libre y a

valorarlo.

�� Facilitemos el aprendizaje ayudándole a integrar las

técnicas de trabajo intelectual.

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118 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Ventajas de Planificar:

Ahorra tiempo y energías Crea en el alumno un hábito

Satisfacción de haber cumplido Racionaliza tiempo de estudio y descanso

Se controla el rendimiento Se puede modificar el esfuerzo

TÉCNICAS DE TRABAJO

INTELECTUAL

LA PLANIFICACIÓN. LA SESIÓN DE ESTUDIO. UN MÉTODO DE ESTUDIO. LOS APUNTES. LOS TRABAJOS. LA MEMORIA. LOS EXÁMENES.

LA PLANIFICACIÓN

debe ser:

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119 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

¿Cuánto estudiar a diario?

De 4 a 6 años 15-30 min. /día............. 3 ó 4 días / semana

De 7 a 12 años 1-2 h /día.................... 5 días /semana

De 13 a 18 años 2-3 h /día.............. ...5 ó 6 días / semana

LA SESIÓN DE ESTUDIO

La duración óptima de una sesión de estudio puede oscilar en torno a los 50 minutos, seguidos de un descanso de 5-10 minutos.

Ejemplo de sesión personal de estudio para alumnos de 13 a 18 años

Estudio Descanso Estudio Descanso Estudio

30-45’ 5-10’ 50-65’ 15’ 45’

Se clasifican las asignaturas y tareas asignándoles a cada una de ellas un nivel de dificultad:

1 = la más fáciles

2 = las de dificultad media

3 = las de mayor dificultad.

Tras ello en vuestro horario: las asignaturas de dificultad 2 ó 3 se colocarán en las primeras horas, dejando para el final las más fáciles, y las tareas que resulten más agradables.

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120 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

UN MÉTODO DE ESTUDIO

1º Leer y comprender

3º Hacer esquemas

Lo primero es echar un vistazo al tema y tratar de descubrir los apartados y subapartados. Luego leer y tratar de comprender lo que pone

Se trata de descubrir las ideas más importantes. Es interesante subrayar de tal manera que lo subrayado tenga sentido por sí mismo (si tienes mucha prisa se puede hacer a la vez que el

primer apartado)

La idea es conseguir tener en una o dos hojas por tema, todo lo que me tengo que aprender y memorizar. El esquema ha de ser lo más completo posible. Este punto es en el que más tiempo emplearás

2º Subrayar

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121 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

4º Memorizar

5º Repaso

Ya sabes... memoríza el esquema totalmente. Si el esquema está bien hecho te será más fácil. Esta fase debe hacerse uno o dos días antes del examen

Si la memorización no coincide en las fechas previas al examen o deseas retener permanentemente todos los conocimientos, necesitas realizar repasos periódicos, sobre todo en fechas próximas después de la memorización

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122 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

Para tomar apuntes de forma efectiva, hemos de ajustarnos a las siguientes normas:

- Ordenar visualmente las notas.

- Escribir sólo las ideas principales.

- Tomar apuntes en limpio: orden, claridad y subrayado.

- Orden para cada asignatura.

- Letra legible para nosotros.

- Antes de cada clase hay que revisar los apuntes anteriores.

- Escribir literalmente sólo las definiciones.

- Anotar las referencias bibliográficas.

LOS APUNTES

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123 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

FASES PARA LA CONFECCIÓN DE UN TRABAJO

1ª.- Recoger información: Libros de la biblioteca, de texto, mapas, fotos, en museos, Internet, vídeos, películas, CDs...

2ª.- Establecer los apartados que va a tener el trabajo.

3ª.- Clasificar la información según los apartados. Elegir las ilustraciones que pondremos.

4ª.- Redactar cada apartado con frases claras. Procura no copiar textos enteros, sino resumir la información y combinar la información que posees de distintas fuentes.

5ª.- Revisar la ortografía y redacción. Puedes enseñar el trabajo a alguien para que de su opinión y te haga sugerencias.

6ª.- Pasar a limpio el trabajo, y si te dejan, a ordenador. Haz una portada bonita y en la que figuren todos los datos.

7ª.- Vigila una vez más que figuren tus datos personales. Cuida la presentación y entrega las hojas bien encuadernadas.

LOS TRABAJOS

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124 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

CÓMO POTENCIAR LA MEMORIA

- Las imágenes mentales ayudan a recordar - La relajación ayuda a memorizar, la tensión es un obstáculo - La repetición es un factor importante del estudio - Lo agradable se recuerda mejor. Intenta que el estudio sea agradable y motivador - La organización y clasificación facilitan el recuerdo - No acumules demasiada materia para última hora - Estudiar de forma activa mejora la concentración y la memoria - Debes comprender antes de memorizar - Es más fácil memorizar cuando se está descansado - Utiliza varios sentidos

LA MEMORIA

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125 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

PARA EL EXÁMEN...

ORAL . Se deben repasar los temas en voz alta, hacer un esquema, cuidar la expresión y centrarse en esas ideas fundamentales señaladas en el esquema

TIPO TEST. Sintetizar en esquemas, memorizar, esforzarse por comprender cada punto del temario.

DE PREGUNTAS CORTAS . Sintetizar todo para hacerse una idea, memorizar los esquemas fundamentales y hacerse uno mismo un listado de posibles preguntas

DE DESARROLLO . Mucho repaso, redactando los temas principales para probar la capacidad, hacer muchos esquemas de los temas principales para no confundirlos

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126 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

CONSEJOS PARA EL ESTUDIANTE

• Tómate las técnicas para el trabajo intelectual en serio. Si no estás dispuesto a esforzarte a diario es mejor que no sigas leyendo

• Estudia en tu habitación. No en la cocina, ni en el comedor...

• Usa una silla cómoda pero no demasiado

• La iluminación ha de ser buena y por la izquierda (si eres diestro). Por ejemplo es buena idea un flexo con una bombilla azul de 60 w. El resto de la habitación ha de tener una luz tenue

• La zona de estudio debe estar ventilada. Tus neuronas necesitan oxígeno

• La mesa ha de estar limpia y despejada de aquello que pueda distraerte (tele, equipo de música, móvil, juguetes, revistas, muñecos)

• El lugar de estudio debe ser agradable

• No se estudia con música. Solo puedes escuchar música suave cuando hagas tareas rutinarias y que no requieran casi nada de concentración

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127 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

• Prepara todo aquello que puedes necesitar para luego no tener excusas para levantarte: bolígrafos, colores, agua, libros, reglas...

• Es mejor el estudio individual, sobre todo en época de exámenes.

• Planifica el estudio: hazte un horario de estudio para diario y uno especial para la semana antes del examen. Coloca el horario en lugar bien visible.

• En el horario, procura alternar Ciencias/Letras. Deja lo más fácil y rutinario para el final de las horas de estudio.

• Los periodos de estudio serán de unos 50 minutos alternando con 10 minutos de descanso (no prolongues ni un minuto los periodos de descanso que te fijes). Casi nadie puede estudiar, por ejemplo, 2 horas seguidas sin descansar. Aprovecha los periodos de descanso para: ir al servicio, merendar, llamar a los amigos, hacer recados.

• No abuses de la tele.

• Si estás inseguro y crees que te faltará fuerza de voluntad, pide ayuda para cumplir el horario.

“Lo que llamamos suerte no es otra cosa que la forma que la vida tiene de responder al esfuerzo y al sacrificio que se hizo quizá muchos años antes”

G. Marañón

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128 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

ALGUNOS CONSEJOS PARA EL EDUCADOR

Algunas reflexiones en voz alta…

• No marques metas muy altas y lejanas, márcalas asequibles y próximas.

• Las comparaciones son odiosas.

• Potencia los aspectos positivos, aunque no sean escolares, y corrige poco a poco, los negativos.

• Dialoga, no discutas.

• Motivar mejor que obligar.

• Actúa siempre de la misma manera; no los despistes con actuaciones dispares en situaciones similares.

• Valora su trabajo y esfuerzo más que los resultados.

• Tú eres el modelo en el que se fijarán; no hagas que busquen otro.

• Busca ayuda en los profesores y profesionales cuando la necesites.

• Mantén relaciones fluidas con los tutores para conocer su evolución y su comportamiento en el centro escolar.

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129 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

¿QUE HACEMOS CON LOS SUSPENSOS?

• Observa durante el curso la conducta del niño hacia el estudio: tiempo de dedicación, interés con el que habla de lo que aprende y de sus profesores, resultados de los controles parciales. Es importante estar cerca de él para saber realmente lo que le está pasando.

• Evita los grandes gritos y castigos. Sólo conseguirás que tenga más miedo a la hora de comunicarte sus notas y no te resultará efectivo para mejorar los resultados

• Evita insultarle y humillarle. • Escúchale. Esto no quiere decir que le des siempre

la razón, sino entenderle para llegar a soluciones conjuntas.

• Busca ayuda en los profesores y profesionales. • Responsabilízate de llevar a cabo en casa las

decisiones tomadas en tutorías. • Proporciona ayuda, si es necesario, para que

aprenda a estudiar y a cubrir las "lagunas que pueda tener".

• Controla las actividades distractoras como la televisión, los video-juegos, video-consolas...

• Dale responsabilidades domésticas desde que es pequeño.

• Si ya está en secundaria o bachillerato, ayúdale a encontrar su vocación profesional.

• Ayúdale a hacer los deberes en casa.

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130 Buenas prácticas educativas con la infancia y adolescencia

¿Y CON EL COLEGIO?

No se entiende una educación integral, sin la colaboración de la familia incorporándose directamente o indirectamente en la vida y tareas escolares. Es necesario potenciar la colaboración y establecer unos espacios y tiempos dedicados a esta información-colaboración.

LAS TUTORÍAS

Para que no se nos quede a merced de nuestra memoria lo tratado en las diferentes tutorías es conveniente tener un modelo para el seguimiento de dichas tutorías en el que se contemplen los apartados:

PERSONAS QUE INTERVIENEN EN LA REUNIÓN: EL MOTIVO DE LA TUTORÍA: SE HA TRATADO DE: ACUERDOS TOMADOS: FECHA PRÓXIMA REUNIÓN:

Habremos de ser muy cautelosos con la información que damos del niño y ceñirnos a aquella información que sea relevante para su progreso en el aula

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Así pues informaremos al profesor tutor sobre:

• El tiempo que dedica al estudio y a la realización de las tareas.

• La calidad del trabajo observado.

• El grado de responsabilidad en su estudio.

• Las aspiraciones profesionales si ya está en los últimos cursos de secundaria.

• La calidad del trato con nosotros y con los hermanos.

• Los amigos con los que se relaciona y el tipo de relación.

• A qué dedica el tiempo libre.

• Estímulos educativos o pautas usadas en casa como medio de motivación o de formación.

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Deberemos pedirle información acerca de:

• La actitud y comportamiento en clase.

• Las expectativas que tiene respecto al niño.

• La relación que mantiene con el resto de profesores.

• Las relaciones que mantiene con los compañeros.

• El grado de cumplimiento de sus deberes.

• Las faltas de asistencia a clase.

• Cualquier duda sobre el funcionamiento del centro o sobre las actividades extraescolares.

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LOS CUIDADOS DEL CUIDADOR

CUÍDATE PARA PODER CUIDAR

SU SALUD EMOCIONAL DEPENDE EN PARTE DE LA TUYA

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Introducción Pocas tareas en la vida pueden tener una mayor recompensa que el hecho de responsabilizarse del cuidado y bienestar de un niño. El bienestar personal es una percepción subjetiva difícil de definir, está asociada a emociones y afectos, lo que no resulta tan complejo es hablar acerca de los agentes que parecen contribuir de una manera más decisiva y que previenen el malestar emocional. Entre estos factores gran parte de la investigación acumulada nos habla de: � Autoconfianza � Disposición a probar cosas nuevas � Persistencia ante tareas difíciles � Capacidad de expresión y autocontrol emocional � Cooperación y responsabilidad grupal � Inserción y mantenimiento de relaciones adecuadas

con niños y adultos

Si nuestro objetivo es cuidarnos para poder cuidar y promover el bienestar de nuestros niños y jóvenes, debemos buscar los recursos y estrategias que favorezcan el equilibrio necesario para tal fin. Las personas cuando nos enfrentamos a dificultades, ensayamos psico-soluciones que nos ayuden a salir del problema pero, a veces, estas psico-soluciones lejos de sacarnos del problema, nos hunden más en él. Al final, las consecuencias de la solución son el problema… quedando el problema en sí, sin resolver. Ante cualquier situación que genere estrés o malestar emocional, tenemos que tener presente que existen factores externos propios de la situación y otros factores internos que tienen que ver con nuestra

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historia personal y nuestra peculiar forma de mirar los acontecimientos. En este capítulo, intentamos proponer fórmulas que nos permitan el afrontamiento más saludable ante situaciones problemáticas, tanto para los niños como para los educadores. Analizaremos algunos de los factores internos, propios de la persona, que pueden contribuir al bienestar o malestar emocional. 1. La triada del bienestar:

mirar, sentir y actuar

Cuando observamos un acontecimiento, activamos un triple sistema de respuesta: � Lo que pensamos � Lo que sentimos � Cómo actuamos

Comportamiento

Pensamiento

Emoción

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Es un sistema donde sus componentes interaccionan entre ellos: lo que pensamos determina lo que sentimos y en función de cómo nos sentimos así actuamos. Dependiendo de las consecuencias de nuestra forma de actuar, volveremos a pensar, sentir y así sucesivamente. Es como un círculo vicioso, sin principio ni fin, donde ya es difícil encontrar el inicio de la cadena. Dos personajes “TIC” y “TAC” nos acompañarán a lo largo de este apartado. Representan dos modelos “ideales o extremos”.

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Tic Tac

P E S I M I S M O

O P T I M I S M O

Atribuye los errores a su incapacidad: se culpa, aunque no hace nada

Hace una atribución ajustada de la causa del error: asume la responsabilidad de regular el problema

Distorsiones cognitivas Auto-diálogo reflexivo Exigencias personales sobrevaloradas Exigencias personales realistas

Bajo autocontrol emocional Autocontrol adecuado Poca autoconfianza Autoconfianza Relaciones sociales inquietas y molestas

Relaciones sociales tranquilas y gratificantes

Se retira ante las dificultades Persiste ante las dificultades

Prefiere lo conocido. Hace de su vida una monotonía Disfruta y se enfrenta a lo nuevo

Comportamiento retraído o inhibido Asertividad

Baja tolerancia a la frustración

Tolera la frustración

Estilo de afrontamiento: Auto- referente/evitación

Estilo de afrontamiento de problemas: dirigido a metas

Autocontrol excesivo o impulsividad Relajado, actúa con calma

Baja expresión emocional Expresión emocional adecuada

Obtiene bienestar: retirándose de las situaciones molestas

Obtiene bienestar: aproximándose a situaciones reforzantes

Predominan emociones: nervio-sismo, culpa , tristeza, desesperanza

Predominan emociones: calma, responsabilidad, alegría, entusiasmo

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2. El autocontrol

Entre los recursos que podemos utilizar para la promoción de la salud emocional de los educadores tenemos el autocontrol, con cuatro áreas de cambios. - CONTROL DE PENSAMIENTO - CONTROL EMOCIONAL - CONTROL DEL COMPORTAMIENTO - CONTROL DEL AMBIENTE

a) CONTROL DEL PENSAMIENTO Conjunto de técnicas y recursos encaminados al desarrollo de:

� Formas de pensar que promueven: la calma, autoconfianza, optimismo, etc.

� El desarrollo de actitudes saludables sobre el acto de educar

� Fantasías temidas � Preocupándome sí, pero yo elijo el momento:

Control sobre las preocupaciones malsanas � Que el error no sea un terror � Estrategias de afrontamiento

b) CONTROL EMOCIONAL Consiste en aprender a reconocer las propias emociones. Focalizando nuestra atención en los aspectos positivos, evitando caer en distorsiones cognitivas y sesgos de pensamiento tales como:

� Pensamiento polarizado : tendencia de la persona a interpretar la realidad de manera extrema. Blanco o negro. La adscripción a un extremo imposibilita la visión del otro.

� Filtro mental: tendencia a focalizar los aspectos negativos de la situación. Afecta sobremanera al estado de ánimo.

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� Etiquetación: se caracteriza por la inclinación de poner una etiqueta a la persona o situación. Por ejemplo si cometo un error, me llamo desastre, inútil. Esta tendencia a etiquetar es peligrosa cuando la utilizamos con los niños, les roba autoestima y confianza.

� Catastrofizar: es la tendencia a convertir los acontecimientos desagradables en catástrofes con consecuencias dramáticas.

� Uso de los deberías : es el sesgo caracterizado por vivir sometidos a exigencias rígidas o inflexibles, y estar convencido de que si las trasgredimos sobrevendrán consecuencias muy molestas o desagradables.

� Adivinación del futuro: es la tendencia a adivinar el futuro. Es un “pensamiento mágico” caracterizado por vivir el futuro inquietante en el momento presente y estar convencido de que ocurrirá de esa manera. Es la base de problemas de ansiedad.

� Razonamiento emocional: es la tendencia a evaluar los acontecimientos en función de cómo me afectan emocionalmente, tomando esta emocionalidad como la “verdad” de lo que los acontecimientos son.

� Atribución interna de los fracasos: inclinación de la persona a atribuir que, si las cosas salen mal, es debido a su ineficacia personal, modo de ser, modo de actuar, etc.

� Intencionalidad: la tendencia a atribuir de forma sistemática mala intención al comportamiento o acción del otro (niño/educador).

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3. Tic - Tac dos modos de actuar

Analizaremos cómo podría pensar/sentir/actuar un educador ante una situación problema con el niño.

Situación 1: En esta situación el educador se involucra emocionalmente: SECUESTRO EMOCIONAL

SITUACIÓN PENSAMIENTO EMOCIÓN CONDUCTA

El niño insulta a todos los miembros del hogar cuando el educador le recuerda que debe hacer la tarea

No hay quien lo aguante Yo no puedo más… Debería controlarlo a cualquier precio. Terminará fatal Siempre me tomará el pelo, perderé la autoridad Mis compañeros pensarán que yo no sirvo para esto Debería actuar con la máxima energía...

Nerviosismo Agitación Pesimismo Frustración

El educador comienza a moverse por toda la habitación, dando gritos y recordándole que le impondrá un castigo

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Situación 2: Analicemos cómo el educador podría interpretar la misma situación MANTENIENDO LA CALMA Y EL CONTROL EMOCIONAL 002 003

SITUACIÓN PENSAMIENTO EMOCIÓN CONDUCTA

El niño insulta a todos los miembros del hogar cuando el educador le recuerda que debe hacer la tarea

Esto ya lo conozco… Esto ya lo vimos en la reunión de equipo… No conseguirá provocarme, busca que le preste atención Ahora calma y luego le propongo nuevamente la tarea

Calma Sensación de seguridad

El educador se sienta junto a los otros niños y le dice que debe estar en este momento más entretenido con otras cosas y que comprende que ahora le resulta difícil hacer la tarea, y que dentro de un ratito volverán a hablar.

• Consultar el MANUAL DE RECOMENDACIONES NACE: “Los Cuidados del Cuidador, Guía del autocuidado”i

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4. Estrategias básicas para el afrontamiento de un problema

Cuando nos encontramos frente a una amenaza o problema, es decir, algo que nos produce malestar, nos vemos obligados a realizar cualquier tipo de acción para conseguir reducir el malestar que la situación nos provoca. El tipo de acción o respuesta que damos para resolver el problema puede adquirir múltiples formas que van desde no hacer nada hasta implicarse al extremo en la resolución del problema; como parece evidente, la actuación en ambos casos, tanto a corto como a largo plazo, traerá consecuencias muy variadas para la persona. Entre un extremo y otro de los descritos pueden aparecer múltiples formas de afrontamiento del problema y cada uno de ellos conllevará consecuencias emocionales para la persona así como para la eficacia en resolver el problema al que se enfrentó. Aquí, básicamente vamos a hablar de tres estilos de respuesta o afrontamiento; los vamos a denominar:

� Afrontamiento orientado a la evitación � Afrontamiento orientado a la emoción � Afrontamiento orientado a la tarea

El estilo de afrontamiento orientado a la evitació n es un procedimiento pasivo en el que la persona ante la situación problemática, que le molesta, lo que hace es evadir el problema, negarlo o no afrontarlo. A corto plazo este estilo reduce el malestar emocional pero a largo plazo, si la situación problemática persiste, el problema frecuentemente adquiere una mayor dimensión. Existen muchas situaciones de la vida que nos llevan a utilizar momentáneamente esta modalidad, y esto resulta adaptativo y sano, tal es el caso de enfermedades sin mucha repercusión física, problemas puntuales que aparecen en nuestra relación con

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compañeros, problemas que nos plantean los niños de manera puntual y sin trascendencia, etc. Este estilo de afrontamiento evasivo da malos resultados cuando la situación problemática se presenta de manera frecuente o la intensidad o trascendencia del problema requiere de una intervención activa para regular la situación conflictiva. En resumen, lo que propiciamos es que el estilo de afrontamiento de evitación se convierta en “un problema” que agudiza y cronifica el que teníamos que afrontar. Estaríamos haciendo un problema del problema. En el ejemplo de las enfermedades que antes comentábamos, si la persona tiene frecuentemente síntomas físicos de una enfermedad o la intensidad de los mismos es alta y evade la situación, la repercusión para la salud puede devenir en una grave enfermedad. De la misma forma, si tenemos un niño bajo nuestra responsabilidad que está presentando problemas de manera reincidente, y ante la gravedad de su situación permanecemos sin dar ningún tipo de solución al problema, entonces nuestra negligencia puede precipitar serias repercusiones a largo plazo, tanto para el niño como para nosotros mismos. 113

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El estilo de afrontamiento orientado a la emoción, también llamado de autoreferencia. Es una modalidad muy ligada al mundo de los afectos y de la sensibilidad; las emociones cobran aquí una relevancia especial, en tanto que la persona ante las situaciones amenazantes, de manera casi automática, comienza un discurso interno idiosincrásico para valorar la situación – problema.

En este caso la persona emite juicios de valor extremos sobre el problema, se compara con la posible ejecución de los otros frente a esta situación, creyendo que su ejecución será de peor calidad, adivina el futuro anticipándolo de manera catastrófica, intuye sin pruebas, que los demás pensarán que su ejecución será inadecuada y que lo rechazarán, y para completar el discurso interno se irá creyendo incapaz de solucionar el problema; en definitiva, todo un cóctel emocional que terminará secuestrando emocionalmente a la persona cargándole de un enorme estrés y robándole poco a poco su autoestima. A la larga la persona irá adquiriendo una indefensión frente a esta situación-problema y muy probablemente pueda llegar a convertirse en una persona emocionalmente perturbable y sin eficacia en la solución de problemas.

Siguiendo con los ejemplos antes expuestos, frente a una enfermedad real o aún pendiente de confirmar médicamente, la persona que utiliza este estilo, puede comenzar a exigirse a sí misma que debería solucionar la enfermedad de manera inmediata, que podría adivinar que le traerá consecuencias desastrosas a su salud y a su vida, y estar plenamente convencida de ello.

Aún sin pruebas, que es muy frágil y temerosa, y que ella pensará puede hacer frente a esta situación.

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En el caso del educador que se enfrentaba a un problema con este estilo de afrontamiento en su interacción con un niño de su responsabilidad, puede comenzar una escalada que lo conducirá al secuestro emocional y al debilitamiento de sus expectativas de auto eficacia y resultados; esto es, terminará por estar convencido de que él no dispone de recursos personales ni educativos para encarar esta situación, y que si lo hiciera, los resultados que obtendría serían pobres y no servirían para mucho. El estilo de afrontamiento orientado a la tarea es una modalidad de afrontamiento activo, también llamada, “dirigida a metas” . Es un compromiso, si existe una implicación ajustada por parte de la persona, para resolver o, al menos, regular el problema. En este estilo, la persona mantiene consigo misma un diálogo interno, realista, evitando caer en la sobre dimensión del problema y actuando según un guión establecido; de manera tal que ante el problema, lo primero que hace es aceptar el malestar emocional que lleva aparejada esta situación para pasar, a continuación, a definir claramente cuál es el problema o problemas que hay que resolver. Clarifica y define metas que le gustaría alcanzar, y comienza una búsqueda activa de posibles alternativas que den respuesta a cada uno de los problemas que identificó y que lo aproximarán más a la meta definida. A continuación, elegirá las alternativas que más lo aproximen a la meta deseada y diseñará un plan de acción para poner en práctica las alternativas escogidas. Una vez compruebe como responde el plan de acción, decidirá si continúa con él o, por el contrario, cogerá otras posibles opciones para aproximarse a las metas que deseaba conseguir. Todo esto va a ir contribuyendo a un incremento significativo de su autoestima y satisfacción con la tarea de afrontar problemas.

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Siguiendo con el ejemplo del educador frente a un problema del niño/joven, lo primero que se planteará será asumir y aceptar que está frente a un reto al que tiene que buscar solución. En la medida de lo posible, dialogará consigo mismo, dándose mensajes tranquilizadores y realistas; éstas serán las indicaciones que se dará a sí mismo y con ellas definirá cómo se va a comportar frente a esta situación; se dirá cosas tales como “esta situación la conozco”, “no voy a perder el control”, “ahora lo que tengo que hacer es…”, “seguro que poco a poco lo voy resolviendo”, “pediré ayuda”, “ten paciencia, lo conseguirás” etc. .... Este educador va buscando que sus emociones no lo desborden, manteniéndolas a nivel tolerable. Junto a este modo de proceder, le ayudará también a conseguir este objetivo el emprender otras acciones, simultáneamente, del tipo: tomarse tiempo para distraerse, hacer actividades reforzadoras y placenteras, expresar su malestar a personas de confianza, solicitar apoyo a otras con experiencia, buscar un tiempo al día para pensar en el problema, que será su tiempo de preocupación sana y razonable y que evitará estar dándole vueltas al problema de manera continua. Este educador estará auto instruyéndose para mantener bajo control el sistema emocional y programará activamente las secuencias de comportamientos y tareas que llevará a cabo para garantizar el afrontamiento exitoso. Las personas que tiene a cargo niños/jóvenes que han sido víctimas de alguna forma de maltrato se enfrentan diariamente con múltiples situaciones problemáticas que tiene que abordar. Resulta especialmente determinante, en este caso, el estilo de afrontamiento

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que utilice para su equilibrio emocional y su autoestima laboral. De otro lado, están los chicos que, como venimos insistiendo, tienen el derecho a que se les brinde un entorno saludable y en que puedan aprender formas nuevas de encarar los problemas con recursos y herramientas distintas a las que sus ambientes de maltrato le enseñaron. Aquí el educador se convierte en el personaje fundamental en tanto que, como modelo de actuación ante el niño, le está brindando la gran oportunidad de aprender el afrontamiento de problemas desde una orientación a la consecución de metas. No olvidemos algo fundamental:

La salud emocional de un niño depende en gran medida de la salud emocional de sus cuidadores

Proponemos que en la resolución de problemas se utilice el estilo de afrontamiento dirigido a la tarea. A continuación os presentamos un esquema de los estilos de afrontamiento que hemos comentado y sus consecuencias.

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ESTILO DE AFRONTAMIENTO

ORIENTADO A

LA

EMOCIÓN

AMENAZA/ PROBLEMA REAL

Imaginario

ORIENTADO A LA

TAREA

ORIENTADO A

LA

EVITACIÓN

• Impulsividad/ desánimo

• Se ataca a sí mismo

• Evalúa los problemas en blanco o negro

• Dramatización • Comparación con

los otros • Adivinación del

futuro • Adivinación del

pensamiento del otro

• No ve esperanza en la solución futura del problema

• Alto nivel de emociones displacenteras

· Identifica la amenaza · Autoinstrucciones · ¿Cuál es el problema? · ¿Cuál es la meta? · ¿Qué alternativas tengo? · ¿Qué alternativa me aproxima más a la meta? · Elección de alternativa · Plan de acción para la alternativa elegida · Comprobar resultados del plan

• Pasividad • Posterga o niega el problema • Pierde la oportunidad de aprender a afrontar problemas • A corto plazo, alivio momentáneo del malestar por la evitación del problema • A largo plazo, más malestar por la persistencia del problema

*BAJA EFICACIA RESOLUTIVA * ESTRÉS * BAJA AUTOESTIMA

* RESOLUCIÓN EFICAZ * BIENESTAR EMOCIONAL * ALTA AUTOESTIMA

* INCUBA EL PROBLEMA * NEGLIGENCIA * PIERDE AUTOESTIMA

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UN MÉTODO DE EVALUACIÓN E

INTERVENCIÓN EN SITUACIÓN

ESPECIAL.

EL PROYECTO NACE

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Introducción

Una necesidad percibida por muchos, una recomendación de algunos y la ilusión de todos los que nos dedicamos al mundo de la infancia y adolescencia hicieron que hace aproximadamente tres años se comenzara a plantear la concepción de un proyecto que en principio se llamó comisión de… y que más tarde, inocente y premonitoriamente se llamó comisión NACE.

Estaba gestándose un proyecto que al fin hoy, como un niño más, ya le llamamos NACE y aquí presentamos su alumbramiento.

NACE es un acrónimo que significa Niños y Adolescentes en Situación/Condición Especial. NACE es un proyecto que aglutina experiencias educativas, pero por encima de todo, NACE es el deseo de ”hacer bien las cosas” y poder comunicarnos entre nosotros lo que pretendemos hacer bien; en definitiva, una educación de calidad.

Pero, ¿qué es la comisión NACE? Ha sido un grupo de personas que en su génesis se reunió desorientado, no sabiendo muy bien “cómo hacer” para alcanzar la meta que claramente tenían definida, a saber: ayudarnos entre todos los que participamos en el proceso educativo ante la presencia de problemas especiales en los niños.

Esta comisión ha coordinado el trabajo aportado por todos los miembros de esta Organización, ALDEAS INFANTILES SOS, que como progenitores de los contenidos aquí desarrollados, han permitido el desarrollo embrionario de este niño/joven llamado NACE y que viene acompañado, bajo el brazo, de su Manual que pretende recordarnos el buen trato a la

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infancia y adolescencia y más aún, el buen trato a los problemas especiales.

El Manual de recomendaciones NACE, que entre todos hemos parido, es ahora vulnerable por su juventud y entre todos tenemos que contribuir a su desarrollo y maduración.

Sabemos que es ahora cuando los factores de riesgo pueden tener una mayor incidencia, pero lejos de asustarnos, hemos apostado por centrarnos en los factores de protección, en el deseo de poder hacer resiliente a este niño NACE y, entre ellos, sabemos que el principal factor que lo protege es el centrarnos en sus fortalezas antes que en sus debilidades; en lo concordante más que en lo discrepante… A lo largo de sus páginas, este joven Manual nos recuerda que una de las claves del éxito ante un problema con los niños NACE es que: “pase lo que pase, no dejes que la relación afectiva y personal se deteriore; es cuando más apoyo necesita y no se lo podrás dar si os distanciáis y entráis en permanente conflicto”; y sigue diciendo: “para eso tienes que cuidarte para poder cuidarlo. Su salud mental depende de la tuya”. Nos insiste que ante la presencia de un problema NACE busquemos el mensaje oculto, trascendamos lo aparente que insinúa el problema y que levantemos la alfombra del problema para descubrir el suelo de las necesidades e intereses que a través del comportamiento problemático se intentan cubrir. Las conductas problemáticas son la herramienta del niño para conseguir unos objetivos y mientras cumplan esta función, y no tengan otras alternativas saludables para conseguirlos, su intensidad y frecuencia perdurarán en el tiempo.

Parece que este niño/joven NACE nos quiere decir que educar es primero “poner y dar” antes que insistir en “quitar.”

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Desde esta comisión NACE queremos agradeceros la aportación que habéis realizado y animaros a seguir contribuyendo con cariño e ilusión al crecimiento de este menor NACE.

“Cuidaos y ayudarlos a que aprendan a cuidarse”.

¿Qué es el manual de recomendaciones nace?

Es un Manual donde se exponen los criterios básicos para:

• La identificación precoz de una situación/condición en los niños y adolescentes que requieren un apoyo especial por parte de los educadores

• Las estrategias y criterios básicos para el abordaje de los problemas en el ámbito de la familia

• Recomendaciones para la coordinación con otros agentes que participan en la promoción de la salud y en la educación del niño

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¿A quién va dirigido?

A todos los educadores de infancia y adolescencia en riesgo

¿Por qué surge este manual?

• Es una demanda de los educadores de Aldeas Infantiles SOS

• Por los cambios sociales y culturales que demandan a los agentes educativos nuevas orientaciones en sus estilos disciplinarios en relación con el niño

• Por el incremento en la frecuencia y tipo de problemas que afectan a la infancia y adolescencia

• Por la existencia de situaciones que por su novedad, los educadores no disponen de estilos de respuesta previstos a la problemática surgida, lo que hace que esta desorientación pueda incrementar la situación de riesgo del niño y de la familia

• Por las peculiaridades en salud mental con la que ingresan los jóvenes en situación de acogimiento

• Por tratarse de situaciones no resueltas satisfactoriamente con anterioridad por su propia naturaleza e insuficiente sistematización

• Las situaciones especiales de estos niños suponen un enorme gasto emocional de los profesionales que trabajan en este campo sin olvidar, por otro lado, el desgaste personal que

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para madres, tías y educadores supone hacer frente a situaciones educativas difíciles en las que la contención del problema viene siendo, en muchas ocasiones, la respuesta frecuente-mente exclusiva

• Por la necesidad de aunar las diferentes pautas de intervención que se vienen llevando a cabo en los distintos dispositivos de la Organización

¿Qué es para Aldeas Infantiles SOS un niño nace?

Cuando hablamos de situación nos referimos a aquellos contextos que, en el pasado o en el momento presente, han podido o pueden estar influyendo negativamente en el comportamiento del niño o del adolescente.

Así, por ejemplo, encontramos situaciones tales como: la pérdida de un ser querido, el estrés intenso al que puede estar sometido un niño por circunstancias familiares, falta de grupos sociales, dificultades reiteradas para relacionarse adecuadamente con los

“NIÑOS Y ADOLESCENTES DE CONDICIÓN/SITUACIÓN ESPECIAL”

Nos referimos a aquellos niños y adolescentes que por sus características personales (físicas, psicológicas, conductuales, educativas) y/o por las situaciones a las que se tienen que enfrentar, presentan dificultades para ajustarse en las esferas: social, escolar, familiar y personal y, por tanto, requieren una atención e intervención diferenciadas dentro de ALDEAS INFANTILES SOS.

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niños de su edad, deterioro escolar, ambientes educativos adversos, inmigrantes con desarraigo, etc.

En muchas ocasiones, las problemáticas infanto-juveniles van a aparecer por una combinación entre las características personales y las situaciones ante las que el niño tiene que enfrentarse.

El niño para alcanzar un estado de bienestar psicosocial requiere de un grado de ajuste a los ambientes en los que se desenvuelve. Si se produce un cierto equilibrio entre las demandas o exigencias del entorno y las repuestas que el niño emite ante esas situaciones, entonces diremos que existe ajuste psicosocial.

Si por el contrario, las demandas son excesivas o insuficientes y los comportamientos que el niño/joven exhibe son inadecuados, entonces se producirá un desajuste y aparecerán los comportamientos problemáticos. Estos desajustes pueden darse en distintos ámbitos en los que se desenvuelve el niño, pudiendo afectar al ámbito familiar, en la escuela, con los amigos, en su esfera personal, etc.

Todos los niños y adolescentes a lo largo del desarrollo evolutivo experimentan momentos en los que aparecen desajustes con su entorno. Son las llamadas crisis evolutivas, que suelen remitir con el paso del tiempo y que no requieren de una actuación especial por parte de los educadores salvo el conocimiento y la comprensión, así como la aceptación de dicho fenómeno.

Cuando nos referimos a la atención e intervención diferenciada, hacemos alusión a un doble componente; por un lado, son niños/jóvenes que requieren un mayor nivel de acompañamiento y supervisión en el proceso educativo, y por otro, que nuestras actuaciones y exigencias requieren de una adaptación, es decir, se

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precisa de un intervención especial para facilitar que el niño pueda alcanzar las metas propias de los momentos evolutivos.

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ESTÁNDARES DE CALIDAD EN EL CUIDADO DE NIÑOS, FUERA DE SU FAMILIA BIOLÓGICA EN EUROPA. LOS DERECHOS DEL NIÑO

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Proyecto Quality for Children Este proyecto nace impulsado por Aldeas Infantiles SOS Internacional, IFCO (International Foster Care Organisation) y FICE (Fédération Internationale des Communautés Educatives), para desarrollar Estándares de Calidad en el cuidado de los niños que no pueden vivir con sus familias biológicas. El objetivo : garantizar y mejorar la situación y desarrollo de los niños y adolescentes sin atención parental que están bajo nuestra responsabilidad. Q4C (Quality for Children) está comprometido con la CDN de NNUU. Para fortalecer la atención que la CDN (Convención de los Derechos del Niño) de NNUU prestaba a la situación de los niños sin cuidado parental, el Comité de los Derechos del Niño hizo un llamamiento en 2004 para el desarrollo de las “Directrices de las Naciones Unidas para la Protección de los Niños sin Atención Paterna”. Del mismo modo, en 2005, el Comité de Ministros del Consejo de Europa adoptó una recomendación sobre los derechos de los niños que viven en centros de acogida de los estados miembros. Q4C complementa este marco con sus estándares de calidad, que pueden ser aplicados directamente por los profesionales. Los desafíos que se abren ante nosotros son garantizar el respeto de estos estándares a escala nacional y desempeñar nuestra tarea común para garantizar la igualdad de derechos para todos los niños.

En la realización de estos estándares han intervenido 163 niños y adolescentes, 36 madres y padres biológicos, 106 cuidadores y 24 parientes, abogados y representantes gubernamentales de toda Europa.

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1. Estructura de los Estándares Quality4Children

Los Estándares Q4C se desarrollaron con vistas a garantizar y mejorar la situación y las oportunidades de desarrollo de niños y adolescentes en acogida en Europa. Los estándares tienen por objetivo apoyar a las partes interesadas en la acogida de niños y adolescentes, a saber: niños y adolescentes, familias biológicas, cuidadores, organizaciones de acogida, Servicios de Protección de Menores, así como instituciones gubernamentales tanto nacionales como internacionales.

Estructura Los Estándares Q4C forman un conjunto de 18 estándares, organizados de acuerdo con las etapas de la acogida, tal y como se identifican durante la fase de investigación (a). Cada Estándar Q4C se compone de cuatro elementos (b). a) Áreas Estándar El proceso de acogida se divide en tres ámbitos: -Proceso de toma de decisiones y de admisión: Este proceso se desarrolla en dos etapas: una valoración de la situación del niño a fin de decidir la mejor solución posible y los pasos a seguir para su integración en la situación de acogida. -Proceso de acogida: El proceso de acogida se refiere al período comprendido entre el proceso de admisión y el proceso de finalización del servicio de cuidado. Abarca la acogida en sí misma y el apoyo recibido del cuidador. -Proceso de finalización de la acogida: Es el proceso a través del cual el niño y/o el adolescente se independiza, regresa a su familia de origen o se traslada a otro lugar de acogida. Incluye el

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apoyo adicional que recibe del que ya entonces será su ex-cuidador. b) Elementos de los Estándares. -Título y descripción del Estándar Exposición clara del nivel exigido de calidad. La norma establece la estructura y la dirección que deben seguir las actividades de acogida. -Citas textuales Citas seleccionadas de los relatos del narrador; se codifican en función de una base de datos. -Responsabilidades Un conjunto de tareas, obligaciones y ámbitos de autoridad definidos para todas las partes interesadas, implicadas en la aplicación del estándar respectivo. -Directrices Requisitos relacionados con la aplicación del estándar respectivo. -Señales de alarma Descripción de lo que no debe ocurrir si se aplica el estándar respectivo.

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2. Resumen de los Estándares Quality4Children

1º Área Estándar: Proceso de toma de decisiones y de admisión Estándar 1 : El niño y su familia de origen reciben apoyo durante el proceso de toma de decisiones Estándar 2: El niño cuenta con la facultad de participar en el proceso de toma de decisiones Estándar 3: Un proceso profesional de toma de decisiones garantiza el mejor cuidado posible para el niño Estándar 4 : Los hermanos son acogidos de manera conjunta Estándar 5: La transición al nuevo hogar se prepara adecuadamente y se lleva a cabo con sensibilidad . Estándar 6: El proceso de acogida fuera del hogar se guía por un plan de desarrollo individualizado

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2º Área Estándar: Proceso de acogida Estándar 7: El lugar de acogida del niño se adapta a sus necesidades, su situación vital y el entorno social de origen. Estándar 8: El niño mantiene contacto con su familia de origen. Estándar 9: Los cuidadores están cualificados y disfrutan de unas condiciones laborales adecuadas. Estándar 10: La relación del cuidador con el niño se basa en la comprensión y el respeto. Estándar 11: El niño cuenta con la facultad de participar en el proceso de toma de decisiones que afectan directamente a su vida. Estándar 12: El niño disfruta de una acogida en unas condiciones vitales adecuadas. Estándar 13: Los niños con necesidades especiales reciben el cuidado adecuado Estándar 14: El niño y/o adolescente recibe una preparación continua para su emancipación.

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3 Área Estándar: Proceso de finalización de la acogida Estándar 15: El proceso de finalización de la acogida se planea y aplica de forma exhaustiva Estándar 16: La comunicación en el proceso de finalización de la acogida se lleva a cabo de forma útil y adecuada Estándar 17: El niño y/o adolescente cuenta con la facultad de participar en el proceso de finalización de la acogida. Estándar 18: Se garantizan el seguimiento, el apoyo continuado y las posibilidades de contacto.

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3. Los Derechos del Niño

La Declaración de los Derechos del Niño fue bosquejada por Eglantyne Jebb y adoptada por la International Save the Children Union, Génova, el 23 de febrero en 1923 y respaldado por la Asamblea General de la Sociedad de las Naciones el 26 de noviembre de 1924.

A través de esta declaración, conocida comúnmente como Declaración de Génova, hombres y mujeres de todas las naciones, reconociendo que los niños son lo mejor que la humanidad tiene, declara y acepta como su deber, más allá de toda consideración de raza, nacionalidad o credo, que:

1. Al niño se le debe dar los medios necesarios para su desarrollo normal, material y espiritual.

2. El niño hambriento debe ser alimentado, el niño enfermo debe ser curado, el niño maltratado debe ser protegido, el niño explotado debe ser socorrido, el niño huérfano y abandonado debe ser acogido.

3. El niño debe ser el primero en recibir auxilio en caso de un desastre.

4. El niño debe tener sustento, y ser protegido contra todo tipo de explotación.

5. El niño debe ser llevado a concienciarse de ser devoto al servicio del hombre.

La Organización de las Naciones Unidas adoptó una versión ligeramente enmendada en 1946 y el 20 de noviembre de 1959 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una versión expandida como su propia Declaración de los Derechos del Niño.

A partir de la promulgación de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 se ha ido adecuando la legislación interna a los principios contemplados en la Declaración. Aunque la legislación y el sistema jurídico

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de cada país suele ser diferente, casi la totalidad de los países han ido consagrando medidas especiales para su protección, a nivel legislativo e incluso constitucional.

Principios fundamentales de la Convención sobre los Derechos del Niño

• Participación : Los niños, como personas y sujetos de derecho, pueden y deben expresar sus opiniones en los temas que los afecten. Sus opiniones deben ser escuchadas y tomadas en cuenta para la agenda política, económica o educativa de un país. De esta manera se crea un nuevo tipo de relación entre los niños, niñas y adolescentes y quienes toman las decisiones por parte del Estado y la Sociedad Civil.

• Supervivencia y Desarrollo : Las medidas que tomen los Estados Parte para preservar la vida y la calidad de vida de los niños deben garantizar un desarrollo armónico en el aspecto físico, espiritual, psicológico, moral y social de los niños, considerando sus aptitudes y talentos.

• Interés Superior del Niño : Cuando las instituciones

públicas o privadas, autoridades, tribunales o cualquier otra entidad deba tomar decisiones respecto de los niños y niñas, deben considerar aquellas que les ofrezcan el máximo bienestar.

• No Discriminación : Ningún niño debe ser

perjudicado de modo alguno por motivos de raza, credo, color, género, idioma, casta, situación al nacer o por padecer algún tipo de impedimento físico

Entre los derechos del niño que han sido reconocidos en forma creciente, podemos anotar:

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1. Derecho a la educación 2. Derecho a una familia 3. Derecho a la atención de salud preferente 4. Derecho a no ser obligados a trabajar 5. Derecho a ser escuchado 6. Derecho a tener un nombre 7. Derecho a una alimentación cada día 8. Derecho de asociación y derecho a integrarse, a

formar parte activa de la sociedad en la que viven 9. Derecho a no ser discriminado 10. Derecho a no ser maltratado

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BIBLIOGRAFÍA Y ENLACES DE INTERÉS

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ARTÍCULOS Y VÍDEOS EN INTERNET

Videos de Emilio Calatayud Pérez (Juez de Menores de Granada) en You Tube. Lección Magistral 1

http://www.youtube.com/watch?v=K2GTauJT5Vg Lección Magistral 2 http://www.youtube.com/watch?v=91gDdSSX_jk

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MARTÍNEZ, R. Técnicas de estudio, (citado el 12 de mayo de 2004). En http://www.terra.es/personal/ramar/tecnicas/index/html

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