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TRONCO DIVISIONAL Trabajo de investigación: Elaborado por: [1] Equipo: Escalante Pimentel Sergio Augusto Maravillo Gómez Héctor Saib Profesor: Antonio Campos Arias Grupo: Sc53b Trimestre: 11P MÓDULO México: Economia, política y sociedad El nuevo mercado ilegal de drogas en México

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TRONCO DIVISIONAL

Trabajo de investigación:

Elaborado por:

ÍNDICE

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Equipo:Escalante Pimentel Sergio AugustoMaravillo Gómez Héctor SaibMartínez Salinas Steffany

Profesor: Antonio Campos AriasGrupo: Sc53bTrimestre: 11P

MÓDULOMéxico: Economia, política

y sociedad

El nuevo mercado ilegal de drogas en México

Page 2: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

Introducción

Capítulo 1: Economía de las drogas ilegales

1.1 Configuración histórica del narcotráfico como rama productiva

1.2 Estructura del mercado ilegal de drogas

1.3 El Estado latinoamericano y el mercado de drogas

Capítulo 2: Modelo regulador del narcotráfico mexicano

2.1 Génesis del narcotráfico en México.

2.2 Desarrollo del modelo regulador.

2.3 Des-centralización de la industria narcotraficante.

Capítulo 3 La privatización de “narcotráfico” en México

3.1 El ‘cártel de las drogas’

3.2 Lucha por el monopolio (económico)

3.3 ‘La guerra contra el narcotráfico’

Conclusión

Anexos

Fuentes consultas

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INTRODUCCIÓN

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CAPÍTULO 1

ECONOMÍA DE LAS DROGAS ILEGALES

1.1 Configuración histórica del narcotráfico como rama productiva

Resultaría un poco complejo vislumbrar cuando las drogas “ilegales” comenzaron

a consolidarse como una rama productiva. Si bien las denominadas drogas

ilegales hoy en día, muestran un contexto histórico que remontan su aparición

desde las sociedades más antiguas. Analizando a grandes rasgos la obra de

Antonio Escohotado, Historia elemental de las drogas, por citar la droga más

antigua es la “adormidera”1 donde el primer indicio de esta droga aparece inscrita

en tablillas sumerias del tercer milenio A. C. Igualmente los chinos se

caracterizaron por la producción de éste producto hacia el cuarto milenio A. C.2

Las drogas, del griego pharmakon, desde su inicio y a lo largo de la historia se les

tuvo fuerte vinculación entre la medicina, religión y magia3.

Las drogas estuvieron presentes con un fuerte contexto histórico en relación a la

cultura griega, así como en la romana, en el mundo islámico y medieval,

relacionando éstas con el satanismo; más tarde con el “descubrimiento” de

América por la marcada aparición del tabaco como bien económico. Para el siglo

XIX “se comenzó a dar la aparición de drogas psicoactivas donde el estudio de

estas, no solo intereso a químicos, farmacéuticos y médicos, sino también

literatos, filósofos, y artistas4.

En un contexto mundial para inicios del siglo XX casi todas las drogas conocidas

se encontraban disponibles en farmacias y droguerías. El poder de adquisición de

éstas no era limitado, al grado de poder adquirirlas vía correo. La propaganda de

esos productos era libre como la de otro cualquier bien de consumo. Por supuesto 1 Adormidera. – Conocida como planta del opio (papaver somniferum)2 Antonio Escohotado, Historia elemental de las drogas, p. 15.3 Ibidem, p. 13.4 Ibidem, p. 88.

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había un segmento de la población que las consumía con tendencia de adicción,

pero en general los consumidores (moderados y no moderados) ni llamaban la

atención de la prensa ni las revistas. No eran asunto de carácter jurídico, político

ni de ética social5. Sin embargo, para estos días se comenzó igualmente una

reacción antiliberal liderada por la fracción puritana en Estados Unidos basadas

en las premisas de desconfianza de masas de nuevos grupos inmigrantes y las

formaciones de las grandes urbes.

Las drogas en Estados Unidos comenzaron a ligarse a grupos definidos por la

clase social, religión o raza. Por ejemplo, a los chinos se les atribuyo el uso del

opio con la corrupción infantil, a los negros se les estereotipo con el uso de la

cocaína culpándolos de ultrajes de tipo sexual a mujeres blancas, a los mexicanos

se les condeno por el uso de la marihuana, y por último a los Irlandeses por el uso

del alcohol. Una de las metas principales era abolir la venta libre de alcohol por las

“inmoralidades” de los judíos e irlandeses6. Paralelamente para finales del siglo

XIX se había comenzado una batalla de médicos y farmacéuticos contra

curanderos y herboristas, los primeros con el fin de consolidar un monopolio sobre

las drogas7.

Para 1869 se constituyo el Prohibition Party en Estados Unidos, que a pesar de

caracterizarse por ser un grupo minoritario tenía el apoyo de varios terratenientes

y controlaba varios senados estatales, de igual forma para 1895 se fundó Anti-

Saloon League, con un objeto expresivo: Limpiar de ebriedad , juego y fornicación.

Es cuando la Asociación Médica Americana y la Asociación de Farmacéuticos

vieron la posibilidad de aliarse con esta corriente de puritanismo para obtener el

control de las demás drogas. Para 1905 cuando el opio y la morfina ocupaban el

cuarto lugar de ventas de fármacos en Estados Unidos, las corporaciones

previamente mencionadas comenzaron con la propaganda de que la venta libre

convertía a los jóvenes en delincuentes y a las mujeres jóvenes en prostitutas8. El 5 Ibidem, p. 97.6 Ibidem, p. 99.7 Ibidem, p. 98.8 Loc. cit.

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estado de Georgia; entre 1906 y 1914, era el estado norteamericano teóricamente

más castigado por los abusos de cocaína entre los negros. Donde por medio de

periódicos locales se documentaban agresiones sexuales a mujeres blancas bajo

el influjo de la cocaína, pero en realidad la mayoría de los casos tenían como

antecedente el consumo de la bebida Coca-Cola9.

Esta campaña iniciada en Estados Unidos se pudo extender a nivel global gracias

a tres actores políticos, el primero fue el reverendo W. S. Crafts, alto funcionario

con Theodore Roosevelt, el cual propuso celebrar el inicio del siglo con una

campaña civilizadora internacional contra las bebidas y las drogas. Seguido por

Charles Henry Brent, primer obispo de Manila, el cual cuya meta era librar a Asia

del opio. Por último el senador de los Estados Unidos estuvo en contra de la venta

de las drogas, Luke Edward Wright, que a pesar de tener problemas de

alcoholismo y el presidente Roosvelt lo acabo cesando de su puesto, hizo notables

esfuerzos por la prohibición de la cocaína y el opio, y aunque tardo en pasar sus

leyes diseñadas por el ante el congreso, finalmente se verían consumadas con la

llamada ley Harrison10. Tres días antes de estallar la Primera Guerra Mundial se

logro firmar la convención de la Haya (1914), que se proponía a todas las

naciones controlar la producción y distribución de opio, morfina y cocaína. Dicha

ley aparece incorporada al Tratado de Versalles (1919), dándole al Estado el

poder legitimo de velar por ciertas drogas11.

Uno de los ejemplos de leyes de prohibición que se vincula con el de las drogas es

el famoso Volstead Act. el cual entro en vigor para principios de 1920 en Estados

Unidos, mejor conocida como ley seca. El día que se anunció esta, el senador de

esa nación Andrew Volstead difundió el siguiente mensaje: “Los barrios serán

pronto cosas del pasado. Las correccionales quedaran vacías. Todos los hombres

volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos los niños.

9 Ibidem, p. 105.10 Ley que prohíbe el consumo el opio, morfina, heroína y cocaína; solamente se podía consumir con receta médica, el objetivo principal era “ayudar a China” con los altos índices de toxicomanías. 11 Ibidem, p. 102.

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Se cerraran para siempre las puertas del infierno”12. Sin embargo para 1932, se

estima un crecimiento de medio millón en actos de delincuencia y corrupción a

todos los niveles. Donde el Prohibition Agent llegó a representar el 34% de los

casos y el 11% era culpable de delitos tales como extorsión, falsificación de

datos, robo, tráfico, y perjurio. Dos altos funcionarios fueron condenados por sus

nexos con las pandillas y contrabandistas. 30,000 personas resultaron muertas por

el consumo de alcohol metílico y otras destilaciones venenosas, además 10,000

con lesiones de ceguera y parálisis. Pero al mismo tiempo se dio el surgimiento

de tres “familias”, la judía, la irlandesa y la italiana, que se repartían el monopolio

al violar dicha ley. Donde los consumidores se veían forzados a ir a sus saloons

clandestinos o recurrir al médico por una receta para comprar un whiskey o vino a

un precio excesivamente superior. En 1933 se deroga la Ley Seca, atendiendo

que ha producido injusticia, hipocresía, criminalización de grandes sectores

sociales, corrupción abrumadora y creación del crimen organizado. De esta ley se

rescata algo muy importante que igual ocurre con las drogas hoy en día y es la

premisa de la Escohotado “La historia humana no conoce una sola droga que

haya dejado de consumirse o desaparecido por ser prohibida, pero muestra que

su empleo tiene más probabilidades de hacerse delirante si se prohíbe”13.

Las “familias” que operaban el mercado ilegal del alcohol, al ya no tener un

mercado de control con la revocación de la ley Volstead, los jefes de estas (la

judío e italiana) estudiaron el dedicarse a la comercialización de la morfina y la

cocaína. Sin embargo la cocaína no resultaba un producto viable, ya que en las

farmacias aparecieron las ventas de las anfetaminas las cuales resultaban con

más capacidad eufórica, pero las leyes americanas se sirvieron en ilegalizar la

producción y venta de heroína, la cual era usada para cura de opiómanos y

morfinómanos, sin embargo el uso de la morfina y la heroína fueron de una

demanda importante en el uso para los soldados en la Segunda Guerra Mundial.

12 Ibidem, p. 106.13 Ibidem, p. 24.

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Podríamos adentrarnos en el conteo de cómo los diferentes tipos de drogas se

fueron incorporando a nuestra sociedad junto con sus respectivas prohibiciones,

en las épocas de guerra y post guerra, como las que se darían en Vietnam. Sin

embargo, partiendo de estas bases en el desarrollo de la historia de las drogas,

viendo como punto clave las reformas prohibicionistas, encabezadas por los

Estados Unidos (con su modelo capitalista), dieron la creación de mercados

ilegales. Con las drogas como bien de consumo físico. El cual cumpliría con las

variables necesarias para enfoque de estudio de muchos economistas, pues al ser

un bien de consumo, necesita de servicios y recursos (tierra, labor y capital), con

costos marginales más complejos de estimar pero con pronunciados beneficios

marginales en su distribución. Ya que la base de estas actividades (mercados

ilegales) apuntan a consumidores que están dispuestos a pagar más que el costo

marginal y pueden tomar lugar dentro del mercado en general.

1.2 Estructura del mercado ilegal de drogas

Partimos de la siguiente premisa: el narcotráfico14 es una industria capitalista, en

esencia, igual a cualquiera.15 Lo es en tanto que abarca los procesos

fundamentales de la economía, producción, intercambio y distribución, referentes

a la comercialización de la mercancía-droga; o en palabras de Luis Suárez, una

actividad “agro-industrial-financiero y mercantil de la producción y comercialización

de las drogas ilegales y su vinculación con otras actividades lícitas”.16

14 Luis Suárez, critica la categoría de narcotráfico, “de factura conceptual norteamericana”, puesto que reduce el problema a la simple comercialización y distribución (tráfico) de drogas-ilegales, y evita un análisis global de la economía de las drogas, ocultando las causas profundas del problema. Luis Suárez, “Conflictos sociales y políticos generados por la droga”, p. 111. Sin embargo, por razones de acceso a un mayor público se seguirá utilizando el nombre de ‘narcotráfico’, pero con los matices económicos y sociales pertinentes.15 Esta premisa la comparten autores como Adalberto Santana, Ciro Krauthausen, Luis Fernando Sarmiento, Luis Suárez Salazar y Rosa del Olmo. Cfr. Adalberto Santana, El narcotráfico en América Latina, pp. 15-18.16 Suárez, op. cit., p. 112.

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Como se mencionaba en el tema anterior, para el siglo XX, históricamente ya se

ha consolidado el proceso por el cual todas las drogas se tornan mercancías, y

algunas de ellas mercancías-ilegales; siendo esta última característica la que

determina al narcotráfico. Por lo tanto, el narcotráfico se maneja dentro de un

mercado ilegal, que cambia la forma y características, pero deja intactos los

objetivos y esencia del mercado capitalista. Por su parte, las particularidades de la

mercancía ilegal, las drogas, también determinan y agudizan los rasgos

principales del narcotráfico. En este sentido, son las contradicciones internas

(ideológicas y psicológicas) del capitalismo, causantes de que las drogas

adquieran un papel preponderante en la sociedad,17 como adicciones de gran

envergadura social; esto implica la inelasticidad de la curva de la demanda, es

decir, una demanda de drogas ‘constante’ e indiferente al cambio de precios.18

La obtención del máximo beneficio económico es el objetivo claro que motiva la

dinámica del narcotráfico.19 Por lo tanto es errado conceptualizar al (empresario)

narcotraficante como un agente irracional que tiene como fin último la

descomposición de la sociedad; pues como describe Sergio García: “El traficante

no pretende, en forma directa, quebrantar la salud del consumidor o causarle la

muerte, a diferencia del lesionador y del homicida con dolo, que quieren herir o

matar. El traficante busca riqueza”.20 Por el contrario, el narcotraficante como

cualquier agente del mercado ilegal, constituye la forma “más descarada” de la

racionalidad capitalista, pudiéndose afirmarse que “el mercado ilegal es una

‘radicalización’ de esa lógica capitalista que no soporta contradictores u oposición

17 Según Habermas, “el capitalismo tardío engendra necesidades ‘nuevas’ que no puede satisfacer”, y Heller, explica como estas nuevas necesidades pueden ser manipuladas al convertirse en ilegales. Santana, op. cit., pp. 54 y 235. 18 Rosa del Olmo, ¿Prohibir o domesticar? Políticas de drogas en América Latina, p. 76. Con un marco teórico diferente Ibán de Rementería asegura que la demanda de drogas tiene un crecimiento “vegetativo”, siguiendo al crecimiento de la población y de su capacidad de su consumo, lo cual “prueba que no ha variado la función de utilidad” de las sustancias psicoactivas, pues mantienen estas su capacidad de satisfacer necesidades específicas de la población (la adicción generalmente). Ibán de Rementería, “La economía política de las drogas en la década de los años 90: una nota de síntesis”, p. 29.19 Santana, op. cit., p. 246. Ciro Krauthausen y Luis Fernando Sarmiento, Cocaína & Co. Un mercado ilegal por dentro, p. 23-24.20 Sergio García Ramírez, Narcotráfico, un punto de vista mexicano, p. 36, apud Santana, op. cit., pp. 24.

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para la realización de sus fines”.21 Podemos entonces decir, siguiendo a Ciro

Krauthausen, que el narcotráfico se desenvuelve dentro de una ‘lógica de

mercado’,22 lo que implica la racionalización de sus medios, por ejemplo con la

violencia o las redes clandestinas.

Las drogas ilegales aunque son mercancías, tienden a valorizarse de manera

distinta, debido a su particular carácter adictivo, que genera una demanda estable

e inelástica, así como la represión a la que es sometida el comercio de las droga.

Estos factores actúan como determinantes del precio, pues por un lado aumentan

los costos de producción y distribución, y por el otro contrarrestan las tendencias

de superproducción y acelera la concentración de capitales, aún cuando se

descentralice la producción.23 El costo de las drogas no puede fijarse

arbitrariamente, existe la propensión a elevar los precios debido a la demanda

inelástica de las drogas, aunque se ve limitada por la competencia en el mercado,

pues los consumidores podrían buscar nuevos proveedores si ésta les resulta muy

cara.24 Sin embargo, los precios de las drogas deben ser lo suficientemente

elevados para cubrir los riesgos de la ilegalidad del mercado, como los por

arrestos y decomisos, por parte del Estado; o los costos/riesgos de enfrentarse en

competencia con otras empresas narcotraficantes, fuera de los marcos de la

legalidad.

Es la constante demanda de drogas, que dentro del marco de la ilegalidad,

permite precios suficientemente elevados para cubrir los riesgos, y aún deja un

amplio margen de ganancia, siendo éste último, el factor que permite el constante

y creciente ingreso de personas a la economía de las drogas, dispuestos a correr

los riesgos de la lógica ilegal. Se cierra así el círculo de la economía de las

drogas, donde, en última instancia, es la demanda la que genera (y subordina) su

21 Krauthausen, op. cit., p. 194.22 Ciro Krauthausen, “Poder y mercado. El narcotráfico colombiano y la mafia italiana”, p. 112.23 Suárez, op. cit., p. 111.24 Rosa del Olmo, Sociopolítica de las drogas, p. 42.

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propia oferta; pero a su vez, la existencia de esta oferta, es condición necesaria

para la reproducción de la demanda de drogas.25

La explotación es fundamental para la economía de las drogas y recae

principalmente en el consumidor, pues gracias a las características específicas de

la mercancía-droga y del mercado ilegal, puede elevarse el precio y aumentar la

ganancia, sin disminuir la demanda. La explotación a nivel de producción es de

menor importancia, pero imprescindible y se ejerce en toda la cadena del

narcotráfico, gracias al uso de la violencia contra los pequeños productores

agrícolas y los trabajadores de la red de transporte, además de aprovechar la

pauperización de las condiciones de vida bajo el capitalismo, de tal forma que “se

puede pensar que esa población [los pequeños agricultores] ‘prefiere’ la narco-

explotación capitalista que producir otro tipo de cultivo legal que resulta

comparativamente menos rentable”26

Peter Reuter nos habla de dos fenómenos que caracterizan al mercado ilegal:

1) No existen instancias supra-partes, donde los diversos actores puedan

demandar los contratos entre ellos.

2) La represión al mercado ilegal de drogas posibilita que la mercancía sea

decomisada y los actores sean detenidos por el Estado.27

La búsqueda de métodos para prevenir las acciones del Estado y mantener una

competencia con otras empresas narcotraficantes, fuera del marco de la legalidad,

“llevan a una organización y estructuración específica del mercado”,28

determinando la función de distintas relaciones de poder creadas por las

empresas en el ámbito de la economía de las drogas.

25 En palabras de Rosa del Olmo: “Para que haya tráfico, y ganancia, debe haber un mercado de consumidores…y para que haya consumo debe existir la mercancía que se requiere, aunque sean clandestinas”. Olmo, ¿Prohibir o domesticar?..., p. 49.26 Santana, op. cit., p. 182.27 Krauthausen, Cocaína & …, p. 25.28 Loc. cit.

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Es la “ausencia de un aparato formal de derecho, es decir, la falta de un orden

jurídico y una instancia que lo imponga”,29 así como la constante amenaza de la

represión estatal, la que conducen a los empresarios narcotraficantes a “usar la

violencia como forma de lucro”.30 La violencia, entendida como una relación de

poder, tiene como función principal, crear orden y aparatos semi-formales de

derecho que garanticen la estabilidad entre los empresarios narcotraficantes,

quienes se encuentran en una industria hobbesiana.31 Como la violencia responde

a la necesidad de racionalizar la industria, es común que entre empresas de

tamaños semejantes, busquen al principio soluciones pacíficas, y lleguen a

establecer alianzas; aunque ante cualquier engaño, robo o ‘jugada chueca’ (o

simplemente lucha por el monopolio), la violencia, condensada en aparatos de

violencia privados, sea utilizada sin miramientos. La otra función importante de la

violencia, es su influencia en la ‘no actuación de la Policía’, al ejercer una

constante amenaza sobre las autoridades para coaccionar sus acciones, o para

aplicar el “veto por asesinato”, tan aterradoramente eficaz: “policía muerto no

detiene, juez muerto no sentencia, ministro muerto no acusa”.32

Las otras dos relaciones de poder, que influyen en la economía de las drogas, son

la corrupción y la coaptación. La corrupción pude ser un “soborno único y aislado”

que tiende a efectuarse para revertir la acción de la autoridad; o la “infiltración

regular”, donde las autoridades cumplen sus deberes, pero asegurándose de no

afectar los intereses de alguna empresa narcotraficante en particular; aunque

generalmente la violencia y corrupción son herramientas usadas en conjunto,

poniendo a las autoridades en la disyuntiva, “plata o plomo”.33 La coaptación

puede ser popular, pues se busca obtener la legitimidad y benevolencia de la

29 Loc. cit.30 Andrew Hurrel, “Seguridad y violencia en América Latina: un análisis conceptual”, p. 28, apud Santana, op. cit., p. 23.31 Por industria hobbesiana se puede entender, aquella industria en la cual sus agentes mantienen una lucha permanente entre sí, y utilizan la violencia para obtener máximas ganancias, en palabras de Max Weber: “Cuando el mercado se abandona a su propia legalidad, no repara más que en la cosa, no en la persona, no conoce ninguna obligación de fraternidad ni de piedad”. Krauthausen, op. cit., p. 197.32 Ibidem, p. 117.33 Ibidem, pp. 108 -110.

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población donde se opera para asegurar espacios de seguridad contra la delación,

utilizando medidas populistas.34 La otra forma que adopta la coaptación es la

“infiltración política”, por medio del financiamiento de campañas electorales,

soborno a grandes políticos o la participación directa en la política.35 Aunque cabe

mencionar que los narcotraficantes nunca han tenido la posibilidad de poseer

efectivamente al Estado, su objetivo, acorde a la lógica de mercado, es establecer

nexos políticos y dominar espacios de poder, lo que les permita atenuar la

represión estatal para sí o aumentarla en contra de la competencia.36

Todo lo anterior, corresponde a la dinámica ‘en general’ de la economía de las

drogas ilegales, partiendo de sus características particulares y de la lógica del

mercado, sin embargo es necesario aclarar que no existe la ‘economía en

general’;37 toda economía está determinada históricamente. América Latina, y en

particular Colombia, han sido territorio prolífico para las empresas

narcotraficantes, y han desarrollado ciertas características particulares, que no se

presentan, por ejemplo, en las empresas de drogas de países desarrollados.

Por ello resulta importante recuperar el modelo de ‘narcotráfico’ que proponen

Krauthausen y Fernando Sarmiento, para el caso específico de la industria de la

cocaína en Colombia. Ellos sostienen que la industria de la cocaína se compone

del sector competitivo y el oligopolista, el primero subordinado al segundo. El

sector competitivo se ubicaría entonces en cada extremo de la cadena de la

droga, tanto en los cultivadores independientes como en los distribuidores

callejeros de la cocaína. El sector oligopólico estaría enfocado en los niveles de

procesamiento y distribución mayorista de la droga para la exportación. También

sostienen que el mercado ilegal se encuentra disgregado, de modo que los

llamados ‘carteles’, más que organizaciones jerárquicas y agrupadas en una

34 Construir escuelas, iglesias, obras de infraestructura; financiar grandes fiestas populares, repartir dinero a las personas, etc. Ibidem, pp. 103-104.35 Ibidem, pp. 112-116.36 Santana, op. cit., p. 191.37 Karl Marx, Introducción general a la crítica de la economía política, 1857, pp. 35-36.

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misma estructura, representan “a lo sumo coaliciones de dos o más oligopolios y

sus respectivas redes clandestinas”, 38

1.3 El Estado latinoamericano y el mercado de drogas.

Esta parte del capítulo está predestinado a analizar, el Estado Latinoamericano

enfocándonos más al caso colombiano, el cual ha sufrido transformaciones tanto

políticas como económicas debido a la impacto del mercado ilícito de drogas,

asimismo analizar el contexto de Estados Unidos en la política exterior y como

esto ha ayudado a que se dé un mayor control por parte de este poderoso país en

Latinoamérica. “Colombia tiene la quinta economía más grande de Latinoamérica,

sin embargo hacia finales de los 90´s su economía se convirtió en el principal

proveedor de drogas ilícitas y su economía se debilito y su situación política

empeoro gravemente”.39

Lo anterior se remonta al hecho de que en México la erradicación de los cultivos

de marihuana hizo posible que se trasladará a terrenos colombianos

aprovechando a su vez con las redes de contrabando ya existentes. En el caso del

“narcotráfico latinoamericano se distingue por emerger con gran fuerza y violencia

en el marco socioeconómico y político de la región en la década de los ochenta”.40

Otro de los factores que ayudo a Colombia en el negocio ilícito de drogas fue que

en la década de los 80´s el auge de la demanda en Estados Unidos de cocaína y

erradicación de cultivos de marihuana en Colombia hizo que para los años 90’s

“se convirtiera en el principal productor a nivel mundial”41 y siendo Estados Unidos

el primer destinatario de este mercado. La creciente demanda y sobre todo “la

competitividad del negocio fue lo que dio origen a los llamados cárteles”42, los

cuales fungen como empresas exportadoras cedieron las intervenciones de los 38 Krauthausen, op. cit., passim.39 Jean Rivelois et al., Criminalización de los poderes, corrupción y tráfico de drogas, p. 97.40 Santana, op. cit., p. 23.41. Rivelois et al., op. cit., p. 98.42 Ibidem, p.101.

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“acopiadores en Bolivia y Perú”43 como mediadores y a su vez se redujo el “riesgo

de una intervención policial”44.

El mercado ilícito de drogas ha ejercido un vasto control sobre la sociedad y su

modo de operación generando con ello una terrible ola de violencia “si se observa

la magnitud descomunal del negocio de las drogas ilícitas, se comienza a tener

una dimensión distinta del problema”45. En Colombia por ejemplo observamos que

la proliferación de violencia ha creado condiciones capaces de hacer colapsar a la

institucionalidad del Estado colombiano, provocando que el Estado colombiano se

convierta en “caso arquetípico”.46 Se puede hablar en Colombia de relaciones de

contubernio que constituyen una marcada evolución del modelo “atomizado-

multidireccionado-incremental”,47 que sugiere como en Colombia las relaciones

ilícitas entre funcionarios y delincuentes confirman que es un Estado que carece

de condiciones para imponer su voluntad frente al crimen organizado, lo que

implica que entre más crezca, aparezcan más escenarios de violencia dentro del

territorio; asimismo los niveles de corrupción podrían mantenerse o crecer al igual

que la protección por parte de las esferas más altas del poder hacia estos

criminales. En este modelo se sugiere a su vez, que entre más débil sea el Estado

y menos centralizado el poder, cabe esperar la proliferación de actores

involucrados; una consecuencia muy marcada de este modelo es que las

decisiones políticas del Estado ya que no ha podido monopolizar la violencia ni

subordinar a los criminales, han desbordando la capacidad de respuesta debido a

la corrupción y a los interese sectarios.

Sabemos que la monumental cifra de dinero que se obtiene en el narcotráfico se

traduce en poder; y por tanto en influencia política, lo que implica altos niveles de

corrupción, y se asocia inexorablemente con violencia,48 que ha hecho que en

43 Loc. cit.44 Loc. cit.45 Olmo, op.cit., p. 446 Carlos Antonio Flores Pérez, El estado en crisis: crimen organizado y política: desafíos para la consolidación democrática, p. 22947 Cfr. Ibidem, p. 23148 Olmo, op. cit., p. 3.

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algunos países se ponga en marcha algunos de planes en contra de este mercado

y de la violencia que se vive en ella, apoyados por Estados Unidos, por citar

alguno:

Con la aplicación en Bolivia del denominado Plan Trienal de Lucha contra

el Narcotráfico impulsado, en conjunto con los EE.UU., por el gobierno de

Víctor Paz Estenssoro. El objetivo central del mismo era la destrucción de

los cocales «ilegales» de forma voluntaria en el primer año (pasible a una

indemnización de 2.000 dólares por hectárea) y por medios coercitivo-

represivos en su segunda fase. Concomitantemente a este programa de

«reconversión agrícola» - según describe el historiador y dirigente político

boliviano Antonio Araníbar se contemplaba la ejecución de planes de

reactivación económica y desarrollo regional con un financiamiento

calculado (y nunca ejecutado) de 200 millones de dólares.49

Colombia no fue la excepción y en el año 2000 se adoptó el “plan Colombia”50

diseñado bajo 4 claros objetivos a) recuperación económica y social b) proceso de

negación de conflicto armado c) estrategia antinarcóticos y d) fortalecimiento

institucional y desarrollo social.

Podemos observar que Estado Unidos ha tenido una gran participación en el la

ejecución de estos planes la cuestión seria ¿Por qué? Después de los sucesos

del 11 de septiembre Estados Unidos:

Como respuesta a los ataques terroristas, el coloso del Norte incremento su

gasto en defensa […] además las inversiones en investigación, y

desarrollo :Dmilitar se ha incrementado, representando más de tres veces

el presupuesto conjunto destinado por las seis potencias que le siguen a

este rubro. Lo que no significa sino el trasfondo de la búsqueda de la

49 Flores, op. cit., p. 235.50 Plan Colombia, se trata de una conjunto de estrategias del Gobierno Colombiano encaminadas e fortalecer el combate al narcotráfico, aspira a disminuir el cultivo, procesamiento y distribución de narcóticos en un periodo de 5 años y promover la pacificación. Cuenta con la participación sustantiva de recursos de Estados Unidos y en menor medida de la Unión Europea. Cfr. Ibidem, p. 249.

[16]

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consolidación de la unipolaridad militar estadounidense con el pretexto de

la seguridad, que en el caso latinoamericano ha encontrado justificación en

las políticas antidrogas.51

Con la intervención de este gran país a la guerra contra las drogas se pone en

evidencia “como el asunto del narcotráfico es utilizado por Washington como un

instrumento para llevar a cabo otros objetivos de política exterior.52 El

Departamento de Estado, y en particular la Casa Blanca, asumen una actitud dual

que les permite separar o juntar los "mapas" de la seguridad estratégica con los de

la guerra contra las drogas”.53

51 Rivelois et. al., op. cit., p. 136.52 La denominada “alianza contra el terrorismo” ha demostrado ser para Estados Unidos mucho más que una estrategia contra el terrorismo internacional, pues, por una parte, ha significado una oportunidad de afianzamiento de la política exterior de la administración de Bush, la cual inicio tambaleante y sin dar señales del rumbo escogido. Mientras que por otra parte el llamamiento a construir esa alianza, ha sido el pretexto perfecto para el reforzamiento de sus mecanismos de intervención como la denominada “guerra contra las drogas”.53 Rivelois et. al., op. cit., p. 124.

[17]

Page 18: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

CAPÍTULO 2

MODELO REGULADOR DEL NARCOTRÁFICO MEXICANO

Utilizamos para la periodización del desarrollo del narcotráfico en México, la

división de Luís Astorga en cuatro periodos:

1914-1947: Surgimiento del narcotráfico y subordinación al poder político local.

(Tema 2.1)

1947-1985: Creación de instituciones federales de mediación entre el poder

político y las organizaciones delictivas, que regulan el mercado de drogas. (Tema

2.2)

1985-2000: Crecimiento de la industria narcotraficante y centralización

generalizada de ésta; paralelamente se va fragmentando el control sobre el

narcotráfico al final del periodo. (Tema 2.3)

2000 a la fecha: Fragmentación del narcotráfico y consecuentemente una mayor

impredecible en las relaciones entre el Estado y los narcotraficantes.54 (Capítulo 3)

2.1 Génesis del narcotráfico en México

En México, así como en muchos países del continente americano, el negocio ilícito

de drogas fue creciendo debido a las políticas de prohibición, la gran demanda de

que apareció en los EU, la desarticulación de rutas (que provenían de Europa y

Asia), así como las ganancias económicas de este negocio. Podemos ir en el

tiempo citando ejemplos que nos mostraran el comienzo, evolución y como es que

ha sobrevivido a lo largo del tiempo. Las prohibiciones que llegan a partir de la

primera década del siglo XX. “En la historia del narcotráfico en México podemos

advertir el peso de factores tanto externos, como internos. Al inicio, como ahora, el

corazón del negocio se encontró al otro lado de la frontera”.55

54 Mónica Serrano, México narcotráfico y gobernabilidad, pp. 165-166.55Flores, op. cit., p. 256.

[18]

Page 19: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

Al inicio del siglo XX, drogas como la marihuana, el opio y la cocaína se utilizaban

comúnmente en México; en la primera década del siglo, el gobierno de EUA

trataba de convencer a otros países a aceptar el control de opio y crear leyes

especiales para castigar a los infractores, por su parte “México comenzó sus

esfuerzos para combatir el consumo, la producción y el tráfico de estupefacientes

desde la Conferencia de Shanghái en 1909 y la Convención Internacional del Opio

de la Haya en 1911 y 1912”.56 La década de los años 20´s está ligada a las

políticas antinarcóticos en EUA y la evolución de la legislación contra las drogas

en México.

Durante la época revolucionaria se interesaban más en el problema del

narcotráfico, para que la política no se desestabilizara, con los ingresos del trafico

de drogas y la compra de armas, como lo menciona Oscar Contreras “el gobierno

mexicano veía el tráfico de drogas como un factor más que podía desestabilizar la

frontera entre México y Estados Unidos”.57 La mayoría del comercio ilícito de

drogas se llevaba a cabo a través de Mexicali y Tijuana, en el territorio de Baja

California, gobernado por el coronel Esteban Cantú;58 contralada presuntamente

por las autoridades norteamericanas para controlar el tráfico de opio.

“En las primeras décadas (1914-1920) una figura dominaría el escenario, el

coronel, político regional y empresario criminal, Esteban Cantú. Con un ejército

personal de 1.800 hombres y protegido por una geografía inhóspita, aseguró el

control político y militar de Baja California Norte y se apoderó de una tajada

importante del flujo ilícito de drogas. Las arcas de su gobierno se beneficiaron de

las “cuotas” pagadas por comerciantes de opio”.59

En esta etapa el gobierno mexicano intento prohibir el tráfico de drogas en la zona

norte pero su propuesta fue derogada por el gobierno de Baja California Norte que

ya estaba vinculado con el tráfico de drogas, la integridad política de México

estaba en la mira, “en 1923 el presidente Álvaro Obregón prohibió la importación

56 Oscar Contreras, Evolución del narcotráfico en México, p. 7.57 Ibidem, p. 8.58 Esteban Cantú, fue un militar mexicano que participó en la Revolución mexicana y gobernador de Baja California de 1917 a 1920.59 Ibidem, p. 7.

[19]

Page 20: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

de cualquier narcótico y creó una base aérea en Ciudad Juárez para detener el

contrabando de licor a lo largo de la frontera con Estados Unidos. En 1927 el

presidente Calles firmó un decreto prohibiendo la exportación de heroína y

marihuana”.60 Para 1926 La política antidrogas no solo contemplaba la prohibición

de drogas sino sanciones contra quienes resultaran comprometidos en la

exportación y producción de estas.

Cabe señalar que, desde el inicio del tráfico de drogas, el más conocido de los

narcotraficantes en México fue relacionado en los informes oficiales especiales en

México y los EUA a políticos de alto rango, estos políticos eran sospechosos de

estar directamente involucrados en el comercio ilegal, así como de su control.

Desde los años de prohibición en los años veinte hasta 1947, los gobernadores de

los estados del norte, donde se cultivan plantas ilícitas parecen haber tenido un

papel importante y a veces directamente en el control de tráfico de drogas;

habiendo establecido ya que se darían sanciones a los infractores de políticas

antinarcóticos “la clasificación de los crímenes por narcotráfico permaneció bajo la

categoría de infracciones a la salud pública, a partir de 1947, la Procuraduría

General de la República (PGR) asume la responsabilidad”.61

En el periodo de la Segunda Guerra Mundial, la industria estadounidense se

encontraba en un esfuerzo monumental para satisfacer las demandas de su

ejército, debido a la alta demanda por morfina y opiáceos, por lo que “México se

convirtió en su principal proveedor”.62 Al término de la guerra, las políticas

prohibicionistas regresarían, tema que a fue muy secundario en EUA pero en

México ya estaban comenzando desde hace algunos años las prohibiciones, por

ejemplo “en 1948 se llevó a cabo en México la primera campaña de erradicación

de cultivos de opiáceos. El ejército recorrió alrededor de 11,000 kilómetros,

destruyendo casi 700 sembradíos a nivel nacional”.63 Con las políticas de

prohibición algunas empresas narcotraficantes, por llamarlas de alguna manera,

60 Ibidem, p. 8.61 Serrano, op. cit., p. 264.62 Contreras, op.cit. p. 9.63 Ibidem, p. 10.

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Page 21: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

llegaron a su fin, pero algunas persistieron convirtiéndose en una especie de

oligopolios.

2.2 Desarrollo del modelo regulador.

Para el modelo regulador del narcotráfico tomamos como marco teórico los

planteamientos de Mónica Serrano y Carlos Antonio Flores Pérez, la primera con

un enfoque principalmente económico, y el segundo más político.

Mónica plantea que en México se desarrollo un “sistema centralizado de

regulación y protección” del mercado de drogas, éste respondía a la lógica de

estabilidad y cooptación que estaba llevando a cabo en todos los sectores el PRI.

Comenzó a consolidarse desde la década de los 40’s, a través del tránsito del

‘modelo local de regulación’, dominado por gobernadores y jefes militares, a su

federalización, donde era el ejecutivo quien direccionaba el narcotráfico,

coincidiendo así con la centralización y corporativizarían del Estado. Esta

centralización se acentuó con la reacción de la DFS y las campañas federales de

erradicación. La principal característica del modelo es que se sustentaba en bases

sólidas, a través de acuerdos de reciprocidad entre narcotraficantes y el Estado,

donde “la responsabilidad de las autoridades era gestionar la organización

eficiente y pacífica del mercado, a cambio de “impuestos” extraídos de la actividad

criminal.”64 En estos acuerdos, los traficantes no eran agentes autónomos,

operaban más como franquicias o agentes con ‘permisos’ para comercia, pero

acotados a ciertas reglas y límites; mientras que el gobierno mantuvo el control de

las ‘plazas’, los retenes y los puntos estratégicos de tránsito. Como consecuencia

de estos acuerdos, el mundo del narcotráfico gozo de una relativa estabilidad, la

violencia se encontró limitada, los empresarios no podían consolidarse como un

poder autónomo fue mínima su entrada independiente en la política.65

64 Flores, op. cit., p. 265.65 Ibidem, pp. 265-266.

[21]

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Por su parte, Flores Pérez sugiere un modelo ‘centralizado-descendente-

incremental’ para el narcotráfico mexicano de la época priista, pues según la

opinión del autor, la centralización del poder político, favorece la superioridad de

las autoridades frente a los narcotraficantes en sus negociaciones.66 En este

modelo, la estructura de poder es la que dicta las reglas de juego, 67 y aquellos

narcotraficantes que no están insertos en las instituciones, deben supeditarse a

esos acuerdos, sino quieren perder la seguridad y verse acorralados por las

fuerzas del Estado.68 Las organizaciones narcotraficantes se encontraban sujetas

a la extorción centralizada de los representantes del Estado en general aunque las

mismas fuerzas de seguridad solían luchar entre sí para mejorar las condiciones

de extorsión.69 Debido a que el narcotráfico fue volviéndose más rentable y su red

social se amplio, tuvo mayor necesidad de la protección estatal, terminaron

subordinándose a la regulación,70 lo que a su vez trajo consigo una violencia más

controlada.71 Un ejemplo de la lógica de este modelo, la encontramos en las

palabras de una de las fuentes entrevistadas por Flores, quien asegura que

existían acuerdos que demarcaban limites en las actividades delictivas

consideradas aceptables. Los militares controlaban a ciertos grupos

involucrados en el trafico de drogas; la PGR o la Policía Judicial Federal

controlaban otros grupos involucrados también en el tráfico de drogas; y los

jefes de la policía de las plazas locales, controlaban a los grupos delictivos

menores (...) Al individuo que no contara con la bendición de los

representantes de la Federación le sería dicho que no podía operar. Si

persistía, sería encarcelado o ejecutado por el grupo rival.72

El modelo de economía de las drogas regulada por el Estado, se encontró

culminado en la década de los 60’s gracias a la estabilidad del gobierno y al alto

66 Ibidem, p. 324.67 Ibidem, p. 181.68 Ibidem, p. 203.69 Ibidem, p. 189.70 Cabe aclarar que los narcotraficantes independientes no se subordinaban a las ordenes de algún representante del Estado, sino a las reglas de juego preestablecidas, al funcionario sólo tenía que pagarle la extorsión.71 Ibidem, p. 324.72 Ibidem, p. 204.

[22]

Page 23: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

crecimiento de la demanda, principalmente en Estados Unidos.73 Sin embargo, la

presión estadounidense seguía presionando al gobierno mexicano, por lo que en

1969, el gobierno de Richard Nixon inició con la ‘Operación Intercepción’,

inspeccionando minuciosamente las fronteras por tres semanas. Semanas

después inició la ‘Operación Cóndor’, dirigida por el gobierno mexicano, con cerca

de cinco mil soldados, quienes quemaron miles de hectáreas de marihuana y

amapola; reduciendo para 1983, la participación mexicana en el mercado de

drogas estadounidense del 70 al 10%. Irónicamente la operación favoreció el

aumento del narcotráfico a través de dos procesos; por un lado, obligo a los

narcotráficos a salir de sus tierras tradicionales y expandirse a los estados

colindantes, buscando terrenos inaccesibles; por el otro lado, inició un proceso

que Celia Toro, llama ‘cartelización’, donde los traficantes menos dispuestos a

asumir el riesgo son expulsados, permaneciendo sólo los más fuertes y

organizados.74 En ese mismo sentido, se redujo el tamaño de la economía ilegal,

pero los narcotraficantes lograron adaptarse rápidamente a la fragmentación y

encubrimiento de los cultivos, y reorganizarse en grupos dispuestos a desafiar las

restricciones y hacer uso de la violencia, como una forma de lucro.75

Entre finales de los setenta y mediados de los ochenta ocurrieron varios factores

que favorecieron la enorme expansión del narcotráfico en México:

1) El incremento de la demanda de drogas en E.U.

2) La dispersión de los narcotraficantes de Sinaloa, debido a la Operación Cóndor.

3) La modificación de las rutas internacionales del tráfico de cocaína, por ejemplo

el cierre de la ‘Conexión Francesa’ o la ‘Ruta del Caribe’; por lo tanto los

narcotraficantes sudamericanos tuvieron que establecer acuerdos con los

mexicanos.

4) Incremento de la participación de las instituciones de seguridad en el

funcionamiento del narcotráfico.76

73 Contreras, op.cit. p. 11.74 Ibidem, pp. 12-13-75 Serrano, op. cit., p. 268.76 Flores, op. cit., pp. 183-184.

[23]

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De forma que es en esa etapa, en la que los vínculos de contubernio entre el

poder estatal y la organización narcotraficante se enraízan profundamente, pues

hasta los noventa, el control del contubernio estuvo en manos de los funcionarios

públicos y los narcotraficantes no pudieron ejercer presión sobre los

representantes del estado.77

Sócrates Rizzo,78 delcaro el 23 de febrero en una conferencia en la Universidad

Autónoma de Coahuila, que en efecto, el gobierno del PRI por muchos años se

mostró como regulador del narcotráfico; estas declaraciones cobran importancia,

porque nunca una figura priista de tal nivel, aceptaba estos hechos. Él afirmaba

que durante el PRI, los niveles de violencia se mantuvieron bajos debido a los

pactos mutuos, mientras que con el gobierno del PAN, estos pactos fueron

olvidados, y ya no se pudo regular la industria. Aseguró, que era desde el

ejecutivo donde se definía la pertenencia de las rutas por grupo narcotraficante y

se ejercía el ‘control’, para evitar perturbar la paz social; en sus propias palabras

comenta que

“De alguna manera se tenía resuelto el conflicto del tránsito (de drogas); yo

no sé como lo hayan resuelto otros gobiernos, pero había un control y había

un estado fuerte y un presidente fuerte y una Procuraduría fuerte y había un

control férreo del Ejército y entonces de alguna manera decían ‘tú pasas por

aquí, tú por aquí, pero no me toques aquí estos lugares’; algo pasó”.79

Así se puede apreciar como una estructura de poder centralizada del poder, que

contaba con una capacidad para ejercer el control de los actores sociales, dando

lugar a un esquema de extorsión de los funcionarios sobre los delincuentes, en

condiciones donde el Estado precisaba la protección estatal dando las reglas

clandestinas de las directrices principales a las que tenía que apegarse la

delincuencia, bajo la premisa de ser fuerte reprimida en caso de incumplimiento.80

77 Ibidem, pp. 168 y 181.78 Fue gobernador entre 1991 y 1996 de Coahuila, y en su momento se destacó como muy cercano al entonces presidente Salinas.79 Raúl Coronado, “Sócrates Rizzo admite narcopactos durante gobiernos priistas”.80 Flores, op. cit., p. 10.

[24]

Page 25: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

2.3 Des-centralización de la industria narcotraficante.

Para finales de la década de los ochenta los carteles fueron dividiéndose el país y

repartiéndose el territorio. Por ejemplo, Rafael Chao se apodero de Mexicali y una

ruta para comerciar al norte. En Sinaloa, el Chapo Guzmán cimentaba las bases

de lo que sería el cartel de Sinaloa. Paralelamente en Tijuana, se organizaban los

hermanos Arellano Félix, destacándose por el uso de la violencia. Y en Ciudad

Juárez, Amado Carillo, ‘el señor de los cielos’, extendió sus dominios, hasta

Cuernavaca y Guadalajara.81 Sin embargo, la desintegración el cártel de

Guadalajara de Miguel Ángel Félix Gallardo en varias organizaciones, no implicó la

ruptura del contubernio entre Estado y narcotráfico, de hecho, acentuó aún más al

modelo Centralizado-descendente-incremental. Durante el sexenio de Salinas el

gobierno intento evitar la notoriedad del narcotráfico y la corrupción de la década

de los ochentas, por lo tanto se vio en la necesidad de articular una dinámica, en

la cual se mantuvieran formalmente ajenas las instancias de poder con respecto

del narcotráfico, aunque en realidad, el sistema se encontraba centralizado más

que antes, en torno a la PGR, y en última instancia a la presidencia, por lo que de

facto los narcotraficantes se veían subordinados a las condiciones impuestas por

el gobierno para el mercado ilegal.82

El modelo de centralización del poder en referencia al narcotráfico al finalizar el

periodo del presidencia Miguel de la Madrid, se podría decir, se venía

consumiendo por la desarticulación de la Dirección Federal de Seguridad (DFS); y

antes de que se pudieran ventilar los posibles actores políticos involucrados en las

redes existentes del narcotráfico, estos pudieron ser colocados en puestos claves

de manera deliberada por el ejecutivo, para pasar a ser asunto exclusivo de la

Procuraduría General de la República (PGR) y este organismo mantuviera a su

81 Serrano, op. cit., p. 270.82 Flores, op. cit., p. 214..

[25]

Page 26: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

vez los lazos existentes de contubernio entre delincuentes y funcionarios

públicos83.

Carlos Flores nos deja ver como en el año de 1988, igualmente por ordenes

presidenciales se giro la instrucción quitarle los permisos de espionaje inteligente y

persecución del narcotráfico al Ejército, dejándole la tarea solamente de la

erradicación de cultivos previamente encontrados, esto con el objetivo de evitar

que las instituciones castrenses desmantelaran sus organizaciones criminales. Es

así como el nuevo proceso de centralización tuvo lugar a partir de la

desmembración de las organizaciones existentes dentro de la DFS y que cometió

muchos errores que los llevo a su quiebre y con las lecciones aprendidas en la

experiencia anterior, las estructuras delictivas aceptaran los nuevos acuerdos por

quien los quiere seguir controlando, el Estado.

Carlos Salinas de Gortari, fue un actor político capaz de efectuar un nuevo

proceso de centralización y protección estatal del narcotráfico. De acuerdo a

Carlos Flores, un factor económico paralelo que estuvo en contra de Salinas, fue

la implantación de un nuevo modelo económico que causo un proceso de

desregulación estatal que trajo, de hecho, un importante grado de desarticulación

del régimen posrevolucionario, a través del debilitamiento de los mecanismos de

control político y social del mismo.

Uno de esos factores económicos característicos durante el sexenio de Salinas es

la apertura de mercados que puso en jaque a varias empresas nacionales y la

privatización poco transparente de empresas estatales, como sucedió con Telmex

e Imevisión. Igualmente se suprime la afiliación corporativa al PRI, mecanismo que

brindaba amplio control de las organizaciones sociales y se reforman estructuras

de seguridad del Estado que desempeñaban un papel importante en el control

político, quitándole capacidades operativas.84

83 Flores, op. cit., p. 128.84 Ibidem, p. 97.

[26]

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Para los noventa los acuerdos establecidos entre las organizaciones colombianas

y mexicanas tuvieron modificaciones de mayor importancia. Una de ellas es que

en los años ochenta se cobraba $3,000.00 dólares por kilogramo de cocaína traída

de Colombia y así, aseguraban la protección de los envíos de este producto a los

Estados Unidos. Para el año de 1989 los mexicanos exigieron el 30% del

producto, y para 1993 sus homólogos colombianos terminaron cediéndoles el 50%

del producto con la condición de venderla en Estados Unidos; bien da crédito

Flores que esa protección se debe mayormente al papel del Estado el cual pone

las reglas de mercado con la frase: “yo controlo el mercado”.85 Convirtiendo el

modelo propuesto por Flores, como un modelo de tipo regulado discutido

previamente por Serrano.

En este contexto de negocio ilícito y a partir de un sistema de operación que es

para beneficiar ampliamente a las esferas del poder. Sin embargo, “mientras

menos sea el nivel jerárquico del funcionario público y la influencia política con que

cuente, mas son sus probabilidades de ser considerado como una herramienta

más del engranaje el cual termina siendo sustituible”.86

Las organizaciones de Amado Carrillo y de Juan García Ábrego fueron las

organizaciones que parecen haber contado con mayor protección gubernamental

durante el sexenio de 1988-1994. Las dos organizaciones contaron con protección

gubernamental desde los niveles más altos de decisión.87

Con la administración de Ernesto Zedillo se tomaron medidas para desarticular las

estructuras de poder que se habían construidos los seis años anteriores a raíz de

que en 1997, junto con el presidente Bill Clinton, dieron a conocer el informe

México y Estados Unidos ante el problema de las Drogas: Estudio diagnostico

conjunto, elaborado por especialistas de ambas naciones, considerando una visión

común en el tema.

85 Ibidem, p. 125.86 Ibidem, p. 133.87 Ibidem, p. 132.

[27]

Page 28: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

1. Nombra como procurador general de la república a otro miembro

proveniente de otro partido político.

2. Incorpora al ejército a la realización de tareas de investigación contra

miembros del narcotráfico.

3. Aprueba la “Ley Federal en Contra de la Delincuencia Organizada” la cual

es parecida a un sistema de protección de testigos que se utilizaba en otros

países.

Así mismo se creó la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada,

estructura de élite de la PGR, que pretendía desarticular específicamente los

vínculos de corrupción en los organismos de seguridad del Estado. Como

resultado, hubo ciertos logros en la desarticulación de redes corruptas de

encubrimiento de actividades del narcotráfico. Incluso militares de alta graduación

fueron procesados por dar protección a narcotraficantes. Entre ellos General de

división José de Jesús Gutiérrez Rebollo, ex titular del IND y Alfredo Navarro Lara

los dos por proteger a la organización de Amado Carrillo. Raúl Salinas de Gortari

igualmente procesado por enriquecimiento ilícito por un monto superior a los 181

millones de pesos, fortuna supuestamente adquirida durante su gestión como

servidor público en un lapso de diez años.88 Es procesado el exgobernador Mario

Villanueva Madrid por haber dado protección a la organización de Amado Carrillo.

También se giraron órdenes de aprehensión a dos exfuncionarios que fungieron

como directores de la policía judicial (PFJ) durante el sexenio de Salinas, Adrián

Carrera Fuentes y Rodolfo León Aragón. Juan García Ábrego fue detenido en

1996 y extraditado a los Estados Unidos. Mientras que Ramón Arellano Félix

murió en la balacera ocurrida en la Zona Dorada el 10 de febrero del 200289.

Otro factor que como se menciono anteriormente estuvo en contra de la

centralización del poder para la reconfiguración política del narcotráfico y el

crecimiento del mismo, se origino en cierta manera por los cambios políticos,

económicos y tecnológicos que sucedieron a finales del siglo XX, entre ellos la

88 Aída Castro, “Cronología: La ruta del dinero de Raúl Salinas”, p. 14.89 Elva Narcia, “Un Arellano Félix habría muerto”.

[28]

Page 29: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

apertura de las fronteras nacionales, en una dinámica global caracterizada por el

flujo incremental de bienes, servicios y personas de distintos países, con una

decreciente en el control por parte de los diversos Estados Nacionales. Así han

afectado circunstancialmente el modus operandi de la criminalidad organizada,

para brindarle igualmente un negocio de tipo transnacional.

En 1997, en el marco de Convención contra el crimen organizado transnacional, la

ONU identifico dieciocho categorías de delitos transnacionales, cuyo desarrollo

necesariamente suponía la operación delictiva de más de un solo país. El crimen

organizado transnacional era identificado por actividades tales como lavado de

dinero, actividades, terroristas, robo de objetos de arte y culturales y el

narcotráfico, donde esté juega como una actividad delictiva que se escogió por

analizar los nexos de contubernio entre funcionarios públicos y la criminalidad

organizada, dándole carácter de tipo transnacional de los fenómenos de

criminalidad contemporánea90.

90 Flores, op cit. P. 56

[29]

Page 30: 3 Entrega-Avances de Investigacin-nuevos Cambios (1)

CAPÍTULO 3

LA PRIVATIZACIÓN DEL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO

3.1 El ‘cártel de las drogas’

3.2 Lucha por el monopolio (económico y político)

3.3 ‘La guerra contra el narcotráfico’

[30]

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CONCLUSIONES

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ANEXOS

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[34]