tachos - peter rein

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15 CRISTALIZACIÓN

15.1 Fundamentos de la cristalización

15.1.1 Solubilidad y sobresaturación

La sacarosa tiene una elevada solubilidad en agua. Una

solución saturada de sacarosa se encuentra en equilibrio

termodinámico con la fuse solida de sacarosa y contiene

alrededor de dos partes de sacarosa por cada parte de agua a

temperatura ambiente y casi cinco partes de sacarosa por cada

parte de agua a 100 º C. Para cristalizar la sacarosa se

requiere elevar su concentración por encima de aquella

correspondiente a una solución saturada, y llevarla en forma

regulada y con precisión a la concentración requerida para

lograr la cristalización deseada. Por lo tanto es importante

establecer la concentración de sacarosa en solución saturada

bajo las condiciones de operación.

En general se acepta que la ecuación de Charles (I960)

representa adecuadamente la solubilidad de la sacarosa en

soluciones puras entre 0 y 90 °C:

64.397 + 0.07251 • 1 + 0.002057 • 12 - 9.035 • 106 - 13

(15.1)

donde es la concentración expresada como g sacarosa/100 g de

solución saturada a la temperatura y en ºC. En varias

publicaciones el primer termino de es la ecuación ha sido

utilizado incorrectamente como 64.407. La ecuación de

Charles ha sido aceptada por ICUMSA, como lambien lo ha sido

la ecuación de Vavrinecz (Anon. 2005) que es válida en el

rango de temperaturas de -13 a 100 º C.

El coeficiente de saturación q es la solubilidad de

sacarosa pura en agua bajo condiciones de saturación

expresada como g sacarosa/g agua. Por lo tanto: (formula)

Este también se puede expresar como: (formula)

El coeficiente de saturación es aplicable a soluciones puras

de sacarosa. Las soluciones que se presentan durante el

proceso de la caña de azúcar como siempre impuras y las

impurezas afectan la solubilidad de la sacarosa. El

coeficiente de solubilidad SC se utiliza para representar la

relación entre la concentración de sacarosa en una solución

saturada impura y la concentración de sacarosa en una

solución pura a igual temperatura (con la concentración

expresada como la relación entre sacarosa/agua). Este se

define como: (formula)

Desafortunadamente existe cierta confusión con la

terminología de la industria de azúcar de remolacha, donde a

este último término se le conoce como coeficiente de

saturación {van tier Poel ct al. 1998:650).

Para una solución sobresaturada, sea pura o impura, el grado

de sobresaturación se expresa mediante el coeficiente de

sobresaturación y calculado dividiendo la relación

sacarosa/agua de la solución sobresaturada por la relación

sacarosa/agua de una solución saturada a iguales condiciones

de temperatura y pureza (o relación no-sacarosas/agua). El

coeficiente de sobresaturación indica si la solución es no

saturada (y < 1), saturada (y = 1), o sobresaturada (y > 1).

Este se define como: (formula)

La solubilidad de soluciones puras de sacarosa se presenta en

la Figura 15.1. El estado de saturación está representado por

la curva y = 1. Es claro que la temperatura tiene un fuerte

efecto sobre la solubilidad. La figura también muestra las

curvas correspondientes a yp = 1.2 y 1.3. La región donde el

coeficiente de sobresaturación esta entre 1.0-1.2 se conoce

como región meta estable. En esta región los cristales de

azúcar crecen sin que se produzca nucleación de nuevos

granos de azúcar. Esta es la región donde la cristalización

debe ser efectuada. La región comprendida entre 1.2-1.3 se

conoce como región intermedia, donde los cristales pueden

continuar creciendo, pero con formación de nuevos núcleos

cuando hay presencia de cristales de azúcar. La región que se

encuentra por encima de la curva de coeficiente de

sobresaturación 1.3 se conoce como región lábil; en esta

región se produce nucleación espontanea.

Para una solución sub-saturada que se encuentra en cierto

punto por debajo de la curva de saturación (A en la Figura

15.1), la solución puede llevarse hasta la región de

sobresaturación mediante evaporación a temperatura constante,

o mediante enfriamiento manteniendose constante el contenido

de sólidos disueltos.

15.1.2 Nucleación y crecimiento de cristales

El crecimiento de los cristales es un proceso complejo y se

recomienda al lector consultar van der Poel et al. (1998:653-

670) para un tratamiento exhaustivo del tenia. Para

propósitos prácticos se puede considerar como un proceso

cinético de reacción, donde la fuerza impulsora es el grado

de sobresaturación. Las moléculas de sacarosa en solución

tienen que esparcirse 6 difundirse hasta el crista! y luego

ser incorporadas en la estructura reticular del cristal. Por

lo tanto la proporción de cristalización depende de estos dos

procesos. La Figura 15.2 presenta una capa limite a través de

la cual las moléculas se difunden, y una capa de adsorción

sobre la superficie del cristal. Estos dos procesos pueden

ser representados como: (formula)

donde A es el área superficial del cristal, kn y kR son las

constantes de las tasas de difusión y reacción superficial,

e, c* y c son las concentraciones de la solución, en la

interface sobre la superficie del cristal, y de equilibrio

respectivamente. En realidad esto es una simplificación, pues

el proceso de incorporación en la estructura reticular del

cristal consiste de varios procesos incluyendo adsorción

sobre la capa superficial, migración a un sitio apropiado

sobre la superficie, y adhesión a la estructura reticular. No

obstante, estas dos ecuaciones se pueden combinar para

obtener: (formula)

Se ha establecido que a temperaturas < 40 °C el proceso de

incorporación sobre la superficie está controlado por la tasa

de reacción, siendo kQ = kR. Cuando la temperatura es > 50 °C

la tasa de difusión controla el proceso y kG = kD.

En la práctica se ha encontrado que este no es siempre un

proceso de primer orden, y que la tasa de cristalización se

expresa mejor como:

(formula)

Donde n tiene un valor entre 1 y 2 cuando la diferencia de

concentración es pequeña, pero tiende a 1 (es decir a proceso

de primer orden) cuando la diferencia de concentración es

mayor. La constante de la tasa de reacción kQ depende de la

temperatura de acuerdo con una relación tipo Arrhenius, la

cual se puede expresar como:

(formula)

En esta ecuación R es la constante universal de gases (8.314

kJ/(kmol • K)) y T la temperatura absoluta.

La energía de activación EA es más elevada temperaturas,

correspondientes al proceso poracion superficial, mientras

que los va menores en el rango de temperaturas más alto,

donde la difusión controla la tasa de reacción. La figura

15.3 presenta la variación de la energía de activación con la

temperatura. Para el caso de conocimiento en

evapocristalizadores o "tachos" el rango elevado de

temperatura es más relevante.

Mientras que una diferencia grande de concentración promueve

la velocidad de la cristalización,

Se debe tener cuidado para asegurar que no sea tan grande que

la concentración de la solución caiga en la región intermedia

o lábil. Esto resultaría en formación de nuevos núcleos de

cristalización, cultivando cristales de menor tamaño que

posteriormente afectan la separación de los cristales del

licor madre.

La nucleación es un proceso complejo, que es influenciado por

muchos factores y difícil de controlar o predecir. Los

procesos de cristalización deben evitar operar en regímenes

de concentración y temperatura donde pueda ocurrir nucleación

descontrolada. Van der Poel et al. (1998:650-653) han tenido

en cuenta los principales factores que controlan el proceso

de nucleación en la práctica.

15.1.3 Efecto de las no-sacarosas

Los componentes en solución diferentes a la sacarosa, o no -

sacarosas, tienen cuatro efectos significativos sobre la

cristalización:

• Modifican la solubilidad de la sacarosa. El coeficiente de

solubilidad generalmente es menor a uno cuando el valor de

la relación no-saca-rosas/agua es pequeño (ver ecuación

(18.3) en Sección 18.1.1), pero cuando esta relación es más

elevada el valor excede a uno, indicando un incremento de

la solubilidad de la sacarosa.

• Reducen la proporción o tasa de cristalización al reducir

la velocidad del proceso de difusión debido al incremento

de la viscosidad o por interacción con ciertas caras de la

superficie del cristal, inhibiendo así la incorporación en

la estructura cristalina.

• Afectan la forma o morfología del cristal. Esto está

asociado con el punto anterior, pues algunas impurezas

bloquean los sitios de cristalización de ciertas

superficies, reduciendo el crecimiento de estas caras y por

lo tanto cambiando la forma del cristal. Se conoce

particularmente de ciertos oligosacáridos que son causa de

cristales alarga-dos {Morel du Boil 1991).

• Incrementan el espesor de la región meta estable que se

presenta en la Figura 15.1, ampliando el rango seguro de

condiciones de concentración y temperatura para el

crecimiento de cristales.

Los efectos de las no-sacarosas varían de una región de

cultivo de caña a otra y de acuerdo al momento de la zafra.

Generalmente son difíciles de medir o predecir.

La Figura 18.1 presenta valores del coeficiente de

solubilidad. Estos son afectados por la relación no-

sacarosas/agua y también por la relación entre azucares

reductores/ceniza. El coeficiente baja por debajo de uno

hasta valores entre 0.8 y 0.9 cuando la relación no-

sacarosas/agua es tres. Esto implica que la solubilidad de

la sacarosa en agua se reduce a medida que la pureza es

menor. A medida que la relación no-sacarosas/agua se

incrementa por encima de tres, el coeficiente de solubilidad

incrementa, excediendo a uno cuando la relación no-sacarosas/

agua pasa aproximadamente por encima de cuatro.

Han sido pocas las ocasiones en que se ha intentado

cuantificar el efecto de las no-sacarosas sobre la tasa de

cristalización. Incorporando la propuesta de Wright y White

(1974) en la ecuación (15.11) se puede obtener: (formula)

En esta ecuación (formula) es la relación entre no-saca-

rosas/agua. Love (2002) analizo los resultados de varios

investigadores y demostró que la constante 1.75 es muy baja,

estimando que deberá tener un valor alrededor de 2.4. La

forma de la ecuación (15.12) puede ser apropiada

funcionalmente, pero no existe mucho acuerdo en cuanto a los

valores a ser emplea-dos con esta ecuación.

15.1.4 Tasa de cristalización

Las ecuaciones (15.8) y (15.12) pueden ser utilizadas para

estimar la tasa de cristalización cuando se pueden efectuar

suposiciones adecuadas sobre el área de la superficie de

cristalización (tamaño promedio, distribución de tamaño y

factores de forma). Sin embargo no existen valores

comprobados de los parámetros disponibles que puedan ser

utilizados confiablemente. Otra aproximación distinta es el

uso de información industrial combinada con datos obtenidos

en plantas piloto y en el laboratorio para estimar la tasa

promedio de cristalización global, expresada como la tasa de

crecimiento de los cristales con base en mediciones del

tamaño de cristal. Love (2002) ha presentado resultados

disponibles en la literatura junto con datos obtenidos por

Tongaat-Hulett Sugar. Estos resultados junto con algunos

datos recientes de Australia se presentan en la Tabla 15.1.

Estas cifras proporcionan solamente una aproximación a las

tasas de cristalización reales, debido a las siguientes

razones:

• La pureza del licor madre puede variar amplia-mente durante

el desarrollo de cada cocimiento.

• Durante una parte del proceso, la evaporación y no la

cristalización puede ser el factor limitante, de manera que

la tasa de cristalización podrá ser en promedio mayor que

los valores presentados. Esto está bien ilustrado en los

datos de Lionnet encontrados en la Tabla para cocimientos

de refinería; la primera cifra representa la tasa de

crecimiento durante la etapa inicial del cocimiento, cuando

la tasa de evaporación excede a la tasa de cristalización,

mientras que la segunda cifra representa la tasa cuando el

proceso está limitado por la tasa de evaporación.

• El control del proceso y en particular de la

sobresaturación puede tener un efecto significativo. Los

tachos que hierven más activamente debido a buena

circulación brindan mayores tasas aparentes de

cristalización.

• Existe una dispersión grande y variable del tamaño de

cristales, la cual influencia significativamente a los

valores promedio. Esta dispersión se debe a variaciones en

la tasa de crecimiento, que puede diferir en un orden de

magnitud (White et al. 1998).

Se ha propuesto que las tasas de crecimiento relativo de los

cristales en una suspensión son dependientes de la historia

de los cristales (White et al. 1998). La tasa de crecimiento

de cada cristal es una propiedad del mismo; algunos crecen

más rápidamente y otros lentamente, y es esta propiedad la

que conduce a la dispersión durante el crecimiento de los

cristales.

15.1.5 Elevación del punto de ebullición

El hecho de que las soluciones de sacarosa hiervan a mayor

temperatura que el agua se discutió en la Sección 12.1.2. La

elevación del punto de ebullición se presentó como una

función del contenido de sacarosa en la Figura 12.1, la cual

ilustra como la elevación del punto de ebullición es menor a

medida que se reduce la temperatura. Esta información es

presentada de manera ligeramente distinta en la Figura 15.4

en función de la temperatura de la masa cocida, con base en

la interpretación dada por Holven a los datos de Thieme (Chen

y Chou 1993:238).

Saska (2002) señala que existen diferentes correlaciones

disponibles para el punto de ebullición, pero que todas han

sido derivadas de solo dos investigaciones originales, una

por Spengler para remolacha y la otra por Thieme para

productos de caña. Otros datos obtenidos por Batterham y

Norgate (1975) han sido prácticamente olvidados, excepto en

Australia. Saska efectuó estudios subsecuentes comparando sus

mediciones con las correlaciones existentes, y propuso la

siguiente relación para la elevación del punto de ebullición

Nótese que se refiere aquí a la concentración de solidos

disueltos del licor madre; la elevación del punto de

ebullición no depende del contenido total de sólidos en la

masa cocida. Esta ecuación cubica el rango de RDS de 69 a 82

y un rango de temperaturas de 58 a 76 °C. La ecuación tiene

forma similar a la ecuación integrada de Clausius -

Clapeyron lo cual sugiere que los exponentes de los primeros

dos términos deberían ser 1 y 2 respectivamente. El término

adicional de pureza incluye el efecto de soluciones impuras.

Partiendo de esto, una propiedad útil de las soluciones de

sacarosa es el hecho de que la elevación del punto de

ebullición es directamente proporcional a la concentración

cuando se expresa como g de sacarosa disuelta/g agita. Por

tanto, si una solución tiene una elevación del punto de

ebullición de 10 °C bajo condiciones de saturación para una

sobresaturación de 1.2 la elevación será 12 º C. Esta

propiedad es utilizada para el control automático de los

tachos.

Usualmente se asume que el efecto de tener bajas purezas es

un incremento en la elevación del punto de ebullición pero

trabajos efectuados por Saska (2002) han mostrado un efecto

opuesto de la pureza tal como lo muestra la ecuación (15.13).

Saska (2002) présenlo sus resultados en el mismo formato de

la Figura 15.4, que es útil para la operación de lachos: los

resultados se ilustran en la Figura 15.5. El efecto de la

pureza es bastante reducido y los dalos de elevación del

punto de ebullición para so-luciones puras son mayores a

temperaturas por encima de aproximadamente 65 º C; los datos

de Holven como han sido publicados por Chen y Chou (1993)

muestran en promedio un incremento de elevación del punto de

saturación de 1 °C porcada cambio de 10 unidades de pureza;

los dalos de Saska muestran en promedio alrededor de la mitad

de este efecto.

15.1.6 Tamaño y forma de los cristales

El tamaño de cristal del azúcar producido es importante

porque usualmente tiene que cumplir con determinada

especificación de calidad del consumidor. El azúcar para

consumo directo tiene un tamaño promedio entre 0.2 mm y 2 mm

dependiendo de los requerimientos del mercado, siendo

producidos en la India los mayores tamaños de grano. El

azúcar crudo para refinerías normalmente tiene que cumplir

especificaciones de tamaño que faciliten una afinación

aliciente en la refinería.

Los cristales de tamaño más grande tienen menos área

superficial por unidad de masa y son más fáciles de procesar

durante la centrifugación debido a que la cantidad de

película de miel sobre la superficie es menor. Sin embargo,

con cristales más pequeños se tienen una mayor área

superficial, lo cual mejora la lasa de cristalización. Esto

es particularmente importante para los cocimientos de baja

pureza donde el tamaño de los cristales se mantiene pequeño.

típicamente alrededor de 0.2 mm para masas cocidas ºC. El

tamaño de apertura de las mallas de centrifugas se

selecciona de acuerdo con el tamaño de cristal a ser

separado.

La distribución del tamaño de los cristales es también

importante. La separación en las centrifugas se facilita a

medida que la distribución del tamaño de cristal es más

uniforme. Los granos linos en masas cocidas tienden a llenar

espacios presentes entre cristales más grandes, produciendo

una capa de cristales en las maquinas centrifugas que no se

puede filtrar o purgar fácilmente. Adicionalmente los

cristales pequeños pueden pasar a través de las aperturas de

la malla resultando en un menor agotamiento de las mieles.

La distribución del tamaño de cristales generalmente se

caracteriza utilizando el coeficiente de variación CV, que

se define como: (formula)

Donde es el tamaño promedio de cristal y a la desviación

estándar de la distribución. A medida que los cristales

crecen el tamaño promedio se incrementa y se espera que el

CV se reduzca. En la práctica el efecto de la dispersión de

tamaño es evidente resultando en cristales que crecen a

diferentes velocidades. Esto contradice la tradicional ley

de McCabe, que predice que el incremento de la longitud del

cristal con el tiempo es independiente del tamaño de grano.

La ley dc McCabe conduciría a un mejoramiento del CV siempre

que ocurra crecimiento de cristales. White el al. (1998)

demostraron que existe una variación de las tasas de

crecimiento de los cristales, que es fuertemente dependiente

de la historia de cada cristal; un cristal de rápido

crecimiento continuara creciendo más rápido que el promedio,

llevando a la conclusión de que los cristales de mayor

tamaño tienen mayor tasa de crecimiento. En las masas

cocidas A. el efecto neto es un mejoramiento (reclucción)

del CV a medida que se produce crecimiento de los cristales

pero en las masas de baja pureza los efectos de la

distribución del tamaño son más fuertes, conduciendo a

peores valores del CV a medida que transcurre el crecimiento

de los cristales {Rein y Msimanga 1999).

Es conveniente asumir que la distribución del tamaño del

azúcar se asemeja a una distribución normal, logarítmica que

representa mejor la distribución no simétrica e igualmente

incorpora un valor promedio y un CV. White asume una

distribución normal. Esta sin embargo es simétrica

alrededor del valor promedio y por lo tanto puede incluir en

ocasiones valores negativos de tamaño. Hoekstra (1985)

utilizó una distribución exponencial negativa para el

análisis de resultados de pruebas de tachos. Rein y

Archibald (1989) usaron la distribución normal logarítmica,

que representa mejor la distribución no simétrica e

igualmente incorpora un valor promedio y un CV. White el al.

(1998) también demostraron que la distribución normal

logarítmica es apropiada. En la industria del azúcar de

remolacha se acepta a la distribución RRSB (Rosin-Rammler-

Sperling-Bennett) como mejor representación de la

distribución de tamaño (van der Poel et al. 1998:106).

Medición de tamaño de cristales. El tamaño de los cristales

se puede medir de varias maneras cristalinas:

El azúcar producido se puede secar y tamizar en una

torre de tamices durante un tiempo estándar. Para ello

el método ICUMSA OS2-37 aplica (Anon. 2005). Con el

método Powers la apertura media es un tamaño promedio

basado en la masa y se obtiene como el punto

correspondiente al 50 % en un gráfico de la masa de

aplicar acumulada con respecto al tamaño de apertura.

La desviación estándar se obtiene de la diferencia

entre la media en el gráfico de distribución acumulada

con respecto a los puntos 16 ó 84 %.

En algunas ocasiones se proporciona un tamaño de grano

específico. Para esto se utilizan los resultados de una

prueba de tamizados que permite determinar un tamaño

promedio" en términos del área de superficie (SASTA 2005).

• En algunos casos se mide únicamente a los "linos" como la

fracción de azúcar que pasa a través de una malla de

apertura 0.6 mm (Malla 28 Tyler)

• La técnica de análisis digital dc imágenes se está

haciendo popular, pues no se requiere necesariamente que el

azúcar sea separado y secado antes de efectuar las

mediciones. Por lo tanto es adecuado particularmente para

las masas de baja pureza. Las imágenes pueden ser

procesadas manualmente (contando y midiendo cristales

individuales) o automáticamente utilizando software

especialmente desarrollado. Los valores medios obtenidos

corresponden a múltiples valores medios. Es posible

reportar el tamaño medido o el diámetro equivalente. El

primero es más apropiado para determinar el potencial de

que un cristal pueda pasar a través de la malla de una

centrifuga continua, mientras que el segundo puede ser más

apropiado para los estudios de cristalización.

• Equipos de medición más sofisticados costosos usualmente

basados en técnicas de rayos láser pueden ser utilizados

para analizar muestras secas de azúcar o muestras en

suspensión con adecuada consistencia para la medición.

Se debe hacer distinción entre las distribuciones basadas en

masa (como se obtiene por laminado) y aquellas basadas en

número (al emplear técnicas de análisis de imágenes). Es

posible derivar equivalencias matemáticas dependiendo de la

distribución asumida (ej. Broadfoot 1992). También se debe

tener cuidado con el hecho de que para la determinación de la

apertura media se aplican varios métodos: así de los cuatro

métodos ICUMSA para expresar resultados tres emplean a la

mediana en lugar del tamaño promedio por masa como la

apertura media.

Factores de forma. La relación entre el tamaño del cristal

(con diámetro característico de densidad), área del cristal

A y masa del cristal m requiere el uso de factores de forma:

(fórmula)

Se ha encontrado que el factor de forma α tiene un valor de

0.34 (Liomnet 1998) con base en el di definido como {I2 • b)

donde 1 y b son la longitud y amplitud de los cristales.

Bubnik y Kadlec (1992) sugieren un valor de α = 0.31.

Liommet (1998) cálculo que el factor de forma β es 2.9.

resultando en una relación α β = 0.116. Nótese que esta

relación tiene un valor de 1/6 6 0.1667 para esferas y

cubos.

Utilizando los valores propuestos por Liommet, las

ecuaciones (15.15) y (15.16) pueden ser combinadas para

obtener la siguiente relación entre el área del cristal en m2

y la masa del cristal en kg:

(formula)

Van der Rod et al. (1998:74) sugieren un valor de 0.042 para

la constante de la ecuación (15.17).

Lionnel (1998) demostró que los factores de forma pueden ser

utilizados para definir la equivalencia entre las dos

maneras de expresar la tasa de crecimiento, es decir la tasa

de crecimiento lineal R en m/s y la tasa de crecimiento R

expresada en kg/

3-a i),.

(formula)

15.1.7 Contenido de cristales en masas cocidas

Las siguientes dos ecuaciones permiten calcular el contenido

de cristales en g/100 g de masa cocida y en g/100 g DS:

(formula)

Usualmente la cantidad de cristales en la masa cocida es un

factor limitante para el proceso de cristalización. El

contenido de cristal puede alcanzar valores tan elevados que

la masa cocida se forma principalmente en un sólido por lo

cual la cristalización debe interrumpirse antes de que la

viscosidad de la masa cocida se torne excesivamente elevada.

El límite del contenido de cristales puede ser calculado,

asumiendo que los cristales se encuentran en contacto entre

sí y que los espacios vacíos están rellenos únicamente por

licor madre. En este caso la porosidad o fracción

volumétrica del líquido se puede ser calculada a partir de

la densidad del cristal p y la densidad aparente pb:

(fomula)

Asumiendo que los espacios vacíos se encuentran ocupados por

licor madre con un contenido de sólidos disueltos| y densidad

el contenido de cristal estará dado por:

(formula)

Asumiendo que el licor madre tiene una super saturación de

1.05 el contenido de sólidos disueltos se puede encontraren

Bubnik el al. (199.5).

Cálculos para dos masas cocidas de diferente pureza y a dos

temperaturas son presentados en la tabia 15.2. La densidad

de los cristales de sacarosa es 1587 kg/m3 {Bubnik et at.

1995) y la densidad del licor madre se puede obtener de

Tablas o correlaciones.

15.1.8 El proceso de cristalización

La cristalización en las fábricas se produce bajo vacío e

involucra procesos simultáneos de transferencia de masa y

evaporación. El vacío es necesario para mantener la

temperatura a un nivel suficientemente bajo que permita

minimizar la formación de color y la inversión o degradación

de sacarosa en el proceso.

Al iniciar un cocimiento discontinuo o 'batch', el licor se

concentra hasta alcanzar la zona metaestable (Figura 15.1).

La cristalización se inicia adicionando semillas muy finas

en forma de suspensión ó slurry las cuales proporcionan

sitios de nucleación para comenzar la cristalización. A

partir de entonces la con concentración del licor madre se

controla de manera que la cristalización ocurra sin disolver

ningún cristal y sin formación de nuevos núcleos (falso

grano). Para esto se requiere establecer suficiente área

superficial de cristales y regular la alimentación del tacho

para controlar la concentración del licor madre

tradicionalmente este proceso se ha efectuado empleando

tachos discontinuos, pero recientemente se han introducido

sistemas continuos. Sin embargo, la etapa inicial de

cristalización se realiza aún de manera discontinua. En

algunas ocasiones el proceso comienza partiendo de un magma o

pie de templa, es decir una mezcla de licor y cristales de un

cocimiento previo, evitando así el proceso de semillamiento.

15.1.9 Objetivos de la casa de cocimientos

El proceso de cristalización en una fábrica de azúcar crudo

debe cristalizar tanto azúcar como sea posible de la meladura

proveniente de los evaporadores. El azúcar tiene que ser

producido con la calidad requerida y el contenido de azúcar

en miel final debe ser tan bajo como sea posible, dado que

cualquier azúcar remanente en estas mieles es una pérdida

operacional. La cristalización se debe realizar en varias

etapas para lograr reducir aceptablemente el contenido de

sacarosa en miel final. Distintos es-quemas de cristalización

pueden ser utilizados para lograr estos objetivos.

Las operaciones necesitan también ser conducidas de manera

que se cumplan las metas de producción. Esto requiere

alcanzar ciertas metas de eficiencia de cristalización, de

manera que los equipos instalados no constituyan cuellos de

botella. Al mismo tiempo se debe tener cuidado para asegurar

que la cantidad de vapor utilizado en el proceso no resulte

excesiva. Generalmente una cristalización eficiente minimiza

el consumo de vapor.

La calidad del azúcar es afectada por la calidad de la

meladura a procesar, específicamente por su pureza, color y

turbiedad. El esquema de cristalización se debe seleccionar

para alcanzar la calidad requerida a partir de la meladura a

ser procesada. El esquema óptimo es aquel que permite

satisfacer la calidad deseada con una mínima capacidad de

equipos instalada.

Obtener una eficiencia de cristalización elevada implica la

producción de la máxima cantidad de cristales de azúcar en

cada etapa de cristalización. La importancia de este aspecto

se ilustrara en la Sección 15.2.6. Un agotamiento elevado en

cada etapa minimiza la cantidad de masa cocida a ser

procesada, lo cual a su vez minimiza el uso de vapor y la

capacidad requerida en tachos y centrifugas.

15.2 Esquemas de cocimientos de azúcar

La máxima recuperación de la sacarosa por cristalización no

puede lograrse en una sola etapa. Existe cierto límite del

contenido de cristales que se encuentra en el punto donde la

masa cocida no puede fluir fuera del tacho. La cristalización

se debe detener antes de alcanzar este punto y la masa cocida

debe centrifugarse para separar los cristales de la miel. Las

mieles producidas contienen aún azúcar cristalizable y el

proceso se repite, usualmente en una o dos etapas adicionales

para lograr un recobrado óptimo de sacarosa. La pureza de la

masa cocida decrece sucesivamente con cada etapa, a medida que

se remueve mayor cantidad de sacarosa. Varios esquemas de

cristalización pueden ser utilizados para satisfacer la

calidad de azúcar a ser producida de acuerdo con la pureza de

la meladura.

Los siguientes esquemas de cristalización son utilizados

comúnmente para la producción de azúcar crudo:

• Esquema de dos conocimientos,

• Esquema de ties conocimientos,

• Esquema de doble Einwurf,

• Esquema VHP (Very High Pol).

15.2.1 Descripción de los esquemas de cocimiento

Estos esquemas se ilustran en las Figuras 15.6 a 15.9.

Existen múltiples variaciones que pueden ser introducidas

dentro de cada esquema para satisfacer condiciones

particulares. Por ejemplo, la centrifugaci6n doble

(afinación) de azucares B y C puede ser requerida para

producir azúcar de bajo color y cenizas cuando la pureza de la

meladura es baja; mientras que la recirculación de retornos de

jarabe puede ser utilizada para reducir la pureza de la masa

cocida cuando las purezas de la meladura son muy elevadas.

La elección del esquema de cocimiento afecta la cantidad

total de masas cocidas y la demanda de energía para la

cristalización. Cada sistema ofrece diferentes ventajas y

desventajas, pudiendo ser comparados únicamente bajo un rango

de condiciones claramente definido. Una comparación de las

cantidades de masa cocida y la demanda de energía con tres

diferentes esquemas de cocimiento fue publicada por

Birkett(1978).

El número de etapas requerido para lograr el agotamiento de

la meladura hasta obtener la pureza de miel final depende en

primer lugar de la pureza de la meladura. Las etapas de

cristalización y sus productos luego de ser separados se

identifican usualmente con letras. La etapa de mayor pureza

se denomina etapa A, que produce miel A y azúcar A. Las otras

etapas se denominan B y C, pero en el caso de esquemas de dos

conocimientos la secuencia se altera y solo se producen

azucares A y C.

En la práctica, resulta poco posible adherirse rígidamente a

un esquema de cristalización durante toda una temporada de

zafra. Las estaciones de cristalización son diseñadas con

cierta flexibilidad para poder tolerar variaciones de la

calidad del suministro de meladura y del azúcar producido.

Esquemas de dos conocimientos. La principal ventaja de los

esquemas de cristalización de dos etapas de cocimiento

(Figura 15.6) en comparación con los esquemas de tres etapas

es la simplificación de la estación requerida al eliminarse

la etapa B. No obstante, este esquema no afecta

apreciablemente el volumen total de masa cocida a ser

procesada, y por tanto tampoco la capacidad requerida de los

equipos en la estación de conocimientos.

La miel A se utiliza como jarabe de alimentación para la

masa cocida C. La masa cocida C se centrifuga en máquinas

continuas y el azúcar C se hace magma con una pureza de

aproximadamente 85. El azúcar A se cristaliza a partir de

meladura utilizando al magma C como semilla. La masa A debe

ser agotada en su totalidad en los tachos y en los

cristalizadores por enfriamiento para obtener una caída de

pureza de al menos 20 puntos entre masa cocida y miel de

purga de primera.

No se debe permitir que la pureza de la masa A llegue a

exceder 80-82 si se quiere que la caída de pureza entre masa

A y miel final pueda alcanzarse con dos etapas de cocimiento.

En caso de contar con purezas de meladura elevadas, se hace

necesario recircular mieles A sobre la templa A; este esquema

es más apropiado para meladuras de baja pureza. La

cristalización a partir de masas A de pureza relativamente

baja produce azúcar de color relativamente elevado. Por esta

razón el esquema de dos conocimientos no debe ser empleado en

fábricas que cuentan con una refinería al final.

Perk (1973) también reporta que la recirculación continua de

no-sacarosas con la repetición del cocimiento de material

conduce a tener masas cocidas excesivamente "adherentes".

Esquema de tres cocimientos. El esquema más comúnmente

empleado es el de tres etapas de cristalización, donde se

obtienen azucares A y B para la venta. Este esquema se

representa en la Figura 15.7. El azúcar A se cristaliza a

partir de meladura utilizando como semilla un magma que

consiste de azúcar C en agua (o jugo clarificado) con pureza

alrededor de 85. Por lo tanto, la masa cocida A tiene una

pureza cercana a la de la meladura. La masa cocida A se

centrifuga para obtener un azúcar A con pol relativamente

alto (98-99 °Z) y miel A con una pureza alrededor de 20

unidades por debajo de la pureza de la meladura.

El azúcar B se cristaliza a partir de mieles A (pureza 60-70)

y meladura, utilizando como semilla el mismo magma de azúcar

C para iniciar la masa cocida B. La masa B se centrifuga

utilizando maquinas discontinuas, obteniendo azúcar B con pol

entre 97-98 °Z que se mezcla con el azúcar A para ser

despachados de la fabrica.

El pie de templa para la semilla C consiste de una mezcla

entre miel A y meladura con pureza alrededor de 70 o

sencillamente miel A con pureza entre 60 y 70. Los

cocimientos de masa C se alimentan con miel B. La masa cocida

C es centrifugada usan-do maquinas continuas para obtener

azúcar C y miel final. El azúcar C, con pureza alrededor de

85, es mezclada para formar el magma que se utiliza como

semilla para las etapas de cristalización A y B.

La pureza de la masa cocida B es mayor que la pureza de la

miel A debido en parte a la influencia del semillamiento con

magma C, pero también a la adición de meladura a la masa B

para reducir la viscosidad. La pureza debe mantenerse en el

rango de 70-75 para obtener azúcar B alrededor de 98 °Z, con

cristales relativamente grandes y una capacidad aceptable en

las centrifugas discontinuas. La alta pureza de las masas

cocidas B lleva a una pureza relativamente elevada de la

miel de purga de segunda, lo cual a su vez incrementa la

pureza de la masa cocida C y la pureza de las mieles

finales. Esta es la principal desventaja de este esquema.

Esquema doble Einwurf. Este se conoce en algunas ocasiones

como el esquema de "doble magma" o esquema CBA. El esquema

tiene tres etapas de cristalización y utiliza azúcar C como

semilla para el azúcar B de la masa cocida B, y al azúcar B

como semilla para el azúcar A de la masa cocida A. El azúcar

producido para la venta es de un solo grado (Figura 15.8).

La preparación del azúcar C es igual que en el sistema de

tres cocimientos y la masa C se centrifuga en máquinas

continuas. El azúcar C se mezcla con agua o jugo clarificado

para hacer magma que se utiliza como semilla para el azúcar

B.

El azúcar B se cristaliza alimentando mieles A y se

centrifuga en máquinas continuas. Con el azúcar B también se

hace un magma B. El azúcar A se cristaliza alimentando

meladura y usando como semilla magma B, para ser luego

centrifugada en máquinas discontinuas. Cualquier exceso sea

de azúcar B o C se disuelve y es retornado a la meladura

como material re disuelto o refundido.

Las ventajas del sistema son primero la producción de un

solo grado de azúcar de buena calidad, y segundo el uso de

máquinas centrifugas continuas para la masa cocida B. Las

ventajas dc este esquema han sido discutidas por Rodríguez

(1980). Este esquema es adecuado para los tachos continuos

que pueden ser alimentados directamente con magma, sin

previa preparación de semilla en tachos discontinuos. Este

esquema ha sido utilizado para este propósito en Reunión y

Sudáfrica.

La calidad del azúcar producido es mejor que la obtenida con

el esquema convencional de tres conocimientos pero el color

y el contenido de cenizas son mayores que con el esquema VHP

debido a la presencia del azúcar C usado para nucleación del

azúcar A. La principal desventaja es una mayor pureza de la

masa cocida B debido al uso de magma como semilla.

Adicionalmente el control del tamaño de cristal de los

azucares B y C' es crítico para evitar tener que disolver

excesos de azúcar. El volumen total de masa cocida a ser

cristalizada es mayor que con los otros esquemas pero en la

práctica se ha encontrado que no se requiere capacidad

adicional de equipos debido a la rápida cristalización de

las masas cocidas A.

Esquema VHP. Esta modificación del esquema de tres etapas de

conocimiento es ampliamente utilizada en Sudáfrica para la

producción de azúcar de Muy Alta Polarización (VHP), entre

99.3 y 99.5 V. (Figura 15.9). Este esquema fue utilizado en

Hawai para producir azúcar de bajo color que será procesado

en una refinería. Es también el esquema utilizado para

producir azúcar blanco directo o de plantación.

Todo el azúcar C es disuelto en agua o jugo clasificado y

retornado al tanque de meladura como refundido. El azúcar C

tiene pureza de 81-85 y se obtiene utilizando máquinas

centrifugas continuas.

El azúcar B se produce semillando una mezcla de mieles Ay B

(o meladura si es necesario) con pureza entre 60-70 y

alimentando al cocimiento con miel A. La masa cocida B se

centrifuga usando máquinas continuas para obtener un azúcar

de pureza alrededor de 90 a 92, con la cual se hace magma

que será utilizado como semilla para la etapa A de

cristalización. Cualquier exceso de azúcar B se disuelve y

retorna al tanque de meladura como refundido.

La masa cocida A se centrifuga utilizando máquinas

discontinuas y el azúcar A es el único que sale de la

fábrica como producto. Algunas fábricas que cuentan con

refinería han reemplazado a las centrifugas discontinuas con

máquinas continuas debido a que el azúcar es disuelto

inmediatamente para la refinación y el tamaño de grano no es

importante.

Las principales ventajas de este esquema de cristalización

son una buena calidad del azúcar A producido y una baja

pureza de la miel C, con lo cual se facilita obtener un buen

agotamiento de las mieles. Una variación del esquema VHP.

que involucra el uso de magma de azúcar C como semilla para

la masa cocida B y la disolución de todo el azúcar B para

reducir el color del azúcar A ha sido descrita por de

Robillard y van Hengel (1984).

15.2.2 Comparación de esquemas de cocimiento

En resumen el esquema de dos cocimientos es adecuado para

procesar meladuras de baja pureza (<82). El esquema de tres

etapas de cocimiento es el más común para la producción de

azúcar en el rango de 98 a 99 °Z y requiere la menor

capacidad de equipos pero necesita un cuidadoso control de

las purezas para lograr una pureza de la masa C

suficientemente baja que facilite el buen agotamiento de

mieles. El sistema doble Einwurf simplifica las operaciones

y permite producir azúcar de mejor calidad y lograr mejores

agotamientos de las mieles. El sistema VHP se usa cuando se

quiere producir azúcar de la mejor calidad; este requiere

una mayor capacidad de equipos, pero es fácil de operar

logrando azúcar de buena calidad y mieles de baja pureza. Se

requiere también más vapor, pero en términos generales para

lograr mejor calidad del azúcar es siempre necesaria mieles

re-fundición y se tiene mayor consumo de vapor.

15.2.3 Cálculos y balances de la estación de cocimientos

Para determinar la cantidad de masa cocida de los diferentes

grados y los requerimientos de vapor es esencial contar con

un balance de la estación de conocimientos. Algunos cálculos

básicos son utilizados para efectuar estos balances. Todos

estos cálculos asumen que no hay perdidas de sacarosa en el

proceso.

Formula SJM. Esta es útil para calcular el recobrado de

sacarosa. Sc parte de 1 kg de solidos disueltos en el

jugo/meladura de pureza P que resultan en aplicar de pureza

Ps y miel de pureza

Se asigna A' kg a los sólidos recuperados en el azúcar.por

lo tanto corresponde a los sólidos en las mieles y el

balance de sacarosa será:

(formula)

El recobrado de sólidos en azúcar expresado en % es:

(formula)

El recobrado de sacarosa RS en % es:

(formula)

Esta es la formula SJM. Una forma más familiar de la

ecuación representa las purezas con los subíndices donde es

fácil observar porque se denomina a esta relación como la

formula SJM:

(formula)

Para que esta relación sea precisa, es necesario utilizar

purezas reales. En la mayoría de casos en ausencia de

purezas reales se recurre a utilizar purezas aparentes.

Diagrama de Cobenze. Este método permite calcular cantidades

relativas de solidos disueltos en mezclas. Está basado en

los balances de masa presentados anteriormente,

específicamente en la relación para recobrado de sólidos

ecuación (15.25).

Frecuénteme se esquematiza como se presenta a continuación,

representando el hecho de que las relaciones entre sólidos

en azúcar, sólidos en mieles y sólidos en juego están dados

por la relación entre

Frecuentemente se utiliza para calcular las cantidades

relativas entre dos corrientes, como es el caso de semilla y

mieles, que son requeridas para lograr una pureza

predeterminada de la mezcla por ejemplo, las cantidades

relativas de una semilla de pureza 65 y mieles de pureza 50

que son requeridas para producir una masa cocida de pureza

55 pueden ser calculadas como se presenta a continuación.

Contenido de cristal en la masa cocida. El grado de

cristalización logrado en cada etapa de conocimiento se

expresa comúnmente en términos del contenido de cristal en

la masa cocida. Este se calcula de acuerdo con las

ecuaciones (15.22) y (15.23) que relacionan la pureza de las

mieles con la pureza de la masa cocida. Las implicaciones

del contenido de cristal y su relación con el agotamiento se

discutirán en la Sección 15.5.5.

Balances de masa de la estación de conocimientos. El

procedimiento para este cálculo ha sido descrito por van der

Pod el al. (1998:1063) y Birkett (1978). Una metodología

para el balance lambien se puede encontraren Bubnik el al.

(1995:336). La mayoría de procedimientos de cálculo requiere

especificar el contenido de solidos disueltos y la pureza de

meladura azucares A. B y C, y masas cocidas B y C además del

contenido de solidos disueltos en la masa cocida A.

Adicionalmente se deben especificar también las purezas de

las mieles, o alternativamente el agotamiento o contenido de

cristal de cada masa cocida. Estos cálculos asumen que no se

presentan perdidas de sacarosa químicas o físicas y que no

se pierden o forman componentes de no-sacarosas.

El punto de partida es el uso de la formula SJM para

calcular las cantidades de azúcar producida y de miel C.

Entonces, la cantidad de masa cocida C puede ser calculada.

Dependiendo del esquema utilizando los cálculos son

ligeramente distintos a partir de este punto. Las hojas de

cálculo son muy apropia-das para manejar este tipo de

operaciones.

Una comparación de las cantidades de masa cocida obtenidas

con los diferentes esquemas de conocimiento se presenta en

la labia 15.3. Para propósito de comparación es necesario

reducir a algunas suposiciones. Así se asume que en todos

los casos se produce azúcar codo de igual calidad con 99 “Z”

también se asume que las purezas de la masa cocida C, el

azúcar C y la miel C son las mismas en todos los casos. El

agotamiento alcanzado en los conocimientos A y B se define

por el contenido de cristal, que es relacionado con la

pureza de la masa cocida usando la siguiente relación:

(formula)

Esta se basa en la experiencia Sudafricana y considera el

hecho de que con mayor pureza de la masa cocida se hace

posible obtener mejores agotamientos. En el caso del esquema

de dos etapas de conocimiento la pureza de la masa cocida A

tiene que ser reducida para lograr la pureza de miel C

requerida; la pureza requerida se calcula utilizando esta

ecuación.

La cantidad producida de masa cocida C es igual en todos los

casos debido a las purezas especificadas. El sistema de tres

conocimientos produce la menor cantidad dc masa A + B.

seguido de cerca por el sistema de dos conocimientos. El

sistema VHP produce aproximadamente 20 % más que el sistema

convencional de tres etapas. El sistema doble Einwurf

presenta un incremento de 38 % en la cantidad de masa

cocida; sin embargo este valor es engañoso, pues tanto los

cocimientos de A como de B comienzan con un pie de templa

bastante desarrollado que representa una fracción

significativa (-25 %) de la tasa cocida producida.

Para propósitos de comparación algunos parámetros de la

Tabla 15.3 se han mantenido iguales. En la práctica, las

purezas de la tasa cocida C y el azúcar C serán normalmente

mayores con los esquemas de dos y tres etapas de cocimiento,

mientras que se menores para el caso del esquema VHP.

Adicionalmente, los casos VHP y Doble Einwurf producirían

seguramente azúcar de mayor pureza.

La cantidad de masas cocidas producidas es afectada

significativamente por la pureza de la meladura que alimenta

a la estación de cocimientos. La Fig. 15.10 ilustra el

efecto sobre la cantidad de tasa conocida con los diferentes

esquemas de cocimiento

15.2.4 Efecto de las diferencias entre pol-sacarosa y entre

Brix-solidos disueltos

Los resultados de los balances de masa son afectados por la

precisión de las mediciones. Los balances asumen el empleo

de datos reales de materia seca, solidos disueltos y

sacarosa. Estas cifras generalmente no están disponibles y

en su lugar se emplean RDS (Brix) y pol. Esto conduce a

diferencias apreciables, particularmente en los materiales

finales de menor pureza. En caso de utilizarse mediciones de

Brix con aguja, los resultados pueden resultar siendo

irrelevantes.

En caso de que solamente se disponga de datos de RDS y pol,

se puede efectuar una estimación de los sólidos reales y el

contenido de sacarosa con las siguientes ecuaciones:

(formula)

La ecuaci6n (15.29) fue propuesta por Love (2002a) y la

ecuación (15.30) se deriva de datos obtenidos por el

Instituto de Azúcar Audubon.

15.2.5 Efecto en el color del azúcar

Es posible incluir al color en el balance de los

cocimientos, siempre que se conozcan o puedan asumir los

factores de transferencia o partición de color para cada

etapa de cocimiento. Un ejemplo de estos cálculos es

presentado por Wright (1996). En términos generales, los

resultados muestran que el color del azúcar se puede reducir

mediante el incremento de refundición de azúcar, lo cual a

su vez requiere una mayor capacidad en la estación de tachos

e incrementa el consumo de vapor. Wright demostró que el

sistema VHP puede producir azúcar con un color 3.5 % por

debajo del sistema convencional de tres cocimientos para

azúcar de la misma pureza bajo condiciones Australianas. En

la práctica el sistema VHP permite obtener azúcar de mayor

pol y con una reducción significativa de color.

El color del azúcar es en gran parte función del color de la

meladura a partir de la cual se cristaliza, aunque el

proceso de cristalización realizado y las características de

circulación de los tachos tienen también un efecto

importante pero menos significativo. El color está

determinado por la cantidad de película de miel que queda

sobre los cristales (Sección 23.1.6). La intensidad del

lavado de azúcar en las centrifugas tiene un gran efecto

sobre esta película, que se puede remover mediante

afinación. El color de los cristales afinados usualmente se

encuentra en el rango de 0.025 a 0.05 veces el color del

licor madre, pero dependiendo de la masa cocida y las

purezas del azúcar, el color total del azúcar tiende a estar

entre 0.05 y 0.15 veces el color de la masa cocida. Se ha

dado a conocer que la transferencia de color a los cristales

de azúcar es mucho menor en fábricas que utilizan

sulfitación.

15.2.6 Efecto del agotamiento de la masa cocida y el

rendimiento de cristales

El agotamiento que se logra en los cocimientos de alta

pureza, particularmente el de masa A, tiene un efecto

sustancial sobre la cantidad total de masas cocidas. Es

importante obtener el máximo agotamiento, que se logra al

tener el máximo contenido posible de cristales en el primer

cocimiento. El efecto del contenido de cristales en la masa

cocida.

A sobre la cantidad de masa cocida A se ilustra en la Figura

15.1 I.

El efecto del agotamiento de la masa cocida B es mucho menor

que el efecto del agotamiento A. pero es aún importante. Un

elevado agotamiento no solo 1 leva a menores cantidades de

masa cocida y por consiguiente menores requerimientos de

capacidad en los lachos, sino que también conduce a menor

recirculación y por lo tanto menor degradación y perdidas de

sacarosa durante los conocimientos.

15.2.7 Factores que afectan la cantidad de masa cocida C

Existen únicamente tres factores que influencian la cantidad

de masa cocida C a ser procesada:

1. El más significativo es la pureza de la meladura

suministrada a la estación de evapo - cristalizadores:

la cantidad de masa cocida C es directamente

proporcional a la carga de impurezas es decir a (100-

P) Este efecto puede ser observado en la Figura 15.10.

2. El segundo factor más significativo es la pureza de

la misma masa cocida C; una menor pureza de la masa C

conduce a menor cantidad de la misma. Esto puede

observarse en la Figura 15.12 para las condiciones que

se asumen en la Tabla 15.3.

3. La cantidad de masa cocida C es afectada en menor

grado por la pureza del azúcar C que se recicla a los

conocimientos de alta pureza. Esto también puede ser

apreciado en la Figura 15.12.

La cantidad de masa cocida C no es influenciada por el

esquema de conocimientos empleado excepto por el hecho de

que los esquemas de tres conocimientos no siempre pueden

lograr una pureza de la masa cocida B suficientemente baja,

lo cual afecta el límite hasta el cual se puede reducir la

pureza de la masa cocida C. La cantidad de masa C puede ser

sin embargo afectada por la formación de no-sacarosas en la

casa de conocimientos, con lo cual se incrementa la carga

efectiva de impurezas.

15.2.8 Capacidad y requerimientos de vapor

La capacidad nominal de diseño requerida en los evapo -

cristalizadores se puede calcular a partir de las calidades

de masa cocida esperadas y la duración de los cocimientos.

Es importante tener en cuenta posibles variaciones en la

pureza de la meladura durante la zafra, dado que esto puede

tener un efecto sustancial sobre las cantidades de masa

cocida como lo presenta la Figura 15.10.

Una vez que las cantidades y los contenidos de solidos

disueltos de las masas cocidas y de la relación

meladura/mieles alimentadas se hayan establecido el cálculo

tie la cantidad teórica de vapor requerida es relativamente

sencillo. En la práctica un factor de tachos entre 1.15 y

1.3 se aplica a la evaporaci6n calculada para tener en

cuenta pérdidas de vapor y de calor, adiciones de vapor a

tanques de acondiciona-miento de mieles soplado de los

tachos y conductos, y la adición de vapor en las

centrifugas. Un valor de 1.3 aplicado a la cantidad de vapor

brinda una estimación conservadora. Para los conocimientos

de alta pureza se pueden utilizar menores valores.

Los requerimientos de vapor para los cuatro diferentes

esquemas de cocimiento que se presentan .MI la Tabla 15.3 se

han calculado utilizando un factor de tachos de 1.25 para

todos los cocimientos y los resultados se presentan en la

labia 15.4.

Dado que la cantidad de vapor requerido es esencialmente

proporcional a la cantidad de masa cocida a procesar todos

los factores discutidos anteriormente que afecta la cantidad

de masa cocida afectan también a la demanda de vapor. Los

requerimientos de vapor pueden ser reducidos limitando la

cantidad de agua utilizada en la casa de conocimientos para

el movimiento en tachos en las centrifugas y en la dilución

de mieles.

15.3 Evapo-cristalizadores discontinuos

15.3.1 Tipos de evapo-cristalizadores

A través del tiempo se han empleado muchos I pos de evapo-

cristalizadores discontinuos, partiendo del diseño original

introducido por Howard en 1813. Estos han evolucionado con

el tiempo gracias a una combinación de experiencia sentido

común y ciencia hasta llegar a una geometría básica

relativamente estándar, con forma cilíndrica vertical, que

utiliza calandrias de tubos verticales, donde vapor o escape

se condensa sobre la superficie externa de los tubo Varias

geometrías y tipos de evapo - cristalización utilizados en

el pasado han sido descritos por Tromp (1936) y Hugot

(1986)Los tachos que se utilizan en la actualidad son

caracterizados de acuerdo a su forma; las variaciones

encontradas generalmente en las fábricas de azúcar de caña

se encuentran cubiertas en los esquemas presentados en la

Figura 15.1 3.

La característica más distintiva de los evapo -

cristalizadores es la calandria. El diseño más común

incorpora una calandria con placas de tubos horizontales.

Normalmente se utiliza un único conducto de descenso o "tubo

central rodeado por tubos verticales lo que constituye un

diseño efectivo de construcción simple y baja demanda de

manteniendo el diámetro del conducto de descenso es de 30 a

50 % del diámetro de la calandria, usualmente alrededor de

40 % en tachos de circulación natural, mientras que tubos de

descenso más pequeños pueden ser utilizados en tachos con

circulación forzada.

Algunos diseños antiguos de evapo-cristalizadores utilizan

placas de calandria inclinadas con pendientes entre 10° y

25º respecto a la horizontal. Esto implica mayores costos de

construcción. La placa de tubos superior es horizontal en

algunos casos.

Los tachos tie calandria flotante cuentan con el conducto de

descenso localizado sobre la región anular externa. A pesar

tie que estos se desarrollaron con la intención de mejorar

las características de circulación, mediciones basadas en el

uso de radioisótopos trazadores demostraron que el tubo de

descenso central convencional se desempeña mejor {Wright

1966).

Se ha venido presentado una tendencia de diseño de tachos

con baja cabeza de masa cocida para mejorar la circulación.

Los tachos de baja cabeza son particularmente valiosos para

el conocimiento de las masas cocidas más viscosas tie baja

pureza.

Algunos diseñadores han adoptado un ensanchamiento cónico

del cuerpo del tacho por encima de la calandria buscando

incrementar la capacidad del equipo sin aumentar la altura

de la templa. Además de brindar una baja relación entre el

volumen del pie de templa y el volumen final. Sin embargo.

estos tachos cónicos fueron desacreditados debido a

presentar efectos negativos sobre la circulación (van der

Poel et at. 1998:783-784). Esto ha sido confirmado mediante

modelamiento computacional (Rein et al. 2004). Tippens

(1972) demostró que los tachos de pared plana se desempeñan

mejor que los tachos conucos mientras que es aún posible

lograr una relación aceptable entre volumen final por debajo

de 0.33.

La forma del fondo del lacho debe promover una distribución

uniforme de la masa cocida por debajo tie la calandria sin

restringir la circulación o generar áreas de estancamiento,

además de permitir la descarga de la templa en un tiempo

aceptable. El diseño con fondo en forma de "W" se ha hecho

muy popular particularmente para los tachos más grandes.

Este fondo permite mantener un bajo volumen del pie de

templa mientras que es posible lograr una buena circulación

y tiempos de conocimiento razonables.

15.3.2 Circulación en evapo-cristalizadores

La velocidad con la cual la masa cocida circula dentro de

los evapo-crislalizadores es de vital importancia dado que

la mayoría de tachos dependen de un mecanismo de

circulación natural, la circulación y la transferencia de

calor se encuentran Fuertemente ligadas. La diferencia de

densidad entre el vapor y la masa cocida suministra la

fuerza motriz para el movimiento de la masa cocida. Una

generación intensa de vapor incrementa la fuerza motriz y

el balance entre la fuerza de flotación y la resistencia

por Fricción determinan la circulación en el lacho. Una baja

resistencia al flujo tie masa cocida conduce a mayores

velocidades de circulación y buenas tasas de transferencia

de calor, lo cual promueve la circulación. Por lo tanto la

transferencia de calor se encuentra fuertemente

interrelacionada con la velocidad del flujo o circulación.

Una buena circulación de la masa cocida ayuda a obtener

condiciones uniformes dentro del tacho, requerimiento que es

vital para lograr buenas condiciones de cristalización. El

lograr satisfacer los tres objetivos es decir buena

circulación elevadas tasas de transferencia de calor y

condiciones uniformes de la masa cocida, es posible a naves

de un buen diseño y la selección apropiada de la geometría

del lacho. Como en cualquier diseño, es necesario cierto

compromiso para lograr obtener un desempeño satisfactorio

sin costos excesivos de los equipos. En términos generales.

La circulación es favorecida por los diseños de tachos que

incorporan tubos cortos y tie diámetro grande con baja

altura de masa sobre la calandria y un conducto de descenso

tie diámetro grande.

Valores recomendables para las variables de diseño se

discuten en la siguiente sección. Algunos aspectos básicos

que afectan la circulación y necesitan consideración son:

Los espacios para flujo de masa cocida deben estar

limpios y libres de obstrucciones. Los arreglos tipo

persiana escalonada así como otros accesorios de hierro

instalados dentro del tacho o cualquier pieza metálica

innecesaria en contacto con la masa cocida deben ser

removidos.

Los gases incondensables deben ser ventilados en el

diámetro externo de la calandria nunca a través de la

masa cocida.

Similarmente, las descargas dc condensado deben ser

posicionadas sobre la periferia del lacho. y no

partiendo de la placa inferior de tubos y atravesando

la masa cocida.

El sistema tie alimentación de meladura o miel debe

también constituir una obstrucción mínima para la

circulaci6n de la masa cocida. La alimentación debe

introducirse a través de la periferia del tacho por

debajo de la calandria o a través de tuberías o

conductos de tamaño mínimo sobre el fondo del tacho.

Si la alimentación es acondicionada y se encuentra a

mayor temperatura que la masa cocida hirviente la

alimentación debería descargarse por debajo de la

calandria de manera que la generación de vapor

instantánea (Hash) ayude a la circulación.

El ensanchamiento cónico del tacho por encima de la

calandria tiene un efecto negativo sobre la

circulación. Los antiguos tachos de diseño cónico

pueden ser convenidos a tachos de pared cilíndrica

plana mediante el incremento del diámetro de la

calandria. En un caso de estos el volumen del tacho se

incrementó en 25 % y la superficie de transferencia en

52 %. conduciendo a un incremento significativo del

desempeño del tacho {Bergeron y Carline 2004).

La circulación puede ser asistida mediante la

instalación de un agitador o impulsor en el tubo de

descenso o mediante el uso de un anillo burbujeador de

vapor (jigger) para promover la circulación (Sección

15.3.6).

15.3.3 Diseño de evapo-cristalizadores discontinuos

La calandria es esencialmente un calentador de carcasa y

tubos. El área de transferencia de calor expresada por

unidad de volumen de masa cocida normalmente esta entre 5 y

6 m2/m3. Este parámetro puede ser tan bajo como 4.5 para

tachos de baja pureza pero para los tachos de alta pureza

donde las tasas de evaporación son mayores, se puede

incrementar hasta 9 m2/m3. A pesar de que varias

alternativas de diseño de calandria son ilustradas en la

Figure 15.13 solamente la calandria de placas horizontales y

con tubo de descenso central será discutida aquí, dado que

es considerada la línea alternativa viable. Algunos de los

diseños más recientes son presentados en la Figure 15.14

(ver próxima página).

Tubos. (generalmente los tubos son de 100 mm de diámetro y

se instalan con un arreglo de paso triangular 120 mm.

Algunos diseños han utilizado menores pasos alrededor de 115

mm, en un intento por incremental la densidad de área de

intercambio. El diámetro de los tubos puede ser más grande

para los conocimientos de baja pureza y más pequeño para los

conocimientos de las masas cocidas de alta pureza: sin

embargo, incluso para los tachos de refinería se considera

que tubos con diámetros < 100 mm afectan la circulación

adversamente (Tippens 1972). Los tubos por encima de este

tamaño presentan menor resistencia y favorecen la

circulación pero la menor relación entre área/volumen es

desfavorable y el volumen del pie de templa se incrementa

consecuentemente (Rouillard 1985). Tubos con longitudes

entre 900 y 1500 mm han sido utilizados en el pasado pero

actualmente los tachos se diseñan con tubos de longitud

entre 600 y 1200 mm. Los tubos más cortos se seleccionan

para los tachos de baja pureza mientras que tubos más largos

son elegidos para los tachos de alta pureza o cuando se

cuenta con un impulsor de alimentación forzada. Los tubos

cortos brindan mejores coeficientes de transferencia de

calor y probablemente no existe justificación para usar

tubos cuya longitud exceda 900 mm. Los tubos son casi

universalmente de acero inoxidable. Típicamente de calibre

16 y grado 304 o 430.

Un diseño diferente de calandria y tubos es ofrecido por

Buckau-Woir (BWS). Los extremos de los tubos se fabrican con

diseño de sección en forma de panal de abejas y se sueldan

junios formando la placa de tubos. Este arreglo permite

posicionar a los tubos más cercanos entre sí que en las

calandrias convencionales.

Placas de tubos. Las placas de tubos normalmente tienen un

espesor de 25 mm y los tubos son expandidos sobre las placas

de tubos de manera que puedan ser reemplazados cuando sea

necesario. Las placas de tubos pueden ser más delgadas

cuando los tubos se sueldan a las placas de tubos. Esto es

posible con tubos de acero inoxidable que rara vez requieren

ser reemplazados. Esto hace posible un diseño con bajas

perdidas por fricción a la entrada y la salida del tubo.

Diámetro del tubo central de descenso. El diámetro del tubo

central de descenso generalmente no es menor que 0.4 veces

el diámetro del tacho, excepto en casos donde se cuenta con

impulsores de circulación forzada. Menores diámetros han

demostrado restringir la circulación {Tippens 1972). La

relación entre el área total de la sección transversal de

los tubos y el área del tubo de descenso se denomina

relación de circulación. Realmente este parámetro debe estar

par debajo de 2.5 para obtener un tacho con buena

circulación aunque muchos tachos que tienen valores hasta de

2.8 han brindado resultados razonables

Altura de la masa cocida.

La altura optima de la masa cocida o templa (nivel de la

masa al momento de descarga) depende de la tarea del tacho.

A medida que la altura de la cabeza de masa cocida

incrementa por encima de la placa de tubos superior la

presión hidrostática de la masa cocida hirviendo se

incrementa elevando la temperatura de ebullición.

Como resultado la diferencia de temperatura disponible entre

el vapor en la calandria y la masa cocida se hace más

pequeña, llevando a una reducción en la tasa de evaporación

y la circulación de masa cocida. Esta situación es

particularmente crítica al final del ciclo de conocimiento

cuando el máximo nivel del tacho coincide con la máxima

densidad y viscosidad de la masa cocida siendo todos

factores que reducen la circulación.

Tippens (1972) señalo que la máxima evaporación en un tacho

de refinería provisto con impulsor de circulación forzada se

encuentra cuando la altura de la masa cocida por encima de

la calandria es 1.4 m. Tomando en cuenta la caída de

evaporación por encima de este punto, se calculó que la

máxima tasa de producción se obtiene cuando la altura de la

masa esta entre 1.5 y 2 in por encima de la calandria, y que

es afectada ligeramente en este rango. Pruebas realizadas

por Austmeyer (1986) en tachos de azúcar de remolacha con

impulsores sugieren que el máximo coeficiente de

transferencia de calor se logra cuando el nivel de la masa

cocida esta 0.8 in por encima de la placa de tubos superior,

luego de lo cual se reduce progresivamente a medida que el

nivel de masa cocida aumenta. Sin embargo, se demostró que

para cocimientos de azúcar blanco, el máximo coeficiente de

transferencia se alcanza con un nivel entre 0.15 y 0.65 m

por encima de la placa de tubos.

Usualmente el nivel del tacho para máxima transferencia de

calor es menor con la masa cocidas de baja pureza. En tachos

discontinuas la altura de masa se puede encontrar entre 1.2

y 2.0 m. Perk (1973) considera que la altura optima máxima

de la masa cocida por encima de la calandria es 1.35 m. La

altura optima es menor para las masas cocidas más viscosas

de baja pureza y mayor para tachos de alta pureza y

refinería. Una altura de la masa alrededor de 1.2-1.6 m

usualmente brinda el mejor balance entre calidad, desempeño

y capacidad.

Volumen del pie de templa. El volumen de pie de templa es el

volumen del tacho por debajo del nivel de la placa de tubos

superior, que es el mínimo volumen con el cual el tacho

puede operar. Este representa el volumen al inicio del ciclo

dc cocimiento en los tachos discontinuos, el cual se elabora

a partir de un pie de templa que se carga al tacho o de

grano obtenido previamente por semillamiento en el mismo

tacho.

Dado que el crecimiento de cristales requerido desde el

momento del semillamiento hasta la masa cocida final es

significativo, una proporción grande de semilla en la masa

cocida implica un mayor número de ciclos de cocimiento para

alcanzar el tamaño de grano requerido. El volumen del pie de

templa debe mantenerse al mínimo y no debe exceder más de

40% del volumen total de la templa del tacho.

Altura de separación. Es importante suministrar suficiente

altura de separación por encima del nivel de la masa cocida,

de manera que la salpicadura de masa no produzca arrastres y

perdidas de azúcar. Diferentes valores de altura requerida

han sido utilizados entre 2.4 y 3.6 m (Tippens 1972). Sin

embargo, el mayor problema es frecuentemente la explosión de

espuma que ocurre cuando se descarga nuevo material en el

tacho. Esto determina la altura de separación requerida,

implicando típicamente un espacio entre 2.0 y 2.4 m de

altura entre el nivel de la masa cocida y el separador de

arrastres.

Sistema de alimentación de tachos. El sistema de

alimentación de tachos debe ser diseñado para mezclar la

alimentación con el volumen de masa cocida tan rápido como

sea posible. Un mezclado bueno y rápido de la alimentación

con la masa cocida es importante para evitar la existencia

prolongada de áreas bajo condiciones de su saturación, lo

cual puede conducir a una disolución parcial de cristales.

Cuando se cuenta con impulsores de circulación forzada la

alimentación debe realizarse en el tubo central de descenso.

De otro modo deberá dirigirse uniformemente por debajo de la

calandria, particularmente cuando la alimentación es

caliente y se evapora instantáneamente al ingresar (flash),

lo que promueve la circulación. Dos arreglos de alimentación

que han sido utilizados exitosamente y no cau-san bloqueo se

presentan en la Figura 15.15.

Vapor calefactor. El vapor vegetal o escape debe tener una

presión suficientemente elevada para alcanzar la diferencia

de temperatura requerida en el proceso de transferencia de

calor. Generalmente en los tachos se requiere un At entre el

vapor calefactor y la masa cocida de 35 °C para tachos con

circulación forzada y de 45 a 50 °C para los tachos de

circulación natural (Ziegler 1978). Dado que la temperatura

de la masa cocida se encuentra en promedio alrededor de 65

°C, esto implica que cl vapor en la calandria deberá tener

una temperatura de al menos I 10 °C (144 kPa) para tachos de

circulación natural y 100 °C (102 kPa) para los tachos con

circulación forzada.

Distribución del vapor. El sistema de alimentación de vapor

debe diseñarse para asegurar una distribución uniforme a

todas las partes de la calandria. Adicionalmente se requiere

tener una purga positiva de incondensables hasta los puntos

de descarga localizados apropiadamente. Los mismos

requerimientos para cuerpos evaporadores (Sección 12.7.1)

aplican lambien para las calandrias de los tachos.

Geometría del fondo del tacho. La forma de la sección al

fondo del tacho debe ser tal que permite mantener el volumen

del pie de templa al mínimo. La sección vertical localizada

a los lados por debajo de la placa inferior de tubos no debe

exceder 150 mm (Lippens 1972). La sección del fondo

normalmente incluye una inclinación entre 14° y 24" para

permitir una descarga fácil del tacho. Con el objeto de

mantener un bajo volumen de pie de templa mientras que sea

aún posible obtener una buena circulación bajo la calandria,

se recomienda una pendiente alrededor de 18°. El uso de un

fondo de sección con forma "W" es útil en este sentido

particularmente en los tachos de diámetro más grande.

Válvula de descarga de tachos. En los tachos con fondo

cónico la válvula de descarga se localiza sobre el centre.

En el pasado era común el uso de válvulas operadas

hidráulicamente. Más recientemente se ha encontrado que las

válvulas de mari-posa con paredes protegidas por

recubrimientos de caucho son más económicas y fáciles de

mantener, las cuales se han comercializado exitosamente y

re-quieren únicamente el suministro de aire a presión en

lugar de un sistema hidráulico para su activación.

Típicamente para un tacho de 85 m3 se requiere de una

válvula de 760 mm en cl caso de masa cocida C y de 600 mm

para masa cocida A. El recubrimiento de caucho que protege

al cuerpo de acero debe ser capaz de resistir las

condiciones de vacío del tacho sin desprenderse del cuerpo

metálico. Para los tachos con fondo en forma de "W" se

pueden utilizar dos válvulas pequeñas opuestas

diametralmente.

Evacuación de condensado y gases incondensables. Deben

efectuarse arreglos adecuados para la remoción del

condensado y de los gases incondensables. Es importante dar

atención adecuada a estos detalles dado que pueden ser causa

de pobre desempeño cuando no son diseñados adecuadamente.

Las mismas consideraciones discutidas para los cuerpos

evaporadores (Sección 12.7.4) lambien aplican en este caso.

Generalmente el condensado se remueve desde la parte más

baja de la carcasa de la calandria a través de más de una

línea de drenaje. Es recomendable dimensional estas

descargas en forma amplia dado que la acumulación de

condensado en la calandria reduce la transferencia de calor

y puede resultar en golpes de ariete y daño de los tubos. El

diseño de los drenajes para condensado se basa en una

velocidad dc salida del líquido por debajo de 0.45 m/s a la

máxima lasa de evaporación.

Los gases incondensables necesitan ser purgados desfogando o

venteando cierta cantidad de vapor y generalmente se

remueven desde el punto más apartado de la entrada de vapor.

Esto seguirá un purgado positivo de incondensables. La mejor

configuración incorpora un flujo de vapor radial desde un

cinturón distribuidor de vapor localizado alrededor de la

calandria que es dirigido hacia el tubo central. Dado que el

vapor viaja en dirección radial hacia el centro, el arreglo

de descarga de los incondensables puede consistir de dos

anillos localizados alrededor del tubo central de descenso

uno en la parte superior y uno al fondo de la calandria, tal

como se presenta para los evaporadores en la Figure 12.14 G.

Debe tenerse cuidado con el tamaño y la cantidad de agujeros

en los anillos de incondensables buscando garantizar un

adecuado y uniforme desfogue de los gases. Las dos

corrientes de incondensables deben ser desfogadas

independientemente. La cantidad total del desfogue debe

estar alrededor de 1 % del flujo de vapor a la calandria.

En casos donde la economía de vapor es importante es posible

utilizar válvulas termo estáticas para el desfogue de los

incondensables minimizando la perdida de vapor a la

atmosfera.

Calculo del volumen en evapo-cristalizado-res discontinuos.

El volumen dc masa cocida dentro de un tacho discontinuo es

determinado principalmente por el diámetro del tacho y la

altura de la masa cocida. Los siguientes cálculos se basan

en las dimensiones presentadas en la Figure 15.16, asumiendo

que el tacho tiene N tubos de diámetro interno d.

Volumen del pie de templa. Se asume como el volumen

comprendido por debajo de la placa superior de tubos de la

calandria. El volumen ocupado por los gases calefactores en

el lado vapor de la calandria debe ser substraído antes de

obtener el volumen del pie de templa. Para un fondo con

sección cónica, el volumen de pie de templa V está dado por:

(formula)

En caso de que el fondo del tacho no sea cónico sino de

sección toriesférica (elipsoidal) el primer término de la

ecuación (15.31) se reemplaza por 0.1

Para los fondos con sección en forma de W generalmente es

necesario consultar los pianos antes de poder calcular el

volumen. Para una rápida estimación, asumiendo que las

pendientes al fondo son iguales, el volumen del pie de

templa V puede ser calculado como:

(formula)

Volumen total de templa. El volumen por encima de la placa

de tubos debe ser adicionado al volumen del pie de templa

para obtener el volumen total de masa cocida de la templa

Vm.

Para un tacho con paredes rectas:

(formula)

Para un tacho con ensanchamiento cónico:

(formula)

15.3.4 Capacidad de los cristalizadores evaporativos

El punto de referencia para determinar la capacidad

requerida de tachos es un balance de masa que defina la

cantidad de masa de cada tipo a ser procesada. Esto

dependerá del esquema de conocimientos empleado y el

agotamiento esperado en cada etapa de cocimiento. Luego se

requiere una estimación de los tiempos de cocimiento para

cada tipo de masa cocida.

Dividiendo el flujo de masa cocida a procesar por el tiempo

de cocimiento se obtiene la capacidad requerida, en 1 0 m

para cada etapa de cocimiento.

Sin embargo, es necesario contar con cierta capacidad extra

para compensar por pérdidas de tiempo en los tachos. Incluso

en las casas de cocimiento mejor diseñadas, el tiempo

perdido es inevitable debido a cambios en las cantidades

relativas de los distintos grados de masa cocida,

transferencias de masa cocida, retrasos y paros debidos a

restricciones de producción misceláneas. Se puede esperar

que el tiempo efectivo de utilización de los equipos de

cocimiento esee alrededor de 80 % pero puede variar

considerablemente alrededor de este valor.

Por lo tanto, para definir con precisión los requerimientos

dc capacidad dc la estación de evapo - cristalizadores es

necesario contar con cierta experiencia en operación de

tachos. En Sudáfrica durante muchos años se ha utilizado

exitosamente un índice dc tiempo de tachos (Archibald y

Smith 1975) para estimar los requerimientos de tachos en

sistemas de tres cocimientos VHP. Este se define simplemente

como la capacidad del lacho en m3 para cierto tipo de masa

cocida dividido por el correspondiente flujo de masa cocida

en mVh. Algunos valores del índice de tiempo de tachos que

han sido utilizados son:

Masa cocida A: 4.5 h

Masa cocida B: 6.0 h

Masa cocida C: 9.0 h

Para los sistemas convencionales de tres etapas de

cocimientos, que no requieren crecimiento dc grano adicional

de la templa B. y donde las purezas son usualmente

ligeramente más elevadas que en Sudáfrica, los siguientes

índices de tiempo de tachos son más apropiados:

Masa cocida A: 3.75 li

Masa cocida B: 4.5 h

Masa cocida C: 9.0 h

Los índices de tachos usualmente se basan en lasas promedio

del flujo de masa cocida. I.as cantidades relativas de los

diferentes tipos de masa cocida pueden variar

substancialmente durante la zafra.

Esta variación puede ser normalmente tolerada

redistribuyendo las asignaciones de los tachos; por lo tanto

es recomendable diseñar la estación de cocimientos brindando

cierta flexibilidad de manera que parte de los tachos puedan

ser utilizados para más de un tipo de cocimiento.

15.3.5 Tasas de evaporación

Partiendo de mediciones experimentales. Rouillard (1985)

identificó que la tasa de evaporaci6n se incrementa a medida

que aumentan la presión del vapor calefactor el vacío y la

pureza de la masa cocida. Por el contrario, tubos de mayor

longitud, mayores alturas dc masa cocida dentro del lacho y

mayores concentraciones reducen la lasa dc evaporación. La

lasa de evaporación varía significativamente durante cada

ciclo de cocimiento. Inicialmente cuando el nivel de masa

cocida es bajo la evaporación es intensa. A medida que el

contenido de solidos disuelto aumenta, junto con la

viscosidad y el nivel de la masa, la tasa de evaporación se

reduce progresivamente y alcanza un valor mínimo al final de

cada ciclo (Tabla 15.5). Los máximos valores pueden

sobrepasar a las cifras presentadas en esta tabla hasta en

50 %.

Estos valores se basan en el uso de vapor I en la calandria,

con una presión alrededor de 160 kPa. La Figura 15.17

presenta una relación aproximada entre la tasa de

evaporación promedio y la presión en la calandria, derivada

de dalos recolectados en numerosas refinerías. Las tasas de

evaporación son en promedio más bajas en los tachos de

aplicar crudo.

15.3.6 Circulación forzada mediante impulsores o asistida

con inyección de vapor

Impulsores. Los impulsores o agitadores para tachos, cuando

se diseñan adecuadamente, pueden mejorar significativamente

el desempeño de los evapo-cristalizadores. La circulación

forzada mejora la transferencia de calor y reduce la

duración de cada ciclo de cocimiento, contribuyendo por lo

tanto a mejorar la capacidad. También se ha demostrado que

los impulsores ayudan a mejorar la calidad del azúcar de

alta pureza (Rein 1988), esto como consecuencia de que una

mejor circulación lleva a tener condiciones de

cristalización más homogéneas dentro del tacho. Sin embargo,

un impulsor nunca puede compensar totalmente el hecho de

tener un tacho mal diseñado.

La primera etapa de los ciclos de cocimiento se caracteriza

por una elevada tasa de evaporación. Dado que la evaporación

es intensa, los impulsores no tienen mucho efecto durante

este periodo; el efecto de la circulación mecánica es

pequeño en comparación con la circulación producida por las

burbujas de vapor. A medida que la altura de la masa cocida

se incrementa, la presión hidrostática de la masa sobre los

tubos de la calandria es mayor, incrementando la temperatura

en los tubos y llevando así a una reducción en la diferencia

de temperatura entre masa cocida y vapor calefactor. Durante

las últimas etapas del ciclo de cocimiento la tasa de

evaporación es mínima, resultando en una baja generación de

burbujas. El efecto de la circulación forzada se torna

importante en este periodo, y esto se refleja en mayores

coeficientes de transferencia de calor en comparación con

los tachos de circulación natural (Austmeyer 1986).

En general no existe un acuerdo con respecto a la

efectividad económica de los impulsores mecánicos. Su

instalación brinda todas las ventajas asociadas con una

buena circulación que han sido mencionadas previamente y

promueve la circulación al final de la templa. En contraste,

elevados costos de capital, entradas de aire y un elevado

consumo de potencia, particularmente al final de la templa,

están en contra del uso de impulsores mecánicos. Los

beneficios en términos de calidad de azúcar usualmente

justifican la instalación de impulsores en los cocimientos

de refinerías. Sin embargo, en el caso de tachos para

cocimientos de alta calidad en azúcar crudo, que cuentan con

un diseño adecuado, el uso de impulsores es frecuentemente

injustificado.

Los impulsores mecánicos permiten lograr una transferencia

de calor aceptable con menores diferencias de temperatura.

El uso de vapores de menor presión se hace entonces posible,

permitiendo reducir la demanda de vapor de la fábrica de

azúcar.

Los impulsores hacen posible el uso de tubos de descenso de

menor diámetro, permitiendo así la instalación de mayor área

de transferencia de calor en un tacho de cierto diámetro. El

impulsor se instala dentro del mismo tubo de descenso cuando

se trata de un impulsor de flujo axial (impulsor de alabes

sesgados o tipo marino), o de otro modo se ubica justo por

debajo del tubo de descenso en el caso de impulsores de

flujo radial. Experiencias con impulsores Kaplan (flujo

mixto) y de tipo axial-helicoidal han sido descritas por

Purdham y Cox (1990). Diagramas de estos dos tipos de

impulsor se presentan en la Figura 15.18.

La potencia instalada debe estar en un rango de 1.0 a 1.7

kW/m3. Tippens (1972) declare que impulsores con potencia

instalada 1.6 kW/m3 han brindado buenos resultados. La

potencia P en W consumida por un impulsor de diámetro d que

rota a n s está dada por la relación:

(formula)

Ne es el número de Newton, que es un número adimensional que

depende del tipo de impulsor y su número de Reynolds, con un

valor cercano a la unidad para condiciones turbulentas, como

es el caso de los cocimientos de alta pureza. El valor de Ne

alcanza mayores valores cuando el número de Reynolds es

menor (Austmeyer 1986). Para este caso el número de Reynolds

está dado por:

(fomrmula)

Para esta fórmula se utiliza la viscosidad efectiva , que

está basada en la tasa media de deformación cortante, la

cual se sugiere esta alrededor de 11 • /;, donde n es la

frecuencia del impulsor (Wilkens et al. 2003). Para valores

de Re < 100, Ne = c/Re, en cuyo caso:

(formula)

c es una constante dependiente del tipo de impulsor

utilizado y que tiene valores alrededor de 100. Esto aplica

usualmente para los cocimientos de baja pureza. Rackemann et

al. (2006) dieron a conocer valores de esta constante que

varían entre 60 y 140, confirmando la relación anterior.

La forma de la ecuación (15.35) es similar a la esperada

para las bombas centrifugas, aunque la dependencia sobre el

diámetro del impulsor es algo mayor en esta ecuación. En la

práctica la potencia máxima se utiliza únicamente al final

del ciclo de cocimiento al concentrar cerca del contenido de

sólidos final de la masa cocida; por esta razón en algunos

casos se emplean motores de dos velocidades.

La velocidad de punta se debe mantener por debajo de cierto

límite máximo designado, o de lo contrario se presenta

formación de falso grano. Van der Poel et al. (1998:786)

recomendaron una velocidad máxima de punta de 5.8 m/s, y

Kuijvenhoven (1983) una velocidad máxima de 10 m/s. En la

práctica se ha encontrado que velocidades de punta por

debajo de 7 m/s brindan buenos resultados.

Cada impulsor debe ser diseñado individualmente para el

tacho en particular y su tipo de cocimiento. No existe un

diseño universal de impulsor utilizable para toda

aplicación. Casi nunca es posible transferir un impulsor de

un tacho a otro sin que sea necesario rediseñar el sistema,

cuando se quieren obtener resultados óptimos.

Inyección de vapor. La instalación de un tubo burbujeador

debajo de la calandria para inyectar vapor de baja presión

es otra alternativa para ayudar a la circulación en evapo-

cristalizadores, mediante reducción de la densidad efectiva

de la masa cocida en la calandria, promoviendo pruebas de

flotación y mejorando la circulación, particularmente

cuando la cabeza hidrostática es más elevada al final del

ciclo de cocimiento.

La simplicidad, bajo costo, y ausencia de partes móviles

hacen que esta alternativa sea particularmente fácil de

poner en práctica. Frecuentemente se aplica para tachos de

conocimientos de baja pureza, mientras que son innecesarios

en el caso de tachos de alta pureza bien diseñados.

Se debe anotar que el vapor inyectado no se condensa, si no

que pasa a través de la masa cocida sin causar ningún

sobrecalentamiento o disolución de los cristales. Una

ventaja de los burbujeadores de vapor es que pueden ser

detenidos en cualquier momento, lo cual no es posible con

los impulsores mecánicos, y además pueden ser ajustados para

lograr el grado de circulación deseado. Estudios CFD han

indicado que la lasa dc circulación puede ser incrementada

sustancialmente (Rein el al. 2004). Por lo tanto el efecto

do la inyección de vapor, conocida frecuentemente como

"steam jigger", es permitir una mayor altura de templa o de

la masa cocida, y adicionalmente reducir la duración del

ciclo tie cocimiento.

El dimensionamiento de sistemas promotores de circulación

por inyección de vapor debe basarse en una máxima lasa de 25

kg/h por m' de volumen de masa cocida del tacho. La

dimensión del tubo burbujeador y el número de agujeros se

determinan a partir del flujo de vapor requerido. El

diámetro del tubo debe ser tal que la caída de presión a

través del mismo sea inferior al 10 % de la caída de presión

a través de cada agujero. Este es el mismo criterio

requerido para el diseño de los anillos de alimentación de

evaporadores y las ecuaciones de la Sección 12.7.5 pueden

ser utilizadas para ello. Esto asegura que el flujo a través

de cada agujero es aproximadamente igual. Para los evapo-

cristalizadores más grandes, el uso de un solo anillo

burbujeador puede no ser satisfactorio, sino que se

requieren arreglos distintos que permitan producir una

distribución uniforme del vapor por debajo de la calandria.

Inyección de aire.

La inyección de aire en lugar del vapor ha sido adoptada en

algunas fábricas españolas. La inyección de aire comprimido

de 750 KPa precalentado hasta 65-70 °C por debajo de la

calandria de tachos de masa A se ha reconocido como efectiva

para reducir los tiempos de cocimiento en un 11 % e

incrementar el recobrado sin ningún efecto apreciable sobre

el vacío del tacho (Stobie 1999). Sin embargo, es la opción

requiere una bomba de vacío o eyector mucho más grande para

remover la cantidad adicional de aire.

15.3.7 Separación de arrastres

Los principios de separación de arrastres aplicados a los

evaporadores lambien se aplican a los tachos. De los tipos

descritos en la Sección 12.9 los separadores de flujo

reversado centrifuga y de placas Chevron han resultado ser

los más exitosos.

Bajo la mayoría de condiciones los arrastres en evapo-

cristalizadores son despreciables. Los arrastres más serios

ocurre casi siempre durante los arranques y las paradas de

los tachos, cuando puede presentarse formación de espuma o

entrada de aire al tacho. Cuando estas operaciones se

controlan apropiadamente el arrastre en el tacho es mínimo,

Los separadores de arrastres deben diseñarse para un amplio

rango de operación; el rango de lasas de evaporación durante

un cocimiento discontinuo es bastante amplio como lo

muestran los dalos de la labia 15.5. Sin embargo, con las

menores lasas de evaporación encontradas al final de los

ciclos de cocimiento las velocidades dc vapor en el tacho

son bajas y el arrastre de golas en el vapor es muy pequeño.

Los separadores se deben dimensional para soportar la máxima

lasa de evaporación Humin {1980) describe ensayos con

diferentes tipos de separadores en evapo-cristalizadores. HI

sugerió una máxima velocidad de 40 m/s para separadores

centrífugos por encima de la cual ocurre rearrastre. La

efectividad de los separadores Chevron fue demostrada y han

sido recomendados preferentemente respecto a los separadores

centrífugos.

Los separadores de placas Chevron tienen la ventaja de no

requerir tuberías para retorno de arrastres dado que las

gotas separadas caen desde la parte inferior del separador

regresando a la masa cocida los otros tipos de separador

requieren tubos de retorno dc arrastres que deben ser

apropiadamente diseñados incorporando una pierna con sello U

y haciendo el retorno de cualquier arrastre visible al

operador. Por lo tanto los tubos de retorno de arrastres

deben salir del tacho y pasar a través de una mirilla de

vidrio con un sello U que sea purgable. El diagrama de una

configuración recomendada se presenta en la Figura 15.19.

15.4 Evapo-cristalizadores continuos

Aunque la primera patente para un evapo-cristalizador

continuo fue otorgada en 1932 a Werkspoor, fue únicamente

hasta finales de 1970 cuando los tachos continuos comenzaron

en realidad a ser una proposición práctica. La facilidad de

operación de los tachos continuos ha sido una de su

característica, lo cual inicialmente lleva a su aplicación

en cocimientos de baja pureza, que subsecuentemente se ha

extendido a los cocimientos de alta pureza gracias al

desarrollo de instrumentos de medición y transductores

adecuados. Otra característica de los lachos continuos es

una menor diferencia de temperaturas entre el vapor de la

calandria y la masa cocida, mientras que aún es posible

lograr una buena circulación por convección natural.

La semilla utilizada para alimentar a los tachos continuos

es necesario producirla utilizando aún tachos discontinuos o

“batch”. Los intentos para producir semilla de manera

continua han fracasado en su mayoría (Broadfoot y Wright

1992). Dentro del futuro previsible se espera que la semilla

continuara siendo producida de manera discontinua.

En algunos casos, la producción de semilla en tachos

discontinuos ha podido ser eliminada mediante la

alimentación directa de magma de azúcar como semilla a los

lachos continuos. Los lachos continuos son en teoría

adecuados para el sistema Doble Einwurf. En este caso

únicamente se requiere producirán tachos discontinuos

semilla para el cocimiento C. La azúcar C se usa como

semilla para el cocimiento B. y el azúcar B como semilla

para el cocimiento A. Sin embargo, tal como en cualquier

sistema Doble Einwurf, el control del tamaño de grano es

crucial.

15.4.1 Tipos de evapo – cristalizadorcs continuos

Los diseños de tachos continuos que han encontrado mayor

aceptación se agrupan dentro dc las siguientes tres

categorías:

Cristalizador horizontal de múltiples compartimientos. La

combinación en serie de varios tanques de mezclado puede

brindar una aproximación suficientemente cercana al flujo

ideal tipo pistón que permita lograr una distribución de

tamaño de cristales razonable. Los primeros lachos de este

tipo fueron instalados por Fives-Cail Babcock (FCB), ahora

dentro del grupo Fives Cail. El tacho Australiano SRI y el

tacho Tongaat- Hulett, comercializados por Fletcher Smith,

caen dentro de la misma categoría, pero el calentamiento de

la masa cocida y los patrones de circulación son diferentes.

Los tachos se muestran en las Figuras 15.20 a 15.22. El SRI

ha desarrollado un nuevo diseño en conjunto con Triveni

Engineering de la India (Agravall el al. 2001) el cual tiene

una forma de sección transversal similar al Tongaat-Hulell.

Los tachos operan con base en circulación natural.

El diseño original del tacho FCB contaba con placas

verticales actuando como elementos calefactores.

Posteriormente se reemplazaron con tubos horizontales

actuando como calandria, dentro de un cuerpo cilíndrico para

reducir costos (tipo CCTR). El más reciente FCB CCTW bene

una forma que se asemeja al tacho Tongaal-Hulett con el

propósito de obtener mejor circulación, estos son ilustrados

en la Figura 15.23. El tacho continuo Bosch es un diseño más

reciente que también ha sido concebido con un cuerpo

cilíndrico, pero utilizando una calandria de tubos

verticales. La geometría interna ha sido modificada desde su

primera instalación y el diseño de 2006 se presenta en la

Figura 15.24.

Los detalles del tacho continuo CSR (Australia) no han sido

publicados. Este utiliza una geometría similar a la de un

tacho discontinuo con tubos verticales, pero con bafles

radiales para formar los compartimientos. Se cuenta con dos

o más capas, de manera que la masa cocida pueda fluir

descendiendo desde una capa a la siguiente.

En la industria del azúcar de remolacha la semilla se

produce con un tamaño alrededor de 0.1 mm mediante un

proceso de enfriamiento discontinuo. En este caso se

identifica la necesidad de un sistema continuo que

permitiera el crecimiento de esta semilla hasta un mayor

tamaño para alimentar diseños existentes de tachos

continuos. Cuando se parte de una semilla pequeña, la

relación requerida entre área de transferencia/volumen es

menor, debido a que el área superficial de los cristales es

baja y la evaporación generalmente es más rápida que la

cristalización por lo que la circulación natural debe ser

asistida con circulación forzada. Esto condujo al desarrollo

del tacho Seaford para esta tarea (Randall 1991), el cual

bene una menor relación entre área de calentamiento /volumen

y utiliza dos impulsores horizontales para asistir la

circulación natural.

Tipos de evapo – cristalizadores continuos

Evapo-cristalizadores de flujo tipo pistón. El tacho

Langreney fue diseñiado como un sistema de largo trayecto dc

flujo buscando aproximarse verdaderamente al flujo tipo

pistón (Langreney 1977). El tacho esencialmente consiste de

un recipiente al vacío angosto y largo, dividido

longitudinalmente en dos secciones, una de las cuales

contiene un elemento calefactor tubular. Posteriormente se

adoptó una geometría circular, de manera que la masa cocida

fluya a lo largo de un canal circundante externo, y

posteriormente a través de uno interno, pasando finalmente a

una sección central que cuenta con un impulsor, donde se

logra el apretado final de la masa cocida. Este tacho se

ilustra en la Figura 15.25.

Una aproximación similar utilizando un largo trayecto de

flujo fue aplicada para el diseño de un tacho en la fábrica

Racecourse de Australia (McDougall y Wallace 1982), pero fue

posteriormente modificado mediante instalación de

compartimientos, en gran medida para mejorar el control y

además para incrementar la capacidad (Attardy Doyle 1998).

Esta aproximación de diseño no ha logrado difundirse

exitosamente. Una comparación de algunas de las principales

características de los tachos continuos horizontales es

presentada en la Tabla 15.6.

Interconexión de múltiples evapo-cristalizadores

discontinuos. Se ha demostrado que la conexión de varios

tachos discontinuos en serie para formar un sistema continuo

es efectiva. Tal sistema ha operado durante muchos años en

una fábrica de azúcar remolacha (Austmeyer 1986a).

Una modificación de este sistema es evidente en la torre

vertical de cristalización BMA utilizada primordialmente en

la industria remolachera, el cual consiste de cuatro (o

algunas veces cinco) compartimientos al vacío dispuestos uno

sobre el otro. El flujo de masa cocida ocurre por gravedad

bajando desde un compartimiento al siguiente, como se

presenta en la Figura 15.26 (Austmeyer 1986a).

Sin embargo, el contar con solamente cuatro compartimientos

en serie tiende a ampliar el tiempo de residencia y la

distribución del tamaño de cristal. Una distribución

aceptable del tamaño en el producto final puede ser obtenida

siempre que la semilla sea de tamaño regular y no muy

pequeña. Los impulsores en cada compartimiento incrementan

el costo de este tacho continuo, pero permiten la operación

con menores diferencias de temperatura entre el vapor de la

calandria y la masa cocida hirviente.

15.4.2 Diseño de evapo-cristalizadores continuos

Evaporación requerida. La cantidad de evaporación requerida

se puede calcular fácilmente a partir de un balance global

de masa y agua, utilizando los flujos y la concentración de

solidos de la alimentación, la semilla y la masa cocida. El

balance de masa que se tiene es:

(formula)

La carga térmica se calcula entonces a partir de la tasa de

evaporación, permitiendo determinar el área de intercambio

de calor requerida utilizando un coeficiente de

transferencia de calor para la temperatura de calandria

correspondiente, tal como en el caso de los cálculos para

evaporadores (ecuación 12.11).

Circulación y transferencia de calor. Tal como en el caso de

los tachos discontinuos, la mayoría de tachos continuos

dependen exclusivamente del mecanismo de circulación natural

y existe en ellos una fuerte interrelación entre la tasa de

transferencia de calor y la circulación. Por lo tanto es

necesario lograr una buena circulación que permita obtener

condiciones homogéneas de la masa cocida y transferencia de

calor aceptable. El coeficiente de transferencia de calor es

una función de la pureza de la masa cocida y la diferencia

de temperatura, así como también de aspectos del diseño de

tachos tales como la longitud y el diámetro de los tubos.

EI nivel de masa cocida por encima de la calandria es

normalmente bajo, promoviendo una buena circulación.

Usualmente la altura de masa esta alrededor de 300 mm por

encima de la calandria, aunque niveles de 500 mm han sido

reportados (Arcidiacono et al. 1992). Broadfoot (2005)

sugirió que el nivel óptimo de masa cocida para máxima

circulación depende del tipo de cocimiento de acuerdo con

los siguientes valores:

Masa cocida A (pureza 85-90) 600 mm

Masa cocida B (pureza 80-84) 400 mm

Masa cocida C (pureza 64-68) 300-400 mm

La forma (geometría) del tacho debe ser tal que evite el

desarrollo de áreas de estancamiento sin que la circulación

sea restringida. El área de la sección transversal del

conducto de descenso es amplia (generalmente la razón de

circulación v es < 1), lo cual también favorece la

circulación. Las calandrias de tubos verticales han

demostrado brindar mejores tasas de transferencia de calor y

mejores coeficientes de transferencia que las calandrias de

tubos horizontales {Rein y Msimanga 1999). En los tachos

SRI/Triveni y FCB (Journel 1998) se han instalado impulsores

dentro de los compartimientos finales para mejorar la

circulaci6n. El uso de inyección de vapor (jigger) para

asistir la circulación constituye una solución más simple

cuando y donde es requerido. Algunos datos de transferencia

de calor medidos en Sudáfrica son presentados en la Tabla

15.7.

Los datos presentados en la Tabla 15.7 están en general de

acuerdo con los datos conocidos para tachos SRI usados en

cocimientos de alta pureza {Broadfoot et al. 2004,

Arcidiacono et al. 1992).

Rein y Msimanga (1999), dieron a conocer cifras de la tasa

de evaporación en kg/(h • m2), que se representan con las

siguientes relaciones, con expresado en °C:

(Formula)

Algunos valores medidos en Sudáfrica son presentados en

la Figura 15.27.

El mínimo valor de At para tachos continuos de circulación

natural parece ser aproximadamente 20 °C, dependiendo del

tipo de masa cocida y del diseño del tacho.

Arcidiacono et al. (1992) dieron a conocer valores para un

tacho de B entre II 18 kg/(h • m2), con una presión de

calandria de 85 a 102 kPa. Vermeulen y Pillay (1999)

reportaron valores para un tacho FCB de C entre

3.75.9kg/(h•m) y para un tacho SRI de C entre 3.9-4.6 kg/(h

• m). También se informó acerca de modificaciones de un

tacho FCB de masa A que llevaron a un incremento de la

evaporación desde 9.3 hasta 17.8 kg/(h • m). Broadfoot el

al. (2004) obtuvieron un valor de 17 kg/(h • m2) utilizando

vapor de escape para la calandria dc un tacho de masa A.

Volumen del tacho y tiempo de residencia. El volumen de un

tacho tiene que ser suficientemente grande para proporcionar

el tiempo de residencia requerido para que ocurra el

crecimiento de cristal deseado y por lo tanto depende de

los tamaños de cristal en la semilla y en la masa cocida. El

volumen puede ser estimado asumiendo una tasa de crecimiento

de los cristales con base en la experiencia o mediciones de

masas dc cristalización en aplicaciones similares. Un

ejemplo de esta aproximación es el trabajo comunicado por

Hoekstra (1985) quien modelo el desempeño de un tacho

continuo A buscando establecer los parámetros a utilizar

para propósitos de diseño.

Tales cálculos asumiendo que cierta alimentación de

meladura/mieles entra en cada compartimiento tenian en

cuenta las variaciones de flujo a lo largo del tacho

continuo, que se incrementa desde el flujo de semilla

alimentada hasta el flujo final de masa cocida producida. El

tiempo de residencia de los cristales en el tacho es por lo

tanto mayor que el calculado al dividir el volumen de masa

cocida en el tacho por el flujo de masa cocida producida

(que es el tiempo dc retención nominal). Pruebas con

trazadores han demostrado CJUC la relación entre el tiempo

de residencia real y el tiempo de residencia nominal puede

variar entre 1.4 y 1.8. Esta relación es mayor cuando la

relación entre tamaños de cristal de la semilla y de la masa

cocida aumenta, o es decir cuando la relación entre masa

cocida/semilla es mayor.

El tiempo de residencia nominal se encuentra típicamente

alrededor de 2.5 a 3 h para masas cocidas A. 3.5 a 4 h para

masas B. y 6 a 6.5 h para masas C.

Se utilizaron algunas ocasiones un parámetro global de tasa

de crecimiento para el dimensionamiento de tachos. La tasa

de deposición del cristal (COR) se calcula como la cantidad

de sacarosa depositada sobre el cristal por hora en unidades

dc volumen del tacho; y se expresa en términos de kg/m

(formula)

La tasa de cristalización depende de la pureza y de la

sobresaturación en el tacho, y puede ser por lo tanto

bastante variable. Los valores de CDR presentados en la

tabla 15.8 se consideran como típicos en la práctica.

Broadfoot (2005) dio a conocer cifras que muestran un CDR de

240 kg/m. h) para una masa cocida de pureza 89. La tasa de

cristalización depende de la pureza del licor madre, que

varía a lo largo del tacho continuo, más que de la pureza de

la masa cocida.

Sin embargo, el fuerte efecto de la pureza es evidente,

Incluso cuando estos valores representan burdas

aproximaciones, son útiles para un dimensionamiento

aproximado de los tachos.

Razón entre superficie de calentamiento/volumen. En general

los tachos continuos han sido instalados con áreas de

intercambio de calor con-servadoras (sobredimensionadas). La

relación entre superficie de calentamiento/volumen puede

estar usualmente entre 8 y 12 nr1. La mayoría de estos

tachos operan con presiones de calandria iguales o

inferiores a la presión atmosférica. Con base en los

coeficientes de transferencia de calor promedio para tachos

de A y de C mostrados en la Tabla 15.7, puede demostrarse

que es posible utilizar menores áreas de incrementar la

presión de la calandria. En la Tabla 15.9 se presentan

algunos resultados obtenidos utilizando de este cálculo para

masas cocidas A y C. En caso de utili/.ar vapor de

calentamiento por encima de 100 a 105 °C, se hace posible

utilizar relaciones de superficie de calentamiento/volumen

similares a las encontradas en los tachos discontinuos.

Alimentación de la semilla. Es importante regular bien el

flujo de semilla al tacho para poder lograr la pureza y

tamaño de cristales correctos en la masa cocida producida.

Esto casi siempre se efectúa utilizando una bomba de

desplazamiento positivo conducida con un accionamiento de

velocidad variable. Es importante elegir una bomba que no

rompa los cristales. Las bombas de engranaje externo

(Broquet type) y tipo “lobe” son frecuentemente utilizados

para este propósito.

El tamaño de cristal en la masa cocida está relacionado con

el tamaño en la semilla y la proporción entre flujos de

semilla y masa cocida. Si se asume que no se generan o

destruyen cristales dentro del tacho, que el diámetro

característico del cristal es d, y que la masa de cristal es

proporcional a d, entonces:

El flujo másico de cristal entrando al tacho es:

(formula)

El flujo másico de cristal saliendo del tacho es:

(formula)

Asumiendo que el factor de forma de los cristales no cambia,

entonces:

(formula)

Algunos valores típicamente encontrados en la práctica se

presentan en la Tabla 15.10.

La línea de alimentación puede ser dimensionada con base en

el flujo volumétrico, asumiendo una velocidad en la tubería

de 4 m/min (67 mm/s). Para dimensionar la línea de salida de

la masa cocida a la pierna sello se puede usar una velocidad

de 3 m/min para las masas cocidas A y B, y de 0.75 m/min

para las masas cocidas C.

Características de flujo de la masa cocida.

Para los sistemas de flujo continuo las dos condiciones

extremas son un único tanque de mezclado y el flujo tipo

pistón (Levenspiel 1962). El flujo tipo pistón es la

condición ideal para tachos, el cual implica que todos los

cristales permanecen en el sistema durante igual cantidad de

tiempo. Los diseños de tacho discutidos en la Sección 15.4.1

intentan proporcionar un largo trayecto de flujo o combinar

varios compartimientos en serie para aproximarse a un

sistema de flujo tipo pistón. De hecho, un modelo que asume

que los tachos continuos son equivalentes a un número de

tanques perfectamente mezclados conectados en serie ha sido

ampliamente utilizado para representar las características

de flujo de los tachos continuos. El número de tanques

equivalente se establece a partir del análisis de pruebas

efectuadas con trabadores. Una aproximación más cercana al

flujo tipo pistón se puede lograr incrementando el número de

compartimientos y asegurando que el diseño de los puertos de

paso desde un compartimiento al siguiente haga imposible

cualquier cortocircuito.

Otro requerimiento primordial en los tachos continuos es

asegurar que no existan regiones de estancamiento. Esto

también puede ser establecido a partir de pruebas con

trazadores.

Numero de compartimientos. Un sistema de flujo tipo pistón

asegura que todos los cristales tengan el mismo tiempo de

residencia, y por lo tanto asegura una distribución de

tamaño de cristales uniforme en la masa cocida producida.

Adicionalmente se promueve en general la velocidad de la

cristalización, debido a que la pureza del licor madre

cambia a lo largo del sistema, donde la cristalización en la

parte inicial ocurre a una tasa mis rápida partiendo de

licor madre de mayor pureza.

Rein et al. (1985) demostraron como el tamaño de los

cristales y la distribución de tamaño (o CV) pueden ser

calculados con un modelo de tanques en serie, basándose en

el supuesto de una distribución de tamaño logarítmica

normal. La ecuación para la varianza o2 de la distribución

de tamaño (sobre un número base) está dada por:

(formula)

donde:

varianza de la distribución del tamaño de cristales en

semilla;

kQ tasa de crecimiento promedio en mm/h;

N número de tanques en serie;

x tiempo en h;

P constante de proporcionalidad en mm, expresando el

grado de dispersión de los cristales para cierto

incremento del tamaño de cristal (Wright y White 1969).

Con base en el supuesto de que no se presenta nucleación,

rompimiento, o aglomeración de cristales.

Esta ecuación puede ser utilizada para calcular efecto del

número de compartimientos (o tanques serie) sobre el CV de

los cristales en el producto. Datos de masas cocidas A se

ajustaron con esta ecuación, consiguiéndose valores típicos

para kG de 0, mm/h y para p de 0.05 mm (Rein et al. 1985).

Uno de estos valores, se calcularon cifras de CV para

condiciones típicas de masas cocidas A que se presentan en

la Figura 15.28. Wright y White (1969) reportaron valores de

p entre 0.03 y 0.1 mm para tachos de A y B de fábricas de

crudo, encontrando los mayores valores cuando se tienen

menores tasas de crecimiento y purezas más elevadas.

No existe mucho beneficio (en términos de CV) al incrementar

el número de tanques en serie por encima de 12. A partir de

pruebas con trazadores se determinado que el tacho continuo

Tongaat-Hul de 12 compartimientos se puede representar

aproximadamente como 18 tanques en serie (Rein et 1985), y

que los 10 compartimientos del tacho SRI. Se comportan como

15 tanques en serie (Arcidiacono et al. 1992, Broadfoot et

al. 2004). Por lo tantoun tacho de 8 compartimientos es

aparentemente equivalente a un sistema de 12 tanques en

serie. L datos de la Figura 15.28 sugieren que es muy poco

el beneficio obtenido al incrementar el número de tanques en

serie por encima de 12, y por lo tanto que 8 compartimientos

deberían ser adecuados en la mayoría de casos.

Los compartimientos generalmente tienen el mismo volumen,

simplificando la construcción y reduciendo costos. Broadfoot

(1992) mostro que el arreglo ideal incorpora compartimientos

que aumentan en tamaño desde la alimentación hasta la

descarga. Si los compartimientos se dimensional) para

proporcional igual tiempo de residencia de los cristales en

cada compartimiento, la distribución del tamaño de cristales

mejorara, resultando en un CV alrededor de 2 unidades por

debajo del caso de compartimientos de igual tamaño

{Broadfoot 1992). En la práctica, a no ser que se busque un

incremento muy grande de tamaño de cristal entre semilla y

masa cocida, o que se utilice un bajo número de

compartimientos, este efecto es pequeño.

15.4.3 Comparación de evapo-cristalizadores continuos y

discontinuos

Las condiciones generales que favorecen el empleo de tachos

discontinuos y continuos han sido bien resumidas por

Levenspiel (1962), haciendo relación a los reactores

químicos:

"El reactor discontinuo ofrece como ventajas un bajo costo

de instrumentación y flexibilidad de operación (puede ser

detenido fácil y rápidamente). Tiene las desventajas de

mayores costos de labor y operación, frecuentemente

considerables tiempos muertos durante la descarga, limpieza,

y recarga, además de una menor capacidad de control sobre la

calidad del producto. Por lo tanto, se puede generalizar que

los reactores discontinuos son apropiados para la producción

de pequeñas cantidades de material o para producir muchos

productos diferentes con un mismo equipo. Por otro lado se

encuentra que para el tratamiento químico de grandes

cantidades de material, el proceso continuo es casi siempre

el más económico". Este análisis es igualmente valido tanto

para tachos discontinuos como continuos. A medida que las

fábricas se han expandido y buscado formas de mejorar la

eficiencia operacional, los tachos continuos han probado ser

económicamente más efectivos.

Economía de vapor. Los tachos continuos pueden utilizar

vapores de menor presión en la calandria, mientras que aún

se depende exclusivamente de la circulación natural. Esto

permite lograr ahorros de vapor que pueden ser

significativos cuando así se requiere. Los tachos continuos

usualmente operan con valores de At entre 25 y 40 °C como se

aprecia en la Figura 15.27. Los tachos discontinuos de

circulación natural tienen que operar con valores de At por

encima de 40 °C para poder lograr tiempos de cocimiento

razonables, particularmente a medida que el tacho se llena.

Algunas fábricas operan los tachos continuos utilizando

vapor 2, o incluso vapor 3, obteniendo ahorros de vapor

significativos. Adicionalmente, los soplos de vapor son

eliminados, reduciendo la demanda de evaporación total.

Cuando se buscan ahorros de vapor excepciona-les, el tacho

continuo vertical BMA ofrece ventajas. Este puede operar con

un At bastante bajo debido a los impulsores forzados, y

puede ser utilizado en conjunto con un recompresor mecánico

de vapor. Debido a la operación continua, el vapor puede ser

extraído del tacho y recomprimido continuamente para el

suministro de vapor a la calandria.

Volumen de evapo-cristalizadores. El uso del volumen

instalado es más eficiente en los tachos continuos. La

relación entre el tiempo de residencia real / nominal es de

1.4 a 1.8 (Sección 15.4.2). Adicionalmente, dado que la

producción es continua y el tacho esta siempre lleno, se

evita el tiempo muerto asociado en los tachos discontinuos a

descargas y soplos de limpieza. Por lo tanto, la eficiencia

volumétrica de un tacho continuo es en general 1.8 veces

mayor que la de un tacho discontinuo. Al comparar el costo

de los tachos discontinuos y continuos es importante tomar

en cuenta esta diferencia en eficiencia volumétrica.

Control del proceso. El control de los cocimientos en tachos

discontinuos es más complicado que en los tachos continuos,

a pesar de que los últimos tienden a tener más lazos de

control por tacho. Ambos tipos de tachos pueden ser

automatizados exitosamente.

Incrustación de las superficies internas. Este problema no

se encuentra en los tachos discontinuos, debido a que

normalmente se limpian “soplando” vapor al final de cada

templa. Este problema no es importante en los tachos

continuos de B o C, que pueden operar durante largos

períodos sin tener que ser liquidados. Por otro lado, con

cocimientos de alta pureza la incrustación de las

superficies de los tachos continuos puede ser severa y

conducir a la formación de aglomerados.

Costos de capital de las instalaciones. Los tachos continuos

pueden resultar aparentemente más caros por unidad de

volumen, pero no cuando se toma en cuenta la eficiencia

volumétrica. Un estimativo dc la comparación de costos de

capital para una nueva fábrica mostró que el sistema

empleando lachos continuos representaba apenas un poco más

de 2/3 del costo del sistema convencional con tachos

discontinuos (Rein 1992). Los ahorros en costos de capital

se deben a que los equipos auxiliares tales como bombas de

vacío y bombas de agua de inyección no requieren tener la

capacidad para lidiar con los elevados picos de carga

asociados a los lachos discontinuos; esto significa que es

posible utilizar bombas más pequeñas.

Flexibilidad de la casa de cocimientos. Los sistemas

discontinuos tienen mayor flexibilidad. Dependiendo del

momento durante la zafra y la pureza de la caña. Las

cantidades relativas de masa cocida A. B y (' cambian. Con

lachos discontinuos es fácil re-acomodar las tareas de los

tachos para ajustarse a estas variaciones. Con los tachos

continuos es la flexibilidad se pierde y los tachos deben

diseñarse para poder afrontar los picos de carga.

Operación. Las fábricas que han reemplazado tachos

discontinuos por lachos continuos usualmente han logrado

ahorros en los requerimientos laborales o de operación. Los

tachos continuos operan de manera estable requiriendo menor

supervisión que los tachos discontinuos.

Calidad del azúcar. Gracias a la baja cabeza hidrostática en

los sistemas continuos las condiciones de cristalización son

más uniformes. La cabe/a hidrostática de masa cocida se

reduce, y con buena circulación, las variaciones de

temperatura dentro del lacho son menores. Pruebas

comparativas de evapo - cristalizadores continuos y

discontinuos han mostrado que el color del azúcar producido

en un lacho continuo de masa A fue un promedio 16 % menor

que la producida con tachos discontinuos (Rein 1987).

Los tachos discontinuos ofrecen una ventaja en términos de

la distribución del tamaño de grano, dado que cada cristal

tiene el mismo tiempo de residencia en el sistema. Sin

embargo, siempre que se preste adecuada atención a la

obtención de una distribución apropiada del tiempo de

residencia próxima al flujo pistón, y que la calidad de la

semilla sea razonablemente aceptable. La distribución del

tamaño de grano obtenida con tachos continuos no es

sensiblemente inferior. Una revisión de las cifras para

masas cocidas A y C de las fabricas Sudafricanas no hallo

diferencias discernibles de CV entre las fábricas que operan

con lachos discontinuos y continuos (Rein y Msimanga 1999).

Expansión de la capacidad. Una filosofía comúnmente empleada

cuando se requieren expansiones marginales ha sido la

instalación de un tacho continuo de C. y la reasignación de

los tachos discontinuos de C para las templas de B o A.

Subsecuentemente cuando algunos de los tachos más viejos o

pequeños se tornan difíciles de mantener. Se precede a

instalar un tacho continuo para masa B. Esta estrategia

conduce a tener finalmente una estación de tachos más

compacta, con menor número de tachos sin que sea necesario

expandir la edificación. Un ejemplo de como el uso de tachos

continuos en proyectos de expansión puede conducir a una

estación de cocimientos simplificada que presentado por Rein

y Msimanga (1999).

La estrategia general de reemplazo de los lachos de menor

capacidad por unidades más grandes esta también disponible

con la opción de utilizar lachos discontinuos. Sin embargo,

para los tachos discontinuos existe un límite de capacidad

máxima, en la mayoría de industrias azucareras los tachos

más grandes no exceden 100 ml y aunque se pueden encontrar

algunos más grandes en operación. Estos no llegan a

aproximarse al tamaño de los tachos continuos que se

encuentran actualmente en las fábricas. por ejemplo por

encima de 200 m\ Debido a que la capacidad electiva de un

lacho continuo es aproximadamente 80 % mayor que en un tacho

discontinuo equivalente un tacho continuo de 200 m3 iguala

en términos de capacidad a un lacho discontinua de

aproximadamente 360 m.

Expansiones marginales de 10 % se pueden lograr más

fácilmente con tachos discontinuos. Una pequeña expansión de

este tipo puede lograrse instalando un lacho discontinuo

adicional y redistribuyendo los tachos de la estación. Esto

no se podría lograr tan fácilmente con tachos continuos.

Sin embargo, con los tachos horizontales modulares de

múltiples compartimientos es posible adicionar

compartimientos para incrementar la capacidad cuando se

contempla una expansión pequeña y/o la adición de una etapa

final con una última celda provista de agitación mecánica

{Attard y Doyle 1998, Watson y Broadfoot 1998). Otra

aproximación indicada por FCB involucra la adición de más

tubos horizontales al banco de tubos que constituye la

calandria (Joumet y Pelh'lcm 2001). Una expansión de 60 % es

posible usando Esla aproximacion pero se incrementan la

altura hidrostática y la resistencia al flujo.

15.5 Control y operación de evapo-cristalizadores

15.5.1 Ciclo en evapo-cristalizadores discontinuos

Los pasos involucrados en el ciclo convencional de mi lacho

discontinuo se describen a continuación:

1. El tacho se cierra y se induce el vacío. Usualmente el

tacho se encuentra lleno de vapor luego del soplo de

limpieza que se logra admitiendo vapor por la parte

superior del lacho hasta que el vapor comienza a salir

por la válvula de descarga. La inyección de agua al

condensador reduce rápidamente la presión absoluta. El

tiempo requerido para que la bomba de vacío (o eyector)

logre remover la pequeña cantidad de gases in-

condensables remanente se reduce ampliamente en

comparación con tener que evacuar un lacho

completamente lleno de aire.

2. El tacho se llena con meladura hasta alcanzar un nivel

justo por encima de la calandria. Luego se permite la

entrada de vapor o escape a la calandria y el pie de

templa se concentra hasta el nivel deseado para el

semillamiento. Durante esta etapa la tasa de

evaporación es elevada y se debe tener cuidado para

asegurar que no se presenten arrastres.

3. Una vez que se logra alcanzar la concentración correrla

de solidos disueltos. el tacho estará listo para el

semillamiento. Usualmente el tacho se mantiene a la

concentración deseada para estabilizar antes del

semillamiento. Cualquiera de los tres métodos

siguientes puede ser utilizado:

a) La concentración se puede llevar hasta la región

lábil donde el grano se forma espontáneamente;

cuando el operador del tacho considera que se halla

formado suficientes granos, se procede a adicionar

agua para reducir la concentración hazla la región

meta estable.

b) La carga se concentra hasta alcanzar la zona

intermedia, luego de lo cual se adiciona una pequeña

cantidad de polvillo de azúcar: esto induce la

formación de nuevos núcleos de crecimiento en el

Équido y se conoce como semillamiento por choque

(shock).

c) El licor se concentra hasta la región meta estable.

Luego de lo cual se adiciona una suspensión (slurry)

que contiene granos de semilla finamente molidos;

los pequeños cristales del slurry son los núcleos de

crecimiento sobre los cuales se cristaliza a la

sacarosa. Esto se conoce como semillamienlo completo

y en teoría el número de cristales de la masa cocida

esta determinado por el número de cristales en el

slurry adicionado.

4. Para establecer el tamaño de grano se requiere que el

licor madre sea controlado de cerca asegurando que los

cristales crezcan y que no se presente disolución de

cristales. En este punto el área superficial de los

cristales es pequeña y la tasa de evaporación es

potencialmente mucho mayor que la tasa de

cristalización; es necesario adicionar agua para

reducir la tasa neta de evaporación o en caso de contar

con un impulsor que permita mantener la circulación se

restringe el suministro de vapor a la calandria. No se

adicionan ni meladura ni mieles durante Esla etapa dado

que tendrán el efecto de dispersar a los cristales e

incrementar la distancia entre ellos. Esta etapa

continua hasta establecer suficiente área superficial

de cristal (los granos han sido llevados a estar

próximos simultáneamente).

5. Cuando se utiliza magma como pie de templa, el

semillamiento es innecesario. Sin embargo se requiere

disolver a los cristales pequeños indeseables y llevar

a la masa cocida hazla la condición o consistencia

correcta antes de iniciar la alimentación.

6. Inicio de la alimentación de meladura/miel. En este

punto el área superficial de los cristales es

suficiente para reducir razonablemente el riesgo de que

se presente formación de falso grano. La alimentación

se efectúa a una tasa que permita mantener el contenido

de cristal y la consistencia de la masa cocida en un

valor óptimo.

7. Cuando el nivel en el tacho alcanza el valor no-minal

se precede a suspender la alimentación. La masa cocida

se concentra finalmente hasta el nivel de solidos

deseado para poder lograr un buen agotamiento.

8. La válvula de vapor se cierra, se rompe el vacío

permitiendo el ingreso de aire al tacho y se abre la

válvula de descarga. El contenido se descarga por

gravedad a un cristalizador o un recibidor de masa

cocida. Alternativamente, parle del contenido puede ser

enviado a otro tacho; en este caso la alimentación de

meladura/miel se reanuda posteriormente para continuar

el crecimiento de los cristales hasta un mayor tamaño.

9. Una vez que el tacho se encuentra prácticamente vacío,

se procede a inyectar vapor o agua caliente para

limpiar el tacho. Es importante asegurar que la masa

cocida se remueve totalmente antes de iniciar el

siguiente ciclo. El agua de lavado se envía fuera del

tacho, al refundidor (para tachos A) o a tanques de

mieles, de manera que la masa cocida descargada que ha

sido cuidadosamente concentrada no sea diluida

inmediatamente.

Es importante minimizar el tiempo no productivo del tacho

mediante un planeamiento cuidadoso de su operación. También

ayuda romper el vacío y elevarlo con vapor en el tacho. Las

tuberías y canales para romper vacío y masa cocida deben ser

dimensionadas adecuadamente, así como también las válvulas

de descarga para minimizar la pérdida de tiempo.

15.5.2 Semillamiento

La nucleación usualmente se induce en los tachos mediante

adición de una suspensión o 'slurry' que contiene partículas

de azúcar molidas muy finamente. Varios métodos para la

preparación del slurry son utilizados, pero normalmente

involucran el uso de molinos de bolas para preparar una

suspensión de alcohol y azúcar refinada durante cierto

periodo determinado, típicamente 12 h. Ninela y Rajoo (2006)

describen los procedimientos utilizados en algunos ingenios

de Sudáfrica; el procedimiento re-comendado involucra moler

800 g de azúcar en 2 L de alcohol/alcohol desnaturalizado en

un molino de bolas de 160 mm de diámetro y 200 mm de

longitud a 74 miir1. Luego de finalizada la molienda el

slurry se lleva hasta 6 L.

Patterson (1985) recomendó procesar con el molino de bolas

dos partes de alcohol isopropílico con una parte de azúcar

granulada durante 24 h. La cantidad de slurry requerida

usualmente es determinada a partir de la experiencia. Se

cree que en la mayoría de casos no ocurre semillamiento

completo, es decir que algunos sitios de nucleación

adicionales se forman cuando se adiciona el slurry. En

términos generales, la adición de unas slurry conduce a un

menor tamaño de los cristales en la masa cocida. Debido a

esto es importante tener una preparación consistente del

slurry.

Ninela y Rajoo (2006) recomendaron el uso de 20 mL de slurry

por m3 de masa cocida C.

15.5.3 Obtención del tamaño del cristal

En los cocimientos discontinuos con semillamiento el tamaño

de cristal es afectado por la cantidad y calidad de la

semilla como se mencionó anteriormente. Tanto para tachos

discontinuos y continuos, el tamaño y la calidad del magma o

semilla utilizados como pie de templa tiene un efecto

significativo.

Una baja relación entre volumen del pie de templa y volumen

del tacho contribuye a lograr los requerimientos de tamaño

de cristal en el producto. En caso de que no sea posible

lograr esto en una sola etapa, como es normalmente el caso,

la masa cocida se debe partir una o más veces para poder

lograr el tamaño de cristal requerido.

15.5.4 Pruebas de vacío

Es importante efectuar periódicamente una revisión de los

evapo-cristalizadores para detectar entradas de aire o fugas

de vacío. Debido a las condiciones húmedas y calurosas, la

corrosión es siempre causa de preocupación.

Las pruebas de vacío consisten en inducir vacío en el tacho

y registrar el incremento de presión con respecto al tiempo.

Partiendo del hecho de que la presión absoluta del tacho sea

inferior a 53 kPa, el flujo de aire entrando al cuerpo es

independiente de la presión absoluta. Se considera que las

pruebas de vacío en tachos nuevos deben indicar un

incremento de presión por debajo de aproximadamente 10 kPa

en 60 minutos, y 10 kPa en 30 minutos para tachos más

viejos.

15.5.5 Evaluación de la calidad de los cocimientos

El objetivo global de la estación de cocimientos es

cristalizar tanta azúcar como sea posible, mientras que se

logre producir cristales del tamaño requerido y con una

buena distribución de tamaño. Es también deseable lograr

esto con la mínima capacidad posible de tachos y sin

excesivo consumo de vapor o escape. Con frecuencia no se

aprecia cuán grande es el efecto que tiene el trabajo de

cocimientos efectuado en los tachos de A y B para lograr

estos objetivos, tal como se ilustra en la Figura 15.11

(Sección 15.2.6).

Medición de la eficiencia de los cocimientos

EI grado de cristalización alcanzado se mide mediante el

agotamiento, o alternativamente mediante el contenido de

cristal, expresados ambos como porcentaje. El agotamiento

representa el porcentaje de sacarosa en la masa cocida que

está presente en forma cristalina. Este se puede calcular

utilizando la formula SJM (15.26), suponiendo que el azúcar

cristalino tiene una pureza de 100:

(formula)

donde:

PMa pureza de la masa cocida;

PMo] pureza de la miel.

Como una alternativa el contenido de cristal de la masa

cocida descargada puede ser utilizado como medida de

desempeño, pues el factor limitante del proceso de evapo -

cristalización es en realidad el contenido de cristal en la

masa. La ecuación para contenido de cristal, es decir g

cristal/100 g masa cocida, la ecuación para agotamiento, tal

como se observa en la ecuación (15.19). Al comparar las dos

ecuaciones se puede observar que la relación entre

agotamiento y contenido de cristal esta* dada por:

(formula)

El contenido de cristal se expresa frecuentemente con

relación a la materia seca de la masa cocida, excluyendo por

consiguiente el agua, como se muestra en la ecuación

(15.20). Esta es una ecuación más simple que la ecuación

(15.19), excluyendo a la materia seca 0 Brix de la masa

cocida. En consecuencia es teóricamente una medida menos

confiable del desempeño de los tachos; no obstante, el logro

de un contenido de cristal elevado implica obtener un Brix

elevado en la masa cocida.

Valor objetivo en la práctica para el contenido de cristal

en masas cocidas. Un valor objetivo para el agotamiento de

masas cocidas A que se utiliza con frecuencia en Sudáfrica

es:

(formula)

Esto indica que un mayor agotamiento se puede lograr a

medida que se incrementa la pureza de la masa cocida. El

límite del contenido de cristal depende de la pureza de la

masa cocida.

En Australia, Broadfool y Pennisi (2001) propusieron una

ecuación para los máximos valores posibles de contenido de

cristal por cada 100 g de sólidos, en el rango de pureza de

65 a 100:

(formula)

Esta ecuación restringe el contenido de cristal a un valor

de 71 % cuando la pureza es 100. Los autores opinan que en

la práctica deberá ser posible alcanzar valores hasta de 90%

del valor límite. La ecuación se presenta gráficamente en la

Figura 15.29, junto con los máximos valores límites

calculados en la Sección 15.1.7.

Algunos valores logrados en la práctica también son

presentados son base en datos reportados en las memorias de

SASTA entre 1999 y 2003, y de experiencias en Louisiana

(Birkett, comunicación personal). La ecuación (15.52) parece

ser aplicable cuando la pureza es elevada, pero es evidente

que subestima los valores a bajas purezas. La ecuación

(15.28), que está basada en contenidos de cristal logrados

en ingenios azucareros sudafricanos, también se presenta en

esta figura.

La misma información es presentada en términos de caídas de

pureza en la Figura 15.30. La caída de pureza depende de la

pureza de la masa cocida de manera algo impredecible. El

contenido de cristal y el agotamiento son por consiguiente

los criterios de desempeño más confiables.

Para los cálculos de fábrica normalmente se hace uso de

purezas aparentes. En particular, para los cocimientos de

baja pureza, el contenido de cristal y el agotamiento

calculados se ven afectados por el uso de purezas aparentes

y Brix refracto métrico en lugar de la pureza real y la

materia seca. Estos resultados se pueden considerar como

contenidos aparentes de cristal. En la Tabla 15.11 se

sugieren valores típicos de los límites alcanzables en la

práctica con un buen cocimiento para masas cocidas de pureza

aparente promedio.

En los cocimientos de masa C existen otros objelivos

adicionales al contenido de cristal que también son

importarlas, los cuales se describirán en la Sección 18.3.2.

Es importante evitar que el contenido de cristal de la masa

cocida C caiga por debajo de 25 g/100 g de masa cocida, o de

lo contrario el agotamiento se verá afectado.

Tamaño de cristal. Los métodos para medición del tamaño de

cristal se discutieron en la Sección 15.1.6. El CV se

definió en la ecuación (15.14) como la relación entre la

desviación estándar de la distribución y la media, expresada

en términos de porcentaje. Para los cocimientos de alta

pureza se considera que un CV alrededor de 30 % es bueno,

aunque un CV más bajo es fácil de lograr con mayores

aperturas medias de cristal. Como alternativa es posible

utilizar un límite de la cantidad de linos como parámetro de

control de tamaño. El CV es muy inferior en los cocimientos

de baja pureza, debido a efectos de dispersión de la tasa de

crecimiento de los cristales que son más frecuentes a bajas

purezas (Rein y Msimanga 1999).

Medir rutinariamente el tamaño de cristal de las masas

cocidas descargadas es una buena práctica. En particular

para las masas cocidas C el tamaño de cristal afecta a la

perdida de sacarosa en miel que ocurre en las centrífugas.

Una fotografía o imagen de video de cada masa C descargada

es una medida útil para el control de desempeño, ya que el

incremento de pureza en las centrifugas depende

significativamente del tamaño de cristal.

15.5.6 Temperatura y presión de ebullición

Durante el proceso de evapo - cristalización pueden ocurrir

perdidas do sacarosa significativas. Por esta relación es

conveniente reducir las temperaturas de ebullición al mínimo

valor práctica y minimizar los tiempos do residencia en los

tachos. Con altos agotamientos de las masas cocidas se

reduce la calidad total de masa a cocer contribuyendo a

reducir las pérdidas dc sacarosa al mínimo.

Las bajas temperaturas de ebullición permiten además el uso

de extracciones de vapor desde el tándem de evaporadores

para calefacción en la calandria obteniendo una diferencia

de temperatura suficiente para la transferencia de calor. La

mayoría de cocimientos se efectúan con temperaturas de la

masa cocida en el rango de 63 a 70 º C. Los cocimientos de

masa C en particular requieren más tiempo y son más

propensos a reacciones de tipo Maillard, siendo deseable

operar a la más baja temperatura de masa cocida posible. Es

importante mantener una presión absoluta estable durante el

proceso: en caso de tener variaciones importantes estas

pueden conducir a disolución de cristales o formación de

falso grano, ambos efectos indeseables.

En los cocimientos de refinería la temperaturita que se

mantiene es ligeramente más elevada para promover la lasa de

cristalización. EI tiempo de cocimiento es mucho más

reducido y se pueden tolerar temperaturas más altas.

15.5.7 Efecto de las condiciones del evapo -cristalizador

y de su operación sobre la calidad de azúcar

Los tachos con buena circulación de masa cocida producen

aplicar de mejor calidad esto constituye una ventaja

particularmente en los tachos continuos. La calidad del

aplicar también se ve afecada por el control global de la

estación de tachos y por el grado de control del proceso

individual en cada tacho. Un buen control automático siempre

conduce a aplicar de calidad mejorada y más consistente.

Bajas temperaturas de ebullición minimizan la formación de

color debida a reacciones de Maillard y otras reacciones.

15.5.8 Operación de evapo - cristalizadores continuos

El contenido de cristal en el primer compartimiento debe ser

suficiente alto y proveer suficiente área de cristal para

obtener una elevada lasa de cristalización sin formación dc

falso grano. A partir de entonces el contenido dc cristal es

el parámetro que se controla con la mayoría de transductores

de medición. El contenido de cristal debe aumentar

progresivamente a lo largo del lacho. Esto se comprueba por

medio de mediciones del contenido dc materia seca (RDS) al

momento de iniciar el tacho y periódicamente según sea

necesario.

Un perfil ideal del tiempo de residencia RDS a través de los

tachos no ha sido establecido. Existen dos escuelas de

pensamiento: la primera se altera a la ciencia de que el

contenido de cristal se deberá mantener alto durante todo el

recorrido a través del lacho: la segunda estima que un RDS

ligeramente inferior en los compartimientos intermedios

conduce a una mejor circulación y a una cristalización más

uniforme. En ambos casos el contenido de cristal de la masa

cocida producida se debe mantener tan alto como sea posible

para lograr un agotamiento elevado.

Bs imposible hacer concertar a la tasa de evaporación y la

lasa de cristalización a lo largo de lodo el tacho.

Dependiendo de las condiciones y el desempeño del tacho una

u otra será el factor limitante. En las primeras etapas es

más probable que la tasa de cristalización constituya el

límite, mientras que en las últimas etapas el Brix de la

masa cocida es mayor y es más probable que la evaporación

sea limitante, ya que la superficie del cristal es elevada,

Al comparar las lasas de cristalización en tachos, tanto la

lasa de cristalización como la lasa dc evaporación

influencian los resultados obtenidos.

Debido a que los tachos continuos operan bajo condiciones

estables se espera que los arrastres sean reducidos. El

detenimiento de una estación de tachos con unidades

continuas es simple. Para un paro de mantenimiento de 16-

horas no se requiere tomar ninguna medida en particular con

respecto a los tachos continuos excepto tal vez reducir

ligeramente el nivel de la masa cocida. En caso de que se

presenten paros de fábrica más largos, el suministro de

vapor calefactor al tacho se puede interrumpir sin que sea

necesario tomar ninguna otra acción. Los tachos continuos se

pueden poner en línea nuevamente con facilidad Luego de las

paradas, siempre que se tenga el cuidado de no comenzar a

alimentar meladura o mieles antes de que el tacho se

encuentre circulando bien.

Liquidación y limpieza. Los tachos continúes A se descargan

y limpian siguiendo ciclos regulares usualmente de una a

cuatro semanas. La plantación de las limpiezas usualmente se

hace buscando coincidir con los paros de mantenimiento

programados. El efecto de la interrupción sobre la

producción se puede minimizar si se presta suficiente

atención a los detalles. En Felixton el tiempo total de

parada asociado con la limpieza de los tachos continuos A se

redujo de 6 VA a 3 Vi horas (Montocchio 1988). Esto implicó

la limpieza con soplos de vapor en lugar de hervir con agua,

además del uso de recipientes de semilla y cortes de templa

para almacenar masa cocida de las diferentes secciones del

tacho. Al momento del arranque, las masas cocidas se llevan

de nuevo al tacho para minimizar el tiempo requerido antes

de empezar a producir masa cocida aceptable. Broadfoot et

al. (2004) informaron sobre un tiempo de parada

correspondiente a solo 3,6 h para cuando el tacho no se

alimenta con meladura.

El sistema continuo BMA se instala con la posibilidad de

puentear cualquiera de las cuatro etapas, de modo que una

etapa puede ser limpiada a la vez con mínima perturbación de

la producción. Los tachos Fletcher Smith se instalan a veces

con una partición al centro, de modo que cada mitad del

tacho se puede operar independientemente de la otra. Esto

proporciona la capacidad de limpiar una mitad del tacho

mientras que la otra mitad sigue en funcionamiento.

Los tachos continuos B usualmente son vaciados y limpiados

con una frecuencia entre 4 y 20 semanas dependiendo de la

zona de cultivo de la caña. Los tachos continuos de C operan

a menudo sin requerir limpieza durante toda una zafra de 40

semanas, pero se pueden limpiar más frecuentemente.

Incrustación. El problema de la incrustación de azúcar en

las superficies internas de los tachos ha sido tratado con

algo de detalle (Rein 1990). En realidad esto solo es

significativo con masas cocidas de alta pureza, y si no se

controla es causa de los siguientes problemas:

El azúcar, que se acumula sobre las superficies

internas, se rompe en terrones, que pueden llegar a

bloquear los tubos o las descargas y causar presencia

de terrones en el azúcar producido.

La incrustación progresiva o ensuciamiento de las

superficies de calefacción reduce la tasa de

transferencia de calor, lo cual en condiciones de

operación prolongada puede conducir a una reducción de

capacidad.

Dado que los mecanismos de incrustación son diferentes, se

debe establecer una distinción entre las incrustaciones

acumuladas por encima del nivel de masa cocida y por debajo

de la masa cocida en ebullición. La mayoría de las

incrustaciones por debajo del nivel de masa cocida se pueden

superar mediante el aislamiento de las superficies externas

del tacho para reducir el enfriamiento de las paredes. Se ha

encontrado que las esquinas agudas y discontinuidades pueden

promover incrustación localizada y deben ser evitadas. Las

sondas de medición deben tener bordes redondeados, y los

tubos de la calandria idealmente se deben encontrar soldados

a ras sobre las placas de tubos, dado que los tubos

salientes son a menudo punto de partida para incrustaciones

significativas. Si los puertos de paso están por debajo de

nivel de masa cocida, pueden constituir un punto de initio

de incrustación, y requerir burbujeadores de vapor para

mantenerlos fibras de incrustaciones.

Las incrustaciones sobre las superficies por encima del

nivel de masa cocida por lo general se producen más

rápidamente. Estas son causadas por salpicaduras de la masa

cocida sobre las superficies expuestas y cristalización

sobre la superficie antes de que tengan oportunidad de

escurrir hasta la masa cocida.

Este proceso se acelera en caso de una ebullición muy

intensa con salpicaduras excesivas y en los casos en que la

viscosidad es alta. La velocidad de incrustación es mayor a

medida que aumenta la sobresaturación de la masa cocida y se

reduce el área de superficie de los cristales por unidad de

volumen. Por lo tanto, no es raro encontrar mayor nivel de

incrustaciones en los compartimentos de las primeras etapas

de los tachos continuos, donde las tasas de evaporación y

cristalización son altas. También se ha encontrado que la

incrustación ocurre mis rápidamente cuando se opera

intensamente el tacho a una tasa de producción alta y con un

mayor nivel de sobresaturación.

La incrustación por encima de la superficie de masa cocida

se puede minimizar o eliminar de varias maneras:

Minimizar las superficies expuestas, tales como bafles;

Aplicar periódicamente agua o meladura de alimentación

pulverizadas sobre las superficies expuestas;

Pasar una tubería de agua fría por encima de los

bafles, de modo que la condensación resultante escurra

sobre el bafle para mantenerlo limpio;

Elevar el nivel de la masa cocida periódicamente por

encima de las áreas incrustadas;

Asegurar un buen control de la sobresaturación y el

contenido de cristal;

Operar el tacho en la forma más estable posible.

En algunos casos se recurre a elevar periódicamente la

presión absoluta del tacho para derretir las incrustaciones.

Este procedimiento no es recomendable ya que altera

severamente las condiciones de la masa cocida y las altas

temperaturas promueven problemas de incrustación por debajo

del nivel de la masa cocida.

15.6 Instrumentación y control del tacho

15.6.1 Transductores de medición

Los métodos convencionales para medición de presión, flujo y

nivel no revisten ningún problema en particular. Para el

control de la presión se requiere de un transmisor de

presión absoluta, en lugar de un transmisor de vacío

(transmisor de presión que mide la presión relativa a la

presión atmosférica). Esto asegura que la temperatura de

ebullición en el tacho no se vea afectada por cambios de

presión atmosférica. Las mediciones utilizadas para el

control de los tachos son sensibles a variaciones de

temperatura y por lo tanto es importante tener una

temperatura controlada (Soska y Rein 2001).

El principal desafío del sistema de control de tachos es

controlar la concentración de solidos disueltos, el

contenido de cristales y la consistencia de la masa cocida.

No existen instrumentos comerciales disponibles que puedan

medir estas variables directamente, requiriéndose usar

mediciones secundarias para inferir los valores de interés.

Durante el inicio del cocimiento, y en particular durante la

formación de los granos, la sobresaturación del licor madre

debe ser controlada. A medida que el proceso de evapo

cristalización transcurre, el control del contenido de

cristal se vuelve mas importante, siendo el factor dominante

que determina la consistencia al final de la templa.

Para determinar la concentración del licor madre (súper

saturación), se pueden utilizar mediciones de la elevación

del punto de ebullición y refractómetros en línea. Estos son

útiles al comienzo de los cocimientos, pero únicamente miden

las condiciones del licor madre y no pueden ser utilizados

para el control de todo el ciclo. Las mediciones del punto

de ebullición son además afectadas por cambios en el nivel

de masa cocida.

Algunos transductores utilizados son sensibles a la

concentración, tanto en el comienzo del cocimiento como a

través de todo el ciclo:

La conductividad eléctrica es un método útil. En

realidad mide la actividad de los componentes iónicos,

pero depende tanto de la concentración del licor madre

como de la consistencia de la masa cocida, que son

afectados por el aumento del contenido de cristal. Este

método se utiliza casi universalmente para masas

cocidas B y C, donde el contenido de cenizas es elevado

y relativamente estable; para las masas cocidas de alta

pureza este método es menos confiable, pues las

variaciones del contenido iónico tienen un mayor efecto

sobre el valor absoluto. La conductividad no es lineal

respecto a la concentración de solidos disueltos.

Los transductores de viscosidad se comportan de manera

similar a los de conductividad, pero puede utilizarse

en todo tipo de cocimiento. Los medidores de

consistencia Ziegler fueron comúnmente usados en el

pasado, pero estos y otros transductores de viscosidad

son menos frecuentes hoy en día.

Los medidores de conductividad por radio frecuencia

miden las propiedades eléctricas a las frecuencias de

radio (Radford et al. 1988; Reichard et al. 1992).

Estas mediciones son afecta-das tanto por la

conductividad como por la constante dieléctrica. Tienen

algunas ventajas sobre mediciones de conductividad

convencionales, ya que pueden operar en ausencia de

impurezas iónicas (es decir en cocimientos de

refinería), pueden tolerar cierto grado de incrustación

de la sonda sin que las lecturas se vean afectadas, y

es posible obtener señales separadas representativas de

las propiedades de resistencia y capacitancia de la

masa cocida.

Los medidores de densidad nuclear son sensibles al

contenido de crista), pero relativamente insensibles a

cambios en la concentración del licor madre. Sin

embargo estos se pueden utilizar para el control del

crecimiento de los cristales (Donovan 1988).

Las mediciones de absorción de microondas son bastante

sensibles al contenido de agua y por lo tanto permiten

medir el contenido total de sólidos con exactitud. Son

similares a las mediciones de densidad nuclear en el

sentido de que son más sensibles al contenido de

crista! que a la concentración del licor madre. Su

mayor ven-taja radica en el hecho de que la medición no

se ve afectada por los cambios de pureza (Saska y Rein

20Q\).

Es importante considerar cuidadosamente el sitio de

instalación de los dispositivos de medición. Estos deben

localizarse suficientemente lejos de la alimentación y de

las burbujas de vapor como para que estas no puedan afectar

la medición. El sitio de instalación se vuelve más crítico

cuando el lacho no tie-lie buena circulación,

particularmente al final de los cocimientos. La mejor

position para los electrodos de conductividad en un tacho

discontinuo es dentro del tubo central de descenso; como

alternativa, se pueden instalar en el rondo del tacho en una

región donde la masa cocida se mueva rápidamente.

15.6.2 Dimensionamiento de válvulas de control

Un correcto dimensionamiento de las válvulas de control es

esencial si se quiere obtener un control bueno y confiable.

El primer requisito es determinar los flujos mínimo medio y

máximo a esperar. Luego es necesario calcular los valores de

C para estas condiciones, que permitirán establecer el

tamaño necesario de la válvula de control a partir de las

especificaciones del proveedor de válvulas. Para los flujos

de líquidos, el C se define como el número de galones

americanos de agua (US gal) que la válvula puede pasar con

una diferencia de presión de 1 lb/ pulg a través de la

válvula

La ecuacion es:

(formula)

donde el flujo se expresa en US gal/min la caída de presión

en lb/pulg2 y SG representa la gravedad específica del

líquido. Las unidades no son estándar pero ha sido la forma

en que tradicionalmente la mayoría de proveedores presentan

la capacidad de las válvulas. Al utilizar unidades SI. el

valor de C es más facil de calcular como:

(formula)

donde el flujo se expresa en m Vh y la caída de presión Ap

se expresa en bares (= kPa/100). Esto resulta en un valor

numérico cercano a los valores convencionales. La válvula

seleccionada debe tener un C suficientemente grande para

permitir el paso del flujo máximo mientras que sea aún

posible operar a una abertura de válvula razonable (< 60 %

abertura) bajo condiciones promedio.

Es necesario efectuar correcciones cuando el tamaño de la

válvula es menor que el tamaño de la línea en la que está

instalada o si la viscosidad es muy alta. La corrección

puede ser necesaria en flujos de miel con válvulas pequeñas.

Los manuales de los fabricantes deben ser consultados para

estas correcciones.

La evaporación Hash y la cavitación pueden tener un efecto

significativo sobre el desempeño de las válvulas. A medida

que él líquido pasa a través de la válvula la velocidad

aumenta y la presiona disminuye según la ecuación de

Bernoulli. Si la presión desciende lo suficiente el líquido

sufrirá evaporación por descomposición “Hash". Tomando

burbujas de vapor. Esto tiene dos efectos potencialmente

adversos: en primer lugar la capacidad de la válvula de

permitir cl paso de cierta cantidad de líquido requerida se

ve gravemente afectada y en segundo lugar si la presión se

incrementa subsecuentemente las burbujas dc vapor colapsan.

lo que con el tiempo puede producir graves daños a la

válvula. La probabilidad de que esto ocurra es alta en los

casos del agua de inyección para condensadores y de

alimentación acondicionada para lachos a consecuencia de la

reducción de presión aguas abajo y el incremento en

temperatura. En el caso de agua de inyección la válvula

deberá estar situada a una baja elevación donde la presión

estática sea suficientemente alta para prevenir la

cavitación, o justo sobre la entrada al condensador, donde

las consecuencias de la cavilación son menos severas.

En el régimen de cavilación la diferencia de presión a

utilizar en las ecuaciones para dimensionamiento es menor

que la caída de presión disponible. Para propósitos de

dimensionamiento, la caída de presión máxima permisible está

dada por el valor crítico con el cual se produce cavitación

en válvulas de alta recuperación (válvulas tipo mariposa y

de globo, opción mas común para control de tachos).

Dependiendo de la presión de entrada del agua y la presiona

de vapor pv de acuerdo con:

(formula)

El valor de K. es suministrado por el fabricante de la

válvula. y generalmente varía entre 0.6 y 0.3 para las

válvulas de mariposa dependiendo del porcentaje de abertura.

Para las válvulas convencionales la máxima diferencia de

presión para propósitos de dimensionamiento está determinada

por el flujo obstruido. Los fabricantes disponen de

diferentes métodos para la verificación correspondiente.

15.6.3 Control de evapo -cristalizadores discontinuos

Control de procesos. La automatización del proceso en tachos

conduce a resultados consistentes y cuando la configuración

es óptima permite lograr buenos agotamientos buena calidad

del aplicar y máxima capacidad de los equipos. Dado que

cualquiera de los tachos discontinuos puede desempeñar una o

todas las diferentes etapas del ciclo de cocimiento

formación de grano, desarrollo de templa, evaporación final

o apriete) con diferentes grados de masa cocida (A. B. (').

las recelas necesarias para cada tipo de cocimiento deben

estar disponibles para cada tacho.

Los sistemas de control fundamentales son casi iguales para

todos los tachos. Una configuración típica se presenta en la

Figura 15.31. Este diagrama muestra el control manual del

suministro de vapor al tacho; en la mayoría de las fábricas

de crudo la presión de la calandria no se controla

automáticamente. También se muestra la conductividad como

parámetro de control principal para esta función otras

mediciones pueden ser utilizadas en su lugar. Las acciones

de control involucradas son:

Control de presión absoluta. Esta se controla mediante

regulación del flujo de agua de inyección al condensador. El

valor objetivo (setpoint) normalmente se mantiene constante

a lo largo de la templa, aunque también puede variar durante

el cielo de cocimiento, particularmente en los tachos de

refinería. El sistema puede incorporar una acción de control

dominante (override) basada en la temperatura de la tubería

de descarga. Esto limita el uso excesivo de agua de

inyección que puede ser causado por un sistema de vacío

inadecuado o con fallas. En caso de que una bomba de vacío

no esté funcionando bien, la concentración de gases

incondensables se eleva, reflejándose en un aumento de la

presión absoluta y el sistema de control responded agregando

más agua de inyección.

Control de nivel. Este opera durante el llenado, al mismo

tiempo que controla el nivel durante el periodo de

concentración previo a la formación de grano, mediante

regulación de la válvula de alimentación. El transmisor de

nivel también detecta la condición de 'tacho lleno' e inicia

la etapa final de concentración.

Control de conductividad. Este controla la concentración

antes, durante y luego de la formación de grano, regulando

la adición de agua. Una vez que se establece el grano, el

crecimiento comienza con la alimentación de mieles o

meladura. El valor objetivo del control de conductividad

usualmente se ajusta con una rampa descendente a medida que

el nivel se incrementa para lograr un crecimiento estable en

el contenido de cristal. Una vez que el tacho se ha llenado,

la conductividad se lleva al valor deseado para la descarga;

durante este periodo el controlador admitirá agua de ser

necesario a través de la válvula de control de agua.

Potencia en el motor del impulsor. La potencia absorbida por

el impulsor de circulación formada puede utilizarse en lugar

de la conductividad para el control de la alimentación

durante el periodo de crecimiento de grano. La potencia del

impulsor es particularmente útil como medición confiable y

reproducible de la consistencia final de la templa.

Adición de semilla de cristales. Una vez que se alcanza la

concentración correcta para formación del grano, el tacho se

mantiene a esta concentración durante cierto tiempo para

permitir que se estabilicen las condiciones. Posteriormente

el sistema de control puede abrir la válvula de suspensión o

slurry de semillamiento de forma automática, admitiendo la

carga de slurry que el operador ha puesto en el embudo de

alimentación. Algunos operadores prefieren que esto se pueda

hacer de forma manual por el tachero, que es alertado por

una alarma de "listo".

Algunas variaciones de este esquema básico se deben hacer en

los tachos que comienzan el cocimiento partiendo de un pie

de templa o el corte de una templa de otro tacho. La mayoría

de los sistemas de control tienen la flexibilidad de

mantener al tacho en espera a cualquier momento, en caso de

que se presente una escasez de alimentación, o de que el

tacho no pueda ser descargado o la templa deba ser cortada

debido a estancamientos del proceso. Adicionalmente las

principales variables de proceso tienen alarmas que alertan

a los operadores en caso de presentarse algún problema.

Automatización total del ciclo de cocimiento.

Para automatizar completamente las operaciones de un tacho

las válvulas deben ser todas accionadas y controladas

mediante un controlador secuencial. Esto requiere actuadores

remotos para la válvula de suministro de vapor a la

calandria, el interruptor de vacío, los soplos de vapor,

vapor a eyectores, así como válvulas automáticas para la

descarga de masa cocida y sistemas de transferencia. La

duración de operaciones tales como el soplo de vapor se

establece con temporizadores; también es necesario contar

con alarmas para advertir al operador de las acciones de

control.

15.6.4 Control automático de tachos continuos

Los controles necesarios para un tacho continúe se presentan

en la Figura 15.32. En los tachos de múltiples

compartimientos por lo general se requiere de un lazo de

control por compartimiento, pero estos controles son

sencillos, empleándose a menudo simples controladores del

tipo encendido/apaga-do (on/off) para esta tarea.

La presión de calandria puede ser controlada a un valor

constante, o puede ser regulada para mantener cierta tasa de

evaporación deseada, que se obtiene midiendo el flujo de

condensados. Este "control de la tasa de evaporación” es

útil para ajustar la lasa dc producción, o para repartir

equitativamente el trabajo entre dos tachos continuos que

procesan masa cocida del mismo tipo.

La tasa de evaporaci6n determina la presión de Calandria. HI

flujo de meladura/mieles depende de la lasa de evaporación;

el esquema de la Figura 15.32 presenta a la lasa de

alimentación de semilla controlada usando una proporción

respecto a la tasa de alimentación de meladura o mieles. De

esta manera el tacho se puede operar de manera completamente

automática, siendo necesario fijar solamente la lasa de

evaporación para lograr la lasa de producción requerida.

En general las condiciones de la masa cocida en cada

compartimiento son controladas mediante conductividad (masas

cocidas B y C) o por señales de sondas de RF (masa cocida

A). Sin embargo, estas últimas son aun propensas a la

incrustación por lo que necesitan ser removidas y limpiadas

manualmente, generalmente una vez al día. Broadfoot el al.

(2004) describen el uso de una sonda de RF calentada con

vapor que permanece libre de incrustaciones gracias a que la

sonda se mantiene a una temperatura promedia de la de la

masa cocida. Los dispositivos de medición de densidad por

microondas son muy confiables y menos dependientes de la

pureza de la masa cocida, pudiendo en el futuro reemplazará

las sondas RF en esta tarea.

Un enfoque diferente ha sido utilizado en los tachos FCB

para masas de alta pureza. Este involucra el control del

flujo de vapor al tacho y la regulación del flujo a los

compartimientos individuales proporcionalmente al flujo de

vapor. Un medidor nuclear de densidad sobre la línea de

salida de masa cocida controla la alimentación del ultimo

compartimiento (Chielens y Lavogiez 1987).

El enfoque australiano es algo diferente Davies el al.

(1989) describen el sistema de control de los tachos SRI. HI

flujo de meladura o mieles a cada compartimiento se ajusta

para lograr la lasa de alimentación requerida mientras que

se controla una válvula de agua a cada compartimiento para

obtener la consistencia correcta en cada uno de ellos, la

cual es obtenida por conductividad. Este método en teoría

permite el control tanto de la consistencia como del

contenido de cristal al mismo tiempo, pero estos valores en

realidad no se pueden medir en línea. Esto países una

complicación innecesaria y la necesidad de alimentación de

agua a cada compartimiento significa que la demanda de vapor

del tacho será mayor de lo necesario.

Un método para el ajuste de los controles de tachos

continuos ha sido ideado por Love y Chilvers (1986) y ha

ido utilizado con éxito para determinar parámetros de

control. El sistema no tiene ningún elemento de

autorregulación y la respuesta a un cambio tipo escalón es

una rampa continua hasta que se elimine el escalón. Un

ejemplo de esta respuesta se presenta en la figura 15.33

Love y Chilvers mostraron como las mediciones del tiempo de

retraso y pendiente, en relación con la capacidad del

comportamiento, se pueden utilizar para configurar

parámetros óptimos de control.

Los controles de alimentación para los compartimientos

pueden utilizar controladores de modulación o del tipo

encendido / apagado (on / off). En general se ha encontrado

que es más fácil utilizar controladores on / off

temporizados. La ventajas son: se pueden utilizar simples

válvulas tipo on/off, no se necesitan transductores l/P o

posicionadores de válvula, el dimensionamiento de la válvula

de control no es crítico, se pueden utilizar restricciones

en las líneas de agua y/o meladura para igualar las

ganancias del lazo y el sistema de alimentación es menos

propenso a taponamientos.

15.7 Equipos auxiliares en la estación de conocimientos

15.7.1 Acondicionamiento de mieles

Una práctica común es acondicionar las mieles A y B antes de

ser alimentadas a los tachos. Esto involucra una reducción

de la concentración de solidos disueltos y el calentamiento

de la miel hasta una temperatura constante. Frecuentemente

se utiliza una combinación de 70ºC y 70 Brix, valores

estables de estos parámetros facilitan el control de las

condiciones en el tacho. Solo el material a punto de ser

alimentado a los tachos debe ser calentado para minimizar la

inversión de sacarosa. La dilución de las mieles de esta

manera conduce a una mayor demanda de vapor en el tacho, la

cual puede reducirse en casos donde la economía del vapor

tiene alta prioridad.

Los tanques de acondicionamiento están diseñados para

alcanzar la temperatura y concentración requeridas, además

de proporcionar el tiempo de residencia suficiente para que

se disuelvan los cristales pequeños que puedan estar

presentes en la miel. La mejor forma de lograrlo es si el

recipiente donde la miel es calentada y diluida cuenta con

buena agitación. Posteriormente se dispone de una sección de

flujo tipo pistón que llega hasta la descarga hacia los

tachos, proporcionando el tiempo de residencia requerido.