suplemento cultural contenido 210112

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Maracay, Sábado 21 de enero de 2012 Crónicas del Olvido Diario de aguas ALBERTO HERNÁNDEZ 1.- E l agua se desliza por los meandros del poeta. Po- dría leerse en cada uno de sus cauces las veces que el río lo mojó y lo secó bajo el sol. Podría decirse del Cara- macate, corriente amarilla, lenta y descuidada que pasa por San Sebastián de los Re- yes. El agua, entonces, es la mirada de un hombre que es- cribe bajo el rigor del trópico. Así, entre nubes, surge la poe- sía, la voz de Miguel Ramón Utrera hecha agua, silbido líqui- do, palabra que inunda las ca- lles del poblado y traduce el su- surro que entra en el bosque, en los hierbazales cerca de las cuevas donde se iluminan las creencias, los misterios. El agua se hace libro dedi- cado al poeta. De esta manera lo ha confesado en el epígrafe de su poemario, José Ygnacio Ochoa, Diario de aguas, pu- blicado por Ediciones Estival. Edición que precede otros tí- tulos que ya han comenzado a darle la vuelta al país. El agua corre por este libro en cuyas páginas respira el poeta Utrera y en el que apa- recen códigos que revelan la pasión de su autor por el viejo juglar del Sur de Aragua. Ochoa lo canta con la presen- cia del río que pocos nombran por no conocerlo. Ochoa lo hace poesía de agua, con el mismo líquido de sus versos apagados detrás de todos los elementos de la naturaleza. El agua de este libro es una me- táfora a quien se dedicó a in- ventar un paisaje. Un viaje por cada uno de los mitos y rinco- nes de San Sebastián. "Se construye una historia de desalojos/ desencuentros con iniciales/ escrúpulos ago- biantes/ desde el comienzo/ un final que se deja/ escurrir con el requiebro/ solapado entre la esperanza/ el árbol con su rama/ anclada en el cauce/ del agua tibia". Así co- mienza este poema, este libro poema que hace al viejo poeta parte del agua que discurre o se queda. Doce veces Ochoa usa la palabra poeta y una vez el ape- llido de quien habla. Poeta en docena y Utrera en soledad para recogerse en el agua que Gaston Bachelard ha hecho teoría para entrarle al poema. El agua es, lo dice el teórico francés, cuerpo inocente, ini- cial, íngrimo, desnudo, puro, ensoñado, dulce como agua de río o de lago, que no de océano, porque los mares no son nada inocentes, contie- nen todos los viajes y todas miserias del mundo. José Ygnacio Ochoa confir- ma el inicio de esta aventura: "Memoria/ pedazos alojados/ en el olvido celestial/ acom- pañado con la voz/ del poeta en su canto/ que nunca aca- ba", y lo destina a ser apari- ción en cada una de las pági- nas que escribió para que Utrera se moje una sola vez el rostro y las palabras. Bache- lard lo asegura "No nos baña- mos dos veces en el mismo río, porque ya en su profun- didad el ser humano trae el destino del agua". 2.- La poesía es voz líquida. La palabra, su semilla, germina. Por eso el habla del agua es coherente, comprensible, po- table, legible. De esas cuali- dades emergen los sonidos, la paz y las corrientes normales del río. Un río no es río cuan- do llueve en sus cabeceras, cuando se desborda. Se con- vierte en monstruo, en caos, en aquelarre, en muerte. Un río para serlo tendría que ser apacible, de lo contrario ha- bría que verlo como humano. Los ríos y los lagos producen poetas. El mar, el océano: na- rradores. La acción del mar relata la épica, los viajes, los crímenes, la traición y el asal- to. El desplazamiento de los lagos, dentro de su cuenca, habla, musita, imagina. Cuan- do inunda deja de ser lago, es devastación. Igual el río: siem- pre será un viaje, nuevos pai- sajes, ensoñación. Por eso dice José Ygnacio Ochoa: Deja que el agua diga con su movimiento lo que no pueden decir los ojos Una página más adelante el poeta de Diario de aguas escribe: Recorre el estanque con la mirada de la distancia Y así, para expresar la última estación de agua, deja esta imagen: Tanto andar y no llegamos al final de la palabra. Por todo eso, el poeta rinde "culto a la comarca…en su deambular con el juego/ de las aves al frente del ventanal claroscuro". 3.- Biografía de un poeta a tra- vés de un elemento. El agua elabora el nombre, lo pronun- cia. En el recorrido, en el ám- bito del poema, su autor sólo dice "poeta", "el poeta": lo fi- gura, lo dibuja, lo amasa con agua del río y de la lluvia. Adánico, comienza a nom- brar lugares "Fluye el caudal del río/ la alcantarilla/ está en Pedregal/ al lado de la/ ca- sona sola/ del poeta". El per- sonaje es trazado en pocas palabras "Quien deambula en su soledad/ manifiesta el si- lencio", y así, Utrera, el aún no mencionado, transita con el silencio la única calle que de memoria lo reinventa. Recuperado el aliento, lue- go de calles y miradas a dife- rentes rostros, el autor escri- be como para justificar el in- tento de saberse parte del mundo recorrido "En el cami- no nos encontramos/ con un túnel de árboles que une/ a las dos vías/ norte/ sur/ aquí/ allá/ sobre el ocaso de un dia- rio de aguas". Entonces en- cuentra el motivo, la voz del libro, el título de esta cuenta pendiente con una biografía. El viaje, luego de entradas y salidas, converge con esta estación: La soledad de su nombre palpita constantemente en el aliento intenso de la palabra de Utrera son palabras continuas noche día vigilia impulsada por cánticos de seres inmaculados. El agua corre por los mea- dros del poeta. Utrera es el poema. Su autor, en este peri- plo incesante, José Ygnacio Ochoa, aún se pregunta en qué río invisible estará instalada la mirada de quien inventó una comarca y le dio nombre al universo.

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Maracay, Sábado 21de enero de 2012

Crónicas del Olvido

Diariode aguas

ALBERTO HERNÁNDEZ

1.-

El agua se desliza por losmeandros del poeta. Po- dría leerse en cada uno

de sus cauces las veces que elrío lo mojó y lo secó bajo elsol. Podría decirse del Cara-macate, corriente amarilla,lenta y descuidada que pasapor San Sebastián de los Re-yes. El agua, entonces, es lamirada de un hombre que es-cribe bajo el rigor del trópico.Así, entre nubes, surge la poe-sía, la voz de Miguel RamónUtrera hecha agua, silbido líqui-do, palabra que inunda las ca-lles del poblado y traduce el su-surro que entra en el bosque,en los hierbazales cerca de lascuevas donde se iluminan lascreencias, los misterios.

El agua se hace libro dedi-cado al poeta. De esta maneralo ha confesado en el epígrafede su poemario, José YgnacioOchoa, Diario de aguas, pu-blicado por Ediciones Estival.Edición que precede otros tí-tulos que ya han comenzado adarle la vuelta al país.

El agua corre por este libroen cuyas páginas respira elpoeta Utrera y en el que apa-recen códigos que revelan lapasión de su autor por el viejojuglar del Sur de Aragua.Ochoa lo canta con la presen-cia del río que pocos nombranpor no conocerlo. Ochoa lohace poesía de agua, con elmismo líquido de sus versosapagados detrás de todos loselementos de la naturaleza. Elagua de este libro es una me-táfora a quien se dedicó a in-ventar un paisaje. Un viaje por

cada uno de los mitos y rinco-nes de San Sebastián.

"Se construye una historiade desalojos/ desencuentroscon iniciales/ escrúpulos ago-biantes/ desde el comienzo/un final que se deja/ escurrircon el requiebro/ solapadoentre la esperanza/ el árbolcon su rama/ anclada en elcauce/ del agua tibia". Así co-mienza este poema, este libropoema que hace al viejo poetaparte del agua que discurre ose queda.

Doce veces Ochoa usa lapalabra poeta y una vez el ape-llido de quien habla. Poeta endocena y Utrera en soledadpara recogerse en el agua queGaston Bachelard ha hechoteoría para entrarle al poema.El agua es, lo dice el teóricofrancés, cuerpo inocente, ini-cial, íngrimo, desnudo, puro,ensoñado, dulce como agua

de río o de lago, que no deocéano, porque los mares noson nada inocentes, contie-nen todos los viajes y todasmiserias del mundo.

José Ygnacio Ochoa confir-ma el inicio de esta aventura:"Memoria/ pedazos alojados/en el olvido celestial/ acom-pañado con la voz/ del poetaen su canto/ que nunca aca-ba", y lo destina a ser apari-ción en cada una de las pági-nas que escribió para queUtrera se moje una sola vez elrostro y las palabras. Bache-lard lo asegura "No nos baña-mos dos veces en el mismorío, porque ya en su profun-didad el ser humano trae eldestino del agua".

2.-La poesía es voz líquida. La

palabra, su semilla, germina.Por eso el habla del agua es

coherente, comprensible, po-table, legible. De esas cuali-dades emergen los sonidos, lapaz y las corrientes normalesdel río. Un río no es río cuan-do llueve en sus cabeceras,cuando se desborda. Se con-vierte en monstruo, en caos,en aquelarre, en muerte. Unrío para serlo tendría que serapacible, de lo contrario ha-bría que verlo como humano.Los ríos y los lagos producenpoetas. El mar, el océano: na-rradores. La acción del marrelata la épica, los viajes, loscrímenes, la traición y el asal-to. El desplazamiento de loslagos, dentro de su cuenca,habla, musita, imagina. Cuan-do inunda deja de ser lago, esdevastación. Igual el río: siem-pre será un viaje, nuevos pai-sajes, ensoñación.

Por eso dice José Ygnacio Ochoa:Deja que el aguadiga con su movimientolo que no puedendecir los ojosUna página más adelante el poetade Diario de aguas escribe:Recorre el estanquecon la mirada de la distanciaY así, para expresar la últimaestación de agua, deja esta imagen:Tanto andar y no llegamosal final de la palabra.

Por todo eso, el poeta rinde"culto a la comarca…en sudeambular con el juego/ delas aves al frente del ventanalclaroscuro".

3.-Biografía de un poeta a tra-

vés de un elemento. El aguaelabora el nombre, lo pronun-cia. En el recorrido, en el ám-bito del poema, su autor sólodice "poeta", "el poeta": lo fi-

gura, lo dibuja, lo amasa conagua del río y de la lluvia.Adánico, comienza a nom-brar lugares "Fluye el caudaldel río/ la alcantarilla/ estáen Pedregal/ al lado de la/ ca-sona sola/ del poeta". El per-sonaje es trazado en pocaspalabras "Quien deambula ensu soledad/ manifiesta el si-lencio", y así, Utrera, el aún nomencionado, transita con elsilencio la única calle que dememoria lo reinventa.

Recuperado el aliento, lue-go de calles y miradas a dife-rentes rostros, el autor escri-be como para justificar el in-tento de saberse parte delmundo recorrido "En el cami-no nos encontramos/ con untúnel de árboles que une/ a lasdos vías/ norte/ sur/ aquí/allá/ sobre el ocaso de un dia-rio de aguas". Entonces en-cuentra el motivo, la voz dellibro, el título de esta cuentapendiente con una biografía.

El viaje, luego de entradasy salidas, converge con estaestación:

La soledad de su nombre palpitaconstantementeen el aliento intenso de la palabrade Utrerason palabras continuasnochedíavigilia impulsada por cánticos deseresinmaculados.

El agua corre por los mea-dros del poeta. Utrera es elpoema. Su autor, en este peri-plo incesante, José YgnacioOchoa, aún se pregunta en quérío invisible estará instalada lamirada de quien inventó unacomarca y le dio nombre aluniverso.

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Contenido Maracay, Sábado 21 de enero de 201210

Pablo Gómezen dos notas

LEONARDO MAICÁN

Una tela en blanco muestra ladesnudezy la pureza de un recién nacido,donde el padre (el artista) lo viste yle da vida

Pablo Gómez

1.-

Conocí a Pablo Gómezgracias al poeta Guiller-mo Cadrazco, cuando

éste trabajaba en el MercadoLibre, a comienzos del sigloveintiuno. Largas eran las ter-tulias (aderezadas con cerve-za), de las que participaba asi-mismo el escritor Rafael Orte-ga, entre verduras, legum-bres, frutas y un montón denubes flotando sobre nuestrascabezas. P. Gómez es el mayorde siete hermanos (cuatro va-rones y tres mujeres). Este ar-tista plástico de exuberantescolores nació en Maracay un20 de julio de 1956, en su an-tigua casa ubicada en la Calle9 de La Barraca. Una coma-drona, de quien Pablo sóloconoce que se llamaba Migue-lina, fue la encargada de aten-der el parto. San Elías reza susanto. Y no sé que tiene quever lo antológico con lo onto-lógico, más allá del significan-te saussureano, pero este es-grimista del pincel es tambiénun bravo pianista, instrumen-to que aprendió a tocar duran-te su pasantía por el Conser-vatorio de Música del estadoAragua, entre 1966 y 1974.

Me habló de sus conflictos,de esos huracanes internos queestremecen el alma del crea-dor "Pinto todos los días, nopuedo dejar de hacerlo. Cojomi pincel y aunque sea unasrayas trazo. Suelo pintar demadrugada". Por un instantemi mirada se fija en su rostroovalado, de bigotes chorrea-dos. Y de sus ojos castaños saleesta sentencia "El artista noduerme". Saltador de "talan-queras artísticas", en 1978 co-mienza su andar por las artesplásticas, terreno que se le an-tojaba propicio para desparra-

mar sus demonios y fantas-mas. En este campo, su primerduelo a muerte fue con la es-cultura, de la que conserva unavieja herida de guerra, cicatri-zada por el tiempo: una men-ción honorífica en el Salón TitoSalas de Maracay (1984) con"Espejismos", obra en la quePablo Gómez hace uso de unelemento innovador para laépoca como lo es el petróleo(alambre, cabilla, petróleopesado). Esta etapa "petrole-ra" duró alrededor de 10años. Por lo general, eran es-culturas que representaban aseres humanos con las extre-midades superiores deformeso mutiladas, o "escondidas" talvez entre las "vestimentas" delas figuras.

En todo caso, a través desus mutilados, Gómez le co-municaba al mundo, al "esta-blishment", su disconformi-dad ante la violencia, la gue-

rra y las catástrofes causadaspor la negligencia del hombre(sus esculturas con petróleoaparecen a partir de la Trage-dia de Tacoa, 19-12-1982).Otro "salto de talanquera", estavez dentro de las mismas ar-tes plásticas, lo condujo aromper con la escultura paraabrazar el óleo, la tela y el di-bujo. El Taller de Arte Libre,que funcionaba en la avenidaSantos Michelena, detrás de laplaza Felipe Guevara Rojas,fue la escuela donde PabloGómez aprendió a domar elsalvaje impulso de las líneas yel color. Su rostro se sonrojaal recordar al viejo EdmundoChirinos, quien fue su profe-sor de pintura y dibujo, asícomo al nombrar al fallecidoartista plástico Jorge Chacón,su profesor de color, quien fueel que realmente lo llevó a in-cursionar en la pintura.

Pablo Gómez formó parte

del Grupo Sabaneta, lideradopor Jorge Chacón e integrado,entre otros, por Julio Jáure-gui, Padrón, Caldas, Sucre,Pérez Galeano, Uzcátegui yJosé Omaña. El grupo se creóy se desintegró en la décadadel noventa, tras el falleci-miento de Jorge Chacón. Conla disolución del Grupo Saba-neta, Pablo Gómez cerraba uncírculo, ciclo que dejó unaprofunda huella en la obra delartista aragüeño.

Hay un cuadro llamativo enla obra de Gómez, que lleva portítulo "La comedia humana"(2008). Tal como lo sugiere elnombre, este collage es un cla-ro homenaje a Balzac, y es,desde luego, un cuadro dondeel autor refleja las contradic-ciones de la sociedad contem-poránea, los antivalores. Aligual que otros creadores dela región, pero con un sellopersonal, en los trabajos de

Gómez (como en "Alucinacio-nes") la presencia de figurasantropomórficas y totémicasha cobrado una importanciavital en la "cromogonía" (lapalabra es mía) del artista, ele-mentos con los que Gómez ini-cia la búsqueda de arquetiposdonde la memoria y el olvidoyuxtaponen sus códigos deáncora oxidada para confor-mar un metalenguaje de mira-das y acertijos.

Diciembre de 2011

2.-El artista plástico Pablo Gó-

mez ha venido desarrollandouna obra pictórica caracteri-zada por un buen manejo delas líneas y el color, cuya te-mática (la soledad, la re-flexión) gira alrededor de me-sas, frutas y botellas de vino(quizá como reminiscencia dela cultura vinícola de sus an-tepasados lusitanos). Mesasrodeadas de colores vivos, enlas que predomina el amarillo,el rojo, el azul y el verde. Me-sas con sillas, donde con fre-cuencia se percibe la presen-cia de un hombre, en actitudreflexiva. Los títulos hablanpor sí solos "Mesas con flores","Botellas Nº 9", "Frutas tropi-cales", "La familia con frutas","Bodegón con fresas".

Pablo Gómez se sumerge enla cotidianidad, en la rutina delos días. Combina los doloresdel hombre, sus nostalgias, an-helos y desdichas. Es el caso dela obra titulada "Manjares de lanaturaleza con niño", cuadro enel que se percibe una sensuali-dad que palpita a través de to-dos los elementos que confor-man la pintura: Un niño, un pe-rro, una mesa, silla, frutas. Haypues un hálito íntimo y familiarque atrapa al observador des-de la primera mirada. Viaje ydeleite de los sentidos. Valedestacar asimismo "Los miro-nes son de palo", donde la pre-sencia de dos sillas vacías y eldesarrollo de una partida dedominó sugiere la idea de untiempo detenido, a la esperaquizá del desenlace del juego,que es como decir el desenla-ce de la vida.

Agosto de 2008

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Maracay, Sábado 21 de enero de 2012 Contenido 31

José Rafel Pocaterrael gran cuentista

EDUARDO CASANOVA

José Rafael Pocaterra(1889-1955) podría teneralgún parecido con Rufi-

no Blanco Fombona, pero nopasaría de semejanzas super-ficiales que no resisten un ver-dadero análisis. Salvo el he-cho de que ambos, delibera-damente, se alejaron del len-guaje poético en su creaciónliteraria, tal como algunos es-critores españoles de su tiem-po, especialmente Pío Baroja,y que en algunos personajesde ambos puede haber un levetoque de los de Valle Inclán.Pero, a diferencia de BlancoFombona, Pocaterra sí alcan-zó la cumbre en uno de suscaminos: entre nosotros, ycuando hablo de "nosotros" nome refiero sólo a los venezo-lanos, ocupa el mismo lugarque Chejov entre los rusos. Esel gran maestro del cuento,una de las cumbres de la cuen-tística hispanoamericana. Susnovelas son también impor-tantes, pero no alcanzaron elmismo nivel que sus cuentos,posiblemente por su delibera-do alejamiento de lo que lla-mó alguna vez "el literaturis-mo agudo de prosas precio-sas", que le impidió desarro-llar del todo sus trabajos no-velísticos. Hijo de Jaime Po-caterra y Mercedes McPher-son (nieta de uno de los ofi-ciales de la Legión Británica),nació en Valencia, Venezuela,el 18 de diciembre de 1889, yera casi un niño cuando apa-recieron sus primeros textosen Caín, periódico que dispa-raba cañones de talento con-tra el gobierno de CiprianoCastro, razón por la cual estu-vo preso durante un año cuan-do apenas tenía 19 años deedad. Inicialmente estuvo enel Castillo de Puerto Cabello,cuyas mazmorras veinte añosdespués ocuparían los estu-diantes de la Generación del28, y luego en el Castillo deSan Carlos, cerca de Maracai-bo, donde aprovechó su tiem-po para estudiar latín, griegoe inglés y leer intensivamentelos clásicos, no sólo del idio-ma castellano sino de otraslenguas. Fue liberado por ges-

tiones de González Guinánante Castro, poco antes delviaje que llevó al "Cabito" aBerlín y a un exilio definitivo.Al caer el "Cabito" y subir alpoder su compadre Juan Vi-cente Gómez, Pocaterra estu-vo entre los que creyeron queel país entraba en un períodode luz y libertad, y se convir-tió en Secretario del ministrode Obras Públicas, RobertoVargas (1909), a quien tam-bién acompañó como secreta-rio privado cuando se convir-tió (Vargas) en Presidente (go-bernador) del estado Guárico.Y fue en Calabozo en dondeescribió su primera novela; Eldoctor Bebé (1913); que ini-cialmente llevó como títuloPolítica feminista, se desarro-lla en Valencia y es un fuertepanfleto en contra del doctorSamuel Niño, tachirense yamigo cercano de CiprianoCastro, que fue Presidente (go-bernador) de Carabobo desde1907 y fue ratificado en el car-go por Gómez después del de-rrocamiento de Castro. De esaprimera novela de Pocaterradice Domingo Miliani "Si Par-do englobó todos los sectoressociales en la novela, y BlancoFombona descargó sus tintasácidas sobre la burguesía dela capital, Pocaterra ceba sudemoledor arte narrativo,como un virtuoso de la sátiray del grotesco, en la clase me-dia provinciana, con sus bu-rócratas y sus solteronas, consu moral gazmoña y sus pre-juicios endémicos, con sus

políticos aduladores y cuca-ñistas. El magisterio de Blan-co Fombona es claro. Cuandoeste gran divulgador de la li-teratura hispanoamericanalanza la segunda edición de lanovela, El doctor Bebé, en1917, el volumen se abre conuna carta de Pocaterra, don-de reconoce 'El hombre dehierro fue para mí una revela-ción; yo caí en ese camino deDamasco desde el asno cansi-no, campanilleador y pueble-rino, en que venía… La lectu-ra de ese libro me hizo rom-per cuartillas y hacer trizas lapapelería ridícula de los vein-te años, con la atenuante deque no publiqué jamás nadade aquello; sentía ese pudorinstintivo de los seres defor-mes para desnudarse ante losdemás'." Poco antes de 1913,en Caracas, publicó Vidas os-curas, que para Domingo Mi-liani fue su mejor novela, por-que en ella "El sentido de logrotesco llega ahora a bordearlo magistral. Alcanza flexibi-lidad y dramatismo que falta-ban todavía en El doctor Bebé,novela aún vacilante en su es-tructura. Aquella especie dealergia urticante que le produ-cía la utilización de giros crio-llistas en la obra de juventud,ya no le preocupa." y se con-virtió en secretario de un ge-neral. Luego de un períodocomo secretario de un militar,en 1915, en Maracaibo, publi-có varios textos en El Fonó-grafo, periódico del cual fueco-director en 1916. En ese

período empezó a publicar susCuentos grotescos, que estánentre los más importantes delgénero cuentístico de la len-gua española. También en esetiempo se manifestó clara-mente contra el imperialismonorteamericano. Por su apo-yo a los aliados y su rechazo alos alemanes en la PrimeraGuerra Mundial es encarcela-do nuevamente y debe irse delZulia. En Caracas publicará sunovela Tierra del sol amada yserá colaborador de El Uni-versal y de El Nuevo Diario,periódico gomista dirigido porLaureano Vallenilla Lanz, yparalelamente será colabora-dor de Pitorreos, de Job Pim,publicación antigomecista, loque, a causa de una conspira-ción, causa su encierro en LaRotunda, a partir de enero de1919. De esa experiencia detres años saldrá una de las no-velas testimoniales más im-portantes de Venezuela: Me-morias de un venezolano de ladecadencia. También escribeen ese tiempo su novela Lacasa de los Ábila (inicialmen-te Juan de Ábila), que publicómucho más tarde, en 1946. Enenero de 1922 fue liberado,fundó una pequeña editorial yfinalmente tuvo que exiliarsea New York, donde se casó conMercedes Conde Flores y dedonde salió, hostigado por ladiplomacia venezolana. En1923 se estableció en Montre-al (Canadá) como Director deldepartamento hispano de laSun Life Insurance and Co.,además de dar clases de espa-ñol en la Universidad de Mon-treal. En ese período empezóa publicar Memorias de unvenezolano de la decadenciay mantuvo una fuerte campa-ña contra la dictadura de JuanVicente Gómez. Allí nacieronsus dos hijos, José Rafael yHéctor, que quedaron huérfa-nos de madre en 1925. En1929 participó en la frustradainvasión del Falke, con el ge-neral Román Delgado Chal-baud y un importante grupode exilados venezolanos, mes-colanza de antiguos caudillosy jóvenes de la generación del28. La invasión fue un rotun-do fracaso cuando el 11 deagosto de 1929 El general Del-gado Chalbaud y varios de losinvasores fueron muertos enCumaná, mientras otros que-

daron presos y algunos logra-ron escapar (entre ellos RafaelVegas, que pasó un largo pe-ríodo de clandestinidad en elinterior del estado Monagas,hasta que pudo escapar y lle-gar a París, afectado por el Malde Chagas). El día del fracaso,Pocaterra quedó a cargo delbuque, y decidió tirar el par-que al fondo del mar antes defondear en Trinidad, por lo quefue duramente criticado poralgunos. Su actuación lo hizoalejarse de los exilados. Vol-vió a Canadá y se casó en se-gundas nupcias con la cana-diense Marthe Arcand, aquien le llevaba 17 años. Dosaños y medio después de lamuerte del general Gómez(1938) regresó a Venezuela.En 1939 se incorporó al Con-greso y ejerció varias funcio-nes públicas. Durante la pre-sidencia de Isaías Medina An-garita fue Gobernador deCarabobo, tras lo cual entró alServicio Exterior. Durante elbreve gobierno de RómuloGallegos fue embajador enBrasil y en Estados Unidos, endonde permaneció despuésdel golpe de estado de no-viembre de 1948, cuando lecorrespondió solicitar al go-bierno norteamericano quereconociera a la Junta de Go-bierno presidida por CarlosDelgado Chalbaud, a quienconocía no sólo como hijo deRomán delgado Chalbaud,sino por su participación en lafrustrada invasión del Falke.A raíz del asesinato de CarlosDelgado Chalbaud, en 1950,Pocaterra renunció a su posi-ción diplomática y regresó aMontreal. En 1955 fue invita-do como orador de orden parala celebración del Cuatricen-tenario de Valencia, en dondepronunció un discurso en ver-sos en el que se manifestó cla-ramente en contra de la dicta-dura de Marcos Pérez Jiménez.Poco tiempo después el 18 deabril de 1955, murió en su casacanadiense. Dejaba a su pasopor la tierra una sólida obranarrativa en la que destacansus excelentes Cuentos Gro-tescos, que pintan como cari-caturas a muchos personajesde su tiempo, o de todos lostiempos, como Panchito Man-defuá, que es el niño de la ca-lle, el de entonces, el de ahora.

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Contenido Maracay, Sábado 21 de enero de 201232

Breves y antiguasFábulas Chinas

TRADUCCIÓNDEL CHINO CLÁSICO:

WILFREDO CARRIZALES

EL SEÑOR SHE AMABALOS DRAGONES

El señor She Zigao amabalos dragones. En el cinturónde sus trajes pintaba dragonesy en sus vasijas para beber yen los cuartos y habitacionesgrababa diseños de dragones.

Entonces el dragón del cie-lo oyó la noticia y descendió.Metió su cabeza por la venta-na para atisbar y su cola searrastró hasta la sala princi-pal de la casa. El señor She alverlo giró su cuerpo y escapócon su alma en vilo, pálido ysin poderse dominar.

El señor She no amaba losdragones; amaba a lo que separecía a los dragones, no aéstos.

ASUMIR EL ASUNTOHabía un médico que decía

que era bueno en medicinaexterna. Un general de bajorango regresó de la guerra. Ensu cuerpo traía una flecha quehabía penetrado profundo enel músculo. Aguardaba al mé-dico para que lo curara. Elmédico tomó unas excelentestijeras y cortó el extremo dela flecha que sobresalía. Lue-go se arrodilló para recibir susemolumentos.

El general dijo "La puntade la flecha aún está aden-tro. Se necesita extraerlacon urgencia".

El médico di jo "Esto esasunto de medicina inter-na. ¡No es asunto de mi res-ponsabilidad!"

REÍR CUANDO EL GRUPO RÍEUn ciego estaba sentado

con un grupo de personas. Elgrupo vio algo gracioso y rió.El ciego también rió. El grupole preguntó "¿Qué viste parareírte?"

El ciego dijo "Ustedes se rie-ron, ¡yo también tenía que reírpara no equivocarme!"

EL REY DEL ESTADO DE YANESTUDIA EL ARTEDE LA LONGEVIDAD

Un forastero le dijo al reyde Yan que él podía enseñarle

la técnica para ser inmortal.El rey envió a alguien para queaprendiera de él, pero elaprendiz no terminó el estu-dio porque el forastero murió.

El rey de Yan se enfureciógrandemente y mató al apren-diz. El rey no sabía si el extran-jero le había engañado o si elaprendiz muerto había ido aestudiar tarde.

Fundamentalmente creeren asuntos que no existen yademás matar a un súbditoque no tenía culpa es no inves-tigar la desgracia. Además elhombre no tenía nada más quesu propia vida y no pudo evi-tar la muerte, ¿cómo podíahacer que el rey de Yan fuerainmortal?

RATAS EN EL TEMPLODEL DIOS DE LA TIERRA

Las paredes del Templo delDios de la Tierra se levantancon tablas y luego se enlucencon barro. Las ratas, por estarazón, se alojan aquí. Si se lashumea es de temer que las ta-blas se quemen; si se las anie-ga es de temer que se desmo-

rone el enlucido de las tablas.Por eso estas ratas no puedenser matadas, debido al Tem-plo del Dios de la Tierra.

APODERARSE DE LAS GALLINASHabía un hombre que cada

día se apoderaba de las galli-nas de sus vecinos. Alguien ledijo "No es la conducta de unhombre recto".

Él respondió "Yo reduciréla cantidad. Cada mes me apo-deraré de una gallina. Aguar-daré hasta el próximo año ydespués pararé".

VIGILANDO EL TRONCOA LA ESPERA DE LA LIEBRE

En el Estado de Song habíaun hombre que labraba la tie-rra. En medio del campo exis-tía un tronco. Una liebre vinocorriendo y se estrelló contrael tronco. Se partió el cogotey murió. El hombre dejó a unlado el arado para vigilar eltronco con la esperanza de lo-grar otra liebre. No fue posi-ble que lograra la liebre. Seconvirtió en el hazmerreír delos habitantes de Song.

EL ZORRO QUE SE APROVECHÓDEL PODERÍO DEL TIGRE

El tigre buscaba todo tipode animales para alimentarse.En una oportunidad atrapó aun zorro.

El zorro dijo "¡Usted no seatreverá a comerme! El empe-rador del cielo me envió paraque fuese el rey de todas lasbestias. Si usted me come hoy,¡violará el mandato del empe-rador del cielo! Si usted no mecree, yo caminaré adelante yusted me sigue detrás. Las bes-tias al verme, ¿no se atreve-rán a huir?"

De acuerdo a esto el tigreavanzó con el zorro. Las bes-tias al verlo escapaban. El ti-gre no sabía que las bestias letemían y huían. Creía que letemían al zorro.

EL SEÑOR QUE CRIABA MONOSY LES OFRECÍA BELLOTAS

En la dinastía Song habíaun hombre que criaba bien alos monos; le gustaban losmacacos y criaba una granbandada. Él podía entenderel pensamiento de los maca-cos; éstos también entendíanlas intenciones del amo. Élahorraba las raciones de co-mida de su familia para sa-tisfacer la demanda de losmicos.

Al poco tiempo la familiaempobreció y debía restrin-gir la cantidad de alimento delos macacos. Temía que labandada de monos no semantuviese sumisa. Entoncesles engañó diciéndoles "Si lesdoy a ustedes bellotas paracomer, tres por la mañana ycuatro por la tarde, ¿seránsuficientes?"

La bandada de monos al oír-lo se levantó; se mostraba muyenojada. Al rato él dijo de nue-vo "Si les doy a ustedes bello-tas para comer, cuatro por lamañana y tres por la tarde,¿serán suficientes?"

Todos los monos al oírlose tumbaron de bruces,contentos.

EL DINERO DELQUE MURIÓ AHOGADO

Los naturales de Yongzhouson hábiles en nadar. Un díalos ríos crecieron repentina ybruscamente. Cinco o seis per-sonas se montaron a una pe-queña barca para cruzar el ríoXiang. En medio del río la bar-

ca se partió. Esas personas selanzaron al agua para nadar.Entre ellas una, aunque nada-ba con denuedo, pero lo hacíamuy lento.

Sus compañeros le dijeron"Normalmente tú nadas muybien, ¿hoy por qué te rezagas?"

Él respondió "En mi cintu-ra enrollé mil monedas; sonmuy pesadas. Por eso me re-traso".

Los compañeros dijeron"¿Por qué no las arrojas?"

Él no respondió; sólo mo-vió la cabeza. Transcurrido unmomento nadaba más lentoaún.

Las personas que ya habíancruzado el río se pararon en laribera. Le gritaron: "Tú eresmuy tonto! ¡Muy ofuscado!Incluso la vida, no puedesprotegerla, ¿aun quieres quéfortuna?" Él de nuevo movióla cabeza, entonces murióahogado.

HACERSE PASAR PORUNO DE LOS EJECUTANTESEN UN CONJUNTO SIN SABERTOCAR LA FLAUTA

El rey Xuan del Estado deQi cuando llamaba a tocar laflauta, con seguridad deseabaque trescientas personas toca-ran al mismo tiempo. Habíaun tal Nan Guo, falso ejecutan-te, que solicitó al rey tocar laflauta. El rey estaba muy con-tento. La corte le dio a NanGuo el mismo salario que alresto de los ejecutantes.

Después que el rey Xuanmurió, el rey Min le sucedióen el trono. A él le gustaba es-cuchar la música interpreta-da por un solo ejecutante a lavez. El tal Nan Guo rápida-mente escapó.

LA SERPIENTEDEL ESTANQUE SECO

El estanque se secó y la ser-piente se iba a marchar. Unaserpiente pequeña le dijo a lagrande "Cuando tú te marchesyo te seguiré. Los hombres alver el movimiento de las ser-pientes, seguramente te mata-rán. Mejor sería que me lleva-ses en el lomo. Los hombrescreerán inevitablemente queyo soy un Dios".

Entonces la gran serpientecargó a la pequeña. Atravesa-ron el camino público. Loshombres se ocultaban al ver-las y decían "¡Es un Dios!"