sinapsis edición junio

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Número 1, Junio 2013 Ilustración: Acuarela - Sabina Mesa-Campbell “Desde la muerte, prolifera la vida...” VUELVE! (Y para quedarse!!)

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Revista Sinapsis de la Facultad de Ciencias Biológicas, Edición Junio 2013.

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Page 1: Sinapsis edición Junio

Número 1, Junio 2013

Ilustración: Acuarela - Sabina Mesa-Campbell

“Desde la muerte, prolifera la vida...”

VUELVE!

(Y para quedarse!!)

Page 2: Sinapsis edición Junio

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Indice

Editorial 3

¿Qué es un Transgénico? 4

Pinchar 6

Dentro del Hemisferio Derecho 8

En el Hábitat Desconocido de... 10

Doctora Feromona 10

Endocítame Célula 12

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celó

Vamos! ¿Dónde? ... 11

Page 3: Sinapsis edición Junio

3

Pareciera recurrente, a ratos, escuchar a nuestros compañeros en el patio de nuestra facultad, en los consejos de delegados o en las instancias de discu-sión sobre el desarrollo del movimiento estudiantil

que nuestra facultad históricamente se ha caracterizado por ser un territorio apolítico, desinteresado y hasta indiferente. Pa-reciera recurrente también pensar o escuchar que estas temá-ticas “políticas” no son de interés en una facultad de carácter científico, omitiendo de manera quizás involuntaria el recuer-do de esas dos semanas de otoño del 2011 cuando la facul-tad paró con gran representatividad en la toma de decisiones.

Ante esta perspectiva, nos preguntamos cuál es la visión hacia nosotros mismos como estudiantes, y en ese sentido reconocemos la importancia de movilizarse, porque la educa-ción en nuestro país está en crisis. Muchos creemos en la edu-cación como un derecho, y no como un medio a través el cual las personas puedan lucrar. Comprendemos en torno a esto, la realidad de nuestro territorio, en donde jugamos un rol fundamental en el cómo y el porqué nuestros compañeros se deben movilizar y preocuparse por los temas de contingencia.

Durante los últimos dos años hemos sido testigos de la responsabilidad de la Clase Política en el desarrollo de factores que sólo profundizan esta crisis, como el lu-cro, la mala calidad y las deficiencias en el acceso. Las res-puestas que ha dado el Gobierno a las demandas del mo-vimiento no atacan al problema de raíz y sólo consideran “soluciones”superficiales que no contemplan dentro de sus fundamentos un cambio real en el sistema educacio-nal chileno, logrando sólo la legalización de su situación.

Aquí, llegamos a la dicotomía entre pensamiento y la acción misma. La forma de hacer que el diagnóstico común con respecto a la educación, sea de verdad un agente de cam-bio, debe pasar por una acción que pueda ser volcada en la

legislación. Las formas en lograr este cometido pasan por los filtros de la voluntad, los diversos métodos y la capacidad misma del ser. Necesitamos, por tan-to velar por la representatividad de nuestros sistemas democráticos, respetando y manifestando la decisión de los estudiantes, pero velando por que esta última sea informada, responsable y consciente; ya que es la única forma de romper estos filtros y demostrarle el sentir real de los estudiantes a Chile y al Gobierno.

Si tuviéramos que delinear desafíos para este año, entonces, sostenemos que es urgente lograr trasmitir a nuestros compañeros las problemáticas que persisten desde hace dos años, que el núcleo de las exigencias “históricas” del movimiento estudiantil siguen intactas y que entendemos las movilizaciones de este presen-te año como la continuación de un largo proce so de reforma en el sistema educacional. Es prioritario, en base al desarrollo de discusiones, pensar y avanzar en la construcción de una opinión crítica sobre las principa-les peticiones del movimiento estudiantil y cómo esta puede afectar a nuestra realidad más cercana y cotidiana.

EDITORIAL

Nicolás Acuña /Jaime Alcorta

Page 4: Sinapsis edición Junio

4Sabías que ... siete profesores de la facultad de Ciencias Biológicas han recibido el Premio Nacional de ciencias?

¿Qué es un transgénico?

Los seres vivos pueden ser descritos como ma-quinarias biológicas que funcionan gracias a la acción de las proteínas. Las proteínas son molé-culas muy diversas que se ensamblan a partir de

20 piezas diferentes, llamadas aminoácidos. De esta forma, cualquier proteína de nuestro cuerpo es un conjunto de aminoácidos ensamblados como un lego, usando una o las veinte piezas disponibles en diferentes cantidades y com-binaciones. De hecho, es justamente esta gran variabilidad la que permite generar un repertorio enorme de proteínas, cada una con una función particular. ¿Qué hacen las pro-teínas? De todo. Por ejemplo, hay proteínas estructurales, como el pelo y las uñas. Hay proteínas especiales que se llaman enzimas y son las responsables de llevar a cabo las reacciones químicas que ocurren dentro de sus cuerpos. Hay proteínas que fabrican a otras proteínas. Las proteí-nas no duran para siempre; nuestro cuerpo las fabrica y las desecha para hacer otras nuevas. Muchas veces esto es esencial, ya que las proteínas, con el funcionamiento nor-mal del cuerpo, se estropean y ya no hacen bien su trabajo.

¿Cómo se hacen nuevas proteínas? Imaginen una fábrica de proteínas. En esta fábrica pode-mos encontrar la planta de producción y la oficina de la ge-rencia. En la planta de producción se fabrican las proteínas y en la oficina de la gerencia están archivadas las instruccio-nes para fabricarlas. En este ejemplo, la planta de produc-ción sería el citoplasma de las células, la oficina de gerencia sería el núcleo de la célula y las instrucciones serían los genes, que están hechos de ADN. Imaginen que necesitan hacer una nueva proteína. Para esto, hay que ir a la oficina de la gerencia, buscar en los archivos las instrucciones ade-cuadas y sacar la hoja para llevarla a la planta de produc-ción. Mala idea: eventualmente la hoja se puede estropear, manchar con aceite o quemar y perderían las instrucciones para hacer una proteína, lo que podría arruinar a su fábri-ca. Lo mejor sería sacarle una fotocopia a las instrucciones, dejar a salvo el original en la oficina de la gerencia y llevar la copia a la planta de producción. Las células hacen exac-tamente eso: las instrucciones –los genes– no salen jamás del núcleo y para hacer proteínas se copia un trozo del ADN en otra molécula que se llama ARN mensajero. Esta molécula es la que sale del núcleo e indica en que orden de-ben ensamblarse los aminoácidos que forman parte de una proteína determinada. Y si el ARN mensajero se arruina, da lo mismo: siempre pueden fotocopiar el original de nuevo.

Es por esta razón que los genes son tan importan-tes. Si les falta un gen, les falta una proteína que even-tualmente podría ser muy importante y se enfermarían o morirían. Y de la misma forma, si les agrego un gen, les agrego una instrucción para hacer una proteína nueva. Y todos los seres vivos –bacterias, hongos, gatos, lechu-gas, truchas, tomates, manzanas, monos, humanos: TO-

DOS– tienen genes. Recalco esto ya que una encuesta-realizada en USA, Canadá y Europa, reveló que cerca del 60% de las personas no sabe que un tomate tiene genes.

Organismos transgénicos: una idea de la naturalezaMuchas veces, los organismos se traspasan genes entre ellos. Esto es muy común entre organismos de la mis-ma especie o de especies relacionadas y particularmente común en bacterias. Sin embargo, hay algunos casos no-tables. Hay un caracol marino llamado Elysia chlorotica, que es de color verde y es el único animal fotosintético conocido. Este caracol come algas durante sus primeros meses de vida y luego no come más. Los científicos se preguntaron como podía vivir sin comer y descubrieron que este caracol guardaba los cloroplastos de las algas que comía. Los cloroplastos son los responsables de que algu-nos organismos, como las plantas, puedan hacer sus azú-cares y otras moléculas usando la luz del sol como energía. Y este caracol guardaba esos cloroplastos para hacerlos funcionar dentro de su organismo. Lo más interesante fue que descubrieron genes del cloroplasto en el genoma nu-clear del caracol. Es decir, algunas instrucciones para hacer proteínas del cloroplasto de las algas se habían traspasado al archivo del caracol. Exactamente, es un caracol trans-génico, que además tiene genes de dos especies diferen-tes ¡de dos reinos biológicos diferentes! (planta y animal).

Algo similar pasa con una bacteria que se llama Agro-bacterium tumefaciens. Los científicos descubrieron que esta bacteria -que vive en el suelo- puede infectar a los ár-boles y les produce una enfermedad que se llama agalla de la corona, un tumor que es muy común en los árboles. Los científicos descubrieron que esta bacteria le traspasaba ge-nes a los árboles y esos genes eran instrucciones para hacer hormonas de crecimiento vegetal (de ahí los tumores) y un tipo especial de aminoácidos que las bacterias usan como comida. Estos árboles son transgénicos, ya que llevan genes bacterianos en su genoma. Estos genes se insertan al azar en el genoma de las plantas y le permiten a las bacterias ha-cer que el árbol fabrique comida para ellas. Y también pasa con los humanos: la gente que tiene hepatitis B es trans-génica, ya tiene genes virales insertados en su genoma.

El primer organismo transgénico hecho por el hombre fue descrito en 1973 y era una bacteria que contenía genes de otra bacteria. A partir de ese momento y usando las he-rramientas de la ingeniería genética ha sido posible generar una gran cantidad de organismos transgénicos distintos.

El 19 de mayo de 1983 –hace exactamente 30 años– se publicó el primer trabajo científico que describe la genera-ción una planta transgénica en el laboratorio. La estrategia fue usar a la bacteria Agrobacterium tumefaciens, claro que se modificó para que no produjera tumores en las plantas. En vez de eso, se logró transferir un gen que le confería a las plantas resistencia a un antibiótico. A partir de ese mo-

Gabriel LeónPhD in Molecular Biology

Page 5: Sinapsis edición Junio

5Para mas información sobre este articulo y sus referencias, revisa: http://elefectorayleigh.wordpress.com

mento fue posible hacer plantas transgénicas que pudieran llevar instrucciones que fueran potencialmente interesantes. Por ejemplo, hay un insecto que se come al maíz y se descu-brió cerca de 1920 que una bacteria que vive en el suelo -Ba-cillus turingiensis- es capaz de matar específicamente a esos insectos. Gracias a esto, se empezaron a usar estas bacterias como insecticida natural. Posteriormente, se identificó una proteína en particular producida por esa bacteria que era la que mataba al insecto, es decir, una proteína insecticida. Gra-cias a esto se dejó de usar la bacteria y se empezó a rociar las plantas con preparaciones de la proteína insecticida. Y por supuesto, la proteína quedaba en el maíz y luego la comíamos; de hecho, hasta el día de hoy se usa en la agricultura orgánica.

A alguien se le ocurrió que sería buena idea hacer que las plantas fabricaran esa proteína transfiriéndoles las ins-trucciones para hacerla. De esta forma, ya no sería necesario rociar a las plantas usando aviones y el proceso de control de plagas sería más barato. De esta forma, nacieron las plantas de maíz transgénico Bt (por Bacillus turingiensis). Este maíz se creó para hacerle la vida más fácil a los agricultores y para que el costo de producción fuera más bajo, ya que no había que contratar aviones para rociar las plantas. ¿Qué tan exito-so ha sido esto? Tremendamente exitoso. El año 2008 se pu-blicó un trabajo científico donde se demostraba que gracias a estas plantas los agricultores habían obtenido beneficios eco-nómicos adicionales por 7 mil millones de dólares, que fue todo lo que ahorraron por no tener que fumigar o fumigar mucho menos. El año 2011, investigadores Alemanes descu-brieron que los agricultores Indios que usaban algodón Bt se intoxicaban menos con productos agrícolas, ya que no tenían que aplicar tantos pesticidas, muchos de ellos muy tóxicos. Se evitaron millones de intoxicaciones y el Estado se ahorró millones de dólares por las atenciones de urgencia que no fue necesario brindar. Y el año 2012 los mismos investigadores descubrieron que los agricultores Indios que cultivaban algo-dón Bt tenían un 24% menos de pérdidas en sus cosechas y ganaban 50% más dinero que quienes usaban algodón con-vencional. Finalmente, el año pasado, investigadores Chinos descubrieron que el cultivo de algodón Bt había permitido disminuir el uso de pesticidas de amplio espectro, por lo que proliferaron insectos beneficiosos que se comían a los insec-tos que son plagas, es decir, aumento el bio-control de pla-gas. Y en un caso de esta semana, una agricultora de EEUU cuenta en su blog como esta temporada, gracias al cultivo de algodón Bt, no usaron una sola gota de insecticida en su campo (versus las 13 aplicaciones que tuvieron que hacer agricultores de Brasil, que cultivan algodón convencional).

Gracias a estos beneficios y la masificación de su uso, el 80% del algodón producido en el mun-do durante el 2012 provino de plantas transgénicas.

¿Son peligrosos para la salud los cultivos transgénicos? Para contestar esta pregunta, hay que partir por lo siguien-te: un vegetal transgénico tiene unos pocos genes extra –y por lo tanto proteínas– comparado con los vegetales con-vencionales ¿son peligrosos los genes y las proteínas? Bue-no, comemos genes y proteínas todos los días y a cada rato.

Un tomate tiene genes. La lechuga también. El pollo igual. Un almuerzo normal está lleno de genes y proteínas, los que van a dar a nuestro estómago y ahí son desarmados en las piezas más sencillas (nucleótidos y aminoácidos) que luego el cuerpo usa para fabricar sus propios ácidos nucleicos y proteínas. El maíz tiene unos 32.000 genes en cada una de sus células, así que 3 genes más no hacen una gran diferen-cia. Por lo demás, los genes no pasan por arte de magia a nuestro genoma; de ser así, la gente que come mucho tomate tendría hijos redondos y rojos y sabemos que eso no pasa. Sin embargo, una encuesta realizada en Chile el año 2001, reveló que el 50,3% de las dueñas de casa cree que el comer fruta genéticamente modificada puede modificar los genes de una persona. Esto revela que existe un gran desconocimien-to de las personas en esta área, por lo que es fácil que una persona se asuste si les dices que su comida “tiene genes”.

Por otro lado, ¿Hay proteínas peligrosas? Claro que si. Algunos venenos son de naturaleza proteica, pero también el pelo y las uñas. Va a depender de su estructura y secuencia de aminoácidos si una proteína es peligrosa o no. Las proteínas Bt llevan varias décadas en nuestra dieta y, como les comentaba, aún hoy se usan como pesticida natural en la agricultura orgá-nica (por si alguien no lo sabe o cree lo contrario, la agricultu-ra orgánica si utiliza herbicidas y pesticidas). Entonces ¿cómo podría un vegetal transgénico que produce proteína Bt ser dañino a la salud humana? La respuesta es que no hay razo-nes biológicas para pensar eso. Pero pensarlo no basta: todos los cultivos transgénicos están sometidos a larguísimos y cos-tosos procesos de revisión para asegurar que son inocuos. Y no solo eso, el año pasado se demostró que los cultivos trans-génicos tienen menos cambios inesperados que los cultivos convencionales. Estos últimos no se estudian para nada y todo el mundo los puede comer libremente y sin cuestionárselo.

Hay gente que me dice que no les importa que les demuestren que los transgénicos son seguros, ellos se-guirán prefiriendo los alimentos “naturales”. No se qué alimentos son esos: casi todo lo que comemos (manza-nas, tomates, lechugas, trigo, cebada, zanahorias, frutillas, uvas, mandarinas, plátanos y un etcétera larguísimo) han sido creadas o modificadas por el hombre (breeding), son mutantes o híbridos. Por ejemplo, las manzanas verdes no existían hasta 1868, cuando las creó una viejita Australiana llamada Maria Ann Smith a partir de un injerto (por eso esas manzanas se llaman Granny Smith: Abuelita Smith).

Para terminar, una vez conocí a una persona que estaba contra los transgénicos pues estaba seguro que eran peligro-sos para la salud. Esta persona es diabética y debe inyectar-se insulina. Debieron ver la cara que puso cuando le conté que la insulina que se inyectaba en su cuerpo es transgéni-ca: está hecha por bacterias que tienen el gen de la insuli-na humana en su genoma, insertado ahí en un laboratorio por el hombre. Gracias a esto ya no tenemos que matar a millones de cerdos para obtener la insulina de sus páncreas.

Page 6: Sinapsis edición Junio

6Sabías que ... un 25% de tus compañeros NO sabe cuanto sale la cuenta de luz en su casa?

Es cierto que la bici hace bien para la salud. Que se tonifican los músculos, que mejora la acti-vidad cardiaca. También es verdad que es un medio de transporte limpio, barato, sustenta-

ble. Para mí también tiene mucho de cierto que es una opción política, porque en bici uno habita la ciudad de una manera distinta, al margen, justo por el lado del imperio del auto y todo su modelo de consumo, contaminación y estatus social. Algunos dicen que ser ciclista da onda, que uno se ve más cool. Otros afirman que andar en bici es rico y listo se acabó. Pero hay algo tan verdadero como todo lo anterior y que nadie dice: que uno en bici pincha más. Y no me refiero a pinchar la cámara, sino a pinchar en el sentido erótico, es decir, al acto de intercambiar un coqueteo fugaz. Es así, tal cual como algo que pincha, que punza. Que pasa rápido y que al instante se va. Habitual-mente el pinchazo erótico se realiza mediante un cruce de miradas fortuito, puede ser con ojos dulces o bien abier-tamente libidinosos. A lo más el pinchar puede llegar a un intercambio verbal breve, con palabras tiernas o con las ideas más bajas del repertorio del piropeo nacional. La fugacidad está dada por la velocidad y el movimien-to que nos otorga la bicicleta. Miramos, sonreímos, se-ducimos brevemente, pedaleamos y ya todo quedó atrás.

Esta facultad no es exclusiva de las mujeres. Cierto amigo contó que él no sabe si es la belleza de su bici o la altura que toma sobre ella, pero arriba de la cleta se siente un potro, un semental del asfalto. Dijo también que él aba-jo de ella, en sus horas de peatón, no capta tantas miradas. Afirmó que no recibe casi ninguna. Terminó confesando que a pie, él no es nadie en las calles de esta ciudad. Yo pienso un poco lo mismo, aunque con una cuota mayor de optimismo. Mis pasos como peatona no son tan des-graciados, pero, seré franca, en bici es otra cosa. Yo antes tenía u n a M in i

m a r - c a Cic de los años 70, esa que sale en la película Machu-ca. La muy hermosa pasó 15 años a la intemperie, arrum-bada en un patio y bastó nada más una reparación para que sus ruedas recorrieran Santiago con la misma energía que en los días de la Unidad Popular. Aunque la pintamos con

spray morado, destinándola a una apariencia siempre aja-da, y nunca le instalamos sus bellos tapabarros plateados, yo mataba arriba de la Mini. Pinché en el sentido ciclístico del término solo una vez en cuatro años, pero en el sentido erótico perdí la cuenta. Podría clasificar mis pinchazos en dos tipos: el primero, con lolitos vintage que apreciaban tener una bici de 40 años de edad. Ese modelo único, sus rueditas aro 20, su manubrio alto, su parrilla a prueba de todo, eran un imán con los chiquillos adictos a la moda retro. El segundo tipo de pinchazo era con taxistas. ¡Ay, como me encantaban los taxistas! Nunca jamás uno me tiró su auto encima, porque por regla histórica, todos los taxistas mayores de treinta años, aprendieron a andar en bi-cicleta montados en una Mini Cic. En el rojo del semáforo uno me dijo: “Señorita, yo tenía la misma cuando era niño y llevé mil veces a mi hermano en la parrilla y nos rompi-mos los huesos pero la bici nunca se rompió”. Los ojos se le llenaron de lágrimas y yo vi en sus pupilas a un niño de 12 años, por allá a comienzos de los 80, con la cara sucia y costras en los codos. El taxista se fue feliz en su ensueño de la infancia, y abrió la ventana para ver si podía nuevamente sentir el viento entrando por su camisa. En eso un pasaje-ro, el taxímetro y de nuevo a recorrer Santiago por dinero y no por placer. Entre los dos tipos de pinchazo, el ondero sexual y el taxista melancólico, la verdad, no puedo elegir.

Cuando decidí invertir en una pistera para no lle-gar tan cansada a mi destino y no romperme la espalda al subir la Mini a mi departamento del piso 3, una de las cosas que me preocupaba era pinchar mucho la cámara, pero en cambio, que el pinchazo erótico disminuyera su frecuencia. Sí, soy frívola. Por suerte eso no ocurrió. Si en la Mini me veía bonita, en la pistera (yo juro), me veo rica. No sé si será la elegancia del marco, sus ruedas finas, o quizás es la posición que asume el cuerpo: las caderas ubicadas a mayor altura que en la Mini y, por lo mismo, el pecho –los pechos- inclinados hacia delante. He pensa-do en cambiarle el manubrio recto que tiene por uno de ruta, así mi espalda irá totalmente recta, mi coxis quedará más empinado, y de verme rica (yo juro), pasaré a verme súper rica. En efecto los pinchazos de la cámara aumen-taron, y los eróticos, por suerte, también. Debe ser que andar en bici se parece un poco a las artes amatorias y es por eso que a los hombres les gusta tanto ver a una ciclista. Ambos actos son cosa de cuerpo, ritmo y movi-miento, de saber dónde poner las manos, cómo coordi-nar las piernas, cuándo subir las caderas. En los dos casos hay que saber cuándo frenar, cuándo deslizarse y cuándo

Pinchar(en el sentido erótico y no ciclístico del término)

Belén Fernández Llanos

Page 7: Sinapsis edición Junio

7Sabías que ... andar en bici es uno de los deportes más completos, ya que es bueno para tu sistema cardiovascular y tambien te ayuda a “pinchar”

ponerle toda la velocidad. A veces, en bicicleta, al atarde-cer yendo hacia el poniente, también se tienen orgasmos.

Al tan conocido y poco original “sáquele el sillín, mijita”, con voz rasposa en extremo repulsiva, se han su-mado otros piropos en estos meses con mi pistera, que a todo esto se llama Nena. Un día por Compañía, justo antes de doblar hacia San Martín, de una camioneta de alguna empresa de telefonía, con un tono hirviendo en deseo y seudogalantería, su conductor me dijo “Puta que me excitan las hueonas en bici”. Me ofendió su cara de violador en serie, su pretensión tan baja de conquistar así, con lo mínimo. Pero lejos lo que más me molestó fue que me dijera hueona. Es cierto, a veces lo he sido: he dejado el tostador prendido con el pan encima hasta desintegrar-lo e inhabilitar la cocina, la casa entera, en realidad. No he respaldado textos y he presionado “no guardar”. Una vez envié un trabajo por correo luego de haber pasado la noche en vela terminándolo. El mail iba dirigido a un filósofo connotado y decía, no me pregunten por qué, lo siguiente: “Profesor, le deje mi cerebro con la secretatia del departamento de filosofóa”. Ningún error en esa corta oración es de ahora. Eso le escribí al profesor, tal cual. Supongo que “mi cerebro” era “mi trabajo”, “secretatia” era “secretaria”, “filosofóa” era “filosofía”. Me asombra que a pesar de tanta equivocación y tan absurda, le haya puesto el acento a filosofía, osea, a filosofóa. En la o, bien marcado. Sí he sido aquello que me dijo ese conductor, pero él no me conocía, no tenía el derecho de decírmelo, no se lo permito. Yo no sé arreglar un pinchazo, nunca he desmontado la rueda, ni idea cómo detectar la perfora-ción, pero sí sé cómo responder al otro tipo de pinchazo. Furiosa y ansiosa de venganza, acto seguido a su insinua-ción, puse mi máxima cara de zorrita y le dije “¿en serio te excito?”. Su rostro se llenó de esperanza y pude ver como algo en él se “tonificaba”. Su compañero lo animó a con-tinuar el flirteo y justo antes de que el semáforo diera la luz verde, le dije “en cambio a mí, no me excitan ni un poco los hueones en auto”. De pronto, él era todo flaci-

dez. Provocativamente me puse a andar sobre los pedales y si me hubiera podido pintar con lápiz labial las nalgas, me habría escrito “sue-ña”, una sílaba en cada cachete.

Otras vez mucho menos desagradable, en la calle Por-tales, un joven copiloto de un camión de gas me dijo “lin-

da su máquina, señorita”. Yo que había comprado recién a mi Nena le respondí “gracias, esta nuevecita”. Él, con risa, me dijo “no, lo decía por usted”. Yo era la máquina. Seguí por Portales viendo en mis rodillas engranajes y sen-tí que mi cuerpo de máquina metálica brillaba con el sol.

Mi bici se llama Nena en honor a las fans de Sandro. Yo por el Gitano lo dejaría todo: a mi casa, a mi familia, a mi perro Fermín. Es que esas caderas, esas manos. Es que esos labios, por sobre todo esos labios. Cuando Sandro murió mi amiga Natalia me envió un artículo en su home-naje. Uno de sus párrafos decía: “tus Nenas saben que no se trataba de pelvis, sino de estados emocionales. Por eso cuando joven y luego de esas catarsis escénicas te bajaba el pulso y podías vomitar o desmayarte. Y ya más viejo, las hacías olvidarse de los años, la celulitis, el paso del tiempo, y ellas se sentían queridas y amadas una vez más”. A mí me pasa lo mismo cuando ando bicicleta, me siento la más ama-da. Aunque mida un metro y medio, aunque pese menos de 50, aunque hace años que no varíe mi talla de sostén. No importa. Y es que en realidad qué importa si no se es rica, si arriba de la cleta uno conoce en cada esquina el amor. Porque andar en bicicleta, más que a las artes amatorias, se parece al mismísimo amor. Lo andamos, lo disfrutamos y siempre es mejor cuando corre vientecito. Lo recorremos, aceleramos y conocemos la felicidad. Pero también cansa. Pucha que cansa. Está lleno de baches, de hoyos, de obs-táculos, de gente que se cruza en el camino. Uno se cae, duele,de hecho sangra. El amor, como la bici, nunca es en línea recta, hay que saber doblar, perderse, detenerse y retomar el camino. En el amor, como en la bici, lo impor-tante no es el destino, sino el trayecto en sí. Andar el amor y andar en bici, es mejor escuchando “Trigal” de Sandro.

Nota final1. Este texto fue escrito como una cooperación para “Pedalea por la Calle”, no obstante cualquier persona u organización del mundo puede difundirlo libremente. La cultura se protege cuando se comparte, cuando no tiene precio, así nadie nunca puede apoderarse de ella. 2. Si el texto le pareció gustable, ponga me gusta; si le pa-reció criticable, critique; si le pareció pedaleable, pedalee, pero hágalo siempre por la calle.3. Pronto más textos sobre bici en la sección “Peda-leo” en www.bifidablog.wordpress.com

Page 8: Sinapsis edición Junio

8Sabías que ... la cineaste chilena Alicia Scherson (Play, (2005), Turistas (2009)) antes de dedicarse al cine, estudió Biología en la UC?

Dentro del Hemisferio Derecho

Efímero

Violeta, Pedro y Margarita eran mis mejores amigos, aunque yo conocía a muchos más. Pero ellos eran los que siempre me escuchaban, yo les contaba mis inquietudes y problemas, así como también mis sueños. Ellos eran más reservados acerca de su vida, pero me gustaba la idea de que te-nía amigos que me escuchasen. Fue tanta la pena aquel día que tuve que botar esa Placa de Petri.

Matías Barceló

Filosofía del Cáncer

Puta la célula madre, putas las células hijas, puta la matriz que las cobija.La Célula Tumoral

Andrés “Cachorro” Keim

Malus Lactuca

-¿A cuánto las hamburguesas?- El puro precio debió advertirme... Almorzar y volar a la sala.-Acádistinguimos la membrana plas-mática...- En la presentación se veía a los fosfolípidos bailar. Literalmente.El computador pasó la siguiente imagen. El núcleo celulary todos sus organelos bailaban al ritmo de una canción que nadie más parecía es-cuchar. El repertorio incluyó desde Party Rock hasta Limbo. Cuando la clase término, me puse de pie y aplaudí entusiasmado. Fue en-tonces cuando alguien noto mi palidez. 39 gra-dos. Siete días de licencia. El comentario de la semana fue “Solo un enfermo aplaudiría así”.

Nicolás Galvez

PRIMER LUGAR

SEGUNDO LUGAR

tERCER LUGAR

Ganadores Concurso “100CIA, Ciencia en 100 Palabras”

Tucúquere (Bubo magellanicus)

“Cada especie tiene una marca indele-ble escrita en lo profundo de su historia evolutiva. Las presas de este buho quizás nunca sabrán lo que vino del cielo. El si-lencio quedó atrapado entre sus plumas.”

Osvaldo Contreras

Page 9: Sinapsis edición Junio

9Sabías que ... el arte es bueno para tu salud?

Podemos reír. Podemos saltar. Al final del día podemos seguir riendo y saltando. No paramos. No paramos ... y no paramos ... o si?Nosotros no paramos, el cansancio de la vida nos detiene.

Matías Barceló

Sueños

Las caminatas de noche por Santiago le producen a Colomba lo que ninguna droga es capaz de ofrecerle. Aún no sé si son las luces de los faroles, la suave brisa, los sonidos, o simplemente el hecho de ver a la gente ir y venir lo que hace que la muchacha entre en un estado muy particular.A medida que comienza a divagar por los recovecos de esta extraña ciudad empieza a entrar en un singular estado. Sueños pasados inician una danza infinita por delante de sus ojos, emprenden un breve pero intenso viaje a través de su interminable laberinto gris, y lo hacen de manera soberbia. Comienzan a caer uno tras otro, sin cesar, como una verdadera tormenta invernal.Recuerda principalmente los sueños de infancia y estos, lentamente se van mezclando con la aparente realidad, con la imponente realidad a la que ha sido sometida desde que tiene memoria, desde que inició su aprendizaje. Esta mezcla regularmente se ve in-tensificada por la voluntaria adición de otro ingrediente, las pinturas. Complementaba - y muchas veces mejoraba- el entorno con pinturas imaginarias, sin escatimar en el uso de los colores y sin bosquejar previamente.Colomba viajaba por toda la ciudad empapándose de recuerdos, ideas, sueños, aromas y amores. Y, antes de darse cuenta ya se estaba en su cama, soñando.

J.

Rayadores (Rynchops niger) tomada en la desembocadura del Maipo

Pequén (Athene cunicularia) tomada en Batuco

César Muñoz

Page 10: Sinapsis edición Junio

10Sabías que ... las parejas que se besan viven 5 años más en promedio? PARTIERON!

En el Hábitat Desconocido de

Doctora Feromona necesito ayuda urgentemente! Ya no sé que hacer!. Me enamoré! Y de la persona menos pensada.No diré su nombre por asuntos de privacidad, pero tengo que decir que es el típico nerd, ñoño, o geek de nuestra facultad! Pasa casi todo su tiempo libre en su PC o hablado sobre lo que hace en el lab, que el PCR, que sus células, que el western, etc,

etc. Cuando lo conocí, me tenia aburrida! Pero no sé que cres** pasó, no sé porque empecé a verlo con otros ojos!

He estado estudiando por más de 3 años aquí y nunca habría pensado enamorarme de alguien así. Siempre carreteaba con los de la FAU o con los de Agro, porque nunca me ha gustado la mercancía de esta facultad. Pero bueno, esa no es la peor parte. Lo peor es que he intentado indirectamente decírselo! Pero es tan pavo que no cacha niuna! Ya no sé que hacer! Necesito tu ayuda. Alumna en Encrucijada Amorosa.

Querida Alumna.Claramente a este joven le hace falta cierta acción en su vida, que su computador ni sus PCR pueden darle. Sólo que no lo sabe, pero tú puedes hacérselo notar. Comienza a ir vestida provocativamente a su laboratorio, perfúmate con medio de cé-lulas, así lo harás sentir más en su ambiente. Si lo pillas en la noche haciendo horas extras, sorpréndelo con tu delantal más limpio, y tus pipetas más calibradas.Si aún no cae, dile que mueres por hacer sinapsis con él. Si aún así se hace el desentendido, haz aparecer en su PCR células haploides. Ningún nerd se podría resistir a esto.Éxito!

Dra. Feromona

Si quieres pedirle consejos a la Dra. Feromona, escribenos a [email protected] (Total Anonimato!)

1. Primera canción que se le venga a la mente: Since I’ve loving you de Led Zeppelin…es un buen caballo para cualquier batalla.2. Qué lee cuando va al baño: La ultima vez que lei algo en el baño fue en la Antartica, te-níamos una colección de Reader Digest en el baño del refugio. 3. Algún Placer culpable:Las guitarras en todas sus formas, tamaños, colo-res, olores, sabores y texturas. Gran placer, poca culpa.4. Si le tocara cocinar, sabría hacer algo más que un arroz con huevo/fideos con vienesa: Strogonoff y Cancato…eran infalibles en mi epoca de soltero5. ¿Tiene algún tic nervioso? Cuál?Tirarme los pelos del bigote….por eso me afeito6. ¿Va al cine?; Actriz/Actor Favorito/Película favorita: Después de la sobredosis en el pregrado, deje el cine (la rela-ción Biología-Cine es nefasta).

Actriz Juliette Binoch, actor Hugo Medina, Director-ac-tor Alberto Daiber. Peliculas: Stalker, Rumble Fish.7. Recomiende un libro: Viaje al Oeste, Las aventuras del Rey Mono (Anonimo Chi-no siglo XVI). Entrentención certificada con hartas paginas.8.Si no se hubiese dedicado a lo que hace, a que se hu-biese dedicado: Luthieria9. Donde fue en sus últimas vacaciones: Chiloé10. Garabato preferido:Cáspita…pero siempre se me olvida que es el preferido.11. Cuando iba en pregrado, cuál era el lugar de los carretes?:En pregrado no carreteaba, en postgrado, todo partia en el Danoi y terminaba en el antro de Lima-Camus-Cacerés12. Quien cree que debería ser presidente de Chile: Eduardo Frei Montalva…pero parece que ya fue.13. Educación gratuita para todos o para algunos:Como esta ahora es preferible que para ninguno. Me-jor seria educación de calidad con acceso para todos.

José Miguel Fariña, Departamento de Ecología

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11Sabías que ... hay muchos lugares cerca de Santiago para poder hacer trekking, subir cerros o andar en bicicleta?

Cuando entré a biología, esperaba pasar día y noche en la naturaleza, viviendo el sueño del niño que creció viendo Animal Planet, y que algún día quería llegar a ser como aquellos ex-

ploradores. Viajando en un Jeep por la sabana, peleando con cocodrilos al más puro estilo de Steve Irwin, o Jeff Corwin, en su defecto…. Ese era el plan ideal, actual-mente paso la mayor parte del día en el escritorio de mi pieza, frente al computador o a mis cuadernos, y eso que les hablo de mi tiempo libre. Ese que en tiempos pasados tenía para mis amigos, familia y escapadas lejos de San-tiago. Frente a esto, uno se pregunta si la carrera estará mal enfocada, si tu vida estará mal enfocada, si el mundo está mal enfocado, si el aire acondicionado de las salas de clases estará mal instalado… En fin, da para pensar por un buen rato, y no creo ser el primero ni el único de la carrera que piense lo mismo, no vine a reinventar la rueda.

¿Qué hacer en momentos así? ¿Existirá una forma de escaparse por algún momento, desconectarse del estu-dio, los realities y la banalidad del mundo actual, incluso en medio de la semana? Tenemos la suerte de que exis-ten varias opciones cerca de Santiago. Tenemos al cerro el Roble, Parque La Campana, Altos de Cantillana, Cajón del Maipo, Yerba Loca y varios lugares más. Estos desti-nos necesariamente exigen tiempo y movilización, por lo que no se ajustan a nuestro copado horario de hombres de ciencia. Esto me llevó a concluir que no, que no era posible irse por un momento a la punta del cerro. Era necesario ocupar todo el fin de semana (ese par de días que ahora también sucumbieron al estudio, que en tiem-pos pasados eran para festejar y salir). Ahora sé que sí es posible (No al estilo de Golborne, este va en serio). No vengo a vender la pomada ni mucho menos, pero este paseo para mí es ideal, y ojalá que para ustedes también. Se puede hacer una tarde después de clases, y bajar esa misma noche. O mejor aún, quedarse a dormir y bajar tempranito para volver con las pilas recargadas a la ilus-tre Facultad de Ciencias Biológicas (habiéndose duchado previamente, claro está). Me refiero al Cerro Pochoco.

El Cerro Pochoco, para quienes no lo conocen, se encuentra en la precordillera, en la comuna de Lo Barne-chea. Es un cerro muy fácil de subir, incluso para los que no realizan mucha actividad física. ¿Cómo llegar? En pri-mer lugar hay dos formas de llegar a los pies de nuestro querido cerro Pochoco. Una es en micro y colectivo. Se toma cualquier micro que te deje en la Plaza San Enrique (Murano, perro) y de ahí tomar un colectivo hasta los pies del cerro. Solo tienes que decir que vas al Cerro Pochoco, o al Observatorio Pochoco. Generalmente te va a costar entre $3000 o $4000. La otra forma es en auto. Vas en dirección a la Plaza San Enrique y doblas a la derecha por la calle Pastor Fernández. Justo ahí aparece un cartel in-

dicando el Observatorio Pochoco. Es cosa de seguir por Pastor Fernández siguiendo los carteles y podrás llegar sin problemas. Si seguiste las instrucciones, llegarás al final de una calle, donde podrás estacionar tu auto. A la derecha del estacionamiento verás la entrada al Observatorio Pochoco. Más al fondo, media escondida y piolita, está la entrada para comenzar nuestra escapada Into the Wild chilensis.

Una vez ahí, comienza nuestro trekking. Solo hay que seguir la ruta demarcada y no asustarse si ven va-rios caminos. Este cerro tiene varias formas de llegar a la cima, y lo mismo al momento de bajar. Sólo hay que notar que hay partes donde la gente pone piedras en el suelo, como bloqueando algún sendero, probablemente porque son peligrosos o no sirven para llegar a la cima, así que ¡atentos!. Durante su paseo, les recomiendo que se detengan algunos momentos y disfruten de la vista y del aire limpio, que son un privilegio de pocos, en es-

tos alocados tiempos modernos. Pueden además ajustar su ojo botánico durante la caminata. A primera vista, las especies más notorias son el Litre, el Colliguay, Bollén, Guayacán, Peumo, Quillay, Tevo, y varias más que irán viendo dependiendo de la estación del año en que suban. Sobre aves, yo no tengo idea, pero si van con un amigo picado a ornitólogo, se aburrirán de tanto nombre que les irá indicando cada vez que vea algo que vuela y que para el común de los mortales todos parecieran ser palomas.

No se demorarán más de 3 horas hasta llegar a la cum-bre, a paso lento. Y mucho menos al bajar. En el momento que lleguen a la cumbre, tendrán una de las postales más lin-das de la capital, donde las luces de la capital iluminan todo el paisaje, donde el ruido de los autos apenas se oye, donde la famosa Torre de Paulmann apenas destaca, y se puede tapar con solo un dedo, si aún te incomoda. Si les sobra tiempo, les recomiendo quedarse a acampar en la cima. Una noche fuera de la casa, y lejos de la comodidad de tu cama,

Cerro PochocoAl con Nicolás Lavandero

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Endocítame CélulaPara finalizar un congreso de estudiantes, se realizó una cena de gala en el Castillo Hidalgo,

estaba todo completo y yo un poco atrasado, por lo que cuando llegué a mi mesa ya estaban todos sentados, comencé a saludarlos uno por uno al rededor de la mesa. Cuando llego casi al final uno de mis amigos me dice: ”OLIVIA” y yo respondi: “pero cómo tan flaite! OLIVIA, QUE TALCA, COMO ANDAMIO?... jajajajajajaja. A lo que mi amigo amablemente y con la cara un poco descompuesta responde: NO; OLIVIA MI ACOMPAÑANTE... Sólo pude decir, “ENDOCITAME CÉLULA”El desubicado

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aprende y donde surge la duda, que es la base para la verda-dera ciencia. Y por sobre todo, porque la paz y alegría que se encuentran en esos momentos, no existe en ninguna otra par-te. Mucho menos al frente de un escritorio y tus cuadernos.PD: Si les queda alguna duda, y quieren un reporte aún más serio de como subir, me pueden escribir a [email protected] o ver la ruta en www.Andeshandbook.cl

sirve mucho para reflexionar y darse una pausa en la rutina.Sólo me queda motivarlos una vez más, para que su sue-

ño de niño explorador que lleva años enterrado bajo kilos de Cálculo, de Química, de Física, de Química-Física, de orga-nelos y DNA, salga una vez más a flote y pueda entrar en contacto con la naturaleza, que es donde verdaderamente se

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