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Año 3 – Número 18 – Distribución gratuita – Medellín, agosto de 2008 – http://saluda.udea.edu.co

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Periódico del Programa de Salud de la Universidad de Antioquia

Edición: 18Agosto de 2008

RectorAlberto Uribe Correa

Vicerrector administrativoÁlvaro Pérez Roldán

Jefa del Departamento de Seguridad Social

Marta Taborda Hernández

Coordinador del Programa de Salud

Luis Bayron Gil Londoño

Coordinadora del Programa de Prevención de Riesgos

OcupacionalesMargarita Rosa Castro González

Comité EditorialMarta Taborda HernándezLuis Bayron Gil Londoño

Margarita Rosa Castro GonzálezLuis Fernando Osorio

Edilson Bustamante OspinaSandra Milena Jiménez Vargas

ProducciónFacultad de Comunicaciones

Universidad de Antioquia

DecanoEdison Darío Neira Palacio

Coordinación GeneralEdilson Bustamante Ospina

EditorJuan Carlos Luján Sáenz

PeriodistasLiliana Salazar Barrientos

Mariluz Palacio ÚsugaMargarita Isaza

IlustracionesJohnny Alexander Sánchez Prisco

DiseñoIsabel Cristina Toro Quintero

Coordinación fotográficay del Portal Web

Carolina Londoño M.

ImpresiónLa Patria

Programa de SaludCiudad Universitaria

Bloque 22 Oficina 340Teléfonos

Programa de Salud (afiliaciones)219 8410

Plan complementario219 8414

Las opiniones de los autores no comprometen a la U. de A.

saluda@comunicaciones.udea.edu.co

Circulamos con 5.000 ejemplaresDistribución gratuita

http://saluda.udea.edu.co

Esta edición de SALUDA tiene algo que la hace especial…Ese tinte diferente llega con

las historias de vida que vamos a contarles, protagonizadas por un médico veterinario que tras superar algunas dificultades cardiacas hoy disfruta de la compañía de sus dos nietos, un neurocirujano que colecciona cámaras fotográficas, una joven pareja de esposos que se encuentra pletórica por la llegada de su primogénito y el día a día de tres empleados de la Universidad de Antioquia que son ejemplo de autocuidado en sus respectivas labores.A estos temas queremos sumarle el recuerdo de los talleres de “En Familia”, en los que muchos grupos

Si desea que sus hijos entre los 18 y los 25 años sigan perteneciendo al Programa de Salud de la Universidad de Antioquia recuerde traernos,

antes del 30 de agosto, el certificado de estudio del segundo semestre de 2008, documento que debe presentar en original y copia en las instalaciones del Departamento de Seguridad Social (bloque 22, piso 3), de la Ciudad Universitaria.Sólo se recibirán certificados de estudio que indiquen el programa adscrito, el periodo de estudio y la

intensidad horaria, que debe ser mínima de 20 horas semanales. Los certificados de instituciones en el exterior deben presentarse debidamente autenticados por cónsul o agente diplomático, o en su defecto contar con el trámite de apostillaje.Los estudiantes de la Universidad de Antioquia no requieren presentar el certificado. Así mismo, los hijos de afiliados que tengan desactualizado el número del documento de identidad, deben traer fotocopia de la cédula para generarles un nuevo carné del Programa de Salud.

familiares han podido redescubrir todas las opciones que se tienen para que la vida no se haga monótona y para que la tolerancia y la comprensión acompañen su presente.Se destaca también en esta edición la historia de una tenista aficionada que suma varios títulos en su carrera deportiva y que aprovecha para invitar a toda la comunidad universitaria a que no le haga el quite a la actividad física, base de una óptima salud física y mental.Como puede leerse, el nuestro es un periódico hecho y pensado para que se disfrute la lectura y para que, por medio de las historias aquí contadas,

se puedan sacar conclusiones acerca de las tantas situaciones de la vida que, por pequeñas que sean, generan tranquilidad y mantienen el equilibrio familiar y personal.Y si les ofrecemos un medio de comunicación de estas características es porque, luego de dos años de estar circulando entre ustedes, estamos convencidos de que SALUDA sigue siendo cercanía, actualidad, hábitos saludables y afecto, conceptos que mantenemos presentes para que todos los afiliados al Programa de Salud de la Universidad de Antioquia se sientan arropados por el calor humano que se desprenden de estas páginas.

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Cuando tenía once años su papá le regaló una cámara Kodak Brownie. Entonces empezó a tomar fotos de todas las cosas que veía, y con

los compañeros del barrio Laureles y del colegio San José aprendió a revelar rollos en cuartos oscuros que improvisaban en algún lugar de sus casas. También le gustaba leer revistas especializadas en las que aparecían artículos sobre técnicas y cámaras fotográficas.

Al principio era sólo una afición de adolescente. Después se convirtió en un pasatiempo para toda la vida. Por eso comenzó a coleccionar cámaras fotográficas y a aprender su historia y su mecánica.

Adolfo Raúl Cumplido Posada tiene 62 años y es neurocirujano. Hace dos años se jubiló de la Universidad de Antioquia, pero no ha dejado de trabajar ni como profesor ni como médico. Tampoco ha dejado a un lado su amor por la fotografía y por las cámaras; por eso, cuando llega cansado de su labor en la Clínica El Rosario, limpia cada una de sus 77 cámaras y de vez en cuando se sienta a organizar las fotografías que ha acumulado en su computador de disco duro gigante.

A él le gusta tomar fotos de paisajes y situaciones curiosas; además, es el fotógrafo oficial de los paseos familiares y el actualizador de los álbumes en las ocasiones especiales. Sin embargo, en los días del padre o en su cumpleaños no recibe regalos relacionados con su pasatiempo, pues su esposa y sus hijas saben que esos aparatos sólo pueden ser escogidos por él, pues como coleccionista es exigente en que cada pieza sea representativa de un momento histórico o tenga ciertas cualidades que la hagan especial.

Con los años, Adolfo no se ha quedado atrás en tecnología. Tiene varias cámaras digitales -profesionales y sencillas-, de las que reconoce una gran ventaja: ver la foto ya lista en la pantalla. De las cámaras análogas (aquellas que requieren revelado), su preferida, de 1981, es una de los tres

modelos F1 que sacó Canon, por su comodidad y porque

toma fotos excelentes.

En sus clases de neurocirugía en la Universidad de Antioquia,

su afición por la fotografía no ha estado lejos. Adolfo sabe que su experiencia

médica es muy importante para los alumnos, por lo que procura retratar experiencias significativas de su trabajo en la clínica, como traumas y tumores

cerebrales, no para causar escándalo entre sus estudiantes, sino para definir procedimientos adecuados y apoyar sus métodos de enseñanza.

Adolfo siente que la fotografía, más que una afición, es una gran compañera. Tal vez por eso la mayoría de las cámaras que tiene han

llegado a él por amistad, por agradecimiento o, sencillamente, porque quienes lo conocen bien saben que una pieza rara o con cara de pasado puede interesarle para completar su colección.

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El título del torneo de Tenis de los Juegos Deportivos Nacionales de Empleados Oficiales que se realizó en Cúcuta el

año anterior no es más que una de las tantas alegrías que el deporte le brinda a Dora Duque, una administradora de empresas que se desempeña como programadora de recursos informáticos en el Departamento de Recursos de Apoyo e Información -DRAI- de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia.Dora cuenta que en su época de estudiante no realizaba actividad física, pero que siempre le gustó el tenis. Por eso, cuando comenzó a trabajar en la Universidad e ingresó a Prosa (Programa de Salud Psicofísica), aprovechó la oportunidad, se engomó y desde entonces ha alternado esta disciplina con otras actividades como los hidroaeróbicos, el gimnasio y otras a campo libre en las que trabaja el fortalecimiento físico y la flexibilidad.Y aunque se inició en el deporte hace más de 18 años, Dora continúa con muchas ganas, y así, durante 4 o 5 días a la semana, en las horas del mediodía, practica alguna actividad física. “Esto no es ningún sacrificio”, dice. Y agrega que por el contrario, cuando por alguna razón no puede hacer deporte, además de sentir que está perdiendo el tiempo se siente como frustrada.Para ella, la actividad física significa olvidarse de las preocupaciones cotidianas y mantener un buen estado de ánimo. “Salgo de la ducha y es como si volviera a empezar el día”, expresa al hablar de lo que más le gusta de la práctica deportiva, así como mantener un buen estado de salud. Según dice, le da más gripa cuando hace recesos deportivos.En algún momento de su vida, Dora también practicó el baloncesto, pero como se le cruzaba con el horario de entrenamiento del tenis, se decidió por este último, entre otras razones porque se puede practicar a cualquier edad y por su espíritu competitivo.Así, con la participación en dos torneos nacionales, varios departamentales, otros

recreativos e interfacultades, Dora ha sumado trofeos, no sabe cuántos, pero desde ya se está preparando para ganar, como el año anterior, el Interfacultades de Tenis, competencia que ganó, según ella, por sus inmensas ganas y su preparación, pues se enfrentó con jóvenes hasta de 20 años que desde niñas practican este deporte y que tienen mucha más técnica.Pero su espíritu competitivo y los beneficios físicos y mentales no son las únicas motivaciones de esta administradora de empresas. Para Dora, el ejemplo que con la práctica deportiva les brinda a sus dos hijas es la mayor satisfacción.

“No saben lo que se están perdiendo por vivir en ese mundo del sedentarismo, porque además de los beneficios propios del deporte, están desperdiciando los espacios. La Universidad es un campo deportivo muy completo. ¡Ánimo! Todos podemos practicar alguna actividad, aunque sea salir a caminar, a cambiar de ambiente”, es el mensaje de Dora para la comunidad universitaria.

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Si vos y los tuyos están inscritos en el programa “En Familia” hace un tiempo llegó a tu casa la invitación para asistir

a dos talleres grupales. En la reunión de Quirama y en las visitas que los profesionales del programa hicieron a tu casa, escogiste los temas que más tenían que ver con tu propia familia... tal vez un taller para tus viejos, o uno para tus chicos o uno para tu pareja, o simplemente uno para aprender a vivir mejor.

Y el día del taller llegaste con todo el ánimo a la portería de la Universidad de Antioquia. Sabías que algo bueno te esperaba en la casa de encuentros Monticello... Allí había otras familias como la tuya, otros inscritos del programa “En Familia” que también recibieron invitaciones en forma de calculadora o de parqués, de linterna o de lupa, o de cualquier objeto que tuviera algo que ver con el taller.

Entonces, “Volvamos a ser niños”, “Recrearte”, “Cuento hasta tres”, “Siempre listos”, “Qué edad

la mía”, “Qué rico, emparejados”, “Y ahora qué hago”, entre muchos otros, fueron los títulos de los talleres en los que varios profesionales dieron todo de sí para mostrarte que convivir y ser familia es muy fácil si se tiene amor y comprensión, aunque todos no seamos iguales ni estemos pasando por las mismas edades.

Durante todo julio y la primera semana de agosto hubo un total de 15 talleres. A ellos asistimos seiscientas personas... claro, incluida tu familia. Juntos vivimos una experiencia inolvidable,

porque pudimos dedicar alguna tarde del mes a construir el bienestar de los nuestros. Y si el bienestar es salud... ¡qué bueno es estar “En Familia!”

Alimentarse bien, variando los alimentos y aprovechando sus nutrientes al máximo, es la mejor manera de cenar en familia, pues así se comparten las vivencias del día y se fortalecen los lazos de unión.

Lo mejor de vivir en familia es encontrar espacios para el juego, el deporte y la

recreación, pues la diversión es la mejor manera de romper la rutina y construir

bienestar.

“¡A comer bien pues!” fue el taller para aprender sobre nutrición y divertirse preparando recetas deliciosas y saludables. Estuvo como para chuparse los dedos...

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¿Quién dijo que ser adolescente es fácil? ¿Quién dijo que ser papá

o mamá también lo es? “¡Qué edad la mía!” fue el encuentro

para comprender una relación fundamental entre padres e hijos.

Todo lo que alguna vez unió a las parejas se volvió a vivir en

el taller “¡Qué rico emparejados!”... los pequeños detalles, como una rosa o un bolero, pueden hacer que el amor florezca de nuevo.

En los talleres de En Familia, tanto grandes como chicos tuvimos momentos de encuentro y disfrutamos de alguna tarde inolvidable. Los talleres nos sirvieron para comprometernos con la salud física y mental de nuestros grupos familiares.

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“En 1998 trabaja como coordinador del Centro de Capacitación de Internet en la Universidad de Antioquia. Por casualidad le

comenté al doctor Domingo Caraballo que me sentía como embotado y con dolor de cabeza.

Algo que es clave para que estos aparatos funcionen en su boca y dientes es la adaptación, la cual llevará su tiempo.

Al principio parecerá que tiene algo extraño, es más, salivará más, le cambiará un poco el habla e incluso disminuirá el gusto por las comidas, pero todo es cuestión de tiempo. Para las personas que utilizan prótesis (cajas o puentes), ya sea fijas o removibles, existen unas recomendaciones para que estén limpias:

• Mastique con cuidado, con ambos lados de la boca a la vez e inicialmente coma alimentos blandos.• Cuando tenga heridas por mordeduras puede usar pomadas o geles calmantes y cicatrizantes que le remita su odontólogo.• Las prótesis se deben limpiar con un cepillo especial o un cepillo con cerdas de nailon, y un poco de crema dental o jabón para evitar la

El médico me hizo un electrocardiograma, me dejó en observación y después me remitió a la Clínica Medellín. Unos días después me estaban operando porque tenía tres arterias coronarias obstruidas”. Así recuerda José Gabriel Acosta los días en que se enteró, por casualidad, de que estaba enfermo, es más, afirma que si no hubiera sido por el doctor Caraballo, tal vez no estuviera vivo.Cuando lo remitieron a la Clínica en ambulancia, José Gabriel pensó que era demasiado exagerado, pero luego de la operación, que duró unas seis horas, se dio cuenta que le habían salvado la vida. Tras la intervención comenzó su

proceso de rehabilitación con la IPS Universitaria, proceso en el que según José Gabriel, ha contado con excelente disposición y atención de los profesionales que lo han atendido.“La rehabilitación comenzó muy lenta, empecé caminando despacio, yendo a los controles periódicos, y así me fui recuperando. Como dice el doctor Caraballo, me di cuenta que el autocuidado depende de mí, y por eso me cuido para tener calidad de vida”.Antes de la operación, José Gabriel andaba entregado a su trabajo. Su familia y las demás actividades estaban en un segundo plano. Ahora la familia se convirtió en el centro de su vida, por ello juega en el parque con sus nietos de diecisiete meses (son mellizos), se reúne frecuentemente con sus hijos Carolina y Sergio Andrés, con sus hermanos, sobrinos, y amigos… camina mínimo 45 minutos diarios, practica yoga y hasta le ha quedado tiempo para cantar en el coro de profesores jubilados de la Universidad.En el año 2003, el doctor Caraballo le encontró a José Gabriel una anormalidad en su corazón, la cual supo sortear gracias al tratamiento que inició. “Cuando me curé pensaba en lo bien que iba a quedar. Si yo pudiera retroceder mi vida nunca hubiera fumado cigarrillo, comería más saludable y haría más ejercicio”, pero como dice su hija Carolina, el doctor Caraballo lo salvó y la vida le dio una segunda oportunidad.

formación de sarro.• Las partes metálicas de las prótesis parciales hay que limpiarlas cuidadosamente, sobre todo las que tienen contacto con los dientes. • La limpieza puede hacerse con un bastoncillo empapado en alcohol hasta que la superficie quede brillante.• Debe cepillarse después de cada comida como con los dientes naturales, especialmente en la noche.• Para limpiar la encía y los espacios entre los dientes existe una seda especial con un extremo duro para llegar a estos puntos. En el caso de los brakets, hechos para corregir la postura de los dientes, se debe:• Cepillar la parte donde están los brakets, la parte de la lengua y la zona con que se mastica.• Cuando utilice el enhebrador (especie de aguja para usar la seda dental) no realice mucha fuerza al bajar la seda hacia el alambre porque puede tumbar un braket.Para los retenedores que se utilizan luego de los brakets. Con los que son fijos se debe:

• Evitar comer alimentos muy duros.• Lavar los dientes durante tres minutos y luego limpiar con seda dental para evitar la inflamación de la encía.

En el caso de los retenedores removibles:• En los primeros cuatro meses se deben utilizar todo el día y la noche, luego sólo al dormir.• Quitárselos para comer.• Lavar los dientes antes de colocarlos.• Lavarlos con crema, cepillo dental y enjuague bucal.• No ponerlos en agua caliente.Para la odontóloga Diana Robledo lo más importante cuando se comienza a usar estos aparatos es no negarse a ellos, tener paciencia e ir adaptándose con el tiempo, pero sin duda lo fundamental es la higiene y el cuidado para que sirvan a largo plazo y cumplan con su función.

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El sol está alejándose de su punto más alto. Una nube de tierra se levanta de la cancha auxiliar de fútbol de la

Universidad de Antioquia. En los talleres cercanos, pertenecientes a la imprenta, el olor de los químicos parece asentado por el calor del día. Allí, el ruido de las máquinas se mezcla con el de la caída de bloques embalados de papel periódico o de libros recién salidos de esa fábrica de sueños que convierte las ideas en hojas para leer.En ese lugar que parece distinto al resto de la Universidad y donde los sentidos experimentan el transcurrir del día, unos hombres de uniforme azul caminan de un lado para otro, de máquina en máquina y de papel en papel, para darle vida a la mayoría de hojas impresas que circulan en el Alma Máter. Walter Sossa es uno de esos hombres. Se encuentra de pie, subido en la Roland, revisando el color de los afiches que imprime, cotejando la ubicación de las imágenes con las de la

plancha original, observando minuciosamente que las letras salgan al derecho y que ningún diablillo de taller se cuele en el afiche que está imprimiendo. De allí, cada hoja pasará al corte para el proceso de terminación. Y entonces ese papel ya no será más una hoja en blanco.Cada día, desde hace doce años, Walter se levanta en la madrugada, se despide de su esposa y de su hija, y a las seis en punto comienza su jornada en la imprenta. Sabe que lo operativo de su trabajo no le resta ninguna importancia y por eso se siente orgulloso de ser el primer eslabón de la cadena intelectual.Mientras la mañana transcurre, las manos y los ojos de Walter repasan cada letra de las planchas que se imprimen. Así se ha encarretado con diversas lecturas, a tal punto de volver a leer esas mismas páginas en el libro ya terminado por él y sus compañeros de taller. No en vano, Walter estudió Licenciatura en Español y Literatura en el Alma Máter, ese segundo hogar que ama desde hace tiempo porque le ha permitido crecer como persona y tener un oficio digno.

En esas horas de manejar máquinas y lidiar con las condiciones normales de un taller gráfico, Walter sabe que la concentración es muy importante, pues hay papeles y máquinas que cortan, también olores que distraen y a veces cantidades de polvo que pueden dañar algún trabajo. Él y sus compañeros son precavidos con todas las situaciones y por eso ninguno ha sufrido accidentes labores. A Walter le gustaría tener tiempo para hacer la pausa activa, también utilizar protección auditiva para el ruido saturado del taller y así, con estas medidas, tener una jornada sin tanto estrés y, por supuesto, mucho más efectiva.Son las dos de la tarde. Walter le está haciendo el último mantenimiento a la máquina. Se prepara para irse a su casa a descansar un rato y a ver a su familia. Por la noche empezará su jornada como profesor de Artes Gráficas en el Instituto Pedro Justo Berrío. Mañana, lo espera un nuevo día en el Departamento de Publicaciones de la Universidad de Antioquia.

http://saluda.edu.co - agosto de 200810

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En la tarde, tipo 4 y 30, también hace un receso.Cuando sale de la oficina recoge a su hija, cenan y hacen las tareas. Leida recuerda que antes tenía mucho trabajo, incluso llegó a ir a la Universidad algunos sábados y domingos. “La rebeldía de mi hijo mayor me hizo tomar conciencia de la importancia de establecer tiempos para todo y empecé a dedicarme más a Daniela. Los fines de semana el 80% del tiempo se lo dedico a mi familia. Como mi hijo ya no está conmigo juego con Daniela, veo películas, le doy tiempo de calidad”.Aparte de cumplir sus obligaciones, Leida hace parte del Comité Paritario de Salud Ocupacional (Copaso), del que es suplente y dice que se animó a participar porque vio la necesidad de estos grupos en la Universidad y porque siente que la mayoría de los empleados no han tomado real conciencia de las normas básicas dentro del trabajo.Por lo pronto, Leida seguirá preocupándose por su puesto de trabajo, porque la silla sea la adecuada, por la iluminación y la ventilación, pero también por descansar y dedicar tiempo a su familia y a otras actividades diferentes, que la benefician a ella y a su familia.

Leida Rojas se levanta cada mañana a eso de las seis, prepara el desayuno y se alista para salir rumbo a su oficina. A esa hora ya ha llevado a su hija Daniela de 7 años a donde su suegra para que la

cuide mientras ella trabaja como secretaria en el Alma Máter.En 1997 Leida comenzó a laborar en la Universidad, desde entonces ha pasado por varias de las dependencias y desde abril de 2008 trabaja en las oficinas del Centro de Investigación y en la coordinación del posgrado de Nutrición y Dietética, en la Ciudadela Robledo.“No tengo una rutina de trabajo, apenas me estoy adaptando porque siempre había trabajado en la parte administrativa y no en la académica, miro la necesidad de mis dos jefes y les ayudo. Lo primero que estoy haciendo es reorganizar mi puesto y pensar mucho en la parte de archivo y

correspondencia”, comenta Leida, quien además concluye que en su Escuela tienen un grupo primario, es decir, todas las secretarias se reúnen los lunes y trabajan por procesos: “La idea es que cada una conozca las funciones y el puesto de trabajo de la otra”.Aparte de ser secretaria, Leida es estudiante de Derecho, una actividad que le demanda gran parte de su tiempo. Y aunque tiene diversas obligaciones, esta mujer de 40 años sabe que es importante hacer una pausa activa. Por ello, a eso de las diez de la mañana deja su escritorio, desayuna y camina entre los árboles y praderas de la sede, oxigena su cuerpo y se despeja.

Todos los pensionados por el Instituto de Seguro Social -ISS- que al momento de la pensión estaban afiliados al Programa de Salud de la Universidad de Antioquia, pueden continuar en este

sistema de salud.Esta buena noticia se da gracias a que el Departamento de Seguridad Social y el Programa de Salud de la Universidad de Antioquia gestionaron ante el Senado de la República, el Ministerio de la Protección Social y el Seguro Social para que así sucediera.Y así sucedió: El 25 de junio de 2008, en plenaria del Senado de la República, se aprobó el proyecto de Ley 067, pendiente de sanción presidencial. Con esta Ley se pretende modificar la Ley 647 de 2001

para lograr que todos los usuarios, al terminar su relación laboral y adquieran el derecho a la pensión con la misma Universidad o con el Sistema General de Pensiones y se encuentren afiliados al Programa de Salud, puedan continuar perteneciendo a éste, motivo por el cual deben hacer caso omiso al carné recibido por parte de la “Nueva EPS”.No obstante, se requiere que aquellos pensionados del ISS, afiliados al Programa de Salud, que en algún momento firmaron afiliación o traslado a alguna EPS, se presenten en las oficinas del Programa de Salud en el bloque 22, tercer piso, teléfono: 2198404, correo electrónico: saludinfo@udea.edu.co.

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