proyecto de investigaciÓn sobre historia...
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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SOBRE HISTORIA Dt LA SOCIOLOGÍA EN COLOMBIA
Gonzalo Cataño
En este momento varios sociólogos están Interesados en el estudio del de-sarrollo de la sociología en Colombia. Algunos han elegido un período de-terminado y otros la obra de un pensador Individual. Unos y otros buscanrescatar la tradición de investigación social y establecer los grados decontinuidad y discontinuidad en el desenvolvimiento de la sociología na-cional, ¿Ha habido temas permanentes, o más bien, cada período se ha plan-teado sus propios problemas? "¿Cómo ha sido la asimilación de las ideasextranjeras y en qué forma se las ha aplicado a la realidad nacional? ¿Quétipo de organizaciones o de instituciones se han establecido para el desa-rrollo de la Investigación social? ¿Cuáles han sido las condiciones socia-les más propicias para la promoción de la Investigación social en un mo-mento determinado y cuáles las más negativas? ¿Qué" características indivi-duales y colectivas presentan los más connotados pensadores sociales delpasado? Estas han sido las preguntas más Importantes que Implícita o explí-citamente se han planteado los recientes investigadores de la historia dela sociología en el país.
Mi proyecto de investigación pertenece al grupo de trabajos sobre un pen-sador Individual. Ahora adelanto un estudio sobre la vida y la obra deLuis E. Nieto Arteta, la figura intelectual más importante de la décadadel cuarenta. Mi Interés por la obra de Nieto es doble. Por un lado, de-seo mostrar la forma como se une el proyecto Intelectual de Nieto con subiografía, y por el otro, indicar las vías de introducción y de difusióndel pensamiento moderno en Colombia. Entiendo por pensamiento modernotodas las manifestaciones filosóficas que surgieron en Europa como reacciónal positivismo, la «parición de la sociología como disciplina autónoma, la
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expansión del marxismo como un enfoque de análisis y de critica social y
de la economía de comienzos del siglo. La hipótesis central de la Investi-
gación es que la generación a la cual perteneció Nieto introdujo en elpaTs el pensamiento moderno.
Nieto fue un pensador prolífico, tal vez demasiado fértil y extenso. Ensu corta vida -cuarenta y tres años-, escribió cuatro libros, uno de ellostodavía inédito, y más de ciento cincuenta artículos donde trató diversasespecialidades de las ciencias humanas. Publicó trabajos sobre historia,
economía, sociología, filosofía, ciencias'jurídicas y crítica literaria.Su obra ofrece entonces la posibilidad de visualizar la introducción delpensamiento moderno en nuestro medio a través de diferentes disciplinas.El, más que otro pensador, permite estudiar con mayor detenimiento la for-
ma como la generación de los años treinta y cuarenta introdujo el pensa-miento de Marx, la fenomenología, la historia económica, la teoría puradel derecho y la teoría sociológica de comienzos de siglo (Sitnmel, espe-
cialmente). Cuando hablamos de Nieto y la introducción del pensamiento mo-
derno» no queremos afirmar que fue el único pensador colombiano que se Inte-resó por la asimilación de estas Ideas. Por el contrario, él hizo parte de
un grupo más amplio de jóvenes Intelectuales interesados en el marxismo,
en la fenomenología, en la economía y en la filosofía del derecho. Lo queocurre con Nieto es que a diferencia de sus colegas, tuvo una producción
intelectual que permite ver con mayor claridad el manejo del pensamientoeuropeo de fines del siglo XIX y comienzos del XX. De todos modos, debemosrecordar los nombres de Rafael Carrillo, de Cayetano Betancur y de AbelNaranjo Villegas en filosofía, y el de los integrantes del Grupo Marxista
para el estudio de la historia económica y social. Todos ellos contribuye-ron a crear un ambiente propicio para la discusión de las nuevas ideas ypara su aplicación en nuestro medio.
La generación de Intelectuales colombianos que siguió a 1950 -filósofos,
historiadores, sociólogos, etc.- se aprovechó" de la experiencia adquirida
por la generación de Nieto. Sin duda, hay diferencias entre una y otra
generación. Mientras que la de Nieto era la expresión de un marcado auto-
didactlsmo mezclado con diletantismo, la de 1950 es mucho mis profesional
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y especializada. En esta última hay un dominio más completo de los moder-
nos métodos y técnicas de investigación, como un conocimiento más cercano
(generalmente en sus fuentes) del pensamiento contemporáneo. Esta es la
generación de Danilo Cruz Vélez en filosofía, de Ospina Vásquez en histo-
ria económica, de Jaime Jarajnillo Uribe en historia social y de la cultu-
ra, de Orlando Fals Borda en sociología y de Gerardo Reichel-Dolmatoff y
de Virginia Gutiérrez de Pineda en antropología. Este es también el perío-
do en el cual se afirmaron las escuelas profesionales dedicadas a la for-
mación de economistas, de filósofos, de antropólogos y de sociólogos,
Mi trabajo se inscribe en el marcado interés de algunos sociólogos contem-
poráneos {ingleses y norteamericanos especialmente) por estudiar el desa-
rrollo de las ciencias sociales en general y del pensamiento sociológico t.>
particular. Esto ha dado lugar al surgimiento de la historia de la sociolo-
gía como una especialidad que se alimenta teórica y metodológicamente de
la sociología sistemática, esto es, del acervo científico de la misma cien-
cia que pretende estudiar. De allí que muchos se refieran a esta especiali-
dad con el nombre de "Sociología de la Sociología". Este interés ha dado
lugar inclusive a la fundación de una revista especializada, The Journal^
of_the_H1sto_ry of SQCio1pgy_. y a la producción de trabajos de gran calidad
como los de Anthony Giddens, los de Steven Lukes, los de Arthur Mitzman,
los de J.D.Y. Poel, los de Terry N. Clark y los de Anthony Oberschall.j
Para terminar, quiero enumerar rápidamente los temas y problemas vincula-
dos al desarrollo del pensamiento sociológico nacional que debiéramos es-
tudiar en el futuro próximo, y sobre los cuales hay muy poca Información
o casi ninguna. Todavía carecemos de un estudio histÓr1co-soc1ológ1co del
positivismo en Colombia y de la obra de pensadores tales como José María
y Miguel Samper, Rafael Nuñez, Carlos A. Torres y J.M. Vergara y Vélasco,
Se hace necesario y urgente también, un estudio sobre los intentos de or-
ganizar e institucionalizar la investigación social empírica en el país.
No tenemos conocimiento alguno de los métodos y técnicas de investigación
usados por el grupo de Investigadores que trabajó en la Contraloría Gene-
ral de la República alrededor de la Revista Anales de Economía y Estadís-
tica durante la segunda mitad de la décad. del treinta. Allí se hicieron
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estudios demográficos, trabajos sobre el nivel de vida de la clase obrera
e Investigaciones de comunidad, como la que se realizó sobre el municipio
de Mon1qu1rá en 1939. Igualmente, desconocemos las experiencias de Inves-
tigación alcanzadas por el grupo de Cultura Aldeana Impulsadas durante la
República Liberal por el Ministro de Educación, Luis López de Mesa. Asf
mismo, no se ha hecho una evaluación de los trabajos realizados por la
Oficina de Seguridad Social Campesina del Ministerio del Trabajo durante
la década del cincuenta.
Todas estas lagunas en la historia de nuestras ciencias sociales deben
ser cubiertas en los próximos años. S1 bien es cierto que entre nosotros
la tradición en Investigación social es bastante pobre, no debemos olvidar
por ello los esfuerzos hechos en el pasado por estudiar los problemas na-
cionales con la teoría y los métodos generales de la ciencia. De las lec-
ciones del pasado debemos aprender que la creación de una tradición es ta-
rea de varias generaciones, cada una de ellas consciente de la labor rea-
lizada por las anteriores. Aquí la brillantez ocasional y la iluminación
esporádica valen poco.
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Alvaro Camacho.
Antes de iniciar una ronda global de intervenciones quiero hacer una peque-
ña síntesis de los puntos que me han parecido más rellevantes. Hacer esto
parece el papel convencional de todo coordinador de eventos de esta natu-
raleza.
Hemos tenido ocasión de escuchar diferentes tipos de experiencias Investi-
gativas. Aquellas Investigaciones en las que el Investigador tiene que
estar directamente cara a cara con su Investigado, con personas, -por así
decirlo- con sus propios objetos. Es el caso de la investigación de Molano,
es el caso de 1a Investigación de Rojas, en las que la identidad social
de esos objetos puede llegar incluso a determinar problemas de "neutrali-
dad valorativa", exigida especialmente por los cánones del positivismo y
la ciencia. Mientras que la perspectiva de Urlcoechea* no Involucra e!
ponerse cara a cara con unos sujetos de carne y hueso, sino que nos remi-
te -y esto es lo que me parece lo más importante- no solamente al problema
de la neutralidad valorativa sino justamente al problema del investigador
como productor de un dato, del Investigador m£s o menos solo frente a una
Información, o al Investigador 1nter-actuando con sujetos vivos, quienes
son portadores de determinadas implicaciones sociales que tienen que alte-
rar necesariamente el carácter de la Información, documentos, etc., que
se manejan.
Hay un punto que me parece bastante claro en las exposiciones escuchadas,
que también tiene que ver con la situación del investigador. Me refiero
* Hubo múltiples circunstancias que Impidieron transcribir comentarlosde Fernando Urlcoechea.
tanto a los orígenes de los problemas de investigación, como al problemade la improvisación lo largo del proceso 1nvest1gat1vo. Molano fue man-dado como reportero a la zona del Pato, de allí salió una Investigaciónque él pudo conectar con otras- , Realmente el origen de este tipo de for-mación tiene un carácter de arbitrariedad este caso; él hubiera podidosimplemente hacer unas entrevistas, grabarlas y realizar lo que pensó ha-cer, simplemente un reportaje de denuncia. Rojas no está en la libertadde escoger un tema de investigación; a él lo contratan para que vaya ahacer algo. En este caso tiene que cefllrse, por lo menos en los términosmás generales de su investigación, a lo que el cliente sugiere; y Rojaslo dijo con toda la claridad del caso; asi en el proceso de Improvisaciónde la Investigación se vayan dando transformaciones Importantes, que pue-den alterar el mismo planteamiento de la Investigación,
Hay una evidencia muy clara de otro problema que se presenta y que lo ates-tigua Fernando Uricoechea de manera bien particular, que está muy ligadocon esto del origen del problema de Investigación, Es el proceso, por astdecir, de apropiación privada de las prácticas teóricas, Uricoechea loseñaló en un terreno particular; con claridad decía que el problema noes de la sociología, no es de una ciencia u otra, sino que es un proble-ma mucho más global, pero que las defensas burocráticas que uno tiene querealizar lo obligan a autodefinirse como sociólogo e Intentar crear unasciertas barreras entre el sociólogo, el economista, el historiador, elantropólogo o el sicólogo.
Ese probl-ema de la apropiación no solamente cubre el problema de la apro-piación teórica por campos del saber, sino ^ue se refiere Incluso al pro-blema de la apropiación de los resultados de la Investigación. Ese esuno de los problemas más serlos que enfrenta Rojas, porque s1 bien elcliente no estí necesariamente determinando los puntos concretos que éltrata, sT es el interés de ese cliente lo que prevalece, ya que es 61el propietario de la Investigación. Cuando Rojas Intenta hacer su propia
I/ Me refiero a "El Testimonio de Softa Espinosa", en tos Bombardeos delPato. Bogotá, CINEP, Serle Controversia No. 89, 1981, "
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Investigación, tiene que hacerla por la vía de lo que se llama los sub-pro-
ductos de la Investigación. O sea que, tanto en el terreno de la prodúcelo/
misma como en el terreno de la apropiación tanto burocrática como puramen-'
te privada, el problema para el Investigador está siempre presente.
Hay un tercer problema que parece está implícito y que sirve también oara
diferenciar, llamémoslos los estilos de investigación, (en esto no me vayan
a mal Interpretar): es el problema del ocio creativo. De esto también Ro-
jas se quejó: "uno no tiene tiempo de plantearse el problema, ni de poner-
se a leer, tiene que hacer esta vaina a -era", Uricoechea dice:
"dentro de cuatro años saco esta vaina, yo me tomo mi tiemplto, voy despa-
cio, tranquilo". Hay una cierta creatividad propia del ocio. Lo interesan-
te de la cosa es que tiene varias repercusiones; la primera es que el ocio
es uno de los anatemas de la sociedad moderna, desde las Interpretaciones
que se hacen de Marx, referentes a que el tiempo Ubre no es más que la
reproducción de la fuerza de trabajo, y por consiguiente condena al ocio,
al tiempo Ubre; hasta la esclavitud del trabajo que lo lleva a uno muchas
veces a concebir el ocio como aquella ocasión en que no se crea.¡E"
Hay una posibilidad de entender el ocio como periodo de fecundidad,lo que
necesariamente tiene una implicación y una traducción no solamente en el
tipo de Investigación posible, sino en la definición social que el Inte-
lectual se hace de sT mismo, que no es vana. El problema no es vano por-
que de hecho al Intelectual de la ciencia social se lo trata como un su-
jeto improductivo, como un vago que no trabaja, porque no está producien-
do mercancías sistemáticamente. Pero parece que aquí entre colegas pode-
mos reconocer que sí es cierto, que la fecundidad puede estar en los mo-
mentos de ocio.
Hay otro problema que se plantea, lo plantea de una manera explícita Fer-
nando Uricoechea, pero también tiene una clara referencia a los problemas
de Investigación tanto de Molano, como a la Intervención de Rodrigo, aun-
que él no se refiere a un proyecto, y es el problema de la ver1f1cab111-
dad. Probablemente una de las taras más terribles que tenemos los soció-
logos es la formación metodológica que nos exige la ver1f1cabilidad. En-
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tendiendo que la verif1cabil1dad es el criterio de verdad que se encuentra
necesariamente por fuera del Investigador, Tanto 1as medidas estadísticas,cono los escalogramas, como los análisis de senderos, como los análisis designificación, etc., son salvanguardlas que, llamémosles así, se le ponenal investigador para decirle: "mire, yo a usted no le creo, le creo a unacosa que no es usted, que está por fuera de usted". Esto es un atentadocontra el cerebro, porque finalmente a pesar de todos los escalogramas,y a pesar de todas las técnicas estadísticas, el cerebro sigue siendo unbuen instrumento para la investigación; a pesar de todo lo que se Intentedecir en contra de él, Y desgraciadamente se ha 1do por la vía de combatir-lo como criterio de verdad, no solamente porque puede haber Investigacio-nes que no son verificables en sí mismas, como la reconstrucción que haceMolano de la colonización, la que hace Urlcoechea en el caso brasilero, si-no porque uno quiere en determinado momento poner un freno y decir que tie-ne la suficiente capacidad de convertirse en un criterio de verlflcabiHdadEs poder decir: "yo no estoy intentando verificar una hipótesis sino estoytratando de demostrar que yo puedo convertirme en cierto momento en unafuente de imaginación, y en una fuente de excitación Intelectual para otraspersonas".
Probablemente esto esté también aparejado con el problema del ensayismo.El llamado a la imaginación nos tiene que llevar también a Intentar des-cubrir más claramente qué es lo que Qno se Inventa, La crítica a los en-sayistas no es la crítica al hecho de que sean ensayistas sino que proba-blemente se Inventan una realidad. Entonces la crítica al ensayismo tieneque pasar por una pregunta que no puede ser eludida, y es: qué es lo queGno se está Inventando cuando está haciendo un ensayo.
Por lo menos a mí estos temas me quedaron rondando en las exposiciones,pero los recojo a partir de una percepción selectiva porque de algunamanera tiene-' un efecto de refuerzo de m1 propio ego: porque yo he veni-do preguntándome permanentemente por este tipo de problemas, que se meagudizaron a raíz o en torno a mi trabajo sobre la droga. En este trabajose me presentaron todos los problemas que he mencionado: el problema dela verlflcabiHdad, el problema de si este es un asunto que estudia la
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sociología, el problema de qué efecto va a producir esto una vez que se pro-
duzca, pero sobre todo el problema fundamental que se presentó fue: cómo
hace uno para estudiar la droga, la marihuana? Originalmente mi primera
Inquietud fue preguntarme qué diría Marx sobre la droga, cómo hacer un
análisis marxista sobre la droga. De hecho el momento en que yo más feliz
fui fue cuando decidí escribir, y escribí olvidando a Marx, a Durkheim,
a Weber, Se me olvidó todo, afortunadamente. Creo que eso nos pasa a to-
dos los que estamos Intentando no sólo recrear un poco libremente la ima-
ginación sociológica, sino hacer un poco más vivificante y un poco más
tonificante 1a profesión. Esto significa de alguna manera escapar a esa
esterilidad de la docencia, de poder ver sin que estén presentes esos
fantasmas de los clásicos. Es posible que le resulte a Gno algo, y obvia-
mente lo quiere como una especie de antecedente. Pero que de todas maneras
en este proceso de Imaginación, en este proceso de creación, hay que tami-
zar un poco. Y lo último que quiero señalar es que s1 los autores de estas
Investigaciones que han hablado, no hubieran recurrido a esta necesidad
de Inventar, a esta necesidad de imaginar, a esta necesidad de estar recrean-
do situaciones para efecto de su propio análisis, no solamente no hubiéramos
tenido el placer de oír y hablar como lo hemos hecho. Esas fueron mis reaccio-
nes Iniciales.
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Alberto Valencia
Teneiros que tener en cuenta, si reflexionamos sobre los clásicos, que
en primer lugar, hay muchas cosas distintas que no pueden meterse en una
misma bolsa; en segundo lugar, la exposición de Rodrigo opone la ciencia
como lo objetivo, y el arte como lo subjetivo. Esa es una idea clásica
por excelencia, lo que hay en el fondo de eso, es el problema de las
ciencias naturales y el modelo de ciencia que se deriva de ellas, que
es una idea tomada de los clásicos, por ejemplo, Durkheim.
Me parece que algo que permita leer a los clásicos, aprender a mirar como
ellos, para olvidarlos, es precisamente superar en la ciencia moderna,
la idea entre subjetivismo y objetivismo. Ahora bien, creo que la idea
de la confluencia entre la ciencia y el arte, -como la conferencia de
Parra lo dice- esta en la superación de esa separación clásica entre
subjetivismo y objetivismo. Ahora, la ciencia como superación de ese
falso problema.es una idea clásica, es marxista. He parece que la forma
de resolver la relación entre literatura y ciencia, es olvidarse, para
las ciencias sociales, del modelo de las ciencias naturales.
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vBorls S-lazar. \x
Me parece que lo que Rodrfgo Parra ha dicho, es un avance con respecto a
esta sociología "estándar" de la muestra. Pero, me parece que no ha ido
lo suficientemente lejos, o sea, lo que está en cuestión no es tanto si
vamos a hacer una ciencia pensada objetivamente, que contribuye a proble-
mas objetivos, sino que se trata de ir más lejos y poner en cuestión el
mismo concepto de sujeto, como fundador, digamos, de reflexión. Es pensar,
en realidad, que un sujeto ordinario, que se atrevió" a pensar, que a par-
tir de ahí, tuvo una forma de subvertir la ciencia, sino que tanto la
ciencia, como una cierta subjetividad literaria, son las que han Impedido,
que precisamente otro conjunto de reflexiones y de pensamientos penetren
al ámbito social, por ejemplo. Y es más, el problema no es tanto entre
ciencia y literatura como señalaba Alberto Valencia, ni de pensar en una
ciencia objetiva, en una ciencia natural, sino que el modelo mismo de la
ciencia no puede ser el modelo de la literatura. O sea, por cuestión de
principio, ya sea ciencia social, ciencia fáctlca, ciencia natural, la cien-
cia misma está en otro lugar diferente a la literatura, y en lugar distan-
te del arte.
En ese sentido, me parece a mí, que tendríamos que ser más radicales, es
decir, habría que pensar hasta qué punto el modelo de la ciencia, -que no
es más que un mero dorso limitado de otro concepto- tiene que ser superado,
para penetrar la sombra del pensamiento; que además de superar el sujeto,
supere el propio modelo de ciencia. Yo diría, que no es tanto tornar cien-
cia en literatura o literatura en ciencia, sino remontar esto, es decir,
repensar las condiciones mismas en que se produce la ciencia, y repensar
además la ideología de este supuesto sujeto único. Individual, originario,
•%e además sería el que hablaría a través de la literatura; por lo cual,
estoy de acuerdo con que la literatura se practicara con una especie de
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esquizofrenia, que está más allá de los socifilogos, o de cualquier espedí,
lizacifin propia de la división del trabajo intelectual.
En mi opinión, creo que trabajar con bases literarias es muy positivo, pera!
para practicarla del todo, se tiene que cambiar de sujeto, asumir su divi-l
sión, su multiplicidad, su diversidad, y situarse, en ffn, más allS del
terreno de la ciencia. Entonces, no se trata de 1r más allá de la ciencia 1
natural, sino que aquí la misma ciencia social tiene que entrar en cuestlfiíti
porque de todas maneras me parece, que funciona el mismo modelo general de
la ciencia, o sea conceptual Izar todo, detener el movimiento del pensamien-
to, y luego dedicarse a estandarizar estadísticamente.
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ffagdalena León.
Se habla de la ciencia y literatura, y de pronto se pasa a sociología yliteratura. El punto mTo 1ba por el lado de la ciencia y la sociología:en dónde están las demás ciencias sociales y cuál es la identidad, y la
diferencia, entre la sociología y las otras ciencias? Dentro del concep-to de reivindicarnos la mirada de lo individual, de relvlndar la posibi-lidad de ser libres en la forma de mirar los problemas sociales, y en fin,
una serie de puntos metodológicos, pienso que esto lo estS reivindicandotambién el antropólogo, los abogados, etc. Luego, dfinde queda la Identi-dad de lo otro, y si es que los clásicos de nosotros son "fulanos", y los
otros son "zutanos", entonces en qué terreno nos movemos? Esa es otramanera de reflexión teórica.
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Gonzalo Cataño.
Estoy de acuerdo con Rodrigo Parra sobre la necesidad de que nuestra so-ciología esté abierta a toda clase de métodos y técnicas de Investigación,Toda ortodoxia metodológica nos llevaría a un empobrecimiento de la inves-tigación y de la imaginación sociológicas, como ocurrió en el pasado re-ciente de la sociología nacional.
No obstante esto, Parra cae en el peligro de "liberalizar" tanto la socio-logía que ella puede diluirse en nuestras propias manos. Su experiencia enel trabajo literario lo ha llevado a una crítica indiscriminada de los erro-res y limitaciones del pasado. Tal es lo que ocurre con su crítica al ensa-yismo. El cree que la negación del ensayo hecha por algunos sociólogos la-tinoamericanos nos ha llevado a una concepción muy estrecha de nuestro ofi-cio. Yo, por el contrario, creo que la crítica del ensayismo fue uno delos aspectos más positivos del desarrollo de la sociología latinoamericana,pues hasta 1950 el ensayo era tenido en América Latina como el sustitutode la sociología. Todavía hoy esta producción es considerada como sociolo-gía por el gran público.
¿Qué era el ensayismo? El ensayismo era ese conjunto de artículos y publi-caciones meramente impresionistas, escritos por Intelectuales pertenecien-tes a la élite política liberal, conservadora o radical, que se refería aproblemas sociales sin control alguno de sus conceptos, de sus datos y dela lógica interna de sus conclusiones. Todo allí era el reino de la subje-tividad, de las opiniones personales y de la imaginería. Quien mejor encar-nó esto en Colombia fue Luis López de Mesa, y los que hayan leído su obraconocen las dificultades para precisar lo que quería decir el publicistaantioqueño.
El gran crítico del ensayismo en América Latina fue G1no Germán!t uno delos introductores de la sociología científica en nuestro medio. Gerroanl,
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ahora uno de nuestro pequeños clásicos, luchaba a mediados de siglo por
una ciencia social conceptualmente clara y precisa, con un manejo de datos
que alimentara adecuadamente su discurso teórico.
Sin duda, la crítica del ensayismo no debe llevarse a extremos hasta el
punto de negar todo intento de análisis social en el pasado. La obra de
Catracho Roldan, de José Marta y Miguel Samper, de AnTbal Galindo, de Car-
los Arturo Torres y de Alejandro López, son una muestra de lucidez y de
imaginación en el estudio de los problemas sociales. En la producción
de estos autores hay un esfuerzo conceptual que no debemos desconocer.
Germani siempre valoró este tipo de ensayismo y en la Argentina lo encon-
tró en la obra de Alberdi y de Sarmiento, Creo que los sociólogos de hoy
tenemos todavía mucho que aprender de la obra de estos pensadores. Ellos
continúan siendo fuente de Imaginación y de orientación para el estudio
de nuestros problemas sociales.
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Gonza lo Cataffo
Yo voy a hablar un problema de método que lleva una pregunta Implícita.Uniendo con la exposición de Parra, tuvo Molano algún patrón en literatu-ra que le sirviera como guía, para armar ya el Informe de los promediosde sus biografías estudiadas?
Lo digo por eso, porque uno de los grandes ejemplos donde se Intento" usarinvestigación etnográfica, y literatura fue en uno de los últimos librosde Osear Lewls sobre la cultura de la pobreza, donde él dice: "llega unmomento en que uno no sabe s1 es un sociólogo, un etnógrafo, o un litera-to", Y para hablar de literatura, dice él: ''yo me baso mucho en los rela-tos de la segunda mitad del siglo XIX Ingleses, donde se narraba la vidade los obreros Ingleses, osea» ese período que siguió al famoso libro deEngels sobre ':La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra". Yo digoeso porque un investigador tan sólido como fue Osear Lewis, llegó un mo-mento a una técnica tal, que encontró que sus libros se leían como lite-ratura por unos sectores, y otros buscaban una generalización etnográfi-ca, etc. Por supuesto, un ejemplo, un ejemplo clásico sobre el famosolibro de la vida sexual de Malinoskl, que se v16 en norteamérlca, en ladécada del treinta como un libro erótico.
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Pablo Velásquw,
De la exposición de Humberto Rojas me queda la impresión de que el trabajode consultoría provoca una especie de ''esquizofrenia" en el sociólogo, enla medida en que, de un lado, debe responder a las exigencias prácticasdel cliente y, de otro, debe satisfacer sus aspiraciones e Inquietudespropias de investigar con cierta calma y rigurosidad. Al comienzo de tuexposición señalaste con énfasis la dificultad que se le presenta al con-sultor debido al carácter Inmediato de las demandas del cliente. Uno sepregunta finalmente hasta dónde la dependencia con respecto al clientedisminuye seriamente al consultor la posibilidad de llevar a cabo prácti-cas de investigación más pausadas y sistemáticas que van Incluso más alláde los términos de referencia definidos en una demanda específica. Enúltima Instancia, cuál es el papel de la Investigación en el trabajo deconsultoría?
Por otra parte, como consultores, ustedes deben enfrentar problemas bas-tante originales, concretos y que exigen respuestas rápidas. Generalmente,deben estudiar y dar opiniones sobre las implicaciones futuras de un pro-yecto, por ejemplo, una gran inversión en obras de infraestructura. Mipregunta es la siguiente: con base en qué criterios y con ayuda de quétécnicas determinan ustedes ese tipo de Implicaciones y efectos de algoque aún no se ha llevado a cabo?
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A) varo Capacho.
Tengo dos inquietudes acerca de la exposición de Rodrigo. La primera,parecería claro, obvio, que todo literato tiene que hacer una ciertainvestigación sociológica en sus novelas, ubicar sus personajes, tieneque dar una cierta lógica, hacer una sociología disfrazada. Es decir, lasociología se convierte en una especie de herramienta para el trabajo li-terario.
Y la otra relación, que es igualmente válida y que se ha señalado, esque la literatura se convierte en producto, como dato, como documentopara el sociólogo. Pero, qué habría en términos de los procesos del que-hacer, -ya sabemos algo para el quehacer literario- pero el quehacer so-ciológico, la literatura como forma de hacerla, no necesariamente la li-teratura como un producto, o la sociología como una normatividad de re-glas que el literato usa. La pregunta en ese lenguaje de Marx, la litera-tura como método de investigación para el sociólogo, no necesariamentecomo producto, sino el quehacer literario para el sociólogo; porque hastaahora, fuera de una especie de actitud, -que yo comparto plenamente- demirar lo subjetivo, subsiste una duda, que creo a todos nos está asaltan-do por igual, y es que de todas maneras, por aquí está el quehacer litera-rio y por acé está el quehacer sociológico. Entonces, la pregunta serta:¿qué puente se podría establecer?
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Alfredo Mol ano.
Quiero hablar un poco de los comentarlos de Camacho y algunos puntos de
lo que se ha hablado aquf. Y es lo siguiente, yo creo que la cuestión
de que mi trabajo es etnográfico o es sociológico, eso no tiene la menor
importancia como tampoco la tiene en qué" frente teórico se enmarca, cual
es su valor epistemológico. Toda la parte metodológica, toda la parte
teórica, toda esa cuestión está ya dentro de uno, es decir, hace parte de
su subjetividad, uno trabaja con eso y se puede ver con qué elementos se
trabaja. Pero desde luego lo que uno no puede olvidar es la perspectiva
política como elemento en que se Inspira un trabajo, en el cual se alimen-
ta.
Apelando a una vieja disputa clásica de discusión entre el método de in-
vestigación y el método de exposición, pensando en lo mío, yo creo que lo
que he hecho es un procedimiento expositivo de los resultados de una in-
vestigación hecha más o menos ortodoxamente. Pero, es solamente una forma
de exponer los resultados y de analizarlos con Instrumentos -eso sí no or-
todoxos- a través de un personaje que Indudablemente Introduzco, Y tengo
que reconocer que en la armazón de los personajes, de las situaciones, de
los episodios, están presentes implícitamente unos términos que otros no
aceptarían, pues se tiene una posición política; lo que cambia es que yo
no hago esa serle de esquemas, esa es m1 teoría, es simplemente un proce-dimiento de exposición de unos resultados de una Investigación, pero eso
no es un método de Investigación.
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Humberto Rojas.
Yo quisiera insistir en el punto que acaba de señalar Alfredo, trayendoa cuento una investigación que nosotros hicimos y que precisamente con-trasta el método de exposición nuestro con el de Alfredo. Nos interesabaen la época de la bonanza cafetera el problema de, primero, la nueva tec-nología que se había desarrollado con el café caturra y segundo, quiénse estaba apropiando de esa tecnología.
Vimos que los procesos más agudos de utilización de esa tecnología esta-ban dándose en el viejo Caldas, parte del Norte del Valle y en otras zo-nas, pero intensamente en esos departamentos. Y estaban siendo utilizadosprincipalmente por unos nuevos grupos que llamairos 7a nueva cíase cafete-ra. Era una pequeña burguesía urbana, profesionales, comerciantes, indus-triales que estaban invirtiendo en el campo con su propio capital o concrédito obtenido por otras fuentes financieras, que estaban utilizando lanueva tecnología y que estaban comprando al caficultor tradicional. Segui-mos exactamente el procedimiento de Molano. Entrevistamos a un buen núme-ro de esos nuevos caflcultores, pero ya en el análisis y en la presenta-ción de los resultados de la Investigación mantuvimos el método tradicio-nal de exposición: que fue mantener un diálogo entre el investigador ylos investigados; un contrapunteo de la presentación del Investigador. Esdecir, hacíamos nuestra presentación sobre un tópico especial del análisisy luego eso lo presentábamos con las palabras de los Investigados.
No logramos ensamblar el pensamiento, la estructura, la creación, el arma-zón de que habla Molano del investigador con los datos agrumados. De ahTclaramente se notan varias cosas, porque cuando afirmábamos que "sucedetal cosa porque.,.", citábamos Inmediatamente al entrevlstddo. Es clara-mente una diferencia con lo de Molano, pero en el método de exposición.
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Gilberto A r i s t l z á b a l ,
Queda claro por los comentarlos de Rodrigo Parra, Alvaro Camacho y Gonzalo
Cataño que la Sociología en Colombia ha pasado por distintas etapas cada
una de las cuales tiene sus elementos que la definen. Lo problemático del
desarrollo de la Sociología en Colombia no reside en el predominio en ese
momento dado de una escuela sociológica sino en la posición sectaria que
se ha asumido descalificando cualquier otro Intento de hacer una Sociolo-
gía por fuera de la tendencia predominante, Asf por ejemplo, en los comien-
zos de la década de los sesentas el empirismo reacciona contra el llamado
"Ensayo Sociológico" descalificándolo como instrumento de comprensión de la
sociedad. Más tarde el Marxismo descalifica al Empirismo y el Sociólogo se
vé casi que obligado a Inscribirse en esa corriente del pensamiento o a
abandonar cualquier otra opción de aproximación sociológica. Sinceramente,
lo que hemos vivido es una ausencia de diálogo verdadero, de debate, y un
esfuerzo por negar posiciones contrarias a las nuestras.
Lo que se ha venido planteando en este coloquio es precisamente una reacción
contra ese sectarismo e Intolerancia del pasado y reclamando validez para
formas sociológicas que fueron consideradas no válidas.
Sin embargo, y teniendo en mente nuestro pasado Inmediato quiero llamar 1.a
atención sobre las nuevas alternativas que se nos están presentando, y que
1n1c1a1mente se nos aparecen muy sugestivas para preguntar si no estamos
frente a una nueva tendencia o una "moda" que a semejanza de las "modas"
que la precedieron se constituya en una especie de fortín teórico -metodo-
lógico para combatir otras posiciones sociológicas,
.d tentación de 1eg1t1mizar una forma de pensar sobre las otras es tan gran-
de que bien merece reflexionar profundamente acerca de los elementos que
estarnos discutiendo para no repetir experiencias que han demostrado ser do-
lorosas.
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Jesús Alberto Valencia
Yo quisiera recoger ciertas conclusiones a las que conduce la reflexiónque se ha hecho hoy. Y quisiera partir de un punto de vista personal conrespecto a como se han trabajado ciertas cosas.
Cuando se trabaja en las Ciencias Sociales, uno se encuentra con taldiversidad de perspectivas a todos los niveles -teóricos, metodológicos,etc.- sobre la posibilidad de hacer una ciencia, que el llevar a cabouna síntesis es labor harto complicada. Pero de eso se trata precisamen-te, de que las peculiaridades personales de cada Investigador lo conduz-can a ensayar una posibilidad entre otros, de acuerdo a una síntesis per-sonal, sin que tienda necesariamente a convertir su situación en un para-digma general. Personalmente he trabajado una diversidad de cosas (filo-sofía, sociología, sicoanálisis, etc.) y mi problema particular es encon-trar entre todo esto la posibilidad de una síntesis personal. Bajo estascondiciones es que quiero plantear algunas conclusiones.
Considero que existe una línea de continuidad entre el planteamiento dela idea general de este coloquio, con respecto a la discusión que se ha-cía esta mañana sobre la relación entre la literatura y la ciencia y lasexposiciones que se hacían esta tarde. Con respecto a lo primero es Im-portante caracterizar en la sociología la contraposición, o el gran abis-mo existente entre la llamada gran teoría y el empirismo abstracto, segúnla célebre caracterización de C. Wrlght Mills que todos conocen. Mediaren estas dos tendencias contradictorias, ha sido una de las grandes ven-tajas de este coloquio en su temática misma: qué trabajo están llevandoa cabo en este momento unas personas sobre la violencia, el medio ambien-te, etc., y qué relación encuentran ellos entre su trabajo concreto y laherencia clásica de U sociología. En otros términos, se podría decir quese trata de U rtltclftn entre el estudio de un problema concreto y la granteoría.
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Encuentro un problema similar en la relación entre la literatura y la
Ciencia. El gran significado de la literatura, algo muy Importante queen su estudio podemos aprender, es su relación con lo concreto. Lo que
la literatura describe, aquello de que nos habla, no es un universalabstracto, sino del concreto singular de una situación, de la vida deun hombre, etc. En segundo término la referencia a la subjetividad en
un sentido muy distinto a como aparece en ciertas Ideologías dentifis-tas es también un gran aporte de la literatura a la Investigación socio-
lógica. Trataré de explicarme.
En principio, al reflexionar sobre los llamados clásicos, es necesariono considerarlos a todos como un bloque homogéneo de teoría y meterlos
en la misma bolsa, sino que es necesario diferenciar las varias perspec-tivas que en ellos se encuentran, que no son además simples curiosidades
históricas, sino perspectivas permanentes y actuales. De esta forma pier-de sentido una contraposición entre lo clásico y lo moderno.
Oigo esto pensando en el planteamiento que hacía Parra esta mañana sobre
la relación entre el arte y la ciencia. Contraponía éste al primero como
el reino de la subjetividad, a una cierta concepción de la ciencia en
términos de una objetividad en sí independiente de toda referencia a losubjetivo. No considero muy acertada la contraposición hecha en esostérminos, sobre todo en lo que tiene que ver con la concepción de la cien-cia. Creo que lo que se expresa en esto es una concepción positivista,
que está muy relacionada con una perspectiva clásica que se expresa fun-damentalmente en Durkhelm. Considero que la ciencia hay que construirla
más allá de este problema así planteado, y una diferente perspectiva teó-rica también está en los clásicos. En el objetivismo Durkheimlano, quese expresa con mucha frecuencia en ciertas interpretaciones del marxismo,el sujeto tiende a cero, carece de realidad, es una fuente de prejuicios
y no un constructor del sentido del mundo.
Esta concepción del "sujeto" como constructor del sentido está en los
-láslcos también, en Weber, en Marx. Si algo resume el punto de partida
básico de Marx es precisamente que su estudio de lo objetivo del capltalls-
65
mo está hecho desde el contraste con una subjetividad tomada en sus posi-
bles artísticos que se asume como un valor. En este sentido un juiciode valor no es un prejuicio sino un elemento fundamental en la construc-
ción de la sociología.
El problema de fondo de la cuestión de la literatura es la invitación auna valoración positiva de la subjetividad humana, como una realidadefectiva y como construcción activa del mundo, y no como un vano prejui-cio. Todo esto relacionado con la Invitación en ella al estudio de loconcreto. Y en este sentido es subversión de la cultura positivista.
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III. PARTE
MISCELÁNEA:
LAS EXPERIENCIAS PERSONALES
Pablo Velásquez.
Voy a referirme a algunos aspectos que han sido tocados aquí, tratandode derivar a lgunas conclusiones In ic ia les del Coloquio, Creo que uno delos puntos más Importantes que ayer se trató1 es el problema de la supues-ta -o no- Innovación en el uso de ciertos métodos en la 1nvestigac1ó*n so- :
cíológlca que permiten destacar dimensiones diferentes de los objetos deestudio. Por ese entusiasmo que genera la utilización de esos nuevos mé-todos y los resultados obtenidos, podemos llegar al peligro de lo que ca-bría llamar "la absolutlzaclón de los métodos" en la Investigación. Esdecir, si hace un tiempo abandonamos la encuesta y la entrevista y ahoralas recuperamos; o si en este momento hacemos más énfasis en un métodoque en otro, el peligro consiste en tratar de absolutlzar definiendo la_estrategia de Investigación en las ciencias sociales a partir del uso exclu-sivo de uno de ellos.
Entre otras cosas, es ése uno de los aspectos Interesantes de lo que hastael momento estamos manejando como postulados básicos del Srea de metodolo-gía en el Plan de Estudios de Sociología de la Universidad del Valle. Hemosquerido hablar de estrategias de Investigación y no de una metodología dela investigación. Este aspecto posee Importancia pues el problema de abor-dar un objeto de Investigación Implica, por un lado, entender el tipo deobjeto que tenemos ante nosotros y, por otro, las distintas dimensiones omatices que presenta. Frente a una posición dogmática que asimila la inves-tigación sociológica a una especie determinada de metodología, lo que esta-mos diciendo es que, segfln las características del objeto de investigacióny las dimensiones que pretendamos destacar en él. utilizaremos distintasestrategias. Téngase en cuenta que no estamos hablando de "técnicas" sinode "estrategias" de Investigación, es decir, maneras diversas de abordarel objeto.
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En ese punto, los aportes de Molano y de las personas que han hablado aqufdeben ser entendidos como esfuerzos del investigador por resaltar ciertasdimensiones de sus objetos de trabajo, cada una de las cuales le exigemodalidades distintas de acercamiento. No se trata de que ahora todos nosvolvamos seguidores furibundos del análisis etnográfico, de las entrevis-tas, de la reconstrucción de procesos sociales mediante biografías e his-torias de vida, sino de reconocer que este tipo de abordaje ayuda a apre-hender mejor ciertos aspectos de la realidad estudiada. Pero también esposible pensar en otras estrategias de investigación sociológica. En esesentido, quiero referirme al proyecto que adelanto actualmente con unequipo de investigación. Estamos trabajando sobre los estudiantes de laUniversidad del Valle. En las discusiones hemos llegado a la conclusiónde que para poder examinar las distintas facetas del comportamiento estu-diantil (su origen social, sus prácticas cotidianas, sus patrones valora-tlvos, etc.) tenemos que hacer uso de distintas estrategias según el as-pecto que queramos estudiar. Por ello, estamos diseñando una muestra es-tratificada al azar de estudiantes a los que vamos a aplicar una encuesta.Pero, a la vez. estamos pensando en entrevistas de profundidad y en análi-sis de docurientos y archivos, lo mismo que en el empleo de una variadagama de estadísticas secundarlas.
De manera que, antes que absolutlzar métodos de investigación, el Investi-gador tiene la obligación -y, por tanto, debe tener la imaginación y lasagacidad suficientes- de destacar dimensiones del objeto y de entendercuáles son las especificidades de cada una de ellas a fín de decidir quétipo de estrategia resulta más fecunda para abordarlas e Interpretarlas.
Ahora bien, otra cosa es que en la investigación sociológica actual haga-mos un llamado a rescatar lo que se podría llamar "el perfil Individual,subjetivo" de los procesos sociales. Frente a ese estructural1smo ciego,pesado, que destruye el papel, e Incluso la Intencionalidad, del sujetoen los procesos sociales* se está reivindicando la necesidad de que cual-quier .Interpretación sociológica tenga en cuenta lo que son los Individuos,los agentes sociales, no solo como soportes pasivos de estructuras, sinocomo portadores y constructores de ellas mismas. Y aquf deseo Igualmente
69
observar que cuando se afirma la necesidad de destacar una visión subjetiva
de los procesos sociales, hay que ser cautelosos en no absolutlzar el prin-
cipio; de lo contrario, puede caerse en el dogma o en la "receta de cocina".
En mi opinión, el reto que se nos presenta en este momento es precisamente
llegar a entender, en el examen de estructuras "objetivas", la forma comolos agentes sociales, parafraseando a Marx, hacen la historia pero en con-diciones determinadas Independientes de su voluntad. La cuestión, en otras
palabras, es ver cómo en un proceso de Interpretaclfin sociológica el Investi-gador es capaz de establecer no tanto el equilibrio como la relación y la
articulación entre las dimensiones subjetivas más o menos conscientes delos procesos sociales y su lógica objetiva; lo que hacemos al poner el acen-
to en el análisis de perfiles subjetivos es Intentar entender a los sujetossociales en condiciones históricas objetivas, dentro de una"lóg1ca" de es-tructuración de la realidad social.
Esto conduce a pensar en otro reto, el de la teoría. Abandonando todo lo
que podamos considerar como una concepción positivista de la ciencia, o
ese esquematismo tradicional de la Investigación por etapas según el cual
establezco un marco teórico, planteo hipótesis, operadonallzo, hago usode determinadas técnicas, recojo información, la proceso y la analizo, lasalternativas que se nos presentan ahora exigen un esfuerzo por teorizar,por re-conceptualIzar, por buscar nuevas categorías que nos ayuden a enten-der en cada problema de Investigación la relación entre las dimensiones
subjetivas de la realidad social y esa lógica objetiva que le es propia.Como puede verse, resurge aquel problema de antaño de la relación entreactores y estructuras sociales o, s1 se quiere, entre el Individuo y la
sociedad.
La tarea de re-conceptual1zaci6n sociológica debe comenzar por poner en
tela de juicio los conceptos heredados, no para negarlos sino para enrique-
cerlos o transformarlos en la medida en que la Interpretación del presentelo exija. Quiere ello decir que hay que preguntarse permanentemente por la
validez de conceptos tales como agente sod\l, lógica objetiva, sujeto, es-
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tructura social, coyuntura y muchos más. En las discusiones que adelanta-
mos los profesores del Departamento de Ciencias Sociales, es palpable el
empleo de categorías tales como reproducción social, coyuntura social,
lugar social y otras cuyo verdadero alcance aún no ha sido explidtado,
pero que se muestran útiles, no sólo por su contenido, sino por su carác-
ter de categorías "intermedias'', para la investigación sociológica. Hayalgo fundamental sobre lo cual no se insistió mucho ayer y que vale la
pena destacar. En efecto, si se postula que la Investigación sociológicadebe asignarse como tarea primordial la de interpretar la realidad social,la de buscar relaciones significativas en esa maraña de hechos que cons-tituyen la historia, también debe aceptarse en el cuerpo de postulados de
nuestra disciplina el de que la investigación sociológica, además de inter-
pretar el presente, debe Igualmente construir teorías y conceptos que nopor ser construidos van a ser eternos, pero que pueden jugar un papel cla-ve, aunque sea como Instrumentos transitorios de interpretación de un pro-blema determinado o, más, como punto de partida para el descubrimiento denuevos Interrogantes sobre la realidad. SÍ ayer se insistió en la búsquedade nuevas formas de estudiar los problemas sociológicos, creo que tambiénmerece un lugar en la discusión el problema de la reconceptualizadón ensociología,
Por último, quiero referirme a una afirmación de Fernando Urfcoechea sobrela urgencia de reivindicar el estudio y el análisis de la vida cotidiana,
Creo que ese llamado es muy importante. Entre otras cosas, va aparejado
con el propósito de analizar lo específico de las facetas subjetivas de
los objetos sociológicos. Pero creo que, más allá de reivindicar el estu-dio de la vida cotidiana, hay que hacer el esfuerzo para que ese análisisde lo cotidiano se refiera principalmente, aunque no exclusiva y necesa-riamente, al presente. En ese sentido recojo parcialmente la Idea aquí yaexpuesta de que la sociología se ha quedado bastante atrás del presente,
de los análisis de las realidades que nos rodean y que día a día se trans-forman y nos arrastran. Quizá no hemos sido capaces -y así entiendo las
opiniones de Catato y su diagnóstico de la sociología en el país- de cum-
plir esta tarea. Nos hemos quedado atrás de los acontecimientos por diver-
71
sas razones, quizá porque nos volvimos historiadores o economistas, o sim-
plemente porque no hemos sido buenos sociólogos, es decir, no hemos mos-
trado la capacidad suficiente para opinar sobre lo que sucede a diario en
Colombia; o quizá también porque la sociología es una disciplina j&ven o
porque la mayoría de los sociólogos estamos encerrados en las labores do-
centes donde irremediablemente hay que hablar de los clásicos, de la tee-
rfa y de la interpretación, a veces exegética, de los autores. Vale la pe-
na, creo yo, señalar la necesidad de que los estudios de la realidad pre-
sente se conviertan en prioridad fundamental de nuestro quehacer prótesis
nal. No significa ésto Invalidar los intentos de reconstruir la vida co
diana en el pasado. Se trata simplemente de definir prioridades y, en
terreno, veo más urgente concentrar esfuerzos en el estudio del aquí y
ahora, de lo que hoy estamos viviendo en Colombia, de lo que sucede en
da reglón y rincón del país. Si ponemos suficiente atención en este pu
será mucho menos complicado entender el problema del sociólogo y la poli
tica. Pues s1 no somos capaces de Interpretar las realidades presentes,
mucho menos vamos a poder Intervenir para transformarlas.
72
Rodrfgo Parra,
Yo quisiera hablar sobre ciertas cosas, específicamente algunas cosas que
dijo Ff.bio VelSsquez, Creo que muchas de estas cosas, de la producción y
de la práctica de la producción, -ya que estamos en la onda de la subjeti-
vidad, o por lo menos de recuperar eso-, desde la subjetividad misma del
sociólogo. En mi opinlén, uno de los problemas de la práctica sociológica,
para hablar de esa manera, obviamente está inserta en un ambiente social,
que tiene ciertas características, y que tiene ciertas fuerzas que se es-
tán moviendo dentro de ella, y por lo tanto, Infuencia o impone, o por lo
menos ejerce grados de violencia al sociólogo, para que trabaje en un sen-
tido o en otro sentido, con una escuela o con otra escuela, para que tome
tales temas en forma relevantes y después los otros temas, que no son los
relevantes, en forma vulgar. Esa situación puede ser de origen social, o
político, o económico.
Yo creo, que son elementos que están condicionando la práctica del soció-
logo, lo están llevando a trabajar en un sentido u otro, con una orienta-
ción u otra, con un problema u otro. Hace unos años hablar de la vida co-
tidiana era una cosa terrible, y hoy día ya lo podemos expresar, y eso
puede ser Interesante. De todas maneras, en el ejercido de la producción,
no todo es racional, hay una serle de elementos, de que nos hablaba Molano,
como la 1ra, el amor, corro el placer. Yo creo que s1 trabajar en sociolo-
gía es un placer, uno tiene que darle color a eso, pues, lo que uno está
haciendo le gusta, le divierte, le pone un poco de interés, es algo vital.
Y quiero referirme un poco a las cosas que decía Fabio: yo creo estar casi
totalmente de acuerdo con lo que él decía. No estoy de acuerdo con que to-
dos ahora nos pongamos a hacer literatura, ni que todos nos pongamos a ha-
cer poesía; es que el acervo sociológico, las posibilidades de trabajo son
73
muy Brandes, y el Interés de la Inversión nos ha estado manejando, nos ha
esta¿o imponiendo solamente unas líneas de trabajo. Por lo tanto, para el
trabajo solo podemos manejar la encuesta, y cualquier problema que se nos
presente, tenemos que citar una encuesta y llevar una encuesta en el ce-
rebro. Creo que hay que buscar un grado mayor de libertad en el ejercicio
de la profesión, porque hay unas posibilidades muy grandes en una u otra
forma de trabajo. Nosotros por ejemplo, podemos trabajar periodísticamen-
te como sociólogos, y hacer un poco de ilustración, porque nosotros pode-
mos dar unas técnicas de la literatura, del teatro, o de la demografía, o]
de lo que se nos ocurra. Podemos trabajar a largo plazo, porque ésta es
una de las formas más aprestigiadas dentro de la sociología.
Los problemas actuales que estamos viviendo, los problemas de movilidad
social, los problemas de clase que se están viviendo ahora, deben también
ser un "peso pesado" de la sociología, los problemas no son grandes porque
sf. La pelea es básicamente por buscar eso.
Tenemos que tener claro que hay ciertos tipos de estudios que no los pode-
mos hacer sino y exclusivamente por medio de una encuesta muy bien armada,
Y hay otros problemas que no tienen nada que ver, y eso que decía Fabio
es totalmente correcto, y yo estoy de acuerdo con él. Tal vez nuestro plai
teamiento de la subjetividad y de la literatura, y de estas nuevas cosas,
lo único que implica es que uno va cambiando de intereses con los proble-
mas que quiere estudiar; y si quiere buscar nuevos caminos, y no se quie-
re quedar encerrado en un tipo de "hacer sociológico". Por ejemplo, yo he
estado trabajando por varios años en el prcbnma de la educación, tratand
fundamentalmente el problema de las relaciones entre la estructura social
y la educación. Y para hacer esto uno necesita ciertas formas de análisl
ciertos datos estadísticos, ciertas estadísticas metódicas, análisis de
ese tipo; pero, en un momento determinado a uno le Interesa más, dentro
del mismo ten¡, , la ocasión de estudiar una escuela, estudiar qué pasa den
tro de la escuela, y específicamente qué hay dentro de la escuela prlmarl
Y nadie, en Colombia* se ha puesto a pensar qué hay alláadentro, desde el
punto de vista de la sociología. Entonces uno no se puede poner a estudié
74
ese problema de la misma manera que estudió el otro. Hay que buscar otras
formas, por ejemplo, buscar m5s análisis etnográficos, más análisis de
preguntas profundas, o de observación participante, en ffn, una serie
de otras cosas que a uno como sociólogo se le ocurren, de experimentos,
inclusive, a veces el análisis experimental puede hacer el trabajo de
la docencia misma.
Yo creo, que es eso lo que tenemos que buscar, la flexibilidad y no la
homogeneización, la flexibilidad, la libertad de moverse, la riqueza. Y
de ninguna manera un reducciom'smo hada el círculo, donde los sociólogos
tienen que hacer esto o aquello. Yo creo, que eso serfa todo lo contrario
que estamos planteando.
75
Alvaro Guzoán,
Me voy a referir al caso del trabajo que estoy realizando a partir de un
contrato entre la Universidad del Valle y la Alcaldía de Cali y que con-
siste en hacer una evaluación de la Acción Comunal en el Municipio. Eltrabajo surgió por iniciativa del gobierno municipal que le asigna una
importancia relativa al movimiento comunal de la ciudad y se Interesó porevaluar su desarrollo y fijarle unas perspectivas.
Personalmente, el estudio significó un reto por múltiples razones: 1) por-que se trataba de una solicitud oficial cuando el trabajo universitariome habta mantenido relativamente aislado de compromisos con procesos so-ciales, ante todo tratándose de procesos desencadenados en una perspectiva
gubernamental. 2) por el carácter "práctico" del estudio que debfa ser"evaluativo" y conducente a una serie de recomendaciones que pudieran sertomadas en consideración por el gobierno municipal. De nuevo en este caso,
tuve que revisar mi orientación hacia la investigación de procesos socia-les, que si bien suponían (como debe ser) un punto de vista teórico parti-cular, en el fondo no tenían repercusión directa alguna en los fenómenosestudiados. (Estoy hablando de m1 caso particular). De allí que mi orien-
tación po'r lo "fundamental" lo "macro1' se viera fuertemente cuestionada
frente a la necesidad no sólo de un estudio "empírico" sino además "evalua-tivo" y que introdujera "recomendaciones" susceptibles de ser acogidas porlas autoridades locales. 3) por mi prejuicio» que aún sostengo, sobre eltema de la Accifin Comunal. Prejuicio de sociólogo, pues tiendo a identifi-car su estudio con una época de la sociología colombiana y con una corrien-
te de pensamiL ,o específica.
A medida que avanzo me voy convenciendo de que el reto intelectual está en
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darle una salida al trabajo de la Acción Comunal, en el nivel que se lo
solícita, pero sin renunciar a un bagaje Intelectual y teórico. Es nece-
sario confrontar el problema de la Investigación evaluatlva en el marco
de una teoría que sea relevante que ponga los datos empíricos y técnicosen un esquema explicativo sin que esto signifique una disociación entre
la teoría general que se utiliza como referencia en sociología y aquellaque se utiliza para la investigación empírica, máxime cuando ésta es de ti-po evaluatlvo.
De todas maneras podemos examinar algunos elementos que explican las di-ficultades por las cuales atravieso.
Creo, en primer lugar, que Incide mi formación en sociología y m1 experien-cia como profesor universitario. En las tremendas deficiencias de la prime-
ra, la única claridad que finalmente tuve me la proporcionó el estudio, maso menos profundo por exigencias personales más que académicas, de los c!5-sicos. Como profesor universitario tuve entonces que reproducir la poca
claridad que tenía con el "leit motlv" de que debía enseñarse lo "clásico"en sus dimensiones históricas, teóricas y metodológicas en contraposicióncon la herencia "positivista" del estructural-funcionalismo y su orienta-
ción a los trabajos empíricos.
Hoy en día, me queda más o menos clara la ingenuidad de una ruptura conel positivismo al calor de los cambios que se dieron en la universidad co-
lombiana en los setentas.
De la experiencia en el trabajo universitario, por lo menos en una fase,
queda el conocimiento de los clásicos, de forma relativamente sistemática,
pero sobretodo, y por esto creo que siempre tendremos que estudiarlos y
enseñarlos, su orientación hacia el análisis de sus respectivas condicioneshistóricas. Este punto me parece central, pues sólo podremos desarrollaruna sociología si nos desprendemos de considerar a los clásicos como el
objeto de nuestra reflexión y hacemos el esfuerzo, dentro de cualquier tra-dición, por entender nuestro propio medio. A este nivel, sí creo que es un
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reto el rompimiento con el "positivismo1,1 "la objetividad y el punto de
vista de clase", y otros temas radicales, pero solo en el ámbito acadé-mico. Ahora bien, la reorientación del Vofido", desde el exégeta hacia
el investigador, no esta exenta de problemas e innumerables dificultades.
Este seminario me ha permitido identificar algunos que sintéticamentedescribiré así:
1. Es indispensable desarrollar teorías intermedias. No basta con plan-
tearse problemas empíricos. Su tratamiento tiene exigencias teóricas ine-ludibles, que no se subsanan con el uso de términos que en la teoría clá-
sica son conceptos. Así, por ejemplo, me parece que se puede profundizaren el estudio, muy llamativo, de Molano sobre la colonización del AriaHdeterminando procesos que no son los mismos descritos por Marx con la co-lonización y capitalización del campo. Lo mismo se puede decir de otrostrabajos presentados y yo podría traer a cuento varios ejemplos de mipropia cosecha reciente.
2. Dentro de esta necesidad por las teorías intermedias me surge otra In-
quietud: la consistencia de una teoría o de estudios a este nivel no nece-
sariamente consiste en ser fiel a las hipótesis más generales de la granteoría que dominan el estudio. Creo que es posible, no solamente desarro-
llar una perspectiva críticamente, que es lo que hacen los clásicos, sinotambién auxiliarse de conceptos afines o aún extraídos de otras corrientesde pensamiento sociológico. El libro de Barrington Moore Injusticia^__ej_fundamento social de la gbediencij yJU rebeldía es muy ilustrativo al
respecto. Moore discute la tesis de marxistes ortodoxos según la cual laestructuración de un partido de la clase obrera era de por sí la afirmación
sobre el carácter revolucionario de la misma, (se refiere a Alemania antesde la primera guerra mundial). El análisis de clase que hace Moore, acudiendo a la herencia teórica de Marx y Weber, es de una riqueza insospechada,
desde un punto de vista teórico y político.
3. Finalmente quiero observar que generalmente hemos hecho corresponder
un método, una metodología empírica y unas técnicas a cada corriente de
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pensamiento social (clásica). No voy a negar las especificidades de méto-
do que exige cada teoría. Sin embargo, creo que en el plano del trabajoempírico, metodologías y técnicas de diferentes tradiciones se pueden ha-
cer congruentes. En este coloquio cada expositor ha tratado de describirsu forma específica de trabajo. Se han presentado muy diferentes modalida-des sin que por ello nadie pueda estar autorizado a clasificar a uno u otro
como "positivista". Creo que lo que se ha hecho es muy saludable y solopuntualizo dos aspectos: creo que el desarrollo de una técnica no excluyela utilización de otras en muchos casos. Por otro lado, creo que es nece-sario recuperar el espacio de la cuantiffcaclón y la utilización de méto-dos estadísticos a los que se ha hecho alusión en el coloquio en forma in-
justa en mi parecer. El problema, una vez más, no es tanto lograr un datoestadístico, sino ponerlo a funcionar en una conceptualización. Hemosescuchado trabajos muy diferentes, pero todos tienen algo en común que
debe llenarnos de optimismo: estamos tratando de estudiar nuestra realidady estamos compartiendo un lenguaje de sociólogos; lo hemos hecho, además,según la mejor tradición: en un debate franco, crítico y sin personalismos.
Gonzalo Catafto.
Las exposic iones que hemos escuchado y los proyectos que se han adelantado
tienen una caracter ís t ica general, son una reacción frente a los métodos
matemáticos formalizados a través de los surveys, cuestionarios de obser-
vaciones, cono lo hacían los antropólogos y sociólogos de cierta época,
a la medición de variables, al uso de la cuantificadón en general. Hay
una reacción que conciente o inconcientemente se está diciendo: "hay otros
métodos mas cual i tat ivos que nos pueden decir mucho más cosas sobre profale>
mas nacionales".
Un trabajo que acaba de terminar Rodrigo Parra junto con las sociÓlogas
Leonor Zubieta y Olga Lucía González, está trabajando en una vfa muy etno-
gráf ica, de qué sucede dentro de las escuelas, el tipo de relaciones socia>
les que se efectúan en las escuelas; y eligiendo escuelas muy concretas,
dos o tres escuelas de área rural, observando y conversando intensamente
con los estudiantes, con los niños y con los maestros. Encontramos el her-
moso trabajo de Molano, el testimonio de la señora del Pato, donde él en-
contró que ese camino iba a decir muchas cosas, iba a ser más rico relati-
vamente. Encontramos que Alvaro Camacho también se adentra por ese método
de reunir sus datos para el estudio de la droga. Hay una reacción frente
a lo que se llamaría un "naturalismo", un naturalismo que no nos va a deci1
nada, que no es lo suficientemente comprensivo, no vamos a obtener de rai-
gambre ese tipo de datos, buscar los datos históricos en los archivos y tn
bajarlos con métodos más sistemáticos y analíticos. Creo que esto es lo
dominante en las exposisicones, una reacción a ese, naturalismo. Creo que
es válido er la práctica que tenemos y ya comienzan a dar ciertos resulta-
dos muy prove jsos. y van a dar resultados mucho más grandes con los tra-
bajos que están en marcha. Sin embargo, no deberíamos caer en el extremo
de hacer tabula rasa del pasado.
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Yo creo que aquf deberíamos hacer algo, y es un aprendizaje que debemoshacer a la sociología norteamericana, y es que tiene una gran sensibili-dad por las continuidades de la Investigación. En primer lugar, esto noes nuevo; no quiero hacer el papel de lo que llama Robert K. Merton elalumbractonismo, o sea, alumbrar en pintura es ensombrecer el lienzo. Noquiero hacer el papel de que eso que estoy haciendo es novedoso, es nue-vo; pero sí quiero refrescar que no es nuevo, que hay antecedentes que s1nos familiarizamos con ellos enriquecemos nuestra marcha; que "nada nuevohay bajo el sol". Pero ese dicho, (habrá que tenerlo presente) tiene algCnprecedente, un antecedente.
Pero la ciencia siempre trata de generalizar, no obstante los problemasde métodos que hay, o sea, hay que fijarse en las debilidades de estosmétodos y demostrar por supuesto sus cualidades. Pero no negando el pasa-do, sino ser más sensibles a la continuidad de la investigación; y yo creoque será mucho más benéfico y seremos capaces de resolver lo que nos vienedetrás.
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Alvaro Canacho Guizado.
La situación particular del sociólogo colombiano, como de cualquier otraparte ha estado signada y enmarcada por una serie de visdsltudes quehan alterado las formas de sus prácticas, de sus estilos. Varios de losaquí,presentes pasamos por un proceso bastante similar de socializaciónsociológica, profesional; fuimos formados en una escuela en la que laorientación positivista y empírica era dominante; la encuesta se convertíaen el método por excelencia, etc. Tuvimos una formación dentro de un ciertorigor, pero dentro de una determinada corriente epistemológica y teóricasobre la sociología, que fue en su momento, bien importante, bien positivay bien progresiva en la medida en que se constituyó en una alternativa v5*lida a un cierto ensayismo huero, a un cierto ensayismo elitista. Sin em-bargo, tenía como todas estas situaciones sus propias limitaciones.
Nosotros por ejemplo tuvimos intervenciones en la política de manera ins-titucional en un doble sentido; la facultad de sociología Indudablementefue en los sesenta un polo, un foco importante de agitación estudiantily una especie de crisol, en donde incluso dirigentes estudiantiles se for-maron y donde recibían sus influencias más importantes. Pero había otraparticipación en la política que no era menos considerable. Era el formarparte de alguna manera de aparatos técnicos ..¡el Estado como, por ejemplo,el Incora. Estudiantes y profesores de la facultad hicieron e hicimos va-rios estudios para el Incora y contribuímos con esos aparatos que estabanen un proceso de modernización del Estado Colombiano.
Yo creo que e^a era una doble participación política, pero en algún momen
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to por razones que en este momento no vale la pena dilucidar, la perspec-
tiva de la política, en particular con el movimiento estudiantil, sufrió
un cambio radical. Los grupos políticos como tales sustituyeron al movi-
miento propiamente estudiantil, asumieron una vocería del movimiento Uni-
versitario. El marxismo se hizo conocer en el movimiento y particularmen-te para los sociólogos, quienes habíamos sido formados en una ignoranciacasi total en la experiencia académica.
Esto nos obligaba a asumir una serie de actitudes, que iban desde el des-conocimiento y el desprecio total de la sociología, por considerar quedentro de esta dicotomía sociología-marxismo, se debía abrazar el marxis-
mo y olvidarse y renegar de la sociología, puesto que se entendía queésta era exclusivamente la versión comtlane, positivista, etc. Era la cien-cia burguesa y había que rechazarla. Hasta otras actitudes en las que, sinolvidarse totalmente de ese bagaje, se buscaba que en esa participaciónhubiera un cierto elemento del sociólogo. Finalmente uno no podía descono-
cer su entrenamiento y su bagaje, no podía ignorar el haber pasado variosaños de su vida en un ejercicio intelectual que, nos gustara o no, erala sociología.
Dentro de una perspectiva totalmente distinta a la que se utilizó en elproceso de formación profesional, era la época en que estaba un poco demoda el producir caracterizaciones sobre la sociedad colombiana. Caracte-
rizaciones que correspondían casi que necesariamente a la filiación polí-tica, a la miUtancla, porque eran con frecuencia refue zos de ciertosdeseas que la gente tenía de que la realidad fuera tal como la pensaba.
No quiere desconocer de ninguna manera que este tipo de producción inte-lectual representó para la izquierda estudiantil un avance considerable,dentro de esas caracterizaciones se produjeron cosas relativamente buenas;
y por lo menos se dotó" a la Izquierda de una cierta actitud Investigativa.
Este fue un esfuerzo notable, al que contribuyeron sociólogos y economis-
tas universitarios.
Humberto Rojas y yo hicimos un bodrio bastante Insoportable -que afortuna-
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damente está agotado y no se consigue por ninguna parte- del cual yo re-
niego. Pero no reniego de la actitud del momento de la necesidad imperio-
sa que sentíamos algunos de clarificarnos nuestras propias cosas. Lo es-
tibamos intentando, por ejemplo, al tratar de caracterizar el Estado co-
lombiano, las clases sociales, etc., y los intentábamos a pesar de que
hablamos recibido una formación que se refería al estatus, al rol, a la
Institución: no teníamos un bagaje diferente. Nos quedaba, eso sí, esa
actitud Investigativa y esa exigencia personal que uno mismo se hacía de
no decir pendejadas, o de tratar al menos que las pendejadas se vieran
mas o menos respaldadas.
Esta actitud, creo, hay que reivindicarla. Yo quiero proponer un'tema de
reflexión: me parece que la transformación que estamos observando, y que
se manifiesta en este coloquio, pero que se dejó ver ya en el Tercer Con-
greso de Sociología, está permeando a muchos sociólogos. Ya no estamos,
como se dice, en la situación anterior, en la que unos funcionábamos más
o menos al son de la política, y otros -talvez desencantados con,ella-
ño hacían política, pero tampoco sociología. Creo que aunque la dicoto-
mía es bastante radical, algo tiene de cierto. Y ahora estamos discutien-
do la columna de "La Sociología y el País" en E_]_Espectadp_rt es decir,
estamos discutiendo sociología, Cataño ha sido suficientemente explícito
en esto de la necesidad de reivindicar al sociólogo, .pero parece que de s
crítica se deduce que hay que volver a empezar a h :er sociología, como
si lo que se ha hecho en estos años hubiera sido otra cosa. Yo pienso
que sí era sociología. Que fuera mala sociología, que no fuera sistemáti-
ca, que estuviera llena de trampas, eso puede ser cierto, pero era socio-
logía.
Anoche hablábamos de las miles de concesiones que,uno tuvo que hacer freí
te a las expendas de la exégesls del marxismo en el proceso de su acón*
do a las vis. íes particulares de la situación del país, a las necesida-
des de acomodo a las perspectivas de los grupos políticos particulares.
Eso fue penoso, indudablemente, pero creo que algo se hizo, creo que hub
algunos resultados positivos.
Hoy estamos asistiendo a un cambio, a unas discusiones sobre la necesidad
de transformar algunas prácticas precisamente en fundan de que ya hoy
no existe -por lo menos con la beligerancia que antes tenía- el tipo de
política que hacíamos. Hace unos años uno podía medio refugiarse en al-
guno de los grupúsculos que hacían política radical, y allí podía encontrarciertos refuerzos. Hoy no, esa izquierda prácticamente esta acabándose. Dehecho, si ustedes van a la Librería Nacional y preguntan cuáles son loslibros que menos ventas tienen, les dirán que son los libros sobre marxis-mo.
Es posible, pues, interpretar el fenómeno, no como que hoy estamos descu-
briendo o redescubriendo la sociología, sino que estamos ahora en otracosa. Pero no en virtud de que nos avergoncemos del pasado y digamos que,no fuimos sociólogos y ahora sí vamos a hacerlo, sino en virtud de que lascondiciones sociales de la producción sociológica se transformaron, setransformaron totalmente y eso lo obliga a uno a Introducir ciertos conec-
tivos.
Es peligroso de hecho que nos dejemos arrobar por un extraordinario entu-siasmo sobre las innovaciones metodológicas, sobre las posibilidades dela sociología, etc. y nos olvidemos de la política, de la política en tér-
minos de lo que significó y sigue significando, y va a tener que signifi-
car para nuestra actividad como sociólogos.
Los que estamos en una universidad de alguna manera nos beneficiamos dela vida estudiantil porque estamos en una especie de cadena cerrada y ha-cemos sociología en condiciones agradables y no Importa mucho lo que su-ceda por fuera. Yo quiero llamar la atención contra ese peligro del hiper-entusiasmo con la actividad sociológica como tal en detrimento de la polí-
tica en ese sentido.
Como aquí estamos en una especie de confesionario en público y colectivo,
quiero volver a Insistir también sobre mi propio trabajo. Yo defiendo miactitud y mi texto sobre la droga no en términos de su calidad, sino en
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términos de una práct ica política: en la medida en que uno logre desmlti-
ficar un proceso social , en que uno logre contribuir a que la gente que
lea esp, que tenga la paciencia , pueda cambiar su punto de vista sobre la
droga*, en esa medida considera que he hecho política. Ustedes saben quela droga es algo que está condenado, la "droga maldi ta" que nos está co-rrompiendo a la j u v e n t u d o que nos crea unos mafiosos. Una cierta objeti-v idad necesaria y una cierta actitud crítica, pues, difíci lmente aparece.Es un avance que uno logre que se modi f iquen ciertas perspectivas, que
por ejemplo la persona, el lector, pueda ver -así no le guste- que detrás
de la concepción ant imar ihuana se esconde uno de los procesos de repre-sif in más violentos. Y eso es una actitud política, pero no es la mismaactitud política de pretender caracterizar la sociedad colombiana para
beneficio del deseo de un grupo. Hay diversas formas de hacer política.
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Humberto Rojas.
V <» 'J'Yo quiero presentar un par de ideas, que son un poco la conb^rídac,1í5n'ldel if/
desarrol lo histórico de la investigación, y del trabajo en socitri-sgfa,
que olanteó Camacho. Como reacción a esa época en que se recalca la ca-
racterización de la sociedad colombiana, y que Camacho definía como el
buen deseo de que la realidad correspondiera a lo que uno quiere que sea,
o el intento de ajustar la realidad a un esquema, o a una cartilla, muchas
veces traída de afuera. Corro reacción a eso, vimos, se produce un movimien-
to a otro extremo, y surgen algunas palabras como mágicas. Una de el las, es
la necesidad de compromiso del sociólogo, del investigador comprometido con
les grupos invest igados. Y esto es el compromiso: se toma la actitud de que
hay que llegar casi virgen a tomar contacto con esos grupos. No se pueden
llevar esquemas preconcebidos, sino que la verdad esta en las bases, la
verdad está entre los grupos investigados; entonces, el sociólogo, el In-
vestigador, no puede llegar con un marco de referencia o con unos modelos
teóricos, sino que tiene que llegar a aprender, a discutir esa realidad.
Y surge también el concepto de investigación participativa e investigación
que se deriva taiC-ién de la investigación-acción. Desafortunadamente Orlan-
do Fals Borda, quien ha sido uno de los impulsores, quien más ha trabajado
en esto, no está aquí, para hacer una breve exposición sobre estos puntos;
pero, es un reflejo de un desarrollo de la práctica investigativa que se
da, y que como se dijo, fue una reacción a todas esas imposiciones de es-
quemas preconcebidos, esa reacción extrema.
Ya pasando al terreno de la práctica del sociólogo, me parece que vale la
pena destacar unos desarrollos que se han producido en estos OHirnos años,
que yo denomino los centros privados de desarrollo. Ahí tiene un campo fe-
cundo el trabajo del sociólogo. Qué se puede denominar centros privados de
desarrollo?.Son jna serie de asociaciones que han surgido, creo que en todo
el país, de pequeños grupos, casi de 2 Ó 3 personas que se organizan, hasta
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grupos bastante grandes, uno de los cuales es el CINEP, que tiene 70 o
más personas trabajando, y que fundamentalmente buscan tener un compromiso
Con los sectores populares, cuyos objetivos son trabajar con sectores po-
pulares para mejorar las condiciones sociales, económicas, culturales, oe
estos sectores populares; y algunos en última instancia buscan, -lo que
hasta el ministro de gobierno ya dijo en reciente ocasión- transformar las
estructuras, hacer cambios estructurales, como ultimo objetivo; pero, fun-
damentalmente su acción inmediata es con sectores populares para trabajar
a ese nivel. Qué se denomina sectores populares?. Es una gama bastante am-
plia: bases, sindicatos, barrios, distintas cosas, es un concepto bastante
amplio.
Ahora bien, qué papel puede desempeñar el investigador ahí?, qué papel
puede desempeñar el profesor sociólogo?. Yo creo que se puede mover en
tres niveles o fracciones, que están definitivamente relacionadas con la
formación del científico social, y con su capacidad de Investigar. Uno es
el establecer el marco conceptual en el cual se va a mover este grupo o '
este centro. Cuál es el concepto de lo social, y respectivamente cuál es
la caracterización de la sociedad, a qué se debe que estemos en estas con-1
diciúnes, en estos momentos. Es buscarle las explicaciones teóricas a las
condiciones actuales que se viven en el país, es proveer al centro de un
¡narco de referencia que vaya a orientar definitivamente su trabajo. El se-
gundo es la organización o la estructura organizativa que tiene el mismo
centro. Uno de los papeles importantes es la relación entre la investiga-
ción y la práctica, o sea la Investigación y la acción, si se deben hacer
Investigaciones y qué tipo de investigación. ;, y cómo relacionar esas in-
vestigaciones con la práctica inmediata, que el centro, la organización,
o la asociación en sf vaa llevar a cabo.
El tercero t^ romo mantener una reflexión crítica de cómo es la financia-
ción, qué" se .^quiere en estos centros, y cuáles son las consecuencias que
ese tipo de financiación puede tener sobre la acción del mismo centro, qué
tipo de autonomía, o qué tipo de dependencia se puede crear frente al tipo
de financiación que estos centros reciben.
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Y, finalmente, sucede que estos centros funcionan con base en proyectos,con determinados proyectos con los sectores populares, que tisnen"qus serdiseñados e impulsados de una manera más o menos eficiente. Muchas veces,ahí, el papel del científico social es definitivo para el éxito de unosproyectos. Fundamentalmente, a mi modo de ver, para el diseño del proyec-to, y luego en menor medida la puesta en práctica, y finalmente para laevaluación del proyecto mismo.
Esto, me parece, ha adquirido una importancia muy grande frente a la cri-sis, que planteaba Camacho, de la militancia frente a grupos políticos, queentraron en crisis en un momento dado, y que muchos de los científicos so-ciales se vieron abocados a una frustración.
Necesariamente estos centros tienen que ser financiados, y usual mente noson financiados por el gobierno, porque al gobierno no le interesa estetipo de centros, ni por los sectores populares a los cuales presta losservicios, porque no tienen capacidad de financiación. Entonces, usualmen-te recurren a una financiación externa, que no necesariamente viene de lasfuentes tradicionales, sino, a veces de fuentes más variadas como; cristia-nas, religiosas, radicales,de pafses europeos, de distintas fuentes. Pero,la función fundamental es tener una actitud crítica frente a esta financia-ción, para que no vayan a establecerse condicionamientos en la acción mis-ma de estos centros, a través del dinero que reciben.
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