planes, trains and eric

ERIC CLAPTON TOUR 2014

Guía de audición.

DESCRIPCIÓN BREVE Guía (muy discutible) sobre la gira que, por el Lejano y Medio Oeste, realizó Eric Clapton en la primavera de 2014, dentro de los rumores de una próxima retirada del guitarrista londinense de los escenarios, después de más de cuarenta años sobre ellos.

José Enrique López Gamero Opinando.


JOSÉ ENRIQUE LÓPEZ GAMERO 1

l documento se inscribe en una de las giras de las que se rumorea podría ser la final por el Lejano y Medio Este, debido a que, en el siguiente año (2 015), cumpliría los 70 y se piensa que podría retirarse de los escenarios.

No es una gira más, sino la despedida de un artista hacia un país en particular, Japón, donde desde hace más de 40 años, ha sido venerado y seguido por una legión de encandilados melómanos que se han ido renovando a través del tiempo, de padres a hijos, dando como resultado una multitud agradecida, intergeneracional y devota del astro londinense. Que haya pasado por Singapur, Dubái y Bahréin son cuestiones más crematísticas que de otra índole.

Eric cuenta para esta empresa, nada fácil (nunca es fácil despedirse y él ya lo ha tenido que hacer varias veces), con su familia (mujer y tres chicas adolescentes) y su grupo de base: el bajista Nathan East, el baterista Steve Gad y su teclista de serie Chris Stainton. Paul Carrack se suma con más teclados e influye en la música con sus cortinas etéreas de su incomparable órgano. Las clásicas “background girls” son, esta vez, Sharon White y Michelle John.

Los formatos en los que se presenta son los que conocemos como habituales: CD, DVD y BD. Aunque hay dos temas como bonificación, en la presente audición no estarán disponibles. Agradecemos al voluntarioso e involuntario conseguidor Mr. Triple que nos haya hecho llegar esta versión de “Planes, Trains & Eric”. El sonido tiene de bueno que está codificado en DTS 5.1. Si no se dispone de un sistema así, seguro que el reproductor adaptará los seis canales a los dos tradicionales estéreo y no habrá problemas para la escucha. Si vamos a oírlo desde un ordenador, recomendamos el programita VLC, conocido por todos. Si se dispusiese de otros, tales como PowerDVD, Media Player Classic o DVDFab Player 2, mejor que mejor. En cuanto a los altavoces, los que se dispongan. Si hubiese un sistema 2.1 (dos altavoces principales más un subwoofer, entonces estupendo).

La visualización de las secuencias (no olvidemos que son muchos conciertos y por ello se ha seleccionado una mínima parte de todos ellos) viene precedida por entrevistas con los miembros del grupo, su representante e incluso, su productor, el japonés Mr. Udo, con quien le une una antigua y entrañable amistad. También se deja entrever una animación antes de cada tema, que nos recuerda a la que apareció en “24 Nights” aquel doble álbum grabado a partir de las sesiones que, durante 24 noches seguidas, Eric se sometió a su público, en el londinense Royal Albert Hall.

Nuestra crítica sobre lo que hemos visto, excepción hecha de la guía que se adjunta es que hemos necesitado distanciarlo todo un año de nuestros oídos. Habíamos escuchado demasiadas cosas sobre el trabajo y no nos parecía demasiado objetivo hacer nuestra valoración en caliente. Podemos no ser especialistas en crítica musical, qué duda cabe, pero llevamos siguiendo a Eric desde finales de los años 60 y eso, cuando nos ponemos a iniciar una valoración, pesa.

Creemos, sin ser apasionados, que el concierto era necesario. No cuenta con un volumen suficiente para ser antológico, pero solo él sabe qué nos deparará el futuro. Y lo decimos porque la producción corre a su cargo. La denominada EPC no es una productora de ninguna discográfica al uso. Las siglas responden a su nombre

E



verdadero: Eric Patrick Clapton. La época con la WEA – Duck Records – no acabó bien y Eric ha salido escarmentado. Si dentro de unos años vemos que editan una nueva versión en formato amplio, con numeración limitada de vinilos y todos esos añadidos, entonces podremos hacer una valoración más adecuada de qué fue la gira, porque ahora, tal y como está, se nos antoja corta. Tal vez, y por ser la primera, Clapton no haya querido arriesgar demasiado en el intento.

La banda suena con eclecticismo. Encara temas eléctricos con una intensidad controlada, sabedora de lo que espera la audiencia, lo mismo que desgrana en torno a la guitarra acústica un lirismo que no cae en la ñoñería. El soporte rítmico nunca falla. Es demasiado bueno para hacerlo y conduce a la banda por un sólido compás que conoce los intrincados vericuetos a los que Eric somete a las seis cuerdas. Hay momentos de tributo, ya los iremos comentando, y el artista no deja que la melancolía domine la escena. Para cuando está cayendo en ella, aparecen bien Chris o Carrack y alegran el asunto en un santiamén. El sonido es muy claro – nótese el vibrato característico de la Fender de Eric – tanto en su voz, como en las “blackberries”. La imagen es algo dispar en las entrevistas, aunque muy uniforme en las tomas del directo. Y hacer esto no es nada fácil. El paso por Sterling Sound y Ted Jensen deben haber pulido el sonido y, además, se ha tratado digitalmente la imagen para que el coloreado sea parejo.

Sin más, pasamos a la (muy dudosa) guía para la audición y visionado de “Planes, Trains & Eric” (versión *.mkv/dts 5.1/sin capítulos/sin canciones extra).

Tell The Truth

Procede, originalmente, de Leon Russell (piano y voz) a quien Eric conoce durante la grabación de su primer álbum y homónimo. Será grabada en el doble álbum “Layla And Other Assorted Love Songs” y dará lugar a muchas y diferentes versiones, como se verá mucho más tarde en las “Layla Sessions” que publicase el productor Tom Dowd () con ocasión del vigésimo aniversario del disco original (1970 – 1990). En el concierto que guiamos, la interpretación se basa en el staccato de Eric que fuerza una interpretación muy rock del tema, una versión parecida a la original, aunque sin la presencia del segundo guitarra, Duane Allman.

Pretending

Del álbum “Journeyman”, uno de sus grandes éxitos con WEA. Es un tema que comienza con un solo de piano, para subir abruptamente con la guitarra solista que acaba siendo acompañada por las voces del coro. Apostamos a que cuando la hizo, Eric pensó lo que piensa siempre que le sale una canción así: ¿Sabes que yo también sé rocanrolear? Muy fácil en la escucha y muy sólida la interpretación. Clapton no alarga demasiado los solos y la canción termina redonda. Recientemente, con la producción de Steve Hoffman, la discográfica Audio Fidelity ha publicado el SACD de este original “Journeyman” donde se aclaran, por vez primera, los entresijos de



una producción muy oscura, dirigida por Russ Tittleman y que había hecho que el disco fuese siempre un híbrido digital/analógico que en vinilo no acababa de sonar bien y siempre tenía ruido de fondo. El máster final logrado por Hoffman merece una escucha muy detenida y placentera.

Crossroads

Primera rendición en la gira a Robert Johnson, profeta de los Delta Blues. A pesar de ser un tema acústico, Clapton ya hizo los arreglos cuando formaba Cream y lo convirtió en un vendaval de rock, como casi todo lo que se hacía dentro de aquella mítica banda. Hemos visto y oído versiones más potentes. Eric busca aquí agradar al público que tiene delante, porque sabe que no todos son jóvenes y que un tema tocado con exquisitez en Japón, es más de agradecer. Todo un clásico. Se dice que este fue el tema por el que Johnson habría hecho un pacto con el diablo para llegar a ser el mejor guitarrista de blues de todos los tiempos.

Driftin’ Blues

Es el primer tema acústico que aparece en el concierto. Esconde muy bien los inicios, pero luego vuelve sobre sus pasos y alimenta una rendición de este paleontológico blues que da una grata sensación de alegría cuando se le reconoce. A pesar de ser un estándar de todos los tiempos (versiones incluso de Lightning Hopkins), Eric bucea en las raíces que hicieron que desease ser guitarrista y nos sorprende con su increíble maestría a la guitarra acústica. El tema aparecía en el disco “From The Cradle”, que trataba justo de eso, de sumergirse en lo más profundo de esta forma de música negra americana.

I Shot The Sheriff

Aparecido en el álbum “461 Ocean Boulevard” y largamente criticado por hacer – al decir de los críticos iniciales – de Clapton un “blandengue”, lo cierto es que se ha convertido en una insignia de la música global y, de paso, puso cara a la música reggae que hacía un tal Bob Marley, a quien conoció en una escapada desde Miami– donde se grababa el disco – a Jamaica. En la versión de este concierto, los acentos clave de este tipo de ritmo son evidentes, pero ahora se ve más bluessy que las que hemos oído anteriormente. Se vuelve así menos encorsetada, más liviana y fácil para el lucimiento – escaso – de Clapton en las voces.

Little Queen Of Spades

Estamos en el Budokan. Clapton cumple con este concierto en Tokio sus 200 actuaciones en Japón y 83 en este escenario mítico donde los ciegos seguidores de Deep Purple hubieron de vender las cintas piratas de su concierto “Made In Japan” para que la discográfica se diese cuenta de que aquello iba a ser una de las epifanías del rock de todos los tiempos. El recinto, poligonal, es perfecto para que el sonido te acabe envolviendo y sea capaz de enardecer a la gente. El tema es otro homenaje a su guitarrista de cabecera, Robert Johnson. Aparece en el disco “Me And Mr.



Johnson”, en cuyas sesiones (en DVD), Eric llega a confesar, junto a su camarada Doyle Bramhall Jr., que no son capaces de obtener las notas originales del riff de Johnson en sus canciones. Que solo aproximan lo que debió estar haciendo el músico en su momento. La interpretación se desliza hacia la melancolía cuando Chris se empeña en alegrarla al piano y esto hace que Paul acabe sumándose a la fiesta. A una señal de este, el genio de Steve acaba rematando con un potente acompañamiento de batería – es uno de los mejores bateristas de jazz, rock, blues, etc., vivo que aún conserva la música popular –.

Layla

Aparecida en el disco ya citado del mismo nombre, está inspirada en poemas de un iraní, aunque lo cierto es que se dedica a un amor imposible: Patty Boyd, quien estaba casada con su mejor amigo – George Harrison – por lo que suena, desde los primeros acordes a algo desesperado. No aquí. Ni siquiera en la versión del disco “Unplugged”, que es la que se visiona, quedan las trazas del riff que tan famosa la hizo. Tal vez porque, después de casarse con ella, divorciarse, seguir siendo amigo de George, y muerto éste, las cosas se ven de otra manera. Ya no está la slide de Duane Allman copando el estribillo en el canal izquierdo del disco. Ya no aparece Jim Gordon con su piano. A cambio, nos deleitamos con una buena canción, baladita sin muchas pretensiones que los amantes de lo acústico sabrán disfrutar. Se dice que Clapton tomó la melodía de Layla de un tema del inolvidable Albert King en su canción “As The Years Go Passing By”. Os remitimos a oírla en su disco original y poned atención cómo interactúan ambos guitarristas.

Wonderful Tonight

Estamos ya en Singapur. Aparecida en “Slowhand” (Mano Lenta), es versionada aquí casi inmaculadamente en referencia con la original. Es una balada dedicada, una vez más a Patty Boyd y que trata de una conversación entre los dos cuando se preparan, van y vienen a/de una fiesta social. Clapton evidencia su total enamoramiento de su mujer. Se ha convertido en una de las baladas más celebradas de su carrera y en un estándar ya para todos aquellos que disfrutan de canciones que pretenden llegar al corazón.

Key To The Highway

Paso por Dubái. Otro de los estándares del blues, la versión que Clapton graba para el álbum “Layla” es de tal calibre que, hacia el minuto 3 y 40 segundos, llega a gritar de alegría cuando observa los niveles de excelencia a los que está llegando su recién conocido amigo Duane Allman. Le anima a seguir y Tom Dowd dejó su voz como testimonio de admiración. Esta versión en Dubái sigue aquella senda, eléctrica potente y muy cuidada. Sabedor de dónde está, no quiere desmadrar, pero tampoco quedarse corto. Los coros parecen querer volver a aquellos días en que, todos juntos, tocaban para Delaney And Bonnie, de donde nacerían los Derek And The Dominos. El propio Eric se contagia y ofrece unos elásticos solos que redondean el tema. Muy fácil de oír, aunque hacía tiempo que él solo tocaba el tema de manera acústica. Se agradece que vuelva a su primitiva idea.



Before You Accuse Me

Etapa en Bahréin. Esta canción parece, como un cover, en el disco “Journeyman”. Es uno de los puntos fundamentales de la Época dorada del Rock and Roll. Cuando aquella era se fue apagando por los escándalos de sus protagonistas, gente como Creedence Clearwater Revival, la trajeron de nuevo a la vida y, con ello – más la influencia decisiva del disco de The Beatles “Rock And Roll Music” – este tipo de música volvió a emerger a principios de los años 70. Clapton ofrece aquí su versión, que es mucho más bluessy que la de John Fogerty, incluso totalmente apartada de la que presentó en el disco “Unplugged”, en acústico. Es meritorio su trabajo al sacar la canción del ámbito del Rock And Roll más pegadizo – el de su creador, Bo Didley – y tratar de llevarla al Rhythm & Blues, con su salsa de base rock.

Tears In Heaven

Es una canción de pérdida, de sufrimiento, que aparece en la película “Rush” formando parte de la BSO, firmada por el propio Clapton. Como artista invitado, en el reparto, aparece Gregg Allman, hermano de Duane y compositor de casi todo el repertorio de The Allman Brothers Band (hoy desaparecida). Está dedicada, sin embargo, como “Circus” (álbum “Pilgrim”) a su tristemente desaparecido hijo Conor. Fue en el Unplugged donde la canción tomó tintes épicos y se difundió por el mundo entero. Su autor gana seis Grammys. En esta versión, Eric aplica un cierto ritmo reggae, intentando, según oímos, sacar a la canción de su habitual liricismo y hacerla más digerible. Esta variación, a la guitarra acústica y el propio fraseo, ayudan mucho a conseguirlo. Los teclados, también. Una excelente versión, que propone una mirada diferente al sentimiento de desesperanza que debe padecer un padre frente a tal desenlace. Él, que siempre se quejó de no haber tenido el suyo propio (oír, como propuesta, “My Father Eyes” del álbum “Pilgrim”, e intentar desentrañar las claves a través de sus letras).

Cocaine

Único tributo en el concierto al gran guitarrista J. J. Cale, a quien descubriese para la música popular cuando se atrevió a versionar su “After Midnight” e incluirla en su homónimo “Eric Clapton”. Esta canción aparece en el citado “Slowhand” y ya es, por derecho propio algo que nos pertenece a todos. Nos sigue sorprendiendo, cuando ponemos atención, la tremenda habilidad técnica del londinense con sus dedos que, pese a parecer no moverse, están siempre tratando de sacar nuevos perfiles sonoros de la Fender.

Hoochie Coochie Man

Nosotros conocimos esta canción por la absolutamente genial versión que de ella hicieron The Allman Brothers Band. Originalmente de McKinley Morgansfield o mejor llamado “Muddy Waters”, Clapton se aleja aquí del modelo de los Allman, volviendo hacia rutas más puristas, aunque a un volumen muy superior al que Muddy lo hacía, ya que el genio de Waters estaba en el acento, en el fraseo, en la



nasalización de algunos riffs, que parecían acabar de sonar en la punta de su nariz. Eric hace de la canción un potentísimo alegato a favor de la música total, sin restricciones. Siempre que le hemos visto tocarla (Concierto “Eric Clapton And Friends”, a beneficio de su fundación en Antigua, en el Madison Square Garden, junto a Dave Sandborn, Sheryl Crow y el propio Bob Dylan), el volumen es impresionante y el tema se construye sobre un poderosísimo riff y un marcado tratamiento de las voces. Estupenda versión, aunque aparece ya en los Títulos de Salida, pero con imágenes en directo.

High Time We Went

El grupo, que lleva ya años tocando junto, concede a Paul Carrack, por su voz muy rockera, que termine con este tributo al gran cantante inglés, ya desaparecido Joe Cocker, y su canción emblema de aquellos años en los que lideró una banda multiforme, inimitable y llena de buena música, como fueron los “Mad Dog And Englishmen”. El repiqueteo de los pianos y el inconfundible sello de Eric a la guitarra nos hacen sospechar cómo pudo desarrollarse la canción en directo, porque, en realidad, no la vemos.

Notas Finales

Os habrá perecido más un repaso por los orígenes de cada canción que una guía sobre las mismas tocadas en directo. Pero nos ha parecido que eso es precisamente lo que queríamos. Y nos complace ofreceros esas raíces de las que ha bebido Clapton todos estos años, porque si no sabes de dónde vienes, poco o nada sabrás de a dónde te diriges.

Eric Patrick Clapton ha liderado una cruzada por y para el blues, donde ha tenido que lidiar con todos los estilos híbridos que le han salido al paso. Pudo haber liderado a todos aquellos grupos que destilaban energía y poco más. Lo hizo con Cream, pero supo cuándo debía soltar amarras. Pasó de los supergrupos, como Blind Faith y sobrevivió cuando Hendrix falleció. Encauzó su vida artística como intérprete vocal y ello no le impidió ser reconocido por la propia Rolling Stone como el segundo guitarrista más influyente en la música popular, justo por detrás de Jimi Hendrix.

Su último regalo ha sido el paso a la gran pantalla de sus conciertos en el Albert Hall de 2015. No sabemos si dejará o no los escenarios. Por ello, esta selección de sus temas en el Lejano y Medio Este, puede ser una buena piedra de toque para conocer, a quien no haya seguido a este genio que, un día, en las paredes de Londres fue proclamado como un dios.

José Enrique López Gamero, 8 de noviembre de 2015

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