el proceso del duelo

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trabajo de proceso de duelo

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  • TRAUMA PSICOSOCIAL: EL PROCESO DEL DUELO

    INTRODUCCIN

    I. TRAUMA PSICOSOCIAL

    1.1. DEFINICIN

    II. EL PROCESO DEL DUELO

    2.1. DEFINICIN

    2.2. REACCIN INMEDIATA: INCREDUBILIDAD O NEGACIN

    2.3. REACCIONES INCIALES

    2.3.1. Ansiedad Traumtica

    2.3.2. Somatizacin

    2.3.3. Desasosiego

    2.3.4. Emotividad

    2.3.5. Desorganizacin personal

    2.4. ALTERNATIVAS

    2.4.1. Reacciones disfuncionales

    2.4.2. Reacciones funcionales

    2.5. CRISIS SECUNDARIA O REACCIN REACTIVA

    2.5.1. Hiperactividad

    2.5.2. Hipoactividad

  • 2.5.3. Sobreidentificacin

    2.5.4. Somatizacin crnica

    2.5.5. Alteracin ralacional

    2.5.6. Farmacodependencias

    2.5.7. Agresin o intentos suicidas

    2.5.8. Inafectividad

    2.5.9. Depresin psictica

    2.6. CRECIMIENTO Y EVOLUCIN PSICOSOCIAL

    III. CONCLUSIONES

    IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFAS

    V. ANEXOS

  • INTRODUCCIN

  • I. TRAUMA PSICOSOCIAL

    1.1. DEFINICIN:

    Son hechos perturbadores que afectan a la sociedad y generan un cambio

    negativo en ella, tanto la sociedad como a sus elementos. Trauma es un

    trmino que se refiere a las lesiones que dejan un efecto colativamente

    permanente, una herida que deja huella.

    En la psicologa suele hablase de trauma para referirse a una vivencia o

    experiencia que afecta de tal manera a la persona que la deja marcada, deja en

    ella un residuo permanente, que a su vez, es completamente.

    En otras palabras el trauma se refiere al importante impacto que tiene el hecho

    perturbador sobre la sociedad y como este se cristaliza en cada persona;

    porque hay que aclarar que este trauma no produce un efecto uniforme o

    comn a toda la sociedad, sin que en efecto dependa de la vivencia particular

    de cada individuo. Por otro lado, se trata de un trauma acumulado producto de

    una secuencia traumtica y que este hecho perturbador del que se habla, no

  • acta como causa sino que tambin como elemento permanente de este

    trauma.

    De una manera ms amplia se puede definir el trauma psicosocial como un

    proceso histrico que puede haber dejado afectada a toda una poblacin, la

    traumatiza, en el sentido de que sus relaciones sociales se encuentran

    perturbadas, lo que se expresa en proceso psicosociales que tienden a la

    instauracin de la desconfianza, la rigidez, el escepticismo la violencia como

    forma de resolucin de conflictos.

    *Existen dos aspectos que tenerse en cuenta al definir al trauma psicosocial:

    1) Que la herida que afecta a cada persona ha sido producida en conjunto,

    es decir socialmente, por lo tanto sus races no se encuentran en un solo

    individuo sino que en la misma sociedad.

    2) Que su sustento lo encuentra en la relacin entre el individuo y la

    sociedad a travs de diversas mediaciones institucionales, grupales e

    incluso individuales.

  • II. EL PROCESO DEL DUELO

    2.1. DEFINICIN:

    El dolor es algo que nos lleva a reflexionar acerca de lo que somos y de lo que

    hacemos; la separacin de algo o de alguien siempre causa dolor y ese mismo

    dolor nos hace reflexionar acerca de cmo nos gustara vivir y de cmo nos

    gustara enfrentar esta prdida. Las diversas prdidas nos van preparando para

    la vida misma y para la ltima gran prdida a la que nos tenemos que enfrentar

    que es nuestra propia muerte.

    El duelo es la elaboracin cognoscitiva y emocional del impacto de un trauma

    sobre la persona y su familia.

    En el momento mismo de sufrir una prdida, pasamos por un proceso llamado

    duelo, el cual puede ser dado por diversas circunstancias como el perder a una

    persona amada, bienes materiales, una mascota o bien la prdida de nuestra

    propia salud; es entonces cuando empezamos a ver la vida de diferente

    manera, algunas veces con desconsuelo o con tristeza, algunas otras con

    enojo o bien negndolo; pero lo que s es innegable, es que nunca ms nuestra

    vida volver a ser la de antes, ya que al cursar por ese sufrimiento, la vida nos

    ensea a valorar lo que tenemos a nuestro alrededor, nos ensea la inmensa

  • fortuna que tenemos de estar vivos o a apreciar a los seres queridos que estn

    con nosotros; en otras situaciones, si no aprendemos a resolver todos estos

    conflictos que nos lleva el cursar con el dolor de una prdida, entonces puede

    ser que nuestra vida se vuelva un infierno, manteniendo un inmenso dolor por

    siempre, hacindonos vctimas de las circunstancias y hundindonos cada vez

    ms y ms en la desdicha.

    El trmino duelo proviene del latn Dolius, Dolum que significa el que se duele,

    el doliente o el dolorido. El duelo es una reaccin emotiva, natural y normal que

    sufre una persona despus de haber perdido algo o alguien a quien

    consideraba valioso o importante.

    Desde el momento mismo del nacimiento vamos experimentando prdidas en

    nuestra vida, nuestra primera gran prdida que tenemos es el nacimiento, ya

    que se da cuando somos expulsados del vientre materno para enfrentar la vida,

    posteriormente durante cada una de nuestras etapas del desarrollo tenemos

    que renunciar a ciertas cosas para ganar otras; por ejemplo al empezar a

    caminar renunciamos a los brazos seguros de la mam para ganar un poco de

    independencia al dar nuestros primeros pasos; al entrar a la primaria

    renunciamos a la seguridad del hogar, para ganar nuevas amistades

    (amiguitos, maestros, etc); cuando entramos de la etapa de nio a la

    adolescencia renunciamos precisamente a ser nios para entrar al mundo de

    los adultos y ganamos independencia, un nuevo cuerpo con los cambios

    hormonales, responsabilidades; de igual manera de adolescente a adulto.

    Otras prdidas que se dan durante nuestra vida, son por ejemplo el perder un

    empleo, bienes materiales, la libertad, la etapa de jubilacin, una mascota, la

    muerte de nuestros seres queridos.

    La manifestacin del proceso de duelo se va dando durante las diversas

    prdidas, sin embargo el personal de salud por lo general tiene contacto con

    personas que cursan su proceso de duelo por enfermedad o muerte y desde

    esta perspectiva podemos clasificar el duelo en:

  • - Duelo anticipado: el cual se da desde el momento mismo en que

    se recibe el diagnstico de una enfermedad terminal, se empieza a

    elaborar por adelantado, durante el proceso de la enfermedad.

    - Duelo normal: se vive despus de la muerte o prdida, el vnculo

    poco a poco se va desvaneciendo.

    - Duelo patolgico: el proceso se sale de lo normal (esperado)

    tanto en duracin como en intensidad (puede ser devastador o

    durar muchos aos).

    Es decir, el duelo es un proceso natural que experimentamos luego de sufrir

    una prdida significativa. Aunque el duelo es difcil y doloroso, no tiene que

  • inmovilizarnos. Se puede aprender a ser pacientes con uno mismo y con otros

    durante perodos de dolor al entender lo que estamos atravesando.

    Mucha gente experimenta un calidoscopio de reacciones durante el proceso de

    duelo. Si el dolor es especialmente intenso, es posible que se pierda el inters

    en la vida misma. Con el fin de salvaguardarse de un largo perodo de

    depresin como resultado del dolor, es primordial descubrir el propsito y la

    esperanza fuera de uno mismo. Con el tiempo, el sentido de propsito

    regresar, mientras el dolor se vuelva menos intenso.

    Caractersticas del duelo:

    Es inevitable.

    Comporta sufrimiento: No se debe eludir el itinerario necesario para

    reentrar en la vida, pospone y prologa el dolor. En la elaboracin del

    duelo, la palabra clave es "proceso", no progreso o mejora.

    Hay distintas etapas de un proceso de elaboracin del duelo: entre las ms

    conocidas se encuentras las fases determinadas por Elizabeth Kubler-Ross:

    Repulsa: Rechazo de la verdad.

    Rebelin: Reconocimiento de la verdad.

    Negociacin: Compromiso con la verdad.

    Depresin: Abatimiento ante la verdad.

    Aceptacin: Reconciliacin con la verdad.

    2.2. REACCIN INMEDIATA: INCREDULIDAD O NEGACIN

    Incredulidad (la persona no se cree lo que le ha pasado), confusin, inquietud,

    oleadas de angustia aguda, agitacin, llanto, sensacin de ahogo, opresin,

    debilidad muscular.

    De igual manera que el cuerpo reacciona con un estado de choque (Shock)

    ante un trauma fsico tambin crea una especie de estado de choque. Este

    estado, que comienza inmediatamente despus del trauma, tiene la funcin

  • protectora de dar a las personas el tiempo necesario para prepararse a resistir

    el impacto de lo sucedido.

    Esta incredulidad normalmente dura solo unas cuantas horas y se caracteriza

    por la negacin de la prdida o del verdadero impacto de ella. La incredulidad

    puede reaparecer de vez en cuando durante el proceso posterior al duelo, sin

    que esto indique un problema psicolgico serio.

    2.3. REACCIONES INICIALES

    Los sntomas y reacciones iniciales gradualmente pierden su intensidad, y la

    persona acepta intelectualmente (en su pensamiento y realidad) la nueva

    situacin.

    Es decir, despus de la incredulidad, cuando las personas comienzan a tomar

    conciencia acerca del trauma e integrarlo dentro de su esquema mental, surge

    una serie de sntomas que forman parte de la reaccin inicial; todos son

    normales, naturales y necesarios dentro del contexto de un trauma y todos

    forman parte del proceso imprescindible de la elaboracin del duelo y de la

    posterior recuperacin de l.

    Es importante reconocer que las conductas, que en otros contextos seran

    consideradas como patolgicas, no lo son en el contexto de un trauma. Por lo

    tanto, ellas, en s, no requieren tratamiento psicoteraputico ni farmacolgico,

    sino calidez y comprensin.

  • Las principales reacciones iniciales son:

    2.3.1. Ansiedad traumtica:

    Un estado psicolgico que ocurre en la persona que ha estado

    involucrada directamente en un accidente, acto de violencia o tragedia

    masiva. Se caracterizan principalmente por la huella mental que deja

    grabado el suceso en la mente de la vctima.

    Generalmente la ansiedad traumtica comienza cuando pasa el choque

    inicial del suceso o los sucesos de los primeros sedantes. Puede durar

    hasta muchos aos, como es el caso de la neurosis de la guerra.

    Es de esperar que las vctimas de una tragedia natural o social que han

    sido impactadas profundamente, tengan fuertes huellas de esta ndole

    durante varios aos.

    2.3.2. Somatizacin:

    En el pasado, este trastorno reciba el nombre de histeria. Consiste en la

    aparicin de numerosos sntomas fsicos que comienzan antes de los 30

    aos y causan un mal funcionamiento en la vida de estas personas.

    Cualquier parte del cuerpo puede verse afectada, y entre los sntomas

    que pueden aparecer se encuentran: dolores de cabeza, nuseas,

    vmitos, hinchazn, dolor abdominal, diarrea o estreimiento, dolor

    menstrual, fatiga, desvanecimientos, coito doloroso, prdida del deseo

  • sexual, dolor al orinar, problemas de ereccin o eyaculacin, sntomas

    psiconeurolgicos. Es habitual que estas personas padezcan tambin

    ansiedad y/o depresin.

    Suelen describir sus sntomas como insoportables o lo peor que se

    pueda imaginar y a menudo se vuelven dependientes y manipuladores

    en sus relaciones y exigen atencin y cuidados, llegando a enfadarse si

    los dems no satisfaces sus necesidades. No suelen ser conscientes de

    que su problema principal es psicolgico y buscan ayuda mdica.

    Aunque a veces sus sntomas les reporten ganancias secundarias, no es

    raro que se sientan culpables y duden de su capacidad y valor personal.

    En la mayora de los casos, una de las primeras reacciones es la

    conversin del choque emocional en los sntomas fsicos: la

    somatizacin.

    Entre las ms frecuentes manifestaciones se encuentran dolores

    generalizado y difusos (dolor de huesos), jaquecas, mareos y

    desmayos, taquicardia y alteraciones abruptas de la tensin arterial,

    presin torxica (sofocamiento o falta de aire), letargia y cansancio

    insomnio y problemas gastrointestinales. Estos sntomas disminuyen con

    el pasar de la primera etapa y slo deben ser tratados

    farmacolgicamente en el peor de los casos cuando la salud posterior de

    las personas este en peligro.

    2.3.3. Desasosiego:

    Esta tercera categora de la reaccin inicial incluye las siguientes

    manifestaciones, las cuales pueden ser experimentadas juntas, por parte

    alternadamente:

    - Apata: Un desinters y desmotivacin en todo lo que rodea a las

    personas, muchas veces sealaba por el deseo de permanecer

    acostado todo el da o de otro modo inactivo.

  • Se le considera como una depresin en el nivel ms moderado y

    se diagnostica como trastorno de identidad disociativo en el nivel

    extremo. El aspecto fsico de la apata se asocia con el deterioro

    fsico, la prdida de msculo y la falta de energa llamada astenia,

    que tiene muchas causas patolgicas tambin.

    La apata puede ser especfica, hacia una persona, actividad o

    entorno. Es una reaccin comn ante el estrs, manifestndose

    como impotencia aprendida y est comnmente relacionada

    con la depresin. Tambin puede reflejar una falta no patolgica

    de inters en cosas que no se consideran importantes.

    Se sabe que ciertas sustancias qumicas causan sntomas

    asociados con o desencadenantes de la apata. sta tambin es

    muy similar a la pereza, de la que puede ser una forma extrema.

    - Hiperquinesia: Lo opuesto a la anterior, es una hiperactividad y

    agitacin psicomotora general caracterizada por el movimiento

    constante, inhabilidad para conciliar el sueo, deseo de estar

    trabajando o actuando constantemente.

  • - Alucinaciones: fenmeno que en otros contextos est asociado

    con psicosis franca, pero que es muy comn y normal despus de

    una tragedia. Los individuos estn completamente seguros de

    haber odo o visto a sus seres queridos perdidos o muertos. La

    percepcin es tan selectiva, a veces, que aun cuando las

    personas se les confronte con la realidad externa, su realidad

    interna sigue tan vigente y real para ellas, que descalifican

    cualquier prueba contraria ofrecida.

    - Ideas suicidas: Quienes no tienen ideas suicidas ocasionales

    ante un trauma estn mucho ms perturbados que aquellos que

    s las tienen. Si las ideas se salen de las manos y se convierten

    en amenazas o intentos de suicidio, es necesaria una ayuda

    profesional para los que las presentan.

  • 2.3.4. Emotividad:

    La emotividad es una aptitud de cada individuo a reaccionar ms o

    menos vivamente (reacciones psquicas y somticas) a las impresiones

    percibidas. Es el aspecto ms elemental de la afectividad

    La expresin facial de las emociones determina la calidad o intensidad

    de la experiencia emocional. Cuando un sujeto experimenta una

    emocin los neurotrasmisores emiten estmulos elctricos des del

    sistema nervioso central a los msculos faciales, dando lugar a

    respuestas muy estereotipadas que poseen un alto valor comunicativo

    en los primates humanos y no humanos

    Las emociones no elaboradas oportunamente y reprimidas por razones

    culturales, familiares, pueden provocar serios problemas posteriores,

    an aos despus del trauma.

    Las cuatro emociones que se sienten muy intensamente despus de un

    trauma y hasta varios meses son:

    - Tristeza: Es el profundo pesar por lo perdido y por la situacin en

    la que se qued el individuo, la familia y la comunidad que se

    experimenta en oleadas que surgen al tensar o hablar acerca de

    la tragedia, al recibir el psame o suceder cualquier cosas que

    provoque en las personas la memoria de lo perdido.

  • - Rabia: Ira, a veces muy intensa, que puede estar dirigida contra

    la naturaleza, el destino, Dios, los que murieron, los que

    sobrevivieron y aun contra las personas que quieren ayudar.

    Debido a una serie de factores socio-culturales, sta es la

    emocin ms reprimida entre los damnificados y actualmente se

    estn viendo las secuelas de esta represin en las crisis

    secundarias de agresividad y violencia fsica.

    - Miedo: Los temores que tienen las vctimas de una tragedia o de

    cualquier trauma, incluyendo el miedo a un futuro sin las personas

    o los bienes perdidos. Este sentimiento es agravado por el temor

    constante a una posible repeticin de la tragedia, especialmente,

    cuando la tierra sigue temblando por varios das despus (en el

    caso de un terremoto).

  • - Culpa: Muy comn, an en el caso de tragedia natural, los

    sobrevivientes se llenan de culpabilidad sin ser culpables de

    nada. Se pueden sentir culpables de haber sobrevivido (mientras

    otros murieron), de no haber rescatado a otros, de tener cosas

    que otros sobrevivientes no tienen, de no haber tratado mejor en

    vida a las personas desaparecidas.

    2.3.5. Desorganizacin personal:

    Ante un trauma, los valores y normas organizadoras de la vida cotidiana

    de los individuos, de las familias o grupos comunitarios, frecuentemente

    se derrumban y las personas empiezan a operar en un vaco emocional.

    Tambin en un grado u otro, se desorganizan en cuanto al cumplimiento

    de sus actividades y obligaciones rutinarias.

    La prdida desorganiza nuestra capacidad de encontrar sentido a la

    experiencia y el duelo representa la lucha por recuperar el sentido

    cuando las circunstancias han aturdido, confundido o traicionado.

  • 2.4. ALTERNATIVAS

    Durante los primeros meses despus del trauma, las personas necesitan

    tiempo y comprensin, nada ms, para vivencias, elaborar y luego van a ir

    disminuyendo en intensidad y frecuencia las relaciones iniciales. Sin embargo,

    en muchos casos las personas comienzan a elaborar estos sntomas como

    parte de una nueva patologa personal y social; crean nuevos sistemas psico-

    sociales que requieren y refuerzan las reacciones iniciales y comienzan

    elaborar otros, ya no como tales, sino como una nueva reaccin.

    En estos dos casos las personas estn actuando disfuncionalmente ante su

    realidad y corren el riesgo de desarrollar una crisis secundaria o depresin

    reactiva. En los trminos de Watzlawick, han creado una pseudo-solucin

    mucho ms peligrosa que la dificultad inicial que procuran resolver.

    Este peligro que constituye el 50% de la crisis y que se puede manifestar

    como:

    2.4.1. REACCIONES DISFUNCIONALES

    - Aislamiento o huida: Evitan la confrontacin fsica o psicolgica

    con la(s) prdida(s).

  • - Negacin o pseudo-catarsis: Niegan haber sentido o se niegan

    a expresar una o ms de las cuatro emociones que se sienten

    muy intensamente despus de un trauma o perdida; en ocasiones

    exageran una o ms de ellas para compensar otra emocin

    reprimida, como es el caso del continuado llanto, aun meses

    despus del trauma, el cual sirve para que las personas eviten

    sentir su rabia o sus sentimientos de culpabilidad.

  • - Agresividad o pasividad: irrespetan los derechos de otros o no

    exigen los propios.

    - Dependencia simbitica: se relacionan con los dems en forma

    dependiente, rebelde o con una exagerada competencia con las

    dems personas, especialmente con otros damnificados.

    En otros casos, las personas elaboran adecuadamente los

    sntomas a su debido tiempo y sin represin. Comienzan a actuar

    funcionalmente ante su realidad. No solamente han superado una

    crisis, sino tambin han aprendido de ella: maduran como

    individuos, se cohesionan saludablemente como familia y se

    fortalece la comunidad, por haberlo vivido.

    Esta es la oportunidad que constituye el otro 50% de la crisis.

    2.4.2. REACCIONES FUNCIONALES

    - Reflexin: Meditan sobre lo sucedido y piensan claramente

    acerca de las implicaciones de ello par el presente y el futuro.

  • - Catarsis: Expresin intensa de los sentimientos generados pero

    el trauma, incluyendo el desahogo de cualquier sentimiento

    anteriormente reprimido.

    - Asertividad: Decir y pedir directa y claramente lo que quiere y no

    quiere de los dems, defendiendo sus derechos sin intrigar el de

    los dems.

    - Cooperacin: Relacionarse con los dems en una forma co-

    creadora, sinrgica y mutuamente provechosa.

    2.5. CRISIS O DEPRESION REACTIVA

    La depresin reactiva, segn la

    mayora de los autores, es una crisis

    secundaria que se diferencia

    cualitativamente de las reacciones

    iniciales, en que estas son normales,

    naturales y necesarias ante una

    tragedia o perdida. Mientras que la

    secundaria es la reaccin patolgica

    ante la no resolucin oportuna o adecuada de las reacciones iniciales.

  • Los conflictos psico-sociales y emocionales despus de una tragedia son

    normales; se convierten en problema cuando no se resuelven su debido

    tiempo.

    El estudio clsico de Holmes y Rahe nos da una indicacin de la

    extensin y la severidad de la crisis secundaria que se puede esperar.

    Ellos estudiaron una serie de traumas y su impacto existencial sobre las

    personas en trminos de probabilidades de una depresin reactiva.

    Despus de analizar todos los sucesos que pueden provocar o contribuir

    a una crisis secundaria, asignaron a cada uno un valor numrico o

    puntaje de 1 (menos impacto) a 100 (mximo impacto).

    La conclusin de ellos y de los exhaustivos estudios que fueron

    realizados en diferentes culturas y clases socio-econmicas, fue que al

    acumular, en corto tiempo, la suma de 300 puntos, es muy probable la

    formacin de una crisis secundaria, tipo depresin reactiva.

    Examinemos, entonces, algunos de los puntajes asignados a las

    perdidas vividas en la tragedia del Ruiz. La primera columna de puntaje

    describe el suceso. La segunda columna muestra el probables aumento

    (+) o disminucin (-) del valor del puntaje debido a las caractersticas

    socio-culturales de los residentes de la zona de la tragedia.

    Veamos:

    Muerte del esposo(a)

    Muerte del otro miembro de la familia

    Heridas o enfermedades personales

    Perdida de trabajo o ingresos

    Heridas o enfermedades de

    familiares

    Perdida de bienes o ahorros

    100

    63

    53

    47

    44

    38

    37

    + (esposo)

    +

    -

    -

    +

    -

    +

  • Muerte de un amigo intimo

    Cambio de trabajo o puesto nuevo

    Endeudamiento grande

    Cambio de vivienda o estilo de vida

    Cambio de hbitos o rutinas

    personales

    Cambio de escuela o recreacin

    Cambio de actividades sociales

    Endeudamiento menor

    Navidad, aniversario o cumpleaos

    36

    31

    25

    24

    20

    18

    17

    12

    -

    -

    +

    +

    -

    Un simple ejercicio de aritmtica muestra como los damnificados que

    han perdido todo, fcilmente pueden acumular hasta 548 puntos, casi el

    doble del limite de la depresin reactiva. Los damnificados parciales

    pueden acumular hasta 390 y aun el afectado levemente puede

    acercarse a los 300 puntos.

    Estos estudios se basan, por supuesto, en promedios estadsticos y no

    es posible predecir exactamente cuales individuos sufrirn una

    depresin reactiva.

    Factores que aumentan el riesgo de sufrir depresin

    reactiva

    1. Retardo en el inicio del duelo

    2. Relacin ambivalente anterior con el difunto o lo

    perdido

    3. Falta de preparacin psicolgica o material para la

  • prdida

    4. Carencia de valores espirituales y trascendentales

    5. Ansiedad traumtica unida a la prdida

    6. Dependencia excesiva del difunto

    7. Dificultad para tolerar o expresar emociones

    8. Antecedentes de:

    Prdidas anteriores no resueltas

    Perdida de alguien importante en la niez

    Depresin u otros problemas psicolgicos.

    Como indica el grafico del resumen (pagina central), en cualquier

    momento, con la ayuda apropiada, las personas pueden romper el

    crculo vicioso de reaccin disfuncional-crisis secundaria-reaccin ms

    disfuncional-peor crisis secundaria, etc., y aprender a actuar

    funcionalmente para entrar en el camino de la oportunidad.

    Esta ayuda a veces debe ser profesional, pero no siempre. Aun siendo

    as, las personas afectadas nunca recibirn la ayuda que necesitan a

    menos que los centenares de personas a su alrededor les ayuden a

    reconocer su necesidad y a buscarla

    Las posibles manifestaciones de una crisis secundaria son:

    2.5.1. Hiperactividad: En esta condicin, la hiperquinesia inicial se

    convierte en un patrn obsesivo habitual, debido al refuerzo

    sistmico de los dems. Las personas pueden convertirse en

    trabahlicas (adictas al trabajo), a veces en bien de los dems

    damnificados, pero de pronto descubren que no pueden huir de s

    mismas y pueden caer en peor estad.

    Actualmente, esta reaccin de mana es alarmante comn entre los

    profesionales y voluntarios que trabajan en las zonas afectadas por

    catstrofes.

  • 2.5.2. Hipoactividad: Esta tambin es la extensin de la reaccin inicial o

    de apata, pero ya en forma mucho ms prolongada. Puede que la

    persona no se quede acostada en la cama (aunque en los albergues

    se ve mucho este fenmeno), pero si despus de seis meses

    posteriores a la tragedia no ha buscado trabajo, pasa el da en

    reposo con un mnimo de actividad y resiste cualquier insinuacin de

    autoayuda.

    Entre los damnificados de las clases socio-econmicas mas

    empobrecidas, se presenta este fenmeno con mucha frecuencia.

    En la observacin popular, han descubierto el agua tibia. Viven

    materialmente mejor como refugiados que como jams vivan antes

    de la tragedia. Sera un grave error atribuir eta situacin solo a

    pereza o falta de carcter; ms bien debe ser enfrentada como la

    crisis secundaria que es.

    Este problema es generalmente provocado o complicado por

    actitudes y conductas paternalistas por parte de los que pretenden

    ayudar.

    2.5.3. Sobreidentificacin: Como cualquier otra manifestacin prolongada

    e crisis secundaria, se requiere la atencin de un profesional

    competente.

    2.5.4. Somatizacin crnica: Por razones fisiolgicas, psicolgicas,

    sociales y sistmicas, las somatizaciones iniciales pueden

    convertirse en patrn habitual. Esto no es hipocondra, ni es fingido;

    la enfermedad es real y generalmente requiere tratamiento mdico y

    psicoteraputico.

    2.5.5. Alteracin Relacional: Cuando la desorganizacin personal se

    convierte en patrn habitual, las primeras afectadas son las

    relaciones inmediatas de las personas: su pareja y su familia.

    Aun en una relacin anteriormente equilibrada (cuya estabilidad se

    vio acudida por la tragedia), y mucho ms en las relaciones

  • abiertamente inestables, se ven excesos machistas, separacin y

    abandono, dependencia excesiva, impotencia o frigidez sexual y

    otros.

    Estos problemas son dobles: reflejan la crisis secundaria de al

    menos un miembro e la relacin y amenazan a la misma. Lo ms

    indicado en estos casos es la psicoterapia conyugal o familiar.

    2.5.6. Farmacodependencia: El consumo de alcohol y el uso de drogas

    psicticas, incluyendo aquellas recetadas por un medico bien

    intencionado, es muy comn despus de un trauma y las personas

    fcilmente pueden llegar a los extremos del alcoholismo y la

    farmacodependencia.

    Estas condiciones generalmente no responden a los tratamientos

    tradicionales porque estos no toman en cuenta el factor de la crisis

    secundaria sino pretenden actuar solamente sobre la

    farmacodependencia.

    2.5.7. Agresin o intentos suicidas: Cuando los sentimientos de la etapa

    inicial no se elaboran o no se manejan en forma adecuada, el

    resultado puede ser la agresividad desbordada contra otros o contra

    s mismo. Con frecuencia se registra entre los nios damnificados

    una incidencia muy alta y preocupante de agresin fsica. Ni los

    regaos ni la acentuada disciplina impuesta van a resolver este

    problema, el cual requiere de un adecuado manejo individual o

    grupal.

    2.5.8. Inafectividad: otra condicin que superficialmente parece sin

    importancia pero que en realidad es muy seria, es la de la

    Inafectividad. Las personas pierden todo deseo de dar o recibir

    cario o afecto o se vuelen indiferentes o mucho ms indiferentes

    que antes del trauma.

  • Esta condicin depresiva debe recibir atencin profesional para

    reducir el riesgo un desenlace suicida posterior.

    2.5.9. Depresin psictica: Como resultado de la no elaboracin de un

    duelo normal, natural y necesario, o como resultado el continuado

    circulo vicioso de una cada vez peor crisis secundaria, una persona

    puede optar por romper con la realidad externa y vivir dentro de su

    realidad interna: la psicosis.

    Estas personas requieren hospitalizacin inmediata y atencin

    psicoteraputica para facilitar su recuperacin. Las drogas psicticas

    o antidepresivas pueden ayudar a controlar a la persona, pero

    nunca bastan para curarla.

    Sobra decir que el tratamiento con choques elctricos para este o

    cualquier problema, no tiene lugar en este siglo.

    2.6. CRECIMIENTO Y EVOLUCIN

    En cualquier momento, aun en una fuerte crisis secundaria, las personas,

    con ayuda adecuada, pueden romper el crculo vicioso y aprender a tener

    reacciones funcionales y seguir su proceso de crecimiento personal,

    familiar y comunitario,

  • Las personas que han sobrevivido a una tragedia y se han recuperado de

    sus secuelas, son personas ms sabias, ms capaces y ms seguras:

    han crecido emocionalmente.

    Cualquier persona puede reaccionar de tal manera que pueda crecer en

    sus dimensiones fsicas, mental y espiritual, aunque crea no poder

    hacerlo en el momento del trauma.

    Entre ms tiempo pase la persona una crisis secundaria, ms difcil y

    larga se hace la recuperacin; la esperanza est en que nunca es tarde, a

    menos que la persona ya haya escogido la opcin suicida.

  • III. CONCLUSIONES

    IV. REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    Martn-Bar, I. (1989) . La violencia poltica y la guerra como causas del

    trauma psicosocial en El Salvador. Revista de psicologa de El Salvador.

    9 , 1

    Morales, G. (1997) . Subjetividad, psicologa social y problemas sociales.

    Revista de psicologa/ Universidad de Chile. 6 , 1

  • V. ANEXOS