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Las ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente las del Centro de Formación para la Integración Regional (CEFIR). Las traducciones al castellano de las ponencias presentadas no han sido revisadas por los autores. Tabla de Contenido

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Las ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente las del Centro de Formacin para la Integracin Regional (CEFIR).

"Integracin Regional, Estrategias de Comunicacin y Desafos de Formacin:Perspectivas para la Informacin Pblica"Las traducciones al castellano de las ponencias presentadas no han sido revisadas por los autores.

34Tabla de Contenido

Kevin d'ARCYCaractersticas de la Informacin sobre Integracin en el Contexto de la Transnacionalizacin de las Relaciones Polticas y Econmicas: Perspectivas Europeasp. 3

Irene BRONFMANCaractersticas de la Informacin sobre Integracin en el Contexto de la Transnacionalizacin de las Relaciones Polticas y Econmicas: Perspectivas Latinoamericanas- El Caso de Chilep. 15

Ignacio BASOMBRIOLa Integracin y la Informacin Pblica: Desafos en el Umbral del Siglo XXIp. 21

Jan BIERHOFFEuropa sin los Europeos: Una Cuestin de Comunicacin?p. 29

Jan BIERHOFFMs All de la Metfora de Bruselas. Las Polticas de las Comunicaciones en la Unin Europeap. 34

Jan BIERHOFFPolticas Europeas de Comunicacin en Transicinp. 39

Luiz Fernando LIGIEROAlternativas y Mecanismos para Mejorar la Informacin sobre Integracin: la III Reunin de Ministros de Comercio del ALCA (Belo Horizonte - Mayo 1997)p. 42

Antonio OCARANZA FERNNDEZEstrategias Pblicas en el Manejo de la Informacin Especializada sobre el Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte (TLC) en Mxicop. 47

Jorge RAVENTOSIntegracin y Comunicacin: El Caso del MERCOSURp. 51

Gonzalo ORTIZ CRESPOLa Informacin Especializada sobre Integracin en el Grupo Andino en un Perodo de Transformacinp. 57

Lindsay ARMSTRONGIntegracin Regional: Objetivos, Polticas y Estrategias de Informacin La Experiencia Europeap. 74

Fernando DE SOUSAEl Papel de los Periodistas al Informar sobre la Integracin Europeap. 80

CARACTERSTICAS DE LA INFORMACIN SOBRE INTEGRACIN EN EL CONTEXTO DE LA TRANSNACIONALIZACIN DE LAS RELACIONES POLTICAS Y ECONMICAS: Perspectivas EuropeasKevin d'ARCYEditor responsable, Spokesman; Ex-Director Ejecutivo de Relaciones Pblicas,National Economic Development Office, LondresI. EUREKA EUROPAESTE ES EL GRAN TEMA. El tema principal de esta edicin es Europa. Trata sobre quienes administran la mayor economa mundial. Estudia como se relacionan con el pblico para el cual trabajan y como utilizan los medios de comunicacin para hacerlo, para asegurarse de que lo que hacen sea entendido y bien recibido. Por supuesto que los mensajes indeseados no son tomados en cuenta. En Europa, como en cualquier otro lugar, la poltica mal entendida o indeseada es efectivamente invisible.Es posible que Europa necesite ms de mejores formas de comunicacin que cualquier otro lugar del mundo. Hasta el momento los antecedentes no han sido buenos. El potencial, por lo tanto, es excelente.Esta bien claro que el gran problema en esta historia sea que Europa no es una sola entidad gubernamental y que posiblemente no vaya a serlo nunca. "Quin administra este lugar? Quin toma las decisiones?", es una pregunta que formulan diariamente los visitantes de otras tierras, y que no generan una respuesta fcil. en la medida en que carece de un solo gerente, tambin carece de un solo vendedor. Vender Europa es una tarea que no recae en nadie. Sin embargo, debe ser til aclarar en qu medida los diversos puntos de poder en Europa (conocidos de otra forma como las instituciones), junto con el creciente nmero de gobiernos, han trabajado juntos y pueden trabajar juntos, por lo menos para evitar que se cree una nube de informacin errnea.Este asunto siempre ha sido importante, pero slo en los ltimos aos se lo ha reconocido como la clave de una poltica de xito. La llegada al Tratado de Maastricht en 1992 sobre el futuro de la Unin sera el logro ms importante para la mayora de los pases del centro de Europa. Desgraciadamente, haban trabajado tan estrechamente unidos en sus grupos tcnicos que el resultado final tuvo el aspecto de un miasma de jerigonza sin direccin.Un informe presentado por la Asociacin de Periodistas Europeos ese ao describi la visibilidad del Tratado expresando que era menor, para el ciudadano medio, que el Tratado de Versalles. El salvajismo de esta clase de reaccin fue claro y profundamente doloroso para quienes tanto haban trabajado para elaborarlo. Se estableci pronto una larga sucesin de autoevaluaciones. En gran medida se acept la necesidad de un mayor grado de comprensin sobre lo que estaba sucediendo en el corazn de Europa. Por vez primera hubo ms ojos que se elevaron hasta ver ms all de los lmites de Bruselas. La forma de considerar, clasificar y hacer algo con respecto al problema dependa, inevitablemente, de quien escuchaba. La Unin Europea esta compuesta esencialmente por tres clases diferentes de fuentes de poder o instituciones. El Consejo de Ministros es jerrquicamente superior, con el aspecto de un club aparentemente informal para que los gobiernos hagan sus negociados que conciernen a egostas intereses nacionales. Pero tiene su propio personal de ms de 2.000 empleados y su propia representacin en el exterior en Ginebra y Nueva York.El Parlamento Europeo, mientras tanto, representa a los polticos elegidos directamente para tener influencia en Europa, pero no siempre con los medios para hacerlo. Por su parte la Comisin Europea ocupa el puesto del centro como rgano ejecutivo, tratando de conducir todo por rumbo firme y de mutuo acuerdo. De ah que la forma en que piensan se puede mejorar la visibilidad deriva directamente de esas posiciones: el Consejo de Ministros cree en la necesidad de definir mejor los intereses nacionales; el Parlamento Europeo reclama lo que describe como ms transparencia, en inters, naturalmente, de una mayor democracia; y la Comisin declara una guerra sin cuartel a todos los informes que se desven de la verdad segn la describen los documentos oficiales.Desgraciadamente, surge claro de las encuestas de opinin que el ciudadano medio de Europa se siente que esta atendido apenas mejor que antes. En cada pas miembro parece que les gustara saber y entender mucho ms. Ahora, luego de Maastricht, se ha programado otra reunin para tratar sobre el futuro delorganismo europeo, esta vez en Turn. Es posible que dure un ao. Y el orden del da redactado hasta el momento sugiere que la necesidad de convencer al pblico sobre lo que se esta haciendo centralmente en Europa es ahora tambin mucho ms importante ante los ojos de los dirigentes. (La frase que se utiliza ms comnmente en Bruselas es informacin "orientada por la demanda", si bien es un poco difcil captar como puede haber demanda de algo que todava no existe). A pesar de todo hay gran esperanza de que sean muchos ms los que enfoquen sus ojos hacia afuera de Bruselas, y que entiendan que la comunicacin no depende slo de la fuente, sino que tambin depende del mtodo de transferencia y de quienes estn a cargo de ella. Y como los medios escriben su propio orden del da, aunque a veces con cierta ayuda, preparar esa ayuda, proporcionar esa ayuda, es seguramente lo que ms nos ocupar en las pginas que siguen.La informacin costar a la Unin Europea alrededor de cincuenta millones de Ecus este ao, y el total se ha elevado en los ltimos aos en aproximadamente un veinte por ciento cada doce meses. Pero ello representa solo el dos por ciento del presupuesto total. Es demasiado o es muy poco?Depende, tal vez, de lo que se desee lograr.EXISTE AHORA UNA PROFUSIN DE DATOS para los encargados de planificar las campaas, con la necesidad de estar seguros de su pblico. Si hay que creer lo que dicen las encuestas de opinin, la mayora de los europeos quisieran saber ms sobre la Unin Europea -dos de cada tres como promedio. Y ello a pesar del hecho de que en los ltimos seis aos, era un cincuenta por ciento ms probable que las personas se enteraran de los asuntos europeos por lo que haban ledo u odo.Esta necesidad de saber ms no esta relacionada de una forma clara con el conocimiento existente, ni con un afecto innato por Europa. En Dinamarca, por ejemplo, donde el apoyo nacional por la Unin Europea es pobre, y la necesidad de conocer ms es muy poca, el conocimiento sobre lo que sucede en Europa esta entre los ms altos a nivel nacional. Mientras que en Gran Bretaa, igualmente euro-escptica, la necesidad de saber ms tambin es alta, pero el conocimiento real de lo que sucede es nacionalmente el ms bajo.Adems de Gran Bretaa, los que dicen necesitar ms informacin son los franceses (79%), los griegos (84%) y los italianos (87%). Dems esta decir que los que sienten que necesitan saber ms sobre los asuntos europeos lo hacen porque necesitan aclarar de qu manera estarn involucrados en ellos. (Parece que hay cosas que pasan "por all" que podran afectar mi vida).Parecera existir una especial preocupacin entre los encargados de conducir Europa en cuanto a que sus pasajeros no estn al tanto de la identidad de sus conductores. Para citar al Eurobarmetro oficial: "En la Unin Europea, hay mayor confianza en las instituciones nacionales que en las europeas cuando se trata de tomar decisiones. El 46% de los encuestados cree que pueden confiar en su parlamento nacional, el 44% por ciento en su gobierno, el 41% en el Parlamento Europeo, el 40% en la Comisin y el 35% en el Consejo de Ministros". El Eurobarmetro afirma que "estos resultados ms bien mediocres para las instituciones europeas son (...) parcialmente explicables por un conocimiento y una comprensin muy pobres, y como consecuencia por la desconfianza en las instituciones de la Unin Europea".Por supuesto que hay diferencias nacionales. "Mirando los resultados con ms detalle, se observa que es ms probable que los belgas, los espaoles y los irlandeses tengan ms confianza en las instituciones europeas que en sus instituciones nacionales. Por el contrario, en Dinamarca, Luxemburgo y los Pases Bajos la situacin inversa es particularmente sorprendente."Pero esto pasa por alto el hecho de que, quizs, los pasajeros de los dems vehculos -llammosles gobiernos, llammosles autobuses- tampoco conozcan a sus conductores; y sin embargo ello no significa que no les importen las rutas y los horarios de entrega. por supuesto que hay otros rganos en Bruselas adems de los tres principales, cada uno de los cuales puede generar informacin para los medios de comunicacin que pueden no seguir la lnea comn pactada en otros lugares. Por ejemplo: El Banco Europeo de Inversiones El Consejo Econmico y Social El Comit de las Regiones El Instituto Monetario Europeo El Banco Central Europeo El Tribunal de Cuentas La Corte de Justicia La Unin Europea Occidental COREPER (para los representantes nacionales permanentes) CPE (para los ministros nacionales de relaciones exteriores)La visibilidad de todos ellos es desconocida. Pero, es importante dicha visibilidad y, si lo es, para quin exactamente? En lo que respecta a la democracia, Eurobarmetro informa que tres de cada cinco ciudadanos estn desconcertados sobre el estado general del juego, y que los ciudadanos de los pases ms pequeos (Irlanda, Luxemburgo y Blgica) estn ms felices que los de los pases ms grandes (alemanes, daneses, holandeses, griegos, espaoles, franceses y britnicos). Los britnicos y los portugueses estaban mucho menos felices que antes, los italianos ms felices.Pero por supuesto que las respuestas dependen de las preguntas. As que, eran preguntas tiles? Las opiniones sobre el estado de la democracia y el respeto por los organismos gubernamentales parecen difciles de vincular con sentimientos ms bsicos de una sociedad satisfecha. Por supuesto que los periodistas siempre estn ansiosos por acceder a mayores cantidades de datos sobre los fundamentos morales de una mayor democracia. Y presumiblemente tambin lo estn los polticos cuando son los dems los que poseen los datos. Pero probar que esto conducir directamente a mayores sentimientos de satisfaccin por parte de los ciudadanos cuando, por ejemplo, la cobertura de los medios sobre el trabajo de la Comisin ya ha aumentado el conocimiento en un 20% en seis aos (Tendencias del Eurobarmetro 1974-1994) es difcil, para no decir algo peor.ORIGEN NACIONAL DE LOS ARTCULOS SOBRE LA UNIN EUROPEAPropio pas%Otros UE%Extra-UE%

Abc(ESP)4248.83844.267.0

Berlin'Tidendo (Al)6941.88149.1159.1

Corriere della Sera (I)939.11356.5154.3

Dagens Nyherer (Su)24973.77823.1113.3

De Standaard (B)7672.42321.973.3

De Volkskrant (NL)2539.13656.334.7

Der Standard (Al)7568.22926.454.5

Diario de Noticias (P)533.3746.7320.0

Die Welt (A)11047.29641.22711.6

El Pas (ESP)6844.47951.663.9

Frankfter A Zeitung (Al)8037.911353.6188.5

Helsinkin Sanomat (FIN)11364.95833.531.7

La Reppublica (I)1135.51858.126.5

Le Figaro (Fr)7943.99050.0116.1

Le Monde (Fr)3835.85955.798.5

Le Soir (B)10693.865.310.9

Luxemburger Wort (LUX)2425.36568.466.3

NRC Handelsblad (NL)6454.24538.197.6

Politiken (DIN)8652.46137.21710.4

Publico (P)622.21970.427.4

Ta Na (GRE)3257.12137.535.4

The Guardian (GB)5456.34041.722.1

The Irish Times (IR)6060.63737.422.0

The Times (GB)1829.53455.794.8

TOTALES1.49953.11.14640.61856.6

Realizado en base a una seleccin de menciones de la prensa nacional entre octubre de 1994 y marzo de 1995.*Extrado de "The European Union in the Media 1995/Fundesco/Association of European Journalists".2. LA DANZA DE LOS GIGANTESCONTROL es una palabra muy seductora. Es natural reaccionar ante el caos esbozando un plan al dorso de un sobre dentro del cual cada acontecimiento conocido es la responsabilidad de un individuo que es responsable ante otro, mientras que en el centro hay una persona u organismo que se dice detenta el control. Si dibujamos una lnea alrededor de todos ellos, es posible que el conjunto parezca ms fuerte.En el momento actual, la situacin en Europa en lo que respecta a la comunicacin pblica y las tres instituciones principales (el Consejo, la Comisin y el Parlamento Europeo) es que parecen estar causando un caos por falta de coordinacin. Hay quienes dicen que la respuesta a esta situacin, considerada en forma aislada, es crear un sistema a travs del cual los tres puedan trabajar juntos ms estrechamente. En la medida en que esta creencia es claramente muy comn an en Bruselas, en todos las direcciones y a todo nivel, podra ser til recordar la ltima vez que este plan se puso por escrito.La presentacin ms prominente de este punto de vista se produjo en 1993 de parte del parlamentario europeo Willy De Clercq, que presida un comit encargado de los ms importantes intereses, constituido segn decan principalmente por expertos independientes, con instrucciones para preparar una estrategia de la informacin con el fin de hacer frente a la creciente confusin pblica. Antes de presentar cualquier solucin, definieron correctamente los problemas. Ellos eran: Los Estados nacionales se llevaban el crdito de los avances y acusaban a "Bruselas" del resto. Los periodistas no podan convertir una informacin aburrida en otra cosa. Era un error tratar de "vender" tratados. Los mensajes abstractos eran malos. Los mensajes no haban sido suficientemente especficos. No haba un concepto general de ser europeo. Europa no logra hablar con una nica voz.Las soluciones que sugeran no parecan tan simples. No tenan ninguna respuesta ante el cabildeo nacional. Parece que los periodistas podran ser mejor influenciados mediante una combinacin de un personal mejor calificado y que persuadiera a los medios a ser ms positivos, adems de ofrecer publicidad gratis. Los mensajes, por supuesto, deban apuntar mejor a su pblico objetivo. Era necesario asegurar a los europeos que la comunidad no era cuestin slo de dinero. Y las tres instituciones deban trabajar en forma ms estrecha a travs de una Oficina Central de Comunicaciones, presidida por un comisionado con acceso directo al presidente (presumiblemente de la Comisin y no del Parlamento).El informe se perdi de vista rpidamente debido a una diversidad de razones, pero principalmente, podra decirse, porque haban tenido xito en crear problemas an mayores que los que se supona deba resolver. Por supuesto que fue fcil para los periodistas disparar sobre el uso que haca el informe de la jerga de las relaciones pblicas, lo cual se gan fcilmente muchas carcajadas pero tambin demostr la normal ingenuidad periodstica de asumir que una buena poltica se pueda vender fcilmente. Y no ayud a los autores del informe a suponer que, sin ninguna duda, todos en los medios de comunicacin tenan sin duda que apoyar sustancialmente las metas institucionales. (Esto fue quizs producto del trabajo de los que estaban ms familiarizados con los medios de comunicacin del sur de Europa). Tampoco fue sensato asumir que todos los periodistas normalmente concordaran en el hecho de que el positivismo es bueno. La queja comn acerca de que los periodistas buscan los conflictos se basa en la verdad. Exteriormente, entonces, el informe estaba condenado a ser o bien ignorado o bien fcilmente condenado, lo cual en s mismo demostr una falta de sentido comn para la presentacin.Internamente los problemas eran igualmente serios. El informe no haba descrito la completa extensin del conflicto de comunicacin. Quizs porque el grupo de expertos estaba compuesto nicamente por "miembros" de Bruselas asumieron, en forma equivocada, que las principales instituciones querran trabajar juntas. Pero completamente aparte de los sentimientos normales de propiedad territorial y de celos, cada institucin tiene una ambicin distinta como condicin de su existencia. (Cmo podra el Parlamento Europeo, especialmente cuando comienza a ganar poderes reales, querer tratar de estar de acuerdo con elConsejo?; Cmo podran los ministros nacionales en el Consejo querer estar de acuerdo con los funcionarios de la Comisin al interpretar la legislacin?) As, la lista de fuerzas en conflicto pareca haber ido ms all de los voceros nacionales, para incluir a las propias instituciones. Tambin debera haber incluido al sumamente habilidoso ejrcito de cabilderos de intereses especiales que son quizs tan responsables como ningn otro de fomentar una visin de Europa que es principalmente econmica. Tampoco debera ignorarse que muchos de estos cabilderos tambin son reconocidos como integrantes del ncleo de los medios de comunicacin de Bruselas.El informe tampoco traz un mapa de la fuente real de cobertura de los medios de comunicacin de Europa. Asumieron, en forma bastante equivocada, que Bruselas era la fuente de la mayor parte de las historias que revestan alguna importancia, cuando la verdad es exactamente lo contrario. Mientras que el tema sensible y quizs ms explosivo que ningn otro en Bruselas, el problema de la aparentemente flagrante mala informacin brindada por periodistas de todas partes, nunca fue mencionado.De esta forma se desperdiciaron los granos de verdad que existan en el informe, en gran parte porque quienes se describan como expertos y que haban sido facultados para disear un plan no mostraron tener suficiente conciencia de la realidad de la vida fuera del claustro institucional.Por supuesto que hay contrafuentes de las historias. Por supuesto que los periodistas corren por hechos irrelevantes. Por supuesto que los mensajes deben estar disecados para ser bien recibidos por el pblico al que van dirigidos. Pero sea que uno necesita gastar mucho tiempo para explicar el significado de ser europeo, o igualmente que uno debera preocuparse por el hecho de que una institucin discrepe con otra (ambos hechos, seguramente, bastante abstractos!) es algo que es seriamente cuestionable.3. ESOS CONDENADOS PERIODISTASESTA CLARO QUE LOS PERIODISTAS TIENEN LA CLAVE para llegar a la mayor audiencia posible. Pero no es sorprendente que el panorama en Bruselas sea casi el mismo que en cualquier ciudad sede de cualquier otro gobierno. En esencia, esto implica una combinacin de enojo contra los periodistas que parecen determinados a distorsionar los hechos, sea como sea que estn definidos, y de resignacin por parte quizs de esos mismos periodistas ante la incapacidad de quienes manejan los hechos para presentarlos en una forma til.Naturalmente que ambos campos creen que entienden mejor los intereses del pblico, pero difieren ampliamente en la forma como definen esos intereses debido a la manera como trabajan y se relacionan con los dems.Los encargados de comunicar los mensajes de las instituciones trabajan a partir de un informe preparado por un convenio de consulta mutua. Posiblemente tambin producto de un cuidadoso compromiso. Quizs un poco disparatado. El resultado final depende en gran parte de la opinin de una mezcla de personas, el conocimiento equilibrado y la variante capacidad de imponer un punto de vista. Su principal motivacin es, hablando en forma general, producto de la organizacin.Aquellos cuya funcin es utilizar estos mensajes estn ms motivados por la preocupacin de que sus pblicos sean receptivos, presten atencin, permanezcan alertas y sientan que reciben algo de valor equivalente a lo que pagaron. Los periodistas generalmente tienen una idea mejor sobre como comercializar las ideas ante su pblico, puesto que deben hacerlo todos los das. Lo primero es comenzar con el Libro Azul.Es de pblico conocimiento, por supuesto, por qu las instituciones de Europa, junto con muchos otros gobiernos, emplean personas con habilidades periodsticas, que derivan a menudo de experiencias personales, para negociar con los periodistas. Pero la pregunta es: en qu medida lo hacen como podran hacerlo?Es importante captar el contexto. En 1994, el anterior comisario a cargo de la Direccin General X de la Comisin Europea decidi publicar un plan para mejorar la comunicacin. En general se lo denomina "El Libro Azul". Comparado con los intentos precedentes en la materia, fue un modelo que sirvi para la administracin. A diferencia del informe De Clercq publicado en 1993, no contena sugerencias extremas, tales como convocar a una poltica unificada de comunicaciones entre la Comisin, el Parlamento y el Consejo, o a la creacin de una oficina central para uniformar dichos mensajes. Aceptaba el status quo poltico, pero trataba de establecer un mtodo mejor para fomentar el pensamiento lateral.El Comisario de la DGX cre un grupo de estrategia para comenzar con este plan. Dicho grupo estaba compuesto, adems del propio comisario, por el secretario general de la Comisin, el vocero principal y un miembro del gabinete del presidente. Otros miembros seran invitados a formar parte del grupo cuando el tema a tratar los implicara. Se rene cada cierto tiempo, y contina funcionando a pesar de la resistencia que existe dentro del DGX contra las presiones externas. A fines del ao pasado acept presentaciones elaboradas por consultores sobre cmo mejorar la imagen de la Comisin. (Una de ellos, Burson Marsteller, muy apropiadamente les exhort a estar ms cuidadosamente orientados al pblico que se desea alcanzar, y a pensar en formas de presentar a la Comisin en especial como guardiana de los derechos de las personas.)Tambin se constituy un comit de seguimiento, para reunirse una vez al mes y servir de enlace entre los programas, evaluar el xito de dichos programas, llevar a cabo una formacin mejor. Este comit est coordinado por la DGX y est integrado por delegados de todos los departamentos que intervienen en la presentacin de polticas ante el mundo exterior. La mayora de las direcciones crearon un cargo que depende del director general (responsable de la gestin cotidiana) y cuyo titular se asegura que cada poltica contenga un plan de informacin, incluyendo especficamente a quienes se desea que est dirigido. Dos aos ms tarde, sin embargo, algunas secciones orgullosamente rehsan cumplir con este procedimiento.Tambin hay un consejo asesor para los usuarios. Est integrado por unas treinta personas provenientes de los medios de comunicacin y de otros grupos de inters, que se rene dos veces al ao, a menudo con observadores enviados por varias direcciones, donde aportan opiniones acerca de como se comunica la Comisin con ellos. Los invitados describen estas sesiones como veladas acogedoras para personas privilegiadas de Bruselas, que no son muy abiertas a aires de renovacin.Por encima de todo esto, est lo que se conoce como el Colegio de los Comisarios, que recibe informacin de parte del Comisario responsable de asuntos polticos exteriores en todo aquello que pueda tener relacin con temas de comunicacin. Aparte de esto, la DGX consulta con los jefes de informacin de los gobiernos nacionales a travs de lo que se denomina el Club de Venecia (que sesiona una vez al ao en Venecia, adems de en algn otro lugar), considerando aquellas tareas que se pueden desempear en conjunto.Todas estas son estructuras que amplan el contexto de la presentacin de lo que la Comisin cree que debe estar haciendo. El servicio Spokesman es quien acta de punta de lanza en como publicitar las polticas a diario a todo el mundo a travs de los medios de comunicacin. Esto se hace en forma de una sesin informativa diaria, presidida por el vocero en jefe y a la que concurren sea los Comisarios, u otros voceros, o ambos.Actualmente hay alrededor de mil periodistas en Bruselas que estn acreditados para asistir a estar reuniones, que pueden durar cinco minutos o a veces hasta una hora. El nmero de estos periodistas ocasionalmente se ve duplicado en reuniones intergubernamentales, lo cual ciertamente hace que se renan ms periodistas que en Washington.El crecimiento del conjunto de periodistas con base en Bruselas refleja en parte el crecimiento de la Unin, as como la lista de espera de los miembros potenciales de Europa oriental que desean adherirse. Hasta cierto punto tambin demuestra como los medios de prensa radial estn interesndose ms, y la mayor radioemisora francesa acaba de abrir una seccin especializada. Sin embargo, la televisin alemana siempre ha estado activa, al igual que la BBC y los pases nrdicos se han unido al club con evidente ambicin.No obstante, es importante definir la naturaleza de los medios de comunicacin y esto podra bien ser la clave para mejorar la forma en que los mensajes provenientes de Bruselas son llevados ms all de sus muros ms prximos.4. EXPLOSIN EN BRUSELASCuando este cronista se despert en un hotel de Bruselas al inicio de una semana que pasara con las instituciones europeas, junto con los medios de prensa asistentes, mir un informe televisivo de la BBC, que se presentaba como la noticia principal de ese da y tena por tema una reunin de tres das que estaba por comenzar all para promover la moneda europea nica (o comunitaria), el Euro. El informe era en su mayor parte errneo.El volumen presupuestario reservado a la campaa a favor del Euro era aparentemente el mismo que el presupuesto promocional total de la Comisin para ese ejercicio fiscal: esto era obviamente absurdo. Aunque se deca que la finalidad de la reunin era discutir una campaa publicitaria, la publicidad no figuraba en el programa. El informe estaba ilustrado con 'clips' que tenan como protagonista al ministro britnico para Europa, a quien citaban diciendo que Gran Bretaa haba optado por quedar fuera de la campaa, pero no se haca mencin alguna a Dinamarca, que tambin haba optado por quedar fuera.Naturalmente, esto surgi en discusiones durante los das subsiguientes. Pareca ser nada ms que el ejemplo ms reciente de lo que seguramente debe ser el tema ms emotivo para cualquiera que trabaje en Bruselas: que los medios de comunicacin entendan mal.Dejando de lado las cuestiones emocionales, sin embargo, la reaccin ms importante es (1) identificar la causa del problema, (2) limitar la repeticin de un informe falso, y (3) intentar evitar que ocurra nuevamente gracias a una comprensin de la lgica que llev a ello. La impresin que tuvo este cronista es que la accin (2) est bien encaminada, pero que el punto (1) y el punto (3) no lo estn.La mayora de los funcionarios con quienes este cronista se reuni crean que la historia haba sido creada por un periodista de la BBC en Alemania, que previamente haba estado destinado en Bruselas y era bien conocido por su "creatividad" en el tratamiento que daba a la informacin sobre Europa. Unos pocos pensaban que haba sido divulgado originalmente por el Daily Mail en Londres, que tambin tiene reputacin por su "creatividad". Cuando este cronista volvi a Londres emprendi su propia investigacin al respecto y descubri que en realidad todo haba comenzado con un informe de una agencia desde Bruselas, que el editor del noticiero nocturno de los domingos para la televisin de la BBC aparentemente haba decidir aceptar tal cual lo recibi, sin verificarlo con el personal (muy numeroso por cierto) de la BBC en Bruselas, ni con nadie ms. Este periodista, que previamente haba pasado varios aos en la redaccin de la BBC, se sinti profesionalmente avergonzado y horrorizado, con el agravante que saba que este informe falso, pues tal es el alcance de la BBC, ya haba sido aceptado como verdadero por millones de personas en el mundo entero. El Daily Mail incluy la historia al da siguiente.Qu ocurre entonces con la limitacin del perjuicio? Una declaracin con fines correctivos enviada desde Bruselas fue puesta a disposicin de las oficinas de la Comisin en toda Europa, para que sirviera de orientacin cuando surgiera el tema. Este es el servicio de respuesta rpida que brinda la DGX. Las oficinas de informacin con sede en los distintos estados pueden comunicarse directamente con los medios de comunicacin nacionales. Tambin es caracterstico de ellas que organicen sesiones informativas para los medios de comunicacin sobre temas futuros y pasados, en reuniones que se celebran semanalmente. Estas oficinas han ganado importancia como departamentos desde los cuales se tom conciencia de que la mayora de los temas de inters para los medios de comunicacin estn localizados dentro de los estados nacionales.No slo muchos periodistas especializados se convierten en tales dentro de los estados nacionales, sino que cada vez ms los especialistas europeos ms experimentados que trabajan para los medios de comunicacin nacionales son trasladados desde Bruselas para conducir desde la sede central los informes que se reciben. Esto probablemente refleje, si no origina, la preferencia que tienen la mayora de los medios de comunicacin por historias europeas con fuerte sesgo interno nacional. Sin embargo el sesgo en las historias sobre temas europeos vara en gran medida de un estado a otro. Los pases de mayor tamao parecen tener 'egos' tambin ms grandes, por lo cual sus medios de comunicacin reflejan el punto de vista poltico de la supuesta amenaza que implica lo que hacen esas personas "terribles" en Bruselas; obviamente es ms fcil hacer esto si el autor est fsicamente ms alejado. Los cronistas que trabajan para los pases ms pequeos parecen tener mucho ms control sobre la forma en que tratan sus historias.La maquinaria necesaria s existe entonces para impedir que informes errneos se agranden al rodar cuesta abajo hacia el brumoso valle del futuro. Quizs no sea ms que una limitacin de los perjuicios, pero qu ms se puede hacer? Las viejas historias tienden a ser revigorizadas por cronistas vidos por encontrar perspectivas que puedan haber quedado descuidadas. En sus sesiones informativas diarias, los voceros de Bruselas se ocupan de varias de stas de tanto en tanto, y lo mismo ocurre con los portavoces de las oficinas nacionales si tienen oportunidad de hacerlo.Ms recientemente, sin embargo, la DGX decidi ser ms proactiva en cuanto a los informes falsos, de manera conspicua en aquellos pases que tienen una larga tradicin de narraciones imaginativas. Generalmente se considera que Gran Bretaa es el ms transgresor (o la fuerza ms creativa). El clima poltico en el Reino Unido es el ms reaccionario y los peridicos populares gustan de ser populares. Tanto el Foreign Office britnico como la oficina de la Comisin Europea en Londres han elaborado folletos que dan por tierra algunas de las historias ms absurdas cuando no asombrosas, sobre lo que se comenta que los chiflados burcratas de Bruselas estn haciendo.Hay una gran demanda por estos folletos, incluso por parte de los transgresores. Los funcionarios encuentran difcil suprimir sus sentimientos de alivio contenido, y de que finalmente estn en condiciones de tomarse la revancha despus de aos de informes falsos.Cuando los periodistas informan de estos informes, si es que lo hacen, es con cansina resignacin. Aun el redactor con las mejores intenciones tiende a pensar que las personas que desean que sus historias sean utilizadas por los medios de comunicacin son quienes deben ocuparse de que la historia sea presentada de manera que sea considerada pertinente por el pblico. Y el pblico, en lo que a l respecta, son los clientes que ya tiene y todos aquellos otros que logre conseguir. Encuentra difcil comprender por qu quienes afirman que necesitan de su pblico no intentan atraerlos, ni abrigan la esperanza de conservarlos, con tanta firmeza como debe hacerlo l. Slo el redactor ms vanidoso cree que puede cambiar las opiniones de sus lectores. Comercialmente es mejor negocio consolidar los puntos de vista que ya tienen, adularles y consolarles. En Gran Bretaa, por ejemplo, esto ocurre con igual frecuencia en las pginas de los peridicos con pblicos ms exigentes como el Mail y el Telegraph, que en las de los ms populares como ser The Mirror y The Sun, que piensan generalmente que es mejor ignorar ese tema tan arduo de la unin de Europa.Tambin es cierto que otros pases se estn contagiando del estilo britnico de informar. Esto se debe en parte al uso creciente del ingls como idioma internacional y en parte a que los medios de comunicacin internacionales estn dominados por el contenido britnico, o el estadounidense que es similar. El estilo caracterizado por la confrontacin que tiene el periodismo britnico ya se ha vuelto familiar en los Pases Bajos y est rpidamente ganando terreno en Espaa. Los periodistas britnicos tambin alegaran que, con su forma de quedarse tan alejados de Europa, estn favoreciendo ms el bien del pblico de lo que ocurre con el hbito reinante en el sur de Europa donde se pretende que los cronistas son parte de un proceso poltico interno. Si, segn dicen, al hacerlo estiran la verdad hasta que queda un poco demasiado alejada del centro, quin sale realmente perjudicado?Adems, el hbito de tomarse la revancha con los medios de comunicacin generalmente es descartado como contraproducente por los consultores profesionales en relaciones pblicas, por una serie de motivos tcticos.Uno de ellos es que nadie puede ganar, en caso de producirse una controversia pblica sobre una cuestin de detalle, pues la gente se cansara rpidamente; y a nadie le gustan los que se quejan. Otra razn para ello es que, al perseguir al transgresor, se est cometiendo el error ms serio, el de tener que seguir el orden del da del transgresor; si un rgano estatal goza de una ventaja en la comunicacin, comparado con los medios, sta depende sobre todo de la habilidad que tenga para tomar la iniciativa de la noticia. Consecuentemente, el responder a informes errneos cubrindolos con otros informes es considerada la alternativa ms ideal; la impresin dominante entonces es la de alguien que est haciendo lo mejor.5. ESA MALDITA DEMOCRACIATransparencia es la palabra de moda preferida en las oficinas de Bruselas hoy en da. Se dice que ha llegado a la cima desde que ingresaron los miembros nrdicos a ese club cada vez ms popular que, desde que se firm el Tratado de Maastricht, es llamado la Unin Europea. Todo el mundo sabe que en Suecia, por ejemplo, todos pueden leer la correspondencia del primer ministro todos los das; pero todo el mundo sabe tambin que no se hace. En otras palabras, los principios estn muy bien, pero es la prctica lo que ms importa.No obstante, la necesidad de garantizar el principio ha significado un gran caudal de trabajo para Bruselas. Los medios de comunicacin han sido especialmente insistentes ante las puertas firmes. Pero no son, sin embargo, los medios de comunicacin nrdicos, sino The Guardian y el Financial Times quienes se benefician quizs de aos de experiencia en luchar contra el secreto en Gran Bretaa, donde hay ms de doscientas restricciones legales al acceso a la informacin, pero no hay ningn derecho a saber algo que est definido como tal en las leyes. Se han ganado batallas en Bruselas para lograr tener acceso a los documentos de actas, especialmente en el Consejo Europeo, y los integrantes del Parlamento Europeo alentndolos en todo momento.El fervor poltico para que haya una mayor transparencia esta impulsado fundamentalmente por la conciencia de que la percepcin que tiene el pblico de lo que es Bruselas, es la de algo que se vuelve cada vez ms grande, algo que podra agobiar al mundo. A no ser que las personas puedan ver y comprender qu es lo que se est planificando en nombre suyo, no apoyaran lo que all se haga. Por lo tanto se requiere transparencia.La mayora de las personas estn de acuerdo en que el trabajo de la Comisin est mucho ms abierto a la opinin del pblico que algo similar a nivel de los gobiernos nacionales. Hay quienes se lamentan que el Parlamento Europeo sea tan abierto como normalmente lo es, considerando que la calidad de su labor refleja la calidad de muchos de sus integrantes; esto quiere decir que muchos nunca estn all, mientras que el resto son, digamos, representantes. Algunos periodistas, sin embargo, sostienen que los parlamentarios europeos tienen amplios recursos y que algunos de ellos son brillantes en el arte de desentraar informes difciles. Tampoco hay duda de que los grupos polticos estn haciendo un mejor trabajo que antes en presentar su caso al mundo exterior, en lugar de dejar que sea el vocero parlamentario quien presente un punto de vista equilibrado. Transparencia, sin duda.Obviamente, lo que los parlamentarios europeos piensan que es correcto para los dems no es necesariamente lo correcto para ellos. Han decidido que sus negocios particulares, mientras estn ocupando el cargo de parlamentarios europeos, no son aparentemente un tema pblico, por lo cual han preferido no adoptar una norma que hara que estos intereses estuvieran ms a la vista. Esto se debe tcnicamente a que, mientras que algunos los declararan, a otros les gustara que fuera considerado un delito; es as que la falta de acuerdo hizo imposible que se aprobara norma alguna al respecto. Transparencia una vez ms, parecera.Quizs la opinin ms enigmtica de la influencia poltica sobre la informacin fue revelada por el informe que el Parlamento le encargara a los consultores Hill y Knowlton, que fuera presentado a principios de ao. Cost US$ 130.000 (algo ms que una subscripcin a Spokesman) y algunos polticos se quejaron de que se detena demasiado en temas menores y no lo suficiente en estrategia. El informe dio en el blanco en la enorme divisin que separa a los polticos del personal del Parlamento, resaltando, por ejemplo, el hecho que al departamento del vocero no se le permite acceder a los documentos bsicos que estn incluso a disposicin del personal poltico. Adems de todo esto, el comit responsable de dar pautas que sirvan de gua para la comunicacin se rene quizs a intervalos de diez meses, y entre tanto el personal debe salir del paso recurriendo de la mejor manera posible a los diecinueve millones trescientos mil ECUs anuales de que disponen. Transparencia slo para algunos, parecera.De todos modos, quienes administran la Comisin, que tiene la tarea de hacer el trabajo cotidiano, estn muy bien dispuestos a llevar la antorcha de la transparencia en su trabajo. Algunos dicen que esto ha cobrado mayor importancia, en forma paralela a los cambios en la naturaleza de los comisionados que se dieron a lo largo de los aos. Solan inclinarse a ser principalmente administradores. Actualmente tienen ms experiencia poltica, y se inclinan a reaccionar con una mayor sensibilidad a los sentimientos de los parlamentarios europeos. Por ende, muchas ideas acerca de cmo mejorar el proceso de comunicacin tiende a comenzar con el objetivo primordial de garantizar la apertura al pblico. La desventaja de esto, para un observador comn y corriente, es la posible produccin de demasiados datos en un momento en que, nuevamente para alguien de afuera, ya parece haberlos en demasa. Es transparente que la transparencia no es una condicin igual a la visibilidad y a menudo puede ser lo contrario.Una consigna til es: menos significa ms. Pero debe ser usada. El prximo objetivo se considera que es buscar mejores formas de informar a los europeos acerca de las decisiones que deberan ser de su inters a la vez que no se hace propaganda. La otra cara de la moneda es, al parecer de algunos, cmo bregar con la vasta percepcin de que propaganda es el trmino que frecuentemente se utiliza para refutar verdades indeseadas. Lo que para una persona es verdad, para otra es propaganda. Por otro lado, conducir a los medios de comunicacin en la direccin que parece ser la que estos desean, dependiendo de qu revelan las investigaciones acerca de las necesidades e intereses especficas de algn grupo de inters en particular, ciertamente no es hacer propaganda sino hacer gala de una discrecin considerada. Hay mucho margen aqu para hacer ms precisiones acerca de la sustancia y del estilo. Sobre todo, es necesario que haya criterios convenidos sobre las motivaciones bsicas. Esta es quizs la habilidad bsica de un vocero realmente profesional.6. EL FALLO DE LOS PERIODISTASCRUCIAL en la planificacin de formas de mejorar cualquier sistema de comunicacin es llevar a cabo una auditora de quines usan ms el sistema. Esto fue llevado a cabo el ao pasado con el cuerpo de prensa britnico destinado en Bruselas por David Morgan, un profesor de comunicacin y poltica de la universidad de Liverpool. La encuesta luego fue publicada nuevamente por Spokesman a las veintin secciones nacionales de la Asociacin de Periodistas Europeos y los resultados se agruparon de forma flexible. La muestra final an no es definitiva, pero las respuestas son lo suficientemente claras para sugerir que es necesario hacer ms preguntas o tomar ms medidas.Est satisfecho con el volumen de noticias comunitarias que usan los medios de comunicacin? Aproximadamente la mitad s lo estaban, el resto estaba dividido por partes iguales.Cun accesibles encuentra Ud. que son las instituciones comunitarias?La mayora encontr que la Comisin y la Corte de Justicia eran moderadamente o muy accesibles, pero el Parlamento obtuvo el primer puesto.Si el acceso vara segn la noticia o el rea de poltica, cite ejemplos. Los parlamentarios y la poltica exterior eran los ms accesibles, seguidos por la Comisin y los asuntos regionales; mientras que las decisiones, los debates y las diferencias entre pases dentro del Consejo de Ministros eran las menos transparentes.Cules son las principales restricciones al uso de las noticias comunitarias?Los plazos y la carencia de espacio son las ms culpadas, junto con la necesidad de proteger a las fuentes de informacin en el puesto siguiente. La sensibilidad nacional era entonces el problema ms importante, mientras que algunos mencionaron la burocracia y la influencia poltica en Bruselas.Cules son sus principales fuentes de noticias comunitarias oficiales?Fuentes nacionales y la Comisin quedaron en primer lugar, con el Parlamento y el Consejo de Ministros segundo.Cules son sus principales fuentes de noticias comunitarias extraoficiales?Las organizaciones empresariales y profesionales se clasificaron primeras, seguidas de los grupos de inters pblico, los sindicatos y los grupos agrcolas.Describa el desempeo de los funcionarios de informacin de la Comunidad.En la Comisin y en la Corte fueron clasificados bsicamente como tan slo satisfactorios, mientras que los del Parlamento fueron descritos como buenos.Para qu recurren principalmente a los funcionarios de informacin?Principalmente para desarrollar y conseguir historias, en grado un poco menor para iniciar historias y conseguir una lnea de informacin oficial.Qu piensan de la calidad de los despachos de prensa?Los de la Comisin se describieron como satisfactorios a pobres, los de la Corte como buenos a pobres, los del Parlamento como bsicamente pobres.De qu forma utilizan ms a los funcionarios de informacin?Fundamentalmente para lograr acceso, luego para recabar antecedentes, despus para obtener informacin impresa.Los funcionarios de informacin dan muestras de favoritismo?Principalmente a la televisin, a los de su propio pas, luego a la radio y a los periodistas conocidos por ellos.Cules son las debilidades principales de los funcionarios de informacin?Una falta de buena disposicin para brindar acceso a fuentes qued en primer lugar por poco margen, seguida de la falta de influencia ante los formuladores de polticas y falta de conocimiento tcnico.Cules son las principales fuentes de retroalimentacin de su trabajo?Los burcratas salieron primero y los grupos de inters segundo. Los polticos y otros periodistas quedaron bastante atrs.7. VALORES APARENTES SLIDOSLA ANSIEDAD es una reaccin natural cuando asume un nuevo dirigente. Pero aparte de los sentimientos de preocupacin personal acerca de cmo esto cambiar las relaciones existentes o las formas ya establecidas de manejar el trabajo, estn quienes tienen por tarea preocuparse acerca de la capacidad propia del nuevo dirigente para presentarse a s mismo y al trabajo de su seccin de la manera ms eficaz; a los niveles inferiores puede hacerse cualquier cantidad de trabajo con una habilidad impresionante (produciendo documentos y pautas que sirvan de gua informativa, estableciendo metas, evaluando resultados, persuadiendo a los integrantes ms renuentes del equipo, desarrollando los temas ms convincentes), pero pueden igualmente quedar destruidos en menos de un minuto debido a un dirigente que carezca de la capacidad suficiente para presentar una imagen apropiada.Sigue habiendo un cierto temor de que el actual presidente de la Comisin Europea, Jacques Santer, pueda carecer de la aptitud necesaria para esa faceta de su puesto. Quienes recuerdan el ocano de controversias que revelaron los medios de comunicacin antes de su nombramiento, estarn al tanto de las muchas reservas que sostenan o inferan los intereses nacionales, incluyendo la afirmacin de que poda ser aburrido en comparacin con Jacques Delors. De ser ese el caso, entonces sera apropiado, considerando que la Comisin ya no reclama ms escritos informativos para fijar metas y hacer mucho ruido para conseguir que las cosas se hagan. Actualmente la Comisin inicia pocos programas, pero dedica esfuerzos cada vez mayores a negociar resultados. (El programa de la Comisin para este ao tiene ante s: 19 propuestas, pero 36 consultas y 48 planes de accin).Pblicamente, entonces, la funcin del presidente puede bien ser considerada como una que precisa demostrar las habilidades de alguien que est firmemente en control de un rgano multinacional que tiene una tarea muy importante que cumplir a favor de los ciudadanos de Europa. Neil Kinnock, el comisario de transporte, hizo un discurso en el que descartaba la meta de lanzar una moneda central para Europa en la fecha prevista para 1999, y Santer respondi con una refutacin pblica, no slo corrigiendo los puntos de vista del comisario, sino describiendo las caractersticas de Kinnock que segn dijo eran defectos personales. Fue firme, pero dio muestras de tacto? Hay quienes diran que hizo gala de una ira honesta ante el comportamiento de alguien que se desvi del rumbo siendo integrante del equipo que est a cargo de unir a Europa. Despus de todo, lo nico en que se basa la credibilidad de la Comisin es que acta como un colegio, similar a un gabinete nacional donde se requiere el apoyo conjunto para posiciones tomadas de comn acuerdo.Kinnock, a su vez, hizo esos comentarios en lo que dijo que pensaba era una reunin privada. Para un hombre que se ha pasado la vida en el mundo de la poltica, la respuesta no fue convincente. Es ms probable, quizs, que como estaba hablando ante un pblico britnico cuando hizo ese comentario, se haba olvidado que l ahora perteneca a un club que los Britnicos hasta el da curiosamente llaman Europa.Los comentarios que ambos hicieron provocaron ansiedad en Bruselas entre las personas cuyas vidas consisten en gran medida en encontrar formas de llegar a un compromiso con personas que provienen de toda una variedad de culturas y percepciones polticas. Pero al menos queda claro que cuando los polticos son nombrados en puestos elevados en Bruselas, debe ser por motivos polticos. Y mientras continen en sus cargos seguirn siendo polticos. Sus probables fortalezas y sus probables debilidades son predecibles y claras. Pero este no es el caso con quienes estn a sus rdenes.Quienes fueron elegidos para unirse al ejrcito de los eurcratas son seleccionados cuidadosamente en base a una variedad de criterios que actualmente son precisos y que se han desarrollado con el transcurso del tiempo. Por supuesto que est el orden del da oculto de repartirse los cargos ms elevados entre los ciudadanos de los miembros de la Unin, pero por lo dems, las calificaciones se definen principalmente en base a mritos. Y como trabajar en Bruselas brinda una educacin poco comn, este hecho contribuye en mucho a agrandar el curriculum vitae de cualquier persona ambiciosa. Por lo general entonces (dejando de lado los huevos podridos) la motivacin del eurcrata promedio es normalmente conspicua.Son hbiles en procesar y preparar, en hacer tratos, ser conciliadores en controversias, ser intermediarios para llegar a un acuerdo. Pero, en qu medida son estas habilidades las apropiadas para un especialista en comunicacin? A primera vista, no mucho. Las instituciones europeas carecen tanto de formacin especfica en cmo gobernar como de calificaciones para ocupar puestos de comunicaciones. El resultado es que a menudo se traslada personal de otras divisiones como lo hace cualquier institucin, en gran medida en base al grado y al momento y a las vacantes disponibles. Experiencia personal en trabajar en los medios de comunicacin ciertamente sirve de calificacin y por lo general es el criterio predominante. Pero an as, el resultado final sugiere dos preguntas fundamentales: puede toda persona que haya trabajado en los medios de comunicacin alegar que capta automticamente la planificacin de los medios? y cmo hace un periodista que trabaja durante un tiempo en el gobierno evitar perder su dominio de la motivacin de los medios de comunicacin y caer una vez en brazos de la comodidad del institucionalismo?Ambas preguntas pueden responderse con confianza slo emprendiendo una accin, estableciendo un sistema. La formacin en cuanto a entrevistas por supuesto que cuenta. Pero la habilidad para actuar en base al instinto es ms difcil de aprender.No hace mucho tiempo se dej pasar una oportunidad por un fallo de la Corte Europea de Justicia que se refera a poner fin a los sistemas de transferencias en el ftbol: la habilidad de los individuos que son capaces prestar servicios profesionales en cualquier parte de Europa no poda verse perjudicada por contratos individuales. En esencia eso era lo que deca. Fue una gran oportunidad que se le present a la Comisin para decir: miren, ya hemos asegurado, utilizando leyes con las que todos estn de acuerdo en que los jugadores de ftbol (o los hroes nacionales) pueden jugar para quien quieran; entonces (por inferencia) no servimos nosotros? Pero no fue as.Segn los valores aparentes, las instituciones actualmente carecen de buena imagen.Seleccin de artculos de la revista Spokesman (Invierno 1996). Reproducidos con autorizacin del Editor para el Seminario-Taller de Trabajo "Integracin Regional, Estrategias de Comunicacin y Desafos de Formacin: Perspectivas para la Informacin Pblica", organizado por el Centro de Formacin para la Integracin Regional (CEFIR), Ciudad de Mxico, 30 de junio al 2 de julio de 1997CARACTERISTICAS DE LA INFORMACION SOBRE INTEGRACION EN EL CONTEXTO DE LA TRANSNACIONALIZACION DE LAS RELACIONES POLITICAS Y ECONOMICAS: Perspectivas Latinoamericanas. El Caso de ChileIrene BRONFMANAnalista de la Direccin de Planificacin, Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, SantiagoEl tema en torno al cual debatimos en este panel es sin duda complejo y, para el caso concreto de mi pas, especialmente relevante, dadas las peculiares caractersticas de la estrategia llevada adelante por nuestra poltica exterior, que combina un amplio proceso de internacionalizacin econmica con un fuerte compromiso integracionista a nivel regional.Desde un punto de vista general, se puede afirmar que transnacionalizacin, globalizacin e incluso integracin son trminos particularmente modernos y que identifican determinados fenmenos que se insinan como las caractersticas principales de un nuevo orden mundial. A pocos aos del fin de siglo y de inicio de un nuevo milenio, es evidente que el mundo camina hacia una nueva fase de su desarrollo histrico. El mundo de la post- Guerra Fra atraviesa por un profundo proceso de reordenamiento que, entre otras cosas, nos habla de un nuevo orden mundial an en construccin.Si bien este reordenamiento internacional en sus aspectos polticos y estratgicos se encuentra en pleno curso, en sus principales tendencias a nivel economico ya est bastante perfilado. En efecto, desde hace aos se ha gestado una radical transformacin producto de sustanciales avances cientficos y tcnicos en campos tales como las comunicaciones, la informtica, la bioingeniera, la miniaturizacin y la robtica, por mencionar algunos. Una consecuencia de todo esto es un incremento sustantivo del comercio y de la interdependencia mundiales. La disolucin del campo socialista, y por consiguiente de las principales economas centralmente planificadas, ampla el espacio de resonancia de estas tendencias econmicas.La globalizacin es de esta manera un proceso en marcha desde hace aos, que ya est presente con diversos grados de intensidad en todas las latitudes del planeta. De lo que se desprende una primera conclusin de la nueva realidad: se trata, ciertamente, de un fenmeno generalizado del cual no parece haber nacin en el mundo que pueda soslayarlo. Cualquiera que intentara un camino propio correra el riesgo de quedar fuera de una historia en plena formacin. A diferencia de un pasado relativamente reciente, en el que podan existir estrategias nacionales fuertemente aislacionistas o proteccionistas contra las adversidades provocadas por el sector externo, hoy ese espacio est virtualmente reducido. Ni siquiera un pas de las dimensiones de China puede eludir su conexin con el mundo, ya sea en los mbitos econmicos como en los polticos y culturales.Se trata tambin, sin embargo, de fenmenos distintos -y en apariencia casi contradictorios- pero que coexisten y se retroalimentan, generando una dinmica mundial que est tendiendo a generar bloques regionales y subregionales mediante los cuales las naciones del orbe intentan responder en forma eficiente a la inevitable necesidad de insercin internacional en este mundo crecientemente interconectado e interdependiente.De esta manera, a finales del siglo XX asistimos a una peculiar combinacin: la transnacionalizacin econmica -sumada a la de graves problemas sociales que ahora tampoco reconocen fronteras, como los medioambientales, los derivados de las migraciones masivas, del narcotrfico o de la corrupcin- con la conformacin de bloques. Cabe advertir, sin embargo, que de los tres megamercados surgidos como producto de esta realidad, slo el europeo forma parte de un proceso profundo de integracin.I. INTEGRACIN Y SUS DIFICULTADESEn efecto, si concebimos a la integracin como un proceso ms alla de lo estrictamente econmico y, por cierto, ms all de lo meramente comercial, es claro que mientras el Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte (TLC) se desenvuelve dentro de los marcos de un acuerdo preferentemente comercial, y el APEC avanza an hacia una definicin de su carcter definitivo, la Union Europea constituye un proyecto que camina -no sin dificultades, ciertamente- hacia la conformacin plena de un Mercado Comn, en un proceso diseado para culminar con una institucionalidad propia (un parlamento, una ciudadana, una moneda, un pasaporte, entre otros aspectos).Lo anterior pone de relieve la actualidad de una antigua tsis: la integracin encuentra un aliciente particular cuando se asienta en una continuidad geogrfica. En estricto sentido, la integracin solo es posible de desarrollar entre pases que comparten una misma plataforma continental y que tienen vecindad entre s. En el caso de mi pas, interesa destacar esta cirscuntancia, porque no hace mucho tiempo atrs predominaban visiones "integracionistas" con pases o bloques del Hemisferio Norte. Al respecto podemos decir que con bloques y pases con los cuales no tenemos esta vecindad podremos tener excelentes relaciones polticas, promisorios intercambios econmicos, enriquecedores aportes culturales, pero es muy difcil pensar que Chile o cualquier pas sudamericano vaya a formar parte del Hemisferio Norte. En poltica internacional hay que asumir realidades, y un dato que no se puede modificar es la geografa.En pocas palabras, si con alguna regin Chile puede integrarse, es con Amrica Latina. Porque con los pases latinoamericanos, y por cierto con los pases de nuestro entorno inmediato, nos unen muchas cosas mas que el comercio y la economa. Asumir esta conclusin nos proporciona, a los latinoamericanos, un criterio bsico para enfrentar este nuevo orden en formacin; vale decir, slo acuerdos intrarregionales renen las caractersticas de continuidad geogrfica y de amplitud de agenda (abarcar temas mas all de lo comercial), como para conformar un verdadero proceso de integracin. Y esto ltimo dice relacin con otra caracterstica, o prerrequisito, de los procesos de integracin: ellos requieren de una amplia coincidencia y voluntad poltica de las naciones participantes.Evidentemente, lo anterior slo es posible a partir de una percepcin de futuro comn, de un posicionamiento regional compartido en el escenario internacional. As, se puede afirmar que los procesos de integracin, antes que nada, tienen un elevado componente poltico. Son, por esencia, acuerdos de naciones soberanas que apuestan a la construccin de un camino y un destino comn.Es claro que el tema de la integracin no es algo nuevo en nuestra regin. Pero la concepcin que hoy anima a las naciones latinoamericanas es diferente. Existen dos diferencias sustanciales respecto a experiencias en el pasado. En primer lugar, la historia ensea que es imposible un proceso de integracin si no va acompaado, como ya se indic, de una firme voluntad poltica de las naciones que concurren a ella. La integracin supone una visin de futuro comn, una visin cooperativa, una conjuncin de esfuerzos. Ello implica un mnimo comn denominador bsico entre los pases concurrentes. Amrica Latina, y especficamente los pases sudamericanos, han avanzado sustantivamente en los ltimos aos en construir sistemas democrticos de gobierno. La democracia, como nunca en nuestra historia, se generalizado en la regin. As, el nuevo regionalismo latinoamericano est fuertemente asociado al proceso de democratizacin en la regin. Las transiciones a la democracia no slo coincidieron con la revitalizacin de la cooperacin regional, sino que puede establecerse una vinculacin entre ambas tendencias. Los nuevos esquemas establecen una condicionalidad democrtica para la incorporacin y permanencia de los socios. En un comienzo esta premisa fue ms bien implcita, pero en los ltimos aos se han establecido clusulas democrticas con este propsito, como lo demuestra el caso del Mercado Comn del Sur.En la ltima dcada, Amrica Latina ha ido progresivamente consolidando su integracin. Por cierto, y para entrar en la materia que nos preocupa, se trata de un fenmeno gradual, no exento de contradicciones y que no ha trascendido con la misma fuerza al mbito de la opinin pblica y de la cultura nacional, que en muchos casos siguen apegadas a concepciones tradicionales de rivalidad y de desconfianza mutua. Resulta paradojal, por ejemplo, constatar que los esfuerzos desarrollados por los gobiernos de los diversos pases de la regin por avanzar en un camino integracionista encuentran sus principales cuestionadores entre los productores tradicionales, especialmente en la agricultura, que desearan proseguir con practicas proteccionistas, y en algunos sectores de la Defensa Nacional.En el caso de Chile, la advertencia que ha surgido de estos ltimos mbitos respecto a esta materia apunta a dos preocupaciones fundamentales: la virtual amenaza para la "identidad cultural" que podra conllevar para el pas el adherir a un proceso integracionista regional o subregional y el aumento de posibilidades de conflictos que se generara a partir de una relacion economica mas fluida. Una percepcin negativa que sera compartida por sectores similares de otros pases de la regin y que, por lo dems, encuentra respaldo en la opinin ciudadana, a juzgar por los resultados del primer -y nico hasta el momento- "Latinobarmetro".An cuando la evaluacin del latinobarmetro corresponde al primer semestre de 1995, los resultados recogidos en ocho pases de la regin (Argentina, Brasil, Chile, Mxico, Paraguay, Per, Uruguay y Venezuela) parecieran seguir vigentes y son sintomticos: "Hay pueblos", afirman los investigadores, "que se tienen poca confianza entre ellos, especialmente cada cual con sus pases fronterizos. En general, los pueblos de estos ocho pases tienen ms confianza en los pases fuera de la regin". Y se concluye sealando que "la mayor confianza entre los pueblos es una condicin indispensable para que cualquier acuerdo comercial o integracin regional tenga xito. Los esfuerzos ms urgentes deben hacerse entre los pueblos vecinos".Sobre la base de la certeza de que, por definicin, un proceso de integracin regional descansa en el acercamiento entre los pueblos y ello se funda especialmente en la confianza recproca, un estudio menos ambicioso que el anterior y centrado slo en la evaluacin de la opinin pblica chilena, mostr percepciones similares. En Chile, el grado de desconfianza existente respecto a avanzar en la consolidacin de vnculos bilaterales con los pases vecinos es enorme, lo que no se condice con el importante -y ciertamente benfico- incremento y diversificacin que han experimentado las relaciones de nuestro pas con sus tres vecinos.Chile ha logrado avances enormes con Argentina, pas con el cual se est configurando una relacin de verdadera interdependencia. Se ha realizado un gran esfuerzo para producir un vuelco sustancial en una relacin bilateral signada histricamente por desencuentros peridicos y desconfianza mutua. Tambin se ha avanzado en mejorar e intensificar nuestras relaciones con Bolivia. Gradualmente se ha empezado a construir profundos vnculos econmicos, culturales y polticos que permitan generar una clima de confianza mutua y de colaboracin entre nuestras naciones. A partir de 1990 los Presidentes de Chile y Bolivia se han reunido 12 veces. En 1994 se estableci el Mecanismo Permanente de Consultas Polticas, que desde entonces ha tenido cinco reuniones; adems se han suscrito convenios de Cooperacin en materias como la Lucha contra el Narcotrfico, Transporte Areo Internacional, Cooperacin Turstica y de Cooperacin Cientfica y Tcnica. Asimismo, se eliminaron las exigencias de las visas de turistas y se avanza en la solucin de problemas que por dcadas han enturbiado nuestras relaciones. Los esfuerzos realizados por ambas partes en pos de la integracin, permitieron la pavimentacin de la carretera Arica-La Paz, cuyo trayecto hoy se puede hacer en seis horas. El flujo turstico se ha incrementado notoriamente: 85 mil turistas bolivianos pasaron hacia Arica en 1996 por el control de Tambo Quemado. Antes no pasaban, en promedio, ms de dos mil personas mensualmente.Tambin hemos realizado esfuerzos significativos para poner fin a los puntos pendientes en el Tratado de 1929 entre Chile y Per y su protocolo complementario. Pero es en los resultados comerciales y econmicos donde se puede apreciar con mayor claridad el ptimo estado de la relacin bilateral vecinal. Con Argentina nos encontramos vinculados por un Acuerdo de Complementacin Econmica y a travs del Mercosur, y nuestro intercambio comercial alcanz, el ao pasado, los dos mil 335 millones de dlares. Con Bolivia tenemos un Acuerdo de Complementacin Econmica desde 1993, que en 1996 registr un intercambio comercial de 244 millones de dlares. Es cierto que el flujo con esta nacin todava nos favorece y resulta desequilibrado. Estamos tratando de imaginar frmulas que lo equilibren. La recuperacin que vive el Per ha generado nuevas oportunidades para el comercio y las inversiones mutuas que a su vez abren perspectivas interesantes para las relaciones bilaterales. El intercambio comercial de 1996 fue muy significativo, alcanzando los 585 millones de dlares. Creemos que este monto puede aumentar todava. Es por ello que estamos negociando la suscripcin de un acuerdo de libre comercio con Per.En el mbito de las inversiones, nuestros empresarios se han instalado en los tres pases, confiados en la estabilidad interna y en los respectivos procesos de reforma econmica. Es necesario recalcar que, en un rgimen de economa libre como el que rige en Chile desde mediados de la dcada de 1970, las decisiones sobre las inversiones son adoptadas exclusivamente por los propios empresarios. En Argentina, stos han invertido cinco mil 916 millones de dlares y el nmero de empresas chilenas en tierras trasandinas sobrepasa las 160. Este pas se ha transformado en el primer destino de los capitales chilenos en el exterior, radicndose el 51,5% de las inversiones materializadas y el 59,3% de los proyectos de inversin globales. Especial mencin merece la integracin energtica, donde se destacan importantes avances en el gasoducto de Tierra del Fuego, la explotacin conjunta de petrleo al Este de la Boca Oriental del Estrecho de Magallanes, el oleoducto Neuqun-Concepcin y los Gasoductos Gas Andes, Transandino, Transpatagnico y del Norte de Chile.Con Bolivia el nivel de las inversiones chilenas ha alcanzado 289,8 millones de dlares y con Per, el total de ellas suman US$ 1.802, constituyndose Chile el segundo pas inversionista, despus de Espaa y sobre los Estados Unidos.Es importante agregar que, recientemente, se observa una tendencia hacia una mayor diversificacin de nuestras inversiones en Amrica Latina, que comienza tambin a expandirse hacia Brasil, Colombia y otros pases. Se trata de un proceso interesante de diversificacin que, al igual de lo que sucede en materia de comercio exterior, puede tener efectos positivos en la medida en que reduce la vulnerabilidad de nuestras empresas a procesos que afecten a un determinado pas.Otro aspecto importante es el rea de la integracin fsica, donde las nuevas realidades que se generan como producto del contacto diario entre chilenos, argentinos, bolivianos, peruanos, as como brasileos, paraguayos y uruguayos, son mltiples.II. UN DESFASE COMUNICACIONALPor su propia estrategia de insercin econmica mltiple, en el marco de un regionalismo abierto, los medios de comunicacin nacionales -preferentemente escritos- destinan un apreciable espacio a las informaciones sobre el devenir de los diferentes acuerdos econmico-comerciales que ha suscrito Chile con la mayor parte de los pases latinoamericanos, con Canad, con varios pases de Europa y del Asia-Pacfico as como con los principales megamercados (Mercosur, Unin Europea, APEC). Su impacto en la opinin pblica, sin embargo, es reducido, limitndose a las esferas gubernamentales especializadas y a los sectores privados con intereses involucrados en estos procesos. ello, pese a que un importante segmento de la poblacin considera el mbito de la poltica exterior chilena como el ms destacado de las reas de gobierno. Significativo, sin embargo, es el porcentaje de "inters explcito" que dicen tener los chilenos en la poltica exterior: slo un 24% afirma tener mucho o bastante inters en ella. Un 44% dice tener poco inters y un 31%, ninguno.A nivel oficial, en todo caso, no ha existido un diseo comunicacional especfico para difundir internamente los beneficios de la estrategia seguida por la poltica exterior chilena desde la recuperacin de la democracia (1990) a la fecha. De ah que la tarea informativa de los medios podra calificarse como reactiva al debate coyuntural. Como antecedente, no est dems recordar que hasta poco antes del primer gobierno de la Concertacin de Partidos por la Democracia en Chile se afirmaba taxativamente que nuestro pas exhiba "una buena casa en un mal barrio". Con espectacularidad, se editorializaba sobre el "adis" de Chile a Amrica Latina y se especulaba con absoluta sinceridad sobre "Chile, pas del primer mundo". La recuperacin de la democracia y el inicio de la reinsercin internacional de Chile en el contexto mundial mostr una realidad algo diferente, an cuando por desinformacion, y a menudo por desconocimiento, se han mantenido las percepciones tradicionales, conformadas en la opinion publica de anteriores etapas histricas. El protagonismo que en estos casos logran los sectores del nacionalismo ms conservador no alcanza a ser contratrestado por visiones ms actualizadas.Sin embargo, pese a estas "resistencias", el proceso de integracion y de interdependencia ha podido desarrollarse en estos aos, lo cual hablara de un movimiento muy dinmico en el plano de las relaciones econmico-comerciales, y mucho ms retrasado en el plano de las percepciones de la opinin pblica. Ello abre un necesario y amplio campo a los medios de comunicacin y a los aparatos comunicacionales gubernamentales. Por cierto, tambin obliga a construir una "Visin Comn" de la regin, que exprese los beneficios concretos y se funde en las necesidades urgentes que intenta resolver el proceso de integracin y que la diferencia de la tradicional retrica que sobre el tema en el pasado.Los inicios de esta ltima dcada en Chile estuvieron marcados por el retorno democrtico. En un primer momento, y gracias al entusiasmo resultante de un excesivo triunfalismo, el epicentro informativo se concentr en el debate de parte de importantes sectores de la lite gubernamental y economica en torno al TLC de Amrica del Norte. As, durante buena parte del gobierno de Patricio Aylwin, (1990-94) el tema Integracion se "naftaliz" y, aunque no se obtuvo resultados concretos, acapar la atencion de los medios.Simultneamente, y mientras los ojos de la opinin publica miraban hacia el Norte, un importante segmento del empresariado chileno empez a invertir en pases sudamericanos, especialmente Argentina y Per, iniciando un proceso de exportacin de capitales que ha persistido a lo largo de la dcada. En otras palabras, mientras la atencion de los medios -y por ende de la ciudadana- se concentraba en el Norte, la interdependencia concreta se materializaba en el Sur.En el plano de las negociaciones comerciales, casi sin protagonismo en los medios, Chile logr en esos mismos aos su ingreso al APEC, siendo el segundo pas latinoamericano en integrar este Foro. Nuevamente, hubo un desfase entre los principales afanes, las atenciones comunicacionales y los resultados concretos.A poco andar en su primer ao de gestin, la Administracion Frei obtuvo un importante paso en el camino hacia el NAFTA: en diciembre de 1994, con ocasin de la Cumbre de Miami, Chile fue invitado pblicamente por los presidentes de Estados Unidos, Canad y Mxico a integrarse a dicho acuerdo. Sin embargo, los hechos que siguieron a dicha invitacin (demora hasta la fecha en la aprobacin del fast track, efecto tequila, clima electoral estadounidense, entre otros) han congelado la aspiracin chilena de ingresar alMercado de Amrica del Norte. El tratamiento de este tema fue ampliamente seguido por los medios y, en general, fue explicado como una falta de prevision y un exceso de triunfalismo de parte del gobierno.Cabe advertir que la seduccin del efecto NAFTA no slo cautiv a los lderes empresariales y a algunos importantes funcionarios (en especial del rea economica). Afect tambin al movimiento sindical. En efecto, la CUT chilena estableci estrechos vnculos con la AFL-CIO, tras el comn inters de que por la via del NAFTA se pudieran negociar acuerdos laborales que, por un lado impidieran el dumpimg laboral y, por otro, mejoraran la legislacion respectiva en Chile. Por tanto, el debate sobre el NAFTA no slo traspas a sectores de gobierno sino que tambin provoc curiosos alineamientos sociales (empresarios y trabajadores, que por razones distintas, buscaban un acuerdo de este tipo).Las demoras del NAFTA abrieron campo a un nuevo tema: Mercosur y, en menor medida, al debate de la llamada "insercin mltiple" que propugnaba la politica exterior del pas. Comunicacionalmente, Mercosur estuvo subordinado al tema NAFTA hasta que qued claro que no habra "va rpida". En terminos meramente informativos, a medida que la campaa electoral estadounidense fue limitando las expectativas de ampliacion del NAFTA, Mercosur fue llenando el espacio.Su primer impacto fue de tipo defensivo. Los sectores productivos del pas que se sentian amenazados por una integracion con el Atlantico promovieron un fuerte agitacion interior que culmin en una concentracion de propietarios agrcolas. A contrario sensu, los beneficiados de un ingreso a Mercosur no emergieron con la misma rapidez. Al mismo tiempo, los criticos tildaron a esta negociacion como un recurso gubernamental para "tapar" el fracaso de la negociacin con EE.UU. El escepticismo abarc ms all de los agricultores tradicionales: siguiendo con su encandilamiento norteo -y por problemas propios de un movimiento en crisis- el sindicalismo chileno sigu desinteresado del Mercosur.Durante mucho tiempo el tratamiento del tema Mercosur en los medios fue el reflejo de las aprehensiones de quienes perciban a la integracion regional como una amenaza ms que como una posibilidad. Como ya se mencion, en el mbito de la Defensa se aludi a la virtual amenaza para la identidad cultural que podra significar la integracin. Incluso ms: crculos cercanos a las FF.AA. cuestionaron en particular los aspectos de la integracin fisica que todo esto implicaba, en especial la construccion de los llamados "corredores bioceanicos". Curiosamente, la nocion de Chile "Pais Puerto", con vocacion ocenica, de cara al Pacifico y a sus florecientes economas (con particular simpata en la Armada), contrastaba con esta percepcion de celo territorial que reflejaban voceros cercanos al Ejrcito. El acuerdo de asociacin de Chile al Mercosur, suscrito en junio de 1996, cuenta con casi un 50 % de respaldo ciudadano aunque persisten en importantes sectores las aprehensiones y desconfianzas descritas.En una dimension menor, Chile empez negociaciones con la Unin Europea a fin de lograr un Acuerdo de Complementacion Econmica y de Concertacin Poltica. Aprendiendo las experiencias de las frustradas expectativas que se crearon en torno al NAFTA, el Gobierno desarroll en esta negociacion con Europa una prudente cautela. Su materializacin, tambin en junio del ao pasado, encontr una favorable acogida tanto en los medios como en la ciudadana. Mal que mal, cerca de un 70 % de la opinin pblica chilena expresa tener ms confianza en los europeos que en los japoneses o los estadounidenses.El tema integracion, mientras tanto, ha seguido asociado a negociaciones con bloques comerciales, lo cual oculta otro proceso: el de la amplia y diversificada gama de Acuerdos de Complementacion Economica de caracter bilateral que Chile empez a suscribir desde 1991 con diversos paises latinoamericanos, empezando con Mexico. Cabe destacar que dichos acuerdos, posibilitaron que, al da de hoy, el comercio latinoamericano abarque al 19% de las exportaciones totales del pais (14% a inicios de los noventa).III. CONCLUSIONESEn definitiva, en Chile no existe una estrategia comunicacional prediseada para orientar a la opinin pblica chilena sobre los procesos de internacionalizacin econmica e integracin en los que partipa activamente el pas. Lo que la ciudadana conoce al respecto es, escasamente, lo que los medios recogen de un flujo informativo no siempre coherente ni especializado.En ese sentido, es indudable que para que la opinin pblica de nuestros pases reconozca y aprecie el esfuerzo desplegado en pos de la internacionalizacin de nuestras economas y de la integracin regional se requiere mostrar resultados concretos.Por tanto, los logros polticos y econmicos que hemos alcanzado en nuestra regin slo cobrarn sentido si implican un mejoramiento sustantivo en las condiciones y oportunidades de vida de la mayora de nuestro ciudadanos. El crecimiento econmico debe conciliarse con la reduccin de las desigualdades sociales. La transformacin productiva que se est llevando a cabo en nuestros pases slo ser sostenible en el tiempo y en la medida en que alcancemos mayores niveles de equidad.El grado de integralidad que caracterizar el desarrollo futuro de todas las naciones latinoamericanas est fuertemente determinado por el xito o fracaso de nuestras polticas educacionales. Ambito, por lo dems, en el que los profesionales de la comunicacin debieran ejercer un rol orientador fundamental. Especial atencin, entonces, se debe dedicar a la educacin de nuestras poblaciones. Y no slo como un objetivo interno sino porque, indudablemente, resulta tambin fundamental para mejorar nuestra competitividad internacional. No es una casualidad que los pases asiticos que ms han invertido en materia de educacin, sean igualmente los que han logrado insertarse mejor en la economa mundial. Nuestro sistema educacional debe tender a un conocimiento mayor y ms positivo de nuestros vecinos y del mundo que nos rodea y a proporcionar herramientas bsicas para facilitar la interaccin con el extranjero.En el caso particular de Chile, este desafo tambin debe ser abordado mediante una estrategia comunicacional prediseada. Chile est viviendo un proceso de internacionalizacin muy acelerada, que requiere de una importante orientacin. Y ella slo puede provenir de los sectores involucrados en este proceso, tanto de gobierno como privados. Es necesario estudiar, analizar y evaluar con mayor intensidad y profundidad los temas internacionales que afectan a Chile, as como la forma en que el pas responde o debe responder a sus desafos externos.El discurso oficial ha reiterado el convencimiento de que es precisamente en el rea del capital humano donde nuestros pases jugarn su destino mayor en los prximos aos. Pero si ese capital humano carece de la educacin y la informacin adecuadas, difcilmente podr sentirse parte del proceso en curso.La globalizacin de las economas y de las comunicaciones y la dimensin transnacional de fenmenos sociales como las migraciones y los problemas ambientales, revelan la necesidad imperiosa de disear polticas comunicacionales que conviertan estos fenmenos en parte importante del desarrollo social en nuestros pases.LA INTEGRACION Y LA INFORMACION PUBLICA: Desafos en el Umbral del Siglo XXIIgnacio BASOMBRIODirector, Consultandes, Lima; Ex-Portavoz de la Junta del Acuerdo de Cartagena yEx-Ministro de Planificacin del Per.1. INTRODUCCIONLos cambios que se han producido en la economa y la sociedad latinoamericana durante la presente dcada han tenido efectos en los procesos de integracin y, al mismo tiempo, han sido impulsados por ste. En efecto, una de las caractersticas ms relevantes de la integracin regional en los aos 90 es su creciente relacin con los avances que se producen en la economa real.A diferencia del pasado -en que el impulso fundamental estaba otorgado por los Estados- en la actual coyuntura de la historia econmica regional, son los empresarios y la sociedad civil los que tienen un papel determinante en el establecimiento de las pautas de accin de la integracin.Lo anterior constituye un factor de fortalecimiento estructural del proceso y una garanta para obtener resultados en el tiempo.El mayor grado de vinculacin entre los agentes econmicos y sociales de la regin constituye una dimensin cuando menos tan importante como el compromiso poltico que acta como un impulso esencial para conseguir que la integracin avance en un entorno no siempre cmodo ni fludo.En el pasado se ha sostenido, en forma repetida, por los tericos del proceso que la integracin econmica regional estaba relacionada, en forma muy directa, con el marco institucional vigente y con el papel que le corresponda a los diferentes actores sociales en el proceso social y poltico.El modelo poltico de la regin latinoamericana estaba - al inicio del proceso integrador, en la dcada de los aos 60 - fuertemente concentrado en el papel de los Estados. Estos tenan un papel activo en la determinacin de las polticas econmicas y sociales.Por tal razn, las negociaciones de carcter internacional eran conducidas por los representantes del poder pblico. No estaban excludos de estas normas fundamentales aquellos entendimientos que estuvieran referidos a los aspectos de carcter econmico y empresarial.A lo largo de los primeros aos de aplicacin de los mecanismos de la integracin regional se observ una modalidad de alianza estratgica entre los Estados nacionales y los grupos empresariales para adoptar posiciones defensivas en el rea de las negociaciones internacionales.La poltica de sustitucin de importaciones y los mecanismos de fomento establecidos para ser aplicados a nivel nacional, se proyectaron, entonces, hacia el mbito integrador, mediante la puesta en vigencia de mecanismos tales como las salvaguardias y las excepciones.Adems, el incumplimiento de los plazos establecidos en los tratados de integracin y de los compromisos asumidos, debilitaron su estructura institucional y la credibilidad en los agentes econmicos.Conforme el modelo poltico y econmico registr cambios se modificaron los niveles de relacin entre los esquemas de integracin y los agentes econmicos y sociales.Constituye un lugar comn en la regin latinoamericana el sostener que:a. se cuenta con todos los elementos positivos para conformar una autntica comunidad de naciones, yb. que los pueblos de la regin han estado incomunicados y poco relacionados.Tengo algunas reservas sobre la primera parte de la afirmacin y una visin algo ms optimista en la restante. Me explico: construir la unidad latinoamericana es una tarea que, lamentablemente, es ms profunda y compleja que el discurso poltico o el voluntarismo de quienes creemos en la integracin.En esa lnea de pensamiento, coincido con quienes han subrayado -como uno de los desafos fundamentales de la integracin regional- a la heterogeneidad generalizada. Esta realidad heterognea se observa -al inicio del proceso como ahora- en los planos de la economa, de la poltica y de las estructuras sociales.A diferencia de lo que acontece en Europa,en la regin latinoamericana existe una mayor homogeneidad cultural, entendida esta ltima como el patrimonio de valores, tradiciones y lenguaje comn.Por ello pienso que hay una mayor posibilidad de impulsar las relaciones entre los pueblos, antes que en la construccin de polticas comunes en reas tan complejas como la poltica exterior. Por tal razn, el sector de la comunicacin social puede servir como instrumento eficaz para potenciar la unidad de los pueblos.Debe tenerse en consideracin que la coherencia y la persistencia en la aplicacin de los mecanismos integradores, a pesar de las dificultades de carcter coyuntural que se confronten, facilita el proceso destinado a fortalecer los vnculos entre las personas y las instituciones.2. NUEVA REALIDADUna de las caractersticas ms importantes en lo que respecta al desarrollo de las relaciones a nivel latinoamericano concierne a la adopcin de valores comunes compartidos.Como consecuencia de la democratizacin en las sociedades de la regin, es posible en la actualidad tener un lenguaje comn para abordar los principales temas de naturaleza poltica.Adems existe una coincidencia creciente en lo que respecta a las polticas econmicas instrumentadas en los pases latinoamericanos.Gradualmente se han configurado situaciones ms positivas para aspirar a un desarrollo integrado. No es posible todava -como acontece en el caso europeo- lograr una convergencia en ciertas metas e instrumentos de naturaleza macroeconmica. Pero, existen ms factores que facilitan una complementacin cada vez mayor entre las economas de la regin.La liberalizacin en los movimientos de capitales y de bienes y de servicios ha permitido desarrollar nuevos y ms importantes escenarios para facilitar la accin conjunta entre empresarios latinoamericanos.Existe, en esta materia, una diferencia cualitativa con la realidad vigente hasta fines de la dcada pasada, en que la existencia de normas de carcter proteccionista, as como de restricciones para las inversiones extrajeras en ciertas ramas de la produccin y de los servicios, impedan en la prctica una expansin de los vnculos entre los pases de la regin.El contexto en el cual se desenvuelven actualmente los procesos integradores muestra una regin que ha recuperado la capacidad de crecimiento. En cambio, los aos 80 fueron considerados como la dcada perdida, debido a los retrocesos en los planos del comercio, de las inversiones, de la produccin y de los indicadores sociales.En Amrica Latina se han logrado avances importantes en materia de estabilizacin econmica y de atraccin de inversiones extranjeros.En el plano financiero se han normalizado, en la mayora de los pases, las relaciones con los organismos multilaterales de crdito, las agencias oficiales de los pases industrializados y la banca comercial internacional.El dinamismo econmico, unido a los procesos de apertura y desregulacin, han creado las condiciones propicias para una expansin y diversificacin del comercio intraregional. Por ejemplo, en el caso de ALADI el intercambio se ha triplicado entre 1990 y 1995. En efecto, ha pasado de 12,200 millones a 35,400 millones de dlares.Finalmente, conviene sealar que, dentro de los mecanismos de la integracin regional, se consideran -al igual que en los mecanismos multilaterales en el plano internacional- asuntos tales como la proteccin de inversiones, el rgimen de propiedad intelectual, la liberalizacin del comercio de los servicios y el perfeccionamiento de los mecanismos de solucin de controversias.3. LOS LIMITES DE LA GLOBALIZACIONLa globalizacin informativa es uno de los cambios ms importantes que se ha producido en el plano de la comunicacin social.Es posible en la actualidad -inclusive en las zonas ms deprimidas del mundo- tener acceso inmediato, con una calidad tecnolgica similar, a los centros informativos mundiales.De tal manera se ha logrado poner en prctica un sistema eficaz de comunicacin en virtud del cual resulta posible tener una cultura informativa y una visin del mundo que tiende a convertirse gradualmente en comn.Las percepciones derivadas de este proceso de globalizacin informativa no son similares. Dependen de la ubicacin del lector, del televidente, del que accede por Internet al conocimiento, la noticia y el comentario.Los anlisis de la informacin tienden a realizarse con criterios distintos, segn se trate de informaciones generadas o interpretadas en los pases desarrollados o en las naciones emergentes y en desarrollo.Existen necesidades informativas diferentes y visiones distintas de los acontecimientos.Lo que globaliza la informacin es la tecnologa de comunicacin y no necesariamente los contenidos noticiosos. En otras palabras puede resultar contraproducente para la conformacin de la aldea global que, por la ventaja tecnolgica y la disponibilidad de recursos econmicos, se registre una mayor concentracin en materia de flujos informativos en las naciones industrializadas que en las dcadas precedentes.A pesar de los avances en la tecnologa de la informacin y la apertura de las economas, no existe un mundo sino varios mundos.En ese contexto debe analizarse la aparente contradiccin entre los esfuerzos que se realizan por globalizar la economa y la sociedad internacional con otro fenmeno igualmente vigoroso, que consiste en la conformacin de bloques regionales y, por tanto, en el fortalecimiento de los mecanismos de integracin.Cabe preguntarse si existe una discrepancia entre ambos elementos que estn inherentemente vinculados a la nueva situacin de las relaciones internacionales, en los planos econmico y poltico.Se ha planteado, en este sentido, una falsa opcin. Se ha sostenido, por algunos sectores, que deberan dejarse de lado aquellos acuerdos integradores que contengan normas en beneficio de los pases que los integran. Se ha solicitado, por tales grupos, que debera eliminarse lo que histricamente se han considerado como los regmenes preferenciales en favor de los socios de un proceso de integracin.De alguna manera esta apreciacin de naturaleza poltica se refleja en la manera en la cual se evalan, analizan e interpretan los acontecimientos que constituyen noticia sobre la evolucin de la economa internacional.Los medios de comunicacin se encuentran frente a dilemas muy concretos para tratar informativamente y priorizar adecuadamente aquellas noticias que, en apariencia, suponen una contradiccin entre la globalizacin y los bloques regionales.En Amrica Latina, el trabajo grueso ha podido ser realizado en forma satisfactoria. En efecto, se ha logrado deslindar con claridad que los objetivos de la integracin no estn opuestos a los propsitos de la globalizacin econmica.Por el contrario, se considera que hay un mutuo refuerzo entre ambos elementos.4. NUEVAS DEMANDAS INFORMATIVASHace ms de dos dcadas, el tema del nuevo orden informativo internacional ocupaba el centro