vida del p. dehon yves ledure

153
Yves Ledure PEQUEÑA VIDA DE LEON DEHON Fundador de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de San Quintín Dios no sabe que hacer con nuestra sabiduría y con nuestras obras, él quiere nuestro corazón. Verdad y Caridad han sido las dos grandes pasiones de mi vida, y tengo un solo deseo: que sean el único atractivo de la obra que dejaré, si Dios quiere. León Dehon

Upload: leodehon

Post on 12-Nov-2015

221 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Escritos espirituales (dehonianos). Espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús. Carisma reparador

TRANSCRIPT

Yves Ledure

96

Yves Ledure

PEQUEA VIDA DE LEON DEHON

Fundador de los Sacerdotes del Sagrado Corazn de San Quintn

Dios no sabe que hacer con nuestra sabiduray con nuestras obras, l quiere nuestro corazn.Verdad y Caridad han sido las dos grandes pasionesde mi vida, y tengo un solo deseo:que sean el nico atractivo de la obra que dejar,si Dios quiere.Len Dehon

Traduccin realizada en Roma,en ocasin de la Beatificacin de Juan Mara de la Cruz, scj,11 de marzo de 2001primer Beato de la Congregacin del P. Dehon

PREFACIO

El inters de una biografa est en el hecho de que hace presente la historia de una persona: prolonga la existencia contndola, y por tanto dndole un nuevo espacio en nuestro tiempo. La personalidad del P. Dehon tan rica y contrastada, mereca ampliamente tal empresa.

Este hombre, que ha vivido la ltima mitad del siglo XIX y el primer cuarto del XX, es de hecho un testigo privilegiado, sino protagonista, de la historia de la Iglesia de este largo perodo. Siguiendo su itinerario, descifrando sus evoluciones, se descubre el trasfondo de nuestra vida religiosa. El P. Dehon haba entendido que, tras la Revolucin francesa, la Iglesia era tan solo una porcin de la sociedad, y por tanto, tambin tributaria de la cultura y del espacio humano en el cual quera obrar. Su historia por tanto es tan solo una de las componentes de un retablo ms amplio.

El inters mayor de la biografa del P. Dehon consiste en hacernos vivir estas interacciones mltiples, que tejen los espacios de una sociedad y portan las esperanzas de los hombres. La clarividencia de este hombre de inteligencia brillante, le ha llevado a l y a sus diferentes discpulos a ocupar los grandes desafos que marcaron las evoluciones de las cuales saldr el siglo XX. Situando la Iglesia dentro de esta evolucin, l contribuy a hacerla entrar en la modernidad, que es nuestra historia y su presente.

El P. Dehon vivi con la pluma en la mano. Comenz a recoger anotaciones desde su vida en el colegio, y dejar de hacerlo tan solo con su muerte. El resultado son dos voluminosos documentos, de diferente tipo: en primer lugar, sus memorias (Notes sur lHistoire de ma Vie = NHV) que cubren la primera parte de su vida, desde su nacimiento hasta 1888. se trata de una retrospectiva en la cual el autor comenz a trabajar en 1886 y que en 1897 no estaba an terminada. Refirindose a distintos documentos, el P. Dehon escribe, a veces rescribe, su existencia, para darle una continuidad y, por tanto, justificar sus elecciones ms importantes.

En segundo lugar, tenemos su Diario personal (Notes Quotidiennes = NQ) en el cual recoge anotaciones cotidianas, que describen lo que l vive, sus estados de nimo, as como sus reflexiones frente a los acontecimientos. Esencialmente este diario va del 1886 al 1925. del perodo que precede a 1886 queda tan solo algn cuaderno que cubre su perodo de seminarista en Roma (1867-1870). Es solo una casualidad que hayan desaparecido justamente las anotaciones del perodo anterior a 1886?

Estos dos documentos, Memorias y Diario, han servido como hilo conductor a esta biografa. Salvo indicacin contraria, los textos del P. Dehon citados en las pginas que siguen estn trados de estas dos obras. Si bien sean diferentes tanto por el estilo como por el objetivo que persiguen, ellos nos dan un reflejo muy interesante de la compleja personalidad del P. Dehon. Entrelazando las dos prospectivas, podremos darnos cuenta mejor de su gran riqueza de vida y de pensamiento. Sorprende de hecho, que, todava hoy, ellos no hayan sido ms estudiados. Si este breve perfil contribuye a hacerlos conocer mejor, tambin fuera del crculo de sus discpulos, el autor considerara alcanzado su objetivo...

Y. L.

1ESTUDIOS Y VIAJES

1870, ao de transiciones para Francia y Europa, as como para la Iglesia Catlica. En julio de 1870 estalla la guerra franco-prusiana que remodelar el mapa geopoltico de Europa y cuyas consecuencias llevan en germen los conflictos futuros, en particular el de 1914-1918. la victoria militar abre el camino a la unidad alemana, bajo la dominacin de Prusia. Seguidamente al desastre de Sedan, que ha supuesto el alejamiento de Napolen III, en pars se proclama la Repblica.

Aprovechando la cada de Napolon III, Victorio Emmanuel II invade los territorios pontificios, que estaban protegidos por las tropas francesas y hace de Roma la capital prestigiosa del Reino de Italia. El Papa se ve privado de todo poder temporal. El papado ser profundamente transformado. El papa deber ponerse de manera diferente ante las naciones. Su papel ser ms espiritual que poltico. Estos acontecimientos supondrn profundas transformaciones tambin para la Iglesia.

A partir del 8 de diciembre de 1869, se desarrolla en Roma el concilio Vaticano I, que haba sido convocado por Po IX. Este concilio llegar, en julio de 1870, a la proclamacin de la infalibilidad pontificia. Todo sucede como si este plus de aureola espiritual tuviese que compensar la prdida del poder temporal y tambin reorientar la funcin pontificia hacia una dimensin ms pastoral. El Vaticano I confirma la corriente romana que en el siglo XIX se haba propagado en la Iglesia e incrementar el potencial de simpata o es ms de veneracin hacia la persona del soberano pontfice. Perdiendo su funcin temporal, la institucin pontificia se concentrar en la persona misma del papa, hasta el punto de identificarse con l. Claramente no todos los catlicos seguirn esta evolucin.

Un Concilio es siempre en acontecimiento en la Iglesia, sobre todo por el hecho de que el ltimo se remontaba al siglo XVI, en el momento de la Contrarreforma. En efecto, tras el concilio de Trento (1545-1563), la Iglesia no haba conocido una reunin similar. Esto nos hace entender la novedad representada por el Vaticano I en la segunda mitad del siglo XIX.

Un joven sacerdote, ordenado en diciembre del ao precedente, participa como estengrafo del acontecimiento. Para asegurar la transcripcin de las sesiones solemnes haba sido creado un pequeo grupo de estengrafos, bajo la direccin de Virginio Marchese, sacerdote de Turn, ya estengrafo del Senado italiano. La veintena de sacerdotes que componan este grupo haba sido tomado de los diferentes seminarios romanos. Uno de los cuatro franceses, elegidos entre los estudiantes del seminario de Santa Chiara, se llama Len Dehon. El Vaticano I ser para l una experiencia inolvidable, que dar una tonalidad decididamente romana y eclesial a su perfil espiritual. El razonar y se comprometer siempre en trminos de Iglesia universal. Roma forma parte de su cultura hasta el punto de convertirse para l en una segunda patria.

Desde octubre de 1865, Len Dehon se encuentra en el Seminario francs de Roma, donde se prepara al sacerdocio. Esta etapa es la conclusin de un camino rico de peripecias, como veremos a continuacin. Muy dotado, tambin brillante es ya abogado el joven habra podido abrazar carreras ms gratificantes. Es con pleno conocimiento de causa que elige el sacerdocio. Con la dulce perseverancia de las personas convencidas, supera obstculos y dificultades para alcanzar el objetivo al cual apuntaba desde la primera juventud.

Las races familiares

Len Dehon naci el 14 de marzo de 1843 en La Capelle, un burgo grande situado al norte del departamento de LAisne, no lejos de la frontera belga. Fue bautizado en la iglesia parroquial el 24 de marzo siguiente. Estamos en la vigilia de la Anunciacin a la Virgen Mara. Ms tarde el P. Dehon ver en esto un signo providencial, una indicacin de lo que deba ser el corazn de su espiritualidad, el Ecce venio, he aqu que vendo del salmo 40, que describe la actitud del creyente que hace don de su voluntad a Dios por amor. La Carta a los Hebreos retomar esta perspectiva para definir la actitud misma de cristo, sus sentimientos, en la aventura de la Encarnacin. Tu no has querido ni sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo. no aceptas ni holocaustos ni sacrificios por el pecado. Entonces yo dije: He aqu que vengo porque de m est escrito en el libro- para hacer, oh Dios, tu voluntad (Hb 10, 5-7).

En NHV, Dehon escribir unos 40 aos ms tarde:

El 24 de marzo era la fiesta de un nio mrtir, San Simen. Pero eran sobre todo las primeras vsperas de la fiesta de la Anunciacin. Fui feliz ms tarde de unir el recuerdo de mi bautismo al del Ecce Venio de Nuestro Seor. He obtenido una gran confianza de este acercamiento.

Estas indicaciones nos son preciosas, porque subrayan la continuidad de una existencia de muchas esfumaturas, de innumerables compromisos. La actitud de oblacin, de ofrenda de s, que es la trama de fondo de la Encarnacin, leer unido y dar un densidad particular a la vocacin religiosa de Len Dehon.

Len nace en una familia de ricos propietarios terratenientes, especializada en la crianza de caballos de carrera. La Capelle pertenece a la Thirache, que es una regin esencialmente agrcola. Sus principales riquezas son fruto de la crianza. La regin est dividida por dos grandes mercados, como Hirson, La Capelle, Le Nouvion, que constituyen otros tantos cruces de comunicaciones. Estamos en una regin de paso, dirigida al norte de Francia, hacia la Lorena, Champagne, Blgica. Ella ser regularmente atravesada por diferentes ejrcitos, que dejarn ruina y desolacin.

La familia Dehon es originaria del Hainaut francs, ms precisamente del Seoro de Hon, junto a Bavay, una ciudad importante ya en la poca galo-romana, justamente porque era un cruce de caminos que surcaban el norte de la Galia. En el siglo XVIII los de Hon se establecen en La Capelle; con la Revolucin abandonan el prefijo de para convertirlo en Dehon. Prosiguen su actividad de agricultores y de criadores de animales. Con la llegada de la riqueza, la familia ocupa rpidamente una posicin social acomodada e influyente. El abuelo es alcalde de La Capelle en el momento del nacimiento de Len. Es l quien firma el registro de nacimiento de su nieto. El padre de len, Alejando Julio, como su hermano menor Enrique, ocuparn el mismo puesto. La posicin social de la familia Dehon est ampliamente asegurada en La Capelle, famosa en la regin por las carreras de caballos. Los Dehon poseen naturalmente una escudera.

Len Dehon nace por lo tanto en un ambiente de pequea burguesa rural, muy enraizada en un territorio, ocupada en las cosas de la tierra, pero abierta a las innovaciones. Podemos ver una prueba en el viaje que l emprende a la edad de 12 aos con su padre para visitar la Exposicin universal de Pars. Ser su primer gran viaje. Har seguidamente muchos otros, vivindolos como otras tantas lecciones de cosas, segn su expresin.

Sin embargo, el joven Dehon, al contrario que su hermano Enrique que sigue la huellas paternas, no est atrado por la vida y las ocupaciones de la tierra. Practica tan solo moderadamente la equitacin, cosa que sorprende en tal ambiente. En efecto es con su madre, Estefana Vandelet, que el nio establece lazos de secretas connivencias. Aqu se juega una parte decisiva de su orientacin futura, tanto en el plano cultural en general como desde el punto de vista religioso.

Los Dehon son catlicos por tradicin, pero poco practicantes. El padre, Alejando Dehon, tras el perodo transcurrido en el Colegio de San Quintn, haba abandonado toda prctica de vida cristiana. De su primera educacin religiosa, aun siendo rudimentaria, conserva el sentido de la justicia, una actitud de bondad y de respeto sincero por la religin. Sin embargo, se adapta a los usos de la poca, que quieren que la religin no sea una ocupacin de hombres, sino negocios de mujeres. La Capelle estaba particularmente marcada por este modo de pensar. Por respeto humano, los hombres evitaban entrar en la iglesia.

Estaban fuertemente influenciados por las ideas cientistas, que juzgaban el cristianismo como un insostenible oscurantismo. Ms tarde, el P. Dehon se revelar contra estos prejuicios que alejan a los hombres de la Iglesia y que desfiguran a Cristo, presentndolo como el apstol tmido de los nios y enfermos. No es ms el Len de Jud, no es ms el pastor de hombres, que reuna tres o cuatro mil galileos, sin contar las mujeres y nios. Cmo no admitir que Dehon piensa en su padre escribiendo estas lneas en La rnovation sociale Chrtienne?

La vocacin de Len permanecer por ello, para su padre, un enigma y un tema de grave conflicto. Entre padre e hijo se crea una incomprensin duradera, cuando no una sorda hostilidad. La ordenacin sacerdotal de Len en 1868 les acercar solo parcialmente, tambin si el hijo tiene la gran alegra de ver a su padre retomar tmidamente el camino de la Iglesia.

La cosas van totalmente de otra manera del lado de los Vandelet, cuya educacin religiosa es cuidado. La madre de Len fue educada en Charleville, en el pensionado de las Damas de la Providencia de Mme. de Gerlache, que despus se fundirn con las religiosas del Sagrado Corazn de Santa Sofa Barat. Del tiempo transcurrido en el pensionado, Estefana hered una piedad slida, iluminada, inventiva en sus diversas actividades caritativas. Sobre todo a partir del matrimonio en casa Dehon, su vida est fuertemente marcada por la devocin al Sagrado Corazn de Jess, del cual toma los elementos esenciales en el libro de oracin Manual del Sagrado Corazn. Este libro la acompaar toda la vida, y transmitir su sustancia al hijo Len.

Por tanto se puede decir que es sobre las rodillas de su madre donde Len descubre el Cristo manso y humilde de corazn. Es all donde es impregnado de esta devocin, tan popular en el siglo XIX. A travs de ella de hecho expresa esencialmente la fe del pueblo cristiano de la poca. Cuando Len es invitado al colegio de Hazebrouck, la madre deja caer en el equipaje el Manual del Sagrado Corazn. Ms tarde el P. Dehon dir que este libro fue su verdadera gua asctica, el que lo ha formado a las grandes devociones de la vida cristiana. Si se aaden la Imitacin de Cristo y la Introduccin a la vida devota de S. Francisco de Sales, tenemos los libros clave de su adolescencia, con los cuales nutra su adolescencia. Es necesario felicitarse por tales elecciones, que testimonian una sensibilidad religiosa particularmente iluminada, nutrida en la gran tradicin asctica de la Iglesia. El terreno est bien preparado para la obra espiritual de maana, centrada sobre la persona de Cristo. Compartimos plenamente el pensamiento del P. Dehon cuando rinde homenaje a su madre:

Mi madre ha sido para m uno de los mayores dones de mi Dios y el instrumento de mil gracias... ella prepar indirectamente mi vocacin.

El colegio de Hazebrouck

Len asiste a la escuela del pueblo como mediopensionista. Todas las maanas, tambin en invierno, se presenta a las seis en punto. Sigue el catecismo del prroco Hcart, demasiado viejo para domar las travesuras del muchacho de diez aos. Muy dotado, vivo de espritu, capaz de entender rpido y bien, Len se dejar llevar. No tiene necesidad de estudiar mucho para sacar los estudios. El ambiente de la escuela no lo impulsa al trabajo. Los padres se preocupan por esta situacin y deciden enviarlo con su hermano Enrique, mayor que l cuatro aos, al colegio de Hazebrouck, dirigido por algunos sacerdotes del norte. Ingresa el 1 de octubre de 1854 y lo deja en 1859, tras haber conseguido el diploma a los diecisis aos.

Por qu Hazebrouck? En un primer momento el padre, que soaba brillantes carreras para sus hijos, haba pensado en Pars. Pero por la insistencia de la madre, que vigila la educacin religiosa de los hijos, los muchachos son confiados al pensionado de Hazebrouck. De hecho, la familia tiene relacin con uno de sus dirigentes, el reverendo Boute, viejo prroco de su ama de llaves. La eleccin es importante, porque permite a Len vivir en un ambiente cristiano homogneo, donde nacer y crecer su vocacin. l mismos, por lo dems, no se engaa cuando dice: es sta la gracia que gua mi vida. Alabar a dios por esto toda mi vida. Len Dehon, una vez dejado el colegio, mantendr una correspondencia regular con sus viejos maestros, en particular con el director profesor Dehaene. De hecho, la vida austera de estos sacerdotes enseantes, como existan tantos en la poca, todo dedicados a la educacin de la juventud, quedar para Dehon como un modelo y una tarea que tambin l realizar a su vez. En contacto con estos sacerdotes, l mide la importancia de la tarea pedaggica. Por largos aos l mismo se dedicar en alma y cuerpo, formando al mismo tiempo el hombre y el cristiano.

La Iglesia de Francia, tras la tormenta revolucionaria, invirti masivamente en la educacin de los jvenes, a travs de escuelas y oratorios sea en el sector masculino que femenino. Por lo que respecta a los hombres, Jean-Marie Lamennais, Marcelin Champagnat o don Bosco, por citar algunos, suscitarn innumerables vocaciones de religiosos enseantes o educadores. Tras la ley Falloux de 1850, ms de 900 congregaciones femeninas fueron autorizadas a abrir escuelas. La Monarqua de julio, como la ley Falloux que suprima el monopolio de las universidades sobre la enseanza secundaria, han facilitado de manera singular la tarea de la Iglesia, que inmediatamente se ha puesto manos a la obra. Los institutos pertenecientes a congregaciones religiosas se multiplican tanto en el campo como en la ciudad. A los ojos de los historiadores, esta irrupcin masiva de religiosas institutrices, sin olvidar las enfermeras, constituye un verdadera acontecimiento de sociedad. La enseanza se convierte as en la plaza fuerte de la Iglesia para su obra de evangelizacin... para la reconquista del poder, afirmarn los anticlericales, que comienzan a preocuparse por esta nueva apropiacin eclesistica. Tenemos aqu en germen los futuros conflictos de la III Repblica.

Hazebrouck es uno de aquellos colegios de origen municipal que pasa a la direccin eclesistica. Es aqu donde Len siente la llamada al sacerdocio. El ambiente mismo preparaba a esto, porque el estilo del colegio, bajo el impulso del prroco Dehaene, tenda a una pedagoga integral que pona el acento en la vida cristiana. Los estudios clsicos tenan el puesto de honor; el latn acaba por convertirse para los ms dotados en una lengua casi corriente. La austeridad de vida que reinaba deba templar los caracteres y fortificar las convicciones cristianas.

Se coma pan negro siempre y diferentes carnes apreciadas por el campo flamenco, pero apetecibles para estmagos delicados. La regla era viril: alzada matutina, poca calefaccin, mucho trabajo y pocas vacaciones. Los estudios eran duros. Los mejores alumnos de retrica eran admitidos sin ni siquiera hacerla filosofa.

La descripcin un poco densa, digna de un informe militar, no debe hacer olvidar lo esencial. Este ambiente, bien enraizado en las fuertes tradiciones flamencas, ser iluminador para Len. Adems de sus estudios, el se dedicaba a diversas asociaciones pas, en particular a la Conferencia de San Vicente de Pal cuyo origen era reciente: se remontaba a 1833. justamente en aquel ao Ozanam haba reunido en Pars a sus primeros compaeros. Gracias a las actividades de la conferencia, Len comienza a descubrir la cara oculta de la sociedad de la cual ignora todo: pero en particular la miseria y la pobreza. Recordando que es durante este perodo que l lee el Manual del Sagrado Corazn, la Introduccin a la vida devota y la Imitacin de Cristo, se est en el derecho de afirmar que justamente en Hazebrouck toman pie las dos grandes orientaciones de su vida: una espiritualidad del corazn de Jess y el compromiso social.

El atractivo hacia el sacerdocio se precisa desde el primer ao de colegio. La misa cotidiana y el encargo como sacristn contribuyen por su parte. Len fecha su decisin a responder a la llamada la noche de Navidad de 1856. a partir de este momento, el sacerdocio se convierte en el objetivo del cual l no se desviar ms; l mismo se sorprende: lo que me impresiona, anotar ms tarde, es que desde entonces mi decisin no ha sido nunca seriamente cuestionada. Cierto, el adolescente conocer las dificultades, las tentaciones de la edad. La obra dela gracia ser ms fuerte y permitir superar todas las resistencias y oposiciones que encontrar en su camino. La decisin del adolescente es por tanto irrevocable y l sabr inventar los caminos, a veces originales, para realizar el proyecto. Vemos aqu una personalidad fuerte que se construye sobre la base de fuertes convicciones y de perseverante tenacidad en la elecciones y decisiones. Todas ellas cualidades que son indispensables al fundador de una orden.

Durante las vacaciones de 1856, Len lleva a cabo su primer gran viaje en compaa del nuevo prroco de La Capelle, don Demiselle, con el cual estar siempre muy ligado. Lieja, Aquisgrn, Colonia son las principales etapas de este viaje turstico de varias semanas. De este viaje el adolescente conserva l hbito de anotar con cuidado los lugares visitados, las impresiones recibidas, las reflexiones que le inspira lo que ve. Para Dehon el viaje es un abrir las hojas del gran libro del universo, descubre la vida y las pasiones de los hombres y contempla las mirabilia Dei. Sus numerosos cuadernos de viaje contiene el testimonio.

El sacerdocio que divide

El agosto de 1859 seala el final de una etapa. Len termina sus estudios secundarios. El 16 de agosto de 1859 supera conexito el bachillerato de letras. Se pregunta, tanto l como sus padres, por el futuro.

Volviendo a La Capelle, el neobachiller pone al corriente a sus padres de su decisin de ser sacerdote. El anuncio resuena como el golpe de un rayo.

Para los progenitores, en particular para el padre, es un shock. Hasta aquel momento no haba habido ningn acuerdo entre padre e hijo. El padre, que se haba convertido en una personalidad local, soaba para este hijo una gran carrera de prestigio. La eleccin de Len, sin embargo, arruina todos sus proyectos. No la comprende y por supuesto no la comparte. Por otra parte, cmo podra hacerlo? Su cristianismo era demasiado superficial, por no decir esencialmente sociolgico. No poda aceptar para su hijo una idea de sacerdocio que no corresponda en nada a las ambiciones que l acariciaba: las del xito, el prestigio y el poder. Se enfrentan en este caso dos lgicas que crean una profunda incomprensin entre el padre preocupado de la carrera y posicin social y el hijo que busca la unin con Cristo, el don de s a Dios. Si la relacin padre-hijo es problemtica, en casos como ste puede convertirse en enfrentamiento: el padre ya no se reconoce en su hijo y este ltimo pierde la referencia paterna por algo que le es ms querido. As se anuda un drama secreto que teje una tela de fondo de sufrimiento, de frustraciones y en fin de soleada entre dos seres, que se quieren el uno al otro. De su padre, el hijo dir con gravedad: Fue tomado por una tristeza que no lo dejara nunca hasta su muerte.

El hijo deber por tanto oponerse al padre para realizar su proyecto, para realizarse con este proyecto. El proyecto dehoniano, del cual veremos progresivamente la complejidad, comienza con una desobediencia inicial a los padres. El rechazo de seguir al padre abre la vida de la obediencia a Dios, que ser la actitud de fondo de la espiritualidad dehoniana. Len no podr nunca contar con su padre para ser sostenido, acompaado, animado. Ciertamente su madre lo comprende y secretamente lo sostiene, pero sin oponerse abiertamente a su marido. El sacerdocio de Len Dehon es hurfano al menos de padre. No tiene ascendientes, pero tendr una numerosa descendencia. Al momento de la ordenacin, el padre, Alejandro Dehon, se acerca tmidamente a la prctica sacramental, dando una inmensa alegra al hijo: haba acabado por habituarse a lo que no poda aceptar. La herida se reabrir en el momento de la fundacin de la congregacin, que trunca de raz toda posibilidad de promocin eclesistica.

Para el P. Dehon el sacerdocio no ser nunca visto, ni siquiera de lejos, como una carrera. A sus ojos, tan solo la caricatura podra ver en el sacerdote un funcionario de Dios! A travs de su historia personal, Dehon ha vivido el sacerdocio como una realidad que no se casa con las ambiciones personales o los xitos sociales. El sacerdocio entra en el campo de la aventura espiritual que no tolera la mediocridad, aunque no est carente de debilidades. Toda su vida estar acompaado de esta conviccin, a la cual la Escuela Francesa y, en particular, Brulle darn la argumentacin teolgica. La preocupacin por la cualidad sacerdotal, sea humana que espiritual, es una constante que reencontraremos en las sucesivas y muchas iniciativas, de manera particular en la fundacin de la congregacin.

Pars

Frente al rechazo del padre, el hijo se pliega momentneamente. En vez de entrar en el Seminario de San Sulpicio de Pars, como tena intencin de hacer, se inscribe en un curso de preparacin al Politcnico, ya que sta era la decisin paterna. Contemporneamente, se inscribe en el primer ao de derecho, sin seguir an regularmente los cursos. Tras haber conseguido con xito, en julio de 1860, el bachillerato en ciencias que le abre el ingreso al Politcnico, abandona este camino para dedicarse totalmente al derecho. El trmite jurdico le parece, e efecto, ms de acuerdo con su cultura y su sensibilidad personal. En ella ve tambin una lejana preparacin a su proyecto sacerdotal, pospuesto ciertamente, pero no abandonado.

En agosto de 1862, supera la licencia en derecho. Este xito universitario le abre la posibilidad de inscribirse e el foro. En noviembre presta juramento como abogado e inicia la prctica en el bufete de un procurador legal. Pero como no aspira a ejercer, dedica casi todo el tiempo a preparar una tesis doctoral en derecho, que sostiene con xito el 2 de abril de 1864.

Por obedecer a su padre, Len pas cuatro aos de estudio en Pars. Esta larga permanencia fue particularmente rica y fecunda. El estudio del derecho no lo ocupaba totalmente, porque lo considera no como preparacin a una carrera ni como aprendizaje de un oficio. Era ante todo un paso obligado y la espera de otra cosa.

El estudiante de derecho se programa por tanto un ritmo de vida que le permita favorecer la vocacin sacerdotal, su objetivo ltimo. Habitando en la Rue Madame, l hace de San Sulpicio su parroquia, que frecuenta activamente, en particular, la misa cotidiana de la maana. Aqu espiga algo del espritu de Olier, el fundador de los sulpicianos, del cual deseba alimentarse entrando en el Seminario de San Sulpicio. Gracias a la enseanza de los sulpicianos recoge los primeros elementos de espiritualidad sacerdotal de la cual har ms tarde la base de la propia doctrina espiritual: la unin con Cristo, a sus misterios, a sus sentimientos. l se compromete adems con diferentes obras de la parroquia, como la Conferencia de San Vicente de Pal. Aconsejado por su padre espiritual, elegido de entre los vicarios de la parroquia, se convertir tambin en catequista de los desheredados y de las personas privadas de instruccin, muy numerosas en el barrio.

Esta parte de Pars presentaba un rostro muy contrastante. No se reduca solo a los negocios de objetos sacros de gusto decadente de los cuales se burlar ruidosamente Huysmans. Entre el Panten, el barrio Mouffetard y S. Sulpicio se extenda una zona de extrema pobreza: una zona donde los males y las miserias de la sociedad del Segundo Imperio se concentraba y se agigantaban. Atravesando aquellas calles estrechas, sin sol, nauseabundas, superpobladas, aquel joven tan distinguido tuvo que padecer los sarcasmos y los insultos de hombres y mujeres que, a causa de sus condiciones de vida, haban perdido toda dignidad humana. l mide el abismo que separa a las clases sociales, toca con la mano el odio fuerte que el pueblo en la miseria nutre hacia la burguesa, de la cual l forma parte. Este barrio le ofrece de algn modo el rostro de una sociedad del siglo XIX en vas de industrializacin y de empobrecimiento. Para remediar estos males, el estudiante se compromete en obras de caridad. Algn tiempo despus, vicario de S. Quintn, recordando su experiencia parisina, medir los lmites. La caridad no basta: los desheredados tienen ante todo el derecho a la justicia social.

Len Dehon fructifica su estancia en Pars tambin para abrirse a la vida social y poltica, para iniciarse en cuestiones estticas. Frecuenta con asiduidad el crculo catlico del barrio S. Sulpicio, una de las numerosas obras que florecan en la Francia del XIX y que denotan la vitalidad del catolicismo. Se organizaban conferencias sobre cuestiones literarias y sobre problemas de actualidad. El problema del galicanismo, la cuestin del liberalismo catlico que la escuela de Lamennais haba propuesto con vivacidad y que haba suscitado tantas esperanzas, eran objeto de debates apasionantes. Son todas cuestiones que Len Dehon reencontrar ms tarde. A travs de las personas que encuentra, Ozanam, el periodista Veuillot, Dupanloup, el oratoriano Gratry o el futuro diputado de Valenciennes, Thellier de Poncheville, Dehon descubre un rostro del catolicismo francs del cul estaba lejos de sospechar que fuese tan rico y variado.

El encuentro del amigo

A travs del crculo catlico, Len conoce a un joven estudiante de arqueologa, Len Palustre, que ms tarde ser conocido por sus publicaciones y presidir tambin la gestin de la Sociedad Francesa de Arqueologa. Una amistad profunda se produce entre los dos, que descubren tener gustos comunes, hasta el punto de compartir un apartamento en comn en la calle Buonaparte, un apartamento de artistas, precisa Dehon, donde se acumulan numerosos recuerdos de sus viajes. Palustre dar de hecho a nuestro Len un gusto por los viajes que no lo abandonar ms. Juntos descubren Pars, sus museos, sus monumentos. Lo abre adems al mundo de las bellas artes, en particular de la pintura y de la arquitectura, de las cuales Dehon ignoraba casi todo. Los dos jvenes comparten tambin un ideal cristiano comn y miran cada uno a una propia consagracin a Dios. En su pequeo apartamento inician muy pronto la jornada, con media hora de lectura de la Sagrada Escritura sirvindose de los comentarios del clebres exegeta benedictino dom Calmet. El particular merece ser subrayado porque por entonces la prctica de la Biblia era poco corriente en el mundo catlico. Dehon conservar un sentido muy agudo de la Escritura, que reencontraremos en sus obras de espiritualidad.

Desde abril a julio de 1861 len Dehon est en Inglaterra para aprender la lengua del pas. Volver al ao siguiente con Palustre, para un recorrido turstico a travs de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Aprovecha el pasaje a Londres para visitar la exposicin universal. Obtiene una audiencia del arzobispo de Westminster, el cardenal Wiseman, autor de la clebre novela Fabiola o la Iglesia de las Catacumbas. El cardenal habl mucho de roma, de donde apenas haba regresado. En 1863 Dehon emprende un nuevo viaje con Len palustre. Los dos amigos recorren Alemania del norte, los pases escandinavos y despus la Europa central. Parten en 12 de agosto de Estrasburgo y llegan al inicio de noviembre a Viena. Son recibidos por el conde de Chambord, pretendiente al trono de Francia, que vive en el exilio en Frohsdorf. El 4 de noviembre, palustre y Dehon son invitados a la mesa del conde y de la condesa de Chambord. Encuentro conmovedor que refuerza los sentimientos monrquicos de los dos jvenes.

Seguirn otros viajes, porque Dehon les ha tomado gusto durante el perodo de estudios. Si el viaje es un placer, Dehon lo vive ante todo como un medio de cultura, como los escritores y los artistas. Vea en los viajes una fuente inagotable de estudio. Descubre a los hombres en su espacio vital, con sus costumbres e historia. Llenar cuadernos enteros de anotaciones ricos en detalles y ancdotas, hasta el punto de aparecer a veces como una copia de la gua turstica. Sin embargo no faltan las observaciones ms personales y las impresiones fuertes, que revelan un carcter curioso, atento a las personas; y expresa su repulsa frente a situaciones insoportables.

As el mercado de las pulgas de Dubln le inspira sentimientos severos, porque los viejos trastos de los ricos ingleses, que all van testimonian el estado de opresin y de pobreza de Irlanda. Se revela contra los casinos de las grandes ciudades termales alemanas como Ems, Wiesbaden, Homburg, donde se dan cita la rica burguesa y las familias principescas. La sed de la ganancia envilece al hombre, que prisionero de su pasin por el juego, ofrece un espectculo inmoral y desolador.

A mi parecer es en estos viajes que Len Dehon adquiere el sentido de la historia que marcar tanto su pensamiento. Desde este punto de vista es ciertamente un hijo de su tiempo. El siglo XIX es por excelencia el siglo de la historia, este sexto sentido del hombre segn Nietzsche. Es tpico ver esta problemtica en la obra de Dehon: situar histricamente para comprender la complejidad y la puesta en juego de una cuestin. A travs de los viajes y tal es la historia Dehon aprende a conocer al hombre en su realidad cotidiana, en una infinita variedad. Cmo no relativizar despus los puntos de vista, las afirmaciones muy unilaterales? El viaje es una escuela de tolerancia. Dehon ser todo, excepto un idelogo cerrado en sus certezas. l desconfiar siempre de los nacionalismos mezquinos, sea en el pensar que en el corazn.

Carencias intelectuales de la Iglesia

Ni estos viajes, ni los estudios distraen a Len Dehon de su vocacin. Estara tentado en decir lo contrario: este tiempo de maduracin lo conforta en su voluntad de ser sacerdote. Progresivamente madura tambin, durante su vida parisina, un proyecto de gran importancia. El estudiante de derecho, que asiste a las iglesias parisinas y encuentra muchos sacerdotes, constata una falta. La Iglesia est ausente de la que l llama la direccin intelectual del pas. El clero francs no se ocupa del debate de las ideas, porque no est preparado para los altos estudios. La clarividencia de Dehon es sorprendente en este aspecto, porque por una parte l subraya una de las carencias de la Iglesia francesa del XIX: el nivel mediocre de la preparacin del clero. Ya al inicio de siglo, los hermanos Flicit y Jean-Marie Lamennais, en Reflexiones sobre el estado de la Iglesia de Francia, deploraban la gran plaga que amenazaba a la Iglesia de Francia, o sea la ignorancia. Para remediarlo, ellos haban propuesto la creacin de los conservatorios de ciencias eclesisticas. Habran pensado tambin en fundar un instituto la congregacin de san pedro, cuyo nombre es todo un programa para la formacin de un clero iluminado y sabio, que supiese debatir las ideas del tiempo, en la confrontacin con el Iluminismo. Pero tal proyecto, iniciado por Malestronit en Bretaa, no tuvo futuro a causa de la evolucin de Flicit y su ruptura con la Iglesia.

Otras personalidades, como Bautain en Estrasburgo o Gratty en Pars, vean la necesidad de renovar la formacin sacerdotal. Pero ningn proyecto lograba el xito, porque los obispos teman sea la ciencia que la modernidad y no los animaban. Se confiaron sin embargo a los Sulpicianos, especialistas en la formacin de los sacerdotes, y estos refutaban toda novedad para poner el acento sobre las cualidades de la generosidad y de la piedad, a costa de la formacin intelectual. Se contentaban con ensear una teologa de manual, repitiendo la apologtica de Bossuet, sin acceso directo a las fuentes escritursticas. El trabajo de edicin de los Padres griegos y latinos comenzado por Migne se ignora. Se necesitar esperar a la creacin de universidades catlicas en 1875 para que la situacin comience a moverse y la Iglesia comience su renovacin intelectual. Notamos aqu que ms tarde, el P. Dehon defender la idea de que la renovacin de los estudios en los seminarios exige que estos estn unidos con una universidad catlica.

Ciertamente el joven estudiante de derecho no tiene, en torno a los aos 1860, una clara visin de esta situacin. Sin embargo, le preocupan los puntos mayores y desea participar en la renovacin de la formacin del clero para ayudar a la Iglesia a encontrar su puesto en el debate cultural. El se abre, respecto a este proyecto, con dos personalidades de la poca. Ante todo con el padre Alfonso Gratty, que est empeado en la revitalizacin del Oratorio en Francia.. len Dehon leer sus diferentes obras, en particular Sources, de la cual aprecia sus cualidades pedaggicas.

Expone su proyecto tambin a Mons. Dupanloup, obispo de Orlens, al cual visita regularmente. Ambos le animan a seguir en los estudios, pero como buenos galicanos le desaconsejan Roma para el estudio de la teologa. Estaban prevenidos contra la teologa romana, comenta sobriamente Dehon, que admira estas grandes figuras de la Iglesia francesa y se amarga por sus diferencias frente a Roma.

l, como por instinto, est siempre ms inclinado a elegir Roma para su formacin teolgica, no obstante las reservas de las que hemos hablado. El estudiante desconfa en primer lugar de esta cerrazn del galicanismo en el cual ver ms tarde una de las causas del debilitamiento de la Iglesia francesa.

Quedaba convencer a su padre, que haba impuesto al hijo un curso de estudios profanos, en la esperanza de verlo abandonar su deseo de ser sacerdote. Tras haber obedecido llevando a trmino los estudios jurdicos, Len repiti a su padre su intencin. El dilogo fue de lo ms difcil, porque el padre no quera ni siquiera or hablar de sacerdocio para su hijo y continuaba a tergiversar.

Mi padre, escribe, me haba prometido dejarme libre una vez convertido en doctor: pero ahora que el momento haba llegado, no quera an rendirse.

Un viaje turstico de diez meses

La situacin est por lo tanto bloqueada y no est en cuestin que el hijo se rebele contra el padre. La mentalidad de la poca no lo habra permitido y los sentimientos de Len no habran podido llegar a tal exceso. Palustre, que se encuentra en La Capelle en el momento de la discusin entre padre e hijo, propone una solucin de espera. Sugiere un gran viaje a travs del Medio y el Cercano Oriente. El padre, para ganar un ao y en la esperanza de que este viaje habra obrado la auspiciada distraccin, da su consenso y el dinero necesario para su realizacin. Ser el viaje ms largo llevado a cabo por el P. Dehon; durar ms de diez meses. Este viaje representa un momento clave en la formacin y evolucin de Len. l lo vive como la coronacin de sus estudios profanos, y como un complemento de su formacin clsica, antes de su entrada en el seminario. Viaje de estudios, si es que existi alguno, visto que nuestros amigos llevan consigo una verdadera biblioteca, que debe ayudarles a descubrir los tesoros culturales de las ciudades a visitar. A medida que el viaje procede ellos mandan de vuelta los libros que ya no necesitan ms, junto a los objetos de recuerdo de los pases explorados. Dehon y Palustre inician su viaje a Estrasburgo el 23 de agosto de 1864. no es fcil seguir a los dos viajeros, a pesar de los cuadernos de viaje perfectamente documentados que nos ha dejado Len Dehon. En el contexto del siglo XIX el mapa poltico de estas regiones no corresponde al que hoy conocemos.

En la poca dos grandes imperios contendan en Europa central, adems de en el Medio y Cercano Oriente. Por una parte encontramos la monarqua austriaca a cuya cabeza est Francisco Jos, a quien vern el 6 de junio de 1865 en una Budapest en fiesta. El imperio, en vas de liberalizacin para convertirse en 1867 en el imperio austro-hngaro, en plena descomposicin, se extiende oficialmente desde Constantinopla hasta Egipto, que goza de un rgimen de autonoma muy amplia.

Tras haber atravesado Alemania del Sur, Suiza e Italia del Norte, nuestro viajeros se detienen unos diez das en Venecia. A travs del Adritico llegan a Grecia, donde estn seis semanas.

Queramos recorrer toda Grecia, explica Len Dehon, y buscar el recuerdo de las pocas heroicas, de la edad clsica y de los siglos cristianos.

Al final de la estancia confa:

He visto con placer lo que respecta al arte y la historia profana, pero me he conmovido ntimamente sobre todo cuando he encontrado algn gran recuerdo cristiano, como los de San Dionisio en Atenas, de San Pablo en el Arepago y en Corintio, de San Andrs en Patrasso.

Tal subrayado evidencia el espritu del viaje, desvelando los centros de inters y la preocupacin mayor del joven.

En la nave que lo lleva a Alejandra, Len entra en contacto con el mundo oriental. Es un shock. El elemento particular de este viaje es el hijo de un baj que se traslada con un squito de sesenta personas, mujeres, esclavos, eunucos, ... Es la edad media tomada en el hecho, observa Dehon aadiendo no sin un cierto sentimiento de superioridad:

Apenas salimos de los pases catlicos se encuentran el esclavo, el eunuco, el harem, la vagancia, la suciedad, la mala educacin.

Los dos estudiantes permanecen casi tres meses en Egipto, visitando todos los grandes lugares culturales. Conocern al clebre egiptlogo creador del gran museo de El Cairo.

Len, sin embargo, tiene prisa por llegar a Jerusaln, lo dice claramente en una carta expedida desde El Cairo a sus padres. Tierra Santa, donde permanecer mes y medio, es de hecho el vrtice, quizs el objetivo secreto del viaje. En palestina el peregrinaje tiene la mejor parte respecto al turismo: los jvenes siguen paso a paso los pasos de Cristo. La subida a Jerusaln la hacen a pie y cada lugar visitado es acompaado de una oracin. Visitaba orando, escribe para darnos la tonalidad del peregrinaje. El tiempo fuerte de esta visita es la Semana Santa de 1865, vivida litrgicamente, desde el da de Ramos hasta la maana de pascua con un grandsimo fervor religioso.

Los grandes das de la Semana Santa en Jerusaln son ms conmovedores de cuanto sea posible expresar. Se siguen, temblando, las etapas de la Pasin y de la Resurreccin. A cada hora del da, contemplando los misterios sagrados, es posible decirse: ha sucedido all.

El retorno lo hacen a travs de Asia Menor. Se detienen en Constantinopla, la ciudad ms magnfica del mundo. Continan a travs de Hungra y Austria y aqu los viajeros se separan. Palustre va directamente a Pars, mientras Dehon se dirige a roma, a donde llega el 14 de junio de 1865. Es su primera estancia romana: ser decisiva.

Gracias a algunas cartas de recomendacin de Mons.. Dupanloup puede encontrar con diferentes personalidades eclesisticas. Obtiene una audiencia con Po IX con quien se abre respecto a su vocacin y a sus dudas sobre el lugar de estudios teolgicos. El consejo del Papa pesar fuertemente en la balanza. Ser Roma y no San Sulpicio de Pars. Esta eleccin marcar la personalidad religiosa del futuro fundador de los dehonianos. Dejando la ciudad eterna, l anota:

Haba terminado en roma lo que quera hacer. Mi vocacin estaba decidida. Era la coronacin de mi viaje.

Necesitaba an hacer aceptar a sus padres, en particular a su padre, la eleccin de roma para sus estudios. No ser fcil, porque el padre no siempre comparte las perspectivas de su hijo. Curiosamente tambin la madre, aun siendo muy pa, no est completamente de acuerdo con Len. Se ve obligado por tanto, a imponer el verbo no es demasiado fuerte a sus padres su decisin de ir a Roma. Tal determinacin, en un joven sensible como Len, deja intuir la firme conviccin que lo anima y que lo acompaar toda la vida. Se puede tambin decir que es la nica vez, en la vida del P. Dehon, en la cual l impone a la fuerza una decisin importante. Esta determinacin no excluye sin embargo sufrimientos y heridas del alma frente a la incomprensin de los padres. El nico sostn que Len encuentra en su familia le viene de su abuela paterna, que l llama familiarmente mam Dehon.

Las NHV, en una pgina conmovedora como un relato bblico de vocacin, nos deja adivinar algo del combate que l ha debido afrontar en el verano de 1865.

Durante estas vacaciones con mis padres he tenido algunas escenas muy penosas. Mi padre sufra cruelmente por mi decisin. Mis xitos en los estudios lo haba enorgullecido. l soaba para m una carrera honorada segn el mundo. Haba deseado para m la escuela Politcnica. Ahora que haba estudiado derecho, me destinaba a la diplomacia o a la judicatura. Mi madre, con la cual haba contado para tener un apoyo seguro, me abandon completamente. Era pa, me quera po, pero el sacerdocio la asustaba, le pareca que no habra formado ya parte de la familia, que me habra perdido. Tuve que endurecer mi corazn para resistir todos los asaltos que tuve que padecer. He estado a veces muy duro con mis padres. Les he dicho que era mayor de edad y que quera ser libre. Convenimos que me habran dejado partir, pero las escenas de lgrimas se repitieron abundantemente.

La vocacin religiosa del P. Dehon procede de esas grandes profundidades en las cuales se enrazan las cosas decisivas. Se comprende aqu como ella se convirti en vocacin a toda prueba, viniese lo que viniese a continuacin.

Roma, una segunda patria

Len Dehon llega al seminario francs de Santa Chiara en roma el 25 de octubre de 1865. este instituto haba sido fundado en 1853 a peticin expresa de Po IX, que quera multiplicar los seminarios en Roma, para formar una lite de eclesisticos. Santa Chiara estaba confiado a la congregacin de los espiritanos, que aseguraba la direccin y la gestin. Cuando llega Len, el superior es el padre Freyd, un slido alsaciano que tendr un papel importante en su formacin y en su evolucin espiritual, en cuanto que ser su director espiritual. Para Dehon, el P. Freyd permanece como el modelo de vida religiosa.

Tras un retiro predicado por el P. Roubillon, asistente general de los jesuitas, Len se dedica con ardor y aplicacin a sus estudios que lo acercan a su objetivo. Sigue los cursos en el Colegio Romano, hoy la Gregoriana, fundado en 1551 por San Ignacio de Loyola y dirigido desde entonces por los Jesuitas. El colegio romano fue reconocido como universidad con sus derechos y privilegios por Julio III en 1552. Dehon estudiar all cinco aos. Comienza con un ao de filosofa, al trmino del cual consigue el doctorado: de hecho es dispensado de los cursos ms prolongados en consideracin a sus estudios anteriores. Estudiar despus la teologa y completar su formacin jurdica con el estudio del derecho cannico. Consigue un doctorado tambin en estas dos disciplinas. Cuando Len Dehon vuelve a Roma en 1871 es por lo tanto cuatro veces doctor: los tres doctorados obtenidos en Roma, a los cual se aade el de Pars. Esta preparacin fuera del comn explica la riqueza y la diversidad de la obra dejada por el P. Dehon.

Uno de los maestros de la Gregoriana que ms lo marcar ser su profesor de dogmtica, el P. Juan Bautista Franzelin. Este jesuita tendr un papel importante en la preparacin del Vaticano I, siendo considerado uno de los telogos del papa. Po IX, en 1876, lo crear Cardenal. Para Dehon, Franzelin ser otro modelo de sacerdote: profesor erudito y profundamente religioso, que hace del dogma la base esencial de toda vida cristiana y la condicin de una autntica fecundidad pastoral y espiritual de los sacerdotes. Dehon har propia esta perspectiva, y buscar ponerla en prctica, como testimonia el prrafo siguiente:

Es al abandono del dogma a donde hay que referir las ruinas morales y sociales de nuestra pobre sociedad. Si la formacin dogmtica del sacerdote es fuerte, su accin moralizadora y social ser potente, porque no faltar la comunicacin a la nacin de convicciones que traen consecuencias prcticas. Por ello pensamos que es necesario dejar en la preparacin al sacerdocio una parte muy amplia, la mejor parte, al dogma, como se hace en Roma.

Escribiendo estas lneas, el P. Dehon piensa en los seminarios franceses, que no tienen las mismas exigencias intelectuales. l ver en esto una de las razones de la poca eficacia pastoral del clero francs. Es en este contexto en que se de be comprender por qu, para todo lo que respecta a la formacin de los clrigos, Roma permanece para l como una referencia.

El joven de 22 aos que en octubre de 1865 llega a Roma est literalmente fascinado por la ciudad eterna, que considerar su segunda patria. Como amante del arte que es, no acaba de hacer el inventario de los tesoros artsticos que Roma guarda. Reencontrar al arquelogo Palustre, que trascurrir en roma diferentes inviernos consecutivos. Lo que mayormente entusiasma a Dehon es sin embargo el espectculo de la Roma pontificia. Hasta 1870, Roma es la capital de los Estados Pontificios, de la cual el papa es el soberano absoluto. Tan solo el 31 de diciembre de 1870 Victorio Emmanuel entra en Roma y la hace capital de Italia, suprimiendo as los Estados Pontificios. Desde entonces, el papa se considerar prisionero en el Vaticano.

Dehon ha conocido por tanto los ltimos aos de la ciudad pontificia con la corte papal y sus fastos suntuosos, sus grandes liturgias en las principales baslicas y las inolvidables bendiciones papales en la plaza de San Pedro; l no conoce nada ms grandioso. Todo este decoro lo impresiona y lo seduce, hasta el punto de conservar una viva nostalgia de ellos. Pero si Dehon se convierte , en el correr de los aos, siempre en ms romano, como reconoce l mismo, es porque hace experiencia de una ciudad que vive al ritmo de la religin, y ha conservado en algn modo su estilo cristiano. Una carta del 5 de marzo de 1869, enviada a sus padres que apenas han visitado la ciudad eterna, desvela claramente esta escena entre bastidores.

Habis entendido que Roma es como un santuario donde Dios hace sentir de manera totalmente particular su influencia sobrenatural, expandiendo abundantemente sus gracias e instruyendo a travs del ejemplo de sus santos.

Desde este punto de vista, Roma permanece para l un modelo, sociolgicamente hablando, de la articulacin del cristianismo con una sociedad, una suerte de concentrado de vida social cristiana que desaparecer con la supresin de los Estados Pontificios. En ocasin de una permanencia en Roma en enero de 1891, anota a este propsito:

Estando hoy en Roma se prueba un disgusto indecible, que crece da a da. Roma no ve ms a su pontfice, no tiene ms fiestas, no tiene alegra. Su vida social est casi apagada.

Una espiritualidad sacerdotal

Para Dehon, Roma es inseparable de la persona del papa. En toda permanencia en Roma, l se preocupa de tener una audiencia con el papa, como veremos seguidamente. Estos encuentros con soberano pontfice representan, a sus ojos, momentos de gracia, tiempos excepcionales. En toda su existencia, Dehon cultivar una verdadera devocin al papa, como se usaba en aquella poca.

Pasar un cuarto de hora junto al vicario de Cristo, escribe el 11 de diciembre de 1890, qu gracia! Se necesita haber conocido estas santas y puras emociones para comprenderlas. La audiencia del vicario de Cristo tiene algo de las impresiones de una primera comunin o de una primera misa, que son audiencias del mismo Cristo.

Pero si para el P. Dehon Roma permanece siempre como una referencia es sobre todo porque aqu l ha podido realizar su sueo ms querido, el sacerdocio. Su vida de seminarista ser, se podra decir, habitada por este proyecto. El texto mismo de sus NHV es significativo de este punto de vista. Estaba finalmente en mi elemento, era feliz. Era necesaria la extrema sobriedad de esta anotacin sobre la llegada al seminario de Santa Clara para expresar la plenitud interior del joven. El perodo de seminario representa de hecho para l un perodo de gracia, de intensa maduracin intelectual y espiritual.

Dos son los objetivos con los cuales l entenda caracterizar su sacerdocio, pero que no siempre, inmediatamente, podr perseguir: la piedad y la ciencia. Los dos trminos (piedad y ciencia) los extraigo de una carta del 12 de noviembre de 1865: as defina el seminarista Dehon las grandes exigencias de su sacerdocio. Ms tarde, el P. Dehon aadir el apostolado, particularmente el social. De este modo se esbozaba lo que llamar la triloga dehoniana que, a sus ojos, debe estructurar la vida de todo sacerdote: santo, sabio, apstol. Queda diseado el cuadro de su vida; l volver regularmente, en particular en sus obras sociales; un cuadro que se completar segn las circunstancias, a menudo muy diferentes. Su solidez le permitir una existencia rica, variada, a veces tambin dispersa, pero que sin embargo permanece unificada en torno a esta triple exigencia.

La razn por la cual Len Dehon ha podido superar las fuertes resistencias paternas para ser sacerdote es que l tiene una alta idea del sacerdocio, que no se expresa en trminos de funcin o de ministerio, sino de vida. l ve y vive el sacerdocio como una vida de unin, lo ms estrecha posible, con Dios. Bajo la gua de su padre espiritual, padre Freyd, Len entra as en la problemtica de la Escuela Francesa, que al cristiano y sobretodo al sacerdote, propone profundizar la unin a Dios meditando los misterios de la vida de Jess. En esta contemplacin de los misterios, o sea de los grandes acontecimientos de la vida de Cristo, el joven seminarista descubre y acoge el amor de Dios por los hombres. Este camino le permite integrar tambin la espiritualidad del Corazn de Jess que hereda del ambiente, en particular de su madre. Asistimos as, al nacimiento de una actitud espiritual tpica que definir progresivamente una sensibilidad dehoniana, que como fundador querr transmitir a sus hijos; y de hecho escribe: Es la vocacin de las almas entregadas a mi Corazn buscar siempre descubrir mi amor bajo la corteza de todos los misterios.

Desde este punto de vista, Dehon se sita en la lnea de Brulle, de Olier y de San Juan Eudes, todos unidos por la idea del sacerdocio y que buscaban de fortificar al sacerdote integrndolo en una congregacin religiosa o en una sociedad presbiteral. En la lgica de la espiritualidad de la Escuela Francesa, Dehon desde el seminario concibe el sacerdocio en trminos de vida religiosa, o sea de consagracin a Dios. Con Brulle, ve en el sacerdote ante todo un consagrado, que acta in persona Christi. Y la consagracin se convierte en condicin de su eficacia pastoral y misionera. En la medida en la cual el sacerdote es otro Cristo debe, segn la expresin de San Pablo, revestirse de los mismos sentimientos de Cristo. Dehon percibe muy fuertemente esta interior exigencia de unin y de imitacin, que lo identifica mayormente con aquel al cual se da y que quiere servir. Arda en el deseo de convertirme en un sacerdote santo, nos confa. Es esta lgica de santidad la que lo conducir progresivamente a la vida religiosa. Ella est, por as decir, inscrita en la coherencia espiritual del inicio. En espera de tal resultado, esta espiritualidad prepara al joven Len al sacerdocio como a un encuentro personal con Cristo.

Es ordenado sacerdote en presencia de sus padres, el 19 de diciembre de 1868 en la baslica de San Juan de Letrn, la madre de todas las iglesias. Su alegra es mucho ms grande porque su padre participa en la impresionante ceremonia de la ordenacin de cerca de 200 sacerdotes. El da sucesivo los padres asisten a la primera misa del hijo y reciben la comunin de su mano. La emocin llega al clmen, porque el hijo es testigo de la vuelta a la prctica religiosa de su padre, cosa por la cual haba orado y luchado mucho.

Una frase de sus NHV me parece que resume bien los sentimientos del nuevo sacerdote. Se puede tambin tomar el hilo conductor de su futuro ministerio sacerdotal. Me alc sacerdote, posedo por Jess, completamente lleno de l, de su amor por las almas, de su espritu de oracin y de sacrificio.

El concilio Vaticano I

Un acontecimiento excepcional marcar la estancia romana de Len Dehon, el concilio Vaticano I, que se abre el 8 de diciembre de 1869. nuestro estudiante vive desde dentro este acontecimiento fundamental de la vida de la Iglesia, en cuanto que forma parte de un grupo de veinte estengrafos encargados de seguir las sesiones solemnes. Este encargo trastorna el ritmo de sus estudios, pero le otorga tal ocasin una experiencia nica. A travs de la extrema variedad del cuerpo episcopal, del cual 774 representantes toman parte en el concilio, el joven sacerdote descubre la sabrosa riqueza de su Iglesia. El concilio le ofrece una fuerte experiencia de la universalidad de la Iglesia. Para l la iglesia no podr nunca reducirse a los intereses de una sola campana. l, al contrario, tiene una visin amplia, abierta, casi mundial, y Roma permanece para l el smbolo de esta universalidad, el espejo de estos miles de rostros del nico credo.

El concilio da al estengrafo la posibilidad de estar al lado de hombres que por sus funciones episcopales, se encuentran habitualmente tras las vidrieras de una catedral. El mide su densidad humana, con sus debilidades y sus lmites, pero tambin con sus convicciones y pasiones. Como habitualmente Dehon tiene un diario, que fue publicado en 1962, en la apertura del Vaticano II. Este diario del concilio es un precioso documento: nos ofrece el reflejo de un gran acontecimiento vivido por un joven sacerdote francs. Contiene una galera de retratos que subrayan la extrema diversidad de esta asamblea de obispos. Las observaciones sobre las personas subrayan las puestas en juego del encuentro, poniendo en evidencia la lucha ardiente y a menudo apasionadas dentro y fuera del concilio respecto a la infalibilidad pontificia. No nos sorprender ver a Dehon decantarse por la definicin de este dogma. El sabe reconocer el mrito de opositores como Dupanloup o Maret, que se arrastran tras la mayora del episcopado francs. Agradece al alemn Strossmayer haber dado todo su amplitud a un debate que, limitado a los esquemas preparatorios, reflejaba demasiado unilateralmente el punto de vista romano. Hace eco al obispo de Orleans: Es necesario hacer un gran concilio. Y desde este punto de vista se lamenta vivamente de que los opositores a la proclamacin del dogma se hayan alejado de las comisiones preparatorias.

Se ha comenzado inmediatamente con una visin un poco restringida, como en una clase de teologa. Tal observacin por parte de un romano convencido subraya una personalidad que sabe dar prueba de apertura ms all de las propias convicciones.

El concilio es un cruce de hombre y de ideas. Len Dehon se aprovecha al mximo y encuentra personalidades que, a un ttulo o a otro, se encuentran en Roma. Ver regularmente al periodista Louis Veuillot, que informa a los lectores del gran peridico catlico fundado por Migne, LUnivers, sobre los trabajos del concilio. Dehon admira al periodista, del cual utiliza abundantemente los comentarios, disgustndose, sin embargo, por el partido tomado o por tono polmico perfecto para los presbteros, pero chocante para los no iniciados, precisa. Encuentra tambin a Gratry, que ha conocido en pars. Conoce al padre dAlzon, fundador de los asuncionistas, que suea con crear una universidad catlica en Nmes. Dehon comparte sus preocupaciones por la formacin del clero y somete sus propios proyectos, que confa tambin a Mons. Mermillod, el futuro animador de la que ser llamada Unin de Friburgo, que ser uno de los crisoles de la doctrina social de la Iglesia. Entre dAlzon y Dehon, pese a la diferencia de edad y de temperamento, hay una gran identidad de visin, hasta el punto de que el joven sacerdote se preguntar largo tiempo si no hubiese debido entrar en los asuncionistas.

Roma, el concilio, los muchos encuentros dan a Dehon una altura de miras a partir de la cual l busca analizar en el modo ms justo la situacin de la Iglesia de Francia. l se sorprende en particular de la debilidad intelectual y teolgica del episcopado francs. Hemos sido verdaderamente humillados bajo este punto de vista, comenta. A sus ojos tal carencia es la consecuencia de una poltica desastrosa de la inteligencia conducida por el episcopado francs. Lo explica claramente en su diario.

Francia, escribe, no tena universidades catlicas. Nuestros seminarios eran pos, pero haban organizado pequeos cursos tras la revolucin y se limitaban a ellos.

Reencontramos de nuevo un tema querido para Dehon, que aqu en el momento del concilio Vaticano I tiene modo de profundizar. El se refiere, de manera ms difuminada, al juicio incisivo de Stendhal en El Rojo y el Negro: A partir de Voltaire... la Iglesia de Francia parece haber entendido que los libros son sus verdaderos enemigos. La sumisin del corazn es el todo a sus ojos. Tener xito en los estudios, tambin sacros, parece sospechoso, y con buen derecho.

El 18 de julio de 1870, la constitucin Pastor Aeternus, que define la infalibilidad pontificia, es votada con la cuasi-unanimidad. Sobre 535 votos resultan solo dos opositores declarados. Es verdad que cerca de ochenta opositores no se movieron para asistir a la sesin solemne. Dehon tiene cuidado en anotar, con la ms grande satisfaccin, que pronto los opositores aceptaron el dogma, una vez proclamado.

El 20 de julio, entra en Francia entren en compaa de Mons. Pie, obispo de Poitiers, con el cual comparte el mismo compartimento ferroviario hasta Lyon. Los acontecimientos polticos se precipitan: la guerra franco-prusiana y la cada del Estado pontificio impedirn el reinicio del concilio. El joven sacerdote vivir estos acontecimientos en La Capelle, milagrosamente preservada, si bien se sienten los caonazos, las primeras tropas prusianas se acamparon de hecho a algn kilmetro de all en Hirson, Vervin, Guise. En La Capelle misma, que ve pasar parte del ejrcito en derrota, tras el fracaso de Sedan, se acampan cerca de seiscientos militares, originarios de las Flandas francesas. Dehon, sacerdote desde hace dos aos no quiere dejar sin sostn espiritual a estos hombres lejanos de sus casas. Movido por su celo apostlico, se convierte naturalmente en su capelln. Anima su preocupacin pastoral hasta hacer cada semana breve conferencias religiosas a estos soldados por otra parte, casados.

Exceptuado, por tanto, un pequeo ministerio, Dehon consagra estos largos meses de guerra a la lectura. Estudia, segn su expresin, los espritus que dirigen nuestro siglo...: De Maistre, Montalembert, Ozanam, Lacordaire, a los cuales aade al historiador Guizot y al lder de la escuela cristiano social liberal Charles Perrin. Lleva a cabo anlisis que lo ayudarn a comprender la cuestin social. Se detendr ms tarde sobre el problema del liberalismo y de la intervencin del Estado en el campo social. Uno queda sorprendido de la eleccin de tales lecturas; denotan una necesidad de entender su poca, de abrirse a las grandes cuestiones contemporneas. Los estudios no cierran a Dehon en un universo fuera del tiempo y de las preocupaciones de los hombres. Al contrario, son para l una preparacin para una mejor presencia dentro de su tiempo: la inteligencia est en este caso al servicio del compromiso.

Sacerdote para qu misin?

Tras la firma de los acuerdos preliminares de paz el 26 de febrero de 1871, Dehon decide volver a Roma para concluir sus estudios. Se pone en viaje en marzo, pero se detiene algn da en Nimes para reencontrar al padre dAlzon y a un condiscpulo de Roma, el sacerdote Desaire que se ha unido a los asuncionistas. Hablan mucho de la necesaria renovacin de los estudios eclesisticos, sobre lo cual todos concuerdan. Pero, esta reforma se toma bajo la direccin de dAlzon? A esta pregunta Dehon, no obstante todas las presiones, no responde, permanece dudoso, comparte los anlisis, denuncia las mismas dificultades de la Iglesia de Francia. Est tambin de acuerdo sobre los objetivos a poner en prctica. Una carta sucesiva, del 28 de noviembre de 1874, lo precisa.

La enseanza superior me pareca ser el gran medio para rehacer una sociedad cristiana. En nuestra ciudad salvamos algunas almas, pero en el conjunto estamos dominados por la corriente y el estudio universitario hace cada da ms dao, del bien que nosotros logramos hacer.

Y, sin embargo, Dehon duda. Ante todo sobre el proyecto de universidad catlica en Nmes. Piensa que tal operacin no puede lograrse si no con el concurso del episcopado, que se hace esperar. Estamos en presencia de caracteres muy diversos. DAlzon es ante todo un hombre de accin, de caracteres vivaz, emprendedor, hasta el punto de ser en ocasiones confuso, y puede llegar incluso ala exageracin. Dehon por el contrario es ante todo reservado, moderado en sus acercamientos, an dudoso acerca de las grandes elecciones del porvenir. La diferencia de edad, adems dAlzon naci en 1810 no facilita la comprensin; Dehon haba ido a buscar consejo y luz para sus compromisos futuros. DAlzon, muy cogido por sus mltiples obras, busca colaboradores de la talla de Dehon para seguirlo. No toma la distancia necesaria para el consejo. Quiere ante todo convencer y ganar a su interlocutor para la propia causa. El balance que Dehon saca del encuentro testimonia esta incomprensin entre los dos hombres.

Padre dAlzon pareca entender y gustar nuestros proyectos, pero en el fondo permaneca un hombre de accin, osara decir tambin de agitacin, en el mejor sentido del trmino, ms que un hombre de estudio. Part para Roma sin haberme liberado de mis dudas.

La Roma laica

Con una cierta aprehensin, Dehon deja Nmes camino de Roma, donde llega el 18 de marzo. Se pregunta de hecho qu encontrar en la capital de la cristiandad cuyo estatuto poltico ha cambiado completamente. El da despus a su llegada, enva una carta tranquilizadora a sus padres. Desde el punto de vista poltico toda est en calma. Roma, invadida por los piamonteses, que l llama la canalla, no conoce ningn problema o desorden. Cada uno se ocupa de sus obligaciones. Los cursos de la Gregoriana se llevan a cabo con normalidad.

Desde el punto de vista religiosos sin embargo todo ha cambiado. El briggantagio italiano tomo esta expresin de una carta a sus padres del 1 de mayo de 1871 ha transformado el espritu de la ciudad difundiendo en ella los principios laicos y revolucionarios. En su correspondencia con sus padres o con Palustre, a Dehon le gusta contraponer el pueblo romano a los piamonteses invasores, asimilados a la canalla revolucionaria. Oposicin fcil, probablemente dictada ms por sus sentimientos personales que por la opinin de los romanos. El paralelo, que traza en una carta, entre el ocupante piamonts en Roma y la ocupacin prusiana en Francia muestra el partido tomado. El sacerdote Dehon de otra manera est persuadido de que la ocupacin de Roma ser de breve duracin, que sus efectos nefastos sern limitados.

Ellos (los piamonteses) pasarn como la inundacin, se arriesga a pronosticar, y el fango que dejarn ser mandado fuera.Otro paralelo, altamente revelador, comparece en su correspondencia de la poca. La ocupacin de Roma y la Comuna de Pars, son, a los ojos de Dehon, fruto de un nico origen: la revolucin atea que preconiza un estado sin Dios. En los desrdenes y en la decadencia de las costumbres no ve sino una consecuencia obligada de los principios revolucionarios cosmopolitas difusos por las sociedades secretas y la masonera. El anlisis dehoniano en la materia se limita a su nico punto de vista, el moral religioso. No obstante todas las evoluciones, l conservar este reflejo como trasfondo de sus juicios, desde el momento en que rechaza una sociedad cuyos valores de fondo no sean los mismos del cristianismo. El este sentido no reconoce ms en la capital italiana su Roma de la cristiandad. El reproche esencial dirigido a los republicanos respecta menos a la eleccin de tal tipo de gobierno que los principios laicos de separacin entre religin y estado. l retomar este debate a propsito de Francia en los aos 1890, modificando sensiblemente la problemtica.

A finales de julio de 1871, Dehon ha terminado sus estudios romanos. Antes de volver a Francia ha hecho un retiro bajo la direccin del P. Mauron, superior general de los redentoristas, para encontrar una solucin a su futuro. La cuestin es importante y el tiempo apremia. Con el estado actual de las cosas, una doble orientacin se le propone: la vida religiosa que, como hemos visto anteriormente, derivaba de su evolucin espiritual. Piensa adems desde hace tiempo en un proyecto de estudios eclesisticos que entre en la renovacin de la enseanza y de la formacin de los futuros clrigos. Este proyecto es tan maduro, tan preciso que en el mes de agosto va a Lovaina para estudiar de cerca el funcionamiento de la universidad y ms en particular el del colegio teolgico. Para Dehon esta doble perspectiva tiene su coherencia interna: est guiada por una autntica preocupacin evanglica; debe por tanto poder asegurar la unidad a una vida sacerdotal y religiosa. La cuestin determinante, que queda en suspenso y por la cual el joven sacerdote busca luz, es saber si debe realizar este proyecto bajo la gua del P. dAlzon, cuyos objetivos, lo hemos visto, son muy cercanos. Sal del retiro, dice, inclinado hacia la Asuncin, pero sin una determinacin muy neta. O sea, l no ve an claramente su porvenir. Se adhiere globalmente a la obra del P. dAlzon sin poder verdaderamente decidir a consagrar la vida. de qu orden puede ser esta resistencia?

Durante el verano, las cartas del P. dAlzon son de presin. Finalmente se decide que Dehon llegar a Nmes al inicio de octubre. Pero a medida que la fecha se acerca l est siempre ms inquieto. Habla de angustia ante la idea de tomar en consideracin una decisin similar. De manera evidente y en el verdadero sentido de la palabra, Dehon sacerdote se siente mal ante el pensamiento de llegar a Nmes. Frente a tal incerteza, a fines de septiembre l enva un telegrama a su padre espiritual de Roma, P. Freyd. Este ltimo le telegrafa la respuesta el 1 de octubre. El mensaje, del cual el P. Dehon dice que ha fijado la orientacin de su vida, est redactado en estos trminos: Su duda es legtima. Hara mejor liberndose del compromiso, si es posible. Es necesario decir que el P. Freyd nutra reservas acerca de la personalidad del P. dAlzon. Adems, l no vea la necesidad de una enseanza superior catlica en Francia. Secretamente tema, de hecho, una disminucin del nmero para las universidad romanas y su seminario de Santa Chiara.

Una casi incomprensible decisin del obispo

En todo caso este telegrama libera literalmente al joven sacerdote que ve en l un signo de la providencia divina. El P. dAlzon har una lectura ms amarga del mismo, que no estar privada de consecuencias en sus futuras relaciones y sobre las de sus respectivas fundaciones. Dehon no va inmediatamente a Nmes. Se pone provisionalmente a disposicin del obispo de Soissons, esperando encontrar una solucin definitiva a su futuro.

El 3 de noviembre llega la respuesta del obispado. El sacerdote Dehon, sin posteriores procedimientos, es nombrado sptimo vicario en la baslica de San Quintn, que es la nica parroquia de esta gran ciudad, la segunda en importancia del departamento del LAisne. El shock es duro. Este nombramiento est en las antpodas de los proyectos del joven sacerdote: una vida consagrada a los estudios para responder a los desafos de los tiempos modernos. En efecto, es difcil explicarse tal decisin episcopal. No aporta ninguna innovacin desde el punto de vista pastoral porque Dehon se convierte en oscuro vicario de una parroquia de dimensiones desmesuradas; pero tampoco tiene en cuenta las excepcionales cualidades del joven sacerdote. Sin embargo, Soissons era una dicesis pobre de hombres y de valores. Dehon no es de los que no se sorprenden ante tal nombramiento. Su condiscpulo en Roma, el sacerdote Bougouin, futuro obispo de Prigueux, recibiendo la noticia, le escribe su desilusin:

S. Quintn estaba lejos de entrar en nuestras previsiones, como tambin la vida que llevaris... Lo que pruebo es un sentimiento de tristeza.

Sin embargo, Dehon ve en esta decisin incomprensible una llamada de Dios. Y es como tal que la vive retomando la actitud misma de Mara en la Anunciacin: fiat, se haga tu voluntad! Vemos dibujarse aqu una suerte de reflejo espiritual que reencontraremos a lo largo de toda la existencia del P. Dehon: esta disponibilidad a lo que sucede, considerndolo misteriosamente guiado por la providencia divina. Har ser un trazo significativo de su espiritualidad, que llama abandono. Esta actitud espiritual muy evanglica manifiesta por otra parte una cualidad humana que, segn mi punto de vista, denota una sensibilidad cultural particular, quiero decir, la confianza en el futuro. Dehon est entre esos hombres con temperamento de fundador, que mirando siempre lejos, escrutan el horizonte para estar abiertos al maana. Hombres similares hacen el futuro.

El paso a travs del ministerio pastoral ordinario marcar una etapa decisiva en su vida. En S. Quintn l har experiencia de un sacerdocio-misin, mientras hasta ahora lo haba vivido esencialmente como camino de santidad.

2VICARIO Y FUNDADOR

El 17 de noviembre de 1871, el reverendo Dehon llega a San Quintn. Es el sptimo y ltimo vicario de la parroquia de la baslica, que comprende el conjunto de la poblacin de la ciudad, cercana a los 35.000 habitantes. El nuevo vicario es inmediatamente conquistado por la belleza de esta colegiata que se remonta al siglo XIII; la adopta inmediatamente y la hace su iglesia, de la cual le gusta enumerar las bellezas. La iglesia gtica fue erigido en honor al joven romano Quintino, que fue en el siglo tercero a evangelizar con algunos compaeros esa regin del norte de las Galias. El joven mrtir dar su nombra al conglomerado.

Una ciudad obrera del siglo XIX

Antiguo capital de Vermandois, construida sobre las dos riberas de la Somme, San Quintn ha conocido a partir del medioevo, una actividad de fabricacin de diferentes tejidos e hilaturas. En la vigilia de la Revolucin, la industria del tejido de lino haba alcanzado unja extensin considerable. Se enumeran en la poca, para la ciudad y sus suburbios, cerca de doce mil fbricas con sesenta mil hiladores. La Revolucin detendr este progreso, que retomar muy lentamente al inicio del siglo XIX. En torno a 1830, que seala el inicio del desarrollo industrial en Francia, a la industria textil se le aade la industria pesada de diferentes manufacturas que atraen las poblaciones de las zonas rurales circundantes y acrecientan considerablemente la poblacin. Nada est previsto para acoger y alojar a los desenraizados, obligados a encontrarse, en malsanos suburbios, algo que se parezca a un techo y que Dehon compara a las cuadras de Augias.

La duracin del trabajo cotidiano, para estos obreros, oscila entre las diez y las doce horas; y es pagado en base al precio corriente, como una vulgar mercanca. Recordando que es necesario an aadir el tiempo para llegar a pie a la factora, se comprende cmo la vida de familia sea completamente descompuesta y el tiempo libre casi inexistente. Reencontramos aqu las caractersticas de aquel tipo de industria, siempre en mayor expansin, que separa la actividad econmica de la vida de familia. Estas condiciones de vida y de trabajo generan poblaciones marcadas por la inseguridad, por diferentes y numerosas enfermedades, de relajacin y miseria moral. En resumen, San Quintn ofrece el ejemplo tpico de una ciudad obrera del siglo XIX, cuya poblacin padece en pleno las consecuencias de una industria naciente cuya principal, por no decir nica, finalidad es el rendimiento econmico y el beneficio.

Lo que sorprende ms es que el joven vicario, con el bagaje cultural que conocemos, adopta inmediatamente esta ciudad de la cual todo lo separa. Encuentro si no inslito ciertamente excepcional, porque Dehon estaba por nacimiento, por cultura, por gustos, destinado a otro universo. Y sin embargo la mayor obra de Dehon nacer en el corazn de este encuentro. La obra fundada por l est indisolublemente ligada a San Quintn que, al menos en Francia, ha dado el nombre oficial a su congregacin: Sacerdotes del Sagrado Corazn de San Quintn.

Desde su llegada a San Quintn, Len, acompaado del arcipreste, cumple con las visitas protocolarias a los notables: viceprefecto, alcalde, magistrados. Paralelamente el vicario, esta vez solo, entra inmediatamente en contacto con los miembros de la Conferencia de San Vicente de Pal, con la cual comparte el espritu desde que era estudiante. A travs de estos hombres, de una dedicacin ilimitada, descubre la medida de la situacin real del mundo popular, obrero, en San Quintn. Por lo dems estos mismos hombres se convertirn en el ncleo del patronato que l fundar en poco tiempo.

El sptimo vicario

Me parece necesario presentar aqu los muchos contornos que forman la personalidad de este hombre que no podr nunca ser clasificado dentro de una sola categora simplificadora. A esto seguirn muchas incomprensiones. Apenas llega a San Quintn estudia la historia local de la ciudad, se entusiasma por la belleza arquitectnica de la colegiata. Pone el ms grande cuidado en el instalarse cmodamente y con gusto. Para dar armona a su residencia lo que gusta mucho a sus padres elige tan solo muebles de vieja factura, hechos la mayor parte a medida. Es el mismo hombre que podra ser visto como prisionero de un universo un poco elitista, pero que analiza con precisin la situacin social y religiosa de la ciudad. l denuncia las dimensiones enormes de una parroquia separada de la poblacin activa, fuertemente influenciada por la propaganda revolucionaria, como le confa a su amigo Palustre.

La atmsfera del vicariato le conviene, porque se lleva una cierta vida comunitaria. Le entristece sin embargo que el misterio de los vicarios se reduzca nicamente a los funerales, a la catequesis y a la visita a los enfermos: un tipo de pastoral que no entra en contacto con la poblacin obrera y que, consiguientemente, resulta poco edificante. El joven vicario lo denuncia sin medios trminos.

En estas grandes parroquias, anota, se entra en relacin solo con algunas familias elegidas. De hecho cada vicario frecuenta cierta casa. Todo el resto de la ciudad, por desgracia, ve al sacerdote solo de vez en cuando o no lo vede nunca. No se har nunca una ciudad cristiana con parroquias de 30.000 habitantes. Es contrario al buen sentido. Es necesario que el pastor conozca a sus ovejas y que las ovejas conozcan al pastor.

Tal preocupacin testimonia una orientacin que, con el tiempo, se reforzar hasta el punto de convertirse ms tarde en una reivindicacin de fondo, la alianza entre el pueblo y la Iglesia. La constatacin hecha por Dehon es la divisin, la ruptura< entre estos aliados naturales, segn su expresin. Un de los mayores objetivos de su compromiso, entonces ser justamente reconciliar al pueblo y la Iglesia.

Desde el inicio el ministerio de Dehon toma una tonalidad social. Su pastoral no se reduce a la distribucin de los sacramentos; se inscribe en los componentes de una sociedad de la cual analiza algunas mal funciones humanas, sociales, religiosas y polticas. Hay una perspectiva que merece ser subrayada y de la cual encontramos una primera pero significativa manifestacin en su predicacin de Navidad, que tradicionalmente compete al ltimo vicario llegado. Dehon definir esta homila un verdadero sermn social que se esfuerza por analizar la situacin poltica, social y religiosa de Francia. Deplora la decadencia de las costumbres y la indiferencia religiosa, que pone en relacin con la realidad social y econmica del pas. Ve sobretodo pesar sobre Francia la amenaza de un gran peligro social al cual el remedio solo puede venirle del cristianismo. Apenas un mes despus de su llegada a San Quintn, el vicario Dehon subraya con fuerza la dimensin social de la religin cristiana. Esta homila, de cuyo tono se arrepentir un poco, califica inmediatamente al sacerdote Dehon en San Quintn, sobretodo en la burguesa local. Manifiesta una sorprendente continuidad en las convicciones de aquel que despus ser el propagador de las ideas de Len XIII.

En cuanto sptimo y ltimo vicario, Len Dehon est encargado, en particular, de un ministerio juzgado ingrato y, por ello, poco buscado: el catecismo en las escuelas primarias pblicas. La ley Guizot del 28 de junio de 1833 prevea explcitamente un horario para la instruccin moral y religiosa. Ya se ha subrayado hasta qu punto la Iglesia se haba servido ya de estas facilidades para difundir el mensaje evanglico. Desde 1839 Dupanloup, an viario de San Sulpicio en Pars, subraya la importancia del catecismo y desarrolla una pedagoga adaptada en el Mtodo general de catecismo y dilogos sobre el catecismo.

Hacer el catecismo, afirma, no es solo ensear a los nios el cristianismo, es entrenarlos en el cristianismo.

Dehon, que visita al obispo de Orleans y del cual dir que ha escrito el mejor tratado de educacin, se ha impregnado de su pensamiento y sigue su lgica. Desde su primer ao de vicariato, prepara un centenar de muchachos a la primera comunin. Esta actividad le permite entrar en contacto con los ambientes populares de la ciudad. Muy pronto constata que este catecismo no es un camino de perseverancia, en resumen que no educa a la vida cristiana. Esta constatacin, banal en s, es decisiva en el camino de Dehon. l se ver llevado a fundar diferentes obras , y despus una congregacin religiosa para remediar esta triste realidad.

Se revela aqu una dimensin nueva de la personalidad de Dehon: es un educador, preocupado de la formacin. De los pilluelos de ambientes populares, a menudo desheredados, que tiene en el catecismo quiere hacer hombres y cristianos formados, instruidos. Con este objetivo, en 1872, abre un patronato. Seguir, en 1877, la fundacin de una escuela secundaria, el colegio San Juan. Ms tarde Dehon educador se interesar por la formacin de los seminaristas y sacerdotes, para sensibilizarlos en la dimensin social del ministerio sacerdotal. Y adems, a travs de sus escritos espirituales, a travs de sus conferencias y sus retiros acompaar a mujeres y hombres por el camino de la perfeccin evanglica. Por toda su vida estar comprometido, a diversos ttulos, en la enseanza y en la formacin, convencido de que es a ste nivel donde se juega el porvenir, tambin el de la evangelizacin. No es de hecho indiferente que la fundacin de su congregacin haya sido tambin madurada dentro del contexto ms amplio de un gran proyecto educativo.

El Patronato San Jos

El catecismo de la Escuela conduce a Dehon a la fundacin del patronato, que se convierte en su primer gran obra en San Quintn. Para no dejar a los muchachos en la calle y para darles una educacin cristiana ms avanzada rene una decena de ellos los domingos por la tarde. Nace as el patronato. Primero en su despacho de vicario, despus en el patio de un pequeo pensionado dirigido por un miembro de la conferencia de San Vicente de Pal, el seor Julien, que ser su confidente y el brazo derecho del P. Dehon. En el verano de 1872 se pone a buscar un local ms adecuado, para instalar la obra San Jos, que hasta 1877 ser el campo apostlico original en el cual se implica el P. Dehon movilizando lo mejor de sus energas. En la correspondencia dirigida a sus padres habla regularmente de ella describindola como su obra por excelencia.

La obras para la juventud en aquella poca no eran una novedad en Francia. El iniciador haba sido un sacerdote de Marsella, Allemand, que en 1797 reuni en torno a s a algunos jvenes. Su sucesor, Timon-David, para asegurar la permanencia de la obra, fund tambin una congregacin religiosa: los sacerdotes de Marsella del Sagrado Corazn. En el espritu de esta fundacin, el sacerdote tena la tarea de ser el animador directo de estas obras para la juventud. En Pars, en las huellas de la conferencia de San Vicente de Pal, algn ao ms tarde, con Le Prvost y Mauricio Maignen, nacer otra tradicin. Al famoso patronato de Montparnasse, que Dehon visita en 1873, responsable y encargado de la animacin era un laico. En S. Quintn, Dehon se inspira en cierto modo en los dos modelos. Es l el animador principal del patronato, pero su segundo ser el seor Julien.

Medir y evaluar esta fundacin y partir de la imagen un poco simplista o antigua que podra ser derivada del trmino patronato significara no tomar en serio el objetivo del P. Dehon. l persigue un proyecto educativo global, que respecta a los jvenes en su formacin humana y cristiana. Se trata, para l de un ministerio pastoral que le permite de poner un puente hacia todo el mundo popular obrero. Esta iniciativa se comprende dentro de la preocupacin por evangelizar un pueblo separado de la Iglesia. En una carta del 13 de mayo de 1873, dirigida al P. Freyd, l expone as la finalidad del patronato:

Antes del nacimiento de esta obra, en San Quintn se habran contado como mximo diez jvenes obreros que cumplan con Pascua, Usted ve entonces cun grande es el mal. Necesitaremos tiempo y esfuerzos serios para obtener numerosas perseverancias.

Tras esta carta se comprende mejor el cario de P. Dehon a esta obra que nunca querr dejar, ni siquiera para entrar en una congregacin religiosa. Ser por lo tanto conducido a ser l mismo fundador desde su puesto.

A travs de esta obra de formacin de la juventud, Dehon mira a un proyecto de renovacin de la sociedad. Explica con el mximo cuidado su proyecto para que no sea reducido a un simple pasatiempo, sino para que se comprenda su importancia. Con ocasin de la asamblea solemne del 13 de junio de 1875, en presencia de los notables de la ciudad, el vicario Dehon precisa:

Permitidme ante todo recordaros brevemente nuestro objetivo. Demasiadas personas no entienden bien este punto e imaginan que no tenemos otra intencin que la de hacer jugar honestamente a algunos muchachos el domingo. Nosotros miramos ms alto. Nuestro objetivo es la salvacin de la sociedad a travs de la asociacin cristiana.

Estamos por tanto ante un proyecto educativo global, del cual se intuyen las lneas polticas. En la lgica de esta globalidad, Dehon apoya progresivamente todos sus desarrollos: discusiones religiosas, cursos de economa social, biblioteca, caja de ahorros, coro, alojamiento para jvenes obreros de la contornada de San Quintn y tambin los nicos de una agencia de colocacin para los jvenes obreros en busca de empleo.. no sorprende entonces que el patronato se engrandezca rpidamente, hasta llegar a contar con cerca de quinientos jvenes, ni que el sacerdote Dehon se convierta en una personalidad, y su compromiso sea unnimemente alabado.

Frente al xito de la empresa, Dehon se ve obligado, desde 1873, a estructurar varios sectores, en funcin de objetivos ms precisos. En ese mismo ao, para los miembros ms adultos del patronato, crea una seccin de los Crculos Catlicos de los obreros que A. de Mun y R. de la Tour du Pin haban fundado en diciembre de 1871. En ocasin de la peregrinacin de la Obra de los Crculos el 17 de agosto de 1873 al santuario mariano de Liesse, en las cercanas de Laon, Dehon, que participa con los miembros del patronato, conoce a los fundadores. Estos estn impresionados por la personalidad del vicario de San Quintn y de su compromiso con la ciudad. Buscan ganarlo para su causa para hacer de l un trmite esencial para el norte de Francia. Una carta de Albert de Mun explica bien la puesta en juego:

Podemos esperar tambin organizar en San Quintn, en este centro popular, en esta ciudad de obreros mirados con sospecha por los temerosos, un comit de nuestra obra y fundar uno o ms crculos catlicos? Solo usted, reverendo, puede decirlo y animarnos y ponerse a la cabeza del movimiento, decidiendo si hay lugar tambin para nuestro obra al lado de la suya, o si las dos obras deben fundirse en una sola.

Dehon elige una solucin original. Decide unir al patronato una seccin obra de los crculos para los miembros ms grandes. As, a partir de 1873, la obra San Jos reagrupa dos actividades: el patronato y un crculo catlico de obreros. Dehon no se detiene aqu. En la lgica de su proyecto de renovacin integral, debe obrar en todos los ambientes y a todos los niveles de la sociedad. En 1875 funda un crculo de estudios religiosos y sociales, con una conferencia de San Vicente de Pal dirigida a los estudiantes del Instituto de la ciudad, donde se forman los futuros lderes sociales. El ao siguiente se dirige al patronato y a los dueos les propone una reunin bimensual para abrirles a las cuestiones sociales y hacerles tomar conciencia de sus deberes frente a los obreros.

Con el crecimiento de las obras aumentan tambin los problemas de financiacin y las preocupaciones por la animacin del conjunto. Esencialmente es el mismo Dehon quien lleva el peso, que viene a unirse al ministerio ordinario de vicario. Conduce una vida particularmente activa y, para hacer espacio a la oracin est obligado a levantarse a las 4.30 de la maana. Se haba abonado a diferentes peridicos y revistas para nutrir su vida espiritual e intelectual, como LUnivers, la Revue des sciences ecclsiastiques, el Mensajero del Sagrado Corazn y muchas otras. Pero a causa de las numerosas ocupaciones, le queda poco tiempo para la lectura. Se lamenta regularmente, a veces tambin con expresiones fuertes, porque su vida cultural y espiritual sufre. Evidentemente una vida de vicario parroquial como la que lleva l le crea alrededor un vaco que crecer de ao en ao, hasta el punto de convertirse en un malestar que le llevar a dolorosas rupturas.

Una sensibilidad social

Dehon se convierte en un hombre de los congresos, de las asambleas generales. Es fiel a estas citas, en las cuales se encuentras los hombres de obras, que comparten las mismas convicciones. As recoge una cantidad de informaciones, de iniciativas de todo tipo, que actan como estmulos. Hasta el inicio del siglo XX, el P. Dehon utilizar esta red como medio de formacin y tribuna de expresin.

Del 25 al 29 de agosto de 1875, participa en Nantes en un congreso de las Obras dirigido por Mons. Sgur , hijo de la cl