Una comunidad lee el Evangelio de Marcos

VI El ministerio de Jesús en Jerusalén

1.- Entrada Mesiánica:

Cuando Jesús entra en la ciudad casi todo desaparece en las entradas de Jerusalén. Es en esta entrada mesiánica donde Jesús, hace ver a sus discípulos y a la población de Jerusalén con gestos y palabras que Él no es el mesías de sus expectativas nacionalistas y mundanas.

1.1.- Encontrarán un pollino ¡desátenlo y tráiganlo!:

Jesús, desconcertante, no entra como los grandes reyes a lomos de un caballo, ni tampoco como los soldados en sus carruajes de guerra y menos en un macho. Él entra victorioso ciertamente, pero en la justicia, y por consiguiente, humilde, montado en un pollino.

Nadie ha montado en un mesianismo de humildad, sólo el Señor. El pollino, animal de carga el cual no carga sus pertenencia sino las de otros, es un mesianismo que monta sobre el servicio y este servicio es el que liberará al hombre.

2.- Maldición de la higuera y del templo:

Esta escena es interpretada desde los inicios del cristianismo como una acción simbólica que indica el juicio de Dios sobre el pueblo de Israel que se había vuelto infiel a su vocación.

Es una condena, ciertamente hacia el pueblo hebreo y a su templo, puesto que se ha vuelto estéril y por lo tanto carentes de fruto. Ellos están encerrados en su propio mundo en su beneplácito y por lo tanto se impiden así mismos y a los otros a la casa de oración.

2.1.- El final de templo y la salvación de Dios para los no creyentes:

La maldición resulta como un contra-milagro. El que no hace suya la bendición de Jesús y no la pone en practica recae en sí la maldición y por lo tanto queda estéril.

El templo ya no da frutos espirituales, será destruido y sustituido por el cuerpo de Cristo y en Él se encierra la totalidad humana.

El hambre de Jesús, el Señor, le hace ir a su templo como la higuera, y lo encuentra despojado de verdad y de justicia, y lo encuentra lleno de ladrones. Entonces lo entrega a los no creyentes, para que se convierta en casa de oración.

Sobre el templo antiguo desciende la noche definitiva (Mc. 11, 19) porque Jesús sale y abandona la ciudad, coya lo había hecho en la antigüedad la gloria de Dios.

3.- Exhortación a la fe y a la oración

En la maldición de la higuera, los paganos conversos al cristianismo, ven en ella el ejemplo claro del poder de la oración.

En Marcos se encuentra la frase, fe de Dios, que tiene mayor profundidad que nuestra frase, fe en Dios. Pues esta fe es de Dios y por lo tanto es un don, pues no nos pertenece Él nos la da.

3.1.- Todo cuanto pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán.

El evangelista Marcos presenta a la fe como conversión que nos lleva a creer en el Evangelio, por lo tanto es seguir a Jesús. Sólo en l acogimiento y en el seguimiento a Jesús tendremos la bendición de la gloria.

Esta fe nos lleva a caminar sobre las huellas de Jesús, es decir en su servicio, en su obediencia, etc. El discípulo, con esta fe, vive como vivió Jesús para ser a la fin participe de su gloria, es por ello que pasara por varias tribulaciones y dificultades.

Sólo esta fes es omnipotente, por que la fidelidad de Dios todo se lo concede. Entregó a si Hijo único por nosotros… ¿cómo no nos dará lo que pidamos?

La fe es la praxis del seguimiento de Jesús y la oración viene siendo la fuente de esa praxis. Y es en el seguimiento donde se obtienen los frutos concretos de los cuales el Señor tiene hambre.

4.- La autoridad de Jesús

Dos preguntas de gran importancia: la primera, de parte de los sumos sacerdotes, escribas y los ancianos. (¿con qué autoridad haces esto?) y la segunda de Jesús que da respuesta y fin a la primera sin la necesidad de que Jesús responda a sus cuestionadores. Jesús responde con una contra-pregunta, la forma en que contestaban los rabinos. Y la forma verbal de la contra-pregunta es en imperativo, pero con valor de condicional (el bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respóndanme).

4.1.- La autoridad de Dios

Jesús ya ha demostrados su estado como Hijo de hombre. Su entrada mesiánica en Jerusalén, ha mostrado du poder como mesías, simbólicamente, en la maldición de la higuera y del templo. Las discusiones con sus adversarios, los cuales se sienten amenazada su seguridad de privilegios, ponen en marcha el plan para acabar con Jesús. La autoridad y el poder de Jesús siervo pone en discusión y le quita piso a toda otra autoridad y a todo otro poder.

La autoridad de Jesús se ve claramente reflejada en su palabras y acciones, y en su habilidad para responder a acusaciones de los altos jerarcas del judaísmo.

5.- Los viñadores homicidas

la parábola de los viñadores homicidas, no es con seguridad que haya sido dicha por Jesús Cristo, al parecer trata de una alegoría del evangelista. En esta parábola se expresa la bondad de Dios, pero en su viña sigue creciendo la maldad, pues primero manda a varios sirvientes (profetas), y la maldad sigue en aumento, pero el Dueño aún así decide mandar a su Hijo al cual matan y echan fuera de la viña. Alusión a la muerte de Jesús, asesinato que se realiza a las afueras de la muralla de la ciudad.

Jesús presentado como la piedra angular, desechado por los constructores, piedra del nuevo pueblo de Dios. Dicha cita fue introducida en la comunidad griega como testimonio de fe en Cristo.

5.1.- La piedra que los constructores desecharon se ha convertido en piedra angular

Jesús, la piedra, se ha manifestado como el Hijo amado, el heredero.

Su destino de fracaso en relación a su pueblo, que lo ha desechado, nace el nuevo templo, del cual el Crucificado es la piedra angular.

Jesús siendo acusado, se convierte en acusador y juez de sus adversarios.

En este pasaje se describe toda la historia del pueblo de Israel, con su maldad en crecimiento hasta que llega al culmen de su maldad. Y cuando alcanza el culmen y parece que ha vencido definitivamente, Dios responde con su fidelidad, Él permanece fiel.

6.- El tributo al César

En este pasaje se encuentra Jesús en discusión con los herodianos y fariseos. Y es en este mismo pasaje donde Jesús deja muy claro, que él no da soluciones cómodas.

Es por ello que todo creyente en el transcurso de su vida debe saber encontrar, el comportamiento coherente, incluso en las confrontaciones de orden sociopolítico.

Los adversarios de Jesús se acercan con una pregunta trampa, la cual queda desenmascarada por Jesús.

6.1.- Lo de Dios devuélvanselo a Dios

Jesús es reconocido por los fariseo y herodianos como una persona libre al decir y ejecutar decisiones es por ello que le hacen la pregunta trampa, ¿si se debía pagar el tributo al César o no? Jesús se libera de esta pregunta, la cual fue hecha no para obrar por verdad sino por hacerle caer, esta claro que no libera con el poder sino con el servicio, que es la liquidación total de todo poder y de toda servidumbre.

Jesús demuestra, que no trae consigo ni una moneda y que además ignora quien es el que esta grabado en ella. Toda servidumbre que tiene puesta su vista en el dinero,

es para la Biblia un idolatría. En Jesús ha llegado el momento decisivo ¡o Dios o el César; o la libertad de Cristo o la esclavitud del César que está en turno!

7.- La resurrección de los muertos

Los primeros cristianos sintieron la necesidad de defender esta postura ante los saduceos, que no admitían la resurrección de los muertos. También, los cristianos se valían de las creencias populares en las cuales Dios resucitaría a los muertos en virtud de la promesa hecha.

La interrogante es sobre la ley del levirato. Jesús responde a la segunda cuestión y después a la primera, acerca del mismo hecho. Estas respuestas fueron puestas en boca de Jesús, para combatir la duda de los saduceos.

Los saduceos, niegan que haya resurrección, ante Jesús tienen la finalidad de mostrar que la fe en la resurrección tiene consecuencias absurdas.

Respuesta de Jesús: serán como los ángeles en el cielo, característica de la mentalidad judía, está de manifiesto la diferencia de la vida terrena a la de los resucitados.

7.1.- No es un Dios de muertos sino de vivos