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Suplemento Cultural Una idea original de Rosauro Carmín Q. ÓSCAR RÍOS La obra pública de un escultor intimista Guatemala, 26 de mayo de 2012

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Suplemento Cultural 26-05-2012

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Suplemento CulturalUna idea original de Rosauro Carmín Q.

ÓSCAR RÍOSLa obra pública de un escultor intimista

Guatemala, 26 de mayo de 2012

POR RENÉ ARTURO VILLEGAS LARA

Este año se celebran los doscientos años de la promulgación de la Constitución de Cádiz, antecedente de nuestra historia cons-

titucional, ampliamente estudiada y divulgada por Jorge Mario García Laguardia. Guatemala envió diputa-dos a dichas Cortes, con el fin de ha-cer valer los intereses de los habitan-tes de la Capitanía General. Uno de ellos fue el doctor Antonio Larraza-bal, posteriormente rector de la Uni-versidad de San Carlos. Por una bue-na suerte bibliográfica llegó a mis manos una copia del Diario de Se-siones de las Cortes de Cádiz, Tomo II, impreso en la Imprenta Real, en el año de 1811. Como dato curioso estas Cortes no descansaban en sus labores, pues hay actas de sesiones del 31 de diciembre de 1810, con-trariamente a lo que sucede en las legislaturas de hoy. Y precisamente en el acta del 3 de junio de 1811, apa-rece una referencia a Guatemala, por parte del señor Andrés Llano, la cual me permito transcribir como está es-crita, por considerar que puede tener interés para los estudiosos de nuestra historia. Dice el documento:“Los diputados suplentes del reyno

de Guatemala tienen la satisfacción de poder asegurar a V.M. que en todas aquellas provincias reyna la mayor tranquilidad, y que la capital, siempre la primera de dar ejemplo de su lealtad y demás títulos que la distinguen, juró y reconoció a este augusto Congreso luego que supo de oficio su feliz instalación, remitien-do a los representantes actuales las correspondientes instrucciones, para que pueda elevar a V.M. lo que juz-guen más útil al bien de la metrópoli y a la mayor prosperidad de aquel reyno; y si V.M. tiene a bien que se lea la carta de remisión la traigo aquí.Leyola el señor secretario, y man-

daron las Córtes que se insertara en este diario, en lo siguiente:“Desde que tuvo Guatemala el ho-

nor de que había fiado a V.SS. su representación nacional en las pre-sentes Cortes, depuso a la sombra de su honradez y patriotismo los graves cuidados que la demandaba la con-servación de sus derechos, y cuya guarda había reclamado eficaz e instantemente al supremo Gobierno. Vio después por las noticias públi-cas llegado el feliz momento porque suspiraba la nación, y que congrega-dos sus beneméritos representantes dieron principio a la grande obra de la salvación de la patria. Guatemala entonces reconociendo con el mayor gusto y complacencia la autoridad

Prosas Mundanas

El rEino dE GuatEmala En las CortEs dE Cádiz dE 1812

2 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 26 mayo de 2012

ya el punto de nuestra regeneración política. En medio de tan plausible suceso

no podía ser perfecta la satisfacción de este cabildo, porque no había recibido directamente de V.SS. su último complemento. Estaba reser-vado este feliz instante para el día 6 del corriente en que llegó al ayun-tamiento la muy grata de V.SS. de 1º. De octubre, y con ella el acta de 20 de setiembre, que comprehende la elección de diputados suplentes por esta América é Islas Filipinas, el instrumento de instalación de Cortes de 24 del mismo, otorgado por el Excelentísimo señor notario de los reynos, y los primeros de-cretos del Congreso nacional. El cabildo ha visto estos testimonios, primicias del celo de V.SS., con el aprecio, veneración y el celo que merecen; y para que todo el reyno disfrute igual placer, va a imprimir y circularlos, dexando que todos sus habitantes conozcan a V.SS. por los primeros instrumentos de su fu-tura prosperidad.

Entre tanto este ayuntamiento tri-buta á V.SS.á nombre de Guatemala las más expresivas gracias, por ha-ber admitido y estar desempeñan-do su representación, y les suplica encarecidamente continuen dando ese honor á su cara patria, y para que sirvan hacerlos con analogía a sus ideas y deseos acompaña á V.SS. las instrucciones que dio a su diputado el Sr. Dr. D. Antonio La-rrazabal, y comprehenden por aho-ra: primero, el voto de esta ciudad para la Constitución general de la monarquía, presentando ya á S.M. : segundo, el sistema económico que en su concepto es de adoptar-se: tercero, un proyecto de única contribución para constituir las ren-tas del estado: cuarto, un discurso sobre reforma de alguna leyes y establecimientos contrarios al dere-cho natural. Pero no de estos mezquinos frutos

de su lealtad y meditaciones espera el cabildo las mejoras de este reyno: en lo que afianza todos sus deseos, es tener a V.SS. la representación

de sus derechos . Por una larga su-cesión conservan sus archivos las memorias mas ilustres de sus dignos ascendientes: siempre empleados en servicio público, siempre beneméri-tos de la patria. Heredaron V.SS. con la cuna su patriotismo y sentimien-tos. Guatemala, á quien el cielo dio tan dignos hijos, confía seguramente que coronarán en las augustas Córtes las grandes acciones de sus mayores, y que el dulce recuerdo de su mérito será desde ahora el continuo exerci-cio á la pública gratitud.Nuestro señor guarde á V.SS.

muchos años. Sala Capitular de Guatemala febrero 10 de 1811. Domingo José Pabón.-José María Peinado.-Gregorio de Urruela.-Pedro José de Beltranena.-Juan Bautista de Marticorena.-José Ay-cinena.- Juan Francisco Taboada.-Manuel Jos. De Lara.-Juan Payes y Font.-Antonio José Arrivillaga.-Francisco Pacheco y Beteta.- Juan Bautista Asturias.- Sres. D. Andres y D. Manuel Llano, diputados su-plentes por este reyno.”

“Juramento de las Cortes de Cádiz en la Iglesia Mayor parroquial de San Fernando” de José María Casado del Alisal, expuesto como tal en el Congreso de los Diputados de Madrid.

FOTO LA HORA: WIKIPEDIA

suprema en su augusto Congreso le juró la más pronta obediencia, y tributó al Señor humildes y solemnes gracias, porque templaba nuestras amarguras, dejándonos reinstalas las Cortes, de que pende sus consuelos, y asegurando

“Desde que tuvo Guatemala el ho-nor de que había

fiado a V.SS. su representación nacional en las

presentes Cortes, depuso a la sombra de su honradez

y patriotismo los graves cuidados que la demanda-ba la conservación de sus derechos, y cuya guarda

había reclamado eficaz e instantemente al supremo

Gobierno.”

No es una tarea fácil, pues como quiera que sea el público que asiste a esos eventos a obser-

var cómo trabajan los escultores se siente atraído por la creativi-dad puesta de manifiesto en las posibilidades formales que en-cuentran los artistas en los mate-riales, así como por las habilida-des técnicas y manuales con las que, allí frente a los espectadores escépticos e impacientes, concre-tan “su idea” y avanzan en los minuciosos detalles del proceso formativo. Se trata, claro está, de un público urbano formado en la sociedad industrial que hasta ahora, con un hastío muy posmoderno ante la uniformidad y la rutina de los procesos de la producción masiva, empieza a redescubrir el encanto de lo ar-tesanal y de la obra única. Es un público que, como sostiene Var-gas Llosa, gusta del espectáculo y que disfruta del arte y la cultura como entretenimiento.Óscar Ríos (Guatemala, 1978),

como premio por haber ganado el X Festival Arte en Concreto realizado en Guatemala en 2011, fue invitado a realizar una escul-tura al aire libre en la ciudad de Seadrift, Texas, USA., dentro del marco de la exposición titulada Texas Star, que reunió a esculto-res, pintores y fotógrafos de Mé-xico, Estados Unidos, Alemania y Japón en el Art Center Seadrift durante el mes de marzo del pre-sente año. La exposición fue exi-tosa y la participación de nuestro compatriota fue todo un evento cubierto por la prensa local, con mucho público que fue a verlo trabajar y a testimoniar la paula-tina transformación del cemento y el hierro en una enorme escul-tura blanca de 2 metros de altura titulada “Anclado”, que ahora se recorta contra el horizonte azul de la costa de Seadrift en Texas, con algo de vela en sus formas amplias que, sin embargo, pare-cen envolver a un personaje fir-memente establecido en la tierra, anclado, como reza su nombre, quizás por nostalgias más bien terrestres.Para el artista el éxito radica en

otro lado. El haber realizado una obra de esas dimensiones le ha dado ciertamente mucha con-fianza para encarar proyectos es-

la obra pública de un escultor intimista

Suplemento Cultural 3Nueva Guatemala de la Asunción, 26 de mayo de 2012

cultóricos más ambiciosos. Dejar algo de él y de Guatemala en otro país, confiesa, es algo que tam-bién lo llena. Sin embargo, dice, la experiencia más satisfactoria es haber visto mucha escultura y descubrir las infinitas posibilida-des materiales, técnicas, formales y expresivas que se le abren como

artista creativo de cara a un pú-blico que necesita reconocerse en obras que le hablen hoy con el len-guaje de hoy.En esta manera de discernir lo

significativo de trabajar al aire li-bre y asimilar reflexivamente la experiencia intensa y angustiante de conectarse con un público que

está pendiente de todos sus movi-mientos en el proceso de dar for-ma concreta a unos materiales in-formes reconozco al artista Óscar Ríos. Acostumbrado al ambiente cálido y apartado de su taller de cerámica, modelando formas que provienen de una noble tradición enraizada en su familia, la expe-

Los festivales, simposios y congresos que convocan a los escultores de diferentes nacionalidades para realizar ob-ras monumentales al aire libre han resultado ser un recurso eficaz para atraer al público a los secretos de un arte más bien austero y de un oficio más bien arduo y laborioso. A partir de esos encuentros que ahora se suceden con

insospechada frecuencia en diversos países del mundo, la escultura se ha revitalizado no sólo en temas y estilos sino sobre todo por las intenciones comunicativas de los artistas que buscan las destrezas técnicas para crear la obra que establezca un vínculo inmediato pero duradero con el nuevo público que quizás ha sido ya demasiado

expuesto a ideas y experiencias novedosas por los medios de comunicación y la agresiva creatividad de la publici-dad y los mercados.

POR JUAN B. JUÁREZ

Óscar ríosGalería de artistas

riencia de hacer obra pública en un lugar extraño, “intuyendo” la forma plástica de un vínculo hu-mano que se establezca por enci-ma de los localismos propios del artista y de los espectadores, Óscar enfrentó en Texas un desafío que es decisivo para su obra y para su personalidad de artista.Yo conozco la obra de Óscar

Ríos, o mejor dicho conozco a Óscar por sus obras. Estoy muy familiarizado con sus personajes de barro elemental, modelados al ritmo de círculos lentos y solem-nes, extraídos del entorno popular, captados en la plenitud de su sen-cillez espiritual, estilizados de tal manera que parecen volver sobre sí mismos, asentados con firme-za sobre la tierra que los sostiene, con una presencia que es leve y rotunda al mismo tiempo, como los pensamientos transparentes de un hombre sabio, que me cuesta imaginarlos en algún lugar que no sea íntimo.

4 Suplemento Cultural “TRIBUNA, NO MOSTRADOR”, Clemente Marroquín RojasDECANO DE LA PRENSA INDEPENDIENTE

Nueva Guatemala de la Asunción, 26 de mayo de 2012

Los amantes del arte que han venido desde el exterior están compartiendo una inédita experiencia gastronómica con camareros, choferes y guardacoches cubanos para zanjar las brechas de la cultura, el idioma y más de medio siglo

de animosidad entre Washington y La Habana. Por PETER ORSI

D iez chefs promi-nentes de la ciudad de Nueva York se reúnen esta semana con diez empresa-rios de la incipiente industria de los res-

taurantes privados cubanos para preparar platillos sabrosos desde una cocina im-provisada construida dentro de un conte-nedor naviero. Los comensales son en su mayoría extranjeros que han venido para asistir a una importante exhibición de arte y cubanos a quienes se invita al azar para participar en las comidas gratuitas por parte de los chefs visitantes que los cono-cen durante su estada.

La fusión de cocinas estadounidense, italiana, japonesa y aun birmana con los platos típicos del Caribe es una inusual experiencia culinaria en un país donde muchos restaurantes estatales e indepen-dientes sirven platos previsibles y aburri-dos. También constituye un espectáculo que acorta la brecha entre los vecinos distanciados y las distintas clases sociales.

“El modo más fácil e interesante de comprender otra cultura es por el estóma-go”, afirmó Sara Jenkins, directora culi-naria del proyecto y propietaria de los res-taurantes Porchetta y Porsena en el barrio bohemio West Village de Nueva York. “Y la forma más fácil y menos complicada de hacerse amistades es compartir el pan en la misma mesa”.

El “Proyecto Paladar”, nombrado por el nombre con que se les da a los popula-res restaurantes independientes en Cuba, es parte de la Undécima Bienal de La Ha-bana, un encuentro irreverente que atrae a 180 artistas de 43 países como también a miles de aficionados y coleccionistas de arte. El proyecto gastronómico también es totalmente independiente, sin afiliación alguna con ningún instituto del gobierno cubano, y es financiado mediante dona-ciones de individuos estadounidenses.

Durante diez días los chefs se turnarán para preparar y servir comidas gourmet en el patio trasero de un centro cultural en el sector colonial de la ciudad. Los huéspedes son recibidos con un mojito y conducidos hasta una mesa para doce personas en homenaje al número máximo de comensales que el gobierno permitió a los paladares cuando abrieron por prime-ra vez en la década del 90. Con dos mesas para 12 comensales cada una, los orga-nizadores planean alimentar hasta cinco grupos por noche, para un total de 60.

En el lanzamiento del proyecto el vier-nes por la noche, Jenkins, con su delantal profesional, daba los toques finales a una olla de salsa birmana de coco, leche y cu-rry, preparándose a verterla sobre filetes de pargo. Para acompañar el plato prin-cipal había una salsa tártara de atún y una ensalada de mango.

Las conversaciones en la mesa trans-

Reportaje

El artE y la cocina, ExtranjEros y cubanos, sE dan la mano

currían animadamente mientras los co-mensales trataban de presentarse, con algunos tímidos intentos de incursionar en el idioma de los otros, o apelando a los participantes bilingües para traducir las reacciones ante cada sabor: “¿Es esto perejil?” ‘’¡No, es menta!”

“Me parece una experiencia que nun-

ca se ha hecho en la Bienal, un proyecto sociocultural muy interesante”, comentó Kenia Echenique, de 25 años, abogada y actriz que se abanicó la boca con la mano después de probar el curry, aunque dijo que lo disfrutó después del impacto ini-cial del picante. “Creo que esto puede enriquecer nuestra cultura, nuestros pala-

dares, y contribuir a un intercambio entre nuestros países”.

“En la cocina todo es sencillo. Una sal-sa es una salsa”, filosofó Héctor Higuera Martínez, socio de cocina de Jenkins y responsable del elegante Le Chansonnier en el barrio El Vedado, de La Habana. “Son cosas en común, digamos; indepen-dientemente de la barrera del idioma ha sido espontáneo”.

El “Proyecto Paladar” es creación de Craig Shillitto, un arquitecto, artista y diseñador de restaurante de Nueva York que se fascinó al leer sobre el auge de los restaurantes privados en Cuba después que el presidente Raúl Castro resucitó una política de los años 90 que permitió su existencia, y después levantó muchas restricciones que les permitió florecer.

Muchos paladares son todavía poco mejores que los mediocres restaurantes es-tatales cubanos y deben lidiar diariamente para hallar ingredientes en una isla desde hace tiempo acostumbrada a la escasez. Algunos languidecen mientras compiten por el número limitado de turistas y otros extranjeros, y el número reducido de cu-banos con ingresos suficientes como para comer en restaurantes privados.

Pero cada vez más propietarios de pa-ladares están conformando una vanguar-dia de restaurantes creativos con chefs experimentadores que buscan elevar el nivel culinario.

“Es difícil poder educar a las perso-nas porque realmente están muy ligados a nuestra historia el arroz, los frijoles, el cerdo asado”, observó Higuera. Muchos chefs se atienen a “lo más fácil de encon-trar. Pero creo que hay muchas personas que están deseosas de probar otras cosas”.

El “Proyecto Paladar” se desarrolla dentro de las actividades de la Bienal de Arte en La Habana, uno de los espacios más lúdicos y tras-gresores del arte actual.

Sara Jenkins (D) y el chef cubano Héctor Higuera, participan en una actividad preparando la cena, como par-te del “Proyecto Paladar”, que formó parte de la Bienal de Arte en La Habana.

FOTO LA HORA: AP FRAnkLin Reyes

FOTO LA HORA: AP RAmón esPinOsA

Suplemento Cultural 5“TRIBUNA, NO MOSTRADOR”, Clemente Marroquín RojasDECANO DE LA PRENSA INDEPENDIENTE

Nueva Guatemala de la Asunción, 26 de mayo de 2012

Para Rousseau, la realidad es totalmente diferente. El hombre por naturaleza, es

bueno siendo, precisamente, la sociedad civil quien lo

vuelve malo. El que el hom-bre se haya degenerado se

debe, asegura el ginebrino, a la vida en sociedad.

Tómelo con filosofía

En este año, se conmemoran los 300 del nacimiento de Jean Jaques Rousseau, uno de los más célebres filósofos de la Ilustración. Como es bien sabido, la Ilustración es ese período de la Historia en la que el optimismo, propio

de quienes confían ciegamente en la Razón, invade el ánimo de los hombres de la época, seguros de que la Hu-manidad se encamina a una etapa inevitable de progreso y bienestar. Los pensadores de la Ilustración, en efecto,

retoman el proyecto del racionalismo clásico aunque agregándole la confianza en el poder de la ciencia y la tecnología, manifestaciones características de la Edad

Moderna. Después de siglos de oscurantismo, el del me-dioevo, la modernidad y la Ilustración confían en encau-zar a las sociedades todas hacia una etapa de esplendor. Bueno, al menos eso era lo que esperaban estos filósofos.

POR HAROLD SOBERANIS

P ues bien, es en este con-texto donde surge un pensador muy singular como Rousseau. De origen ginebrino, Rous-seau desarrolla su obra filosófica en Francia,

a la sazón, la cuna de la Ilustración. De Francia son también pensadores ilustra-dos como Diderot, D’Alembert, Voltaire, entre otros.

Es precisamente Diderot el promotor de uno de los grandes proyectos de este movimiento intelectual: la Enciclopedia. Diderot pretendía que la Enciclopedia fuera el compendio del saber humano de todos los tiempos. Para ello, convocó a las mentes más lúcidas del momento. Por supuesto, entre ellas estaba la de Rous-seau. Actualmente, la Enciclopedia no es más que una serie de vetustos libros, curiosidad de una época ya lejana, guar-dada en algún museo para deleite de los adoradores de la tecnología que al verla se burlaran de ella. Empero, en su momen-to fue una empresa impresionante, sobre todo si tomamos en cuenta que no exis-tían las máquinas de escribir eléctricas, las computadoras ni el internet. Aunque Rousseau colaboró en la elaboración de la Enciclopedia, nunca se consideró parte de los enciclopedistas.

A mi juicio, la mayor aportación in-telectual de Rousseau está en su filosofía política. De carácter retraído, oscilante y hasta huraño, la obra roussoniana está marcada por la impronta de su peculiar personalidad. De ahí que algunas de sus propuestas nos parezcan verdaderamente absurdas. Aunque otras, en cambio, nos revelan los destellos de un genio. Rous-seau es uno de los grandes teóricos del li-beralismo y de la teoría del contrato. Una de sus obras, quizá la más conocida junto con El Emilio es, precisamente, El Con-trato Social. Según los filósofos contrac-tualistas, en un pasado lejano vivíamos en

un estado de naturaleza, semisalvaje, pero felices. Sin embargo, para estar mejor, la mayoría nos pusimos de acuerdo y deci-dimos, por medio de un pacto o contrato, pasar al estado político concediéndole a un sujeto, electo por nosotros, el derecho a ser gobernados por él. En dicha transi-ción, aseguran algunos de los contractua-listas, renunciamos a nuestros derechos en función de aquél. Pero ojo, que no le cedimos todos nuestros derechos, sino solo algunos, aclara indignado Rousseau. De esa cuenta, la soberanía descansa en la sociedad en tanto cuerpo social. Tal so-ciedad, a su vez, se apoya en un principio moral: la voluntad general.

En esta teoría de Rousseau, subyace la idea romántica del buen salvaje. Efec-tivamente, según este filósofo ginebrino, cuando vivíamos en el estado de natura-leza, éramos felices pero, sobre todo, bue-nos. Esta tesis contradice aquella otra de Hobbes, también uno de los teóricos del contractualismo, quien define al hombre como un lobo para el hombre, lo que en un lenguaje más preciso significaría que el ser humano, por naturaleza, es malo y sólo al pasar al estado político logra con-trolar sus instintos salvajes.

Para Rousseau, la realidad es total-mente diferente. El hombre por natura-leza, es bueno siendo, precisamente, la sociedad civil quien lo vuelve malo. El que el hombre se haya degenerado se debe, asegura el ginebrino, a la vida en sociedad. Así, lo que tenemos es una pa-radoja: por un lado, hay una necesidad histórica de pasar del estado de naturaleza al estado civil y, por el otro, aunque este paso sea necesario, la conformación de las sociedades políticas es algo negativo, pues pervierte al ser humano. La vida so-cial, dice Rousseau, se rige por los vicios, más que por las virtudes. Resulta curioso que, en la actualidad, los agoreros del mal, esos que lanzan moralinas por doquier, los mismos que se creen santos y puros y nos

Rousseau, el IlustRado

Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) fue un escritor, filósofo y músico franco-helvé-tico definido como un ilustrado; a pesar de las profundas contradicciones que lo separaron de los principales representantes de la Ilustración.

FOTO LA HORA: ARCHIVO

ven a los demás como la encarnación del mismísimo demonio, afirmen exactamen-te lo mismo, es decir, que la vida social nos degenera. Y es curioso digo, porque mientras nos asustan con el petate del muerto del fin del mundo llamándonos al arrepentimiento, al mismo tiempo gozan

de las mieles del poder que el dinero, que acumulan vorazmente, les proporciona, sin preocuparse mucho del alma.

A pesar de los evidentes errores con-ceptuales de la teoría política roussoniana, de las muchas ideas que expresa, algunas verdaderamente extravagantes, me gusta-ría, sin embargo, quedarme con una: la de que el verdadero soberano es el pueblo y no quien detenta ocasionalmente el poder, más por casualidad que por méritos. Me gustaría quedarme con ella y recordár-sela a quienes, por su infinito amor a la patria, cada cuatro años compiten entre sí para gobernarnos. Lo haría con la secreta esperanza de que estén conscientes que nosotros, el pueblo, somos sus patrones. Esto haría bien a nuestras sociedades y celebraríamos, permanentemente, la me-moria de Rousseau.

6 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 26 de mayo de 2012

Martinica, cuna de la eMperatriz Josefina

Cuánto más lejana debe haberle pare-cido la inmensa capital a Marie-Jose-phe-Rose Tascher de la Pagerie, una adolescente en una remota planta-ción de azúcar con un futuro impro-bable? “Vas a ser reina”, le dijo una adivina, de acuerdo con la leyenda local.

En efecto, ella dejó esta isla en el sudeste del Caribe y ascendió en la sociedad france-sa durante los últimos días de la monarquía, la Revolución Francesa y el Reino del Terror, para casarse con Napoleón Bonaparte y ser coronada como la emperatriz Josefina.

Si regresase a Martinica en la actualidad, Josefina encontraría una cultura sofisticada con fuerte influencia francesa, enriquecida por los sabores y ritmos de los no europeos que han vivido aquí durante siglos. Ellos for-man la mayoría de la población en esta elegan-te, pero relajada isla, que se baña en el Océano Atlántico en un lado y en el Caribe en el otro.

Los humildes orígenes de Josefina en Martinica son explorados aquí en un mu-seo, el Domaine de la Pagerie, justo en las afueras del balneario de Les Trois-Ilets, nombrado por tres isletas frente a al costa.

Cuando Josefina vivió aquí a mediados del siglo XVIII, Martinica era una colonia francesa. Su familia tenía más de 200 es-clavos en su plantación al sur de la capital, ahora llamada Fort-de-France, y las cancio-nes cantadas por esos esclavos y sus descen-dientes en los campos de caña en Martinica son interpretadas ahora por músicos profe-sionales en hoteles de lujo.

De la casa solamente sobrevive la base, un simple cuadrado de piedra en un campo de hierba junto a un busto blanco de Josefina.

La casa original, ubicada en una peque-ña colina con vistas de sus campos en el va-lle, fue derribada por un huracán cuando Josefina era muy pequeña. Problemas finan-cieros impidieron que sus padres la recons-truyesen, así que la familia se mudó al nivel superior del ingenio azucarero en la propie-dad. La base que queda fue el soporte de una casa de madera construida después de que Josefina partió hacia Francia en 1779.

Las paredes de piedra de la vieja refinería aún se erigen a la sobra de palmas. Otro edifi-cio circular ha sido restaurado como un pabe-llón al aire libre en el que descansa un puñado de enormes cilindros y engranajes oxidados.

La cocina, también un edificio separado, ha sido restaurada y ahora contiene la pe-queña cama de Josefina, retratos, adornos de porcelana con los rostros de Napoleón y Josefina y una copia de su certificado de matrimonio a Napoleón, junto con otros documentos históricos.

Hay también grilletes oxidados que una vez encadenaron a esclavos.

El legado de la esclavitud aún mancha la reputación de Josefina en Martinica. Muchos aún la culpan por la decisión de Napoleón de restablecer la esclavitud cuando Francia recuperó el control de sus colonias de manos británicas, aunque no está claro si la empera-triz tuvo algo que ver con ello. Ciertamente benefició a su familia, miembros de la élite de la isla que aún poseen considerables exten-siones de tierras en la actualidad.

Quizás es por ello que el rostro y el nom-bre de Josefina están ausentes de las callejue-las, los coloridos edificios e incluso la tienda de recuerdos de la Pagerie, que mayormen-te vende postales de paisajes de la isla. Y no hay nada sutil en la condición en que está la estatua de Josefina en la plaza central en Fort-de-France, donde el intimidante fuer-te de piedra aún se asoma imponente so-bre cruceros y transbordadores en la bahía. La figura blanca fue destrozada hace años — decapitada, cubierta de pintura roja, y el nombre de Josefina arrancado del pedestal.

En lugar de ello, los rostros más promi-nentes en Fort-de-France son los de dos di-funtos intelectuales — Aime Cesaire y Edo-uard Glissant — cuyos trabajos exploran la identidad negra en el país.

Banderolas que celebran su obra cuel-gan en el moderno aeropuerto nombrado por Cesaire en el 2009. La oficina cargada de libros de Cesaire ha sido preservada en el principal teatro de la capital, que también

Personajes

Incluso ahora, París es un mundo completamente diferente de este paraíso tropical. Por JENNIFEr KAY

lleva el nombre del poeta y político.Martinica es un departamento de Fran-

cia. El francés es el idioma oficial y el euro la moneda. Los locales manejan Renault y Citröen en serpenteantes caminos monta-ñosos y acuden a boutiques a comprar la última moda europea.

Pero la cocina de Martinica — platos franceses aderezados con curry, mariscos frescos y frutas tropicales — lleva el sabor de productos locales, junto con una mezcla de platos africanos e indios traídos a la isla a lo largo de siglos.

Incluso cuando era emperatriz, Josefi-na añoró los días de su niñez en el Caribe, y trató de recrear el esplendor tropical de Martinica en su casa cerca de París, Mal-maison, un refugio famoso por sus jardines y su invernadero.

Los visitantes a Martinica pueden explo-rar un lugar similar en el Jardín de Balata, un jardín botánico en las colinas sobre Fort-de-France. Un sendero avanza entre brome-liáceas, orquídeas, palmas árboles floridos y bijao, la flor nacional de Martinica. Un puente de suspensión ofrece una vista más espectacular del follaje tropical.

Más al norte, en el lado caribeño, es-tán las playas de arena negra alrededor del pueblito de Saint-Pierre, construido junto a las ruinas dejadas por un volcán humeante

El Museo La Pagerie de Martinica, una isla francesa, pero que difiere mucho del canon europeo. FOTO LA HORA: AP Martinique Promotion Bureau / CMT USA, Alain Leprince

La curva de la playa en Martinica. FOTO LA HORA: AP Martinique Promotion Bureau / CMT USA, Luc Olivier

durante casi toda la vida de Josefina y que finalmente entró en erupción en 1902.

Junto a las costas del Atlántico están “los

baños de Josefina”, aguas azul turquesa don-de solía nadar la joven Josefina, de acuerdo con la leyenda local.

¿

Suplemento Cultural 7Nueva Guatemala de la Asunción, 26 de mayo de 2012

Cómo viajar 40 mil kilómetrossin un Centavo en el bolsillo

La red de televisión pública PBS está transmitiendo en mayo y junio el programa “Cómo viajar por el mundo gratis”, usando videos filmados por el propio Wigge sobre sus andanzas. Aquí algunas pistas de cómo se las ingenió para hacer semejante viaje:

EL VIAJE EN SI: Wigge, un perio-dista alemán que cubre la industria tu-rística y habla inglés y español, además de su idioma natal, partió de Berlín en junio de 2010 y recorrió 11 países en 150 días, llegando a la Antártida en noviembre del mismo año. Fue ayu-dado por más de cien personas que le ofrecieron transporte, comida y sitios donde dormir. Planificó el viaje du-rante un año, consiguiendo contactos de personas que podrían asistirlo con alojamiento o trabajo, pero dependió en buena medida de la bondad de ex-traños.

COMIDA: Al principio Wigge bus-có comida en los cestos de basura de su-permercados, pero pronto se dio cuen-ta de que eso no era necesario. “Podía recibir alimentos a cambio de algún servicio. Me ofrecía a limpiar pisos y estanterías, a lavar platos en restauran-tes a cambio de un buen sándwich. La

Michael Wigge se fue un día de Berlín sin un centavo y recorrió 40.230 kilómet-ros (25 mil millas) hasta la Antártida haciendo dedo, trabajando en lo que viniese e ingeniándoselas para viajar en avión, barco, automóvil y a pie de Europa a Canadá y Estados Unidos, y luego por América Latina.

Reportaje

mayor parte de la gente que contacté en comercios, supermercados y restaurantes me dio algo”, relató.

ALOJAMIENTOS Y ACTITUD DE LA GENTE: Wigge dice que descubrió que en América Latina “la gente te ayuda si golpeas su puerta y dices, ‘no sé dónde voy a dormir esta noche, ¿puedo dormir aquí?’. Son solidarios, tal vez porque hay mucha pobreza y saben lo que se siente. No les importaba mi historia. Pero en Estados Unidos sí se interesaban más en mi historia. Me decían: ‘Esto está muy bueno, te vamos a ayudar a que logres tu objetivo’. Eso es lo que impacta a los esta-dounidenses”.

TRABAJO: Cruzó el Atlántico traba-jando en un barco de carga entre Bélgica y Canadá a cambio del pasaje. Hizo de todo, desde pintar hasta cambiar el aceite en la sala de motores. En Las Vegas par-ticipó en batallas con almohadas en la calle por un dólar y se ofreció como “sofá humano”, para que la gente se sentase so-bre sus espaldas. En San Francisco cobró propinas empujando a turistas pesados que tenían dificultades para transitar por calles empinadas. Llegó a reunir 300 bi-lletes de un dólar con los que compró un pasaje en avión hasta Costa Rica. De allí

se fue a dedo a Panamá, donde trabajó como mayordomo para el embajador de Alemania.

Para cruzar desde Usuahia, la ciudad más austral del continente, en Argentina, hasta la Antártida, trabajó en un crucero de lujo como ayudante del líder de la ex-pedición. “Limpias las botas de los turis-tas, los ayudas en el hielo, colocas bande-ras rojas en los sectores donde hay pingüi-nos, le pones gasolina a las lanchas”.

EL PEOR TRABAJO: Maletero de turistas en una expedición al Machu Pic-chu. “Fue un desastre. Fui el peor male-tero en la historia de los Andes”, expresó. Los otros maleteros estaban acostum-brados a hacerse cargo de carpas y ali-mentos a lo largo de 80 kilómetros (50 millas) durante cinco días, a transportar 25 kilos (casi 60 libras) de equipaje en sus espaldas y a tener el campamento listo cuando llegasen los turistas, todo esto a más de 4 mil metros (14 mil pies) de al-tura, pero Wigge no tenía la energía ne-cesaria. “Me dijeron, ‘esto no es una di-versión, no puede hacerlo, no queremos perder los clientes’. Me tuve que discul-par”, recordó. Al tercer día pusieron su equipaje en un caballo y le permitieron caminar al ritmo normal”.

Por BETH J. HArPAZ

Por JoSÉ ANToNIo GArCÍA UrrEA

Homenajes póstumos a morales monroy

y arCe

Al continuar con el pro-grama “Luminarias del Teatro Guatemalteco”, organizado por la Aso-ciación Nacional de Ac-tores y Técnicos, a cargo

del maestro Manuel Lisandro Chávez Blanco, se rindió homenaje póstumo el pasado 14 de mayo al maestro Rubén Morales Monroy, director de la Acade-mia de Arte Dramático de la Universi-dad Popular, de la cual fue organizador y a su impulso cobró gran prestigio.

El 24 de mayo, se realizó el tercer homenaje al poeta, escritor, periodista y humorista, Manuel José Arce, de pro-sapia de intelectuales.

En relación a Morales Monroy, va-rios de sus amigos, así como exalumnos de la Academia, hicieron uso de la pala-bra para exponer, cada quien, sus expe-riencias derivadas tanto de su amistad como de sus enseñanzas escénicas.

En el panegírico a Morales se lee: “El emeritísimun Rubén Morales Mon-roy, quien el pasado 2 de febrero habría cumplido 79 años de haber nacido en Chiquimula, se entregó entre 1949 y 1998 a la tarea de darnos vida escénica y a que tuviéramos un ambiente dig-no y apropiado para mostrarnos a los públicos nacionales e internacionales. Realizó esta enaltecedora labor ya como actor, ya como director.”

Rubén se entregó totalmente a su tra-bajo escénico, lo vi remar a remo com-pleto en este océano de arte teatral con gran energía y más de una vez le hice la advertencia de que se tomara una vaca-ciones, pues se le notaba el cansancio que invadía su cuerpo, pero él pregun-taba: ¿y qué hago mientras tanto?

El otro homenaje, también en la UP, René Molina Nuyens, creador del Teatro para Niños, correspondió a ese gran hombre de las letras, Manuel José Arce, hombre de grandes ocurrencias, de pluma viril, cuyo deceso ocurrió en Francia. Ya es tiempo de que se inicien gestiones para la repatriación de sus restos.

Manuel era un hombre humilde, sencillo; recuerdo un año en que pre-sentó su magnífica obra “Sebastián sale de compras”, le dimos vueltas y revueltas en el Jurado del Certamen de Bellas Artes, pues a nuestro juicio era merecedora del primer premio. Antes no había solo premio único; pero tenía un problema, no recuerdo si de estructura o de qué, y la descar-tamos. Más adelante él me preguntó, cuando ya se supo quiénes fuimos los jurados, cuál fue el motivo de haberla descartado, se lo expliqué, y me dijo que habíamos tenido razón. Cuando se estrenó la obra, con la corrección señalada, es decir que no la desechó, fue todo un éxito. Otro, en su lugar, no acepta la sugerencia.

Desde mi butaca

Michael Wigge, en el momento de llegar a la Antártica, tras viajar 40 mil kilómetros. FOTO LA HORA: AP PR By The Book, Michael Wigge

“Elmer Grey diseñó el hotel para que cada habitación tu-viera la luz directa del sol en algún momento del día.

Fue destinada casi un cuarto de hectárea (un acre) para que los clientes cultivaran hortalizas y flores duran-te su estancia, con el fin de que se sintieran como en su casa. Esa tierra vale ahora probablemente 25 millones de dólares”.

Robert S. Anderson

Reportaje

El HotEl BEvErly Hills cumplE 100 años atEndiEndo a los famosos

El Beverly Hills Hotel cumplió este mes cien años. En la imagen, una antigua fotografía sin fecha de las instalaciones.

Gregory Peck y Lauren Bacall, durante el rodaje de “Designing Woman”, en el Beverly Hills Hotel.

E l hotel situa-do en el bu-levar Sun-set cumplió 1 0 0 a ñ o s desde su in-

auguración el 12 de mayo de 1912, dos años antes que la ciudad de Beverly Hills fuera construida a su alrededor. Si-gue siendo uno de los destinos más lujosos del sur de Califor-nia, escenario de los festejos de los Oscar y los Grammy y de almuerzos frecuentados por las estrellas.Su aire nostálgico de Ho-

llywood se debe a una lista única de estrellas que lo han frecuentado en el transcur-so de los años, desde Char-lie Chaplin, Cary Grant y Clark Gable, a John Lennon y Jack Nicholson, a Marle-ne Dietrich, que logró que el restaurante del Polo Lounge cambiara su cartel de “no se permiten mujeres con panta-lones” en la década de 1940.En su nuevo libro “The Be-

verly Hills Hotel y Bunga-lows — Los primeros 100 años”, Robert S. Anderson, el historiador oficial del hotel y nieto de la fundadora, narra la historia del establecimiento

8 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 26 de mayo de 2012

Si uno se para en la alfombra roja del Hotel Beverly Hills que conduce al salón de entrada, adornado con una cantidad de candelabros, puede entreverse un siglo de famosos, políticos, músicos y actores que se alojaron en el lujoso establecimiento, desde Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor a Madonna, Reese Witherspoon y Katy Perry.

PoR SoLVEJ SCHoUdesde su comienzo en medio de campos de cultivos de legum-bres a la actualidad, frecuenta-do por personalidades como la directora de cine Sofía Coppo-la, que suele acudir a comer con sus amistades.La bisabuela de Anderson

Margaret Anderson — que regentó el hotel en lo que es hoy el cruce de las calles Ho-llywood y Highland Center, donde tiene lugar la entrega de los Oscar — construyó el Be-verly Hills Hotel por 500 mil dólares con el arquitecto Elmer Grey.“Elmer Grey diseñó el hotel

para que cada habitación tuvie-ra la luz directa del sol en algún momento del día”, dijo Robert S. Anderson en un almuer-zo a fines de abril en la Polo Lounge. “Fue destinada casi un cuarto de hectárea (un acre) para que los clientes cultivaran hortalizas y flores durante su estancia, con el fin de que se sintieran como en su casa. Esa tierra vale ahora probablemen-te 25 millones de dólares”.Hacer que los clientes se sien-

tan como en su casa ha sido desde el principio el objetivo del hotel, desde Chaplin y Bus-ter Keaton, que filmaron en el

establecimiento. En la déca-da de 1920, Mary Pickford y Douglas Fairbanks se conocie-ron en el hotel.Liz Taylor pasó su luna de

miel en uno de los lujosos bun-galós con seis de sus esposos, incluyendo Richard Burton.El multimillonario Howard

Hughes no solamente vivió en los bungalós por temporadas durante 30 años sino que es-tacionaba su Cadillac frente al hotel durante tanto tiempo que comenzaron a crecer plantas en él. Además, hacía que el personal del hotel le dejara co-

mida durante la noche, inclu-yendo emparedados de roast beef, en un árbol cercano.Monroe se alojó en el bun-

galó 20 y 21 en 1960 mientras presuntamente mantenía una relación íntima con el coprota-gonista de “Let’s Make Love” Yves Montand. Lennon y Yoko Ono se pasaron una semana en la cama en otro bungaló. “Ella se comportaba muy bien y él no”, dijo Anderson con una amplia sonrisa. “Lennon can-taba en voz alta, canciones ir-landesas. Una noche Prince se encontraba allí cantado a una chica en la suite superior, en la década de los 80. La gente le gritó ¡Cállese!”.El hotel sigue siendo un pa-

lacio en el que los famosos pueden relajarse y atrae a la elite de la costa este y persona-lidades de Hollywood, pero los paparazzi lo tienen muy difícil. “Las estrellas se sintieron se-guras aquí y lo siguen sintien-do hoy”, dijo Anderson. “Por ejemplo, incluso franquear la puerta principal es una prueba. Si alguien llega con una pesada cámara del tipo comercial, los porteros le preguntan qué hace en este lugar”.Con cuatro plantas y rodeado

de hectáreas (acres) de jardi-nes y flores, el hotel tiene un estilo arquitectónico de villa mediterránea, decorada con hojas de banano, crestas de palma y azaleas rosas. En la década de 1940, el arquitecto negro Paul Williams diseñó el logotipo del hotel y rede-coró la Polo Lounge, hasta entonces llamada El Jardín. Williams diseñó además la ca-fetería Fountain Coffee Room bajo la entrada principal, que mantiene la barra curva de co-lor oscuro y está empapelada con motivos de hojas verdes de banano. El hotel fue bauti-zado con el mote de “Palacio Rosa” tras ser pintado el ex-terior en un tono color salmón en 1948 para reflejar la puesta del sol.En una película que coincide

con los festejos del centenario del director Chuck Workman, el actor Michael Douglas men-ciona el atractivo nostálgico del establecimiento tanto para el mundo de la farándula como los extraños a ella.

“Llevo visitando el Beverly Hills Hotel desde más de la mi-tad de su vida”, recordó el actor. “Reina un ambiente que hace sentirte como si volvieras a casa”.

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