suplemento cultural 04-08-2012

8
Páginas 2 y 3 Página 7 Flavio Santa Cruz en El Túnel La vocación de escribir de los mayas Una idea original de Rosauro Carmín Q. Suplemento Cultural Guatemala, 4 de agosto de 2012

Upload: la-hora

Post on 30-Mar-2016

232 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Suplemento Cultural 04-08-2012

TRANSCRIPT

Page 1: Suplemento Cultural 04-08-2012

Páginas 2 y 3

Página 7

Flavio Santa Cruz en El Túnel

La vocación de escribir

de los mayas

Una

idea

orig

inal

de

Ros

auro

Car

mín

Q.

Supl

emen

to C

ultu

ral Guatemala, 4 de agosto de 2012

Page 2: Suplemento Cultural 04-08-2012

De la Garza: los textos coloniales mayasrecoGieron los mitos prehispánicos

2 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012 Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012

Desde la portada

Mercedes de la Garza (1939), es una escritora, historiadora, investigadora y acadé-mica mexicana que se ha especializado en el estudio de la cultura maya y de la cul-

tura nahua, sobre todo en sus religiones, desde la época prehispánica hasta nuestros días. Posee dos licenciaturas, una en Letras Españolas, y otra en Historia. Con base en esta última, ha obtenido postgrados académicos, hasta alcanzar el grado de Doc-

tora en Historia en la UNAM, en donde fue alumna de Miguel León Portilla.POR: MARIO CORDERO ÁVILA

D e la Garza recientemen-te estuvo en el país para presentar su libro “El legado escrito de los ma-yas”, publicado por el Fondo de Cultural Eco-

nómica en su famosa colección Breviarios.El libro es una síntesis sobre la literatura co-

lonial maya, la que fue escrita después de la Conquista española, pero que recoge buena parte de los mitos prehispánicos. De la Garza explica que hubo cierta contaminación espa-ñola, sobre todo en cuanto a la religión, pero que los mayas coloniales los incluyeron en sus textos, para evitar la censura, pero tam-bién hubo cierta crítica contra el cristianismo.Su idea principal es que los mayas siempre

han tenido una fuerte vocación para escribir, y por ello inventaron el sistema de escritura más avanzado de América prehispánica, y que después de la Conquista se adaptaron para escribir con los caracteres latinos. Además, es evidente que hoy día haya un resurgimiento de la escritura maya, y que se esté escribiendo literatura en yucateco o quiché, por ejemplo, aunque este tema no lo toca en este libro.Para los mayas la escritura era un compo-

nente fundamental de la transmisión de su cultura. Por ello, como una reacción contra la evangelización, transcribieron sus mitos, ante la pérdida de sus códices. Mantenían vivas sus tradiciones, a pesar de que esto, en muchas ocasiones, le provocaran castigos y hasta la muerte.- P: Al leer el título del libro, se pensaría

que trataría sobre la escritura maya prehis-pánica, pero más se enfoca en la literatura maya colonial- R: Exactamente, aunque hay un capítulo

introductorio sobre la escritura maya prehis-pánica.- P: Usted refiere que aún hay algunas di-

ficultades para descifrar la escritura maya prehispánica.- R: Sí, aunque ha avanzado mucho el des-

ciframiento de la escritura, se pueden leer, pero hace falta conocer algunos jeroglíficos. Entonces, todavía queda abierta la interpreta-ción de los textos prehispánicos. Ahora para hablar de los textos mayas de la época colo-nial, ya escritos en alfabeto latino, que nos permiten ver el tipo de inquietudes literarias que tuvieron los mayas, como para qué los escribieron, qué características estéticas tie-nen los textos, qué finalidades, y eso es lo que yo expongo en este libro.- P: ¿Qué siente, por ejemplo, cuando des-

cubren en El Mirador, que ya descubren algunos pasajes del “Popol Vuh”?- R: Des-cubren algunos textos que tienen alguna re-lación con el “Popol Vuh”, sobre todo lo que tienen que ver con los mitos prehispánicos.

Porque el “Popol Vuh” se transcribe después de la Conquista. Entonces se han encontra-do algunos textos con los personajes en El Mirador. Sin embargo, estos textos todavía no se pueden leer para decir que allí están los mitos del “Popol Vuh”, o decir allí están Hunahpu e Xbalanque, es todavía un poco interpretativo. Pero sí es un poco interesante que ya se descubran un vínculo entre la lite-ratura prehispánica con los textos coloniales. Esto corrobora que lo que recogieron los tex-tos coloniales fueron los antiguos mitos de los mayas prehispánicos. Solo que los libros coloniales tienen un poco más, porque tienen un estilo narrativo, que les permitió por la es-critura alfabética. Recogen tradiciones orales y las experiencias de los primeros momentos de la Conquista.- P: Usted menciona que en la Colonia, al-

gunas representaciones de los textos de dan-za y corales, cuando los declamaban o los interpretaban los indígenas, ellos ya sabían que eran merecedores de un castigo poste-rior. Y es notable que los mismos religiosos pidieron que levantaran estos textos.- R: Claro, porque los religiosos los consi-

deraron demoníacos. Es que los mayas opu-sieron una resistencia muy fuerte a la evan-gelización. Les estaban quitando su cultura, sus tradiciones, y todo, violentamente. Ellos hacían esas ceremonias indígenas clandesti-nas por las noches, en lugares alejados del pueblo, donde leían estos nuevos textos. escritos por sus sacerdotes o principales, y

enseñaban al pueblo sus tradiciones antiguas. A esto yo le llamo una contraevangelización, porque de día los frailes les enseñaban una doctrina cristina, pasajes bíblicos, oraciones, etc. Pero por las noches iban a esas ceremo-nias. Si los encontraban en esas ceremonias, los castigaban, a veces hasta con la muerte. A veces dicen que es exagerado esto, pero hay textos que hablan de cómo quemaban los có-dices, sino que también a los sacerdotes, los castigaban y los mataban por estar propagan-do la “idolatría”.- P: Su campo es la historia, pero hace un

esfuerzo por analizar la fonética y la esti-lística, que a veces es difícil, incluso para los mismos lingüistas, pero algún aporte se puede dar. Por ejemplo, los recursos es-tilísticos.- R: La historia de las religiones, es a lo que

yo me dedico, desde la época prehispánica, hasta la moderna. En cuanto a los recursos estilísticos, por ejemplo, encontramos los pa-ralelismos, que están presentes en otras cul-turas y en otras religiones, pero que es muy peculiar de estos textos. Además, que fue-ron escritos en un tono muy especial, como para ser cantados y recitados. O sea, era para representaciones de tipo teatral. Es muy in-

Los mayas tuvieron desde la época prehispánica una fuerte vocación de escribir; imagen del Códice de Dresden.

. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Page 3: Suplemento Cultural 04-08-2012

De la Garza: los textos coloniales mayasrecoGieron los mitos prehispánicos

Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012

Desde la portada

Mercedes de la Garza (1939), es una escritora, historiadora, investigadora y acadé-mica mexicana que se ha especializado en el estudio de la cultura maya y de la cul-

tura nahua, sobre todo en sus religiones, desde la época prehispánica hasta nuestros días. Posee dos licenciaturas, una en Letras Españolas, y otra en Historia. Con base en esta última, ha obtenido postgrados académicos, hasta alcanzar el grado de Doc-

tora en Historia en la UNAM, en donde fue alumna de Miguel León Portilla.POR: MARIO CORDERO ÁVILA

Suplemento Cultural 3

teresante; yo no ahondé mucho en el estilo del texto, pero sí hago algunas anotaciones estilísticas que me parecen muy especiales de esa literatura.- P: En los últimos años, gracias a una

apertura académica, las personas han em-pezado a escribir en idiomas, como en qui-ché o yucateco, incluso novelas. Y que sí se intenta retomar por ejemplo esa estilística de los textos coloniales mayas.- R: Hay todo un movimiento en todos los

grupos mayas, de Guatemala y México, en escribir en sus propias lenguas, para transcri-bir sus propios mitos, tradiciones e historias, y es muy notable. Yo hablo, en este libro, de la vocación de escribir de los mayas. Luego hablo del redescubrimiento de la vocación de escribir en la época colonial, y toca ha-blar, aunque yo no lo hago en este libro, de la re-redescubrimiento de la vocación de escribir en la actualidad. Hubo hace unos pocos años, una reunión de escritores mayas en México, que fue presidido por Rigober-

Los antiguos pueblos mayas crearon una extraordinaria cultura, cuyos vesti-gios materiales han pervivido causan-do la admiración de los hombres oc-cidentales desde el momento mismo de la conquista española. Entre estos testimonios se encuentran las ruinas de grandes ciudades, bellas obras escultóricas y un gran número de tex-tos, escritos en caracteres jeroglíficos sobre piedra, estuco, madera, cerá-mica, hueso, jade y otros materiales, así como en códices elaborados con tiras de papel de amate. Todos estos textos constituyen la expresión gráfica de la historia, las ideas y los sentimien-tos de los mayas.

La escritura maya es la más avanzada de la América prehispánica. Después de un largo camino de investigación epigráfica, hoy se sabe que la escritura usa signos llamados logogramas para expresar palabras completas, mientras que otros signos representan sílabas o vocales. Una de sus peculiaridades está en que un término se escribía de maneras diferentes; por ejemplo, el títu-lo ajaw, señor, puede estar compuesto de un logograma, un logograma com-plementado con una sílaba, que da la clave fonética para su lectura, o un sig-no compuesto solo por sílabas.

En ningún momento se utilizaron más

de 500 signos, de los cuales han sido descifrados alrededor de 300. Así, pese al gran avance que ha logrado la epi-grafía, queda mucho por hallar, pero el desciframiento de los códigos de la es-critura maya, aunque todavía incom-pleto, ha ofrecido una nueva imagen de los antiguos mayas, “desde una amplia visión del cosmos hasta una pragmática estructura de gobierno”.

El conocimiento de la escritura era mo-nopolio de los grupos de poder; la escri-tura era enseñada no solo a los que ha-brían de ocupar cargos sacerdotales, sino también a los mandatarios, y quizá a algunos otros miembros del linaje go-bernante, pero fueron los sacerdotes quienes elaboraron y manejaron los textos. Esto no significa que el pueblo permaneciera completamente ajeno al contenido de ellos, pues este era dado a conocer en las festividades reli-giosas, en las cuales los sacerdotes ha-cían una transmisión oral, apoyándose en los textos, que seguramente era más rica que los datos escritos; asimis-mo, en estas ceremonias se llevaban a cabo representaciones dramáticas de los mitos, los propios ritos y la historia, materias fundamentales de los textos escritos.

A la llegada de los españoles, todavía se elaboraban códices y, según sus

cronistas del siglo XVI, eran muy nume-rosos. Sin embargo, solo se han conser-vado tres manuscritos mayas: el Dres-de, el París (o Peresiano) y el Madrid (o Trocortesiano), que ningún maya pue-de ya leer. ¿Qué ocurrió con los libros y con sus creadores?

Los frailes españoles, en su afán de «desterrar la idolatría» y sabiendo tal vez que los códices eran para los ma-yas objetos sagrados que contenían su tradición religiosa e histórica y, ade-más, la clave para conocer el futuro y la pauta de su comportamiento en el mundo, destruyeron todos los libros que pudieron encontrar, y los sacerdo-tes mayas fueron perseguidos, tortura-dos y muertos. El obispo fray Diego de Landa, a quien debemos uno de los libros más importantes sobre la cultura maya, la Relación de las cosas de Yu-catán, pero a quien hay que atribuir también algunas de las más lamenta-bles acciones en contra de los mayas, entre las que está el famoso “Auto de fe de Maní”, escribe: “Hallámosles gran número de libros de estas sus le-tras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sintieron a maravilla y les dio mucha pena.”

Y fray Diego López Cogolludo informa

que junto con los libros de sus antiguos ritos, se quemaron “sus historias de sus antigüedades”.

Por su parte, los mayas vieron esta destrucción como una gran tragedia, pues con la pérdida de los códices y de los sacerdotes se perdió para ellos la memoria de su pasado. Dice un autor del Libro de Chilam Balam de Chuma-yel: “No teníamos ya buenos sacerdo-tes que nos enseñaran… no teníamos sabiduría, y al fin se perdió el valor y la vergüenza. Y todos fueron iguales...”

Así desaparecieron, desde los primeros siglos de la colonia, los textos y quienes los sabían leer, pero el afán maya de conservar por escrito sus tradiciones re-ligiosas, sus ritos, su acontecer histórico, sus fiestas e, incluso, sus vivencias de la naturaleza, trascendió al profundo cambio ocasionado por la implanta-ción de un nuevo orden político-social y una nueva religión. Algunos hombres mayas, lejos de abandonar su heren-cia cultural, con una notable concien-cia histórica, realizaron una labor que casi siempre es más profunda y per-durable que cualquier acto político: escribir libros. Lo hicieron en sus propias lenguas, aprovechando el aprendizaje del alfabeto latino.

Mercedes de la Garza

La vocación de escribir

ta Menchú. Entonces se presentaron escritores en maya yucateco, quiché; entonces, Rigoberta decía que qué tristeza que ahora los mayas nos entendamos solo en español, y que los yucate-cos ya no nos entendamos con los quichés. Y es que las lenguas ya son muy diversas. Pero sí ha habido todo un movimiento de recuperación de la escritura maya. Yo conozco a varios indí-genas que han reescrito libros muy interesantes recuperando sus mitos y sus tradiciones, incluso escribiendo poemas y otros textos. Esto es exce-lente, pero yo ya no lo tocó en este libro.- P: Porque todavía es un fenómeno que está

en proceso- R: Claro, pero sería muy interesante hacer un

análisis de la literatura maya que está surgiendo en la actualidad.- P: Y es que, como usted advierte en el libro,

los mayas siempre han mostrado una fuerte vocación de escribir.- R: Por algo inventaron esa escritura que fue la más avanzada de América, la que inventaron los mayas prehispánicos, porque eran superinteligentes.- P: Usted cita una frase del “Chilam Balam de

Chumayel”, que refiere sobre la época en que los colonizadores quemaban los códices: “No teníamos ya buenos sacerdotes que nos ense-ñaran... no teníamos sabiduría y al fin se perdió el valor y la vergüenza, y todos fueron iguales”.- R: …y la vergüenza, y todos fueron iguales

(termina de memoria esta cita). Ellos mismos sintieron y expresaron lo que significó que les quitaran sus tradiciones, que les quemaran sus códices.- P: Ellos sentían que su cultura se funda-

mentaba en su escritura, y fue una crisis te-rrible que se les hayan quemado sus códices.- R: Por eso siguieron escribiendo hasta el siglo XVIII. Esos libros del Chilam Balam, que son como 18 de diferentes pueblos de la Península de Yucatán, empezaron a escribirse en el siglo XVI. El heredero del texto, considerado sagra-do, le agregaba cosas, y eventos sucedidos en la conquista, y así continuaron por dos siglos.- P: Hoy día, los pueblos indígenas, al leer

estos textos coloniales, reconocen el tono cere-monial del Rabinal Achi, o los mitos del “Popol Vuh”, a pesar de que no los habían leído antes. Es algo que se mantenido oralmente también.- R: Algunos historiadores dicen que el Popol

Vuh fue escrito por un fraile, pero al comparar con otros textos de otras partes del área maya, son tradiciones prehispánicas, y que también se han transmitido por tradición oral. Ese mito cosmogónico del origen del mundo del “Popol Vuh”, pues es el mismo que encontramos en el “Chilam Balam”, en los “Anales de los Kaq-chikeles”, son los mismos.- P: Usted refiere que las contaminaciones

cristianas dentro de los textos mayas coloniales,

sirvieron para hacer más comprensibles sus textos ante los ojos de los misioneros, incluso para que éstos aprobaran el contenido.Un poco para adaptarse, pero también para ha-

cer una crítica. En el “Popol Vuh”, en una de las eras cósmicas refieren que los hombres fueron hechos de barro. Pero el barro no es un material que sirva para hacer humanos, y que por eso se decidieron.- P: ¿Una crítica al Génesis bíblico?- R: Sí, una crítica al Génesis pero directa. Ellos

decían que esos que vinieron, esos tzules, dicen que los hombres fueron hechos de barro, pero nosotros los indígenas no, nosotros fuimos he-chos de maíz.

Mercedes de la Garza junto al escritor guatemalteco Francisco Morales Santos, durante la presentación del libro “El legado escrito de los mayas”.

FOTO LA HORA: MARIO CORDERO ÁVILA

Page 4: Suplemento Cultural 04-08-2012

E lla es sociólo-ga, pero tam-bién se desem-peña como es-critora, en dos t e n d e n c i a s :

cuentos para niños y poesía para mujeres. Pertenece al pueblo in-dígena Kitu Kara, y sus esfuer-zos se encaminan a reencontrar-se con la sabiduría y creencias de sus ancestros.

Al igual que como ha ocurri-do con otros pueblos indígenas de América, los Kitu Kara han quedado alejados del canon li-terario, y a través de la escritura de sus historias buscan retomar una tradición que parece perdi-da, que a pesar de todo aún hay esperanzas de recuperarse.

Según Bedón, un gran pro-blema fue que se permitió que se rompiera con la tradición. La televisión y los videojuegos solo han permitido que el ser humano se encierre en sí mismo y que no comparta. Incluso, cuando se ve la televisión en familia, no hay convivencia, porque cada quien observa ensimismado.

Es por ello que la opción de esta escritora es iniciar con la recuperación de las historias y los juegos de su pueblo. El con-tar historias a los niños es hacer

comunidad. Se rompe, en primer lugar, esa barrera que forma la televisión. Se está con los niños, y además se puede transmitir la historia de los antepasados.

Entre lo que más llama la atención de los niños son esas leyendas o historias de terror. Bedón comenta algunas de es-tas, y que básicamente se refie-ren a las leyendas que, como las de Guatemala, buscan enseñar a través de ejemplos sencillos so-bre lo que está bien y lo que está mal; en caso de optar a esto úl-timo, un final aterrador le espera al personaje.

El problema podría venir de los mismos adultos, porque aun-que los niños respondan a estos estímulos, la vida más acelerada y con menos tiempos, hace que se deje en último lugar a los ni-ños, y sea más fácil prender la te-levisión para que se entretengan, y que los adultos puedan conti-nuar con sus actividades. Pero esto es, según Bedón, precisa-mente lo que le pasó a la genera-ción anterior, es decir a nuestros padres y a nosotros como niños (ahora adultos), que nos criamos frente a una televisión y hemos perdido ese concepto de comu-nidad.

Y a pesar de ser de miedo las

historias, a los niños les gusta.Además, anteriormente se

tenía el problema de que la li-teratura para niños se refería a cuentos provenientes de Euro-pa, y que hablaban de princesas y reyes y castillos y caballeros, realidad que no nos pertenece. Entonces, los valores son más difíciles de comprender.

Mucho más comprensible es el hablar de lugares cercanos, de personajes conocidos, o inclu-so de animales y plantas de la comunidad. Porque a veces, los cuentos de origen europeo nos hablan de lugares cuya pronun-ciación desconocemos, o tal rey famoso pero que en América no se conoce, o de animales y plan-tas ajenas a nuestra realidad.

Es un efecto de la globali-zación, obviamente, en que se intenta unificar la cultura. Pero afortunadamente han surgido movimientos en reacción que intentan todo lo contrario, que es mantener los valores locales, ante un avance de una cultura generalizada.

Otro ejemplo es, según Be-dón, el de los juegos tradicio-nales. A veces los videojuegos han sumido a los niños a una soledad, e incluso consideran que es aburrido jugar en comu-

nidad. Pero cuando se les obliga un poco a jugar, son capaces de divertirse mucho.

“Nos hemos convertido en compradores compulsivos, y nos han metido en la cabeza que debemos tener tal cosa, o la otra. Pero nos hemos olvidado de la muñeca de trapo, o de la serpiente que mamá hacía con calcetines”.

En ese sentido, para Bedón no se trata de un simple regiona-lismo o de orgullo por lo nues-tro, y que por ello debe preferir-se lo local. Más bien, se trata de que los niños se miren y se re-cuperen en comunidad. No solo porque sea más comprensible.

Por ello, Bedón presentó su libro, en el cual ofrece cuentos para niños, pero que no son para leer solos, sino que también re-quieren la ayuda del papá.

De la misma forma, en su poesía, dirigida hacia las mu-jeres, habla de una sexualidad pero que no se determina por el erotismo occidental, que se basa en el desnudo. Para Bedón, des-de la espiritualidad de su pueblo, también es muy importante los olores, los colores y otros aspec-tos. Y por ello hay una recupera-ción de esto, que es otra forma de ver la vida.

4 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012

En primera persona

NaNcy BedóN, eN Búsqueda de la tradicióN perdida

La escritora ecuatoriana Nancy Bedón estuvo recientemente en el país, con motivo de participar en la Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua), y ofrecer su punto de vista sobre la evolución de la literatura indígena.

POR MARIO CORDERO ÁVILA

POEMA

Nací sobre el suelo de un viejo cuarto de arriendo,de una humilde mujer con aromas de campoy negras trenzas prendidas y a su pecho me amamanté.Mis hermanos más cercanos los árboles, los pájaros y los nomosque vienen y van entre campestres flores.De mi abuela heredé el lenguaje de la naturaleza, aprendí a dormir sobre el verde pastomientras mis venasse extendían penetrando la tierra, anudándose a las raíces más gruesas.Se me fue legado la posibilidad de unirme al vuelo de los pájaros,al lado del cóndor viajé hasta las nubes,alcancé las estrellas,versátil me movía con mi hermano colibrí,conocí el tiempo anudado al movimiento,devine en aromas colores y rosas,así crecí.Un buen día el sol travieso, soltó mis trenzas,sumergió mi cuerpo en cristalinas aguas de viejos volcanes,cubrió mi piel de flores vino y canela,prendió en mi pecho un pedazo de sí,para luego una margarita blanca asir a mis cabellos;justo esa mañana cruzabas locura mía este mismo sendero.

Nancy Bedón

Page 5: Suplemento Cultural 04-08-2012

Suplemento Cultural 5Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012

S anta Lucía Cotzu-malguapa es hoy una ciudad pujante, emporio de la pro-ducción azucarera en Guatemala. Po-

cos saben que hace mil 200 años, donde hoy se extienden los cañaverales, las aldeas y co-lonias modernas, se alzaba una de las ciudades más grandes e importantes de Mesoamérica.

Por más de quince años Oswaldo Chinchilla Mazarie-gos ha investigado los restos arqueológicos de esta gran ciu-dad, que corren un grave riesgo de desaparecer como resultado de la agricultura intensiva y el crecimiento urbano. En este libro, ofrece una introducción a la arqueología de Cotzumal-guapa y, a la vez, una guía para el visitante interesado en co-nocer esta zona arqueológica, poco explorada hasta hoy. Las ilustraciones incluyen 93 pla-nos, fotografías y dibujos de los sitios arqueológicos y las esculturas que son característi-cas de Cotzumalguapa.

Entre ellas se cuentan algu-nos de los monumentos cono-cidos más grandes elaborados en toda Mesoamérica. El texto está escrito en forma amena y accesible para el público y, a la vez, resume los resultados de las excavaciones y describe los hallazgos más significativos de las investigaciones recientes en Cotzumalguapa. La lectura de este libro abre las puertas

a una civilización ancestral, que permanece olvidada en la memoria colectiva de los gua-temaltecos.

SITIO ARQUEOLÓGICOCotzumalguapa es la deno-

minación de una zona arqueo-lógica maya precolombina que data del periodo preclásico mesoamericano ubicada en el departamento de Escuintla en el suroeste de Guatemala. La región se extendió hasta El Sal-vador, en donde el yacimiento de Cara Sucia marcó el límite de la zona de influencia de Cot-zumalhuapa.

Según refir ió Guthrie Hingston: “Eric S. Thompson fue posiblemente el primero en proponer que todos los sitios de la zona de Cotzumalguapa debían considerarse en reali-dad como uno solo, al observar que se trataba de un conjunto muy compacto de sitios que compartían rasgos culturales similares. En efecto, los mayo-res sitios de la zona, Bilbao y El Baúl, distan entre sí tan solo 3 km. Ambos poseen grandes plataformas de tipo acrópolis y gran número de monumentos esculpidos.”

En el periodo clásico mesoa-mericano Cotzumalguapa repre-sentó una potencia importante en la región. Su arquitectura, arte-factos y jeroglifos determinaron un estilo conocido como el Es-tilo Cotzumalguapa. En térmi-nos jeroglíficos quedan aún por

Este próximo lunes, 6 de agosto, a las 18:00 horas, en la Librería Sophos (Plaza Fontabella, Local 1D, 2º Nivel 4ª avenida 12-59 zona 10), se presenta el libro “Cotzumalguapa: la ciudad arqueológica. El Baúl-Bilbao-El Castillo”, del doctor en Arqueología Oswaldo Chinchilla Mazariegos, publicado por F&G Editores, iniciando la colección Are u xe Arqueología mesoamericana. La entrada es libre.

POR REDACCIÓN [email protected]

Revista de libros

“Cotzumalguapa: la Ciudad arqueológiCa” de oswaldo ChinChilla

mazariegos

descifrar una serie de combina-ciones de números y signos figu-rativos de esta subcultura maya. Artefactos con el estilo de Cot-zumalhuapan han sido encon-trados a lo largo de la costa del Océano Pacífico de Guatemala, en El Salvador, y en Nicaragua, y aún en la costa oeste de Chia-pas, en México, testimoniando la importancia de la ciudad y de su extensa red de comunicacio-nes. El estilo de Cotzumalguapa se reconoce particularmente en figurines de cerámica de corte realista, con frecuencia repre-sentando figuras de mujer y de animales. También es posible encontrar el estilo en artefactos de piedra de basalto.

El yacimiento de Cotzu-malguapa se extiende en más de diez kilómetros cuadrados e incluye los yacimientos de El Baúl y Bilbao, así como El Castillo. La famosa estela nú-mero 1 de El Baúl tiene una de las inscripciones más anti-guas de Mesoamérica y posi-blemente el calendario maya legible más temprano que se conoce (37 aC).

COZAMALOAPANECASNo se sabe qué idioma ha-

blaban los habitantes de la ciu-dad clásica de Cotzumalguapa. En el siglo XVI, la región es-taba habitada primordialmente por pipiles, que hablaban un idioma de la familia nahua, le-janamente relacionado con el idioma de los aztecas. También

había enclaves kaqchikeles, pero éstos eran resultado de incursiones guerreras que ocu-rrieron poco tiempo antes de la conquista española, en un terri-torio predominantemente pipil. Sin embargo, la arqueología indica que los pipiles arribaron a Guatemala y El Salvador en el período Posclásico, tras la caída de Cotzumalguapa. Sur-ge entonces la pregunta, ¿quié-nes habitaban la región antes de la llegada de los pipiles?

La respuesta a esta pregunta debe queda abierta. Es posible que la población predominante hablara un idioma maya, pero también es posible que cohabi-taran desde el período clásico con grupos nahuas. Esta posi-bilidad se deriva de la eviden-cia arqueológica, que sugiere la presencia de portadores de la cultura teotihuacana, que arri-baron a Escuintla en el siglo V de nuestra era. Sin embargo, el problema se complica debido a que no hay acuerdo acerca del idioma que se hablaban en Teotihuacán.

Es poco probable que se haya hablado un solo idioma en la extensa región de la Costa Sur y el Altiplano, donde se en-cuentran distribuidas las escul-turas de estilo Cotzumalguapa. A falta de una identificación lingüística precisa, los arqueó-logos han optado por utilizar el nombre geográfico de la región para referirse a la gente de la antigua Cotzumalguapa.

Chinchilla Mazariegos SEMBLANZA

Oswaldo Chinchilla Maza-riegos es arqueólogo, gradua-do en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Recibió un doctorado en antropolo-gía en la Universidad de Van-derbilt y actualmente trabaja como profesor de arqueología mesoamericana en la Universi-dad de Yale. Entre 1998 y 2012 fue curador del Museo Popol Vuh, Universidad Francisco Marroquín, y profesor en la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Ha realizado investiga-ciones extensas sobre las so-ciedades prehispánicas de la Costa Pacífica de Guatemala, particularmente la ciudad clá-sica de Cotzumalguapa. Se ha especializado en el estudio de la escritura, la iconografía y la religión mesoamericana, campo en el que ha enfocado sus estudios más recientes. Ha publicado numerosos artículos sobre esos temas, y es autor de los libros “Guatemala: cora-zón del mundo maya” (1999) e “Imágenes de la mitología maya” (2011).

Ha coeditado los libros “The Decipherment of An-cient Maya Writing” (2001), “The Technology of Maya Ci-vilization: Political Economy and Beyond in Lithic Studies” (2011) y “Arqueología suba-cuática: Amatitlán, Atitlán” (2011).

Page 6: Suplemento Cultural 04-08-2012

Personajes

6 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012

La Niña SoSa, que torteaba mieNtraS eStudiaba LoS NúmeroS NegativoS

Entonces, el esposo se inscribió en la secun-daria para adultos, y finalmente terminó con sus estudios de diversificado. Pero

después le tocaba a ella.Doña Alicia tenía para entonces 44

años. Su último hijo tenía cuatro años; además, tenía que seguir trabajando

Tras tener seis hijos con su esposo, Alicia Tobar Grijalva de Sosa le sugirió a su cónyuge que terminara de estudiar. De esa forma, podrían tener mejores oportunidades de vida. Y así lo hizo. Ambos se habían conocido muy jóvenes en la aldea Zapotitlán, de Jutiapa. Por la falta de oportunidades educativas, los dos únicamente habían alcanzado a estu-diar hasta sexto primaria. POR MARIO CORDERO ÁVILA

para aportar económicamente a la familia y cuidado de sus niños. Pero contó con el apoyo de toda la familia, en especial de su esposo.

Se dispuso a inscribirse, pero le apareció un problema: no aparecía su constancia de sexto primaria. Y por mucho que buscaran, y que recorda-ran que ciertamente había completa-do la primaria, no le quedó más reme-

dio que repetir el grado, casi treinta años después de haberlo cursado.

Esto no le bajó el entusiasmo. Al contrario, tan solo pidió a su maestra que le permitiera hacerle algunas mo-dificaciones a su uniforme, porque, como siempre ha sido gordita, como confiesa, sentía que no le quedaba bien la falta con vuelos. Entonces, diseñó su propia falda, del color gris requerido, y con una blusa blanca, se dirigía día con día a la escuela. Obvia-mente, no tuvo la oportunidad de ir a una escuela para adultos, sino que tuvo que convivir con niños de diez u once años. Para entonces le decían de cariño “La Niña Sosa”, aludiendo al apellido de su esposo y porque tuvo que convivir con menores de edad.

Pero no todo fueron apodos cariño-sos; al contrario, tuvo que soportar las burlas de personas mayores. De los ni-ños no, dice doña Alicia, porque los ni-ños siempre la trataron bien. Eran otras personas que la miraban por la calle, cuando caminaba rumbo hacia la es-cuela, y que le decían lo ridícula que les parecía a ellos al verla con su uniforme. Pero a doña Alicia esto no le importó, porque a ella siempre le gustó estudiar.

Para nadie fue sorpresa, salvo para ella, que la nombraran como abande-rada; y es que su maestra y los niños no solo la respetaban por su edad, sino porque era dedicada y se esforza-ba para mejorar su conocimiento.

El esfuerzo rindió frutos y conclu-yó ese año la primaria. Ahora le toca-ba la secundaria, para lo cual estaba lista desde un año antes, si no hubiera tenido problemas con el certificado. Continuó con mucho entusiasmo, ayudada siempre por su familia.

Pero los contenidos empezaban a complicarse, especialmente en las Ma-temáticas. Y es que hubo un tema que le costó mucho comprender a doña Alicia, y es que no se explicaba cómo es que existían números negativos.

Por las necesidades de trabajo y del estudio, se llevaba sus cuadernos de Matemática y los ponía a la par del comal, y mientras torteaba intentaba estudiar. Miraba las páginas para ver si le encontraba lógica a los números negativos. Finalmente lo comprendió, pero esto indica mucho del carácter

optimista de doña Alicia, puesto que si ella no sabía cómo eran posibles los números “rojos”, era señal de que no sabía de pérdidas, ni de deudas, ni de cosas que dejaba de hacer.

Al concluir la secundaria, la emo-ción y el gusto por el estudio hicieron que continuara Magisterio. Acá las diferencias de edades se borraron un poco, puesto que con estudiantes más grandes y altos ya no se percibía.

Pero otro tipo de dificultades so-brevinieron, como que se fracturó un tobillo, lo que la dejó en silla de ruedas por casi un año. El curso de Cuarto Ma-gisterio fue muy difícil debido a esto, pero solo sirvió para demostrarse que ningún obstáculo podría detenerla. Fi-nalmente terminó graduándose como maestra. Su sueño se había cumplido.

Sin embargo, ahora que ya estaba en camino y había vencido múltiples obstáculos, y se había esforzado tanto para mantener sus responsabilidades como madre, trabajadora, esposa y es-tudiante, sentía que algo le haría falta.

Logró su plaza como maestra en la educación pública, y posteriormente se inscribió en la Universidad para es-tudiar Pedagogía.

Pero en el transcurso murió su es-poso, quien era el que le daba fuerzas en esta vida.

Sobrevino una época muy triste. Sin embargo, doña Alicia había supe-rado tantas adversidades. Y en honor a su esposo, que la había ayudado y apoyado tanto para que estudiara, supo que lo mejor era continuar es-tudiando. Finalmente se terminaría graduando con el título de Licenciada en Pedagogía y Administración Edu-cativa. Desde que retomó sus estudios a los 44 años en sexto primaria, con-tinuó avanzando año con año con la aprobación de un grado académico más, hasta llegar a la licenciatura.

Su historia de vida ha servido para que muchas personas en Zapotitlán se inspiraran y tengan la fuerza para es-tudiar. Ella misma se molesta cuando ve a niños y adolescentes que dicen que no quieren estudiar, o que dejan de estudiar un tiempo, porque ella sabe que aunque sea muy esforzado, es lo mejor para los jóvenes.

Sus hijos también continuaron su ca-mino. Y es que a pesar de que siempre la miraron atareada por estar al tanto de sus estudios, nunca les faltó madre que les ayudara, sobre todo para estudiar.

Por la fuerza de la costumbre, doña Alicia pretendía estudiar otra carrera, pero dificultades con el traslado y las sedes universitarias, ha hecho que sea un objetivo que por el momento está a la espera.

Page 7: Suplemento Cultural 04-08-2012

Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012

Mauro López, FLavio Santa Cruz y Mario GarCía exponen en eL túneL

Dice Juan B. Juárez: “Es-tos artistas pertenecen a la generación del 90, que se formó durante el conflicto armado, y heredaron de sus ante-

cesores esa temática violenta y documen-tal con la que, por razones vitales, ya no se identificaron y terminaron, al final, rom-piendo no sólo con la noción demasiada estrecha de un arte comprometido sino también con la estética modernista y con las técnicas creativas tradicionales.

En el caso del escultor Flavio Santa Cruz, lo que se manifiesta en sus obras con irrefrenable vigor son ciertos impulsos emotivos, ciertas certezas profundas y ele-mentales, ciertas comprensiones intuitivas y repentinas, que se abren paso hasta la superficie confusa del presente a través de elementos formales y literarios de la tradi-ción popular, pero que ya no se resuelven como leyenda, mito o sabiduría ances-tral sino que simplemente imponen su perturbadora presencia en la dinámica de nuestro mundo y de nuestra realidad más inmediata. Así, si bien es cierto que en sus esculturas no encarna una visión idealizada del mundo que funcione como paradigma estético y moral y tampoco se articula en ellas una crítica a fondo de la realidad, cada una de ellas obedece, sin embargo, a una intención significativa muy precisa, dirigida a hacer ver aquellas presencias que en medio de nuestra coti-dianidad social y cultural resultan incómo-das y perturbadoras en más de un sentido.

La pintura de Mauro López, por su parte, registra no sólo el abandono de los campos de labranza convertidos por la lógica realista de la guerra en campos de batalla sino también y al mismo tiempo

El viernes 10 a las 18:30 horas en la galería El Túnel se inaugurará la exposición titulada “Al arte tiempo”, activ-idad del XV Festival del Centro Histórico que reúne esculturas de Flavio Santa Cruz y pinturas de Mauro López y Mario García, artistas que celebran 20 años de vida profesional. Se trata de una exposición itinerante que desde el mes de febrero ha recorrido las escuelas de arte en las que se formaron a finales de los años 80 y las galerías donde iniciaron sus exitosas carreras a principios de la década del 90.

Galería de artistas

Suplemento Cultural 7

el retorno de la imaginación y la poesía, desterrados por esos años beligerantes de los procesos de creación artística. La ins-tauración de la imaginación poética como fuente del trabajo artístico es naturalmen-te un fenómeno social que marca al arte y a los artistas de toda una época, pero que la evolución de la pintura de Mauro López ilustra con claridad inequívoca.

En la pintura actual de Mario Gar-cía, la luminosidad y transparencia del color, la sencillez de la composición casi escenográfica, la contención emocional en la descripción de los contenidos visi-bles de sus cuadros, los temas sencillos y cotidianos, el modelado escultórico de los personajes y el uso sutil de elementos simbólicos universales e inconscientes, alcanzan un equilibrio formal y expresivo al que bien podemos llamar clásico. Tal perfección, sin embargo, es el resultado de un proceso largo y complejo que se fundamenta en el desarrollo concertado de factores vitales muy simples: el dibujo, para el cual muestra un talento natural e

innato, el estudio de la figura humana y la lealtad a sus orígenes de guatemalteco de la ciudad de Antigua. Obviamente, para Mario García el camino para la recupe-ración de la integridad de la vida humana estaba señalado por el equilibrio clásico, buscado y encontrado ya no en las frías rutinas académicas sino en la añorada plenitud de la ciudad de Antigua, apenas entrevista en los reflejos del agua, en la solemnidad ritual y pudorosa de las mu-jeres antigüeñas, en la luz conventual de un farol ferviente, en el volcán inamovible

por el que baja el cielo.La exposición “Al arte tiempo” permane-

cerá abierta al público hasta el 31 de agosto y puede ser visitada en horarios normales de la galería el Túnel del Centro Histórico: 16 Calle 5-30, zona 1. Entrada libre.

Page 8: Suplemento Cultural 04-08-2012

Caja musical

8 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de agosto de 2012

En septiembre de 1991, cuando la Unión Sovié-tica vivía sus momentos finales, yo iba en primer

año de primaria y tenía un solo deseo: recibir mi placa roja con el retrato de Vladimir Lenin

cuando era niño.

Por NATALIYA VASILYEVA

Reportaje

Niñez soviética, travesía desde LeNiN hasta La BiBLia

Obtener la pla-ca del Pequeño Octubrista, que honraba la revo-

lución de octubre de 1917 encabezada por Lenin, era el primer ritual por el que pa-saban todos los ciudadanos soviéticos.

Después seguía integrar-se en los Pioneros Juveniles, la Liga Juvenil Comunista, para algunos, y el Partido Comunista. Este era el ca-mino hacia una educación buena y una carrera triunfal.

Se supone que yo reci-biría mi placa de Lenin al inicio del segundo semestre, pero para entonces la Unión Soviética había desapareci-do y con ella los símbolos, héroes e ideales comunistas.

Al igual que sucedió a muchos niños soviéticos, se esfumó el futuro de mi hori-zonte. Mis maestros estaban igualmente confundidos, ya no sabían qué enseñar. In-cluso el lugar favorito de va-caciones de mi familia viró de súbito hacia el extranjero.

Jamás imaginé que las normas que yo creía eter-nas caerían una a una en los próximos 20 años.

Mi niñez fue típica de un menor soviético: un jar-dín de niños con vegetación frondosa, vacaciones vera-

niegas en el Mar Negro, vi-sitas a la dacha, nuestra casa de campo. Nunca sentí ca-rencias aunque recuerdo que la vida no era fácil.

Un paquete de bloques pequeños para armar Lego que me obsequió un pariente lejano fue durante años mi juguete favorito porque ha-bía poco que encontrar en las tiendas soviéticas.

Un sábado en la maña-na mi papá fue a una tienda grande de juguetes cerca del Kremlin y regresó solamen-te con una figurita de caucho de una criatura que no ati-nábamos definirla. Era una combinación de oso, gato y hámster. Nunca acerté qué era.

Los dibujos animados eran tan escasos en la tele-visión que los esperaba con ansia. Los noticiarios que veía con mis papás todas las noches eran muy sosos: Fá-bricas, maquinaria, rollos de tela, trabajadores, es lo que recuerdo.

Para la adquisición de comida, mis padres tenían “carnés de consumidor” que funcionaban como cartillas de racionamiento. Mi nom-bre y el de mi hermano esta-ban escritos en la parte pos-terior de esos documentos para que no nos formáramos

Vista del mausoleo de Vladimir Lenin en la Plaza Roja de Moscú. FOTO LA HORA: AP

con nuestros padres y nos dieran lo nuestro.

Un año, mi madre reci-bió un paquete de cubitos de azúcar por el Día de la Mu-jer, un obsequio que fue muy preciado porque habíamos pasado meses sin ellos.

La escasez de alimentos era incluso peor en Sebasto-pol, la ciudad del Mar Negro donde mi familia solía pasar todas las vacaciones de los veranos.

Solíamos llevar con no-sotros mantequilla, salchi-chas y otros alimentos desde Moscú. Esta canasta haría parecer que las vacaciones no serían perfectas, pero Se-bastopol, con sus playas y arboledas de cipreses enor-mes convertían el paisaje en el mejor lugar del mundo. Sebastopol está en Ucrania, hoy un país independiente, y no he vuelto ahí desde 1991.

Una tarde antes de fina-les de 1991, mi hermano y su mejor amigo llegaron de la escuela con una caja grande. Yo estaba fascina-da. La tapa tenía palabras en inglés. Adentro había leche en polvo y jamón enlatado. Mis padres me dijeron que era asistencia humanitaria proveniente de los países de Europa occidental porque creían que Rusia podía estar al borde de la hambruna.

Nunca conocí que al-guien se anduviera murien-do de hambre pero tampoco nadie se sintió ofendido de la ayuda. La lata de jamón estuvo almacenada varios años en el sótano de nuestra

dacha.La ropa también esca-

seaba. Al igual que todos los niños, yo necesitaba un informe para la escuela y mi madre tuvo el acierto de comprar el mío a principios de junio después de que una colega de ella le avisara que había más tallas disponibles. Fue una inversión atinada.

El instituto de investiga-ción en el que trabajaba mi madre entregó en agosto a los padres vales por “com-pensación de uniformes es-colares” para amortiguarles el golpe del alza imparable de los precios. Como ya me había comprado mi unifor-me meses antes, mi madre fue a una joyería y adquirió un par de aretes de oro.

El uniforme que llevaba a la escuela tenía casi el mis-mo diseño que el que usaron mi madre y abuelas. Consis-tía de un vestido café oscuro con cuello blanco almidona-do y puños blancos. Llevaba delantal negro siempre y uno blanco, los días feriados.

Para cuando comencé la escuela era evidente que la Unión Soviética tenía los días contados. El 19 de agos-to, un grupo de comunistas radicales intentaron hacerse del poder y el fracaso de su intentona golpista, tres días después, sólo precipitó el derrumbe de la Unión So-viética.

Una de las primeras me-didas del nuevo gobernante de Rusia, Boris Yeltsin, fue cancelarle todos los poderes al Partido Comunista.