solounratito, número 2
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Número 2 de la publicación Solounratito, revista online del IES Eduardo Valencia, de Calzada de Calatrava (Ciudad Real, España)TRANSCRIPT
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EDITORIAL
EDITORIAL
¡Hala!. Aquí tenéis vuestro número 2 (el tercero, si contamos el número 0).
¿Estáis satisfechos?.
Lo sé, lo sé. Nunca estáis satisfechos. Siempre queréis más. Yes que aquí, amigo,
aquí hay talento a raudales. El único problema es que no hay excesivos canales
para mostrarlo.
Después de la "paradinha" de enero (vuelta de vacaciones, retorno al trabajo,
perseguir a redactores y colaboradores para que entreguen su material, pequeños
rifirafes, algún navajazo que otro para conseguir textos... ¡lo típico, tú ya sabes!),
Solounratito vuelve con energías renovadas. Algún colaborador se ha ido para
volver en próximos números, otros han querido sumarse a nuestro proyecto... En
total, tienes en tus manos un montón de textos interesantísimos. Me gustaría
destacar, en primer lugar, el relato "La semilla de la vida", escrito por Manuel del
Castillo, alumno de 2º A. Para ser tan joven, ha sabido inspirarse en cuentos como
Harry Potter, las Crónicas de Narnia o incluso La Brújula Dorada, y combinarlos
con suficiente maestría como para ofrecerte un relato original y a la vez muy
interesante.
Nuestro reportero gráfico, Manolo Viso, nos obsequia con una pequeña joya:
varias fotografías de mucha calidad, aderezadas con varios extractos de la obra de
José Saramago. Realmente interesante. Otro colaborador muy necesario para
Solounratito, Juan Ortega, nos ofrece hoy un muy ameno análisis de una obra que
es heredera en muchos aspectos del realismo mágico y la literatura indigenista
sudamericana: "El viejo que leía poemas de amor". José Félix se regodea (bueno,
lo siento; nos regodeamos TOOOOOOOOOODOS los profesores) en la
merecidísima y esperadísima victoria que obtuvimos sobre nuestros queridos (y
mucho más jóvenes) alumnos en el torneo de futbol de Navidad.
Las cosas de Pauli, en su línea de humor, digamos, "abstracto", nos habla del
bilingüismo, e Hipólito nos habla de la vertiente filosófica y moral del cómic de
superhéroes en lo que para la dirección de esta publicación es uno de sus mejores
textos (aunque yo particularmente soy un gran amante de la obra de Garth Ennis,
y aquí el amigo la pone a caer de un burro).
¡En fin!. Que como puedes ver, Solounratito no se había muerto, sólo echaba una
siestecita.
¡UN ABRAZO PARA TODOS!. ¡ESPERAMOS QUE OS GUSTE!
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Dirección y maquetación
Antonio Gómez
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José Félix Aguilar
Victoria Almodóvar
Francisco Barba
Victoria Donado-Mazarrón
Inmaculada Espejo
Raluca Filfan
Araceli García
Hipólito González
Juan Ortega
Pilar Requena
Manuel Viso
Como ya sabéis,
en las pasadas
navidades, dentro
del marco de
actividades
extracurriculares
que preceden a las
vacaciones de
navidad (la llamada
"Semana
Cultural"), alumnos
y profesores del
centro colaboramos
en dos campañas
solidarias: por un
lado, una campaña
de recogida de
material escolar
para los colegios de
niños saharauis en
Tindouf, Argelia,
en colaboración
con la Facultad de
Educación y los
estudiantes que
harán sus prácticas
en estos poblados.
La recogida admitía
cualquier material
escolar, carpetas,
libretas, lápices y
bolígrafos,
borradores,
sacapuntas,
mochilas,.... y lo
cierto es que la
cosa no se dió mal.
Creemos que los
coordinadores de
esta actividad se
fueron de nuestro
instituto bastante
satisfechos.
También
colaboramos con la
organización Save
the Children, en
pro de los niñós
damnificados por
el terremoto de
Haiti. Tanto
alumnos como
profesores
colaboramos en
esta causa,
adquiriendo un
dorsal de
participación por
una cantidad a
voluntad del
donante. El
objetivo era
conseguir todo el
dinero posible,
para que estos
niños tengan sus
necesidades básicas
cubiertas,
alimentos, ropa,
medicamentos,
hospitales,
escuelas,....La
cantidad recaudada
fue en total de
196,80 €. Gracias a
todos.
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Hola de nuevo. Tengo dos compañeros de
matemáticas bilingüistas. Querían ser los
más bilingüistas del mundo, así que se
cambiaron el nombre. Guillermo
Martínez se puso Mr. William Knott y
Roberto Sánchez , Mr. Robert Watt.
Un día uno llamó por teléfono al otro…
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LAS COSAS DE PAULI
LAS COSAS DE PAULI
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Who's calling?" was the answer to the
telephone.
"Watt."
"What is your name, please?"
"Watt's my name."
"That's what I asked you. What's your
name?"
"That's what I told you. Watt's my name."
A long pause, and then from Watt, "Is this
James Brown?"
"No, this is Knott."
"Please tell me your name."
"Will Knott."
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Why not?
Huh? What do you mean why not?
Yeah! Why won't you tell me your name?
But I told you my name!
Didn't you say you will not?
Not not, knott, Will Knott!
That's what I mean.
So you know my name.
Of course not!
Good. So now, what is yours?
Watt. Yours?
Your name!
Watt's my name.
How the hell do I know? I am asking
you!
Look I have been very patient and I have
told you my name and you have not even
told me yours yet.
You have been patient, what about me? I
have told you my name so many times
and it is you who have not told me yours
yet.
Of course not!
See, you even know my name!
Of course not!
Then why do you keep saying of course
Knott?
Because I don't.
[Pause]
What is your name?
See, you know my name!
Of course not!
Then why do you keep asking Watt is
your name?
To find out your name!
But you already know it!
What?
See, and you know mine!
Of course not!
Exactly!
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Listen, listen, wait; if I asked you what your
name is, what will be your answer?
Watt's my name.
No, no, give me only one word.
Watt
Your name!
Right!
[Pause before it hits him]
Oh, Wright!
Yeah!
So why didn't you say it before?
I told you so many times!
You never said Wright before
Of course I did.
Ok I won't argue any more. Do you know
my name?
I do not.
Well, there you go, now we know each
other's name.
I do not!
Good!
[Pause before it hits him]
Oh, Guud!
Good.
No wonder, it took me so long, is that
Dutch?
No, it's Knott!
Oh, okay. At least the names are clear now
Guud.
Yes Wright.
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Pauli es natural de Calzada de Calatrava. Fue una alumna brillante que creyó que la
L.O.G.S.E era la solución para todos los males de la Educación. Se hizo profesora por
vocación.
Comenzó a trabajar y se enfrentó valientemente al reto de convertir adolescentes en
hombres y mujeres capaces de sacar con éxito la vida hacia delante.
Poco a poco se le fueron viniendo encima las Adaptaciones curriculares, los PTI´s, las
CCP´s, los PCPI´s, los Informes de Evaluación, el TF, el LTEST, las CDAC…
Consiguió leerse la L.O.E , repartir los objetivos de área y de materia, los contenidos en
conceptuales, procedimentales y actitudinales. Pero con las Competencias ya no pudo, la
puntilla fue la Emocional.
En la actualidad lucha valientemente por seguir de baja.
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Pues sí, son cosas que parece que nunca
llegaran, pero al final, ¡llegan!. De
hecho, mientras estás leyendo esto hace
muchas semanas que pasaron, sniff...
¡Qué le vamos a hacer!.
Bueno, no metamos mucho texto, que
luego no hay sitio para las fotos. Como
todos sabéis, empezamos igual que todos
los años. El primer día, el 21, llevamos a
cabo todas las actividades de exterior, las
deportivas. Parecía que iba a llover, ¡qué
digo llover!, diluviar, pero al final le
dimos pena al que abre el grifo, y
prefirió volcarnos el agua en los días
siguientes. Y menos mal, porque fue una
jornada histórica. Después de ni se sabe
cuánto tiempo, los profesores ganaron a
los alumnos en la categoría reina, el
FÚTBOL con mayúsculas. Casi les
hacen una manita, aunque luego nuestros
púberes remontaron bastante
dignamente. Histórico es también el
hecho de que las chicas se incorporen a
este deporte, como de hecho hicieron.
Actividades como el karaoke, o el
ADIVINA QUIÉN, también tuvieron
muchísimo éxito, sin dejar atrás a otros
clásicos como la PANSOFÍA, el
concurso de ajedrez, el mercadillo de los
bachilleratos. Como diría Cayetana
Guillén Cuervo, ahí está el testimonio
gráfico de nuestros reporteros Antonio
Gómez y Manolo Viso, ¡disfrutadlo!
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He pensado bastante sobre la
conveniencia de un texto como el que
hoy se presenta en tu pantalla, amigo
lector. Por un lado, el repaso que
haremos a continuación de algunas
técnicas de “copieteo” hará que
necesariamente algún compañero me
reproche que ponga a tu disposición
información tan sensible. Por el otro, el
poner dicha información a disposición de
todos, tanto profesores como alumnos,
nivelará un poquito la balanza.
Reconoced que en una clase, la situación
se reduce casi siempre a “una cabeza
contra al menos veinticinco”. Pero sobre
todo, sobre todo, se trata de añadir algo
de elegancia a un comportamiento
siempre, siempre, reprobable, pero que
muchas veces vosotros (encima)
empeoráis con cachazudez y poca
voluntad. Esta misma semana, delante de
mi mesa, en un rato libre, uno de mis
alumnos se dedicaba a hacer sus
“chuletas” sin ningún tipo de disimulo
para el examen que tenía en la siguiente
hora. Y cuando digo delante, quiero decir
precisamente eso: en la mesa que estaba
delante de la del profesor. Y yo me
pregunto: ¿exactamente qué esperaba
este muchacho que yo hiciera?. Supongo
que nada, cuando estaba escribiendo en
un papelito minúsculo con toda la jeta
del mundo varias posibles respuestas del
examen. Me quedé tan sorprendido, que
no pude por menos de esperar un rato, a
ver qué pasaba. A lo mejor yo soy un
malpensado (que lo soy) y estaba haciendo
otra cosa. Pero no, no. Cuando sonó el timbre,
se quedó con un par de chuletas, y le pasó otra
a una compañera, todavía delante de mí.
Podéis imaginar qué es lo que hice entonces.
Es tan obvio que no lo escribiré aquí.
Así que, amigo lector, hablemos de cómo
comportarse en un examen. Para empezar, te
diré: el mejor truco es atender en clase y
estudiar (soy profesor, ¿cómo esperabas que
empezara?). Pero si has decidido pasarte al
lado oscuro de la fuerza, deja al menos que te
comente cuatro cosillas que NUNCA HAY
QUE HACER (sobre todo por que es que
queda ridículo, de verdad):
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Vale, sí, no vas a sacar la chuleta hasta que el
profe mire para otro lado, pero míralo desde
nuestro punto de vista: si estás vigilando en un
examen, y uno de los alumnos está
continuamente mirando hacia tí, con una pinta
de culpable que tira de espaldas, ¿qué crees
que pensarás?. Exacto. Sí. Creo que ha
quedado claro. Y sin embargo,muchos de
vosotros os comportais así, ¿eh?
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Por definición, en la chuleta escribiremos notitas breves sobre cosas que no
podemos memorizar. Las chuletas nacieron para escribir fórmulas matemáticas en
ellas. Se supone que para minimizar el peligro de que te pillen, debes sacar la
chuleta, consultarla y volver a guardarla en el mínimo tiempo posible. Si vas
copiando de la chuleta a medida que la lees, por muy bien escondida que la tengas,
si el profesor te mira, se acaba notando.
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Es muy común que el alumno que ha superado los dos primeros escollos que
mencionamos, emocionado por su éxito, conteste (copie) una pregunta tal cual viene
en el libro. Esto también pasa mucho en la entrega de trabajos desde la irrupción de
Internet en el instituto. El caso, amigo mío, es que si tu ortografía y gramática
suelen ser, digámoslo amablemente, “mejorables”, es raro que pretendas que me
crea que un texto digno de Cervantes salió ayer, por arte de birlibirloque, de tu
pluma (tu boli). Esto también es aplicable a preguntas de comprensión, en la que
hay que explicar cómo entiendes un proceso o fenómeno, y copias sin ton ni son
frases inconexas (muy bonitas, eso sí) que has pillado del libro.
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Sólo dos palabras: ¡VARIOS MODELOS!
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Situémonos: tú y tu compañero estáis separados por, al menos, dos o tres metros y
un par de compañeros entre vosotros. Está claro que no podéis hablar, porque el
profesor os puede oír. Si susurráis, o no os oís u os oye el profesor. Vale, en eso
estamos de acuerdo. ¿Pero mover los labios sin hablar?. ¿De verdad podéis hacer
eso?. Y encima, gesticuláis tan exageradamente, que por fuerza atraéis nuestra
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Vamos a ver, vamos a ver... en el momento
en que se inicia un movimiento de este tipo
en clase (que además, normalmente, la
mayoría de los profes tenemos
fulminantemente prohibido), acabáis de
pedirnos, en lenguaje no verbal, que no os
quitemos ojo en los próximos cinco minutos.
O sea, que tienes la chuleta en la mano,
¡Pero no puedes consultarla, porque te
pillarían!. ¿sí o sí?
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Parece muy inteligente que un compañero,
normalmente situado en la otra punta de la
clase de donde tú te has sentado, atraiga la
atención de un profesor con la excusa de
preguntar algo, de modo que en ese
momento de despiste, uno aproveche para
“consultar sus fuentes”. Pero no sé si te has
fijado que, en los raros casos en que el
profesor atiende a una duda en mitad de un
examen, procede a varios barridos visuales
periódicos de TU zona de clase. Vamos, que
conocemos la técnica, y sabemos que es muy
fácil que en la zona contraria haya
movimiento chuletero.
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Eso es lo mismo que tomar directamente por
tonto a tu profesor. La soberbia ha
provocado más de una vez que el alumno
que ha superado todos los puntos anteriores,
se haya mostrado “demasiado” seguro de su
triunfo ante el profesor, o lo que es lo
mismo, les ha tomado por tontos. Quiero
deciros una cosa: puedo no tener pruebas de
que has copiado, pero si lo sé, a la hora de
corregir, encontraré el modo de que suspendas.
Ningún examen es tan perfecto que esté a
prueba de mi queridísimo boli rojo. Y no es
una amenaza: es un aviso. Bueno, sí, es una
amenaza. Tú mismo, chaval.
Y por hoy, hemos terminado. El libro gordo te
enseña, el libro gordo entretiene, y yo te digo
contento... (guiño a Hipólito).
Si queréis, otros días hablamos de técnicas
como la del cambiazo, el rollo de pergamina,
el boli microfilmado, hacer un “vergonzoso”...
Antonio Gómez es profesor de Tecnologías y de
Tecnologías de la Información en el Eduardo
Valencia desde el 2004, y se reconoce como un
"friki" de manual cuando se habla de software
libre, cómics, videojuegos... entre otras cosas.
Le encanta su trabajo, aunque a veces tiene un
genio de mil demonios. Dentro del instituto es
el encargado de los medios informáticos.
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SOL-FA-MI-DAS
SOL-FA-MI-DAS
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Beethoven solía ir por la calle con ropas viejas,
con los pelos desordenados, gritando las melodías
que se le ocurrían a plena voz (el no podía oírse) y
anotándolas en un cuaderno. Por no hablar de sus
monumentales e históricos ataques de ira, y lo
llegaban a comparar con un "animal salvaje", ya
que incluso en ocasiones llegaba a destrozar las
habitaciones donde se alojaba. Aunque con la
gente que el quería, como su sobrino Karl, si que
era cariñoso y cambiaba radicalmente de actitud.
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Beethoven no oyó la 9ª sinfonía: En el estreno de esta
gran obra, Beethoven estaba completamente sordo. De
hecho, se dice que al terminar el concierto él pensó
que los músicos habían dejado de tocar por algún
motivo, y se dio la vuelta y vio a toda la sala de pié
aplaudiendo: El concierto había finalizado.
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Beethoven amaba la
naturaleza hasta el punto de
decir "Prefiero mil veces a los
árboles que a cualquier persona".
Sólo hay que escuchar su sexta
sinfonía, La Pastoral, en la que
nuestro compositor es capaz de
traducir la imagen de la
naturaleza a los sonidos de la
orquesta.
Victoria Donado-Mazarrón es profesora de
Música del instituto. Ha sido una de las
pioneras en ayudar a lanzar la humilde
publicación que tienes en tus manos (bueno,
en tu pantalla). Es una orgullosa
Valdepeñera, y es una adicta al senderismo.
Se declara muy a gusto en este centro, y es
generosa con los que somos más bien duros
de oído o directamente analfabetos
musicales.
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Para completar la cuadrícula, sitúa una nota (do,
re, mi, fa, sol, la, si), teniendo en cuenta que las
siete notas tienen que aparecer en cada columna,
en cada fila y en cada zona (una zona queda
delimitada por líneas más gruesas). ¡Sólo existe
una solución! Las notas de las casillas sombreadas
(en orden: de izquierda a derecha y de arriba a
abajo) corresponden a los primeros compases de
la obra musical que se indica debajo del
sidoku.
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Algunos de mis lectores (de haberlos) ya
sabréis que una de mis grandes pasiones son
los comics. El universo de la historieta es muy
amplio, eso sí, por lo que habría de concretar
que mi gran afición son los comic-books, es
decir, el cómic americano que habitualmente
denominamos por aquí “de superhéroes”.
Crecí con ellos, y de adulto (lo que se viene
diciendo, “de más mayor”, porque adulto,
adulto…) sigo siendo un fiel seguidor de sus
aventuras, tanto de las modernas como de las
más clásicas. Superando la simplista y
estúpida consideración de que las historias
pertenecientes a este género son infantiles
simplemente porque aparece gente que vuela o
lanza rayos por los ojos (serían infantiles de
igual manera, aplicando tal argumento, toda la
literatura clásica referente a los dioses y
héroes grecorromanos, por ejemplo), lo que
siempre me ha atraído de estos personajes es
su actitud ante la vida y la forma que tienen de
afrontar su responsabilidad con respecto al
resto de la sociedad. Me cautiva la parte de
héroe más que de súper. Serán seguramente
restos de mi idealismo juvenil, que aún hoy
aflora de vez en cuando, y cuya máxima, entre
lo solidario y lo soberbio, era que “un solo
hombre puede marcar la diferencia”.
Repasando las vivencias y motivaciones de
algunos de los personajes, vemos como ante
los envites y embates de la vida, lejos de
autocompadecerse, culpar a la sociedad de
todas sus desgracias y abandonarse a la vida
fácil justificándose en lo injusto que es el
mundo y lo mal que nos gobiernan, asumen un
papel protagonista dentro de su comunidad
con el objetivo de mejorar las cosas.
Contrasta lo anterior con el surgimiento de
cómics, series de televisión y películas cuyos
protagonistas, en un ejercicio de
posmodernidad que encanta a muchos y
que a mí personalmente me repugna, no
son ningún ejemplo para nadie.
Delincuentes sin escrúpulos, camellos,
gigolós, reyes del crimen, etc. son los
personajes cuyas vidas son merecedoras en
la actualidad de ser glosadas y mostradas
en la pantalla o sobre el papel. Ya me
revienta, ya, cuando se refieren a ellos
como “nuestros héroes”, utilizando el
término como sinónimo de protagonista. Es
muy “cool” abominar de la moraleja y
celebrar la amoralidad, supuestamente
reflejo de realidad, de estos personajes,
pero, como yo soy un antiguo y me gusta
llevar la contraria, identifico esta
pretensión “realista” con el vacío moral e
intelectual de quienes las idean y las
festejan. No me refiero a contar una
historia de lo que los americanos llamarían
un “outsider” (un criminal, por ejemplo)
sino reflejarla en toda su crudeza (es decir,
falta de humanidad y sentimientos
positivos) escamoteando toda posibilidad
de redención o, en su defecto, de
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Un muy interesante punto de vista sobre el comic-book
americano
comprensión y empatía por parte del denostado público “bienpensante” (véase espectadores o
lectores como el menda lerenda) que quieren seguir creyendo en la especie humana. Todo
ello, a menudo, salpicado de violencia sin fin (otra cosa que no entiendo) y sexo porque sí, y
cuanto más sucio, provocador y animal mejor. Me resulta paradójico que precisamente las
mentes más supuestamente avanzadas en lo social e intelectualmente mejor consideradas de la
actualidad (insértese aquí sonido de pedorreta), tan pronto se manifiestan en contra de la
violencia de género o de la guerra, como perpetran o disfrutan de relatos hiperviolentos y
amorales en virtud de ese supuesto realismo al que me refería antes. En realidad todo esto me
parece una cobardía, ejecutada por aquellos que no son capaces de asumir un compromiso real
con su existencia y una responsabilidad para con el mundo que le ha tocado vivir. Estamos en
una época de tal perversión que juzgar los actos está mal visto, pero en cambio se prejuzga a
la mayoría por sus ideas u opiniones. Bueno, cierto es que esto tampoco es nuevo, sólo que el
nuevo fariseísmo ha dejado de ir a misa y leer vidas de santos y ahora va a cócteles y estrenos
y leen, cuando no escriben, periódicos y blogs.
¿Ejemplos de lo que digo? En el mundo del cómic se está generalizando este tipo de
personajes y argumentos ante la alarmante falta de imaginación de muchos autores, que se
sirven del camino fácil del “sex&violence” para dar carnaza con la que satisfacer los más
bajos instintos de lo que conocemos como el “fandom”. Quizá el culmen de tal tendencia sea
la obra del británico Garth Ennis, el más perfecto ejemplo del divertimento de la violencia por
la violencia, con engendros como “The Boys”, donde un grupo de personas con superpoderes
utilizan éstos para su goce y disfrute personal en una banal odisea salpicada de peleas a cual
más sangrienta, brutales y frívolos asesinatos y megaorgías que exceden la estabilidad mental.
Igualmente me parece no escandaloso, sino un verdadero drama, la existencia de videojuegos
como la saga superventas de Grand Theft Auto.
Empero, tales inmundicias refuerzan la calidad y maestría de otras obras y personajes,
verdaderos espejos de las almas que sufren pero no desesperan, paradigma de lo que fue y
será el ser humano. Me viene a la mente una historia nada amable ni “aséptica” sino
tremendamente dura y despiadada; relato de bajada a los infiernos y posterior redención, de
un hombre que no es ni bueno ni malo, pero que asume su condición mortal y humana e
intenta trascender la levedad del ser marcando la diferencia, aún a riesgo de sumirse en la más
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Hipólito González Amaro nació hace( ¡ejem!)
años en Ciudad Real. Es licenciado en Historia
y tiene la suerte de dedicarse a lo que más le
gusta: la enseñanza. Aficionado y coleccionista
de cómics, amante del deporte, cinéfilo en
excedencia y melómano sin criterio definido,
con el alias de wayne creó y mantiene el blog
http://increiblebleble.blogspot.com.
Actualmente vive en Ciudad Real con su mujer,
su hija, y toneladas de tebeos y libros.
profunda soledad y perder toda esperanza
otorgando un sentido en defensa de los
débiles a su propia maldición: “Un hombre
sin esperanza es un hombre sin miedo”. Me
refiero a la saga “Born Again” de Daredevil,
obra maestra de Frank Miller. Es una de esas
historias que me gustan, no ya de
superhéroes, ni de héroes, sino de lo que
hasta ahora se ha conocido como
“antihéroes”. Este término se quiere
reutilizar en la actualidad para designar a
esos execrables personajes de los que
hablaba en el párrafo anterior, pero el
antihéroe siempre se ha caracterizado por no
perder su heroísmo a pesar de las
dificultades y de que su vida no sea
precisamente de color de rosa. Un perfecto
modelo de antihéroe sería Spiderman, héroe
perseguido por la justicia y vilipendiado por
la prensa que en su identidad civil de Peter
Parker debe soportar las burlas y vejaciones
de sus compañeros de instituto, que sólo ven
en él un enclenque empollón, y alternar sus
estudios con un trabajo como fotógrafo de
prensa para poder pagar la universidad y las
medicinas de su tía, enferma del corazón.
Todo ello, en recuerdo del lema que una vez
le enunció su difunto tío y que a partir de su
muerte asumió como propio: “todo gran
poder conlleva una gran responsabilidad”.
Otro de los mejores ejemplos de antihéroe
que conozco lo encontré en una magnífica
película que pasó sin pena ni gloria por los
cines de todo el mundo en 1992. Su título es
“Héroe por accidente” (por supuesto la
recomiendo encarecidamente), dirigida por
Stephen Frears. En ella, Dustin Hoffmann da
vida a Bernie Laplante, un pobre desgraciado
en paro, divorciado y buscado por la justicia
por un turbio asunto de tarjetas de crédito
robadas. Una noche, habiéndole dejado
tirado su coche en medio de la autopista, un
avión realiza un aterrizaje de emergencia
ante sus ojos. Él, obviando su propia
seguridad, y con una pose poco heroica, todo
hay que decirlo (profiriendo insultos y
maldiciones), consigue salvar a todo el pasaje.
Para saber cómo continúa la historia, tendréis
que ver la peli, pero sólo os puedo adelantar
que continúa su espíritu heroico, sus formas
toscas y desastradas y sus desgraciadas
desventuras.
Bueno, acabo. ¿Qué?¿ No hay por ahí algún
otro imaginauta que quieran compartir sus
viajes con nosotros? Pues a ver si alguien se
anima, que tiene un rinconcito reservado en
esta publicación. Ya sabéis, hablad con el Boss,
“Antonio el de Tecnologías”.
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LEER, SOÑAR, VIVIR
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En la década de los
años 20 del siglo pasado
aparecieron en América
Latina una serie de
novelas que tenían como
protagonista la selva
(Eustaquio Rivera, La
vorágine, 1924. Rómulo
Gallegos, Doña Bárbara,
1929…). Era una
reacción contra el
modernismo importado
de Europa. Los
escritores
sudamericanos querían
alcanzar en sus novelas
la identidad de sus
gentes y sus tierras. De
esa época es también la
llamada “novela
indigenista”, centrada en
la mezcla racial y
cultural como
componente de estos
pueblos. Más tarde
surgirá el “realismo
mágico” con Alejo
Carpentier, Miguel
Ángel Asturias, Gabriel
García Márquez… con
la misma pretensión de
alcanzar el alma
sudamericana. Pues
bien, la novela que os
presento fue publicada
en 1989 e
inmediatamente fue
premiada y traducida a
varias lenguas. Enlaza con la tradición de
la novela de la selva pero desde una
perspectiva distinta, ahora se escribe
desde la conciencia ecologista que ve la
Amazonía como un valor para el planeta
y clama por el respeto a los pueblos
indígenas que viven en ella.
Un viejo que leía novelas de amor es una
novela de la selva ecuatoriana, en el
extremo más occidental del Amazonas,
con su belleza y sus peligros, donde
pululan algunos aventureros como los
buscadores de oro, o cazadores gringos
sin escrúpulos. Es también una novela del
“realismo mágico” o de “lo real
maravilloso” por la mentalidad que
refleja de estos hombres que ven el
universo con una mirada distinta a la que
estamos acostumbrados… Pero es más
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una novela de los indios
Shuar, los llamados jíbaros,
los famosos reductores de
cabezas. Luis Sepúlveda, el
autor, conoce a los Shuar,
ha vivido con ellos y su
mirada está llena de
simpatía y admiración por
su respeto al medio en que
viven y por su nobleza.
Antonio José Bolívar
Proaño, el viejo que lee
novelas de amor, es quien
nos introduce con sus
recuerdos en el mundo de
los jíbaros, pues ellos le
acogieron y ellos le
salvaron de la mordedura
mortal de una equis
venenosa.
¿Queréis saber cómo cazar
micos en el Amazonas, o
loros y papagayos, o
serpientes venenosas para
obligarles a soltar toda su
veneno y venderlo a
laboratorios? Antonio José
Bolívar Proaño lo hace todo
tal como aprendió de los
Shuar. Y es que a veces
necesita cazar unas parejas
de monos o papagayos para
venderlos en algún pueblo
cercano y poder comprar las
novelas de amor que a él le
gusta leer. Tienen que ser
“de amor de verdad”, “del
que hace sufrir”.
Ya se va haciendo mayor y
vive en un pequeño caserío
al lado de un gran río, sin
luz, sin radio, sin
televisión… Su mujer
murió hace tiempo. Tuvo
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que dejar a los Shuar
porque mató a un blanco
con su arma de fuego, sin
dejarlo defenderse, y eso va
en contra de las leyes de la
tribu. Ha descubierto que
sabe leer, pues de pequeño
había aprendido en su
pueblo, cerca de Imbabura,
pero llevaba tantos años sin
practicarlo, que no era
consciente de ello. Fue el
descubrimiento más
importante de toda su vida.
Sabía leer. Era poseedor del
antídoto contra el
ponzoñoso veneno de la
vejez. Sabía leer… Tarda
mucho en ir formando las
palabras y luego las
oraciones, pero no le
importa, tiene todo el
tiempo del mundo y con la
ayuda de su lupa se mete en
la lectura. Le cuesta mucho
comprender e imaginar. Le
gustan las novelas de amor
del que hace sufrir, novelas
que ocurren en ciudades
llamadas París, Praga,
Venecia, Barcelona… Pero
él la ciudad más grande que
ha visto se compone de
unas cuantas manzanas de
casas bajas y calles
empedradas. ¿Cómo será
París? ¿Y Venecia con sus
góndolas? Antonio José
Bolívar Proaño hace
enormes esfuerzos para
entender y disfruta mucho
con lo poquito que
entiende. Por esto la novela
es también un canto a la
Juan Ortega es
profesor de Lengua Castellana y
Literatura en el IES Eduardo Valencia de
Ciudad Real. De carácter cálido y afable, es un gran
aficionado a las tecnologías de la información y de la
comunicación. En la actualidad, mantiene con un estilo propio
e inimitable la web del Departamento de Lengua del centro,
y es un colaborador asiduo del podcast El Rinconcito,
con su programa El Rincón de la Literatura.
literatura, a su función humana, el antídoto contra el ponzoñoso
veneno de la vejez, piensa Antonio José.
Se trata de una novela corta, puede leerse en menos de tres horas, nos
abre un mundo desconocido y nos infunde respeto hacia el medio
ambiente y simpatía hacia estos pueblos y culturas que el “progreso”
va arrinconando cada vez más y obligándolos a abandonar una forma
de vida acaso más humana que la nuestra.
Luis Sepúlveda nació en Ovalle, Chile en 1949. Ocupó un cargo en
cultura durante el gobierno de Salvador Allende. Después del golpe de
estado de 1973, que llevó al General Augusto Pinochet al poder, fue
encarcelado por dos años y medio. Más tarde, en la clandestinidad,
formó una compañía de teatro que se convertiría en el primer foco de
resistencia cultural. En 1977, Sepúlveda abandonó Chile para ir a
Suecia donde se dedicó a enseñar literatura española. Tomó parte en
una expedición de la UNESCO para observar el impacto de la
colonización en los indígenas shuar ecuatorianos. En esta expedición,
vivió con los shuar por siete meses. Ha trabajado como reportero,
viajando por distintos países de América Latina y África. En su faceta
de escritor, ha cultivado diversos perfiles de la narrativa, como el
relato ecologista, el cuento infantil, la novela de intriga, la novela
policíaca, la novela negra y la crónica de viajes.
LUIS SEPÚLVEDA, Un viejo que leía novelas de amor. Barcelona,
Tusquets, 1993.
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Hasta donde me alcanza la
memoria, y ya empiezan a
ser unos cuantos años, no
recuerdo una victoria del
equipo de profesores sobre
los alumnos en el tradicional
partido de futbol sala de
Navidad.
Como todos los años, el
partido está organizado por
el departamento de
Educación Física, dentro de
las jornadas culturales-
deportivo-lúdico-
gastronómicas que diseña el
departamento de Actividades
Extraescolares. Por cierto, un
10 a la organización.
El público asistente, en su
mayoría alumnos, aguardaba
ansioso el comienzo del
partido, apoyando desde la
grada a sus compañeros y
frotándose las manos
pensando en la paliza que
nos iban a dar y
esperando un partido fácil y por goleada.
La primera parte no pudo empezar mejor
para nosotros, aguantamos la posesión del
balón y esperamos con paciencia atrás
nuestra oportunidad, que llegó a los pocos
minutos, gracias a la magnífica dirección de
Javier. En realidad, llegó varias veces.
Ese maravilloso 5-0 que el marcador
reflejaba en el descanso, será difícil de
olvidar, así como las caras de incredulidad en
el equipo de los alumnos, que mirándose
entre ellos, o al cielo, trataban de buscar una
explicación racional o sobrenatural, a ese
vendaval de juego, toque, desmarque, control
de balón y remate que se les había venido
encima.
El público acabó vitoreando, aplaudiendo y
rendido a la evidencia del juego desplegado
por el equipo de los profesores. Muy
arropados por nuestros compañeros a pie de
pista.
La segunda parte, fue más tranquila, nuestro
equipo entendió que el trabajo duro estaba
hecho, y adoptó una inteligente táctica de
contención, sólo alterada por pequeños
sobresaltos arbitrales (no olvidemos, que el
partido fue dirigido por un alumno y su
actuación sembró muchas dudas entre los
asistentes, sobre todo debido a la leña que
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dieron algunos).
El equipo de los alumnos pudo
maquillar el resultado final,
debido entre otras cosas, al
“mal fario” que sufrió nuestro
portero, al cansancio debido a la
edad del equipo(unos 425 años,
si sumamos las edades
aproximadas de sus
componentes) y a la relajación
en los últimos minutos.
El resultado final (5-4) a favor
de los profesores, hizo justicia,
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José Félix Aguilar es licenciado en
Geografía e Historia, lleva doce
años en el centro (y los que le
quedan). Gran aficionado al
balonmano, al fútbol, y a cualquier
otro deporte que pueda disfrutar
estando sentado, sus grandes
pasiones son la enseñanza, la
lectura y el cine y su familia.
aunque era lo de menos. Lo
importante era hacer deporte,
establecer lazos de unión entre
todos los miembros de la
comunidad educativa, y en
definitiva pasar una mañana
divertida y relajante. Y GANAR,
sobre todo GANAR.
De todo esto, queda constancia,
gracias al trabajo de nuestro
reportero a pie de pista Manolo
Viso. Algunas fotos son de
profesional del medio.
Para terminar, quiero dedicar esta crónica del
partido, a los gladiadores/profesores que con
su esfuerzo, sudor y buen hacer nos llevaron
a la gloria: Edu, Hipólito, Javi, Javier, Jesús,
José Antonio, Luis, Miguel, Paco, Serafín y
José Félix. (Espero no olvidarme de nadie).
Y a los alumnos decirles, que la próxima vez
será, tal vez el año que viene… Mientras
tanto, y siempre que quieran, pueden ver la
copa en la vitrina de entrada al centro, pero
ya saben: la copa se mira, pero no se toca.
¡Hasta la próxima!
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Como la mayoría de vosotros sabéis,
porque eran vuestros hermanitos o
primitos, los chavales de 5º y 6º de
Primaria del colegio San Ignacio de
Loyola de la localidad nos visitaron
para tomar parte en una actividad que
en los últimos años vamos
consiguiendo que tome forma en la
comarca: la formación de padres,
profesores y alumnos en prevención de
riesgos a la hora de utilizar Internet y
otras Tecnologías de la Información y
de la Comunicación (TIC).
Acompañados por algunas de sus
profesoras, y sin sentirse en absoluto
amedrentados por estar en el "cole de
los mayores", todos los niños y niñas
participaron con bastante interés en
dicha actividad, consistente en una
charla-coloquio sobre costumbres a la
hora de utilizar determinados servicios
de Internet (chats, "messengers",
"tuentis", "habbos", etc... etc...) y la
necesidad de ser consciente de algunos
peligros.
Como podéis ver, dicha charla la
dirigió Antonio Gómez, nuestro
responsable TIC y coordinador de la
plataforma "El guardián entre el
centeno" encaminada a lograr este tipo
de objetivos. El conferenciante se
mostró próximo a los chicos,
intentando hacerles ver que no hay
por qué dejar de disfrutar con nuestros
ordenadores, siempre y cuando seamos
conscientes de qué es lo que no hay
que hacer. ¡Vamos, que todo salió
bastante bien!. En unos días
esperaremos a los alumnos del Colegio
Santa Teresa de Jesús, también de
nuestro pueblo, para repetirlo. Loor y
gloria a Antonio, que sacrifica su
valiosísimo tiempo para invertirlo en
nuestro futuro. No en vano es un
excelso y magnífico profesor, amén de
innegablemente atractivo, muy
masculino, con un gusto increíble
para vestir, excelente redactor, gran
amigo, mejor persona, emmmmmm...
Vaya, vaya, vaya... Quizás se nota
mucho que Antonio soy yo, ¿verdad?.
¡Bueno, bueno, perdonad!. Sólo quería
darme un poquito de cera, ya que nadie
me la da por aquí. Si me disculpáis,
termino de escribir esto y me voy a mi
rincón de callarme.
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Al menos una de cada cien
adolescentes de nuestro país se verían
reflejadas en este anuncio, y cuidado,
el caso de los varones aumenta
rápidamente. Hablamos, obviamente de
los trastornos de la alimentación y
concretamente vamos a hablar de la
ANOREXIA.
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A: Delgadez=Felicidad La
comida es el enemigo.
La anorexia consiste en un trastorno de
la conducta alimentaria que supone una
pérdida de peso provocada por el
propio enfermo, se caracteriza por el
temor a aumentar de peso, y por una
percepción distorsionada del propio
cuerpo que hace que el enfermo se vea
gordo aun cuando su peso se encuentra
por debajo de lo recomendado. Por ello
inicia una disminución progresiva del
peso mediante ayunos y la reducción
de la ingesta de alimentos.
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- Ropa ancha o jerseys atados a la cintura.
- Expresión de tristeza.
- Comentarios despectivos de su cuerpo.
- Más cansada/o que de costumbre.
- Se esfuerza al máximo en Educación
Física.
- Se queja de que hay demasiada comida
en la mesa.
- Desmenuza obsesivamente los alimentos
y tarda mucho en comer
- Sustituye el bocadillo del recreo por una
fruta.
- Oculta la comida en servilletas, bolsos o
ropa…
- Empieza a no querer ir a fiestas, de
vista… para no tener que comer
- Toma laxantes.
- Hace mucho ejercicio, se mueve, está
activa/o todo el tiempo.
- Habla sobre las calorías de la comida.
- Se resiste a ir al médico
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Muchas veces las amigas son las
primeras en darse cuenta de que
algo no va bien.
Si sospechas que tu amiga sufre
algún trastorno de alimentación:
- Habla con ella y si no lo
reconoce coméntaselo a alguien
de vuestro entorno cercano y da
la voz de alarma.
- No le hagas comentarios sobre
su aspecto físico como “cada día
te encuentro más delgada” pues
aumentará su obsesión y su
preocupación por su físico.
- Intenta no hablar con ella de
dietas o calorías.
- Hazle compañía y habla con
ella sobre otras cosas como los
estudios, la familia, el trabajo, la
pareja…
- Recuérdale que eres su amiga
y que confías en ella. Le
ayudará saber que puede contar
con tu ayuda y reforzará su
autoestima.
- Alaba sus virtudes y
cualidades.
- Si comes con ella, no
Araceli García Olmedo es la orientadora oficial (y oficiosa) del centro. Eso
no siempre quiere decir que sepa qué es lo que está pasando o adónde
deberíamos ir todo el mundo (aunque a veces sí que lo piense). Es la
mediadora oficial del instituto, y está especializada en situaciones
peligrosas (vamos, que a su lado Eddie Murphy es Papá Pitufo). Está
casada, tiene tres hijos, y todo su tiempo libre está dedicado por completo
a ellos.
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prestes atención a lo que ingiere
ni a lo que hace con los
alimentos.
- Aunque se resista a salir
intenta convencerla e integrarla
en grupos, llámala y evita que
se aisle.
No te desanimes si no ves
resultados. El tratamiento es
largo y suele haber recaídas.
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Una joven llega con sus padres a una casa de
campo para pasar unas cortas vacaciones. Ya
al atardecer, la chica sale a dar una vuelta
por las cercanías. Cae la noche y se pierde en
el bosque. Se oyen grillos y una enigmática
lechuza. Una voz bronca la llama. La joven
empieza a sentir miedo. Queda estupefacta
cuando ve que es un árbol quien pretende
comunicarse con ella. Ante esta situación,
ella quiere salir de allí, pero el árbol le dice
que no tenga miedo. Ella se acerca
cautelosamente al árbol y le pregunta qué
era. El árbol le responde que no importaba
quién fuese, sólo si estaba dispuesta a
ayudarle. Ella le preguntó en qué, y él le
contestó que debía entrar por su boca y
recuperar la semilla de la vida. Ella la dijo
que le ayudaría, pero que no sabría cómo. Él
le dio una de sus ramas más afiladas que le
serviría como una daga en combate, un
frasco que encontró en el suelo y rellenó con
su savia, que curaría cualquier herida
mientras el enfermo no hubiera muerto y una
sábana hecha con sus hojas que le escondería
de cualquier peligro y llamaría a quien
estuviese dispuesto a ayudarla. Con todo esto
ella le preguntó cómo encontraría esa semilla
y él le respondió que debería encontrar al
cíclope del hielo, éste le llevaría hasta el
fénix del agua, con él iría hasta el unicornio
del aire y el unicornio lo conduciría hasta el
dragón del fuego. El dragón poseía la semilla
pero era un malvado que quería hacerse con
el poder de la semilla y controlar todas las
formas de vida, pero no podía utilizarla
porque le faltaba un elemento. El árbol
añadió que cuando se enfrentase sola al
dragón, encontraría la semilla en su corazón.
Ella iba a preguntarle qué quería decir, pero
antes de hacerlo el árbol ya se la había
tragado.
Estaba en un mundo muy diferente al que
conocía, todas las plantas que veía eran
amarillas y parecía que estaban electrificadas,
y así era. Al ver a la chica todas susurraban
entre sí, y una le preguntó que si era una
humana y ella contestó que si. La misma
planta le dijo que por qué estaba allí, y ella
respondió que un árbol le había dicho que
debía encontrar la semilla de la vida antes de
que el dragón encontrase el último elemento.
Las plantas se reunieron porque sabían que el
último elemento era una humana, pero
decidieron no contárselo. La chica les dijo que
cómo podría encontrar al cíclope del hielo, las
plantas le dijeron que el cíclope estaba en el
pico de la montaña que se encontraba a las
espaldas de la chica. También le advirtieron
que era algo bromista y adoraba las
adivinanzas. Añadieron que nunca debía pisar
la tierra, sólo la hierba, el hielo o el agua.
Dicho esto ella se marchó haciendo lo que las
plantas le habían dicho. Subiendo la montaña
se encontró una franja pequeña de tierra,
decidió saltarla gracias al consejo que le
habían dado las plantas y llegó hasta una
zona de hielo.
Cuando estaba llegando al pico de la
montaña se empezaba a ver una casa de hielo
gigantesca. Al llegar parecía no haber nadie,
pero de repente, a sus espaldas, había algo
que le puso la mano sobre el hombro, ella se
asustó, corrió y se cayó. Al darse la vuelta y
descubrir que era un cíclope, y que se estaba
riendo de ella, se enfadó muchísimo con él y
se dio cuenta de por qué las plantas le
avisaron que era todo un bromista. Cuando
paró de reír, le preguntó que cómo había una
chica en su mundo, y ella le repitió lo que les
había dicho a las plantas. El cíclope dijo que
la ayudaría a encontrar al fénix del agua si
resolvía una adivinanza:
Si te lo hiciera, te desgarraría con mis zarpas,
Pero eso sólo ocurriría si no lo captas.
Y no es fácil la respuesta de esta adivinanza,
porque está lejana, en tierras de bonanza,
donde empieza la región de las montañas de
arena
y acaba la de los toros, la sangre, el mar y la
verbena.
Y ahora contesta, tú, que has venido a jugar:
¿A qué animal no te gustaría besar?
La chica pensó que la región de las montañas
de arena podría ser Arabia, y la región de los
toros, la sangre, el mar y la verbena tenía que
ser España. Si Arabia empieza por <<ara>>
y España acaba en <<aña>>. ¿A qué animal
no me gustaría besar? La chica le dijo al
cíclope que era la araña. El cíclope le dijo
que sí, y le explicó que el lago que se
encontraba entre dos montañas era la
residencia del fénix. Añadió que el fénix era
un mago y un adivino, pero le dijo también:
Por la hierba, el agua o el hielo irás, pero la
tierra nunca pisarás.
Al llegar al lago, había una parte de tierra
hasta el lago. Como sabía que no podía
caminar por el agua, cometió un grave error
al rodear el lago por la zona de la tierra. Al
no ver al fénix se adentró en el lago para
intentar nadar, pero cuando posó un pie
sobre el agua, ésta hizo una escalera hasta el
fondo del mar, donde se encontraba una casa.
Al verla, decidió bajar, y al entrar, se
encontró con el fénix. Como era advino ya
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Manuel del Castillo Serrano es alumno
en 2º A del IES Eduardo Valencia de
Calzada de Calatrava
sabía por qué estaba allí. El fénix le dijo a la
chica que el unicornio se encontraba en el
cielo, pero que no se preocupase, que él
formaría una escalinata hasta la casa del
unicornio. Cuando salieron de su casa,
ambos saltaron la tierra para caer en la
hierba. En el momento en el que el fénix iba
a formar la escalinata, el dragón de fuego
llegó volando, de la tierra salían minotauros
y venían corriendo faunos. Al verlos la chica
se asustó, y se puso la sábana de hojas que le
había dado el árbol, junto al fénix. Después
de ponérsela, el dragón y sus súbditos los
perdieron de vista, pero cada vez venían para
defenderles más y más plantas eléctricas,
serpientes de hielo, águilas de agua y
esfinges de aire. El cíclope del hielo y el
unicornio del aire también llegaron para
ayudarles a todos ellos en la batalla. El fénix
y la chica decidieron salir a luchar. Cuando
el unicornio encontró a la chica, se la llevó a
su casa, pero en el camino, un ataque de un
fauno le dio al unicornio y la chica le dio de
beber de la sabia que curaba heridas. Al
llegar a la casa del unicornio, éste le dijo a la
chica que el último elemento que le faltaba
al dragón era una humana, pero añadió que
sólo una humana podría salvarles del
malvado dragón. En ese momento, la chica
estaba atemorizada y no sabía qué hacer.
Como sabía que no podría volver a su casa
sin la semilla, decidió irse con el unicornio a
la batalla para derrotar al dragón de una vez
por todas. Al llegar a la pelea, fue curando a
todos a los que encontraba hasta llegar
definitivamente al dragón. Con la pelea entre
el dragón y la chica, se fueron adentrando en
el bosque, hasta que se quedaron solos por
completo, como le había dicho el dragón a la
chica. La chica consiguió herirle en el
corazón con la daga. Arrepentida de lo que
acababa de hacer, decidió darle de la savia
antes de que muriese y lo curó. Al hacerlo, le
salió del pecho, una semilla. Había logrado
encontrar la semilla de la vida. Cuando tenía
la semilla en su poder, se acordó de lo que le
había dicho el árbol, que encontraría la
semilla en su corazón. El dragón decidió
rendirse ante dicha situación. Ella fue
curando a todos después de la rendición del
dragón y cuando terminó, se despertó en el
bosque en el que se había perdido. Buscó al
árbol que le había puesto esta misión.
Cuando lo encontró, el árbol le dio las
gracias y la enhorabuena por la misión. El
árbol cogió la semilla, la enterró debajo suya
y se quedó quieto y totalmente callado. Al
principio, la chica estaba confusa, cuando
vio que el árbol ni hablaba, ni se movía,
comenzó a pensar que se lo había inventado
todo y decidió irse a su casa. Cuando llegó a
su dormitorio, se topó con una sábana de
hojas como la que le había dado el árbol. Al
verla se dio cuenta de que el árbol la puso
allí aposta, para que ella supiese que no
había sido un sueño todo su viaje por el otro
mundo y para que lo recordase durante toda
su vida.
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Si en un número anterior de esta publicación
llenamos una página de lunas, dedicándolas
al insigne lunático Miguel Hernández. Esta
vez la llenaremos de soles, en memoria de
otro excelente escritor “ibérico”, como a él
le gustaba llamarse (por lo de Iberia, España
y Portugal, no por el jamón) y mejor
persona: José Saramago.
Os cuento una anécdota, o un chisme, su
nombre verdadero era José de Sousa, pero el
día que su padre fue a inscribirlo en el
registro civil, el funcionario que le atendió,
que de común estaba beodo por el efecto del
vino, lo inscribió no con el apellido de la
familia, sino que lo hizo con el mote;
Saramago era el mote de la familia de su
padre.
Ya sabéis, una recomendación de lectura: los
textos de Saramago son un poco difíciles
para principiantes, todo está lleno de
simbología, metáforas y parábolas, por eso
pienso que hay que acercarse con sumo
cuidado, empezando por los cuentos, de los
que desgraciadamente no se han editado
nada más que una recopilación “Casi un
objeto”, también tenéis cuentos sueltos como
“La flor más grande del mundo” o “Cuento
de la isla desconocida”. Pero sobre todo
encontraréis en la red centenares páginas que
contienen cuentos de Saramago completos,
muchos de ellos sin editar nunca en papel.
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Del cuento la isla desconocida.
Manuel Viso es profesor de nuestro centro. En un primer contacto, el no iniciado
puede creer que su principal rasgo de carácter es el hedonismo. En un segundo
"tête a tête", parecería que su mayor pasión es la política y la sociología. Si
ahondas en sus aficiones, descubrirás que es un amante de la Literatura y de la
Fotografía (las imágenes que puedes apreciar aquí han salido de su objetivo). El
que escribe estas líneas, después de pensarlo al menos un poquito, puede afirmar
con seguridad que uno de sus rasgos más humanos y apreciables (por mencionar
sólo alguno) es que suele escuchar antes de hablar, virtud casi inexistente desde
el principio de los tiempos.
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¡Y este ha sido nuestro número dos (¡el patito simpático!). ¡Esperamos de corazón
que te haya gustado!. Recuerda que necesitamos que sigas colaborando con
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redactores, ilustradores, fotógrafos, reporteros, maquetistas, correctores, críticos,
deportistas, científicos, columnistas, peluqueros de esos que se llaman estilistas,
musculitos, posturitas, cronistas, carroñeros.... espera, espera, espera... que eso
último era una canción de Sabina.
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