OBRA SOCIAL DEL PERSONAL DE LA INDUSTRIA DEL CALZADO

Miércoles 23 de diciembre 2015 | Año 3 | Nº 124

+SaludPrevención

¿Cuáles son los síntomas de un ataque cardíaco?

Al padecer un ataque cardíaco, muchas mujeres no se imaginan qué les está sucediendo porque en ellas los

síntomas no suelen ser los habituales. Mareos, descom-postura, dolor en el cuello o la espalda son algunas de las

señales a las que hay que estar muy atentas.

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Prevención

¿Cuáles son los síntomas de un ataque cardíaco?

suele sentirse como una presión u opresión en el centro o en lado izquierdo del pecho. Por lo general, se presenta de manera intermitente: dura unos pocos minutos, desaparece y vuelve a aparecer.

Dolor agudo en el cuello, la espalda y la mandíbulaEste síntoma, que es más co-mún en las mujeres que en los hombres, se presenta como un dolor en la espalda, el cuello y/o la mandíbula. Además, puede incluir dolor o malestar en uno o ambos brazos, los hombros o la parte superior del estómago, por encima del ombligo.

Fatiga inusual osin motivoUn síntoma común de un ata-que al corazón en las mujeres es la falta de energía, el cansancio

yor actividad del sistema

nervioso simpático (sis-

tema que, desde el punto

de vista psicológico, nos

prepara para la acción).

Los síntomas de un ataque al corazónEn cuanto a los síntomas, hay distintas señales que pueden dar la pauta de que se trata de un ataque al corazón y ante las cuales hay que llamar al médico de inmediato:

Fuerte presión sobre el pechoLa mayoría de los ataques al corazón se manifiestan con un fuerte dolor o malestar que

Al padecer un ataque car-díaco, muchas mujeres no se imaginan qué les está su-cediendo porque en ellas los síntomas no suelen ser los habituales. Mareos, descom-postura, dolor en el cuello o la espalda son algunas de las señales a las que hay que estar muy atentas.

repentino e inusual. Es uno de los más peligrosos ya que es de los más fáciles de ignorar. Pue-de aparecer de repente o estar presente durante días. Más de la mitad de las mujeres que tuvo un ataque al corazón, tuvo un síntoma previo de cansancio o debilidad del músculo cardíaco que no estaba relacionado con el hecho de haber hecho ejercicio o algún otro tipo de esfuerzo.

Náuseas inexplicables o vómitosLas mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de experimentar náuseas, vó-mitos o indigestión. Esto a me-nudo no suele ser tomado con la seriedad que se requiere y se lo justifica con otras enferme-dades, pero es fundamental no desestimarlo porque puede ser la señal de que algo anda muy

La ausencia de los sínto-mas típicos de un ataque al corazón, como fuerte

dolor en el pecho y malestar, es más común en las mujeres. Ellas suelen padecer otro tipo de síntomas más fáciles de sub-estimar y que pueden resultar más peligrosos al retrasar el llamado al médico.

A pesar de que las enfermeda-des del corazón suelen estar relacionadas con los hombres, también en las mujeres son la primera causa de muerte. Por eso, es muy importante estar informada acerca de todos los síntomas, en especial de los menos típicos, para poder reaccionar a tiempo y tener más posibilidades de superar un ataque al corazón.

El 40% de los ataques

al corazón se dan por la

mañana, entre las 6 y las

12 del mediodía. Esto

está vinculado con el

aumento de la actividad

de coagulación durante

dichas horas y con la ma-

mal, especialmente si viene acompañado de otros síntomas.

Disnea (dificultad para respirar)Puede comenzar antes o al mis-mo tiempo que el dolor en el pecho, pero también puede ser el único síntoma. Esto puede ocurrir de imprevisto mientras se está en reposo o haciendo una mínima actividad física.

Sudores fríosSe presenta como una transpira-ción inexplicable o excesiva.

MareosEs posible que frente a un ataque al corazón, uno se sienta, sin motivo alguno, mareado o aturdido.

Si se presenta cualquiera

de estos síntomas duran-

te más de cinco minutos,

es fundamental llamar al

911. No tratar de ir solo

a un centro de salud o

de pedirle a alguien que

conduzca hasta allí sino

directamente llamar a

una ambulancia para que

la atención sea inmedia-

ta. Incluso si los síntomas

desaparecen en menos

de cinco minutos, es muy

importante llamar al mé-

dico y no perder el tiempo

Con el Nuevo Diario

LA TERCERAMiércoles 23 de diciembre de 2015 + SALUD Pág 3

¿Cuáles son los síntomas de un ataque cardíaco?con remedios caseros

o esperando que los

síntomas se vayan por su

cuenta. Un tratamiento

rápido y a tiempo puede

salvar la vida.

Segundo a ataque al corazón: Las mujeres que ya tuvieron un ataque al corazón tienen un alto riesgo de sufrir otro, pero hay que saber que los síntomas esta vez pueden ser diferentes.

Por eso, estar atenta a todas las señales antes mencionadas es fundamental.

Asesoró: Dr. Jorge Lerman, Presidente de la Fundación

Cardiológica Argentina

Control del peso corporal durante la menopausia

El aumento de peso durante la meno-pausia se puede

deber a las modificacio-nes hormonales típicas de este período, pero lo que es fundamental es tener en cuenta una ca-racterística de esta edad: la acumulación de grasa en la zona abdominal, lo cual supone un riesgo para la salud.

La medida de la cintura empieza a tener una gran importancia después de los 40 y no es por una cuestión estética sino de salud: cuando el contorno de la cintura es superior a 80 existe un riesgo aumentado y cuando es superior a 88 se en-cuentra en riesgo muy aumentado de sufrir accidentes vasculares, diabetes, hipertensión arterial, trastornos esqueléticos, etc.

Este control es muy sencillo y

se lo puede realizar uno en su propia casa: • Tomar un centímetro o cinta métrica de los metálicos flexi-

bles, porque los de tela se estiran.

• Pararse derecho, con los pies juntos, la cintura descubierta y el abdomen relajado

• Colocar la cinta alrededor de la cin-tura, a la altura del ombligo

• Realizar una ins-piración profunda y medir al sacar el aire

• 88 cm. o más en la mujer y 102 cm. o más en el hombre supone un riesgo muy alto de desarrollar enfermedades:

La descalcificación ósea y otros tras-tornos esqueléticos

inciden más en las mujeres menopáusicas, por lo que es ne-cesario prestar mucha atención a los aportes de calcio.

El riesgo cardiovascular com-prende la ateroesclerosis, el infarto de miocardio, la hiper-tensión arterial y los accidentes cerebro vasculares.

Los niveles de colesterol tien-den a aumentar después de la menopausia.

Como a partir de los 40 años, las necesidades metabólicas de energía de las mujeres dismi-nuyen un 5 por ciento por cada década, el aporte calórico debe ser menor para que el peso no se “dispare”.

Si no existieran complicacio-nes o enfermedades asociadas, la alimentación deberá seguir los lineamientos de una dieta equilibrada teniendo en cuenta las características individuales (actividad física, talla, etc.).

Asesoró: Lic. Alicia Rocco, Nutricionista

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Transpiración y exceso de sudor

Aunque transpirar es una respuesta natural y sana del organismo ante el ex-ceso de calor, para algunas personas representa un problema. Son quienes padecen, en situaciones sociales, las manchas de sudor en la ropa y en par-tes visibles del cuerpo.

• ¿Por qué transpiramos? ¿Cuál es la importancia de la transpiración?Transpirar es un fenómeno fisiológico normal destinado a mantener estable la tempe-ratura del cuerpo en 37 grados centígrados. El sudor ayuda a eliminar el calor sobrante.

• ¿Por qué algunas personas transpiran en forma excesiva?Cuando el mecanismo que debe mantener el equilibrio de la temperatura del organismo se altera, se produce un exceso de sudor en algunas partes del cuerpo y este trastorno se co-noce como “hiperhidrosis”. Si bien no es una disfunción que presente riesgos importantes para la salud, representa una situación muy molesta que afecta la calidad de vida de quien la padece.

Las personas con hiperhidrosis transpiran más de lo normal, incluso los días que no hace demasiado calor. Estos orga-nismos producen hasta 5 veces más sudor que el necesario para regular la temperatura del cuerpo; suelen manchar la ropa, el calzado, tienen las manos mojadas y necesitan a veces tener un pañuelo para secar el sudor del rostro.

Las zonas del cuerpo más afectadas por el sudor son axilas, palma de manos, planta del pie y la frente; que son las partes donde se encuentran la mayoría de las glándulas su-doríparas. El problema puede presentarse tanto en hombres como en mujeres, aunque estas últimas son las que consultan con mayor frecuencia.

• ¿Qué tipos de hiperhidrosis pueden presentarse?La hiperhidrosis puede ser primaria o secundaria. La primaria es una respuesta exagerada de las glándulas a estímulos que pueden originar el sudor como el estrés emocio-nal, calor o el esfuerzo físico. En estos casos, por cuestiones genéticas, la respuesta nerviosa que regula la secreción glandu-lar está exacerbada. Entre el 30 y el 60% de los casos registran antecedentes familiares.

La hiperhidrosis secundaria es la que se origina en problemas de tiroides, diabetes, obesidad o durante la menopausia.

• ¿Qué es la hiperidrosis axilar?La hiperhidrosis axilar es el tipo más frecuente de exceso de transpiración ya que alcanza el 60% de los casos de este trastorno. La sudoración exce-siva en las axilas se desarrolla por la hiperactividad de las glándulas sudoríparas de esa área y provoca que el individuo se sienta no higiénico teniendo que cambiarse la ropa varias veces al día.

• Grados e indicadores de hiperidrosisEl grado de hiperhidrosis que puede padecer una persona se determina a través de la siguiente escala:

Grado 1: La sudoración no se nota y no interfiere con la actividad diaria.

Grado 2: La sudoración es tolerable pero a veces interfiere con la actividad.

Grado 3: La sudoración es poco tolerable y frecuentemen-te interfiere con la actividad.

Grado 4: La sudoración es intolerable y siempre interfiere con la actividad diaria.

• ¿Existen tratamientos para la transpiración en exceso?La hiperhidrosis hoy puede ser tratada. El tratamiento, además de frenar la sudoración excesiva, otorga seguridad en lo social, laboral y personal, mejorando enormemente la calidad de vida.

Frente a una situación de sudor excesivo, el médico des-cartará en primer término toda posibilidad de hiperhidrosis secundaria (mencionada ante-riormente) a partir de una serie de exámenes clínicos.

Una vez descartada esa posi-bilidad, la primera opción en el tratamiento son las lociones con sales de aluminio, que se aplican 2 ó 3 veces a la semana con la piel limpia y seca.

Si el grado de hiperhidrosis es 1 ó 2, este tratamiento puede resultar efectivo ya que las sales actúan tapando el poro y disminuyendo la transpira-ción. Pero muchas personas no lo toleran ya que pueden irritar la piel y producir dermatitis.

El tratamiento con medica-mentos orales no se sugiere por los efectos colaterales que provoca como sequedad de boca y de ojos e inconvenientes urinarios.

Un tratamiento sumamente efectivo y recomendable para tratar la hiperhidrosis axilar

es la aplicación de Toxina Bo-tulínica (Botox), que bloquea la actividad de las glándulas sudoríparas. La toxina botu-línica se aplica a nivel local mediante micropunturas en la dermis. Es un procedimiento sencillo, rápido, no doloroso y no necesita anestesia local.

Lo realiza el dermatólogo en el consultorio y los pacientes permanecen libres de trans-piración por un lapso de 6 a 9 meses. Transcurrido ese tiempo se vuelve a aplicar, con resultados más prolongados ante las sucesivas aplicaciones.

Es importante aclarar que no se le propone al paciente el tratamiento con Botox sin antes intentar con las sales de aluminio.

También para los casos de hiperhidrosis leve o moderada de palmas o plantas, el médico puede indicar la “iontoforesis”, que consiste en la introducción de una sustancia ionizable a través de la piel mediante la aplicación de corriente continua en la región donde se produce el sudor. Se aplica mediante aparatos específicos, y son necesarias inicialmente entre 10 y 20 sesiones de 30 minutos (se realizan dos o tres por semana), y un manteni-miento de 2 sesiones cada 4-6 semanas.

• ¿En qué casos se puede intervenir quirúrgicamente?Existe un tratamiento quirúr-gico para la hiperhidrosis que consiste en la interrupción definitiva de los nervios y los nódulos nerviosos que transmiten las señales a las glándulas sudoríparas.

Esta intervención se realiza con anestesia general, a través de pequeñas incisiones que se realizan a cada lado del tórax. La cirugía permite solucionar en forma casi definitiva el problema.

Pero están presentes los riesgos quirúrgicos de la anestesia y las infecciones. Además, en el 60% de los pacientes puede aparecer la denominada “hiperhidrosis compensatoria” en la que se produce un aumento del sudor en la espalda, el abdomen o en los muslos.Por eso, la interven-ción quirúrgica sólo se reserva en casos contados.

Asesoró: Equipo de médicos especialistas

del Centro Nueva Dermatología

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