revista presencia 10° edición. marzo-abril 2015

EDITORIAL

PresenciaRevista mensual

Departameto de MediosPresidente Honorario

Mons. Reinaldo del PretteDirector

Pbro. Miguel A. Romero

VicedirectorPbro. Franklin Ramírez

Directora GeneralJoyce M. Araujo P.

DiseñadoraMaria A. Gómez

Redactores y EditoresJenyffer TovarMónica Tovar

Mariangel León

Diseño y Diagramación

Servicio ComunitarioRafael Marciales

Web MasterIgnacio SalcedoIgnacio Salazar

Presencia RadialDirectora

Arihanny Morales

Musicalizador Jesús Herrera

Community ManagerMaria J. Cabrera

Saraí Ramírez

Edición Nº 10Marzo/Abril 2015

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Pbro. Franklin Ramírez

En esta oportunidad te llevamos a ti estimado lector, todo lo relacionado con los temas que te ayudaran a vivir la semana santa llena de amor, paz, tranquilidad, perdón, en oración y sobre todo conversión.

Te hacemos saber que en esta ocasión utilizaremos el #DAMEUNNUEVOCORAZÓN propicio para este tiempo en el que le pedimos y agrademos a Dios por tanto amor, donde se ha entregado por cada uno de nosotros, para el perdón de nuestros pecados.

La semana santa es un momento donde debemos renovar nuestro corazón, cambiar esas cosas que no están bien vistas antes los ojos del Señor, asimismo, Dios nos pide que lo encontremos en el rostro de nuestro hermano, dedicándole tiempo a la oración, reflexión, resucitando en fe y esperanza y de esta manera colocar a Dios en primer lugar.

Te invitamos a vivir la semana santa con la intención de que manifiestes tu amor hacia Dios y así lo acompañes en su pasión, muerte y resurrección.

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Semana Santa

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¿Qué significado tiene la globalización de la indiferencia?

Tutorial para Orar al Señor

La iglesia como mano amiga

El crecimiento a través de la adversidad

Cómo Orar en el Tiempo de Cuaresma

Lo que el amor no puede callar

Conmemoración del Trio Pascual: Pasión Muerte y Resurrección del Señor

Rituales de semana santa

Cantos

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Índice

Redacción: Mariangel Camacho

EL Santo Padre Francisco, nos dio un ser-món para esta Cuaresma 2015, que nos invita a meditar con profunda humildad y sinceridad de corazón, sobre la indiferencia que vivimos hoy día los cristianos. Pero en qué aspecto nos habla el Santo Padre so-bre este tema crucial para que nos afecte en el diario vivir y en el mundo?, amig@ ci-bernaut@, aquí te invitamos a descubrirlo. Cuando somos indiferentes significa que no mostramos interés hacia lo que nos rodea, llamase indiferencia religio-sa, al Amor, al servicio al prójimo, a lo social, en las relaciones de pareja, con los hijos, en la familia, etc. Esta globa-lización radica en cuan indiferentes so-mos hacia DIOS y su voluntad, cada día nos alejamos más de DIOS y de lo que Pr

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nos manda en sus MANDAMIENTOS, como consecuencia la Llama del Amor en nuestro corazón se va apagando y la conciencia se va adormeciendo dando paso a la oscuridad del pecado. Muchos son cristianos solamente de nom-bre y otros muchos están en contradicción con las enseñanzas de Nuestro Señor de-positadas en las manos y guía de la Santa Iglesia Católica. Queremos ver el rostro de Cristo en el hermano, el que padece, el sin hogar, el que sufre de injusticia, el enfermo, y no lo vemos, es porque ya no estamos viendo a Cristo. En estos tiempos nos urge buscar el Amor desesperadamente, es Dios quien tiene que ser servido primero.No es suficiente simular que no voy ha-cer indiferente al dolor, al sufrimiento del prójimo, cuando en el fondo no estamos buscando el Amor, el Amor es Jesucristo

y los hombres no dejan dede traicionar-lo. El Amor está cruelmente herido, hoy más que nunca volvemos a crucificarlo con nuestra indiferencia a sus enseñan-zas. Amig@ hay que renovarse para ser Luz en el mundo, esa Luz que debe brillar con el ejemplo de una vida justa, correc-ta, limpia, retomar los principios y valores cristianos cueste lo que cueste, hay que ser valientes y empezar por nosotros mis-mos enmendando lo que no está bien a los ojos de DIOS, cumplir sus Mandamien-tos, vivir los Sacramentos, luchar contra el pecado que se instala en nuestra vida, solo así empezaremos a dar frutos bue-nos. Deja que entre Jesús a través de la Eucaristía, es Jesús el Pan del Cielo que se da en alimento, para llenarnos de su bondad, podamos hacer buenas obras, viendo su rostro en los demás.

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La Oración es la línea directa para conectarnos con el Cielo. No debe ser complicada, sino más bien sencilla, es como hablar con un amigo, tu

confidente.

Orar es hablar con Dios. Donde Jesús te dice:Hij@ mía, ¿aceptas hacerme un poco de compañía cada noche?. Tan pocos quieren hacerlo. ¡Si supieras!, mi corazón está todo abierto a tus llamadas, a tus peticiones. No quiere ser ignorado, aquí te dejo unos pasos sencillos para intentarlo.

para Orar al SeñorFuente: Libro de MensajeRedacción: Mariangel Camacho

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No quiere ser Ignorado,

aquí te dejo unos pasos

sencillos para

intentarlo.

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Aíslate en tu corazón, Piensa en Jesús, como Él piensa en ti. Busca el lugar y el momento oportuno según tus ocupa-ciones, ya sea en la mañana, en la tarde, en la noche o de madrugada.

Cuéntale tus deseos y tus anhelos, o tu dolor, o tu angustia incluso tus de-cepciones y preocupaciones, pero no te pierdas es palabras vanas, recógete y con-véncete de que en el interior de tu alma, en el silencio de tu corazón lo encontrarás.

Comienza tu llamada invitando al Es-píritu Santo, ¡Ven Espíritu Santo!, él derra-ma su Amor, nos llena de sus dones para inspirar nuestro corazón. Luego reza un acto de contrición, siempre reconociendo que somos pecadores. El Señor no rehú-sa jamás su ayuda a quienes lo llaman hu-mildemente.

Pide para ti, para todos. Cuando pides y rezas por los demás es para ti para quien lo pides, el bien que les haces, a ti te lo haces. Esta es una manera de comen-zar a no ser indiferente con el hermano, es conocer sus necesidades, Dios escucha y te lo concederá según su Voluntad.

ACTO DE CONTRICCIÓN

Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.

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La Oración es la Escuela del Amor, espía la eclosión de los dones en tu alma y ponlos en práctica.

Dios lo sabe todo y quiere tu sin-ceridad, pero también tu esfuerzo para ser mejor persona. Él te pondrá cada día situa-ciones para que pongas en práctica sus en-señanzas, si fallas, te levantas perseveran-do en la Oración.

La Santidad existe en todos los esta-dos de vida, pídela; te será concedida; Así como esas gracias que sabemos o no quer-emos pedir como son: la fidelidad, la pureza y castidad, amar a los hermanos, ser miseri-cordios@ y serviciales, caritativos y genero-sos.

Hazte el firme propósito de enmen-dar lo que Dios te dice en la Oración, allí en tu conciencia, lo que está mal o lo que no estás haciendo bien según sus enseñanzas. No te entristezcas, si es muy difícil, todo lo contrario pídele que te ayude e insístele, verás que Él lo hará.

Ofrece sacrificios por pequeños que sean, para sanar y salvar, Jesús no olvida nada y paga al céntuplo el más mínimo de tus esfuerzos.

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Hay que ser lo más fiel posible a la meditación, a lo largo del día, tan a menudo como te sea posible, interrumpe tus activ-idades unos instantes, Adora con todo tu corazón, di este acto de Fe, de Esperanza y de Caridad: ¡Dios mío! ¡Creo! ¡Adoro! ¡Espe-ro! ¡Confío! ¡Te amo! Medita estás palabras que resumen toda vida interior y constituy-en verdaderamente su fundamento.

Cuando no puedes orar sensible-mente o no sientas nada, hazlo voluntaria-mente, en la sequedad, en el aburrimiento y la rutina también está el Señor, supera esas etapas con la perseverancia que después lo encontrarás dulcemente.

En la medida que perseveres en la Oración verás que vas añadiendo lo que es valioso e importante y quitando lo vano y superfluo. Sé avara en palabras y generosa en acciones. Orar y actuar van juntas. Despídete de él con un TE AMO Jesús, quiero amarte quédate conmigo e invoca a la Santísima Virgen la Reina de los Cielos a llevarte de la mano al Cora-zón de su Hijo Amado, Amén.

Muchas veces tenemos un lugar preferido para conversar con un amigo, un amigo te escucha y también quiere ser escuchado. Jesús también tiene un sitio preferido, el lugar de predilección para Orar al Señor es frente a él, cara a cara, en su presencia en el Sagrario o en el Santísi-mo Sacramento del Altar, allí humilde en un pedacito de Pan está su Corazón ardi-endo de Amor por ti. Trata de visitarlo y conversar con Él es su Casa.

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La iglesia como mano amiga

Fuente: Mensaje de Cuaresma 2015 del Papa Francisco

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cia ese amor que lo llena todo, el amor de Dios, la Iglesia es esa puerta que debe estar abierta a la necesidad incansable de esos que no lo encuentran a él, por tantas ataduras que alejan a la persona de la verdadera esencia de Dios. Dice el Papa en su mensa-je, que la Iglesia es como la mano que tiene abier-ta esta puerta hacia Dios mediante la proclamación de la Palabra, la celebra-ción de los sacramentos, el testimonio de la fe que

Redacción: María J. Cabrera

La Iglesia tiene el reto de ser cada día más abierta a las necesidades de los que la rodean. Como par-te de la campaña #Dame-UnNuevoCorazon y con base en el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma, exhortamos a todos los cristianos a ser esa mano misericordio-sa que apoya al hermano que lo necesita. Ante tanta indiferencia que se vive diariamente en el mundo entero ha-

actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Entonces pregun-témonos, nosotros como Iglesia ¿Estamos siendo ese apoyo que acerca al hermano necesitado a Dios? La Iglesia debe ser testi-monio vivo del amor de Dios, vivir sus enseñanzas con un corazón limpio y de esta manera brindar la ayuda al que necesita. Solo se puede dar testi-monio, cuando se ha vivi-do previamente ese amor, cuando buscamos ser cada vez más parecidos a Cristo. Solo se puede servir al hermano si antes nos hemos dejado servir por Cristo mendiante su palabra y Sacramentos. No debemos sorprender-nos si esa ayuda que bus-camos prestar es ignorada o rechazada, al contrario debemos estar en cons-tante oración para lograr que ese hermano que está lejos pueda conocer al amor de los amores, como nosotros lo hemos conocido a Él mediante su toque sanador.El Papa Francisco nos ex-horta a “Tener un corazón misericordioso, ya que eso no significa tener un corazón débil”. Pidamos en esta cuaresma ser una Iglesia cada vez más de salida, que ayudar y brin-dar apoyo al que necesite sea parte de nuestro día a día y una obra que no se pueda dejar de cumplir en reflejo del verdadero amor de Dios.

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últimos, cuando nuestra Fe es puesta a prueba. Afe-rrarnos a ese sentimiento que nubla nuestro corazón o decidir crecer a través de ello y tomar lo mejor de la situación, solo depende de nosotros y de la Fe, decidir vivir en el camino que ha dispuesto Dios para noso-tros. Si bien es cierto que Él nos da lecciones que marcaran y delimitaran nuestras vidas, también es cierto que “Su voluntad no nos lleva donde su gracia no nos alcance”.El sufrimiento, es solo un recordatorio para superar la indiferencia y pretensión

Para este tiempo de Cua-resma, El Papa Francisco en su discurso del 4 de Octu-bre del 2014, nos pide que se viva como un camino de formación del corazón. “Te-ner un corazón misericor-dioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesi-ta un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios”. Para los seres humanos, la Vida está compuesta de momentos, momentos lle-nos de alegrías y regocijo y aquellos momentos que nublan el Alma y nos llevan al sufrimiento. Es, en estos

EL CRECIMIENTO A TRAVÉS DE LA ADVERSIDAD


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que nos invade algunas ve-ces. Nos llama a la reflexión, a la conversión y genera cambios en nuestras vidas. Los cambios positivos solo estarán asegurados cuan-do nuestras decisiones va-yan de la mano con la Ora-ción, Fe y la humildad para aceptarlo.El sufrimiento es el mons-truo que no sabemos de qué forma, ni en qué mo-mento se va hacer presente. Pero la mayoría de las veces es necesario, tener algo que nos recuerde lo misericor-dioso que es Dios y lo frági-les que somos. Nuestra prueba de Fe, es

superada cuando rechaza-mos las tentaciones de la sociedad que nos rodea, y decidimos confiar que nues-tra vida puesta en el amor de nuestro Padre es cada vez más venturosa y llena de Gracia. Como dijo el Papa Francisco “Cuando el pue-blo de Dios se convierte a su amor, encuentra las res-puestas a las preguntas que la historia le plantea conti-nuamente”. Hermanos, crezcamos pues a través del camino dispues-to y confiemos en la bon-dad y misericordia de Cristo, para ser como El, siervo de Dios y de los hombres. P

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Fuente: Libro de MensajeRedacción: Mariangel Camacho

La Iglesia nos invita a participar cada año durante el Tiempo Sagrado de Cua-resma, es un tiempo para cambiar las acciones de nuestra vida que no están bien a los ojos de DIOS, y estas son las luchas internas que día a día nos en-frentamos a nosotros mismos, y donde el firme propósito debe ser ganar, pero esto no lo podemos hacer sin La Ora-ción. Entonces cuáles son esas luchas.El Santo Padre nos invita a renovar-nos como cristianos durante este tiempo propicio de Cuaresma que al final del camino de frutos en noso-tros mismos para mantener esa re-novación durante todo el año, tomar el impulso y mantenernos con la per-severancia en la Oración y la acción.El camino del cristiano debe ser imitar

a Jesús, ser cristianos es ser auténtico, ello implica un esfuerzo en nuestra persona, es imperioso practicar las enseñanzas de Cristo, necesitamos llenarnos del Amor, que es Jesucristo, viviendo lo Sacramentos y fortalecido y alimentado de sacrificios y renunciamientos, son tres aspectos que deben ir unidos, para que Jesús moldee nuestra alma a ser misericordiosos, y po-damos mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño.Amig@ cibernauta, Amar a Cristo no es un sentimiento, es un acto de pura voluntad, y comienza con el esfuerzo que ponemos en la Oración, buscar momentos de silencio interior, de pensamiento, de soledad para estar con el Señor, es querer estar con él de corazón. Podemos usar oraciones aprendi-das, podemos hacer peticiones, y también rezar, la intimidad con el Señor no llega de la noche a la mañana hay que perseguirla hasta encontrarla para gozar de ella.



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Una forma es visitando al Señor en el Sa-grario de la Iglesia, fuera de los horarios de Misas, o mejor aún procurar visitarlo cuando está en el Altar en la Custodia Sacramentalmente, es decir en el San-tísimo Sacramento del Altar. Procurar invocar a la Virgen Santísima pidiéndole sin cesar las gracias y la ayuda que ne-cesitamos para perseverar y salir de la comodidad del pecado. La Oración sin la acción es inerte, no hace nada, no da frutos, se queda va-cía. En cambio, si actuamos siendo sobrios en vanidades, ricos en abne-gación los unos para los otros, abri-gando en nuestro corazón pensamien-tos de amor, de piedad y de perdón es ganarle cada día a los sentimientos contrarios que habitan en nuestra hu-manidad como son: la indiferencia, el egoísmo, la injusticia, el odio, la como-didad y los placeres del pecado de la

carne, la lujuria, la codicia, el rencor; estos son nuestros enemigos que de-bemos combatir cada día y la Oración es nuestra defensa para superarlos.Ciertamente es una tarea difícil amig@, pero no imposible, porque Jesucristo en la Eucaristía es el alimento del po-bre, nosotros los pobres pecadores, hay que ser valiente. Haz pequeños sacrificios cada día, despréndete de lo que te aleja de la gracia de Dios y verás milagros en tu vida y en los que te ro-dean. Prefiere a Jesús antes que cual-quier cosa, “Amar a Dios sobre todas las cosas”, demuéstralo con actos de buena voluntad.Haz de todo una oración para alcanzar con más seguridad el infinito del Amor y perderte en él. Digamos cada día: Haz-me un corazón sencillo y rompe el cora-zón de piedra, dame las vueltas que sea, pero Hazme corazón semejante al tuyo.

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«Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miem-

bro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26).

En esta Cuaresma, el Papa Francisco nos llama a ser un solo cuerpo, una iglesia que sea unida y misericordiosa, recor-dando que «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26).Como parte de la campaña #DameUnNuevoCorazon te invi-tamos a reflexionar sobre cómo debe ser la Iglesia Misionera.

EL AMORno puede callar

Lo que

Redacción: María J. CabreraFuente: Mensaje del Papa Francisco, Cuaresma 2015.

La Iglesia es apostólica, porque como los apóstoles es enviada por Cristo a predicar su palabra, a salir a la calle a prestar es ayu-da a los que necesitan de Él. No podemos comprometernos y ayudar a personas en situaciones lejanas a nuestro entorno si an-tes no ayudamos al hermano que tenemos al lado, que sin saber está necesitando de ti. Para poder fortalecer nuestro espíritu y predicar a Cristo debemos mantenernos en constante oración. La oración nos une con la Iglesia del cielo y nos mantiene en plena comunión donde el amor es el que vence la indiferencia de nuestros corazones. El Papa Francisco nos dice que “La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres (...) La misión es lo que el amor no puede callar”. Jesucristo murió por cada persona, incluy-endo a los que no lo conocen y nuestro de-ber es dárselos a conocer. La gran noticia es que Jesucristo está vivo hoy más que nunca, esperando por ti en el Sagrario, donde vela de día y de noche, pero sobre todo está en el prójimo necesit-ado, al brindar ese amor al hermano no es-tás más que dando amor a Cristo, quien ha dado todo por ti.

AMIG@ CIBERNETICO,, el hablar de Cristo, el brindar esa ayuda al hermano, el ser conscientes que a nuestro alrededor hay personas que están sufrien-do y necesitan de ti, nos hace más hu-mano a las realidades que vive el mundo entero. Pidamos ser esa Iglesia Misionera que salga de sus cuatro paredes para mostrar a las personas a nuestro Señor Jesuscristo mediante el amor sincero.

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Conmemoración del Trio Pascual:

Pasión, Muerte y

Resurrección del Señor

Fuente: Libro de Mensaje Redacción: Mariangel Camacho

Cada año celebramos la fiesta de nuestra Fe “LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR”, Nuestra Iglesia lo conmemora para profundizar nuestra Creencia en el Señor, único Rey y Dios de nuestra vida. Pero no hay Resurrec-ción sin una PASIÓN Y MUERTE. La Semana Santa son los días más Sagrados del año, Dios nos pide profundo y total recogimiento para estar con Él. Te invitamos a participar junto con Cristo a meditar y acompañarlo en su dolorosa Pasión.

A gritos el Señor nos pide pequeñas aten-ciones que son un bálsamo para sus heri-das. La mayoría prefiere hacer otras cosas que guardarnos para la Pascua.

Si recordamos un poco que sucedió, su Palabra nos lo cuenta: “La cruz es signo de contradicción. Dime: ¿Hay peor sufrimiento que el Mío? Jamás he sido tan mal amado. Desde hace siglos, bebo el cáliz del dolor. El-los me odiaron porque vine para descubrir su hipocresía. También habían sentido en

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La Semana Santa son los días más Sagrados del año, Dios nos pide profundo y total recogimiento para estar con Él. Te invitamos a participar junto con Cristo a meditar y acompañarlo en su do-lorosa Pasión.

mí la superioridad misma de Dios. Pero la negaron y no quisieron reconocerla. ¡Si su-pieras los sufrimientos que yo he padecido por ustedes, hijitos míos! ¡Oh! ¡Esta corona de espinas que oprimía enteramente mi cabeza mi Cuerpo desnudo ante la multi-tud que se mofaba y vociferaba. El odio me abofeteaba. Los azotes caían brutalmente sobre mí, y, a cada golpe, me arrancaban pedazos de carne.

He soportado mi suplicio sin una queja. En mí, un pensamiento: estaba salvando a mis pequeños. No había venido más que para eso. Soporté sus burlas, sus insultos, este madero pesaba muchísimo sobre mi hom-bro. Los gritos de la muchedumbre, mis caídas y el encuentro con mi dulce Madre ¡Que aflicción! Llegué exhausto al lugar de mi suplicio. Me arrancaron el vestido que me cubría y que estaba pegado a mi cuerpo por la sangre coagulada que había chor-reado de mis llagas, hasta estás horribles moscas posándose sobre mi Cuerpo desnu-do, que horrible espectáculo, abandonado, traicionado, odiado por todos, ridiculizado, burlado y solo”. “¡Venid a mí! Que mi Sacri-

ficio no haya sido en vano. No me dejes, es hora de recogerse. Que no se desperdicie ni una gota de mi Sangre, Ella es la vida para todos”.

La Resurrección puso fin a los sufrimientos del Hombre-Dios, pero hoy sigue expuesto a las ignominias de muchos, hay que estar consciente de que el mismo Dios sufre ac-tualmente, tu sufrimiento él lo comprende, tu indiferencia lo hiere. Trata de agradarle con tu presencia y tu fidelidad durante la Semana Santa. Expulsa de tu corazón todo pensamiento mundano; cuanto más le des a Dios, tanto más él te dará.

Aventúrate, el empleo está vacante…¿lo quieres? Servir a los demás, de Jesús reci-birás la recompensa. Pues Él será tu deudor. Para fortalecerse, la fidelidad debe alimen-tarse de pequeños sacrificios y renunciam-iento de sí mismos. No debe languidecer sino ser testimonio de fe. Hay que compren-der sobre todo la necesidad de la oración. Abre los ojos de par en par a las miserias del mundo. No seas ciego voluntariamente.

Rituales de Semana Santa

DOMINGO DE RAMOSLa Semana Santa da inicio con el Domingo de Ramos, que comprende el triunfo de Cristo y el anuncio de la Pasión. Los fieles realizan una procesión con ramos de olivos o palmas, benditas por el Sacerdote al inicio de la celebración. La palma o el ramo de olivo se conservan como un testimonio de la fe que tenemos en Cristo, rey de los mesías, y en su victoria Pascual.

Redacción: María J. CabreraFuente: Directorio sobre la Piedad

Popular y la Liturgia (http://www.vatican.va)

MIÉRCOLES SANTOEn el Miércoles Santo o como se conoce popularmente Miércoles de Naza-reno, se conmemora el sufrimiento de nuestro Señor Jesucristo de camino

al calvario. Después de la celebración de la misa, los fieles salen en pro-cesión con la imagen del Nazareno, que nos recuerda a todos el sufrimien-

to de aquél que se entrego y donó su vida por amor a nosotros. Triduo pascual

El triduo pascual inicia con la misa vespertina del jueves en la cena del Señor hasta las vísperas del domingo de resurrección. La iglesia celebra

con esto los grandes misterio de la redención humana.

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JUEVES SANTOEl rito central del Jueves Santo es la adoración al Santísimo Sacramento, que da inicio después de la misa de la cena del Señor, donde se conmemora la institución de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. El Sacramento se reserva en un Sagrario cerrado con austera solemnidad y sin hacer la exposición con la custodia. Después de media noche del Jueves Santo la adoración se realiza sin solemnidad porque ya es el día de la Pasión del Señor. De igual manera, como rito resaltante, en la celebración de la misa se revive el lavatorio de los pies hecho por nuestro Señor Je-sucristo a sus discípulos, con doce personas escog-idas al azar.

VIERNES SANTOEl viernes santo la iglesia conmemora la Pasión sal-vadora de Cristo. En este acto litúrgico se medita la pasión del Señor que intercede por la salvación del mundo y se realiza la adoración de la Cruz. Después de la celebración litúrgica se efectúa la procesión con el Santo Sepulcro y la Dolorosa, con un clima de austeridad. En algunos sitios se realiza el Vía Crucis y la representación de la Pasión.

SÁBADO SANTODurante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto

al Sepulcro del Señor meditando su pasión y muerte, su descenso a los infiernos y esperando en la oración

y el ayuno su resurrección. La celebración se realiza en la noche en víspera de la Pascua. El rito del sábado

Santo se divide en la celebración del fuego nuevo, Liturgia de la Palabra,

Liturgia Bautismal y termina con la Liturgia Eucarística.

DOMINGO DE PASCUAEl domingo de Pascua es la máxima solemnidad del año litúrgico, la celebración de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. En la liturgia Pascual son nuevos el fuego y el agua; son nuevos los corazones de los cristianos, renovados por el sacramento de la Penitencia, es una nueva condición de vida inaugurada con la resurrección de Cristo. Entre las tradiciones se bendicen los huevos de pascua, símbolos de vida y se bendice la mesa familiar con el agua bendecida en la Vigilia Pascual.

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DAME UN NUEVO CORAZÓNDAME UN NUEVO CORAZÓN, SEÑOR

UN CORAZÓN PARA ADORARTE,UN CORAZÓN PARA SERVIRTE,

YO QUIERO UN NUEVO CORAZÓN, SEÑOR.

LIMPIO, COMO EL CRISTAL,DULCE, COMO LA MIEL,

UN CORAZÓN QUE SEA COMO EL TUYO SEÑOR.

CON MI NUEVO CORAZÓN SEÑOR,YO APRENDERÉ A VERTE EN TODO,

SE IRÁN DE MÍ ESOS TEMORES,SERÁ UN NUEVO AMANECER EN TI.

LIMPIO, COMO EL CRISTALDULCE, COMO LA MIEL

UN CORAZÓN QUE SEA COMO EL TUYO SEÑOR.


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¿POR QUÉ BUSCÁIS ENTRE LOS MUERTOSAL QUE VIVE?

¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Resucitó, se levantó el vive,

No busquéis mas no lloréis mas Él vive A Satán derrotó a la muerte venció resucito.

¡El reina! Regocíjense la tierra ¡El reina! Alégrense las muchas costas

¡Reina! Justicia y juicio son el cimiento de su trono

Te alabare, Te alabare por tu gloria y tu victoria

Elevare salmos ante ti oh Dios Me gozare tributándote la gloria

Proclamando tu victoria Dando toda honra a ti oh señor

Qué bueno es levantar tu nombre en alto Glorificad la grandeza de tu amor Y disfrutar de tu gran misericordia

Que nos da siempre victoria Exaltando tu fidelidad

Pues tu eres digno Señor No hay otro en el cielo como tu

Desde la eternidad hasta la eternidad Eres rey de reyes eres seño.

¡El reina! Regocíjense la tierra ¡El reina! Alégrense las muchas costas

¡Reina! Justicia y juicio son el cimiento de su trono...

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