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U llbaiUd d* tmprdntl DOtlanfmii limito* i li tnor»! y 4 U ptt pibllo.-AM. ' _. - qu» »í t»ip«lo i U'Hd» privada d* U Conítltudón. Periódico Independiente de -i CiMndo la Ropilbllci pronuncia «u n a «oborana, u r i fonoto « o a i i u r u ó dtmHIr.-OAMBETTA. -»•••*- aoolon: Si rabia. AÑO I.—3a BPOCA. SBORBTARIO DE REDACCIÓN! ANTONIO I. VlLLAfcREAL. OFICINAS: 1752 S. 18th. St. —SAINT LOUIS, MO., E. U. A.—Febrero lo de 1906. Administrador: Enrique Flores Magon TOMO I V . - N o 1. NUESTRAS ESPERANZAS j%? " L qtfé tro verbo no cae cómo un' lá'tigcj sobre las espaldas de los proter vos. La persecución que sttffi mos nos puso en condición de n< poder publicar : el periódico; pe ro estamos nuevamente en nue tro puesto de combate. 'Caí-noi con uuestra bandera firmement? afianzada y hoy la enarbolaine una ves más como un airón di guerra contra la tiranía y la es plotación. El crimen debe pr<j parar las' megillas para recibii el cauterio de nuestras frases. I REGENERACIÓN vuelve a I. lucha con el mismo vigor que a* tes. Para: los oprimidos tendm palabras de aliento y hará qwp reviva en sus pechos la esperai- za. Paira los verdugos del pui- blo tendrá el vocablo acerado qtfe lastime, que haga sangrar, qje haga que el mal se encabrite ¡y ruja. No tememos los puños <f> lodados de los eunucos que nos i- £¿íénas!Qii p o r q u e p e n e t r a m o s U- rilmente,hasta donde"Tse_agazapln sus amos para disfrutar del diie- ro arrancado al pueblo; no tene- mos Ia3 persecusiones de los lact- yos, porque esas persecusiones redundan en beneficio de la cau de lá libertad.' Esto pudimos bt servarlo en lá ultima pérsecució que tuvo por efecto indignar á ti das las conciencias honradas. L tiranía creyó aniquilarnos y nc asestó un golpe terrible. Todo oro que roba al pueblo lo puso ' servicio de su cólera, sin contad con que los robustos brazos d•_ nuestros correligionarios habría* de levantarnos. El orgullo per- dió á Porfirio Díaz y sólo logre exhibirse. La prensa mexicana dando una muestra de solidari- dad, clamó contra la persecución. La prensa extranjera, compren diendo que se trataba de una ven ganza política no tuvo inconve- niente en descubrir al Dictador, Por eso decimos queda, causa .ha ganado. - Cada golpe de la tiranía sirve para provocar explosiones de indignación. En cuanto á nosotros, aquí es- tamos para llevar á cabo nues- tros propósitos de libertad y. de justicia. Una vez más protesta- mos ante la nación nuestra fideli- dad á los principios que sostene- mos, principios que no mueren en las cárceles ni desfallecen an- te la miseria. Mientras REGENERACIÓN ha permanecido en silencio, no he- mos dejado de trabajar por la cau- sa. La tarea que nos hemos im- puesto de organizar el Partido Liberal ha absorbido nuestro tiempo después de nuestra estan- cia en la cárcel de esta ciudad. Para el triunfo de nuestros idea- les consideramos necesaria la or- ganización del Partido, y hemos visto con júbilo que nuestros co- rreligionarios han respondido al llamamiento que hicimos á la na- ción en el Manifiesto expedido el 28 de Septiembre de 1QO5. Cada dia nuevos adeptos se inscriben como miembros efectivos del Par- tido Liberal y esa actividad de- mocrática nos hace abrigar las más risueñas esperanzas! Ya no es posible considerar -muerto al Partido que á través de nuestra historia, ha hecho caminar hacia adelante á la sociedad detenida en BU camino por las dictaduras de los histriones que, fingiendo be- neficiar al pueblo, no saben otra cosa que comprometer a la Patria como López de Santa Ana y Por- firio Díaz. El Partido Liberal no ha muertt. El medio abyecto que el Dictador ha formado para tar; las 1 ; 'Virtudes 1 -/cxWclaüanas ó consiguió adormecer loé es- píritus enérgicos sin aniquilar- los', y de ahí que las huestes liber- tarias se fortalezcan dia por dia á despecho del despotismo" y á despecho también déla insolenta- da clerecía que soñaba con la muerte de la virilidad del pueblo. A las filas, liberales vienen to- dos los hombres de buena volun- tad. Todos los que consideran que es ultrajante para la digni- dad humana la condición de sier- vo á que está reducido el ciuda- dano; todos los que han compren- dido que la miseria es el resulta- do de la tiranía, de la explotación del fraile y del rico avaro; todos los que se dan cuentadelcontras- te odioso que presentan unos cuan- tos encumbrados acaparadores de la riqueza pública y la indi- gencia lamentable de los que tie- nen que trabajar para comer; to- dos los que consideran injusto on'p, lo? hombreé fuertes de la na- ción sean arrancados del trabajo para envilecerlos en los cuarte- les; todos los que ven que la ila- ción pasa rápidamente á poder de extranjeros soberbios que pagan la hospitalidad que se les brinda con el maltrato á los trabajado- res nuestros hermanos; todos los que ven el aumento incesante de la deuda pública que ño ha bene- ficiado más que á los bolsillos de nuestros gobernantes y sus favo- ritos; todos los que observan que para medrar es preciso estar bien con la autoridad, con el frai- le y con el señor feudal que no ha perdido en nuestra infortunada Patria los privilegios que en todas partes claudican; todos los que saben que es inútil pedir justicia sin llevar en las manos unas mo- nedas para tener gratos á los mercaderes de la judicatura; to- dos los que recuerdan que los hombres que hoy ocupan los puestos públicos tienen una his- toria de tinieblas; todos los que aben que de degradación en de- gradación y de envilecimiento en _ vilecimiento iremos descen- iendo política y socialmente has- llegar á la esclavitud extranje- a, ya que no tuvimos fuerzas pa- deshacernos de la esclavitud iméstica, todos los hombres orados, en una palabra, ven mo única salvación, la unión de os I03 que quieren ser libres un Partido poderoso que cuen- con los elementos necesarios ira poner un dique á los des- damientos de la tiranía. 1 movimiento de organización Partido Liberal está iniciado [o podrá ser" detenido. La vic- es indefectible, tiene que ve- niiSal conjuro de las voluntades hoi|-adas, mientras la autocracia mafcha á su ocaso entre las mal- dicones del pueblo que hizo es- cla\p. •1. Li (.organización no podrá ser detc úda, en' efecto; pero hay que apr< jurarla. El movimiento es- tá d do; no se necesita más que bueia voluntad. Si todos los ciu- dadanos que leen REGENERA- CIÓN y aprueban nuestros ata- que? á todo lo que estorba el bienestar de los mexicanos se de- cidie-an á inscribirse como mierbros del Partido Liberal, bienjpronto triunfaría la causa de te libertad. Eicitamos, pues, á todos los bueips liberales á que envíen sus adbtsíones á la Junta, sin que se sobiecojande pueriles temores. Con [a organización del Partido Libífal debe borrarse para aiem* pre \w miedo que ataca á mu- chas personas cuando se les ha- bla de asuntos de trascendencia. Que cada ciudadano firme su ad hesión con la seguridad que des de el momento que ha ingresado al Partido Liberal ya no está ais- lado, sino que con él están todos BUS hermanos en ideales y en as- piraciones. De hoy en adelante debe temerse, 110 el estar inscrito como miembro del Partido Libe- ral, sino el- permanecer aislado, porque en los hombres aislados es en quienes se ceba la injusticia. Los ciudadanos aislados caerán como hojas arranchas por uña mano bruiál cududo fa'iiranía ten- ga necesidad de sangre para re- frescar selas fauces ó de oro para dilapidarlo en las orgías orienta- les á que se entregan los explota- dores del pueblo. Al reanudar nuestros traba- jos periodísticos, lo hacemos lie nos.de esperanza por el triunfo de la causa. Por nuestra parte no escasearán para el deseado triunfo ni la buena voluntad que se requiere ni la actividad que nos proponemos emplear. Una vez más protestamos no retroceder ante los obstáculos que nos oponga la tiranía, y sólo esperamos para a- breviar el trabajo el auxilió eficaz de todos los que tienen á honra el llamarse, liberales. Si contamos con ese auxilio, la Dictadura que se ha convertido en amo cruel y despótico, tendrá que humillarse porque la fuerza está en el pueblo que tiene la justicia y para quien será la redención. 1 •- ~ «i» "ElColmillo Publico." EB el mejor semanario independíen- le de caricaturas, que trata con abso- luta Imparcialidad los asuntos políti eos de México. Recomendamos á loa liberales esta importante publicación, que por au vi' rilidad y acierto se ha colocado entre las primeras de la prensa indepen- diente. El precio de subscripción, de- masiado bajo para el mérito del perió- dico, es como sigue: Por un semestre 13.29. Toda correspondencia deberá diri- girse al Administrador, Sr. Federico Pérez Fernández. San Ildefonso N9 i México, D. F »9« •» * DE UN JUEZ. Graves informaciones hemosre- cibido respecto á la conducta re- probada que como funcionario pú- blico, observa el Lie. Varonio Flo- res, Juez de la. Instancia de San Carlos, Tamaulipas. La justicia en manos de ese hom- bre es puñal traidor que desgarra la Ley. Los vedaos de San Car- los, Burgos y demás poblaciones dependientes del Distrito judicial donde impera el capricho del Lie. Flores, están intranquilos porque saben que sus derechos pueden ser hollados en cualquier momento, y lo que es más doloroso, saben tam- bién que nada lograrán si recurren á las autoridades superiores en de- manda de amparo y protecoión. Últimamente se han registrado hechos escandalosos que reclaman un castigo ejemplar para ese mal funcionario; pero que á la postre le valdrán un ascenso en la Judica- tura. El actual Gobierno prodiga premios á la maldad • El último de Septiembre próxi- mo pasado se suscitó un escándalo de trágicas consecuencias en la po- bladón de Burgos, vecina de San Carlos. El Fresidente Municipal con el fin de aprehender á unos ebrios, penetró á una cantina, atre- pellando á toáoslos que allí se en- costraban. Cogió prisionero aj Sr. Lauro E. Martínez y le arreba- tó la pistola qne portaba. Poco des- pués se oyó una detonación y cayó herido el gendarme GumetindoZú** fiiga que acompañaba si Alcalde. El Presidente Municipal disparó entonces su pistola con certera puntería sobre un hermano del Sr. Lauro |í. Martínez que murió po- co después. El gendarme falleció tambiéu. Es público que el Pre- sidente Municipal fue el matador del her aano de Lauro quien á su vez hatiía herido al gendarme. El Sr. Lauro Martínez estaba desar- mado y ninguna responsabilidad tuvo en los acontecimieutas narra- dos. Sin embargo, se quiere que a- parezca,como culpable de ambos homicidios y se le ha retenido en prisión desde la fecha en que fue aprehendido. Odios personales de individuos revestidos de autoridad rugeu al derredor del señor Mar- tínez y nada difícil será que se le condene, á pesar de su inocen- cia. En este caso y en el que á continuación narramos se ha podi- do notar una estrecha unión ó fu- nesta complicidad entre el Juez de San Carlos y el Alcalde de Burgos. Rivalidades por cuestión de in- tereses, habían creado una sorda enemistad entre el Sr. Máximo Palacios Cavazos, vecino de Burgos y el citado Alcalde de esta misma población. No hace mucho se en- contraba el Sr. Palacios en su pe- qUeña 1 propiedad rural consagrado a sus labores cuotidianas, cuando fue asaltado por una cuadrilla de asesinos capitaneada por el herma- no del Alcalde. Los salteadores hicieron fuego sobre el Sr. Palacios hiriéndolo gravemente; pero por fortuna no falleció y pudo acusar á los bandidos. Cualquiera cree- rí<» .onr.¿l quejoso fue atendido y que á.ningún castigo se haría a- creedor por el hecho de pedir jus- ticia. Sin embargo, el Sr. Pala- cios, herido y todo, fue conducido preso á la cárcel de San Carlos donde actualmente se encuentra. Ni una vez se le ha llamado al Juzgado de Letras ni se le ha co- municado el motivo de su deten- ción. El Juez Flores conoce la verdad de estos acontecimientos, pero no castigará á los culpables ni hará justicia á la víctima. La in- famante solidaridad que lo une al Alcalde de Burgos, lo obligará en este asunto, como en otros runchos, á ejercer funciones de cómplice y de verdugo. La Justicia ha desaparecido de los Tribunales, cediendo el puesto á la iniquidad y la violencia. E5 EL SERVO. Tan deformado está el espíritu na- cional, que ante la bancarrota del carácter se ocurre preguntar: ya se acabaron los hombres? ¿Descende- mos de aquellas almas bravias que derribaron tronos y decapitaron dés- potas? Muchos que parecen hombres pa- lidecen cuando oyen hablar del Go- bierno. Para esos pobres de espí- ritu el Gobierno es un padrastro fe- roz encargado de sembrar el pavor entre los párvulos. No negamos qtie nuestro Gobierno sea un pa- drastro; pero los padrastos no asus- tan á los hombres. Para los pa- drastos debe haber puños vigorosos que los sometan. En teoría, el Gobierno no debe ser un padrastro, sino un servidor sumiso del pueblo, y es necesario que los^ciudadanos tengan la con- ciencia de que son los amos de los gobernantes para no permitir ultra- jes. Y que no valga la disculpa tan manoseada de que el Gobierno es más fuerte que nosotros; el Gobier- no tiene la fuerza que los ciudada- nos le quieran dar y no más. El Gobierno no es el amo de los pue- blos, sino el sirviente asalariado que puede ser despedido cuando ya no convenga tenerlo. Es vergon- zoso que los pueblos se dejen opri- mir por sus sirvientes; es ultrajen- te para la dignidad del hombre la soberbia de los mandatarios. El hombre más humilde tiene el dere- cho de ser respetado y atendido por el Gobierno que es su servidor, y tiene también el derecho el hombre más humilde de exigir estrecha cuenta de su comportamiento á los hombres que desempeñan las fun- ciones publicas. Pero muchos que parecen hom- bres no lo consideran así. Consi- deran que el Gobierno es el amo ab- soluto, n señor de vidas y haciendas á quien hay que someterse, y esa su- misión ha servido á nuestro des- potismo para acrecentar su orgullo. Ese orgullo, sin einbaj/gp, puede ser humillado por nosotros si no9 hacemos el propósito de ser hom- bres, de no permitir más ultrajes & nuestra dignidad, convencidos de que el Gobierno que se extralimita es'un siervo Insolente á quien debe- mos castigar. Convencidos de que la fuerza re- side en el pueblo y no en el despo- tismo, podremos humillar á la inso- lentada Dictadura. ¡Hagámoslo! raza muere. Ante el número siempre crecien- te de vencidos de la vida que pulu- lan en los campos como en las ciu- dades; ante la multitud de lisiados y de enfermos que arrastran sus existencias lastimosas sin más es- peranza que la muerte para la libe- ración de sus penas, el ánimo se contrista y se pregunta ¿qué será de nosotros si no se pone remedio á esa onda fatal que nos inunda? Luchar en beneficio de la raza es santo y es honrado. Impidamos que nuevos vencidos vengan á en- grosar las filas diezmadas de nues- tro pueblo. No es difícil averiguar de dónde arrancan su origen las turbas ma- cilentas que inyectan la muerte en el organismo social.. El origen es tá en la injusticia del medio en que nacemos, crecemos y mori- mos los mexicanos. El origen de nuestra decadencia fisiológi- ca está en la tiranía., La inmen- sa mayoría de nuestros compatrio- tas está condenada á desaparecer por la fatiga, por el hambre, por el maltrato. Las agotantes labores á que'están sugetos los trabajadores para obtener el miserable salario que no les alcanza para comer, los debilitan y debilitan á la raza, por- que esos hombres tienen hijos, hi- jos nacidos en la miseria de padres agotados á fuerza de trabajo y de injusticia. Las largas labores dan á la tuberculosis ejércitos compac- tos encargados de propagar la de bilidad y la muerte. ¿Y quiénes se aprovechan de las largas labores de lospobres? ¿Es la sociedad? ¿Es la Patria? Redunda en bien gene- ral el sacrificio de las fuerzas del pueblo? '¡SorfúnÓS cuántos adinerados los que engordan mientros el pueblo marcha taciturno, camino de la tu- berculosis y la muerte! ¡Son nues- tros gobernantes los que colman los arcones mientras las multitudes i- rredentas agonizan lentamente en los talleres, en las fábricas, en las minas, en los campos, minadas has- ta la médula por la fatiga, pobres de sangre y de espíritu! La Patria necesita hijos fuertes, y la tiranía procura la degenera- ción de la raza. La inmensa ma- yoría de niños no asiste á las es- cuelas. Cómo ir á estudiar si es necesario emplear la débil fuerza del niño para aumentar con unos cuartos más el miserable jornal del padre? Y el niño marcha á la la- bor á deformar su cuerpo con el es- fuerzo prematuro, á impedir su des- arrollo mental y físico en beneficio de los que explotan la miseria de los hombres. Cuando esos niños no llegan á los veinte años con los brazos rotos, llevan un fardo de a- gotamiento que los hace impoten- tes para la lucha feroz por la exis- tencia. Qué puede esperar la ra- za de esos seres reblandecidos por hacer la riqueza agena? Qué pue- de esperar la nación de las inteli- gencias extranguladas por la mise- ria y por la injusticia? y las mujeres, esos ángeles qne em- bellecen la existencia del hombre, dejan fríos los hogares, porque también las fuerzas femeninas son necesarias para aumentar el capi- tal de los ricos, insaciable devora- dor de fuerza, de juventud, de sa- via nnev» y fresca, y allá van loa mu- jeres del pueblo á dejar su salud al lado de las máquinas inconscientes y crueles, durante muchas horas, durante largos días, durante enor- mes años, hasta que la tisis las sor- prende un día en plena juventud, en plena gracia, para arrojarlas á la legión de vencidos que habitan las covachas y los hospitales, mientras los proceres y los tiranos celebran sus orgías en los palacios fabrica- dos con el sudor del pueblo. ¿Qué hacer para evitar la catás- trofe de la raza? Trabajar menos y comer más. Esa es la salvación, y á ella deben tender los esfuerzos de los hombres que hasta aquí han prodigado su energ-ía, han aniqui- lado su salud, han matado su por- venii dando sus fuerzas en cambio I de un jornal que 110 basta ni para jcubnise sus carnes. Continuar trabajando de diez á quince horas diarias, es trabajar por la extinción de la raza. Bien sabemos que eso no les importa ni á nuestro Gobierno ni á la insolen- tada plutocracia que nos domina, pues para ellos el pueblo es una máquina de hacer dinero; pero si nos interesa y mucho á los que nos preocupamos por el porvenir de la raza mexicana tan flagelada en la época de los Virreyes como en la época de Porfirio Díaz. Al encomendero de la Nueva Es- paña lo han sustituido en ferocidad y en barbarie los contados señores que son dueños de la tierra en nuestra Patria. Casi todos esos modernos señores feudales poseen tierras en las cuales podrían vivir á sus anchas naciones que Contasen con muchos millones de habitantes, y en parte de esas tierras sufren nuestros hermanos la más cruel es- clavitud: El hacendado es el en- comendero moderno que aplica tor- mento, que abre las carnes de los esclavos, también modernos, al gol- pe de la tralla. ¿Qué diferencia hay entre la esclavitud de los tira- bajadores de hoy á la que sufrieron nuestros antepasados bajo la do- minación de los Reyes de España? Y lanzamos vivas al César ein pensar que es nuestro verdugol No hay que consentir en que la raza se debilite más. Hay que comprender que naufragamos co- mo nación y como raza. Nuestra barca es juguete de olas agrias y hostiles que amenazan tragarla, y que la tragarán si no despertamos, si no abrírnoslos ojos ante el vór- tice que tenemos delance. El que trabaja, tiene derecho á ser feliz y á comer bien; esto deben entenderlo los trabajadores. Es i- nicuo que la mujer se prostituya por hambre; es inicuo que el hom- bre acosado por la miseria caiga ba?o las garras de los gendarmes por haber infringido la ley en bus- ca de alimentos para él y para sus hijos. Que dejen de ser, el hom- bre, carne de presidio y de cuartel, y la mujer, objeto de placer para los ricos avaros. Que no se mar- che al trabajo para dejar entre las uñas de los ricos señores el derecho que todos los que trabajan tienen a la felicidad, sino para encontrar la felicidad misma por medio del esfuerzo metódico y sano. Con- quistemos, en suma, el bienestar general, y la raza se salvará de la muerte segura á que esté condena- da 6Í no se modifica el medio ab- yecto actual, por uno de libertad y de justicia. I !

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aoolon:Si rabia.

AÑO I.—3a BPOCA.

SBORBTARIO DE REDACCIÓN!

ANTONIO I. VlLLAfcREAL.OFICINAS: 1752 S. 18th. St. —SAINT LOUIS, MO., E. U. A.—Febrero lo de 1906.

Administrador:

Enrique Flores MagonTOMO IV.-No 1.

NUESTRAS ESPERANZASj % ? "Lqtfé

tro verbo no cae cómo un' lá'tigcjsobre las espaldas de los protervos. La persecución que sttffimos nos puso en condición de n<poder publicar : el periódico; pero estamos nuevamente en nuetro puesto de combate. 'Caí-noicon uuestra bandera firmement?afianzada y hoy la enarbolaineuna ves más como un airón diguerra contra la tiranía y la esplotación. El crimen debe pr<jparar las' megillas para recibiiel cauterio de nuestras frases. I

REGENERACIÓN vuelve a I.lucha con el mismo vigor que a*tes. Para: los oprimidos tendmpalabras de aliento y hará qwpreviva en sus pechos la esperai-za. Paira los verdugos del pui-blo tendrá el vocablo acerado qtfelastime, que haga sangrar, qjehaga que el mal se encabrite ¡yruja. No tememos los puños <f>lodados de los eunucos que nos i-£¿íénas!Qii porque penetramos U-rilmente,hasta donde"Tse_agazaplnsus amos para disfrutar del diie-ro arrancado al pueblo; no tene-mos Ia3 persecusiones de los lact-yos, porque esas persecusionesredundan en beneficio de la caude lá libertad.' Esto pudimos btservarlo en lá ultima pérsecucióque tuvo por efecto indignar á tidas las conciencias honradas. Ltiranía creyó aniquilarnos y ncasestó un golpe terrible. Todooro que roba al pueblo lo puso 'servicio de su cólera, sin contadcon que los robustos brazos d•_nuestros correligionarios habría*de levantarnos. El orgullo per-dió á Porfirio Díaz y sólo logreexhibirse. La prensa mexicanadando una muestra de solidari-dad, clamó contra la persecución.La prensa extranjera, comprendiendo que se trataba de una venganza política no tuvo inconve-niente en descubrir al Dictador,Por eso decimos queda, causa .haganado. - Cada golpe de la tiraníasirve para provocar explosionesde indignación.

En cuanto á nosotros, aquí es-tamos para llevar á cabo nues-tros propósitos de libertad y. dejusticia. Una vez más protesta-mos ante la nación nuestra fideli-dad á los principios que sostene-mos, principios que no muerenen las cárceles ni desfallecen an-te la miseria.

Mientras REGENERACIÓNha permanecido en silencio, no he-mos dejado de trabajar por la cau-sa. La tarea que nos hemos im-puesto de organizar el PartidoLiberal ha absorbido nuestrotiempo después de nuestra estan-cia en la cárcel de esta ciudad.Para el triunfo de nuestros idea-les consideramos necesaria la or-ganización del Partido, y hemosvisto con júbilo que nuestros co-rreligionarios han respondido alllamamiento que hicimos á la na-ción en el Manifiesto expedido el28 de Septiembre de 1QO5. Cadadia nuevos adeptos se inscribencomo miembros efectivos del Par-tido Liberal y esa actividad de-mocrática nos hace abrigar lasmás risueñas esperanzas! Ya noes posible considerar -muerto alPartido que á través de nuestrahistoria, ha hecho caminar haciaadelante á la sociedad detenida enBU camino por las dictaduras delos histriones que, fingiendo be-neficiar al pueblo, no saben otracosa que comprometer a la Patriacomo López de Santa Ana y Por-firio Díaz. El Partido Liberal noha muertt. El medio abyectoque el Dictador ha formado para

tar; las1; 'Virtudes1-/cxWclaüanasó consiguió adormecer loé es-

píritus enérgicos sin aniquilar-los', y de ahí que las huestes liber-tarias se fortalezcan dia por diaá despecho del despotismo" y ádespecho también déla insolenta-da clerecía que soñaba con lamuerte de la virilidad del pueblo.

A las filas, liberales vienen to-dos los hombres de buena volun-tad. Todos los que consideranque es ultrajante para la digni-dad humana la condición de sier-vo á que está reducido el ciuda-dano; todos los que han compren-dido que la miseria es el resulta-do de la tiranía, de la explotacióndel fraile y del rico avaro; todoslos que se dan cuentadelcontras-te odioso que presentan unos cuan-tos encumbrados acaparadoresde la riqueza pública y la indi-gencia lamentable de los que tie-nen que trabajar para comer; to-dos los que consideran injustoon'p, lo? hombreé fuertes de la na-ción sean arrancados del trabajopara envilecerlos en los cuarte-les; todos los que ven que la ila-ción pasa rápidamente á poder deextranjeros soberbios que paganla hospitalidad que se les brindacon el maltrato á los trabajado-res nuestros hermanos; todos losque ven el aumento incesante dela deuda pública que ño ha bene-ficiado más que á los bolsillos denuestros gobernantes y sus favo-ritos; todos los que observan quepara medrar es preciso estarbien con la autoridad, con el frai-le y con el señor feudal que no haperdido en nuestra infortunadaPatria los privilegios que en todaspartes claudican; todos los quesaben que es inútil pedir justiciasin llevar en las manos unas mo-nedas para tener gratos á losmercaderes de la judicatura; to-dos los que recuerdan que loshombres que hoy ocupan lospuestos públicos tienen una his-toria de tinieblas; todos los que

aben que de degradación en de-gradación y de envilecimiento en

_ vilecimiento iremos descen-iendo política y socialmente has-

llegar á la esclavitud extranje-a, ya que no tuvimos fuerzas pa-

deshacernos de la esclavitudiméstica, todos los hombresorados, en una palabra, venmo única salvación, la unión deos I03 que quieren ser libresun Partido poderoso que cuen-con los elementos necesariosira poner un dique á los des-damientos de la tiranía.1 movimiento de organizaciónPartido Liberal está iniciado

[o podrá ser" detenido. La vic-es indefectible, tiene que ve-

niiSal conjuro de las voluntadeshoi|-adas, mientras la autocraciamafcha á su ocaso entre las mal-dicones del pueblo que hizo es-cla\p.•1. Li (.organización no podrá serdetc úda, en' efecto; pero hay queapr< jurarla. El movimiento es-tá d do; no se necesita más quebueia voluntad. Si todos los ciu-dadanos que leen REGENERA-CIÓN y aprueban nuestros ata-que? á todo lo que estorba elbienestar de los mexicanos se de-cidie-an á inscribirse comomierbros del Partido Liberal,bienjpronto triunfaría la causade te libertad.

Eicitamos, pues, á todos losbueips liberales á que envíen susadbtsíones á la Junta, sin que sesobiecojande pueriles temores.Con [a organización del PartidoLibífal debe borrarse para aiem*pre \w miedo que ataca á mu-

chas personas cuando se les ha-bla de asuntos de trascendencia.Que cada ciudadano firme su adhesión con la seguridad que desde el momento que ha ingresadoal Partido Liberal ya no está ais-lado, sino que con él están todosBUS hermanos en ideales y en as-piraciones. De hoy en adelantedebe temerse, 110 el estar inscritocomo miembro del Partido Libe-ral, sino el- permanecer aislado,porque en los hombres aisladoses en quienes se ceba la injusticia.Los ciudadanos aislados caeráncomo hojas arranchas por uñamano bruiál cududo fa'iiranía ten-ga necesidad de sangre para re-frescar selas fauces ó de oro paradilapidarlo en las orgías orienta-les á que se entregan los explota-dores del pueblo.

Al reanudar nuestros traba-jos periodísticos, lo hacemos lienos.de esperanza por el triunfode la causa. Por nuestra parteno escasearán para el deseadotriunfo ni la buena voluntad quese requiere ni la actividad que nosproponemos emplear. Una vez másprotestamos no retroceder antelos obstáculos que nos oponga latiranía, y sólo esperamos para a-breviar el trabajo el auxilió eficazde todos los que tienen á honra elllamarse, liberales. Si contamoscon ese auxilio, la Dictadura quese ha convertido en amo cruel ydespótico, tendrá que humillarseporque la fuerza está en el puebloque tiene la justicia y para quienserá la redención.

1 • - ~ — «i»

"ElColmillo Publico."EB el mejor semanario independíen-

le de caricaturas, que trata con abso-luta Imparcialidad los asuntos polítieos de México.

Recomendamos á loa liberales estaimportante publicación, que por au vi'rilidad y acierto se ha colocado entrelas primeras de la prensa indepen-diente. El precio de subscripción, de-masiado bajo para el mérito del perió-dico, es como sigue:

Por un semestre 13.29.Toda correspondencia deberá diri-

girse al Administrador, Sr. FedericoPérez Fernández. San Ildefonso N9 iMéxico, D. F

»9« •» *

DE UN JUEZ.Graves informaciones hemosre-

cibido respecto á la conducta re-probada que como funcionario pú-blico, observa el Lie. Varonio Flo-res, Juez de la. Instancia de SanCarlos, Tamaulipas.

La justicia en manos de ese hom-bre es puñal traidor que desgarrala Ley. Los vedaos de San Car-los, Burgos y demás poblacionesdependientes del Distrito judicialdonde impera el capricho del Lie.Flores, están intranquilos porquesaben que sus derechos pueden serhollados en cualquier momento, ylo que es más doloroso, saben tam-bién que nada lograrán si recurrená las autoridades superiores en de-manda de amparo y protecoión.

Últimamente se han registradohechos escandalosos que reclamanun castigo ejemplar para ese malfuncionario; pero que á la postrele valdrán un ascenso en la Judica-tura. El actual Gobierno prodigapremios á la maldad •

El último de Septiembre próxi-mo pasado se suscitó un escándalode trágicas consecuencias en la po-bladón de Burgos, vecina de SanCarlos. El Fresidente Municipalcon el fin de aprehender á unosebrios, penetró á una cantina, atre-pellando á toáoslos que allí se en-costraban. Cogió prisionero ajSr. Lauro E. Martínez y le arreba-tó la pistola qne portaba. Poco des-pués se oyó una detonación y cayóherido el gendarme GumetindoZú**fiiga que acompañaba si Alcalde.

El Presidente Municipal disparóentonces su pistola con certerapuntería sobre un hermano del Sr.Lauro |í. Martínez que murió po-co después. El gendarme falleciótambiéu. Es público que el Pre-sidente Municipal fue el matadordel her aano de Lauro quien á suvez hatiía herido al gendarme. ElSr. Lauro Martínez estaba desar-mado y ninguna responsabilidadtuvo en los acontecimieutas narra-dos. Sin embargo, se quiere que a-parezca,como culpable de amboshomicidios y se le ha retenido enprisión desde la fecha en que fueaprehendido. Odios personales deindividuos revestidos de autoridadrugeu al derredor del señor Mar-tínez y nada difícil será que sele condene, á pesar de su inocen-cia. En este caso y en el que ácontinuación narramos se ha podi-do notar una estrecha unión ó fu-nesta complicidad entre el Juez deSan Carlos y el Alcalde de Burgos.

Rivalidades por cuestión de in-tereses, habían creado una sordaenemistad entre el Sr. MáximoPalacios Cavazos, vecino de Burgosy el citado Alcalde de esta mismapoblación. No hace mucho se en-contraba el Sr. Palacios en su pe-qUeña1 propiedad rural consagradoa sus labores cuotidianas, cuandofue asaltado por una cuadrilla deasesinos capitaneada por el herma-no del Alcalde. Los salteadoreshicieron fuego sobre el Sr. Palacioshiriéndolo gravemente; pero porfortuna no falleció y pudo acusará los bandidos. Cualquiera cree-rí<» .onr.¿l quejoso fue atendido yque á.ningún castigo se haría a-creedor por el hecho de pedir jus-ticia. Sin embargo, el Sr. Pala-cios, herido y todo, fue conducidopreso á la cárcel de San Carlosdonde actualmente se encuentra.Ni una vez se le ha llamado alJuzgado de Letras ni se le ha co-municado el motivo de su deten-ción. El Juez Flores conoce laverdad de estos acontecimientos,pero no castigará á los culpables nihará justicia á la víctima. La in-famante solidaridad que lo une alAlcalde de Burgos, lo obligará eneste asunto, como en otros runchos,á ejercer funciones de cómplice yde verdugo.

La Justicia ha desaparecido delos Tribunales, cediendo el puestoá la iniquidad y la violencia.

E5 EL SERVO.Tan deformado está el espíritu na-

cional, que ante la bancarrota delcarácter se ocurre preguntar: ya seacabaron los hombres? ¿Descende-mos de aquellas almas bravias quederribaron tronos y decapitaron dés-potas?

Muchos que parecen hombres pa-lidecen cuando oyen hablar del Go-bierno. Para esos pobres de espí-ritu el Gobierno es un padrastro fe-roz encargado de sembrar el pavorentre los párvulos. No negamosqtie nuestro Gobierno sea un pa-drastro; pero los padrastos no asus-tan á los hombres. Para los pa-drastos debe haber puños vigorososque los sometan.

En teoría, el Gobierno no debeser un padrastro, sino un servidorsumiso del pueblo, y es necesarioque los^ciudadanos tengan la con-ciencia de que son los amos de losgobernantes para no permitir ultra-jes. Y que no valga la disculpa tanmanoseada de que el Gobierno esmás fuerte que nosotros; el Gobier-no tiene la fuerza que los ciudada-nos le quieran dar y no más. ElGobierno no es el amo de los pue-blos, sino el sirviente asalariadoque puede ser despedido cuando yano convenga tenerlo. Es vergon-zoso que los pueblos se dejen opri-mir por sus sirvientes; es ultrajen-te para la dignidad del hombre lasoberbia de los mandatarios. Elhombre más humilde tiene el dere-cho de ser respetado y atendido porel Gobierno que es su servidor, y

tiene también el derecho el hombremás humilde de exigir estrechacuenta de su comportamiento á loshombres que desempeñan las fun-ciones publicas.

Pero muchos que parecen hom-bres no lo consideran así. Consi-deran que el Gobierno es el amo ab-soluto,nseñor de vidas y haciendas áquien hay que someterse, y esa su-misión ha servido á nuestro des-potismo para acrecentar su orgullo.

Ese orgullo, sin einbaj/gp, puedeser humillado por nosotros si no9hacemos el propósito de ser hom-bres, de no permitir más ultrajes &nuestra dignidad, convencidos deque el Gobierno que se extralimitaes'un siervo Insolente á quien debe-mos castigar.

Convencidos de que la fuerza re-side en el pueblo y no en el despo-tismo, podremos humillar á la inso-lentada Dictadura. ¡Hagámoslo!

raza muere.Ante el número siempre crecien-

te de vencidos de la vida que pulu-lan en los campos como en las ciu-dades; ante la multitud de lisiadosy de enfermos que arrastran susexistencias lastimosas sin más es-peranza que la muerte para la libe-ración de sus penas, el ánimo secontrista y se pregunta ¿qué seráde nosotros si no se pone remedioá esa onda fatal que nos inunda?

Luchar en beneficio de la razaes santo y es honrado. Impidamosque nuevos vencidos vengan á en-grosar las filas diezmadas de nues-tro pueblo.

No es difícil averiguar de dóndearrancan su origen las turbas ma-cilentas que inyectan la muerte enel organismo social.. El origen está en la injusticia del medio enque nacemos, crecemos y mori-mos los mexicanos. El origende nuestra decadencia fisiológi-ca está en la tiranía., La inmen-sa mayoría de nuestros compatrio-tas está condenada á desaparecerpor la fatiga, por el hambre, por elmaltrato. Las agotantes labores áque'están sugetos los trabajadorespara obtener el miserable salarioque no les alcanza para comer, losdebilitan y debilitan á la raza, por-que esos hombres tienen hijos, hi-jos nacidos en la miseria de padresagotados á fuerza de trabajo y deinjusticia. Las largas labores daná la tuberculosis ejércitos compac-tos encargados de propagar la debilidad y la muerte. ¿Y quiénes seaprovechan de las largas labores delospobres? ¿Es la sociedad? ¿Esla Patria? Redunda en bien gene-ral el sacrificio de las fuerzas delpueblo?

'¡SorfúnÓS cuántos adinerados losque engordan mientros el pueblomarcha taciturno, camino de la tu-berculosis y la muerte! ¡Son nues-tros gobernantes los que colman losarcones mientras las multitudes i-rredentas agonizan lentamente enlos talleres, en las fábricas, en lasminas, en los campos, minadas has-ta la médula por la fatiga, pobresde sangre y de espíritu!

La Patria necesita hijos fuertes,y la tiranía procura la degenera-ción de la raza. La inmensa ma-yoría de niños no asiste á las es-cuelas. Cómo ir á estudiar si esnecesario emplear la débil fuerzadel niño para aumentar con unoscuartos más el miserable jornal delpadre? Y el niño marcha á la la-bor á deformar su cuerpo con el es-fuerzo prematuro, á impedir su des-arrollo mental y físico en beneficiode los que explotan la miseria delos hombres. Cuando esos niñosno llegan á los veinte años con losbrazos rotos, llevan un fardo de a-gotamiento que los hace impoten-tes para la lucha feroz por la exis-tencia. Qué puede esperar la ra-za de esos seres reblandecidos porhacer la riqueza agena? Qué pue-de esperar la nación de las inteli-gencias extranguladas por la mise-ria y por la injusticia?

y las mujeres, esos ángeles qne em-bellecen la existencia del hombre,dejan fríos los hogares, porquetambién las fuerzas femeninas sonnecesarias para aumentar el capi-tal de los ricos, insaciable devora-dor de fuerza, de juventud, de sa-via nnev» y fresca, y allá van loa mu-jeres del pueblo á dejar su salud allado de las máquinas inconscientes

y crueles, durante muchas horas,durante largos días, durante enor-mes años, hasta que la tisis las sor-prende un día en plena juventud,en plena gracia, para arrojarlas á lalegión de vencidos que habitan lascovachas y los hospitales, mientraslos proceres y los tiranos celebransus orgías en los palacios fabrica-dos con el sudor del pueblo.

¿Qué hacer para evitar la catás-trofe de la raza? Trabajar menos ycomer más. Esa es la salvación, yá ella deben tender los esfuerzos delos hombres que hasta aquí hanprodigado su energ-ía, han aniqui-

lado su salud, han matado su por-venii dando sus fuerzas en cambio

I de un jornal que 110 basta ni parajcubnise sus carnes.

Continuar trabajando de diez áquince horas diarias, es trabajarpor la extinción de la raza. Biensabemos que eso no les importa niá nuestro Gobierno ni á la insolen-tada plutocracia que nos domina,pues para ellos el pueblo es unamáquina de hacer dinero; pero sinos interesa y mucho á los que nospreocupamos por el porvenir de laraza mexicana tan flagelada en laépoca de los Virreyes como en laépoca de Porfirio Díaz.

Al encomendero de la Nueva Es-paña lo han sustituido en ferocidady en barbarie los contados señoresque son dueños de la tierra ennuestra Patria. Casi todos esosmodernos señores feudales poseentierras en las cuales podrían vivirá sus anchas naciones que Contasencon muchos millones de habitantes,y en parte de esas tierras sufrennuestros hermanos la más cruel es-clavitud: El hacendado es el en-comendero moderno que aplica tor-mento, que abre las carnes de losesclavos, también modernos, al gol-pe de la tralla. ¿Qué diferenciahay entre la esclavitud de los tira-bajadores de hoy á la que sufrieronnuestros antepasados bajo la do-minación de los Reyes de España?Y lanzamos vivas al César ein pensarque es nuestro verdugol

No hay que consentir en que laraza se debilite más. Hay quecomprender que naufragamos co-mo nación y como raza. Nuestrabarca es juguete de olas agrias yhostiles que amenazan tragarla, yque la tragarán si no despertamos,si no abrírnoslos ojos ante el vór-tice que tenemos delance.

El que trabaja, tiene derecho áser feliz y á comer bien; esto debenentenderlo los trabajadores. Es i-nicuo que la mujer se prostituyapor hambre; es inicuo que el hom-bre acosado por la miseria caigaba?o las garras de los gendarmespor haber infringido la ley en bus-ca de alimentos para él y para sushijos. Que dejen de ser, el hom-bre, carne de presidio y de cuartel,y la mujer, objeto de placer paralos ricos avaros. Que no se mar-che al trabajo para dejar entre lasuñas de los ricos señores el derechoque todos los que trabajan tienena la felicidad, sino para encontrarla felicidad misma por medio delesfuerzo metódico y sano. Con-quistemos, en suma, el bienestargeneral, y la raza se salvará de lamuerte segura á que esté condena-da 6Í no se modifica el medio ab-yecto actual, por uno de libertad yde justicia.

I !

Page 2: raza muere. - Archivo Digital de Ricardo Flores …archivomagon.net/wp-content/uploads/e3n1.pdfun Partido poderoso que cuen-con los elementos necesarios ira poner un dique á los des-damientos

RRGKNICRACION

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El soldado no asesinara al pueblo.

Tanto ac ha hablado del Poderdo la Dictadura como entidad mi-litnr, del efectivo de su Ejércitoaumentado considerablemente enloa últimos años, de sus bien dis-ciplinadas Reservas; del urina-mentó admirable y los recursosUÜ todo genero con que cuentapara mantenernos indefinidamen-te sometidos; tal profusión de es-tadísticas y contundentes estu-dios de alta crítica militar se hanlanzado á ln publicidad para coli-veucer al pueblo que uo debepensar en su emancipación, queen verdad muy pocos espíritusloaran substraerse a la idea do-minante que aplasta los anhelosde libertad 6 invade de fatalismoy espanto .i la conciencia nacio-nal. Se cree que la Dictadura esomnipotente y por lo misino, es-téril cualquier esfuerzo que sehaga para derribarla; que somosuna raza de siervos fatalmentecondenados á la befa ó al marti-rio al ultraje si obedecemos, aldegolladero si nos rebelamosY optamos por la obediencia, ta-citurnos, medrosos, consterna-dos. Seis lustros de opresiónnos han enseñado con elocuenciasangrienta que el patíbulo se al-za para los defensores.de la liber-tad; que á acero muere quien es-grime el acero redentor. Con-vencidos de nuestra impotencia,soportamos todas las afretítas yde oprobio en oprobio hemos des-cendido al medio infamante enque nos asfixiamos.

¿Pero es realmente invenciblela Dictadura ó los que tal creenhan sido víctimas de una mistifi-cación? El pueblo unido, aguígoneado por la desesperación, sumadas sus energías en una as-piración suprema de libertad, resuelto á sembrar sacrificios paralevantar una hermosa floraciónde derechos, ¿será incapaz de ob-tener el triunfo?

Los turiferarios de la tiraníaoptarán por la negativa y citaránen apoyo de su opinión la fuerzsefectiva del Ejército y sus bri-llantes condiciones, los sabioapreparativos llevados á cabo enlos últimos años, el acopio enor-me de pertrechos de guerra, élestado "floreciente" del erario ylos servicios que al Gobiernoprestarán, ett un caso dado, lasventajosas vías de comunicaciónque en la actualidad existen. Larápida movilización de tropasahogará en su cuna cualquiermovimiento que se inicie.

La idea que tienen de su pro-pio poderío, ensoberbece á nues-tros opresores y los hace mirarcon desprecio infinito los intere-ses de sus gobernados. Sabenque se han impuesto por la fuer-za y que la fuerza los sostendrá:poco les importa que estremeci-mientos de indignación agiten álos espíritus cansados de sufrirNo piensan que su torpe actitudpueda provocar conmociones po-pulares ni consideran que es in-

vo que protesta contra la injusti-cia, el peón que no BO deja explo-tar de señores influyentes en el¡obierno, el padre de familia cti-a hija sen codicinda por algún

poderoso, todos loa hombres hu-mildes y de honor están expues-tos & engrosar lutí h'lto del Ifijíír--cito. En nuestra Patria no serespetan las garantías individua-les1 subsiste una organización vi-ciada de castas odiosas, de pri-Jlegiados y explotados1 los prt-

meros pertenecen al grupo do-minante que go¿a de todas las in-uniuidades; los segundos consti-tuyen la masa gris, abrumada deobligaciones y sin ningún dere-cho, la multitud de ilotas que cu-bre sus carnes con andrajos ysostiene el insolente boato de laDictadura, padece hambre cróni-ca y satisface la glotonería de mi-llares de histriones que culminanen la política. Los individuos detropa son parte de la casta explo-tada, de la gleba condenada á laservidumbre y al ultraje. Su en-trada al Ejército no los redime,empeora su condición: en vez deamos que los flagelen con el láti-go, tienen jefes que los maltra-tan á puntapiés y les despeda-zan las carnes á'sablazpa. Su nal'seria sigue siendo la misma conla agravante de perder por com-pleto la libertad.

¿Serán estos los soldados quedefiendan ala Dictadura,que ase-

monto por los que áobtwaü estar «m<ourgudoo tío proteger Atoaos loa ni o-xlcunod, |

Ya homoB dloho CBÍO. poro hoy loropotlmou porque no faltuu perladloospngndas por el Gobierno quo oulunvnten A loa ynquln ntrlbuyóniloloa ilo-toctoBquo no tfomui. yy lavnnUronprlmornmonto OH uon do protontilcontra el dottpojo do "tío propMudoiido quo oo loa biso viotlmn». Ahoravlvtuioii rebollón mira no der eaoln-vondo 0lof»i»rlo Mollnn y loa domanhonoquonoros do Yucatán, ó ni monoupara no ñor nsofiinartoH A muiRro frln

l Q b o d ' l ¿ b | L I d l

EL NERÓN DELCIENTIFICISMO February' lst, 1006.

Subsotíption ratea:i Per atmum $ 2. oo gold.

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sinen á las multitudes cuandoreclamen sus derechos? No; el

domable el empuje de lastudes hostiles.

multi-

¡Su Ejército los salvará, ese e-jército que á todas horas llamanfiel," con- necia;ipuerilidadhCon-fían en el Ejército y con esa con-fianza alimentan el germen de supropia destrucción.

La Dictadura ha pretendidoorganizarse militarmente; perono ha sabido hacerlo. No ha i-dentificado sus intereses con losintereses del Ejército. Los jefesmilitares, cierto es que gozan deprivilegios ilimitados y hasta defranquicias criminales y tal vezpor conveniencia defiendan labandera del despotismo. Perola tropa no está e iguales condiciones: tiene más motivos que epueblo mismo para anhelar quecambie radicalmente el actual es-tado de cosas.

El soldado era un oprimido antes de ingresar al Ejército y enel cuartel sigue sufriendo una opresión más brutal todavía. ^ Antes tenía siquiera derecho á lo1

deleites del hogar; en el cuartees un paria sin familia y sin afeetos. La disciplina militar lo aislíde los seres que amaba y á fuerza de opresiones le embotasentimiento.

Jamás podrá existir solidandad entre la víctima y el victmario. Al soldado se le privarbitrariamente de la relativa libertad de que disfrutaba y natural es que ese acto lo indigne,La Dictadura lo mantiene prisioñero y lógico es bue anhele el aniquilamiento del Poder que 1<subyuga. ,

Las causas que su bstraen a uhombre del campo 6 el taller y larrojan á las infectas cuadradel cuartel, generalmente son la¡mismas: venganzas cobardes dilos caciques. El ciudadano alti

soldado es hijo del pueblo y conel pueblo estará el día de las rei-vindicaciones. Al pueblo lo uneel grillete de la miseria y el do-lor, y su arma la usará para des-pedazar ese grillete y para casti-gar á sus verdugos.

Solo los mercenarios permane-cerán fieles ala Dictadura; perolos mercenarios no afrontan elsacrificio ni alientan el valor. Sonos heraldos de la derrota, los:orceles espantados prestos ámprender la fuga.La fuerza de la Dictadura es

cticia. De nada le servirán susañones, sus arsenales y vias deomunicaejón faltándole el princi->al elemento: ers'oldado.' No re-istirá los primeros embates delueblo enfurecido, de la plebe ¡esesperada que sabe ser heroican los momentos trágicos.Han sido víctimas de una mis-

tificación quienes creen en la ar-mipotencia de la tiranía. Si hastala fecha ha subsistido, débese á laípatía del pueblo y no á que fuer-as poderosas tengan asegurada la

estabilidad de la paz de plomo quepesa sobre la República como enor-me losa funeraria, y que no cuentacon otro soporte que las nucas irre-dentas de multitudes que aun noimprenden plenamente sus dere-:hos.

Pero esta situación de abatí-miente cívico no puede prolongar-se indefinidamente: ya el pueblosacude su indiferentismo y se ini-cia en las actividades políticas.

Es tiempo de que la Dictaduradespierte de su sueño de grandezay prepare la retirada si no quiereque la^tíatástrofé la * sorprenda- ..enplena orgía de opresión y la arrojeal torbellino iracundo de las ven-

an zas populares.

por ol Qobovnudo^ I?Ab«l, MaostAu on HU derecho. Qunndo la tira-ntn so oxtromn, los hombros dignos00 robolán; cuando el Gobierno dejndo sor ol protootor do la ooolodnd quoha protoBtudo dofondor, ln. Ooolodndtiouo, up ol dorooho, sino ol í.y*bor derolHilivrso pnnv nnlvar «uo ItítereaoB,pura no perder su honor. Lon 'huilónYuquis, un cumplimiento do'iui dobordo bonibreo dlguou que no éabon so-portar yugoH. so hnn robolndoy vlvonla vida del robolde, nzaroaa, puro no-blemente viril. Loa yaquis, pues, cum-plen ooa un deber, el de ser dignos^No todos los hombros puodoil reoig-nnreo A sor oaclnvoa. Los yaquis uoson do los quo lumen ln moho dol ver-dugo, y de ello hnn dado buena prue-ba on lo» lnrgos nflos quo llovau doostnr rebelados ooutru la hijuíitioin

La guorrn on Sonora no os mAs que01 rosultndo dol cboquo ontreln rapa-oldnd dolos bandoleros que ródenn alülotndor y los doreohos de lop Indios,y tendí la una fácil soluo'óu si abdejasoA osos raros representantes do 1A viri-lidad ol libro gouo de los torrónos conlos que se han enriquecido RamónOorrnl, Rafael IzAbal, Lule E. Torresy tal vozol Dictador mismo, torrónosque oran de los indiOB antes quo 'lux-topeo empanase el cielo de la Patria.

Oon la terminación de esa guerrainfame contra el derecho de una raza,so conseguirá el desagravio de la jus-ticia y el desvanecimiento de los pe-ligros exteriores que amenazan á lanaolóa, en virtud do que por el estad-de guerra en que se ecouentr,»< el Es-tado útí Sonora, Jos que quieran apro-piarse' de nuestro pala encuentranpretextos más ó menos fuertes paraintervenir en nuestros asuntos inte-riores. Mucho se habla en esta na-c'ón de la debilidad del Gobierno me-xicano para sofocar la inaurrecc ónde los yaquis; se oritioa acerbamenteel heoho do que tropas fuertes y dis-ciplinadas sean vencidas por los indios mal armados, mal alimentados yoa»i desnudos, y, sobre todo, se clamaporque el Gobierno de los Estados U-mdos intervenga en los asuntos deSonora para que haya mayores garan-tías para los ciudadanos americanosque van á explotar las riquezas denuestra Patria. En la prensa de estanac ón y la de Méxloo, ha sido publi-cado un telegrama (echado en Oinci-nnati, Ohio, el 16 dol pasado Enero,en el que s« expresa que los miem-bros de la JuntH Direotiva'de la Com-pañíavaai'

Olegario Molina, el odiado opre-sor del pueblo yucateco, aparecereelecto para un lluevo período deGobierno.

Y sin embargo, en Yucatán nohubo elecciones.i ¿Pucde-llamarse,elección al es-carnio del Hufragio hecho tpor ,u»nos cuantos lacayos que se rodfeande fuerza armada para evitar queel pueblo se acerque á la preten-dida casilla, y que, así asegura-dos, forjan expedientes, inventanfirmas y llenan boletas favorablespara el amo que les paga? ¿Pue-de haber elección donde el pueblono da sus votos, porque para dar-los tendría que pasar por sobrelas bayonetas de los esbirros delPoder?

[Sólo en nuestra llamada Repú-blica se ve semejante sistema elec-toral y sólo nosotros los mexicannos hemos podido aceptar duran-te largos años, comq Gobiernoslegales, á los que se han levanta-do sobre tales abusos y sobre ta-descarndas violaciones á la Ley!

Es irritante lo que pasa ennuestro país desde que PorfirioDíaz se entronizó en la Presiden-cia, con el propósito de no dejar-la jamás. Vodas las leyes sonpisoteada* sin" c1bn$i'a*rM6tfít'tsll

voluntad del pueblo es sisteodátí-caniente burlada, y lo que domi-na, lo que impera, lo que se impone inapelablemente, «por la razónó la fuerza,» de uno á otro extre-mo de la Patria, es el soberanocapricho del Autócrata. Los ha-bitantes de México hemos llega-do á ser algo menos que cosas pa-ra el ensoberbecido déspota, puessi á las cosas se las conserva concuidado, siquiera sea por interés,á nosotros no se nos perdonan a-tropellos y vejaciones y aun se

ra un desaten,tado"'espíritu d e l - E d l t o r n " d P í o i ) r I o l ; o j r t ANTONIO I.venganza, semita su baldad ln- p"*»*»Aty''gémta Be sintiera ' vqluptuosa- wAttfír*Trwj"%wT-in»^imente halagada con él sufriraieti-1| O O J N I J I O I O N B S :to de sua víctimas; sea, en ira,,que quisiera mostrarse ante suprotector el Autócrata como hom« . ,., . , ......bre de «carácter.» capa? de subyu-, |lRtft> l'.or "n°y, $hl& porJsoinoíJDro;.gar a todo, un. pueblo; el hecho esque el encumbrado esclavistapersiguió, encarceló y asesinó ásus enemigos polítidos, sin ciarsepunto de reposo y sin sentir, pro-bablemente, ni sombra de remor-dimiento en la conciencia.

o c i a .Todavía, están en la Penitencia-

ría de Mérfda, los periodistas Es-coffié, Pérez Ponce y Vadillo, elLie. Manuel Meneaes, Presiden-te de la Unión Popular Anti-reelec-£ionista, y algunos independien-tes de Kanasín, que escaparoncon vida de una matanza que hi-cieron en aquel pueblo los esbi-rros del Nerón «científico». Yaún después dé que (Molina haconseguido sus fines de continuis-mo'en el Poder, sigue cometien-do atentados: hace poco que unciudadano anti-reeleccionista fueasesinado pof los gendarmes enla ^stacióu Central de Policía deMérida, según lo referimos- en o-

íGKSEHiACitois Se pnbll-•A loa dina lo. y 15 de onda moa. LabsoripoK'iii, pnvn Móxioo, ynlo S

para loa Estados -Unidos losrriba indioados.i > *A los agentes, BO les hacen dosouon-

)s especiales.¡To da correspondenciadbijneo al Dijotor.

Estamos seguros de que la <<U-ón Popular» dirigió su Manifies-i al Presidente y á las Cámaras,'lo por mostrar á la Nación que

pleó todos los medios legales,ra hacer triunfar la voluntad¡1 pueblo, y que esos medios f ra-aron ante el capricho dictato-.< Esperar que las quejas de

fn pueblo fueran atendidas porAutócrata ó por los marionetas

el Congreso, hubiera sido, cuan-o menos, "una candidez de queo creemos capaces á los másnspícuos anti-reeleccionistas deucatán.Ellos, como todo el pueblo, de-

en saber que si Molina continúarimiendo y robando al Estado,

explotadora de coíire "Trans-fiolioitar del Go-

bierno de loa Estados unidos que pro-teja la vida de los empleados que tie-ne la empresa, y las propiedades deésta, contra loa atentados que come-ten los indios yaquis en el Estado deSonora.

Muchas publicaciones dec ón, al hablar de la guerra 'dqu¡, expresan á laa olaras «O

estadel

LA GUERRADEL YAQUI,

na-Ya-

-deaeoftde qne Sonora pase á ser unj Estadode la Unión Americana. Esas I tenden-cias expansionistas han .sido denun-ciadas por KEGENERAOlON y hoyvolvemos á hacerlo, no. con la espe-ranza de qne Porfirio Díaz impida elvandalismo de sus eunucos en Sonora,causa de la Guerra, Bino para que elpueblo sepa que le amenaza na seriopeligro si permite que los tiranoscontinúen ejerciendo el salvajismo enaquel Estado. ;:•••% En Sonora hay invertido mucho ca-pital americano. O asi todo el Estadoes propiedad de americanos, y esacircunstancia hace sospechoso el de-seo de los capitalistas de esta nao ónde que el gobierno de Roosevelt pro-teja á los ciudadanos) americanos resi-dentes ea Sonora. Es indudable quese pretende la anexióa de Sonora á loaEstados Unidos, pues ya cierta partede la prensa de este paí* ha habladoen el sentido de la anexión. Se apro-vechará para la desmembración delterritorio nacional, !a debilidad, laco-bardia de nuestro decrépito tiranoante el Coloso del Norte; se aprove-chará ese servilismo lacayesco denuestro Dictador para todo lo queproceda de este país. El Dictador haconcedido todo lo que se le ha pedidoy laiaaOióAiesiátcomproinetida á fuer-za de conceclones que redundan enmanifiesto perjuicio para los intere-ses de la República. Todo lo ha sacri-ficado el Dictador, hasta el porvenirde nuestro país, por tal de tener un a-poyo, aunque sea extranjera, ya queno cuenta con el apoyo de los mexi-canos qne lo detestan.

Hubo un Santa Ana que vendió cí-nicamente medía República. PorfirioDíaz, hipócritamente está vendiendotodo al país. ¡Y no hay un castigopara el que nos vende cautelosa y co-

suprime á cuantos es posible.Podemos pedir y clamar cuantoqueramos: no se nos escuchará óse hará lo contrario de lo que nosbeneficie y nos contente. Que-jarse de un cacique, es recomen-darlo á la protección de los supe-riores; disgustarse con una medi-da gubernativa, es dar lugar áque se extremen los rigores ensu observancia; decir que algo" esmalo, es originar que los gober-nantes lo transformen en pésimo;ea una palabra, el hecho de mos-trar el pueblo su voluntad en taló cual sentido, basta para que elGobierno imponga la suya en elsentido contrario. Así hemosvisto ya varios Estados, uno traaotro, que han manifestado el de-seo de cambiar, sus gobernantesy han trabajado por tal cambio, yqne á la postre se han quedadocon los tiranos que tenían, porqueel Centro ha sostenido esos tira-nos. Yucatán presenta el últi-mo ejemplo de lo poco que signi-fica la voluntad popular para lainsensible Dictadura.

Es sabido hasta la saciedadque el pueblo todo de Yucatánanhelaba ardientemente la caídade Olegario Molina y trabajó contesón por conseguirla. El Go-bierno de Molina significaba paralos yucatecos la carencia de todaylibertad, la faltsi, dejarantxas^Ja,

ráVittíd'défirilláre^d'é^hcfmbrés

y tras la serie de atropellos reali-zados, los ciudadanos vieron, porparte del Gobierno, preparativosque revelaban á las claras las in-tenciones de cerrar la campaña jjcon algo digno de los anteceden- (ctes: con una hecatombe de anti-reeleccionistas que saciara losinstintos ^pacificadores» de Moli-na y le diera lustre como Gober-nante que sabe reducir al ordená multitudes levantiscas y exalta-das. No les quedaban á los inde-pendientes más que dos caminos:ó presentarse en los comicios conlas armas en la mano, para res-ponder con la fuerza ala agresiónque les preparaba el Gobierno, óresignarse á no votar, dejandoque los presupuestívoros hicieranlo que más les acomodara Losdirectores de la oposición opta-ron por esto último y recomenda-ron al pueblo la abstención, porlo cual el día señalado por la leypara que los yucatecos designa-ran á sus mandatarios, no hubociudadano que se presentara alos cuarteles^ puestos de policíay otroslugares rodeados de fuer-za armada en que se colocaron lascasias electorales.

La «Unión Popular Anti-reelec-cíonista de Yucatán», en un exten-so Manifiesto, dio cuenta délosmás culminantes atropellos quesufrió la oposición, puntualizó losartículos en que fue violada laLey Electoral, y expuso los mily un motivos que hay para consi-derar enteramente nula la reelec-ción de Olegario Molina. La «U-nión Popular» considera, con jus-ticia, que los acontecimientos es-candalosos queluvieron lugar enYucatán, deben preocupar al paísentero. Así debe ser, en efecto.Los escarnios al Sufragio, los a-tentados contra las garantías, laintromisión del Centro en los a-

íaz. Todos comprendemos qla lucha hubiera sido exclusi-mente entre Molina y el puebloicateco, sin intervención de laíctadura, á estas fechas el odia-

esclavista habría dejado el Po-r y aún habría sido tal vez a-sticiado por los ciudadanos.[Pero la fuerza del Centro, guar-

dó las espaldas de Molina, hi-someterse á los yucatecos. Esmismo caso de .Coahuila, deevo León y de cuantos Esta-han pretendido recuperar sueranía, librarse del tiranuelo

la Autocracia les impuso yse un Gobierno emanado deoluntad popular. En todas e-

Entidades Federativas, nosido los insignificantes Go-

nadorés los que por su solantad ó su sola fuerza se han

ptfpetuado en el Poder: ha sidola )ictadura la que con mano fé

Muchas veces lo hemos dicho: lastendencias expansionistas de los plu-tócratas de loe Estados Unidos, en-cuentran en la infame guerra que Por-firio Díaz hace á los yaquis, un her-moso pretexto para intervenir ennuestros asuntos interiores.

El estado de guerra existe en Sono-ra revistiendo cada día caracteres másgraves. El Gobierno ó sus hombres,como Ramón Corral, Rafael Izábal yLuis E. Torres, desean que la guerracontinúe porque de ella sacan mejo-res utilidades que dedicándoes á untrabajo sano. Siemdre hemos creídoque nuestros gobernantes son trafi-cantes v no hombres de Estado. Aco-dando á los indios, estos se levantanen armas, lo que proporciona un buen

bardemente!El día 30 de Diciembre pasado, el

Dictador lanzó un úkase prohibiendoá los extranjeros adquirir minas en elEstado de Sonora; dentro de la zonade veinte leguas al Sur de la línea di-visoria. | Oh, sarcasmo; hace muchosaños que medio Estado de Sonora alSur de la línea divisoria es exclusiva-mente de americanos, y hai sido elDictador mismo quien ha permitidoque se viole la ley que prohibe que losextranjeros adquieran bienes raícesen la hnea fronteriza! El úkase de 30de Diciembre del año pasado es unabaria sangrienta que se hace al pue-blo, porque se ve la refinada hipooresía aae encierra.

Debemos estar pendientes todos losmexicanos de lo qne resuelva el Dicta-dor sobre la representac ón jiae se le

' ~.« A Un/te», rtm. nnffo f\o\ CX(\Y*\RTT\n dñpretexto á nuestros negooiantes po-' va á hacer por parte del Gobierno de11 ticos para explotar la guerra, por- este país, para que dé garantías á losque en IOB presupuestos se pueden) americanos en el Estado de Sonoracalcular gastos para someter á los in- T%-~J~ -*•'—» ™<>Aar.\™™ _««,. <«nndios rebeldes y que en realidad sola-

escráVittíddéirriábajo la férula de unos cuantos se-ñores de Ja tierra y el monopoliodel poder público por una pluto-cracia criminal que, por llenarselos bolsillos y mantener sus feu-dales privilegios, no vacila en a-rruinar al Estado y en hundir alpueblo en la más espantosa mise-ria. Fue natural, inevitable, quela opinión popular se levantaracontra esa tiranía de negociantesy explotadores; que las agrupa-ciones anti-reeleccionistas flore-cieran en todo el Estado, y que u-na prensa llena de vigor y de jus-tas iras, surgiera, como un refle-jo de la conciencia pública, paraexhibir y flagelar álos verdugos.

La campaña política de Yuca-tán fue de las más difíciles, por ladesenfrenada persecución quedesató el Gobierno contra losciudadanos independientes, y tu-vo notas sangrientas que no hu-biéramos esperado ni los qua co-nocemos las atrocidades ton' quéha podido establecerse y perdu-rar el opresivo sistema que nos

mente sirven para enriquecer á IOBque tiranizan; se inventan plazas desoldados qne no existen; se pide dine-ro para equipo de guerra qne nuncase compra etc., etc., y aparte de estaexplotacón rain, todavía se hace ne-gocio regogiendo indioB pacíficos queHamón Corral realiza á buen preciocon'los esclavistas del Estado de Yu-catán. Muchos indios de los que hoyviven la vida azarosa de la guerra tra-bajaban en las fincas de campo y lasnegociaciones mineras del Estado, pe-ro viendo que el Gobierno diezmadaá sus hermanos sin motivo alguno, yante la perspectiva de la esclavitud enYucatán, ban preferido levantarse enarmas para no eer atropellados Inicua-

Desde ahora predecimos,—por conocer el servilismo del Autócrata paracon los americanos,—que la dignidadnacional va á ser ofendida nna vezmás. El Dictador es "valiente" paraordenar hecatombes como la del 25 deJimio en Veraoruz, donde murieronciudadanos inermes; pero es sumisoy servil ante los fuertes. Una vez más,por lo mismo, tendremos que lamentar ultrajes á la dignidad nacional porla cobardía de nuestro tirano.

nos propusiéramos relatarrige.

Sitodos los atentados que cometióMolina contra los desafectos á sureelección, tendríamos que llenarvolúmenes. Olegario Molina, elNerón del «cientificismo», persi-guió sin medida, sin freno, hastasin objeto. Para asegurar su re-elección, ya que contaba con el a-poyo decisivo del Centro, no hu-biera necesitado multiplicar losatropellos hasta lo inconcebibleni llevar las medidas de terrorbasta un extremo pocas vecesvisto. Pero sea que lo arrastra-

dos por cualquiera 4e los Gobier-nos del país, son ultrajes para to-da la Nación y deben • indignar,no sólo á los hijos del Estado quesufre directamente tales desma-nes, sino á todos los mexicanos.La imposición que acaba de hacer(la Dictadura, de Olegario Molinaen Yucatán, y las que antes hizo,¡de Cárdenas en Coahuila, de Reíyes en Nuevo León, de Mercadaen Michoaeán, de Cahuantzi eTlaxcala, etc., etc., siempre cortra la expresa voluntad del pui-blo de esos Estados, son, lo repe-timos, ultrajes á la Nación, viof-ciones descaradas á nuestra LFundamental, cínicos alardesautocracia, que afectan á toelos ciudadanos de México y itodos estamos obligados á prenir y rechazar, si es que en zestimamos el decoro nacional |porvenir de nuestra Patria.

El Manifiesto de que hablafcosse dirigió al Presidente de laíRe-pú blica, á las Cámaras de la Ujióny á la prensa independiente,cusado es decir que sólo lasa se dio por entendida del iitante documento. El Presiden-te, ó con más propiedad, el jdor Díaz, ya sabía de antema

la; )ictadura la que con mano fe-rr a ha tomado a esos miserablesin trunientos de, ogresió.n j r ,1QS.ha colocado, cómo fardos aplas-ta tes, sobre las encorvadas ea-

das de los pueblos,a Dictadura ha triunfado, sí,o su triunfo no es decisivo ni

leto. Todos esos pueblost|n burdamente atropellados en

s más caros derechos, tan ci-pamente burlados, en >sus másstas aspiraciones, tan torpe-nte abofeteados en su sagradanidad, no pueden someterse.0 en' apariencia, no pueden

informarse ni renunciar 4 laivindicacióu. Las cabezas seclinan, pero las conciencias pro-stan. En el fondo de sus al-

ias, los vencidos acumulan á susolores y sus odios antiguos, losdios y los .dolores' engendradosor la última derrota, y en el ñe-ro catálogo de sus infortunios a-

iregan las nuevas amarguras, lasuevas injusticias, las nuevas mi-erias que se les hacen padecer.

aran ruidosamente ía victoria' yrindan en las bacanales por la

imnipotencia del César, en el co-razón del pueblo ultrajado se a-montonan los tormentos, se acu-mulan las hielea, se agigantanlas iras y se elabora, sorda, peroseguramente, una formidabletempestad.

La Dictadura, hoy por hoy, hatriunfado'en Yucatán, pero tam-bién ha aumentado en millares,de un solo golpe, las falanges delos que la d testan, de los que, porella escarnecidos y humillados,anhelan destruirla para que su o-diosa Existencia no retarde pormás tiempo el reinado de la Jus-icia en el seno de nuestra Pa-ria.

sucedido en Yucatán, puesto ,el mismo Autócrata fue quie de-cretó la reelección de Me ina,precisamente porque el pt ;blodemostró aborrecer á ese fu cio-nario. Ea cuanto alas Cám; ras,ya se sabe que DO son másí jueescenarios de autómatas q i elDictador maneja, no teniendd portacto, ninguna significación ,n lapolítica actual.

EL DEBER DELOS PARIAS.

Si dolorosa es para el analfabeta lacondición de paria social, insoportableresulta para los intelectuales que pue-den analizar lúcidamente las deformi-dades monstruosas de la pésima orga-nización en que vivimos.

El peón del campo ó de las minas, lomismo que el obrero de las ciudades,sufre á todas horas el implacable cos-quilleo del hambre jamás saciada y,tras la diaria labor, el vértigo del can-sancio; raquíticas BOU las expansionesde su espíritu siempre asediado por eldolor é ínsuBclentes las horas del des-canso que reclaman eus músculos fati-gados; y para que an vida de martiriossea mde acerba, sufrimientos de otraíndole lo espían y lo Aniquilan: pneuchoza destartalada ó en sa cubil infec-to, tiene aúa quo conmoverse ente la

, \\

Page 3: raza muere. - Archivo Digital de Ricardo Flores …archivomagon.net/wp-content/uploads/e3n1.pdfun Partido poderoso que cuen-con los elementos necesarios ira poner un dique á los des-damientos

V

RItGBN»RACION

domnortiolón do ooros quorldon enjuta»dofl por la vigilia, 6 sufrir el taladro dola dosoSporaolón ante laft^onía del bl«jo. ó la OBpboft quo se dobftton con lamnorto on un rlnoón da tlnlebltiBinbanrdonados do loó bonoüoloH do la donólay olvidados do la humana, bondad,

Las torturas dol parla .lntoloobnnl,el en algo uo moderan porquo son mo-nos miserables ausrooarsos pecuniariospor otro Indo ao oxnoorban «rnvomon-to. 131 parto nnalfabata so ve rodoadodo elomontos hoatüoa: el Goblornoquo ló ordena Humlalón, ol rico- avaroque le ©Xpílmo Im, fuerza y pl oabataüinsolento quo lo desquebraja y humilla.Su lanoranala lo haoo considerar ln-venolbloa esos elementos y el fa alta*tno lo anonada: naold para ol «olor,para la inclemencia, y dobd oonfor-triarse corren auerte., -El- parla loto-,leotual ootnprende que ,«;ia mlnpriaegoísta de explotadores*^ tiranos osla que causa su miseria y ¿)a mldorlado ana hermanoa, loa hijoa del pueblo ¡comprendo que osa minoría, dominapor la torpeza de los eaalavoB y quecarece de fuarzaa propias para süBtcñor BU poderlo; comprende qno un es-fuerzo unAnlrao de loa oprimidos ba-ria crujir on ana oiraientoa y derrum-barse el óaduoo alaterna que soporta-mos, y sufro intensamente al conside-rar ouún Injusta os BU condición y sedoseapera ñuto la negra paslvldud delas maans que nún no ae agitan por olhuracán do las turbulencias emanoi-padoraa,

£1 paria Intelectual es víotinm delmedio agresivo en qne Vivimos y delas oonoepolones de su cerebro: sienteeobre al el poso de opresiones tremen-das, y padece amargamente; medita,y de au condenóla enrge la protestacontra las injusticias sociales, y á sucorazón lo innnda Inmensa oomp alónpara los excluidos de la dicha, pan. IOBprivados de derechos, para los do jhe-redados como él, que no son dmftosdel prodnoto de BUS labores ni dii fru-tan de garantías políticas.

Paria es el esoritor quo ae de ranaloa sesos para infnndir ideas nobles yen cambio de su generosidad recogeaacriüqlosy perseoqsiQnes;.parlabaelhumilde maestro de1 escuela .que cum-ple oon au apostolado radiante e n —dio de agriaa ingratitudes; paria <jurisconsulto aiempre dispuesto átender al atropellado y siempre \con desconfianza y rencor en lostradoa de la justicia, y paria el mé.que no explota su profesión y pas, texistencia reoorriendo los tugurio i

|me-el

le-ía toes-icosude

Tonutas por h "Junti. OXÍCÍUJO."

I.—Se constituye la Junta Org ini-z adora del Partido Liberal Mexic mo,oon el personal que suscribe estas Re-soluciones. La Junta existirá pi bli-c amenté y residirá en un país exi -an-jero para estar á salvo, hasta d ndesea posible, de los atentados del po-blarno de México. Trabajaré r>fireorganización del Partido Libencon los elementos que los correligio-narios le proporcionen, lucharáíportodos los1 medios, contra la Dictadu-ra de Porfirio Díaz.

II.—Los ciudadanos mexicanos gue«stón de aoner'do Con las ideas delniflesto expedido, y publicado enGENERACIÓN y anhelen la libei

la mlaorla, mitigando doloron y ourando desvalidos, \ Parlas sublimes quamoa aoroedoros serian & la eterna gra<tltttd. si a eu apostolado do amor unie-ran ol apostolado do la lucha, al junta-monto oon ol blon nombraran lu pro»toflta, el d máa do inArtlroa fueran lió-rooal Ellos han sufrldoi nu misión loaha tonido on oontaoto oon ol pueblo y,mejor ano nadlo, podrían luchar porlibertarlo, La labor on cruenta y pe-ligrosa, «oro os digna do quo so le con-sagren energías y saoriflofoB. Sufrirpor haaev 61 ble», prlvftdtimonto, oameritorio) sufrir porjlbaríar u»p«o-blo, oa glorioso.

DI pnooto do honor do los parias ln-teleotualBs patíl on las filas ae comba-te. Bu ftOtlt'ud do oombntloQtoa BO re-solvorA en blouoa Inestimables pnra laPatria, Jíl módico al desoonder A un'krogarmkerablQ doboolnmar contra elGobierno qué se ádóola A los" explota-dores pnrft causar lámina1 dol óbroro;el abogado al dofbnder A Un acusadoinooento, Justo es quo lo roouerdo quelos jueces deben el puesto que ooupan& la usurpación y no al voto do loa olu-dadanos, que son verdugos pagadospor loa tiranos y no Magistrados do lasociedad i el mentor de la niñez deboeducar á sus discípulos en la oaoueladel civismo y prepararlos para aer li-bertadores y no sometidos, ejecutoresde tiranoa y no víctimas condenadas Ala ergástula; y ol esoritor públloo, quees el nervio que da vida A las grandestransformadnos sociales, debe despo-jarse de mezquindades y temores, con-vertir su oereoro en tragua de grande-zas y arrojar a las multitudes palabrasde heroísmo y cláusulas de reivindica-ción y de Verdad.

Tiempo es de que comprendan susdeberes todos los oprimidos quo hanceñido oportunidad do oultivíir sus fa-cultades Intelectuales y que vean enlas multitudes no sólo hermano) á quie-nes deben ayuda y cariño, sino tarabien eBolavoB que deben redimir,

Ya es tiempo de que loa parlas Inteleotuales confundamos nuestros destinos oon los destinos del pueblo y hagamos obra do regeneración para salvar A la raza y servir A la humanidad,"Establezcamos oon el pueblo co-

rrientes de amor y solidaridad é íden<tinquemos nuestras penas Oon ana pe-nas, nuestro porvenir con au porve-nir. '

¡ Saya reciprocidad de afectos y u-nldad de ideales, y organizados enentusiasta falange( marohemos todosá la conquista de la Libertad!

del Partido Liberal A\e-

¡adjla-ipes6n

't¡0-oa-

yde la Patria, constituirán en las pociones en que residan, agrupadsecretas que estarán en comunica*con esta Junta. Se aconseja á losi-religionarios que en dichas agruclones prescindan de inútiles formAlid&des. Lo único que Be pide es que iosciudadanos liberales de oada pobla-ción se reúnan do tiempo en tiempo pa-|ra tratar 4o los asuntos políticos Selpafs y mantengan correspondenciaoon esta Junta, ya para comunicarlenoticias políticas, ya para' proponer-le proyectos, 6 ya, simplemente, p¡iraconservar con ella las relaciones s-tablecldas. Se encarece á los corrí i-gioñários'que "Voiratituyan u'nioné¿ ibmás numerosas posible, pero si en 1-gunas partes sólo hay un ehidadí iode nuestras ideas, que no por su s s-1 amiento deje de dirigirse á nosotr s.

III.—Los grupos ó ciudadanos c uesecúndenla presente excitativa, lo o-municarán á esta Junta, que inserí >i-rá sus nombres entre los miembosdel Partido que se reorganiza. Es >s

grupos y ciudadanos enviarán men-sualmente á la Junta, según los recur-sos y voluntad de oada uno, una con-tribución que se Invertirá en los gas-tos que requiera el cumplimiento de lacláusula siguiente:

IV.-La Junta, aparte de sus trabajosp?c?I»'c(¡?, procurará, el fomento de pu-blicaciones oposicionistas en México,distribuirá fondos entre los luchado-res liberales que se encuentren en lapobreza, sostendrá á los que la Dic-tadura encarcele y despoje; y si se dancasos de que un funcionario públicopierda su posición por haber cumplidocon stt deber, también lo ayudará.Anhelamos hacer efectiva la solidari-dad entre los liberales y para ello con-tamos con el apoyo eficaz de nuestroscorrelip cnarios,

V.-,Lur Junta guardará absolutosecreto so iré los nombres de los a-deptos. No comunicará entre sí á lasdistintas agrupaciones ó personas a-fiiiadas, sino hasta convencerse deque son verdaderamente leales á lacausa. Pero si algún miembro delPartido no desea en ningún caso sercomunicado con los demás, se servirádeclararlo y la Junta respetará su vo-luntad.

R e f o n r » , j L i ySt. Louis, Mo., Ú. S\ A.", Septiem-

bre 28 de 1905.

Presidente, BicardoFlores Magón.—"Vicepresidente, Juan Sarabia.— Secre-tario, Antonio I. Villarreal. — Te-sorero, Enrique Flores Magón.—leí.VDcal, Prnf. Librado Rivera.- 2<f Vo-cal, Manuel Sarabia.—3er Vocal, Bo-salto Bustaraanie.

NOTAS, la.—Todo mexicano que esté de acuerdo con las anterioresresoluciones, se servirá cortar 11 cupón del calce y enviarlo á la JuntaOrganizadora del Partido I,iber:|l Mexicano.—P. O. Box 584—SaintLouis, Mo.

2a—Los correligionarios que cdel Partido Liberal, pueden ped¡

:seen trabajar por la reorganizacióncupones de adhesión á la Junta pa-

ra invitar á sus amigos á que se i criban como miembros.3a—Grande ó pequeña la cuotli meusual, servirá para fortalecer al

Partido.

Cupón de adheiinn.C" /I

A Irf Junta Organizad or»B de! Partido LiberalMexicano.

P. O. Box, 584 S t - Louis, Mo., U. S. A.

El que subscribe se adhiere fornalmente á las Resoluciones tomadaspor la Juata con fecha 28 de Septi «tabre de 1905 y protesta ser fiel álos principios liberales, firmando para constancia este documento.

(Firma)

Nombre . . .

Profesión ú ocupación . . . . . .

Residente en . . . . Estado de .

Calle . " . . . . . No.

Coatribución mensual para los efectos de las cláusulas III

y IV. $ . . . es.

¿ P NOS RESERVA EL PORVENIR?El día lo. do cato nno fuá nprohon-

dido sin causa conocida, incomunica'doy'nsGslnudo onun qalabozo do laEstación Oontral do Polloíu doMórida,el oludadano Abelardo Anoona. El Sr.Ancona fue desafecto & la Administra-ción imperante on Yucatán, y oomoDireotor del periódico "La Voz delos Partidos," combatió enérgica-mente la rooleooión do Molina. ElGobierno dosoaba porderlo, blon porodios oapooliüoa, ó blon por conside-rarlo peligroso, ennndo era un hom-bre enteramente parifico, aunquehonrado y, por oonsoouenola, anti-re-eleoolonlsta.

El conocido instrumento del moli-nlsmo, el Juez Ignacio Hernández, cé-lebre por aus báquicos excesos y suincondicional servilismo, y por cuyasmanos ban pasado todos los prooososinfames en que Molina ha querido en-volver á aus opositores, BO encargóesta Vez, como tantas otras, de eje-cutar las venganzas del Qoblerno.Hernández dictó orden do aprehen-sión contra el Sr. Anoona, contra D.Eleuterio Solía y otros tres vocales dela Jnnta Popular que subsiste aúndespués de la reelecotón de Molina ycontra otros independientes más. ASolis y dos compañeros Be les apre-hendió en los últimos días de Diolom-bro.y á Anconi el lo. de Enero; todosfueron incomunicados, y la policíacontinuó, bascando..nuevas victimas.

La noche de ese primero de Enero,'trágicamente memorable, el Gober-nanor Molina, abasando de su autori-dad, usurpando funciones que no pue-de tener, el Ejecutivo y dando mucho& sospechar con sos extraños procede-res, abrogóse carácter de Juez y enlas oflolnas del Palaoio de Gobierno,hizo comparecer ante él á los apre-hendidos para tomarles declararon.Solia y compaseros fueron llevados ápresencia del déspota, y allí, entreimponente aparato de funcionariostorvos y feroces esbirros, estuvierondando cuenta de su enorme delito deanti-reelecoionlsmo hasta las cuatrode la madrugada del día 2, hora enque se les volvió á sq aislamiento yse retiró Molina de Palacio.

Entretanto, en la Estación Centralde Policía, se había consumado, fría ybrevemente, nno de los mayores aten-tados de lesa humanidad oon que pue-de mancharse un bFobierno y deshon-rarse á ana nación. Cuando los pre-sos fueron llamados para que rindie-ran sus declaraciones ante Molina, D.Abelardo Ancona se resistió á com-parecer, alegando, con sobra de jus-ticia, que el Gobernador no puede in-miscuirse en asuntos del .orden judi-cial, ni tiene autoridad para tomardeolaiacianes procesalen* Ancona fo¿encerrado en el patio de la Comisaría,é inmediatamente qne los demás opo-sicionistas salieron de la Estación, fuemuerto á balazos por los gendarmes.

Hay un detalle importante: el Co-mandante de Policía, Felipe Villamil,era enemigo personal del Sr. Anconay lo odiaba á mnerte, porque haee-al-ganos años, siendo Anoona Secretariode la Jefatura Política de Mérida yVillamil escribiente de la mismo, aqueldescubrió unos robos del último, encuestión de maltas, é hizo que fueradestituido el hoy Comandante de Po-licía.

Se ve que Anoona fue puesto en ma-nos de sn enemigo Villamil, y se en-cuentra en esto cierta analogía con loqne se hizo en Kanasín, donde las me-didas del Gobierno provocaron trági-cos sucesos de qne la prensa se ha o-onpado extensamente. En dicha Villase hizo Comandante de Policía á un individuo que era enemigo mortal delPresidente del Club Anti-reeleccinis-ta, D. Pedro Pablo Herrera. Este ysus amigos fueron encarnizadamenteperseguidos por el Comandante y eushombres, y la hostilidad entre ambaspartes llegó á ser tan pronunciada,qae,se resolvió en hechos sangrien-tos, cómalo deseaba'y cómo lo pro-curó el'Gobierno^ Tres muertos, en-tre los que Be contó él mismo Coman-dante perseguidor, nn herido y variospresos fueron el resaltado de la polí-tica motinista en Kanasín, y en Mari-da, el resaltado deesa misma política,fuá el asesinato de D. Abelardo Anco-na. Este honrado ciudadano, tan in-humanamente sacrificado por el criminai Gobierno de Molina dejó en lahorfandad una numerosa, familia convarios niños de pocos años.

¡A tal extremo hemos llegado enMéxico, bajo la Dictadura de PorfirioDíaz 1 | En nuestra infortunada Patria,un ciudadano honrado y pacífico, ne-cesario á sn familia, útil á la sociedad,apreciado por cuantos lo conocen,pnede ser intempestivamente arran-cado de su hogar, encerrado en uncalabozo y vilmente asesinado, sin queee conozca á los responsables del cri-men, sin que la autoridad, encargadade velar por las garantías de todos,se preocupe de esclarecer los hechosy castigar á los culpables! ¡En nues-tro país, sarcástocamente llamado re-publicano y liberal, nn hombre de in-tachable conducta pública y privada,puede perder la existencia por sus o-pimones políticas, pnede morir trági-camente en manos de la| Policía, sinque los que tienen encomendado elcumplimiento de las leyes y la apli-cación de la justicia, se interesen porotra cosa qne por calumniar á la des-dichada víctima!

Esto tiene que ser. Nunca se havisto que IOB criminales se instruyansos propios procesos. Es natural queel Gobierno de Olegario Molina, cul-pable principal del asesinato de An-cona no haya dado paso en la vía delas averiguaciones y haya preferidoponerse á inventar y circular cuentosabsurdos con tendencias á salvar alGobierno de las responsabilidades queen este crimen le corresponden.

Cuando la sociedad yucateca, es-candalizada, sapo la muerte sangrien-ta de D. Abelardo Ancona, los porta-voces de Molina, previniendo interro-gaciones tremendas, vociferaban yauna, declareción ridículo: elSr. Anco-na ee había entoldado.

Cómo Anconapudo ocultar un volu-minoso revólver en el registro mina»

oloso do quo son objoto ounntOB ontrauá ana Oom^arfa, aon el carador deinoomunioudos; cómo lo ocurrió laidoa de auitnrao, siendo joven—dounos üó nílOB,—tonlondo oapoea ó hijosy oarociondo de graves temores, puesque no habla cometido ningún crimeny debía esperar su pronta hbortad, noncosas que no, puede explicar el Qobiorno. &o conoroca á doolarar quoel Sr. Anoona so suiolqó, y hay quooroorlo bajo su palubra, poco honorable en verdad,

También ao dloe que había una oonsplraolón para asesinar A Molina Esto no hubiera sido del todo absurdo,puesto que el tirano yuoateco ha dadoy sigua dando motivos para que se leodie A muerte, pero lo extraño es quese quiera presentar íi Anoona comoconspirador, cuando Anoona, comotodos lo saben, era hombre pacííioo,nada exaltado y absolutamente inoa-paz de meterse en aventuras terriblesy sanguinarios complots. Pero aúnen el caso de que Ancona fuera unconspirador, so muerte no BO explica,sino que ee hace mas sospechosa. 81A la generalidad de los presos no seles deja ni un alfiler en loa registrospoliciacos, ¿cómo es que á Ancolia, unterrible conspirador, Be le de]a pasartranquilamente nada menos que unapistola? | Curiosa polioía, que á IOBtnfraotores de pooo fuste los someteá escrupuloso registro, y á Ion hombrespellgroBO8,,á los fraguadores de com-plot», oomo Ancona, les permite que-darse libremente con ouantas armasnecesiten para suicidarse I

Pero es Inútil perderse en reflexio-nes que, en realidad, salen sobrando,cuando la simple enunciación de loshechos indica quienes son loa respon-sables.... La opinión pública condenasiempre con justicia, y en el caso quenos ooupa ha oondenado al Gobiernode Olegario Molina.

Ya que ese crimen se cometió y esimposible deshacerlo, al menos ten-gámoslo en cuenta como enseñanza,y que sirva siquiera ese atentado ho-rrendo para inspirarnos odio inmensocontra la Dictaoura que nos oprime yá cuya sombra nuestros compatriotasy hermanoa de ideas puedan ser taninicuamente sacrificados.

Asesinatos o aciales oomo el perpe-trado en Yucatán hace un mes, sonana deshonra para la nación en quese cometen, deben provocar tempes-tades de indignación en todo el paísque IOB sufre. México ha sufrido elasesinato de Anoona por un Gobiernovandálico, puesto que Yucatán es parte de México y la víctima del terribleatentado on mexicano.

Arda en indignación ante ese crimend h í t iflpít mexicano, pero no acuse-

mos Boiam'ente á Olegario Molina,responsable, más inmediato, sino tam-bién á la Dlotadara, que es la origi-nadora de cuantos crímenesé injasti-cias se cometen hoy en nuestra Patria.

La Dictadura ha dado el ejemplo yha implantado el sistema de asesinará los desafectos al Gobierno, sin for-mación de causa. Desde el 25 de Ju-nio de 1879 hasta nuestros días, así seha o orado, oada vez con menor escrú-pulo, Et primero que mató como pe-rros á ciudadanos de la RepúblioaMexicana, lo hizo por orden del Autó-crata obedeciendo el histórico "máta-los en caliente," y mudó medio de-mente por loe remordimientos. Hoylos Gobernadores asesinan ya por sucuenta, imitan á su amo oon la segu-ridad ae que éste na les exigirá res-ponsabilidades y no sienten ni el másleve extreme cimiento de concienciaal cometer atrocidades qae, & fuerzade repetirse, ban llegado á la catego-ría de costana breB. Si en 79 Mier yTerán tembló al perpetrar la heca-tombe qae el Dictador le ordenara,boy Bernardo Keyes ú Olegario Mo-lina no palidecen siquiera al derramarla sangre del pueblo en matanzas co-mo la de Monterrey, en tragedias co-mo la de Eanasin ó en asesinatos' co-mo el de laiEstación Central de ' Poli-cía da Mérida.

No en vano han pesado sobre noso-tros cinco lustros de tiranía. En eselargo tiempo de despotismo por partedel Gobierno y de indiferencia porpor parte del pueblo, en ese gran lap-so, de prácticas opresivas sin reaccio-nes populares, de abasos sin castigo,de atentados sin represalia, la Dieta-dará se ha ensoberbecido y el puebloha ido rindiéndose, de debilidad endebilidad y de humillación en humi-llación.

¿Cómo acabaremos, siguiendo estapendiente de ignominia? ¿Vamos áesperar á que nuestros opresores nosmanden azotar en las plazas públicasó á qae nos crncifiqaen como á losesclavoB en las ergástulas antiguas?

No sería difícil que alcanzáramostales tratamientos con pocos añosmás de evolución porBrista: bajo losgobiernos de Juárez y Lerdo, hasta elrevoltoso Porfirio Díaz pudo vivirtranquilo, al amparo de la Ley, y a-hora que la Regeneración Tuxtepeca-na lleva casi treinta años de implan-tada, á cualquier inocente ciudadanose le destrona el cráneo de un balazo,sin formación de cansa.

¡Progresamos!

CARTA ABIERTA•$<*>AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA

REPÚBLICA, GENERALPORFIRIO DÍAZ.

Excelentísimo Señor:Treinta años ha que el malhadado

plan revolucionario de Ud. fue desa-rrollado en Tuxtepeo y reformado enPalo Blanco, cayo plan venía lleno depromesas sublimes, porque en él de-cía Ud. "Son las leyei supremas dela República; la Ley de desamortiza-ción de 1S56 y las Leyes de Reformade 1859."

Además dijo Ud. en el art. 6o. de dl-

oho plan: "La no reelooolón, sorA unbocho y una vez llegado i\\ poder prQ-eldonciul será olovado al rango do LoyBuproinn. Libertad de Muqiplpiool Sufragio quedará «nternmento If-bro; y por ultimóla loy dol Timbroquodarfl abolida.*'

Todos los liombroa llboralos quoprofesamos Oso oredo político, orolmosdo buona fo quo Ud. ora un vordadoro caudillo que hubln. encumbrado ila olma do la República y quo oono-oaa ldous aubllmos encarnaba Ud, olporvenir grandioso do aun oonoludadnnos y ol ongrnndoolmlotito do lamndro patria.

Mas, uaa vez adueñado del podor,todas BUS promosas, todos sas Idéalos,so transformaron en lu niño horripllanto Urania, y la Nación entora gimebajo ol yugo oprobioso de BUS sloartoay nefandos gobernantes. Todos losaorvidoros de su goblorno dloen queDd, oe ol liúroo de la puzi poro noso-tros loe libéralos, on ooutoBttoión, de-olraos lo oontrarlo: que la paz queUd ha Implantado eu nuoatra Ropú-blioa perdida, ha sido una paz Ignominlosa y funesta; una paz sin justi-cia, una paz sin loy, una paz elu tío-reohoa, una paz Bln'soberanía y, onuna palabra, una piiz' que nos ven-drá A dojar sin patria, si antos de to-do, no levantamos la voz do alerta,todos los hijos de la Naoláu Moxlcnuii.

En vano fueron sus promesas fe-mentidas; en vano nosotros los libe-rales mexioanoB tomamos la banderarevolucionarla de Tuxtepeo y nos lanzainos al oampo de batalla á defenderla República (que no estaba amena-zada) ; en vano ó inútilmonte se derra-mó la sangre de nuestros hermanosen los campos de batalla; en vano fueron esaB orudns y decisivas batallas deTeooao y «1 Jazmín, en donde, recuer-da Ud. Sr. General, la sangre denuestros hermanos corrió ú torrentes.Y después de tantos saorlQoios, detanta sangre derramada.hemos venidoá ver una cosecha tremenda de tira-níaB, de asesinatos, de vandalismo ylatroolnlo, escarnio y eapeoulacióu.

La mayoría de los funcionarlos de-signados por Ud. desde Gobernadoreshasta Prefectos, ae han constituido en,tiranos V asesinos de loe oiudadanosde lo Nación, en casi todos los Estadasde la República, así en Tlaxoalaoomo en Yuoatán, en Morolos, enGuerrero, en Puebla y actualmente enel Estado de Mélico.

En el mes de Octubre próximo pa-sado, en Mineral del Oro, fue asesina-do un pobre hombre á las 11 de la no-ohe, sin formación de causa.

[Desgraciada madre patria; estásenvuelta y maniatada en el más gro-sero despotismo!

El funesto dictador Santa Ana, paraverificar sus asesinatos, establecióTribunales, y para cubrir las aparien-cias, un Fiscal de oausaa decidía de laauerte de loa infelices mexicanos. Unavez sentenciados los reos, pública-mente y en pleno dia se verificabanlos fusilamientos. Pero en la actualDictadura es más negro, más horroroso todavía el procedimiento, Cuandola noche está á la mitad de BU carre-ra y las víctimas duermen el eueñomás profundo, entonces las despier-tan para la hecatombe, sin formaciónde causa y sin recursos de ningunaley. Todavía en la época del ferozcojo Santa Ana, algunas gentes delpueblo, cuando sabían que iban á fu-silar á alguno de sus deudos, oaían derodillas llorando ante alguno de IOBfrailes, implorando el indulbo de susdeudos; y con aquella influencia delfraile se conseguía salvar de la muer-te á muchas víctimas. Más los negrossioarios de Ud. Sr. General, han segui-do las horrorosas huellas del pirataMaximiliano de Hapsburgo, que consu maldito- decreto de 3 de Octubre ála media noche sacaba de las CortesMarciales á nuestros hermanos paraasesinarlos en los patíbulos.

La Carta sagrada de 1857, qae estáescrita con la sangre de sus heroicosdefensores, es una letra muerta.

Las sacrosantas Leyes de Reformason violadas por el olero, en muchaspartes del país. La Ley del Timbre esnn nefando latrocinio para la pobreNación. La- reelección ha sido tanconsecutiva que ningún Presidente hasido reelecto tantas veces como Ud.

En machos Tribunales de la Repú-blica se encuentran los mercaderesde la Justicia traficando con los dere-saorosantos del ciudadano.

Los mexicanos esclarecidos é inte-igentes que forman la prensa honra-

da, son perseguidos hasta en el Ex-tranjero, 'porque combaten el pillajede una administración criminal, comola «mantda de Tuxbepoc. Sarabia yiosMagón, esos viriles tachadores dea libertad poJícica r de México ban si-

do perseguidos por un criminal adictoal sistema de opresión y servilismodesarrollado por Ud.

Ud. Sr. General, se ha enseñoreado,abusando de la mansedumbre y de lasbondades del pueblo mexicano. ElPartido Liberal ha visto los desastresy crueles incisiones que el gobiernode Ud ha hecho á nuestros hermanosdel Yaqui, dándoles los más inicuostratamientos y haciendo que el Ejér-cito Be aparte de las reglas impuestaspor el derecho de gentes. Con las ma-yores crueLdades de barbarie y exter-minio ae ha tratado á esa raza aborí-gene, valiente y trabajadora.

El Partido Liberal está en el Bentidode la paz, verdaderamente pura y de-liciosa; de esa paz que está sembradaen las emanaciones de libertad, y nouna paz con cadenas como la qne Ud.Sr. General, ha implantado en la Re-pública, qne por doquier se oyen losayee lastimeros de las víctimas.

El Partido Liberal forma el númerode máa de cincuenta mil hombres yos intereses del pais están en nues-

tras manos; podríamos levantar uncataclismo político que empaparía ensangre el suelo mexicano; pero ama-mos nuestra patria, la amamos de co-razón y queremos que la paz sea per-petua y duradera.

Sin embargo, si antes de todo SrGeneral, Ud. no pone el remedio atantas iniquidades, vandalismo c infa-mias, qne los agentes de sn gobiernocometen y están cometiendo con nos- iotros los hijos del pueblo mexicano, ¡en toda la República, entonces Ud v

¡ABAJO PIIENTELÍ

nada másUd.j será el responsable de"as consecuencias que resulten.

Nuestra Nación, nuestra Patria, aoes posible que pueda_ vivir bajo losauspicios de un gobierno déspota y

I rano qne la oprime, la veja, la ex-plota y la deshonra.

Salamanca, Gto. Diciembre 4 de 1905.J. García. —Toribio del Campillo —

Juan de la Cruz —Manuel Vlllanaeva.

Pocos meses fnltan para que,conforme A la ley, se verifiquen enOaxaca Jas elecciones para Gober-nador del Estado, y consideramosque esta vez no consentirá el pue-blo onxaqitefío que se le burle. Esun deber de todo oaxaquefio ver-laderamente honrado, aprestarsei derrocar una tiranía hipócritaque en ceren de cuatro nfios haprocurado riquezas fabulosas &.Emilio Pimeutel y los hombres quedesempeñan puestos públicos. 15»esos cuatro años se ha visto enOaxaca que los puestos públicosson vendidos, en la verdadera a-cepción de la palabra venta, á per-onas que han dado á Pimentel di-:iero ú honra para encumbrarse;os funcionarlos pábllcos son tri-

butarios de Emilio Pimentel y esácil calcular que el dinero que

entregan al Gobernador ha sidoarrancado al pueblo de mil modosodiosos que hacen Insoportable esaafrentosa tiranía; los ciudadanosmás humildes, los que menos bienarmados están para reclamar susderechos, han sido vendidos comoesclavos á los negreros de ValleNacional y de Ozumacín, cuandono se ha procurado hábilmente a-

rancarles el pedazo de tierra queposeían para pagar su rescate cuan-do se les ha amenazado con cincoaños de prostitución en los cuarte-es como soldados del César. El

pequeño comercio y la pequeña in-dustria, tan neoesarios para crearun medio «le prosperidad general,desfallecen por el monto de las ga-belas particulares del Estado, apar-te de los odiosos impuestos que hayque pagar á la Federación paraque el Autócrata y sus ministros y¡us lacayos puedan medrar á costa

de la miseria pública. Los traba-adores, esa masa sufrida que pro-

cura la riqueza de los amos enambio de la infamante limosna

que obtiene como premio al sacri-ficio que hace de su fuerza y de suporvenir; esa multitud taciturnaque no ha aprendido todavía á ru-gir como león y que se deja explo-ar como cordero; esa masa com-

pacta de obreros inconscientes desu fuerza y del derecho qne tienená gozar de los beneficios de la clvi-ización, ya que á ellos se debe el

progreso; esos obscuros héroes que'orman la inmensa mayoría del Es-ado, tienen sobre sí las garras de;os que cobran la capitación; laamenaza constante de ingresar alEjército para el servido de la tira-iaía ávida de sangre de trabajado-es que la sostengan para oprimir

á sus liermanos. Y los profesio-nistas, en todo el tiempo de la domi-nación pimentelísta, han sufridoultrajes que nunca deben olvidar.~or sus principios liberales, el al-ivo correligionario Prof. AdolfoX Gurrión, -fue destituido delmesto de Profesor de la Escuela

Industrial; también por sus pfinci-ios liberales fue atropellado por

Fernando de Gyves, delegado detiranía er? Juchitán, de cuyo

Distrito es el azote como Jefe Po-ítico. Los Lies. Ismael Pug'a yolmenares, y Heliodoro Díaz

Quintas, Profesores que eran deDerecho en el Instituto del Estado,"ueron destituidos como educado-es de la juventud por el "delito"le no formar parte del círculo deacayos que adulan al jesuíta Go-ernador de Oaxaca. Todos los

hombres honrados han preseñcia-o el descaro de la tiranía de Emi-

io Pimentel.En los áltimos cuatro años, so-

amente los ciegos habrán dejadode ver la dilapidación que se hahecho de los fondos públicos, Unirviente de la tiranía, el Lie Bo-años Cacho, ha demostrado quePimentel se roba el dinero del pue-' lo. Muy claras están las cuentasde Bolaños Cacho, que debe deplo-rar no haber sido él quien se apro-vechó del dinero.

Y en cuanto al ramo judicial,quién no teme la presencia de unuezde los que compransus empleos

á Emilio Pimentel? ¿Qué hombrehonrado no se siente cohibido enos estrados judiciales cuando es)reciso ocurrir á ellos? ¿Y de qué)roviene ese temor á los ejecutores

de la ley? Es que los jueces noon los administradores de la jus-icia, sino los verdugos del pueblo,

los sicarios pagados para ejercitarvenganzas y no para administrarjusticia. La judicatura es un co-mercio infame que se sostiene conel dolor de los ciudadanos.

La báquica tiranía de MartínCacle, el sátiro decrépito que apes-tó con sus vicios seniles la ad-ministración oaxaqueña, ha persis-tido sin solución de continuidad.En una orgía perpetua, de que sonteatro los salones del Palacio deGobierno, se derrocha el dineroque por la fuerza se arranca á loscontribuyentes, y de ahí que nin-guna mejora material de impor-tancia se haya podido emprenderdurante el tiempo que lleva de o-primir Emilio Pimentel. Los tira-nos de otros pueblos y otras épo-cas siquiera eran artistas. Levan-taban monumentos, construían tea-

Page 4: raza muere. - Archivo Digital de Ricardo Flores …archivomagon.net/wp-content/uploads/e3n1.pdfun Partido poderoso que cuen-con los elementos necesarios ira poner un dique á los des-damientos

REGIÍN3HAGIQN

tros, formaban museos; pero nues-tro» toscos tiranos so conformancon aumentar sus caudales y de-rrochar el dinero torpemente ad-quirido en ofender al pueblo conel espectáculo de festines dignosde jefes de hordas bárbaras. Noha habido dinero para escuelas; to-do se ha consumido en champagneó formar el capital que se procu-ran los hombres que nos gobier-nan. Loa' maestros oaxnquefioavisten como pordioseros,' mientrasEmilio Pimcntel y sus secuacestienen dinero de sobra para sus vidos hediondos.

Se nos dirá que lo mismo quesucede en Oastaca, pasa en los d emás'Estados de nuestra Patria, yno podremos negar que en efectoasí es; en toda la Rapública suce-de lo mismo y de ahí que el des-contento sea general. Pero ahoraque hay una oportunidad de queOaxaca se sacuda para siempre elyugo de la titania, no hay quedesperdiciarla, y hay que trabajarempeñosamente por que el Estadoreconquiste su soberanía. Para e-llo, es preciso que en los próximoscomicios lleve el pueblo una candidatura que sea capaz de triunfar.Hay que procurar un candidatoque no se doblegue á las exigen-cias del Dictador Porfirio Díaz.

Hemos observado que todos losque se preocupan honradamentepor el porvenir del Estado de Oa -xaca, procuran que el candidatosea un hombre que no tenga ligascon la actual Dictadura. Un laca-yo del Dictador sería un nuevoEmilo Pimentel en el Gobierno deOaxaca.

Sin embargo, sabemos que haypersonas que pretendan postular áFélix Díaz, el sobrino del Dictador que en las pasadaseleccioneses-cupió la faz del pueblo renuncian-do su candidatura, cuando se loordenó el Tirano. Postular á Fé-lix Díaz, es postular á Pimentel.Félix Díaz es un individuo sin ca-rácter que si se encuentra ocupan-do una posición oficial como jefede gendarmes en la Capital de laRepública, se debe á la protecciónque le dispensa su tío. Por sí solo,Félix Díaz no habría alcanzado nila plaza de gendarme.

Basta con que Félix Díaz sea elsobrino del Dictador, para que sucandidatura sea desechada por loshombres honrados, por los que noesperan empleos ni favores del nue-vo Gobierno. Para que la luchasea noble, es necesario luchar des-interesadamente, por principios,por convicciones y no por la espe-ranza de obtener del gobernantetriunfante el pago del apoyo quese le haya prestado. Luchar á fa-vor de Félix Díaz, es luchar porun puesto en la administración oa-xaqueña, y eso no deben hacerlolos verdaderos liberales. Algunosque no han podido obtener ganan-cias de mala ley bajo la adminis-tración de Emilio Pimentel, pien-san compensarse bajo la adminis-tración del nuevo gobernante. Pa-ra esos mercachifles de la política,no es el candidato un hombre quepueda hacer el bien*g-eneral, sinoel hombre que los beneficie á ellosexclusivamente. Si Pimentel lesdiera algunas de las migajas quele quedan después de las franca-chelas en que derrocha el dinerodel pueblo, serían partidarios acé-rrimos de Pimentel. Pero esa noes lucha que dé honra; esa es lalucha de los canes famélicos quese disputan un hueso corrompido;esa es la> lucha mercenaria, la lu-

. cha llena de vilezas que solamentedeben emprender los hombres sinhonor. El pueblo oaxaqueño de-be luchar con desinterés, con ver-dadera abnegación. Se trata de lalibertad del Estado y del bienestarde todos y no de unos cuantos am-biciosos, y por lo mismo debe des-oir á todos los que pretenden a-rrastrarlo para que postule á eunu-cos de la laya de Félix Díaz, de Be-nito Juárez hijo, de Fidencio Her-nández y otros que se han pasa-do la vida incensando al César.

Si la candidatura de Feliz Díazes despreciable por tratarse de unlacayo del Dictador que ofendió alpueblo la vez pasada renunciandosu candidatura, la de Benito Juá-rez hijo resulta bochornosa. Beni-to Juárez hijo, por el honor de supadre el Gran Juárez, debería re-nunciar al sueldo de Diputado conque lo proteje el Dictador, el Dic-tador que fue enemigo encarnizadodel Benemérito de las Américas;el Dictador que injurió al IndipInmortal con los epítetos más soe-ces que no ha podido olvidar lahistoria. Benito Juárez hijo des-honra al Patricio porque está sir-viendo de lacayo al hombre quepagó á Bulnes para que deturpasela memoria de su padre, pues todoel país sabe que Porfirio Díaz pa-gó mucho oro á Francisco Bulnespara que escribiese el libelo "Elverdadero Juárez."

También se habla de la candida-tura de un tal Eutimio Cervantes.Si el pueblo oaxaqueño ya no tie-ne hombres, será preferible que pi-da al Sultán de Turquía uno desus eunucos para que lo gobierne.

No es posible reprimir la cóleraante los que solamente piensan ea

un cambio de tirauoa para catarbien con el nuevo. El pueblo 6a-xaqu.efio deb?, seguir una. ennda-didatura que garantice su bienes-tar. Si no hace eso. es preferibleque no luche; que siga siendo es-clnvo ya que no quiere reconquistarvirilmente, como es su deber, la li-bertad'de que carece. Si ha de su-ceder á Emilio Pinieutel otro Ins-trumento de la Dictadura, es mejorque el pueblo se cruce de brazos yse deje de farsas de las que sola-mente se aprovechan los picaros yles histriones.

Falta poco tiempo para las elec-ciones. Si se decide el pueblo áluchar por la libertad, ya uo debe,perder tiempo.' ' La tiranía está or-ganizada desde hace treinta años yea un enemigo al que hay que opo-ner una fuerte organización cívica.El pueblo debe escoger su candida-to, cualquiera que sea, con tal queno tenga ligas con la Dictadura yque se trate de un hombre de ca-rácter". En cada Distrito del Esta-do deben fundarse Clubs electora-les que envien sus delegados á unaConvención destinada á descutirlas candidaturas que cada grupoproponga. Mientras mayor uni-formidad haya en las candidaturas,mas fácil será obtener el triunfo.

No hay que temer a la tiranía.El miedo es el que nos esclaviza,no tanto la Dictadura, que si tienepreponderancia sobre todos nos-otros, es porque no nos hemos he-cho el propósito de humillarla;que se funden los Clubs, que sepongan en comunicación entre síy acuerden el día en que debanreunirse los delegados para dlscutir las candidaturas. Pero hay quetrabajar con toda actividad, y, so-bre todo, con honradez. No hayque trabajar con'el deliberado pro-pósito de obtener recompensas des-pués del triunfo, que no hay mejorrecompensa que la felicidad de to-dos.

A nuestros correligionarios.

La acusación que vinú á presentarcon ti a este periódico el instrumentode la Dictadura Manuel Esperón y dela Flor, á quien bastante ba exhibidola prensa y á quien acabaremos de ex-hibir ante loa Tribunales el próximo12 de Marzo que se verificará el Jara-do, nos ocasionó graves trastornos deqne todavía no logramos reponernos.

Lo peor de todo íné la suspensiónde REGENERACIÓN, ocasionada, notanto por el encarcelamiento del Di-rector, Jefe de Redacción y Adminis-trador del periódico; sino por la faltade elementos en que sos dejó el em-bargo que sufrimos de nuestra im-prenta y oficinas. Por el mi amo tiem-po, se noe comunicó de Washingtonqne REGENERACIÓN dejaba de estarregistrado como artículo de segundaclase, y esto agravó irremediablemen-te las dificultades que había para se-guir publicando entonces nuestro se-manario.

El oro de la Dictadura, derrochadopor Esperón, alcanzó lo que nuestrosenemigoB se proponían: impedir lapublicación de nuestro periódico, paraqne el grito de la verdad no pudieradenunciar á los déspotas ni infundiralientos y rebeldías en el ánimo de losoprimidos. Pero el triunfo de la tira-nía no podía ser, como no ha sido niserá nunca, duradero. Los amigos deREGENERACIÓN, loa liberales honra-dos que aman la lucha y quieren ver ála Patria libre de opresores y explota-dores, ee apresuraron á ponerse delladode los perseguidos,y con sus gene-rosos auxilios lograron qué la Dicta-dura quedara burlada en su empeñonecio de romper las plumas implaca-bles que la acusan

Ahora REGENERACIÓN vuelve alcombate, pero Berá preciso que los co-rreligionarios le impartan la más eficazayuda para que pneda sostenerse. • Nohay elementos para trabajar; loe quese habían podido reunir en diez mesesde labor, desaparecieron en el embar-go, y ahora hay que comenzar de nue-vo. Este número se publica con ver-dadero sacrificio, y con los gastos he-chos en él, queda exhauBta la caja deREGENERACIÓN. Careciendo de re-gistro como artículo de 2a. clase nues-tro periódico, hay qne hacer gastos e-normes para-enviarlo á los subscrip-tores por conducto seguro.

Para que REGENERACIÓNpueda sostenerse, pedimos á nues-tros correligionarios ayuda inme-diata. Ellos deben tener en cuen-ta las condiciones especiales en quese encuentra esta publicación, y de-ben saber que no cuenta con otrosrecursos que los que los liberales leproporcionen. Por lo demasiadocostoso que resulta ahora el perió-dico, y por no saber todavía los fon-dos de que podrá disponer para sos-tenerse, no hemos querido compro-meternos á hacerlo semanario, co-mo antes era, sino solamente quin-cenal. Pero en cambio de esto, he-mos procurado que vaya más nu-trido y contenga más original queanteriormente.

Hemos comprobado más de unavez que los buenos liberales sabencorresponder á nuestros esfuerzos,como nosotros correspondemos tam-bién á las simpatías y confianza quenos dispensan. Por eso estamosseguros de que no dejarán de ayu-darnos ahora que, tras de grandestrastornos y dificultades, volvemosá nuestro puesto de combate, levan-tamos nuevamente el flagelo sobrelas espaldas de los opresores y rea-nudamos la lucha que las persecu-ciones de la Dictadura nos obliga-ron á suspender hace cuatro meses.

Sabemos que nuestros correHgio-

narlos nos atenderán, y'por ello lesanticipamos nuestro reconocimien-to. ( i,

No cerraremos estas, líneas sincumplir con un debeir de gratitud.Estamos profundamente reconoci-dos & todos los que, en una ú otra

forma; > nos ayudaron con motivodel proceaode REGENERACIÓNy hacemos presente nueato agrade-cimiento por los beneficios recibi-dos tanto de loa ciudadanos libera-les, como de la prensa honrada de

i México y de este país.

h1 Eii una población de Campeche yen vnrlne del Estado de Yucatán, eehan registrado últimamente exploeio-nes de bombas do dinamita. Aunqueesas bomban no dieron el resultadoque se deseaba, 8] Amenazaron Berin-mente la vida de algunos funcionarlospúblicos oontrn loo que iban dirigidas,y puBleron en alarma a los Gobiernosy A no pocas gentes timoratas ó su-perficiales que ante esos actos de su-prema doaosporaoióDi se Imaginanpróximas á perecer entre loa horro-res de un cataclismo social.

81 estas buenas gentes pensaran consu cerebro y ei lo quo hay en sus al-mas de noble y humanitario no estu-viera pervertido por las dootrinaaen-vilecedoras que propalan los que opri-men y explotan á loa débiles; si estasbuenas gentes, deolmos, razonarancon independencia, en vez de repetirinconscientes lo que 16s predican losamos y loe déspotas, no ae escandali-zarían en tan alto grado ñute las ex-plosiones de bombas, ni pedirían alGobierno tremendas medidas repre-sivas, ni se figurarían que la manoaudaz que destituye aun opresor,pre-tende el desquiciamiento de toda lasociedad. '

Nosotros, ni nos asombramos ni nosescandalizamos de que er» México secomiencen áttaar los procedimientoscon que el pueblo ruso ee ha desheohode algunos de BUB tiranos* Sabemosque én oiertaB sociedades y en ciertasépocas, IOB estallidos de bombas sontan naturales é inevitables como loadeBarregloB físicos en un organismoenfermo. En las eooledadeB como enla naturaleza, todos los fenómenostienen BU razón de aer, y pedir á losGobiernoB que supriman loe actos dedesesperación y de represalia en unasociedad oprimida, ea tan necio oomoimplorar de los dioses que suspendanla erupción de un volcán en plena ao-tividad. Ya pasó el tiempo en que IOBGobiernos eran infalibles y los dioseshacían milagros. Dejémonos, pueS?de declamaciones y aspavientos, y sinos disgusta sentir herido el -ámpanoy deslumhrados IOB ojos por la explo-sión de una bomba, y si nos repugnaque nod salpique la sangre del hono-rable funcionario despedazado por ladinamita,buequemoB los antecedentesdel estallido que tacto nos desazona,obBervemos las causas que IOB produjeron, y destruyámoslas, si de tantosomos capaces. Desaparecidas lascausas, estemos seguros de que des-aparecerán también IOB efectos es-truendoBos y sangrientos, que tantotnrban nuestra apacible tranquilidad.

¿Es México el primer pSTs en quelas bombas descuartizan óJ amenazaná loa hombres de a atoridaü? ¿Son losmexicanos los inventores de ese pro-cedimiento terrible para matar tira-noB?

¡Ciertamente que no! Antes de queen México estallara la primera bomba,muchas habían regado de cadávereBel suelo de la oprimida Rusia. La lec-tura de la prensa diaria nos acostum-bró á ver sin extraSeza gue, un díatras otro, reventaran las mortíferasbombas al paso de loa, funcionariosmoscovitas. En el Imperio de IOBCzares y de loa nobles, en la tierra delos mujiks taciturnos y de loe cosa-cos brutales, es viejo y casi vulgar elhecho revelador y trágico que ennuestra Patria se registra por vezprimera. Los mexicanos no han in-ventado las bombas; no han hecho, alasarlas, otra cosa, que seguir el ejem-plo de loe rusos.

¿Por qué—debemos entonces pre-guntarnos,^-por qué en México se í-mitan los procedimientos empleadospor el pueblo de Rusia contra sus go-bernantes?

Porque el Gobierno de México tam-bienimita IOB procedimientos de IBautocracia rusa para mantener al pue-blo en la esclavitud y en Ja miseria.EBO'estodo;' 'I

En México se ven estallar bombasexactamente por la misma razón queen Rusia, y si tuvieran esto en consi-deración las "buenas gentes," tantose asombrarían de qne se lanzara unabomba contra un cacique de Yucatán,oomo de qne se arrojara contra el Go-bernador de MOBCOW.

Las condiciones de nuestro país sonlas mismas que todos los pnebloe civi-lizados han condenado en la Rusiabárbara del absolutismo imperial y dela servidumbre popnlar- Nosotrostambién estamos dominados por unAutócrata y una casta de privilegiadosque consideran que la Patria es pro-piedad saya, de la que pueden dispo-ner á BU antojo, sin tener para nadaen cuenta al pueblo que ea ella nace,,vive y trabaja. Porfirio Díaz, no yaen nombre del derecho divino, sinoen nombre de la fuerza, ejerce la au-toridad con más absolutismo que Ni-colás II; un grupo de favoritos, esco-gidos entre lo más infecto'de la €BCO-lia humana, lo ayuda á oprimir y árobar al pueblo, y encabeza la castaprivilegiada; y completan esta castaalgunos bribones enriquecidos quesirven incondioionaimente á la tira-nía, porque se aprovechan de ella pa-ra explocar al desvalido .trabajadorEl clero, esa raza maldita/de embau-cadores venerables y ladifonee com-pungidos, está con todos para perdo-narles, en nombre de Dios y por unpuñado de monedas, los más horren-dos crímenes y los más inhumanos la-trocinios La casta sacerdotal tienetambién fuero para abusar de los pa-rias, y tanto para esquilmarlos fácil-menee, como para corresponder á lasconcesiones de los gobernantes y á laslarguezas de los ricos va por campos yciudades, predicando la sumisión, san-tificando la pobreza, bendiciendo laesclavitud, y agostando con la aridezde BU palabra embrnteoedora, la im-precisa germinación de rebeldías quelate en el cerebro del oprimido. A lalabor del fraile ae nne la del turifera-rio que, para tener derecho á recogerIsa migajas en el festín de los podero-sos, también glorifica la infamia ypreconiza la abyección. T para losqne no es someten pos eabruteol-

j a tiranía, tieno*bayonetea,;ycárceles y tofttnW .'- ' W

M pueblo no es nada; Bolo le tocaobedecer y trabajar, sor la bestia decargado loa privilegiados, acapara-dores do la autoridad y la riqueza. NoBolamente se encuentra el pueblo des-pojado de derechos políticos, despo-seído de prerrogativas oludadanne,sino que vegeta en la más doloroso,esclavitud material. Loe que, por lausurpación, se han adueñado de la tie-rra, roban al jornalero, contentando-Be con darle de quince á treinta y sietecentavos por una labor de doce áquln-oe horas, labor amarga y dura quesólo aprovecha al holgazán inútil aca-parador del Buelo. Y máa desgra-ciados son aún los que trabajan paraloa esclavistas de Yucatán, de Oampo-ohe, de Oaxaca. tNo sólo derrochanana rigores en el suroo, por un jornalirrisorio, sino que viven oomo prisio-neros en las uncos, azotadoB Comobestias, torturados de mil modos porcapataces inhumanos, y recibiendopor toda recompensa á aua fatigas e»normes, una mala comida que apenaslea eirye para no perecer. En laa mi-nas y en las fábricas se roba al traba-jador, no pagándole en metálico BUmiserable jornal,' sino toándoselo enefeotos de la peor calidad que la tien-íajde raya Je carga,- ft .preoíoa 'fabulo-sos. Esto, aparte de lo que arbitra-riamente ee le rebaja para- culto cató-lico, módico que nunoa^ atiende á losenfermos, & &. El obrero de laa ciu-dades, el más afortunado, percibe enefectivo su mísero salario, pero en«amblo, la vida le resulta muy cara, yla miseria lo tritura, oomo á todos.Lo característico en nuestro país, ba-jo la actual tiranía, ea que el puebloesclavizado, maltratado, ó simplemen-te robado, trabaja oomo los siervos deIOB antiguos conquistadores para en-riquecer á un grupo insignificante dedéspotas y amos.

Contra tanta opresión y tanta mise-ria, el pueblo no encuentra defensa,por más que amontone reclamacionesen loa pupitres de loa Jueces ó preten-da mover con súplicas el corazón en-callecido de los altos dignatarios. Nohay justicia niipiedad para los parias:deben Boportar todos IOB yugos y to-dos los ultrajes, sin protestas, sin cla-mores, tragándose sus lágrimasDeben someterse ciegamente: así lopide el Interés de la Autocracia} asílo impone la avaricia de los explota-dores; asilo exige la felicidad de loeprivilegiados.

En sociedades de tan inicua organi-zación, no todos pueden hallarse con-lormes. Entre la masa incolora deilotas, hay también hombres, y estoshombres no pueden soportar con cal-ma ni la condición miserable á queellos mismos se encuentran some-tidos, ni el espectáculo desganadory vergonzoso de un pueblo arro-dillado ante unos cuantos malhe-chores galoneados. Las tiraníasno solo pesan sobre seres débiles áquienes se aterroriza con prisiones ymatanzas, sino también sobre es-píritus viriles que odian toda opre-sión y en quienes los actos de bar-barie solo provocan cóleras sobre-humanas y justos anhelos de rei-vindicación. Son las almas rebel-des, destinadas á señalai á los opri-midos el camino de la redención.

Éntrelos millones de víctimasque el despotismo aplasta, puedehaber algunas que sientan con másintensidad la humillación propia yagena, que llegues á no poder so-portarla, y experimenten con ímpe-tu irrefrenable, la necesidad de er-guirse, de gritar .¿u-proteste^de,^-teriofizar su rebelión, de escupirsus odios á la faz de los tiranos yde lanzar el rayo de sus cóleras ála frente de los verdugos.

Los hombres que así sientan, ten-dráu irremisiblemente que traduciren hechos sus acariciadas ideas. Co-brarán, pero, ¿cómo? No todoslos temperamentos, ni todas las in-teligencias, ni todas las voluntadesson iguales, y varios hombres pue-den manifestar un mismo sentí -miento de modos muy diversos. Losenemigos de la tiranía pueden com-batirla con distintos procedimien-tos: los hombres cultos, observado-res yjpacientes, tomarán la pluma,envolverán en su palabra su odio ydesde la prensa y el libro, haránestallar el fuego de su verbo al pa-so de los tiranos; los hombres sinilustración, los que no saben de lavirtud suprema del vocablo nicomprenden que la hoja impresalleva el germen de las grandes con-mociones-s,ociales^lps,fliieA§óJlp( pai\ran al esbirro que los atropella, alfuncionario que los roba, al Go-bierno que los trata como bestias,confundirán con la dinamita suodio desesperado, pero justo, y a-rrojarán sencillamente una bombacontra el más próximo de sus o-presores.

He aquí las causas por las queen Rusia y en México y en todoslos países sin libertad ni justicia,se registran explosiones de bom-bas, con ó sin descuartizamientode funcionarlos públicos. Dondelas autoridades se sostienen contrala voluntad del pueblo, y para sos-tenerse burlas todas las leyes y norespetan ni la vida de los dudada-no§, so es de extrañar qne, de

cuando'en cüáüdo, esas autorida-des sea» víctimas dUerrlbles ven-ganzas. El Crimea, la injusticia, laperversidad, pueden hacer brotar

& su paso'bombas de dinamita másfácilmente que flores de gratitud.

Estamos de acuerdo en que no esagradable para nadie ese frecuenteeBtallar de explosivos mortíferosen las calles de las ciudades 6 pue-blos, pero no creemos que esto pue-da evitarse con medidas policia-cas, por" rigurosas que sean! Seevitarán, sí, las' explosiones debombas, destruyendo las causasque las han originado; destruyen-do los abusos, los latrocinios» losaaei»}áatQfl ato f o n d ó n de causa,las corrupciones de la justicia, lasviolaciones de garantías, las su-plantaciones de la voluntad popu-lar; en suma, todo lo que hoy tie-ne ál pueblo desesperadamentedescontento, todo lo que ha en-gendrado en la sociedad un ma-lestar profundo, del que los esta-llidos de bombas no son sino unsíntoma, bastante claro por cier-to.

¿Quién podrá poner este reme-dio, el único eficaz, al mal de quenos ocupamos? ¿Tendremos lanecedad de pedirlo á la Dictadu-ra? ¿Le suplicaremos que no seacriminal, ni despótica, ni ladro-na; es decir, que se despoje delas condiciones que le son preci-sas para existir? ¿Le pediremosen una palabra, la abdicación?

No haremos tal cosa, porquesabemos que la Dictadura no es-cuchará nuestro ruego.

Si queremos una sociedad li-bre y1- justa, t sin esclavitud, > sinexplotaciones/ s in ' matanzas,'ypor ¿anto,' sin bombas de dina-mita, lo que haremos—y debemoshacer—es organizaría nosotrosmismos, comenzando por quitár-n o s l e encima la Dictadura dePorfirio Díaz, que es el primerobstáculo á nuestra felicidad.

BASESPara la constitución de agrupacio-

nes liberales que se establezcanen coneccion con la Junta Orga-nizadora del Partido Liberal Me*xicano, y deberes de esta Justa.

Principios generales.

I.—Se reconoce que la Dictadura dePorfirio Díaz, emanada de la usurpa-ción y sostenida por la fuerza, ha lle-gado á tal extremo de corrupoión y ti-ranía, que es un deber ineludible' delpueblo mexicano combatir por toaosios mediOB posibles esa Dictadura,hasta lograr so completo derrumba-miento y la restauración de la Demo-oraoia en México.

II.—Mientras IOB ciudadanos inde-pendientes permanezcan dispersos, ypor tanto, sean débiles,,nada prácticopodrán hacer por la cansa de la liber-tad. Sus esfuerzos aislados se estre-llarán en el poder que dan á la tiraníalos machos elementos de que disponey la cohesión de sus individuos, Es,pues, preciso, para igualar las condi-ciones de la lacia, que los indepen-dientes dispongan de elementos comola tiranía y estén compactamente uni-dos como lo están los opresores.

III.—Siendo los principios liberaleslos que inspiran á los que lachan con-tra el despótico régimen actual, esosprincipios serán la bandera de unión.Los primeros trabajos serán para reor-ganizar el Partido Liberal.

IV.—-Los medios para obtener est-reorganización aon: constituir en Mé-xico y en los Estados Unidos don-de resides mexicanos, agrupacionesliberales, públicas ó secretas, segúnconvenga á loe intereses de quieneslas formen y conforme á las inatrncoiones especiales qae máa adelante seencuentran, y declarar los'ciudadanosqne aniden aislado*,' su"adhesión- elPartido Liberal; contribuyendo todos,moral y pecuniariamente, para los di-versos trabajos que tiene que realizarla Junto Organizadora del Partido Liberal Mexicano y para los auxilios quedicha Junta debe proporcionar á los li-berales perseguidos. ¡

Agrupaciones en México.'

I.—Los ciudadanos liberales de anamisma población, constituirán ana a-grnpaoióu política, secreta, de acuer-do oon la excitativa de la Junta Orga-nizadora del Partido Liberal Mexica-no.

Hji-Bl objeto de Ja Wrapaolónaernlaonar »or la calda de la nota»! Dicta-dura y U reuífiaraolúQ de la.DemocHK •ola en México, y sus Inmediatos fcru-feA5«JB tenderán á la ]?eprgan|l ««otón delPartido Liberal. 'III.-i-Al oonstituirao la agrupación ae

levantará un neto, en que constarán losBiKUlpntos punios principales: Profcoa-ta|9olomne,do todos loe mlembroSi deser Heles A los- principios liberales yde luchas deoldidamonto por su implantaoión en Móxloo; declaración de

b? ub ti*S T 5 o n 8 t l í n o l o n B l e l Go*

»" y "revista",; manifestación de

i""vn -"••'"•••»•»•"« Mexloanoi y oro-tosta|de apoyarla^ secundarla en sostraotijoB por la causa, de la- libertad.

citada Jauta, y cada uno de los miem-bros ele la agrupación enviará tam-bién, si no lo BE hecho y a, un cupón delos que se han distribuido, debidamen-te lleno. . , 7

IV.—Los miembros de la agrupaciónse reunirán cuando menos una vezpor mesi para comunicarse las noti-oias tfolítíoas que conozcan ó los tra-baJOB que algunos hayan hecho; paradiscutir spbro los medios mejores pa>ra ampliar la propaganda liberal y a-preeurar la calda del despotismo;! pa-ra conooar la correspondencia quo leshaya iirlgido la Junta, y tratar?en fln,cuanta pueda sor de Interés para laoausa Uno de loe miembros queda-rá comisionado para enviar á la Juntauna cbrrespondencla sobre la reunióny remitir á la vez las cuotas mensua-les (1 todos. , t

V.- Son deberes particulares de losmien broa de la agrupación: guardarseore|to sob- te la existencia dela dolama; o n m p l i r l a s pro-testas q u e hlolerou en el acta deinstalación; procurar el ingreso denuevps adeptos al Partido; haoer pro-paganda de las ideas liberales, espe-cialmente en.favor de la unión, pro-curar la circulación de los periódicos,folletos y hojas que les remita la Jan-ta; dbrar privad^ y públicamente'co-'mo liberales Independientes, cumplircon sus deberes oivicos y rechazar desus Hogares la malsana Influencia delclerol dando á sus familias una edu-cación conforme ú las sabias y e-mandipadoraB dootrinas liberales.

(CONTINUARA).

A( UERDOS DE LA JUNTA.

—Rnblíquense las Bases para la Or-ganización de Olubs en México y Esta-dos Unidos. ,. .

—tfaírase á los correligionarios Gar-los I. EsoofBé, Tomás Pérez Ponce yJosé A. Vadillo, de Mérida, Yucatán,la se ganda remesa de la cantidad conque 11 Junta tiene acordado auxiliar-los m ientras permanezoan en prisión.

—Suspéndase la remisión al Hr. Prof.Adol o O. Qnrrión, por haber quedadoen líl ertad dicho correligionario.

E C AHDID ATO1 DE OAXACA.

C >mienza á debatirse éntrelosgrupos inbependientes del Ksta-dojle Oaxaía, la cuestión del can-dií ito que, ofrezcal mayores ga-rar tías para el triunfo de la cau-sa i el pueblo contra la tiranía.

£ 1 elemento sano, los indepen-tes honrados, se han fijado en lapersona del Dr. Aurelio Valdi-vie: o para que sea la bandera delpu blo en la próxima lucha elec-tor ¡1.

I iasta ahora, es la única candi-datura seria que hay, pues las deFé ix Díaz, Benito Juárez hijo,

encio Hernández, EutimioCe; vantes, Miguel Bolaños Cacho

tros eunucos, servidores in-condicionales del Dictador, nosoa apetecidas por el pueblo.

: Por falta de espacio no somosmis extensos en este importanteas 'lüto^-Tí JSn el^pr&cimo númerotrataremos la cuestión electoralcoi más detenimiento.

"El Egoísmo Norte-Americano du-rante la Intervención Francesa."

Refutación de grandes errores ver-tidos por «1 Ministro Mariscal y losDiputados Saines y Frías y Soto.

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