PLÁSTICA #03

1Marzo 2009 Año 01 Nº 03

La Bien Querida

Souvenir, Herman Dune, The Whitest Boy Alive, Centella, Hyperpotamus* * * *

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editorial¿qué hay que hacer? ¡hay que cantar !

Si la redacción de Plástica existiese, como lugar físico, concentrado y tangible, como lo es un piso con mesas, sillas, teléfonos que suenan, ordenadores que echan humo, máquina de café caliente y fuente de agua fresca, y periodistas y fotógrafos por todas partes ¿cuál sería la banda sonora entre tanta vorágine?

Plástica se hace cada mes entre muchos si-tios distintos, y en cada uno se escucha lo que cada pequeño autor quiere. El proceso de creación de un número es casi ilimi-tado en espacio y, en tiempo, no tiene más principio o final que cuando se asiste a un concierto o un disco suena, o se visita una galería o una exposición... y luego, el tiem- po termina al llegar la fecha de entrega. Y vuelta a empezar. Durante ese proceso, si existiese -con mayúscula inicial- la Redac-ción de Plástica, probablemente en ella se alternarían canciones de lo más diverso, algunas de las cuales serían instumentales, sí: este editorial bien podría estarse escribi-endo mientras suena ‘The days of Mars’ o algo del krautrock más experimental, soni-dos que estimulan la creatividad y pueden centrar la atención o mantenerse en un segundo plano.Pero, en verdad ¿qué está sonando ahora, aquí? Jonathan Richman cantando ‘Es como el pan’. Claro que sí.

Algún día, el inminente Last FM de Plástica dará fe de lo que escuchamos los que hacemos esta revista mientras la hacemos. De momento, el contenido de cada número da pistas: en marzo, se nota que la banda sonora de la redacción ha tenido letra, ha sido cantada. Ya desde nuestra portada y desde su ‘Romancero’, La Bien Querida reivindica el valor de la canción, de la voz que hace uso de las palabras y de las his-torias, tan bien llevadas al tú, al yo, lanza-das certeramente al corazón del oyente.De manera distinta, también emplean con brillantez la palabra y la voz Souvenir, Hy-perpotamus, Mi Pequeña Radio, Padi Fuster,

los hermanos Hermann Düne, Juan de Pab-los, por supuesto...

Os invitamos a leernos y a escuchar a los notables artistas que han tenido la amabili-dad de seguir sumándose a este proyecto. Las ganas de, como diría Kiko Veneno, echarse un cantecito vendrán solas, sin duda.Y volviendo -para terminar- con el amigo de gran Kiko, el grandísimo Jonathan Rich-man, pocos como él nos ha alegrado en vivo a lo largo de lo que llevamos de 2009. El bienhumorado genio de las melodías pe-gadizas y las letras sencillas y certeras, nos regaló en su concierto lo necesario para el tramo final antes de sacar este tercer número de Plástica: las ganas, irrefren-ables, de cantar mientras se trabaja. Ganas de dar el cante que, entonando ‘Vampiresa Mujer’, no se nos pasarán fácilmente.

Porque ¿qué hay que hacer? Hay que can-tar. Y ¿cuándo? ¡Siempre!

info@plandefuga.org

¡Oh, todopoderoso anunciante!Que a la crisis no quiere ceder

Présteme su buen nombreY sus ingresos verá crecer.

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Vestido Kling / Fotografía: Mercedes Hausmann

“Recuerdo cuando mis hermanos me regalaron mi primer disco que me in-

spiró a componer mis primeras canciones en secreto, fueron en castellano y

ese disco-vinilo fue de Álex y Cristina. Fue entonces cuando comencé a sen-

tir algo por la música, con 6 años. Cogí el palo de la escoba y frente al es-

pejo bailé y canté todas las canciones de aquel disco vestida como si aquella

pequeña de 6 años fuese aquella joven rubia de la portada. “

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ILUSTRACIÓN RICARDO CAVOLOTEXTO RAÚL QUERIDO

LA CRISIS DE LOS FESTIVALESlo que nace (demasiado) grande...

parte 1

Lo que nace demasiado grande, des-proporcionado, suele tener un final antic-ipado o, cuando menos, ha de obligarse a un tremendo esfuerzo de adaptación que, cuando la cosa es ya exagerada, muchas veces no puede ni iniciarse. En los nego-cios, suele hablarse de “morir de éxito”, pero no es tanto ese el caso de los festi-vales –cuyo éxito de cartel y de prolife-ración, el pasado año, en contados casos se vio acompañado del mismo éxito de afluencia- como sí se trata del mero fra-caso de planificación en el crecimiento, así como del empleo de dudosas técnicas si lo que se pretendía era, más que bril-lar como lo hace una explosión que en seguida se extingue, durar dando luz a buena parte de ese público deseoso de disfrutar de la buena música y dispuesto a emplear tiempo y gastar dinero en vi-ajes, acampadas y abonos para ver a sus artistas favorios.

En concreto, la promotora Sinnamon, que quiso irrumpir en el mercado de los festivales a golpe de talonario, lo que además elevó dramáticamente los cachés que tradicionalmente se venían pagando en nuestro país, estaba en su legítimo derecho de buscar un hueco en dicho mercado. Pero ello no puede ocul-tar que su modelo de negocio –basado en gran parte en los ingresos provenientes

de la publicidad y patrocinio por mar-cas comerciales- no se ha sostenido al primer bandado (grave) de la economía. El resultado más patente: este año no habrá Summercase, ni tantos otros de los festivales que Sinnamon venía organi-zando. Pierden ellos, y pierden en parte el público.

Público que, no obstante, va a poder seguir disfrutando de auténticas institu-ciones musicales, como son el Sonar o el FIB, de entrañables encuentros como el que propicia Contemporánea o casi nue-vas citas, como la del SOS 4.8. Además, todo el circuito de festivales de rock, siempre entre los que mejores carteles presentan. O el Primavera Sound que, este año, como viene siendo habitual, se supera al reunir artistas que, sin caer en lo evidente, conforman la mejor nómina de talentos que se verán a este lado de los Pirineos. Al final, lo suyo es que, lo difícil, sea decidirse a qué fiesta unirse.

Hay pues razones para celebrar que, probablemente, ahora que empieza el buen tiempo, tendremos un festival cer-ca de donde vivimos, esperemos que a un precio razonable. Y que, si hay que hacer un viaje o gastar un poco más para disfru-tar de uno, merecerá la pena sin duda, por el ambiente y, claro, por la música.

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TEXTO RAÚL QUERIDO

Nacido en 2001, el Primavera Sound ha ido creciendo año a año, sosteniblemente en lo que a espacio se refiere –del entra-ñable marco del Poble Espanyol pasó al recinto del Forum- y siempre sostenido en un valor fundamental: la calidad del cartel. Más allá de sensaciones de tem-porada, el que un grupo participe en al-guna de las ediciones del festival barce-lonés es garantía de que tiene algo que contar. El público eso lo sabe y responde: mientras en otros certámenes uno se desplaza, directo, del escenario donde toca un artista ya conocido, a otro, donde va a llegar el turno de otro del que tam-bién sabemos qué esperar, el Primavera, además de un cierto número de grandes nombres, tiene su principal valor en la bendita sorpresa, poder pasearse entre actuaciones que no sabemos qué van a ofrecernos y descubrir a través de ellas a geniales músicos a los que empezar a seguir los pasos.

En 2009, la tónica de presencias espe-radísimas entremezcladas con las de artistas menos conocidos a los que no hay que quitar ojo, ni oído, se mantiene. Vamos con un repaso rápido sobre una pequeña parte de lo que el cartel ofrece:

Grandes mitos: poder ver a lo largo de tres días consecutivos a My Bloody Val-entine –por partida doble, con un con-cierto en el Auditori que promete dejar-nos sordos de placer-, Sonic Youth, The Jayhawks, The Bats, el ilustre Neil Young o incluso Michael Nyman, justificaría por si solo la visita al Forum, ¡pero hay mucho más!

Delicatessen de clásicos: conciertos que nunca defraudan, como los de Yo La Ten-go, o que prometen sorprender, o como los del inimitable Jarvis Cocker –que ahora intercala lecturas en sus shows, y los termina con una sesión musical dis-

cotequera-, se mezclarán con nombres clave de las diversas caras del after punk y el primer indie como A Certain Ratio, The Vaselines, Throwing Muses o los algo posteriores Th’ Faith Healers; o con la electricidad desatada de Spiritualized o la abstracción “kraut” de Sun O)))

Ruído, furia... y calma chica: un festival que se precie no debe privarse de un mo-mento dedicado al ruído del garaje. En el Primavera habrá una buena ración de guitarras sucias y ritmos crujientes, de la mano de Jay Reatard, The Drones, los “guarreras” Black Lips o los extremos Fucked Up. De la que habrá que rela-jarse después, alentados por ejemplo por el sosiego vital transmitido por Her-man Dune, por la emotiva templanza de Damien Jurado o por el (anti)folk casero de Kimya Dawson.

Electrónica extrema y electrónica amable: ¿qué nos deparará el concierto de Aphex Twin? Difícil preverlo, pero aún más difí-cil pensar en perdérselo. Allí estaremos, como estaremos viendo a Spectrum o a Dj Mehdi que es de suponer meterá “kaña” –sí, de esa que se escribe con K-. O a Simian Mobile Disco, que continuarán agrandando su estatus como herederos de los Chemical Brothers. Y que para alternarlo con sonidos electrónicos más amables estará el pop de Saint Ettiene o la fiesta sin medida de Dj Yoda.

Música ¿negra?: por el Primavera han pasado a lo largo de los últimos años los artitas más influyentes de la historia del hip hop. En esta ocaión será Ghostface Killah, un clásico siempre que sigue en forma el que no faltará a la cita. Como tampoco lo hará El-P, un artista extremo y extremadamente pelirrojo que dem-uestra que, el rap, es, afortunadamente, un lenguaje universal. Además, otras visiones de la herencia musical negra, como el dub de la gran urbe de The Bug, cita ineludible.Lo último: este año estrena escenario el

blog musical más importante del mundo. Pitchfork media, mucho más ya que un weblog, hace gala de su influyente buen criterio agrupando bajo su sello a ar-tistas y grupos tan prometedores como Ponytail, The Tallest Man on Earth, The Pain of Being Pure at Heart, Vivian Girls o Cristal Antlers. Si alguno no se sabe dónde ir, que se acerque a donde Pitch-fork y descubra...

Los de aquí: y los de allá; de toda la geografía española, llegarán a Barce-lona muchos de los mejores artistas de la música independiente actual hecha aquí. Joe Crepúsculo y los Destuctores, La Bien Querida, Los Punsetes, Half Foot Outside, Extraperlo, Meneo, Tachenko, Klaus & Kinski, Maika Makovski, Tokio Sex Destruction, The Secret Society, The Right Ons, Extraperlo, Veracruz... de- mostrarán lo mucho, y muy bueno, que tenemos cerca.

Los que siempre suman: nombres como Deerhof, Bloc Party, Art Brut, Bat for Lashes, Andrew Bird, Tim Burgess, Shellac, Liars, Squarepusher, todos el-los con tirón y calidad, no hacen sino subrayar que en el cartel del primavera 2009 cantidad y calidad conviven con la coherencia de crear y mantener en progresivo crecimiento un evento que, a diferencia de otros, no vive esencial-mente de la publicidad por lo que, según comentaban responsables del festival en fechas recientes, el inevitable descenso económico en los patrocionios no va a suponer ni una bajada en el presupuesto o en la calidad del cartel –como ha que-dado expuesto en las líneas anteriores-, ni tampoco en las previsiones de asisten-cia. Esperemos que sea un éxito y que ese éxito se repita año tras año. Allí esta-remos nosotros, disfrutando.

PRIMAVERA SOUND 2009PARC DEL FÒRUM, BARCELONA

DEL 28 AL 30 DE MAIG | DEL 28 AL 30 DE MAYO | FROM 28th TO 30th MAY

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FOTOGRAFÍA burnaoTEXTO raúl querido

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‘Drums, sex and dance’ es el sonoro título del nuevo álbum de Souvenir, una colección de canciones que cum-plen lo que prometen: ritmos contun-dentes, ardiente sensualidad sonora y una irresistible invitación al baile.Cada vez más asentados como una de las propuestas más sólidas del pop independiente hecho aquí, el combo navarro, formado por Patricia de la Fuente y Jaime Cristóbal podría en cualquier momento trascender nues-tras fronteras y codearse con los me-jores de la escena internacional, can-tando en francés, en inglés o en lo que les de la gana.Nosotros hemos querido acercarnos al dúo, para felicitarles por su re-ciente trabajo y para que nos cuenten cómo viven ellos el momento dulce de lanzar un nuevo disco y cosechar renovados reconocimientos.

Con un ritmo de lanzamiento casi metronómi-co, dos años después de ‘64’, llega el nuevo álbum de Souvenir. ¿Cómo se hace para man-tener tan buen ritmo productivo?

Jaime: La verdad es que no nos sole-mos plantear plazos de forma rígida, pero visto lo visto debe de ser el plazo natural en el que el disco anterior ya ha tenido su tiempo, nosotros también estamos ya en otra onda y empezamos a tener claro qué cosas nos apetece hacer entonces, y cuáles no. ‘64’ ha sido hasta ahora el único disco que quizá podríamos haber prolongado un poco más, porque en este último tramo es cuando más actividad es-tábamos teniendo, lo que pasa es que ya teníamos claro lo siguiente y no que-ríamos esperar.

‘64’ ya era 100% bailable. Luego llegaron los remixes y, ahora, ‘Drums, sex and dance’. Os habeis lanzado a la pista de baile ¿definitiva-mente?

Patricia: En Souvenir nada es definitivo, puesto que nos encanta la inestabilidad y el cambio. Aunque ahora mismo estamos muy a gusto en esta situación tampoco podemos afirmar que siempre haremos música de baile.

Una de las primeras cosas llamativas del nuevo disco es su contundencia, en ocasiones con rit-mos casi industriales ¿habéis buscado mostrar vuestra cara más dura y con ella, una reacción inmediata del oyente?

Jaime: ‘64’ fue un paso muy grande pero no llegamos a realizar ese cambio al 100%, fue un primer paso para llegar a donde estamos ahora. Ha sido el tocar en directo las canciones de ‘64’ lo que nos ha llevado definitivamente a buscar este sonido. Ahí fue donde vimos cómo las canciones cobraban mucha intensidad y contundencia tocadas por una banda con batería, etc. Y quisimos recoger ese espíritu para ‘Drums, Sex and Dance’. He-mos hecho un disco pensando en todo momento en el directo.

No obstante la contundencia y que se suele con-siderar “fría” a la música electrónica de baile, tanto las voces, las guitarras y los sonidos analógicos de los sintetizadores se ponen al servicio de que las canciones lleguen con inme-diatez. ¿No queréis o no podéis dejar de hacer –y ser- pop?

Jaime: Que la música electrónica es fría y no tiene melodías es un cliché, y en esto como en todo hay de todo, y a nosotros de hecho la música electrónica que nos gusta es la que tiene melodías. Porque en el fondo a nosotros lo que nos gusta son las canciones, sean del estilo que sean. Eso obviamente se refleja en la música que hacemos. Si hay algo de lo que nos sentimos satisfechos de lo que hacemos es que hemos llegado a un punto en el que podemos combinar elementos muy dispares, de distintos estilos, y hacer que se integren unos con otros y que fun-

cione. Creemos que eso es lo que define nuestro estilo.

Cuando empezasteis, la huella de muchos de los mejores clásicos de la música popular era evidente en vuestras composiciones. En ‘64’ también predominaba un aire retro. Ahora, mostráis vuestra cara más contemporánea ¿cuáles son las principales influencias mu-sicales de Souvenir a lo largo del tiempo, y cuales las que consideráis más importantes en particular en ‘Drums, sex and dance’?

Jaime: La base de ‘Drum, Sex and Dance’ en cuanto a filosofía o actitud está, más que en la electrónica, en el rock ‘n’ roll, y eso musicalmente se refleja en las bat-erías y las guitarras del disco. Por otro lado, y después del reencuentro con los sintetizadores de ‘64’, en el que nos atra-jeron sonidos más claramente 80’s, para este nuevo disco nos ha interesado más

buscar texturas de sonido más similares a grupos de la onda new rave, como Little Boots o Calvin Harris.

Además de vuestro nuevo álbum, ¿qué otros discos son imprescindibles para organizar una buena noche de fiesta donde nadie deje de bailar?

Jaime: cuando pincho siempre llevo CSS, Duane Eddy, los Cramps, MGMT, Soft Cell, Little Richard, The Only Ones, Yelle, Tone Loc, Black Kids, Lee Hazlewood, Suicide, Lio…

En los últimos años, parece que ha habido un progresivo revival de sonidos de finales de los 70 y principios de los 80. ¿No resulta algo de-scorazonador la cantidad de grupos que se con-forman con sonar parecidos entre sí? ¿Cómo se hace para rendir tributo a la buena música de baile sin caer en el pastiche, demostrando la propia personalidad?

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Patricia: ¡Gracias! A nosotros también nos sorprende a veces ver cómo se parecen entre sí tantos grupos y que todos ellos tengan su sitio, y que eso a la gente no le resulte un problema, y que a la vez a nosotros nos esté resaltando siempre la crítica lo distinto que es lo que hacemos, cuando en cualquier otro país lo normal sería quizá lo que hacemos nosotros. Está claro que hay una gran distancia entre lo que se hace en España y en el resto del mundo. En cuanto a la segunda pregunta, siempre hemos pensado que la clave está en saber con qué quedarte de cada cosa que escuchas y te gusta.

En mi opinión, uno de los rasgos distintivos de Souvenir, a lo largo de toda vuestra carrera, ha sido la clase, el buen gusto y la elegancia, sin por ello caer nunca en el divismo ni la falta de naturalidad. ¿En quienes os habéis fijado, dentro o fuera de la música en este aspecto?Patricia: En nadie en particular, eso no es algo que se estudie. Nosotros en la música lo que hacemos es enseñar cómo somos, qué nos gusta de la vida, qué nos gusta de la música, qué estética nos gusta...

Hace muy poco disfrutamos de vuestro directo, precisamente, en la fiesta de celebración del 30 aniversario de Flor de Pasión, con el gran Juan de Pablos. ¿Qué nos diríais tanto de él, como de su programa y de estas reuniones de amigos en torno a la música que son sus fiestas?

Jaime: Para mí Juan de Pablos ha sido un maestro y un mentor. Su forma de vivir la música ligada de forma inseparable a su vida es algo inspirador y con lo que me sentí identificado la primera vez que le escuché siendo muy joven, a finales de los 80. Para un adolescente al que aquellos años le gustaban por igual Duran Duran, Chuck Berry, Emmylou Harris, Ice-T o Mink DeVille encontrar un programa en el que el eclecticismo no sólo se toleraba sino que se promovía activamente, fue como encontrar un oasis en el desierto. Lo mejor de las fiestas para Juan es segu-ramente los grupos tocando para él, pero yo me quedo sin duda con sus sesiones

de pinchadiscos posteriores.

Respecto a vuesto excelente directo, ¿qué planes tenéis? En general ¿podemos esperar un soni-do similar al disco, quizá algún nuevo acer-camiento también a vuestro repertorio más antiguo? ¿Qué le diríais al público que ha es-cuchado vuestros álbumes para que no deje pasar la oportunidad de veros en vivo?

Patricia: Como hemos dicho antes, es un disco pensado para el directo, así que se va a notar menos diferencia entre el sonido del disco y del directo. El atractivo de venir a vernos está, más allá de la propia música, en las ganas que ponemos en pasar un buen rato y divertirnos al máximo e intentar contagiar de esa en-ergía y esa diversión a la gente que viene a vernos. Los conciertos a los que nos gusta ir son aquellos en los que al acabar no puedes liberarte de las sensaciones que te ha producido, te sientes transfor-mado, y te vas de ellos impregnado de sensaciones y sintiéndote positivo, así que ese es el tipo de concierto que intenta-mos hacer. Nuestros directos combinarán todas las canciones de ‘DSD’ con algunas de ‘64’.

Respecto al disco y a los directos, os deseamos la mejor de las suertes y mucho éxito para este año y los siguientes. Y antes de terminar siem-pre nos gusta pedir un consejo o deseo final a nuestros entrevistados. ¿Cuál es el vuestro?

Patricia: Más “drums”, más “sex” y más “dance”...

SOUVENIRDRUMS, SEX AND DANCEJabalina Música 2009

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Confíe sobre todo en miQue yo le haré llenar su alcancía.

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Voces más que acreditadas pronuncian su nombre, lo se-ñalan como una de las nue-vas sensaciones del año. En-cuadrado dentro de un pop indepeniente que no teme el éxito, en la estela de gru-pos internacionales capaces de movilizar grandes multi-tudes, o de artistas naciona-les que gozan de un sólido y amplio respaldo –vetera-nos en forma como Cooper, jóvenes consagrados como Lori Meyers, o promesas a punto de consolidarse como Yani Como-, Mi Pequeña Ra-dio busca, y encuentra, su voz personal en un álbum de debut que suena muy pero que muy bien.Por eso, hemos querido acer-carnos a David Tabueña, el hombre tras este proyecto, y que sea él quien nos cuente sus sensaciones tras ver ‘Es-quiando hacia arriba’ por fin en la calle.

¿De dónde sale Mi Pequeña Ra-dio? Háblanos un poco de tu trayectoria como músico...

Empecé en el 98 en Hues-ca. Formé un grupo llamado Less con otros tres chicos de otros grupos. Nos fuimos a vivir a Madrid, conseguimos que nos editaran dos singles y un LP bajo el sello Wild Thing Records hasta que de-cidimos dejarlo y disolver la banda. Fueron siete años. Ese momento fue un punto de inflexión. Tras el paso de muchos miembros por Less y bastantes problemas decidí que no quiería más grupos y me lancé en solitario. Em-pecé a componer canciones yo sólo en un estudio case-ro que tengo y me bauticé como Mi Pequeña Radio, que viene a ser como mi pequeño mundo aunque compartido. Aparte de todo eso he estado produciendo canciones para otros discos de otros grupos y demos. Y actualmente es-toy preparando la BSO de un corto.

De Aragón ha salido gran parte del mejor rock y rap nacionales, pero también notables grupos de pop ¿vienes de una tierra espe-cialmente musical?

Lo de Aragón es increible. Pero además desde hace tiempo. Para mí es dónde mejor Rap se factura junto con el Sur del País. Del Rock ni habla-

TEXTO RAÚL QUERIDO

mos, es espectacular, solo con nombrar a Héroes Del Si-lencio está todo dicho y con respecto al Pop la calidad que hay es infinita. Estoy or-gulloso de pertenecer a esta tierra y poder decir que soy paisano de Copiloto, Pecker, Domador, De Vito, Tachenko, Kiev Cuando Nieva, Plasma, La Costa Brava, Bunbury, Am-aral y un larguisimo etc.

Tu nombre artístico evoca músi-ca e intimidad: ¿qué artistas o estilos no dejan nunca de sonar en “tu pequeña radio”?

Cuando me preguntan sobre mis influencias nunca sé que responder. Si ves mi iPod en-cuentras desde... buf... aparte de lo que se suele facturar en España, UK o USA, me en-canta el pop francés como Benjamin Biolay, Coralie Cle-ment, Dominique A, pop sueco como Kent, Weeping Willows, Eskobar, pop/rock argentino y uruguayo, como El cuar-teto de nos o Mi Pequeña Muerte -curioso, nos hemos hecho colegas por el nom-bre-. Pero tambien hay jazz, canción de autor o hasta hip hop brasileño como Marcelo D2... no sé. Intento nutrirme de música que personalmente considero atractiva. No qui-ero encerrarme en un solo cliché. Aunque a la hora de componer me decanto por lo que siento que es el Pop en estado puro.

Diría que, en tus composiciones, el pop guitarre-ro parece el vehículo perfecto para letras sensi-bles y también vitalistas ¿te sientes identificado con esta definición? ¿Qué es lo que te inspira?Ya lo creo. Me siento plenamente identifi-cado. Me inspira que me den un beso por la mañana al despertarme o que literal-mente me manden a la mierda. De cual-quier situación por ínverosimil que parezca puede surgir la inspiración.

Tu single de debut, ‘Cien años enteros’, entra dentro de la vertiente más intimista de tu rep-ertorio. ¿Estás preparando alguna bomba bail-able para el segundo single?

Sí, el segundo single va a ser muy vitalista y bailable. Así lo decidieron desde la com-pañía y me pareció acertado. Otra cosa es que sea una bomba… jajaja

¿Por qué debe animarse a conocer el público a Mi Pequeña Radio, también en directo?

Porqué somos muy buenos y las canciones son cojonudas. Sin más. Es mi verdad.

Nosotros te deseamos toda la suerte del mundo con este disco pero ¿qué le pides tú, exactamente, a este inicio de la aventura discográfica de Mi Pequeña Radio?

Considero lógico pedir lo que cada grupo en el fondo ansía. Vivir dignamente haci-endo lo que verdaderamente te apasiona. Un lujo al alcance de muy pocos.

Plástica, colaborador oficial de Contempopránea 2009

MI PEQUEÑA RADIO ESQUIANDO HACIA ARRIBA

Astro 2009

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FOTOGRAFÍA laura encursiva TEXTO raúl querido

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LA BIEN QUERIDAAna Fernández-Villaverde es La Bien Querida. Y La Bien Querida es la autora de uno de los dis-cos aguardados con más ansia por el público que disfruta con la mejor música independiente, lejos de etiquetas.Lo suyo es verdadera música pop, en todas sus formas. Porque “pop” viene de popular y pocos artistas hay que logren aunar así la influencia de los géneros populares y de la canción en cas-tellano, con el gusto por la variedad en el sonido y, en las letras, la profundidad de lo cotidiano y la cercanía de lo inesperado. Y menos aún hay que logren algo así en su primer álbum.

Y es que el LP de debut de La Bien Querida es uno de los discos que más expectación ha creado en lo que llevamos de siglo. ¿Justa expectación? Rotundamente: ya un primer contacto demues-tra que sí, que la atención que se le ha prestado, por anticipado, es totalmente merecida. Pero es que, además, el conjunto y también cada una de las canciones gana y gana con las escuchas, en-riqueciendo y agrandando la figura de su com-positora –y también de su productor, elegido por ella misma; David Rodríguez, parte funda-mental en el resultado final-.No es difícil darse cuenta de que estamos hablando del disco de la primavera, la estación en la que, de forma natural, todo se renueva y se llena de flores. Y que también se trata de uno de los discos del año, desde ya mismo.Y, aventurando un poco más, probablemente estemos hablando de uno de los estrenos más deslumbrantes de cualquier época, y que será recordado a lo largo del tiempo.

Hablando de todo esto ¿con quién? Pues con su propia autora. Hemos querido preguntar a Ana cómo se siente teniendo por fin su álbum listo para que el público lo escuche y lo valore, y acercarnos también, retrospectivamente, al pro-ceso de generación de un resultado artístico de tan altísimo nivel y que tanto enamora y enam-orará al oyente. Ahí vamos...

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Por fin sale a la venta ‘Romancero’, uno de los discos más esperados del año. Este tiempo, a los que nos hicimos fans nada más escuchar las can-ciones de La Bien Querida, se nos ha hecho largo. ¿Cómo ha sido para ti? ¿Qué sientes ahora: sobre todo ilusión, alivio por la espera finalizada, ga-nas de empezar otra fase…?

Hemos tardado en grabarlo lo que se ha necesitado. Una vez grabado, pues si, ya con impaciencia y con ansia para que sal-ga, pero es lo normal. Y mientras tanto he podido componer casi el próximo disco, así que contenta.

Nada más escucharlo, llama la atención una no-table diferencia respecto al sonido que conocía-mos de tus maquetas ¿qué y cómo ha cambiado?

Esto es un disco. La maqueta se grabó de una forma en su día y el disco se ha graba-do de otra forma. En la grabación del disco no teníamos de referencia la maqueta sino las canciones. Entiendo que tengáis muy presente en el oído la maqueta. Nosotros sin embargo desde que fiché con Elefant, nos olvidamos totalmente del sonido de la maqueta y partimos como te acabo de decir de las canciones.

Este momento parece especialmente propicio para las cantautoras folk –Russian Red o Annie B. Sweet están en boga-. Tu pareces desmarcarte de cualquier estereotipo ¿ha sido algo buscado? ¿Qué opinas de esa proliferación de “chicas gua-pas con guitarra acústica”?

Yo no busco compararme, ni desmarcarme. No creo que se trate de una competición. Busco estar a gusto conmigo, con mi forma de cantar, y con las cosas que me gustan. Chicas guapas al frente de grupos siempre ha habido. Pero si, si creo que ahora hay más chicas que componen, independiente-mente de que sean guapas o feas.

En lugar de folk anglosajón, en ‘Romancero’ en-contramos mayor impronta del folclore y de la canción española ¿qué músicas o estilos consid-eras que te han influido más?

Creo que en este disco cada canción es un mundo, y sí, tanto a David como a mi, las canciones populares y la música popular nos gusta. No sólo la música popular espa-

ñola sino también la de otros países. Pero si te digo la verdad, mientras grabábamos el disco lo que más escuchábamos fue: Manzanita, Julio Iglesias, y Joe Crepúsculo.

También encontramos unidos elementos popu-lares con sonidos bastante innovadores, hasta experimentales ¿cómo surge esa mezcla?

De forma natural, pero eso son cosas de David y sus visiones.

En el sonido, efectivamente, se nota la mano de tu productor, David Rodríguez. ¿Hasta que punto su presencia ha convertido La Bien Querida en un proyecto compartido?

Yo decidí que David me produjera el disco, porque me parecía un talentazo. Una per-sona con una visión diferente, y tremen-damente creativa. Y por lo tanto quería contagiarme de eso que tanto me gustaba. Sé que habrá gente que así, en un prin-cipio, le parecería una locura, pero yo tenía clarísimo que lo iba a hacer como nadie. Y aquí está el disco.

Sin embargo, parece que en ese sonido, predomi-na siempre la voz, con una producción mucho más limpia que en otros proyectos suyos –Beef, La Estrella de David-. ¿Ha sido algo buscado, como una forma de dar unidad al disco?

David con sus grupos tiene una forma de hacer y de componer y yo otra. Y él en este caso se ha amoldado a la mía.

Lo que conocíamos de La Bien Querida resulta-ba muy coherente, por ejemplo, con la vertiente musical más reciente de Antonio Luque (Sr. Chi-narro) –uno de tus padrinos artísticos-. Ahora te sales por la tangente, hasta con temas bailables ¿es una forma de buscar la sorpresa, de romper posibles etiquetas?

Ese parecido que tú ves con Antonio, yo no lo veo tan claro. ¡Y mira que admiro a Antonio! Pero no veo que mis canciones se parezcan a las suyas. En el disco, no hay nada forzado. Cada canción admite muchos tratamientos, y yo como persona que escu-cha discos me gusta que los discos no me aburran al llegar a la cuarta canción. Pero en fin, que no lo hemos hecho para epatar ni para no aburrir. Hemos hecho el disco

que nos gustaría escuchar.

Se dice que tus comienzos en la música fueron animados por J (Los Planetas) o el propio Luque. ¿Qué has aprendido de ellos? ¿Y qué te ha llevado a perseverar en tus propias canciones?

De J he aprendido mucho. Y de hecho se nota. Ahí si que te digo que si que se me puede notar la influencia. Le conozco hace muchos años y lo he escuchado mucho. Y mira, de Luque, que conozco menos y desde hace menos tiempo, he aprendido a tirar para adelante, Antonio es muy activo muy vitalista y me animó mucho a enseñar mis canciones, a seguir. Saber que soy ca-paz de hacer canciones me ha llevado a perseverar y bueno, creo que las canciones que estoy haciendo ahora, las posteriores al ‘Romancero’, son mejores. En fin… ya las escuchareis en el próximo disco.

Además de referentes tan asentados, colaboras con las nuevas estrellas de la mejor música in-dependiente en castellano, como Joe Crepúsculo, Antonna o Nudozurdo… ¿Crees que es real la tan citada “nueva escena underground”? O, si no se trata de una escena ¿qué os vincula?

Los tres son amigos míos y encima me gusta lo que hacen. Colaborar con ellos es un placer.

En tus composiciones abundan elementos que parecen autobiográficos. ¿Es una manera de tra-tar las historias de lo que quieres hablar, o es real ese matiz confesional? También hay referencias a asuntos tan alejados como la cosmonáutica… en general ¿qué te inspira?

Como mujer, parto de mi propio contexto y reflejo mi experiencia y mi forma de pen-sar. Pero la lectura es siempre más amplia. Y sí, siempre acabo llevando la canción al “tu y yo”, porque resulta familiar y evoca-dor para cualquiera. Me inspiran las per-sonas, el día a día, la épica científica, la astronomía, el surrealismo, las rancheras de José Alfredo Jiménez... me inspira un libro, una canción, un recuerdo…

A través de las acuarelas reproducidas en tu mys-pace, conocimos tu faceta artística como pintora. ¿Cómo se vinculan música y pintura en tu vida?

Hacer canciones pop requiere una técnica bastante fácil, que no me costó mucho aprender, con mucha voluntad, eso sí. En fin… la música es algo que sale de den-tro de cada uno, como la pintura. Así que desde mi experiencia como pintora, a la hora de crear una canción la afronto de la misma manera que afrontaría un cuadro.

Eres compositora, pintora, buena amiga de im-portantes artistas… ¿se podría decir que desem-peñas un papel como de “musa” que un día se de-cide a crear y cantar sus propias composiciones, al estilo de Nico, por ejemplo?

¿Comorrr? Nico me encanta y me halaga la comparación, no por lo de “musa” sino por el talentazo de esta mujer y sus discos.

Tu debut discográfico por fin ha llegado, de la mano de Elefant, precisamente en el año de su 20 aniversario. ¿Qué significa la efeméride para ti? ¿Y qué crees que puede significar para el sello? Hay quien habla ya de ‘Romancero’ como un nuevo ‘Un soplo en el corazón’…

Me alegro mucho por Luis y Montse (Ele-fant Records). Todos los discos que saca Elefant lo hacen con muchísima ilusión, son unos entusiastas, amantes de la música. Me halaga mucho que comparen el disco con el de Family, pero aún me halaga más que lo comparen con el ‘69 love songs’ de Magnetic Fields. Porque es un disco que siempre me ha gustado muchísimo.

Hilando con Family –un proyecto efímero pero determinante-: ¿te ves celebrando con tu, no sé, décimo álbum, el 40 aniversario de Elefant? ¿Cómo ves el porvenir de La Bien Querida?

¿Por qué no? Veo el futuro muy positivo, porque sigo haciendo canciones.

¡Nosotros esperamos que sea muy largo y muy brillante! ¿Nos das un consejo final?

Vive la vida.

LA BIEN QUERIDAROMACERO

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La cita, como viene siendo habitual, fue en la sala Siroco. Los días 27 y 28 de febrero, viernes y sábado, el sótano del ya mítico local Madrileño se desbordó con el público popero –en su más amplia acepción- dispuesto a rendir homenaje un gran maestro de la radio.

Los grupos, grandes en número y calidad, ponen su talento al servicio de la fiesta. Y la fiesta consiste en celebrar que hace años que Juan de Pablos nos hace felices con su buen gusto melódico y apoyando con decisión y generosidad a los nuevos artistas a los que Flor de Pasión sirve de inmejorable trampolín. Un auténtico “to-dos para uno” dedicado a alguien que lleva tanto tiempo practicando el “uno para todos”.

Todos los que pasaron por Siroco a lo largo de esta fiesta del 30 aniversario han sonado en el espacio de Juan de Pablos. Todos, tanto en la noche del vier-nes como en la del sábado, hicieron so-nar sobre el escenario algunas canciones propias y también muchas otras ajenas, todas ellas sacadas de entre los tesoros emitidos en el programa y siempre orien-tadas a que la fiesta no perdiese ritmo.El viernes fue el día más desahogado en cuanto a asistencia de público a la sala no obstante un cartel de incuestion-able calidad –Elurretan, Second Coming, Amigos Imaginarios, Aline & The Splen-dids, Uccellacci e Uccellacci, Navy Blue y Alberto Mate tocando temas de Plastic D’Amour, de Escarlatinas…-. El sábado la misión de entrar y llegar hasta las prime-ras filas para hacer unas fotos parecía

casi imposible -¡pero lo conseguimos!-. El lógico tirón de La Monja Enana, Airbag, L-Kan, Mittens, Souvenir, Paul Bevoir, Cola Jet Set y La Casa Azul, hizo que Siroco se llenase hasta los topes.

La fiesta mantuvo un ritmo de imparable crecimiento a lo largo de toda la noche del sábado, sostenido también en el buen hacer de DJ Polar –Luís Calvo, de Elefant; otro de los locutores que hace décadas empezó a hacer posible que el fenómeno popero sea hoy como es-. Antesala a su vez del la imprescindible sesión musical de Juan de Pablos, el paso de los suce-sivos grupos por el escenario sirvió, por ejemplo, para disfrutar una vez más de la colorista puesta en escena de L-Kan, para comprobar preparados que suenan Souvenir para la gira que les llevará a presentar su nuevo álbum en vivo, sirvió para disfrutar de un momentazo histórico con Paul Bevoir (The Jet Set) y Cola Jet Set o para que estos demostrasen que son un grupazo en directo. Recuperaron temas inolvidables de Los Fresones Re-beldes, y recibieron en escena a Guille Milkyway, con el que cantaron ‘Medio drogados’ y al que sirvieron de impecable banda “orgánica” para los primeros te-mas de La Casa Azul que sonaron. Ya bien entrada la madrugada, llegó conci-erto del proyecto de Guille en solitario, con el que el público alcanzó unas cotas de fervor que, posiblemente, no se pu-diesen sospechar cuando, hace 30 años, tuvo lugar la emisión del primer programa de Flor de Pasión. Han sido tres decadas maravillosas. ¡A por las tres siguientes!

TEXTO RAÚL QUERIDO

30 ANIVERSARIOFLOR DE PASIÓN

todos para uno...

plastica-mag.mobi

Estés donde estés.

Estés donde estés.

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FOTOGRAFÍA SORINILLATEXTO ALBERTO ALMENARA

Se abre el telón y se ve a dos tipos con pinta de gángsters de oficinas y sucursales. No, no es un chiste. Es algo muy serio. Tan serio como un concierto de dos de los raperos más potentes que se pasean a día de hoy por esta nuestra península. Un concierto de los hermanos de la calle Alcántara. Un concierto de Toteking y Shotta. Y encima, nada más y nada menos que en el pomposo Teatro Lope de Vega de Sevilla. Parece ser que el hip hop ha conseguido al fin un cierto estatus social que, sin sacarlo de donde tiene que estar (en las calles, en el barrio), le ha abierto unas puertas que antes sólo se abrían ante clarinetes y trombones, ante violas y violonchelos, ante el poderío de lo clásico. Tras SFDK, el pasado 11 de febrero, el teatro sevillano volvió a acoger

entre sus paredes los beats y la lírica rapera.

Nada más entrar al patio de butacas nos llama la atención que sobre las tablas no se encontraba únicamente el altar desde el cual el DJ manejaría su orquesta de vinilos, si no que una batería, un saxo, un bajo, etc. le hacían compañía. El rumor de que el concierto sería en formato puro hip hop (MC+DJ) quedó automáticamente desmentido. Eso sí, no se trataba de la habitual banda con la que el Tote ha es-tado girando en los últimos tiempos: sale un guitarra -Isra, de Sr. Chinarro- y entra un sintetizador -Miguel Rivera, de Maga-… y una saxofonista y un teclista/violinista y un percusionista. Perece que con esta for-mación ha encontrado la mezcla perfecta de sonidos para sus canciones, ya que si con la guitarra todo quedaba revestido de un aire ligeramente nu-metalero, con la actual banda suenan perfectamente en-sambladas. El concierto empezó con DJ Randy calentando el ambiente con lo que parecía una especie de repaso ligero por la historia del hip hop, partiendo de te-mas y ritmos más funkys para acabar con puro rap. Justo en ese momento aparecen Tote y Shotta, enchaquetados, uno bajo

un sombrero y otro tras unas gafas de sol tipo Miami Vice. Otra de las dudas quedó resuelta en los primeros temas: el concierto sería conjunto, nadie teloneaba a nadie. A una canción del Tote le seguía otra del Shotta, trabajando el uno para el otro e intercambiándose en cada track los papeles de protagonista y secundario. Uno tras otro los temas fueron levan-tando de sus asientos a los espectadores, desde nuevos raperos y los de toda la vida, hasta indies y poperos, pasando por los propios padres de los actores princi-pales de la función. “Yo soy”, “Sangre”, “Botines”, “Soy el mejor”, “Rapear”, “El justiciero”, “Todo lo que quiero”, “Coches de choque”, “No voy a estar alli”…

Ambos fueron disparando los hits de sus últimos discos mientras que, entre tema y tema, se lanzaban elogios sin parar; si uno decía del otro que era el mejor rapero de España, el otro le contestaba que él era el mejor del universo. Ante tanta fraterni-dad hubiera sido muy cruel y, porque no, morboso que los hermanos se hubieran lanzado a lo bélico que hubiera supuesto el típico duelo freestyle, una guerra civil a la vista de todos encima del escenario. Aquello no sucedió y la sangre del orgullo herido por las palabras no manchó las tablas. Al contrarío, aprovecharon algún momento para hacer guiños al “Tu ma-dre es una foca”, único disco que han grabado juntos, colando algunas rimas de “Poesía urbana” en sus canciones. Y su madre dando palmas. Tras dieciséis canciones, presentación de la banda -con especial ovación para el percusionista- y, con el teatro abarrotado coreando sus nombres, el concierto llego a su fin. Pero claro, todo el mundo sabe ya que en los conciertos siempre hay preparado un bis. No pasaron ni tres minutos cuando los artistas volvieron al escenario e hicieron de aquello una locura enlazando dos de los temas más redondos que tiene el Tote en su discografía: “Como en casa” (de su último largo) y ese impecable hit de tint-es rockeros, “Mentiras”, que terminó de poner el Lope de Vega patas arriba. Un magnífico fin de fiesta para un concierto cercano a la perfección.

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listas en las susodichas. Se plantó en las alturas con sus juguetitos y ¡ale, al lío! He oído en diversas ocasiones decir aquello de: “a mí es que el disco del Joe este… ¡no me mata! “ y debo re-conocer que hasta yo lo pensé antes de verlo en directo. Sus himnos adquieren una perspectiva mucho más vistosa, los ritmos de aceleran hasta el punto de no poder evitar menearte…y de buenas a pri-meras te sorprendes a ti mismo bailando y cantando esos estribillos tan enfermizos como pegadizos. Vimos y disfrutamos de un “Super Crepus” que inconscientemente alardeó de sus dotes cómicas entre can-ción y canción, al tiempo que pedía que le subieran el volumen ¡¡más y más!! Yo miraba de vez en cuando hacia atrás, para ver la reacción de la gente y si ya sólo por eso diera mi humilde opinión, diría que Joe está haciendo algo muy grande, dibujando esas sonrisas en los rostros y consiguiendo que La Canción de

tu vida, Ama y haz lo que quieras, Suena brillante, así como otras de sus frívolas composiciones sean tarareadas, respalda-das, gritadas y coreadas hasta por los que las oían en aquel momento por primera vez. El bis, que decidieron hacer doble, fue sin duda la guinda del pasteel: una versión ¡de Beethoven! Y me repito, pero es que este tío… ¡es un grande!

FOTOGRAFÍA RAFA INDIENAUTA.COMTEXTO MARTA VERRIER

La RAE define Centella (Del lat. scintilla), como persona o cosa muy veloz, o princi-palmente, como término de comparación: Pasó rápido como una centella. Pues bien, con solo un disco en solitario a sus espal-das, Padi, quien en su día fuera parte in-tegrante y fundamental de las Sybil Vane, se toma esta definición al pie de la letra (¡y nunca mejor dicho!); sus canciones se pasean por la sala, te rozan, te hacen burla, un corte de mangas ¡y se van! Todo se convierte en un pasmoso “visto y no visto”. Un breve paso por el escenario de la [2] del Apolo, la noche del trece de febrero. Paso muy bien aprovechado, eso sí -¡llegué a perder la cuenta del núme-ro de temas que tocaron!-; descargando adrenalina a mansalva y sorprendiéndo-nos a todos los que allí aparecimos sin saber muy bien de qué iba el tema. En compañía de su aliado Dani Llamaradas a la batería, Centella demostró que en me-nos de dos minutos da tiempo más que suficiente para decir lo que uno quiere decir si las amigas fuerza y contundencia no se quedan rezagadas a medio camino. Apuesta arriesgada, sí, pero no se de-jen engañar por ese escenario a medio llenar…y no olviden aquello de que “tres son multitud”, con dos…¡basta! Tras un repaso por, me atrevo a asegurar, todos, absolutamente todos los temas que po-seen, tanto si están en el disco como si no (El hervor, Puñetazo, Deriva, Electrodo-méstico, etc.), Centella creó el ambiente propicio para lo que se avecinaba…

Joe Crepúsculo ha sido a lo largo del 2008, protagonista de revistas y líder de

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FOTOGRAFÍA MERCEDES HAUSMANNTEXTO RAÚL QUERIDO

Jorge es Hyperpotamus. E Hyper-potamus es una auténtica locura, hecha de capas de voz que se superponen, se mezclan, apare-cen, desaparecen, se llevan la contraria y, en conjunto, combi-nan tan perfectamente que cuesta creerselo. ¿Qué cómo suena? Hay que entrar en su página o, me-jor todavía, hacerse con su dis-co ‘Largo Bailón’. ¡O mejor aún! No hay que perderse su próximo concierto en nuestra ciudad. An-tes los daba en el metro, ahora enfrente de multitudes a las que deleita y convence.

Si viviesemos en Texas, nos hu-biésemos tenido esperar a verle a mediados de marzo, en el South by Southwest. Pero como com-partimos villa (y corte) con él, pudimos plantarnos en el mismísi-mo estreno de su álbum, el 26 de febrero, en Moby Dick, razonable-mente llena para la ocasión.Con nuestro disco de regalo –to-dos los asistentes recibieron el suyo- y una curiosa “pinza (de la ropa) oficial” del artista, espe-ramos su actuación escuchando al monologuista cómico que hizo de telonero, provocando un cier-to efecto de ralentización en el ritmo de esos cruciales minutos antes del concierto.

Cuando Hyperpotamus salió a es-cena, un hombre solo con sus cu-atro micrófonos, su pedalera de loops y algún elemento destinado

a ser percutido casualmente, el tiempo parecía haberse detenido. El concierto propiamente dicho empezó así algo frío…

Pero eso duró sólo unos minutos, apenas nada. Jorge se paseó des-calzao de un lado al otro del es-cenario, llenándolo, haciendo gala de multitud de recursos, desde los vocales, claro, hasta de dis-locada expresión corporal, para ir introduciendo al público en su particular mundo: poco a poco, acabamos metidos de lleno en él. Entre canciones como ‘Peloto’ o ‘Tuercas de color’, tuvo tiempo para intercalar hilarantes aclara-ciones, así como reconstrucciones vocales de temas como ‘Blue moon’ –en el que intrudujo ritmos del Guincho y gritos de los Ra-mones, nada menos- y hasta can-ciones recién compuestas.Lo que el directo pudo perder de precisión técnica respecto al disco, lo ganó en presencia y en un mayor regusto orgánico (aún), de la forma en que tantas y tan afinadas voces, todas salidas de la misma garganta, se unen en algo más que un experimento, en una, tras otra, canción. Buenas, muy buenas canciones.

Al término del concierto, Hyper-potamus acabó despeinado, con los pies negros y coronado como el rey de la música a capella he-cha aquí. ¡No os lo perdáis! No-sotros, repetiremos.

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FOTOGRAFÍA Y TEXTO MARÍA YSASI

El 13 de febrero en la Sala Clamores de Ma-drid, me pasó algo que hacía tiempo no me pasaba. Y es que no recuerdo la última vez que sintonicé con tanta claridad con un di-recto. The Marzipan Man, alter ego de Jordi Herrera, acompañado de un número indeter-minado de amigos (en el caso de esa noche, sólo un batería-pianista), se dedica a contar historias de animales de cuatro patas y fanta-sías varias, con una vida y una energía envi-diables. El carisma del cantante y la ensalada de estilos, hacen de sus cuentos infantiles auténticas joyas para un sábado por la noche. Mientras te cuenta la historia del acabado gato Buddy y sus extrañas costumbres, o la del hombre que vivía en una lata de sardinas (literalmente), tanto Jordi como Joantoni se mimetizan con el ruido simpático que ellos mismos producen. Con desparpajo, se excusan medio en broma por pasar un par de minutos afinando un ukelele “después de ocho años ensayando, no podemos desafinar”.

La música de The Marzipan Man es pura psicodelia improvisada, espontánea y casi selvática. A la batería, el polivalente Joantoni suelta alaridos simiescos mientras Jordi, canta con una voz algo femenina y extraña, y nos

seduce con sus fábulas de bosque, al tiempo que toca la guitarra, con una destreza palpa-ble. Me encantó “Sometimes”, un himno buen-rollista lleno de matices, que suena a dibujos animados y buen hacer. The Marzipan Man, es música con paisaje, a ratos oscura, siem-pre enigmática, en la que te puedes sumergir sin miedo. Especial mención a “No students turned up”, que les dio libertad para soltarse la melena, cantando al ocaso del colegio y a la reconstrucción total del mundo, con pá-jaros que cantan y piedras que caen.

Después de este espectáculo de chirridos ama- bles, llegaron los Lullabies. No cabe duda que estos chicos se divierten sobre el escenario. Deleitaron a un público de lo más bailongo con canciones potentes, y una actitud gam-berra y provocadora. La voz de Mónica, capaz de resucitar a los muertos, dejó huella en todos los asistentes, así como la fuerza arrol-ladora del resto del grupo, que con una eje-cución más que aceptable, nos dejó a todos moviendo los pies.

Magia hipnótica con encanto de primero y furia punk con muchas ganas de segundo. Así de gusto saltarse la dieta.

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TEXTO Y FOTOGRAFÍA MARÍA YSASI

En un derroche de generosi-dad, el grupo Herman Dune nos obsequió el pasado día 11 de febrero con un pre-cioso recital de 24 canciones (ni más ni menos), casi sin descanso, en la Sala Hei-neken de Madrid. El público fue partícipe del buen rollo descomunal que desprende la banda.

David-Ivar Herman Düne (alias Yaya) se presentó a sí mismo a guitarra pelada, con un traje impecable aunque corto de pernera y unas maneras desgarbadas. Bajo su gorra, empezó a relatar musicalmente historias de amor, de amistad y de viajes infinitos, salpicadas de un sentido del humor envidiable. El público, al principio tími-do pero llenando la sala, se dejó inundar enseguida por este peculiar cuenta cuentos. Y es que acabas con ganas de ser tú la que inspire esas canciones.

Con la colaboración certera de su nuevo bajista, Crystal Madrilejos, y la tremenda fuerza de Néman Herman Düne a la batería –y la otra parte contratante de grupo- las horas pasaron volando. Desde los ritmos infantiles (como los de ‘Non on top’) hasta los tom-toms apaches, pasando por un country feliz y el estilo “blablablá” -can-ciones sin estribillo en las

que parece que simplemente quiere charlar contigo-, el concierto alcanzó a una ex-plosión de hardcore folk, si es que este concepto es po-sible, con la interpretación de ‘Walk, don’t run’, donde despuntó especialmente Né-man en los solos de baque-tas. Destacó también la dura y conmovedora historia del amor no correspondido en ‘Good for no one’, las es-pecialmente tiernas declara-ciones de amor cotidiano de ‘My baby kissed me on the mouth’ y aquella otra precio-sidad (‘My baby is afraid of the sharks’) en la que relata cómo va haciendo desapare-cer, uno a uno, todos los te-mores de su amor. David nos regala verdades bonitas y al-gunas que no lo son tanto, sin pelos en la lengua y con detalles entrañables.

Ver a Herman Dune en vivo no te deja indiferente. Los bailoteos de Yaya tocando la guitarra o el ukelele -a ratos footing style, a ratos al más puro estilo Chiquito de la Calzada-, logrando un sonido propio que podría ser subgénero, los falsetes, la voz nasal que emana folk, la potencia de las percusiones en su gama más amplia -por percutir, hasta una sierra de aluminio-, y las historias de quererse mucho y bien hacen, de un concierto, una experiencia inolvidable.

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Con el “no hay billetes” colgado en la puerta, la sala Neu! acogió la noche del 7 de marzo, uno de los conciertos más memorables que un buen amante de la música pueda disfrutar. Jonathan Richman es todo un clásico en activo y en forma –nada de forzadas reapariciones ni re-uniones: conciertos, discos y canciones, con tranquilidad pero sin descanso; es lo suyo-. Y sus conciertos, citas a las que no hay que faltar. En el caso de su reciente visita a Madrid, la cercanía que permite el escenario de la Neu! entre artista y público, y también la excelente acústica de la sala, hicieron aún más redonda la noche, en todo un recital del que fue fan-perseguidor de la Velvet Underground por toda Nueva York y al que ahora dan ganas de perseguir (amistosamente), dis-frutando de sus canciones concierto tras concierto y contagiándose por su lucidez y simpatía.

Antes, tuvimos la ocasión de escuchar en vivo a Stanley Brinks, actual alter-ego de André, el hermano Herman Düne que se escindió de la formación homónima y que es un trotamundos que da lecciones de saber hacer musical. Solo con su guitarra y la voz perfectamente afinada, dio un concierto lleno de canciones sencillas y comunicativas, con alguna curiosa incur-sión en el castellano, puntuales arreglos de viento o coros femeninos, sobrepo-niéndose a un rumor de voces en la sala con la única estrategia posible para una propuesta como la suya: en lugar de subir el volumen, bajarlo. Fuimos menos los in-vitados a su pequeño concierto, pero los

que estuvimos en el, lo disfrutamos más.Apenas unos minutos tras termina la ac-tuación del telonero, y tras una petición de parte del artista, de que nadie fumase en la sala durante su actuación, apare-ció en escena el hombre de la noche. Acompañado por la batería de Tony Lar-kins –perfectamente sincronizado con el talento y la improvisación de Richman-, Jonathan deslumbró con su dominio de la guitarra, recogido su sonido acústico, y por su voz, que sigue perfecta. Recu-peró clásicos como ‘Egiptian reggae’, de la época de los Modern Lovers, y se centró sobre todo en su último álbum, ‘A qué venimos sino a caer’ -publicado por Munster Records- que incluye tanto composiciones recientes, muchas de ellas interpretadas en castellano –por ejemplo la que da titulo al álbum, o ‘Es como el pan’, proveniente de su colaboración con Kiko Veneno y Muchachito Bombo Inferno, en 2006- , y también en italiano, francés e inglés.

El recital del genio neoyorquino fue una fiesta de principio a fin. ‘Vampiresa mujer’ o ‘Pablo Picasso’ –con algún verso tam-bién castellanizado para la ocasión’ son composiciones de todo punto irresistibles. Y escucharlas en vivo, mientras se ve a su autor disfrutar y haciendo felices a los fans, las agranda hasta un punto muy difícil de alcanzar: el de la felicidad, sí, completa. Con la que parece vivir el bueno de Jonathan y con la que me mar-ché yo mismo a casa: convertido en la persona más feliz del mundo. Y así, todos en la sala.

FOTOGRAFÍA MARÍA YSASITEXTO RAÚL QUERIDO

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FOTOGRAFÍA Y TEXTO JESSICA LÓPEZ

Febrero en Berlín se acababa gris y templado, el final de la Max Beer Strasse estaba lleno de gente que formaba una masa enfrente de un es-caparate tras el que estaba el cuarteto The Whitest Boy Alive

Erlend Øye, miembro también de Kings of Convenience, aparecía con sus caracterís-ticas gafas, rizos pelirrojos y la camiseta del nuevo álbum del grupo, ‘Rules’. Al final lo que se veía desde la calle era un live lleno de color, diversión y conexión. De las paredes del escaparate col-gaban camisetas de The Whitest Boy Alive con colores fluorescentes que contrasta-ban con el amarillo del techo futurista...de vez en cuando el bajista, Sebastian Maschat, y Øye se marcaban peque-ñas y divertidas coreografías. Todo fue un poco fuera de lo estándar, ya que el directo empezó a las cuatro de la tarde en IC!, una internacio-nal tienda de gafas conocida por sus diseños.

Antes de que inicien en Es-tocolmo su gira europea a partir del 14 de marzo, nos ofrecieron un pequeño ad-elanto del álbum que han grabado en México con esta mini fies-ta de lanzamiento; para la ocasión contaron con la exposición de cuadros en blanco y negro de Geoff

Mcfetridge, el mismo que hizo los dibujos del video-clip ‘Golden Cage’. En los 40 minutos que duró la release party sonaron viejos y nuevos temas como ‘1517’ o ‘Island’, que maravilló los oídos con ese crescendo que coge im-portancia a mitad de la can-ción y donde queda claro el protagonismo de los teclados de Daniel Nentwig, otro de los componentes que maneja de forma muy acertada los sin-tetizadores de las canciones de ‘Rules’.

El directo de las canciones sonaba igual que en los dis-cos, no había nada un poco más extravagante o alguna incursión experimental pero preparada que suele hacer-se cuando se toca en di-recto, en ese sentido fueron muy lineales. De su primer y, hasta hace poco, único álbum ,‘Dreams’, sonaron canciones tan conocidas como ‘Figures’ o ‘Burning’ que motivaron mucho al público y que en myspace ya tiene más de dos millones de escuchas.

La tarde fue muy plástica, con ese cristal que nos sepa-raba de ellos y The Whitest Boy Alive al otro lado, como maniquíes enchufados a la corriente eléctrica de sus gui-tarras. Al final se despidieron como los actores de teatro y poco a poco fueron desapare-cieron tras el telón de hierro del escaparate.

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TEXTO GABRIELA PASCANER

Montevideo está latiendo y sus palpi-taciones tiemblan en la otra orilla del Plata. Al ritmo de bombo, platillo y re-doblante, la murga uruguaya Falta y Resto cruzó el charco y se presentó en la Trastienda los viernes de febrero.

Según sus propias palabras, la agru-pación “nació para ayudar a abrir la noche del oscuro invierno de la dicta-dura uruguaya, allá por junio de 1980. La creamos como un arma de paz, un instrumento de resistencia y alegría, una instancia artística donde conjuntar voluntades comunes”.

Eran tiempos difíciles en Latinoamérica. La gran mayoría de los países se en-contraba bajo golpe de Estado. A diario se secuestraban militantes, periodistas, estudiantes, docentes, médicos, artis-tas, comerciantes, ingenieros, carpinte-ros, abogados, padres, madres, amigos, vecinos… en fin, personas a las que jamás se volvía a ver. Y aquel que os-ara levantar la voz era silenciado para siempre.

Frente a esta realidad, “este grupo de payasos que te quieren alegrar” comen-zó a entonar cantos de escrache y de protesta disfrazados y maquillados con alegres ritmos murgueros. Hasta hoy, con casi 30 años de trayectoria, fueron ampliando su repertorio y las temáti-cas abordadas, sin abandonar nunca el compromiso que les sirvió de puntapié inicial.

Cantando que su mensaje es sembrar la duda, se plantan firmes diciendo NO a la derecha y a la izquierda, parodian

a la TV, homenajean la cultura de ba-rrio. Y ante todo esto, existe siempre un común denominador: la búsqueda de la complicidad del público. Difícil es definir si los integrantes son músicos, actores, poetas, bailarines, co-mediantes… porque no cuentan historias, las encarnan. Cuando entonan “hombres como ustedes, sólo eso”, ya están abajo del escenario y tocando entre la gente.

En la comedia uruguaya parece ser un tópico recurrente la gastada al ‘macho argentino’. Falta y Resto, sin embargo, se presenta anticipando “un tema de actu-alidad que incumbe a ambas orillas”:

los partidos fraccionadoslas fracciones divididaslas divisiones cortadaslas ilusiones a punto de ser perdidas

Y de repente entendemos que este río nos acerca más de lo que nos separa, que los pueblos tienen una historia com-partida, una cultura de mate, murga y milonga, y una lucha constante para que esas ilusiones no estén nunca -del todo- perdidas.

Se me van acabando las palabras y sien-to que me voy poniendo vieja, cursi y sentimental cuando intento transcribir todo lo que Falta y Resto tiene para decir (y lo dice). La escritura se queda corta frente a la puesta en escena. Sus dos horas de show culminaron con todos los músicos tocando y cantando entre el público, que los acompañaba y seguía, cual desfile de carnaval. Tal como ellos mismos lo afirman: la murga se queda entre la gente.

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TEXTO GABRIELA PASCANER

CARNAVAL TODA LA VIDA

El carnaval es la fiesta popular por ex-celencia. Es la fiesta del Rey Momo, de la parodia, de la transgresión de normas, de la libertad sexual, de la in-versión de roles. Lleva en su espíritu la eliminación de jerarquías: el pobre es rico, el rico es pobre; las mujeres se disfrazan de hombres y viceversa. Durante 40 días, todo vale.

Menos pintoresco que el de Venecia o el de Cádiz, el carnaval argentino cobra diferentes formas de celebración dependiendo de la región geográfica.

En Jujuy, provincia lindante con Bolivia, el carnaval conserva muchos rasgos de las culturas incaicas. Se da inicio al festejo con el desentierro de un mu-ñeco que representa al diablo, símbolo del espíritu transgresor y de diversión. Durante los días de carnaval, el diablo anda suelto y el pueblo entero está de fiesta.

Niños y adultos se disfrazan con trajes coloridos y entonan coplas al ritmo de los instrumentos característicos de la zona: charango, quena, caja, cicus. La bebida típica es la chicha, hecha a base de maíz fermentado. Durante los días de festejo, todas las casas preparan su chicha y la van ofreciendo a los car-navaleros de paso.

En esta tierra de culto y respeto a la tierra (la Pachamama), las celebraciones culminan con el entierro del diablo, al que se le ofrendan diferentes ob-jetos para que haya diversión al año siguiente.

El carnaval de Gualeguaychú o “carnaval del país” se aleja ya de lo tradicional. Siendo más comercial y estructurado, es similar al de Río de Janeiro. No hay

sambódromo sino un corsódromo, por el que desfilan las carrozas con hombres y mujeres escuetamente vestidos en plu-mas y lentejuelas. A pesar de la gran elaboración escenográfica y de la can-tidad de turismo que atrae, poco tiene de la verdadera esencia carnavalera. Quienes lo presencian no son parte del festejo sino meros espectadores.

[IMAGEN] En Buenos Aires las fiestas de carnaval datan de varios siglos atrás. Históricamente, distintas agrupaciones parodiaban el orden político-social, por lo que los bailes, los disfraces y los juegos de agua estuvieron prohibidos durante mucho tiempo en épocas vir-reinales.

Con el correr de los años, se fueron retomando los festejos, incorporando distintos elementos tradicionales de las generaciones de inmigrantes que iba re-cibiendo la ciudad. Hoy en día, las mur-gas de cada barrio se preparan para el carnaval practicando su música y sus bailes cada domingo en las plazas.

En febrero se cortan las calles de algu-nos puntos estratégicos de cada barrio para dar lugar al festejo. Bombo, platillo, repique, redoblante… diversos instrumen-tos percusivos van dando el ritmo propio de las murgas, ritmo que va siendo mar-cado por los saltos y los movimientos de caderas.

Con mayor o menor repercusión en cada zona, los vecinos acuden para ser parte de la presentación del año, los chicos corren de un lado a otro jugando con agua y espuma, la ciudad entera se viste con banderines de colores. Predomina el espíritu de barrio, de calle. Y si yo te digo que es carnaval, apretá el pomo tranquilo.

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PLÁSTICOS Y ETÉREOSmúsica en vinilo, CD, musicassete y MP3

MENEO‘Santa Nalga’

Unen Guatemala con San-

tander, pasando por Miami

y Barcelona. Llenan las

canciones de sonidos de 8

bit, directamente sacados

de un cacharro japonés del

que se han vendido millones

de unidades –¡sí, el Game-

boy!- ninguna de las cuales

se pensó como instrumento

musical. Son un par de cha-

lados geniales –Rigo Pex

y Fuity Booty Liger- que

se dan cuenta de que, lo

que le hace falta a Mario,

el fontanero de Nintendo,

es un poco de sabrosura

“electropical”, le ponen a

bailar reggaetón, y lo lle-

van bailando a los esce-

narios, en los que ofician

esa ceremonia de disfrute

“nerdo” en pelota picada

entre proyecciones reto. Un

par de tipos así, son los

que han facturado uno de

los discos de la temporada,

destinado a llamar la aten-

ción más allá de ninguna

frontera. Y que, aparte del

sonido único que presentan,

contiene canciones bien

pensadas, bien trabajadas,

y que pueden obligarnos a

mover el culo, como ‘Oku-

pa’, o ponernos sutilmente

melancólicos, como ‘Amorr’.

Lo que predomina es la fies-

ta, eso sí. Meneo ¡impre-

scindibles! RAÚL QUERIDO

MORRISSEY – ‘Years of refusal’

El icono inglés más impor-

tante de las últimas déca-

das, ha vuelto a hacerlo,

y además, lo ha vuelto a

hacer bien. Esta vez, firma

un disco urgente, instan-

táneo y nuevamente bri-

llante, y es en los dos

primeros adjetivos citados

donde reside más que nunca

la novedad de este disco.

Urgente pues en la música,

las guitarras, las estruc-

turas, pero también en las

letras, donde Mozz hace un

ejercicio de repetición mu-

cho más pop de lo que nos

tiene acostumbrados, más

como en los Smiths, di-

recto y sugerente, y donde

se le escapa un cierto

tono positivo y de esper-

anza. En su vía crucis de

tormentos y lamentos pro-

pios, se suceden trallazos

como la soberbia apertura

con ‘Something is squeez-

ing my skull’, el precio-

so single ‘I’m throwing my

arms around Paris’, la fol-

clórica ‘When last I spoke

to Carol’ o la arrebatadora

‘Some day goodbye will be

farawell’. Casi en un sus-

piro te das cuenta de que

la tormenta ha pasado, y es

entonces cuando el eterno

pesar nos concede un res-

piro: esa preciosa ‘It’s

not your birthday anymore’.

Y se despide, un poco más

tarde, como en toda buena

Semana Santa malagueña, con

un fantástico redoblar in-

tempestivo de tambores y

trompetas, en la que deja

muy claro que -palabras

textuales- ‘I’m ok by my-

self’. VÍCTOR ALGORA

LOS DIRECTIVOS – ‘El castigo sin venganza’/’Teatro de grandes guerras’

Envueltos en el misterio sobre su verdadera iden-tidad, Los Directivos aún permanecen entre la ado-ración de los que les hemos descubierto y el absoluto desconocimiento por parte incluso de buena parte del público “indie”. Eso sí, es poner una de sus asombrosas canciones, y enseguida al-guien vendrá a preguntarte quiénes son esos que acaban de hilar el nombre de Japón Sevilla con el estribillo de ‘Quién maneja mi barca’. Porque las letras son el punto fuerte de sus can-ciones, compuestas a partir de ritmos básicos, sonidos chirriantes y voces desa-finadas. Las comparaciones con Joe Crepúsculo son ine-vitables, pero no del todo acertadas. En Los Directi-vos predomina la ironía, y un sentido del pop que los acerca más bien a un Carlos Berlanga lo-fi. Para quien tome los álbumes de Crepus como punto de comparación, los dos Eps de los miste-riosos Directivos no tienen la honesta grandeza de las Zebras o el ‘Supercrepus’, pero no hay perderse el cinismo ilustrado de ‘Nueva ola Guardiola’, ‘Aeropuer-tos’ o ‘Palabra loft’. RAÚL

QUERIDO

THE WHITEST BOY ALIVE – ‘Rules’

El káiser de las pistas de

baile, Erlend Øye, regresa

con nuevo álbum al frente

de The Whitest Boy Alive,

formación paralela a Kings

of Convenience, en donde

también lleva la voz can-

tante. ‘Rules’ saldrá a la

venta casi 3 años después

de que la banda publicase

su primer larga duración,

aquél ‘Dreams’ del que to-

dos recordaremos canciones

como ‘Burning’, ‘Fireworks’

o ‘Golden cage’. La nueva

apuesta la compondrán once

temas, editados bajo el

sello discográfico Bubbles,

y que seguro triunfarán en

las discotecas; a destacar

el primer single ‘Island’,

cuya duración -casi 7 minu-

tos- en escucha se hace a

uno cortísima; o la que es

ya la nueva canción de pre-

sentación ‘1517’. Por el

momento no tienen prevista

ninguna fecha para verles

en directo por territorio

español, pero quién sabe si

no tendremos la grandísi-

ma suerte de poder bailar

con ellos en algún festival

este verano. LAURA CERMEÑO

CORAZÓN – ‘Nuevo fu-turo’

Carlos López y Nando Que-

sada son Corazón. Un dúo de

pop precioso y preciosista

que han dejado pasar nada

casi cuatro años desde su

admirado debut discográfi-

co, ‘Melodrama’. Y aún así

parece poco tiempo para

lograr poner en claro una

obra tan cuidada, tan bien

acabada y hecha lejos de la

profesionalización sin alma

de las grandes discográfi-

cas. Es difícil imaginar

que ‘Nuevo futuro’ tuviese

un hogar distinto al que le

ofrece Elefant. Y ha sido

precisamente otro de los

clásicos del sello, Ibon

Errazkin (Le Mans, Sin-

gle), quien ha producido

una colección de canciones

que van desde la intimidad

naif de canciones como la

que da título al álbum, o

joyas como ‘El último hom-

bre enamorado’ o ‘Sombre-

ro de copa’, hasta un hit

bailable como ‘La reina de

la pista’. Sin afectación,

Corazón tejen el melodrama

emocional con texturas y

detalles musicales que re-

dundan siempre en destacar

la melodía y las voces que,

con la participación de de

Anti, Teresa Iturrioz o

Malela Durán, se dirigen

siempre a donde el nombre

del dúo apunta: directos

al corazón. RAÚL QUERIDO

EH! – ’36 de 48’

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Elías Egido, ex-bajista

de Standstill, tiene nuevo

proyecto musical, que llama

la atención desde su mismo

nombre. Eh! y su ’36 de 48’

nos llega como una acertada

combinación de las dife-

rentes influencias que se le

conocen a su autor: desde

la instrumentación comple-

ja que acerca el disco a

la categoría de “score” de

una película que debería

ser filmada o, al menos,

recreada, en la imaginación

del oyente, hasta la mor-

diente hardcoreta que evita

que el conjunto se aproxime

si quiera por un momento

a la música ambiental que

sonaría en un bar de ejec-

utivos. Con desarrollos

melódicos deudores del lla-

mado post-rock y conduci-

dos por las hábiles progra-

maciones y por el talento

al contrabajo de Egido, la

mezcla de sonidos es impac-

tante, repleta de matices y

detalles, reverberaciones y

texturas altamente adicti-

vas. Un disco para disfru-

tar repetidamente y viajar

con él sonando en “repeat”.

RAÚL QUERIDO

LAWRENCE ARABIA – ‘Chant Darling’

sale bien. Chant Darling,

la muestra de ello. JESSICA

LÓPEZ

THE DECEMBERISTS – ‘The hazards of love’

Lo nuevo de The Decemberists me ha dejado mirando hacia dentro. Es una ópera rock -sin necesidad de más esce-narios que los que se formen en tu cabeza- completísima, con una fuerza y una emotivi-dad extraordinarias. Todos los temas vienen ligados sin descanso, no deja op-ción a favoritismos. ‘Haz-ards of love’ es una gran canción de casi una hora de duración, en la que, con una narratividad admirable, se nos cuenta una historia épico-trágica, la de Marga-ret que, tras toda una vida de infortunios y terremotos emocionales, va a morir en brazos del amor verdadero. Colin Meloy se acompaña en esta ocasión de las voces invitadas de Becky Star (Lavender Diamond), como Margaret; y Shara Worden (My Brightest Diamond), in-terpretando a la reina; y por un coro de niños muertos -todos los hijos de Marga-ret, asesinados por el vil-lano-. No vas a encontrar aquí canciones fáciles, de las de mover los pies. Este disco es pura inspiración, gracias a una orquestación grandiosa y a una historia

Melodías dulces y armonías

permeables para niños

grandes, cuentos dolientes

cantados por una voz mas-

culina de tonos coloridos.

No tengo duda, es un regalo

que pone el corazón y los

oídos con la piel de ga-

llina. En febrero la dis-

cográfica Mistletone editó

el segundo álbum de Law-

rence Arabia, pseudónimo de

James Milne, integrante del

grupo The Reduction Agents

y colaborador de The Bru-

nettes. Su espléndida modu-

lación de voz da un vuelco

a cada una de las canciones

de este álbum que trae folk,

psicodélica, ukeleles, ma-

racas, teclados y sonidos

hawaianos como en ‘Auck-

land CBD’ y que recuerda a

los ritmos de aquella can-

ción de los 50, ‘El bayón’

interpretada por Silvana

Mangano. Lawrence Arabia

canta en ‘The beautiful

young crew’: “nos amamos,

nos odiamos, estamos asus-

tados el uno del otro”...

con palmas de fondo, coros

celestiales y un halo de fe-

licidad melancólica admira-

ble. Las guitarras y coros

de ‘Bloody Shins’ evocan

al estilo de The Beatles

en una canción feliz. El

disco está producido por el

propio Milne y muestra una

gran madurez musical. ‘Half

the right size’ tal vez se

convierte en la menos folk

de las canciones, más elec-

trónica y ambiental, con

un inicio muy envolvente

y una aparición majestuosa

de guitarrazos vertigino-

sos. Cuando algo se hace

con tacto y delicadeza todo

que pone los pelos de punta. MARÍA YSASI

ANTONY & THE JOHNSONS – ‘The crying light’

Hay reseñas que se escri-ben mejor escuchando el disco objeto de escrutinio. Hay otras que es prefer-ible hacerlas en silencio, o mientras suena cualquier otra cosa, y partiendo de de notas que fueron tomadas en plena audición. De un disco de Antony & the Johnsons se podría hacer la crítica –de momento, siempre positiva- de cualquiera de las dos maneras. De la segunda, a partir de apuntes y anota-ciones, uno podría analizar cerebralmente por qué este también es un gran álbum, por su variedad melódi-ca, por la extraordinaria riqueza de la voz de su au-tor, su cuidado por el de-talle sin caer en el vicio de la sobreproducción, sus letras. Por el contrario, o quizá complementariamente, uno puede dejarse arrastras por tanta hermosura y ha-cer la reseña mientras sue-na ‘Epilepsy is dancing’, mientras ‘Kiss my name’ nos hace completamente fe-lices, o quizá mientras ‘Everglade’ nos clava al fi-nal bellas espinas que, una vez terminado el disco, se quedan para recordarnos su grandeza dolorosa y alegre.

castellano del que son exi-tosos exponentes Deluxe o, más recientemente Vetusta Morla –con los que Havalina comparten trayectoria-, Im-perfección es un perfecto paso más en esa línea.RAÚL QUERIDO

ABE VIGODA – ‘Reviver’

Desde Los Ángeles llegan nuevas mezclas de sonidos con ‘Reviver’, el nuevo EP del cuarteto Abe Vigoda. Post Present Medium es el sello discográfico que se ha encargado de editar estas cinco canciones que navegan entre el noise pop, el rock experimental y drums toca-dos con nerviosismo; en las nuevas creaciones musicales hay mucho más protagonismo en los solos de las guita-rras eléctricas que pare-cen gritar desesperadamente a cada momento. ‘House’ se convierte en una canción de profunda energía y dra-matismo, especialmente en esos momentos en que se hace presente el sonido de los sintetizadores y guitar-ras distorsionadas. Michael Vidal, principal cantante de Abe Vigoda, saca una voz menos gamberra que en los discos anteriores, trans-formándose en oscura e im-postada. La tercera pista, ‘Endless sleeper’, tiene un cambio musical importante

Para entonces la crítica ya estará hecha, y quizá no sea del todo inteligible, pero querrá decir algo, por lo menos una cosa: belleza. Eso es. RAÚL QUERIDO

HAVALINA – ‘Imperfección’

El power-trio madrileño, Havalina –antes conocido como Havalina Blu- ha hecho acopio de fuerzas para com-poner, tocar, grabar, pro-ducir y hasta diseñar su quinto álbum de estudio. Y lo han hecho mientras gi-raban y giraban presentando su exitoso lanzamiento an-terior, ‘Junio’ hace poco más de un año. Esa dedi-cación y entrega que exigen los directos ha contagiado a las canciones de ‘Imperfec-ción’, que suenan crudas y con los adornos justos. Las letras, que siguen siendo en castellano, se plantean en su mayoría como conver-saciones con un hipotético oyente al que Manuel, el cantante y autor de las pa-labras, está claro que tiene mucho que decir, ya sea bus-cando el impacto visual en ‘Incursiones’, arrastrando las sílabas entre sonidos psicodélicos en ‘Sueños de esquimal’ o acentuando el lirismo en la canción que da título al álbum, llena de ecos mancunianos. Músicos curtidos y dedicados, en la tradición del pop-rock en

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en cuanto a las otra cuatro canciones del EP; el toque experimental abrasivo al más estilo Sonic Youth, puede hacer pensar que la canción ha sido grabada de forma im-provisada, por esas pausas, atropello de instrumentos. Mientras, ‘Wild heart’ tiene forma y melodía de nana. Con tres álbumes editados, ‘Sky route/Star roof’ (2006), ‘Kid city’ (2007) -un disco muy ruidista y agresivo- y ‘Skeleton’ (2008) -donde se nota la incursión en los ritmos tropicales-, queda clara la transformación ac-tual de Abe Vigoda en ‘Re-viver’: noise maduro y una producción discográfica de calidad. JESSICA LÓPEZ

CFCF –‘Panesian nights’

El misterio acompaña siem-pre a un hombre tras una máscara. Misterioso a pesar de desvelar su nombre, Mike Silver, canadiense y remez-clador experto, de pronto junta todos sus recursos y arsenal analógico y, de bue-nas a primeras, se marca uno de los discos electrónicos de la temporada. Juegos de texturas que no renuncian al ritmo, paisajes contun-dentemente espaciales y un hit que cruje y da calambre,

contundente, bailable y bo-nito. A no quitar ojo de en-cima ni a unos ni a otros. RAÚL QUERIDO

MEGAPHONE OU LA MORT – ‘Camarade coma’

Desde Valencia, París y Bue-nos Aires, nos llega una de las sorpresas más gratas de la última temporada: ‘Ca-marade coma’, el debut del Megáfono . Debut que es como ese sueñecillo suave de la siesta de una tarde de in-vierno, como de entre dos mundos, siempre en la cu-erda floja. Su trovador, el francés John Martinez, nos recita, teatral y conquis-tador, su poesía absoluta, a veces decadente y dominical, otras ciertamente luminosa pero fría, como los rayos de las estrellas. Frases de fiestas solitarias, nostál-gicas playas en blanco y negro, y obreros paseantes por una ciudad de la luz que se apaga en la memoria. ‘La Poesie du Travail’, ‘Lutter’ o ‘Nounces chan-ces’ te transportan a estos parajes invernales, a car-reteras nocturnas o a ese último asiento del autobús antes de comenzar tu parti-da a una ciudad y una vida

completamente nuevas. ‘Nina

Pellicer’, ‘Dolce vita’ y

‘Crystal mines’. Para fans de Kraftwerk, de Jean Mi-chel Jarre, de los también franceses Space, de cuan-do todas las sintonías de programas de televisión se hacían con sintetizadores y hasta para para evocar el primer techno de Detroit. Ideal para cerrar los ojos y dejarse llevar, o incluso para atreverse a provocar a los demás con un baile ab-stracto y contagioso. RAÚL QUERIDO

THE SOUND OF ARROWS – ‘M.A.G.I.C.’

Segundo single de este duo de electropoperos suecos. Aunque no logran con esta canción convencer como con la impresionante ‘Danger’, algo retienen, un matiz es-pecial que hace su sonido reconocible, lo que ni es fácil ni habitual. Además de la canción titular, que regalan, el single físico incluye otras versiones o visiones de la misma his-toria. La mejor, en mi opi-nión, la de los valencianos Cof Cof –incorrectamente etiquetada en el disco, por cierto-, que contrarrestan cualquier exceso de azúcar en los coros infantiles, inyectándole más electro que pop y re-creando un tema

como disco del mes, y pre-

sentarlo todo en un orden

cronológico inverso que, al

escuchar los treinta y tres

cortes del disco seguidos,

nos induce a emprender un

extraordinario viaje ha-

cia el sonido más primiti-

vo del trío, un viaje que

uno no quiere que se acabe.

Además, el CD está esplen-

dorosamente editado, e in-

cluye un trabajo artístico

y de diseño que no hay que

perderse y que subraya la

necesidad de comprarse este

disco ¡ya! Hacerse con el

disco y prepararse para es-

cucharlo a todo volumen, y

agitarse, aullar, patear el

suelo, desgañitarse core-

ando las geniales letras

y el contundente sonido

de las canciones y, a la

postre, hacerse fan –si no

se es ya- de la mejor banda

de rock garajero que hemos

tenido en España en mucho

mucho tiempo. ¡Tremebundo!

RAÚL QUERIDO

Austrohúngaro, algo más que la casa discográfica de Hidrogenesse y Astrud, han sacado el disco que todos los fanáticos de Hello Cuca deseábamos. Claro, es que ellos también son fans ab-solutos de la música y la integridad vital de Lidia y Mabel Damunt y de Alfonso Melero –encargado habitual de grabar las irresistibles baterías que suenan en las canciones de Hidrogenesse-. La mutua admiración de aus-trohúngaros y rompepistas Rompepistas es el sello de las propias Hello Cuca, en el que habían autoeditado todo su material hasta la fecha- ha hecho realidad en ‘Esplendor en la arena’ una idea genial: recoger to-das las canciones de Hel-lo Cuca, excepto las de su álbum ‘Gran sur’- material tan coherente como disjunto hasta ahora-, añadir cua-tro temas nuevos que, por sí solos, ya valdrían para situar este lanzamiento

‘Cherie’ pueden hacerte in-

cluso bailar, pero siempre

en soledad, o con aquella

chica flaca que llora al fon-

do del bar de cada noche. El

francés y el inglés se en-

trecruzan para contarte aquí

cuál es la historia de la

noche y de su vino, gota a

gota, y con ‘Le Garçon Reve’

te robarán el alma para

siempre. Echo & The Bunny-

men, James, Joy División...

no sé. Creo que uno de los

trabajos más personales,

acertados y atemporales de

los últimos tiempos. Música

y estilo destinados a per-

manecer. VÍCTOR ALGORA

DISCO DEL MES:

HELLO CUCA‘Esplendor en la

arena’

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1- Meneo – ‘Okupa’Momentazo retrotecnológico, con Rigo, alma de Meneo, dando el show como lo hace en sus espectáculos, pero aquí con ropa. Intercalando dibujitos animados de vi-deojuego, el saltarín y colorista clip protesta contra la carestía salvaje de la vivienda de la mejor manera: ocupándose de ocupar el espacio y del tiempo con baile y más baile.

6- Emiliana Torrini – ‘Jungle Drum’ La islandesa ex-hibe voz y ganas de divertir, y lo consigue de pleno. Adictivo.

7- The Magnetic Fields – ‘Strange powers’ La Bien Querida citaba ’69 love songs’... ¡hay que volver a escuchar a Merrit y compañía, constantemente!

8- Love of Lesbian – ‘Club de fans de John Boy’Adelanto de su inminente ‘1999’ y buena muestra del talento de los les-bianos.

9- Lidia Damunt – ‘Aloes de 50 met-ros’La voz de Hello Cuca se entrega y estremece con uno de sus temas más conocidos.

10- Half Foot Outside – ‘Driveways’Los autores del notable ‘Heavenly’ se acercan a sus referentes con un gran vídeo.

2- Röyksopp – ‘Hap-py up here’ La “sopa de humo” noruega y electróni-ca ha vuelto. Suena bien y se ve aún me-jor: de nuevo, aflora la impronta visual de los videojuegos clásicos, en este caso, los marciani-tos de ‘Space in-vaders’ sobrevuelan nuestras ciudades.

3- Jonathan Richman – ‘Dancing in the lesbian bar’ El “cantautor” que más nos hace disfru-tar, en este vídeo –de hace casi dos décadas- interpreta su clásico ‘Dancing at the lesbian bar’, haciendo gala de la simpatía y recursos escénicos que aún hoy mantiene. Genio y figura.

4- Yeah Yeah Yeahs – ‘Zero’ Los neoyorquinos han vuelto, con un single tan rotundo y bien hecho que parece im-posible que nadie pueda resistirse a este giro sonoro que los aleja del guitar-reo, pero sin hacer-les perder un ápice de fuerza.

5- Hablando en Plata Squad – ‘El castigo de los débiles’ Los anteriormente conocidos como Hom-bres del Hampa llevan ya una década hablan-do en plata. Ahora lo hacen sobre bases techno, y su imagen da más miedo que nunca. Siempre haciendo las cosas a su manera, una vez más, han acer-tado.

PLAYLISTTEXTO RAÚL QUERIDO

vídeo

BONUS- Pet Shop Boys – ‘Love etc’Tercera entrada en nuestra lista inspirada en los gráficos y anima-ciones de los videojuegos ochenteros, en esta ocasión para un temazo que nos hace bailar como el mejor hit de glam saltando sobre una cama de sintetizadores analógicos, mientras nos unimos a unos coros con-tagiosos, irresistibles.

info@plandefuga.org

¡Oh, todopoderoso anunciante!Que en los nuevos medios confía

Confíe sobre todo en miQue yo le haré llenar su alcancía.

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TEXTO MARIO PARRA

WATCHMEN¿quién vigila a los adaptadores?

Con ‘Watchmen’ Alan Moore consiguió que el género del cómic de superhéroes se hiciera adulto. Su complicada estruc-tura, metalenguaje y diferentes capas de lectura convirtieron a esta serie de 12 números en un referente obligado del noveno arte. Su influencia se deja notar aún hoy día, pero veintidós años atrás fue una auténtica revolución (en la que ayudó Frank Miller con sus ‘Batman: año uno’ y ‘El Regreso del Caballero Os-curo’).

Veintidós años después de su publicación original, y tras tropecientos intentos de ser llevada a la gran pantalla, el director Zack Snyder, aún sobreponién-dose del exceso de anabolizantes de ‘300’, ha conseguido plasmar en celu-loide la novela gráfica de Alan Moore con una fidelidad casi obsesiva. Es posible que la película haya llegado en el mejor momento para que un público ignorante del original literario se sumerja en el complejo universo de los Minutemen o el Dr. Manhattan. O, a lo mejor, es sencillamente imposible que ‘Watchmen’ funcione en ningún otro medio que aquel para el que fue concebido -Alan Moore y un servidor suscribimos esta teoría-.

¿Pero qué rayos tienen los tipos en trajes estridentes y ultra poderosos para que

sus aventuras nos atrapen tanto? El gé-nero como tal comenzó en junio de 1938 cuando la primera aventura de Superman fue publicada dentro de la revista ‘Ac-tion Comics’, el éxito de Superman fue instantáneo y avasa-llador, hasta tal punto que en seguida comenzaron los imi-tadores dentro de su misma editorial -la National Publications, posteriormente convertida en DC-, de la que surgieron Batman, Wonder Woman, Flash o Green Lan-tern, y entre la competencia -Timely, luego Marvel-, con héroes como Namor, la Antorcha Humana o el Capitán América... todos ellos vivieron momentos de gloria durante los cuarenta (ayudando en la Se-gunda Guerra Mundial, por supuesto) y principios de los cincuenta, como acer-tadamente describe Michael Chabon en su imprescindible novela ‘Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay’, donde aprovecha éste momento histórico para tejer una ficción sobre dos amigos que crean un superhéroe conocido como El Es-capista.Pronto empezó una pequeña decadencia del medio. Las ventas cayeron y la mayoría de revistas cerraron, aguantando sólo pesos pesados como Superman y Batman, que interactuaban dentro de un mismo universo compartiendo aventuras. La edad de oro del género se había termi-nado. Pero llegaron los sesenta: Barry

Allen se convirtió en Flash, se creó la Liga de la Justicia y un joven Stan Lee creó una serie de atípicos superhéroes con problemas cotidianos conocidos como Los 4 Fantásticos... y el éxito volvió a sonreír a los tipos con los calzonci-llos por fuera. La edad de plata había nacido y de ella surgieron Spider-Man, la Patrulla X, Los Vengadores, Hulk y cientos más. Ésta segunda época de es-plendor llegó hasta los setenta. Enton-ces los héroes empezaron a participar de los problemas de la sociedad de la época (integración de la mujer, drogas, ra-cismo, luicha por los derechos civiles) y de sus modas. Empezaban los ochenta y los superhéroes parecían algo estanca-dos...Ahí fue donde gente como Alan Moore y Frank Miller crearon sus La Cosa del Pantano o Daredevil, dándole la vuelta al género y barnizándolo de una comple-jidad y un tono adulto inédito hasta la fecha.

‘Watchmen’ fue tanto un homenaje como una revolución dentro del mundo superhe-roico, y casi podríamos establecer un cu-rioso paralelismo con su adaptación cin-ematográfica.Tras décadas de ostracismo y de series de TV o películas de serie B -apenas sobrellevadas con las películas de Superman y Batman que firmaron Richard Donner y Tim Burton respectivamente-, el cine comenzó una más que fructífera relación con los cómics en general y los superhéroes en particular gracias al ‘X-Men’ de Bryan Singer o el ‘Spider-Man’ de Sam Raimi. Durante casi diez años hemos ido viendo las diferentes encarna-ciones de los clásicos héroes de viñeta. Desde Hulk a Daredevil pasando por Iron Man o a superhéroes algo menos conoci-dos de series como ‘Hellboy’ o ‘Wanted’. Otras series ajenas a los pijamas de colores como ‘Hellblazer’, ‘V de Ven-detta’ o ‘Sin City’ también han visto sus viñetas adaptadas a 24 fotogramas por segundo con mayor o menor suerte. Y justo en este momento, cuando casi esta-mos al borde de la saturación del género en el cine, surge una película que le da la vuelta como un calcetín a todo: ‘El Caballero Oscuro’, la secuela de ‘Batman

Begins’ que de nuevo, como años atrás ocurriera en el mundo del tebeo, pro-pone una historia de superhéroes adulta y compleja, consiguiendo con ello uno de los mayores éxitos comerciales de la historia del cine. De esta forma, ahora que el público parece ávido de argumen-tos oscuros, serios y hasta verosímiles sobre superhéroes, llega ‘Watchmen’, una obra de incuestionable calidad pero con grandes defectos de fondo respecto al original. ¿Es coherente trasladar con fidelidad enfermiza hasta el último de-talle del cómic a una película necesi-tada de un ritmo y estructura propias? Una serie de 12 números, cada uno con su propia estructura interna difícilmente puede ser comprendida como una historia en tres actos para una película, más si se realizan comprensibles sacrificios con el fin de que la película resultante no alcance las cinco horas de duración. El problema de eso es que hasta la apa-rentemente más insignificante página del tebeo es una pieza imprescindible para comprender todo el mosaico de la histo-ria completa. Ahí reside su genialidad, en su estructura de castillo de naipes. Pero si esto fuera más o menos asumible, queda otro obstáculo, éste ya sí, in-salvable: la historia, tan deudora del medio al que pertenece que, con su sola traslación a otro medio (en este caso el cine) ya pierde varias de sus posibles lecturas.¿Es legítimo pues, adaptar una obra cuando forzosamente vas a obtener un producto de inferior calidad, cuando mostrando las imágenes estáticas en mo-vimiento ya estás en cierta manera ba-nalizando el lenguaje visual para el que fue creado originalmente el argumento?

Seguramente ‘Watchmen’… la película, sea un producto difícil de comprender para el público mayoritario y se quede en una pequeña (gran) película de cul-to. Es una apuesta valiente y arries-gada, con muy pocas concesiones -que las tiene- y muchas y muy grandes virtudes cinematográficas. Pero, a fin de cuentas, ‘Watchmen: La Película’, no podría haber sido nunca, sencilla y completamente, ‘Watchmen’.

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Dirección de Redacción y ContenidosRaúl Díaz

raul@revistaplastica.es

Dirección de Arte y diseñoBurnao

burnao@revistaplastica.es

Comunicación y Dirección ComercialTeresa Cabello

comunicacion@revistaplastica.es

Redacción Víctor AlgoraJessica López

Gabriela PascanerMario Parra

Marta VerrierMaría Ysasi

FotografíaDarude

Laura EncursivaMercedes HausmannRosa SorinillaCandela Sotos

Han colaborador en éste númeroAlberto Almenara, Laura Cermeño, Ricardo

Cavolo

Gracias aLa Bien Querida, Souvenir, Anni B Sweet, Mauel Carrascosa, a todos los artistas que han aparecido en este número y a los sellos que nos han hecho llegar sus lan-

zamientos discográficos.

¡y gracias a ti, por leernos!

Si te ha gustado, por favor, extiende la voz.Y si tienes cualquier comentario o sugerencia, nos puedes encontrar en:

info@revistaplastica.esinfo@plandefuga.org