orígen, ocupación y expansión de los chachapoya(s)

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UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA DE MENDOZA DE AMAZONAS CARRERA PROFESIONAL DE TURISMO Y ADMINISTRACIÓN Curso: Patrimonio Cultural II Ciclo: VI Tema: Origen, Ubicación Geográfica y Expansión De Los Chachapoya(S) Docente: Maritza Revilla Buelot Integrantes: Campos Ocampo, Sheyla Inchaustegui Llaja, Josue Llaja Alvarado, Cynthia Puerta Guiop, Ruben Zuta Cuenca, Ivan Chachapoyas – Amazonas

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Page 1: Orígen, Ocupación y Expansión de los Chachapoya(s)

UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA DE MENDOZA

DE AMAZONAS

CARRERA PROFESIONAL DE TURISMO Y ADMINISTRACIÓN

Curso: Patrimonio Cultural II

Ciclo: VI

Tema: Origen, Ubicación Geográfica y Expansión De Los Chachapoya(S)

Docente: Maritza Revilla Buelot

Integrantes:Campos Ocampo, SheylaInchaustegui Llaja, JosueLlaja Alvarado, CynthiaPuerta Guiop, RubenZuta Cuenca, Ivan

Chachapoyas – Amazonas 2011

Page 2: Orígen, Ocupación y Expansión de los Chachapoya(s)

PRESENTACIÓN

El presente trabajo sobre la cultura Chachapoya(s) se presenta

gracias al apoyo de nuestra docente, y al trabajo de investigación que

se ha hecho posible gracias a las investigaciones que ha hecho el

Arqueólogo Federico Kauffman Doig.

La cultura Chachapoya(s) que hasta hace unos pocos años

permanecía casi desconocida, pero gracias a investigaciones

realizadas en nuestro departamento se ha podido dar referencia a lo

que fue la cultura de los Cahchapoya(s). Con edificaciones como

Kuelap, El Gran Pajaten, Karajia, entre otros se puede decir que

nuestra cultura fue una de las más grandes que ha tenido el Perú,

inigualable por su arquitectura.

Es por eso, que el propósito de este trabajo es dar a conocer a todo

estudiante a conocer, difundir y valorar nuestra cultura; para que así

el mundo nos conozca y pueda desarrollarse la Actividad Turística.

LOS ESTUDIANTES

Page 3: Orígen, Ocupación y Expansión de los Chachapoya(s)

Origen, Ubicación Geográfica y

Expansión De Los Chachapoya(S)

Origen, Territorio y área de expansión:

1. ORIGEN:

Los bienes Chachapoya(s) muestran que

sus creadores evolucionaron nutriéndose

originalmente de savia cultural andina. La

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migración que dio origen a la cultura Chachapoya(s) pudo haber tenido lugar durante el

periodo en que imperaba la cultura Tiahuanaco – Huari, o en los inicios de su disolución, de

amplia propagación en el Área Inca a partir del siglo VI d.C. En este contexto se hace

necesario mencionar, igualmente, la forma de sepultar en mausoleos que pusieron en

práctica los Chachapoya(s). Tales sepulcros representarían modalidades de la chullpa o

pucullo en lengua quechua, otro elemento cultural de origen andino que alcanzó gran

difusión en el Área Inca durante la etapa cultural Tiahuanaco – Huari u Horizonte Medio.

Buscando la explicación sobre por qué un número considerable de cordilleranos se

trasladaron y establecieron en los Andes Amazónicos norteños, la respuesta podría apuntar

a la urgencia que asistía a los pobladores de los Andes Cordilleranos, como también a los

de los Andes Costeños, de ampliar su frontera agraria. Y es que el medio geográfico del

Área Inca, tanto cordillerano, como costeño, se caracteriza por ser impropio para el cultivo

por cuanto en su mayor extensión es desértico. La extrema limitación de los suelos aptos

para la actividad agrícola resultó así un poderoso impedimento para obtener el sustento

requerido por los peruanos ancestrales, con un aumento poblacional desde que lograron

dominar la producción de alimentos mediante prácticas agrícolas, con sus balbuceos hace

unos 6 000 años.

Este fenómeno es definido como “andinización o serranización de la selva”, fenómeno que

se evidencia tanto en lo geográfico como en lo cultural (Kauffman Doig 1996a; 1996b;

2001c; Kauffman Doig y Ligabue 2003). En lo geográfico ocurre como consecuencia de la

presencia de los Chachapoya(s) deforestando extensas áreas del paisaje selvático

conformado por bosques tropicales, que de esta manera fue tornándose yermo, a

semejanza del que impera en la serranía del Perú. Y en lo cultural, la “andinización de la

selva” se manifiesta en la aparición de nuevas expresiones culturales por obra de los grupos

de migrantes que penetraban en los Andes Amazónicos portando bagaje cultural andino.

Este fenómeno que dominamos la “andinización de la selva”, posibilito que aflorara la cultura

Chachapoya(s), y con el paso de los siglos, permitió que durante el Incario se diera también

la proyección cuzqueña que incorporó la zona de Vilcabamba, en los Andes Amazónicos

centro sur del país; cuyo resultado fue que en esa región se construyeran soberbios centros

de administración de la producción agraria como Machu Picchu, que fungían

simultáneamente como sedes de ceremonias de culto (Kauffman Doig 2005, pp. 63 – 66).

SERRANIZACIÓN DE LA SELVA

Page 5: Orígen, Ocupación y Expansión de los Chachapoya(s)

La hipótesis de trabajo que

presentamos a continuación

propone que la cultura de los

Chachapoya(s) no deriva de

la tradición cultural que

floreció en la Amazonaía,

sino que su desarrollo fue

producto de empujes

migratorios consu mados por

andinos, portadores, de

cuatro veces milenaria

tradición cultural que floreció

tanto en los Andes

Cordilleranos como en los

Andes Costeños. La

propuesta se fundamenta en

un hecho al parecer

irrefutable: los testimonios

culturales legados por los

Chachapoya(s) no

demuestran sustentarse en

raíces amazónicas sino en la

savia andina.

Kauffman Doig ha bautizado su propuesta como “Serranización de la Selva”; de la selva

restringida a altitudes comprendidas entre los 2000 y 3000 m.s.n.m., conocida como

Montaña, Ceja de Selva o Alta Amazonía y a la que aquí referimos denominándola Andes

Amazónicos.

La “Serranización de la Selva” se expreso a través de dos modalidades.

En lo cultural, con la aportación de savia andina por los migrantes y

en lo geográfico, por el cambio que experimentó el paisaje con la tala

de extensas áreas boscosas y que, desposeído de su manto verde,

tomó un aspecto semejante al de los páramos cordilleranos.

En el marco de nuestra propuesta, consideramos que la referida

ocupación de los Andes Amazónicos norteños por andinos debió

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efectuarse de modo planificado. Acaso, en contextos similares a los que presenta la

institución del mitmaq, del Inkario, por la cual eran trasladados grupos humanos de una

región a otra con fines de buen gobierno como también económicos, según lo enfatiza Pedro

Cieza de León (1553, cap. 99). También Garcilaso (1609, L. VII, cap. 1) es, al respecto,

explícito: “sacavan indios de provincias flacas y estériles para poblar tierra fértiles…”.

El desplazamiento a loa Andes Amazónicos norteños, desplegado, posiblemente a través de

oleadas sucesivas pero obedeciendo en todo caso a sólo un programa, pudo tener lugar

entre los entre los siglos VII y IX, esto es, durante la etapa Tiwanaku – Wari, atendiendo que

a estas acompañaba una firme estructura estatal que a la postre debió servir de inspiración

a la vigente en el Inkario.

En este sentido, la proyección andina a los Andes

Amazónicos no debió ser promovida por la apetencia de

contar con vistosas plumas que, ciertamente, abundan en

aquella región y de modo especial en la planicie

amazónica. Este deseo era satisfecho largamente, desde

tiempos atrás, con el intercambio de hachas de factura

andina por plumería selvática; lo testimonia el hallazgo de

plumas amazónicas a orillas del mar Pacífico, realizado

por Julio C. Tello en tumbas Paracas datadas en 2 000

años de antigüedad (Kauffman Doig 1993 – 94).

Postulamos que aquella penetración de andinos a la región de los Andes Amazónicos puede

ser explicada por la imperiosa necesidad, que asistía tanto a cordilleranos como costeños,

de ampliar su frontera agraria en razón de la creciente tasa demográfica que

experimentaban. De esta premisa se desprende que en los espacios cordilleranos, tanto

como en los costeños, imperaba el flagelo de la sobrepoblación, fenómeno que sobrevive

cuando la capacidad de sustento de un territorio es deficitaria en relación a los

requerimientos de quienes lo habitan. En otras palabras, cuando se hace presente el

fenómeno que calificamos de desequilibrio ecológico.

- El Desequilibrio Ecológico en el Perú Antiguo: la proyección andina hacia los Andes

Amazónicos norteños podría ser explicada como una de las tantas técnicas puestas en

marcha en el antiguo Perú para enfrentar el Desequilibrio Ecológico que desencadena la

sobrepoblación. También otros recursos dirigidos a elevar la producción de los

comestibles debieron ser empleados, adicionalmente, a la estrategia de ampliación de la

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frontera agraria y a las ligadas directamente con el cultivo. Nos referimos a los que

conciernen a la estructura socioeconómica y, aún, a los que atañen al culto y a los

rituales ya que éstos no son en el fondo más que fórmulas empleadas también para

lograr mantener en jaque al fantasma del hambre.

Es en el accionar del conjunto de estas

estrategias en lo que reposa aquello que se da

en llamar civilización, refiriéndose a las más

antiguas que se desarrollan en el pasado de la

humanidad, como la de Mesopotamia. Este

diagnóstico descubre que, por paradoja, fue el

flagelo de la sobrepoblación lo que dio

nacimiento a la civilización peruana ancestral;

que también debió activar la Maya y hasta las

antiguas civilizaciones de la humanidad de

allende el Océano (Kauffman Doig, 1986b,

1991b, 1996a). A medida que el fenómeno de

la sobrepoblación iba agudizándose,

paralelamente también, las respuestas

dirigidas a superar el flagelo eran afinadas. De

este modo, el proceso civilizatorio, al optar por formas cada vez más complejas

destinadas a conjurar los problemas del sustento, fue enriqueciéndose. En el Perú, lo que

se entiende por civilización prehispánica debutó tempranamente. Hace unos cuatro o

cinco milenios, precisamente como corolario de las estrategias, cada vez más complejas,

que se ponían en marcha a fin de acarrear la creciente cuota de alimentos que

demandaba el aumento poblacional.

El hecho que el crecimiento demográfico se presentara tempranamente en el antiguo

Perú fue, sin duda, consecuencia de las bondades que en materia alimenticia ofrece la

agricultura a un, todavía reducido, número de gente. Pero el medio geográfico debió

mostrarse adverso, puesto que no permitía elevar la producción de los alimentos al ritmo

exigido por la creciente población. En efecto, el territorio costeño cordillerano, no

obstante su gran extensión en kilómetros cuadrados, se caracteriza por ser en extremo

limitado en tierras aptas para el cultivo y por ser, además, castigado por las catástrofes

climáticas que en forma recurrente desata el fenómeno de El Niño.

Ciertamente, al llegar los españoles en el siglo XVI, si bien el territorio del Inkario

ocupaban un área extensa, estimada en unos 2 millones de km2, solo sustentaba a una

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población que no debió sobrepasar los 15 millones de habitantes, y que según otros

cálculos no alcanzaba ni aun los 2 millones de almas (Cook 1981; Kubler 1946;

Rosenblat 1954; Rowe 1946).

Con todo, una comprobación del desequilibrio ecológico que reinaba en el antiguo Perú

no requiere acudir a cifras poblacionales, que no sólo son en extremo difíciles de calcular

sino que constituyen toda una quimera debido a las fluctuaciones permanentes que

experimenta la tasa demográfica. Los testigos, que de modo objetivo e irrefutable ponen

en evidencia que el Perú antiguo estaba sobrepoblado, están representados por las

múltiples técnicas ideadas y aplicadas con el exclusivo fin de superar la situación

adversa y producir la cuota de alimentación indispensable a la existencia. La producción

agrícola en andenes o terrazas de cultivo permitía, por ejemplo, el aprovechamiento de

las erosionadas laderas cordilleranas; mientras que, en los valles costeños, las obras de

ingeniería hidráulica eran imprescindibles para ampliar la frontera agraria en áreas otrora

desérticas. Éstas y otras técnicas relacionadas con el cultivo no fueron, sin duda, el

resultado de afanes deportivos: comprueban, sin dejar lugar a discusión, que el peruano

ancestral debió valerse de diversas estrategias en su lucha para incrementar la

producción de los comestibles al ritmo del aumento demográfico.

- Estrategias varias para superar el flagelo: las técnicas empleadas para aumentar la

producción de los campos de cultivo sólo corresponden a una parte de las estrategias

dirigidas a superar el problema alimenticio. Una producción estable y aún creciente de los

alimentos, que marchase pareja con la demanda impuesta por una tasa demográfica en

aumento, exigía también el concurso de una estructura socio – económica, y aún

religiosa, apropiada a la superación del desequilibrio ecológico en el que se debatan los

antiguos peruanos. En primer lugar debía regir un tipo de administración centralista y

férrea. El desequilibrio ecológico que afloró desde los pasos iniciales de la agricultura en

su forma avanzada, hace unos 4 000 años, condujo al “temprano surgimiento en el Perú

de los sistemas socio – políticos complejos” planteados por Rosa Fung (1982), en otras

palabras, a la aparición de las clases sociales en su forma definida (Kauffman Doig 1980,

p.82 + gráfico, 1996a). en efecto, la presencia de una clase dirigente pudo dar lugar a

que se construyera complejos arquitectónicos como Caral, que data de esa etapa de los

albores de la civilización peruana. Sus miembros recurrieron a recursos vrios para

conseguir que sus órdenes fueran acatadas. Debieron emplear las argucias que les

permite la magia, más otras estratagemas, para imponerse. Por ejemplo, la arquitectura,

caracterizada por su forma monumental, que obligaron a levantar con increíble

despliegue de esfuerxo y laboriosidad, debió ser ideada por las élites para entronizar su

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autoridad. Su función era el servir de centros de poder político y administrativo de la

producción de loa alimentos, a la par que se desempeñaban como sedes desde donde

ejecutaban los rituales y el culto, dirigidos a exorcizar las catástrofes atmosféricas, como

las que acarrea el fenómeno de El Niño, las que se suponía estarían regidas por una

especie de Dios del Agua. (Kauffman Doig 1996a).

- La Sobrepoblación en los Andes en Testimonios Antiguos: el estado de

sobrepoblación en que se debatía el Perú antiguo y las diversas estrategias que se

ponían en marcha con la esperanza de jaquear el fantasma del hambre constituyen un

tema que recuerda la memoria colectiva a a través de los relatos míticos. Son varios los

cronistas, de los siglos XVI y XVII, que dan fe de esta lacra. Miguel Cabello Valboa

(1586), por ejemplo, es autor de una frase esclarecedora: “vino a tanta copia la

mulktiplicación de las gentes…que no faltaun ya hombres para las tierras sino tierras para

los hombres”.

- La Impronta de las Condiciones Ambientales Nuevas: el territorio que “colonizaron”

los forjadores de la cultura Chachapoya(s), ofrecía ciertamente, condiciones ambientales

distintas a las del terruño que dejaban atrás. En su afán de hacerlo productivo, los

migrantes andinos se vieron enfrentados a un gran reto: el de la abrupta topografía

cubierta por un manto de vegetación de bosque tropical húmedo montano, que llega a

prosperar aún en altitudes superiores a los 3 000 metros; salvo naturalmente, en los

barrancos de pendientes casi verticales donde la roca asoma desnuda a la superficie.

Page 10: Orígen, Ocupación y Expansión de los Chachapoya(s)

Posiciones distintas sobre el origen de los Chachapoya(s): Alberto Bueno esgrime

otros puntos de vista acerca del origen de la cultura Chachapoya(s), nos dice que

habría sido gestada por amazónicos del grupo Jívaro, que en un momento dado de su

historia habrían sido influenciados culturalmente por andinos (Bueno, 2008, p. 395); a la

vez precisa que “Grupos Jívaro del intermedio temprano en contacto con las tierras

altas hacia el oeste del bosque de nubes, recibieron influencia de las grandes culturas

interandinas, como Pashash y Markaguamachuco, las que habrían sido fundamentales

para los desplazamientos culturales y sociales hacia la margen derecha del Marañon

ocurriendo interrelaciones territoriales e interacciones socioculturales, que terminaron

en amalgamar interpréstamos de arquitectura tipo Pashash (Pallasca) en el complejo

Gran Chivani (distrito de Utubamba y Chuquibamba, etc.), pasando a los complejos

arquitectónicos Gran Saposoa (cuenca de los ríos Guabayacu y Guayabamba), para

después corriendo los siglos, desarrollar sus propios complejos arquitectónicos urbanos,

funerarios y ceremoniales, paralelos al desenvolvimiento Jívaro desplazando a las

márgenes nororientales del río Marañon en su trayecto al oriente amazónico tropical

bajo, donde han vivido durante el intermedio tardío y el horizonte tardío y los

encontramos en la actualidad”.

2. TERRITORIO Y ÁREA DE EXPANSIÓN:

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El

territorio de los Chachapoya(s) comprendía un espacio triangular, que partiendo de la zona

de Bagua iba expandiéndose en dirección sur, hasta alcanzar la cuenca del Abiseo, allí

donde se levantan las ruinas de Pajatén. Se prolongaba todavía más, por zonas sureñas,

hasta la cuenca del Chontayacu en el actual departamento de Huánuco. Cubría, en

resumen, espacios situados en el tercio meridional del departamento de Amazonas así

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como sectores altos de los departamentos de San Martín y aún Huánuco; a lo que habría

que agregar la porción extremo oriental del departamento de La Libertad. En términos

generales cubría un eje longitudinal que se extendía por unos 300 km de norte a sur.

Confirma esa amplia extensión del territorio de los Chachapoya(s) la presencia de un estilo

arquitectónico de características específicas. Y dan fe de ello, igualmente, las noticias

históricas tempranas. Así, por ejemplo, el Inca Garcilaso de la Vega (1609) señala que el

territorio de los Chachapoya(s) era tan extenso que “pudiéramos llamar reino, porque tiene

más de cincuenta leguas de largo por veinte de ancho”. La legua correspondía, por

entonces, a cerca de 5 kilómetros, que era la distancia promedio recorrida en una jornada de

viaje. La referencia del Inca Garcilaso, que incluye en el territorio que ocupaban los

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Chachapoya(s) a Moyobamba, debe tomarse con cautela. Al parecer, Garcilaso de la Vega

citó esta toponimia con la intención de referirse a los espacios ocupados por los

Chachapoya(s) en los sectores altos de las cuecas del Abiseo y Huabayacu –

Huallyabamba, que hoy corresponden al departamento de San Martín y donde en efecto

menudean restos culturales Chachapoya(s); o tal vez a las incursiones beligerantes

conducidas de tropas incaicas que se internaban en el área de Moyobamba durante las

postrimerías del Incario.

Moraban los Chachapoya(s) en un territorio que siendo cordillerano por su relieve está

cubierto por una densa floresta tropical de neblina. Es por esta razón que los observadores

profanos se refieren en términos imprecisos como “Montaña”, “Alta Amazonía”, “Ceja de

Selva”, etc. a lo que definimos como Andes Amazónicos o en su defecto de Alta Amazonía.

Los Andes Amazónicos corresponden al flanco oriental de la cordillera de los Andes, que

estuvo cubierto, originalmente, por una densa vegetación tropical. A lo largo del proceso de

deforestación al que lo sometieron los agricultores Chachapoya(s) con el fin de ganar

nuevas tierras de cultivo, el paisaje primigenio fue transformándose en uno semejante al que

presentan los páramos andinos. Aún quedan relictos, que precisamente dan fe de lo

expuesto. Naturalmente que en los barrancos donde la roca asoma desnuda a la superficie,

la vegetación boscosa es inexistente.

En algunos sectores de las estribaciones cordilleranas orientales de los Andes Amazónicos,

los bosques tropicales están ubicados en altitudes sorprendentes. En algunos casos estos

sobrepasan los 3 000 metros de altitud, esto es debido a su proximidad a la línea ecuatorial;

ya en condición de “bosque enano” va elevándose por las quebradas flanqueadas por zonas

cubiertas por la gramínea conocida con el nombre de ichu.

BIBLIOGRAFÍA LOS CHACHAPOYA(S) Moradores Ancestrales de los Andes Amazónicos Peruanos; Federico

Kauffman Doig y Giancarlo Ligabue – 2003.

Page 14: Orígen, Ocupación y Expansión de los Chachapoya(s)

Constructores de Kuelap y Pajaten Los Chachapoya(s); Federico Kauffman Doig .