la resonancia magnética en el estudio de la patología torácica

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LA RESONANCIA MAGNÉTICA EN EL ESTUDIO DE LA PATOLOGÍA TORÁCICA L. Marti-Bonmati, J.C. Panlagua y J. Vilar. Departamento de Radiodiagnóstico. Hospital Dr. Peset. Valencia. Introducción de la resonancia magnética La aparición de la tomografía computarizada (TAC) supuso hace aproximadamente 15 años un avance importante en la detección y caracterización de la patología torácica en general. La introducción de la resonancia magnética (RM) supone un nuevo avance en este campo. Esta nueva técnica ofrece ventajas importantes sobre la TAC, ya que proporciona un mayor contraste entre los tejidos, permite obtener imágenes en cualquier plano del espa- cio, las grapas y suturas metálicas no invalidan el estudio tanto como en la TAC y es capaz de demostrar los vasos sanguíneos sin necesidad de inyectar con- traste yodado endovenoso. También existen desventa- jas en esta técnica, especialmente relacionadas con los artefactos que genera el movimiento (respiración, lati- dos cardíacos) y la limitación en la resolución espa- cial, que es algo inferior a la de la TAC. Estos últimos inconvenientes se intentan reducir disminuyendo al máximo la duración de las secuencias RM (pasando de minutos a segundos) y adquiriendo la imagen en un momento determinado del ciclo cardíaco o respirato- rio (técnicas de sincronismo). Nosotros utilizamos ac- tualmente siempre el sincronismo cardíaco en los es- tudios RM (fig. 1). Este trabajo pretende explicar de forma resumida las características de la RM en el estudio del tórax, valorar sus aplicaciones en ciertas patologías y apun- tar las probables perspectivas futuras. Semiología La RM es una técnica tomográfica, esto es, las imágenes representan planos del sujeto de mayor o menor grosor. Se diferencia de otras técnicas en que las imágenes obtenidas se producen como consecuen- cia de los fenómenos de relajación magnética de los Fig. 1. Corte transversal con sincronismo cardiaco (A) y sin sincronismo (B) que evidencia la pérdida de definición anatómica en los estudios realizados sin la sin- Arch Bronconeumol 1991; 27: 89-98 cronización. 13 89

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LA RESONANCIA MAGNÉTICAEN EL ESTUDIO DE LA PATOLOGÍATORÁCICA

L. Marti-Bonmati, J.C. Panlagua y J. Vilar.

Departamento de Radiodiagnóstico. Hospital Dr. Peset. Valencia.

Introducción de la resonancia magnética

La aparición de la tomografía computarizada(TAC) supuso hace aproximadamente 15 años unavance importante en la detección y caracterizaciónde la patología torácica en general.

La introducción de la resonancia magnética (RM)supone un nuevo avance en este campo. Esta nuevatécnica ofrece ventajas importantes sobre la TAC, yaque proporciona un mayor contraste entre los tejidos,permite obtener imágenes en cualquier plano del espa-cio, las grapas y suturas metálicas no invalidan elestudio tanto como en la TAC y es capaz de demostrarlos vasos sanguíneos sin necesidad de inyectar con-traste yodado endovenoso. También existen desventa-jas en esta técnica, especialmente relacionadas con losartefactos que genera el movimiento (respiración, lati-dos cardíacos) y la limitación en la resolución espa-cial, que es algo inferior a la de la TAC. Estos últimosinconvenientes se intentan reducir disminuyendo almáximo la duración de las secuencias RM (pasandode minutos a segundos) y adquiriendo la imagen en unmomento determinado del ciclo cardíaco o respirato-rio (técnicas de sincronismo). Nosotros utilizamos ac-tualmente siempre el sincronismo cardíaco en los es-tudios RM (fig. 1).

Este trabajo pretende explicar de forma resumidalas características de la RM en el estudio del tórax,valorar sus aplicaciones en ciertas patologías y apun-tar las probables perspectivas futuras.

Semiología

La RM es una técnica tomográfica, esto es, lasimágenes representan planos del sujeto de mayor omenor grosor. Se diferencia de otras técnicas en quelas imágenes obtenidas se producen como consecuen-cia de los fenómenos de relajación magnética de los

Fig. 1. Corte transversal con sincronismo cardiaco (A) y sin sincronismo (B) queevidencia la pérdida de definición anatómica en los estudios realizados sin la sin-

Arch Bronconeumol 1991; 27: 89-98 cronización.

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Fig. 2. Planos sagital (A, central; B, parasagital) y coronal (C, a nivel carínal; D, más anterior). Se evidencian los vasos y bronquios con ausencia de señal (negros)respecto a la grasa mediastinica muy intensa. A = aorta, AD == aurícula derecha, AZ = ácigos, B = bronquios principales, P = arteria pulmonar principal, PD = arteriapulmonar derecha, PI = arteria pulmonar izquierda, VD = ventrículo derecho, VI = ventrículo izquierdo, VCI = vena cava inferior, VCS = vena cava superior.

núcleos en los diversos tejidos. Estos fenómenos, que unos tejidos de otros gracias a estas diferencias en lanosotros provocamos con un campo magnético y on- intensidad de la señal generada (más blanco o másdas de radiofrecuencia, van a dar lugar a una señal negro en la imagen). Una característica adicional de laemitida por los tejidos, detectada por el aparato y RM es que un mismo tejido puede aparecer con dis-analizada digitalmente. En la RM es posible distinguir tinta intensidad de señal si modificamos ciertos pará-

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metros en la adquisición de las imágenes, generandoimágenes distintas que llamamos potenciada en Tí,T2 o densidad protónica. Estas representan diferen-cias en la composición físico-química tisular y nossirven bien para caracterizar mejor una lesión o teji-do, o bien para delimitar mejor su morfología y situa-ción.

Anatomía mediante resonancia magnética

El estudio del tórax mediante RM identifica conprecisión las estructuras anatómicas normales. Mien-tras que en los cortes axiales la anatomía es similar ala ya descrita en la TAC, el estudio en los planossagitales y coronales proporciona una información nodisponible hasta el momento actual, debido a que lasestructuras orientadas longitudinalmente pueden serestudiadas a lo largo de su eje mayor, fundamental-mente los grandes vasos y la tráquea' (fíg. 2).

El parénquima pulmonar produce una escasa señalpor su baja densidad protónica; sin embargo, se puedeobjetivar una discreta hiperseñal en las zonas másdeclives del pulmón secundaria a la congestión hi-drostática y al mínimo componente atelectásico en laposición supina (gradiente gravitacional). Las vías aé-reas principales se presentan como estructuras caren-tes de señal por el aire que contienen, diferenciablesde los vasos por su localización.

En los vasos, el flujo sanguíneo rápido provocanormalmente una ausencia de señal dentro de lasestructuras vasculares, siendo fácilmente distinguiblesde la hiperintensidad proveniente de la grasa que losrodea sin la necesidad de inyectar contraste. En lasáreas en las que los vasos contactan con el parénqui-ma pulmonar, la pared vascular se evidencia comouna estructura lineal de intensidad discretamente in-ferior a la de la grasa, no observándose generalmentela sangre de su interior.

Los ganglios linfáticos de tamaño normal (menoresde 1 cm de diámetro) se evidencian cuando aparecencomo estructuras nodulares de intensidad intermediaen la mayoría de las secuencias. El timo y el esófago seobjetivan como regiones de menos intensidad que lagrasa.

Aplicaciones clínicas de la resonancia magnética

Una revisión reciente en un hospital americanoindicó que el 35 % de los estudios de RM de tóraxfueron por neoplasias broncopulmonares, el 31 % pa-tología aórtica, el 23 % lesiones cardíacas y un 11 %de estudios misceláneos.

En este trabajo vamos a revisar las aplicaciones másclaras de la RM en el tórax, excluyendo la patologíacardíaca.

Lesiones mediastínicas

La capacidad de identificar los vasos directamentey la posibilidad de obtener las imágenes en los distin-tos planos (transversal, sagital y coronal) permiten

que la RM sea una técnica excelente para aclarar tantolas lesiones vasculares del mediastino como la rela-ción de las diversas tumoraciones con el resto de lasestructuras mediastínicas2. La patología aórtica (comoel aneurisma, la disección o la coartación) puede serperfectamente evidenciada, así como el lugar de laobstrucción o compresión y la causa en pacientes conpatología congestiva de los grandes troncos venosos(como el síndrome de vena cava superior)3.

La patología tumoral mediastínica, bien sea prima-ria o metastásica, se distingue fácilmente de las estruc-turas normales (fig. 3). En los estudios Tí, el tejidotumoral, con un mayor tiempo de relajación longitu-dinal, presenta menor intensidad de señal que la grasamediastínica adyacente. En los estudios T2, el tumor yla grasa tienen valores similares y se presentan en estasecuencia como estructuras de aproximadamente lamisma intensidad de señal, dificultando su delimita-ción. Sin embargo, los estudios T2 pueden aportarinformación acerca del contenido tumoral, con unincremento significativo de la intensidad de señal siexiste componente quístico o necrótico. Esta capaci-dad para caracterizar los líquidos aporta informaciónfundamental para el diagnóstico diferencial de lastumoraciones quísticas mediastínicas, algunas de ellas(como el quiste broncogénico) de difícil evaluaciónmediante TAC debido a su alta densidad proteica ocontenido calcico (que condiciona un elevado coefi-ciente de atenuación).

La detección de adenopatías y tumores mediastíni-cos se basa en las diferencias de señal entre el tumor yla grasa mediastínica y el desplazamiento o invasióntraqueo-bronco-vascular. En la detección de adenopa-tías, la RM no ha superado a la TAC, excepto enaquellos casos en los que no es posible inyectar con-traste yodado por alergia. La RM tampoco es capaz dediferenciar las adenopatías neoplásicas de las inflama-torias, incluso es incapaz de valorar adecuadamentelas adenopatías granulomatosas calcificadas4. Las cal-cificaciones intratumorales se presentan en RM comoáreas de disminución de señal, siendo difíciles deidentificar. A este respecto, la TAC posee una mayorsensibilidad en la detección del calcio. Aunque la RMposee una mayor capacidad de contraste tisular, lamayor resolución espacial de la TAC ofrece una mejoridentificación de los ganglios linfáticos de tamañonormal.

La TAC se ha demostrado también superior o igualen el estudio del timo y su patología, ya que el estudiomediante RM no aporta la caracterización distintaentre timoma e hiperplasia tímica, siendo ademássimilar el estudio de la extensión tumoral entre los dosmétodos diagnósticos tomográficos5. Una excepciónes la afectación tímica por el linfoma, donde la RMvalora adecuadamente las áreas fibróticas en el tumorinicial y la existencia de tumor viable en las masasresiduales. Así, cuando existen dudas en los linfomastratados sobre si existe recidiva tumoral o se trata detejido fibroso remanente residual, la RM puede serútil ya que en imágenes T2 la fíbrosis aparece con bajaintensidad de señal y el tejido tumoral con una inten-

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sidad de señal alta. Estos cambios son ya detectables apartir de las doce semanas de tratamiento6'7.

Respecto al carcinoma de esófago, la RM tampocoaporta ninguna ventaja en la evaluación del estadiajetumoral, siendo la TAC el método de elección en estospacientes.

Alteraciones biliares

En condiciones normales, la señal producida por elhilio pulmonar proviene de las paredes de los vasos ylos bronquios. Los bronquios principales se distin-guen de los vasos pulmonares por su localización en elhilio8. Pueden ser visibles pequeñas colecciones degrasa y ganglios linfáticos sin significación patológica.Estos acumules son mayores, y pueden ser interpreta-dos erróneamente como engrosamiento hiliar ganglio-nar patológico en tres localizaciones específicas: anivel de la bifurcación de la arteria pulmonar derecha,en el origen del bronquio del lóbulo medio y a niveldel bronquio del lóbulo superior izquierdo9.

En pacientes con masa hiliar notable, la informa-ción diagnóstica proveniente de la TAC con contrasteyodado y la RM es similar. Sin embargo, cuando lamasa es pequeña o no se ha administrado contraste ola opacificación de las estructuras vasculares es insufi-ciente, la identificación de la alteración hiliar puedeser difícil en la TAC; en estos casos, la RM es definiti-vamente superior a la TAC y está indicada cuandoésta no sea concluyente.

En los pacientes con carcinoma bronquial existencomunmente alteraciones del contorno de la vía aéreacuya visualización permite guiar la biopsia endoscópi-

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Fig. 3. Carcinoma tiroideo con invasión mediastínica, perfectamente delimitadaen los planos sagital (A), coronal (B) y axial (C), que engloba la vena subclaviaderecha y desplaza lateralmente la tráquea.

ca. Debido a la mayor capacidad de resolución espa-cial, los bronquios son evaluados con mayor precisióncon TAC. A nivel de tráquea y carina, los cortessagitales y coronales pueden facilitar el conocimientode la extensión lesional (fig. 4).

Alteración parenquimatosa pulmonar

En la actualidad, las alteraciones parenquimatosaspulmonares son de difícil evaluación en RM debido al

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Fig. 4. Carcinoma broncopulmonar en varón de 56 años. Se evidencia una masabiliar derecha englobando el bronquio del LSD (cabeza de flecha). También seevidencian dos metástasis costales con importante masa de partes blandas. Laexcelente resolución de contraste permite delimitar el tumor, los vasos y el bron-quio.

Fig. 5. Tuberculosis fibrocavitaria en ambos vértices.

Fig. 6. Metástasis de carcinoma papilar tiroideo. Se evidencia una masa en el LID, isointensa al músculo en secuencias potenciadas en Tí (A) y discretamentehiperintensa en la potenciada en T2 (B), con cavitación excéntrica.

movimiento respiratorio, a la inferior resolución espa-cial con respecto a la TAC, a la mínima señal produci-da por el parénquima pulmonar dada su escasa canti-dad de protones (núcleos de hidrógeno) y a la dificul-tad de identificar calcificaciones intralesionales.

Sin embargo, la RM genera una información distin-ta a la de la TAC (fig. 5), por lo que deben valorarsesus posibles aplicaciones. Así, la diferenciación entreun nodulo pulmonar y el extremo más distal de unvaso es más fácil en RM por la ausencia de señal queproduce el flujo sanguíneo y la señal presente en elnodulo. Los nodulos pulmonares mayores de 1 cm seevidencian por igual en TAC y RM (fíg. 6), aunque la

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configuración de los márgenes y la existencia de calci-ficación o grasa en su interior se describen mejor conTAC. Además, como los bronquios segmentarios y lascisuras no se observan generalmente en RM, la locali-zación exacta de las lesiones parenquimatosas puedeser muy dificultosa.

Respecto a la afectación alveolar, las áreas de con-solidación pulmonar se evidencian contrastando so-bre la ausencia de señal del parénquima pulmonarnormal (figs. 7 y 8). Las neumonías y las atelectasiaspostobstructivas se suelen distinguir bien del tumorcentral, ya que en las secuencias Tí el tumor producemayor señal que la neumonía distal, mientras que enT2 la masa central aparece menos intensa que la

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Fig. 7. Neumonía tórpida en varón de 74 anos, evidenciada en estudio Tí (A,transversal; B, coronal) como una consolidación en el LID con broncograma aé-reo.

consolidación secundaria muy intensa (fig. 9). Estedato está aún por contrastar ya que según algunosautores, la TAC con contraste es superior a la RM enla distinción entre pulmón colapsado y masa10. En laproteinosis alveolar se ha descrito un patrón caracte-rístico hiperintenso en Tí", mientras que la hemosi-derosis pulmonar presenta una discreta hiperseñal enTí, pero una disminución de la señal en T212.

En pacientes diagnosticados de fibrosis quística seha identificado característicamente el moco intra-bronquial perihiliar, diferenciándolo de vasos. En elsíndrome de McLeod, o pulmón hiperclaro unilateral,se evidencia la hipointensidad del pulmón afecto conpérdida de volumen y las bronquiectasias; sin embar-or> la tprnipa <-lp pipi-r-ii^n pn pl pctiK-lin dp puta n->tr>lr> Fig- 8- N"10 de 'los '"""' c0" a^ele<•^asia del LM. evidenciada en RM como unagO, la técnica de eleCCIOn en el estudio de esta patOlO- estructura triangular en los planos coronal potenciado en Tí (A) y sagitalgía es la TAC en inspiración y espiración'-, potenciado en T2 (B).

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Fig. 9. Carcinoma broncopulmonar hiliar izquierdo que produce una obliteraciónde la arteria pulmonar izquierda y atelectasia del LSI. con enfisema compensadordel LII. La tumoración engloba y estenosa el bronquio del LSI (flecha en B y D).En secuencia Tí se diferencia el derrame de la atelectasia (flecha curva en A) yen tanto en Tí como en T2 el tumor de la atelectasia (flecha hueca en B y D).

El papel de la RM en las alteraciones difusas pulmo-nares está aún por decidir. Aunque la TAC es superioren el diagnóstico de estas alteraciones debido a sumayor resolución espacial y menor tiempo en la reali-zación del corte tomográfico, existen patologías espe-cíficas en las que la RM aporta una información fun-damental, como es el caso de la aspergilosis bronco-pulmonar invasiva (fig. 10) en la que la identificaciónde colecciones hemáticas intranodulares (hiperinten-sas en Tí) en el interior de áreas caviladas posibilitael diagnóstico etiológico14. Esta capacidad para carac-

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terizar la sangre permite utilizar la RM para distinguirentre infarto pulmonar (hemorrágico e hiperintensoen Tí) y la consolidación parenquimatosa (muchomenos intensa en Tí).

La capacidad de contraste tisular permite valorarlos patrones pulmonares intersticiales respecto a suestadio inflamatorio activo (hiperintensos en T2) ofibroso crónico (hipointenso en T2), mejorando laaproximación terapéutica15. También nos permite di-ferenciar el tejido fibroso-cicatricial del tejido tumo-ral en secuencias T2, demostrando la presencia derecidiva tumoral en el seno de una fibrosis postradia-ción (ésta última con menor intensidad de señal que elárea tumoral)16.

Patología pleural

En general, el derrame pleural aparece en estudiosTí como una zona hipointensa en las porciones más

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Fig. 10. Varón de 65 años afecto de leucemia y aspergilosis bruncopulmonar invasiva. En RM se evidencia la neumonía bilateral con pequeñas cavitaciones y en el interiorde algunas de ellas nodulos iso-hiperintensos.

Fig. 11. Derrame pleural derecho hipointenso en I I (A) e hiperintenso en 12 (B) con atelectasia del parenquima pulmonar subyacente.

declives del tórax que aumenta mucho su intensidadde señal en las secuencias T2 (fig. 11). Sin embargo, laintensidad de señal depende además de la concentra-ción lipídica y proteica y de la existencia de productosdel catabolismo de la hemoglobina del derrame, de talmanera que los derrames hemáticos se muestran gene-ralmente con una muy alta intensidad de señal, tantoen Tí como en T2. Este hecho permite diferenciar losquilotórax y hemotórax de los otros derrames serosos.

Las calcificaciones pleurales son muy difíciles deevidenciar en RM. El engrosamiento pleural y laslesiones tumorales se identifican como zonas de den-sidad intermedia tanto en secuencias Tí como T2. La

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existencia de fibrotórax se demuestra como una zonade hipointensidad en T2.

La diferenciación entre la patología pleural y aque-llas otras patologías en su proximidad (extrapleural opulmonar) se evalúa generalmente mejor con la ayudade los planos sagitales y coronales.

Áreas especiales

Una indicación clara de RM en la patología tumoralpulmonar es la evaluación del tumor de vértice pul-monar, pues la RM mejora a la TAC en la evaluaciónde la invasión de pared costal, arteria subclavia y plexobraquial17'18.

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Fig. 12. Meduloepitelioma en un niño de dos años con extensión intrarraquídea(cabeza de flecha) (A, coronal potenciado en Tí) e intercostal (B, sagital poten-ciado en T2).

Las lesiones situadas en las zonas de transicióntoracoabdominales y cervico-torácicas son estudiadasmejor mediante RM debido a la posibilidad de obte-ner planos sagitales y coronales, los cuales permitenaclarar mejor la anatomía en estas áreas transiciona-les. Lo mismo ocurre con las lesiones de mediastinoposterior, donde es posible ver la relación entre lalesión y las estructuras raquídeas nerviosas y medula-res (fig. 12).

Patología congénita

Al igual que en el resto del organismo, la RM tieneun papel fundamental en la valoración y clasificaciónde la patología congénita pulmonar19. Así, es la técni-ca de elección en el diagnóstico de la ausencia proxi-mal de arteria pulmonar (al detectar claramente laausencia de arteria) y ante la sospecha de atresiabronquial (pues permite identificar el mucocele en elinterior del bronquio distal a la obstrucción, diferen-ciándolo de los vasos). En las hipoplasias pulmonaresprimarias creemos que valora adecuadamente tanto lacantidad de parénquima pulmonar existente como ladistorsión de la antomía bronco-vascular biliar y me-diastínica (fig. 13). Los quistes broncogénicos, comohemos visto, tienen un comportamiento en RM másfiable que en la TAC; son de intensidad variable,generalmente hipointensos en Tí y muy intensos enT2. En el secuestro pulmonar se pueden identificar,sin necesidad de inyectar contraste yodado, los vasosnutricios anómalos en aquellos casos en los que éstossean de un calibre suficiente.

Conclusiones

La RM es una técnica diagnóstica que ofrece venta-jas notables sobre la TAC. La alta resolución de con-traste, la posibilidad de obtener imágenes en cualquierplano del espacio, la visualización de los vasos sinnecesidad de inyectar contraste y la ausencia de radia-ciones ionizantes hacen de esta técnica un arma exce-lente en el análisis de la patología torácica. Sin embar-go, las expectativas de que la RM podría llegar aofrecer diagnósticos tisulares no se han visto cumpli-das. La RM es un elemento diagnóstico más que debede utilizarse como complemento de otras técnicas.Hemos revisado las indicaciones más claras de la RM(tabla I) y los pros y contras de la misma.

TABLA IIndicaciones más importantes de la resonancia

magnética torácica

Estadiaje del carcinoma de pulmón (si existe alergia al yodo)Nodulo pulmonar vs vaso sanguíneo (no aclarado en TAC)Valoración de masas residuales en el linfoma tratadoLesiones de grandes vasos y pericardioObstrucción venosa (síndrome de vena cava)Lesión de la pared costal no aclaradaLesiones congénitas pulmonares

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Fig. 13. Planos transversal (A) y coronal (B) de una hipoplasia pulmonar simplederecha con mínimo parénquima pulmonar (flecha), herniación del pulmón iz-quierdo y desplazamiento lateral y posterior mediastínico.

Es posible que futuros desarrollos tecnológicos lle-ven a la RM a un lugar preferente en el estudio de lapatología pleuro-pulmonar.

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