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INTERROGATORIO FORENSE
Los orígenes de los interrogatorios forenses yacen en zonas oscuras. Estos
interrogatorios se aplican específicamente a casos de negligencia y abuso verbal, físico y
sexual. Los expertos en ciencia y psicología han desarrollado los interrogatorios forenses
como un medio de obtener información de entrevistas basándose en consideraciones que
van más allá de lo que digan los entrevistados.
El interrogatorio es una faceta del procedimiento investigativo que realiza la policía
ministerial, es una técnica por medio de la cual se pretende llegar a la verdad del asunto
en cuestión. Cabe señalar que es incorrecto referirse al "interrogatorio pericial" ya que
éste no existe, el perito en algunos casos entrevista a alguna persona, pero nunca
interroga. En el derecho procesal el interrogatorio es la serie o catálogo de preguntas que
se hace a las partes y a los testigos para probar o averiguar la verdad histórica de los
hechos.
CONTEXTO DE LOS INTERROGATORIOS FORENSES
Los interrogatorios forenses se utilizan en servicios de protección infantil para
determinar si un niño sufre o ha sufrido negligencia o abuso de parte de un padre, tutor u
otra figura de autoridad. Estas entrevistas aplican diversas técnicas desarrolladas por
psicólogos, expertos del desarrollo infantil y científicos sociales para crear una narración
sobre un abuso o negligencia sospechada. Los entrevistadores basan estas narraciones no
solo en las respuestas del niño a las preguntas sino también en señales físicas,
discrepancias entre la historia del niño y la del sospechoso de negligencia o abuso y en la
información sospechosamente ausente en los testimonios.
PROPÓSITO DE LOS INTERROGATORIOS FORENSES
Los interrogatorios forenses crean una evidencia y testimonio con validez legal en
base al relato de un niño. Dado que el relato del niño no posee principios legales, los
expertos unen la narración de eventos relacionados al posible abuso o negligencia y crean
una narración oficial basándose en ese relato. Los entrevistadores expertos producen
documentos legales y proporcionan un testimonio experto en representación del niño en
la corte, basándose en los descubrimientos de los interrogatorios forenses. Un trauma
como el abuso, especialmente el abuso sexual, puede hacer que el niño exhiba ciertas
conductas al bloquear los recuerdos del trauma en sus mentes. Por lo tanto, aunque el
niño no pueda detallar los relatos del abuso en forma explícita, los expertos utilizan pistas
para detectar evidencia y testimonios armados en base a las mismas.
INTERPRETACIÓN DE INTERROGATORIOS FORENSES
Los entrevistadores forenses implementan diversas técnicas para interpretar la
verdad detrás del relato del niño. Durante la entrevista, utilizan pistas físicas y verbales
para comprender lo que el niño oculta. Estas pistas incluyen movimientos corporales,
como encogerse de hombros o mover la cabeza (asentir con o sacudir la cabeza),
especialmente durante la mención del abuso o del posible abusador, y pistas verbales
como el tono de voz y las pausas durante el testimonio. La correlación entre el
movimiento corporal y la naturaleza del testimonio también forman parte del proceso. Los
entrevistadores forenses crean un nivel básico de comprensión del vocabulario general del
niño, una percepción y una habilidad para la recolección preguntándole al niño sobre un
evento inofensivo, como una fiesta de cumpleaños o un viaje a la escuela. Luego, el
entrevistador compara esta recolección con las del abuso en busca de inconsistencias en
el tono, el lenguaje corporal, los detalles y la elocuencia. Las autoridades graban videos
de las entrevistas para revisar y utilizar durante el testimonio experto en los
procedimientos legales.
¿QUIÉN CONDUCE LOS INTERROGATORIOS FORENSES?
Una variedad de expertos está a cargo de las entrevistas forenses. El tipo de
experto depende de la naturaleza del caso. Todo aquel que realice un interrogatorio
forense debe ser objetivo, imparcial y conducirla de manera neutral para sostener los
descubrimientos de la entrevista ante la corte. Los trabajadores de asistencia social
infantil, los terapeutas y los trabajadores sociales participan de las entrevistas forenses,
así como otros que cuenten con la formación necesaria. Los profesionales que realizan
estos interrogatorios trabajan con o para las autoridades estatales.
TÉCNICAS DEL INTERROGATORIO FORENSE
A través de los años, se han mantenido dos técnicas conocidas y aceptadas
generalmente para el manejo de entrevistas e interrogatorios: Kinésica y Reid.
Las dos comparten algunos elementos en común, pero también cada una tiene una
visión diferente tanto como maneras de observar las conductas, características de los
sujetos que se comportan engañosamente y enfoque sobre cuál es el método de manejo
de entrevista que trabaja mejor para provocar que se revele la conducta de culpabilidad
de sujetos bajo investigación.
Un investigador debiera conocer, aprender y aplicar elementos de las dos técnicas.
Mejor aún, aprender otras disciplinas además de Kinésica y Reíd e identificar cuál de todas
estas herramientas le acomoda mejor y desarrollar un propio estilo combinando todas las
técnicas desde una perspectiva ecléctica.
1) Técnica Kinésica.
La entrevista kinésica reconoce e interpreta un amplio rango de conductas
consientes e inconscientes, verbales y no verbales que exhiben típicamente las personas
cuando son sometidas a interrogatorios.
Mientras más definido sea el patrón de conducta que se observa en una persona,
mayor seguridad podrá tener un interrogador respecto a si dicha persona se está
conduciendo evasivamente o con falsedad.
Es importante destacar que un principio básico de la técnica kinésica establece que
ningún síntoma o signo conductual por si sólo indica una prueba absoluta de que alguien
está mintiendo.
Es el conjunto de síntomas “un síndrome” lo que puede permitir a un investigador
interpretar con mayor certeza si un sujeto dice la verdad o está mintiendo.
UN INTERROGADOR PODRÍA INFERIR FRECUENTEMENTE SITUACIONES DE ENGAÑO
PONIENDO ATENCIÓN A LOS ELEMENTOS QUE SE LEERÁN A CONTINUACIÓN.
La conducta verbal
La conducta verbal incluye no sólo cómo las palabras son utilizadas en la dicción,
sino también la forma de hablar, por ejemplo la vacilación, el quedarse callado
repentinamente, el exceso de camaradería en el discurso y el entusiasmo por querer
cooperar en una investigación.
Incluye también la naturaleza de la comunicación, tal es el caso de responder una
pregunta con otra pregunta, responder repitiendo la misma pregunta recibida, o tratando
de mostrar credibilidad invocando a Dios o a la religión ("Lo juro por Dios"). También los
lapsos reales o de aparente pérdida de memoria durante un interrogatorio quedan
comprendidos dentro de la conducta verbal.
Respuestas Divergentes.
Las respuestas dadas en una entrevista ya sea por personas culpables o por
personas inocentes entran en dos distintos tipos de patrones conductuales. Cuando se
pregunta por ejemplo, ¿Puede usted explicar porqué sus huellas digitales fueron
encontradas en el escritorio donde se perdió el dinero? la persona inocente
probablemente diría algo parecido a, "Eso no es posible porque sencillamente yo no lo
hice". Una persona culpable, por el otro lado, probablemente ofrecería algún tipo de
excusa por haber tocado el escritorio, como por ejemplo, "Necesité una pluma y así fue
que abrí el cajón para ver si hallaba alguna".
En un caso documentado por un investigador donde alguien había enviado cartas
amenazantes al director general de una empresa se había logrado tener una lista de tres
sospechosos, todos ellos empleados de la misma compañía. Durante la entrevista con la
persona que encabezaba la lista, el investigador tomó una de las cartas que se encontraba
dentro de una bolsa de plástico transparente para manejo de evidencia y la depositó
sobre la mesa. El papel de la carta estaba cubierto con polvo que revelaba impresiones
dactilares visibles sobre la carta.
El investigador entonces le preguntó al primer sospechoso, "¿Hay alguna razón por
la que tus huellas digitales se encuentran en esta carta?" Esta acción convencía al sujeto
de que el investigador había hecho bien su trabajo. La persona entonces manifestó una
pobre historia acerca de tomar una hoja de papel y dejarla sobre su escritorio de donde
seguramente la habría tomado la persona que escribió las notas amenazantes.
Eventualmente esta persona admitió haber escrito las cartas. (No es ilegal utilizar
este tipo de sutiles trampas por parte de un investigador para conseguir alguna admisión
de culpabilidad)
Un interrogador podría también preguntar, "¿Cuál cree usted que sería el
resultado si llevamos a cabo una examen del polígrafo sobre este incidente?"
La persona inocente respondería normalmente algo como, "Bien, adelante no hay
problema, pasaré la prueba". Una persona culpable podría tratar de explicar porqué él o
ella no confía en ningún aparato, mencionando que además se pone nerviosa. O tal vez,
alegaría y cuestionaría la legalidad o admisibilidad de este tipo de pruebas.
Por supuesto, contestaciones como "Soy muy nerviosa" o cuestionamientos
respecto de la legalidad del polígrafo no necesariamente indican que una persona sea
culpable. Una persona inocente podría explicar razonadamente sus puntos de vista del
porqué piensan que fallarían una prueba de este tipo.
Conducta No Verbal
Tomando en cuenta el amplio espectro del lenguaje corporal, la conducta no
verbal usualmente se manifiesta por si misma como una reacción hacia una dificultad o a
una pregunta directa que pretende extraer la verdad.
Los entrevistadores siempre deben poder mucha atención al lenguaje corporal.
Si una persona se sienta en una posición erguida y relajada al principio de una
entrevista, pero cruza sus brazos cada vez que se le hace una pregunta relevante o
provocativa puede tratarse de un signo indicativo de engaño.
Si una mujer se frota la nariz cada vez que ella dice "No, yo no lo hice" y este gesto
sucede solamente en el transcurso de la entrevista y en preguntas incisivas, se trata
entonces también de una persona que probablemente esté mintiendo.
La esencia para identificar signos reveladores de la conducta no verbal es observar
el patrón de comportamiento de una persona y cómo ella responde y reacciona a las
preguntas relevantes en comparación a cómo responde a preguntas normales o no
amenazantes durante el transcurso del interrogatorio. Como contraste, un sujeto que se
frota la nariz raramente puede indicar que solo tiene comezón.
2) TÉCNICA REID.
La técnica siempre comienza con una entrevista no acusatoria y cuando es el
momento apropiado se orienta la sesión hacia un interrogatorio. La etapa del
interrogatorio está basada en nueve componentes.
Esos nueve componentes, en forma abreviada son los siguientes:
Confrontación Positiva:
El interrogador primero adopta una posición acusatoria dominante asumiendo
confiadamente que el interrogado es culpable y esperando la reacción del sujeto para
evaluarla. Entonces el interrogador utiliza lo que en la técnica Reid se conoce como una
"declaración de transición" para conseguir que el sujeto admita la culpa.
Una declaración de transición es una razón articulada (inferencia consistente) por el
investigador a efecto de orientar el interrogatorio hacia su terreno.
Una vez que el interrogador ha manifestado su certidumbre sobre la culpabilidad
de un sujeto, debe necesariamente continuar con otras inferencias que permitan explicar
y probar el porqué y el cómo es que el interrogado cometió un delito.
Desarrollo del tema:
El investigador ayuda a que el interrogado desarrolle aspectos temáticos que
minimicen o justifiquen el motivo de un delito apelando a aquellas circunstancias que el
interrogador crea más apropiadas en función del tipo de personalidad del sujeto. De esta
forma, una persona culpable ya habrá racionalizado la conducta cometida y las
posibilidades de que admita su responsabilidad pueden haberlo dejado preparado para
confesar.
Algunos temas específicos, de acuerdo a Reid, incluyen decirle al sujeto que otras
personas habrían hecho lo mismo que él bajo las misma circunstancias, reduciendo de
esta forma la gravedad del delito y sugiriendo por ejemplo que el "dueño de la empresa
puede aceptar algunos incidentes de robo dependiendo de la situación"
Manejo de Negaciones:
Aquí el interrogador intenta persuadir al sujeto de que no es conveniente para él
negar su implicación en los hechos. Los indicadores no verbales que suelen aparecer
durante una posible negación incluyen la inclinación hacia delante en la silla donde se
ubica el individuo como deseando retirarse, extender la mano tratando de llamar la
atención y captar la mirada del interrogador, o abrir la boca dando la impresión de querer
hablar. También, un indicador verbal sobre este punto es la petición de querer hablar por
parte de un inculpado.
Después de escuchar la petición de hablar por parte del interrogado, por ejemplo,
un interrogador debería atajar la solicitud y expresar un comentario que desapruebe el
intento de negación (Nota: en la técnica llamada W-Z de los expertos Wicklander y
Zulawsky se utiliza además un signo no verbal de alto con las manos dirigidas hacia el
sujeto interrogado y moviendo la cabeza hacia un lado como queriendo que el sujeto
interprete algo parecido a "Ese no es el tema, volvamos al punto". Este ademán se conoce
técnicamente en la técnica W-Z como el emblema de alto).
También en uno de los estudios documentados de Reid, los autores describen este
procedimiento en la forma siguiente: "El tipo de comentario suele comenzar con una
referencia acentuada sobre el nombre de la persona (Ejem. "¡José!"), seguido por algo
parecido a, "antes de que digas algo más, déjame explicarte que delicado es este asunto",
o, "Escucha, quiero que entiendas esto". Estos comentarios deben, por supuesto, estar
respaldados por gestos tales como romper el contacto visual y mantener en alto una
mano haciendo una señal de "alto".
Objeciones inminentes:
Como lo define Reid, una objeción es una declaración realizada por un sujeto como
una excusa o razón del porqué una acusación es falsa, tal como afirmar que no se poseía
un arma de fuego cuando se cometió un robo con violencia.
Los investigadores deben desechar generalmente este tipo de objeciones. Si por
ejemplo, una persona expresa no haber cometido un robo porque no tiene un arma
propia, dicha objeción puede ser manejada en la forma siguiente: "Me agrada que digas
eso José, porque eso me aclara que no fue tu idea meterte en este asunto, que uno de tus
conocidos te involucró dándote el arma y entonces toda esta bronca por eso pasó.
Como ves José, si tú tenías el arma y la llevabas esa noche lista para usarla y matar
a alguien que se cruzara en tu camino, eso es una cosa. Pero si el otro tipo te la puso en
tus manos para usarla sólo para espantar, eso es otra cosa también”.
Atención:
Captar y mantener la atención de un sospechoso es también un aspecto clave. Un
interrogador debe reconocer el punto donde el sospechoso esta psicológicamente seguro
de si mismo para superar un interrogatorio, de tal manera que en determinado momento
el investigador utilice técnicas invasivas de acercamiento físico y técnicas verbales para
dominar y controlar la atención del sujeto.
Mantenerse quieto y evitar el contacto visual:
Son dos signos de que el sujeto esta en otro asunto. El rostro de la persona no
reflejará emociones y comenzará a cruzar las piernas. Las técnicas para recuperar la
atención incluyen que el investigador mueva su silla más cerca del sujeto de una manera
gradual y sin obstrucciones. Al mismo tiempo, el interrogador puede moverse dentro de la
línea de visión de la persona para restablecer el contacto visual.
Pasividad:
El investigador debe saber cómo manejar la conducta pasiva de un sospechoso, al
tiempo que esta actitud puede tratarse de un indicador de que la persona está lista para
admitir su culpabilidad. En estas circunstancias el interrogador debería hacer un resumen
del porqué la persona cometió el delito, observando atentamente las reacciones ya sea
que el sujeto acepte o rechace las razones que manifestó el investigador.
Preguntas Alternativas:
Para obtener una admisión de culpabilidad, el interrogador hace una pregunta con
sólo dos posibles respuestas, ambas incriminatorias. Un ejemplo es, "¿Tomas el dinero
cada vez que te encuentras trabajando o sólo cuando realmente lo necesitas?". Otra
pregunta sería, "¿Gastaste todo el dinero en diversiones o solamente utilizaste parte de él
para pagar tus deudas?".
Detallando eventos:
El investigador debe obtener los detalles incriminatorios del sujeto para establecer
una admisión de culpabilidad completa e identificar las discrepancias y la falta de
concordancia en la historia que expresa el interrogado.
Los métodos para lograr este propósito deben utilizar palabras que eviten
dramatizar y exagerar los hechos. En tal sentido un interrogador puede preguntar "¿Cómo
cuántas veces usaste el cuchillo?" en lugar de "¿Cuántas veces la acuchillaste?"
Declaraciones Escritas:
En esta etapa un interrogador debe convertir una confesión oral en una confesión
escrita. Se trata de un aspecto vital que las declaraciones sean estructuradas de tal
manera que soporten la admisión de culpabilidad verdadera del sospechoso y una
voluntad natural de expresar la confesión. Revisar las declaraciones escritas por testigos a
menudo son rechazadas por los propios demandantes argumentando que éstas no fueron
escritas por ellos o que lo declarado obedece a palabras que les fueron dictadas. Por esta
sencilla razón es imperativo que un sospechoso incluya en su confesión escrita los detalles
del delito que solamente él puede conocer de los hechos realmente sucedidos.
OTRAS TÉCNICAS.
Aunque las técnicas Kinésica y Reid son ampliamente conocidas en el medio de la
seguridad pública y privada como efectivas, no siempre sólo con una de éstas técnicas
puede tenerse una solución completa para el manejo de las entrevistas e interrogatorios.
Cada persona, cada investigación, cada entrevista o interrogatorio es único y
mientras el investigador conozca y domine varias herramientas metodológicas, tendrá
mayores posibilidades de resolver un caso.
En cualquier investigación, el investigador debe aplicar un repertorio personal de
habilidades de entrevista e interrogatorio que le resulten apropiadas y efectivas.
Existen muchos otros tipos de técnicas para analizar el lenguaje verbal y corporal
que son utilizadas por los entrevistadores. Varias de estas técnicas incluyen la aplicación
incremental de la presión psicológica hacia el sujeto.
El proceso de interrogatorio descansa en la premisa de que, bajo situaciones de
estrés, alguien que está mintiendo o reservando información de un caso tenderá a
experimentar algún tipo de desorden interno y este conflicto psicológico se manifestará
por sí mismo en una serie de signos verbales y no verbales.
Un entrevistador efectivo sabe como aumentar el nivel de presión sobre una
persona para que seguidamente se incrementen los indicadores verbales y no verbales
que habrá de interpretar en su momento.
Los interrogatorios forenses no pueden hacer uso de preguntas inductivas, o
preguntas diseñadas para hacer que el entrevistado de una respuesta específica. Las
preguntas deben ser adecuadas según la edad. Los interrogatorios forenses enfocan el
mundo desde la perspectiva del niño. Al entrar en el mundo que habita el niño, los
entrevistadores construyen un marco en el que el niño se siente seguro. Todas las
entrevistas forenses están diseñadas para adaptarse a las necesidades de un caso
específico y tienen en cuenta las sensibilidades especiales del entrevistado, las
condiciones de desarrollo y la naturaleza del posible abuso.
RECOMENDACIÓN CLAVE:
Los interrogadores deben tener siempre presente que están utilizando una
herramienta poderosa pero imprecisa dentro del proceso de cuestionamiento a cualquier
persona, así que deben conducirse con responsabilidad y aplicar este recurso cuando lo
demanden las circunstancias.
Un buen interrogador puede conseguir que una persona inocente admita alguna
culpabilidad manejando indiscriminadamente la presión psicológica. Sin embargo, el
objetivo final de una entrevista e interrogatorio es descubrir la verdad de los hechos y no
la de obtener una falsa admisión a cualquier costo.
Con esto en mente, se enuncian brevemente otras técnicas:
Silencio.
Esperar a que el sospechoso hable. La mayoría de la gente se incomoda con el
silencio y comienza a hablar solamente para romper la tensión. Conseguir que un
sospechoso diga algo es mejor que el silencio, ya que podrá revelar nueva información o
parafrasear algo que dijo anteriormente y que podrá aclarar el significado de lo declarado.
Empatía. Empatizar con el sospechoso
Tal vez compartiendo una experiencia personal. El objetivo es minimizar el
sentimiento de culpa o la pena por una conducta ilícita cometida para que le resulte
menos difícil emitir una confesión. El interrogador podría decir algo como, "Cualquier
persona en tu misma posición seguramente habría hecho lo mismo". Un tono y trato
gentil tocando amablemente el brazo o la espalda de la persona ayudaría a reforzar la
actitud de empatía por parte del entrevistador.
Apelar a las emociones y a la espiritualidad.
A menudo las personas responsables de un delito están desesperadas en descargar
su culpa porque les causa una gran peso en su "alma", de tal manera que un investigador
puede proceder apelando a las emociones del sujeto como la religión, la espiritualidad, la
ética o la moral. Por ejemplo, "Yo sé que esto te está afectando porque eres una buena
persona. Si te libras de esa carga te sentirás mejor".
Señalar signos de culpabilidad.
Otro camino para incrementar la presión en un sospechoso es decirle
abiertamente que está manifestando síntomas típicos de culpa. Ejemplo, "Tu boca parece
muy seca y mantienes cruzados los brazos cada vez que te pregunto sobre el dinero
perdido. Eso está indicando que no estás diciendo la verdad".
Estar listo para el golpe.
Buscar la admisión de culpabilidad cuando el sospechoso manifiesta buena
disposición para cooperar o parece estar listo para confesar. Un signo efectivo que denota
que el sujeto está en esta situación es cuando pregunta, "¿Qué le pasará a la persona que
hizo esto?" En este caso, el interrogador puede responder, "¿Estás diciendo que tu lo
hiciste?" O, utilizar también el camino de la empatía puede ser muy efectivo, aquí el
interrogador podría decir "Eso depende, porque esto parece haber sido un error cometido
por una buena persona"
Transmitir que se sabe todo.
Después de hacer una pregunta, destacar que se sabe la respuesta. Para ilustrar:
"Hemos entrevistado a un número importante de personas sobre este asunto y tenemos
demasiada información y pruebas. Así que quiero que pienses con cuidado lo que vas a
contestar".
Ofrecer una oportunidad para mentir.
Dar al sospechoso una posibilidad de mentir, sugerir un escenario que se sabe es
incorrecto y escuchar si el sospechoso concuerda.
Quitar la mira del sospechoso.
Otra táctica efectiva es preguntar al sospechoso que externe su opinión del delito.
Esto incluye preguntarle cómo él podría haber cometido el delito o porqué alguien habría
de cometerlo. También se le podría preguntar qué debería sucederle a la persona culpable
del crimen.
Una persona inocente generalmente dirá que castiguen con toda la ley al
responsable mientras que alguien culpable recomendará cierta indulgencia.
Usar el engaño con moderación.
Es legalmente aceptable proporcionar falsa información o sugerir que se tiene
evidencia que no existe. La clave aquí es ser muy cuidadoso para no perder credibilidad
ante el sospechoso mencionando algo que él sabe no es cierto o provocar con la mentira
que una persona inocente confiese algo que no cometió.
Algunas veces los entrevistadores omiten otras fuentes de información para
ampliar el análisis de un caso, confiando en que pueden obtener lo que necesitan
directamente de las entrevistas. Esto es un grave error.
Virtualmente, cada investigación requiere de entrevistas e interrogatorios.
Dominar las técnicas para cada caso es un camino indiscutible en el descubrimiento de la
verdad.