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ETAPAS DE DESARROLLO DE PIAGET Piaget divide el desarrollo psíquico de las personas desde su nacimiento hasta la vida adulta. Postula que el niño nace con la necesidad y con la capacidad de adaptarse al medio. La adaptación consta en dos subprocesos: asimilación y acomodación. La mayor parte del tiempo los niños asimilan información adecuada a su desarrollo mental y la clasifican de acuerdo con lo que ya saben. A veces se enfrentan a problemas que no pueden resolver y deben hacer acomodos, crear nuevas estrategias o modificarlas para enfrentar la nueva situación. Esta teoría se puede relacionar con el aprendizaje significativo de Ausubel. El niño tiene conocimientos previos y al recibir la nueva información modifica sus esquemas de conocimiento.

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ETAPAS DE DESARROLLO DE PIAGET

Piaget divide el desarrollo psíquico de las personas desde su nacimiento hasta la vida adulta. Postula que el niño nace con la necesidad y con la capacidad de adaptarse al medio. La adaptación consta en dos subprocesos: asimilación y acomodación. La mayor parte del tiempo los niños asimilan información adecuada a su desarrollo mental y la clasifican de acuerdo con lo que ya saben. A veces se enfrentan a problemas que no pueden resolver y deben hacer acomodos, crear nuevas estrategias o modificarlas para enfrentar la nueva situación. Esta teoría se puede relacionar con el aprendizaje significativo de Ausubel. El niño tiene conocimientos previos y al recibir la nueva información modifica sus esquemas de conocimiento.

Este autor propone una serie de etapas de desarrollo en los seres humanos, donde cada periodo se caracteriza por la presencia de ciertos procesos y

estructuras mentales, que maduran y se fortalecen para permitir el paso a la siguiente etapa. Las etapas que diferencia son las siguientes:

Etapa sensoriomotora. Abarca desde el nacimiento hasta los 2 años aproximadamente. Al nacer, el mundo del niño se enfoca a sus acciones motrices y a su percepción sensorial. Cuando termina el primer año ha cambiado su concepción del mundo, reconoce la permanencia de los objetos cuando se encuentran fuera de su propia percepción. Otros signos de inteligencia incluyen la iniciación de la conducta dirigida a un objetivo y la invención de nuevas soluciones. El niño no es capaz de elaborar representaciones internas, lo que se supone como pensamiento; no ha desarrollado el lenguaje, su inteligencia se considera como pre-verbal. En la última etapa de este periodo se refleja una especie de "lógica de las acciones", es decir, que la actividad está motivada por la experimentación.

Etapa pre-operacional. De los 2 a los 7 años, aproximadamente. En la transición a este periodo, el niño descubre que algunas cosas pueden tomar el lugar de otras. El pensamiento infantil ya no está sujeto a acciones externas, comienza a interiorizarse. Las representaciones internas proporcionan el vehículo de más movilidad para su creciente inteligencia. Las formas de representación internas que emergen simultáneamente al principio de este periodo son: la imitación, el juego simbólico, la imagen mental y un rápido desarrollo del lenguaje hablado. A pesar de importantes adelantos en el funcionamiento simbólico, la habilidad infantil para pensar lógicamente está marcada con cierta inflexibilidad, es altamente egocentrista.

Etapa de operaciones concretas. Esta fase que se desarrolla entre los 7 y 11 años aproximadamente, el niño se hace más capaz de mostrar el pensamiento lógico ante los objetos físicos. Una facultad recién adquirida, la reversibilidad, le permite invertir o regresar mentalmente sobre el proceso que acaba de realizar, una acción que antes sólo había llevado a cabo físicamente.

El niño también es capaz de retener mentalmente dos o más variables, cuando estudia los objetos y reconcilia datos aparentemente contradictorios. Estas nuevas capacidades mentales se muestran mediante un rápido incremento en sus habilidades para conservar ciertas propiedades de los objetos, número y cantidad, a través de los cambios de otras propiedades, para realizar una clasificación y ordenamiento de los objetos.

Las operaciones matemáticas surgen en este periodo. El niño se convierte en un ser cada vez más capaz de pensar en objetos físicamente ausentes, apoyado en imágenes vivas de experiencias pasadas.

Frente a los objetos, los niños pueden formar jerarquías y entender la inclusión de clase en los diferentes niveles de una estructura. Para hacer comparaciones, pueden manejar mentalmente y al mismo tiempo: la parte o subclase, y el todo o clase superior.

Los niños de 7 a 8 años muestran una marcada disminución de su egocentrismo, se vuelven más socio-céntricos. A medida que muestran una mayor habilidad para aceptar opiniones ajenas, también se hacen más conscientes de las necesidades del que escucha, la información que tiene y de sus intereses. Entonces las explicaciones que elaboran los niños están más a tono con el que escucha. Cualquier discusión implica ahora un intercambio de

ideas. Al estar consciente de los puntos de vista ajenos, el niño busca justificar sus ideas y coordinar las de otros. Sus explicaciones son cada vez más lógicas.

Etapa de operaciones formales. Este periodo que abarca de los 11 a los 15 años aproximadamente, se caracteriza por la habilidad para pensar más allá de la realidad concreta. La realidad es ahora sólo un subconjunto de las posibilidades para pensar. En la etapa anterior desarrolló relaciones con interacción y materiales concretos; ahora puede pensar en relación de relaciones y otras ideas abstractas, como proporciones y conceptos de segundo orden.

El niño de pensamiento formal tiene la capacidad de manejar, a nivel lógico, enunciados verbales y proposiciones, en vez de objetos concretos únicamente. Es capaz ahora de entender plenamente y apreciar las abstracciones simbólicas del álgebra y la crítica literaria, así como el uso de metáforas en la literatura. A menudo se ve involucrado en discusiones espontáneas sobre filosofía, creencias, comportamientos sociales y valores, en las que son tratados conceptos abstractos, tales como justicia y libertad.

Cada uno de dichos estadios se caracteriza, pues, por la aparición de estructuras originales, cuya construcción le distingue de los estadios anteriores. Lo esencial de esas construcciones sucesivas subsiste en el curso de los estadios ulteriores en forma de subestructuras, sobre las cuales habrán de edificarse los nuevos caracteres. De ello se deduce que, en el adulto, cada uno de los estadios pasados corresponde a un nivel más o menos elemental o elevado de la jerarquía de las conductas.

APLICACIÓN DE LOS ESTADIOS DE PIAGET AL TRABAJO

Para llevar a cabo un aprendizaje significativo con los alumnos, además de tener en cuenta sus experiencias vividas y los conocimientos que ya han adquirido hay que conocer las capacidades que tienen. Dependiendo de la edad que tienen los alumnos el maestro tendrá que preparar unas actividades u otras que se adecuen a sus capacidades, para que no sean ni muy difíciles ni muy sencillas.

Por esto, en este trabajo hemos tenido en cuenta las capacidades que tienen los niños a esta edad y nos hemos basado en los estadios de Piaget. Este trabajo está dirigido a niños de 11 a 12 años. Estarán al final del estadio de las operaciones concretas y comenzando el estadio de las formales. Teniendo en cuenta las características de estos estadios hemos llevado a cabo una serie de actividades. Hemos combinado actividades donde los alumnos trabajan observando directamente los monumentos que hemos estudiado y en otras actividades hacen comparaciones y estudian características sobre textos que leen en clase de una manera más abstracta.

Los alumnos de 6º de primaria están capacitados para resolver todas las actividades planteadas en el trabajo apoyándose en la ayuda del profesor cuando encuentren alguna dificultad.

EL APGAR

La puntuación de Apgar, la primera prueba para evaluar a un recién nacido, se lleva a cabo en la sala de alumbramiento inmediatamente después del nacimiento del bebé. Esta prueba fue desarrollada por la anestesista Virginia Apgar en 1952 para saber lo más rápidamente posible el estado físico de un recién nacido y para determinar cualquier necesidad inmediata de cuidados médicos adicionales o tratamientos de emergencia.

Por lo general, la prueba se le administra al bebé en dos ocasiones: la primera vez, un minuto después del nacimiento y la segunda vez, cinco minutos después del nacimiento. A veces, si el estado físico del bebé resulta preocupante o y si el resultado de la segunda prueba es bajo, se puede evaluar al bebé por tercera vez 10 minutos después del nacimiento.

Se utilizan cinco factores para evaluar el estado físico del bebé y cada factor se evalúa siguiendo una escala del 0 al 2, siendo 2 la máxima puntuación posible. Los factores son los siguientes:

1. Aspecto (color de la piel)

2. Pulso (frecuencia cardíaca)

3. Irritabilidad (respuesta refleja)

4. Actividad y tono muscular

5. Respiración (ritmo y esfuerzo respiratorio)

Los médicos, comadronas (parteras) y personal de enfermería suman las puntuaciones de estos cinco factores para calcular la puntuación de Apgar. La puntuación que puede obtener un bebé oscila entre el 0 y el 10, siendo 10 la máxima puntuación posible.

FACTOR DE APGAR

2 1 0

Frecuencia cardíaca(pulso)

Normal (superior a 100 latidos por minuto)

Inferior a 100 latidos por minuto

Ausente (sin pulso)

Respiratorio(ritmo y esfuerzo)

Ritmo y esfuerzo normales, llanto adecuado

Respiración lenta o irregular, llanto débil

Ausente (sin respiración)

Irritabilidad(respuesta refleja)

Se retira, estornuda, tose o llora ante la estimulación

Leve gesto facial o muecas discretas ante la estimulación

Ausente (sin respuesta a la estimulación)

Actividad(tono muscular)

Activo, movimientos espontáneos

Brazos y piernas flexionados con poco movimiento

Sin movimiento, tono laxo

Aspecto(color de la piel)

Color normal por todo el cuerpo (manos y pies rosados)

Color normal (pero manos y pies azulados)

Coloración azul-grisácea o palidez por todo el cuerpo

Relación de padres de familia con el docente

Generalmente la relación entre docentes y padres de familia se limita a la entrega de boletas de calificaciones, organización de algún evento social e informes de la mala conducta de los niños o del bajo aprovechamiento escolar. Son pocas las ocasiones en las que estos espacios tienen como finalidad analizar algunos aspectos como: la convivencia familiar, la comunicación, la relación afectiva entre padres e hijos, la orientación para que apoyen el trabajo escolar en casa, etcétera.

Es necesario que juntos, maestros y padres de familia encuentren mejores formas de trato hacia los niños. Para ello se requiere que planeen esta coordinación; es decir, formulen estrategias y condiciones para lograrlo.

Muchas veces los padres requieren mayor información acerca del desarrollo de sus hijos y de cómo tratarlos. El maestro puede promover reuniones en donde algunos especialistas hablen sobre las características del niño y los padres externen sus dudas y construyan alternativas de solución para mejorar su relación con ellos.

Si en lugar donde está ubicada la escuela no hubiera personal especializado, organice entonces sesiones de intercambio de experiencias en donde se comenten algunos problemas y la forma en que se han resuelto.

EPISTEMOLOGÍA

La epistemología, como teoría del conocimiento, se ocupa de problemas tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a la obtención del conocimiento, y los criterios por los cuales se le justifica o invalida, así como la definición clara y precisa de los conceptos epistémicos más usuales, tales como verdad, objetividad, realidad o justificación. La epistemología encuentra ya sus primeras formas en la Grecia Antigua, primero en filósofos como Parménides o Platón.

En Grecia, el tipo de conocimiento llamado episteme se oponía al conocimiento denominado doxa. La doxa era el conocimiento vulgar u ordinario del ser humano, no sometido a una rigurosa reflexión crítica. La episteme era el conocimiento reflexivo elaborado con rigor. De ahí que el término "epistemología" se haya utilizado con frecuencia como equivalente a "ciencia o teoría del conocimiento".

Diversos autores distinguen la gnoseología, o estudio del conocimiento y del pensamiento en general, de la epistemología o teoría del modo concreto de conocimiento llamado ciencia. Para otros autores, sin embargo, el término "epistemología" ha ido ampliando su significado y lo utilizan como sinónimo de "teoría del conocimiento".

Por otro lado, las teorías del conocimiento específicas son también epistemología; por ejemplo, la epistemología científica general, epistemología de las ciencias físicas o de las ciencias psicológicas.

FILOGENIA

La filogenia es la historia del desarrollo evolutivo de un grupo de organismos. Aunque el término también aparece en lingüística histórica para referirse a la clasificación de las lenguas humanas según su origen común, el término se utiliza principalmente en su sentido biológico.

La filogenética se ocupa de determinar la filogenia, y consiste en el estudio de las relaciones evolutivas entre diferentes grupos de organismos, utilizando matrices de información de moléculas de ADN y de morfología. Con esta información se establecen los árboles filogenéticos, base de la clasificación filogenética. Esta clasificación forma parte de la sistemática, que además también comprende los sistemas de clasificación fenética y clásica o Linneana.

La necesidad de descubrir la historia evolutiva de los organismos se inició con la publicación de El origen de las especies por Darwin en 1859. La incorporación de teorías evolutivas en los sistemas de clasificación de los organismos es un proceso que hoy en día aún no está terminado (de Queiroz y Gauthier 19923). Un paso crítico en este proceso fue la adquisición de métodos explícitos para hipotetizar relaciones filogenéticas, ponerlas a prueba y verlas reflejadas en las clasificaciones, métodos para los que biólogos como Willi Hennig (entomólogo alemán, 1913-1976), Walter Zimmermann (botánico alemán, 1892-1980), Warren H. Wagner, Jr. (botánico norteamericano, 1920-2000) y muchos otros han hecho valiosos aportes.

CARACTERISTICAS DEL NIÑO

CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL NIÑO Y LA NIÑA HASTA LOS 6 AÑOS.

Vamos a realizar una descripción dividida en dos etapas, de 0 a 3 años y de 3 a 6 años, de aquellos rasgos más característicos del niño/a en estas edades según diversos aspectos del desarrollo.

Características generales del desarrollo del niño de 0 a 3 años.

- Desarrollo psicomotor.

Como primera característica del desarrollo físico del niño o niña en esta primera infancia, podemos decir que el mismo sigue o se rige por tres leyes universales: ley o principio céfalo-caudal, según la cual el desarrollo se va sucediendo en un avance desde la cabeza a la “cola” o pies; la ley próximo-distal, que regula el desarrollo en la dirección de lo más “cercano a lo más distante”, desde lo más próximo al eje corporal a lo más alejado. La ley general_ especifico, se controlan antes los movimientos globales y amplios que los específicos. Así, por ejemplo, según el primer principio será anterior el desarrollo de los órganos de la cabeza que de los pies según el segundo, por ejemplo, el desarrollo de los movimientos de los hombros será anterior a los de la muñeca.

El desarrollo físico y psicomotor ocurre siguiendo una secuencia previamente ordenada y establecida, aunque hay grandes diferencias individuales en cuanto a la edad en que ocurren algunos episodios cruciales del desarrollo.

Se adquieren dos automatismos básicos: la prensión y la locomoción.

Estas características se tendrán en cuenta para el desarrollo del currículo.

- Desarrollo mental o cognitivo.

Haciendo un seguimiento a los estudios de Piaget, en su teoría interaccionista el niño/a evoluciona en su desarrollo desde el nacimiento a la adolescencia a través de cuatro etapas: la sensoriomotora (desde el nacimiento a los 2 años); la preoperacional (de los 2 a los 7 años); la operacional concreta (de los 7 a los 11 años) y la operacional formal (desde los 12 en adelante). Cada etapa es el resultado de la interacción de factores hereditarios y ambientales y resulta distinta de las demás desde el punto de vista cualitativo.

Durante la etapa sensoriomotora el niño/a presenta ya conductas inteligentes, aunque en parte el niño/a sea todavía preverbal. Pasa de tener reflejos primarios a convertirse en un ser que demuestra una perspicacia rudimentaria en su comportamiento. A lo largo de ella se desarrolla el concepto de

permanencia de los objetos: el objeto dejaba de existir para el niño/a en el momento que desaparecía de su vista en los primeros momentos de su vida, al final de esta etapa (2 años), está desarrollado el concepto de permanencia de los objetos y el niño/a comprende las implicaciones de los desplazamientos visibles o invisibles.

- Desarrollo afectivo y de la personalidad.

Respecto al desarrollo emocional y la naturaleza de las emociones ha habido mucho desacuerdo en las diferentes tendencias de investigación; así, mientras el conductista James Watson atribuía a los niños/as un carácter innato en tres tipos de emociones (amor, ira y temor) y consideraba el desarrollo emocional un proceso de condicionamiento, Bridges sostenía que los bebés sólo tenían una emoción, la excitación, que gradualmente se va diferenciando en una gama más amplia de manifestaciones emocionales. Hoy a las dos teorías se les considera interpretaciones limitadas de las emociones infantiles.

Otras teorías muy influyentes en la ciencia del comportamiento y con arraigo en la literatura científica psicológica son la psicosexual de Freud y la psicosocial de Erikson. Freud caracteriza la etapa desde el nacimiento hasta el año y medio –etapa oral- como etapa de placer y satisfacción a través de los estímulos orales. Posteriormente, desde el año y medio hasta los tres años –etapa anal- los estímulos placenteros se recibirán a través de los movimientos intestinales. Durante esta primera infancia el bebé trabaja fundamentalmente bajo el principio del placer.

Erikson sostiene que el niño/a desde el nacimiento hasta el primer año y medio de vida experimenta la primera de una serie de ocho crisis que influyen en el desarrollo psicosocial a través de la vida. La primera a que hacemos referencia sería la de la confianza o desconfianza básica, seguida por otra crisis entre el año y medio y los tres años en que desarrolla un sentido de autonomía o sentimiento de vergüenza y duda.

Características generales del desarrollo del niño de 3 a 6 años.

En este periodo es de una importancia fundamental, por cuanto en muchos de los niños/as significa un principio de socialización a través de la escuela y el grupo de compañeros de juego, y supone la configuración de una personalidad de acuerdo con el desarrollo madurativo y una influencia decisiva del entorno.

- Desarrollo psicomotor.

Supone un incremento rápido en estos años que se corresponden con el 2º ciclo de la Educación Infantil. Características generales son la maduración del sistema muscular y nervioso y la estructura ósea, habiendo aparecido ya la primera dentición.

Algunos factores, como la desnutrición o la privación de afectos, tienen una incidencia significativa en el proceso de crecimiento, mostrando los niños/as desnutridos retrasos en el desarrollo óseo, y circunferencias craneales más pequeñas que aquellos otros bien alimentados.

Resulta una etapa en que tiene gran importancia las destrezas motoras y hay un evidente avance en la coordinación de los músculos mayores y menores y en la coordinación óculo-manual. De aquí la importancia que dentro del currículo se otorga al contacto del niño/a con materiales de naturaleza diferente y experiencias diversas que posibiliten ejercitar las habilidades motora y manipulativas esenciales para el posterior desarrollo de aprendizajes instrumentales escolares.

- Desarrollo mental, cognitivo y del lenguaje.

Durante este periodo cronológico el niño y la niña representan un pensamiento más flexible, pero sin tener aún la madurez que un adulto, no posee todavía pensamiento abstracto. En esta etapa preoperacional de desarrollo cognitivo Piaget se desarrolló la función simbólica que permite representar al niño/a lugares y eventos de su mundo interior, de su propio mundo. Esta función simbólica se manifiesta en el lenguaje, la imitación diferida y el juego simbólico, todavía el niño/a se encuentra con limitaciones impuestas por el egocentrismo y la irreversibilidad. Estamos en un periodo muy importante para estimular y desarrollar la cognición.

El lenguaje en este periodo es fundamentalmente egocéntrico y socializado. Según Piaget y Vygotsky este lenguaje no tiene en cuenta las necesidades de quien escucha, convirtiéndose poco a poco en un lenguaje mecanismo de comunicación.

Otra de las características típicas de este período es el juego. A través del juego los niños/as ejercitan una actividad física fundamental, aprenden acerca del mundo y hacen frente a sus sentimientos en conflicto al reescenificar situaciones de la vida real. La evolución pasa desde el juego solo, al juego con otros pero sin compartir, y finalmente al juego compartido con otros niños/as en colaboración.

- Desarrollo afectivo y de la personalidad.

De acuerdo con el análisis psicodinámico (Freud) el niño/a de educación infantil en este período lo posicionamos en la etapa fálica de su desarrollo psicosexual, obteniendo placer en su estimulación genital. Circunstancias recogidas en este período son también los complejos de Edipo –en el niño- y de Electra –en la niña-.

El auto-concepto desempeña un papel central en el psiquismo del individuo, siendo de gran importancia para su experiencia vital, su salud psíquica, su actitud hacia sí mismo y hacia los demás en definitiva, para el desarrollo constructivo de su personalidad.

- Desarrollo social.

• Una conducta de apego como resultado de una relación afectiva fundamentalmente madre-hijo, que va a tener una relevancia importante en la configuración de la personalidad del individuo.

• Un reconocimiento o autoconocimiento de sí mismo, comenzando por la propia imagen, diferenciando el yo del no-yo, para descubrir al final de esta etapa la existencia de los otros.

En el ciclo de los 3-6 años son características relevantes:

• Una conducta de grupo, tras el descubrimiento de los otros donde se va a desarrollar aspectos tan importantes como el juego en un principio paralelo y posteriormente compartido, conflictos por la posesión de los objetos primeros contactos con la norma..

Destacar que el conocimiento de estas características, junto con las necesidades derivadas de los ritmos biológicos propios de esta edad, no solo permiten avanzar en el desarrollo armónico e integral de nuestros alumnos, sino que también justifica el trabajo por rutinas y gran parte de la organización de un centro de Educación Infantil.

EL GATEO EN EL NIÑO

Estoy muy concienciada con el tema del gateo porque cada vez hay más niños que no han gateado y contemplo con frecuencia en el parque, en la piscina,

etc. cómo madres o abuelas bienintencionadas pero equivocadas, impiden a los bebés gatear y les obligan a andar precozmente (agarrándoles en alto de las manos) cuando sus piernas aún no están preparadas.

Hace unos siglos se envolvía a los bebés en gasas como una momia porque se consideraba que gatear era propio de animales. Hoy la ciencia a demostrado que el gateo es una fase imprescindible en el desarrollo de la persona y del cerebro pero todavía no somos suficientemente conscientes de ello.

Prueba de ello es la venta de andadores (ampliamente criticados por pediatras), y dificultar el gateo de muchas formas, sobre todo no dando oportunidades continúas y suficientes a los bebés (dejarles en el suelo) o directamente impidiéndoselo.

Para demostrar la importancia de este tema, aquí presento brevemente las 8 razones que explica el experto Carlos Gardeta.

El gateo conecta los hemisferios cerebrales y crea rutas de información cruciales para la maduración de las diferentes funciones cognitivas.

Desarrolla el patrón cruzado que es la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal en equilibrio del cuerpo humano. Ese movimiento comprende el del eje de las caderas y el de los hombros. Al gatear se tonifican adecuadamente los músculos que más adelante permitirán que el niño mantenga la columna perfectamente recta cuando esté maduro para poder ponerse de pie.

Desarrolla el sistema vestibular y el sistema propioceptivo. Ambos sistemas permiten saber dónde están las partes del cuerpo de uno.

Permite el enfoque de los ojos. Al mirar al suelo para colocar la mano o la rodilla convenientemente, el niño enfoca los dos ojos en un mismo punto a corta distancia. Éste es un estupendo ejercicio muscular para los ojos y es tal su importancia que, según estudios de optómetras, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo suficiente de pequeños.

El niño siente la tactilidad de la palma que está viendo. Esto tiene una serie de ventajas de manualidad fina que luego influirán en la escritura. Además, al masajear la palma de la mano, ésta envía información al cerebro de dónde está y de las diferentes sensaciones y texturas que siente. También, al gatear el niño apoya su peso en las palmas de las manos y soporta esa tensión en las articulaciones de las muñecas, de los hombros, de la columna vertebral, de los fémures y de las caderas. Así percibe la oposición de la gravedad y aprende a manejarse con ella.

Le ayuda a medir el mundo que le rodea y el niño se adapta al medio. La distancia que hay entre los ojos y la palma de la mano al gatear es una medida fundamental, LA BRAZA, en todas las civilizaciones. Con esa nueva medida corporal el niño mide el mundo circundante, y por eso cuando de mayor volvemos a un lugar de la infancia lo percibimos más pequeño de lo que era, porque entonces la propia medida de la braza era menor.

Ayuda a establecer la futura lateralización del cerebro (cuando uno de los hemisferios se convierte en dominante y el otro en servidor para no tener que operar ambos a la vez).

Ayuda a poder escribir en el futuro. Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano. Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar a la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y escribir.

Por todo esto, y simplemente porque es lo natural: demos a nuestros hijos todas las oportunidades de gatear.

LENGUAJE

EL DESARROLLO DEL LENGUAJE DEL NIÑO EN LAS DIFERENTES ETAPAS DE CRECIMIENTO

A partir del año y medio, el niño comprende la relación entre el objeto y la palabra, y descubre que cada cosa tiene su nombre.

Las palabras para él tienen un significado general; es decir, nombra con una misma palabra animales objetos con características en común. Por ejemplo, puede llamar perro a cualquier animal de 4 patas.

No todos los niños se expresan igual a la misma edad; el ambiente en el hogar, el trato de los mayores, el estímulo que se les da y la aparición de dificultades en la pronunciación determinan que los niños hablen con facilidad o no. Un niño sano y estimulado puede hablar más rápido que otros; por eso es muy importante el apoyo, el afecto y el amor de las personas que lo rodean, principalmente el de sus padres.

La adquisición del lenguaje en el niño cumple las siguientes fases:

A partir de los 2 meses aparece el balbuceo, que sigue casi hasta los 10 meses.

Un niño normalmente aumenta su vocabulario en dos palabras diarias aproximadamente a partir de los 14 meses.El niño usa primero una palabra para referirse a otras semejantes o una idea similar. Llorar puede significar para el niño: lloró, llorará o está llorando.A los 2 años el niño hace oraciones de dos palabras “mamá leche”.Para muchos niños de 3 años o mayores, la pronunciación de algunas letras se les dificulta, por ejemplo: la r, ll, y ch cambiándolas por otras.A los 4 años conoce más palabras y se expresa mucho mejor.

DIFICULTADES MÁS FRECUENTES DEL NIÑO PARA DOMINAR EL LENGUAJE

Es frecuente que nuestros hijos tengan dificultades cuando empiezan a hablar; el tartamudeo es una de ellas. Es pasajero y se produce cuando el pequeño tiene prisa en hablar y sus pensamientos son más rápidos que sus palabras; lo que debemos hacer cuando nuestro hijo tartamudea es soplar la palabra y pedirle que lo repita sin burlas y evitar que se sienta mal, porque de lo contrario podemos hacer del tartamudeo un verdadero problema.

Cuando un niño no habla correctamente, es necesario prestarle la atención adecuada y llevarlo con un especialista, ya que podría existir algún problema

auditivo, psicológico o neurológico. La sordera provoca una deficiente comunicación oral. El niño no escucha con claridad a quienes lo rodean y por tanto no puede hablar, pues no repite adecuadamente los sonidos.

La dificultad que tenga el niño para adaptarse en su entorno social y familiar también retrasa la aparición del habla; cuando se es muy duro con él se calla y no se expresa; la sobreprotección o la soledad en la que a veces está el niño tampoco favorece el desarrollo del lenguaje. El nacimiento de un hermanito también alterar su desarrollo si se siente desplazado y puede tomar conductas de bebé para llamar la atención.

Otras dificultades que puede presentar el niño son las siguientes:

La dispraxia . Es una dificultad para la ordenación de las palabras, puede expresar bien una palabra, pero se le dificulta hacer frases.

Dislalia o disartria . Dificultad para la pronunciación de alguna palabra o frase.

Tartamudeo o farfulla . Dificultad en la secuencia y ritmo al hablar. Se presenta por distintas causas, como no poder pronunciar bien o miedo a decir palabras incorrectas.

Es necesario que los padres o adultos que estamos cerca de ella o él, lo llevemos con un especialista y que sigamos estas recomendaciones:

Evitar llamarle la atención sobre su forma de hablar.Tener paciencia cuando esté tartamudeando.Hacer que identifique y asocie la palabra con el objeto.Si tartamudea, ayudarlo a terminar la frase, por ejemplo: si el niño dice “voy a cerrar la pu, pu, pu”, en este caso decirle “sí, hijo, cierra la puerta”.

RELACIÓN ENTRE EL LENGUAJE Y LA INTELIGENCIA

El aprendizaje del lenguaje se relaciona estrechamente con el desarrollo de la inteligencia; el habla es el despegue al conocimiento y a la comprensión del mundo que nos rodea.

El lenguaje es una capacidad que para adquirirla es esencial la convivencia con otras personas.

El niño asimila y desarrolla poco a poco el lenguaje; para ello necesita el apoyo de sus padres y de quienes conviven con él para que comprenda adecuadamente y sea capaz de expresarse, primero de forma oral y posteriormente escrita; éstas son capacidades que están directamente relacionadas con la inteligencia.

No todos lo niños aprenden a utilizar su lenguaje al mismo tiempo; algunos inician antes y otros pueden tener algunos problemas. Sin embargo, para que el niño aprenda su lengua, exprese sus ideas y se comunique correctamente necesita que los adultos le ofrezcamos condiciones favorables para que el niño ejercite y ensaye diversas situaciones comunicativas. La motivación y el afecto son elementos muy importantes para que el niño estructure su lenguaje con seguridad e interés en lo que expresa.

CREATIVIDAD

Para un niño la vida es una aventura. Las exploraciones más básicas de los niños por el mundo son en realidad ejercicios creativos, la necesidad y el deseo de investigar, descubrir, experimentar, es algo natural para ellos. A medida que van creciendo empiezan a crear universos enteros a través de sus juegos, mismos que se convertirán en su realidad.

¿Si la creatividad es un estado natural del niño, que le sucede en su camino hacia la adultez?

En realidad las presiones psicológicas que inhiben la creatividad de un niño, tienen lugar muy temprano en la vida; los padres pueden suprimir o encausar la creatividad de sus hijos desde el ambiente familiar y en la acertada elección de los colegios a donde asistirán éstos.

Algunos de los niños en el kínder y aún en los primeros años de la primaria, aman asistir a la escuela, les emociona la idea de explorar, descubrir y aprender, pero por lo general cuando llegan al tercer grado posiblemente ya no les agrade tanto ir al colegio y enfrentarse solos ante tantas demandas escolares, no tiene la misma sensación de placer.

Los niños mucho más naturalmente que los adultos caen en este último estado de creatividad llamado "flujo".

Durante un flujo el tiempo carece de importancia, existe únicamente el momento eterno sin tiempo, sólo el que se tiene a la mano.

Este es un estado que resulta mucho más cómodo para los mismos niños que para los adultos, quienes se encuentran constantemente mucho más conscientes del paso del tiempo.

Un ingrediente básico para que surja la creatividad es que ellos mantienen un término de "tiempo abierto" en donde adquieren la capacidad de "perderse" en cualquier actividad que estén realizando, de una forma tal que resulta mucho más difícil e imposible para un adulto.

Los niños creativos necesitan tener la oportunidad de seguir sus inclinaciones naturales, de desarrollar sus talentos particulares y de ir a donde sea que los lleven sus habilidades.

La creatividad florece cuando las cosas se hacen con placer.

Cuando un niño aprende a ser creativo de una forma tal en la que conserva el gusto por hacer las cosas, será más seguro que produzca algo mucho mejor pues en realidad lo que cuenta siempre es el gusto por hacerlo y no tanto la perfección.

Un medio ambiente que resulte estimulante para la creatividad es necesario, y también es necesario que el niño se sienta motivado por los adultos de manera que su espíritu creativo surja de su interior.

En las familias creativas se respira un sentimiento diferente y se percibe más espacio.

Los niños creativos necesitan y demandan una gran cantidad de libertad a su alrededor.

Es importante saber que en el proceso creativo se dan ciertas características y que cuando sintamos que un niño puede ser altamente creativo, será realmente cuando sus procesos intelectuales se inclinen más hacia el pensamiento divergente, es decir que tenga características como la fluidez, la flexibilidad y la originalidad, tanto como la previsión, mismas que permitirán aceptar la importancia de otorgar muchas y variadas respuestas o soluciones a algún problema o situación.

En un salón de clases, el niño que expresa una idea poco común estará tomando al mismo tiempo un riesgo, en esta plataforma, el niño creativo toma gran determinación para presentar sus ideas poco comunes, no debemos tomarlas como bobas o poco importantes pues esto desmotivaría al niño.

Los niños altamente creativos van tomando por si mismos una actitud muy hábil ante los demás de manera que ellos pueden convertirse en personitas muy maduras cuando es necesario que lo hagan, sin embargo pueden comportarse todo lo infantil que deseen cuando requieran estarlo.

Esto es conocido comúnmente como el "síndrome creativo" en donde un juego de características de la personalidad se distinguen entre otras porque ellos tienen un fuerte concepto de sí mismos, por lo que pone poca importancia a las funciones sociales y académicas lo que les permite bloquear cualquier miedo que pudiera surgir ante una desaprobación social.

Sienten su libertad, con una seguridad absoluta; pueden expresarse y seguir creando.

PSICOMOTRICIDAD

La psicomotricidad es una disciplina que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el movimiento y de su mayor validez para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve. Su campo de estudio se basa en el cuerpo como construcción, y no en el organismo en relación a la especie.

El psicomotricista es el profesional que se ocupa, mediante los recursos específicos derivados de su formación, de abordar a la persona desde la mediación corporal y el movimiento. Su intervención va dirigida tanto a sujetos sanos como a quienes padecen cualquier tipo de trastornos y así sus áreas de intervención serán tanto a nivel educativo como reeducativo o terapéutico.

Tipos

A. Práctica Psicomotriz Educativa (preventiva)

Los infantes a través de sus acciones corporales: como jugar, saltar, manipular objetos, etc. consiguen situarse en el mundo y adquieren intuitivamente los aprendizajes necesarios para desarrollarse en la escuela y en la vida. De esta forma lúdica y casi sin enterarse trabajan conceptos relativos al espacio (arriba/abajo, delante/detrás, derecha/izquierda,…), al tiempo (rapidez, ritmo, duración,…), destrezas motrices necesarias para el equilibrio, la vista, la relación entre otros niños, etc. con los consiguientes efectos sobre la mejor capacitación y emergencia de la escritura, la lectura y las matemáticas, indispensables hoy en día para el éxito académico.

B. Práctica de Ayuda Psicomotriz (terapéutica)

Se realiza en centros privados o en colegios, tanto en grupo como en individual pero desde un enfoque que tiene en cuenta las especiales características de los niños o de las personas adultas con problemas o patologías. Se trata de ayudar a comunicarse a aquellos que tienen dificultades para relacionarse con los demás y el mundo que les rodea.

C. Psicomotricidad acuática

La estimulación psicomotriz acuática es útil cuando el bebé necesita vivenciar motrizmente sus capacidades de movimiento. El agua le apoya a elaborar sensaciones y percepciones primeras de peso, volumen, distancia, esquemas e imagen corporal, y sus necesidades, deseos y posibilidades de acción, incorporando también, sensaciones de sostén, apoyo, contención, envoltura y equilibrio, en la constante lucha por la ley de la gravedad. Implementación del Método de Estimulación psicomotriz Acuática. Es el caso de un bebé con una lesión cerebral que le afectó los núcleos de base por dificultades durante el parto. Al tener una hipotonía importante en la zona del cuello, no le permitía tener la cabeza erguida, razón por la cual no logró llegar a sentarse. A instancias de los padres, el neurólogo aprobó la idea de comenzar la estimulación psicomotriz acuática con el bebé y ellos, como estimuladores naturales durante la sesión. A través de ejercitadores de contacto y posiciones de equilibrio se pudo fortalecer el tono muscular en la zona afectada, llegando a revertir favorablemente la situación. El agua actuaba como estimulador especial, ya que el bebé estaba muy motivado por ingresar, permanecer y no salir desde luego es de suma importancia.

IMAGINACIÓN

La imaginación infantil en la niñez

La imaginación del niño pasa en su desarrollo por varios períodos o etapas. El primero, que corresponde a la primera niñez, se caracteriza por la riqueza, exuberancia y concretismo de la fantasía. El juego, que en los dos o tres primeros años de la vida es esencialmente motor y sensorial, se complica después, convirtiéndose en un proceso imaginativo y físico a la vez. La actividad lúdica no encuentra su satisfacción sólo en el movimiento de los miembros, sino más bien en la reacción mental provocada por una sucesión de imágenes. Así, por ejemplo, en el juego de las muñecas, el interés no está solamente en las actividades físicas, sino principalmente en la ilusión que convierte en seres vivos a pedazos de trapo, de madera u otros materiales.

En este primer período del desarrollo mental, la imaginación substituye en gran parte a la experiencia y al poder de reflexión. El niño, no sólo interpreta el mundo exterior con ayuda de su fantasía, sino que piensa por medio de imágenes y juzga y razona, no mediante conceptos lógicos, como el adulto, sino poniendo en relación imágenes, casi siempre individuales y concretas. Durante la segunda niñez, desde los seis hasta los diez doce años, la imaginación, sin dejar, de ser plástica, objetiva y sensorial, va tomando un carácter cada vez más simbólico y abstracto. El niño concreta su experiencia alrededor de imágenes que le sirven de símbolo y que, al final de la niñez, se convierten en conceptos lógicos. Sus juegos son cada vez más sociales, más complejos y caen cada vez más dentro de las de las exigencias de una cooperación reglada. La imaginación se pone al servicio de intereses concretos y precisos, y el raciocinio, aunque se mueve de preferencia en situaciones concretas y particulares, poco a poco se eleva, mediante el símbolo, al pensamiento abstracto del adulto.

RECONOCIMIENTO DEL ESQUEMA CORPORAL

Podemos definir esquema corporal como la representación que tenemos de nuestro propio cuerpo, de las partes corporales, de sus posibilidades de movimiento y acción, así como de sus diferentes limitaciones.

La representación del esquema corporal y de las relaciones medio-cuerpo se va construyendo mediante un largo proceso de ensayo y error, mediante la experiencia que niños y niñas tienen con su cuerpo y de las vivencias que con el se tienen, es un proceso gradual, consecuencia de la maduración y de los aprendizajes.

Una vez conocido el esquema corporal los niños/as van a ser capaces de ajustar sus acciones a sus propósitos, como por ejemplo saber la fuerza que tienen que aplicar al coger un juguete pesado, o poder llevarse la cuchara a la boca.

Más tarde y debido al mayor conocimiento del cuerpo y del espacio, los niños/as van a ser capaz de tirar bolas de papel a papeleras que están lejos, quitarse manchas de la cara o coger juguetes del suelo, por ejemplo, debajo de la cama sin mirar, solo alargando el brazo.

En la construcción del esquema corporal es necesario el contacto social, lo vivencial. De hecho, antes de llegar a conocer el propio cuerpo los niños y niñas conocen el cuerpo del otro, sobre todo el de la madre, ya que es la persona de mayor contacto.

Otro hecho social que tiene un papel de relevancia en la construcción del esquema corporal es el desarrollo del lenguaje.

Podemos señalar los siguientes elementos que influyen en el desarrollo del esquema corporal:

Percepción: nos da información de nuestro cuerpo y del de los otros, así como visión del espacio, de nuestras actividades, distancias, dirección, peso de un objeto, etc.

Movimiento: nos da información sobre nuestras posibilidades y limitaciones, lo que somos capaces de alcanzar con nuestro propio cuerpo.

Cognitivos: nos permite tener conciencia de nuestro cuerpo, diferenciándonos de los demás, nos permite integrar y codificar información de manera lógica y estructurada para poder dar una respuesta.

Lenguaje: sirve para poner nombre a las partes del cuerpo añadiéndole un significado.

A todo esto se le añade, como hemos comentado, la experiencia del niño/a, es decir, las caricias al bebe, los juegos de lanzar, los juegos de simulación, los cuentos, la imitación delante de un espejo, etc., van a dar información continuamente al niño/a sobre su propio esquema corporal.

El desarrollo del esquema corporal se va a dar entre los 2 y los 6 años de edad, en este periodo se va a experimentar situaciones que facilitan al niño/a el conocimiento de su cuerpo, así como sus posibilidades y limitaciones y el espacio en el que se mueven.