el sueño del jaguar

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110 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO ¿Con qué sueñan los jaguares?, me pre- guntó mi hija un día que fuimos de visita al zoológico en Villahermosa, Tabasco. ¿Pue- den soñar los animales? Ésta es una pregunta difícil de respon- der para la ciencia. Los experimentos que se han hecho con gatos muestran que al dormir registran periodos de movimientos oculares rápidos (el famoso REM en inglés: rapid eye movement). En el caso de los seres humanos, el REM está asociado con perio- dos de sueño, pero eso no implica necesa- riamente que estemos hablando de sueños. Sin embargo, el gran ensayista George Steiner afirma que los animales sueñan. Di- ce Steiner: “Toda persona que haya vivido en contacto con animales, con su perro o con su gato, sabe que éstos sueñan sueños vívidos, a menudo claramente tempestuo- sos; la agitación o el placer ponen en mo - vimiento el cuerpo de un perro o un gato que duermen”. En un experimento realizado por Ma - thew Wilson y Daoyun Ji en el MIT (Massa- chusetts Institute of Technology), repor ta ron lo que parece ser una importante evidencia de que los animales, al igual que los seres humanos, tienen sueños en los que apare- cen imágenes. Los primeros indicios se die ron cuando se encontró que las células cerebrales de ratones repetían durante el sueño patrones de actividad similares a los que tenían cuando recorrían un laberinto al estar despiertos. Los científicos plantearon una hipótesis que suena a cuento de Bor- ges: tal vez los ratones están soñando con el laberinto. Para investigar si los ratones estaban re- produciendo imágenes durante el sueño, Wilson y Daoyun Ji midieron la actividad cerebral en el hipocampo y en la corteza vi- sual mientras los ratones recorrían laberin- tos que tenían diferente estampas en los muros y en el suelo. Las regiones cerebra- les mostraron patrones específicos correla- cionados con la percepción animal del en- torno del laberinto. Horas después, cuando los ratones se durmieron, los científicos volvieron a me- dir la actividad cerebral. El resultado fue que exactamente los mismos patrones de disparo neuronal registrados en la vigilia, aparecieron durante el sueño en las regio- nes visuales y de la memoria. La pregunta, sin embargo, persiste: ¿có- mo podemos ver las imágenes con las que sueñan los animales? En este territorio, los niños y los artistas son los únicos que se atreven a formular una respuesta. ¿Con qué sueñan los jaguares? ¿Será la selva su sueño? ¿Podrán ver al poeta Carlos Pellicer en medio de la selva lacandona? ¿Po- drán darse cuenta de la alegría de Pellicer cuando observa a los monos que brincan y ve volar garzas y pájaros color turquesa mien- tras “por el hueco de un árbol podrido pa- sa el verde silencio de un quetzal”? ¿Pueden en su sueño ver al poeta que pone su mano en las aguas del Usumacinta y escucha lo que canta el río? En el sueño del jaguar se oye el ritmo serpenteante de los afluentes del agua que crece y habla: ... el Lakantún y el Lakanjá. ¡Ay, las hermosas palabras, que sí se van, que no se irán! ¿Pueden los jaguares ver con qué sueña Carlos Pellicer? Parece que sí, aunque no se pueden medir las regiones cerebrales del sueño dentro del sueño. Sin embargo, ven el instante en que el poeta saca la mano del río y sueña que su cuerpo humano se con- vierte en un árbol tropical, que su cabeza está llena de pájaros y que sobre sus piernas está un jaguar dormido. El jaguar se sor- prende. Se sorprende aún más cuando ve que el pintor Rufino Tamayo se mete den- tro del sueño del jaguar que está a los pies de Pellicer convertido en árbol: el jaguar dentro del jaguar sueña con estrellas que se dibujan en su piel. ¿Las podemos ver? Por lo pronto, los niños, los poetas y los artistas sueñan con lo que sueñan los jaguares. El sueño del jaguar José Gordon

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Page 1: El sueño del jaguar

110 | REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO

¿Con qué sueñan los jaguares?, me pre-guntó mi hija un día que fuimos de visitaal zoológico en Villahermosa, Tabasco. ¿Pue -den soñar los animales?

Ésta es una pregunta difícil de respon-der para la ciencia. Los experimentos quese han hecho con gatos muestran que aldormir registran periodos de movimientosoculares rápidos (el famoso REM en inglés:rapid eye movement). En el caso de los sereshumanos, el REM está asociado con perio-dos de sueño, pero eso no implica necesa-riamente que estemos hablando de sueños.

Sin embargo, el gran ensayista GeorgeSteiner afirma que los animales sueñan. Di -ce Steiner: “Toda persona que haya vividoen contacto con animales, con su perro ocon su gato, sabe que éstos sueñan sueñosvívidos, a menudo claramente tempestuo-sos; la agitación o el placer ponen en mo -vimiento el cuerpo de un perro o un gatoque duermen”.

En un experimento realizado por Ma -thew Wilson y Daoyun Ji en el MIT (Massa-chusetts Institute of Technology), repor ta ronlo que parece ser una importante evidenciade que los animales, al igual que los seres

humanos, tienen sueños en los que apare-cen imágenes. Los primeros indicios sedie ron cuando se encontró que las célulascerebrales de ratones repetían durante elsueño patrones de actividad similares a losque tenían cuando recorrían un laberintoal estar despiertos. Los científicos plantearonuna hipótesis que suena a cuento de Bor-ges: tal vez los ratones están soñando conel laberinto.

Para investigar si los ratones estaban re -produciendo imágenes durante el sueño,Wilson y Daoyun Ji midieron la actividadcerebral en el hipocampo y en la corteza vi -sual mientras los ratones recorrían laberin -tos que tenían diferente estampas en losmuros y en el suelo. Las regiones cerebra-les mostraron patrones específicos correla-cionados con la percepción animal del en -torno del laberinto.

Horas después, cuando los ratones sedurmieron, los científicos volvieron a me -dir la actividad cerebral. El resultado fueque exactamente los mismos patrones dedisparo neuronal registrados en la vigilia,aparecieron durante el sueño en las regio-nes visuales y de la memoria.

La pregunta, sin embargo, persiste: ¿có -mo podemos ver las imágenes con las quesueñan los animales? En este territorio, losniños y los artistas son los únicos que seatreven a formular una respuesta.

¿Con qué sueñan los jaguares? ¿Será laselva su sueño? ¿Podrán ver al poeta CarlosPellicer en medio de la selva lacandona? ¿Po -drán darse cuenta de la alegría de Pellicercuando observa a los monos que brincan yve volar garzas y pájaros color turquesa mien -tras “por el hueco de un árbol podrido pa -sa el verde silencio de un quetzal”?

¿Pueden en su sueño ver al poeta quepone su mano en las aguas del Usumacintay escucha lo que canta el río? En el sueñodel jaguar se oye el ritmo serpenteante delos afluentes del agua que crece y habla:

... el Lakantún y el Lakanjá.¡Ay, las hermosas palabras,que sí se van,que no se irán!

¿Pueden los jaguares ver con qué sueñaCarlos Pellicer? Parece que sí, aunque nose pueden medir las regiones cerebrales delsueño dentro del sueño. Sin embargo, venel instante en que el poeta saca la mano delrío y sueña que su cuerpo humano se con-vierte en un árbol tropical, que su cabezaestá llena de pájaros y que sobre sus piernasestá un jaguar dormido. El jaguar se sor-prende. Se sorprende aún más cuando veque el pintor Rufino Tamayo se mete den-tro del sueño del jaguar que está a los piesde Pellicer convertido en árbol: el jaguardentro del jaguar sueña con estrellas que sedibujan en su piel. ¿Las podemos ver?

Por lo pronto, los niños, los poetas ylos artistas sueñan con lo que sueñan losjaguares.

El sueño del jaguarJosé Gordon

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