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Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio 1 Domingo 16 de Junio - 2013 EL Séptimo Domingode laPascua - De los Santos Padres Los Trescientos dieciocho, reunidos en el Primer Concilio de Nicea año 325 [Tono 6ª] - [Eotina 10ª] Conmemoración de Nuestro Padre sanTÍJÓN,Obispo de Amathos, Chipre, (+ 425) d.C) VÍSPERAS MAYORES Después de la “Bendición Inicial…”, el Lec- tor“Venid Adoremos…y elSalmo Vesper- tino...”seguido por la“Gran Letanía de la Paz.” Y al canto de “Oh Señor, clamo a Ti,...”serán rete- nidos Diez Stíjos, y serán cantadasTres Estijéras del Tono Sexto del Octoijós, Tres Estijéras Idio- málatas de la Fiesta de la Ascensióny Cuatro Estijéras del Domingo los Santos Padres: A- Tono Sexto -Octoijós- 10-Sácame de la prisión y daré gracias a Tu Nombre. ¡Oh Cristo!, Tú, que posees la vic- toria sobre el Hades, el Libre entre los muertos y que brotas la vida de Tu Pro- pia Luz; ascendiste a la Cruz para levan- tar contigo a los que yacían en las tinie- blas de la muerte. Pues Tú, oh Poderoso Salvador, ten piedad de nosotros. 9- Porque los justos esperan que me concedas Tu Favor. Hoy, Cristo pisoteó la Muerte, resu- citó como había dicho y concedió la ale- gría al mundo; para que todos, con las alabanzas, exclamemos así diciendo: “¡Oh Fuente de vida, Luz inaccesible y Pode- roso Salvador, ten piedad de nosotros!”. 8- Desde lo más profundo Te invoco, Señor, ¡Se- ñor oye mi voz! ¿Adónde huyamos de Ti, nosotros los pecadores?, oh Señor, Tú que estás en toda la Creación. ¿Al Cielo?, pues allí moras; ¿al Hades?, pues en ella pisoteas la Muerte; ¿a lo profundo del mar?, pues allí está Tu Diestra. Por lo tanto, en Ti nos refugiamos y ante Ti nos prosternamos suplicando y diciendo: “Tú, que resuci- taste de entre los muertos, ten piedad de nosotros”. B- Tono Sexto -De la Ascensión- 7-Estén Tus Oídos atentos al clamor de mi ple- garia. El Señor había ascendido a los cielos para que enviara el Paráclito al mundo. Los Cielos prepararon Su Trono y las nu- bes Su Carruaje. Los Ángeles se asom- bran, contemplando a un Hombre supe- rior a ellos. El Padre recibe en Su Seno a Aquél que Le ha sido Coeterno. El Espí- ritu Santo ordena a todos Sus Ángeles: “¡Oh Principales, levanten sus puertas!” Aplaudan, pues, nacionestodas,porque Cristo ascendió hacia donde Él había es- tado primeramente. 6- Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién, podrá subsistir? Pero en Ti se encuentra el per- dón, para que seas Temido. LosQuerubinesquedaron atónitos de Tu Ascensión, cuando Te vieron, a Ti, Oh Dios, que estás sentado sobre ellos, as- cendiéndote sobre las nubes. Te alabamos pues, porque Tu Piedad es buena, ¡Oh Señor, gloria a Ti! 5- Mi alma espera en el Señor, y yo confío en Su Palabra; Mi alma espera al Señor. Habiendo contemplado Tu Ascen- sión en los Montes Sagrados, ¡Oh Cristo, Irradiación de la Gloria del Padre!; ala- bamos la figura resplandeciente deTu

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Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

1

Domingo 16 de Junio - 2013

EL Séptimo Domingode laPascua - De los Santos Padres

Los Trescientos dieciocho, reunidos en el Primer Concilio de Nicea año 325

[Tono 6ª] - [Eotina 10ª]

Conmemoración de Nuestro Padre sanTÍJÓN,Obispo de Amathos, Chipre, (+ 425) d.C)

VÍSPERAS MAYORES

Después de la “Bendición Inicial…”, el Lec-

tor“Venid Adoremos…y elSalmo Vesper-

tino...”seguido por la“Gran Letanía de la Paz.” Y

al canto de “Oh Señor, clamo a Ti,...”serán rete-

nidos Diez Stíjos, y serán cantadasTres Estijéras

del Tono Sexto del Octoijós, Tres Estijéras Idio-

málatas de la Fiesta de la Ascensióny Cuatro

Estijéras del Domingo los Santos Padres:

A- Tono Sexto -Octoijós-

10-Sácame de la prisión y daré gracias a Tu

Nombre.

¡Oh Cristo!, Tú, que posees la vic-

toria sobre el Hades, el Libre entre los

muertos y que brotas la vida de Tu Pro-

pia Luz; ascendiste a la Cruz para levan-

tar contigo a los que yacían en las tinie-

blas de la muerte. Pues Tú, oh Poderoso

Salvador, ten piedad de nosotros.

9- Porque los justos esperan que me concedas Tu

Favor.

Hoy, Cristo pisoteó la Muerte, resu-

citó como había dicho y concedió la ale-

gría al mundo; para que todos, con las

alabanzas, exclamemos así diciendo: “¡Oh

Fuente de vida, Luz inaccesible y Pode-

roso Salvador, ten piedad de nosotros!”.

8- Desde lo más profundo Te invoco, Señor, ¡Se-

ñor oye mi voz!

¿Adónde huyamos de Ti, nosotros

los pecadores?, oh Señor, Tú que estás en

toda la Creación. ¿Al Cielo?, pues allí

moras; ¿al Hades?, pues en ella pisoteas

la Muerte; ¿a lo profundo del mar?, pues

allí está Tu Diestra. Por lo tanto, en Ti nos

refugiamos y ante Ti nos prosternamos

suplicando y diciendo: “Tú, que resuci-

taste de entre los muertos, ten piedad de

nosotros”.

B- Tono Sexto -De la Ascensión-

7-Estén Tus Oídos atentos al clamor de mi ple-

garia.

El Señor había ascendido a los cielos

para que enviara el Paráclito al mundo.

Los Cielos prepararon Su Trono y las nu-

bes Su Carruaje. Los Ángeles se asom-

bran, contemplando a un Hombre supe-

rior a ellos. El Padre recibe en Su Seno a

Aquél que Le ha sido Coeterno. El Espí-

ritu Santo ordena a todos Sus Ángeles:

“¡Oh Principales, levanten sus puertas!”

Aplaudan, pues, nacionestodas,porque

Cristo ascendió hacia donde Él había es-

tado primeramente.

6- Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién,

podrá subsistir? Pero en Ti se encuentra el per-

dón, para que seas Temido.

LosQuerubinesquedaron atónitos de

Tu Ascensión, cuando Te vieron, a Ti, Oh

Dios, que estás sentado sobre ellos, as-

cendiéndote sobre las nubes. Te alabamos

pues, porque Tu Piedad es buena, ¡Oh

Señor, gloria a Ti!

5- Mi alma espera en el Señor, y yo confío en Su

Palabra; Mi alma espera al Señor.

Habiendo contemplado Tu Ascen-

sión en los Montes Sagrados, ¡Oh Cristo,

Irradiación de la Gloria del Padre!; ala-

bamos la figura resplandeciente deTu

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

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Rostro, nos prosternamos ante Tu Pasión,

veneramos Tu Resurrección y glorifica-

mos Tu honorable Ascensión. ¡Apiádate,

pues, de nosotros!

C- Tono Sexto-De los Santos Padres-

4- Más que el centinela a la aurora.

Como el centinela espera la aurora, espere Israel

al Señor.

Sin madre y antes de todos los si-

glos, habías nacido del seno del Padre,

antes de la aurora de la mañana; aunque

Arrio Te confesó siendo creado y no Dios;

considerándote a Ti, oh Creador, por ig-

norancia y con atrevimiento, como las

demás criaturas. Atesoró, pues, para sí la

materia del fuego eterno. Pero el Concilio

de Nicea Te proclamó, ¡oh Señor!, anun-

ciando: “Que Tú eres el Hijo de Dios, que

iguala al Padre y al Espíritu en el Trono”.

3-Porque en Él se encuentra la misericordia y la

redención en abundancia; Él redimirá a Israel de

todos sus pecados.

¡Oh Salvador!, cuando fuiste pre-

guntado ¿Quién rasgó Tu túnica? Repli-

caste: Arrio, quien dividió en partes, la

soberanía de la Trinidad de unánime ho-

nor. Porque éste negó que Tu eres uno de

la Santísima Trinidad; y enseñó a Néstor,

el calumniador, a no decir que la Virgen

es la Madre de Dios. Pero el Concilio Ni-

ceno, advirtióanunciando: “Que Tú eres

el Hijo de Dios, que iguala al Padre y al

Espíritu en el Trono”.

2-¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifí-

quenlo, todos los pueblos!

Fingiéndose ciego para no ver la luz,

Arrio ha caído en el abismo del pecado y

sus entrañas se desgarraron con un an-

zuelo divino; así expulsó toda su esencia

y apareció el odio de su alma; y por su

voluntad y carácter se hizo otro Judas.

Pero el Concilio Niceno, advirtióanun-

ciando: “Que Tú eres el Hijo de Dios, que

iguala al Padre y al Espíritu en el Trono”.

1-Porque es inquebrantable Su Amor por noso-

tros, y Su Fidelidad permanece para siempre.

El insensato Arrio, había dividido,

en tres esencias diferentes y desiguales, la

unicidad de la soberanía de la Santísima

Trinidad. Por eso, los Padres revestidos

de Dios, se reunieron con ferviente vo-

luntad y; con un celo, como el de Elías ‘El

Tesbita’, separaron con la espada del Es-

píritu al caracterizadopor no avergon-

zarse de sus confusas creencias blasfe-

mas; así como el Espíritu les inspiró dic-

tando.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Tono Sexto -De los Santos Padres-

¡Vengan alabemos hoy las trompetas

místicas del Espíritu! Es decir a los pa-

dres revestidos de Dios, aquellos que, en

medio de la Iglesia y al unísono, cantaron

un himno de la predicación teológica;

Que la Trinidad es Una, sin confusión, en

Esencia y Divinidad; refutaron a Arrio y

defendieron la fe ortodoxa; y interceden

siempre ante el Señor que tenga piedad

de nuestras almas.

Ahora y siempre y por los siglos de los si-

glos. Amén. Tono Sexto -Octoijós-

¿Quién no Te bendice, oh Virgen

Santísima y, quién no alaba Tu Alumbra-

miento sin dolores de parto? Porque, el

Hijo Unigénito que brilla del Padre fuera

de los tiempos, Él Mismo vino encarnán-

dose inefablemente de Ti, oh Inmaculada.

Pues, Aquél que es Dios por naturaleza,

por causa nuestra, se ha devenido en

Hombre de naturaleza también, no divi-

dido en dos personas; sino una Persona

en dos naturalezas, sin mezcla ni confu-

sión. Suplícale, pues a Él, oh Honorabilí-

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres

3

sima Bendita, por la salvación de nues-

tras almas.

El Isodón

La Entrada con el incensario y el canto de

“Esplendorosa luz de la Santa Gloria...”

-Prokímenon-Tono Sexto

¡Reina el Señor, revestido de majestad!

Que se repite tras cada Stíjo:

1.El Señor se ha revestido, se ha ceñido de

poder. “¡Reina el Señor…!”

2.El mundo está firmemente establecido, no

se moverá jamás.“¡Reina el Señor…!”

3.La santidad embellece Tu Casa a lo largo

de los tiempos…¡Reina el Señor.

* Revestido de majestad!

Las Lecturas Sagradas-De los Santos Padres-

Primera lectura del Libro de Génesis

[Génesis 14: 14-20]

Al enterarse de que su pariente Lot

había sido llevado cautivo, Abrám re-

clutó a la gente que estaba a su servicio -

trescientos dieciocho hombres nacidos en

su casa- y persiguió a aquéllos hasta Dan.

Él y sus servidores los atacaron de noche,

después de derrotarlos, y los persiguie-

ron hasta Jobá, al norte de Damasco. Así

Abrám recuperó todos los bienes, lo

mismo que a su pariente Lot con su ha-

cienda, las mujeres y la gente. Cuando

Abrám volvió de derrotar a Quedor-

laomer y a los reyes que lo acompañaban,

el rey de Sodoma salió a saludarlo en el

valle de Savé, o sea el valle del Rey. Y

Melquisedec, rey de Salém, que era sa-

cerdote del Dios, el Altísimo, hizo traer

pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo:

“¡Bendito sea Abrám de parte de Dios

Altísimo, Creador de cielos y tierra!

¡Bendito sea Dios, el Altísimo, que en-

tregó a tus enemigos en tus manos!”

Segunda Lectura del Libro de Deuteronomio

[Deuteronomio 1: 8-11, 15-17a]

Dijo Moisés al pueblo de Israel: “Yo

pongo el país delante de ustedes: vayan a

tomar posesión de la tierra que el Señor

juró dar a vuestros padres, a Abraham, a

Isaac y a Jacob, y a sus descendientes

después de ellos.” En aquel tiempo, yo

les dije: “Yo solo no puedo hacerme cargo

de todos ustedes.El Señor, su Dios, los ha

multiplicado de tal manera, que hoy us-

tedes son numerosos como las estrellas

del cielo. ¡Que el Señor, el Dios de sus

padres, los hago aun mil veces más nu-

merosos y los bendiga, como lo ha pro-

metido! Entonces tomé de entre los jefes

de las tribus a unos hombres sabios y ex-

perimentados y los puse al frente de us-

tedes: como jefes de mil, de cien, de cin-

cuenta y de diez hombres, y como oficia-

les para las tribus. Al mismo tiempo, di

esta orden a los jueces: “Escuchen a sus

hermanos y hagan justicia, cuando ten-

gan un pleito entre ellos o con un extran-

jero. No sean parciales en los juicios: es-

cuchen a los humildes lo mismo que a los

poderosos. No se dejen intimidar por na-

die, porque el juicio pertenece a Dios.”

Tercera Lectura del Libro de Deuteronomio [Deuteronomio 10: 14-18, 20-21]

Dijo Moisés al pueblo de Israel: “Al

Señor tu Dios pertenecen el cielo y lo más

allá del cielo, la tierra y todo lo que hay

en ella. Sin embargo, sólo con tus padres

se unió con lazos de amor, y después de

ellos los eligió a ustedes, que son su des-

cendencia, prefiriéndolos a todos los de-

más pueblos. Por eso, circunciden sus

corazones y no persistan en su obstina-

ción, porque el Señor su Dios, es el Dios

de los dioses y el Señor de los señores, el

Dios Grande, Valeroso y Terrible, que no

hace acepción de personas ni se deja so-

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

4

bornar. Él hace justicia al huérfano y a la

viuda, ama al extranjero y le da ropa y

alimento. Teme al Señor tu Dios, y sír-

velo; vive unido a Él y jura por Su Nom-

bre. Él es tu gloria y tu Dios, y Él realizó

en tu favor estas tremendas hazañas de

que fuiste testigo.”

La Ektanía

“La Súplica Ferviente” y después de“Haznos dig-

nos, Señor…”y la Letanía de las suplicas“Comple-

temos nuestras súplicas vespertinas…”y después

de la exclamación del Sacerdote:“que sea bendecido

y Glorificado el Poder de Tu Reino…”

Las Apostíjas del Octoijós

Tono Sexto

Los Ángeles en los cielos alaban Tu

Resurrección, oh Cristo Salvador. Haznos

dignos a nosotros también, los que esta-

mos en la tierra, de glorificarte con cora-

zones puros.

¡Reina el Señor, revestido de majestad!

El Señor, Se ha revestido, se ha ceñido de poder.

Como eres el Dios Poderoso, Tú ha-

bías abolido las puertas de bronce del

Hades, quebrantaste sus cerrojos y levan-

taste al caído género humano. Por eso, al

unísono Te exclamamos: “¡Tú, que resu-

citaste de entre los muertos, oh Señor,

gloria a Ti!”.

El mundo está firmemente establecido,no se mo-

verá jamás.

Queriendo rescatarnos de la muerte

antigua, Cristo fue clavado en la Cruz y

puesto en un sepulcro. Que, buscándolo,

cuando las mujeres Portadoras del Bál-

samo, Lo vieron así, con lágrimas sollozas

dijeron: “¡Ay de nosotras, oh Señor y Sal-

vador de todos! ¿Cómo aceptaste morar

en un sepulcro? Y, si así lo quisiste, ¿Có-

mo fuiste hurtado, cómo fuiste trasla-

dado? y ¿Qué lugar escondió Tu Cuerpo

revestido de vida? ¡Revélate, pues, a no-

sotras como lo habías prometido, oh So-

berano, y cesa nuestras lágrimas y la-

mentos!” Y mientras lloraban, ¡he aquí!

un Ángel exclamó hacia ellas diciéndoles:

“Cesen su llanto y digan a los Apóstoles

que el Señor había resucitado, conce-

diendo al mundo el perdón y la gran mi-

sericordia”.

La santidad embellece Tu Casa a lo largo de los

tiempos.

Oh Cristo, así como lo quisiste, ha-

bías sido crucificado; cautivaste la Muerte

con Tu Sepultura y, siendo Dios, resu-

citaste al tercer día con gloria; conce-

diendo al mundo vida sin fin y gran mi-

sericordia.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Tono Cuatro -De los Santos Padres-

¡Vengan hoy, oh asambleas de los or-

todoxos!, con fe y buena alabanza, cele-

bremos la conmemoración anual de los

Padres revestidos de Dios que se congre-

garon, del mundo entero, en la hermosa

Ciudad de Nicea. Aquellos que, por la

sutileza de sus mentes piadosas, habían

refutado las enseñanzas impías inventa-

das por el miserable Arrio y, por un de-

creto conciliar, lo expulsaron de la Iglesia

Católica. Y enseñaron a todos a confesar

claramente que, antes de todos los siglos,

el Hijo de Dios es Consubstancial al Pa-

dre en la Esencia y en la Eternidad. De-

cretando esto con exactitud y devoción en

el Credo. Por lo tanto, siguiendo sus doc-

trinas divinas, nosotros los fieles adora-

mos, con verdadera fe, al Padre, al Hijo, y

al Espíritu Santísimo. Trinidad Consubs-

tancial de una sola Divinidad.

Ahora y siempre y por los siglos de los

siglos. Amén.

Tono Cuatro -Ascensión- (El “Gloria… Ahora…Amén.”delLitín de la Fiesta)

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres

5

Oh Señor, cuando cumpliste el mis-

terio oculto a todas las generaciones,

desde los siglos, como Bueno que eres; vi-

niste con Tus discípulos al Monte de los

Olivos, y estaba contigo La que Te dio a

luz, oh Hacedor y Creador de todos. Por-

que Aquella que, como madre, había su-

frido más que todos durante Tu Pasión,

justamente es digno también de que go-

zase, más que todos, de la honra de Tu

Humanidad, oh Soberano; regocijo del

que nosotros también participamos por

Tu Ascensión a los Cielos. Glorificamos,

pues, Tus abundantes misericordias he-

chas para nosotros.

El que preside:

(La Oración del Justo Simeón)

“Ahora, Señor, puedes, según Tu Pa-

labra, dejar que Tu siervo se vaya en paz;

porque han visto mis ojos Tu Salvación,

que has preparado a la vista de todos

pueblos, luz de revelación a las naciones

y gloria de Tu pueblo Israel.”

Lector:En presencia del señor Obispo:

“Por muchos años de vida, Monseñor”

Sino directamente:

“Santo Dios,...hasta el Padrenuestro”

Y la exclamación del Sacerdote

“Porque Tuyo es el Reino, el Poder...”

Troparios

1- Tono Sexto-Octoijós-

Los poderes celestiales aparecieron

sobre tu Sepulcro; los guardias quedaron

como muertos; María se plantó en el Se-

pulcro buscando tu Cuerpo purísimo:

sometiste al Hades sin ser tentado por él;

y encontraste a la Virgen (otorgándole1 la

vida). ¡Oh Resucitado de entre los muer-

tos, Señor, gloria a Ti!

1 Esta frase debe ser así: otorgando la vida, es

decir a la humanidad y no otorgándole la vida

a la Virgen, que no conoció la corrupción.

2-Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Tono Octavo -De los Santos Padres-

¡Gloriosísimo eres Tú, oh Cristo

nuestro Dios!, que estableciste a nuestro

santos Padres, como astros sobre la tierra;

y por medio de ellos nos guiaste hacia la

verdadera fe, ¡oh Misericordiosísimo,

gloria a Ti!

3- Ahora y siempre y por los siglos de los

siglos. Amén.

Tono Cuatro -Ascensión-

Ascendiste en gloria, ¡oh Cristo nues-

tro Dios!, y alegraste a Tus discípulos con

la promesa del Espíritu Santo. Acertaron,

pues, por la bendición, que Tú eres el Hi-

jo de Dios el Salvador del mundo.

Apólisis

Cristo nuestro Dios Verdadero, que

resucitaste de entre los muertos, ascen-

diste en gloria a los Cielos y Te sentaste a

la Diestra de Dios Padre para nuestra sal-

vación, por las intercesiones de Tu purí-

sima madre...

LOS MAITINES

Después de laBendición Inicialyel “Santo

Dios,...”“Santísima Trinidad,...” hasta el “Pa-

drenuestro”, y después de la exclamación del sacer-

dote: “Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Glo-

ria;...”: “Salva Señor a Tu pueblo…” y lo que sigue

hasta la exclamación del sacerdote:“Porque Tú eres

un Dios Misericordioso y amas de la humani-

dad,…” y lo que sigue… “Gloria a la Santísima

Trinidad…” “Los Seis Salmos Matutinos”y

“La Gran Letanía de la Paz”

El Coro canta - Tono Sexto

Dios el Señor y se nos ha manifestado.

Bendito el que viene en el Nombre del

Señor.

Se repite tras de cada uno de los siguientes Stíjos

Den gracias al Señor e invoquen Su San-

to Nombre.“Dios el Señor...”

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

6

Todas las naciones me rodearon, pero en

el Nombre del Señor las he venci-

do.“Dios el Señor...”

Esta es la Obra del Señor y es una mara-

villa a nuestros ojos.“Dios el Señor...”

Los Troparios

1- Tono Sexto-Octoijós-

“Los poderes celestiales…”

2-Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Tono Octavo -De los Santos Padres-

“¡Gloriosísimo eres Tú, oh Cristo...”

3- Ahora y siempre y por los siglos de los

siglos. Amén.

Tono Cuatro -Ascensión-

“Ascendiste en gloria, ¡oh Cristo…”

Después de laPequeña Letaníay la exclamación del

Sacerdote: “Porque Tuyo es el Poder, y Tuyos son

el Reino, la Fuerza y la Gloria…”

Las Katísmatas - Tono Sexto

Estijológia Primera - KatísmataPrimera

Cuando el sepulcro apareció abierto

y el Hades gimiendo, María exclamó ha-

cia los Apóstoles escondidos diciéndoles:

“Salgan, oh obreros de la viña y anuncien

la palabra de la Resurrección, exclaman-

do: el Señor había resucitado, concedien-

do al mundo gran misericordia”.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Llorando, María Magdalena había

parado ante Tu Sepulcro, oh Señor; y cre-

yendo que eres el hortelano, Te exclamó

diciendo: “¿En dónde ocultaste la Vida

Eterna? ¿Dónde pusiste al que está senta-

do sobre el trono querúbico?”. Y a los

guardias que Lo custodiaban y que, por

el miedo, se habían devenido como muer-

tos, exclamó diciendo: “Me Den a mi Se-

ñor o exclamen conmigo diciendo: ¡Tú,

que fuiste contado entre los muertos y, a

los muertos resucitaste, gloria a Ti!”

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

Tú, que llamaste a Tu Madre ‘Bendi-

ta’, habías venido voluntariamente a la

Pasión y resplandeciste sobre la Cruz,

para llamar nuevamente a Adán; y di-

ciendo a los Ángeles: “¡Regocíjense con-

migo, pues he encontrado el denario per-

dido!” ¡Tú, que a todo lo arreglaste con

sabiduría, gloria a Ti!

Estijológia Segunda - KatísmataSegunda

La vida había sido puesto en el se-

pulcro y un sello puesto sobre la piedra;

los soldados custodiaban a Cristo como a

un Rey que duerme; el Señor resucitó,

aniquilando invisiblemente a Sus enemi-

gos.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

¡Oh Tú, el único Todopoderoso y

Salvador de todos; por Tu Muerte volun-

taria, hemos encontrado la vida inmortal.

Porque, por Tu Venerable Resurrección,

nos habías convocado a todos; ¡Tú que

aniquilaste el señorío del Hades y el po-

der de la Muerte.

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Oh Virgen Madre de Dios!, ruega a

Tu Hijo, Cristo Dios nuestro; quien, vo-

luntariamente, fue clavado en la Cruz y

resucitó de entre los muertos, que salve a

nuestras almas.

Estijológia Tercera - KatísmataTercera

De los Padres - Tono Cuatro

¡Bienaventuradísimos Padres!, en

verdad se habían manifestado sobre la

tierra, como astros resplandecientes del

mundo, de la veracidad de Cristo. Ven-

cieron, pues, las herejías de las delirantes

lenguas blasfemas y extinguieron las ar-

dientes llamas de la incredulidad. Por

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres

7

esto, como son jefes de los Sacerdotes de

Cristo, intercedan por la salvación de

nuestras almas.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Lo Mismo

Hoy la resplandeciente Ciudad de

Nicea convocó hacia ella, de toda la tie-

rra, a trescientos dieciocho de los Jerar-

cas, en contra de Arrio el repugnante

blasfemo contra el Hijo de Dios y Su Ver-

bo, uno de las Personas de la Trinidad.

Que cuando lo apartaron, afirmaron la fe

con gran firmeza.

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén. - De la Ascensión

Oh Soberano Cristo que amas a la

Humanidad, Tú que ascendiste en Gloria

a los Cielos y Te sentaste a la Diestra del

Padre de Quién jamás Te separaste; y

prometiste a Tus discípulos, los que Tú

has establecido, en enviarles al Espíritu

Santo Consolador; ilumina nuestras al-

mas para que Te alabemos sin cesar.

Las Evlogitarias

“¡Bendito eres Tú, Señor, enséñame Tus

Mandamientos!”

La compañía de los Ángeles se

asombró al verte, oh Salvador, contado

entre los muertos; destruyendo el poder

de la Muerte, levantando contigo a Adán

y liberándonos a todos del infierno.

“¡Bendito eres Tú, Señor, enséñame Tus…!”

El Ángel radiante que estaba cerca

del sepulcro, habló a las Portadoras del

Bálsamo, diciendo: “¿Por qué mezclan los

perfumes con lágrimas de tristeza, oh dis-

cípulas? Contemplen el sepulcro y regocí-

jense, porque el Salvador resucitó del se-

pulcro levantándose.

“¡Bendito eres Tú, Señor, enséñame Tus…!”

Muy de madrugada, apresuradas,

las Portadoras del Bálsamo fueron a Tu

Sepulcro lamentando. Pero el Ángel se

presentó ante ellas diciéndoles: “El tiem-

po de lamentaciones ha pasado y cesado,

pues no lloren, sino anuncien a los Após-

toles la Resurrección”.

“¡Bendito eres Tú, Señor, enséñame Tus…!”

Las Mujeres Portadoras del Bálsamo

vinieron a Tu Sepulcro con los bálsamos,

oh Salvador, y escucharon al Ángel que,

entonando les dijo: “¿Por qué cuentan al

Vivo entre los muertos?, pues como Dios,

Él había resucitado del sepulcro levantán-

dose”.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Adoramos al Padre, a Su Hijo y a Su

Espíritu Santo; Santa Trinidad en una

Esencia, exclamando con los Serafines

“¡Santo, Santo, Santo eres Tú, Señor!”

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

Oh Virgen, Tú diste a luz al Dador

de la vida, salvaste a Adán del pecado y

otorgaste a Eva la alegría en lugar del pe-

sar. Pero, el Dios y Hombre encarnado de

Ti, los ha guiado hacia la vida de la cual

habían sido expulsados.

Aleluya, Aleluya, Aleluya, ¡Gloria a Ti, oh

Dios!(Tres veces)

Dios nuestro y esperanza nuestra, ¡Gloria a Ti!

Después de La Pequeña Letanía y de la exclamación

del Sacerdote:“Porque Tu Nombre es Bendito y

Glorificado;…”

-El Ipakoí-Tono Sexto

Por Tu vivificadora muerte volunta-

ria, oh Cristo, aboliste las puertas del Ha-

des siendo Dios, y nos abriste el Paraíso

antiguo; y por Tu Resurrección de entre

los muertos, salvaste a nuestra vida de la

corrupción.

El Anávtemi -Tono Sexto

Antífona Primera

HaciaelCielo,aTielevomisojos,

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

8

oh Verbo. Compadécete, pues, de mí, pa-

ra que en Ti viva.

Ten piedad de nosotros desprecia-

dos, oh Verbo; y prepáranos, para que

seamos vasijas útiles elegidas.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

El Espíritu Santo es causa de salva-

ción de todos; pues si Su soplo se propa-

ga en alguno, siendo merecedor, lo eleva-

rá de inmediato de las cosas terrenales, lo

aleteará y, alistándolo, lo hará crecer en lo

celestial.

Antífona Segunda

Si el Señor no estuviera en nosotros,

ninguno de nosotros podría mantenerse

firme en la lucha contra el enemigo. Por

ello, los vencedores recibirán la exalta-

ción de la victoria.

¡Oh Verbo!, no dejes que mi alma

sea cortada como un pájaro, por los dien-

tes de los enemigos. Pero, ¡ay de mí!,

¿cómo podré escaparme de ellos, estando

atrapado por el amor al pecado?

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

Por el Espíritu Santo, todos se deifi-

can, y en Él está la felicidad, la compren-

sión, la paz y la bendición; pues de he-

cho, Él es igual al Padre y al Verbo.

Antífona Tercera

Los que confían en el Señor, son te-

midos por los enemigos y admirados por

todos. Porque ellos miran hacia lo alto.

OhSalvador, la compañía de los jus-

tos Te había adquirido por Protector, por

esto no extiende sus manos a las iniqui-

dades.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén.

El Espíritu Santo tiene poder sobre

todos; pues, ante Él se prosternan los

Principales de los ejércitos celestiales y

toda alma terrenal.

El Prokímenon-Tono Sexto

Reafirma Tu Poder, Señor, y ven a

salvarnos. (Dos Veces)

(Stíjo)¡Escucha, Pastor de Israel!Y se repite

Reafirma Tu Poder, Señor, y ven a

salvarnos.

El Evangelio Matutino

Sacerdote o Diácono:Roguemos al Señor.

Coro:Señor, ten piedad.

Sacerdote:Porque Tú eres Santo, Dios nues-

tro, y en los santos moras y descansas, y Te

glorificamos, oh Padre, Hijo y Espíritu Santo,

ahora y siempre, y por los siglos de los si-

glos.

Coro:Amén.E intercala

- Toda alma que alabe al Señor. (Dos veces)

- Que alabe al Señor,

- Toda Alma.

Sacerdote:Para que seamos dignos de escu-

char el santo Evangelio, roguemos al Señor.

Coro:Señor, ten piedad.(Tres veces)

Sacerdote:Sabiduría. Estemos de pie. Escu-

chemos el santo Evangelio.

Sacerdote:La Paz sea con todos vosotros.

Coro: Y con tu espíritu.

Sacerdote:Lectura del Santo Evangelio según

san Juan.

Coro:Gloria a ti, Señor, gloria a Ti.

Sacerdote:Atendamos. Y desde el altar lee la

Eotina Décima [Juan 21: 1-14]

Coro:Gloria a ti, Señor, gloria a Ti.

Habiendo visto la Resurrección de

Cristo, adoremos al Santo Señor Jesús, el

Único Exento del pecado. Ante Tu Cruz,

Cristo, nos prosternamos y Tu Santa Re-

surrección alabamos y glorificamos. Por-

queTueresnuestroDiosy otro que a Ti

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres

9

no conocemos, y aclamamos Tu Nombre.

Fieles todos, vengan, prosternémo-

nos ante la Santa Resurrección de Cristo;

pues, he aquí, por la Cruz vino la alegría

al mundo. Bendigamos siempre al Señor

y cantemos Su Resurrección; Porque so-

portando la crucifixión por nosotros, ha

destruido la Muerte por la muerte.

Y directamente elSalmo 50

¡Ten piedad de mí, oh Dios, por Tu

bondad, por Tu gran compasión, borra

mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi cul-

pa y purifícame de mi pecado! Porque yo

reconozco mis faltas y mi pecado está

siempre ante mí. Contra Ti, contra Ti solo

pequé e hice lo que es malo a Tus ojos.

Por eso, será justa Tu sentencia y Tu Jui-

cio será irreprochable; yo soy culpable

desde que nací; pecador me concibió mi

madre. Tú amas la sinceridad del corazón

y me enseñas la sabiduría en mi interior.

Purifícame con el hisopo y quedaré lim-

pio; lávame, y quedaré más blanco que la

nieve. Anúnciame el gozo y la alegría:

que se alegren los huesos quebrantados.

Aparta Tu vista de mis pecados y borra

todas mis culpas. Crea en mí, Dios mío,

un corazón puro, y renueva la firmeza de

mi espíritu. No me arrojes lejos de Tu

presencia ni retires de mí Tu Santo Espíri-

tu. Devuélveme la alegría de Tu salva-

ción, que Tu Espíritu generoso me sos-

tenga: yo enseñaré Tu camino a los im-

píos y los pecadores volverán a Ti. ¡Lí-

brame de la muerte, Dios, Salvador mío,

y mi lengua anunciará Tu Justicia! Abre

mis labios, Señor, y mi boca proclamará

Tu alabanza. Los sacrificios no Te satisfa-

cen; si ofrezco un holocausto, no lo acep-

tas: mi sacrificio es un espíritu contrito,

Tú no desprecias el corazón contrito y

humillado. Trata bien a Sión por Tu bon-

dad; reconstruye los muros de Jerusalén,

entonces aceptarás los sacrificios rituales

--las oblaciones y los holocaustos-- y se

ofrecerán novillos en Tu Altar.

Gloria... - Tono Segundo

Porlasintercesionesylassúplicas de

los Apóstoles, oh Piadoso, borra la multi-

tud de nuestros pecados y transgresiones.

Ahora... Amén.

Por las intercesiones y las súplicas

de la Madre de Dios, oh Piadoso, borra la

multitud de nuestros pecados y transgre-

siones. Mismo Tono

¡Tenpiedaddemí,ohDios,porTu

Bondad, por Tu Gran Compasión, borra

mis faltas!

Jesús resucitó del sepulcro, según

había predicho, y nos otorgó vida eterna

y gran misericordia. Sacerdote o Diácono:

“Salva, Señor a Tu pueblo…”

Coro:Señor, ten piedad.(Tres veces)

Alternadas Cuatro veces.

Sacerdote:“Por la misericordia, las clemencias y el

amor a la humanidad…”

Los Cánones

De la Resurrección de Cuatro incluyendo el Irmo de

la Ascensión de Cuatro y los Padres de Seis; lasKa-

tavasías dela Fiesta de laAscensión.

Kontákion - Íkos - Sinaxárion

-Kontákion- Tono Octavo -Padres-

Por la predicación de los Apóstoles

y las creencias de los Padres, la Iglesia

había sido sellada con un sólo Credo; y

siendo revestida del ropaje de la verdad,

tejido por la elocuencia de la teología ce-

lestial; ortodoxamente confiesa el gran

Misterio de la buena alabanza.

-Íkos-

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

10

Escuchemos la Iglesia de Dios ex-

clamando con gran voz: Él que tenga sed

que venga a mí, y beba. Porque la copa

que yo poseo es cáliz de sabiduría, y ésta

bebida la he mezclado con la palabra de

la verdad, no rebosa agua de rebeldía

sino agua de confesión; que al beber aho-

ra de ella Israel verá a Dios diciendo:

“Miren, Miren, Yo soy, Sólo Yo soy y no

cambiaré. Yo soy Dios, desde siempre,

ahora y eternamente; y no hay otro dios

junto a Mí”. Pues desde ya, los que beban

de ella serán saciado y hartos y alabarán

el gran Misterio de la buena alabanza.

-Sinaxárion-

En este día, el decimosexto del mes

de junio, la santa Iglesia conmemora a

San Tijón, Obispo de Amathos en Chipre

que durmió en el Señor año 425 de Cristo.

Y siendo el Séptimo Domingo de la

Pascua, celebra al Primer Concilio Ecu-

ménico; es decir a los Trescientos dieci-

ocho Padres revestidos de Dios, reunidos

en Nicea.

(Stíjo)¡Oh Astros luminosos del polo racio-

nal!

(Stíjo)¡Resplandezcan con sus rayos e ilu-

minen a mi mente! Y de Arrio

(Stíjo)Dijo Arrio que el Hijo es ajeno en

Esencia al Padre,

(Stíjo)Pues que sea un extraño expulsado

lejos de la Gloria de Dios.

Por las oraciones del Obispo Tijón y las

intercesiones de los Trescientos dieciocho

Padres revestidos de Dios, oh Cristo Dios

nuestro, ten piedad de nosotros y sálva-

nos. Amén.

Las Katavasías -Tono Cuarto

Son las de la Fiesta de la Ascensión que a la vez

sonlas del Segundo Canon de Pentecostés.

Primera:Cuando fue cubierto por las

nubes divinas, él de lengua tartajosa, pro-

clamó la Ley inscrita por Dios; porque él

sacudió el lodo del ojo racional; vio, pues,

al Existente Ser y logró el conocimiento

del Espíritu, entonando a Dios alabanzas

divinas.

Tercera: La oración de Ana la Profetisa,

ofrecida antiguamente con un espíritu

contrito al Todopoderoso Dios de las

mentes, había desatado los vínculos del

vientre de la estéril y de los duros repro-

ches de la fecunda con hijos.

Cuarta:¡Oh Verbo, Rey de los reyes! Tú,

el Único que apareciste del Único Padre

sin origen; y como eres el Benefactor, en-

viaste al Espíritu Santo que Te iguala,

verdaderamente, en el poder, a los Após-

toles que alaban diciendo: “¡Gloria a Tu

Omnipotencia, oh Señor!”

Quinta:¡Oh hijos iluminados de la Igle-

sia!,reciban el rocío del Espíritu flamíge-

ro, que es pureza y redención de los pe-

cados; porque la Ley había salido ahora

de Sión en forma de lenguas de fuego,

que es la Gracia del Espíritu Santo.

Sexta:¡Oh Cristo Soberano! Tú habías

brillado de la Virgen, perdón y salvación

nuestra; para arrebatar de la corrupción

al caído Adán y a toda su descendencia,

así como sacaste a Jonás del vientre de la

ballena.

Séptima:La sinfonía de los instrumen-

tos, había convocado a adorar al ídolo sin

vida, hecho de oro. Pero la Gracia del Pa-

ráclito portador de la luz, con piedad

conmueve a los fieles a exclamar: “¡Oh

Trinidad Eterna, Igual en el Poder, sólo

Tú eres Bendita para siempre”.

Octava:

¡Alabemos, bendigamos y adoremos al Señor!

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres

11

La figura de la Soberanía Divina de Tres Luces, había rociado las llamas y desatado los vínculos; pues la entera na-turaleza creada con los varones, La ala-ban y La bendicen siendo la Única Bené-vola, Salvadora y Creadora de todos.

Diácono o Sacerdote:

A la Madre de Dios, Madre de la Luz, con

himnos honremos engrandeciéndola.

Las MagnificacionesCántico de María(Lucas 1: 46b - 55)

- Magnifica mi alma la Grandeza del Se-

ñor y mi espíritu se alegra en Dios mi Sal-

vador.Y sigue con

Tú, Que eres más Venerable que los

Querubines e incomparablemente más

Gloriosa que los Serafines; Tú que sin co-

rrupción has dado a luz al Verbo Dios;

verdaderamente eres la Madre de Dios,

Te magnificamos. Que se repite detrás de cada uno de los versículos:

- Porque ha puesto los ojos en la pe-

queñez de su esclava, por eso desde ahora

todas las generaciones me llamarán Biena-

venturada.

- Porque ha hecho en mi favor cosas

grandes el Poderoso, Santo es Su Nombre y

Su Misericordia alcanza de generación en

generación a los que Le temen.

- Desplegó la fuerza de Su Brazo, dis-

persó a los de corazón altanero.

- Derribó a los poderosos de sus tronos y

exaltó a los humildes. A los hambrientos

colmó de bienes y despidió a los ricos con

las manos vacías.

- Acogió a Israel, Su siervo, acordándose

de la misericordia -como había anunciado a

nuestros padres- en favor de Abrahán y de

su linaje por los siglos.

Novena:

¡Salve, oh Reina! Orgullo de las vír-

genes y de las madres, pues ninguna bo-

ca armonioso y elocuente que sea, puede

alabarte debidamente; y toda mente se

maravilla al entender Tu Alumbramiento;

por eso, al unísono Te glorificamos.

Después de laPequeña LetaníaY la exclamación del

Sacerdote: “Porque a Ti alaban todas las Potesta-

des Celestiales…”

Coro:- Santo es el Señor, nuestro Dios. (Dos veces)

- Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,

adórenlo ante el estrado de sus pies.

- Porque el Señor nuestro Dios,

- Santo es.

Exapostelárion- Tono Segundo

1- De la Eotina Décima

En el mar de Tiberíades, estaban jun-

tos pescando, los dos hijos de Zebedeo

con Pedro, Natanael, Tomás y otros dos;

y por orden de Cristo echaron la red del

lado derecho y hallaron muchos peces. Y

cuando Pedro Lo conoció,vino hacia Él

nadando. Ésta es la tercera aparición del

Señor, que les mostró pan y pez sobre las

brasas.

2- De los Santos Padres

Celebrando hoy la conmemoración

de los Padres divinos; a Ti rogamos, oh

Misericordiosísimo Señor, por sus súpli-

cas, que salves a Tu pueblo del perjuicio

de todos los herejes y haznos a todos

dignos de glorificar al Padre, al Verbo y

al Espíritu Santísimo.

3-De la Ascensión

Los discípulos Te contemplaron as-

cendiendohacia el Padre y sentado junto

a Él, oh Cristo; y los Ángeles se apresura-

ron corriendo y exclamando: “Levanten

las Puertas, levanten, porque he aquí el

Rey había subido hacia la Gloria de Su

Luz Esencial”.

El Aínos “Las Alabanzas”

Serán retenidos Ocho Stíjos y serán cantadas

Cuatro Estijéras del Tono Sexto de la Resurrección,

y Cuatro Prosómios para Los Santos Padres,

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

12

Repitiendo el primero.

Tono Sexto

¡Que todos los seres vivientes alaben al

Señor!Alaben al Señor desde el cielo, alá-

benlo en las alturas. A Ti, oh Dios, Te co-

rresponde un canto de alabanza.

Alábenlo, todos Sus Ángeles, alá-

benlo todos Sus Ejércitos. A Ti, oh Dios,

Te corresponde un canto de alabanza.

A- Tono Sexto -Octoijós-

8- Esta Gloria es para todos Sus justos.

Tu Cruz, oh Señor, es vida y re-

surrección para Tu pueblo; y nosotros,

confiando en Ella, Te alabamos, oh Resu-

citado Dios nuestro, ten piedad de noso-

tros.

7-Alaben a Dios en Su Santuario;

Alábenlo en Su poderoso Firmamento.

Tu Sepultura, oh Soberano, había

abierto el Paraíso al género humano. Y

habiendo sido salvados por Ella de la co-

rrupción, Te alabamos, oh Resucitado

Dios nuestro, ten piedad de nosotros.

6- Alábenlo por Sus grandes Proezas;

Alábenlo por Su inmensa Grandeza.

Junto al Padre y al Espíritu Santo,

alabemos, a Cristo, Quien resucitó de en-

tre los muertos, y exclamémosle: “Tú que

eres nuestra vida y nuestra resurrección,

ten piedad de nosotros”.

5- Alábenlo con toques de trompeta;

Alábenlo con el arpa y la cítara.

Te habías resucitado del sepulcro al

tercer día, oh Cristo, según está escrito; y

contigo, levantaste a nuestros primeros

padres. Por eso, el género humano Te

glorifica y alaba Tu Resurrección.

B- Tono Sexto -Padres-

4- Alábenlo con tambores y danzas alábenlo

con laúdes y flautas.

Cuando los bienaventuradísimos

honorables y gloriosos Padres, de verda-

dero divino poder, ordenaron totalmente

la ciencia del alma y la meditaron con

sutileza; por el Espíritu Divino y con pa-

labras divinas anotaron la honorable Ley

Celestial; en la cual enseñan con eviden-

cia que el Verbo es Consubstancial al Pa-

dre y le es Coeterno; siguiendo con ello

las enseñanzas apostólicas con toda clari-

dad.

3- Alábenlo con platillos sonoros; Alábenlo

con platillos vibrantes.¡Que Todos los seres

vivientes alaben al Señor!

(Se repite)

“Cuando los bienaventuradísimos…”

2-(Stíjos)¡Bendito eres, Señor, Dios de nuestros

padres!

Cuando los bienaventurados predi-

cadores de Cristo recibieron la lámpara

racional del Espíritu Santo en su totali-

dad; por inspiración divina y revelación

sobrenatural hablaron, con palabras sim-

ples y conceptos profundos, principal-

mente, de las doctrinas evangélicas y las

tradiciones de buena alabanza; que cuan-

do, con claridad y desde lo alto, se les

fueron reveladas, se iluminaron y esta-

blecieron los límites de la fe recibida de

Dios.

1- Reúnanse a Él sus justos que conservaron

Su Alianza.

Siendo servidores íntimos de Cristo,

los Pastores divinos y venerabilísimos

confiados de la divina predicación, al ad-

quirir la experiencia pastoral en su totali-

dad, con plena justicia ardieron ahora de

ira; y por un decreto justo, expulsaron

lejos de la plenitud dela Iglesia, a los lo-

bos feroces y corruptores, y los han ape-

dreado con la honda del Espíritu, así

pues, cayeron como muertos, siendo por-

tadores de una enfermedad incurable.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres

13

Tono Octavo-Padres-

Cuando los rangos de los Santos Pa-

dres, en grupos vinieron de los confines

de la tierra; confesaron una sola Esencia y

una sola Naturaleza del Padre, del Hijo y

del Espíritu Santo; y con claridad entre-

garon el Misterio de la Teología ala Igle-

sia. Honrándolos, pues, con fe los cele-

bramos diciendo: “¡Qué ejército divino

son, oh soldados del campamento del Se-

ñor! ¡Oh oradores revestidos de Dios; as-

tros resplandecientes del firmamento

místico; murallas inaccesibles de la místi-

ca Sión; flores del Paraíso de ricos per-

fumes y bocas doradas del Verbo; orgullo

de Nicea y alegría del mundo! Intercedan

sin cesar por nuestras almas.

Ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Amén. -Soberana-

Tú excedes todas las bendiciones,

Virgen Madre de Dios. Porque el infierno

ha sido cautivado por Él que nació de Ti;

Adán ha sido llamado nuevamente; la

maldición desapareció; Eva está liberada;

La muerte es vencida y nosotros vivifica-

dos. Por esto alabemos exclamando:

“Bendito eres Tú, Cristo nuestro Dios,

porque así Te complaciste, gloria a Ti”.

La Gran Doxología

Tropario - Tono Cuarto

Hoy surgió la salvación para el

mundo; alabemos, pues, al que resucitó

del sepulcro, la primicia de nuestra vida.

Porque destruyendo la muerte por la

muerte, nos otorgó la victoria y la gran

misericordia.

LA DIVINA LITURGIA

Las Antífonas

1°- Por las intercesiones de la Madre de

Dios ¡oh Salvador! Sálvanos.

2°- Sálvanos, oh Hijo de Dios, que resuci-

taste de entre los muertos, a nosotros que

Te cantamos: Aleluya.

3°- Tropario - Tono Sexto-Octoijós-

Los poderes celestiales aparecieron

sobre tu Sepulcro; los guardias quedaron

como muertos; María se plantó en el Se-

pulcro buscando tu Cuerpo purísimo:

sometiste al Hades sin ser tentado por él;

y encontraste a la Virgen otorgando la

vida. ¡Oh Resucitado de entre los muer-

tos, Señor, gloria a Ti!

El Isodón

Venid, adoremos y postrémonos delante de

Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.

Sálvanos, oh Hijo de Dios, que resucitaste

de entre los muertos, a nosotros que

Te cantamos: Aleluya.

Troparios después del Isodón

1°- Tono Sexto-Octoijós-

“Los poderes celestiales aparecieron…”

2°- Tono Octavo -De los Santos Padres-

¡Gloriosísimo eres Tú, oh Cristo

nuestro Dios!, que estableciste a nuestro

santos Padres, como astros sobre la tierra;

y por medio de ellos nos guiaste hacia la

verdadera fe, ¡oh Misericordiosísimo,

gloria a Ti!

3°- Tono Cuatro -De la Ascensión-

Ascendiste en gloria, ¡oh Cristo nues-

tro Dios!, y alegraste a Tus discípulos con

la promesa del Espíritu Santo. Acertaron,

pues, por la bendición, que Tú eres el Hi-

jo de Dios el Salvador del mundo.

4°-Del Santo/taPatrono/a del Templo

5°- KontákionTono Sexto-Ascensión-

Habiendo cumplido la disposición

para con nosotros y reunido los terrenales

con los celestiales; ascendiste en gloria,

Domingo Séptimo de la Pascua De los Santos Padres del Primero Concilio

14

oh Cristo nuestro Dios, sin alejarte, más

bien firme y sin separación, y exclamaste

a Tus amados: “Estoy con ustedes y nadie

prevalecerá contra ustedes”.

El Trisagio

“Santo Dios, Santo Poderoso, Santo...”

Las Lecturas Sagradas

-Ambas Lecturas son del Domingo-

Prokímenon - Tono Cuatro

¡Bendito seas, Señor, Dios de nuestros

Padres!

(Stíjo)Porque Tú eres Justo en todo lo que

has hecho por nosotros.

La Epístola

Lectura de los Hechos de los Santos Apóstoles

[Hechos 20: 16-18a, 28-36]

En aquellos días, Pablo había deci-

dido pasar de largo por Éfeso, para no

retrasarse demasiado en Asia. Estaba

apurado porque, de ser posible, quería

estar en Jerusalén el día de Pentecostés.

Desde Mileto, mandó llamar a los presbí-

teros de la Iglesia de Éfeso. Cuando estos

llegaron, Pablo les dijo: “Ya saben cómo

me he comportado siempre con ustedes;

pues velen por ustedes y por todo el re-

baño sobre el cual el Espíritu Santo los ha

constituido guardianes para apacentar a

la Iglesia de Dios, que Él adquirió al pre-

cio de Su propia Sangre. Yo sé que des-

pués de mi partida, se introducirán entre

ustedes lobos rapaces que no perdonarán

al rebaño. Y aun de entre ustedes mis-

mos, surgirán hombres que tratarán de

arrastrar a los discípulos con doctrinas

perniciosas. Velen, entonces, y recuerden

que durante tres años, de noche y de día,

no he cesado de aconsejar con lágrimas a

cada uno de ustedes.Ahora los enco-

miendo al Señor y a la Palabra de Su Gra-

cia, que tiene poder para construir el edi-

ficio y darles la parte de la herencia que

les corresponde, con todos los que han

sido santificados. En cuanto a mí, no he

deseado ni plata ni oro ni los bienes de

nadie. Ustedes saben que con mis propias

manos he atendido a mis necesidades y a

las de mis compañeros. De todas las ma-

neras posibles, les he mostrado que así,

trabajando duramente, se debe ayudar a

los débiles y que es precioso recordar las

palabras del Señor Jesús: ‘La felicidad

está más en dar que en recibir.´” Después

de decirles esto, se puso de rodillas y oró

junto a ellos.

El Santo Evangelio

Lectura del Santo Evangelio según San Juan

[Juan 17: 1-13]

(Ver Domingo de los Padres)

Y el Resto de la Divina Liturgia de San Juan

Crisóstomo

(Verdaderamente es digno el celebrarte…)

El Quenenikón - Tono Octavo

“Alabad al Señor, desde los cielos…”

Y para los Padres

¡El recuerdo de los Justos permanecerá para

siempre! Aleluya.

Y en Lugar de “Hemos Visto la Verdadera Luz...”

Se canta el Tropario de la

-Ascensión-Tono Cuatro

“Ascendiste en gloria, ¡oh Cristo nuestro

Dios!,…”(Ver página anterior)

“Bendito sea el Nombre del Señor,…”

ApólisisDe la Resurreccióny la Fiesta de laAscensión

Cristo nuestro Dios Verdadero, que

resucitaste de entre los muertos, ascen-

diste en gloria a los Cielos y Te sentaste a

la Diestra de Dios Padre para nuestra sal-

vación, por las intercesiones de Tu purí-

sima madre...