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Tema 4: Sensibilidad y Percepción. MAPA DE CONTENIDOS SENSIBILIDAD Y PERCEPCIÓN SENSACIÓN PERCEPCIÓN Sentido fisiológico Sentido picológico Teorías Inflluencias Especiales Asociacionismo Cognitivismo Neuropsicológicas Gestalt Individuales Sociales Subliminal Ilusiones Extrasensorial La sensación. La sensación consiste en captar algo a través de los sentidos. Gracias a los sentidos los animales entran en contacto con la realidad exterior y también con las transformaciones que se producen en sus propios cuerpos. A pesar de que tradicionalmente se distinguen cinco, hay tantos sentidos como receptores sensoriales .Hay cuatro tipos de receptores sensoriales según la clasificación de los psicólogos americanos Marion Augustus Wenger y Fred Nowell Jones: Exteroceptores: Se encuentran en la superficie del organismo y recogen información del exterior y son el gusto, la visión, el olfato, la audición y el tacto. Interceptores: Recogen información del interior de nuestro cuerpo a través de las células viscerales del sistema orgánico (cenestesia). Gracias a ellos obtenemos sensaciones de hambre, sed Propioceptores: Están situados en los músculos y articulaciones y nos informan del movimiento mediante el sentido cinestésico (percepción del movimiento) y el sentido vestibular (equilibrio y orientación). Nociceptores: Se encuentran repartidos por todo el organismo. Reaccionan ante los estímulos nocivos, transmitiendo al cerebro sensaciones de dolor.

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Tema 4: Sensibilidad y Percepción.

MAPA DE CONTENIDOS

SENSIBILIDAD Y PERCEPCIÓN

SENSACIÓN PERCEPCIÓN

Sentido fisiológico

Sentido picológico

Teorías Inflluencias Especiales

Asociacionismo

Cognitivismo

Neuropsicológicas

Gestalt

Individuales

Sociales

Subliminal

Ilusiones

Extrasensorial

La sensación.

La sensación consiste en captar algo a través de los sentidos. Gracias a los sentidos los

animales entran en contacto con la realidad exterior y también con las transformaciones que

se producen en sus propios cuerpos. A pesar de que tradicionalmente se distinguen cinco, hay

tantos sentidos como receptores sensoriales .Hay cuatro tipos de receptores sensoriales según

la clasificación de los psicólogos americanos Marion Augustus Wenger y Fred Nowell Jones:

Exteroceptores: Se encuentran en la superficie del organismo y recogen

información del exterior y son el gusto, la visión, el olfato, la audición y el tacto.

Interceptores: Recogen información del interior de nuestro cuerpo a través de las

células viscerales del sistema orgánico (cenestesia). Gracias a ellos obtenemos

sensaciones de hambre, sed

Propioceptores: Están situados en los músculos y articulaciones y nos informan del

movimiento mediante el sentido cinestésico (percepción del movimiento) y el

sentido vestibular (equilibrio y orientación).

Nociceptores: Se encuentran repartidos por todo el organismo. Reaccionan ante los

estímulos nocivos, transmitiendo al cerebro sensaciones de dolor.

La sensación se puede entender de dos maneras: en sentido fisiológico y en sentido

psicológico.

En sentido fisiológico es un proceso que consta de las siguientes fases:

Excitación, estimulación de un órgano sensorial.

Transducción, conversión de la energía física, química o mecánica del estímulo en

un impulso nervioso.

Transmisión, del impulso nervioso de neurona a neurona.

Recepción, en el cerebro de dicho impulso nervioso.

En sentido psicológico, la sensación es la capitación de una cualidad sensible, es decir, la

experiencia por la que un sujeto se da cuenta de una cualidad o aspecto de un objeto, es

decir, la respuesta mental a los estímulos.

La sensibilidad es pues la capacidad de captar los estímulos. En los humanos está limitada por

los umbrales, o cantidades de señal, máxima y mínima, que ha de estar presente para poder

ser registrada por el sistema sensitivo. Hay tres tipos de umbrales:

Umbral mínimo: Cantidad de estímulo necesaria para que se produzca la

sensación.

Umbral máximo: Cantidad de estímulo a partir del cual no se produce aumento de

sensación o se produce una sensación de otro tipo.

Umbral diferencial: Diferencia de intensidad necesaria para notar el cambio en el

estímulo. Cuanto más pequeño es el cambio que podemos detectar, mayor es

nuestra sensibilidad. El psicofísico alemán Ernst Weber descubrió que este umbral

no era absoluto como los dos anteriores sino que variaba en función del estímulo

estableciendo la llamada ley de Weber que dice que el umbral diferencial es

directamente proporcional a la magnitud del estímulo, siendo, por tanto, el

resultado de dividir dicho estímulo por una constante, ∆E/E = K.

En algunas personas se presentan casos de sinestesia. Consiste en la asimilación conjunta o

interferencia de varios tipos de sensaciones de diferentes sentidos en un mismo acto

perceptivo. Un sinestésico puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones

gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. No es que lo asocie o tenga la

sensación de sentirlo: lo siente realmente. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas

psicodélicas, como el LSD, la mescalina o los hongos psilocibios. Con el siguiente test diseñado

por Wolfgang Köhler, podremos comprobar que el ser humano no asigna de forma arbitraria

los sonidos a las formas. Se pide al sujeto decir cuál de estas dos figuras se llama Booba y cuál

Kiki:

En estos experimentos del 95% al 98% eligieron la forma redondeada como bouba y la

puntiaguda como kiki.

La percepción

Es el proceso mental mediante el cual el individuo organiza sus sensaciones y las dota de

sentido. Esta transformación la lleva a cabo el cerebro y su resultado, es decir, la realidad que

nosotros percibimos, está condicionado por nuestra experiencia, deseos y necesidades, puesto

que lleva incluido un proceso de selección personal, dependiente de nuestras circunstancias.

Este proceso de selección se lleva a cabo mediante la atención, que es la actividad consciente

que inhibe lo que pueda interferir, y orienta a los sentidos, mediante los esquemas perceptivos

residentes en la memoria, los cuales se definen como el conjunto de experiencias y

conocimientos, que se aprenden y mejoran, que son necesarios para que las sensaciones

recibidas adquieran el significado que percibimos.

Teorías acerca de la percepción

Las teorías de la percepción más influyentes son:

Teorías asociacionistas

El asociacionismo, uno de cuyos representantes principales fue W. Wundt considera la

percepción como una especie de mosaico de sensaciones: la percepción se explica

íntegramente por sus elementos, las sensaciones. Se perciben en primer lugar las sensaciones

aisladas (manchas de luz y color, cualidades táctiles como la dureza, etc.) y, posteriormente, el

cerebro asocia estas sensaciones entre sí mediante la suma de elementos aislados hasta llegar

a constituir la percepción global del objeto. En el asociacionismo el sujeto adopta un papel

pasivo. La percepción sería pues un fenómeno secundario que se alimenta de sensaciones.

Esta teoría que procede del empirismo británico del S.XVII ha sido prácticamente abandonada.

Las Teorías Cognitivas

La percepción es un proceso constructivo por parte del sujeto ya que al percibir adapta los

esquemas cognitivos previos que posee como fruto de un aprendizaje anterior a la nueva

información.

Aprendemos a percibir, y como resultado de ese aprendizaje se crean esquemas cognitivos en

nuestro cerebro que posteriormente condicionarán nuestra futura percepción de la realidad.

La percepción no se limita a abrir una ventana y permitir que una imagen se grabe en el

cerebro. Estamos siempre filtrando información sensorial e infiriendo percepciones que nos

resulten congruentes con nuestros conocimientos anteriores. Los representantes más famosos

de esta tendencia relacionados con los estudios perceptivos son el británico David Marr y el

alemán Ulric Gustav Neisser que utilizan la metáfora del ordenador para explicar este

fenómeno.

La Teoría neuropsicológica

Teoría que intenta relacionar la percepción con la actividad neuronal. La percepción sería un

proceso cuyo componente principal son las asambleas celulares o unión sinápticas de las

neuronas, como consecuencia de un acontecimiento perceptivo anterior, que permanecen

consolidadas gracias a la experiencia y al aprendizaje. Destacan en esta perspectiva el

psicólogo canadiense Donald Olding Hebb y el ruso Alexander Romanovich Luria.

La Teoría de Gestalt

A principios de este siglo, un grupo de psicólogos alemanes (Khöler, Koffka y Wertheimer)

investigaron el modo en la que mente organiza las sensaciones para obtener percepciones.

Uno de los experimentos realizado por Max Wertheimer en 1912 supuso el inicio de la

concepción gestaltica sobre la percepción. Este experimento fue denominado percepción del

movimiento Phi: iluminó sucesivamente dos líneas verticales separadas un centímetro de

manera que si el intervalo entre ambas luces era entre 1/30 y 1/5 de segundo el observador

percibe solo una línea que se desplaza. Llegó a la conclusión de que no percibimos estímulos

aislados sino que percibimos directamente totalidades organizadas. El ser humano al percibir

un conjunto de sensaciones las organiza en una “gestalt” (forma), por lo que también se la

conoce como Escuela de la Forma.

Para la escuela de la forma el campo perceptivo se organiza por sí mismo, siguiendo ciertos

principios innatos entre los que destacan: la configuración figura-fondo, el agrupamiento y la

constancia perceptiva.

Ley de figura y fondo

Este principio se refiere al hecho de que percibimos los objetos (figuras) diferenciados

de su ambiente (fondo). El sujeto configura las imágenes resaltando la figura (delante

del fondo, carácter compacto, menor dimensión que el fondo, carácter de envuelto) del

fondo (mayor superficie, más lejano e impreciso, uniforme, sin contornos definidos).

Sin embargo ciertas percepciones no permiten realizar esta configuración. Son las

llamadas percepciones reversibles. Por ejemplo.

Copa de Rubin

Percibimos una copa, o bien, dos caras. No es posible percibir ambas cosas al tiempo.

Agrupamiento de los estímulos

Generalmente, la figura se impone por sí misma y se organiza siguiendo las leyes de

agrupación de los estímulos. Debido a que sigue alguna de las leyes siguientes:

continuidad, proximidad, semejanza, cierre y pregnancia.

o Proximidad: Ante estímulos semejantes, aquellos que se hallen más próximos

entre sí tenderán a percibirse agrupados, formando un todo o figura.

o Semejanza: Si las figuras son similares unas a otras, las agrupamos como si

formaran parte de un conjunto.

o Continuidad: Se agrupan juntos los componentes visuales que permiten que

las líneas curvas o movimientos continúen en una dirección que ya estaba

establecida. Percibimos las pautas lisas y continuas más que las discontinuas.

o Cierre: Si una figura tiene huecos, la llenamos para crear un objeto completo y

entero.

o Simplicidad, buena forma o ley de pregnancia: Tendemos a configurar las

percepciones de la forma más sencilla, con el menor gasto psíquico posible.

Todos estos ejemplos se refieren a percepciones visuales que son las dominantes en las

personas, pero las leyes de la percepción también se aplican para percepciones de otro

tipo como por ejemplo, aunque sólo nos lleguen las sílabas finales de un nombre,

escuchamos el nombre entero porque en la percepción acústica aplicamos la ley de

cierre.

Constancia perceptiva

Nada de lo que percibimos permanece estable y constante en la realidad: las longitudes

de onda de luz reflejadas en las superficies corpóreas cambian continuamente según las

variaciones de la luminosidad y, sin embargo, nuestro cerebro percibe un color

constante. A este fenómeno se le llama constancia perceptiva. Gracias a ella el cerebro

extrae las características constantes e invariables de los objetos y aunque sean vistos

desde diferentes ángulos, a diversas distancias o en condiciones variadas de

iluminación se perciben como si tuvieran la misma forma, tamaño y color. Nuestra

constancia perceptiva nos permite percibir un objeto como algo invariable mientras

que los estímulos que provienen de él van cambiando. La constancia perceptiva es vital

para adaptarnos al medio ambiente.

Influencias en la percepción

Aparte de los factores que atribuimos a los objetos (intensidad, repetición, tamaño, novedad)

y las leyes de configuración de estímulos que condicionan la experiencia perceptiva existen

también influencias de corte educativo cultural y factores psicológicos individuales que

determinan dicho fenómeno.

Influencias culturales e individuales

La influencia de la cultura y el entorno en que vivimos suele tener un gran efecto en nuestra

percepción visual. Esta teoría fue expuesta por Robert Laws, un misionero escocés destinado

en Malawi y fundador de la ciudad Livingstonia a finales del siglo XIX.

Por ejemplo, la percepción del siguiente dibujo depende, en gran medida, de donde vivamos.

Cuando los científicos enseñaron un dibujo similar a personas del este de África y se les

preguntó qué había encima de la cabeza de la mujer, casi todos los participantes en el

experimento dijeron que era una caja o una lata de metal. Además, interpretaban que la

familia estaba sentada bajo un árbol. Los occidentales, sin embargo, suelen situar a la familia

dentro de una habitación e interpretar el rectángulo sobre la cabeza de la mujer como una

ventana a través de la cual se ven unos arbustos.

También el lenguaje, como actividad simbólica, influye en la percepción. La gran precisión con

la que el beduino distingue variaciones entre camellos o el esquimal tipos de nieve o pieles,

corresponde al gran número de palabras que tienen para designar al camello, nieve o pieles.

La influencia del grupo también determina la percepción. Conocido es el experimento del

psicólogo turco Musaref Sherif (uno de los padres de la Psicología Social) en 1935 que fue

diseñado para medir hasta qué punto un participante, al pedírsele que resolviera la ubicación

de un punto luminoso en un espacio, encontraría una respuesta personal, que sostendría en el

tiempo. Se proyectó un punto luminoso en una sala oscura, hecho que produce el conocido

por el nombre fenómeno autocinético (el punto proyectado fijo produce la ilusión de que e

mueve). Los juicios individuales dispares de los distintos sujetos experimentales tendían a

converger y coincidir cuando varios sujetos los emitían en voz alta en el grupo. Lo más

interesante es que luego, al volver a colocar al sujeto en soledad, y repetir la experimentación,

éste mantenía constancia con la ubicación consensuada por el grupo, aunque hubiese sido

diferente a su primera apreciación individual.

El experimento demuestra no sólo que el sujeto individual está más dispuesto a modificar sus

percepciones bajo la influencia de un grupo, sino también que tenderá a mantener una

diferencia entre su percepción individual inicial que tenderá más hacia la percepción grupal,

aún separado de la influencia del grupo.

No todos los factores de influencia en la percepción proceden del mundo exterior en el que

se desenvuelve el individuo. Junto a éstos, existen otros de origen interno, entre los que se

pueden destacar los siguientes:

Necesidad. Es el reconocimiento de la carencia de algo. La necesidad existe sin que

haya un bien destinado a satisfacerla. En experimentos (Stanford, 1936, McClelland y

Atkinson, 1948) con figuras indefinidas que se muestran a dos grupos de sujetos (unos

que acaban de comer y otros que llevan horas sin tomar alimento), se ha comprobado

que el segundo grupo percibe muchos más elementos relacionados con la comida que

el primero. En este caso hablamos de motivaciones primarias (alimentación, etc.): el

deseo o la necesidad condicionan la percepción.

Motivación. Está muy vinculada a las necesidades, sin embargo, no actúan siempre

conjuntamente, pues una misma motivación puede satisfacer a diversas necesidades

que no son simplemente biológicas. Por ejemplo un aficionado a la música percibirá

con mayor rapidez y finura todo lo relacionado con dicho campo.

Expectativas. El individuo aprende de las experiencias, y esto afecta al

comportamiento. El efecto acumulativo de las experiencias cambia las formas de

percepción y respuesta. El psicólogo estadounidense Leonard Carmichael realizó la

siguiente experiencia en 1932. Presentó a unos sujetos distribuidos en dos grupos unas

figuras ambiguas acompañadas de etiquetas verbales. Cuando a los sujeto se les pedía

que reprodujeran las imágenes lo hacían distorsionando la imagen y aproximándola a

la palabra asociada.

Prejuicios y actitudes previas. Dos psicólogos estadounidenses en 1954, Gordon W.

Allport y Bernard M. Kramer describen en su obra “La naturaleza del prejuicio” una

experiencia sobre la influencia de los prejuicios sociales en la percepción.

Seleccionaron un grupo de personas con prejuicios raciales y otro sin ellos.

Posteriormente, proyectaron una colección de 20 diapositivas de hombres blancos y

pidieron a cada uno de los miembros del grupo que identificaran a los individuos de

origen judío. El resultado de la investigación probó que los sujetos con prejuicios

identificaban más fácilmente los rostros de las personas judías. Allport y Kramer

concluyeron que las personas con actitudes y juicios previos, son más selectivos y más

discriminadores en relación con los temas de dichos prejuicios.

Percepciones especiales

Ilusiones ópticas

Las ilusiones ópticas son efectos sobre el sentido de la vista caracterizadas por la percepción

visual de imágenes que son falsas o erróneas. Falsas si no existe realmente lo que el cerebro ve

o erróneas si el cerebro interpreta equivocadamente la información visual.

El origen de las ilusiones ópticas puede estar en una causa fisiológica, como un

deslumbramiento debido a un estímulo luminoso intenso que deja por unos instantes

saturados los receptores luminosos de la retina.

¿Hay puntos negros en las intersecciones?

Cuadrícula de Ludimar Hermann

O por el contrario puede ser un fenómeno cognitivo, cuando la causa es la interpretación

errónea por parte del cerebro de las señales que el ojo le envía, por ejemplo una mala

interpretación de la dimensión relativa de dos objetos debido a la perspectiva.

¿Qué edificio está delante?

Percepción subliminal

En 1957, dos años después del estreno de la película “Picnic”, el publicista James Vicary

aseguró haber realizado un experimento en un cine de Fort Lee, Nueva Jersey, con el que

demostraba el poder de la publicidad subliminal. Durante un pase hizo aparecer sobre la

pantalla, en fracciones de 3 milésimas de segundo y espaciadas entre ellas 5 segundos, dos

mensajes publicitarios: «Beba Coca Cola» y « ¿Hambriento? Tome palomitas de maíz». Para

ello usó un taquistoscopio, una especie de proyector especializado en hacer presentaciones

muy breves de objetos o mensajes. Había sido usado por el ejército durante la guerra para

entrenar a sus pilotos en el reconocimiento de la silueta de aviones enemigos. A partir de ese

experimento, comenzó a estudiarse la llamada percepción subliminal.

James Vicary aseguró haber repetido el experimento a lo largo de seis semanas y con más de

45.000 espectadores. El resultado fue que el consumo de Coca Cola aumentó en un 18.1% y el

de palomitas en un 57.8%. Parecía que la percepción subliminal y su poderoso efecto sobre la

conducta eran un hecho irrefutable.

En 1962, ante la falta de evidencia experimental en experimentos similares realizados por

otros científicos y los datos que comenzaban a apuntar que el supuesto experimento de Fort

Lee jamás había tenido lugar, James Vicary confesó que todo había sido un fraude. Se había

inventado el experimento, sus resultados y todo el tinglado de la percepción subliminal.

Por tanto, se conoce con ese nombre a la percepción (si se la puede llamar así) que se produce

por debajo del umbral de la conciencia. De esa manera, la persona no sabe o no es consciente

de que está recibiendo ciertos estímulos, aunque se supone que los mismos provocan efectos

sobre el cerebro. Algunos autores prefieren utilizar el término subcepción en lugar de

percepción subliminal: la diferencia entre ambos términos es que la subcepción se refiere a la

percepción de estímulos próximos al umbral mínimo, pero no por debajo de él (ya que, en este

último caso, la percepción es por definición imposible). Está comprobado el uso de recursos

basados en la subcepción en cine, campañas publicitarias y propagandísticas, como forma de

incrementar el impacto del mensaje pero en rigor no son percepciones subliminales sino en

muchos casos aprendizajes condicionados. No está claro pues que exista la llamada percepción

subliminal. Sirva como ejemplo:

Miembro fantasma

El miembro fantasma es el término con que se conoce al fenómeno por el que la mente

continúa recibiendo las sensaciones correspondientes a un miembro recién amputado. En la

actualidad se piensa que el fenómeno se debe a una cierta inercia en el funcionamiento de las

neuronas cerebrales implicadas en la recepción de sensaciones del miembro amputado, que

necesitan un tiempo para adaptarse a las nuevas funciones requeridas por el organismo. Más

allá de las causas y el tratamiento de esta peculiar alucinación, lo que se pone de manifiesto es

la posibilidad que cerebro y mente tienen de construir una falsa realidad al margen de los

estímulos recibidos por los receptores sensoriales. Hoy en día se acepta la explicación del

neurólogo hindú Vilayanur Subramanian Ramachandran que durante años se dedicó a

recopilar casos. En 1991 un grupo de investigadores demostró de manera formal que la

corteza cerebral se podía reorganizar. En un experimento que llevó más de una década, los

investigadores cortaron los nervios que conectaban el brazo de unos monos a su cerebro. Doce

años después, fueron a ver qué había pasado con el cableado cerebral. Para esto, insertaron

electrodos en el cerebro de los monos y luego procedieron a tocar alguna parte del cuerpo

para ver si había una respuesta a nivel cerebral. Cuando insertaron el electrodo en la

zona relacionada sensorialmente con el brazo “desconectado” y tocaban la mano de ese

brazo, encontraron lo que esperaban: silencio absoluto. Sin embargo, cuando tocaron la cara

del mono descubrieron que se estimulaba la zona del cerebro relacionada con la cara -como

era esperado-, pero también la zona del cerebro que estaba dedicada al brazo desconectado.

Conclusión: la zona sensorial del cerebro dedicada a la cara se había expandido a la zona del

brazo desconectado.

Percepción por estimulación directa del cerebro

El ojo Dobelle (llamado así por su creador el biomédico americano William Dobelle) es un

complicado sistema capaz de generar sensaciones visuales en ciegos con la retina dañada

mediante la transmisión de señales eléctricas al córtex visual (situado en el lóbulo occipital). En

síntesis, el ojo consta de un receptor de imágenes similar a una pequeña cámara de televisión

(que en el futuro podría sustituirse por un chip en la retina), un ordenador que codifica las

señales luminosas y las transforma en impulsos eléctricos y un grupo de electrodos en el

córtex visual que se activan al recibir dichos impulsos. Aunque el método se ha aplicado

todavía a un pequeño número de personas y éstas no alcanzan una visión perfectamente

nítida sino solo una cierta capacidad de reconocer formas y luces (similar a la visión sin lentes

de una persona muy miope), es muy probable que en el futuro se alcance la curación completa

de la ceguera retiniana sencillamente prescindiendo de los receptores naturales (las células de

la retina) y sustituyéndolos por unos receptores artificiales.

De forma similar pero más sencilla y perfeccionada, los implantes auditivos sustituyen los

receptores del sentido del oído (células ciliadas) por un micrófono que recoge sonidos y y los

envía a un procesador, desde el cual llegan en forma de impulsos eléctricos a unos electrodos

situados bien en la cóclea o caracol del oído interno (implante coclear), bien en el mismo

tronco cerebral.

Percepción extrasensorial

Las percepciones extrasensoriales son –como lo sugiere su nombre- aquellas capacidades que

puede poseer una persona para percibir u obtener algún tipo de conocimiento o información a

través de sentidos que no sean los que conocemos comúnmente como gusto, tacto, oído, vista

y olfato, por esto el término “extrasensorial”, porque está fuera de los sentidos o es ajeno a

ellos. Se conoce también como “el sexto sentido”.

El psicólogo o parapsicólogo estadounidense Joseph Banks Rhine y su mujer Louise, fueron los

que utilizaron este término para encerrar la previa definición. Sus experimentos realizados a

partir de 1927 se basaron en el estudio de los orígenes de este sexto sentido por medio del

método científico. Para esto, utilizó Cartas Zener (cartas con 5 tipos de naipes: círculo, líneas

onduladas, cuadrado, una cruz o signo positivo y una estrella). Barajaba el mazo de 25 cartas y

una persona se encargaba de extraer una de forma aleatoria y sin que la otra persona pudiera

verla para que luego la tuviera que adivinar. Los resultados que pudo obtener Rhine se han

puesto en duda con distintas críticas acerca de su método de registro de resultados. Sea como

fuere este psicólogo está en el origen de la Parapsicología. Podemos distinguir distintas ramas

en esta disciplina:

Cartas de Karl Zener

Clarividencia: En Parapsicología se llama así a la percepción paranormal de imágenes

ocultas, distantes, remotas o en casos de predicción de sucesos objetivos también.

Precognición: Facultad paranormal de percibir algún suceso o acontecimiento futuro.

Sinónimo de Premonición.

Telepatía: Facultad paranormal de poder transmitir los pensamientos a distancia.

Puede ser consciente e inconsciente y espontánea o voluntaria.

Psicokinesis: Capacidad de la mente de influir en la materia y en la energía.

Algunos términos fundamentales

Constancia perceptiva: Proceso de percibir un objeto de forma invariable pese a las

alteraciones sensitivas.

Estímulo: Factor interno o externo capaz de provocar una reacción en una célula

sensorial u organismo.

Percepto: Resultado de realizar un proceso perceptivo.

Telepatía: Fenómeno de percepción extrasensorial que consiste en la transferencia de

pensamientos o sentimientos entre individuos a través de la mente, sin el uso de los

sentidos.