suplemento cultural 19-02-2011

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ARTE PAPEL: El arte de comunicar el arte Página 7 Suplemento Cultural Las mieles y las desazones del poder Página 2 The Best of The Opera en Guatemala Página 3 Guatemala, 19 de febrero de 2011 Una idea original de Rosauro Carmín Q. LA GUERRA, AÑOS DESPUÉS PÁGINA 4 Y 5 El plantón debajo de la campana Página 6 Jaguar de Roberto González Goyri.

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Suplemento Cultural 19-02-2011

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Page 1: Suplemento Cultural 19-02-2011

ARTE PAPEL: El arte de comunicar el artePágina 7

Suplemento CulturalLas mieles y

las desazones del poder

Página 2

The Best of The Opera en

GuatemalaPágina 3

Guatemala, 19 de febrero de 2011Una idea original de Rosauro Carmín Q.

LA GUERRA, AÑOS DESPUÉSPÁGINA 4 Y 5

El plantón debajo de la campana

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Page 2: Suplemento Cultural 19-02-2011

Si bien, la caída del Muro de Berlín y el desgranamiento de la Unión Soviética fue el fi n de la dicotomía co-munismo-capitalismo,

fue muy apresurado haber creído, en palabras de Francis Fukuyama (1952), que se trataba del “fi n de la historia”1, declarando que el ca-pitalismo-(neo)liberalismo había ganado la guerra ideológica y que, de 1989 en adelante, sobrevendría un período de estabilidad mundial, sin revueltas, porque ya no habría sobre qué debatir.

Además de que esa visión ha te-nido muchos críticos y actualmente pocos se atreverían a defender (in-cluso el mismo Fukuyama se ha alejado de su propuesta), el supues-to triunfo del capitalismo represen-ta una visión demasiado occidental. Hoy día, con las revueltas del Mun-do Árabe, reconocemos un planeta con demasiados confl ictos y que la historia se sigue escribiendo.

En ese sentido, el Mundo Ára-be estaba bastante ajeno a la dico-tomía capitalismo-comunismo, y más bien se enfrenta al binarismo Estado laico-Estado islámico. Ante el fundamentalismo de los Estados islámicos, la aparente solución de un Estado laico-neoliberal parecía muy conveniente para los intereses de Occidente. Sin embargo, preci-samente se observa que las mani-festaciones más fuertes han sido en los países laico-neoliberales, como Egipto y Túnez, y que han conclui-do con la salida de los jefes de Esta-do. Sin embargo, no es cuestión de una forma de Gobierno, ya que ha dado igual que las revueltas sean en Irán (Estado islámico), en Bahrein (monarquía) o Libia (república so-cialista).

El principal motor de las re-vueltas han sido los jóvenes, y los antiguos actores: musulmanes y Prooccidentales, han perdido po-der de injerencia, y de a poco se ha visto que no logran convencer de sus proyectos, ni convocar a manifestaciones multitudinarias. Debería verse, pues, un cambio del paradigma en el Mundo Ára-be; aunque el futuro es incierto, es posible que los jóvenes opten por cambiar de un sistema que sólo ofrece dos opciones: religión o neoliberalismo, y, ambas, a través de dictaduras.

EL PODERQuizá, lo más certero es que

estemos viendo el inicio de una Revolución Mundial en contra del poder absoluto. La única constante en las revueltas ha sido que van en

contra de las jefaturas de Estado longevas.

Es notable, por ejemplo, la vi-sión que había ofrecido J. R. R. Tolkien (1892-1973), con su ex-tensa novela El señor de los Ani-llos2, más conocida hoy día por su versión cinematográfi ca en tres entregas. En la novela, Tolkien codifi ca el juego del poder a tra-vés de una historia en torno a un anillo, el cual otorga “poderes” asombrosos a quien lo posea. Fue creado por el Señor Oscuro, Sau-rón, quien representa a los gober-nantes que intentan perpetuarse indefi nidamente en el poder. Así como él, otros que lo han poseído se han visto deformados, lo que en 1887 había enunciado en una cita el historiador católico británico John Emerich Edward Dalkberg Acton (1834-1902), en la que es conocida como Dictum de Acton: “Power tends to corrupt, and abso-lute power corrupts absolutely”3.

Notablemente, en la visión de Tolkien, sólo un hobbit (represen-tación de los jóvenes), es capaz de cargar el anillo (representación del poder absoluto) sin corromperse tan rápido. Sin embargo, la misión de Frodo, el hobbit encomenda-do para la tarea, es deshacerse del anillo, destruyéndolo, es decir, ha-ciendo que el poder se desconcen-tre de un solo objeto. Sólo de esa forma, Saurón podrá desaparecer.

En Egipto, por ejemplo, fueron precisamente los jóvenes quienes provocaron la salida de Hosni Mubarak, y rechazando que el po-der simplemente se trasladara de manos. Aún ahora hay problemas para el Ejército para sobrellevar el poder. La Prensa internacional, también, intentó buscar líderes dentro de la juventud, identifi can-do a un bloguero, quien inmedia-tamente rechazó el liderazgo, ar-gumentando que la manifestación fue multifocal.

Es decir, en el viejo paradigma, el poder se concentra en pocas ma-nos, y si se traslada, se traslada tam-bién a otras pocas manos. Pero en Egipto se ha rechazado esta idea.

Anteriormente, el filósofo francés Michel Foucault (1926-1984) había teorizado sobre el po-der, rechazando las ideas de origen aristotélico de que el poder sólo es una potestad de una persona o un grupo reducido (un gobierno, un rey, un dictador, una aristocracia, una junta militar, por ejemplo), sino que el poder es un juego com-plejo, en el que también tiene un papel fundamental el grupo mayo-ritario que permite a una minoría ejercer un poder político.4

CRISIS GENERALIZADAMás que la previsión de Fuku-

yama de un triunfo del Capitalis-mo, lo que esté ocurriendo en los últimos veinte años, sea, más bien, una revolución en contra del poder absoluto. Los regímenes comunis-tas de Europa del Este habrían caí-do, no por la decadencia comunis-ta en sí misma, sino por los abusos del poder absoluto.

Es de resaltar, por ejemplo, el caso de Cuba, en que se persiste en autodefi nirse como un sistema so-cialista, aunque se están haciendo cambios sociales importantes (y drásticos, también), para alejarse, aunque sea poco a poco, de una corrupción del poder absoluto. Es decir, antes de caer en la decaden-cia, se opta por otorgar más poder de decisión a la población.

En el mundo “democrático-ca-pitalista” occidental también tiene su propio dramatismo. Las protes-tas, por ejemplo, en Grecia (en for-ma especial), y en Irlanda, España y Portugal, contra las defi cientes políticas económico-financieras, supone una reacción de la pobla-ción por los abusos en el poder de los gobernantes, que decidieron en-deudarse sin que esto signifi case un

desarrollo para las mayorías.En Italia, por ejemplo, los escán-

dalos sexuales del Primer Ministro le han provocado reacciones, sobre todo de grupos que anteriormente se consideraran minoritarios, como las mujeres, los homosexuales y los inmigrantes, pero son éstos los que precisamente le están provocando problemas y, quizá, la renuncia.

TENDENCIALas reacciones en Occiden-

te no se deben al endeudamiento extremo, porque países como No-ruega, Alemania, Francia, Italia y Estados Unidos, tienen una carga de endeudamiento mucho más fuerte que España y Portugal5; la reacción es, más bien, contra el rechazo a pagar esa deuda, cuando no se ha tenido ningún benefi cio, en otras palabras, rechazo a pagar cuando sólo el grupo de poder se ha benefi ciado.

En materia económica, aunque parte de la reacción se encamine hacia las políticas neoliberales, es muy difícil que ocurra un cam-bio drástico contra el Neolibera-lismo. Como parte de un período de adaptación, los defensores del Neoliberalismo rechazarán con-

tinuar apoyando regímenes dictatoriales (como ocurrió en Egipto y Túnez, que le vieron la espalda durante estas revuel-tas a sus principales defensores, Estados Unidos y Francia, res-pectivamente).

La tendencia podría resul-tar una interesante confluen-cia de tendencias políticas y económicas, rechazando la

idea de Fukuyama de que ya no habrá cambios drásticos. En esta confluencia, el Neoliberalismo aportaría su propuesta de que los gobierno no tengan tanto poder, aunque se le achacaría su propues-ta de que el libre mercado regula por sí mismo la dinámica social, porque se ha demostrado que el libre mercado no ha sido capaz de regularlo, y que es muy difícil impedir que particulares quieran aprovecharse de una aparente falta de intromisión estatal.

En conclusión, estamos ante las puertas de un cambio de pa-radigma en que se valora más la individualidad colectiva por enci-ma de los valores del mercado, y se empieza a rechazar que perso-nas o grupos reducidos ostenten un poder ilimitado. En cambio, se propondría en empoderamiento de la población, lo cual se logra-ría, tal como sugería Tolkien, dis-persando el poder, lo cual tiende a un Anarquismo descentralizador6. Las soluciones podrían tardar en aparecer, pero sin duda, que ya se empiezan a formular las respues-tas a las preguntas que surgen ante esta crisis del Poder Absoluto.

Las recientes protestas en Túnez y Egipto, que culminaron con el cese de sus respectivas dictaduras, y las posteriores manifestaciones inspiradas en estas rebeliones, es decir, las actuales revueltas en otras regiones del Mundo Árabe,

como Bahrein, Libia, Irán y Yemen, han hecho pensar al mundo occidental sobre el fi n de una era al estilo del desmo-ronamiento de los regímenes comunistas de Europa del Este.

POR MARIO CORDERO ÁVILA

Tómelo con filosofía

LA CRISIS DEL PODER ABSOLUTO

2 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de febrero de 2011 Suplemento Cultural 3Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de febrero de 2011

1 Fukuyama, Francis. El fi n de la historia y el último hombre. Edi-torial Planeta, 1992. ISBN 978-84-320-5954-4.2 Tolkien, J. R. R. El Señor de los Anillos.3 El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente.4 Focault, Michel. Vigilar y castigar, 1975.5 http://www.economist.com/content/global_debt_clock6 Brown, L. Susan. The Politics of Individualism: Liberalism, Liberal Feminism, and Anarchism

CONSULTE MÁS SOBRE…

Page 3: Suplemento Cultural 19-02-2011

2 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de febrero de 2011 Suplemento Cultural 3Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de febrero de 2011

The Best of The Ope-ra -Lo mejor de la Ópera- es una selec-ción de las mejores piezas de la ópera clásica interpreta-

das por destacados artistas italia-nos, que se presentará en Guate-mala el próximo 1 de abril.

Con un programa cargado de adrenalina, la muestra ofrecerá una selección de los fragmentos que en-cantan y emocionan de cada ópera.

El proyecto preliminar com-prende piezas de Lucia di Lam-mermoor, el Barbero de Sevilla, la Bohème, Rigoletto y la Tra-viata, entre otras.

Giuseppe Ruffi ni, de la produc-tora Río Enza S.A., y promotor de la actividad, indicó que se trata de

un presentación de tipo concierto único, que pretende acercar a los guatemaltecos con el arte italiano.

“Sabemos que el público gua-temalteco es culto y seguramente habrá muchos amantes de la ópe-ra interesados en conocer la pro-puesta, así como otros que van a tener un primer acercamiento con este tipo de eventos”, indicó.

“Es una muestra apta para todo público, por lo que espera-mos una buena asistencia”, pun-tualizó Ruffi ni.

ELENCODe acuerdo con los organizado-

res, se cuenta con un elenco de pri-mer orden internacional compuesto por ocho reconocidos artistas, que se encargarán de la dirección escé-

nica, dirección musical, e in-terpretación de los roles prima-rios y compri-

marios de las diversas óperas.Para realizar la presentación,

además se contratará en la re-gión a más de cien personas en-

tre artistas y colaboradores.“Será un importante instru-

mento cultural de acercamiento del público centroamericano al mundo de la ópera y para la difu-sión de la cultura italiana”.

Este es el evento cultural más importante a nivel centroamericano en torno a la difusión de la ópera, y la primera vez en la historia que se realiza en la región en un tour.

La muestra se presentará en Guatemala, Panamá y Costa Rica, en donde para un público total estimado de 8 mil personas.

La Gran Sala del Teatro Nacional será el escenario de una de las mejores muestras de ópera en la región, que se presentará frente a más de 8 mil personas

en Guatemala, Costa Rica y Panamá.

Lugar: Gran Sala, Teatro Na-cional Miguel Ángel AsturiasDía: 1 de abrilHora: 19:30Entrada: Q250 – Q500Puntos de venta: Todoticket.com, GALERÍAS PRIMMA, e &CAFE

••••

Lo Mejor…

Mássimo Pezzutti, Director Es-cénico Ana Rosa Orozco, Asistente Dirección escénica Buno D` Astoli, Director Mu-sical Ricardo Donatti, Asistente de dirección musicalElenco principal: Antonio de Palma, Anna Carnovali, Mauro Augustini, Gerardo Marandino

ELENCO

Eventos

THE BEST OF THE OPERA EN GUATEMALA

Page 4: Suplemento Cultural 19-02-2011

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ro m

oral

o de a

u-to

ayud

a. N

ada m

ás al

ejado

de m

i int

enció

n.- M

CA: C

on re

spec

to a

l sim

bolis

mo

de la

Sier

ra M

adre

. La

geo

graf

ía g

uatem

altec

a es

emin

entem

ente

mon

taño

sa,

y los

pai

sajes

que

dom

inan

son

las m

onta

ñas,

en es

pecia

l la

Sier

ra M

adre

, que

nos

atra

viesa

por

com

pleto

. Per

o yo

no

recu

erdo

que

alg

uien

la h

aya

tom

ado

com

o un

mot

ivo

liter

ario

; con

exce

pció

n de

l vol

cán

de A

gua,

nadi

e hab

ía es

-cr

ito li

terar

iam

ente

sobr

e la

Sier

ra M

adre

; es m

ás, p

arec

e qu

e pas

a ina

dver

tida…

- PPP

L: Y

o cre

o que

la S

ierra

Mad

re es

un ac

ciden

te ge

ográ

-fi c

o de l

os m

ás he

rmos

os de

Gua

temala

. Tien

e un p

apel

vital

en

el pr

oces

o eco

lógi

co de

la m

ayor

ía de

l país

, por

que,

com

o de

algu

na m

aner

a des

crib

o, co

nden

sa lo

s vien

tos h

úmed

os y

ca

lient

es d

el O

céan

o Pa

cífi co

, y lo

s con

vier

te en

lluv

ias d

e to

da la

cos

ta y

el A

ltipl

ano.

Por e

so, c

reo

que

se c

omete

un

crim

en de

lesa

patri

a cua

ndo a

la S

ierra

Mad

re se

le es

tá tal

an-

do. E

so si

gnifi

ca la

sequ

ía pa

ra m

illon

es d

e gu

atem

altec

os,

desd

e la a

groe

xpor

tació

n ha

cia el

altip

lano.

Y, p

or su

pues

to,

la Si

erra

Mad

re fu

e la c

asa d

e nos

otro

s (la

guer

rilla)

dur

ante

m

ucho

s año

s. Si

los m

ilitar

es ha

cen f

ortifi

cacio

nes,

Dio

s nos

di

o una

forti

fi cac

ión n

atura

l. Yo t

rato

de de

scrib

ir m

i viv

encia

po

r muc

hos a

ños e

n esa

herm

osa c

ordi

llera

.- M

CA: S

upon

go qu

e uste

d, ha

bitu

alm

ente,

reto

rna a

cie

rtos p

araj

es de

la S

ierra

Mad

re. ¿

Qué

cam

bios

obse

rva

en la

Sier

ra M

adre

que f

ue su

refu

gio y

com

pañe

ra?

- PPP

L: H

ay u

na a

ctivi

dad

que

duele

y p

reoc

upa

muc

ho:

si un

efe

cto p

ositi

vo e

jerció

la g

uerra

, es q

ue n

o pe

rmití

a la

tal

a de á

rbol

es, p

orqu

e nad

ie se

pod

ía m

eter a

hí a

serra

r los

bo

sque

s. Ta

mpo

co p

erm

itía

la ca

cería

. Aho

ra q

ue h

e id

o, a

luga

res q

ue yo

cons

ider

aba i

nexp

ugna

bles

, me h

a sor

pren

di-

do d

e man

era n

on gr

ata, la

falta

de co

ntro

l de l

as au

torid

ades

re

spec

tivas

par

a esa

tala

inm

oder

ada d

e la S

ierra

Mad

re. E

n se

gund

o lu

gar,

la fa

cilid

ad c

on la

que

pen

etran

caz

ador

es,

con

muc

ha te

cnol

ogía

y jau

rías d

e pe

rros,

a ata

car l

a fa

una

silve

stre,

espe

cialm

ente

el ve

nado

. Dur

ante

la gu

erra

, no

era

posib

le ca

zar,

porq

ue c

ualq

uier

disp

aro

era

detec

tado,

y du

rant

e la

guer

ra h

ubo

una m

ultip

licac

ión

de la

faun

a im

pres

io-

nant

e. Pe

ro d

e la

mism

a m

aner

a, se

ha

mul

tiplic

ado

la v

ulne

rabi

lidad

…, v

eo

un e

spec

tácul

o, en

poc

as p

alabr

as, m

uy

triste

y de

prim

ente.

- MCA

: ¿Cr

ee q

ue to

davía

hay

zona

s en

las q

ue n

o se h

a pen

etrad

o?- P

PPL:

No

he te

nido

opo

rtuni

dad

de

pene

trar a

algu

nas z

onas

, por

que i

mpl

i-ca

ría tr

es o

cuatr

o dí

as d

e mar

cha,

pero

cr

eo qu

e sí. P

ero d

e tod

o lo q

ue ha

blo d

e la

Sier

ra M

adre

, lo m

ás im

pres

iona

nte e

s la

apar

ición

del q

uetza

l.

- MCA

: Uste

d da

testi

mon

io d

e que

el

quetz

al a

pare

ce en

la S

ierra

Mad

re, a

pe

sar d

e qu

e ha

bitu

alm

ente

se le

ubi

-ca

en

la S

ierra

de

las M

inas

, en

Baja

Ve

rapa

z. - P

PPL:

Sí,

tambi

én s

e le

ubica

en

la

Sier

ra M

adre

, que

es

un s

antu

ario

de

quetz

ales,

y hay

un pu

nto e

n que

su co

ncen

-tra

ción

es m

ayor

. Hay

un

punt

o, en

la F

inca

Los

And

es, e

n Pa

tulu

l, Su

chite

péqu

ez, e

s uno

de l

os lu

gare

s de m

ayor

con-

cent

ració

n de a

quel

tiem

po.

- MCA

: Refi

ere

una

anéc

dota

con

el g

ener

al H

écto

r Ale-

jand

ro G

ram

ajo,

que l

e com

entó

que l

e hab

ía da

do m

ucho

s do

lore

s de c

abez

a dur

ante

la gu

erra

.- P

PPL:

Yo

trasla

do la

s pala

bras

text

uales

que

me d

ijo el

ge-

nera

l Gra

majo

, el d

ía qu

e lo c

onoc

í, uno

s dos

días

antes

de la

fi r

ma d

e la p

az. A

l ver

me,

me d

ijo: “

Buen

o, qu

é dol

ores

de

cabe

za lo

s que

nos h

a dad

o”. E

nton

ces,

un co

mpa

ñero

de P

e-tén

le p

regu

nta:

“¿Y

noso

tros?

”, y

él (G

ram

ajo) l

e res

pond

e:

“Par

a el

ejérc

ito, u

stede

s se

podí

an c

onve

rtir e

n sa

ragu

ates.

¡Sin

nin

guna

pen

a!” (

p. 34

) Yo

no d

iría q

ue la

Sier

ra M

adre

fu

e el

epice

ntro

de

la gu

erra

, por

que

sería

men

ospr

eciar

el

sacr

ifi cio

de

otro

s com

pañe

ros q

ue se

sacr

ifi ca

ron

en o

tros

frent

es. S

in em

barg

o, la

guer

ra es

com

o el

dolo

r de m

uelas

: lo

sien

te m

ás q

uien

lo es

tá pa

decie

ndo.

Yo v

iví

la gu

erra

en

la Si

erra

Mad

re.

- MCA

: Nos

hab

la ta

mbi

én d

e su

fam

ilia,

su vi

da en

la in

-fa

ncia

y de

su ab

uelo

Fra

ncisc

o. ¿E

s por

él po

r qui

en to

ma

el no

mbr

e de C

oman

dant

e Pan

cho?

- PPP

L: S

í, sí,

lo to

mo

por d

os ra

zone

s: un

a es

mi a

buelo

, Pa

ncho

Palm

a, m

ilitar

, y o

tra es

por

mi g

ener

al, P

anch

o Vi

-lla

, el g

uerri

llero

mex

icano

. Fue

por

los

dos

que

me

puse

Pa

ncho

. Ade

más

, en

el es

paño

l ant

iguo

, Pan

cho

signi

fi ca “

el

hum

ilde”

.- M

CA: U

sted

tam

bién

cue

nta

que

usted

sig

ue v

iendo

, co

mo e

n un

sueñ

o, a s

u ab

uelo

Pan

cho,

que e

ra u

biqu

ista,

y

a su

her

man

o Éd

gar,

insu

rgen

te, ju

ntos

cam

inan

do (p

. 79

); y j

unto

en es

e cap

ítulo

, hab

la de

sus m

otiva

cione

s par

a irs

e a la

guer

ra, p

ero n

o hab

la de

mot

ivacio

nes i

deol

ógica

s, sin

o po

r la

inju

sticia

que

per

cibía

. A n

osot

ros,

hoy d

ía, n

os

quier

en p

inta

r que

la g

uerr

a fu

e id

eoló

gica

, de

ideo

logí

as

irrec

oncil

iabl

es, p

ero

las m

otiva

cione

s per

sona

les p

uede

n co

incid

ir, d

e la

mism

a fo

rma

en q

ue u

sted

sueñ

a co

n su

ab

uelo

y su

her

man

o, qu

e pod

rían

ser i

ncom

patib

les id

eo-

lógi

cam

ente.

En

eso,

uste

d no

s di

ce q

ue la

gue

rra,

más

bi

en, f

ue u

n cla

mor

cont

ra lo

inju

sto.

- PPP

L: Y

o cr

eo q

ue es

una

metá

fora

que

uste

d en

cuen

tra en

m

i lib

ro, l

a cua

l me p

arec

e muy

her

mos

a. En

Gua

temala

, la

guer

ra, a

ntes

de se

r ide

ológ

ica, a

ntes

de se

r age

ntes

de M

oscú

o

del C

astri

smo,

lo q

ue m

otiv

ó a l

a luc

ha fu

e la d

esig

uald

ad

y la

sobr

eexp

lotac

ión

de la

may

oría

del p

uebl

o de

Gua

tema-

la. Y

o cr

eo q

ue la

gue

rra h

a sid

o el

inten

to m

ás p

rofu

ndo

de

cam

biar

la si

tuac

ión.

- MCA

: Uste

d pa

rafra

sea

“la

polít

ica es

la co

ntin

uida

d de

la

guer

ra po

r otro

s med

ios”

. Tra

s la fi

rma d

e la p

az, e

s dec

ir ac

tual

men

te, u

sted

sigue

la lu

cha

com

o di

puta

do. ¿

Cóm

o se

sien

te co

mo

exco

mba

tient

e en

la m

onta

ña, a

hora

en el

Co

ngre

so?

- PP

PL: É

se e

s un

pro

blem

a m

uy c

ompl

ejo.

Per

o yo

qu

iero

cita

rle a

Milá

n K

unde

ra, u

no d

e los

gra

ndes

testi

-go

s del

sigl

o X

X. D

ice é

l que

en p

olíti

ca, l

os v

alor

es so

n re

lativ

os, y

que

no

hay

verd

ades

eter

nas.

Y q

uien

en p

olí-

tica q

uier

e ten

er la

ver

dad

abso

luta

. Y q

ue el

úni

co v

alor

qu

e le q

ueda

a la

hum

anid

ad es

la am

istad

. Ent

once

s, yo

he

pad

ecid

o en

car

ne p

ropi

a el

cos

to d

e m

is de

cisio

nes

polít

icas

. Per

o al

go sí

entie

ndo:

la p

ágin

a de l

a gue

rra se

vo

lteó,

y a

hora

hay

que

eje

rcer

la c

apac

idad

de

elec

ción

pa

ra b

usca

r, de

ntro

de l

a pol

ítica

y en

form

a pac

ífi ca

, los

ca

mbi

os q

ue G

uate

mal

a nec

esita

, aun

que u

no se

equi

vo-

que

en e

stas d

ecisi

ones

.- M

CA: A

l res

pecto

a có

mo

se si

ente

ahor

a, us

ted co

nfi es

a en

su li

bro:

“Yo

sigo

sien

do e

se n

iño

asus

tado

, por

el a

u-lli

do d

e lo

s coy

otes

pró

xim

os, e

sper

ando

al g

igan

te de

mi

abue

lo P

anch

o, m

uerto

hac

e cin

cuen

ta a

ños”

(p. 8

1). ¿

Se

sient

e así?

- PPP

L: E

n lo

pro

fund

o, sig

o ten

iendo

un

alma

de n

iño,

y po

r eso

es q

ue si

go si

endo

muy

inge

nuo

en m

ucha

s cos

as, y

tal

vez p

or es

o es

que

no

soy

un b

uen

polít

ico, p

orqu

e actú

o sie

mpr

e de b

uena

fe, y

en m

ucho

s cas

os pe

co de

inge

nuid

ad.

No

tengo

la m

alicia

, no

tengo

el d

oble

disc

urso

de

algun

os

polít

icos q

ue ve

o que

les h

a tra

ído m

ucho

éxito

, aun

que t

am-

bién

le sé

dec

ir qu

e soy

un

hom

bre c

urtid

o po

r cas

i 30

años

de

clan

desti

nida

d y de

ser g

uerri

llero

.- M

CA: D

icken

s, M

ark

Twai

n, B

orge

s, Ju

an R

amón

Ji-

mén

ez, G

arcía

Már

quez

, Cor

táza

r, M

arcu

se, V

arga

s Llo

sa,

León

Mur

ys, la

Gen

erac

ión

Beat

… so

n lec

tura

s suy

as qu

e m

encio

na, b

asta

nte

dive

rsas

, per

o fo

rmad

oras

, y m

ucho

s tie

nen c

osas

en co

mún

, com

o la i

ntele

ctual

idad

, la re

belió

n,

el hu

mor

, la in

conf

orm

idad

. ¿Re

cono

ce en

esta

s lec

tura

s su

form

ació

n lit

erar

ia e

intel

ectu

al?

- PPP

L: E

sper

o no

ser p

etul

ante

, per

o, c

laro

, ello

s han

ju

gado

y ju

egan

un

pape

l im

porta

ntís

imo

en m

i for

-m

ació

n in

tele

ctua

l. Es

una

voc

ació

n ha

cia

la li

tera

tura

qu

e vi

ene

de m

is pa

dres

, en

un p

uebl

o ol

vida

do: A

gua

Blan

ca, J

utia

pa. E

llos

no te

nían

tele

visió

n, y

su

form

a de

esp

arci

mie

nto

era

la le

ctur

a. R

ecue

rdo

yo q

ue h

a-bl

ando

con

mi p

adre

, la l

itera

tura

erót

ica q

ue u

tiliz

aban

er

a Em

ilio

Zolá

. Es

deci

r, en

vez

de

vide

o po

rnog

ráfi -

cos,

com

partí

an e

stos l

ibro

s, qu

e ad

emás

les d

aban

for-

mac

ión

inte

lect

ual s

orpr

ende

nte

a in

icio

s del

sigl

o X

X.

Yo le

deb

o m

ucho

a e

stos

escr

itore

s y

a ot

ros

que

no

men

cion

o. T

ambi

én le

deb

o ha

ber v

ivid

o en

un

pueb

lo

que

nos e

nvol

vía

en e

l Rea

lism

o M

ágic

o, y

yo

tam

bién

so

y he

rede

ro d

e lo

s gra

ndes

cue

ntist

as.

- MCA

: Ter

min

e com

o le p

lazc

a.- P

PPL:

Este

libr

o no

tien

e nin

guna

inten

ción

prem

edita

da,

pero

sí m

e gu

staría

muc

ho q

ue lo

con

ocier

an la

s nu

evas

ge

nera

cion

es, p

orqu

e el

hor

ror q

ue e

stam

os v

ivie

ndo

en

Gua

temala

, la

pobr

eza

y la

viol

encia

, tien

e de

term

inad

as

caus

as q

ue es

tán ah

í. Co

mo

decía

Tito

Mon

terro

so: “

Cuan

-do

des

pertó

, el d

inos

aurio

aún

estab

a ahí

.” Yo

qui

siera

que

la

juve

ntud

cono

zca l

o qu

e fue

la g

uerra

.

Supl

emen

to C

ultu

ral 5

Nue

va G

uatem

ala

de la

Asu

nción

, 19

de fe

brer

o de 2

011

nie

Walk

er, y

se so

rpre

ndió

gra

tamen

te

y m

e pi

dió

que

le re

miti

era

por c

orre

o ele

ctrón

ico d

e esa

expe

rienc

ia. P

ero,

no

es qu

e me d

iera v

ergü

enza

, sin

o que

sen-

tí qu

e era

un ta

nto i

mpr

oced

ente

man

dar

la ex

perie

ncia

de u

n su

bver

sivo

a un

a gr

an co

mpa

ñía c

omo é

sta. E

l sen

tido d

el

elogi

o a J

ohnn

ie W

alker

no

es p

reten

der

decir

que e

s bue

no o

malo

; sim

plem

ente

es

una

exp

erien

cia q

ue v

iví c

omo

gue-

rrille

ro. A

hora

, me

gustó

siem

pre

la co

-in

ciden

cia q

ue e

ste w

hisk

y pr

ovien

e de

las

mon

tañas

de e

scoc

ia do

nde h

ubo

por

siglo

s un

a gu

erril

la, y

las

anda

nzas

de

John

nie W

alker

a las

mon

tañas

de G

ua-

temala

. Sim

plem

ente,

esa

coi

ncid

encia

,

- MCA

: Per

o ta

mpo

co a

cept

aría

otro

wh

isky…

es u

na c

uesti

ón d

e un

gus

to

- PPP

L: m

hhh,

le vo

y a de

cir, e

s que

antes

las

fi nc

as er

an m

uy di

stint

as. A

hora

están

en

un es

tado s

emiab

ando

nado

, per

o ant

es

eran

verd

ader

os em

porio

s de a

bund

ancia

. qu

etzale

s, y h

ay un

punt

o en q

ue su

conc

en-

Page 6: Suplemento Cultural 19-02-2011

6 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de febrero de 2011

Llegar al plantel pasa-da la hora reglamen-taria, el castigo era un período de clases debajo de la cam-pana. Llevar con

reincidencia el calzado sin lustrar, un período de clases debajo de la campana; y, así, tener las uñas largas y sucias, el pelo largo, el cuello de la camisa sucio, no ha-ber realizado las tareas, hablar con otro compañero mientras el profe-sor impartía su clase. La mínima falta se castigaba con un período de clases debajo de la campana. No importaba que fueran alumnos de primaria como de secundaria o que estuvieran prestos a graduar-se. La campana emparejaba a to-dos por igual.

Si el plantón debajo de la campana no se cumplía con el rigor militar, la varilla de mem-brillo dejaba su huella implacable en las peladas y enjutas piernas del castigado. Entonces era nor-mal vestir pantalón corto. Hablar mientras se estaba castigado, su nombre se anotaba para cumplir el riguroso plantón de las cuatro para las cinco de la tarde, a la vista implacable de un profesor o inspector de turno, en el lustro-so corredor del lado sur del es-tablecimiento. Y si el alumno se resistía a obedecer la disciplina militar impuesta en el instituto, fácilmente la hora de plantón mal cumplida, se pasaba a medio do-mingo de arresto.

Así que, aunque hiciera frío, calor o lluvia, el castigo se cumplía –ya fuera el debajo de la campana, como el de la tarde, sin excusas y con rigor, pues había que “aguan-tar” satisfacer las necesidades fisiológicas hasta que el castigo terminara. Concluido el castigo, el grupo salía en tropel, presuroso a los aseos. Unos alcanzaban llegar sin novedad, pero otros, iban de-jando las huellas a los largo de los lustrosos corredores.

Entonces, José Caxaj era el portero que obedecía las órde-nes sin chistar palabra y las ha-

cía cumplir, y Betío González y José Sutia eran los encargados de mantener limpios y lustrosos los dos largos corredores. Tal fue el hábito de limpieza que los dis-tinguió, que Betío González fue sorprendido barriendo el patio del instituto entre los escombros del terremoto de 1976.

El capitán don José E. Abril fue la disciplina personificada del instituto antigüeño. Ante él, temblaba el más valeroso. Nada de dobleces. El hombre debía ser vertical. Profesores, inspectores y alumnos, estaban sometidos al rigor de su disciplina. Ésta era tal, que la guasa estudiantil se desaho-gaba nombrándole “Tigrillo”.

Cuando menos lo esperá-bamos, nos sorprendía con su revista. Se colocaba en el corto espacio de la puerta de hierro de la calle a la puerta de madera del plantel. Revisaba manos, uñas, pelo, limpieza del cuerpo y de la ropa y desde luego el calzado.

“Muchá, Tigrillo está pasando revista”, era la voz de alarma que se contagiaba de inmediato.

Si las uñas y el pelo estaban largos, mandaba al estudiante debajo del pimiento llorón in-mediato al dormitorio, para que José Caxaj -portero- las cortara. Por supuesto que la cabeza que-daba como templo maya con es-calinatas. La visita al barbero era obligada para rapar la cabeza. Si la falta de baño era manifi esta, si la ropa estaba sucia o rota y le faltaba un botón a la camisa, devolvía al alumno a su casa. De-bía presentarse ante él, aseado de cuerpo y de ropa. ¿Y el calzado? Las carreras eran a la tienda de Güicho para comprar bananos. La cáscara se pasaba presurosa sobre la punta de los zapatos y con la parte trasera del pantalón se le sacaba brillo. La difi cultad estaba en que, de tanto pasar de mano en mano la cáscara, no al-canzaba a cubrir los talones, y a la orden de “media vuelta”, éstos quedaban al descubierto al igual que las manchas del pantalón al

frotar los zapatos para sacarles brillo. El “coshco” y cumplir un período de clases debajo de la campana, era inevitable.

Con las manos hacia atrás, rondaba las dos alas del instituto y con su mirada penetrante, obser-vaba cada aula, donde sólo debía escucharse la voz del profesor. Si sorprendía a los alumnos en “cu-chicheo”, con el índice derecho los llamaba para regañarlos o les daba un “coshco” en la cabeza que los dejaba viendo estrellas; y si el asunto era grave, los mandaba de inmediato debajo de la campana. Un “coshco” de don Chepe equi-valía a recibir la descarga de alto voltaje a pesar de tener atrofi ados los dedos anular y medio de la mano derecha.

El trato respetuoso era “don Chepe”. Conocido en la socie-dad antigüeña como don Chepe Abril, sinónimo de disciplina. Don Chepe quería estudiantes rectos que aprovecharan su tiem-po en los estudios. Verticales, honrados y responsables. De con-ducta intachable. Fue enemigo de la impuntualidad, de las faltas a la moral y a la urbanidad. Velaba por la rectitud estudiantil. Para él, cada invalista debía ser todo un caballero en cualquier lugar, y si él sabía u observaba algún desvío, lo sancionaba con dras-ticidad con esta admonición: “Es para tu bien, muchacho”.

En las noches de concierto, se colocaba en la parte del soportal de la municipalidad, que en ese tiempo carecía de terraza y alum-brado público. Vestía un abrigo negro que, con la oscuridad del lugar, su presencia pasaba inad-vertida. Desde ese mirador, ob-servaba el comportamiento de los invalistas ante las damas. A la mañana siguiente, llamaba a su despacho al alumno que había te-nido un descuido ante una dama.

Al pasar frente a su casa y verlo en el ventanal, se le saludaba respe-tuosamente con “muy buenas tar-des, don Chepe”, a lo que él respon-día amablemente “Que le vaya bien,

amigo mío”. Pero en el Inval, las posi-ciones estaban defi nidas. Él era el Capitán Ge-neral y noso-tros los subal-ternos. Cuida-do con faltar el respeto, porque esa falta era c a s t i -g a d a

hasta con la expulsión.

¿Cuántos y quiénes desfi laron por debajo de la campana en el vetusto instituto antigüeño? En sí, era una aventura estu-diantil estar debajo de la cam-pana y una vergüenza ante el Director, y más aun, ante una visita que recorría las aulas y se daba cuenta de quiénes es-taban en ese momento debajo de la campana. Con la cabeza baja y procurando no ser reco-nocido, el estudiante se tran-quilizaba hasta que la visita se retiraba.

El estudiante que iba a la Inspección a procurar tiza, una esfera o los paneles de la anatomía y demás material di-dáctico, al volver al aula, con voz baja pero maliciosa, de-cía: “Muchá, ¿saben quiénes están debajo de la campana? ¿Quienes vos? Inquirían los demás. Están Cotuza, el Zur-do, el Coyote y Bacinica”.

Cuando el Inspector jala-ba con fuerza el cordel atado al badajo de la campana, y después de un toque y a in-tervalo dos más, se sentía la

gloria, porque el castigo había terminado y

principiaba el re-creo. Había que ir presuroso al aula para que un com-pañero prestara su cuaderno para copiar lo que ha-bía impartido el profesor, y había que hacerlo de in-mediato, porque al día siguien-

te tomaba la lección y

no sa-berla,

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moti-vo de un

plantón al atar-decer.

La fi gura del profesor era res-petada y admirada por la sociedad antigüeña y especialmente por el alumno. La cátedra, inmediata al pizarrón, sólo la ocupaba el maes-tro. Y nadie osaba sentarse en su silla y menos usarla para cosa di-ferente a lo que estaba destinada.

La campana ha callado en el corredor del instituto antigüeño. La modernidad del timbre la sus-tituyó y al derribarse sus instala-ciones, sólo queda el recuerdo.

Nadie supo respondernos el por qué el primer castigo maña-nero fue debajo de la campana. A lo mejor porque maestros y estu-diantes estaban atentos a ella y de vez en cuando salían del aula para verla. Quizá por ese motivo se es-cogió como sitio predilecto para sufrir frío, calor y lluvia y también vergüenza. Todos espiaban a qué hora sonaba la campana, para es-caparse de clases aburridas y dis-frutar del recreo con el delicioso pan con frijoles y queso.

¡Qué días aquellos!, cuando el vetusto bronce del querido instituto antigüeño, vibraba con su tan..., talán..., talán...

Ni quienes lo impusieron, ni quienes los sufrieron, conocen el motivo del por qué, el primer castigo mañanero de una hora de plantón, en el viejo y siempre querido

Instituto Normal para Varones “Antonio Larrazabal” (Inval) de La Antigua Guate-mala, se cumplía debajo de la campana.

POR MARIO GILBERTO GONZÁLEZ R.

Reminiscencias invalistas

¿POR QUÉ DEBAJO DE LA CAMPANA?

Dedicado a la memoria del profesor y poeta Enrique Estrada Sandoval.

Page 7: Suplemento Cultural 19-02-2011

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Page 8: Suplemento Cultural 19-02-2011

Suplemento Cultural 8Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de febrero de 2011

Según las palabras introductorias al libro, escritas por la licenciada Cata-lina Barrios y Ba-rrios, “César Bra-

ñas invita al lector a investi-gar, en esta novela, desde el tí-tulo Las pupilas de Ópalo. La palabra ópalo puede traducirse a partir del latín, del griego, del sánscrito. En cualquiera de las tres traducciones se la co-loca entre los minerales, con propiedades colorativas, ya en rojo muy encendido, brillante y traslúcido, del arco iris con refl ejos diversos para mostrar la superfi cie multicolor.”

En la misma Introducción, Barrios y Barrios continúa ex-plicando:

El colorido en la literatura es el uso de recursos que excitan los sentidos de modo alegre y vi-vaz, o bien, como turbación del ánimo, en el caso del paisaje cre-puscular, susceptible de nutrirse con la opacidad o la sombra.

La novela de Brañas mues-tra a un autor erudito, visible en el uso de palabras inusua-les, no interpretadas, fácil-mente, por un lector de voca-bulario débil.

Esta erudi-ción, como el uso de la prosa poética, le resta agilidad a la na-rración, camino hacia el mensa-je fi nal, aunque deleita y sostie-ne el interés del lector sensible a la poesía.

Ópa lo , en la novela, es el nombre del per-sonaje feme-nino más im-portante, Ópalo Losada, mujer extraña, en peligro “como una rosa en alta mar”. La rosa, fl or profusa, acaso por la ciudad de las perpetuas rosas. Las pupilas de Ópalo a veces se llenan de luz, a veces lóbregas.

La acción se desarrolla en un “junio benigno” o en un “rubio septiembre”, en la hora del véspero, con penumbra color verde oscuro, en callejas sombrías, con niebla y oque-dad en el escenario.

El color, en la obra, es un pre-texto para inducir al lector, a fi n de comprender la relación amo-

rosa de Ópalo, con difícil acer-camiento con su amado, por celos o por ti-midez.

L a m i r a -da cobra im-portancia, en vaivén con los sentimientos. El color se tor-na luz de lla-mas, con subi-táneas llamara-das en los ojos, propias de una gran pas ión , fuego de espe-

ranza, luz incendiaria, color de brujería, ojos con libídi-ne. Brañas usa el color para trasladar el amor de posible a imposible. Entonces, las lla-mas se marchitan, la mirada es negra, con penumbra en las ojeras, ojeras de yodo o azul violeta y los planetas se vuel-ven sordos.

Otros personajes, en la na-rración, son amigos y artistas, músicos y pintores, elementos que tejen el ambiente burgués.

El autor pinta los sentidos, especialmente la vista, multi-

plicada en mil pupilas. La idea central es el amor mitad plató-nico, mitad lujurioso. Se reite-ra la inquietud obsesivamente. Se huye con absurdidad para olvidar, la tragedia es aliada con la muerte.

En la novela, la reiteración fi ja ideas. La oración unimem-bre se equilibra con largos pá-rrafos que inyectan amenidad. La adjetivación es extraordi-naria, son perceptibles las pa-labras nuevas.

De calificar esta novela como modernista, manifesta-ción literaria signifi cativa en los últimos años del siglo XIX y en los primeros del XX, sería por su carácter cosmopolita, símbo-lo de universalidad, por sus va-riantes del color y sus atractivos sensuales. Elegante con el uso de piedras preciosas, vocablos extraños y enriquecimiento del lenguaje. Pesimismo. Sonori-dad. Rasgos románticos y rea-listas se unen. Se advierte la só-lida cultura del autor, presente en la totalidad de sus ideas, res-ponsable de su trabajo intelec-tual, por ello, los modernistas surgieron en pequeños grupos selectos, con capacidad para asimilar varias culturas.

La editorial Universitaria publicó el año pasado la novela Las pupilas de Ópalo del escritor guatemalteco César Brañas, la cual, como muchas de sus

obras, eran poco conocidas, o conocidas en parte, por lo que se hace un gran aporte en el darla a conocer.

Revista de libros

El color en LAS PUPILAS DE ÓPALO

Juan Carlos Medina Salas presentará a la comunidad universitaria y académica del país su más reciente obra: “Guatemala una encrucijada: Estado

de derecho-Estado fallido”, acto que se celebrará el 19 del presente mes en el Teatro de Arte Universitario (Centro Cultural Universitario

-antiguo Paraninfo-, 2ª. avenida 12-44 zona 1).

JUAN CARLOS MEDINA SALAS: GUATEMALA UNA ENCRUCIJADA

Según comentó el doctor Mario David García, “Dicha obra, trata de la problemática Guatemalteca en lo jurídico, político, económico, social y cultural, considerando que al país le quedan dos caminos: O se marcha en la senda que im-pone el Derecho o se encami-na a convertirse en una nación fallida. El autor afi rma que el término “Estado Fallido”, se atribuye a aquel en donde es ausente el Estado de derecho.

Es inefi caz y se caracteriza por carecer del sometimiento expre-so al fundamento constitucional de desarrollar el bien común. Se ha perdido el control sobre par-tes del territorio, ve achicarse el monopolio sobre el uso legítimo de la ley, la fuerza y la razón; la justicia ha sido degradada. La mayoría de sus gobernantes son ineptos, pícaros, inescru-pulosos, sinvergüenzas, inidó-neos, corruptos e incapaces de proporcionar servicios públicos

adecuados en salud, educación y seguridad. Es gobernado por “élites” depredadoras…Finali-za preguntando: ¿Es Guatemala un Estado fallido? y responde: No. Pero es uno de los estados más débiles y cooptado del pla-neta, secuestrado por muchos intereses: económicos, políti-cos, sociales, religiosos, y otros. ¿Cuánto tiempo falta para que Guatemala, sea completamen-te un Estado Fallido? Este país está a punto de dar ese salto…”

ACUSE DE RECIBO

DESDE CHIQUIMULAParnaso chiquimulteco de varios autores. Una selección poética de poetas de todos los tiempos de La Perla de Orien-te. Edición de autor.

PARA CONMOVERSETratado del deseo de Gustavo Adolfo Bracamonte Cerón, un poemario que mezcla la histo-ria de la fi losofía clásica con la sensualidad. Editorial La Tatuana. De venta en Sophos. Precio aproximado: Q75.

NOVELAArdiente y sin capilla de Mag-da Juárez. La más reciente novela de esta escritora guate-malteca. Edición de la autora.