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Contra el mito del poeta contemplativo Juan L. Ortiz. Ensayos recientes revisitan la obra del escritor entrerriano, analizando su costado político y militante, que lo llevó a China y la URSS. POR MARIO NOSOTTI compartir tamaño a+ a- enviar imprimir comentar Imágenes Juanele. La imagen de un Ortiz retirado y bucólico se viene abajo: estuvo ligado a la izquierda, militó por la causa comunista y añoró el cambio social. Etiquetado como: Edición Impresa Poco a poco, la encomiable tarea de algunos críticos especializados, está redescubriendo aspectos apenas conocidos, diluidos en el tiempo, de la obra y la figura de Juan L Ortiz. Es el caso del joven investigador Agustín Alzari, que en 2012 publicó Estas primeras tardes y otros poemas para la revolución (Editorial Serapis) y a fines de 2014 La internacional entrerriana ( Editorial Municipal de Rosario). Trabajos como este –al que podrían sumarse, entre otros, la

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Contra el mito del poeta contemplativoJuan L. Ortiz.Ensayos recientes revisitan la obra del escritor entrerriano, analizando su costado poltico y militante, que lo llev a China y la URSS.PORMARIO NOSOTTI compartir tamaoa+a- enviar imprimir comentar Imgenes

Juanele. La imagen de un Ortiz retirado y buclico se viene abajo: estuvo ligado a la izquierda, milit por la causa comunista y aor el cambio social. Etiquetado como: Edicin ImpresaPoco a poco, la encomiable tarea de algunos crticos especializados, est redescubriendo aspectos apenas conocidos, diluidos en el tiempo, de la obra y la figura de Juan L Ortiz. Es el caso del joven investigador Agustn Alzari, que en 2012 publicEstas primeras tardes y otros poemas para la revolucin(Editorial Serapis) y a fines de 2014La internacional entrerriana (Editorial Municipal de Rosario). Trabajos como este al que podran sumarse, entre otros, la edicin crtica deEl junco y la corrientede Francisco Bitar (Eduner) tienden a sacudir la estampa que en los ltimos aos amenaza empobrecer la lectura de la obra orticiana: el mito del poeta contemplativo aislado en su provincia, el asceta de las largas boquillas y los gatos. Las lecturas histricas lo haban arrinconado en el doble poeta del paisaje y poeta social (una tensin que atraviesa sus libros sin resolverse nunca), pero como advirti Juan J. Saer, las verdaderas obras se resisten al juego de las caracterizaciones, siguen siendo de algn modo secretas.Alzari se pregunta por qu entre los crecientes estudios sobre la obra de Ortiz no hubo siquiera uno que indicara que fue en la sociabilidad del Partido Comunista argentino donde la misma encontr el terreno frtil para su despegue, y donde sus poemas fueron publicados antes que en ningn otro lado y con asiduidad. Muy pronto advertir que la respuesta se encuentra en la obra misma de Juan L, una de las resoluciones ms sutiles y menos conocidas que ha tenido la literatura argentina del siglo XX en referencia a la siempre tensa relacin entre literatura y revolucin.En Ortiz, los aspectos biogrficos ingresan al poema de modo solapado, lo que a menudo hace difcil detectarlos. Militancia y poltica aparecen en la formulacin reiterada del anhelo de justicia social o aludiendo sucesos histricos concretos, mediante la diseminacin de marcas que la frase descarga y borronea en su apertura constante. Ya en 1967 el crtico Carlos R. Giordano escriba: La clave de su eficacia podra residir en la sorpresa que produce el descubrimiento (inevitable) de que esa evanescente y armoniosa poesa impresionista ha deslizado tambin un mensaje de lucha y esperanza.La historiaCuando en octubre de 1917 estalla la Revolucin Rusa, en un pequeo pueblo de Entre Ros, un joven decidido a ser poeta acusa resonancia de los hechos: Y vino Febrero del diecisiete, y vino Octubre del diecisiete () / y yo un poco, como en pantuflas, haba corrido las cortinas sobre el mundo. Como dice Bitar, no se imagina Ortiz que cuarenta aos ms tarde viajara a China y a la Unin Sovitica integrando una delegacin financiada por el Partido Comunista , entre los que se encontraban Bernardo Kordon, Juan Jos Sebrelli, Carlos Astrada, Andrs Rivera y Ral Gonzlez Tun.La idea del Ortiz retirado y buclico se viene abajo apenas se conocen ms detalles de su itinerario: desde su juventud estuvo ligado a la izquierda, milit por la causa comunista y hasta el fin de su vida aor el cambio social como hito imprescindible para hacer realidad el anhelo de una poesa hecha por todos. Segn cuenta en una entrevista que le hizo Juana Bignozzi, su despertar poltico aconteci en 1912, cuando a los 16 aos de edad puso su pluma y su encendida oratoria en apoyo de una de las puebladas transcurridas en el marco del llamado Grito de Alcorta. Esa participacin del pueblo, ese descubrimiento antioligrquico me interes mucho. En 1914 viaja a Buenos Aires y a travs de su amiga Salvadora Onrubia, gualeya como l, no tarda en vincularse con la flor y nata del anarquismo criollo. Tres aos ms tarde regresa a Gualeguay, donde los radicales le consiguen un trabajo en el Registro Civil. Por esta poca descubre la poesa simbolista, en especial los simbolistas belgas, que adhieren al mensaje libertario de los anarquistas lo que propicia una bsqueda formal que permita coexistir intereses en apariencia antagnicos (la experiencia contemplativa y el drama social). Luego de los primeros intentos de poesa combativa y militante publicados en diarios radicales o anarquistas comoLa Protesta, hacia 1914, Ortiz pasa casi quince aos sin dar a conocer prcticamente nada, pero escribiendo mucho y experimentando. Recin en 1930 aparecen en la revistaClaridad, de Buenos Aires, tres poemas que ya revelan la direccin que tomar su personalsima formulacin esttica, dos de los cuales Se extasa sobre las arenas y Los ngeles bailan entre la hierba pasarn aos ms tarde a formar parte deEl agua y la noche, su primer libro, entrando as en el libro mayor que serEn el aura del sauce.En 1935, intelectuales de izquierda y orgnicos del Partido Comunista argentino fundan en Buenos Aires la Asociacin de Intelectuales, Artistas y Periodistas. La asociacin fue fundamental a la hora de vincular y dar a conocer a toda una camada de escritores del interior hasta entonces relegada. Juan L Ortiz milit en la filial de Gualeguay de la AIAPE, y en su rgano de difusin, la revistaNueva Gaceta, public poemas, relatos y traducciones; finalmente es bajo el sello de la AIAPE en el que en 1940 se edita su cuarto libro,La rama hacia el este. Son hitos como este los que Alzari rescata para poder dar cuenta hasta qu punto Juan L. fue ledo en primer trmino al contrario que ahora bajo el signo de lo poltico. Cuando en 1943 lvaro Yunque publica el libroPoetas sociales de la Argentina(1810-1943), agrupndolos en categoras tales como Poetas idealistas, Poetas anarquistas o Poetas de diversa inquietud, los poemas de Ortiz aparecen en el grupo Poetas Comunistas, junto a nombres como los de Tun, Portogalo y Guerrero.A principios de la dcada del treinta, Ortiz y Ema Barrandeguy crean, junto a otros comunistas gualeyos, la Agrupacin Claridad. All se renen para leer a Marx, organizar eventos de ndole cultural y partidaria, adems de escribir una columna semanal en un espacio que les cede el diario radicalJusticia. EnLa internacional entrerriana, Alzari se sumerge en archivos y diarios polvorientos para restituirnos una historia que caus revuelo en Gualeguay: la cruzada que emprende el padre Quinodoz, por ese entonces prroco de la cuidad, contra supuestos agentes de la internacional, y su lucha para evitar que Ortiz y Carlos Mastronardi logren la direccin de la Biblioteca Fomento. La pesquisa arroja hallazgos increbles, como ese del diarioLa voz de Entre Ros, en el que el mismsimo Jos Mara Rosa (uno de los padres del revisionismo histrico argentino) denuncia las actividades del Centro Claridad con nombres y apellidos.Ortiz soport la persecucin de los conservadores de Gualeguay sin aspavientos, y hasta con humor, pero tuvo que aislarse cada vez ms y se mud a Paran con su familia en 1942. En 1943, la AIAPE fue clausurada por la Revolucin del 43, y el PC pas a la clandestinidad.