revista 68 ok

28

Upload: santiago1256

Post on 12-Jun-2015

447 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Revista realizada por el grupo 1551 de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México. En recordatorio de los cientos de Estudiantes asesinados por el Estado mexicano........

TRANSCRIPT

Page 1: REVISTA 68 OK
Page 2: REVISTA 68 OK

México, parece ser el mismo, a 41 años de distancia de aquel 2 de octubre de 1968. La histo-rial oficial presenta como causa

de los hechos, un conflicto entre estudiantes preparatorianos que fue reprimido por cuer-pos policiacos y que días después, culmina-ría en la matanza de la plaza de las tres cultu-ras; el país con memoria, sabe que no fue así.

Hacia 1968 las condiciones económicas y sociales tenían luz roja, ideales y promesas de la revolución habían quedado guardados en el último rincón del desarrollo estabilizador iniciado por Manuel Ávila Camacho, el llamado “milagro mexicano” no fue tan celestial para el grueso de la población, ya que como en toda buena historia mexicana, la riqueza nacional producto del empuje de este modelo económico, se concentró sólo en el 10% de los bolsillos, el país estaba polarizado, sus es-tudiantes, obreros y diversos grupos marchaban en las calles, el estallido social era inminente, el conflicto entre estudiantes, sólo la mecha.

Hoy, después de cuatro décadas, el panorama parece repetirse, nuevamente las condiciones económicas y sociales son aplastadas por los li-neamientos que impone un sistema económico impulsado en los ochentas y consumado en los noventas. Grupos obreros, campesinos, univer-sitarios y ciudadanos hacen escuchar su voz, se debe aprovechar el sendero construido por las vidas de quienes cayeron victimas de las balas cobardes, camino que nos guía a la apertura informativa impulsada por las nuevas tecno-logías al servicio del desarrollo humano y así, conseguir una verdadera transformación social.

Es de vital importancia convertirnos en un pueblo que cuestiona mucho y olvida poco, que reconoce su pasado y no repite en el pre-sente, sólo de esta forma caminaremos con mayor firmeza para construir el México que muchos queremos, un México que alza la cara y ve con mayor esperanza hacia el fututo.

UNIVERSIDAD NACIONAL

AUTONOMA DE MÉXICO

FACULTAL DE ESTUDIOS

SUPERIORES ARAGON

CARRERA

CIENCIAS DE LA COMUNICACION

Y PERIODISMO

5º SEMESTRE

GRUPO

1551

PROFESOR

CHÁVEZ GUZMÁN MOISÉS

ASIGNATURA

GÉNEROS DE OPINIÓN

DIVISIÓN EDITORIAL

CORRECTORES

LÓPEZ GLORIA PAMELA JANIN

MENA HERNÁNDEZ MARIANA

RINCON ROMERO SERGIO

ROSAS GÓMEZ OBED

MARTÍNEZ DÍAZ KARINA

COORDINADORES

CERÓN SANTOS EDUARDO JAVIER

CHÁVEZ HERNÁNDEZ NANCY

MENDOZA VALERIANO MILDRED YAZMÍN

NAVARRO VÁZQUEZ MÁRIA FERNANDA

VILCHIS MARTINEZ ELIZABETH

DISEÑO

HERNÁNDEZ TURCIO GERARDO

EL EDITORIAL

Page 3: REVISTA 68 OK

México 68: la organización popularAlejandro Badillo ÁlvarezPágina - 3

Otro año más de lucha por idealesMárquez García Alma IselaReyes Jiménez María de los Ángeles JaquelinePágina - 5

ÍNDICE

Memoria colectivo en imagenesRodríguez Trejo Eduardo

Página - 17

La represión política: Un mal interminableOliva Reyes Christian Eliseo

Página - 7

La furia que fue arrebatada a balazosRincón Romero SergioPágina - 11

El espíritu del 68 ¿Qué queda de él?Navarro Vázquez María FernandaMonroy Jaime Perla YoshahandyPágina - 23

La Plazade las 3 culturas… y 2 matanzasRuiz Rivera Alfonso J.

Página - 4

1968: Un pasado muy presenteLópez Gloria Pamela JaninHernández Turcio Gerardo

Página - 9

2 de octubre; lo que olvidamosMena MarianaPágina - 8

¿2 de octubre, no se olvida? Hernández Galván Roberto

Página - 13

2 de octubre… ¿No se olvida?Chávez Hernández Nancy YadiraGarcía Gastaldi María FernandaMartínez Díaz Ana KarinaPágina - 19 El estado de terror

Vilchis Martínez Elizabeth Luna Ochoa Ricardo Isaac

Página - 21

Gráfica del 68Navarro Vázquez Mária Fernanda

Página - 18

2 de octubre de 1968Flores Molina Blanca LiliaMendoza Valeriano Mildred YazmínMonterrubio García Sheila SharonReséndiz rojas NayelyPágina - 15

Page 4: REVISTA 68 OK

Año con año en el segundo día del decimo mes se repite el fa-moso ritual: la marcha del 2 de Octubre no se olvida para con-

memorar aquel movimiento estudian-til que termino en matanza allá por el sexenio de Díaz Ordaz, claro sin olvidar la presencia del para entonces secre-tario de gobernación Luis Echeverría.Así, en estas fechas existe una serie de foros, análisis, entrevistas, declaracio-nes, acusaciones, exigencias, denuncias, galerías fotográficas, marchas, entre otros eventos, pero ¿merece tal acon-tecimiento que así lo conmemoremos? ¿El 2 de Octubre es sólo lo que paso la tarde y noche de ese día? Esto no es así.

El 68 nos dejo (como aun debería ser-lo) un legado sin igual de un movimien-to popular estudiantil que propago la ideología del proletariado a las masas sociales y que dejo de delegar al gobier-no para actuar por un cambio. Existió una organización del proletariado donde todos eran para uno y uno era para todos, sin dejar las decisiones a un solo líder y solo así conformados en una autentica organización legiti-maron la actividad política de la opo-sición y validaron la critica rigurosa al sistema de poder. Así fue México 68.

Honrar el movimiento del 68 se-ria seguir sus ideales; sin embargo, cuando llego al poder Luis Eche-verría distorsionó la historia, aun mas de lo que ya se había hecho, y anulo la cultura política y conformo una cultura de tres catálogos: la cri-tica sin propuestas, el gobierno es malo…; delegar al poder, el gobierno debe…; exigir, ¡eeexigimoooos! que

el gobierno tigre sea vegetariano.Cabría reflexionar ¿estamos orga-nizados igual que ellos? ¿Sabemos en realidad lo que conmemoramos? ¿Sirvió de algo ese legado estudiantil y sus lamentables consecuencias? Se-ría bueno saberlo y revivir a la opo-sición sepultada por la doctrina Sali-nas, donde el sistema de poder ni los veía, ni los oía, ni los sentía, ni los olía, como en nuestros tiempos ¿verdad?

Dejar de hacer ese ritual anual de cada 2 de Octubre y rescatar su ver-dadera esencia debería ser lo elemen-tal para honrar semejante activismo social. Aquellos héroes, estudiantes organizados del 68 y demás perso-nas que se aliaron a ellos, no busca-ban libertades, iban por el cambio; no eran soñadores ni rebeldes, era una ideología del proletariado ma-nifiesta. ¡Viva la dignidad del 68!

México 68: la organización popular Badillo Álvarez Alejandro

3 4

Page 5: REVISTA 68 OK

3 4

La Plazade las 3 culturas… y 2 matanzas Ruiz Rivera Alfonso J.

Tal vez la plaza más memorable, por contener en ella arquitectu-ra de tres distintas culturas de diferentes épocas, la de Teno-

chtitlan representada por pirámides y ruinas prehispánicas del pueblo Mexi-ca, la cultura española constituida por un convento y catedral católica de San-tiago del periodo colonial y finalmente la del México moderno encarnada por la torre de Tlatelolco sede de la ex Se-cretaria de Relaciones Exteriores(SRE).

Esta plaza se comenzó a construir en 1530, en el periodo de la conquista, nueve años antes de que aconteciera la primera matanza en ese lugar. El 13 de agosto de 1521 se sufrió una decisiva y última batalla de la conquista entre Mexicas y los hombres de Hernán Cor-tés, quien unos días antes arribó a su mercado, sin saber que caería derrota-do Cuauhutémoc en ese mismo lugar

que ahora puede verse una placa que dice “aquí fue capturado Cuauhutémoc” que nos hace siempre re-cordar. El cronista Bernal Díaz del Castillo describe que la matanza fue tan sangrienta que no se po-día caminar por ahí por los cadáveres de indígenas.

Esto seguido de ataques militares en el siglo XIX usando la Catedral como refugio, esta también empleada como colegio para indios nobles. Pero

no todo fue sangre y su-frimiento en esta plaza. Desde 1976 alberga los archivos de la

SRE, además de que la arquitectura moderna de los alrededores son obras de Mario Pani quien reflejó actualidad e innovación en estos edificios que siguen vigentes hasta el día de hoy.

Pero a más de 400 años de la prime-ra batalla y matanza, por primera vez y por pelear por sus derechos consti-tucionales, alumnos del IPN, la UNAM y demás escuelas, conjuntamente con maestros y obreros que ya llevaban meses en huelga se unieron en la plaza cuando grupos militares ocasionaron lo que actualmente causa enojo y des-contento de los ahora estudiantes y to-davía maestros de nuestra institución.

Gracias a este popular acontecimiento esta plaza se ha convertido en el punto de encuentro de más huelgas y mar-chas de jóvenes que no olvidan esos acontecimientos. Tanto así a cambiado la historia del lugar que en donde era los edificios de la Secretaria de Rela-ciones Exteriores, ahora es el Centro Cultural Universitario y el memorial del 68, en donde también hay varias pintu-ras y que es visitado por miles de per-sonas entre su mayoría estudiantes.

Ahora podemos decir que esta plaza ya tiene mucha historia negra de lucha y sangre. Pero antes podíamos apreciar cosas como la arquitectura y las ruinas que permanecen inmersas en el lugar que ya era de gran importancia turís-tica y no solo por éstas razones, sino por la unión de las ya dichas 3 culturas. Pero después de un hecho tan terrible, sin precedentes y que hubo cientos de muertos de por medio tengo que ad-mitir que ¡el 2 de octubre no se olvida!

Page 6: REVISTA 68 OK

Otro año más de lucha por ideales Márquez García Alma Isela Reyes Jiménez María de los Ángeles Jaqueline

A Cuarenta y un años de uno de los episodios más sangrientos del país, la matanza de estudian-

tes del 2 de octubre de 1968 en la plaza de Tlatelolco organizada desde el gobierno para cortar de tajo el movimiento estudiantil, to-davía no se conoce el número de muertos y cada vez se descubren más cosas sobre este suceso de la historia nacional, que es igno-rada y escondida por el Gobierno.

En esa época México era la ciudad ideal, por su próxima organiza-ción de los Juegos Olímpicos por lo que podría convertirse en un en foco publicitario, pero el gobierno mexicano no estaba dispuesto a ser parte de las revueltas en fechas tan importantes. En medio de un contexto de represiones políticas con un atraso en la democracia se caracterizó al gobierno de Gustavo

Díaz Ordaz, el ambiente de represión obligó a los jóvenes a parti-cipar e involucrarse en guerrillas para enfrentarse al gobierno; era el único camino que les quedaba.

Septiembre se mandó al ejército ocupar el Campus Universitario produciendo decenas de estudian-tes heridos. Aún así, las protestas continuaban a ritmo creciente, mientras los participantes de las olimpiadas comenzaban a llegar.

El 2 de octubre se congregaron casi 50,000 estudiantes. Sin em-bargo, de todas las calles aleda-ñas aparecieron las fuerzas del ejército, rodeando la plaza. Se disparó una bengala… y la ma-tanza comenzó, oscureciendo el mañana de cientos de jóvenes y convirtiéndose en una espe-cie de mal viaje para mucha gen-te, para jóvenes estudiantes.

5 6

Page 7: REVISTA 68 OK

En la actualidad diversos sectores sociales demandan justicia por ese crimen que marcó a México y por el que nadie ha sido juz-gado ni sentenciado. Cada año, las organizaciones civiles y polí-ticas marchan desde Tlatelolco hacia el Zócalo capitalino para recordar a las víctimas y para reiterar su exigencia de justicia.

“Fue muy alto el costo que se pagó esa noche (2 de octubre) por el avance de la democracia, pero ahora es cuando debemos hacer que haya valido la pena el sacrificio de los estudiantes.”Los jóvenes del 68 le dieron una lección a la sociedad adulta, que ya estaba enfrascada en un con-formismo, en un: ‘las cosas son así y no se puede hacer nada’, en la apatía. Se debe aprender de ellos el sentimiento de unidad. Pues en ese entonces se unieron jóvenes de todas las escuelas, las clases sociales o culturas. El reto de los jóvenes del 68 era el de en-frentarse a un gobierno autorita-rio y exigir democracia y libertad

Ahora es cuando debemos pre-guntarnos ¿Qué está pasando con nosotros? ¿Por qué nos he-mos conformado sólo con ser testigos de los acontecimientos y nos hemos negado la oportu-nidad de formar parte de ellos?

Todo lo acontecido esa tarde ha inspirado a la sociedad que inten-ta no mantenerse callada, al con-trario siguen pidiendo justicia.

Los contingentes formados por padre de familia, maestros, tra-bajadores y estudiantes que cada año recuerdan y demandan por los caídos, aun tienen la espe-ranza de que los jóvenes pre-sos, muertos o desparecidos el 2 de octubre encuentren al cul-pable de comenzar todo esto.

Entre murmullos se conoce el nombre de quien inicio la guerra entre el estado y los ideales de jóvenes estudiantes, el nombre del culpable por varios años per-maneció oculto sólo por tener un alto puesto y poder en el país.

Al paso de los años varios jóve-nes se han unido a esta manifes-tación, formando nuevo grupos de apoyo y organizando nuevas alternativas para que el pueblo mexicano siempre tenga presente lo que ocurrió y así continuar con la lucha contra la impunidad de gobiernos fascistas y autoritarios.

Los medios de comunicación no se salvaron de ser callados y re-primidos por miedo a que in-formaran lo que sucedió en esa plaza, por lo tanto fueron some-tidos a una estricta vigilancia por órdenes del presidente Díaz Or-daz. Muy pocos se han atrevido a comentar lo que pasó ¿será por miedo a ser también des-aparecidos como los estudiantesAsí, la historia de los estudiantes en México se escribe alrededor de un hito: el antes y el después del movimiento del 2 de octubre.

5 6

Page 8: REVISTA 68 OK

Al hablar de 1968, no se puede evitar recordar la más triste, cruel y sanguinaria muestra de autoritarismo por parte

del gobierno de Ordaz. Un brutal y ver-gonzoso hecho en el cual se usó la re-presión y el poder mediático para ca-llar a los estudiantes que sólo querían alzar la voz, que únicamente querían hacerse distinguir, exponer sus inquie-tudes y peticiones a las autoridades a los cuales “agredían” con su disparates.

El gobierno no estaba solo en este fascismo, ya que tenía atrás de él a sus compañeros fieles, a sus mayores aliados: los medios de comunicación. Al perpetrarse esta atroz matanza en la que miles de estudiantes fue-ron asesinados de una manera indig-nante, los medios (televisión, radio y prensa escrita), minimizaron los hechos, mostraron como culpables a los estudiantes y los definieron como revoltosos y como provocadores.

En ese tiempo el entonces presiden-te Gustavo Díaz Ordaz y quién tiempo después aceptaría haber sido culpable de esta matanza, lógicamente encon-tró el escudo perfecto, ya que tenía muy buena relación con los medios de comunicación y éstos no dudaron en protegerlo, al decir que él sólo hacía cumplir sus funciones y obligaciones; además la próxima inauguración de los juegos olímpicos en ese año, serviría de cortina de humo para darle fin al tema.

Pero, ¿Las cosas han cambiado? ¿Será cierto que existe una verdade-ra expresión y democratización en nuestro país?, la respuesta por más

obvia que parezca es sencilla: no.La represión sigue ahí, seguimos con-viviendo con ella, sólo que ahora el gobierno usa otros métodos de ma-nipulación y obstrucción que por ten-dencia hace muy fácil cambiar de pa-recer a la gente, nos hacen creer que tenemos la facultad de tomar nues-tras propias decisiones, sin embargo, sucede siempre todo lo contrario.

Los medios nos tienen en acecho, nos convirtieron en sus esclavos, pero a través de los años el gobier-no tiene en ellos a su principal alia-do, lo considera como su socio al cual le ha dejado la encomienda de darle una reputación intachable.

Después de lo sucedido en 1968, el gobierno ha dejado que la gente se exprese, le ha metido la idea de que puede actuar libremente, pero todo esto es un espejismo y una mentira. Es cierto que el gobierno tuvo que ceder un poco, puesto que no puede repren-der a la sociedad de una manera tan nefasta como aquel día. El 68’ marcó un eje importante en la sociedad de México, otorgándole espacios futu-ros para la expresión de sus ideales, con la incertidumbre de ser masacra-dos y exterminados como animales.

Probablemente no existe un cambio en mentalidad y de exigencia, ya que se ha quedado tatuada esa represión, quizá se vive con miedo, con temor que se vuelva a repetir un suceso tan horrible. Ya que no podemos en-gañarnos... no podemos derrocar a un sistema tan bien organizado y tan poderoso como lo es, el gobierno.

7 8

La represión política: Un mal interminable Oliva Reyes Christian Eliseo

Page 9: REVISTA 68 OK

El 2 de octubre de 1968 es una fe-cha imborrable en la historia trági-ca de nuestro país. Miles de estu-diantes unidos en una sola voz se reunían para protestar en contra de un gobierno autoritario y que no tenía como carta de presen-tación la libertad y la democracia.Ante dicha exigencia el gobierno respondió; cientos de estudiantes fueron asesinados, Tlatelolco se llenó de sangre y el país de odio. Hoy a 41 años de tan vergonzo-sos sucesos, el 2 de octubre que-dó en el olvido, al menos en la memoria de la política actual.Y es que en 2009 los estudian-tes hemos tenido que enfren-tarnos a tan pobres políticas en nuestro país, en donde al actual presidente poco le importa la educación, lo que nos sitúa ante un panorama desolador y difícil.El panismo no ha significado una ruptura y continuidad después del priismo, mucho menos ha

sanado las grandes heridas del 68, al contrario las ha agravado.Los viejos políticos se queda-ron impresos en la memoria de los libros de historia y ninguno pagó por dichos crímenes, no hubo justicia para la educación y aún no llega a ella. Menos apo-yo económico e inversión en materia educativa, más impues-tos, pobreza, deserción escolar,

7 8

2 de octubre; lo que olvidamos Mena Mariana

Page 10: REVISTA 68 OK

1968: Un pasado muy presente López Gloria Pamela Janin Hernández Turcio Gerardo

A 41 años de distancia, pese a lo que muchos creen, México ha cambiado. Sin embargo, no es algo por lo que debamos sen-

tir orgullo o alegría incontenible pues, infortunadamente, los aspectos más escalofriantes y sombríos del sistema político son malestares vigentes que no dejan de resonar en lo más profundo de la sociedad. La máxima capitalista, la explotación del hombre por el hom-bre, se manifiesta aún latente y, peor aún, renovada. La pobreza se agiganta gracias a la falta de austeridad en los gobiernos mexicanos. La violencia, la guerra, es cuestión de todos los días. Las necesidades básicas se han conver-tido en un lujo que no todos se pueden dar. La corrupción y el nepotismo son manchas que se han extendido veloz-mente, igual que el miedo. El terroris-mo es ahora una forma de gobernar y las fuerzas policiacas y los medios de comunicación son las principales armas.

La movilidad y grado de conciencia que se vivió en 1968 cayó a un abismo en cuatro décadas gracias a la técnica re-presiva del Estado. Así, el sentido de jus-ticia e igualdad, de equidad, democracia y liberación se han desvanecido poco a poco con el pasar de los años. La urgen-cia por solventar la situación económica actual acapara la capacidad humana de idealizar una forma de vida mejor, más digna, de pensar en la posible forma de llegar a ella y ni qué decir de organizarse para lograrlo. Las pistolas y metralletas,

la violencia física, aunque no completa-mente, ha cedido su lugar como elemen-to primordial de control a uno que lo es aún más: los medios de comunicación, la manipulación en su máxima expresión.

La influencia que éstos, los medios de comunicación, ejercen sobre los indi-viduos es exponencialmente más vio-lenta y agresiva, pero, sin duda, más eficaz. La televisión, la radio, la prensa y demás medios, salvo contadas excep-ciones, no pueden negar su naturaleza

9 10

Page 11: REVISTA 68 OK

9 10

empresarial y el principio básico al que obedecen es al de generar riqueza, una que debe ser protegida a como dé lugar. Es por ello que, a través de su calidad de transmisores masivos de información, quienes ostentan el poder los ocupan con la firme determinación de legitimar el capitalismo como la forma de vida ideal de todo ser humano; “inyectan” formas de pensar prefabricadas que li-mitan la capacidad de análisis y convier-ten la acción humana en simples repeti-ciones autómatas. Alienan a la sociedad.

Es hoy, en nuestros días, en los que de los ideales eman-cipadores modernos del siglo XIX solo quedan recuerdos, cenizas que las flamas de la Posmodernidad y del Neoli-beralismo consumieron y han dejado sepultadas en el olvi-do. Es hoy cuando el 2 de oc-tubre de 1968 pareciera estar más lejos que nunca. Es ahora cuando la idea de revolucio-nar al país y su política capi-talista y oligárquica mediante la lucha intelectual, en la que los libros y el pensamiento bastan como arma, no es algo más que una utopía. Cuando el dolor y el sufrimiento ya no hacen eco. Cuando la ca-pitalización de todo cuanto existe impera ante la moral y la dignidad. Cuando la Plaza de las Tres Culturas es sólo un registro histórico carente de vigencia. Cuando el 2 de octubre de 1968 solo es re-

cordado el 2 de octubre, cuando la lu-cha estudiantil es sólo una efeméride.

1968 se ubica a 41 años. La injusti-cia y la desigualdad son temas de hoy. Entonces, las armas, la guerra, una masacre. Hoy, medios de comu-nicación. Hace cuarenta y un años, el PRI. Hoy el PAN. En 1968, Tlatelol-co. Desde entonces… una larga lista.

Page 12: REVISTA 68 OK

La izquierda en México a partir de la década de los 60s, había tenido para ese entonces va-rios procesos de maduración,

los jóvenes rojos de aquella época, estaban inmersos en un mundo lle-no de cambios, de lucha, guerrillas, levantamientos y de un despertar de conciencias, hechos que defi-nieron el rumbo de una sociedad.

La participación ciudadana se convertía en un compromiso con las ideas, con la sangre derramada por los camaradas, en fin, ese compromiso por un mundo mejor. Los movimientos de insurgencia, el asesinato de Rubén Jaramillo en el 62, el movimiento de Salvador Nava en San Luis potosí, la intromisión del ejer-cito en universidades del interior de la república, la represión de movimientos obreros y magisteriales, la organización de colonos en la ciudad, la presencia cada vez mayor de las mujeres exigien-do igualdad, las obras de Marx, Lenin, Mao Tse-tung, la juventud rebelde que se adentraba a los partidos comunistas y socialistas, el ejemplo y la admiración por la Revolución cubana, el Che, Fidel Castro, los movimientos armados de América latina, todos esos aconteci-mientos, hechos y personas, fueron las raíces para que la juventud mexicana levantara la voz, luchara, arriesgara su vida por sus ideas, despertara men-tes, reviviera muertos, desencadena-ra una bestia feroz llamada libertad.La riña entre bandalos y estudiantes aquel 22 de julio del 68, fue la excusa para que granaderos se adentraran a los centros de estudio, poco a poco

fueron irrumpiendo los planteles del Politécnico y de la UNAM, los estu-diantes y profesores, comenzaron a organizarse, comenzó la movilización, teniendo como estandarte los seis puntos del pliego petitorio, la socie-dad civil mostraba apoyo, los mineros, ferrocarrileros, obreros y personas que por una u otra causa defendían su derecho a expresarse libremente.

Aquella noche del 2 de octubre la ma-nifestación realizada frente al edifi-cio Chihuahua en Tlatelolco, terminó cuando dos luces de bengala fueron lanzadas desde un helicóptero, pero con ello comenzó una masacre, eso no fue lo peor, la gente que estaba ahí es-taba dispuesta a morir por la lucha, a defender sus ideales, estaban realmen-te comprometidos, lo malo fue que los elementos del Estado Mayor Presiden-cial, el Batallón Olimpia, la policía y el ejército en general, no dejaron que estos valientes jóvenes se defendieran justamente. Aquel movimiento que pretendió tomar el cielo por asalto, acabo con san-gre y muerte probando el infierno. La lucha ya un poco agonizante, en esa etapa se pudo ver a un Julio Scherer que com-batió desde su trinchera, una Elena Poniatowska que convirtió en crónica la masacre y el terror y Monsiváis que conto in-finitamente lo que vivió.

11 12

La furia que fue arrebatada a balazos Rincón Romero Sergio

Page 13: REVISTA 68 OK

La masacre de aquel 2 de octubre no sólo acabó con un movimiento, sino con los sueños, la esperanza, lucha, conciencia y la furia de las generaciones venideras.

Después del 68 llegó el Halconazo, el 10 de junio de 1971, y con eso el terror, después de aquellos sustos nada vol-vió a ser igual, antes de estos negros acontecimientos los corazones latían a un mismo ritmo y a un mismo tiempo, era una sola voz la que gritaba consig-nas, un pueblo entero que luchaba y que resistía con honor. Hoy a 41 años de aquella noche en Tlatelolco, las co-sas han cambiado por completo, nadie puede negar que existe resistencia, lu-cha, compromiso y organización, ejem-plos de ellos es el EZLN, EPR, APPO, los Sindicatos Magisteriales que han resistido y enfrentado causas y conse-cuencias, a un Atenco que no olvida, al Comité 68. ¿Pero donde quedo aquella consigna donde sólo se escuchaba una voz? Donde una sociedad completa

despertaba de un sueño de represión. Como todos los años, jóvenes salen a las calles a exigir justicia, libertad y a recordar aquella masacre que vivió la historia mexicana contemporánea.

“2 de octubre no se olvida, es de lu-cha compartida” es la consigna que gritan los contingentes, avanzan a la plancha del zócalo capitalino, pero no es lo mismo que en aquellos años el compromiso con los ideales de cam-bio, hoy solo un puñado de gente esta comprometida con la lucha, la izquier-da en México a perdido fuerza, los es-tudiantes no se organizan, Politécnico y UNAM es sinónimo de antagonismo, “Rojo Amanecer” es una gran pelícu-la que relata la masacre de Tlatelolco. Robar “chelas” del “Seven” de la calle de Madero, grafitear durante la mar-cha, golpear policías, lanzar petardos, mentar la madre a lo pendejo, es en lo que se ha convertido esta fecha, el verdadero espíritu rebelde y comba-

tiente ha quedado en el pasado, o en las almas de los caídos. Aquel ase-sinato cortó de tajo la participación política de una sociedad por com-pleto, ese miedo que implemento el Gobierno Federal de aquel en-tonces, ha permanecido en espíritu, corazón y memoria de los jóvenes de esos tiempos, ahora se podrá entender porque el dos de octubre no se olvida, en efecto no se olvida esa represión, ese terror, esa injus-ticia. Finalmente para que las gene-raciones futuras no siguán con ese esquema, se debe recordar la lucha, los sueños y los ideales de aquella generación de soñadores y rebeldes, porque “aquel que no conoce su his-toria, esta condenado a repetirla.”

11 12

Page 14: REVISTA 68 OK

Pero si ya se olvido! Por lo menos para el pueblo en su mayoría, me di cuenta al estar dentro de la “gran

marcha”, con la cual se conmemo-ra a los estudiantes en su mayoría, así como huelguistas, niños, padres de familia y demás caídos en lo que fuera la dichosa matanza del 68.

El 4 de agosto de 1968 el mo-vimiento estudiantil hizo un pliego petitorio el cual pedía:

- Libertad a los presos políticos (de-tenidos en manifestaciones ante-riores que dieron pie a la del 68).

- Derogación de los artículos 145 y 145 BIS del código penal federal (Instituían el delito de disolución social y sirvie-ron de instrumento jurídico para la agresión sufrida por los estudiantes).

- Desaparición del Cuerpo de Gra-naderos y que no volviera a exis-tir un cuerpo policiaco (de repre-sión y disolución) igual o parecido a esté nunca (lo cual nunca pasó).

- Destitución de los jefes poli c í a -cos.

- Indemnización a los familia-res de todos los muertos y heri-dos desde el inicio del conflicto.

- Deslindamiento de sus cargos a los funcionarios culpables de los hechos sangrientos (que tampoco pasó).

Estando dentro de la marcha me llevé la gran sorpresa de que cada grupo, o por lo menos los que más se ha-cían escuchar hacían su propio pliego petitorio, en su mayoría se escucha mejora de sueldos, así como la apli-cación correcta de un sindicalismo autónomo, no privatizar la univer-sidad nacional, unas tan extremis-tas, extremistas mas no irracionales, como el deseo de muchas personas de que Felipe Calderón Hinojosa (Fe-Cal) muera, o mínimo que sea desti-tuido de su puesto, gracias a la incon-formidad de la masa por la ineptitud de FeCal así como de su gabinete.

¿Pero realmente se sigue el sen-tido de esta marcha? ¿Nadie cree que sea sólo un pretexto para que-jarse de otras cosas por las cuales se debe protestar cualquier día de año? ¿es nuestro derecho no? ¿La marcha sigue con el mismo senti-do que se le dio en un principio?

Lamentablemente, las respuestas nos las dan aquellas mujeres de los sindicatos que se oyen dentro de la marcha diciendo: “pues nada más firmamos como siempre y ya nos vamos verdad”, las jovencitas de CCH que asisten con sus famosos panqués de marihuana para vender a “la banda”, las porras de diversas escuelas y sindicatos que a la vista del espectador hacen parecer que compiten entre ellas para que se escuche quien tiene más presencia, los distintos grupos que se no se ven apoyados y que al contrario, cada bo-lita por su lado, dejando ver el mal-dito individualismo del ser humano.

¿2 de octubre, no se olvida? Hernández Galván Roberto

13 14

¡

Page 15: REVISTA 68 OK

“Pues nosotros venimos a apoyar a este movimiento y pues a echar re-lajo, de eso se trata” palabras dichas por Marina, estudiante de CCH Azca-potzalco, éste tipo de acciones son las que demeritan a este movimiento, lo que yo no deseo hacer con tan impor-tante hecho histórico a nivel mundial.

Es de suma importancia rendir homena-je a aquellas personas que han caído en lucha por sus derechos y los cuales tuvie-ron el valor de caer por los derechos de ellos mismos y los de su país en general.

Sin embargo, a quién le gritamos, a quién exigimos, yo no vi ninguna mesa, o lugar para el dialogo con represen-tantes gubernamentales, sólo se vio gente gritando consignas, exigiendo sus derechos, a la misma gente que va pasando por las calles, yo no vi a nin-gún gobernante, secretario, etc. escu-chando las peticiones asomado por un balcón de palacio nacional, de hecho, yo no una sociedad politizada aque-llos testimonios del 68 nos platican.

Será por esto que no se recibe una respuesta satisfactoria a pesar de de que van 41 años de marchas consecu-tivas, olvidando que las peticiones se han transformado en cosas tan biza-rras, desde el concepto de lo que fue octubre de 1968, como “El EZLN no se olvida”, dejando de lado este pun-to, se nota que después de 41 años de marchas, no se ha dado respuesta ni al pliego petitorio de 1968 ni a las cientos de peticiones actuales, si se sigue mar-chando y gritando a la calle, podemos seguir cien años en lucha y cien años sin olvidar, pero cien años sin reci-bir lo que por ley es nuestro derecho.

Esto es una realidad, 2 de octubre no se olvida, así como todas las injusticias que el estado ha realizado para la población en su mayoría, así que no olvidemos que no sólo existen días especiales para exigir los derechos, tenemos todo un año para exigir nuestros derechos, todos y cada uno de nosotros tenemos el derecho y obligación de desaparecer ese miedo de exigir, lo que se debe, siempre y cuando se sepan pedir las cosas, en el pedir está el dar, y no me refiero a destrozos en la calle o maltra-to a vía pública, que hasta cierto punto el mismo estado provoca este tipo de manifestaciones también, me refiero a que para pedir, hay que saber orga-nizarse, saber apoyarse, saber dar un poco de nosotros para el bien de todos y no para uno mismo, ya sea una forma por así decirlo, pasiva, o con la agresión que ha distinguido a todas las revolucio-nes, pero si sabemos exigir lo que de-beríamos tener desde hace mucho, de esta forma y sólo así recibiríamos res-puestas y no indiferencia del estado y manipulación de ciertos medios para la demeritación de tan importante causa.

13 14

Page 16: REVISTA 68 OK

Una de las matanzas más sangrientas en la historia de nuestro país ejecutada por el gobierno. El núme-

ro de muertos no se sabe con pre-cisión, fuentes oficiales refieren no más de 50 mientras que investigado-res afirman que fueron más de 300.

La tarde del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas, se realizaba una gran mani-festación estudiantil en demanda de mayor libertad de expresión, a unas cuantas semanas de que se celebra-ran en México los Juegos Olímpicos.

Después de que desde un heli-cóptero que sobrevolaba la Plaza arrojara una luz de bengala, justo cuando se iniciaba el mitin, em-pezaron los disparos en contra de los miles de estudiantes por parte del famoso Batallón Olimpia, po-licías vestidos de civil, identifica-dos por portar un guante blanco.”

2 de Octubre del 2009

En aquel entonces y en la actuali-dad se trata de situaciones muy pa-recidas, separadas por 41 años de distancia: un colectivo enorme con múltiples rostros que va tomando cuerpo por lo que distintas fraccio-nes van expresando, se conforma un discurso más o menos homogéneo al grito de justos reclamos sociales.

En la conmemoración por el 2 de octubre que se realiza año con año caben varias voces…

Algo muy parecido a los inicios de este mismo movimiento en 1968. Están quienes asisten para de-fender los mismos ideales por los que protestaron nuestros com-pañeros caídos, sea también por sus tierras, o por sus derechos pi-soteados de libre expresión, au-tonomía o capacidad de decisión.

Podemos observar y distinguir perfectamente las distintas ca-ras que contemplan la mayoría de los acontecimientos con peso en la sociedad, y son aprove-chados y/o distorsionados por los medios de comunicación.

2 de Octubre de 1968 Flores Molina Blanca Lilia Mendoza Valeriano Mildred Yazmín Monterrubio García Sheila Sharon Reséndiz rojas Nayely

15 16

Page 17: REVISTA 68 OK

Encontramos a aquellos que no saben a qué van, a los que nombraría “Rebeldes sin cau-sa” sujetos que en busca de su-puestos ideales se “unen” para protestar sin saber contra qué, que no tienen fundamentos para respaldar su comportamiento.

De todo un poco, los que actúan conscientemente, los que van de paseo, los que no tienen ni idea a que van, los que sólo ven desde le-jos, los que van a provocar pleitos, los curiosos, los mandados, quienes aprovechan para hacer su negocio.

Los que no encauzan sus activida-des en ninguna protesta pacífica y olvidan que el objetivo de ésta es el diálogo que haga cumplir sus de-mandas. Estas son las personas que logran para esta marcha el califica-tivo de subversiva, conflictiva, agre-siva, desorganizada… que tan opor-tunamente es aprovechada por muchos medios de comunicación.

Estas manifestaciones sólo ponen en evidencia los síntomas de un malestar profundo que padece

nuestro país, esa es la verdadera re-flexión. Mientras las causas estruc-turales no sean resueltas, los pro-blemas superficiales no se podrán palear simplemente reprimiendo las protestas, o como se diría de manera políticamente correc-ta, manteniendo el orden social.

Es un movimiento en el que pasado y presente, los sobre-vivientes a la masacre y jóve-nes estudiantes, se apoyan, se comprenden y se fusionan por conseguir un futuro próspero.

Poco a poco fue llenándose de voces con más intención que simplemente el no dejarse de los granaderos, sino de expre-sar un rencor social originado por las desigualdades, la pobre-za, la impunidad, la represión… ¿Algo que ver con la actualidad?

¡Prefiero morir de pie que vivir de rodillas!

¡Por nuestros compañeros caídos, toda una vida de lucha!

¡2 de Octubre no se olvida, es la lucha combativa!

15 16

Page 18: REVISTA 68 OK

Los carteles como propagan-da política-social han tenido grandes momentos, pero fue a partir de la Guerra Civil Espa-

ñola que se consolidaron como forma de propaganda de masas, ya que por su excelente calidad hacían creer que los bandos contendientes no sólo se enfrentaban en las trincheras, sino también en los muros de las ciudades y pueblos. Pero esta manifestación de arte-protesta quedo mejor plasmado durante el mayo francés donde los jó-venes hartos de la exclusión social sa-lieron a las calles en busca de solucio-nes y no meras reformas, y el medio de comunicación predilecto fue el cartel.

Álgidos momentos vivieron los carte-les que inundaban las calles de París con diseños abstractos o realistas que reflejaban la realidad en la cual esta-ban inmersos. Pronto éste arte-pro-testa se esparció por todo el mundo, llegando a los países donde los movi-mientos sociales y en especial los es-tudiantiles cobraban fuerza día a día.

De la primavera de Praga al Mayo Francés, de la lucha por los derechos civiles en Estado Unidos a la masacre de estudiantes realizada en México, los carteles retrataban ese momento coyuntural en el mundo, reflejaban el hartazgo de una parte de la población cansada de ser marginada, avasallada y sometida a intereses ajenos a ellos.En México como en París el cartel se convirtió, junto con la hoja volante, en el arma de propaganda más eficaz, ya que se llegaban a sacar más de un millón de volantes, y los carteles con el toque hu-

morístico e irónico que los caracteriza-ba hacían encolerizar a las autoridades.Antes del 2 de octubre de 1968 Méxi-co se convulsionaba por las constantes protestas estudiantiles, los carteles eran pegados en las noches por estos jóvenes que en muchas de las oca-siones tenía que correr para nos ser detenidos, ya que si era el caso termi-naban encerrados con uno que otro golpe si bien les iba, en los carteles se hacían llamamientos a la protestar contra el gobierno autoritario encabe-zado por Díaz Ordaz, se abogaba por la libertad de los presos políticos y la disolución de los apartaos represivos, en especial del cuerpo de granaderos.

El 2 de octubre sobrevino la trage-dia, miles de jóvenes congregados en la plaza de las tres culturas fue-ron brutalmente masacrados, el Es-tado Mexicano avasallaba su futuro.

Memoria colectivo en imagenesRodríguez Trejo Eduardo

17 18

Page 19: REVISTA 68 OK

Combinando imágenes, sím-bolos y consignas, los carte-les o pósters realizados por estudiantes y trabajadores

anónimos en el movimiento estudian-til de 1968,desempeñaban un papel fundamental en la transferencia de información o actividad de denuncia del contexto social, cultural y políti-co que rodeaba a la generación del rompimiento, logrando contrarrestar los efectos del flujo de información del monopolio televisivo y el control sobre los medios escritos que ejer-cía el gobierno, los cuales preten-dían desacreditar la lucha estudiantil.

Un régimen político represivo, la falta del ejercicio de la libertad de expre-sión y la violencia ejercida contra la población civil en las calles; eran las principales denuncias de los carteles, los cuales lograron expresiones con-cretas introduciéndose en la cons-ciencia colectiva y llegar , incluso, a aquellos que carecían de una forma-ción académica cultural y política.

Estas imágenes pasaron a la historia al igual que la generación y el movimien-to que les dio vida, actualmente son representaciones pictóricas emblemá-ticas del movimiento y los podemos encontrar en museos, libros o en el in-ternet, sin embargo no podemos olvi-dar que estos simbólicas carteles estu-vieron al servicio del más grande de los movimientos estudiantiles en México y que conforman La gráfica del 68.

17 18

Después del 2 de octubre México pa-reció levantarse con otros ojos, que al lanzar la primera mirada no se perci-bía la diferencia, pero que ya había comenzado el cambio político-social, había comenzado como comenzó en Francia, en Checoslovaquia, en Esta-dos Unidos o en España; pero aquí tuvo un trágico final para los mexi-canos, nuevamente la plaza de la tres culturas se volvía teñir de rojo.En la memoria colectiva 1968 no sólo quedó inmortalizado por las imágenes donde decenas de jóvenes se encuen-tran semidesnudos frente a la infante-ría, las fotografías donde se perciben cuerpos inermes y ensangrentados. 1968 quedo inmortalizado por la pre-potencia e intolerancia del autorita-rismo, las generaciones futuras po-drán tener está memoria histórica y cultural que representan los carteles, donde para ser sinceros no se reflejan ideas de un cambio radical en la for-ma de gobierno, sino meras peticio-nes que cualquier país que se gesta-rá de ser democrático debería tener.

Gráfica del 68Navarro Vázquez Mária Fernanda

Page 20: REVISTA 68 OK

“2 de octubre no se olvida, con-cierto de Lupillo Rivera en el Ro-deo Santa Fe”, esta frase es parte de la programación de una esta-ción de radio. Y es que conforme se acerca esta fecha aparece una serie de eventos que curiosamen-te desvían nuestra atención de lo sucedido en Tlatelolco en 1968.

Tal como lo señala la agenda set-ting, todos los medios de comu-nicación se enfocan en ciertos acontecimientos que dejan de lado otros más importantes, en algunas ocasiones sólo se nombra el suceso, pero las nuevas genera-ciones en realidad no conocen las verdaderas causas del movimien-to, en este caso la Matanza del 68.

México campeón del mundo, 2 de octubre, pero ¿realmente que la fecha fuera la misma es sólo una coincidencia? Puede ser que así sea, pero que buena ayuda para quienes no desean que la histo-ria se sepa completa, las razones por las que se realizaban los movi-mientos de la época, y no sólo en México sino alrededor del mundo. Múltiples temas pueden opacar esta fecha, creando así una corti-na de humo, como los antes men-cionados. Acerca de esto John B. Thompson señala en su libro Los media y la modernidad que “Los escándalos mediáticos, por el con-trario, se caracterizan por lo que he llamado la publicidad mediata:

2 de octubre… ¿No se olvida? Chávez Hernández Nancy Yadira García Gastaldi María Fernanda Martínez Díaz Ana Karina

19 20

son acontecimientos que se de-sarrollan, al menos parcialmente, gracias a las formas de la comuni-cación mediata y que de este modo adquieren una notoriedad pública que es independiente de su capa-cidad para ser vistos u oídos de forma directa por una pluralidad de terceras personas copresentes.”

Así, se observa como los medios de comunicación pueden hacer de un evento pequeño algo enor-me con el fin de atraer la atención de personas fáciles de persuadir y lograr poco a poco que olviden ciertos momentos de su historia.

Page 21: REVISTA 68 OK

Ya lo decía Joseph Goebbels: “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. Justificación con la que el gobierno ha actuado durante varios años y no sólo en nuestro país, también en muchos otros correspondiendo a algunas características del neoli-beralismo imperante en el mundo.

Si una mentira se repite suficien-temente, acaba por convertirse en verdad. Ejemplo claro son las múltiples versiones que se dieron en aquel momento cuando se se-ñalaba a los estudiantes como los culpables de lo sucedido, ocul-tando la violencia aplicada por parte de los soldados del ejército. Hay que recordar que sólo Excél-

sior manejó información verídi-ca, mientras que otros medios mostraron la verdad que a la cla-se política le convenía. Informa-ción contenida en Los Medios de Comunicación masiva en Méxi-co de Enrique E. Sánchez Ruiz.

Por otro lado hay que tomar en cuenta que la mayoría de la po-blación mexicana está pendiente de lo que sucede a través de la te-levisión, y si éste medio da la ver-dad a medias entonces la gente se crea una idea falsa y peor aún re-cuerda más el concierto de Lupillo Rivera o el campeonato mundial sub 17 que su propia historia. Un pueblo que no conoce o recuer-da su historia ¿Puede avanzar?

19 20

Page 22: REVISTA 68 OK

La tierra y el derecho son dos fac-tores que a los mexicanos nos ha ocasionado graves problemas, pues los perdemos fácilmente.

Un ejemplo es la pérdida de territorio en el año de 1848 con el Tratado de Guadalupe Hidalgo, donde México sede la mitad de su extensión territorial a Es-tados Unidos; otro más actual, es la ex-propiación de tierras a los habitantes de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, en el estado de Jalisco, pues la Conagua quiere construir una presa.

Pero sólo hablamos de tierra, ¿y el de-recho? Éste es transgredido todo el tiempo, hoy en día no podemos salir sin estar temerosos de ser asaltados, o peor aún, no tenemos el derecho de alzar la voz, pues inmediatamente so-mos reprimidos. Como en el caso de Atenco, donde los pobladores se ma-nifestaron para reclamar, con mache-te en mano, sus tierras mismas que el gobierno quería robarles para construir un aeropuerto. Como respuesta, el go-bierno mandó a la Policía Federal Pre-ventiva (PFP), quienes estupraron a las mujeres y ejercieron la brutalidad poli-ciaca en contra de los campesinos que sólo defendían su patrimonio, su tierra.

Sin tierra no hay derecho y sin derecho no hay libertad, el pueblo precisa justi-cia, en vez de eso obtiene represión e impunidad. Nos hemos convertido en una sociedad cada vez más temerosa e inmersa en el hastío, alienación y falta de actitud; provocada, tal vez por el in-cremento de la delincuencia organizada, la lucha contra el narcotráfico o el abu-so de poder de los que nos gobiernan.Es por eso que en México la gente tiene miedo de manifestarse y se lo deja a unos cuantos, que al princi-

pio tienen el ideal, pero al final les falta el compromiso, porque cuando por fin deciden organizarse y protes-tar, el gobierno los reprime con el uso de la fuerza pública, la cual supues-tamente está subordinada al pueblo.

En México han existido diversos movi-mientos sociales, desde el llamado a la lucha por la independencia en 1810, hasta pequeñas protestas y marchas que paralizan el tránsito vehicular en la Ciudad de México. Sin embargo, ninguno congrega año tras año a mi-les de personas en el Zócalo del Dis-trito Federal, como la conmemoración del movimiento estudiantil de 1968.

A finales de la década de los 50’s di-versos sectores de la sociedad que es-taban inconformes por las condiciones en que laboraban, decidieron levantar-se en huelga. Sin embargo, el gobierno de José López Portillo disolvió el movi-miento por medio del abuso de poder, provocando que miles de trabajadores del Estado perdieran sus empleos. Pos-teriormente, Gustavo Díaz Ordaz, cuyo lema era “orden y libertad”, suprimió los derechos de miles de estudiantes.

Los juegos Olímpicos estaban a la vuelta de la esquina, el ojo del mundo estaba centrado en México, una revuelta o una manifestación podría provocar que la máscara creada para atraer capital ex-tranjero se cayera y mostrara el pésimo gobierno de Ordaz; preferible perder mi-les de personas, que millones de pesos.Las ideas revolucionarias socialistas y de libertad, legado de la revolución cu-bana, eran una amenaza para un régi-men autoritario y dependiente de un sistema capitalista que utilizaba la gue-rra como estrategia para consolidarse.

El estado de terror Luna Ochoa Ricardo Isaac Vilchis Martínez Elizabeth

21 22

Page 23: REVISTA 68 OK

Nada es más infame que la muerte injustificada de miles de jóvenes que defendían y reclamaban sus derechos, que no sólo los beneficiarían a ellos, sino a muchas generaciones futuras. Es el poder de la organización de un gru-po de individuos inteligentes con ideas firmes y que buscan un cambio positi-vo en el sistema sociopolítico, lo que realmente atemoriza al Estado opresor.

En 1963 la movilización de los estudian-tes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, fue el preám-bulo y el simulacro perfecto para lo que sucedería cinco años después. Fue el 2 de octubre de 1966 cuando cayó Everardo Rodríguez Orbe, el primer estudiante víctima de la brutalidad.Cuatro días después, el gobernador del Estado de Michoacán de aque-lla época, Agustín Arriaga Rivera, so-licitó al gobierno de Ordaz el apo-yo del Ejército, mismo que llegó al instante; el simulacro comenzaría.

El 8 de octubre de 1966, los universita-rios nicolaitas se reunieron en la Plaza de Armas para denunciar la represión del gobierno estatal y federal; fue ese día cuando el Ejército bloqueó las sali-das y abrió fuego contra los jóvenes que se encontraban en el lugar; uno de ellos, Raúl Galván, gritaba a los manifestantes que no corrieran y que ordenadamente entraran a la Universidad, pero los mili-tares les impidieron el paso, en cambio, entraron a las instalaciones y confiscaron libros que consideraron “subversivos“.

Lo que sucedió en Morelia sólo fue una pequeña muestra de lo que el gobierno estaba dispuesto a realizar, como cuando vemos en la televisión un programa que habla sobre la corrupción de los man-datarios y sus nexos con el narcotráfico y lo vemos como algo increíble, no por-

que no suceda, sino por lo aberrante.Lo peor es que en la realidad, las co-sas son peores. Lo ocurrido en el 68 fue el extremo de la vejación, pues en el caso de Morelia los estudiantes fueron apresados, en el de Tlatelol-co no sólo fueron amordazados, sino acribillados, humillados, borrados.Es por eso que la población actual se rehúsa a manifestarse libremente, pues ya tenemos el antecedente de los 60’s. Sólo que ahora los instrumen-tos de represión se han perfecciona-do. Existe algo peor que el Ejército, como los grupos paramilitares y los medios de comunicación que man-tienen vivo el terror en la población, y a la misma cada vez más ignorante.

No obstante, cada 2 de octubre miles de jóvenes, trabajadores del Estado y familiares de víctimas de la matanza del 68, realizan marchas dirigiéndose al Zó-calo capitalino, algunos en protesta por los problemas sociales, otros en conme-moración a los desaparecidos y caídos, aunque lamentablemente, otros son seudo activistas que manchan un acto simbólico con vandalismo injustificado.Gracias a estos “activistas“ la sociedad ve este día como la conmemoración del terror, no como el de la libertad y lucha por el derecho a exigir una mejor edu-cación, una mejor calidad de vida, sin miedo a salir de casa, y sin impuestos ab-surdos que sólo aumentarán la pobreza.

El movimiento del 68 dejó un legado y es el temor de la sociedad civil a mani-festarse, reflejado en la falta de interés en la gente. Hoy es cuando deberíamos replantear ese legado, dejar de ser una sociedad apática y mediocre y luchar por la libertad y el derecho. ¿Es que acaso necesitamos que nos despojen de nuestro hogar para actuar, tal como lo hacen los pueblos marginados?

21 22

Page 24: REVISTA 68 OK

Eran los protagonistas de la década que se entregaba al amor libre, la liberación sexual, el happening, los

movimientos pacifistas, las faldas cortas, cabelleras largas, rock, píl-dora anticonceptiva, feminismo y liberación; rechazaban los conven-cionalismos, las olimpiadas, el capi-talismo, a los burgueses, la momiza encorsetada y moralina, la violen-cia, la ignorancia y la represión.

Era la década de los sesentas, el año 68, aquellos que lo encara-ban eran hombres y mujeres que apenas alcanzaban los 25 años de edad, jóvenes entusiastas que pa-recían no compartir los valores in-culcados por sus padres o impues-tos por la sociedad, los cuales, no obstante su corta edad, fueron los generadores de cambios cultura-les de tal magnitud que llegaron a cimbrar la historia de México, mo-dificando el rumbo social y políti-co del país con el más grande de los movimientos estudiantiles de nuestra historia. Sin el afán de des-cartar a aquellos maestros, padres de familia, trabajadores e incluso niños que apoyaron y formaron parte del movimiento que llevaría a la funesta noche del 2 de octubre en Tlatelolco; son los adolescentes que conscientes del papel que des-empeñaban en la sociedad mexica-na como estudiantes, se compro-metieron apostando por el trabajo fraterno y en su confianza en ser

ellos los generadores de cambios.La irrupción de esta juventud re-belde en el esquema social, nace después del período de bienestar económico, posterior a la segun-da guerra mundial seguido por el milagro mexicano, que también manejaba un nivel educativo su-perior a generaciones pasadas, forjando así consciencias despier-tas y cuestionadas, una crisis de valores tradicionalistas logrando romper con los esquemas sociales.

Recordemos que la historia no es circunstancial y si bien, se les re-conoce como dirigentes de una lucha estudiantil generada a par-tir del conflicto, o como lo suelen llamar incidente de fútbol ame-ricano entre la vocacional 2 y la preparatoria Isaac Ochoterena, la juventud se encontraba en un contexto de reclamo además de repudio al poder, provocando que su lucha estudiantil se expandie-ra para representar al pueblo y levantar la voz afrontando el ré-gimen político y la represión del gobierno para con sus habitantes.

Buscaban cambios y los genera-ron, pedían apoyo y el pueblo se los brindo, levantaron sus voces ante una sociedad apaciguada y lograron despertarla de su letargo, pero intentaron dialogar con el po-der… y los recibieron con plomo.

El espíritu del 68 ¿Qué queda de él?

Navarro Vázquez María Fernanda Monroy Jaime Perla Yoshahandy

23 24

Page 25: REVISTA 68 OK

Su lucha y entrega serán recorda-das por siempre, año con año jóve-nes de las mismas edades saldrán a las calles el 2 de octubre a rendir-les tributo a los mártires estudian-tiles, pero a 41 años de recordar-los, la pregunta más constante es ¿Dónde quedo el espíritu del 68? ¿Porqué no se puede mirar en los

jóvenes estudiantes del 2009, una sombra de lo que sus antepasados intentaron trasmitir? ¿Dónde que-do el entusiasmo? ¿Se ha escon-dido la inquietud de generar cam-bios y la certeza de poder convertir a nuestra sociedad en algo mejor? La lucha no se olvida, pero el espíritu ha quedado atrás….

23 24

Page 26: REVISTA 68 OK

25 26

Page 27: REVISTA 68 OK

25 26

Page 28: REVISTA 68 OK

TLATELOLCO