reflexiÓn
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Nunca entendí por qué los gallos españoles hacen
quiquiriquí, los franceses cocoricó, los anglosajones
cock-a-doodle-doo y sabe Dios los germanos o los
japoneses. Yo estaba convencido de que el canto del
gallo era universal.
REFLEXIÓN
Artículo periodístico del español Juan Cueto:
Preguntándome lo mismo que el señor Juan Cueto me llevó a la búsqueda del porqué de
esta situación y encontré que es debido a que “el signo lingüístico es arbitrario, es decir,
inmotivado: no hay razón para que a determinado significado le corresponda determinado
significante y viceversa, hecho que prueba la existencia misma de distintas lenguas
naturales (para un mismo significado, en español: mesa de luz; francés: nuittable;
inglés: nighttable; alemán: Nachttisch; nótese además que el español conceptualiza de
manera distinta de las demás lenguas esa significación).”
Y más adelante encontré la respuesta al interrogante que se hizo el señor Juan Cueto
acerca de sabe Dios como lo dirán los Germanos y los Japoneses y además como lo dicen
los Italianos, los Alemanes, los de Dinamarca y Finalmente los Japoneses.
Italia cantan: chicchericchi.
Alemania se oye como: kikerikiEn.
Dinamarca: kykeliky.
Japón: kokke-kokko.
Como conclusión puedo decir que esto es debido que cada lengua tiene su forma de darle
significado a las palabras, teniendo en cuenta que la relación entre el significante y el
significado es social, es decir por medio de la conversación de cada lengua.