recuerdos de alberdi
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Belgrano, Alberdi y su genteTRANSCRIPT
Texto:www.alobelgrano.blogspot.comEl autor se dice llamar Juan, comparte sentimientos casi todos los días desde su blog “a lo Belgrano”, estu-dia periodismo deportivo y entra en éxtasis cuando grita un gol en el último minuto en Alberdi.
Foto de tapa:Leonardo Luna. Nací a dos cuadras del Río Suquía, cerquita de donde lo cruza el puente Tablada. Mis lugares de referenciafueron: el río y sus márgenes, la fábrica de pinturas Cremar, la cervecería, y por supuesto, la cancha deBelgrano. Éstos fueron los escenarios donde viví esa etapa que llaman niñez; por ahí andan mis amigos ylos juegos que ocupaban esas interminables horas cuando uno no dormía o estaba en la escuela.Hincha de Belgrano, porque mi padre, que venía de Barrio Firpo y es de Talleres, creía que un chico debellegar a su club caminando o en bicicleta, y fomentó esta relación con el club vecino. Él me llevó a la can-cha las primeras veces. Después pasaron años y la vida me cambió de barrio, pero jamás de sentimiento.Cada vez que paso cerca del Gigante, el recuerdo que tengo es ese paisaje de los sábados de tarde, a vecesdomingo por la mañana, con el bullicio que rodeaba la cancha, la calle Orgaz de puro celeste y pasar el apre-tujón de la entrada para aparecer del otro lado, donde ya estaba todo listo para verlos jugar sobre esainmensa superficie verde. [email protected]
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Recuerdos de Alberdi
Los barrios les imprimen cierta identidad a sus equipos.
Con los años, he podido certificar que el Barrio Alberdi ha moldeado loque es Belgrano como institución. Alberdi tiene características propiasque lo hacen único.
Alberdi es rebeldía.Es Córdoba. Es Argentina. Es Perú. Es Bolivia. Es todo.Es uno de los epicentros del Cordobazo.Es la Mona, es el Potro.Es Belgrano. Es su gente.
Las comparaciones son odiosas, pero nuestro clásico rival tiene su can-cha en el corazón de un barrio acomodado. Y esto marca una diferenciaen cuanto a la esencia de las pasiones que despiertan los dos equipos. Dehecho, Talleres siempre se ha sentido mucho más cómodo que nosotrosjugando en el Chateau.
No me puedo imaginar a Belgrano fuera de Alberdi. Por eso es que a veces me incomodan algunas noticias sobre proyectosinmobiliarios que incluyen el terreno de nuestro Estadio con la promesade una mudanza a un sector más alejado, cercano a la Circunvalación.No creo que se pueda llevar a cabo jamás. Perderíamos nues-tra identidad para siempre. Nada volvería a ser lo mismo.
En nuestra cancha viví algunos de los momentos más feli-ces de mi vida, mezclados también con algunos tristes.
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Podemos recordar algunos de estos momentos para que quienes tam-bién los vivieron puedan hacer memoria, emocionarse, transportarse enel tiempo y pensar por un instante que lo está palpitando nuevamente.Desde los años ochenta en adelante.
Imaginen ir caminando por Colón, llegar a Arturo Orgaz, doblar a laderecha, y ver esa marea humana celeste caminando hacia la cancha porsobre el humo de los choris.
Uno de los primeros recuerdos se remontan a la jornada en que JulioConstantín atajó cinco penales en una noche a Estudiantes de Río IV.
Imposible olvidar el debut de la Chacha Villagra, jugando bien pegadoa la raya, enganchando una y otra vez hasta dejar en ridículo a su mar-cador.
Los partidos contra Unión San Vicente. A muerte.
Daría lo que sea por volver a sentir la explosión que viví cuando MiguelBatalla le reventó el arco al arquero de Rosario Central en el Nacional '84.
¿Quién se acuerda de la emoción del Tanque Ramonda después de darvuelta un partido en los últimos minutos contra Huracán en el primerNacional B?
¿Y la inolvidable tarde de la remontada contra Talleres de la mano dePaco Sánchez? Un desconocido que debutaba y después no se supo
mucho más de él.
Los primeros partidos del Uruguayo Sosa, sobre todo un 6 a0 contra Talleres de Remedios de Escalada donde la rompió y
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nos dimos cuenta que ese fenómeno nos iba a dar muchas alegrías a par-tir de ese día.
Los tres goles del Tano Spallina en el '91 en un clásico contra Instituto.
Entre las malas, la famosa tarde del penal atajado a Sodero contraItaliano.
También el partido suspendido por Castrilli por la empanada árabe quele cayó al linesman.
Los dos primeros goles del Luifa Artime contra Estudiantes de la Plata.Después nos dejaría roncos con casi 100 gritos.
Lo que metía el Pampa Rosané, para los que lo podíamos ver de cercapegados al alambrado. La gente deliraba.
El dolor de ver al Gigante abandonado algunos años, en medio de losescombros. La alegría de la reinauguración con el codo de la platea con-tra una selección juvenil.
La infartante tarde de los siete goles a Olimpo para clasificar a un redu-cido. Algunos subidos al alambrado para que el partido no terminaraantes que el de Quilmes, que jugaba en cancha de Morón.
Los tres goles del Uruguayo a Atlético Tucumán, antes de la final del '98.
Los trabajadores de la Cervecería viendo los partidosdesde el techo mientras resistían la venta de sus fuen-tes de trabajo. Con los trapos celestes colgados comosi estuvieran en la tribuna.
Recuerdos de Alberdi
El blooper de Ragg festejando un gol anulado contra Independiente. Lehicieron un gol desde atrás de la mitad de la cancha y el partido termi-nó suspendido con un montón de proyectiles en el campo de juego.
La mediavuelta de Mugnaini ante Quilmes cuando nos devolvió la vidaa los que la estábamos perdiendo de a poco.
El último gol de Villita con la camiseta de Belgrano.
Los festejos del Centenario y la enorme bandera.
El cabezazo de Novaretti ante Huracán de Tres Arroyos, ganando unpartido en el minuto 95. Nada más lindo que eso.
La despedida del Luifa, con la Mona gritando sus preferencias futbole-ras para no dejar más dudas.
La corrida de Franco Vázquez en el último minuto contra Rafaela.
El gol de Gastón Turus en su partido 200.
La noche del granizo contra Ferro.
Y todas las veces que los jugadores se acercan a la tribuna de Los Pirataspara recibir el “gracias Belgrano querido”, que me sigue emocionandocomo la primera vez que lo vi.
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Escritos al primer amor: Belgrano, Alberdi y su gente12 libros coleccionables - Número 6.Tirada de 5000 ejemplares gratuitos.Barrio Alberdi, Córdoba, Argentina, 2010.
Idea y coordinación general:Pablo Iván y Gringo Ramia.Diseño Gráfico:Martín Cardo ([email protected])
Con el aporte y patrocinio del Club Atlético Belgrano.
Impreso en Cooperativa La Gráfica,empresa recuperada.
Mandanos tu opinión o sugerencias a:[email protected]
El Club Atlético Belgrano se complace en promover el proyecto“Escritos al primer amor” con la certeza de fortalecer el vínculo
entre el deporte y la cultura popular, desde el compromiso coti-diano de generar espacios de interacción con los diversos sectores
sociales a los que alcanza el deporte.
Apuntamos a reconocernos en las palabras y las historias de nuestroshinchas y lograr que la literatura sea el motor para reconstruir y fortale-cer la identidad celeste de Alberdi.
Córdoba, Agosto de 2010.