propuestas y alternativashora25.info/system/files/hora 25.pdfhorno ausmelt zinc por versiones de...

48
1 Propuestas y alternativas

Upload: phamxuyen

Post on 03-Jul-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1

Propuestas y alternativas

En esta edición, Hora 25 les presenta ponencias de las cátedras XVI y XVIII, homenaje a Marcelo y Potosí Bolivia: ¿Cómo salir del extractivismo?, realizadas el viernes 17 de julio y el miércoles 26 de agosto, respectivamente.

www.hora25.infoJusto Zapata Quiroz

Juan Carlos Antezana

CONSEJO EDITORIAL

DIRECCIÓN COLECTIVAMirko Orgáz GarcíaNelson Vila Santos

71976674 - 71919703Hora 25 no se hace

responsablede la opinión de nuestros

colaboradores.

DEPOSITO LEGAL 4-31107-95

ÍNDICE

1. El saqueo de Bolivia: La minería y su dependencia entre nacionalizaciones e indemnizaciones2. La insostenibilidad, o inviabilidad, de las inercias hegemónicas3. Industrialización y Rentismo en Bolivia4. Las nacionalizaciones y los intentos de industrializar fracasan porque no se cambia el régimen político5. Gas para Potosí y Bolivia, una base para salir del pozo extractivista y dependiente6. Lineamientos de Políticas de Estado para Bolivia en Tiempos de Cambio Climático

91317

25

33

41

XVI y XVIII Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz

Potosí y Bolivia: ¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?Propuestas y alternativas

Auditorio Salvador Romero de la UMSA

Viernes 17 de julio y 26 de Agosto de 2015

La Paz - Bolivia

9

Propuestas y alternativas

Ponencia presentada en la XVI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz. Auditorio Salvador Romero de la UMSA. Viernes 17 de julio de 2015.

El saqueo de BoliviaLa minería y su dependencia

entre nacionalizaciones e indemnizaciones

En 1978 Marcelo Quiroga hacia una afirmación clara: “… yo digo resueltamente algo que muchos partidos de la izquierda no se atreven a decirlo: hay que nacionalizar la “minería mediana”, esa minería que conserva el nombre de mediana pero que ya es en este momento heredera de la gran minería que se nacionalizó hace tantos años”, recuerda el investigador Alfredo Zaconeta.

En declaraciones realizadas al periódico El Clarín en mayo de 1971, Marcelo Quiroga Santa Cruz señalaba: “Nuestra lucha que es la batalla de todos los días, no es por lo tanto esencialmen-te política, puesto que vemos en la industria una salida cierta, más que posible. Venimos de un pasado de vergüenza y de injusticia. Solo anhe-lamos comprensión. Queremos cambiar la ima-gen de un país que fue el más rico de América, y que hoy figura entre los más pobres”.

La visión propicia y oportuna de Marcelo Quiroga, siempre fue clara al momento de refle-jar las necesidades del país, que en ese entonces se encontraba a puertas del golpe militar, que se-ría consumado meses después por Hugo Banzer Suarez.

En cada oportunidad que se le presentaba, Marcelo no dudaba en denunciar “El Saqueo de Bolivia”, de sus diferentes recursos naturales, hecho que en algunos casos, continua vigente hasta hoy.

La minería en Bolivia, su contexto actual

Tras una escalada de precios a partir del año 2004, Bolivia nuevamente recobra su condición de país minero; sin embargo, esta escalonada de precios encuentra a nuevos actores potenciados (cooperativistas, “mineros medianos”) y otros disminuidos (minería estatal y mineros chicos), cambiando abismalmente los roles de la mine-ría que fue desahuciada dos décadas atrás por el MNR en aplicación del DS. 21060.

Con esta coyuntura, a partir del 2004, los mineros buscan recobrar su incidencia política y social, acompañados de demandas de sus sec-tores, demandas que se centraban en la atención del Estado a través de leyes y decretos que ca-nalicen créditos y subvenciones para reactivar el aparato minero.

San Cristóbal y la gran minería

En 1978 Marcelo Quiroga hacía una afirma-ción clara: “… yo digo resueltamente algo que muchos partidos de la izquierda no se atreven a decirlo: hay que nacionalizar la “minería me-diana”, esa minería que conserva el nombre de mediana pero que ya es en este momento here-dera de la gran minería que se nacionalizó hace tantos años”.

Esta frase sirve para hacer reflexión, debido a que junto con la nueva bonanza minera, llegó también el proyecto minero San Cristóbal que inició sus actividades en abril de 2007.

Esta mina produce aproximadamente 1.300 toneladas métricas por día de concentrado de zinc-plata y 300 toneladas métricas de concen-trado de plomo-plata, para llegar a un volumen estimado de producción anual de 600.000 tone-ladas de concentrado.

El ingreso de San Cristóbal a nuestro país, tuvo más sombras que luces. En 1998 de for-ma “misteriosa” el gobierno de “Tuto” Quiroga disminuye el diámetro de la Reserva Fiscal del Salar de Uyuni, acción que logra el ingreso de

Alfredo J. Zaconeta Torrico

10

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

Apex Silver Mines Limited operadora de San Cristóbal. Fue la Ley Nº 1854, de 8 de abril de 1998 que reduce la Reserva Fiscal del Salar de Uyuni a un perímetro que corresponde a la cos-tra salina, provocando una reducción considera-ble del área de reserva fiscal inicial establecida en 1986.

Posteriormente, tras una serie de reclamos, se dispone la promulgación de la Ley Nº 2564 el 9 de diciembre de 2003, que abroga tanto la Ley Nº 1854 como el Decreto Supremo Nº 26574, declarándose Reserva Fiscal al Salar de Uyuni, devolviendo el perímetro inicial del DS 21260 de 1986, EXCEPTUANDO EL ÁREA DE RE-SERVAS METÁLICAS DE INFLUENCIA DE SAN CRISTÓBAL. Para ese entonces, la em-presa Apex silver Mines Limited, ya había con-solidado su ingreso y desarrollaba sus trabajos para iniciar operaciones en los próximos años.

Al principio, Apex Silver (EE.UU), tenía el 100% de las acciones, luego la empresa Sumi-tomo (Japón) compró el 35% de las mismas en $us 400 MM, para finalmente en noviembre de 2008 comprar el 65% restante. Se estima que esta transacción se produjo debido a las pérdidas que arrojó San Cristóbal en el año 2008, por la caída de precios de los minerales.

Muchas voces se pronunciaron y pronuncian demandando la nacionalización de la Mina San Cristóbal, sin embargo, vanos fueron los pro-nunciamientos, ya que desde un inicio el gobier-no del MAS se negó a esta posibilidad. El 23 de abril de 2010 diferentes medios señalaban: “El gobierno de Evo Morales descartó cualquier intento de nacionalizar la empresa minera San Cristóbal, gerenciada por la japonesa Sumitomo, y anunció que sólo deberá migrar de concesión minera a contrato minero, como establece la nueva Constitución Política del Estado”, (http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2010042309); sin embargo, hasta la fecha no hubo ni lo uno ni lo otro, y el Estado sigue sin participación algu-na en San Cristóbal.

El zinc en Bolivia

A lo largo de su historia, Bolivia ha sido con-siderada como país estañífero, hoy como pro-ductor masivo de zinc.

El zinc es actualmente el mineral más impor-tante en cuanto se refiere a volumen y valor de exportación minera. En el año 2014 se han pro-ducido 448.000 (TMF), exportándose 455.000 (TMF) por un valor de 980 millones de dólares,

de las cuales se estima que el 60% sería de la Minera San Cristóbal; sin embargo el zinc ex-plotado por San Cristóbal no es fundido en el país, por falta de al menos una fundición de zinc. Este hecho ocasiona que los minerales acompa-ñantes (cadmio, indio, renio y oro), sean recupe-rados y aprovechados en otros países.

El año 2010, el gobierno decide impulsar la puesta en marcha de dos fundiciones de zinc en los principales departamentos productores de este mineral, como son Oruro y Potosí, las mis-mas que demandaban una inversión de $us 500 millones, monto que debía ser cubierto por el in-teresado en montar estas plantas. Las 4 licitacio-nes realizadas por parte del Gobierno fracasaron rotundamente por falta de interesados y vacíos administrativos y jurídicos.

Lo que resulta contradictorio es que siendo el zinc el mayor mineral que exportamos en la actualidad y teniendo -aunque en manos priva-das- una de las minas más grandes de plata plo-mo y zinc, como es San Cristóbal, el gobierno no haya tomado la decisión de realizar la inversión como Estado.

Horno Ausmelt zinc

Por versiones de prensa, en el mes de mayo se conoció de una nueva intención, esta vez por parte de la Empresa Metalúrgica de Vinto, quienes señalaron que para hacer realidad este horno se requeriría una inversión aproximada de $us 195 millones para lograr un tratamiento de 140.000 TMF de concentrados de zinc al año, de las 448.000 TMF que produce en la actua-lidad Bolivia, es decir, sólo para el 30,8%; sin embargo esta “posible” instalación solo estaría pensada para tratar la carga de las minas de Bo-lívar y Colquiri. Esto ratifica que el Estado no pensó, ni piensa en tratar la carga de la mina San Cristóbal.

El Mutún y el sueño continuado del hierro en Bolivia

Varios fueron los intentos por parte del Es-tado para hacer realidad su explotación desde inicios del siglo XX, sin que ninguna haya pros-perado en la forma esperada. En aplicación del D.S. 21060, en 1985 se creó la Empresa Meta-lúrgica del Oriente (EMEDO) que realizó traba-jos de explotación, mismos que se extendieron hasta 1993, trabajando a pérdida, periodo en el que se pudo acopiar 350.000 toneladas de con-

11

Propuestas y alternativas

centrados de hierro, que nunca pudieron ser co-mercializados hasta hoy, por la dificultad en el transporte fluvial por el río Paraguay.

A mediados del año 2005, el multimillonario de origen brasilero, Eike Batista, creó la empre-sa EBX Siderúrgica de Bolivia, para luego fir-mar un contrato provisional de riesgo compar-tido con ZOFRAMAQ, para la construcción de una planta de arrabio (hierro colado), lo curioso es que estos hornos ya habían sido construidos con anterioridad. La polémica que despertó esta intención fue cuando se conoció que para la ob-tención de arrabio, los hornos funcionarían con carbón vegetal proveniente del Pantanal bolivia-no, lo que despertó movilizaciones y pronuncia-mientos de diferentes sectores y organizaciones ambientales, que al final desbarataron la inten-ción de la EBX.

Posterior a esto hubo dos licitaciones inter-nacionales que fracasaron por diversos factores, lo que posteriormente derivó en la creación de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM).

En diciembre de 2005, el gobierno de Eduar-do Rodríguez realizó una nueva licitación inter-nacional, a la que animados por la escalada de precios del hierro y acero, se presentaron: Mittal Steel Group, EBX Siderurgica Bolivia, Techint – Siderar, Luneng Shandong y Jindal Steel and Power. Después de muchas peripecias, fue re-cién el gobierno de Evo Morales que consolidó esta licitación. La hindú Jindal Steel and Power resultó ganadora.

La firma del Contrato de Riesgo Comparti-do del Mutún, se realizó el 18 de julio de 2007. Este contrato establecía que el Estado boliviano participaría en todo el ciclo productivo; pues, se debía seguir una secuencia hasta llegar a obte-ner acero en planchones, palanquilla y lamina-dos, asimismo, se establecía que únicamente se explotaría la mitad de las reservas, comprome-tiendo una inversión de $us 2.100 millones, a cambio de una explotación de 1.000 millones de toneladas en 40 años.

Uno de los mayores problemas que se pre-sentó para concretar este proyecto fue la lentitud del Estado en lograr el saneamiento de tierras, paralelo al problema de abastecimiento de gas requerido por la Jindal Steel Bolivia (JSB), lo que “justificó” la mínima inversión hecha por la empresa hindú, que motivó al Estado a tomar la decisión de ejecutar las boletas de garantía y derivó en el inicio de un arbitraje internacional por parte de la Jindal, laudo que hasta hoy no se soluciona. Resultado de todo esto: los trabajos

en el 50% del yacimiento de hierro están parali-zados sin fecha para la concreción de un verda-dero proyecto.

Bolivia solo representa el 0,6% de toda la demanda de acero de la región y al no producir la materia tiene que importarlo, por ello urge ac-tivar el Mutún con celeridad para producir acero de construcción y exportar el excedente.

El consumo de acero laminado en Bolivia es ínfimo a comparación de otros países de la región, llegando a 440.000 toneladas en 2014, con una participación del 0,6% en total de la de-manda de acero.

La región demanda más de lo que produce. Según los datos de Alacero, la producción de acero laminado llegó a 56 millones de toneladas en 2014 y se estima que solo crecerá a 56,8 mi-llones este año. Mientras que la demanda fue de 69,3 millones de toneladas la pasada gestión y se espera que el consumo alcance 70,6 millones de toneladas este año, es decir un crecimiento del 2%. En este sentido, los años 2014 y 2015, para cubrir el déficit de la demanda de 23 millones de toneladas de acero laminado se estima que las importaciones lleguen a 24,5 millones, crecien-do en 6,5% la demanda.

Según datos de Alacero, en 2014 Améri-ca Latina recibió 8,3 millones de toneladas de acero laminado desde China y se estima que en 2015 llegarán 9,7 millones de toneladas desde ese país. Actualmente, China abastece aproxi-madamente el 14% del consumo de acero de la región. Esto significa que en 2015, América Latina importará 2,7 veces más acero laminado desde China que en 2011.

En 1971 Marcelo Quiroga afirmaba “Conta-mos con las inmensas reservas de hierro del Mu-tún y con el gas, como elemento reductor”; sin embargo, pese a que este yacimiento fue descu-bierto 1849 y se cuenta con gas y el yacimiento de hierro, hasta ahora no se logró concretar nada en beneficio del Estado.

Indemnizaciones ¿justas y necesarias?

A partir de 1952, por presión de los trabaja-dores, varias fueron las nacionalizaciones que se propiciaron por diferentes gobiernos. La primera fue la Nacionalización de las minas en 1952, sin embargo pocos apuntan que entre 1953 y 1961, el Estado boliviano tuvo que pagar más de 22 millones de dólares a los “Barones del Estaño”.

Posteriormente, en el sector minero se vivió la nacionalización de la mina Matilde, propi-

12

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

ciada el 30 de abril de 1971 por el gobierno del Gral. Juan José Torres, al igual que en el anterior caso, en diciembre de 1972 el Estado pagó 13,4 millones de dólares como indemnización por las inversiones efectuadas.

A febrero de 2013, de las 19 empresas na-cionalizadas por el Gobierno de Evo Morales, siete fueron indemnizadas con 615,7 millones de dólares. Tres aún no tienen monto estimado de indemnización y nueve esperan cobrar alrededor de 587 millones de dólares en arbitrajes interna-cionales o en negociaciones “amigables”.

- Quiborax S.A; Allan Fosk y Non Metallic S.A. (La controversia con Bolivia surge a raíz de la reversión de 11 concesiones mineras en Uyuni).

- Sinchy Wayra-Complejo Metalúrgico Vin-to (suspendido por acercamiento). Glencore In-ternational notifica la controversia.

- Mallku Khota. Se revierte al dominio del Estado las Autorizaciones Transitorias Especia-les Mineras de Mallku.

- Colquiri. Glencore International PLC noti-fica al Estado la existencia de una controversia.

- Jindal Steel Bolivia (JSB) contra la Empre-sa Siderúrgica de El Mutún (ESM).

Montos exigidos por concepto de indemnización:

Colquiri y Vinto ($us 122 millones).Mallku Khota ($us 25 millones); sin embar-

go por últimas publicaciones de prensa se co-noce que la minera canadiense South American Silver reclama al Estado boliviano 370 millones de dólares por el retiro en 2012 de su concesión para explotar un yacimiento en el norte de Po-tosí.

Quiborax por acciones en el salar de Uyuni ($us 40 millones).

Jindal Steel and Power: Por el Mutún ($us 400 millones).

La pregunta que surge es obvia: ¿Es justo que Bolivia pague estas indemnizaciones?, si se lo hace, podemos afirmar que El saqueo de Bo-livia continúa.

(Alfredo Zaconeta, es Periodista e investiga-dor en temas mineros)

13

Propuestas y alternativas

Ponencia presentada en la XVI Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz. Auditorio Salvador Romero de la UMSA. Viernes 17 de julio de 2015.

La insostenibilidad, o inviabilidad, de las inercias

hegemónicas

“En este espacio temático, las diferencias ideológicas entre las derechas e izquierdas tradicionales no han resultado relevantes. Las izquierdas tradicionales no cuestionan la viabilidad y razonabilidad del mito del crecimiento económico por fuera de los límites regenerativos de la naturaleza. En los hechos constatables tanto en Bolivia como en el resto del mundo, el “progresismo” es tan extractivista como el que más. Por el momento, los planes y las políticas públicas en la Bolivia del “Vivir Bien” ni siquiera plantean un horizonte de transiciones hacia la sostenibilidad”, sostiene Cecilia I. Requena Z.

Cecilia I. Requena Z.

Una comunidad humana inteligente, rea-lista y consecuentemente sostenible (viable) es aquélla que opera dentro de las capacidades regenerativas de los ecosistemas de los que de-pende. Nuestros (sub)sistemas culturales, polí-ticos, económicos, sociales son ineludiblemente dependientes del (sub)sistema de la naturaleza. Sin embargo, la mayor parte de la humanidad no alcanza, aún, a percibir ni a asumir las implica-ciones de esta elemental evidencia.

En este marco, las visiones predominantes, las instituciones hegemónicas generan inercias insostenibles, mortíferas, a partir (entre otros) de la percepción de la naturaleza como algo sin límites, externo a la esfera humana, ajeno, subsi-diario, dispensable; un ámbito a ser controlado, dominado, alterado a gusto; puesto al servicio de la satisfacción de las crecientes necesidades de una humanidad también creciente; poblado de seres inferiores, carentes de derechos, cuya exis-tencia solo tiene sentido y valor en la medida en que nos resulta útil y/o transable. Así, la invia-bilidad del modelo dominante tiene su origen en los paradigmas: en el ámbito de los supuestos fundamentales que proveen sentido, orientación, que son ampliamente compartidos y de difícil cuestionamiento. Uno de estos es el desarrollo, o el progreso, entendidos como un alto grado y/o un aumento constante de producción y consumo de bienes materiales y servicios.

Hemos heredado un incomensurable y ma-ravilloso patrimonio evolutivo desarrollado du-

rante aproximadamente cuatro mil millones de años, mucho antes de que esa misma dinámica engendrara nuestra especie, hace unos 200 mil años. La diversidad de formas de vida en el planeta sobrepasa (en dimensiones difícilmente imaginables) nuestra capacidad de conocerlas. Apenas empezamos a comprender una ínfima parte del tejido de múltiples interdependencias del que somos parte. Tal vez, debido a esta ina-barcable ignorancia hoy (más que nunca antes) nos hemos convertido en el factor determinante de la destrucción de ese legado, aún a pesar de

Fuente: WWF

14

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

tratarse del tejido vital que nos sostiene. De he-cho, la humanidad ha llegado ha convertirse en una fuerza capaz de desbaratar varios equilibrios presentes en la biosfera durante los 12.000 años previos (Holoceno). Fueron los que crearon las condiciones para el surgimiento de la civiliza-ción humana. Dada esta capacidad de disrupción significativa, la presente época es ampliamente denominada ya como del Antropoceno.

Puesto que hemos provocado y seguimos provocando varias graves crisis ambientales simultáneas, necesitamos cambiar significati-vamente los modos en que gran parte de la hu-manidad habita el planeta. El concepto “cambio civilizatorio” no parece, pues, exagerado para el tamaño del desafío que debemos afrontar y, por si fuera poco, con sentido de urgencia.

A pesar del creciente bagaje de datos que nos informan y advierten acerca de la inviabilidad del actual sistema de producción y consumo, avanzamos enceguecidos por el sesgo de un particular antropocentrismo que fue asumido como verdad “universal” incuestionable en un pasado no muy remoto, aunque las semillas ha-yan estado presentes ya desde el remoto pasado de nuestra historia larga. La diferencia estriba en los alcances e intensidad del impacto. Esta suerte de matriz cognitiva básica, impide mirar y comprender inclusive aquello que es fácilmente visible para un par de ojos humanos menos de-pendientes de condicionamientos culturales que normalizan y banalizan la devastación ambien-tal en nombre del “desarrollo”, del “progreso” y otros constructos mentales asociados.

En el particular orden de cosas marcado por la mirada antropocéntrica, la economía se dis-tanció de la ecología al punto de convertirse no sólo en ámbito distinto sino contrapuesto. La economía se entiende y se ejerce como un sistema independiente de la naturaleza (cuando no superior, en sentido de prioritario). La natu-raleza suele ser concebida como el “medio am-biente”, el entorno que, en el mejor de los casos, debe ser protegido de los estragos del modelo, en porciones mínimas aunque representativas (áreas y especies protegidas) con los excedentes (si los hay) generados por la dinámica de pro-ducción y consumo. En el peor de los casos, la naturaleza y el “medio ambiente” son percibidos únicamente como una fuente de “recursos natu-rales”, mismos que deben ser “explotados” para incrementar la cantidad de recursos disponibles para financiar las necesidades (indispensables y dispensables) de los seres humanos. Es más,

bajo ciertas perspectivas y propuestas ultraex-tractivistas, la defensa de la naturaleza, es decir de la trama que sostiene la Vida, ha llegado a ser descalificada como una forma de imperialismo y/o neocolonialismo.

En este espacio temático, las diferencias ideológicas entre las derechas e izquierdas tra-dicionales no han resultado relevantes. Las iz-quierdas tradicionales no cuestionan la viabi-lidad y razonabilidad del mito del crecimiento económico por fuera de los límites regenerati-vos de la naturaleza. En los hechos constatables tanto en Bolivia como en el resto del mundo, el “progresismo” es tan extractivista como el que más. Por el momento, los planes y las políticas públicas en la Bolivia del “Vivir Bien” ni siquie-ra plantean un horizonte de transiciones hacia la sostenibilidad.

Desafíos de insostenibilidad sistémica: ape-nas un par de ejemplos

Cambio Climático

Entre las crisis ambientales más amenazantes y apremiantes está del Cambio Climático, gene-rado por la excesiva acumulación atmosférica de gases de efecto invernadero (GEI), derivados de la quema de combustibles fósiles (hidrocarburos y carbón), de la deforestación y de fuentes adi-cionales de otros gases menos abundantes pero más potentes en el corto plazo como el metano generado por la pecuaria y la descomposición de materia orgánica generada por ejemplo en los embalses (inundaciones) de las megarepresas tropicales.

El proceso de negociación de reducción global de emisiones de GEI, en el marco de la Convención de Cambio Climático y de su próxi-ma Conferencia de las Partes (COP21, París, diciembre de 2015) se encuentra ante el gran de-safío de asumir, de una vez por todas, los lími-tes que se contraponen a las inercias del sistema energético tradicional, insostenible, aunque en plena vigencia y con enorme poder de influencia y presión.

Una muestra clara de la necesidad de cam-bios profundos en la matriz energética mundial se expresa en el presupuesto global de carbono calculado por científicos a partir de los datos provistos por Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés). Este cálculo establece la cantidad máxima de futu-ras emisiones de CO2 si se pretender limitar el aumento promedio global de temperatura en 2

15

Propuestas y alternativas

grados centígrados hasta el 2100. Es el umbral que permitiría evitar las peores consecuencias del fenómeno (las ambiciones de un menor au-mento en el futuro aparece como casi imposibles ya, dadas las tendencias en las emisiones de las naciones, las emisiones realizadas y las inercias del sistema climático). Sin embargo, las actuales reservas probadas de combustibles fósiles del mundo son cinco veces superiores al prespues-to, es decir, a la cantidad máxima aprovechable. Cabe preguntarse, por tanto: si 80% de las re-servas probadas deben quedarse bajo tierra para evitar catástrofes a una escala no vista previa-mente ¿cómo justificar el hecho de que empresas y Estados sigan en la búsqueda de más combus-tibles fósiles? Intereses monumentalmente irres-ponsables, pesadas inercias vigentes en el marco del viejo paradigma, ominosos desequilibrios de poder son algunas de las causas principales. En todo caso, la situación demanda prontos y ra-dicales cambios en las políticas, especialmente pero no únicamente, energéticas de los Estados, que deberían orientarse sin demora hacia tran-siciones en pos de las energías limpias, cuyos

precios, por cierto, no dejan de bajar, situándose actualmente en muchos países, por debajo de los precios de gas no subsidiado y sin siquiera tomar en cuenta las externalidades.

¿Qué hay de las contribuciones de Bolivia? Debido a la intensa deforestación iniciada y sos-tenida desde el último tercio del siglo XX (entre 150mil y 300 mil Ha/anuales, dependiendo de las fuentes de información que se consulte), la contribución actual de Bolivia está entre las más altas del mundo, si se la calcula per cápita. Es una perspectiva reveladora (más aun si se la ex-trapola), ya que la contribución absoluta relativa tenderá a ser siempre insignificante en vista del

tamaño relativo de la población y del territorio boliviano. El peso de ambas variables es y será reducido en términos globales. Aunque insigni-ficante a nivel global, estas tendencias pueden ser devastadoras en la esfera local y nacional. Por ejemplo, la pérdida de una porción signifi-cativa de la selva amazónica boliviana amenaza con alterar drásticamente el régimen de lluvias de buena parte del país, con todo lo que esto im-plica, incluyendo el altiplano norte (el Lago Titi-caca y la zona metropolitana de La Paz/El Alto).

Por si los desafíos no fuesen enormes, co-rresponde mencionar que los efectos del Cam-bio Climático tenderán muy probablemente a ser especialmente marcados en el territorio bolivia-no. Condiciones como la ubicación en el interior del continente y el alto nivel altitudinal de un tercio del territorio implicarán, según los mode-los del IPCC, subidas relativas de temperatura aún mayores que el promedio global . Nótese que con un aumento promedio global de 0.8 gra-dos centígrados, glaciares como Chacaltaya han desaparecido por completo y varios años antes que lo previsto en los escenarios, con los corres-pondientes efectos sobre la oferta de agua en la región.

La lucha en torno a principios como el de “justicia climática” y “responsabilidades comu-nes pero diferenciadas” será crítica para poder desarrollar y financiar políticas efectivas de adaptación y mitigación, incluyendo la transfe-rencia tecnológica. Pero, no deberían ser, fuer-zas que resulten neutralizadas por políticas na-cionales abiertamente contradictorias, como las actuales políticas energética, agropecuaria o mi-nera. Que hasta los últimos reductos de regene-ración de los equilibrios vitales indispensables para todo el país, las áreas protegidas, hayan sido abiertas a la explotación hidrocarburífera y, posiblemente, minera, así como a las grandes in-fraestructuras camineras y energéticas demues-tra el grado de incomprensión de la importancia crítica de los servicios ambientales que éstas ofrecen a toda la población boliviana.

Huella Ecológica y biocapacidad

La Huella Ecológica es un indicador de im-pacto ambiental que calcula el área productiva necesaria para responder a la demanda de recur-sos y de desecho de residuos de un individuo o

Fuente: Bolivia en un mundo 4 grados más caliente. Escenarios socio-políticos ante el Cambio Climático para los años 2030 y 2060 en el altiplano norte, PIEB, 2013

16

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

agregación de éstos. Esta medida de demanda suele relacionarse con la oferta planetaria de am-bientes productivos, expresada en el concepto “biocapacidad”. Las capacidades regenerativas del ambiente están implícitas en la relación que se establece entre las relaciones de la oferta (bio-capacidad) y la demanda (huella ecológica). En 2014, según la organización no gubernamental Red Huella Global, la humanidad demandó, en promedio global, un 50% más que biocapacidad disponible. Esto es posible en la práctica porque las pérdidas en resiliencia ambiental suelen ser graduales (productividad del suelo, por ejem-plo). Hay, por tanto, márgenes temporales antes de que las reservas, o márgenes, para la regene-ración de los ecosistemas sea agotada y alcance los puntos de quiebre cualitativos, observables, por ejemplo, en la conversión de tierras una vez fértiles en arenales improductivos, en la desapa-rición de glaciares o en la muerte de cuerpos de agua.

Evidentemente, el promedio global está com-puesto por niveles muy distintos, que revelan las conocidas, persistentes e inaceptables desigual-dades globales. Con todo, a pesar de los déficit de calidad de vida en Bolivia, la huella ecológica

del país (otro promedio) sobrepasa la barrera de lo que le correspondería a cada habitante del pla-neta en el presente (1,7 Ha.), asumiendo una dis-tribución fuese igualitaria. Las causas tiene que ver fundamentalmente con los impactos agrega-dos de la agropecuaria en el país, que incluyen principalmente a la deforestación. El mensaje es claro: el actual modelo de producción y consu-mo boliviano es insostenible. Su profundización nos conduce, más pronto que tarde, al desastre.

No hay más alternativa que asumir algo ele-mental: no podemos seguir ignorando, ni mucho menos sobrepasando impúnemente los límites biofísicos o las capacidades regenerativas de los procesos naturales que sostienen la vida tal cual la conocemos hoy. Es suicida. Necesitamos una revolución ético/política capaz de resignificar, profundizar (o superar) conceptos como desa-rrollo, progreso, bienestar. También requerimos avanzar hacia los derechos ampliados, la desma-terialización y la ecocentralidad. Por su parte, las políticas públicas deben orientarse, en serio, hacia la profundización y aterrizaje de alterna-tivas que concreten el “Buen Vivir” y las tran-siciones hacia la sostenibilidad. Es un desafío formidable para la humanidad y no es opcional.

17

Propuestas y alternativas

Voy a hacer una exposición sobre la indus-trialización y el rentismo. Hay una imprecisión cuando se dice que la oposición es entre indus-trialismo o industrialización y extractivismo.

Se ha dado mucha difusión a este término: extractivismo, como un modelo de economía que exacerba la extracción pura y simple de materias primas, de recursos naturales. Eso sería extrac-tivismo. Este tipo de economía según algunos analistas se opondría a la industrialización, cuya meta es una economía industrializada.

Creo que la oposición a la industrialización y las posibilidades de industrialización en nues-tro país es con el rentismo y no con el “extracti-vismo”. Por eso es que Álvaro García Linera ha salido con una defensa de su política diciendo que “en realidad toda economía es extractivista porque se extrae de la naturaleza, dice, nada está fuera de la naturaleza, y, por tanto, debe ser ex-tractiva”.. Los anti-extractivistas, entonces, no tienen nada que responder pues sus diferencias sólo aludirían a la magnitud de la extracción: masiva o moderada.

El problema debería formularse de la si-guiente manera: ¿cómo transforma una econo-mía en industrial? Para ver eso habrá que revisar la historia del capitalismo. Cómo se desarrolló para llegar a la industrialización, a la gran indus-tria o lo que conocemos hoy como economías industrializadas.

Voy a analizar cuatro aspectos: Industrializa-ción, Industrialización y Rentismo, Industriali-zación del Proceso de Cambio y Superación del atraso con la industrialización, que es lo que to-dos esperamos que suceda.

¿Qué es la industrialización?

La industrialización es un proceso de trans-formación técnica de la producción. Pero es tam-bién un proceso histórico de superación de las relaciones sociales de producción. Es decir, no se define única ni principalmente por la diversi-ficación de los objetos y productos del trabajo, es decir por la forma o tipo de materias primas y bienes industriales.

Cuando se dice: “estamos industrializando la minería, tenemos estaño metálico y no con-centrado”, el énfasis está puesto en el objeto de trabajo y en el producto, cuando en realidad el tema es el proceso de la producción.

Pero la industrialización, ante todo, es una fase del desarrollo capitalista que busca incre-mentar la productividad, abatir el salario y au-mentar las ganancias capitalistas. ¿Por qué?. El capitalismo, que es la separación entre fuerza de trabajo y medios de producción, ha adopta-do inicialmente formas que no son típicamente capitalistas. En una primera fase del capitalismo tenemos la forma mercantil simple, en la que las

¿Qué necesitamos para superar el rentismo? se pregunta el autor, si tenemos como país riquezas naturales en abundancia. ¿Qué es lo que falta? Se responde: una clase social que revolucione las relaciones de producción rentistas. “No puede ser la burguesía porque la burguesía fracasó y cree que su destino está ligado al destino de las trasnancionales, desde Patiño hasta Gonzalo Sánchez de Lozada. No puede ser ella. Tendrá que ser un gobierno revolucionario, socialista, un gobierno que tendrá que deshacerse de las trasnacionales y no convertirse en su socio”.

Ponencia presentada en la XVIII Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz. Auditorio Salvador Romero de la UMSA. Miércoles 26 de agosto de 2015.

Industrialización y Rentismo en Bolivia

Carlos Arze Vargas/Investigador del CEDLA

18

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

relaciones de producción todavía no tienlos ras-gos típicos del capitalismo porque se está pro-duciendo bajo técnicas de un pasado anterior, es decir, de un modo anterior al capitalismo. Eso es lo típico, por ejemplo, en la artesanía y en la manufactura, que deriva de ahí mismo su nom-bre: la producción con las manos. En esta fase se recurre a la cooperación simple que consiste en unir o agrupar a varios obreros para hacer lo mismo. Más adelante, la cooperación consistirá en poner a trabajar a muchos obreros y parce-lar el proceso de producción, es decir, que cada obrero haga una parte del producto. Esa es la manufactura.

Entonces, la industrialización es un proceso desarrollado del capitalismo.

Qué es la revolución industrial

Cuando se habla de revolución industrial se dice que ésta se produjo al incorporar la máqui-na de vapor. Esa es una versión explicativa de la revolución industrial. Marx, por el contrario, dice que la revolución industrial: “arranca de la máquina herramienta”, es decir, en el momento en que podemos hablar de un capitalismo que produce en base a la máquina herramienta.

Marx dice que la diferencia de la máquina con la herramienta -que diferencia anteriores modos de producción- “no sólo es por su grado de complejidad o por la fuente de la fuerza mo-triz”. Para entender esto empecemos por definir qué es la máquina.

La “máquina desarrollada” se compone siempre de: 1) motor, 2) transmisión y 3) má-quina-herramienta. El motor y la transmisión solo sirven para darle movimiento a la máquina, hablamos entonces de la fuente de energía y del mecanismo de transmisión. Lo más importante es la “máquina herramienta”. Es decir, una he-rramienta como parte de una máquina que hace las mismas acciones que haría el hombre, pero de una manera más potente, con mayor capaci-dad. La diferencia de la máquina y del obrero estriba en la capacidad de cada uno para mane-jar un número de esas herramientas al mismo tiempo. Es decir, la máquina puede manejar un número mayor de esas herramientas al mismo tiempo. Esta es la parte más importante porque la herramienta compleja, es la que se encarga de modificar y controlar el objeto de trabajo, de convertir la materia prima en un producto dis-tinto, nuevo.

La maquinización

Energía: partes del instrumento donde el obrero cumple sólo una función motriz y es don-de primero es sustituido el obrero por otro mo-tor (animal, agua, viento, VAPOR). Cabe decir que son cambios que no implican revolucionar el modo de producción. Marx dice que al uso de la máquina hay que llamarlo: industrialización y no a que produzcamos concentrados o que pro-duzcamos metal sino a cómo producimos.

Dice Marx: “la máquina, de la que arranca la revolución industrial, reemplaza al obrero que manipula una herramienta única por un meca-nismo que opera simultáneamente con una masa de herramientas iguales o parecidas a aquélla y que es movido por una fuerza motriz única, sea cual fuere la forma de ésta”. Está hablando del autómata. La película Tiempos M odernos de Charles Chaplin muestra cómo el obrero es sus-tituido por la máquina. Y es la historia de la in-dustria moderna capitalista que es la sustitución del obrero por la máquina. Que no tiene nada que ver con que el obrero producía una u otra cosa, porque la máquina puede producir exac-tamente una u otra cosa como el obrero, pero lo hace de manera “industrial”, es decir, masi-va, acelerada. Y eso ha sido una necesidad del capitalismo porque busca más plusvalía y para producir más plusvalía encuentra límites. El lí-mite de la producción de plusvalía absoluta es el tiempo del trabajo. No puede haber más de 24 horas al día y no podemos extender más la jornada para explotar más al obrero. Entonces la plusvalía relativa significa abolir el salario y au-mentar la productividad. Ese es lo que ha hecho el capitalismo y eso es el carácter revolucionario del capitalismo en la historia de la humanidad.

Dice Marx que la cooperación y el sistema de máquinas es la figura más desarrollada de la industria maquinizada. Así como en el taller mercantil simple se podía utilizar la cooperación entre obreros y cada uno haga un producto com-pleto, en la siguiente fase se da una cooperación más avanzada en la que se divide los pasos de la cooperación y se especializan los obreros.

En el caso de las máquinas sucede lo mis-mo: podemos poner muchas máquinas a hacer lo mismo, luego se pueden poner máquinas es-pecializadas que hagan parte de cada producto y finalmente se puede poner un autómata.

No se sí conocen la producción de un ingenio moderno minero: el ingenio Bolívar, por ejem-plo. En este ingenio, antes, había una cantidad

19

Propuestas y alternativas

enorme de trabajadores. Después cuando se mo-derniza, en la época neoliberal, este ingenio es prácticamente manejado por 5 personas, espe-cialistas en el manejo de una computadora que controlan todo el flujo del ingenio. Es decir, ese proceso es altamente industrializado. Ya no es cooperación de máquinas, sino es un sistema de máquinas que todas están interconectadas que dependen de un motor central único.

Esto quiere decir que la producción ha supe-rado los límites orgánicos del obrero. El obrero si trabaja más allá de las 12 o 16 horas ese obre-ro no va a vivir mucho. Supongamos que sean 8 horas, en una hilandería sólo podría mover dos husos, mientras la máquina puede mover cien-tos de éstos. La maquinización de la hilandería significa que se podía poner cientos de usos en sistema para producir sin gastarse.

Pero además hay un reemplazo de la rutina de origen empírico por la aplicación consciente de las ciencias naturales. Cuando se reúne a los obreros para que hagan una misma cosa en un taller mercantil simple, ese proceso se adecúa a los obreros. En cambio, cuando se está hablando de una producción con máquinas ya no se ade-cúa a los obreros sino que el obrero se adecúa a las máquinas. Ese es el proceso de industria-lización.

Diferencia entre rentismo y capitalismoindustrial

Resumamos: la renta es una forma de plus-valor, de plusganancia en el capitalismo. Y es aquella parte del valor nuevo de la plusvalía de la que se apropia aquel que controla la propiedad, controla ese recurso. Es la tierra. La propiedad territorial. La renta nace en la agricultura. Pero también hay la renta de los recursos naturales.

El control monopólico de las reservas de mi-neral, por ejemplo, permite que el propietario de eso obtenga una renta, en el caso del estado ob-tiene la regalía que es la renta.

El rentismo a diferencia del industrialismo, del capitalista industrial, lo que obtiene, no lo hace por su participación dinámica en la produc-ción, no porque es innovador sino porque tiene el monopolio y el control de los recursos. Esa es la diferencia entre industria y rentismo.

Entonces la magnitud de la renta no depende de lo que hace el rentista, ese dueño monopólico de un recurso, sino del grado de desarrollo so-cial, es decir, del desarrollo de la producción en otras esferas.

La tierra que es indivisible y finita, por ejem-plo, produce una renta porque no todos tienen acceso a una tierra productiva y fértil. Como va creciendo la población, el último productor va a obtener una renta porque siempre va a poder vender ese producto.

Pero también hay una renta monopólica en el capitalismo, por ejemplo, en los hidrocarburos. Estamos viendo la caída de los precios del petró-leo. En esta guerra de los precios, Arabia Saudita que es el principal productor de los países expor-tadores de petróleo (0PEP) y el que tiene las re-servas, está en una pelea ahora que estamos lle-gando a los 30 dólares el barril de petróleo dice que “puede resistir precios de 10 dólares”. Lo que Arabia Saudita quiere es sacar del mercado a los productores que tienen los costos más altos, para tener el control del mercado como lo tenían antes. Eso quiere decir que los costos están muy lejos de los precios en el mercado. El precio del barril de petróleo estaba por los 50 pero el costo no llegaba, en el caso de Arabia Saudita, ni a 10.

En el caso de Bolivia, el CEDLA investigó que el precio era un poco más de 6 dólares el ba-rril y el precio del gas estaba muy lejos de los 10 dólares que se paga por MMP3, estaba en menos de 1 dólar.

Ustedes saben que en el capitalismo las cosas se venden a un precio cercano a su costo de pro-ducción. En el caso del pan, el productor dice: “ha subido la harina, el gas, el salario, más o me-nos cuesta 36 cts. hacer un pan”. El precio está cerca a ese costo. Y la ganancia es un pedacito.

En cambio, en el caso de las industrias ex-tractivas, hay una renta que no está cerca al pre-cio de producción, a su costo y que depende de la sed de energía del mundo y de la especulación de las bolsas. Ese es un precio monopólico y una renta monopólica.

Situación de la industria boliviana

La industria boliviana es muy pequeña no ha cambiado el nivel de industrialización de la economía. Tenemos un PIB: Industria manufac-turera 18% período 2000-2014, Comercio 47%, IIEE 10%-14%.

Es decir, la industria es básica tiene y se con-centra en Alimentos, bebidas y tabaco más del 50%; derivados petróleo y minerales 22%. Es una industria manufacturera.

Los hidrocarburos en un 67% es para la ex-portación; 18% refinerías y 8% termoelectrici-dad, durante el periodo 2006-2013.

20

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

En la minería el nivel de metalurgia es muy bajo: 8,18% en 2006 y 3,46 en 2012 se convierte en metal.

Proyectos de industrialización de hidrocarburos En el caso de los hidrocarburos, cabe decir

que son plantas de separación de líquidos no de industrialización y muchos de estos proyectos se han postergado mucho tiempo. En el caso de la planta de propileno, primero empezó como planta de etileno, luego se dijo de propileno y polipropileno. Por qué este cambio. No solo por-que es ineficiente o porque no hay una planifica-ción en el gobierno, sino porque hay intereses. En realidad, el cambio obedece a que Argentina necesita etano para su industria de plástico. La planta de etileno está proyectada para el 2022 y la de propileno para el 2018. Se ha inaugura-do la planta separadora del Gran chaco que va

a proveer etano. Aquí el gran problema es que para producir propileno se tiene que usar propa-no y el gobierno pretende venderlo como GLP. ¿Vendemos GLP o lo usamos para producir pro-pileno? Es común a todos los proyectos la falta de planificación.

Industrialización minera

Observemos la hidrometalúrgica Coro Coro, Fábrica de ácido y una primera fase de la Planta de Carbonato de Litio. El único que se ha entre-gado es el Horno Ausmelt que no funciona por-que no existe suficiente materia prima.

Bolivia ha pasado a ser productor de polime-tálicos de zinc, plomo plata. Lo que más se pro-duce es el zinc y lo que había que hacer era las hidrometalurgias de zinc en Oruro y Potosí. Este proyecto ha fracasado. Se han hecho tres o cua-tro licitaciones, se ha entregado a una empresa china y la ha abandonado, y no hay perspectivas

21

Propuestas y alternativas

de que se haga. El gobierno quiere que el pro-ponente invierta 500 millones de dólares y pro-duzca el zinc, sin conocer la ley de este mineral.

Los otros proyectos como Karachipampa, Telamayu están pendientes.

Proyectos de industrializacion de la manufactura

En el caso de la industria manufacturera está EBA (Empresa Boliviana de Almendra y Deri-vados) que es un centro de acopio y beneficado. Papelbol fue un fracaso. La Planta emsamblado-ra Quipus es como su nombre dice es ensambla-dora, no de transformación y funciona con mate-rial importado. En general, todos estos proyectos son pequeños, comparados con los más de 5 mil millones de la industria hidrocarburífera y están presupuestados en el Plan Operativo de YPFB 2015-2019 otros 12 mil millones. En cambio en la industria manufacturera las inversiones son del orden de los 626 millones de dólares. Y en algunos casos como la Planta industrial del Mate no pasan de los 500 mil dólares. Planta de pal-mito en Shinahota cerca a 2 millones de dólares. Esa es la inversión en manufactura.

Está priorizada la inversión del gobierno del MAS en las industrias extractivas.

Características de la “industrialización” de hidrocarburos

La industrialización de hidrocarburos está subordinada a la exportación y a la obtención de ingresos fiscales. No se puede pensar en etileno, propileno sino se piensa en procesos de separa-ción y vender gas seco a los mercados interna-cionales. Estos proyectos están subordinados a que den renta, sino no se hace el proyecto.

El gobierno ha hecho un plan, la estrategia boliviana de la energía, el año 2007 donde consi-dera que la energía es fuente de recursos fiscales. Para el gobierno, la energía no es fuente de in-dustrialización, del cambio de la matriz produc-tiva, etc., no, es fuente de impuestos.

El destino es la exportación. Ya no es solo vender el gas como materia prima, sino que es-tos proyectos llamados de industrialización es-tán destinados a la exportación.

Esto se observa en el PND, EBH, PI 2009-2015 que priorizan el incremento de la extrac-ción para consolidar mercado de exportación (15%), mientras abastecimiento de mercado in-terno muestra bajo crecimiento (7%).

En el caso de la planta separadora de Río Grande entre el 84 y 71% es para el mercado in-terno porque ya estábamos importando GLP y lo demás se vende. La plata del Gran Chaco: 100%

22

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

para la exportación.Y en el caso de la Urea-amoniaco lo mis-

mo: 80%-90% para la exportación y 10% para la agricultura vinculada a la soya, sorgo, es de-cir, la agroindustria de exportación, no para el pequeño campesino que produce para la canasta familiar como quinua, etc.

Los otros proyectos son relleno: Petrocasas (2010), Planta Amoniaco (2012) y la Planta GTL como “alternativa” para cubrir el déficit de com-bustibles (diesel y gasolina), el proyecto más in-teresante, ha sido descartada.

Características de la “industrialización” de Minería

Ya hemos dicho: es una industrialización bá-sica (metalurgia o química básica). El objetivo primordial de incrementar la recaudación fiscal mediante monetización de reservas y exporta-ción de materia prima.

Es una estructura de la producción dominada por el sector privado. COMIBOL tiene apenas el 6% de la producción. Solamente la minera San Cristóbal tiene el 70% del volumen de producción en Bolivia. Por tanto, está relegado el es-tado y está someti-do a la decisión de una empresa trans-nacional.

El principal proyecto Mutún (grado de transfor-mación y dimensión) sujeto a decisión política y con problemas de falta de provisión de energía (PI2009-2015 de YPFB calculó demanda 2011 = 2.7 MMmcd ; 2014 = 4.7 MMmcd y 2018 = 8.4 MMmcd pero sólo garantizó 2,5MMmcd). Hay falta de planificación real.

El proyecto estrella de industrialización de Litio: i) sólo llega como 100% estatal hasta fase II de química básica (producción masiva de Carbonato de Li); ii) la fase III de producción de cátodos y baterías en asociación con empre-sas extranjeras; iii) económicamente destaca producción de Cloruro de Potasio (70% de los ingresos). En este proyecto, existe una escasa información sobre impactos medio-ambientales: encalado en Litio, falta fábrica de ácido sulfúri-co para atenuar contaminación ambiental.

Hay una incapacidad y falta personal técnico

(licitación hidrometalúrgicas zinc, errores de di-seño Coro Coro, planta oxígeno Karachipampa).

Características de la “industrialización” de Manufactura

En este caso, se reitera la naturaleza básica y manufacturera de la industria nacional: ali-mentos y productos de consumo no-duradero. El tamaño de las plantas y producción no son relevantes respecto a las transacciones anuales y se importa la materia prima, como es el caso de Papelbol.

Existe también inconsistencias en la planifi-cación de estos proyectos. Por ejemplo, el caso más interesante es el caso de la producción de azúcar en San Buenaventura. Se pretende incre-mentar la oferta en 1,25 millones más, sin em-bargo, el consumo es 9 millones de quintales y la producción actual alcanza los 12 millones de quintales. Lo que seguramente dirán es que aho-ra el azúcar debe exportarse que es la forma en que han ido aperturando mercados de todos los productos agroindustriales, incluida la quinua.

Cuáles son las condiciones para la industrializa-ción en Bolivia

Bolivia vive un patrón de Acu-mulación prima-rio-exportador con hegemonía econó-mica y política del imperialismo.

Los obstáculos para la industria manufacturera son la pobreza, estrechez del mercado interior por bajos sala-rios, supervivencia de economía natural, compe-tencia de productos industriales extranjeros, etc.

Ahora, cuáles son las condiciones que se de-berían romper para llegar a la industrialización entendido como este cambio en el proceso de la producción que es la sustitución de la coopera-ción del hombre por las máquinas.

Lo primero es cambiar las relaciones de pro-ducción, es decir, cambiar esta forma de propie-dad rentista de los recursos. Porque esta renta no solamente crecerá en el caso de la tierra. En el latifundio capitalista del oriente ya es posible controlar un proceso de industrialización, por-que ya se ha incorporado la máquina. El gran problema es el conjunto de la agricultura campe-sina atrasada que no tiene productividad.

23

Propuestas y alternativas

El desarrollo de la industrialización en el capitalismo, modifica esas relaciones, no sola-mente la técnica sino las condiciones sociales. De dónde parte esta transfor-mación industrial del ca-pitalismo: del incremento de la productividad en la agricultura, porque este incremento es la base esencial de la liberación del trabajo social de la condena de vivir traba-jando solo para comer. Si se incrementa la productividad de la agricultura, la sociedad en su conjunto va a destinar una par-te mínima de su trabajo para producir alimentos que es lo esencial.

En el caso nuestro que es una economía ca-pitalista atrasada, pervive una economía casi na-tural y una economía atrasada en el agro de una productividad bajísima. Por esta razón, no se puede liberar esta fuerza de trabajo, ni se puede impulsar la división social del trabajo en ramas productivas, porque buena parte de la fuerza de trabajo está en la producción de alimentos.

Qué impide la industrialización

En nuestros países atrasados además se crean otras esferas que generan renta y que producen grupos sociales que impiden la industrializa-ción. Cuáles son éstos. Por ejemplo, los sectores que están en los recursos naturales que generan renta monopólica. Pero también las tierras urba-nas. En estos procesos de desarrollo de países atrasados se ha dado un proceso de urbanización generando un aumento de la renta urbana.

Aquí en La Paz, el Valle de la Luna está “te-rrazeado”. Por qué, por el altísimo precio de esa tierra. Cuánto vale un terreno en La Paz. Un te-rreno de 200 mt2 en las zonas más alejadas está por los 40 mil dólares que es más alto que 100 hectáreas de tierra productiva en el Beni, por ejemplo. 2 mts2 de tierra en el cementerio Jardín valen 15 mil dólares. ¿En qué lugar del mundo 2mts2 valen tanto? Entonces, las tierras urbanas son una fuente de monopolio, de renta.

La concesión minera ha otorgado también renta a otro sector: los famosos cooperativistas. Este sector el 2014 se apropia del 95% del oro producido en Bolivia. Esa es la estadística del

ministerio. Cuánto es eso. Más de 1000 millo-nes de dólares. En estos sectores se están dando procesos de acumulación, sectores que eran pe-queño burgueses, pequeño productores. Pueden acumular porque tienen renta que les da el es-tado.

Otro sector es el comercio de importa-ción-exportación. Como producimos muy pocas cosas industriales o casi nada, entra el contra-bando, la importación legal que producen enor-mes rentas. Los bolivianos pagamos cosas con un precio altísimo. El comercio es una fuente de renta.

Las finanzas. El sector que más ha ganado estos últimos es la banca. Eso lo ha dicho el Pre-sidente y el Ministro de Economía: el sector que más ha ganado es el sector de la banca. Cuando hablaron del segundo aguinaldo les dijo: “pero ustedes han ganado 4000 millones de dólares. Cómo me van a pedir que les libre del segundo aguinaldo”. Con el boom inmobiliario están ga-nando mucha plata, tanto que ellos son los que se prestan los fondos de las Afps, y ellos son los que compran los bonos, mil millones de dólares, que ha sacado el Tesoro.

Además de estos sectores, está la economía ilegal, la cocaína, el crimen de la lumpen bur-guesía.

Son estas fracciones de clase las que admi-nistran el aparato estatal.

La industrialización va a ser posible, no con un proyecto que discuta si podemos aprovechar, por ejemplo, el zinc o cualquier otro producto. Eso no. Mientras la economía boliviana en su conjunto siga en un estado que no es de produc-ción industrial, donde se produce con máquina, no llegaremos a la industrialización. Además esta industrialización que estamos viviendo ac-tualmente está sometida a la demanda del capital

24

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

externo.Por qué producimos gas. Por qué ahora con

la crisis de las materias primas queremos produ-cir más gas. ¿Acaso consumimos el gas? ¿El gas se convierte en energía para nosotros? ¿Por qué quieren hacer negocio de exportación de electri-cidad? ¿Acaso en todo el país hay electricidad? Hay problemas en Tarija y Beni en este tema. El gobierno dice que la cobertura es más del 90% y llegaremos al 100%. Lo que no dice es que la famosa renta dignidad nos obliga a tener 70 kw, lo que quiere decir 4 focos y una radio, pero no hay electricidad para producir en el campo. Entonces se ve que está sometido este tipo de in-dustrialización al capital extranjero. Producimos gas para alimentar la industria de San Pablo, no para alimentar la producción local.

Entonces un verdadero proceso de indus-trialización debe barrer, eliminar, superar esas barreras de la formación social, de la estructura social de estos grupos rentistas que tienen mono-polio sobre diversas actividades.

La pregunta es, ¿el gobierno del MAS podrá hacerlo? Yo no creo que sea mala voluntad, o sólo ineficiencia . Hubo mucha plata disponible, ahora con la crisis se está acabando, pero no creo tampoco que sea ese el problema.

¿Cuál es el problema?Se dice que sin las empresas transnacionales

no habría producción de petróleo y gas. Ustedes saben, que con el mecanismo de los costos recu-perables, YPFB les paga todos los años la inver-sión que ellas hacen. Además les paga, incluso la basura. Paga boletos de avión para los gerentes. Es decir, YPFB paga más de lo que sería estric-tamente el costo de producción. Entonces, ¿por qué se dice que no hay ahorro y dependemos de la inversión extranjera? Eso no es cierto.

Si tenemos como país riquezas naturales en abundancia, ¿qué es lo que debería cambiar? Esa estructura social. ¿Y qué es lo que falta? Una clase social que revolucione estas relaciones de producción.

No puede ser la burguesía porque la burgue-sía fracasó y la burguesía cree que su destino está ligado al destino de las trasnancionales: desde Patiño hasta Gonzalo Sánchez de Lozada. Ese es el desiderátum (deseo) de la burguesía nacional. No puede ser ella. Tendrá que ser un gobierno revolucionario, socialista, un gobierno que tendrá que deshacerse de las trasnacionales y no convertirse en su socio.

Como dicen los abogados “a confesión de parte, relevo de prueba”. Qué dice el principal teórico del “proceso de cambio”, Álvaro García Linera: “La modernización capitalista ha fraca-sado”. Por tanto, debemos tener otro tipo de mo-dernización, ya no capitalista, sino comunitaria: socialista comunitaria, dirá. Y qué es esto. Álva-ro García dice: es una modernidad sin cambiar el tipo de producción del pequeño campesino, del pequeño artesano, aprovechando sus saberes, su ética, su cultura. Por eso tendremos que aceptar que “tendremos economía familiar, artesanos, comunidades, productores del agro, por siglos”. Reconoce que “son relaciones mercantiles ca-mufladas a partir de relaciones de fidelidad y de cercanía parental, en los que también se da ex-plotación del trabajo”.

Eso es cierto. En el sector informal atrasado es donde menos se respeta los derechos labora-les. En ese sector los peones trabajan “veinticua-treando”. Donde más explota al minero es en la cooperativa. García Linera dice que estas formas son el futuro. En realidad son el pasado.

García Linera dice además: en la ruta clásica, es decir, la capitalista: el Estado no tiene por qué invertir en otros sectores sino en hidrocarburos y minería. Y “ahí donde podríamos expandir trabajo industrial, permitiendo a la vez una sana competencia con la inversión extranjera”. Es de-cir, no quiere liberarse de la inversión extranjera, pese a que el nombre de este modelo es anticapi-talista, antiimperialista.

García Linera acaba con una frase de anto-logía: la modernidad nuestra será la “mezcla de arado egipcio con Internet, del espíritu austero de ahorro con la Pachamama y fiesta de carna-val”.

Esta es la forma de evadir que lo que en rea-lidad se quiere es adorar el atraso y no plantear que se deben remover esas relaciones sociales que impiden la industrialización. Por eso no se puede lograr la industrialización, no porque faltó platita, o faltó un buen ministro.

Por confesión propia, este gobierno cree que lo único que se puede hacer en Bolivia es un ca-pitalismo salvaje, porque es eso la depredación de los bosques y las aguas, además de la explota-ción intensiva de los recursos naturales.

No se trata de cambiar el producto o los ob-jetos de trabajo. El problema central es remover y eliminar las relaciones sociales que mantienen el atraso constitutivo del país.

25

Propuestas y alternativas

Ponencia presentada en la XVIII Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz. Auditorio Salvador Romero de la UMSA. Miércoles 26 de agosto de 2015.

Las nacionalizaciones y los intentos de industrializar

fracasan porque no se cambia el régimen político

“Entre los muchos problemas que hay que enfrentar para hacer la industrialización hay uno de fondo, de carácter estratégico y que es una mancha en nuestra historia; fuimos los primeros en nacionalizar pero una y otra vez terminamos con nuestras nacionalizaciones revertidas porque no se cambió el viejo sistema que dominaba el país”, afirma el investigador Pablo Villegas

A doce años de la agenda de octubre

Dos de los tres objetivos de la Agenda de Octubre fueron la nacionalización y la industria-lización; la una iba atada a la otra. Pero lo que

pasó en este tiempo es que el país se hundió a mayor profundidad en la dependencia de la ex-portación de materias primas (Figura 1).

Este modelo económico cayó ante lo que se podía esperar: el derrumbe de los precios de las materias primas y la consecuente crisis econó-mica que hace coincidir la historia económica

boliviana con los precios de los minerales como podemos ejemplarizar en la Figura 2.

El gobierno niega que dependamos de la ex-portación de materias primas y que la crisis nos esté afectando seriamente. ¿En qué se basa? En

el PIB. El Banco Mundial declaró que Bolivia se encuentra entre los países que más crecimiento del PIB tienen en el Latinoamérica donde se in-cluyen Panamá y República Dominicana, cosa que para el Banco Mundial y Bolivia es defi-nitivamente muy importante. Pero observando los datos que no muestran estas declaraciones

Figura 1 Participación de los productos primarios en las exportaciones, en % por país

Fuente: En base a CEPALSTAT. Notas: *: 2011.

Pablo Villegas/Investigador del CEDIB

26

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

vemos un tipo de crecimiento muy raro porque los que más crecen son los más pobres.

Veamos la realidad por país:El crecimiento de Panamá de 0,6% el 2001,

subió al 12,1% el 2007 y cayó a 4% el 2009. El de Rep. Dominicana de -3% el 2003 sube a 10,7% el 2006 y cae a 0,9% el 2009. El de Boli-via de 5,3% en 1991 cae a 1,6 al año siguiente; de 5 en 1998 cae a 0,4 en 1999; sube a 2,3 el 2003 y a pesar de eso el Gobierno de Goni se muere de hambre (no tenía ni para sueldos) y

cae. La curva del PIB boliviano refleja las va-riaciones de los precios de las materias primas, especialmente minerales. Oscilaciones de seme-jante magnitud son propias de los países pobres.

Otros ejemplos: (Tabla 1)Lo que vemos es que el PIB no es un indi-

cador confiable del desarrollo ni la salud eco-nómica de un país. ¿Pero cómo es que crece si la situación está mal? Por ejemplo, si el país se presta dos mil millones de dólares, es deuda y no se anota en el PIB, pero sí lo que se gasta, no importa en qué; con eso crece el PIB. Si ex-portamos el gas hasta morir, crece el PIB, pero la resultante reducción de reservas, como es el caso actual, no se toma en cuenta. Que los ser-

vicios de salud son un desastre, no entra al PIB, pero sí lo que gastan los enfermos de cáncer en su tratamiento. Eso es “demanda interna” y con eso explica el gobierno el crecimiento y sostiene

Figura 2. Indice del precio de los minerales. Periodo, 2005-2015

Índice de precios de minerales (2005 = 100). Incluye cobre, aluminio, mineral de hierro, esta-ño, níquel, zinc, plomo y uranio. Fuente: en base a datos del Banco Mundial.

VARIACIONES EN LA TASA DE CRECIMIENTO DEL PIB

Venezuela -7,8 (2003) a 18,3 (2004)Paraguay -4 (2009) a 13,1 (2010); -1,2 (2012) a 14,2 (2013)Argentina -2,4 (1990) a 12,7 (1991); -10,9 (2002) a 8,8 (2003); 0,1 (2009) a 9,5 (2010)Perú 9,1 (2008) a 1 (2009) a 9,5 (2010)R. Domininicana -0,3 (2003) a 10,7 (2006) a 0,9 (2009)Brasil 6 (2007) a -0,2 (2009) a 7,6 (2010)Haití -5,5 (2010) a 5,5 (2011)

Tabla 1. Oscilaciones del crecimiento del PIB, países seleccionados.

Fuente: en base a datos del Banco Mundial.

27

Propuestas y alternativas

que ya no dependemos de las mencionadas ex-portaciones. Lo que pasa es que esta demanda interna genera impuestos que recauda el gobier-no y, frente a estos las recaudaciones por IDH y regalías son sólo el 29% del total. (Figura 3).

¿Entonces en qué quedó el modelo econó-mico del gobierno? Más allá de los nombres, lo decisivo es la participación económica del estado en la producción por sector: en minería aproximadamente 6%, en hidrocarburos 15% y en agropecuaria cero. Es decir que seguimos con un estado rentista, pero los impuestos nos muestran que en cinco siglos hemos pasado de vivir de las materias primas a vivir para las ma-terias primas, porque ahora la mayor parte de los ingresos del estado son de nuestro bolsillo. En eso quedó la llamada “nacionalización” del 1 de mayo de 2006.

¿Y qué fue de la industrialización?

Aclaremos primero que industrialización no es perforar pozos, instalar separadoras de gas, ingenios, hornos de fundición, ni ensam-blar baterías de litio, ni computadoras. Tampo-co es “valor agregado”, -término usado por el gobierno como sinónimo de “industrialización-, porque se agrega valor en cualquier tipo de acti-vidad económica desde la extracción de materia prima hasta la fabricación de, por ejemplo, mi-croconductores.

No solo que no hubo industrialización sino

que los proyectos del gobierno son un fiasco, como el caso del horno de Vinto, el ingenio de Huanuni y la fundición de Karachipampa, ejem-plos claros de una falta grave: la falta de capa-cidad institucional, sin la cual no se puede hacer nada aunque haya dinero. Es tan grave que se trata de un proceso de desinstitucionalización, las instituciones ha sido reemplazadas por el nombre del presidente, desde la economía hasta la salud.

Bien, en este contexto se da la movilización de los potosinos que algunos criticaron porque sus demandas no buscaban una solución al mo-delo extractivista vigente. Es cierto, pero sus de-mandas reflejaban necesidades básicas de salud por ejemplo y de industrias básicas (fábrica de cemento, etc…).

Entonces, que el gran Potosí, que otra vez se convirtió en el gran exportador de plata, siglos después de la colonia, haga una heroica movi-lización no para pedir los objetivos máximos sino por lo menos los básicos, y siendo repri-mido brutalmente e insultado una y otra vez por el gobierno, refleja la tragedia encubierta por propaganda que todos, no sólo Potosí, estamos viviendo.

Ahora, la industrialización está más lejos que nunca porque el gobierno tendrá que des-tinar fondos aunque lo niegue, a la solución de los efectos de la crisis, no a industrializar. Las medidas oficialistas para enfrentar la crisis son las siguientes1:

Figura 3. Composición de los ingresos del estado por impuestos y regalías

FUENTE: En base al Análisis del Presupuesto General del Estado 2014. Fundación Jubileo.

IMPUESTOS 42999IMPUESTOS NACIONALES 40898 67.8

Impuestos a las Utilidades de las Empresas IUE 3878 6.4Impuestos al Valor Agregado IVA 15505 25.7Régimen Complementario al IVA 286 0.5

IMPUESTOS MUNICIPALES 2101 3.5

RENTA EXTRACTIVA: IDH Y REGALÍAS 17280 28.67

IMPUESTO DIRECTO A LOS HIDROCARBUROS (IDH) 10546 17.5

REGALÍA HIDROCARBURÍFERA 5932 9.8

REGALÍA MINERA 802 1.3

TOTAL GENERAL 60279 100.0

28

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

1. Exportación de productos hidrocarbu-ríferos a países aledaños, (Perú, Paraguay, Uru-guay, Argentina y Brasil);

2. Valor agregado al gas. Planta Separa-dora de Líquidos de Gran Chaco; Planta de Urea y Amoniaco (2016, último semestre); Planta de Polietileno y Polipropileno (licitación) con una inversión de “al menos” 1.800 millones de dóla-res;

3. Incentivos con “mejores ingresos” a la exploración hidrocarburífera estatal y privada;

4. Producción de energía eléctrica (hi-droeléctricas, energía geotérmica, eólica y ter-moeléctricas). Bolivia Centro energético de la región con 4.200 megavatios de potencia.

El punto uno es lo que venimos haciendo hace tiempo y ahora nos prometen solo un in-cremento.

El 2, ya dijimos que no se trata de industria-lización y el planteamiento es tan poco serio que nos hablan con una falta de precisión como eso de “al menos” 1.800 millones.

Los incentivos a las empresas (punto 3). ¿Por qué tenemos que darles incentivos? Porque los contratos que se firmaron con la “nacionaliza-ción” no les obliga a explorar. Se les entregó campos en declinación, pero por 30 años. Quie-re decir que el pozo podía secarse en 5 años y la empresa se quedaba en posesión del campo por 25 años más y no hay forma de obligarle a explorar. Por eso hay que ganarse su corazón con incentivos. Esto quiere decir que se “nacio-nalizó” para que la actividad, el negocio, de los hidrocarburos siguiera en manos de las transna-cionales, para que sigamos dependientes de su producción en vez de desarrollar la nuestra, y para que a partir de esa su posición fuerte las empresas nos chantajeen y nos obliguen a darles incentivos. El estado depende de los hidrocarbu-ros producidos por las empresas y lo más absur-do es que es el propio estado el que invierte para que esto sea así.

Esto deja en claro que la nacionalización no es solo la recuperación de la propiedad, sino que el rubro económico en cuestión solo puede ser desempeñado por el estado a través de su pro-pia empresa. ¿Por qué? Porque el objetivo es la soberanía, la independencia pero lo que estamos viendo es una sumisión del peor tipo porque la estamos sosteniendo con nuestro propio dinero.

Continuando con el punto 4º. El gobierno ha-bla de “Bolivia, corazón energético de Sudamé-rica”. Esto implica reservas de hidrocarburos y

otras formas de energía. El primer año del MAS en el gobierno tuvimos una desaparición de más de 14 TCF de gas; el equivalente a 26 años de exportación al ritmo de entonces. Nunca se hizo una auditoria seria ni nada parecido. El gobierno atribuyó el hecho a los “cuculis” (neoliberalis-mo etc), y las exportaciones se incrementaron hasta duplicarse. Ahora no tenemos reservas para afrontar el consumo interno y la renovación de los contratos con Brasil y Argentina. Esto se llama ausencia de una política de reservas, y es el peor error o irresponsabilidad que se puede cometer en materia de hidrocarburos.

Según el gobierno tenemos 11 TCF de reser-vas. Las reservas llamadas probadas se evalúan al precio del petróleo en ese momento. Quiere decir que las reservas existentes cuando el pe-tróleo está a $us 100, disminuyen cuando cae a 40. Quiere decir que el petróleo cuyos costos de extracción lo situaban por encima de los $us 40 desaparece y a medida que los precios suben vuelve a aparecer. ¿A qué costo calcularon las reservas de los 11 TCF de gas, a $us 8-9? Si es así, está claro que no tenemos 11 TCF. Refuer-zan nuestras dudas el que nos muestren descu-brimientos recientemente hechos en campos ya descubiertos hace décadas.

En cuanto a otras formas de energía, tenemos la solar con un proyecto en Pando, que conclui-do dará 5 Mw y que se pretende será para ex-portación. Comparemos esto con el Reino Unido que el año 2011 tenía 6.540 Mw y nos ahorra-mos comentarios.

En general hay una lamentable falta de serie-dad. El total de energía eléctrica que espera ins-talar el gobierno es 4.200 Mw de potencia. (Sólo el Norte Grande de Chile cuenta con 4.344,32 Mw). Se bajaron las expectativas de 6.903 pro-yectados el 2011 a 4.200 Mw. (2.703 menos) ¿Cómo es eso? ¿O es que solo están disimulan-do que no saben qué hacer? Recién dijeron que la energía de miguillas (200 Mw) iba a ser para exportar. ¿No sería mejor llevar esa energía a Huanuni, a Oruro?

El ejemplo más bárbaro es el proyecto de la hidroeléctrica del Bala. Si exportamos a Brasil, lo racional será que nos pague lo que la energía cuesta en su mercado. Pero si nuestros costos de producción son mayores tendremos que rogar para que nos compren, lo que hará que nos im-pongan el precio que quieran. Y para hacer este regalito habremos destruido otro recurso: el tu-rismo, cuyo referente es Rurrenabaque -que yo creo que destruirán físicamente- para producir

29

Propuestas y alternativas

un desastre económico. Y se destruirá además un recurso cuyo valor es incalculable, la biodi-versidad de esa región.

¿Pero qué valor puede tener la biodiversi-dad? ¿No es eso sólo un discurso de los ambien-talistas? El retraso científico de nuestro país nos ha llevado a creer que las áreas protegidas son sólo reservas de madera, hidrocarburos y mine-rales y algo de turismo.

Aquí va un ejemplo del valor que puede en-cerrar la biodiversidad: Alrededor de 7.000 de las medicinas más usadas en el mundo provienen de conocimientos botánicos y farmacéuticos de los pueblos indígenas (Betancourt Posada, 2006, en Villegas, 2009), y la industria farmacéutica es uno de los negocios más grandes del mundo.

¿Por qué podría ser nuestra energía más cara? Por una simple razón, porque Brasil ya tienen energía hidroeléctrica en su propio territorio con Jirau y Santo Antonio que se hallan demasiado lejos de los mercados brasileros. Eso ya es un problema económico. Y las represas bolivianas aunque produjeran energía al mismo costo que Brasil, tendrán que sumar al costo final el del traslado hasta el mercado.

En estas condiciones tendremos que enfren-tar la tarea de salir del extractivismo.

Salir del extractivismo

La situación actual no es la misma que hace nueve años cuando a nivel internacional había grandes posibilidades de apoyo financiero, tec-nológico y científico; precios altos de las mate-rias primas y la solidaridad de los movimientos sociales en el exterior. Pero ahora, estamos ante grandes cambios en la economía mundial que hacen la situación más compleja de lo que era para países como el nuestro.

En lo nacional teníamos el entusiasmo y unidad de los movimientos sociales y de pro-fesionales (Ejemplo: ingenieros petroleros de CODEPANAL); la derecha y las transnaciona-les estaban a la defensiva; las transnacionales de hidrocarburos no tenían contratos, el régimen democrático tenía posibilidades de fortalecerse.

Ahora en cambio los antiguos aliados (Ru-sia, Venezuela, Brasil) están con problemas eco-nómicos serios; los gobiernos progresistas y en general latinoamericanos están hundidos en co-rrupción y problemas económicos. Los precios de las materias primas se cayeron y nuestra eco-nomía está entrando en crisis; los movimientos sociales están divididos y cooptados; crece el

retraso de la ciencia y la tecnología; estamos en un grave proceso de desinstitucionalización del estado; el régimen democrático agoniza; la dere-cha y las transnacionales controlan el gobierno; las transnacionales de hidrocarburos tienen con-tratos, adquirieron seguridad jurídica. Todo esto hace necesario una nueva caracterización y un replanteamiento estratégico.

Como no se tomó en serio la industrializa-ción quedaron pendientes de respuestas y solu-ciones muchos problemas sobe la industrializa-ción como por ejemplo que:

El reducido mercado interno para produc-tos manufacturados nos impone la dependencia de la exportación; problemas tecnológicos, por ejemplo, que las unidades mínimas de industria-lización deben ser adaptadas a nuestra realidad y problemas socioeconómicos. Por ejemplo, la nueva tecnología no genera gran empleo. Sa-bemos que es necesario alcanzar la soberanía alimentaria, pero en el sector agropecuario han cambiado las bases sociales porque la población se ha urbanizado.

Aparte de esto es necesario reconstituir la institucionalidad que ha sido destrozada en estos nueve años, replantear el régimen de empresas estatales para protegerlas de la injerencia de los gobiernos de turno (nivel de autarquía) y esta-blecer el régimen corporativo adecuado (empre-sas integradas con monopolio vertical); estable-cer un régimen de relaciones entre las empresas estatales y las privadas que impida la corrupción de los funcionarios públicos, replantear el ré-gimen de las transnacionales porque gozan de más derechos que cualquier ciudadano o enti-dad nacional, definir el tipo de industrialización que requerimos y su contenido, (pienso debe ser una industrialización estratégica para soportar un bloqueo económico y garantizar la soberanía de la política económica, el objetivo central de la industrialización), desarrollo de la industria pesada y sustitución importaciones estratégicas (incluyendo objetos de consumo no durables), la forma de desarrollar la ciencia y tecnología; de refundar las instituciones de investigación estatal; replantear la red de transporte e infraes-tructura de acuerdo a necesidades internas y, la mayor tarea, elaborar un plan de largo plazo, de alcance nacional y de carácter integral.

Para comprender mejor lo integral, ponga-mos el ejemplo de Sumitomo, la empresa de San Cristóbal. ¿En qué basa su poder? En que aparte de extraer minerales es, entre otras cosas, un gigante de la química y la petroquímica y de

30

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

la producción de motorizados a nivel mundial. Sumitomo es un imperio económico. Está claro que con autonomías para administrar regalías e impuestos o con proyectos económicos aislados no nos vamos a liberar de este tipo de imperios.

En los últimos nueve años, en vez de dar respuestas a las cuestiones antes mencionadas lo que se ha hecho son proyectos traídos de los pelos sin una visión integral ni a largo plazo. Abundan ejemplos. El primer proyecto de indus-trialización del gas iba a ser en Ayo Ayo. Des-pués simplemente lo olvidaron, luego vino el de Bulo Bulo. Lo arrancaron de un plan integral y deformaron sin relación con los mercados. En el caso del Bala, primero lanzan el proyecto y después ordenan a los funcionarios que busquen mercados. Y así, de repente se les ocurre expor-tar energía eléctrica y mañana quien sabe qué se les ocurrirá.

El problema de fondo es el régimen político

Bien, entre los muchos problemas que hay que enfrentar para hacer la industrialización hay

uno de fondo, de carácter estratégico y que es una mancha en nuestra historia; fuimos los pri-meros en nacionalizar pero una y otra vez termi-namos con nuestras nacionalizaciones revertidas porque no se cambió el viejo sistema que domi-naba el país. En síntesis, el resultado es que:

• Las empresas estatales terminan utili-zadas por el sector privado, por las transnacio-nales;

• Las leyes por más estrictas que parez-can para protegerlas no se cumplen o se modifi-can;

• Los funcionarios terminan corrompién-dose y vendiéndose a las transnacionales;

• Los planes y programas no se hacen y/o no se aplican;

• La capacidad técnica y científica es desplazada por la politiquería;

• Los políticos imponen a las empresas su visión proselitista/electoralista de la econo-mía.

La democracia actual no es el poder del pueblo sino del que tiene dinero, como ejemplo

31

Propuestas y alternativas

tenemos un problema concreto donde vemos que la democracia no es del pueblo sino del adi-nerado, es el hecho de que las transnacionales ejercen una influencia que no tiene ninguna otra entidad nacional porque:

• Tienen trato directo con el gobierno y para ello gozan además de respaldo diplomático;

• Tienen el respaldo de Tratados Bilate-rales de Protección de Inversiones;

• Son miembros de sindicatos nacionales como si fueran empresas nacionales y desde allí hacen política;

• Pueden poseer medios de comunica-ción y/o hacer publicidad de tipo político.

El justificativo de semejantes prerrogativas es que estas empresas traen capitales. En razón de ello se imponen contra la voluntad del pue-blo. Los resultados son bien conocidos.

Como vemos el problema es político. Bas-ta que llegue al poder un presidente contrario a las empresas nacionalizadas o que se rinda ante las presiones del exterior para que impongan programas contrarios a nuestros intereses, para que se reviertan las nacionalizaciones. Si nos preguntamos cómo es que puede hacerlo nos ponemos ante una cuestión elemental de la de-mocracia, la de la representatividad; el presiden-te puede hacerlo porque el pueblo se queda sin representantes que defiendan sus intereses.

¿A quién representan esos que llamamos “nuestros representantes” en el parlamento; por ejemplo cuando se trata de fiscalizar e imponer la ley al gobierno por algo que ha cometido? ¿Representan al pueblo o representan a su par-tido? Para colmo se hicieron normas para que los representantes queden aún más atados a su partido pero no al electorado. Hay una bancada indígena, pero sus curules no son de los indíge-nas sino de los partidos que los cobijaron.

Puesto que el poder pasa por los partidos cuando las transnacionales quieren imponer algo al país no necesitan comprar al pueblo, es más fácil comprarse a los partidos con repre-sentación parlamentaria y/o presencia en el go-bierno. Siendo esta la situación, es natural que las instituciones donde podríamos reclamar no funcionen porque al final terminan sometidas al partido y a su gran líder. Entonces cada vez que votamos para elegir caemos en una parodia de

democracia.En el corazón de la democracia están los

representantes y para asegurar su fidelidad al pueblo hay que cambiar la forma de su elección. No digo que se prohíban los partidos porque al fin de cuentas son productos naturales de la so-ciedad, sino que la elección de representantes se haga por sectores sociales, no por partidos. Esto implica que cualquiera pueda ser elegido sin ne-cesidad de militar en un partido político, y por tanto sin depender del dinero de la campaña y otros mecanismos de corrupción; que su manda-to pueda ser revocado por sus electores y que se eliminen las dietas.

La Asamblea resultante de este proceso debe encarnar el poder político central del país, dife-renciándose del actual parlamento, lo que impli-ca el fin del sistema presidencialista, donde el presidente es una especie de monarca que entre sus potestades de facto tiene la de prometer una cosa en la campaña electoral e impunemente ha-cer otra en el gobierno, de utilizar en la práctica las fuerzas de represión a su antojo, de cooptar a los movimientos sociales, de utilizar fondos públicos para proselitismo personal o partidario, etc., y al pueblo no le queda otra que esperar la conclusión de su mandato. En cambio el nuevo carácter de la Asamblea convierte al gobierno en un organismo ejecutor de los lineamientos ge-nerales elaborados por ésta. Si un gobierno se vende puede ser reemplazado por la Asamblea.

De lo que se trata es de aumentar la influen-cia del pueblo en la política pero específicamen-te sobre sus representantes, de que cada sector social del país tenga una representación propor-cional. Se trata de que su mayor influencia se convierta en el poder central del país a través de la Asamblea de representantes poniendo fin o cambiando la naturaleza de los mecanismos que siempre han sido fácilmente corrompidos y uti-lizados para mantener un sistema económico tan irracional que, ni el capitalista de derecha más radical, defendería si fuera un negocio que ten-dría que asumir con su propio dinero.

No hay sistema perfecto sino mejor.

Fuentes: 1 Bolivia enfrenta baja de precios con diversificación de mercados, valor agregado, inversión y energía. Agencia Boliviana de Infor-mación “ABI“, 19/8/2015

32

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

33

Propuestas y alternativas

Gas para Potosí y Bolivia, una base para salir del pozo extractivista y dependiente

En homenaje a los caídos de la Guerra del Gas, a 12 años.

La energía es un factor de producción determinante, igual que el trabajo, el capital y la tierra. El control y acceso a la energía permite a las naciones acumular riqueza, alimentar sus economías, producir y vender artículos industriales. Potosí y Bolivia no tienen energía (el gas) para dinamizar su industria y desarrollo y la necesitan como base de su desarrollo. La propuesta es construir un gasoducto desde el Chaco hasta el altiplano que energice Potosí y Bolivia para sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo productivo y diversificado.

¿Cómo sentamos las bases para salir de este modelo de desarrollo empobrecedor dependiente que lleva siglos en Potosí y 190 años en Bolivia? ¿Cómo salir de este pozo sino se tiene un factor de producción central en el siglo XXI como es la energía para desarrollar Bolivia?

Las diversas respuestas a esta interrogante pasan por el aspecto tecnológico, socioeconómico y político. Este artículo pretende asentarse en el papel estratégico de la energía como factor de producción, igual que el trabajo, el capital y la tierra, como base y transición hacia un nuevo modelo de desarrollo.

Bolivia posee gas en cantidades suficientes, el combustible fósil menos contaminante en época de calentamiento global, pero no lo usa en su desarrollo.

Energía es igual a desarrollo en el siglo XX y XXI

La lucha entre las naciones capitalistas en el siglo XX y XXI ha sido intensa por el dominio de las fuentes energéticas del petróleo para lograr la hegemonía en el mundo. El petróleo y el gas han sido y son el centro de esta disputa y la base actual del desarrollo industrial de las naciones.

“El control de, o por lo menos el acceso a grandes fuentes de petróleo ha constituido desde antiguo un auténtico premio estratégico. De eso no puede haber duda. Permite a las naciones acumular riqueza, alimentar sus economías, producir y vender artículos y servicios, construir, comprar, trasladar, adquirir y fabricar armas, y ganar guerras”, dice Yergin, en su fabulosa obra “La historia del petróleo”.

Por tanto, el petróleo, igual a energía, mueve industrias del país que la posee y es un factor de producción igual que el trabajo, capital y tierra. La energía es el motor de la producción de bienes y servicios en todos los sectores económicos: agricultura, industria (minería, manufactura), transporte, comercio, administración pública, etc.

En esa dirección, no se puede entender la base del desarrollo industrial de las naciones en la actualidad sin el acceso estable a esta fuente de energía para lograr un crecimiento industrial sostenible y constante. Mientras se desarrolla energías alternativas, -eólica, solar, etc,- el petróleo y el gas son la fuente energética fundamental del desarrollo de los países en el siglo XXI.

En suma, sin energía no hay desarrollo y Bolivia posee gas, un energético no renovable y

Mirko Orgáz García

34

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

menos contaminante en cantidades importantes pero no lo usa para su desarrollo, sino lo exporta en grandes cantidades para el desarrollo industrial de Argentina y Brasil mientras recibe regalías que las utiliza para importar lo que no produce.

Energía para industrializar Bolivia

El uso de la energía del gas para sentar las bases de un modelo de desarrollo productivo en Bolivia fue planteado con meridiana claridad por Marcelo Quiroga en los 60s en su crítica a la política entreguista del gas del gobierno de René Barrientos. Desde el parlamento, propuso el aprovechamiento del gas natural en la industrialización del país antes que su exportación.

Veamos.Refiriéndose a un estudio técnico de la

época, Marcelo decía: “en el gas tiene Bolivia su más grande y quizá su único recurso energético de importancia para afrontar con esperanza un plan de desarrollo económico y, su consecuencia natural, el desarrollo social”. (Desarrollo con soberanía. Página 28).

La idea central, para Marcelo, era planificar los requerimientos de gas natural para la industrialización del país a plazos largos, luego, los excedentes disponibles deberían sujetarse a un plan de exportaciones condicionado a factores políticos, económicos y geográficos de manera que se obtengan ventajas concretas para una política de industrialización. Una “materia prima tan importante en el mundo moderno no debe ser exportada “incondicional e indiscriminadamente” bajo el influjo de ventajas aparentes y temporales”.

Lo segundo era exportar junto con el gas productos elaborados y semielaborados derivados del gas natural a los mercados de los países vecinos. La exportación del gas natural, por su importancia estratégica como factor de producción, debe estar condicionada a una compensación mediante la cual, el país beneficiado con la materia prima, ceda a Bolivia mercados fronterizos que nos permitan instalar industrias petroquímicas a base de gas natural.

Sobre la base de la disponibilidad del gas propuso Marcelo: desarrollar el complejo industrial del Mutun, la petroquímica, siderurgia, producción de acero, electrificación

y la creación de complejos petroquímicos en Yacuiba.

En lo esencial, Marcelo, señaló que a mayor grado de aprovechamiento del gas natural en el Altiplano posibilitará que el país afronte el problema industrial minero, al implantar o no las fundiciones de estaño, zinc y cobre exportando materias primas con valor agregado en lugar de mineral bruto.

De ahí la necesidad de nacionalizar la Gulf Oil, cuyo propósito era exportar el gas al mercado internacional desplazando a YPFB, medida que se dio en octubre de 1969, la medida más antiimperialista de nuestra historia, y la oposición de Marcelo a la venta de gas al Brasil.

Sin embargo, el régimen banzerista inició la desnacionalización el petróleo en 1971 y desde 1997 se empezó a vender gas al Brasil, consolidando al país como polo de distribución energética a favor del subimperialismo brasileño, provocando la desindustrialización de Bolivia.

Gas para Bolivia: el 1, 2 y 3 de una política para el desarrollo de Bolivia

La Guerra del Gas del año 2003 que fue la más grande insurrección del pueblo boliviano de los últimos 50 años contra el estado transnacionalizado para evitar la exportación del gas como materia prima, puso otra vez en la mesa la necesidad de contar con “Gas para los bolivianos” para la industrialización.

El año 2003, la nación boliviana exigió, desplegando un nuevo tipo de democracia directa, una verdadera nacionalización de las empresas transnacionales, refundar YPFB (también COMIBOL), industrializar los hidrocarburos y en lo esencial “gas para los bolivianos” para el desarrollo industrial.

Este programa o “Agenda” del pueblo de Bolivia desestructuró el Estado neoliberal, sepultó la partidocracia y derrotó al gobierno de Sánchez de Lozada, al costo de 67 vidas, abriendo enormes perspectivas de transformación definitiva del país.

Sin embargo, el MAS, en el gobierno, abandonó este programa de liberación nacional lo que desnudó, desde el inicio de su gestión, su carácter reformista y conservador reflejado en el decreto 28701 de supuesta nacionalización emitido el 1 de mayo de 2006.

35

Propuestas y alternativas

El “Gas para los bolivianos” contenida en la Agenda de Octubre, que la memoria popular de lucha del pueblo boliviano proyectó el año 2003, fue posteriormente defendido desde Camiri, la otrora capital petrolera del país, en las movilizaciones de los años 2007/2008, logrando consensuar este proyecto de desarrollo en base al uso del gas con organizaciones cívicas y obreras de La Paz y Potosí, así como por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia y la Central Obrera de Oruro, como principio de su viabilidad.

El proyecto Gas para Bolivia: el 1, 2 y 3 de una política para el desarrollo de Bolivia (ver cuadro adjunto, elaborado por Justo Zapata), consiste en 1: perforar el Sararenda por la Gerencia Nacional de Exploración (GNEE/Camiri); 2: construcción de un gasoducto Sararenda – El Alto de La Paz y, 3: Industrialización de Bolivia empleando el gas como energético y como materia prima.

Con el primer punto se trataba de asegurar una fuente energética para el mercado interno, tomando en cuenta que San Alberto y Margarita, los dos megacampos más importantes del país, están orientados preferentemente al mercado externo.

Sin embargo, a pesar de la lucha del pueblo de Camiri por el Sararenda, el gobierno terminó incumpliendo el acuerdo del año 2008 que aseguraba que la Gerencia Nacional de Exploración sea la que explore el Sararenda, entregando esta fase a YPFB Andina S.A., una sociedad que tiene en su seno la presencia de la transnacional Repsol (48% de las acciones), exploración que no tuvo ningún resultado.

El punto dos era la construcción de un gasoducto para el desarrollo de Bolivia que fue calculado a un costo de 1000 millones de dólares, inversión justificada por sus efectos importantes para dinamizar la economía nacional.

El gasoducto tendría una capacidad de transporte de 20 millones de m3/día y de 32 pulgadas, igual que el gasoducto al Brasil. Parte desde el chaco, pasa por Chuquisaca, Tarija, Potosí, Oruro y llega a El alto. Cabe recordar que el actual gasoducto al altiplano (6 pulgadas) sólo tiene una capacidad aproximada de 2 millones de m3/ día, cantidad insuficiente para encarar los retos de un nuevo desarrollo industrial del país en base a energía abundante y barata.

Este gasoducto para gasificar Bolivia en

su trazo desarrolla proyectos concretos para dinamizar la economía nacional en:

1.- La industria y agricultura en el chaco cruceño/ Provincia Cordillera.

2.- La industria y agricultura en el chaco chuquisaqueño y Tarija.

3.- La metalurgia e industrialización de los minerales en Potosí para evitar exportar concentrados.

4.- Energía para el Polo de Desarrollo petroquímico e industrial de Uyuni. Gas para el litio.

5.- Energía para desarrollar a gran escala la producción de quinua en el Altiplano.

6.- La metalurgia e industrialización de los minerales en Oruro para evitar exportar concentrados.

7.- Gas para el desarrollo industrial de El Alto, utilizando el gas como factor de producción.

Bolivia podría consumir 40 MM3/día

Bolivia actualmente consume 10 MM3/día. Con el proyecto “Gas para Bolivia”, el país podría llegar a consumir 40 MM3/día. Este proyecto requiere 20MM3/día, sin sumar las necesidades de la industrialización del Mutun que exige 10 MM3/d. En total, se necesitan, para un proceso básico de industrialización, 30MM3/día adicionales a los 10 que se consumen hoy.

La falta de voluntad política del estado para enfrentarse a las trasnacionales que buscan consolidar a Bolivia como polo de distribución de energía, impidió la materialización de este proyecto.

Cabe recordar que el MAS el año 2006 se comprometió a desarrollar el gasoducto al altiplano (GABO), sin ningún resultado.

Como una muestra de los beneficios del uso del gas como sustituto del diesel y gasolina en el transporte los últimos años, posibilitó que el país ahorre 350 millones de dólares en la subvención a los combustibles.

En lo concreto el proyecto Gas para Bolivia es viable como base de una verdadera política de hidrocarburos para el desarrollo de Bolivia.

Bolivia, “centro energético”, un viejo proyecto conservador en odres nuevos

36

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

37

Propuestas y alternativas

38

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

Como si la historia no hubiera pasado, hoy se vuelve a presentar como “revolucionarios”, proyectos que caracterizaron los gobiernos de Hugo Banzer, Jaime Paz o Gonzalo Sánchez de Lozada que buscaron constituir a Bolivia en centro exportador de materias primas y fuente de aprovisionamiento energético barato para terceros países.

Según estudios, Bolivia puede generar más de 40.000 MW de energía hidroeléctrica, sin contar las otras energías alternativas y el gas.

Los anuncios del gobierno del MAS de convertir a Bolivia en “Centro energético” pasa por exportar hasta 2025, 3.000 (MW) de electricidad, vía la ampliación de las termoeléctricas (gas) y la hidroeléctrica, por ejemplo, el Proyecto del Bala, que afectará la reserva más importante de biodiversidad como es el Madidi. A este plan le han sumado la idea del desarrollo de la energía nuclear para consolidar a Bolivia como “Centro energético de la región”.

Bolivia “centro energético” de Sudamérica, es, frente a la caída de los precios de las materias primas, una “oportunidad” para el gobierno de rentabilizar el gas como energía eléctrica exportable.

El gobierno del MAS pretende no dar cuenta que esta propuesta es una vuelta de tuerca a la condición semi industrial y dependiente del país.

¿Y energía que dinamice el litio y la agricultura?

El gas es la energía de transición a las energías alternativas en Bolivia. Es el combustible fósil menos contaminante en tiempos de cambio climático y mientras desarrollamos las energías alternativas es lo que tenemos a nuestro alcance para dinamizar nuestra economía desde una nueva concepción de desarrollo.

Sin embargo, no existe gas y energía para el desarrollo de los bolivianos.

Más allá de la declaración de “atender el mercado interno, como el mercado externo”, de los 60 MM3/d de gas que se producen en el país sólo una sexta parte es para el mercado interno y el resto alimenta a Brasil (32) y Argentina (18).

Potosí y Bolivia necesitan energía para procesar sus minerales e industrializarlos,

fortalecer su agricultura en el altiplano y desarrollar industria en El Alto.

Por ejemplo, ¿cuánto perdió Potosí y Bolivia por no desarrollar su metalurgia y exportar durante los últimos años sólo concentrados de minerales, sin cobrar por el indio, oro, plata que se van con ellos?

La más grande reserva de litio necesita la energía del gas para su industrialización. Mientras desarrollamos otras energías alternativas, -eólica, solar, hidroeléctrica-, etc, el gas es lo que tenemos a mano y en cantidades suficientes para desarrollar estos proyectos concretos de desarrollo en un país dependiente, como el litio, el desarrollo industrial de El Alto y el país (mínimos) y el desarrollo de la agricultura (quinua) en occidente y el Chaco para lograr la autosuficiencia alimentaria y soberanía económica frente al mundo.

¿O seguimos exportando materias primas en bruto profundizando nuestra dependencia?

Cabe decir que la máxima de los países desarrollados históricamente ha sido vender artículos manufacturados y comprar materias primas, para aumentar su poder como nación, mientras constituían a los países coloniales como exportadores netos de materias primas.

Al respecto de las energías alternativas, es poco serio pensar que Brasil retrase su desarrollo mientras espera el despliegue de sus energías alternativas hacia el futuro. Por el contrario, Brasil consume gas boliviano, 50% de su matriz energética, ¡aquí y ahora!, mientras desarrolla sus energías alternativas.

El principio que desarrolla el Brasil es sencillo: consumir energías de otros países, mientras preserva las propias.

Mientras el gobierno pretende exportar 3000 MW de energía, le ofrece a Potosí entre 50 a 60 megavatios adicionales a los 110 que consume, de proyectos de “energía alternativa”, ¡que se realizarán en el futuro!

A manera de conclusión

Marcelo Quiroga en 1978 describió la dependencia de Bolivia cuando señaló: “Nacimos como República, nacimos formalmente independiente, nunca lo hemos sido, somos parte del sistema imperialista y, por lo tanto, formamos parte del área sometida, subordinada,

39

Propuestas y alternativas

explotada a nivel internacional. Pero tuvimos la fortuna de tener en nuestro territorio recursos no renovables como el estaño, como la plata antes, como el petróleo, hasta hace poco, y el gas del día de mañana. Pero también hemos tenido el infortunio histórico de ser poseedores de esos recursos. Ellos han atraído al capital financiero internacional. Ellos son la base de la consolidación económica de las oligarquías que han de explotar a nuestro pueblo. Y como son recursos que se agotan, son el dinero de un día, el pan de un día y el hambre de mucho tiempo. Ahí está el Cerro Rico de Potosí. Lleno de agujeros, como testigo mudo de una riqueza pasada que jamás sirvió al pueblo de Bolivia… Está nuestro petróleo que ya hemos dejado de exportar y comenzaremos a importar. Y ahora quieren agotar este último recurso que queda a los bolivianos que es el gas”.

La dependencia económica y política y económica ha sido el sino de nuestra historia.

En ese marco, Potosí y Bolivia necesitan muchas cosas, entre otras, energía, que es igual a desarrollo para garantizar los emprendimientos industriales que exige: fábrica de cemento, parque industrial, industrialización del litio y los minerales que hoy se van como concentrados al mercado internacional y desarrollar su agricultura en oriente y occidente para la autosuficiencia alimentaria, en transición hacia un nuevo modelo de desarrollo.

Es necesario construir un gran gasoducto desde el Chaco para gasificar esa región dinamizando su economía y el país en su

conjunto, como lo pidió el pueblo alteño a través de la Agenda de Octubre: “gas para los bolivianos”.

Potosí debe nacionalizar su minería, por ejemplo San Cristóbal, que deja pobres ingresos al país y al departamento.

En suma: en lo económico, Potosí y Bolivia necesitan salir de la dependencia y el saqueo que la sumió en la pobreza más oprobiosa desplegando un modelo de desarrollo productivo, industrial y con soberanía tecnológica a la altura de los desafíos del siglo XXI, con energía que disponemos hoy y ahora: el gas (mientras desarrollamos las energías alternativas hacia el futuro), para industrializar su economía y salir de su condición dependiente de exportador de materias primas.

En lo político, los países colonizados tensionaron sus fuerzas y consolidaron su unidad nacional para salir del pozo de la dependencia capitalista y del modelo de desarrollo rentista e improductivo y desarrollaron su industria vendiendo productos con valor agregado.

A las demandas del pueblo potosino en la reciente movilización le ha faltado exigir salir de la política dependiente y empobrecedora que prevalece en el país, que es la base de la consolidación económica de las oligarquías en Bolivia, convocando a la unidad nacional de obreros, campesinos y clases medias empobrecidas para transitar, desde abajo, hacia un nuevo modelo de desarrollo, ya contenida en la Agenda de Octubre del año 2003.

40

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

Universidad Mayor de San AndrésRectoradoVicerrectoradoDepartamento de investigación postgrado e interacción social (DIPGIS)

Lineamientos de Políticas de Estado para Bolivia en Tiempos

de Cambio Climático

Propuesta UMSA

Presentamos una propuesta de políticas de Estado para salir de la dependencia y el extractivismo elaborado por la Universidad Mayor de San Andrés.

CUADRO 1. El Cambio Climático

Por cambio climático debemos entender los cambios en el clima generados por la actividad hu-mana. Estos son provocados principalmente por el aumento de la cantidad de gases de efecto invernadero, dióxido de carbono (CO2), metano, entre otros, y la deforestación. A partir de la era industrial, y principalmente gracias a los combustibles fósiles, hemos aumentado nuestras emi-siones de estos gases de manera exponencial; esto sumado a la destrucción de nuestros bosques, ha contribuido a sobrecalentar el planeta y generar estos cambios que conocemos como calenta-miento global, lo que a su vez genera el cambio climático. Ante esta situación, la comunidad científica mundial ha lanzado el llamado de alerta a los gobier-nos, con el objetivo de que estos realicen los esfuerzos necesarios para contrarrestar y/o frenar los efectos del cambio climático. Un aumento de dos grados, señalan los científicos, significaría, un aumento del nivel del mar lo suficientemente significativo para causar inundaciones en diferentes partes del mundo, además de climas más extremos de los que tenemos actualmente.

Si antes se apuntaba al crecimiento sin límites de la industria, y se abanderaba al consumo como señal de progreso de las sociedades, la toma de consciencia del cambio climático, ver Cuadros 1 y 2, como un proceso que avanza y que entraña consecuencias aún más graves de las que ya hemos visto, implica repensar el concepto de desarrollo por el cual nos hemos guiado desde el siglo pasado. Encarar este reto supone encontrar un nuevo modelo que incorpore medidas para detener y/o contrarrestar los efectos del cambio climático,

y al mismo tiempo, que garantice la estabilidad económica y social del país.

Para este fin, y como parte de un nuevo rol de la universidad, el de elaboración de políticas de estado, ver Cuadro 3, la UMSA ha trabajado en un ambicioso plan que tiene como objetivo posicionar a Bolivia como un país líder en lograr el desarrollo económico mediante la industrialización en base a energías renovables y el desarrollo humano mediante el aprovechamiento de la biodiversidad. Para esto, se propone lineamientos de políticas de Estado.

Justo Zapata/Director DIPGIS/UMSA

41

Propuestas y alternativas

CUADRO 2. El Contexto Internacional

COP 21. Francia va a acoger y presidir la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21/CMP11), también llamada «París 2015» del 30 de noviembre al 11 de diciembre. Se trata de una fecha crucial, ya que debe culminar en un nuevo acuerdo internacional, aplicable a todos los países, para reemplazar el Protocolo de Kyoto. El punto más importante de este nuevo acuerdo se centra en evitar que la temperatura del planeta aumente más de 2ºC.La Encíclica Laudato Si (Alabado Seas). En ella el Papa Francisco trata la conexión entre el cambio climático y la contaminación, la pérdida de la biodiversidad, la desigualdad entre ricos y pobres y la tibia reacción de los líderes políticos y económicos ante la el desafío de la actual crisis medioambiental.Declaración de Mainau. En una declaración histórica, firmada en la misma isla alemana donde se selló hace 60 años una análoga declaración contra el uso de las armas nucleares, 36 premios Nobel exigen actuar contra el cambio climático (3 DE JULIO DE 2015). Advierten que: la sexta gran extinción está en marcha; el ritmo de desaparición de especies es 100 veces mayor desde el siglo XX, y una de cada seis especies se extinguirá por el cambio climático.El Plan de Obama. Reducir para 2030 en un 32% las emisiones de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005, una propuesta inédita de EEUU que hasta ahora había sido reacio a establecer niveles que no sean voluntarios. El Plan de Dilma Rousseff. La presidenta de Brasil anunció, este pasado 27 de septiembre en la ONU, que su país se fijó el objetivo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 37 % para 2025, con respecto de los niveles registrados en 2005. Además de esa meta, Rousseff indicó que las emisiones podrían recortarse hasta en un 43 % hasta 2030.

CUADRO 3. Propuesta del Dr. Waldo Albarracín para la gestión rectoral 2015 - 2017La Universidad Estatal participa de manera orgánica en la elaboración e implementación de políticas de estado

• Porque el conocimiento es ya, y será con mayor intensidad en el futuro, el principal factor de desarrollo económico y, por consiguiente, el principal factor político.•Por ser estatal. Nunca más políticas estatales generadas por empresas transnacionales como fue la capitalización.• Por ser autónoma. La autonomía garantizará que las políticas de estado beneficien al conjunto de la sociedad boliviana.• Por ser democrática. Nunca más. políticas estatales en cuya aplicación la última palabra latengan los “dueños” o los caudillos de los partidos políticos.• Por ser intergeneracional. La juventud estudiantil y la experiencia docente garantizan la continuidad en la implementación de las políticas de estado.• Porque se minimiza la corrupción. Por la forma en que se generan las políticas de estado, el “control social” es ejercido de manera permanente por la sociedad.• Porque, comparada a los partidos políticos tradicionales que no tienen las condiciones necesrias para elaborar políticas de estado serias, la Universidad Estatal proporciona: Infraestructura físi-ca, Laboratorios, Soporte técnico y económico, Recursos humanos calificados y la interacción social, enseñanza, investigación e innovación (Políticas de Estado) en la que TODO docente y estudiante debe estar involucrado.

42

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

1. Política Energética

En el corto plazo, valorizar al gas natural por ser el combustible fósil menos generador de efecto invernadero y del consiguiente cambio climático.

En un plazo mediato, a nivel mundial: lograr que Bolivia sea el primer país en trans-formar mayoritariamente su matriz energética a energías renovables; América Latina, el primer continente.

2. Política de Industrialización

Los recursos más competitivos para lograr la industrialización del país son agua, gas natural y energías alternativas, los mismos que, priori-tariamente, deben ser empleados en Bolivia en lugar de ser exportados.

Mediante la implementación de un polo industrial y una sede universitaria de integra-ción latinoamericana de la UMSA en el Pacífico permitirán a Bolivia lograr un acceso al mar.

3. Política de Desarrollo Humano

En el Siglo XXI, la biodiversidad es el recurso natural más importante de Bolivia para lograr su desarrollo humano. En el plazo inme-diato, la producción de alimentos orgánicos, es la mejor estrategia para generar empleo masivo y de buena calidad. El empleo es condición necesaria para lograr:

• la seguridad alimentaria, • la preservación de la salud pública, • la educación de alta calidad,• la seguridad ciudadana, • la prevención de desastres, y

• otros componentes del desarrollo humano

A continuación se detalla las ideas fuerza detrás de cada política.

1. Política Energética

A nivel mundial la economía depende de los combustibles fósiles. El año 2014, el consumo de energía en el mundo estuvo conformado en un 87% por este tipo de combustibles. De éstos, el petróleo fue el más utilizado, con un 33%; luego el carbón con un 30%, y el gas natural con un 24%. Sin embargo, el compromiso de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, espe-cialmente del CO2, está cambiando el enfoque hacía una transición total a energías renovables.

Este tipo de transiciones normalmente nece-sita de muchos años para concretarse, ya que el cambio de un combustible a otro implica trans-formaciones económicas, políticas y sociales. Es así que para llevar a cabo esta tarea, es necesario apoyarse en un combustible de disponibilidad inmediata y lo suficientemente abundante como para permitir una transición sin comprometer el bienestar mundial. En ese escenario el gas se presenta como la mejor opción.

Afortunadamente para Bolivia, sus recur-sos gasíferos son lo suficientemente grandes como para llevar a cabo la transición ideal. Si bien no es una energía renovable, cumple con las condiciones anteriormente mencionadas, y tiene la ventaja de ser la opción menos contami-nante dentro del grupo de combustibles fósiles. En este grupo el carbón es el combustible más contaminante con una generación de 0,47 gra-mos de CO2 por cada Kcal de energía. Respecto a este valor, el gas contamina en un 55% menos que el carbón, como se puede ver en el Cuadro 4.

Combustible Gramos de CO2/Kcal de energía Porcentaje relativo de generación de CO2(%)

Carbón (antracita) 0,47 100Diesel 0,29 62Gasolina 0,27 58Gas natural 0,21 45

CUADRO 4. Generación de CO2 para una misma cantidad de energía

Fuente: Calculado en base a calores de combustión y estequiometria, Justo P. Zapata Quiroz-Carrera de Ciencias Químicas, UMSA.

43

Propuestas y alternativas

Las Energías Renovables

En esta área, Bolivia se presenta como el país con mejores posibilidades en el continente para la producción de energías limpias, especial-mente de los siguientes tres tipos:

Energía solar (Figura 1)

La región altiplánica, por estar cerca de la línea del Ecuador y a una altura de más de 3500 metros sobre el nivel del mar, recibe junto al sa-lar de Atacama la mayor cantidad de radiación solar del continente y del mundo.

Energía hidroeléctrica (Figura 2)

La región del subandino por extenderse desde la cordillera hasta los llanos orientales cuenta con un gran número de caídas de agua que se constituyen en potenciales generadoras de energía hidroeléctrica. Según el ministro de Energía e Hidrocarburos de Bolivia, el potencial hidroeléctrico del país es de 42000 MW, equiva-lente a la energía que transportarían 9 gasoduc-tos al Brasil.

Energía eólica (Figura 3) Las grandes superficies planas del altiplano

y los llanos orientales también son una fuente de

energía gracias a la fuerza de los vientos que se producen en su interior.

2. Política de IndustrializaciónPara una adecuada industrialización es nece-

sario contar con un parque industrial en el cual, en general, se disponga de agua, energía eléctri-ca para el manejo de máquinas, energía térmica para procesos térmicos y generación de vapor de agua, y servicios de disposición de residuos. La materia prima, la maquinaria y el tipo de talen-to humano dependen de las especificidades de cada industria. En este contexto, Bolivia puede proveer:

• Energía eléctrica de fuentes alternati-vas: principalmente energía hidroeléctrica, solar, eólica, biomasa y geotérmica.

• Energía térmica, principalmente de la combustión del gas: si se considera que el precio del millar de pies cúbicos de gas para la indus-tria es de 22,4 US$ en Chile, de 15,8 US$ en Brasil; y de 1,74 US$ en Bolivia, es muy obvio el atractivo de Bolivia desde ese punto de vista. Aunque prioritariamente se propone que el gas debería usarse como materia prima y/o energé-tico en Bolivia, los contratos de exportación no pueden cancelarse unilateralmente; por lo tanto, se propone una renegociación de los mismos (Ver cuadro 5).

GWh/año/km2

POTENCIAL HIDROELÉCTRICO ESPECÍFICO

44

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

Considerando la energía que genera el barril de petróleo, 5,42 millones de BTU’s (Unidades térmicas británicas), se deduce que el precio del millón de BTU’s generado por la combustión de petróleo, es el precio del barril de petróleo dividido entre 5,42. ¿Cuál debería ser el precio del millón de BTU’s generado por la combustión del gas natural?: si tomamos en cuenta:Que ningún industrial o ama de casa quemaría petróleo crudo como combustible en el interior de su planta industrial para sus calderos o en su hogar para cocinar; Que el gas se paga después de consumirlo, en lugar de antes, como el petróleo y sus derivados, disminuyendo el costo financiero que implica el almacenaje; yQue genera menos efecto invernadero, se podría proponer que, mínimamente, el precio del mi-llón de BTU’s generado por la combustión de gas debería ser el precio del barril dividido entre 5. Por lo tanto, la propuesta implicaría que el precio del gas debería ser de 100/5 = 20 US$ por MMBTU o de 50/5 = 10 US$ por MMBTU si el precio del barril de petróleo fuera de 100 y 50 US$ respectivamente. El máximo ingreso que ha percibido Bolivia por el gas vendido al Brasil desde el 2005 hasta la fecha ha sido de 9,4 US$/MMBTU el segundo trimestre de 2012, cuando el barril de petróleo alcanzó valores de incluso 113 US$. De que esta propuesta es razonable, lo muestra la Figura 4 con valores de alrededor de 8 (48/6) US$/MMBTU’s de LNG (gas natural licuificado) en Sudamérica y en el Asia cuando el precio del petróleo estaba a 48 US$/baril. El costo de regasificación y su traslado a los lugares de consumo aumentaría a valores alrededor del propuesto. En resumen, por lo expuesto, Bolivia debería buscar los mecanismos para duplicar el precio del gas de exportación, lo que implicaría seguir percibiendo una buena parte de los 2500 millones de US$ que el presidente Morales indicó que Bolivia dejaría de percibir en su discurso del pasado 6 de agosto.

CUADRO 5. El precio del gas de exportación

• Agua de las cuencas del altiplano, del Amazonas y del Plata: Bolivia es el único país que es parte de estas tres cuencas. Especialmen-te, el agua en la cuenca del altiplano es estratégi-ca para desarrollar industrias en la costa del Pa-cífico que es desértica en la región norte de Chile y sur del Perú. Para ilustrar la competitividad de Bolivia en lo que se refiere al costo del agua para

la industria, en US$/m3, en Lima es de 2,67; y 0,42 en El Alto de La Paz (agua de pozo);

Además, en un mundo globalizado es nece-sario tener puertos tanto sobre el Pacífico como sobre el Atlántico. Analizando la costa del Pací-fico, el norte de Chile y el Sur del Perú carecen de agua y de energía (Ver cuadro 6) que Bolivia tiene en abundancia. Una política de industria-

National Natural Gas Market Overview: World LNG Landed PricesFederal Energy Regulatory Commission Market Oversight • www.ferc.gov/oversight

World LNG Estimated June 2015 Landed Prices

Precios del LNG (Figura 4)

• Souce: Waterbome Energy, Inc. Data In SUS/MMBtu. Landed prices are based on a netback caiculation.• Note: Includes information ana Data supplied Dy IHS Global Inc. and its affiliates (IHS); Copyright (publication year) all rights reserved.

45

Propuestas y alternativas

Precios del LNG (Figura 4)

• Ilustran la importancia del agua en el norte de Chile: la captación de las aguas del manan- tial del Silala desde 1906; como resultado de las conversaciones entre Bolivia y Chile, entre 1947 y 1950, el intento de utilizar las aguas del Lago Titicaca a cambio de otorgar una salida al mar a Bolivia, por medio de un corredor terrestre situado al norte de Arica; el desvío del río Lauca en 1962. • El intento de exportar a Estados Unidos 34 millones de m3 de gas por día desde el Chaco vía el puerto de Patillos en Chile, Proyecto Pacific LNG, tenía por objetivo también de proveer de gas al norte chileno.

CUADRO 6. Antecedentes de la necesidad de Chile de abastecerse de agua y energía de Bolivia

3. Política de Desarrollo Humano

La biodiversidad boliviana

Bolivia es el octavo país con mayor riqueza biológica del planeta. Esto se da por la gran va-riación de alturas que tenemos en el país, desde los puntos más altos, a más de 6000 msnm., has-

ta las zonas bajas a más o menos 100 msnm., lo que posibilita la existencia de regiones tan varia-dos como la zona altiplánica, los valles altos, los bosques de los Yungas, el Chaco, los llanos, la Amazonia, etc. Estos ecosistemas albergan una gran cantidad de especies animales, vegetales y germoplasma. (Ver cuadro 7)

CUADRO 7. La Biodiversidad en Bolivia

Bolivia presenta 4 biomas, 12 eco regiones, y 199 ecosistemas, siendo los más importan-tes los ecosistemas de los Yungas, Amazonia, el Bosque Chiquitano y el Gran Chaco y los Bosques Interandinos, por tener un alto valor como centros de diversidad biológica y ende-mismo. En el país existen más de 1300 especies de aves, cuenta con más de 220 especies de reptiles y cerca de 200 anfibios. Además existen unas 20.000 especies de plantas superiores.A esta riqueza incalculable se suman los recursos genéticos que posee, dada su condición de país origen y su domesticación de especies útiles para la alimentación, medicina, industria y otras aplicaciones. Desde esa perspectiva Bolivia es considerada un país mega diverso, porque cuenta con una gran riqueza en especies de vertebrados, es cuarto a nivel mundial en riqueza de mariposas y sexto en especies de aves. Unas 20.000 especies de plantas de las cuales l34 son especies maderables, más de 2600 especies animales silvestres superiores, más de 50 especies nativas domesticadas y más de 3000 variedades de plantas medicinales.

A esta gran riqueza, se añade el conocimien-to invaluable de las poblaciones de cada una de estas regiones. A lo largo y ancho del país, y des-de tiempos ancestrales, estas poblaciones han sa-bido preservar y aprovechar de manera sosteni-ble algunos componentes de esta biodiversidad. Por lo tanto, si se adopta como política de estado,

el aprovechamiento sostenible de la biodiversi-dad, estos actores del área rural se convierten en protagonistas fundamentales de este modelo, lo cual constituye un logro fundamental de lo que debemos perseguir como desarrollo. Este aspec-to contrasta enormemente con el que caracteriza a nuestra actual economía basada en la explota-

lización necesariamente debería estar articulada con una política de acceso al océano. Si el mar lo hemos perdido por razones económicas segu-ramente lo recuperaremos también por razones económicas. En lugar de emplear agua y ener-gía de Bolivia para el desarrollo de la industria minera transnacionalizada en Chile, emplear estos recursos en la implementación de un polo

industrial que, junto con una sede de integración latinoamericana, muestren al ciudadano tanto del Perú como de Chile que se beneficiarán con buenos empleos por la actividad industrial, bue-na educación por la sede universitaria y consi-derando la similitud cultural de la población, las condiciones para retornar al mar estarían dadas.

46

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?

ción de minerales, petróleo y agricultura indus-trial, en la que el protagonista central es el gran capitalista, generalmente extranjero.

En esta nueva economía basada en la biodi-versidad, los habitantes rurales no sólo aportan efectivamente con su conocimiento y manejo de los recursos, sino que también cuentan con la propiedad del territorio, ya sea como comunida-des o como TCO’s. Si estos factores, que de nin-

guna manera son poca cosa, son conjugados con la ciencia y tecnología que genere y/o aplique el Sistema de la Universidad Boliviana (15 univer-sidades) en todo el territorio nacional, tenemos una irrupción masiva de actores (alrededor de 400 mil universitarios) y población rural (alre-dedor de 2 millones de población económica-mente activa), actuando en sincronía para lograr el desarrollo del país.

48

¿Cómo salir de la dependencia y el extractivismo?