portantiero - los usos de gramsci

7/28/2019 Portantiero - Los Usos de Gramsci

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~~ ~t l . g ljuan carlos POrtantiero

los usosde gramsci

antonio gramsci

escritos polticos

(1917-1933)

54C U A D E R N O SD EP A S A D O YP R E S E N T E


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El estudio de cmo hay que analizar las "situaciones" o sea, decmo hay que establecer los diversos grados de relaciones de fuer-zas,. puede presta.rse a una exposici~'Jll elemental de ciencia y artepohtl~os, .~ntenchda como ~n conJun~o de cnones prcticos demvestI~aclO~ y de obser."aclOnes partIculares tiles para desper-

tar el mteres por la realIdad de hecho y para suscitar intuicionesp~lticas ms rigurosas y vigorosas. Al ,~ismo tiempo J:ay quee~P?ner lo


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varias formas de partidos (lectores de peridicos, elecciones par-lamentarias y locales, organizaciones de masa de los partidos ydelos sindicatos en sentido estricto), estaba ms adelantada que elsinclic;Jlismo, el cual conceda importancia primordial a la rela-cin fundamental econmico-social y slo a ella. La concepcinliberal vulgar tena en cuenta implc~ta~~nte tambi~n. es~ rel~-cin (como se manifiesta en ta.ntos 11lehclOS),pen?, lIlslst1a masen la relacin de las fuerzas polt1cas, que era expreslOn de la otra,

y, en realidad, la c~mten.~~. Estos residuos de la. concepcin. liberalvulgar se pueden IdentifIcar en t?cla .una sene de .estudlOs quese consideran dependientes de la frlosota de la P1?XIS y han pro-ducido formas infantiles de optimismo y de estup~e~ez.J .,.

Estos criterios metodolgicos pueden cobra~' vlSlble y elIdactl-camente toda su sionificacin cuando se aplIcan al examen de

t> , 1 1hechos histricos concretos. Podra hacerse ut1 mente para . osacontecimientos ocurridos en Francia entre 1789 y 1870. Me pa-rece que, para n~ayor claridad de. la exposici,


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de esos modos de ver las ~osas: Realmente las contradicciones ,in"ternas de la estructura sOCIal francesa que se desarrollan a partirde ~78~ no encuentran una. cOl?posicin relativa hasta la tercerarep,:~lIca, y enton,ces FranCIa tIene se~ent.a aos de vida polticaeqUIlIbrada despues de ochenta de agItaCIOnes de onda cada vezms larga: 1789; 1794, 1799, 1804, 1815, 1830, 1848, 1870. Precisa-,mente el estudIO de esas "ondas" de diversa oscilacin permitereconstruir las relaciones entre la estructura y las superestructu;as,

por una parte, y, por otra, entre el desarrollo del movimiento or-gnico y el movimiento coyuntural de la estructura. Puede decirsepor de pronto, que la mediacin dialctica entre los dos prindpios metodlgicosenunciados al comienzo de este apunte se pue-de descubnr en la frmula poltico-histrica de la revolucinpermanente.

---"" La cuestin. que suele llamarse de2_s~r_~~_J~c.~onesde fuer?-a es Un/'specto del mIsmo problema. A menuao se'le'e,'"en1as narraciones

histricas, la expresin genrica "relaciones de fuerzas favorablesdesfavor~~les a tal ~ cual tendencia". As, abstractamente, est~form~laCIon no explIca nada, o casi nada, porque se limita arepetIr el hecho que hay que explicar, presentndolo una VezCo~? hech0'y otra como ley abstracta y como explicacin. El errorteonco c~ms1ste, pu~s, ,en dar un canon de investigacin y de in-terpretaCIn como SI el fuera la "causa histrica". , '

~n la "relacin de fuerzas" hay que distinguir, por de prontova~s momentos o grados, que son fundamentalmente stos: ..

,Q)' Una rela~i~n d~ fuerzas. sociales estrechamente ligada a la,estructura, obJetiVa, mdepend1ente de la voluntad de los hom-,bres, y que puede medirse con los sistemas de las ciencias exactaso fsicas. Sobre la base del grado de desarrollo de las fuerzas ma~teriales de produccin se tienen las agrupaciones sociales; cadauna de las cuales representa una funcin y ocupa una posicindada en .la produccin misma. Esta relacin es, y nada ms: eSuna realIdad rebelde; nadie puede modificar el nmero de lasempresas o de sus empleados, el nmero de las ciudades con lacorrespondiente pblacin.urb~na, etc. E.sta divi~in estratgicafundamental permIte estudiar SI en la sOCIedad eXIsten las condi-cione~ necesarias y suficientes para una transformacin, es, cle~ir;permIte controlar el gTado de realismo y de operatividad de, lasdiversas ideologas nacidas en su mismo terreno, en el terreno de

, las contradicciones que la divisin ha engendrado durante su ele:sarrollo. ' ,.

@Un mom~nto .ulterior es la relacin de las fuerzas polticas,e~to ~s: la est1ma~ln. ,del grado de _homogeneidad, de~c()ri>5=Ieng"ay de~o~tg:arnza


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tener en Cllf'nta (Ill con esas relaciones internas de un estadoc-naCin se entrelazan las re aciones internaCIona es~(:l~ec~aiido nue.

---v.,s combinaciones originales e hstncame_-rL-te-_c_0li:J:as-:1Jnaweo_'Toga naCIda en un pas desarrollado se difunde en--i)~lses menosdesarrollaclos, gravitando en el juego local de combinaciones. (Lareligin, por ejemplo, ha sido siempre una fuente de esas cm-binaciones ideolgico-polticas nacionales e internacionales, y, cOIlla religin, tambin las dems formaciones internacionales, la

masonera, el Rotary Club, los hebreos, la diplomacia de carreraque sugieren expedientes polticos de orgenes histricos diverso~y los llevan al triunfo en determinados pases, funcionando comopartido poltico internacional que acta en cada nacin con toda~sus fuerzas internacionales concentradas; una religin, masonera,el Rotary, los hebreos, ete., pueden incluirse en la categora "jnctelectuales", cuya funcin consiste, a escala internacional,elimediar entre los extremos, "socializar" los hallazgos tcnicos que.permiten funcionar a las actividades de direccin, arbitrar COm',promisos y vas de salida entre las soluciones extremas,)

Esta relacin entre fuerzas internacionales y fuerzas nacionalesse complica todava ms por la existencia, dentro de cada estadO,de numerosas secciones territoriales de varia estructura y diversasrelaciones de fuerza de todos los grados (as, por ejemplo, la

Vende estaba aliada con las fuerzas internacionales reaccionariasy las representaba en el seno de la unidad territorial francesa,yLyon representaba, en la revolucin, un particular nudo de ea -rr#,aciones, etctera,) ...

~ El tercer momento es el de la relacin de las fuerzas milita~res, que es el inmediatamente declSlvo en cada caso. (El desarrQ:'"'

110 histrico oscila constantemente entre el primer y el tercermomento, con la mediacin del segundo.) Pero tampoco ste .esindistinto ni identificable inmediatamente de una forma esquecmtica, sino que tambin en l se pueden distin 'uir dos grados:el militar en sentid~.~s_t_ri_c~.:.._Q~~ic5.?:.!:!!DJtar, y ..~ gracro-q-t-Ie

. puecrellamarse ,_poltico-mgL~. En 'eT desarrollo de la historiaesos dos grados se han presentado con una gran variedad decolllcbinaciones. Un ejemplo tpico, que puede servir como paradigmc

lmite, es el de la relacin de opresin militar de un estado sobreuna nacin que est intentando conseguir su independencia estai-tal. La relacin no es puramente militar, sino poltico-militar, y,efectivamente, un tipo de opresin as sera inexplicable sin el es,tado de disgregacin social del pueblo oprimido y sin la pasividadde su mayora; por tanto, no podr conseguirse la independenciacon fuerzas puramente militares, sino que harn falta fuerzasmilitares y poltico-militares. Pues si la nacin oprimida tuviera.que esperar, para empezar la lucha por la independencia, a qlle"el estado hegemnico le permitiera organizarse su propio ejrcitoen el sentido estricto y tcnico de la palabra, podra echarse adormir (puede ocurrir que la reivindicacin de contar con un

propio ejrcito sea admitida por la nacin heger.n~1ica, pero esosignificar que una gran parte ~~ la 1~I~ha habraslc~? ya c~m~)a-tida y ganada en el terreno polrtlco-mlhtar). La. r:ac1On opn~Ill.daopondr, por tanto, inicialmente a la fuerza mIlItar, hegemoIllcauna fuerza slo "poltico-militar", esto es, le opOl~dra una .formade accin poltica que teniSa la virtud de cleterm:nar. reHe}~s decarcter militar, en el sentido: 1] de que tenga efIcaCla ~:r-frClentepara disgregar ntimamente la eficaci~ .blica de l,a .nac1On. h~ge-mnica, y 2] que oblige a la f~erz~ lllllrtar hege~oIllca ,~,dl.1uus,ey dispersarse por un gran. ter~ltono, anulando aSI su efrcaCla b:-lica. En el Risorgimento ltalr.a~lO puede .observarse la desa~t~


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de las clases populares de la ciudad y del campo, las ltimas delascu~les estaban atormentadas p

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