Sima-Mina de AlzolaSima de los Posos

Federació d’EspeleologiaComunitat Valenciana

Página WebLapiaz

Página WebLapiaz

I Congrés Valencià de Espeleologia

La Isla ReuniónLa Isla Reunión

Nº 30 – Diciembre 2003

COMO NACE LA ACTIVIDAD

unque pueda parecer increíble, todocomenzó hace ahora muchos años ymuy cerca de nosotros… El siglo die-

cinueve estaba tocando a su fin, cuando el fran-cés Lucien Briet entró a formar parte de la selec-ta sociedad espeleológica fundada por el padrede la espeleología, el también francés EdovardAlfred Martel. El espíritu aventurero de Lucien,favoreció que dedicara una importante parte desu vida a la exploración de las montañas y elsubsuelo de la cordillera pirenaica, sobre la querealizó la primera catalogación de los barrancosalto aragoneses, a principios del siglo veinte.

Las primeras exploraciones de los barran-cos, no se llevaron a cabo tal y como se hacehoy día. Al no conocerse aún las técnicas deprogresión por cuerda, los exploradores seveían obligados a portar muchos kilos de mate-rial y a permanecer muchos días en el interiordel barranco, arriesgándose así a sufrir las con-secuencias de una repentina crecida del nivelde agua. No se descendían los barrancos, si noque se ascendían mediante la ayuda de barcasy escaleras. Así, Martell y los suyos intentaronremontar en el año 1909, la que se conocecomo la reina de las gargantas francesas, laGarganta de Olhadubie – Holzarté, situada enel país vasco-francés. Si embargo, debido a lasdificultades técnicas con que se encontraron,sólo pudieron ascender la mitad de su recorri-do. No sería hasta el año 1933, cuando los fran-ceses Ollivier, Mailly, Cazalet y Dubosq realiza-ran el primer descenso integral de la garganta,tal y como hoy lo realizaríamos, es decir, ensentido descendente. Sin saberlo estaban escri-biendo una importante página de la historia ycreando el precedente de una disciplina, quecon el paso del tiempo adquiriría una dimen-sión impensable por aquel entonces.

sseennddeerrooss ddee aagguuaappaassaaddoo,, pprreesseennttee yy ffuuttuurroo ddeell ddeesscceennssoo ddee bbaarrrraannccooss

74

senderos de agua

pasado, presente y futuro

del descenso de barrancos Autor: Andrés Martí Puig

A

R-6 35 m. Fleur Jaunes. Isla Reunión.

Años más tarde, mientras espeleólo-gos franceses exploraban en su país, entreotras, la zona de los Alpes Marítimos, deHaute Provence y de Gavarnie, por nues-tras latitudes y a mediados de la décadade los sesenta, los franceses P. y A. M.Minivielle, junto a Chabert, Labordere ySebilleau, siguiendo los pasos de su pre-decesor Briet, descendieran el Cañón delVero y los barrancos de Mascún y la Chocaen la Sierra de Guara. Posteriormente yaen la década de los setenta, los francesespublicaron las primeras topografías ytopoguías de cañones. Los equipos espa-ñoles cogieron el testigo de nuestros ami-gos los franceses y comenzaron la frenéti-ca apertura de los descensos del Pirineo,exploración que duraría hasta principiosde la década de los noventa. Merecen unclaro reconocimiento en estas tareashombres como Enrique Salamero,Fernando Biarge, Luís Mariano Mateos,Alex Batllorí y Eduardo Gómez, que juntoa sus respectivos compañeros y colabora-dores, han realizado multitud de apertu-ras y para disfrute del resto de los aman-tes de la actividad, las han plasmado ydocumentado en diversas publicaciones.

R-4 15 m. Voile de la Mariee. Isla Reunión.

Gran Gorga final. Barranco de Trigás. Barbaurens. Huesca.

76

LAS TÉCNICAS

Al principio el descenso de barrancos tomó prestadastécnicas de la escalada y la espeleología, aunque situán-dose claramente más próxima a esta última, gracias a quelas técnicas espeleológicas, muestran mayores similitudescon el descenso de barrancos que las de la escalada y enespecial, gracias a que los primeros exploradores fueronespeleólogos. No sería hasta mediados de la década delos noventa cuando llegara la revolución, como de cos-tumbre, de la mano de nuestros compañeros franceses.Las técnicas que habían desarrollado los miembros de laEscuela Francesa de Descenso de Cañones y que habíanplasmado en un manual técnico eran realmente novedo-sas. Sin embargo, la verdadera revolución tendría queesperar algunos años más. Fue en el año 1999 cuando losmiembros de la Escuela Francesa de Descenso deCañones, volverían a darle un giro a la disciplina publi-cando el “Manuel Technique de Descente de Canyon”.Este libro supuso un verdadero vuelco frente a todo lodesarrollado hasta el momento. Ya no descendíamos lascascadas con una cuerda doble y con el sobrante de éstaesparcido por la badina de recepción, si no que lo hacía-

mos por un solo extre-mo de la cuerda, queademás estaba enrasadopor encima del agua ypor si fuese poco dispo-nía de un sistema deanclaje dinámico, quenos permitía en caso dequedar bloqueados bajola cascada, desembragarla cuerda, liberando así ala persona en apuros.Además de esto, el otroextremo de la cuerda noutilizado durante el des-censo, quedaba en lacabecera del rápel, pre-parado para ser utilizadorápidamente ante algunaimprevisible maniobrade auto socorro.

Al fin la actividadadquiría un perfil propio

R-1 12 m. Garganta de los Navarros. Valle de Bujaruelo. Huesca.

y adoptaba unas técnicas diseñadas específicamentepara el medio donde se desarrollaba, técnicas en las quela disciplina de las aguas vivas se hacía muy patente.Todo esto fue fruto del gran trabajo de investigación alque llegaron los técnicos de la Escuela Francesa deDescenso de Cañones y especialmente a que supieronaunar entre si, los avances y las técnicas de varias dis-ciplinas. Mientras en España nos peleábamos con elConsejo Superior de Deportes, la Federación deDeportes de Montaña y Escalada y la Federación deEspeleología, por coger las competencias del descen-so de barrancos, cosa por contra bastante habitual pornuestras tierras, nuestros vecinos aunaron los esfuer-zos de tres federaciones, la Federación de Montaña yEscalada, la Federación de Espeleología y laFederación de Canoa-Kayak, para dar así un verdade-ro salto cuantitativo y cualitativo. Sin lugar a dudas,había mucho que aprender de la Federación de Canoa-

Kayak, ya que ellos conocían mejor que nadie lasaguas vivas. El barranquismo y la canoa compartían elmismo medio, e indudablemente teníamos muchoque aprender de una gente que con el paso de losaños, había aprendido a leer el agua… Actualmenteen España las competencias sobre la enseñanza de ladisciplina corresponden a las federaciones de espele-ología y de montaña y escalada, aunque la forma deentender la actividad y por tanto de formar a sus prac-ticantes es muy dispar. Además, ninguna de las dos hatenido en cuenta a la Federación Española dePiragüismo, por lo que la materia de las aguas vivas haquedado inexplicablemente relegada a un segundoplano durante mucho tiempo. Por suerte y ante lasevidencias, en los últimos años han comenzado a pre-tenderse integrar por primera vez, las técnicas deaguas vivas en la actividad, aunque sin la participaciónde la federación que mejor las domina.

R-3 20 m. Fleur Jaunes. Isla Reunión.

LOS MATERIALES

La adaptación de los materiales también hasido muy significativa. Desde hace algunosaños han comenzado a diseñarse y fabricarsemateriales de forma específica par el descensode barrancos. El diseño del Kit Boulé, la sacapara la cuerda, desarrollada por los hermanosBernard y Eric Trouvé, le imprimió a la activi-dad una importante dosis de velocidad y agili-dad, simplificando notablemente el uso de lacuerda en las diferentes maniobras. Otrosfabricantes como Five Ten han desarrollado cal-zado específico para su uso en cañones, ofre-ciendo una protección total del tobillo y espe-cialmente una adherencia, hasta ahora inimagi-nable en un terreno tan resbaladizo. El gigantePetzl no podía ser menos y como tal no haquerido perder el tren, desarrollando materia-les específicos como el descensor Pirana.

R-35. Barranco de Fuente Blanca. Valle de Pineta. Huesca.

Barranco Lugar. Escuaín. Huesca.

79

Todos estos avances, unidos a losmateriales específicos de otras disciplinasque se desarrollan en el medio acuático,han catapultado el descenso de barrancossorprendentemente. El diseño de ciertosmodelos de cuchillos de submarinismo,ha favorecido su situación en lugares acce-sibles como las chaquetas de los neopre-nos, permitiendo así su utilización con unasola mano y por tanto una gran agilidad enel reequipamiento y las maniobras de autosocorro. Las cuerdas de socorro de aguasvivas empleadas en el kayak, así como loschalecos, han aportado una notable dosisde seguridad con caudales de agua eleva-dos y en ríos de envergadura. Las protec-

ciones de PVC para la parte posterior de arneses y neo-prenos, o las mochilas que incorporan sistemas de eva-cuación de agua, flotabilidad y liberación rápida, son unejemplo más de que la actividad está en pleno auge yde que los grandes amantes de los cañones, investigany desarrollan nuevos materiales, que repercuten muydirectamente en la evolución de la disciplina.

EL DESCENSO DE BARRANCOS EN ESPAÑA

La península ibérica es un sitio privilegiado a nivelmundial para la práctica del descenso de barrancos,especialmente en la cordillera pirenaica. Pero no todoslos descensos españoles se concentran en este sector,ya que aunque en menor medida, también existenbarrancos de entidad en Galicia, Asturias, Mallorca,

Resalte zona inicial. Barranco de Trásito Inferior. Huesca.

80

Descenso primer R-25. Tramo 4. Aigüeta de Eriste. Eriste. R-35 y R-23. Fuente Blanca. Valle de Pineta. Huesca.

R-4 40 m. Takamaka I. Isla Reunión.

81

Andalucía, Cuenca, Comunidad Valen-ciana o Canarias, entre otras comunida-des autónomas. Para ser más exactos,prácticamente todas las provinciasespañolas cuentan con algún descen-so. A nivel nacional actualmente existeuna catalogación de algo más de unmillar de barrancos.

Ahora bien, sin lugar a dudas lazona barranquera por excelencia ennuestro país es la de los Pirineos yespecialmente la del pirineo aragonés.Sólo la provincia de Huesca posee 356descensos con interés deportivo, ade-más de albergar los descensos mástécnicos.

La Sierra de Guara es mundialmen-te conocida, cañones como el del RíoVero, Gorgas Negras, Peonera, Balcedy barrancos como el Mascún oFormiga, tienen una calidad incuestio-nable. Prueba de la enorme fama deesta sierra, es que durante las épocasde máxima afluencia de visitantes enverano, se calcula que cerca de 2000personas pueden descender diaria-mente el Río Vero. Sin embargo, siqueremos huir de aglomeraciones,podemos visitar los cañones más fre-cuentados en verano, durante el invier-no y el otoño, o bien realizar otros des-censos menos conocidos, aunque nopor ello menos impresionantes, comopuede ser el del Barranco de D´osCochás. Este barranco fue la últimaapertura de la Sierra. Cuando ya secreía todo explorado, EnriqueSalamero y los suyos descubrieron casipor el azar y desde el aire este afluen-te del Barranco de Mascún, que habíapermanecido oculto e inadvertido a lamirada de los exploradores durantedécadas. Su tramo final es sencillamen-te apoteósico, ya que se precipita a tra-vés de un rápel fraccionado de 70metros de altura, hasta la galería másestrecha, sombría y majestuosa delMascún: los Oscuros de Otín. Por sitodo esto fuese poco, hay que destacarque la Sierra de Guara, al quedar encla-vada en la zona pre-pirenaica goza deun clima más cálido que la zona centraly norte de los Pirineos, por lo cualmuchos de sus descensos son practica-bles durante todo el año.

La zona norte de la comunidadcuenta con descensos míticos. Barran-cos como el Consusa Inferior se hanconvertido por méritos propios, en unode los mejores descensos de toda lacordillera. La continuidad y la calidad

R-2 y R-3. Fleur Jaunes. Isla Reunión.

82

estética y geológica de surecorrido, unido a un cauceque pasa de estar totalmenteseco durante el estiaje, a lle-var un caudal torrencial yverdaderamente peligrosodurante la época de deshie-lo, lo convierten en unbarranco de extremos.

El Consusa vierte susaguas en el río Yaga, cuyotramo final forma la Gargantade Miraval. Se trata de otromítico recorrido pirenaico,muy acuático y estrecho,donde el agua es el principalprotagonista. El río Yaga es elgran colector de la zona, yaque todos los barrancos delmacizo y el sistema subterrá-neo de las Fuentes deEscuaín drenan sus aguas enél. Su descenso en primaverapuede resultar una verdaderaaventura, sólo apta paraequipos pequeños, compe-netrados y con un dominioabsoluto de las técnicas deprogresión en aguas vivas,especialmente en el tramode oscuros, donde variosresaltes y un cauce tan estre-cho que permite tocar ambasparedes con los brazos abier-tos, hacen que el aguaadquiera una fuerza y veloci-dad de vértigo.

Cerca de la población deTorla encontramos otro des-censo famoso por su elevadocaudal, donde rápidos, con-tracorrientes y fuertes rebu-fos, hacen que sólo sea prac-ticable durante ciertos períodos del año, se trata de laGarganta de los Navarros, tramo final del río Ara antesde su confluencia con el río Arazas. Situado más al este,el Aigüeta de Eriste engrosa la lista de los descensosmás selectivos. Su tramo IV tras recibir el caudal devarios afluentes, se convierte en un descenso técnico ycon un caudal apto para pocos. Además, si se desea sepuede realizar su descenso integral salvado para ello unmontón de kilómetros y dificultades y un desnivel pró-ximo a los 1000 metros.

Otros como el barranco de la Larri Superior y el deEtsaut también son por méritos propios descensos muydifíciles. El primero se abre a gran altura en el Valle dePineta, posee grandes cascadas y un fuerte caudal quegenera movimientos de agua, motivos que propiciaronque permaneciese virgen, hasta que el francés PatrickGimat junto a sus compañeros, lo descendió por pri-mera vez en septiembre de 1.997. El barranco de Etsaut

R-12. Gargante de Gloces. Fanlo. Huesca.

Cañón del Formiga. Sierra de Guara. Huesca.

o de Yese, aunque situado ya en tierras francesas en elValle de Aspe, se encuentra relativamente cerca delpunto fronterizo de Somport y merece una menciónespecial por tratarse probablemente de uno de los des-censos más largos que podemos encontrar. Con un des-nivel de 1.200 metros en un recorrido de 4,5 kilóme-tros y cerca de 50 rápeles, es un barranco muy pocodescendido y salvaje.

Si somos amantes de las grandes verticales, el piri-neo aragonés también nos reserva platos fuertes. Unclaro ejemplo es el barranco del Cebollar, donde elcauce se precipita desde las alturas hasta el río Ara através de una cascada de 120 metros de desnivel,conocida como el Salto del Carpín. Más al este en elValle de Chistau, el Gallinés Inferior con dos cascadasencadenadas que suman 135 metros de altura, es tam-bién un descenso de vértigo y al igual que el anterior,con una reunión colgada en medio de la pared.

R-23. Barranco Fuente Blanca. Valle de Pineta. Huesca.

R-5 55 m y R-6 15 m. Takamaka I. Isla Reunión.

84

Pero no todo el Pirineo son caudales elevados ygrandes dificultades técnicas, ya que existen multitudde barrancos recomendables, donde la calidad estéticase antepone a la deportividad, en lugares sombríos ysobrecogedores, que el agua ha labrado con pacienciacon el paso de los años. Barrancos como el Gorgol, elFurco, la Garganta de las Gloces, la Garganta Superiordel Yesa, de Escuaín… son sitios que nos marcarán sinos atrevemos a visitarlos…

En la Comunidad Valenciana la cosa está un pocomás complicada, ya que únicamente contamos conunos 36 descensos y como es natural poco acuáticos.Cabe destacar entre todos, el Barranco del Infierno deVall d´Ebo (Alicante) como quizá el más representativode nuestras tierras. Con un cauce generalmente seco,aunque perfectamente excavado en roca caliza de colorblanquecino, es un descenso de una altísima calidad,especialmente en su tramo final, donde el cauce seestrecha y se hunde entre grandes paredes, a las que elagua ha dado formas muy redondeadas con el paso delos años. La fantástica formación de este barranco tienepoco que envidiar a muchos de los grandes descensos

del Pirineo, aunque las dificultades téc-nicas que aglutina son más bien esca-sas. También destacan otros descensoscomo el del Barranco de Bercolón en elRío Turia, el de Otonel en el río Júcar, elBarranco de l´Abdet en Cofrides, o elbarranco de Zucaina en el RíoVillahermosa. Todos ellos son barran-cos en los que, aunque con un caudalbajo, suele circular el agua durantegran parte del año.

Una buena alternativa para losbarranquistas valencianos por su pro-ximidad, la constituye la Comarca delos Puertos de Beceite, ya que en unaextensión de terreno bastante reduci-da, concentra importantes descensos.Barrancos como el de la Paridora,Desferracavalls, Geganta, Caramella,Racó de la Gralla y las Gorgas del RíoCanaletas, Vall Figuera y Ragatxol, sondescensos recomendables e impres-cindibles si se visita la zona. La mayorparte se caracterizan por su enverga-dura, con largas aproximaciones,retornos y también descensos. Losbarrancos de Desferracavalls y laGeganta totalizan cerca de 700metros de desnivel y hasta un rápelde 110 metros de altura. Otros comoel Canaletas o la Caramella se caracte-rizan por ser muy acuáticos.Finalmente cabe destacar por ser elmás impresionante las Gorgas de VallFiguera, descenso largo, muy deporti-vo y con tramos muy continuos y deinterés realmente mantenido.Además, cuenta con la curiosidad desu marmita trampa, que está conside-

rada como la más grande de España y de la que esnecesario salir remontando cerca 12 metros a travésde una cuerda fija.

EL DESCENSO DE BARRANCOS EN EL RESTO DEL MUNDO

Indudablemente los países que cuentan con mayornúmero de barrancos abiertos, son como es natural, lospaíses donde más arraigada se encuentra la actividad,concretamente Francia, España, Italia y Suiza, aunquesin olvidar que esto se debe también a la existencia deuna geología propicia para ello. No obstante en otraszonas del mundo y aunque en menor medida, tambiénexisten un gran número de barrancos, como en Austria,Australia, Canadá, Portugal, Cabo Verde o Eslovenia.Precisamente de éste último país ha aparecido recien-temente una topoguía que recoge sus 26 mejores des-censos y que es fruto de las tareas de exploración lle-vadas durante seis años por un grupo francés. El enor-me potencial kárstico del país lo encuadran como otrolugar privilegiado para la práctica de la disciplina, aun-que sus barrancos son muy fríos y sombríos.

R-57. Barranco de Guarbena. Valle de Chistau. Huesca.

85

Los franceses además de haber cre-ado la actividad, han sido y son losgrandes exploradores a nivel mundial.Gracias a las colonias de ultramar queposeen los galos, han abierto infinidadde barrancos en los rincones másrecónditos del planeta, como porejemplo en Guadalupe, la PolinesiaFrancesa, Martinica, Nueva Caledonia yespecialmente en Reunión.

Reunión, con algo más de noventabarrancos abiertos, es considerada pormuchos como el Himalaya del descen-so de barrancos.

Esta pequeña isla de algo más de2.500 kilómetros cuadrados de superfi-cie, situada en el Océano Índico 800 kiló-metros al este de Madagascar, pasaprácticamente desapercibida en losmapas al lado de la vasta extensión de lavecina Madagascar. Aunque descubier-ta allá por el año 1.512 por el naveganteportugués Pedro de Mascareñas, perma-neció muchos años virgen hasta que losfranceses la colonizaron en el año 1.612,siendo actualmente una colonia gala.

A diferencia de Isla Mauricio, otrade las islas que forman parte delArchipiélago de las Mascareñas,Reunión dispone de una estrecha fran-ja litoral y de pocas playas. Por contra,los dos volcanes que la formaron hacemillones de años, crearon una abruptazona montañosa dividida en tres cir-cos: Cilaos, Mafate y Salazie, envueltosde una vegetación tropical.

En Reunión el concepto de barran-co es bien distinto al que tenemos pornuestras latitudes. Algo así comohablar de las cavidades de la Comunidad Valenciana ylas Asturianas de los Picos de Europa. Sí, efectivamenteen Reunión encontramos barrancos de una envergadu-ra descomunal y no aptos para cardíacos. Por ejemploen el barranco de Ravine Blanche, el agua se precipitaal vacío a través de dos cascadas de 440 y 310 metrosde altura, formando una cortina de agua que baña alcompleto toda la cara de una montaña. Otros barrancostambién tienen desniveles totales fuera de lo habitual,como el Rivière des Roches 5 con 1.160 metros de des-nivel, o el Bras Magasin que totaliza 1.140 metros.

Sin embargo, hablar de barrancos en Reunión eshablar del mítico Trou de Fer. Este verdadero monstruofue descendido por primera vez en el año 1.989, por elgran explorador de la isla, el guía de montaña francésPascal Colas. Sus especiales características lo conviertenen un descenso muy técnico y sobre todo vertical, queobligan a permanecer en su interior entre dos y tresdías, factores que han propiciado que sea un descensomuy poco repetido. Su accidentado perfil lo forman trescascadas de 180, 150 y 253 metros de altura, que final-mente se precipitan en un largo, estrecho y sinuoso

corredor al que se conoce como el Bras de la Caverne.El inicio del Bras de la Caverne es algo así como unenorme cráter al que caen además de la cascada de 253metros por la que nosotros descendemos, otras tantasde similares dimensiones y que forman el conocidoTrou de Fer, algo así como la hoya de hierro, o más biendel infierno… El Bras de la Caverne es tan estrecho ensu zona inicial, que en algunos puntos es posible alcan-zar ambas paredes con los brazos abiertos. Esto unido ala rápida respuesta del macizo ante las crecidas, a lacaída de piedras y a un aumento del nivel de las aguasque puede alcanzar los 15 metros de altura tras fuerteslluvias, lo convierten en un lugar aterrador…

Existen muchos otros lugares del mundo exóticos yfascinantes para la práctica del descenso de barrancos.Además de los mencionados a lo largo de las anterio-res líneas, resultan interesantes por el número y carac-terísticas de sus cañones algunos estados norteamerica-nos, como Arizona, California, Utah o Colorado.Aunque existen cañones acuáticos y con caudales ele-vados, sólo se encuentran en ciertos lugares de algunosestados, siendo los más representativos los grandes

R-40. Barranco de la Sallent. Caldes de Boí. Lleida.

R-2 45 m. Dudú. Isla Reunión.

R-4 30 m. Bras de Etangs Inferior. Isla Reunión.

R-33 70 m. Takamaka I. Isla Reunión.

cañones secos. En Arizona existen inmensos cañonessecos o con niveles de agua muy bajos, excavados enlas areniscas de zonas prácticamente desérticas. Suscaracterísticas más comunes son unos recorridos extre-madamente largos, de unas dimensiones abismales yque aunque con muy pocas dificultades técnicas,requieren muchas horas de descenso.

También otras islas del Mediterráneo como Córcega,Sicilia, Cerdeña o Mallorca y en el Océano AtlánticoSanta cruz de Tenerife, esconden descensos muy inte-resantes, especialmente los que terminan en el mar, yaque en algunos de estos barrancos su último rápel osalto, nos deja dentro del agua del mar.

EL FUTURO

Como hemos podido leer, las posibilidades quenos ofrece el descenso de barrancos son tan infinitascomo atrayentes. Para todos nosotros y como espele-ólogos, se trata de una exploración muy singular, yaque con luz, sin barro, sin estrecheces y hasta disfru-tando del sol en algunas ocasiones, nos encontramosante un mundo tan atrayente como el subterráneo,pero a cielo abierto. La luz nos brinda la posibilidadde ver a simple vista lugares sobrecogedores y espe-cialmente de disfrutar saltando y deslizándonos en elagua. Muchos de los momentos de que he disfrutadoen el interior de algunos barrancos me acompañaránsiempre. Las emociones que me han transmitido lasaguas blancas, con su fuerza y velocidad y el ver quecon una técnica depurada eres capaz, no de enfren-tarte a ellas, pero si de poder aprovecharlas o evitar-las, para así pasar por lugares que a simple vista pare-cen infranqueables, son emociones que generanmucha adicción.

Para que podamos seguir disfrutando durantemuchos años de los cañones, me veo en la responsabi-lidad de lanzar un llamamiento de protección del medioa todos los practicantes de la disciplina.Desgraciadamente cada día existen más zonas protegi-das, en las que se prohíbe la práctica del descenso debarrancos, por no considerarse compatible con los pla-nes rectores de uso y gestión de estos espacios prote-gidos. Si analizamos detenidamente este hecho, com-prenderemos que el futuro de la actividad dependeráúnicamente, de nuestra actitud frente al medio.

También quiero hacer una mención muy especial a latécnica, ya que muchos de los deportistas que se aven-turan en algunos cañones, no disponen de la técnicaadecuada para ello. La actividad del descenso debarrancos, aunque pueda parecer lo contrario, no esuna actividad exenta de peligros. Es imprescindible for-marse y adquirir una técnica muy depurada. Si analizá-semos las estadísticas del GREIM de la Guardia Civil,sobre los rescates y muertes en barrancos de los últi-mos años, sinceramente nos asustaríamos...

En definitiva, el descenso de barrancos ofrece uncóctel magistral de emociones, gracias al que cadadía la actividad se extiende y gana más adeptos quedescubren unos senderos muy espaciales, unos sen-deros de agua…

BIBLIOGRAFÍA

• F. RICHEMOND Y C. CHANTEMESSE. (1988):Descubriendo cañones. Editions du Pélican. Francia.

• F. BIARGE Y E. SALAMERO. (1991): Huesca cañonesy barrancos. Tomo 1 Sierras. Gráficas Alós. Huesca.

• F. BIARGE Y E. SALAMERO. (1991): Huesca cañonesy barrancos. Tomo 2 Pirineo. Gráficas Alós. Huesca.

• F. BIARGE Y A. BIARGE. (1991): Descenso deportivode cañones. Gráficas Alós. Huesca.

• LUÍS MARIANO MATEOS. (1992): Cañones PirineoOccidental. Elkar. Donostia.

• VV.AA. (1993): Barrancs i engorjats del Pirineu Català.Espeleo Club de Gràcia. Barcelona.

• PASCAL COLAS. (1995): Le paradis du canyoning.Editions Maison de la Montgane. Ile de la Réunion.

• PATRICK GIMAT. (1999): Topoguía-mapa nº3. MontePerdido. Géo-Graphisme. Francia.

• PATRICK GIMAT. (1999): Topoguía-mapa nº4. Cotiella– Ribagorza. Géo-Graphisme. Francia.

• VV.AA. (1999): Manual de descenso de barrancos.Prames. Zaragoza.

• VV.AA. (1999): Manuel technique de descente decanyon. Féd. Française de Spéléologie. Francia.

• EDUARDO GÓMEZ. (2000): Descenso de cañonesTarragona. BCN 4+4 Associats. Barcelona.

• VV.AA. (2001): Topos canyons Ile de la Réunion. Ric aRic. Ile de la Réunion.

• ENRIQUE SALAMERO. (2002): Sierras de piedra yagua. Camping Mascún. Huesca.

• E. GÓMEZ Y L. TEJERO. (2002): Descenso cañones ybarrancos. Guara. Barrabés Editorial. Huesca.

• E. GÓMEZ Y L. TEJERO. (2002): Descenso cañones ybarrancos. Pirineos. Barrabés Editorial. Huesca.

• VV.AA. (2002): Réunion, Maurice et Rodrigues.Lonely Planet. Francia.

• L. R. FERRERAS. (2003): Descenso deportivo de caño-nes. Federación Española de Espeleología. Madrid.

• VV.AA. (2001-2004): Web Cañones y Barrancos.www.barranquismo.sitio.net

Fotografías: Andrés Martí Puig.

Marmita tras R-15. Mini Fleur Jaunes. Isla Reunión.