nuestros fieles compañeros

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En este nuevo trabajo el Dr. Aubrey H. Fine nos ofrece las últimas investigaciones científica y evidencias que apoyan la importancia de los animales de compañía en nuestra vida, al tiempo que, de forma amena y muy emotiva, comparte sus experiencias profesionales y logros con la TAA.

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nuestros fieles compañeros

Explorando la esencia de nuestra relación con los animales

aubrey H. fine

nuestros fieles compañeros

Explorando la esencia de nuestra relación con los animales

aubrey H. fineprofesor y psicólogo

universidad politécnica estatal de california

prólogo de stanley coren

fotografías de David sax

traducción: ana H. Deza

ed

Historia de la publicación:

Título original: Our Faithful Companions: Exploring the Essence of our Kinship with Animals

Publicado en inglés por Alpine Publications, Inc. P.P. Box 7027, Loveland, CO 80537

© 2014 Aubrey H. Fine

© 2015 Kns ediciones SC (versión en castellano). Todos los derechos reservados

Pedrouso 42 15883 Cacheiras-Teo A Coruña España www.knsediciones.com

Traducción: Ana H. Deza

Diseño de cubierta: Alberto Mosquera Lorenzo

Maquetación: Ana Loureiro Iglesias

Corrección de pruebas: Mensi Cortizas Bouza

Fotografías: David Sax (salvo que se especifique de otro modo)

ISBN 978-84-941852-9-8

Depósito Legal C 798-2015

Impreso en España

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma o medio sea electrónico o mecánico, incluidas la fotocopia, grabación o cual-quier sistema de almacenamiento, sin permiso escrito de la editorial. (Diríjase al Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org, si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra)

Dedico este libro a todos mis hijos, humanos y no humanos, y a mis nietos felinos. Todos vosotros me habéis alegrado la vida

y me habéis hecho mejor persona.

Se lo dedico a Sean, Corey, Nelli, PJ, Sasha, Goldie, Copper, Puppy, Shrimp, Hart, Magic, Ketzy, Tikvah, Snowflake, Coshi,

Starlight, Boomer, Tilly, Oscar, Polly, Kitty, Sneaky, Houdini, Spikey, Tweedle, Hunter y Colby.

– 9 –

Índice

Agradecimientos...................................................................................... 15

Prólogo ....................................................................................................... 17

Capítulo 1. Descubriendo el corazón y el alma de nuestros fieles compañeros: desarrollo de la conexión de almas .............. 23

¿Por qué queremos a los animales? .................................................................... 32

Los animales y los medios de comunicación ................................................... 34

¿Qué es el vínculo persona-animal? ................................................................... 36

Redefiniendo el vínculo: storgé, amor familiar ................................................. 42

Redefiniendo el vínculo: compañerismo y amistad ........................................ 45

Capítulo 2. Es más que un flechazo. Relaciones que benefician nuestra salud y bienestar ................................................................................. 53

Inicio al vínculo: comprendiendo los beneficios fisiológicos y psicosociales de los animales ............................................................................... 54

La salud y los beneficios psicosociales de la tenencia de mascotas. ¿Qué dicen las investigaciones científicas? ....................................................... 58

El amor de un cachorro puede ser químico: un tratamiento de spa biológico ............................................................................................................ 59

Por qué nos vinculamos a nuestros compañeros animales ........................... 61

Los animales como apoyo social .................................................................... 61

La teoría del apego ............................................................................................ 66

La hipótesis de la biofilia ................................................................................. 72

Capítulo 3. El papel de los animales de compañía en la familia 85

Beneficios de la convivencia con animales ....................................................... 90

Lo que ya sabemos o deberíamos saber sobre los animales, los niños y sus familias ................................................................................................................ 94

Los animales como amortiguador social para los niños ................................ 97

Nuestros fieles compañeros

– 10 –

Las mascotas y los niños discapacitados ........................................................... 99

El papel de las mascotas con los preadolescentes y adolescentes ............. 102

El papel de las mascotas en la vida de los jóvenes y adultos ...................... 103

Las mascotas y los ancianos de la familia ......................................................... 104

Integración segura de mascotas y niños: desde la infancia temprana a la niñez ................................................................................................ 105

Bebés ..................................................................................................................... 105

Niños pequeños .................................................................................................. 110

Gatos, niños y seguridad .................................................................................. 114

Lo que debe considerar un potencial propietario de mascota .................... 115

Preguntas frecuentes sobre la adquisición de una mascota ......................... 117

¿Deberíamos esperar a que nuestros hijos sean mayores? ...................... 117

¿Para quién tenemos la mascota (los niños o los padres)? ...................... 117

¿Quién cuidará a la mascota? ¿Los niños van a asumir de verdad la responsabilidad de cuidar del animal sin que se los supervise y se les recuerde? ................................................................................................... 119

La parte negativa ..................................................................................................... 122

La pérdida de la mascota ................................................................................. 122

Mordiscos de perro ............................................................................................ 122

Gastos.................................................................................................................... 123

Problemas de salud: alergias ............................................................................ 124

La violencia doméstica ...................................................................................... 125

Violencia hacia los animales ............................................................................ 126

Las soluciones ...................................................................................................... 126

Recursos para que los niños adiestren perros .................................................. 128

Capítulo 4. Las relaciones son una elección personal. El fenómeno Baskin-Robbins ........................................................................ 131

Conoce al perro que eliges ................................................................................... 133

Dos variables esenciales: nivel de actividad y tamaño ............................. 133

«Conócete a ti mismo» antes de tomar decisiones .................................... 138

¿Queremos un perro o un gato, cachorro o adulto? .................................. 141

¿Tenemos tiempo? .............................................................................................. 143

Índice

– 11 –

¿Tenemos dinero suficiente? ............................................................................ 144

¿Tenemos espacio? ............................................................................................. 145

¿Alguien tiene alergia? ....................................................................................... 145

¿Estamos dispuestos a invertir el tiempo y los recursos necesarios para el adiestramiento que nos enseñe a convivir con nuestra mascota? ...... 146

Contratos de alquiler. ¿Tenemos permiso del propietario? ..................... 147

¿Qué hacemos cuando nos vamos de vacaciones? .................................... 147

¿Será seguro tener a la mascota? ¿Cómo de grande se hará? ¿Cuánto tiempo vivirá? ¿Puede volverse peligrosa? .................................................... 148

¿Adoptamos, compramos en una tienda de animales, buscamos un criador o encontramos la mascota en un anuncio o en Internet? .... 149

Conclusiones ............................................................................................................ 150

Capítulo 5. Mucho más que un flechazo. Cómo algunos de nuestros compañeros se convierten en perros de terapia y de servicio ................................................................................................................ 157

Antecedentes históricos de la terapia con animales ...................................... 161

El papel de las IAA ................................................................................................. 162

Los animales como catalizadores sociales ........................................................ 166

Perros de lectura ...................................................................................................... 168

Los animales y el cambio en el medio ............................................................... 171

Animales en la enseñanza ..................................................................................... 172

Los animales como catalizadores de emociones: perros de apoyo en los juicios ............................................................................................................. 174

Perros en los equipos de respuesta a las catástrofes ...................................... 179

Perros de asistencia ................................................................................................. 181

Capítulo 6. Magia: llévame al rincón de Pooh ...................................... 187

La magia de la esperanza ...................................................................................... 190

Implicaciones de la esperanza .............................................................................. 192

Lecciones aprendidas de Ann .............................................................................. 193

David, Debbie y Chewy ........................................................................................ 197

Rick y Riley ............................................................................................................... 201

Cindy, Bob y Molly ................................................................................................ 202

Nuestros fieles compañeros

– 12 –

Capítulo 7. Nuestros compañeros «eternos». Recordando y celebrando el vínculo ......................................................................................... 207

¿El dolor desaparece? ............................................................................................. 213

Decir adiós a mi abuelo y a Puppy ..................................................................... 215

Emociones de la pérdida ....................................................................................... 217

Etapas del duelo ...................................................................................................... 218

Coraje para seguir adelante: la vida después de la pérdida ......................... 220

Capítulo 8. Nunca tengas miedo de abrir tu corazón. Entrará el amor ....................................................................................................................... 229

Hagamos un viaje: recorriendo la costa para encontrar el auténtico significado del vínculo............................................................................................ 230

Lecciones aprendidas en el viaje ......................................................................... 233

Él es el regalo ........................................................................................................... 236

Me ayudaste a ganarme las alas .......................................................................... 243

Soy la persona más afortunada del mundo ...................................................... 244

La vida sigue ............................................................................................................. 245

Me salvaste la vida ................................................................................................. 246

No necesitas ojos para ver el mundo ................................................................. 247

Una pareja de ensueño .......................................................................................... 249

El amor tiene un precio ......................................................................................... 250

La importancia de los espacios verdes .......................................................... 250

La promesa: el código del vínculo ................................................................. 251

La promesa: los votos del vínculo .................................................................. 254

Referencias............................................................................................................... 257

Capítulo 1 ................................................................................................................. 257

Capítulo 2 ................................................................................................................. 259

Capítulo 3 ................................................................................................................. 263

Capitulo 4 ................................................................................................................. 265

Capítulo 5 ................................................................................................................. 266

Capítulo 6 ................................................................................................................. 267

Capítulo 7 ................................................................................................................. 268

Capítulo 8 ................................................................................................................. 269

Índice

– 13 –

Apéndice: PAWS for Thought [zarpas para pensar]: apreciar los momentos ......................................................................................................... 271

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 271

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 271

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 272

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 272

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 272

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 272

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 273

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 273

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 273

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 274

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 274

PAWS FOR THOUGHT ......................................................................................... 274

PAWS FOR THOUGHT: El libro curativo. Nota para los padres ............... 275

PAWS FOR THOUGHT: El libro curativo. Algunas pautas que se deben tener en cuenta ........................................................................................................ 276

– 15 –

Agradecimientos

Dice el dicho: «Se necesita un pueblo entero para criar a un solo niño». Del mismo modo, este libro nunca habría llegado a buen puerto sin la ayuda y el apoyo de muchas personas.

Quiero darle las gracias a David Sax por las fotografías de distintas escenas que aparecen en el libro. David es un fotógrafo de mucho talento, y estoy en deuda con él por haber capturado la esencia de la relación con nuestros fieles compañeros con tanta sensibilidad.

Me gustaría darle las gracias a mi amigo Tom Zasadzinski por permitirme usar su fotografía de PJ, la «perra de mi vida», en la página 214. También quie-ro darle las gracias a Krista Trapani por diseñar el marco de esa fotografía. Le debo mucho a Krista, que además hizo la plantilla de las actividades «PAWS for Thought»1 y los gráficos del libro curativo, que se incluyen como apéndice en este libro en recuerdo de nuestros fieles compañeros.

Estoy en deuda con muchas personas por el apoyo que me han prestado al recopilar datos de investigación para el libro y por haber realizado algunas de las entrevistas: Julia Gimeno, Maureen Huang, Ellie Reimers, Joanne Cole, Mi-chael Donato, India Wallace, Christine Bowers, Shawna Weaver, Michela Parisi, Jane Deming, Katenna Jones, Crystal DeArman y Charlotte McKenny.

El año pasado muchas personas estuvieron leyendo borradores de varios capítulos y me proporcionaron información y sugerencias de edición. Estoy sin-ceramente en deuda con todos por sus sugerencias: Rudi Gomez, Stephen Da-vis, Dale Salwak, Julia Gimeno, Ronald Kotkin, Jose Peralta, Sabrina Schuck, Bill McCullough, Christine Bowers, Jane Deming, Katenna Jones, India Wallace, Shawna Weaver, Pam Seggerman, Dana O’Callaghan y Phillip Tedeschi.

También quiero darle las gracias al Dr. Stanley Coren, por haber escrito el prólogo. Aprecio mucho las ideas del Dr. Coren sobre las interacciones persona-animal y es un honor que haya estado dispuesto a contribuir en este libro.

En estas páginas el lector encontrará muchas historias increíbles sobre ani-males y sus compañeros humanos. No podría haber recopilado tantísima in-formación sin la ayuda de todas las maravillosas personas que me permitieron

1 N. de la T.: PAWS, además de zarpas, es el acrónimo de Pets Are Wonderful Support, las mascotas son un maravilloso apoyo.

Nuestros fieles compañeros

– 16 –

que las entrevistara y me dieron permiso para relatar sus experiencias. Algunos nombres están modificados para proteger su intimidad. A todos vosotros os doy las gracias de corazón por compartir vuestra historia conmigo y permitirme incluirla aquí.

– 17 –

Prólogo

En este libro se explora la naturaleza del vínculo entre las personas y los animales. Este vínculo puede ser extremadamente fuerte y, de hecho, se emplea en la práctica clínica de psicología, en lo que se conoce como terapia asistida con animales (TAA), que consiste en emplear un animal como parte fundamen-tal del tratamiento de una persona. Aunque el animal más común de la TAA es el perro, también se emplean gatos, así como conejos, pájaros, peces y jerbos, animales grandes como caballos y algunas especies exóticas: elefantes, delfines y lagartos.

En los últimos treinta años hemos sido testigos de un enorme aumento de los estudios científicos sobre la relación entre animales y personas, que han llegado a la conclusión de que el vínculo emocional que creamos con ellos nos ayuda a lidiar con el estrés y tiene varias aplicaciones terapéuticas. Los estudios nos hablan de los mecanismos fisiológicos, como el aumento de la hormona oxitocina cuando nos encontramos en contacto con un animal conocido y amis-toso. Esta hormona puede desempeñar un papel en nuestro vínculo emocional con él. Los datos nos muestran cómo las relaciones que desarrollamos con los animales siguen el mismo patrón que las que tenemos con los niños y con nues-tros seres queridos.

Pero mucho antes de que existiera algún estudio científico que explicara la naturaleza del vínculo entre los humanos y los animales, la gente obtenía placer del contacto e interacción con estos. En el yacimiento arqueológico de Ein Mallaha, situado en la costa del actual Israel, encontramos los restos de una pequeña aldea neolítica junto al mar. Este yacimiento natufiense está fechado alrededor de hace 10.000 años, hacia el final de la Edad de Piedra, y aquí los arqueólogos encontraron la tumba de un anciano, enterrado en posición fetal, con las rodillas junto a la barbilla, la postura habitual de enterramiento de la época. Cuando retiraron la parte superior del cuerpo, vieron que la cabeza del hombre descansaba sobre su mano izquierda. Limpiaron el área y observaron que le habían colocado en el pecho con mucho cuidado un cachorro de cuatro o cinco meses. Habían depositado ese perro en la tumba, sin duda, para ofrecer consuelo y compañía a su dueño en su viaje a la eternidad.

Ha sido tan común obtener apoyo emocional de los animales de compañía a lo largo de la historia que resulta extraño que los científicos no reconocieran

Nuestros fieles compañeros

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su importancia psicológica y el potencial clínico hasta fechas tan recientes. Hay numerosos ejemplos que revelan la importancia del vínculo entre el ser huma-no y el animal. A lo largo de la historia, los líderes políticos y militares se han sentido siempre solos y aislados de los demás. Los poderosos temían exponer sus preocupaciones ante otros, por miedo a que alguien utilizara sus secretos en su contra o a que sus enemigos los descubrieran y se aprovecharan de ellos. Por ese motivo, mucha gente con poder ha recurrido al perro como compañero más íntimo. Veamos el ejemplo del general Dwight D. Eisenhower, que llegaría a ser presidente de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial: en 1943 era el comandante supremo de las tropas del frente aliado y coordinó las operaciones en el norte de África que finalmente conseguirían arrebatar el poder a los alemanes. Mientras se encontraba allí, escribió a su esposa Mamie: «La amistad de un perro es un don preciado, aún más cuando te encuentras tan lejos del hogar como lo estamos aquí en África. Tengo un terrier escocés que me da consuelo y distracción... es la “única persona” con la que puedo hablar sin que la conversación derive hacia la guerra».

John F. Kennedy tuvo nueve perros en su mandato presidencial, pero su favorito era un terrier galés llamado Charlie, un bribón que se acercaba sigilosa-mente a un jardinero que estaba cavando una zanja o removiendo la tierra, se tiraba rápidamente contra él y le mordía en el trasero o se agarraba a la pierna. Cuando un trabajador se quejó, le dijeron que olvidara el incidente, porque lo más probable sería que JFK despidiera al hombre en lugar de tomar ninguna me-dida contra el perro. Charlie tenía una enorme importancia para el presidente: era su fuente de consuelo, como se demostró durante la crisis de los misiles de Cuba, cuando JFK interrumpió la reunión de sus consejeros para ir a buscar a Charlie. Durante un tiempo que pareció interminable, Kennedy se quedó sen-tado acariciando al perro, y los que estaban presentes aseguraron que, mientras lo tocaba, el presidente pareció relajarse poco a poco. Después, con una mirada tranquila y segura de mando, dejó a Charlie en el suelo y dijo: «Me temo que ha llegado la hora de tomar decisiones».

La historia registra innumerables ejemplos en que los perros han tenido una función casi terapéutica, dando consuelo a las personas en tiempos de crisis, cuando sufrían dolores, y a menudo cumpliendo la misma función psicológica de un sacerdote de familia. Por ejemplo María, la reina de Escocia, pasó las largas horas de encierro en la Torre de Londres con la única compañía de sus peque-ños spaniels. Hablaba con ellos y la acompañaron durante las noches. En 1587, cuando la decapitaron, se dijo que se acercó al patíbulo del verdugo con un paso lento y majestuoso, aparentando total compostura. Más tarde se descubrió

Prólogo

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que caminaba de esa forma porque llevaba escondido bajo la voluminosa falda a uno de sus perritos, obviamente para que la acompañara y le diera consuelo en sus últimos momentos. Muchos años más tarde, la reina Isabel I, quien ordenó la ejecución de María I, también contó con sus amigos para aliviar su soledad. Pasó su última noche con el único consuelo de su perro, un spaniel pequeño muy similar.

Los estudios serios del vínculo entre animales y hombres y su uso en la te-rapia psicológica en Norteamérica seguramente tengan su origen en el libro de 1969 de Boris Levinson, Psicoterapia infantil asistida por animales (trad. de 2006). El libro fue fruto de la observación y experiencia de Levinson en el tratamiento de niños con graves problemas emocionales y comunicativos, como el autismo. Levinson comprobó que tenía más éxito en comunicarse con ellos cuando esta-ba presente su perro en las sesiones de terapia. Cuando Levinson estaba escri-biendo su libro yo impartía clase en la facultad New School for Social Research, sita en la esquina de la Quinta Avenida y la calle Catorce de Nueva York. La Universidad Yeshiva, en la que Levinson tenía un puesto de profesor, estaba a un par de manzanas al sur de la Quinta Avenida, y de vez en cuando nos juntá-bamos con otros colegas para tomar un café y conversar.

Aunque Levinson era especialista en psicología infantil, nunca me dio la im-presión de ser una persona que tuviera mano con los niños. Su rostro anguloso, sus ojos hundidos y su perilla puntiaguda le hacían parecer el estereotipo de un malvado hechicero.

Sin embargo, había un detalle casi incongruente: su voz tenía un tono muy alegre. Con el tiempo descubrí que la mayor parte de sus jóvenes pacientes lo llamaban «tío Boris». Una tarde, cuando tomaba café con un colega, Boris se nos unió y mientras estábamos sentados hablando de temas diversos, lo felicité por su nuevo libro sobre terapia asistida con animales y después le pregunté sin venir al caso:

—Dime, ¿qué te hizo pensar en principio que el vínculo emocional con los perros sería lo bastante fuerte como para resultar valioso en la terapia?

Levinson sonrió y dijo: “No lo tenía planeado, para empezar. No pensaba usar un perro como compañero terapeuta. Mi paciente era un niño de nueve años extremadamente reservado. No había tenido mucho éxito con sus ante-riores terapias y varios psicólogos y psiquiatras lo habían dado por perdido. Ese niño actuaba como lo hacen los pacientes que sufren autismo. Sencillamente, no se comunicaba, y no se puede realizar una terapia si no existe algún tipo de comunicación. De todas formas, la madre estaba desesperada y me pidió que al menos le echara un vistazo a ver si se podía hacer algo.

– 20 –

Nuestros fieles compañeros

“De vez en cuando, siempre que podía, me llevaba al trabajo a Jingles, mi golden retriever, para que me hiciera compañía, y el día que vino la madre con el niño coincidió que estaba mi perro. Jingles era el típico golden retriever, un perro besucón que considera «tú tienes una cara y yo tengo una lengua y estoy convencido de que podemos hacer algo con ellas».

“Cuando el niño entró en la habitación, Jingles se incorporó de un salto y se acercó a saludarlo con todo el entusiasmo con el que los golden retriever saludan a cualquier cosa que esté viva. La consecuencia fue realmente notable, al menos desde un punto de vista psicológico: el niño se abrazó al cuello del perro y habló. Habló de veras, no mucho, pero dijo un par de palabras. Era un comienzo muy prometedor, teniendo en cuenta que los terapeutas anteriores habían considerado que era totalmente imposible comunicarse con ese niño.

“En aquel momento yo no tenía ningún dato ni conocía precedentes históri-cos de casos en que se hubieran utilizado perros para establecer un vínculo emo-cional con las personas o abrir algún tipo de canal comunicativo que se pudiera emplear de forma terapéutica. De hecho, lo primero que pensé fue que el niño tendría un día especialmente bueno o incluso que la madre hubiera exagerado la gravedad del problema.

“El hecho de que mi perro Jingles jugara un papel tan importante en la inte-racción no se me ocurrió hasta que pensé en el asunto más tarde. Estaba senta-do organizando mis notas sobre la terapia de aquel día con el niño cuando de pronto recordé algo: una historia, un cuento popular que había oído o tal vez leído, a saber cuándo o dónde. Me daba la impresión de que era de los indios de las praderas, tal vez de los sioux. En todo caso, me acordé de aquella historia en la que después de que se hubiera creado el mundo, cuando las montañas y los ríos ya tenían forma, los bosques estaban llenos de árboles y arbustos y las praderas de hierba, cuando ya había creado a todos los animales, el Gran Espíritu o como llamaran entonces al creador, sintió que todavía le quedaba una tarea por cumplir y ordenó que todas las especies de animales y los seres humanos se reunieran en una pradera determinado día. Ese día, el Gran Espíritu colocó a los animales a un lado, a los seres humanos al otro y trazó una larga línea en la tierra. La línea se abrió, se convirtió en una grieta y se fue haciendo cada vez más y más ancha, mientras los seres humanos se quedaban a un lado y los animales al otro. Entonces, en el último momento, antes de que la zanja se hiciera infranqueable, el perro saltó y se puso en el lado de las personas.

“Es curioso que esa historia en particular, creada por un grupo primitivo e iletrado, carente de cultura, hace muchos años, me diera la impresión de haber captado a la perfección nuestro alejamiento forzado de la naturaleza en general

Prólogo

– 21 –

y en particular de los animales. Actualmente es todavía peor que cuando se inventó esa historia, debido a lo complejo y difícil que es vivir en un ambiente altamente tecnológico que nos ha alejado de nuestros orígenes evolutivos y ha roto la relación con la naturaleza, que es esencial para nuestra supervivencia emocional y diría que hasta biológica. Pero según ese relato, hay una excepción importante: el vínculo entre el hombre y el perro. Aunque el abismo entre la naturaleza y el hombre crece más y más, todavía podemos bajar la vista y ver que los perros están de pie a nuestro lado. Nuestros sentimientos por los perros están profundamente arraigados en nuestras almas y cuanto más pensaba en el asunto me di cuenta de que ese relato popular había capturado la esencia de que entre perros y hombres hay un vínculo emocional, una conexión que podía emplear como psicólogo. Sentía que la presencia de Jingles como coterapeuta podría sentar las bases de una relación sólida con el niño.

“Así que finalmente deposité mi confianza no solamente en la observación clínica sino en la verdad profunda que residía en aquel cuentecillo. Así es como empecé, y parece que funciona.”

Hemos recorrido un largo camino desde la Edad de Piedra, pero aun así, al igual que el hombre natufiense, encontramos consuelo y seguridad en la com-pañía de un animal.

A lo largo de la historia, los perros y otros animales han conseguido colarse en nuestra psique y penetrar bajo el radar de nuestras defensas emocionales. Y los encontramos a nuestro lado cuando necesitamos consuelo y apoyo emocio-nal. La gran diferencia entre la prehistoria y la actualidad es que actualmente la ciencia está empezando a investigar de forma sistemática la naturaleza de este vínculo, y según se vuelve más clara nuestra comprensión del apego a los ani-males, nuestra habilidad para emplear esa relación en un entorno terapéutico es más fácil y más efectiva. Estos nuevos datos también servirán de ayuda para cla-rificar la posición que cumple el perro en nuestras vidas como amigo y miembro de nuestra familia. El material que recoge este libro permitirá al lector vislum-brar lo lejos que hemos llegado en el estudio de este fascinante fenómeno.

Stanley CorenDoctor en letras, doctor en ciencias,

miembro de la Real Sociedad de Química.

Profesor emérito del Departamento de Psicologíade la Universidad de Columbia Británica.

– 23 –

Capítulo 1

Descubriendo el corazón y el alma de nuestros fieles compañeros:

desarrollo de la conexión de almas

Era diciembre de 2011 y mis hijos estaban a punto de entregarme un regalo que cambiaría mi vida: un papel dentro de un sobre. Lo que había en el sobre no era tan importante como el sentimiento que había detrás. Mis hijos me conocen: a su padre le encanta estar rodeado de animales. Ambos habían crecido entre nuestra manada de ángeles de cuatro patas y entendían de forma instintiva lo esencial que era mi vínculo con estos miembros de mi familia.

La nota que había dentro del sobre era muy simple: expresaba su deseo de comprarme un cachorro de golden retriever. Acabábamos de perder a nuestra golden más anciana hacía unos meses y, aunque teníamos otros dos perros, mis hijos eran conscientes de que había un vacío importante en mi vida. Como to-dos sabemos, lo triste de nuestra relación con estas criaturas únicas es que su vida es más corta que la nuestra. La felicidad que compartimos con ellos nunca dura lo suficiente, y al final nos tenemos que enfrentar a la pérdida. Ninguna pérdida se puede reemplazar, y con razón.

El regalo no consistía en la compra de otro perro, en realidad: lo más im-portante era que mis hijos sabían que aquello me daría la felicidad. Los bienes

Nuestros fieles compañeros

– 24 –

materiales pueden hacernos la vida más fácil, pero la mirada conmovedora de un ser vivo que respira no tiene precio. Que mis hijos comprendieran ese concepto fue lo que hizo que su regalo fuera el más especial de todos.

El sobre que me entregaron mis hijos fue el regalo de una vida... una que yo sería muy afortunado de poder compartir. No hay un solo día en que no me bri-llen los ojos o acuda a mis labios una sonrisa al recordar el tiempo que compartí con PJ. Mi perra me convirtió en una mejor persona.

2Todos tenemos ese tipo de anécdotas: algunas nos hacen reír y otras nos ha-

cen llorar. Algunas nos hacen regresar a la infancia, al compañero que teníamos de niños y que nos dejó hace mucho, pero nunca abandona nuestros recuerdos. Otras anécdotas nos hacen disfrutar de la vida con el compañero que tenemos en el presente. Realmente no importa: esos momentos se unen en una urdimbre de recuerdos compartidos que tienen un profundo significado para nosotros.

Los conocimientos que tenemos sobre los beneficios de la interacción entre el ser humano y los animales y el vínculo que se crea continúan evolucionando. En este libro examinaré los componentes fundamentales que afectan a la rela-ción con nuestros animales de compañía y explicaré por qué se producen, inte-grando la investigación científica con anécdotas y relatos personales de muchas personas que han experimentado el vínculo y revelaremos lo que siempre se ha sabido y se ha dado por sentado: que la relación con un animal es beneficiosa para nosotros.

En los siguientes capítulos desentrañaremos algunos de los misterios de por qué estamos conectados a otras especies y examinaremos el significado de esa relación en nuestras vidas. En primer lugar, definiremos la esencia del víncu-lo entre las personas y los animales y destacaremos las claves de una relación saludable. A lo largo de los siguientes capítulos, examinaremos de qué forma los animales nos proporcionan bienestar, mejoran nuestra salud, promueven la bondad, fomentan las relaciones y en general enriquecen nuestras vidas. Poste-riormente, veremos cómo un animal de compañía beneficia a los niños y a las familias, así como la importante función que cumplen los animales de asistencia y de terapia. También prestaremos atención a la función de consuelo de nuestros compañeros como apoyo a las personas con enfermedades crónicas y examina-remos al final cómo podemos hacer frente a su muerte.

Descubriremos la esencia de estas relaciones únicas y sugeriremos formas de fortalecer el vínculo y hacerlo más importante para nosotros y nuestros amigos animales.

1. Descubriendo el corazón y el alma de nuestros fieles compañeros

– 25 –

Si me hubieran dicho hace cuarenta años que iba a terminar escribiendo un libro sobre la relación con los animales de compañía, hubiera replicado: «Será una broma». De niño, no solamente no crecí con animales sino que además te-nía miedo a los perros. Tal vez fuera culpa de la educación temprana que recibí: mi madre no tenía ningún tipo de conexión con los seres de cuatro patas. A sus ojos, una mascota solamente significaba un gasto no deseado. Mi vida habría sido muy distinta si la hubiera creído y jamás hubiera hecho un amigo animal.

¿Cómo se producen estas relaciones? A veces se trata de una elección cons-ciente y planificada, pero a menudo los animales llegan a nuestras vidas sin que lo esperemos. Incluso cuando no pensábamos tener una mascota, se abren camino hasta nuestro corazón y se convierten en una parte esencial de nuestras vidas. A veces se produce una auténtica serendipia y un encuentro casual pasa a convertirse en parte de nuestra familia.

Las tres anécdotas siguientes son muy distintas en apariencia. Sin embargo, las tres reflejan la forma impredecible en que los animales entraron en la vida de las familias y la conexión especial que resultó.

Me hace gracia cuando vuelvo la vista atrás y pienso cómo tuvimos nuestro primer perro. Jamás olvidaré ese día de julio: me sentí como un niño en Navi-dad.

Allí estábamos mi esposa Nya y yo delante de una tienda cuando nos encon-tramos con una chica con un cachorro de golden retriever dentro de una cesta.

Nya y yo llevábamos dos años considerando la idea de adoptar un perro (habíamos escogido la raza golden retriever) y he aquí que de pronto aparecía a nuestro alcance uno. Inmediatamente tuve una regresión a los cinco años y empecé a suplicar a mi mujer que nos lleváramos al perro. Imaginad un circo conmigo como atracción estrella.

Mi esposa estaba exultante, actuando de madre y preguntándome sobre las responsabilidades de tener un cachorro:

—¿Quién va a darle de comer, a pasearlo, a limpiar los destrozos? ¿Sabes el trabajo que da un cachorro?

Por supuesto que lo sabía, y como cualquier niño de cinco años, inmediata-mente respondí a todas sus preguntas con infantil determinación: «Sí», y conti-nué suplicando de manera implacable. Finalmente, ella cedió, y nos disponíamos a llevarnos a Goldie a casa con nosotros cuando mi mujer añadió una condición más a nuestro trato.

—¡Que no se te olvide! ¡Solamente una mascota a la vez!¿Quién iba a pensar que años más tarde viviríamos en el arca de Noé, en una

casa que se parecería muchísimo a la del doctor Dolittle?

Nuestros fieles compañeros

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Hablo muy a menudo con mi amigo Laird Goodman, un veterinario de Ore-gón, sobre la relación única de las personas con sus mascotas. Debido a su trabajo, ha presenciado de primera mano situaciones extremas que atañen a ani-males y seres humanos, pero cuando le hablé de este libro decidió no compartir conmigo historias de otros, sino la suya propia. Recordó con una sonrisa a su caniche miniatura de color albaricoque, Princess, que era un preciado miembro de su familia. Pero sus comienzos no fueron fáciles.

—Teníamos planeado un «día de papá» —me explicó Laird—. Íbamos a cenar en un McDonald’s y a ver una película: acababa de estrenarse Aladín de Disney y tenía pensado ir con mi hija Jenny... justo en cuanto saliera del trabajo. Pero siendo veterinario, un sábado podía pasar cualquier cosa... y así fue.

A las once de la mañana, ingresó en la clínica de Laird una cachorra de ca-niche miniatura de ocho semanas, todavía sin nombre. Estaba en coma: había sufrido mordiscos graves de un pitbull vecino cuando se coló accidentalmente en su patio. Tras una evaluación rápida, Laird recomendó a la familia la eutana-sia porque había perdido mucha sangre y las lesiones internas eran demasiado graves. Sus propietarios, que habían presenciado el ataque, estaban muy alte-rados. Sencillamente, no soportaban la idea de dejarla marchar.

—Haga todo lo posible por salvarla. No nos importa lo que cueste.La medicina veterinaria moderna es increíble: hoy en día podemos hacer

muchísimo por nuestros pacientes animales. Aun así, ese caso tenía tan mal pronóstico que Laird había sugerido la eutanasia como la solución más huma-nitaria, pero la familia estaba decidida a tratar de salvar al cachorro y el equipo médico se puso en marcha. Todos se pusieron manos a la obra, cancelaron todas las citas de la tarde y prepararon a la cachorra para una cirugía de emer-gencia, mientras solicitaban la sangre necesaria al banco de sangre animal de Portland.

Laird le hizo una incisión exploratoria en el abdomen y se encontró con desgarros en el hígado, el bazo y el útero. Las heridas del tracto intestinal indicaban que el abdomen de la caniche estaba infectado. Se ocupó primero de las lesiones más graves, pero según avanzaba la operación iba siendo más consciente del rítmico bip-bip del corazón en el monitor del electro y un pre-sentimiento profundo se abría paso en su conciencia, anticipando el biiiiiip final que indicaría la línea recta —ningún latido—, pero siguió trabajando, contra toda esperanza, confiando en sus habilidades. No podía permitir que aquella criaturita muriera.

Trabajaron hasta la noche, y la perrita seguía viva cuando dio el último punto.