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METODOLOGíA de investigación en ciencias sociales Aplicaciones prácticas

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  • Metodologade investigacin en ciencias sociales

    aplicaciones prcticas

  • Universidad de ColimaMtro. Jos Eduardo Hernndez Nava, RectorMtro. Christian Jorge Torres-Ortiz Zermeo, Secretario GeneralLicda. Ma. Guadalupe Carrillo Crdenas, Coordinadora General de Comunicacin SocialMtra. Gloria Guillermina Araiza Torres, Directora General de Publicaciones

  • Metodologade investigacin en ciencias sociales

    aplicaciones prcticas

    Ma. Guadalupe Chvez MndezKarla Y. Covarrubias

    Ana B. Uribe

    Coordinadoras

  • Universidad de Colima, 2013 Avenida Universidad 333 Colima, Colima, Mxico Direccin General de Publicaciones Telfonos: (312) 31 61081 y 31 61000, ext. 35004 Correo electrnico: [email protected] http://www.ucol.mx

    ISBN: 978-607-9136-78-9

    Derechos reservados conforme a la leyImpreso en Mxico / Printed in Mexico

    Proceso editorial certificado con normas ISo desde 2005Dictaminacin y edicin registrados en el Sistema Editorial Electrnico PRED Registro: LI-008-12 Recibido: Febrero de 2012 Publicado: Marzo de 2013

    Libro realizado con recursos PEF 2012.

  • ndice

    Prefacio ........................................................................................ 7

    Introduccin ................................................................................11

    El desarrollo de cibercultura en proyectos de conocimiento: hacia una comunidad emergente de investigacin ........................................................ 17

    Jorge A. Gonzlez Snchez

    Metodologa de la ingeniera en comunicacin social .............................................................. 45

    Apuntes generales sobre su programa metodolgico: el diagnstico, el diseo de la intervencin social y la aplicacin tcnica de la intervencin

    Jess Galindo Cceres

    La teora fundamentada: Una aplicacin prctica ...............................................................81

    David Oseguera Parra

    El grupo de discusin: tcnica de investigacin con utilidad prctica ....................................... 133

    Ma. Guadalupe Chvez Mndez

    Hacer etnografa: una estrategia metodolgica y prctica para construir sentido a la realidad social observada ................................................... 169

    Karla Y. Covarrubias

    La entrevista cualitativa: una perspectiva prctica desde la investigacin social ........................................213

    Ana B. Uribe

  • Anlisis de contenido: propuesta metodolgica y un ejemplo de su aplicacin en el anlisis de la cobertura electoral de noticieros de televisin en Mxico ............................................................ 243

    Miguel Acosta Valverde

    Aprendiendo a escribir a partir del involucramiento emocional................................................. 283

    Gabriela del Carmen Gonzlez Gonzlez

    Fichas de autores del libro .........................................................317

  • 7

    Prefacio

    Con la publicacin de este libro, Metodologa de investiga-cin en ciencias sociales: aplicaciones prcticas, coordina-do por Ma. Guadalupe Chvez Mndez, Karla Y. Covarrubias y Ana B. Uribe, investigadoras de la Universidad de Colima, Mxico, se da un importante paso en la necesidad de estable-cer una nueva cultura de investigacin en el mbito acadmi-co. En ese sentido y a travs del liderazgo de Jorge A. Gonz-lez Snchez y Jess Galindo Cceres, desde los aos noventa hasta hoy, esta universidad es un ejemplo de cmo incentivar, ampliar y fortalecer la generacin del conocimiento cientfico en el universo acadmico.

    La escuela de altos estudios, conocida como Programa Cultura del Centro Universitario de Investigaciones Sociales (CUis) de la Universidad de Colima, percibi que a pesar de la importancia de las clases de investigacin metodolgica en una, dos o tres asignaturas, sera deseable crear condiciones para mejorar la calidad investigativa para desarrollar las cien-cias sociales, y as formar buenos investigadores.

    De esta forma, adems de contar con proyectos concre-tos de investigacin bien planeados y realizados, el Programa Cultura se invisti en la formacin de recursos humanos en distintos niveles acadmicos. Para ello fueron creados talleres, cursos, coloquios, seminarios y diplomados especficos sobre metodologa. ste es el caso del Diplomado en tcnicas de in-vestigacin en sociedad, cultura y comunicacin (1997-2000) y del Diplomado en metodologa de investigacin en ciencias so-ciales que funciona desde 2005 recibiendo diferentes grupos de estudiantes de licenciatura y posgrado, profesores univer-sitarios e investigadores provenientes de distintas reas del conocimiento.

  • 8

    PrefaCio

    Este libro tiene el mrito de expresar ese contexto in-vestigativo. Como es dicho en la introduccin, rene ocho tex-tos de los investigadores-profesores que impartieron los m-dulos en ambos diplomados. Estos textos reflexionan acerca de las teoras y prcticas de las cuestiones epistmicas, de los mtodos a las tcnicas y la relacin entre los mismos, en general, basados en investigaciones previas. En otros trmi-nos, los textos van de las dimensiones tericas y conceptuales a las particularidades de los procesos tcnicos de investiga-cin como del anlisis de contenido, la entrevista, la etno-grafa y el grupo de discusin, adems de mostrar cmo se debe comunicar el conocimiento, es decir, los resultados de la investigacin.

    Se trata de una recopilacin de textos de gran valor que se diferencian de los tradicionales libros de metodologa de investigacin. Un factor que distingue a este libro es la preocu-pacin de las organizadoras de la obra y de los dems autores especialmente Jorge A. Gonzlez y Jess Galindo, quie-nes buscan transformar la cultura de investigacin tradicional para promover e impulsar una nueva cultura.

    Qu es cultura de investigacin? Si me permiten sus promotores, voy a identificarla de otra forma. Al nivel de sus premisas, por un lado, se cuestiona las visiones y prcticas investigativas, a veces poco cientficas, as como tambin la tendencia acadmica al trabajo solitario e individualista, en general sumiso a las prescripciones de liderazgos, principal-mente cuando se comportan como obeliscos acadmicos. Por otro lado, se trabaja para construir una cultura de investiga-cin distinta que puede ayudar a superar tales entrabes al de-sarrollo creativo y amplio de la ciencia social. sta es una ta-rea nada sencilla, pero gratificante para aquellas personas que pueden experimentar algo en esa perspectiva.

    En sntesis, cuando se habla de transformar la cultura de investigacin, la propuesta es hacer estudios ms compe-tentes y con valor societario, adems de crearse una mentali-dad menos individualista o no individualista en los proce-

  • 9

    CiCilia m. Krohling PerUzzo

    sos de investigacin. Para concretar, se propone poseer altos estudios de metodologa cientfica, realizar investigaciones de calidad y tambin que haya un sistema de colaboracin inten-sa entre los estudiantes, desde la elaboracin del proyecto o desde su perfeccionamiento hasta la ejecucin de la inves-tigacin. Para facilitar la participacin en un grupo pequeo, cada quien puede presentar su problema de investigacin y dems fases del proyecto a sus colegas, y as propiciar la dis-cusin; de esta manera, cada propuesta es perfeccionada por el investigador.

    A veces, cuando se trata de un grupo consolidado que facilita o requiere la formacin de una Comunidad Emergente de Investigacin (CEI), es posible que la dinmica avance en los aspectos colaborativos: la definicin del problema prctico y del problema de investigacin (en sentido amplio) son he-chos en comn por y para el grupo o equipo, para que ense-guida cada miembro pueda establecer su proyecto especfico. Siempre deber tener presente la discusin conjunta, adems de otras prcticas de colaboracin que facilitan la democrati-zacin de la informacin y, principalmente, la generacin de conocimiento colectivo. En el contexto se desarrolla la cultu-ra de comunicacin a la vez que el proceso requiere acciones conjugadas y la interconectividad.

    Como se puede observar, gracias a dinmicas colabo-rativas es posible romper con prcticas individualistas en el quehacer investigativo. En esa otra cultura de investigacin no existen prcticas e ideas centradas en el egosmo y en la competicin entre investigadores o futuros investigadores. Al contrario, se crea una cultura de investigacin en la que se comparte el conocimiento al mismo tiempo en que se gene-ra y perfecciona colectivamente, incluyendo su sistematiza-cin (cultura de la informacin), que le permita estar disponi-ble para todos.

    Este libro tiene ms sentido porque a travs de l se puede comprender la complejidad que configura el objeto que se estudia, al tratarse de fenmenos comunicacionales y so-

  • 10

    PrefaCio

    cioculturales abordados desde la densidad terica. Esto con-fiere ms sentido a las investigaciones, las hace ms serias y plausibles que enmarcadas en un proceso metodolgico per-tinente, las vuelve capaces de generar respuestas de conoci-miento que se conviertan en subsidios confiables y tiles a la sociedad.

    Al mismo tiempo, este libro reflexiona sobre cuestio-nes profundas de la investigacin cientfica; en s, trae una gran contribucin para la prctica, pues algunos de los auto-res buscan ensear tambin el paso a paso para el uso de di-ferentes tcnicas.

    Cicilia M. Krohling Peruzzo

  • 11

    Introduccin

    Investigacin para crear alternativas de opcin metodolgica

    Las nuevas reformas educativas para las universidades p-blicas en Mxico dirigen su atencin a que el profesor-investigador mantenga un equilibrio en el desarrollo de ac-tividades de docencia, tutoras, generacin y aplicacin del conocimiento, as como de gestin; pese a que esta estrategia resulte funcional para quienes disean las polticas educativas a nivel institucional, consideramos limitado el porcentaje de tiempo destinado al ejercicio de la investigacin social.

    Ante este panorama, la Universidad de Colima como institucin educativa y generadora de conocimiento, impulsa el desarrollo y la promocin de una cultura de investigacin en el personal acadmico y estudiantil a travs de la capaci-tacin continua, al considerarla necesaria y pertinente me-diante cursos, talleres, coloquios, seminarios y diplomados. En el marco de este escenario y desde la investigacin social misma, con este libro nos proponemos favorecer esa cultura de investigacin reflexiva, para todos aquellos interesados en construir objetos de estudio y potencializar su conocimiento sobre ellos.

    La cultura de investigacin reflexiva es una estrategia metodolgica que requiere una estricta vigilancia epistemol-gica y tcnica, primero en el proceso de construccin del ob-jeto de estudio y, segundo, en cmo vamos comprendiendo la realidad estudiada y cmo vamos tomando las decisiones en dicho proceso.

  • 12

    introdUCCin

    En la Universidad de Colima, durante el periodo de 1997 a 2000, se imparti el Diplomado en tcnicas de investi-gacin en sociedad, cultura y comunicacin, cuya iniciativa fue concebida y coordinada por Jess Galindo Cceres, uno de los fundadores del Programa cultura de esta universidad en 1986. Dicho diplomado fue itinerante en Mxico, ya que se imparti alrededor de 50 ocasiones en distintas universida-des pblicas (Universidad Veracruzana, El Colegio de San Luis Potos, Escuela Nacional de Antropologa e Historia (ENAH) a travs del Instituto Nacional de Antropologa e Historia (INHA) y la Universidad de Guadalajara) y privadas (Universidad Ibe-roamericana de Len, Guanajuato; Universidad de Duran-go; Universidad Mesoamericana de oaxaca y la Universidad Mesoamericana campus San Luis, entre otras) dentro del te-rritorio nacional, as como en centros de educacin superior y de posgrado.

    Los resultados de esta experiencia fueron exitosos, al promover la enseanza de la investigacin en ciencias socia-les desde un enfoque terico, metodolgico y prctico. Inclu-so, este diplomado gener grupos y redes de trabajo que se mantienen hasta hoy en da.

    As, en 2006, como parte del equipo de instructores de este diplomado e integrantes del Programa cultura de la Universidad de Colima y como investigadoras con oficio de nuestro quehacer profesional, decidimos dar continuidad y acrecentar en el contexto universitario esta cultura de investi-gacin. Abrimos entonces el Diplomado en metodologa de in-vestigacin en ciencias sociales, que fue administrado por la Facultad de Letras y Comunicacin desde el ao 2005 hasta la fecha. Del recuento al ao 2011 son cinco generaciones de profesores, investigadores y estudiantes (licenciatura y pos-grado) que han egresado de este proyecto.

    En enero de 2011, cuando recin comenzaba la promo-cin del ingreso para la quinta generacin al Diplomado en me-todologa de investigacin en ciencias sociales, nos planteamos la necesidad de sistematizar los procesos de enseanza de los

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    ma. gUadalUPe Chvez mndez / Karla Y. CovarrUbias CUllar

    mdulos que conformaron el diplomado bajo este inters, in-vitamos a los instructores a escribir un texto vivencial, que tu-viera sentido prctico, acerca del mdulo impartido; recibi-mos ocho textos como resultado de la convocatoria. El punto de partida fue rescatar el oficio de los instructores como ex-pertos en su rea de conocimiento en el manejo terico, me-todolgico y prctico de una tcnica de investigacin espec-fica.

    Es concretamente bajo esta experiencia diversa y rica respecto al Diplomado en metodologa de investigacin en cien-cias sociales que surge el contenido de este libro. Comparti-mos, en todo caso, la misma filosofa acadmica del diploma-do del maestro Galindo: mostrar los procesos reflexivos de los que poco se saben y escriben, as como rescatar experien-cias vivas de investigacin que den la posibilidad de trazar en los lectores, nuevos caminos para la investigacin.

    Nos propusimos que los captulos que integran este li-bro se caracterizaran por ser ejercicios acadmicos, prcticos y operativos, y que a su vez pudiramos aportar novedades al acervo bibliogrfico existente sobre metodologa de la investi-gacin social, pues desde nuestro punto de vista, muchos tex-tos no muestran procesos de reflexividad metodolgica, sino que entran en la dimensin descriptiva tcnica.

    El libro est compuesto por ocho captulos cuyo criterio de presentacin consisti en mostrar un panorama terico y conceptual que dibujara la generalidad epistemolgica del co-nocimiento (el caso de los textos de Jorge Gonzlez y Jess Ga-lindo) y cerrara con la particularidad del ejercicio de escritura del mismo (el caso de Gabriela del Carmen Gonzlez). El co-nocimiento es una tarea difcil, pero ms an es poder comu-nicarlo a los dems. En medio de este principio y fin, se ubica el proceso reflexivo del modo operativo de cinco tcnicas de investigacin presentadas como propuesta metodolgica con sentido prctico (David oseguera, Guadalupe Chvez, Karla Y. Covarrubias, Ana B. Uribe y Miguel Acosta).

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    introdUCCin

    El captulo de Jorge A. Gonzlez Snchez, El desarrollo de cibercultura en proyectos de conocimiento: hacia una comuni-dad emergente de investigacin, presenta una estrategia teri-ca y metodolgica pertinente para el ejercicio de la investiga-cin. De manera prctica y operativa se exponen experiencias concretas en el proceso de diseos de proyectos de investiga-cin. A su vez, el autor reflexiona sobre las implicaciones del oficio de investigar.

    El captulo de Jess Galindo Cceres, Metodologa de la ingeniera en comunicacin social. Apuntes generales sobre su programa metodolgico: el diagnstico, el diseo de la interven-cin social y la aplicacin tcnica de la intervencin, presenta un ejercicio exploratorio sobre la relacin establecida entre ciencia e ingeniera, teora y metodologa. Asimismo, muestra un proceso de intervencin claro y prctico donde se explici-ta que sin metodologa no se puede intervenir en la sociedad.

    El captulo de David oseguera Parra, Teora fundamen-tada: aplicacin prctica, presenta una forma clara y sencilla del mtodo operativo, tanto en sentido terico como prctico, de la teora fundamentada como estrategia metodolgica til para comprender realidades sociales.

    Ma. Guadalupe Chvez Mndez escribe el captulo: El grupo de discusin: tcnica de investigacin con aplicacin prc-tica, en el cual presenta una reflexin acerca del proceso ope-rativo de la tcnica como una estrategia metodolgica til para construir significados simblicos; donde adems, se de-sarrolla el sentido prctico de la tcnica desde la dimensin del anlisis cualitativo.

    El captulo de Karla Y. Covarrubias Cullar, Hacer etno-grafa. Una estrategia prctica para construir la realidad social observada, presenta el proceder metodolgico de la tcnica, y describe el sentido operativo y prctico de la misma en el ejer-cicio de investigacin de corte cualitativo.

    Por su parte, Ana B. Uribe Alvarado nos ofrece el texto La entrevista cualitativa: una perspectiva prctica desde la inves-tigacin social; ste es una reflexin metodolgica con base

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    ma. gUadalUPe Chvez mndez / Karla Y. CovarrUbias CUllar

    en la experiencia propia de la autora mediante la aplicacin concreta de la tcnica. El ejercicio de sistematizacin de infor-macin desarrollado en el escrito es til para ilustrar el proce-so operativo y prctico del proceder metodolgico de la tcni-ca en la investigacin social.

    El captulo de Miguel Acosta Valverde, Anlisis de con-tenido: propuesta metodolgica y un ejemplo de su aplicacin en el anlisis de la cobertura electoral de noticieros de televisin en Mxico, presenta una descripcin general de la tcnica, enfati-zando con claridad la forma en la que sta opera para enten-der significaciones simblicas en las ciencias sociales.

    Finalmente, Gabriela del Carmen Gonzlez Gonzlez, cierra con el captulo Aprendiendo a escribir a partir del invo-lucramiento emocional, donde presenta con claridad y sentido prctico una estrategia metodolgica para aprender a escribir con base en una visin integral del ser que escribe.

    Quienes nos dedicamos a investigar alguna problem-tica social, estamos convencidos de la importancia de tomar decisiones epistemolgicas, metodolgicas y tcnicas adecua-das para responder a nuestras preguntas de investigacin; as, ponemos en sus manos este libro cuyo objetivo, lo reitera-mos, es contribuir con bases tericas, metodolgicas y ejer-cicios prcticos a una cultura de investigacin reflexiva, a partir de un modelo didctico.

    Ma. Guadalupe Chvez Mndez / Karla Y. Covarrubias CullarColima, Colima. Mxico, abril de 2012

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    El desarrollo de ciberculturaen proyectos de conocimiento: hacia una comunidad emergente de investigacin1

    Jorge A. Gonzlez Snchez

    Introduccin

    En este captulo presento una estrategia terica y metodo-lgica pertinente para el ejercicio de la investigacin so-cial. Primero relaciono mi experiencia en el oficio de la inves-tigacin para desarrollar cibercultura y muestro el diseo de esta estrategia en la conformacin de un equipo de trabajo para lograr objetivos mltiples, y despus, de manera prcti-ca y operativa, expongo experiencias concretas en el proceso de diseos de proyectos de investigacin y tambin ofrezco un conjunto de reflexiones sobre las implicaciones del oficio de investigar.

    Emprender un proyecto de investigacin a solicitud de una institucin concreta siempre es un reto que se tensa en-tre cuatro dimensiones: el presupuesto disponible, el plazo fi-jado, los objetivos que se persiguen, y la formacin y entrena-miento del equipo de investigacin que lograr hacer posible el trabajo.

    otras variables son el acceso a la informacin que se busca, los procedimientos de registro, almacenamiento y re-cuperacin, la extensin espacial y temporal del estudio, y al-

    1 Una primera versin de este texto apareci en Cremona (Coord., 2007).

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    el desarrollo de cibercultura en ProYeCtos de ConoCimiento...

    gunas otras se hacen ms o menos igualmente presentes con fuerza relativa dentro de las diversas combinaciones de estos pilares.

    Estas cuatro variables siempre se balancean y entre-mezclan de maneras diferentes en cada experiencia, y de su adecuada combinacin y equilibrio relativo depende el xito de la empresa que se requiere para generar los conocimien-tos.

    Toda investigacin de este tipo inicia a partir de dos de esas cuatro condiciones claramente determinadas: un presu-puesto limitado (no hay investigacin sin recursos, los cua-les jams son ilimitados) y un tiempo rigurosamente estrecho (toda pesquisa de este tipo siempre tiene una temporalidad li-mitada, hay que entregar resultados en plazos fijos). Normal-mente hay que construir y negociar dentro de esos lmites a las otras dos condiciones.

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    Jorge a. gonzlez snChez

    Figura 1 Cuatro condiciones de la investigacin

    Objetivos

    Tiempos

    Recursos Equipo

    Fuente: Elaboracin propia.

    Aqu se muestra pertinente el diseo de una estrategia para desarrollar cibercultura en la conformacin de un equipo de trabajo que sea capaz de conquistar objetivos borrosos al inicio, espacial e institucionalmente muy ambiciosos en tiem-pos severamente restringidos.

    Por principio hay que evaluar muy bien qu es lo que s se puede hacer con esos recursos limitados, los plazos es-tablecidos y las personas disponibles y, a travs del dilogo, determinar con mejor claridad lo que las instituciones necesi-tan saber. En vez de perseguir un objetivo cientficamente im-

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    el desarrollo de cibercultura en ProYeCtos de ConoCimiento...

    pecable e informacionalmente cerrado frente a las condicio-nes efectivas, y contando con la flexibilidad de la direccin del proyecto, se debe orientar el trabajo a la formacin de un equipo que, adems de participar en la experiencia y termi-nar satisfactoriamente el proyecto, pueda tener la manera de continuar en el tiempo operando como una unidad de inves-tigacin e inteligencia distribuida.

    Desde luego, dentro de la cultura de investigacin que normalmente se impone, siempre llena de individualismos e improvisaciones para salir del compromiso, la formacin de capacidad de investigacin durable como poltica cientfica de las instituciones no es la regla. Todava no est suficientemen-te difundida la necesidad y las ventajas de hacerlo, y las ver-siones impuestas por los gobiernos neoliberales en Mxico tampoco parecen aportar soluciones.2 En este breve texto pre-sento los elementos bsicos de la forma en que podemos en-frentar el reto. A esta manera de formarnos le llamamos desa-rrollo de cibercultura.3

    2 La imposicin de agrupacin forzada e impuesta desde arriba para orga-nizarse en cuerpos acadmicos en medio de una estructura que privilegia la competencia por estmulos individuales ha generado ms ficciones burocrticas en la primera y peiperismo productivista por la otra, sin embargo esto parece no haber sido la solucin, como plantea Acosta (2006): El trabajo cientfico y el trabajo acadmico suelen ser producto de asociaciones libres entre individuos que comparten intereses comu-nes en torno a objetos disciplinares especficos. Resultado de ello es la aparicin de grupos de investigacin cientfica que irradian actividades como la docencia o la difusin entorno a sus trabajos y conocimientos. El problema para el caso mexicano es que en buena parte de nuestras universidades, el origen es la docencia y la formacin profesional, no la ciencia, lo que ha dado como resultado configuraciones acadmicas muy diversas, pero generalmente alejadas del prototipo europeo o norteamericano que dio lugar a los cuerpos cientficos o acadmicos que forman la base pesada de los modelos de Research Universities que parecen estar en el fondo del modelo de cuerpos acadmicos que se ha pretendido imponer en Mxico.

    3 Cfr. Gonzlez (2008).

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    Jorge a. gonzlez snChez

    Los primeros retos: o el arte colectivo de hacer de la necesidad, virtud

    Uno de los retos de inicio siempre pasa por transformar un conjunto de profesionistas con formaciones, edades, gnero, experiencia y personalidades completamente diferentes, en una comunidad emergente de investigacin activada en ci-bercultura.

    Esta modalidad de formacin busca convertir a cada participante en un nodo interconectado de trabajo para con-formar con el tiempo una red sistmica inteligente que permi-ta resolver problemas del conocimiento que no tenemos, para ayudar a resolver y enfrentar problemas concretos, prcticos.

    Mi colaboracin en varios proyectos no ha sido slo participar en el trabajo de campo o en la orientacin terica, sino en la facilitacin del proceso de construccin de esas co-munidades. Es decir, en la gestin de esas pequeas unidades abiertas de generacin de conocimiento.

    Para comprender qu queremos decir con esto, vamos a revisar algunos enunciados bsicos, tericamente funda-mentados, que orbitan permanentemente en el proceso de formacin de este tipo de equipos.

    Formas y contenidos

    Partamos de un importante supuesto: Las formas sociales en que nos organizamos para generar co-nocimiento quedan inscritas en el producto mismo del cono-cimiento. Estas formas son componentes preconstruidos so-bre la manera y el sentido comn de cmo organizarse, las cuales se originan en la experiencia y la trayectoria de vida de cada uno de los elementos participantes.

    Si no las intervenimos, es decir, si no hacemos nada respecto a su transformacin, esas formas de organizacin en nuestra vida cotidiana, salvo casos particulares, suelen ser im-perceptiblemente verticales, heternomas y con diversos gra-

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    el desarrollo de cibercultura en ProYeCtos de ConoCimiento...

    dos de violencia simblica, no necesariamente explcita, que al imponerse sin ms, consiguen finalmente aplanar, dismi-nuir o, en el mejor de los casos, promediar las diferencias de los elementos que compondrn la fuerza de tarea de la inves-tigacin.

    Para decirlo ms claramente, un equipo en el que se descartan las diferencias a favor del establecimiento de una forma rgida de relevar la informacin, puede resultar mucho ms eficaz para el tiempo limitado y los recursos disponibles. La uniformidad tambin facilita la evaluacin de cada parte contrastada con lo esperado. En gran cantidad de proyectos concretos se plantean y resuelven las estrategias de investiga-cin aplicadas; de esta manera se cumple el reto de proporcio-nar resultados contundentes, rpido y a bajos costos, con los menores esfuerzos y con los mejores productos. Parece bas-tante racional y, desde luego, genera resultados.

    Lo anterior slo deja beneficios aparentes para quien encarga o financia la investigacin, pero no deja huella cons-tructiva; es decir, no genera una red inteligente que pueda continuar haciendo investigacin de manera permanente, flexible y adaptable a circunstancias muy diversas.

    Digamos que es una opcin menos exploratoria, me-nos escuchante y bastante ms confirmatoria de lo que ya se anticipaba.

    El equipo, o ms bien, su director, ya sabe de antemano qu informacin requiere para tomar decisiones, por eso exis-te el riesgo de bsqueda abierta. As, el encuentro indeseado de sorpresas es reducido al mnimo (el efecto de creatividad individual y colectiva para dar soluciones inditas y eficientes, disminuye a favor de la importancia de alguna supuesta ge-nialidad individual). Por otra parte, como no existe ningn po-der que se imponga sin generar resistencias, esta modalidad tambin introduce en las relaciones del equipo una conducta muy comn: de hacer como nos dijeron que se hiciera, ex-clusivamente para cumplir los estndares esperados por la di-reccin del proyecto.

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    Jorge a. gonzlez snChez

    Todas esas constricciones quedan inscritas en el pro-ducto del conocimiento. Este aserto tiene otras consecuencias que voy a desarrollar ms adelante en este texto.4

    Desarrollar KC@ se refiere a cultivar tres competencias cognoscitivas comunes a toda nuestra especie humana,5 pero cuya apropiacin y dominio estn en funcin de variables so-cio-histricas distintas y en esa misma medida, tambin del efecto de distribuciones geopolticas desiguales.6

    Estas culturas/cultivo son, a saber, la informacin, la co-municacin y el conocimiento, cuyas disposiciones pueden ser desarrolladas con provecho en la formacin de un equipo dedicado a la investigacin.

    Un proceso de desarrollo de inteligencia distribuida7 implica que un grupo sea capaz de integrarse para aumentar su capacidad y resolver problemas concretos en situaciones determinadas mediante el uso de diferentes artefactos cultu-rales que potencian su inteleccin, especialmente su capaci-dad para imaginar y plantear preguntas pertinentes y la habi-lidad para encontrar respuestas.

    Para que esto suceda, el equipo que se forma debe su-mergirse, preferentemente de tiempo completo, en el desa-rrollo de tres subprocesos interrelacionados y permanentes o, si se quiere, en tres momentos del mismo proceso construc-tivo a modo de red inteligente de trabajo a los que llamamos: estimulacin, conectividad y consistencia.

    4 Por ejemplo, la crptica e inexpugnable experiencia de lectura y apropia-cin frustrada o fragmentaria de textos acadmicos por el gran pblico.

    5 Cfr. Cirese, A. (1984).6 Cfr. De Souza Silva (2012).7 Cfr. Salomon (1997) y Cole (1995, 25-54); as como la obra colectiva de

    Wertsch, et al. (1997).

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    el desarrollo de cibercultura en ProYeCtos de ConoCimiento...

    Estimulacin bsica

    Tcnicamente consiste en lograr la expansin de la Zona de Desarrollo Prximo (ZDP)8 de cada uno de los participantes y del colectivo mismo. Dentro de su propia especificidad o dis-ciplina, cada elemento relacionado del conjunto aumenta el rango de problemas que puede resolver con ayuda de la expe-riencia de los dems.

    Una vez asumido e iniciado este ciclo de estimulacin, el proceso se vuelve permanente y si se logra la constitucin activa del nodo,9 cualquier incremento de la ZDP de cualquie-ra de los elementos, redunda en la mejora de la capacidad co-lectiva para resolver problemas conocidos e inditos.

    El grupo en formacin incrementa sensiblemente su capacidad de diferenciacin e integracin de los objetos y las experiencias registrables; aumenta sus niveles de capacidad para la generacin, almacenamiento y procesamiento de in-formacin, as como tambin su destreza para establecer re-laciones de segundo orden entre diferentes niveles de fen-menos.10

    Para que la ayuda de los dems pueda ser integrada en este proceso expansivo de la capacidad cognoscitiva de cada miembro del grupo, se requiere asumir y aumentar conscien-temente la intensidad y calidad de las relaciones que confor-man la estructura del grupo.

    8 Cfr. Vygotski (1993 y 2007). 9 Un nodo es una totalidad orgnica interconectada que opera como

    subsistema en una red abierta.10 El efecto de conocimiento slo se puede lograr cuando se pasa de las

    relaciones intra-objetuales (determinacin de las caractersticas y las propiedades) a las inter-objetuales (las relaciones y estructuras mediante las que comprendemos dichas especificidades) y de ah a las relaciones trans-objetuales, es decir, cuando se construye la posibilidad de estable-cer relaciones de relaciones (esclarecer los procesos) con la informacin generada. Cfr. Piaget y Garca (1982), y Garca (2000).

  • 25

    Jorge a. gonzlez snChez

    Conectividad creciente

    De las diversas discusiones disciplinarias contemporneas so-bre sistemas complejos, tomamos el trmino conectividad para designar la construccin, mantenimiento y expansin de los vnculos entre todos los elementos estimulados de un sistema concreto. Justo como funcionan las redes neuronales, y en otra escala los ecosistemas;11 su factor constructivo es el incremento de la densidad de los contactos que ligan a cada participante con los otros, frente a un elenco de situaciones por resolver.

    La conectividad de un grupo aumenta cuando se incre-menta el nmero y la calidad de las relaciones, as como las interacciones significativas entre sus miembros. La conectivi-dad se hace ms densa cuando las relaciones entre ellos son de ida y vuelta, dialgicas.

    Todas las relaciones unidireccionales desarrollan, des-de luego, algn tipo de conectividad; sin embargo, sta es me-nos densa y por lo mismo ms dbil frente a perturbaciones intensas. Esta cualidad hace energticamente muy costoso el mantenimiento del sistema.

    El efecto de configuracin de una red opera de forma positiva cuando adquiere propiedades que no derivan de la suma de los elementos. En ese momento, comenzamos a te-ner un nodo, es decir, un sistema integrado y abierto con ma-yor resiliencia para reconfigurarse creativamente, es decir, ms inteligentemente frente a obstculos o situaciones indi-tas.

    Mientras mayor es la conectividad que se genera en un equipo cuyos miembros permanecen en un proceso de esti-mulacin constante, menos se requiere la presencia de un po-der externo que in-forme al grupo. Por el contrario, mientras menor sea la conectividad y la estimulacin, ese mismo equi-po estar pidiendo a voces la presencia de un poder externo

    11 Cfr. Cadenasso y Pickett (2006).

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    el desarrollo de cibercultura en ProYeCtos de ConoCimiento...

    que les marque una lnea, los configure y los mantenga uni-dos. Por esta razn, mantener un equipo dentro de una forma aferente o unidireccional, reduce al mnimo la retroalimen-tacin, y con ello subutiliza o cancela el uso no definido pre-viamente de la inteligencia potencial de los elementos que lo constituyen. Gran parte de la vida social acontece en estos en-tornos ms controlados y sordos, o por lo menos muy lentos para procesar perturbaciones no definidas con anterioridad.

    Un equipo as es, adems de predecible y obediente, muy cmodo para darle rdenes y evaluar su estricto cumpli-miento. Sin embargo, toda la ventaja de tener un mando nico frente a una tarea compleja se convierte de inmediato en de-bilidad, precisamente porque su conectividad es poco densa.

    Cualquier falla en el circuito aferente de la informacin puede generar un colapso o una solucin inadecuada.

    Quiz para una clase particular de problemas a resol-ver, sta pueda ser una estructura eficiente, pero cuando en-frentamos la necesidad de construir un equipo de investiga-cin cuya primera tarea sea investigar qu es lo que hay que investigar como bien ensea Garca (2000) la forma so-cial de una estructura con alta densidad y horizontalmente distribuida, como nos indica la operacin del sistema nervio-so de los mamferos superiores y los bio-ecosistemas, parece ser evolutivamente ms exitosa.

    Por la densidad de sus vnculos, esta forma de organi-zacin resulta mucho ms flexible y adaptable frente a un ran-go mayor de problemas y retos; asimismo, hace posible que las diferentes potencialidades presentes en la relacin del gru-po logren establecer acuerdos comunes.

    Consistencia expansiva

    El tercer momento del proceso de construccin de una red in-teligente para hacer investigacin se genera cuando el grupo se propone conscientemente la tarea de integrar creativamen-te las diferencias que constituyen su propia fuerza. La identi-

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    ficacin, el reconocimiento, la explicitacin y el trabajo de in-tegracin del talento y de las diferencias de cada participante, as como la paulatina percepcin e identificacin del efecto configurativo de una red inteligente, producen lo que Lenkers-dorf caracteriza como un proceso de nosotrificacin; es decir, la construccin de un sentido renovado del nosotros conecta-do, sobre el yo aislado, que no slo se manifiesta en la iden-tidad colectiva del grupo sino en el aumento significativo de una capacidad integrada para generar y procesar la informa-cin, definir los problemas y resolverlos de manera colecti-va.12

    Adems de emocionante y gozosa, esta fase del pro-ceso permite al grupo aumentar considerablemente su ZDP, que opera como una unidad diversa permanentemente alerta para generar soluciones ms atentas al entorno y, por lo mis-mo, con mayor probabilidad de producir una respuesta inte-ligente.

    Cultura de comunicacin

    Para desarrollar la cultura de comunicacin del grupo, es de-cir, aumentar la capacidad para coordinar acciones colectivas, en paralelo a estos tres momentos del proceso de construc-cin de la red inteligente, hemos encontrado que se necesitan disear y establecer tres modalidades de intervencin cons-ciente sobre la forma social de organizacin del grupo.

    Este aspecto es crucial pues requiere intervenir la for-ma de organizarse para:

    Suscitar las diferencias, a partir del reconocimiento y explicitacin de las diversas potencialidades y caren-cias de cada uno de los componentes. Esto implica lu-char activa y reflexivamente contra una fuerte doxa que convierte toda diferencia en desigualdad, la cual debe ser unificada, reducida o, bien, eliminada sin ms. Una

    12 Cfr. Lenkersdorf (1999 y 2008).

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    buena parte de la organizacin del mundo cientfico en nuestras naciones opera de forma similar.

    Modificar la forma de relacin social en el contexto de trabajo, de tal manera que permita contemplar las dife-rencias. Si el proceso de reorganizarse para poder susci-tar las diferencias que la vida comn oculta o desvane-ce tiene xito, entonces surge de inmediato la segunda fase reflexiva del desarrollo de una cultura de comuni-cacin: modificar la forma en que nos disponemos para contemplar, en el sentido ms profundo, toda la gama de diferencias que sin modificar la forma de organiza-cin cotidiana, seran imposibles apreciar y, mediante la escucha completa, activar procesos de resiliencia y autoorganizacin mediante restablecimientos sucesivos que incrementen el respeto, la autoestima y las capaci-dades de escucha de todo el equipo.

    Por ltimo, el tercer momento del desarrollo o cultivo de una cultura de comunicacin, consiste en ocuparse de los ajustes necesarios de la organizacin para poder generar tik,13 una nueva estructura cuya fuerza estriba en la necesidad de contar activamente con el espectro de las diferencias convergentes de todos los otros, que con el objeto de conformar una red inteligente a travs del trabajo y el dilogo reflexivo, los vuelve activa, efec-tiva y afectivamente un nosotros.

    De la conceptualizacin a la experiencia

    Hasta aqu me detengo con algunos de los elementos del len-guaje conceptual que hubo que poner en operacin para con-formar, a partir de un conjunto de personas, un equipo de in-vestigacin y aspirar a generar una comunidad emergente de investigacin.

    13 Tik es un sufijo mayense que significa nosotros. Cfr. Lenkersdorf (1999, 77 y sigs.).

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    Todo este diseo ha sido puesto en prctica concreta en las diferentes sesiones intensivas durante los talleres so-bre la construccin de objetos de estudio que hemos venido desarrollando desde el ao 1997; primero en Colima (Mxi-co), despus en Austin y Humboldt (Estados Unidos), y ms recientemente en Sao Paulo (Brasil), La Plata y Quilmes (Ar-gentina).

    La labor de facilitacin comienza por proponer al grupo el lenguaje arriba expuesto para comenzar a percibir colecti-vamente la diversidad de los elementos que inician el trayec-to para convertirse en un equipo fruto del desarrollo de ciber-cultura; es decir, una comunidad emergente de investigacin.

    Para ello, el papel protagnico del facilitador debe asu-mirse desde el principio e irlo disminuyendo mientras el gru-po se conforma a travs de la conversacin, as como diversos ejercicios y dinmicas para reconocer la forma de organiza-cin que se produce en una reunin hasta que, mediante el ejercicio de la reflexividad colectiva y escuchante, el grupo la vuelve evidente y se ocupe en su transformacin.

    El tiempo de trabajo presencial (o sincrnico, si se tra-baja a distancia) para lograr este objetivo puede ser limitado. En estos casos, la probabilidad de que el grupo que se constru-ye pueda desarrollar esa habilidad dialgica de reconocer sus propias determinaciones relacionales es muy baja.

    La reflexividad organizacional requiere tiempo, no se puede acelerar artificialmente ni establecerse por decreto.

    Mientras ms intenso sea el trabajo y ms extenso sea el tiempo invertido por ejemplo: al menos una semana de trabajo, con la aspiracin de trabajar ocho horas por da (a veces esas no suelen ser las condiciones objetivas), crece la probabilidad de que el grupo aumente la capacidad de modi-ficar la estructura espontnea de conectividad inicial, baja o nula, con la cual comienza la formacin del equipo.

    Por estructura espontnea me refiero a una forma ob-jetiva y no explcita de relacionarse con la autoridad (la ins-titucin, la direccin, el financiador, el maestro, el experto,

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    etctera) y, asimismo, una forma asumida de ponerse indivi-dualmente en escena frente a los dems, percibidos como ho-mlogos y competidores.

    Esta estructura puede ser tan diversa como las expe-riencias previas en la cultura de la comunicacin; es decir, en la habilidad que tenga cada participante para coordinar sus acciones con otros.

    A medida que aumenta nuestra capacidad de escuchar (con todos los sentidos), tambin aumenta nuestra capacidad de generar una nueva organizacin inteligente. En este senti-do, vienen muy a la mano diferentes frases que acompaan las sesiones de aprendizaje y de prctica:

    Para conversar, primero pregunto, despus escucho (Antonio Machado).

    De cada uno segn su capacidad, a cada uno segn su necesidad (Karl Marx).

    No se trata de ser el primero, sino de llegar con todos y a tiempo (Len Felipe).

    En la investigacin, el 99% es transpiracin y el 1% inspiracin (atribuida a Thomas Alva Edison y a Johan Wolfgang von Goethe).

    La musa de la inspiracin slo visita a quienes estn trabajando.Parece evidente que un propsito como el que nos pro-

    ponemos implica concebir la tarea como una construccin permanente de un objeto de conocimiento que no se deja do-mesticar de cualquier modo.

    Por esta razn, el contenido y la intencin del trabajo de preparacin del equipo se desarrollan conforme una serie de formulaciones prcticas basadas en la epistemologa cons-tructivista de origen piagetiano.14 Los objetos de conocimien-to se construyen, se conquistan, se balconean, se seducen, se atajan, se acechan por parte del sujeto en su interaccin con las determinaciones del objeto. En otras palabras, la escue-la de Piaget muestra cientficamente que el vector de conoci-

    14 Cfr. Piaget (1985).

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    miento va de lo pensado a lo real y no al revs, como sostie-ne toda la perspectiva de la filosofa empirista de la ciencia.

    Uno de los ms importantes obstculos para formar un equipo de investigacin es precisamente la estructura espon-tnea empirista que se aprende desde la educacin primaria y de ah se refuerza y robustece a todo lo largo de la forma-cin en etapas superiores. En pocas palabras, es mucho ms fcil entender y ejercer la investigacin desde una perspectiva que supone una realidad percibida directamente a travs de los sentidos, a formar un colectivo con una perspectiva y una prctica constructivista.

    Slo tenemos en contra todo el proceso educativo for-mal. Casi nada.

    Antes que una etiqueta de moda, esta perspectiva cuyo origen y fundamentacin reside en los trabajos de Jean Piaget y la escuela de Ginebra, postula que el conocimiento se cons-truye a partir de las transformaciones del sujeto en su interac-cin con los objetos.15 Los objetos slo aparecen a partir de las relaciones del sujeto.

    Es Jean Piaget quien muestra empricamente la false-dad del postulado central asumido por el empirismo y los em-piristas: los objetos no estn ah para ser capturados sensorial-mente con independencia de las determinaciones del sujeto, sino dentro de un proceso constructivo de transformaciones y reorganizaciones sucesivas que determinan cmo el sujeto asimila y acomoda los objetos al adaptar y transformar cons-tantemente sus esquemas de accin. De ah que la identifica-cin de los problemas sea ya una parte central de las posibili-dades de solucionarlos.16

    15 Garca (2000, 95-149).16 () ver un problema, tomar conciencia de l, ya es dar un paso hacia

    el porvenir y, quin sabe, hacia su solucin (Goldman, 1970, 309).

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    La estrategia de construccin de una red inteligente

    Lo primero en este proceso de volvernos grupo era plantear las bases de una estructura, tanto individual como colectiva, de escucha autodeterminante.

    A diferencia de las formas de expresin de la ciencia que estudia los procesos de la naturaleza (fsica, qumica, bio-loga), dentro del dominio de las ciencias que dan cuenta de los fenmenos y procesos humanos y sociales (como la socio-loga o antropologa) el arte de la exuberancia discursiva suele ser extremadamente socorrido. Esa caracterstica, a pesar de ser o parecer discursivamente impecable, no nos ha resulta-do la ms adecuada para conformar equipos de investigacin.

    Por ello, hay que entender que investigamos para co-municar y en ese sentido si descubrimos algo es para mos-trarlo a los dems, y si logramos entender algo, entonces po-demos explicarlo a otros. Para este fin, al menos para efectos del entrenamiento del equipo, esta verborrea no es la ms aconsejable; por el contrario, hay que practicar y aprender co-lectivamente una forma de expresin de las ideas que en la bsqueda de la mnima expresin significante pudiera facili-tar el dilogo crtico y riguroso. Y as, comienza cada partici-pante, por distinguir el tipo de trabajo que tiene que realizar.

    Dentro de la lgica de los procesos permanentes de es-timulacin, conectividad y consistencia antes expuesta, haba que imaginar y discutir un problema prctico; es decir, una si-tuacin del mundo que acarrea costos y consecuencias igual-mente mundanas que no queremos seguir pagando. En la di-mensin de los costos de dicho problema estriba la relevancia del mismo.17

    17 La propuesta de trabajar explcitamente con estas categoras viene de Booth, Colomb y Williams (2003). Hay una traduccin al castellano de la primera edicin con el ingente y mercadotcnico ttulo Cmo convertirse en un hbil investigador. Barcelona, Gedisa, 2001.

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    Es importante sealar que en la medida en que todo problema es una relacin que establecemos entre una con-dicin y un costo, toda definicin del problema implica una toma de posicin poltica e ideolgica frente a lo que ocu-rre. Si el equipo no logra compartir un punto de vista comn frente a las situaciones concretas, no ser posible generar un marco epistmico comn, un marco de preguntas bsico que ayudar a producir el marco conceptual y metodolgico de la investigacin.18

    La dinmica del grupo primero se interna en la defi-nicin personal del problema general de la investigacin y, a travs de la discusin sobre sus condiciones y costos, se co-mienza a elaborar una definicin colectiva del problema prc-tico hasta llegar a zonas de acuerdo y convergencia que pue-dan garantizar la plausibilidad y comunicabilidad del trabajo que espera a todo el colectivo. Posteriormente, la discusin del equipo se va concentrando en las especificidades de cada sub-proyecto y cada regin.

    La primera definicin (aunque sea provisoria) del pro-blema prctico, motiva el planteamiento de una pregunta de investigacin.

    Al hacerlo as, el paso inmediato indica la definicin de un problema de conocimiento, cuya condicin est deter-minada por un nmero relativamente corto de categoras de orden terico y conceptual, as como la explicitacin de los costos agregados y posiblemente ms importantes que los concretos, de no saber lo suficiente o tener un conocimien-to incompleto o mutilado sobre el tema. A partir de estas pri-meras tres definiciones construidas en colectivo, se puede pa-sar a la estrategia metodolgica que nos lleva a producir una respuesta de investigacin. Debe reconocerse que nunca, en toda la historia de la humanidad y de la ciencia, ningn cono-cimiento construido ha resuelto un problema prctico. ope-ran a niveles diferentes. El conocimiento que llev a la pro-duccin de la vacuna contra la tuberculosis no termin con

    18 Cfr. Garca (2006).

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    esa enfermedad sino hasta que ese conocimiento se volvi poltica pblica; es decir, una accin directa sobre las coorde-nadas donde esa situacin generaba costos impagables y, de no conocerse, incluso peores. As, el grupo se concentra en la discusin del ciclo entre el problema prctico, la pregunta de investigacin y el problema de conocimiento, para despus pasar a la construccin de la respuesta de conocimiento.19

    Figura 2

    Proceso de investigacin

    Problemaprctico

    Problemade investigacin

    Respuestade investigacin

    Preguntade investigacin

    ayuda aresolver un

    motiva una

    encuentra una define un

    Fuente: Booth, Colomb y Williams (2003).

    Este diseo de la produccin del objeto de conocimien-to es precisamente en lo que consiste la metodologa, y no en una receta con pasos prefijados para satisfacer y hacer cum-plir. La metodologa no se confunde con las tcnicas emplea-

    19 Cfr. Booth, Colomb y Williams (2003, 58).

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    das para formalizar informacin de las determinaciones del objeto, ni con los mtodos de anlisis que operan sobre las configuraciones de informacin que generan a su vez nuevas y mejores configuraciones. Tampoco con las premisas tericas que orientan el trabajo de investigacin.

    La metodologa no es una serie de recetas a seguir para comprobar, o en el mejor de los casos, disprobar una hipte-sis negativa, aplicar una tcnica rigurosa, ni analizar con m-todos conocidos como infalibles un objeto.

    Antes que nada, constituye un ejercicio de imaginacin (sociolgica en Wright Mills, y dialctica en Marx y en Piaget) que genera preguntas a problemas de conocimiento y cons-truye respuestas plausibles a problemas prcticos.

    Entendemos la metodologa como una estrategia flexi-ble, anticipatoria y deliberada en tanto que un acto de anticipa-cin imaginativa, que relaciona diversas tcnicas (entendidas como dispositivos tecnolgicos para formalizar informacin de algunas de las determinaciones de los objetos que recorta-mos con preguntas) cuyas configuraciones son analizadas con mtodos (procesamientos, tratamientos y reelaboraciones sis-temticas de informacin de segundo orden) para construir un objetivo tericamente plausible.20

    El objetivo de las primeras sesiones de trabajo consis-te en traducir, mediante un conjunto interrelacionado de diez tarjetas, la representacin que cada uno tiene de los partici-pantes acerca del problema sobre el que se requiere gene-rar un conocimiento, el cual no tenemos, para su posible so-lucin. Esto permite fijar la expresin escrita del proyecto de cada uno de los investigadores participantes.

    Las indicaciones especficas de este modo de trabajo establecen la ventaja de escribirlas inicialmente a mano y con lpiz para poder borrar y corregir, pues el fruto de las sesiones de discusin pautada lleva directamente a ajustes y modifica-ciones continuas.

    20 Gonzlez, Amozurrutia y Maass (2007, 70).

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    El formato de cada una de las 10 tarjetas21 permite in-cluir paulatinamente las modificaciones y crticas sucesivas que van surgiendo a partir de las rondas de discusin dentro de una serie de reglas. Esta forma de discutir opera como una estrate-gia dialgica para intensificar la conectividad del grupo.

    Las diez tarjetas del proyecto general y las correspon-dientes a cada estudio de caso se discuten varias veces por turnos, en los que la asertividad y la inclemencia amorosa son siempre la mejor forma para escuchar, procesar, ajustar y vol-ver a escuchar. En toda experiencia de discusin, una vez ago-tados los turnos de las tarjetas, el equipo pasa a explicitar la forma en que cada uno de los participantes se ha sentido den-tro del desenvolvimiento de la dinmica.

    Esta forma de organizacin del trabajo en la formacin de redes, postula y asume que toda discusin intelectual tie-ne un soporte directamente emocional que, a manera de ro, forma el cauce por el cual fluye la informacin; sin embargo, estamos poco entrenados para objetivar las condiciones emo-cionales en las que nos desempeamos al tratar de armar un colectivo de investigacin; sin embargo, su progresiva explici-tacin tiene efectos importantes en la autoestima personal y colectiva, as como en el proceso de hacer emerger (suscitar) las valiosas diferencias de los componentes del equipo.

    El objetivo de las discusiones sucesivas est claramen-te fijado: mejorar la claridad y el entendimiento intersubjeti-vo de la propuesta central de la investigacin. La actitud no es la de convencer a los que escuchan de lo que queremos ha-cer, sino lograr la ms alta claridad en el planteamiento de las cinco tarjetas centrales22 y, seguidamente, vigilar la coheren-cia de las relaciones entre ellas.

    Como la ciencia la hacemos siempre para otros, perse-guimos la claridad, y para ello recurrimos a la expresin es-crita de las ideas en forma de tarjetas distintas y separadas,

    21 Gonzlez, Amozurrutia y Maass (2007, 335-336).22 A saber: rea de inters, tpico o tema, problema prctico, pregunta de

    investigacin y problema de investigacin.

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    pero relacionables con diferentes grados de precisin y clari-dad, que no slo debe entender por principio el investigador, sino tambin las personas que lean y escuchen sus tarjetas.

    Investigacin y Sistemas de Informacin

    Me parece un error sostener que la actividad de investigacin produce simplemente datos. Ms bien, desde la perspectiva que propongo, entendemos que todo proyecto debe producir colectivamente un doble producto intrnsecamente conecta-do: un Sistema de Informacin Emprica (sie) y un Sistema de Informacin Conceptual (sic) que documentan, organizan y fa-cilitan el acceso a la totalidad del proyecto en curso.

    Es a partir de la interaccin de estos dos sistemas de in-formacin que construimos los hallazgos y las respuestas a los problemas planteados. Estos resultados deben ser comunica-bles con toda la claridad argumentativa necesaria para mos-trar y explicar a nuestros lectores la relevancia de lo construi-do en la exploracin sistemtica de cada caso.

    Es decir, una Comunidad Emergente de Investigacin (Cei) debe tambin concentrar una parte de su trabajo de for-macin en destacar y disear un sistema para comunicar sus hallazgos, para lo cual primero hay que volverse capaces de generarlos; es decir, distinguir, diferenciar, clasificar y, en lo posible, analizar e interpretar los resultados.

    Pero estos dos sistemas de informacin no se produ-cen en el vaco, sino dentro de una configuracin concntrica llena de determinaciones, condicionantes, no slo materiales sino directamente simblicos. Esa configuracin posee una determinacin siempre socio-histrica, es decir, est marca-da por estructuras sociales objetivas que, siguiendo el razona-miento anterior, podemos entender tambin como dos tipos especiales de sistemas de informacin.

    Me referir a esas estructuras delimitadoras de los sie y siC, respectivamente como un Sistema de Informacin Subjeti-vo (sis) y un Sistema de Informacin Global (sig).

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    Figura 3 Cuatro sistemas presentes en la actividad de investigacin

    SIG = Sistema de Informacin GlobalSIS Sistema de Informacin SubjetivoSIE = Sistema de Informacin EmpricoSIC = Sistema de Informacin ConceptualOE = Objeto de Estudio

    SIG

    SIS

    SIE SICOE

    Fuente: Elaboracin propia.

    Tanto el sig (doxa) como el sis (habitus) son productos de la historia social. Las decisiones y recortes necesarios para producir conocimiento, no slo dependen de la informacin generada que est siempre en relacin directa con las catego-ras conceptuales que utilizamos en su construccin. La sub-jetividad del investigador, por lo general, est presente como matriz de sus prcticas cientficas. El concepto habitus de Bourdieu, nos ayuda a entender mejor esta dimensin subje-tiva de la incorporacin de disposiciones que est detrs de todas las elecciones y prcticas cientficas objetivadas en la elaboracin de las preguntas, la deteccin de los problemas y la construccin de las respuestas.

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    Al mismo tiempo, el concepto doxa, entendido como un sistema preconstruido de interpretaciones del mundo y de la vida, funciona como una estructura social objetiva, in-dependiente de la voluntad o gusto de los agentes sociales, y est objetivado a su vez en instituciones especficas de la so-ciedad.

    No tengo espacio para profundizar en las interacciones de estas dos nociones con la investigacin, pero basta sealar-las como determinantes de las decisiones y acciones de inves-tigacin en todo proceso de construccin cientfica.23

    Mediante un anlisis sociogentico potenciado con la categora de marco epistmico,24 se puede mostrar cmo esas determinaciones externas al trabajo cientfico delimitan el mbito de lo posible y lo probable en las decisiones y resulta-dos de las investigaciones concretas.

    Conclusiones que abren al cerrar

    Las investigaciones se hacen con (y no contra) las condiciones que se tienen para ello. No existen los proyectos ideales. Es en el camino como se aprende a andar.

    Muchas veces el investigador tiene que trabajar con es-caso presupuesto, constreido a breves periodos y con co-legas que deberan saber su oficio muy bien. Muchas veces los proyectos son imaginados con criterios que desconocen la profundidad requerida para dar cuenta de la relevancia del problema. En numerosas ocasiones, el equipo debe dedicar tiempo suficiente para investigar qu es lo que hay que inves-tigar, porque ni las preguntas, ni la delimitacin de los proble-mas son evidentes.

    Tanto las preguntas como los problemas implican una toma de posicin que no tiene su origen en el propio ejerci-cio cientfico.

    23 Bourdieu (2001).24 Garca (2000).

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    En muchos proyectos concretos uno se enfrenta con la dispareja formacin previa de los componentes del equipo, las diferentes motivaciones para participar en l y tambin con el tiempo disponible para realizar el proyecto. Comn-mente, los participantes tienen otras responsabilidades apre-miantes con las cuales deben negociar el tiempo efectivo de-dicado al estudio.

    A veces, con las primeras conversaciones e interpreta-ciones compartidas de la idea inicial del proyecto, se va ha-ciendo visible el despropsito que puede significar el intento de hacer una experiencia profunda y explicativa de un pro-ceso con poco tiempo para iniciar una primera caracteriza-cin. Por ello, es imprescindible hacer un trabajo explorato-rio y descriptivo, incluso para definir por extensin, al menos provisionalmente, algunos conceptos con tal de guiar el inicio del trabajo emprico.

    Es muy destacable la actitud y el grado de compromiso que los colegas puedan aportar al reto que representa participar profesionalmente en este tipo de aventuras. Lograramos mu-cho si el equipo en formacin pudiera plantear mejores pregun-tas de investigacin, vislumbrar e identificar nuevas dimensio-nes de problemas concretos que siguen sucediendo bajo costos diferentes, pero igualmente agudos y solucionables.

    otro dao colateral de este tipo de estudios es ensayar una reformulacin de los problemas de investigacin origina-les. Hacerlo implica armar una actividad que permita iden-tificar mejor las cosas que merecen una inversin cuantiosa de tiempo con pocos recursos. Al fin y al cabo el oficio de in-vestigar, en buena parte, es el oficio de aprender a escuchar con atencin las mltiples voces del pulso de los procesos del mundo.

    El otro reto es comunicarlo con claridad y dejar la su-ficiente estructura sistmica para que otros nosotros puedan conversar entre s.

    El centro del desarrollo de cualquier comunidad emer-gente de investigacin es, por necesidad, aprender a escuchar

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    profesionalmente para establecer relaciones antes no diferen-ciadas que nos ayuden a entender cmo resolver los proble-mas.

    El futuro inmediato llena de rutinas desgastantes y mi-serias repartidas esta actividad dentro del campo acadmico y el cientfico, de ese modo operan como verdaderos obstcu-los para el desarrollo de la inteligencia distribuida.

    Hemos visto que cuando un colectivo de personas de-cide organizarse para convertirse en un nodo activo, lleno de estimulacin con procesos de conectividad creciente entre s mismos y con otros nodos diferentes, se abre la posibilidad de generar zonas de consistencia donde antes no las haba. Por eso lo que es emergente es precisamente el sentido de co-munidad.

    La construccin del nosotros no es ni onrica ni mgi-ca, tiene que facilitarse y construirse, a veces en medio de la incomprensin de los propios participantes y, casi siempre, dentro de las rgidas reglas del juego cientfico y sus institu-ciones. Pero esas son las nicas herramientas que tenemos a nuestro alcance.

    Las experiencias realizadas durante ms de diez aos en Mxico y Brasil apuntalan la idea de que slo si cambiamos la forma en que nos organizamos para conocer ser posible cambiar el tipo de conocimiento que necesitamos.

    Una labor estratgica en las sociedades empobrecidas del sistema-mundo radica en determinar, mediante la reflexi-vidad cientfica y dialgica, aquello que debemos saber para ayudar a solucionar problemas concretos, dolorosos y acu-ciantes, a travs del intelecto profesionalmente entrenado.25

    25 Desde luego que esta posicin no descalifica de ninguna manera la lla-mada ciencia pura en favor de una ciencia aplicada, sino precisamente al revs. Slo cuando en nuestros pases aumente la masa crtica de personas dedicadas a la actividad cientfica, podremos equilibrar esta desbalanceada relacin de una actividad cara y percibida como marginal: la ciencia como motor del desarrollo.

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    El horizonte est en la creacin de redes de comunida-des emergentes como una forma de estructura que haga po-sible, a futuro, desarrollar una masa crtica de investigadores con nuevas culturas de informacin, comunicacin y conoci-miento.

    En eso consiste el desarrollo de lo que llamamos ciber-cultura. Y eso tambin depende de la imaginacin organizada mediante una metodologa escuchante, colectiva, disciplina-da, pero claramente abierta y preparada para esperar lo ines-perado.

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    Jorge a. gonzlez snChez

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    Metodologa de la ingeniera en comunicacin social

    Apuntes generales sobre su programa metodolgico: el diagnstico, el diseo de la intervencin social y la aplicacin tcnica de la intervencin

    Jess Galindo Cceres

    Introduccin

    El texto est compuesto de cinco partes. En la primera se presenta un esquema general de trabajo sobre el proyecto Ingeniera en comunicacin social, y se explora la relacin en-tre ciencia e ingeniera y entre teora y metodologa. Para ello, se parte de la nocin de observacin y de cultura de investiga-cin, y luego se explora la relacin entre ciencia de la comu-nicacin, comunicologa e ingeniera en comunicacin social.

    En la segunda se presenta un apunte sobre los elemen-tos bsicos del diagnstico: primera etapa general del progra-ma metodolgico de la ingeniera en comunicacin social, enfatizando el marco de observacin y anlisis desde una co-municologa social.

    La tercera presenta una discusin sobre los elementos de estructuracin del diagnstico. Enfatiza sobre la figura de la sistematizacin de casos y se explora el centro del trabajo de la ingeniera social y el escenario concreto de la problema-tizacin.

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    metodologa de la ingeniera en ComUniCaCin soCial

    En la cuarta parte se presenta el trnsito que parte del diagnstico de problemas al diseo de soluciones. Y la segun-da etapa general del programa metodolgico de la ingeniera en comunicacin social trae consigo la figura de la interven-cin como un ejercicio que parte de un buen diagnstico, que posee su propio y complejo campo problemtico de la deci-sin sobre dnde, cundo y por qu intervenir.

    La quinta parte presenta la tercera etapa del programa metodolgico, que va del diseo de la intervencin a la aplica-cin tcnica. Se presentan, adems, algunos elementos de la figura tcnica de organizacin, construccin y creacin social; es decir, la aplicacin tcnica de la intervencin. Finalmente se exploran y discuten las complejas relaciones entre la inge-niera, la moral y la poltica.

    El proyecto Ingeniera en comunicacin social se inici oficialmente en enero de 2009 en la Universidad Interconti-nental (UIC), dentro del programa perteneciente al posgrado en comunicacin, y contina en el ao 2010 en la Benemri-ta Universidad Autnoma de Puebla, dentro del proyecto Altos estudios en Comunicacin Estratgica. El antecedente dentro de la propia UIC es, por una parte, el trabajo de Jess Galin-do: Ingeniera social en formacin de academias de investi-gacin, de los aos 1996 y 1997 en la Escuela de Comunica-cin; y por otra, el trabajo de Norma Macas y Diana Cardona, a partir de la propuesta de Jess Galindo, sobre la figura cons-tructiva de la comunicometodologa.

    En otro contexto, la ingeniera en comunicacin social tiene antecedentes diversos, sobre todo la propuesta: Inge-niera social para configurar estrategias de atencin a las cul-turas populares urbanas (2001). En los ltimos aos han apa-recido textos sobre ingeniera en comunicacin socialpara los proyectos: Deporte y ciudadanizacin, as como el de Gestin y promocin cultural de una cultura ciudadana.

    Se trata de ensayar una sntesis metodolgica sobre la trayectoria de estos ltimos aos, a partir de los dos proyectos mencionados cerrados en una primera etapa y de otros

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    Jess galindo CCeres

    tres ms en desarrollo: Cibercultura y servicios de redes sociales en el ciberespacio, Comuniconoma de las relaciones familiares e Ingeniera en comunicacin social y comunicacin estratgica. As pues, en las prximas pginas se presentar un apunte metodo-lgico de cmo operar un modelo general de ingeniera en co-municacin socialcon algunas de sus variantes.

    Esquema general de trabajo del proyecto Ingeniera en comunicacin social. Ciencia e ingeniera. Teora y metodologa

    La base para sintetizar una ingeniera social de cualquier tipo es la cultura de investigacin, en particular la que tiene su asentamiento en una cultura cientfica. La ciencia nos provee de dos configuraciones que nos empoderan ante el mundo, un sentido enriquecido de las cosas que observamos y un m-todo para construir ese sentido a partir de la observacin sis-tematizada. Todo parte de la observacin.

    El epistemlogo Piaget muestra que la vida humana va detrs de la accin, y que el acontecimiento sucede primero y la organizacin cognitiva viene detrs, tratando de dar cuenta de l. Esa trayectoria de la organizacin cognitiva sigue sien-do una incgnita en buena parte pero, existe, puede ser com-prendida y explicitada, inducida y alterada; es decir, nuestra mente es todava una caja de sorpresas, pero poco a poco va-mos conociendo algunos de sus secretos.

    El punto de partida de la organizacin cognitiva uno de los recursos que tenemos para entender nuestra mente es la observacin. sta es una de las primeras operaciones que nos construye como seres vivos humanos, y tambin es la base de la configuracin de lo que llamamos mtodo cientfico. Esta opera-cin tiene elementos individuales, psicogenticos, pero tambin elementos colectivos, grupales, sociogenticos. La investigacin cientfica ensaya entender y aprovechar al mximo su composi-cin y organizacin, adems, intenta expandirla, enriquecerla.

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    Entre ms cosas seamos capaces de observar y dar cuenta de ellas, ms poderosa ser nuestra mente en el jue-go de la relacin entre sistema bo-psquico-social y entorno. La ciencia nos ayuda a observar al mundo, pero tambin nos ayuda a observar cmo lo observamos. Hay muchos tipos po-sibles de observacin, algunos los encontramos en formas culturales diversas, otros los ha sintetizado la ciencia y su re-flexin constructiva, otros ms nos esperan en el camino de nuestro desarrollo como seres que observan y se observan ob-servando.

    La informacin y la observacin van de la mano, la in-formacin es el objeto de pensamiento en que la observacin cientfica se concentra. De ah se distinguen otras operaciones tales como el registro, la descripcin, sistematizacin, anli-sis, organizacin y la sntesis en conocimiento de lo observa-do. sta es una configuracin de operaciones sobre las cuales se construye un programa metodolgico que inicia su cami-no observando algo, y lo culmina sintetizando el conocimien-to sobre eso.

    El mtodo, la metodologa y la tecnologa de investiga-cin trabajan sobre informacin observada. La cultura de in-vestigacin se compone de las formas en que configuramos nuestra operacin bsica de la observacin para sintetizar co-nocimiento, sentido enriquecido sobre algo, lo cual siempre es una configuracin que parte del mundo de la accin y re-gresa all mismo con ms recursos y conocimientos. ste es el punto clave del discurso que asocia a la ciencia con la ingenie-ra, y por tanto, a la ciencia de lo social y a la ingeniera de lo social, a la ciencia de la comunicacin social y a la ingeniera en comunicacin social.

    El propsito de la ingeniera en comunicacin social parte de la misma figura sencilla de Piaget y su psicognesis, en un proyecto que apunta hacia una sociogentica de la co-municacin social. Vivimos en configuraciones sociales que pueden ser descritas y entendidas desde un espacio concep-tual de la comunicacin; desde esta perspectiva somos confi-

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    guraciones de comunicacin social y a travs de ellas convi-vimos, nos asociamos, luchamos, colaboramos, competimos, construimos y destruimos. Es posible, entonces, un proyecto y un programa de trabajo cientfico que permita observar cmo sucede esto, con todas sus implicaciones y variaciones. Si esto es posible, gracias a una propuesta cientfica sobre la comuni-cacin social: la comunicologa, tambin es posible aprender de este sentido enriquecido para hacer lo mismo con la ven-taja del conocimiento sobre ello, o intervenirlo para modificar lo que hacemos, y as obtener en ello ventajas de diversos ti-pos, lo cual representa el espacio constructivo de una ingenie-ra en comunicacin social.

    En este apunte aparecen dos componentes que requie-ren un comentario ms por el momento: uno es la matriz que permite entender a la vida social como comunicacin, desde la comunicacin, construida como figura de comunica-cin; mientras que el otro componente permite pretender ha-cer algo con dicho conocimiento. En un caso estamos ante la pregunta por la posibilidad y la intencin constructiva de una ciencia de la comunicacin: la comunicologa; y en el segun-do, estamos ante la pregunta por la posibilidad y la intencin constructiva de una ingeniera social desde la comunicacin: la ingeniera en comunicacin social.

    La comunicacin es concepto y objeto, pero tambin es una cosmologa. Es decir, resulta posible estudiar diversos asuntos desde el punto de vista de un concepto de comunica-cin, se pueden estudiar algunos asuntos como objetos de co-municacin y tambin es posible percibir todo desde una lgi-ca (nombrada comunicolgica). En el caso de la comunicacin objeto, tenemos una historia de buena parte del siglo veinte que muestra el inters en esta perspectiva, por ejemplo, los estudios sobre los llamados medios masivos de comunicacin o los estudios sobre aquello denominado comunicacin inter-personal. La sistematizacin del conocimiento sintetizado, en este sentido, es una tarea posible y actual.

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    metodologa de la ingeniera en ComUniCaCin soCial

    Por otro lado est la veta propiamente comunicolgica. La pregunta es si resulta posible percibir un mbito de fen-menos y asuntos desde una perspectiva de la comunicacin. La respuesta es: s. La ciberntica y la semitica tienen ensa-yos en ese sentido. La comunicacin se convierte entonces en un punto de vista constructivo, por ejemplo de todo lo que tie-ne que ver con figuras de simbiosis, semiosis, intercambio, in-teraccin y complejidad. Por otra parte, se puede llegar a un nivel de teora general que permita construir todo fenmeno posible desde un espacio conceptual de comunicacin, cuyo nivel de abstraccin permita un gradiente hacia la concrecin de diversos estamentos de configuracin fenomnica relati-vos a la comunicacin.

    As, es posible que la psicologa, la qumica o la socio-loga, estudien asuntos de comunicacin y se analicen des-de sus respectivos puntos de vista. Tambin pueden aparecer ciertas teorizaciones de la comunicacin que permitan obser-var y entender todo lo que sucede en cierto mbito de configu-racin desde algn punto de vista de la comunicacin, como en ciertas perspectivas cibernticas o semiticas. Igualmen-te, es posible construir una epistemologa de la comunicacin desde la cual todo fenmeno pueda ser entendido como asun-to pertinente de un esquema general constructivo de la comu-nicacin, como es el caso de la comunicologa.

    Desde este espacio de posibilidades, existen diversas ingenieras en comunicacin social tambin posibles. As, por ejemplo, los estudios sobre efectos de los medios de difusin masiva tienen una parte que permite conocer algo o mucho de cmo ciertos medios impactan en sus pblicos y audien-cias, pero al mismo tiempo permiten conocer qu es lo que hace falta hacer para tener ms y mejor efecto.

    Los estudios sobre efectos de los medios son ciencia y al mismo tiempo parte de una ingeniera en comunicacin masiva, proveen de informacin y conocimiento para que los medios sean ms eficaces en sus propsitos, como en el caso de la publicidad y la propaganda, o de la industria del entre-

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    tenimiento. Pero tambin, proponen informacin y conoci-miento para que los pblicos y audiencias hagan algo con los medios adems de lo que stos se proponen, como los ensa-yos de trabajo en la construccin de audiencias crticas y acti-vas. La ciencia de los estudios de efectos de la comunicacin masiva tiene elementos para una ingeniera en comunicacin masiva con diversos nfasis y aspectos. El cmo pueden suce-der es el tema de la ingeniera en comunicacin social de este mbito de estudios.

    Por otra parte est la comunicologa social, que observa todo fenmeno social desde una perspectiva sistmica y cons-tructivista. Aqu se ensaya incluir a todo tipo de conocimien-to sobre la comunicacin en cualquier sentido, y todo tipo de conocimiento sobre lo social en cualquier sentido, ordenada y organizadamente desde una perspectiva constructiva de lo social en un concepto sistmico de la comunicacin. Por tan-to, una ingeniera en comunicacin social, armada desde esta perspectiva, puede intervenir en cualquier configuracin de lo social desde una perspectiva de comunicacin. Esto supone un trabajo en diversos niveles de aquello que es conceptual-mente comunicacin social, y una labor, en distintas magni-tudes, sobre lo que es tcnicamente (desde un punto de vista constructivo) la comunicacin social, para poder operar en la praxis de una propuesta de ingeniera social.

    El proyecto Ingeniera en comunicacin social tiene como requerimientos bsicos el trabajo conceptual y tcnico constructivo con la comunicacin social. Por una parte, el de-sarrollo de una ciencia de la comunicacin necesaria; y por el otro, el impulso de una ingeniera que necesita desarrollo cientfico, pero tambin la precisin sobre cules son las tc-nicas operativas de construccin, creacin y administracin de la comunicacin.

    Las pautas de observacin permiten metodolgicamen-te llegar a la sntesis de un conocimiento sobre la vida social, conformado por el espacio conceptual de la comunicacin; as como las formas concretas que hasta hoy han sido sinteti-

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    zadas para construir la vida social desde la perspectiva de la comunicacin, as como los programas metodolgicos para sintetizar nuevas y mejores formas tcnicas de configuracin de la vida social desde la comunicacin. De un lado yacen la teora y los conceptos y del otro las tcnicas y las operacio-nes concretas.

    Elementos bsicos del diagnstico. El marco de observacin y anlisis desde una comunicologa social

    El programa metodolgico general de la ingeniera, en cual-quiera de sus formas, tiene al centro dos figuras constructivas bsicas, lo cual compone sus paquetes tecnolgicos de opera-cin concreta en anlisis y sntesis de informacin, el diagnsti-co de problemas y el diseo de soluciones. La lgica de la inge-niera se fundamenta en la problematizacin sobre un asunto. El ingeniero quiere resolver problemas, a diferencia del cientfi-co, quien busca respuestas a preguntas, ambas situaciones des-de un mbito extenso de configuracin heurstica.

    La investigacin cientfica y la no cientfica tienen guas de operacin, usos, costumbres y mtodos de trabajo. Es de-cir, cualquier tipo de indagacin se verifica sobre ciertos hbi-tos, ciertas repeticiones de acciones a las que llamamos oficio. Para saber indagar se requiere una experiencia interiorizada similar a la que tiene un zapatero o un pescador, ambos expe-rimentados en su rea de competencia. En el caso de la cien-cia, el corazn de esas rutinas se llama programa metodolgi-co y, como su nombre lo indica, es una secuencia de acciones prevista en una prospectiva, bajo la forma general del concep-to de mtodo, construida bajo el rigor de una vigilancia lgica.

    Algunos de los programas metodolgicos ms conoci-dos y exitosos en la historia de las ciencias sociales han sido, por ejemplo, el de la secuencia Encuesta estadsticaDiseo experimentalEncuesta estadstica, o la de Grupos de discu-

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    Jess galindo CCeres

    sinEncuesta estadsticaGrupos focales. Hay algunos otros que tambin tienen un cierto prestigio y aprobacin genera-lizada, como la secuencia Entrevista en profundidadEtnogra-faEntrevista a profundidad, o la de HistoriografaHistoria de vidaEntrevista en profundidad. Y hay otras secuencias, algu-nas que se han repetido de investigacin en investigacin, de investigador en investigador y otras que slo han sido aplica-das en alguna ocasin y esperan ser probadas una vez ms para mostrar su eficiencia. Las ciencias sociales se construyen sobre la operacin de estos programas metodolgicos.

    En el caso de la ingeniera social, el programa metodo-lgico general de la ingeniera tambin tiene una versin pro-pia. La secuencia general del programa metodolgico de la ingeniera DiagnsticoDiseo, se subdivide en otras opera-ciones hasta completar la gua sobre la cual se trabaja. Como sea, la forma frecuente sigue siendo el diagnstico del proble-ma y el diseo de las soluciones, a lo cual se puede agregar una tercera macro operacin que completa la secuencia, la aplicacin de la solucin, figura que tiene sus propios elemen-tos de configuracin, dependientes en parte del diseo de so-luciones, pero sobre todo dependientes del contexto de la ac-cin social, de la vida social en donde la solucin se aplica. Por tanto, la secuencia completa del programa metodolgico de la ingeniera social sera: Diagnstico de problemaDiseo de solucinAplicacin tcnica de la solucin.

    Exploremos la primera parte de la secuencia, el diag-nstico de problemas. Esta primera gran operacin de la in-geniera en comunicacin socialsupone una mirada sobre un campo especfico de la vida social para observar cmo est compuesta y cul es su organizacin. El diagnstico se mue-ve sobre una dimensin espacio-temporal, referida al presen-te, de lo cual se puede dar cuenta: es lo que aparece ante la percepcin del ingeniero. En ese momento aparece el primer juicio sobre la situacin observada, que depende en forma di-recta de las condiciones de aproximacin al objeto problema-tizado.

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    La situacin del diagnstico depende en principio de la situacin antecedente, cmo se lleg a buscar un diagnstico (prediagnstico). Este parmetro del trabajo del ingeniero es clave. Las situaciones que detonan la posibilidad de un diag-nstico pueden ser de diversos tipos. Por una parte, el inge-niero se aproxima al escenario objeto por su propia iniciativa, por el inters de intervenir en alguna situacin social. ste es un caso extrao pero posible, por ejemplo en condiciones de trabajo acadmico. Lo normal es llegar al lugar como respues-ta a una demanda, y ste es el caso ms comn por el perfil profesional del ingeniero, experto en diagnstico y solucin de problemas, y por tanto, actor demandado por individuos, empresas, aparatos, todos necesitados de su servicio. La de-finicin de esta situacin no es menor, la ingeniera social es sobre todo un servicio profesional calificado.

    El ingeniero acta cuando es llamado para hacerlo; en principio no tendra por qu actuar de otra manera, si lo hicie-re es por un inters fuera de lo profesional, por razones mora-les o polticas. En general, estamos hablando de un oficio pro-fesional dentro de un espacio social de oferta y demanda de esa calificacin. Digamos que por ahora no sucede as, pues el ttulo de ingeniero social no circula como tal dentro del es-pacio social pero la situacin s existe. Sucede cuando alguien contrata a un terapeuta, a un mediador de conflicto, a un ex-perto en propaganda o publicidad, a un estratega de diversos tipos, con la finalidad de que intervenga en alguna configura-cin social. El diagnstico es, por tanto, efecto de una deman-da profesional, aunque puede ser efecto de una demanda de otro tipo.

    En el caso de la ingeniera en comunicacin social, la demanda supone un primer diagnstico por parte del deman-dante. Quien contrata los servicios de un ingeniero social tie-ne algn tipo de problema por el cual pide ayuda profesional. Con esta primera configuracin problemtica el ingeniero so-cial responde a la demanda y explora la situacin para asociar lo que sucede con el problema que detona el servicio profe-

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    sional. En este segundo momento puede suceder que la confi-guracin diagnosticada coincida en parte o por completo con lo observado por el demandante, pero puede suceder que no sea as, que el problema sea otro, de ndole distante y distinta de lo que el demandante percibi como problema en un prin-cipio. Como sucede con la demanda de un paciente a un m-dico. De ah que el diagnstico tcnico del ingeniero sea de tal manera que le permita identificar un espacio problemti-co, si es que lo hay.

    Aqu es en donde la comunicologa entra en juego para el perfil profesional de la ingeniera en comunicacin social. Lo que el ingeniero diagnostica comunicolgicamente depen-de de lo que puede observar a partir del espacio conceptual analtico de la ciencia de la comunicacin social. Como ve-remos despus, sta no es la nica fuente de su observacin para el diagnstico, pero en esa primera presentacin de la operacin general del programa metodolgico, es clave el do-minio de la situacin concreta desde el punto de vista de la co-municologa. Y ser a partir de ello que el ingeniero puede di-sear despus un gradiente de solucin.

    La comunicologa, ciencia posible de la comunicacin, propone un enfoque cosmolgico de lo social a partir de las fi-guras del sistema de informacin y el sistema de comunica-cin. Con stos se construye todo el aparato inicial cientfico de percepcin del mundo. Los dos tipos de sistemas se aso-cian en cinco dimensiones, tres configuraciones y dos ten-dencias. Las dimensiones son la expresin, la interaccin, la difusin, la estructuracin y la observacin. Las tres configu-raciones son: la terica bsica, que implica a las dimensiones de interaccin y difusin; la metodolgica, que implica a las di-mensiones de expresin y estructuracin, y la epistemolgica, que implica a la observacin. Por ltimo, las dos tendencias son la de dominacin y colaboracin. Desde esta triple orga-nizacin constructiva es posible armar un esquema de la vida social y, por tanto, de cualquier fenmeno o mbito de lo so-cial as observado.

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    La comunicologa est configurada en cinco dimensio-nes: la expresin, la difusin, la interaccin, la estructuracin y la observacin. Las dos centrales son la difusin y la interac-cin, cada una referida a la configuracin de sistemas de in-formacin y sistemas de comunicacin.

    En la difusin, los sistemas de informacin se relacio-nan en un solo sentido fundamental: un sistema acta sobre el otro y lo pone en su forma. En la interaccin, los sistemas de informacin se afectan mutuamente, variando con ello sus formas mediante ese tipo de accin. Tanto difusin como in-teraccin configuran tipos de sistemas de comunicacin, se-gn la relacin entre sistemas de informacin. La expresin y la estructuracin son dimensiones ms metodolgicas, una se refiere al momento en que se percibe el dato, al m