Marisa Bellisario

Fuentes:

https://it.wikipedia.org/wiki/Marisa_Bellisario

Marisa Bellisario (Ceva 9 de julio de 1935 - Turín, 4 de Agosto, 1988) fue un ejecutivo italiano. Nació en Ceva, Piamonte. Después de la secundaria se graduó en Economía en 1959 en la Universidad de Turín. Posteriormente vivió en Milán y entro como interna de posgrado en la división electrónica de Olivetti.

En 1963 participó en la fusión de Olivetti con la Bull de Francia (compañía especializada en la informática profesional), y al año siguiente fue testigo de la venta de la división de electrónica de Olivetti a la General Electric.

En 1965 se trasladó a Estados Unidos, donde, gracias a sus habilidades y la experiencia en la gestión, fue parte de la dirección de Honeywell (empresa multinacional estadounidense que produce una variedad de productos de consumo, servicios de ingeniería y sistemas aeroespaciales).

En 1969 se casó con Lionello Cantoni, profesor de ciencias informáticas en la Universidad de Turín y gerente EDP (Electronic Data Processing) de Olivetti y Fiat Auto. En enero de 1979 se convirtió en Presidente de la "Olivetti Corporation of America". En 1980 se afilió al Partido Socialista Italiano [2], en el que se convertirá en un miembro de la Asamblea Nacional [3].

En 1981 regresó a Italia para asumir el liderazgo de Italtel, un grupo industrial de 30 empresas con más de treinta mil empleados, entonces en grave crisis y en proceso de reestructuración. El plan que propuso incluyó el lanzamiento de nuevos proyectos y la sustitución de la dirección, transformando el corporativo en una empresa moderna. En sólo tres años, elevó sus ventas a 1.300 millones de liras (2M USD), la producción de un activo extraordinario. Para este trabajo Bellisario obtuvo el consentimiento de los sindicatos que habían sido previamente incredulos respecto a su plan de reestructuración.

Marisa Bellisario creía en la meritocracia y en la jerarquía de mérito y se cree que fue víctima de antifemminili perjuicio cuando se le negó el consentimiento del grupo Fiat de nombramiento como director general de Telit, el punto de referencia del sector de las telecomunicaciones que se suponía iba a nacer de la fusión de Italtel y Telettra [4].

En 1984 pasó a formar parte de la Comisión Nacional para la realización de la igualdad entre hombres y mujeres, establecido por el primer ministro Bettino Craxi, como Presidente de la sección de nuevas tecnologías. En el mismo año, la revista Capital le dedicó una portada.

A pesar de una enfermedad irreversible (tumor óseo) que la llevó lentamente a la muerte, Marisa Bellisario siguió manejando su trabajo, incluso a distancia, hasta el final de su vida.

Murió el 4 agosto de 1988 a la edad de 53 años en su villa de Turín. Fue enterrada en el cementerio de Ceva.

En su honor, la fundación homologa otorga anualmente un premio a las mujeres que se han distinguido en el mundo de los negocios pués es recordada como la más famosa directora de Italia.

http://www.treccani.it/enciclopedia/marisa-bellisario_%28Dizionario-Biografico%29/

Nació en Ceva, provincia de Cuneo el 9 de julio de 1935, la primera de los tres hijos de Anselmo Realini, jefe fiscal de Ceva, y Claudia (Dina) Realini.

1. La entrada en Olivetti, 1959-1963

Después de graduarse en Economía en la Universidad de Turín en 1959, entró en Olivetti de Ivrea, ahora fabricante líder de equipos electromecánicos y de contabilidad. En febrero de 1960 entró a trabajar como parte de una estrategia de inclusión de Olivetti en el campo de la computación electrónica como una evolución "natural" de la cultura corporativa de Adriano Olivetti, que habían hecho de la innovación uno de los principios rectores de su estrategia de negocios. Fue enviada a Milán para asistir al primer curso para especialistas en informática organizados por la empresa. La actividad de la compañía entonces giró en torno al proyecto de ELEA 9003 (equipo electrónico aritmético), el primer ordenador diseñado y fabricado en Italia, bajo la dirección de Mario Tchou y Pier Giorgio Perotto con el diseño de Ettore Sottsass (galardonado en 1959 con la brújula de oro para el diseño industrial), un proyecto que puso a Olivetti en una posición de liderazgo en el mundo de la computación digital.

Después del curso fue llevado a la División de la electrónica comercial (DCE) de Olivetti, dirigido por Elserino Piol, con sede en Milán. En octubre de 1962 la división DCE que hasta entonces vendía ordenadores Elea, se fusionó con Bull para generar la Olivetti-Bull dando lugar a la División electrónica de Olivetti (DEO). La dirección fue confiada a Beltrami (director de Bull), con quien Bellisario establece una relación de respeto mutuo y solidaridad, produciendo filosofías de gestión de afinidad, destinadas a ser uno de los principales puntos de referencia en toda su carrera.

Analista de sistemas, ingeniera de sistemas a cargo de la asistencia y las aplicaciones, Bellisario perteneció a la primera generación de especialistas informáticos italianos, "un equipo de talentos del más alto nivel y con motivación entusiasta” consciente de las oportunidades que ofrece electrónica para la modernización tecnológica de la industria italiana, de la que Olivetti había sido capaz de "movilizar los talentos creativos". Bellisario recordaría las actividades de esos años tan ricos en estímulos, siendo "pionera" en un

ambiente en el que la electrónica era "un nuevo mundo, todo para descubrir, competitivo y un poco misterioso, la vanguardia de la tecnología, orientada al futuro, moderno".

Posteriormente conoció al matemático Lionello Cantoni, casandose el 29 de mayo de 1969. Jefe de los sistemas informáticos de Olivetti en Ivrea, subdirector de sistemas de información en Fiat en Turín desde 1971, profesor universitario en el campus de Turín entonces. Cantoni estaba junto con ella toda la vida, acostumbrandose - como él mismo recordaría - el papel de "Mr. Bellisario." Por encima de todo, él representó una referencia a la estabilidad emocional y un compañero discreto y de apoyo, que la esperaba en la casa cada fin de semana en Turín, con perros, gatos y flores y cada verano en la casa del Monte Conero.

2. La asociación con General Electric, 1963-1971

El proyecto de ampliación de Olivetti fracasó debido a las crecientes dificultades financieras de la empresa. Cuando murió su fundador Adriano en febrero de 1960 el grupo de Fiat, Pirelli, IMI, Mediobanca y The Central intervino con una operación de rescate, lo que dejó a la familia Olivetti 30% de las acciones y condujo a la presidencia a Bruno Visentini. Tras esta operación, se decidió la venta de la división electrónica Olivetti DEO a la General Electric (GE), que en julio de 1964 ya había comprado Bull. Así nació Olivetti General Electric (OGE), con un 75% del capital siendo americano siendo Beltrami nombrado para consejero delegado. Por lo general, a este evento se le considerada como una de las oportunidades perdidas para la modernización de la industria italiana en tecnologías avanzadas de los años sesenta. La venta de la DEO fue una fuente de gran amargura paraa Bellisario, que recordaría la "indignación" y un sentimiento de "traición" por el desinterés demostrado la política, el público y la prensa frente a la "venta de fuego" de una "valiosa riqueza de conocimientos italiano").

Entonces comenzó la experiencia de trabajar con los estadounidenses de GE. A partir de 1965 se convirtió en directora de producto, una de las pocas posiciones ejecutivas en el sector informático a nivel mundial. La reuniones se abrían con la fórmula, que más tarde se hizo famoso, "Marisa y señores", siendo ella la única mujer, pidiendo en vano no usar pantalones en reuniones con clientes. Incluso a través de estos aspectos del comportamiento comenzó a construir una imagen de la mujer "moderna" en la alta gestión, una constante a lo largo de su carrera, que conocía por expertos explotados como un elemento de la comunicación corporativa.

En la primavera de 1968 la Olivetti cedió a GE el 25% restante de las acciones formándose la General Electric Sistemas de Información Italia (GEISI), la filial italiana de la multinacional estadounidense. Beltrami se confirmó como gerente general mientras que a Bellisario se le encomendó la planificación. Tras un acuerdo entre GE y Honeywell, en mayo de 1970 se integraron las actividades de informatica de las dos empresas, dando lugar a Honeywell Information Systems Italia (HISI), en la que Bellisario continuó llevando a cabo las actividades de planificación.

Cuando el mismo Beltrami 1970, nombrado director general de Finmeccanica, abandonó HISI, Bellisario inmediatamente apareció como una de los dos o tres personas que lo podían reemplazar, pero la elección recayó en Carlo Peretti, director de marketing. Situaciones posteriores revelaron que la negación del cargo se debido a que se había sido juzgada "un poco" pronto "para que una mujer en ocupar el cargo, aunque por primera vez una empresa como Honeywell había tomado" una seria consideración "a una candidata mujer como una.

En otoño de 1971 Beltrami regreso en un momento de graves dificultades para la empresa: la revolución de la electrónica había invertido en máquinas de oficina, mientras que Ivrea ahora carecía de una la cultura electrónica, dispersa en 1964 con la venta del DEO. Beltrami, nombrado administrador único, impuso el paso de Olivetti a la informaica - a partir de una profunda transformación de la producción, la tecnología, la organización y comercialización, tomando su lado a Bellisario, la cual, a partir de enero 1972, se encomendó a la nueva dirección de la planificación operativa.

3. De nuevo en Olivetti, 1971-1980

Ivrea-Olivetti apareció inicialmente "feliz y tranquila, lejos de los problemas de las grandes ciudades” como Milán y Turín, afectados por el malestar social de finales de los años sesenta después de las primeras bombas de terrorismo, aunque un poco provincial y con términos gerenciales anticuados. Especialmente después de la aprobación Italtel, continuaron con el estilo de la comunidad utópica de Adriano Olivetti, el sentido de la lealtad a la empresa y el vínculo entre la empresa y la ciudad. La sustitución electrónica por informática resultó "una verdadera revolución copernicana" para la compañía, un reto y una temporada muy dura a nivel personal.

El traslado de la empresa hacia el sector informatico fue explosivo: en 1971 los productos electrónicos representaron el 23% de las ventas y para el 1977 casi el 60%. Cambiaron la filosofía de diseño y métodos de trabajo (con el conjunto suplantado por los nuevos grupos autónomos de trabajo "islas"); se renovó la organización comercial, siempre ha sido una fuerza de Olivetti, y establecer el reciclaje de todos los trabajadores; y, no menos importante, inició una política de relaciones laborales a la vanguardia entre las empresas italianas. En términos de productos, desarrollaron aplicaciones informáticas pequeñas, de contabilidad y auditoría, diseñando una nueva línea de terminales enfocada en la aplicación de la automatización en el ámbito de la banca y las finanzas.

En 1974 se puso en marcha el plan para la producción de la máquina de escribir electrónica, diseñada por el equipo dirigido por Perotto y presentado en Milán en julio de 1978: "Mi máquina de escribir [...] llegó antes de la IBM", recordó Bellisario (ibid. , p. 89) que la quería fuertemente a pesar del escepticismo generalizado, y eligió para el diseño de máquinas de Mario Bellini como un elemento único e intercambiable, diseñada por Gian Luigi Ponzano. Estos cambios resultaron de la convergencia de las tecnologías de la

información y la microelectrónica, marcando el paso de la gran tecnología de la información del ordenador Olivetti o inteligencia 'distribuida', especialmente adecuada para la estructura industrial italiana, caracterizado por pequeñas empresas, un mercado - según Bellisario- "que no existía" y que la Olivetti vio "sin demora".

De hecho, a partir de la innovación introducida por el procesador de textos, comenzó el rediseño del concepto de la oficina - que se convirtió en el sistema y obligó a redefinir el trabajo, su contenido y su organización - en un período histórico done se dio la subida de los costes laborales y también un cambio cultural en el contenido de la obra y las aspiraciones sociales, el origen de una nueva generación de empleados; muchos de ellos eran mujeres, observó el empresario en una entrevista con el Financial Times en noviembre de 1975, la misma que "en veinte años [...] no van a querer hacer las secretarias".

La actuación atrajo la atención de la prensa italiana e internacional, que reconoció el nuevo valor de la gestión y el dinamismo. En abril de 1975, el Financial Times llamó a Bellisario "una de las pocas mujeres en llegar a los niveles más altos en los negocios italianos fuera de los lazos familiares." No falta, sin embargo, destacar las grandes desventajas persistentes de la industria italiana, y en general, de la Unión Europea contra el americano, que era fuerte y comprometido con a la investigación. La situación italiana era particularmente delicada y Bellisario no escapó a la analogía en 1964, otro paso en el que había jugado la modernización industrial nacional. ¿Cómo, entonces, habría requerido un apoyo público mucho más sostenido y firme a la investigación?

La revolución de la información de Olivetti, fue costoso y exigente, contra competidores agresivos, principalmente IBM, que posía más del 70% del mercado italiano. La crisis financiera alcanzó su pico en 1977. En mayo de 1978 llegó a Ivrea el nuevo accionista mayoritario, Carlo De Benedetti, quien hizo de Olivetti un caso ejemplar de reactivación y modernización empresarial en una fase más general de recuperación y reagrupamiento de un gran espíritu empresarial italiano (los nuevos "capitanes de la industria") privados y dedicados a lanzar una importante reorganización del mercado, del sistema de producción y de la reestructuración de las grandes empresas, después del 'aplastamiento' de la producción de los años setenta.

Las relaciones de Bellisario con De Benedetti fueron difíciles desde el principio, aunque más tarde reconoció que habían aprendido de él la importancia de la gestión de los recursos financieros y la necesidad, en algunos casos, a ser duro. Después de varios meses de tensión se propuso hacerse cargo de Olivetti Corporation of America (OCA), la filial estadounidense de Olivetti, en condiciones terribles. La propuesta, considerada por muchos como un «despido», constituía un descenso claro, desde la dirección del gerente de planificación de una empresa en la desmovilización como para dar lugar a la renuncia. Bellisario aceptó inesperadamente el reto, y en enero de 1979 se fue a Estados Unidos para iniciar la reorganización de la producción. La misma imagen del nuevo presidente formó parte de la estrategia de recuperación: la nueva jefa Americana de Olivetti era una

“mujer italiana dinámica ", que Word Processing World hizo resaltar, haciendo énfasis en la determinación y la elegancia; Fortuna dijo una mujer "que se ha convertido por sí solo" en una "rareza" entre los administradores mujeres, tanto en Italia como en los Estados Unidos. En 1981 fue la primera mujer invitada como orador principal en la Conferencia Nacional de Informática en Chicago.

Después de años de pérdidas, la OCA comenzó a recuperarse y en 1979 se cerró con un beneficio, aún con las difíciles relaciones de la. En 1980 fue responsable de la coordinación de las relaciones con la CII (Compagnie Internationale pour l'Informatique) Los -Honeywell Bull, bajo la Olivetti-StGobain (que había adquirido la participación del 21% de las acciones de Olivetti). La colaboración con el StGobain pronto encontró dificultades políticas y una falta de voluntad para establecer una colaboración industrial. Pero ahora Belisario, "mujer combativa e irreductible", se había convertido en "la primera dama de cómputo nacional”: un referéndum promovido entre los periodistas de negocios identificados como los "gerentes más duros" de Italia por lo que la revista Capital le dedicó la portada presentándola como "ángel de rostro, mano de hierro."

4.La transición Italtel, 1980-1983

Mientras tanto, fue llamado por Beltrami, desde julio 1980 presidente de la SIP (Sociedad Italiana para el año por teléfono), a Roma para conversar sobre el SIT (empresas de telecomunicaciones italianas) -Siemens, STET empresa del grupo (Telefónica Finance Corporation) produce teléfonos y centrales telefónicas bajo licencia con Siemens y el principal comprador SIP. La compañía, con sede en Milán y con frecuencia fue involucrada en los hechos de terrorismo de los años setenta y con conflictos en las relaciones laborales, se encontraba en estado crítico y estaba en el proceso, de la expiración inminente de los acuerdos con la alemana Siemens, de cambiar el nombre de Italtel.

Su llamado a la SIT no fue sólo para reactivar la industria de la telefonía en crisis, o sólo a curar una empresa, acosado por enormes ineficiencias de producción y de organización. Más en general, era necesario modernizar un sector estratégico con un gran potencial, el de las telecomunicaciones, en ese momento gran parte dominado por la tecnología norteamericana (ITT, GTE) y sueca (Ericsson) en la que Italia era considerable retraso. La medida, en ese período, de una empresa de fabricación de una sociedad tomó decisiones valientes de la política industrial mediante la apertura de una era de la competencia, sino también la cooperación y las alianzas entre empresas y entre las naciones. Además en toda Europa la revolución de las telecomunicaciones estaba jugando un papel estratégico en la redefinición de la función y la naturaleza del sector público, que en Italia en los años ochenta, en particular, se puso en duda todo "sistema de las explotaciones estatales, formado un terreno fértil para el conflicto entre los poderes económicos, políticos y partidistas.

Bellisario en octubre de 1980, salió de la Olivetti, y se convirtió en directora de la Italtel Co., la mayor compañía de fabricación italiana en el campo de las telecomunicaciones, con

seis plantas y 29.000 empleados, plagado por la baja productividad, la ineficiencia organizativa y alto ausentismo, definido por la impresión de un caso "único en Europa", una "pesadilla", un "escándalo nacional" (pero la situación era incluso "peor" que la descrita en los periódicos, recuerda Bellisario de Mujeres y altos directivos ..., cit., p. 164) .

La restauración se inició en virtud de un mandato de la fuerta política del Ministro de Participaciones del Estado, el socialista Gianni De Michelis, en el contexto del Informe sobre la PPSS 1980 y, sobre todo, el Plan Decenal de TLC 1981 a 1990, aprobado en 1982 , la referencia-diseño político en el que se inserta la obra de reestructuración empresarial. El 25 de agosto de 1981, STET instalado un nuevo Consejo de Administración: Bellisario, nombrada directora gerente, elaboró un plan estratégico de reestructuración basado en la renovación de la estructura organizacional, los productos y procesos de producción, el personal y la gestión (en 1983 fue reemplazada el 60 -70% de la alta dirección), la colaboración con las empresas extranjeras y el aumento de las exportaciones. Además de continuar la diversificación de la producción, la voz principal de la facturación estaba cambiando al público (más del 60% en septiembre de 1982). El programa de diversificación para el producto en el mercado, con la reorganización de las plantas por línea de productos, dio lugar a la creación de Italtel Telematica de Santa Maria Capua Vetere, Asamblea dell'Italtel, dell'Italtel ELA y dell'Italtel Tecnomeccanica en Terni, mientras L'Aquila fue creada la segunda planta de Tecnoelettronica. El diseño técnico de los más importantes, donde Bellisario confió, fue el de las centrales digitales Proteus, todavía en fase de prototipo, construido en Dallas por un grupo de técnicos en colaboración con Italtel estadounidenses.

El plan de reorganización implicó una masiva pérdida de empleos y una experiencia sin precedentes en el campo de las relaciones laborales; la transparencia y la imparcialidad del juicio que Bellisario dio mereció la estima de los representantes sindicales y la buena prensa en los diarios izquierda. Un primer acuerdo, firmado en abril de 1981, los instrumentos previó la reducción traumática de empleo (jubilación anticipada, especialmente para los trabajadores con larga congelación de antigüedad en la contratación, la movilidad hacia otras empresas del sector), mientras que en marzo de 1982 se acordó con la FLM (Federación de Trabajadores Metalúrgicos) un plan estratégico que abrió una serie de acuerdos para la formación profesional. Desde 1985, Italtel fue la primera empresa en aplicar los llamados contratos de solidaridad, con 35 horas a la semana por cerca de 15.000 personas. Este fueron decisiones difíciles sin alternativas y puso a la compañía en liquidación renunciando a una presencia independiente en las telecomunicaciones italianas: "Yo vivía en mi piel, en los años sesenta, la renuncia a la gran equipo y no quiero la historia se repita con el tlc. Esta es una de las razones que me llevaron, incluso en tiempos difíciles, para insistir en el reto Italtel.

La estrategia de acuerdos con empresas extranjeras constituye otro aspecto del cambio empresarial. El 7 de abril de 1982 se firmó un acuerdo con GTE, extendida en julio al grupo Telettra Fiat, para la construcción de un sistema nacional de conmutación electrónica pública. Fue la "primera experiencia de este tipo en el mundo, donde las dos empresas

italianas fureon aliadas con una multinacional de Estados Unidos para la exportación en todo el mundo, un paquete industrial común". La estructura y organización de la Italtel se transformaron, y los resultados - tanto económicos como de imagen - fueron reconocidas unánimemente como extraordinaria: Italtel cerró en 1982 con un aumento del volumen de ventas de 30%. En 1983 la fuerza de trabajo se redujo en una cuarta parte en comparación con los dos años anteriores; mientras que la incidencia de los productos electrónicos, doble que en 1980, alcanzó el 40% de la facturación. El gasto en investigación y desarrollo aumentó en un 20% entre 1982 y 1983. El 13 de diciembre 1983 Italtel recibió el Oscar del presupuesto por el Instituto de Relaciones Públicas en Milán, considerado por jurado de expertos el mejor en Italia: un ejemplo de la transparencia en el campo de las explotaciones estatales.

5. La relación con la política y reconocimientos públicos, 1984

El 8 de mayo de 1984, la junta de accionistas confirmó a Bellisario como directora general por otros tres años. Una actuación impensable sin un apoyo político decisivo, el Partido Socialista y se acercó a la entrada de la Fiesta Nacional en mayo de 1984, entre los llamados cien personalidades del socialista: "Tuve que aceptar una placa porque una empresa pública es parte de las reglas del juego ", admitió con sinceridad (Corriere della Sera, 5 de Agosto, 1988). Sin embargo, debe reconocerse que esta mandataria política era intérprete dinámico y eficiente, autor de un caso de reorganización que la impresión de todo acogió como rotundo. Este "gerente en jeans optimista y feliz", como la llamaba Miriam Mafai (Líder, marzo de 1983), "respetada incluso por el sindicato," figurado entre los gestores del año en el ranking del Mundo (20 de abril 1983) y el más buenos gestores de Estado en virtud del Éxito (septiembre de 1983), que se inserta en la categoría de los "curanderos". Fue "Mujer del Año" en la sección de Tiempo (31 de octubre 1983) dedicada a las telecomunicaciones, mientras que Business Week usó su cara (foto tomada por Elisabetta Catalano) en el bombo de la revista de 1984. Le Nouvel Economiste de 27 de agosto 1984 le dedicó la portada como uno de los protagonistas del "despertar" de la "nueva industria italiana." Aunque el éxito de la compañía fue ayudado por "estrategias sociales de asociación de la flexibilidad", incluso el liderazgo (y el mandato político) Bellisario se indicó como un factor "fuerza motriz" de la restauración

Casi caso de libro de la comunicación corporativa en el marco de los tipos de gestión del cambio, más que ser un gerente no es el propietario, de un gestor público y una mujer. "Marisa Narcisa" - escribió - fue "una en la adoración de su propia imagen"; imagen que arregló con un cuidado - aunque siempre irónica - Feria de ropa de moda, los peinados originales y coloridos, presentismo mundano "para continuar para ganar el Italtel tiene que tener una fuerte y positiva", que se conoce a clientes en Italia y en el extranjero, para motivar a los ejecutivos, para atraer a los mejores graduados y gerentes. Sé "popular", se recordó a su amigo el periodista Giuseppe Turani (La República, 5 de Agosto, 1988), también fue una estrategia consciente para mantener la autoridad y el poder en la parte superior del IRI.

Bajo esa visibilidad menudo figurado - directa o indirectamente - en los debates sobre la transformación de los problemas de las mujeres, que fueron luego moviendo los reclamos de igualdad, a la "acción positiva". El haber sido un observador de las consecuencias directas de la tecnología de la información sobre el trabajo de las mujeres hizo cada vez más atentos a la posición de las mujeres en la fuerza laboral. No por casualidad una vez Italtel, prestó gran atención a las condiciones de las mujeres en el lugar de trabajo, tanto entre los mandos intermedios, tanto para los nuevos empleados: para expresar su preocupación, el impacto sobre las graduadas reclutó pasó de 8% en 1980 al 28% en 1985. Como parte del nuevo centro de investigación y los estudios de la obra creada Italtel, en 1983 inició el primer estudio en Italia para investigar las causas del absentismo en la empresa, que niega, entre otras cosas, el estereotipo aumento del ausentismo de las mujeres, lo que demuestra que las mismas condiciones de trabajo y profesionalidad no hubo diferencias significativas, mientras que menos motivación era más bien debido a la concentración en las tareas más bajas, posiciones profesionales repetitivas y más escasos (en la que fue 90% de las mujeres empleadas en Italtel). A raíz de las medidas de reorganización de la empresa, en 1985 el empleo femenino Italtel aumentó ligeramente en porcentaje (las mujeres llegaron a 46%), mientras que el absentismo se redujo significativamente.

En un discurso pronunciado el Renacimiento (14 de febrero 1987), enfatizó: "mi gerente de negocios me lleva a identificar, en particular, en el microcosmos de la compañía uno de los puntos de partida para la mejora del trabajo de las mujeres" en la creencia de que se trata de la misma organización Trabajo que "perpetúa los roles de género diferenciados y se convierte en un área prioritaria de intervención para eliminar los estereotipos culturales que unen a la mujer a los patrones tradicionales."

En junio de 1984 fue seleccionado para ser miembro de la Comisión para la aplicación de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, presidido por el senador socialista Elena Marinucci, creada en la Presidencia de la Bettino Craxi Consejo también en vista de las próximas elecciones europeas y en cumplimiento de todos " evolución de la Comunidad (Italia seguía siendo el único país de la Comunidad no tiene un cuerpo tal). Dentro de la Comisión participó (con Alida Castelli, Livia Pomodoro y Patrizia Toia) introduciendo las nuevas tecnologías, el promotor de la investigación de las mujeres y la tecnología en la que se analizaron los efectos del cambio tecnológico en el trabajo de las mujeres en tres contextos diferentes - Italtel , Banca Nazionale del Lavoro y Lombardia Región - como base cognitiva para la eventual adopción de medidas de acción afirmativa.

6. El desarrollo de Italtel y el proyecto Telit, 1985-1988

A mediados de los años ochenta el Italtel confirmó la favorable: 80% de los productos era electrónica y finalmente - como destacó Bellisario al presentar el presupuesto de 1985 - "produce riqueza, en lugar de las pérdidas." A finales de 1986, el personal se había reducido a 18.000 empleados, pero ascendió a los 860 graduados contratados en los tres

años 1984-87 en investigación y desarrollo, la gestión de más de 2.500 personas, el 20% de ellas en los distritos del sur. En 1983 había más de 300.000 plantas Proteus primera generación instalados en Italia y en el extranjero.

A pesar de los logros, no faltaron las críticas y los intentos de menospreciar el papel de Bellisario, en parte como resultado de las luchas partidistas para el control de las entidades, pero en junio de 1987 fue ratificado CEO por otros tres años.

De la Italtel fiscal llegó a ser visto como parte de la construcción de un mercado europeo de las telecomunicaciones - con el apoyo de la Comisión de la CEE con el fin de poner en marcha el mercado único y sobre la base de acuerdos entre las principales compañías - y en un esfuerzo de la industria europea de ganar cuota de mercado y se fortaleció frente al americano y japonés. Consciente de estas dinámicas, Bellisario comenzó una serie de acuerdos de la que tiene CIT-Alcatel en octubre de 1984, sobre el desarrollo común de algunas partes de los sistemas y, en enero de 1985, Milán firmó un acuerdo Italtel, Siemens, Alcatel , en la que unos meses más tarde llegó Plessey, considera "un acto de fe en Europa" (entrevista con Le Monde, 30 de Octubre 1984). Al mismo tiempo, Italtel fortaleció cada vez más las buenas relaciones con las empresas estadounidenses. El acuerdo de cooperación tecnológica y de marketing con Apple para integrar Macintosh con productos telemáticas de Italtel se firmó en enero de 1987, mientras que el acuerdo con Bell Atlantic permitió la introducción en el mercado de Estados Unidos de un producto de la fábrica en Santa Maria Capua Vetere.

Entre los protagonistas de lo que es un poco "de todo el mundo - sobre todo en la prensa extranjera - estaba empezando a ser llamado el" segundo milagro italiano ", una fase de dinamismo de las empresas privadas y la nueva eficiencia de las empresas públicas, fue citado en la edición del 09 de agosto 1985 líderes L'Express L'Italie des.

En el segundo semestre de 1987 su nombre estaba en el centro del proyecto Telit cuyo objetivo era crear un centro nacional para el trabajo de telecomunicaciones del IRI y Fiat para unificar las actividades de fabricación de Italtel y Telettra. En primer lugar llama la "boda del siglo" entre lo público y lo privado, y luego terminó con un "Divorcio a la italiana" en noviembre de 1987 (Corriere della Sera 6 de noviembre de 1987), el caso de Telit constituye un caso emblemático de la reestructuración de las relaciones y competencias entre la empresa pública y privada en Italia en los años ochenta. Las razones de la controversia, fueron entre otras que Italtel celebró 52% del mercado nacional de conmutación pública y el 30% de los usuarios de sistemas mientras que Telettra sólo el 3% en ambos mercados. Por lo tanto, un acuerdo podría beneficiar desproporcionadamente a Fiat (para enriquecer el Italtel cuando en mayo de 1987 se aprobó el plan de financiación adicional a SIP y STET para la modernización de la red telefónica nacional). Además, tanto Italtel y Telettra eran jugadores pequeños en comparación con los grupos en Europa y en todo el mundo, con los que se deben medir. El otro motivo de la disputa fue la dirección de la cooperación internacional en la nueva

empresa, Fiat se orienta hacia el Italtel Ericsson y Siemens de Alemania y los estadounidenses.

Alrededor de la cuestión del control y la gestión de la nueva empresa abrió un conflicto esencialmente político evidente, sobre todo en el momento de la designación de la parte superior, con un lugar enfrentamiento entre las partes: Bellisario propuesta como director general por el Presidente de IRI, Romano Prodi, y el Ministro de Estado Holdings Luigi Granelli (que nunca había estado en favor del acuerdo), se reunieron con la negativa de Fiat, que acusó a la interferencia política y subdivisiones partidista y, en noviembre de 1987, denunciaron el acuerdo, con largos trenes de controversia y las preguntas parlamentarias.

Una vez que falló (pero sin mucho remordimiento por Bellisario) y mientras que el proyecto surgió Telit - quizás infravalorado y descuidado - los primeros signos de la enfermedad que pronto condujo a su muerte, Bellisario empezó a buscar socios internacionales que se ocupan también nuevas inversiones de Italtel en el Sur. En este marco, el proyecto volvió, una de sus últimas, desarrollado junto con los sindicatos y la región de Sicilia, el centro tecnológico de Carini, cerca de Palermo, donde se sugirió concentrar la producción de una serie de centrales digitales Líneas UT hacer la Carini importante centro de producción de conmutación digital central nacional.

http://www.storiaolivetti.it/percorso.asp?idPercorso=591

http://www.empatiadonne.it/index.php?option=com_content&view=article&id=127:marisa-belisario&catid=108:imprenditrici-e-manager&Itemid=262

Como CEO de Italtel, Marisa Bellisario tuvo que hacer frente a decisiones difíciles y en contra de sus sindicatos y medios de comunicación movidos, escépticos sobre el posible rescate y reestructuración de pensamiento por un encargado de la mujer. Pero el tiempo y habilidades dieron la razón e incluso el entonces Ministro de Participaciones del Estado Gianni De Michelis aprecia su línea transformada por empresa Italtel loco en una empresa de electrónica moderna, dinámica e informes avanzados en pocos años el presupuesto en activo y conquistar una parte del mercado estadounidense.

Gracias a su esfuerzo y el "milagro Italtel" en 1986 fue galardonado con el Gerente de la concesión del año. Pero Italia de los años "80 es todavía inmaduro para luchar contra los prejuicios de una sociedad dominada por los hombres que son tan comunes en la industria y por esta a Marisa será negado el cargo de director general de Telit formado por la fusión de Italtel y Telettra, que participación en Fiat. Fue la FIAT BOD a negar que el papel de Marisa, pero esta opción en el gigante automovilístico pagó caro.

La empresa y el sueño de crear un centro de telecomunicaciones italianas en pocos años frustrados. Marisa Bellisario, a pesar antifemminili perjuicio, juegos de poder que nunca se dobla, no se detuvo para pasar a sí mismos como gestores y mujeres que ejercen profesionalmente.

En 1984 se incorporó como presidente de la nueva sección de tecnologías de la Comisión Nacional para la realización de la igualdad entre hombres y mujeres encargados por el entonces Presidente de la Bettino Craxi Consejo. Durante esa aventura publicó un documento que hoy es una advertencia para todas las mujeres. Este documento Marisa habla de la investigación, el estudio y la innovación como los "mejores aliados que la mujer ha tenido nunca."

El camino hacia una de las gestor italiano más válida fue interrumpido por la enfermedad incurable que afectó irreversiblemente, un cáncer de hueso, que se la llevó a sólo 53 años en una calurosa tarde de agosto de 1988.

http://www.nytimes.com/1988/08/05/obituaries/marisa-bellisario-dies-in-turin-industrialist-was-in-her-early-50-s.html

http://www.fondazionebellisario.org/online/marisa-bellisario/

http://elblogdeannaconte.com/2013/09/03/diferencia-de-sexo-no-de-valores/

“Para una mujer para hacer una carrera es más difícil, pero es más divertido”, en un primer momento me pareció una afirmación algo desconcertante, incluso presuntuosa. Después, me han bastado pocos párrafos de una biografía de  la “autora” para cambiar de opinión; me ha ofrecido el retrato de una mujer que ha hecho de su vida un ejemplo: Marisa Bellisario.

“Estoy sola y parto desde cero: es mi vocación”, escribe Marisa emprendiendo una de sus innumerables desafíos empresariales;  como para decir que todas las mujeres, si están decididas y le echan valor están en grado de  perseguir sus ilusiones, y alcanzar cualquier meta, en la vida y en los negocios.

Marisa Bellisario, italiana, nacida en Turín en 1935,  llega en el 59, recién laureada en Economía y Comercio, a la división de electrónica de Olivetti; le proponen un trabajo en Milán, en el mundo de la informática, un universo – en esos años en Italia – inexplorado, por temerarios. Como Marisa, que de hecho, acepta. En 1964, sin embargo, debido a la crisis económica, la división de electrónica se vendió a la General Electric y comienzan  los intercambios internacionales.

 

Su capacidad, competencia y decisión son apreciadas también en Nueva York, donde se afirma como protagonista en Honeywell. En el ’79, fue nombrada Presidente de la Olivetti Corporation of America, cargo que mantiene hasta 1981, año que regresa  a Italia, nombrada consejera delegada de Italtel, una empresa pública que atraviesa en esos momentos una  fase aguda de la regresión: 30.000 empleados, un grupo de 30 empresas electromecánicas, anticuada y con graves  pérdidas… Marisa tiene que tomar decisiones valientes y con visión de futuro; su plan de reestructuración suscita el escepticismo de los sindicatos que le van en contra, mientras que la prensa insiste en que se ha escogido una mujer para ese cargo solo con la intención de endulzar el cierre de Italtel. ¿Y Marisa que

hace? Sigue adelante y en tres años consigue un  superávit presupuestario, facturando, en euros, 670 millones. Un ejemplo de una reestructuración de empresa pública que termina en los manuales de economía concediéndole en el ‘86  el premio de empresario del año.

En Italia, Marisa es la primera mujer a sacar adelante una carrera en el mundo de las telecomunicaciones y la informática y la primera a ver este sector como el “futuro de las naciones”; no sólo: invita a las mujeres a estudiar, investigar, innovar, ya que “la tecnología es el mejor aliado que la mujer pueda haber tenido nunca”.  La suya es también la primera carrera de proyección internacional: no por nada Marisa escribió que había “descubierto veinte años antes que economistas y expertos que una empresa tienen que ser internacional.”

Está segura y orgullosa de su feminidad y añade un color nuevo a la proverbial imagen en gris de los administradores delegados; elegantes, con estilo, sabe conjugar  estilo empresarial y  sensibilidad. La precian y la estiman no solo los altos ejecutivos de otras grandes empresas, sino también políticos, sindicalistas, trabajadores y empleados. En su modelo de vida y de trabajo no hay lugar para las diferencias de sexo, sino de valores, y de esta manera logra sublimar la idea de igualdad.

En agosto de 1988, una enfermedad incurable se la lleva, cuando tenía apenas 53 años. En su libro autobiográfico, Marisa se lamentaba de  no haber hecho más por las mujeres. Quién sabe, quizás en esto se equivocaba… Dedicada a ella ha nacido una  fundación que otorga reconocimientos  anualmente a una lista de mujeres que se han distinguido en su profesión, en la empresa, en  la ciencia, en la economía y lo social a nivel nacional e internacional. Este año, en junio, el premio llegó a su edición número 25, y tuve la oportunidad de verlo en TV; allí he visto mujeres normales, lejos de los estándares de las portadas de papel cuché  y de los estereotipos de la moda, eran empresarias, diseñadoras, economistas… que emanaban  inteligencia, positividad, feminidad. Para todas ellas, la historia de Marisa había abierto un camino.

La Fundación la ha querido Lella Golfo, empresaria y política italiana cuyo nombre está vinculado a la ley que introdujo las cuotas de género en los consejos;  la tendencia  política de Lella es diametralmente opuesta a la de Marisa en su tiempo;  y sin embargo,  no hay fracturas, no hay vallas, como no las hay entre las mujeres galardonadas en estos últimos 25 años, que provienen de las más diversos extracciones culturales y sociales. Una abanico riquísimo, donde la diversidad no resta, más bien suma.